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EL AGUILA REAL

Un hombre se encontró un huevo de águila. Se lo llevó y lo colocó en el nido de una gallina


de corral. El aguilucho fue incubado y creció con la nidada de pollos.

Durante toda su vida, el águila hizo lo mismo que hacían los pollos, pensando que era un
pollo. Escarbaba en la tierra en busca de gusanos e insectos, piando y cacareando. Incluso
sacudía las alas y volaba unos metros por el aire, al igual que los pollos. Después de todo,
¿no es así como vuelan los pollos?

Pasaron los años y el águila se hizo vieja. Un día divisó muy por encima de ella, en el
límpido cielo, una magnífica ave que flotaba elegante y majestuosamente por entre las
corrientes de aire, moviendo apenas sus poderosas alas doradas.

La vieja águila miraba asombrada hacia arriba “¿qué es eso?”, preguntó a una gallina que
estaba junto a ella.“Es el águila, el rey de las aves”, respondió la gallina. “Pero no pienses
en ello. Tú y yo somos diferentes a él“.

De manera que el águila no volvió a pensar en ello. Y murió creyendo que era una gallina
de corral.

 DESCRIPCIÓN

La historia trata sobre un hombre que encontró un huevo de águila y se lo llevo a su casa
para ponerlo junto con las demás gallinas que este hombre tenía en el corral.

El hombre enseño al águila a comportarse como gallina, esta águila ya estaba


domesticada puesto que se comportaba como una gallinas más, escarbaba en la tierra en
busca de gusanos, cacareaba y también volaba como las gallinas unos metros por el aire.

Y así fueron pasando los años el águila seguía con la misma vida de gallina, hasta que un
día vio un ave majestuosa volar por los aires tan alto, que le dio curiosidad y le pregunto
a una gallina que quien era esa ave y la gallina le respondió que era una águila.

Pero la gallina le dijo que no pensara en eso puesto que ellas eran gallinas y no podrían
jamás volar tan alto como ella y entonces al escuchar esto la águila gallina nunca más
volvió a pensar en ello y hasta que murió.

Es decir que la aguila nunca intento volar, para darse cuenta de todas las capacidades y
cualidades que ella poseía, puesto que se dejó llevar por los paradigmas de creencias de
que solo podía hacer lo que los demás hacían y vivir como los demás vivían sin explorar
ni explotar su maravilloso potencial.
Ya que a muchos nos educan como gallinas porque con una mentalidad de gallina nos
controlan más fácil porque no somos capaces de contradecir lo que los demás opinen
siempre nos conformamos con lo que dicen los demás. Por eso nos creemos gallinas y
vivimos con la cabeza agachada y muertos de miedo con temor de no poder expresarnos.

Pero podemos volar tan alto como queramos y cuando queramos. Caminar con la cabeza
erguida en nuestra vida, respetando a los demás, pero sin miedos.

 CRITICA

La historia me pareció muy interesante, ya que eso pasa a diario en nuestras vidas y la
verdad creo que el águila nunca supo lo que era porque desde que lo encontró el hombre
es decir desde su nacimiento el águila estuvo rodeada de seres que eran totalmente
diferentes a él y por ende le hacían creer lo contrario y como nunca hubo nadie quien le
ayudara a encontrarse a si mismo entonces se conformó con esa vida que le dijeron tener
, una vida de gallina y nunca se detuvo a mirar que era capaz de lograr no supo en realidad
las grandes cualidades que tenía por qué nunca intento volar y se limitó a vivir toda su
vida como una simple gallina.

 REFLEXION

En nuestra vida nos vamos encontrar con personas que nos digan lo que tenemos que
hacer o como debemos comportarnos, así como el aguila existimos muchas personas que
no miramos másallá del mundo que nos brindan nuestros padres y nos conformamos con
lo que sabemos y nada más , ya que muchos de nosotros no sabemos lo que somos
capaces de hacer e ignoramos nuestro potencial, pero nosotros debemos demostrar con
nuestras capacidades, conocimiento que somos personas capaces de volar tan alto como
nuestros sueños sin miedo a fracasar y si lo hacemos entonces intentar de nuevo con el
fin de lograr todos nuestros objetivos y no limitarnos a vivir o copiar como las demás
personas viven ya que todos somos seres diferentes y debemos dar dirección a nuestras
vidas para que nosotros con nuestras decisiones propias logremos nuestras metas.

