Você está na página 1de 67

HISTORIA DE LA MINERÍA PERUANA

La historia de la minería peruana a través del tiempo ha sido dividida, para su mejor estudio en
dos grandes períodos: Prehistoria e Historia. La Prehistoria comprende a su vez dos grandes
épocas: Pre-Inca e Inca.

1.1. ÉPOCA PRE-INCA

Desde los inicios de esta antiquísima y dilatada época, el aborigen peruano incorporó los
recursos minerales a su lucha por la supervivencia y dominación de un medio hostil, y a lo
largo de esa enconada lucha por la forja de una cultura, no sólo utilizó los minerales en su
alimentación, sino también en la elaboración de toscos y rudimentarios utensilios. Prueba
de ello son los instrumentos líticos hallados en 1969 por el arqueólogo norteamericano
Richard Mac Neish, en Poccaicasa, Ayacucho, a los que se atribuye una antigüedad
comprendida entre los 20,000 a los 22,000 años antes de Cristo.

De esos instrumentos de piedra, el aborigen ingresó, después de muchos milenios a la etapa


alfarera de la prehistoria peruana, como lo ha señalado la arqueóloga peruana Rosa Fung
Pineda, con su descubrimiento del Templo de Hadas, ubicado cerca de la ciudad de Casma,
y con una antigüedad de 1,600 años antes de Cristo.

Si bien consiguió aquellos hitos culturales, caracterizados por la utilización de los minerales,
el antiguo peruano no se quedó ahí, sino que avanzó a la etapa de las grandes culturas,
etapa en la cual alcanzaron su mayor expresión la alfarería, los instrumentos líticos y
apareció rica y orgánicamente la minería metálica y la metalurgia. Prueba de ello son las
culturas Chavín de Huántar, provincia de Huari, departamento de Ancash, con una
antigüedad de 900 a 500 años a.C., ampliamente estudiadas por el arqueólogo peruano
Julio C. Tello en 1919.

Huantar (Ancash) 1200 - 200 a.C. Esta primera civilización peruana se asentó en su poder,
basado en un orden teocrático; tuvo su centro en el templo Chavín de Huantar, en cuyas
paredes y galerías abundaron las esculturas de feroces dioses con rasgos felinos.

Otra cultura antigua fue la Vicús, a unos 900 kilómetros al Norte de Lima, sobre la carretera
Panamericana cerca de Piura y con una antigüedad entre el milenio anterior a Cristo y 300
años de nuestra era.

La cultura Paracas (200 a.C. - 600 d.C.)

Surgió en la costa Sur del Perú. Alcanzó un gran desarrollo en el arte textil, por sus mantos,
cerámica, técnicas de momificación y trepanaciones craneanas, que demuestran su
avanzada tecnología médica. Cultura Paracas Paracas, descubierta por Tello en 1925, y
clasificada en períodos que varían entre 700 y 500 años A.C.

La cultura Nasca (300 a.C. - 900 d.C.) Venció al desierto costeño con acueductos
subterráneos y dejó en ese terreno grandes figuras geométricas y de animales que, al
parecer, constituyeron un calendario agrícola que hasta ahora asombra a los investigadores.

Nazca ubicada en el tiempo hacia el año 100 de nuestra era, como la fecha inicial; y
Mochica, llamada Proto Chimú por Max Uhle. Todas estas culturas conocieron el oro, la
plata, el cobre, el platino, y muchas veces mezclaron los minerales rudimentariamente.

La cultura Tiahuanaco (200 d.C.)

Se ubicó en la sierra peruana, en la región del Collao (que abarca territorios de Chile y
Bolivia) y legó a los peruanos las terrazas de cultivo, los andenes, y el manejo de diversos
pisos ecológicos en la agricultura.

Y es así como el hombre peruano inició la era de los grandes imperios pre-incas, en los
cuales los metales y la metalurgia alcanzaron un alto grado de desarrollo.

Expresión de tan grande avance fue la cultura Tiahuanaco, que se centró en el Alto Perú, al
Sur Este del lago Titicaca y a 4,000 m.s.n.m.; en sus diferentes períodos abarcó más de un
milenio, casi desde el principio de nuestra era hasta el siglo XIV, a las vísperas del
nacimiento del incario. Esta cultura se caracterizó por su arquitectura lítica de grandes
proporciones, como la famosa Portada del Sol y el conjunto de grandes monumentos de
Kalasasaya. También conocieron la cerámica y la metalurgia, campo este último en el que
trabajaron con acierto el cobre y el estaño, logrando el bronce, como también el oro y la
plata.

