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Marco teórico

Entre el año 2000 y 2050 la proporción de habitantes del mundo mayores de 60 años se
duplicará y nuestro país no escapa a esta realidad global.

Las infecciones más prevalentes en ancianos institucionalizados son la infección


respiratoria, la neumonía, la infección del tracto urinario y la de piel y tejidos blandos.
(1)
Las Infecciones de las vías urinarias constituyen importantes problemas de salud en la
población, son producidas por la invasión, colonización y multiplicación microbiana del
tracto urinario. Es causa frecuente de morbilidad, sobre todo en personas adultas,
pudiendo provocar complicaciones renales. (2)

También hay que tener en cuenta que en las personas mayores la infección urinaria suele
presentarse de forma diferente a los jóvenes, cursando con una amplia gama de sucesos
tales como: cambios del color y olor en la orina, incluso llegando a producir caídas de la
persona al suelo(3)
Los ancianos presentan una disminución de su capacidad de adaptación que es peor
cuando existe algún trastorno y/o enfermedad tanto física, como funcional, mental o
social por lo que los profesionales que intervienen en sus cuidados deben intentar
básicamente una adaptación continua del anciano a las circunstancias del medio en el
que vive. (4)
Los microorganismos que causan infección en el tracto urinario casi siempre provienen
de la piel de la salida de la uretra o de sus alrededores. Los procedimientos médicos
invasivos que requieren la introducción de material clínico dentro de las vías urinarias
pueden a su vez producir infección de las mismas. Lo más común es la introducción del
catéter urinario que se emplea con frecuencia en los hospitales y centros de asistencia,
sobretodo en personas que presentan problemas a nivel mecánico o que hayan sido
intervenidas quirúrgicamente. Aunque cualquier tipo de microorganismo pueda causar
infección de las vías urinarias, las bacterias son casi siempre las implicadas. La
Escherichia Coli es la bacteria más frecuente en las infecciones del tracto urinario pero
también pueden aparecer otras como la Klebsiella, Enterobacter, Proteus y
Pseudomonas.(4)
En cuanto al medio institucional, las residencias socio-sanitarias que antes eran
conocidas como asilos, estaban destinadas a personas desahuciadas ya que la finalidad
no era procurar una vida agradable a los ancianos sino liberarlos de la sociedad que los
marginaba. Hoy en día, las residencias socio-sanitarias hacen una labor socio-sanitaria,
y bien como su nombre indica, cubre unas necesidades con personal cualificado y
competente. Las personas mayores institucionalizadas en centros socio-sanitarios son
más susceptibles a la infección. Esto es por el uso de dispositivos invasivos en el
ambiente institucional donde puede facilitar la transmisión de microrganismos entre
residentes y/o profesionales. Así las enfermedades infecciosas constituyen uno de los
principales motivos de hospitalización y causa de morbi-mortalidad.
La importancia de la infección radica además en la elevada frecuencia, en la tipología
de los microorganismos que la provocan, en la repercusión sobre la morbi-mortalidad de
los residentes, el incremento de cargas asistenciales del personal sanitario y en el
aumento del coste sanitario que conlleva(4)
Es importante destacar que la IU es la inflamación de cualquier zona del aparato
genitourinario producida por la presencia de bacterias en la orina (más de 100.000 UFC)
(Bacteriuria). Sin embargo, pueden encontrarse bacterias en orina sin que exista
infección, por contaminación de la muestra con bacterias de la flora de la uretra distal,
de los genitales externos o por un tiempo de conservación de la muestra prolongada. Por
ello, la presencia de bacterias en la orina no es un claro diagnóstico de IU. En cambio la
presencia de leucocitos en orina si se puede considerar como un indicador fiable de IU.
La notable infección se produce por el ascenso de las bacterias a través de la uretra
hacia la vejiga y riñones aunque también puede invadir por vía linfática y hemática (4)
La coloración sternheimer-malbin es una solución colorante que se usó primero para
diagnosticar pielonefritis, ha resultado ser muy útil para distinguir diversos tipos de
células uroteliales.(5)
Siendo esta tinción la de mayor empleo sus constituyentes son cristal violeta y safranina
O, la observación microscópica se puede hacer pocos minutos después ya que la tinción
se acentúa en forma gradual, los glóbulos rojos, glóbulos blancos y células epiteliales
adquieren una coloración difusa por desvitalización, proporcionando una delineación
más definida de la estructura y contrastando los colores del núcleo y citoplasma. 10 Esta
coloración de Cristal Violeta y Safranina O, puede ser de utilidad para identificar los
elementos celulares presentes en el sedimento. (5)
Sternheimer y Malbin, mediante un colorante con cristal violeta y safranina,
demostraron que se podía obtener información valiosa de diagnóstico mediante la
tinción del sedimento de orina centrifugada. Se identificaron piuria y hematuria
basándose en las características de tinción diferencial de los leucocitos, los elementos
epiteliales y los cilindros que absorbieron bien el colorante, en comparación con los 25
eritrocitos que no lo hicieron; asimismo, se calculó rápidamente la proporción entre los
leucocitos y los eritrocitos. Los leucocitos adquirieron un color de rojo intenso a violeta
o azul pálido. Los leucocitos de color violeta presentaron un tamaño uniforme,
contenían un núcleo de color rojo o morado intenso y gránulos violetas. Por lo general
ocurrieron en infecciones de las vías urinarias inferiores sin afectar a los riñones. Las
bacterias muertas adquirieron un color morado oscuro, mientras las vivas no cambiaron
de color o adquirieron un color rosa; los micelios y las esporas de hongos presentaron
un color claro y morado. Los parásitos Trichomonas fueron incoloros o de color azul
pálido. En las enfermedades renales inflamatorias, tal como la cistopielitis aguda, los
abscesos renales y, en especial, en casos avanzados de pielonefritis, había presentes
células inflamadas teñidas de azul pálido con gránulos que presentaban movimiento
Browniano (identificadas como leucocitos mediante una reacción positiva a la
peroxidasa) (5)

Bibliografía
1. Martínez de las Cuevas G, Alonso-Gutiérrez J, Cayón de las Cuevas C. Protocolo de
tratamiento empírico de las infecciones en ancianos internados en centros
asistenciales. Med - Programa Form Médica Contin Acreditado. 1 de mayo de
2014;11(57):3394-9.

2. Orellana Quizhpi MV, Poma Medina LI. Identificación de infección del tracto
urinario según el examen elemental y microscópico de orina en los habitantes de
sesenta y cinco a ochenta años Quilloac. Cañar 2014. 2015 [citado 14 de septiembre
de 2019]; Disponible en: http://dspace.ucuenca.edu.ec/handle/123456789/22518

3. Infecciones de orina en ancianos institucionalizados. :21.

4. García TG. Clínica y aspectos sociosanitarios de las infecciones urinarias en


ancianos institucionalizados. :32.

5. Ruiz A, Medina Q, Nataly V, Vega LP, Augusto C. TESIS PARA OPTAR EL


TITULO DE LICENCIADO EN TECNOLOGIA MEDICA EN LABORATORIO
CLINICO Y ANATOMIA PATOLOGICA. :80.

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