Por eso hay que atrévete a volar, porque quien sabe… a lo mejor eres un águila real y
nunca te diste cuenta.

EL AGUILA Y LA GALLINA
"Érase una vez un campesino que fue a la selva vecina a cazar un pájaro para tenerlo
cautivo en su casa. Consiguió un aguilucho y lo puso en el gallinero con las gallinas. Comía
maíz y la ración propia de las gallinas, aunque el águila fuese rey/reina de todos los
pájaros.
Cinco años más tarde vino a su casa de visita un naturalista. Mientras paseaban por el
jardín, el naturalista observó:
-Ese pájaro de ahí no es una gallina. Es un águila.
-Claro -respondió el campesino- que es un águila. Pero criada como una gallina. Ya no es
un águila, se ha vuelto una gallina como las otras, a pesar de esas alas de casi tres metros
de envergadura.
-No puede ser -replicó el naturalista-, es y será siempre un águila. Tiene el corazón de
águila y ese corazón la hará volar, un día, a las alturas.
-¡Qué va! -insistió el campesino-, se convirtió en gallina y jamás volverá a ser águila.
Entonces decidieron hacer la prueba. El naturalista tomó el águila, la levantó muy alto y,
desafiándola, le dijo:
-Ya que eres un águila, ya que perteneces al cielo y no a la tierra, ¡abre tus alas y vuela!
El águila siguió posada sobre el brazo extendido del naturalista. Miraba distraídamente a
su alrededor. Vio las gallinas abajo, escarbando los granos, y saltó a su lado.
El campesino comentó:
-¡Se lo dije!, ¡se ha convertido en una simple gallina!
-Nada de eso -volvió a insistir el naturalista-. Es un águila, y un águila será siempre un
águila. Probaremos nuevamente mañana.
Al día siguiente, el naturalista subió con el águila a la azotea de la casa. Le susurró:
-¡Águila, ya que eres un águila, abre tus alas y vuela!
Pero cuando el águila vio abajo las gallinas, escarbando en el suelo, saltó y se fue junto a
ellas.
El campesino sonrió y volvió a la carga:
-¡Ya se lo había dicho, se ha convertido en gallina!
-No -respondió firmemente el naturalista-. Es un águila y siempre tendrá corazón de
águila. Vamos a probar por última vez. Mañana la haré volar.
Al día siguiente, el naturalista y el campesino se levantaron muy temprano. Agarraron al
águila, la llevaron fuera de la ciudad, lejos de las casas de los hombres, a lo alto de una
montaña. El sol naciente doraba las cumbres de la cordillera.
El naturalista levantó al águila muy alto y le ordenó:
-¡Águila, ya que eres un águila, ya que perteneces al cielo y no a la tierra, abre tus alas y
vuela!
El águila miró a su alrededor. Temblaba como si experimentase una nueva vida. Pero no
voló. Entonces el naturalista la sujetó firmemente, en dirección al sol, para que sus ojos
pudiesen llenarse de la claridad del sol y de la inmensidad del horizonte.
En ese momento, abrió sus potentes alas, lanzó el típico kau-kau de las águilas y se irguió,
soberana, sobre sí misma. Y comenzó a volar, a volar hacia las alturas, a volar cada vez
más alto. Voló... voló... hasta confundirse con el azul del firmamento...".