La cultura Wari (600 d.C.)

Introdujo el patrón urbano en el territorio de Ayacucho y expandió su influencia en los Andes.


La cultura Wari, que tuvo su principal asiento en Ayacucho, se entroncó con Tiahuanaco y
con Nazca. Surgió en el siglo octavo de la era presente, y después de tres siglos decayó.
Conoció la alfarería ceremonial con temas míticos y piezas gigantes, y supo usar turquesas,
lapislázuli.

La refinada cultura Chimú (700 d.C.) Trabajó el oro y otros metales y construyó con barro la
ciudad de Chan Chán, ubicada en Trujillo.

Cultura Chimú

El reino Chimú, con una duración relativamente breve, del año 1,200 de nuestra era hasta
el 1,460, forjó una cultura excepcional, que se expresó especialmente en su arte para
trabajar los metales. Este reino pre-inca no sólo conoció la alfarería, sino que logró las más
avanzadas técnicas para trabajar el oro, al que trataron por fundición, soldadura, martillo,
remache, repujado y laminado. Prueba de tan avanzado arte son las numerosas piezas de
oro halladas en Batán Grande, Lambayeque; y los utensilios domésticos y rituales como los
tumi, porras estrelladas y puntas de lanza.

La cultura Moche (200 a.C.-600 d.C.).

En la costa Norte se desarrolló y aglutinó a las autoridades militares de los valles costeros,
como el conocido señor de Sipán. Los huacos retrato de la cultura Moche y su iconografía
sorprenden por su elaboración y el manejo del diseño.
Cultura Moche

A esta gran variedad de recursos del antiguo minero peruano, hay que agregar las hornillas
de piedra y cerámica, crisoles para fundición y yunques de cobre, bronce y piedra o
engastados en madera.

Ante tantas evidencias del uso de los minerales por los antiguos peruanos, los etnólogos y
antropólogos se han preguntado: ¿En qué fechas de la cronología y con qué culturas
apareció el uso de tal o cual metal? Al respecto, Paúl Rivet, etnólogo y antropólogo francés
que precisa y compendia científicamente las más variadas respuestas a dicha interrogante,
ha sostenido que el cobre apareció en la alta meseta peruano-boliviana con la civilización
Tiahuanaco, es decir hacia el cuarto de siglo de nuestra Era, y en la región de la costa del
Perú, con la civilización Chimú.

Respecto a la metalurgia de la plata, señala que, desde el Tiahuanaco, el conocimiento de


la plata había existido en las altas mesetas peruano-bolivianas, y que los Incas asimilaron
esa técnica, del mismo modo que adquirieron la del bronce de los aymaras.

En sus conclusiones, Rivet estableció que la utilización del oro fue anterior a la del cobre,
puesto que el oro aparece desde el principio de la cultura Nazca en la costa peruana, y
desde el principio del período Chavín en la Cordillera Septentrional peruana.

LA METALURGIA PRE-INCA E INCA

Se observan tres tipos de puntas de barreno


utilizados en las actividades mineras
usualmente de cobre o aleación cobre-
arsénico, lo que le daba mayor resistencia a
la herramienta. El mineral obtenido era
recogido y trasladado en cestos de caña y
bolsas de algodón.
Se observa dos puntas de barreno y dos
hachas moledoras. El mineral una vez
recogido era trasladado donde se procedía
a un proceso de selección y molido. El
molido era efectuado con hachas de gran
tamaño y peso usualmente de piedra.

Refinado: el mineral es fundido y producto


de ello se recuperaban los prills o metal sin
refinar, que eran vueltos a moler y pasaban
a un proceso de refinación, en el cual el metal era vuelto a fundir. Éste en estado líquido era
vertido en lingoteras. En la foto se observa un crisol miniatura de boca ancha, un prill sin
refinar, una lingotera de cobre y dos lingotes de oro macizo.

Todas las herramientas y los lingotes de oro son pre hispánicos.

Orfebre - Martillado: se observa el proceso de la elaboración de


una lámina de oro, en la base un yunque de mesa o tass sobre
el cual se coloca el lingote de oro, el martillo es de piedra. El
proceso termina cuando la lámina llega al espesor esperado por
el orfebre. Todas las herramientas y la lámina de oro son pre
hispánicas.

