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Mestizaje
Tras la batalla de Curalaba se establece el rio Bío – Bío como frontera natural
entre españoles y mapuches. Esta frontera, se convirtió en un espacio de
interacción, roces e intercambios culturales y comerciales entre mapuches y
españoles, fomentando así el proceso de mestizaje, que fue muy intenso a ambos
lados del río Bío – Bío.
Para los Araucanos, ser dueño de una mujer blanca era motivo de prestigio,
prueba de una hazaña, símbolo de victoria.
Muchas mujeres y hombres blancos, que vivían entre los mapuches, se negaban a
abandonar su cautiverio, y se quedaron viviendo entre ellos, esto también
contribuyo a fomentar el proceso de mestizaje fronterizo.
Mestizaje “al derecho”: Mezcla de hombre europeo y mujer mapuche
Por su parte, las permanentes incursiones a la tierra al sur del Bío - Bío a través
de las malocas de los españoles implicaron, el robo y apresamiento de mujeres
mapuche y niños, las cuales como esclavas cautivas eran trasladadas a la zona
norte de la frontera, pasando a ser sirvientas, mancebas y trabajadoras de los
españoles. Estas mapuches cautivas fueron la otra vertiente del mestizaje que se
produjo en este espacio, los vientres que procrearon a los mestizos y también las
principales portadoras del mestizaje cultural.
Las relaciones entre hombre español y mujer mapuche, no fueron sancionadas por
la ley, los padres no son esposos, por lo tanto, el hijo mestizo es ilegitimo, como
se decía en el periodo colonial “un huacho”, debido a que el padre español, no
asumía su paternidad. Por su parte la madre mapuche, asume el rol de padre y
madre, lo alimenta, le enseña un poco de la lengua y costumbres de su padre y
también de las suyas.
Vida Colonial y mestizaje
Durante el periodo colonial y el establecimiento del rio Bío – Bío como frontera, el
mestizaje aumento, ya que la vida se volvió rural, se relajaron los controles
sociales, políticos y eclesiásticos.