 DESCRIPCIÓN

El águila y la gallina es aquí una metáfora de las dos dimensiones de la existencia humana
en la que se vive a diario. El primer escenario, el enraizamiento, lo cotidiano, lo limitado,
lo prosaico es la gallina. El segundo escenario es la apertura, el deseo de lo poético, lo
ilimitado es el águila.
Aceptar la condición de águila supone responsabilizarse de la propia historia, participar
activamente en el destino personal y comunitario, apostar por lo inédito viable, defender
la propia identidad, arriesgarse a lo desconocido, aunque produzca vértigo, apasionarse
por construirse y participar activamente en la sinfonía de fuerzas y contrariedades
individuales y colectivas.

No aceptar la condición de águila significa desarrollarse sólo como gallina, sin sacar el
jugo a los propios recursos, instalándose en la dependencia, enterrando en el sótano de
la historia la riqueza personal y grupal, renunciando a la propia identidad, conformándose
con la mediocridad y la comodidad de quien no vive o no le dejan vivir como protagonista
en el escenario de la propia vida.
En este cuento es evidente que la educación recibida en los primeros años de vida viene
filtrada por las creencias que se nos transmite inexorablemente por el entorno inmediato
(familia, escuela...) y tienen mucho que ver en nuestra formación como águilas o como
gallinas.

Estas creencias, filtran nuestros valores y estimulan o escoden nuestras emociones


nuestra forma de querer comportarnos o realizar cualquier actividad que nosotros
deseemos sin temor a que dirán las personas.
Las creencias que "hemos aprendido" e interiorizado en todo el transcurso de nuestra
vida, las hemos de reconocer o explicitar para identificar nuestros valores, y este el primer
paso para el cambio de nuestros "mapas mentales" cuya utilidad sólo sirve a un
paradigma cerebral del saber, no del ser ni del sentir.
Siempre hay elección para aprender o mejor dicho aprehender y lograr nuestros objetivos
y metas que nos hemos propuesto, y esto viene a propósito en cuanto a la formación que
recibimos tanto en nuestro hogar como en la escuela o en cualquier otro ámbito, lugar,
edad u otras variables.
Este cuento o metáfora es lindo, si entendemos que siempre hay una elección o camino
diferente, de los que nos han enseñado, y un "naturalista" o líder nos guía.

 CRITICA
La historia me pareció muy interesante porque nos muestra dos lados en el que
posiblemente nos vamos a encontrar en el transcurso de nuestra vida. Dentro de
nosotros mismo podemos encontrar un poco de águila y un poco de gallina. Tanto cuando
ayudamos como cuando nos dejamos ayudar. Podemos adoptar actitudes, semejantes a
las dela misma águila que se resiste a explotar sus recursos.

Por lo tanto, el águila representa la misma vida humana en su creatividad, en su capacidad


de romper barreras, en sus sueños poder los hacer realidad, en su luz. Representa la
persona con toda sus potencialidades, pero susceptible de acomodarse en la
dependencia y comodidad del corral.

En nuestras vidas nosotros somos quienes decidimos si queremos ser gallinas y limitarnos
a vivir como los demás quieren que vivamos o abrir nuestras alas como las águilas seguir
nuestros sueños y lograr cumplirlos.

 REFLEXION

Nosotros somos seres únicos como las águilas. Pero hubo personas que nos hicieron
pensar como gallinas. Y muchos de nosotros todavía creen que somos efectivamente
gallinas, pero en realidad nosotros somos águilas y no gallinas.
Por eso, abramos nuestras las alas y volemos, volemos como las águilas, jamás nos
contentemos con los granos que nos arrojen a los pies para picotear, así que vivamos de
acuerdo con nuestra naturaleza humana hacia la plenitud de nosotros mismos, tanto
personal como socialmente.
Atrevámonos a ser el héroe de nuestra propia existencia, es decir al querer realizar
nuestros sueños y alcanzar nuestras metas no tengamos miedo a fracasar e intentarlo
muchas veces hasta poderlo lograr para no darle la razón a aquellos que pensaban por
nosotros que no somos capaces de realizar tal o cual cosas, quienes creían conocer lo que
era más conveniente para nosotros.
Para lograr nuestros sueños, busquemos en el cielo, inspirémonos en quienes ya han
volado.

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