Orfebre-Recortado: se
observa el proceso de
recortado de una lámina de oro. Se realizaba sobre una
superficie dura (tass) con un cincel de corte usualmente
de un metal de mayor dureza (cobre). El proceso termina
cuando la lámina adquiere la forma que el orfebre
espera. Todas las herramientas y la lámina de oro son
pre hispánicas.

Orfebre-Repujado: se trata de una de las


técnicas de decoración más utilizadas en la
época prehispánica. Sobre una lámina martillada
los diseños eran dibujados y repujados por el
reverso sobre una superficie blanda. Por el lado
anverso eran delineados dándoles la forma final
sobre una superficie un poco más dura. En la foto se observa un punzón de cobre y al pie
una serie de embutidores y repujadores de piedra. Todas las herramientas y la lámina de
oro son pre hispánicas.

Cultura Chavín - Cupisnique.

Orejera elaborada en una sola lámina de oro martillada y recortada. Se


observa el ojo excéntrico característico grabado en el vástago.

Cultura Tiahuanaco

Pectoral elaborado de una sola lámina de oro. Representa a un


personaje antropomorfo sosteniendo un báculo, la cabeza está
embutida y el cuerpo martillado y recortado. Presenta decoración
repujada.

Set del orfebre

Cultura Inca. Tupu o prendedor elaborado en un hilo vaciado, martillado y recortado en un


extremo.

Cultura Inca. Idolillo elaborado con láminas de oro embutidas y unidas con
soldadura. Representa a un personaje de élite (orejón) con las manos
recogidas hacia el pecho.

Estilo Frías. Paleta de calero elaborado en dos cuerpos, con el


vástago de oro vaciado y en la parte superior un ensamble en
láminas embutidas recortadas unidas con soldadura. El diseño
representa a un mono en actitud oferente que lleva en la espalda
a un ave con las alas plegadas y mirando hacia atrás. Los ojos
del mono tienen incrustaciones de crisocola.
Cultura Lambayeque. Botella de doble pico asa puente
elaborada en láminas de oro embutidas y ensambladas con
soldadura. Presenta decoración calada, embutida y repujada.

Cultura Moche. Nariguera elaborada en una sola lámina de


oro embutida y recortada. Presenta engaste de crisocola y
turquesa con lentejuelas colgantes circulares.

Cultura Chimú. Disco de orejera elaborado en una lámina


embutida de oro con decoración calada. El diseño presenta una
escena de pesca ritual.

Cultura Vicús. Nariguera bimetálica elaborada con láminas


de oro y plata unidas con soldadura. La decoración es
embutida y calada. Representa el rostro de un felino
mostrando los colmillos.

1.2. ÉPOCA INCA

Es un hecho incuestionable la importancia que revistió la actividad minera en la época


incaica, y más aún, el apreciable nivel técnico alcanzado en el campo de la metalurgia, con
métodos propios que en algunos casos fueron adoptados por los hispanos, por más
prácticos y eficientes que los conocidos por esto.

La época incaica se inició entre los siglos XII y XIII de nuestra era, y su expansión y
consolidación llegaban a su punto más alto precisamente en los tiempos en que se producía
el descubrimiento de América.

A su llegada al Perú, el hecho que más impacto a los españoles fue la abundancia y uso de
metales preciosos. Encontraron una industria minera muy activa y diversificada, que aparte
del oro y la plata trabajaba también el cobre en gran escala, conocía el mercurio y elaboraba
variadas aleaciones entre las cuales la principal fue el bronce, y otras de producción irregular
y hasta ocasional, como el plomo y el zinc, y aún el platino.
También los incas alcanzaron gran destreza en el trabajo de la piedra, realizando, sin otros
recursos que el ingenio y herramientas elementales, movilizaciones ciclópeas de bloques
que pesaban hasta cien toneladas, logrando uniones y acabados tan notables -como la
famosa piedras de los doce ángulos en Cusco- que demuestran no sólo precisión, sino
también procedimientos acerca de los cuales no se ha logrado hasta ahora una explicación
concluyente.

Conocieron el petróleo natural, aunque ignoraron sus usos, los venenos arsenicales y los
sulfuros. En textilería emplearon sales minerales como mordientes. Igualmente extrajeron y
aplicaron múltiples colorantes, tales como el cinabrio en varios tonos de rojo, el verde de la
atacamita, el gris de la blenda de zinc con ganga de hierro, el anaranjado de cinabrio y
ganga ferruginosa, el gris azulado, cerúleo de la azurita con malaquita, el rojo oscuro algo
azulado de un óxido férrico, el gris verdoso de la obsidiana, el anaranjado del rejalgar, y el
amarillo del oropimente, emplearon también el aluminio, óxidos de hierro y de antimonio,
turquesa pulverizada y ocre rojo.

El mismo autor señala que los indios


conocieron, además, gran número de
especies mineralógicas como el yeso,
arcilla limonítica, tierra silicosa, limonita
terrosa, toba, caliza, ocre ferruginoso
rojizo, almagre, calcita, chalcopirita,
sulfuro de plomo, sulfato de cobre, silicato
de cobre, pirita de hierro, limonita geódica
(peróxido de hierro hidratado), galena
antimonial y carbonato de sodio natural.

En el conocimiento y desarrollo de la
actividad minera, el minero de la época
inca supo explotar buen número de minas.
En el área de la provincia franciscana de
San Antonio de Charcas que comenzaba
en el Cusco y acababa en Tarija, se
produjeron las mayores riquezas de oro y
plata, estaño, cobre y demás metales.
Pudiéndose enumerar los yacimientos de
Potosí, Chichas, Lipes, Charcas (con más
de veinte asientos), Oruro, Carangas, Berenguela, Sicasica, Pocajes, Tiahuanaco, Larecaja,
San Antonio de Esquilache, Cailloma, Lampa, Pomasi, Santa Lucía, Condoroma,
Vilcabamba y Carabaya, con mención especial de este último valle donde hay en más de
ocho cerros de la cordillera todos los minerales de oro que corren tierra adentro.

Valcárcel dice que en el informe presentado por Rodríguez de Figueroa en 1583 se señala
que las minas de Larecaja se llaman Llachane y que fueron dadas por el Inca a los indios
de la provincia de Omasuyo, y que después encontraron otras en Cutari, en Tora, en
Tipoyane o Ayche, todas las cuales eran de oro. Las de Hiana hacia Pallallunga fueron
dadas a los yungas de Larecaja; las de Carabaya estaban en los cerros de Apuruna y
Vilcabamba en el río Grande de Callana y en Hipara; y que todas eran de Inca, las que
posteriormente fueron llamadas San Juan del Oro y de San Cristóbal, y señaladas a los
indios de Huancané y Vilque para extraer el metal. El oro estaba en pepitas y las minas de
mayor volumen correspondían a los yacimientos de Carabaya; y que la gente que
beneficiaba las minas de esa región pertenecía a los pueblos de Sananguía, Mocomoco,
Uxatica, Ichuma, Ambaña, Cumbaya, Hilacaya. Así mismo las minas de oro y plata de Porco
y Tarapacá.

La forma como se llevó a cabo la explotación de dichas minas fue descrita por Pedro Sancho
de la Hoz, secretario de Francisco Pizarro en los siguientes términos: “Están las minas en
la caja de un río, a la mitad de la altura, hechas a modo de cuevas, a cuya boca entran a
escarbar la tierra y la escarban con cuernos de ciervo y la sacan fuera con ciertos cueros
cosidos en forma de sacos o de odres de pieles de ovejas. El modo con que las lavan del
mismo río una seriola de agua, y en la orilla tienen puestas ciertas losas muy lisas sobre las
cuales echan la tierra, y echada sacan por una canaleta el agua de la seriola que viene a
caer encima y el agua se lleva poco a poco la tierra, y se queda el oro en las mismas lozas
y de esta manera lo recogen. Las minas entran mucho dentro de la tierra, diez brazas unas
y otras veinte, y la mina mayor que se llama Guarnacabo, entra cuarenta brazas. No tiene
luz ninguna ni más anchura que para que pueda entrar una persona agachada y hasta que
esta no salga, no puede entrar ninguna otra”.

El autor además destaca que este tipo de mina no es común y que contrasta con el de otras
zonas del continente y aún de la misma región, que son simples pozos profundos, como la
altura de un hombre y que se abandonan para abrir otros cuando exceden de esa hondura.

Otra valiosa conclusión, digna de ser comentada, es que las minas de la región del Titicaca
eran trabajadas solamente cuatro meses al año, desde el amanecer hasta el atardecer.
Aunque los incas extraían una gran variedad de metales, el cobre era el de uso más extenso,
mientras que el oro era de propiedad del Estado, quien disponía de inspectores para el
control de la producción, así como para evitar que nadie robase.

Metalurgia Inca

En este aspecto de la minería incaica, se ha comprobado, según las investigaciones de


Rivet y de Henri Arsandaux, que en el Perú, Bolivia y Ecuador (el área del Tahuantinsuyo)
hubo una era del cobre precedente a la del bronce, y que el paso de la era de piedra a la
del cobre se realizó fuera de toda influencia exterior. Pero el centro del descubrimiento del
bronce fue precisamente la alta meseta peruano-boliviana. Los incas fueron, sin ninguna
duda, los principales propagadores del bronce en todas las provincias y regiones que
estaban dentro de su imperio. Conclusión científica que expresa el autoctonismo del
desarrollo minero y metalúrgico.

En el estudio de la metalurgia de la plata y de las aleaciones cupro-argentíferas, se ha


comprobado que los antiguos peruanos, época inca conocían la técnica del plateado. Hay
aleaciones que contienen por lo menos un 60% de plata; aleaciones que contienen de 40%
a 60% de plata; y aleaciones con menos de 40% de plata. Conocieron también el enchapado
y la técnica del dorado.

Respecto a las aleaciones auro-argentíferas se estima que la plata fue añadida


intencionalmente. En el museo del hombre de París, existen objetos peruanos resultantes
de una aleación intencional de oro, plata y cobre.
Por medio del testimonio de las aleaciones auro-cupro-argentíferas se constató que, en el
litoral, y excepcionalmente en las mesetas altas, hubo una mezcla intencional tanto de los
tres metales, como solamente de oro y plata, siendo lógico suponer que fueron los orfebres
de la costa peruana los que descubrieron la aleación del oro nativo y la plata en bruto y las
aleaciones auro-cupro-argentíferas.

Si bien Garcilazo hizo algunas referencias sobre la utilización del plomo, y su mezcla con el
metal de la plata, las apreciaciones científicas sobre la metalurgia del plomo en el incario
son cautelosas, estimándose que, en todo caso, debe buscarse su huella en las zonas
andinas del Perú más que en la costa.

Sin embargo, en la costa peruana se han encontrado objetos de ese metal (cucharas y
figuras de animales) y en el Cusco dos figuras, una humana y otro animal, en plata cuprífera
recubierta de plomo, y que actualmente se encuentran en el citado Museo del hombre en
París. En este mismo existe un fragmento de sandalia funeraria proveniente del Bajo Perú,
que es de latón: sería uno de los pocos indicios de aleación de cobre con zinc o sea de la
metalurgia del zinc.

También los indios supieron fundir y colar los metales y aleaciones que empleaban, con
excepción del platino y el hierro. Hay indicios que la soldadura autógena (unión de dos
objetos de la misma composición metálica) fue aplicada ya por los antiguos peruanos. Como
prueba existe una figurina del Cusco, representando una llama hecha de láminas de oro.
Está compuesta de quince partes: el cuerpo, el cuello, la cabeza, orejas, patas, genitales y
cola está unidos por soldadura.

Los autores ya anotados señalan finalmente que en la costa peruana los metales conocidos
fueron el oro, la plata, el cobre, estaño, plomo; las aleaciones de cobre y estaño; plata y
cobre; oro y cobre; plata y oro; plata, oro y cobre; y las técnicas aplicadas: martillaje,
endurecimiento por martillaje en frío, coladura ordinaria y con cera perdida, puesta en calor;
enchapado en oro sobre plata y sobre cobre, enchapado de plata sobre cobre o sobre
aleación de cobre y plata, soldadura autógena y soldadura ordinaria, trefilado, proceso de
repujado, revestimiento metálico, recortado.

1.3. ÉPOCA COLONIAL

La minería Colonial tuvo más de extracción que de industria. Se trabajó sin método, con
desperdicio de recursos y energías. Los primeros años de la conquista fueron de distribución
de las riquezas del imperio incaico. Sólo cuando los templos, palacios y tumbas comenzaron
a mostrar signos de agotamiento, se pensó en las minas.

Durante esos años, los indígenas, como una forma de resistencia pasiva, eliminaron huellas
e indicios que hubieran permitido localizar las vetas metálicas explotadas por ellos, algunas
de las cuales no llegaron a ser descubiertas jamás por los peninsulares.
1.3.1. Los Años Iniciales. -

Conocida es la intensa agitación que siguió a los primeros años de la conquista. Las
guerras entre conquistadores y el poder real español abarcaron más de veinte años, ya
se cuentan desde la prisión de Atahualpa en diciembre de 1532, o su muerte en agosto
del año siguiente: o desde la fundación de Lima por Pizarro el 18 de enero de 1535; hasta
que con el marqués de Cañete comenzó un poco de tranquilidad en el Virreinato.

Según la relación que diera a conocer José Balta - Ingeniero minero y estadista peruano,
la cronología minera del Perú colonial tendría su punto de partida en 1537, con la
explotación de los yacimientos de oro y plata de Lucanas y Parinacochas, siguiéndole los
descubrimientos de minas de plata en Jauja y Huancayo el año de 1539; las de oro en
Jaén y Carabaya los años de 1544 y 1545 respectivamente. Así mismo Cieza de León
menciona, en 1533, minas en Chacas, Sandia, Carabaya y Cajamarca.

El suceso más importante data de 1540 cuando Gonzalo Pizarro y Diego Centeno
consiguieron que los indígenas de su encomienda les proporcionasen la ubicación del
asiento argentífero de Colque Porco, que según los nativos conocían, y del cual, según
Cieza de León, se había extraído buena parte de la plata que recubría algunos de los
muros del Templo del Sol, el Coricancha en el Cuzco. Las minas de Porco, cuyas menas
eran principalmente pirargirita o plata roja, rosicler, que los antiguos peruanos
denominaron cochizo, quedaron en manos de los hermanos Pizarro, Francisco, Gonzalo
y Hernando; y de ellas se abasteció para sus recursos Gonzalo, cuando la ambición le
impulsó a las aventuras belicistas que culminaron con su muerte.

Por su riqueza, las minas de Porco en el Alto Perú, se convirtieron en el característico


botín del vencedor; siendo por último incorporado a la Corona por el pacificador La Gasca.
El descubrimiento de Potosí (21/4/1545), por el indígena Huallpa, tuvo una influencia
decisiva en el desarrollo de esa región. Casi de inmediato se constituyó una población que
se conformó en 175 españoles que acudieron desde Chuquisaca, llevando alrededor de
3,000 indios de sus encomiendas. A 4,146 m.s.n.m. fue fundado el pueblo en 1546 por
Juan de Villarroel, Diego Centeno y Pedro Cotamito, dándosele el título de Villa Imperial
de Potosí por disposición del emperador Carlos V. Poco después, en 1571 tenía alrededor
de cuatrocientas casas de españoles y entre treinta y cincuenta mil indios. Llegó a tener
160,000 habitantes, de los cuales 15,000 eran mineros estables.

Cuando el padre Acosta visitó Potosí en los tiempos del Virrey Toledo, el año de 1547, los
trabajos de excavación habían alcanzado cerca de 400 metros de profundidad; las vetas
variaban de ancho entre 1.65 m y 21 cm, y la ley de mineral se calculaba de 6 a 10 marcos
- el marco equivale a 230 gramos - por quintal, o sea de 30 a 50 kilos por tonelada métrica,
estimándose pobres los minerales de 2 a 6 kilos por tonelada métrica.

Según Carlos Prieto, autor de “La minería en el Nuevo Mundo”, considera que las minas
de Potosí rindieron, del año 1545 a 1803 1,095.500.000 de pesos.

La explotación de las minas de Potosí adquirió importancia a partir de la adopción de la


nueva técnica de amalgamación con azogue, hecho que se vinculó al descubrimiento de
las minas de Huancavelica, en 1566, uno de los acontecimientos que señalaron la gran
expansión de la minería colonial.

1.3.2. Expansión de la minería colonial

La riqueza argentífera del Altiplano, primero Porco, pero sobre todo Potosí, quitó
significación a otras explotaciones mineras que se emprenden en los primeros años de la
colonia (Lucanas, Parinacochas, Jauja, Huancayo, Jaén, Cajamarca, Chacas, Sandia,
Carabaya).

Pero el acontecimiento que más conmocionó al Virreinato fue el descubrimiento de las


minas de azogue de Huancavelica, en 1566, trascendencia que no sólo residió en la
riqueza de los yacimientos sino también por la repercusión que tuvo en el impulso de la
explotación de la plata.

Huancavelica

Las minas de este nombre eran conocidas en tiempo de los incas, y de ellas obtuvieron el
cinabrio o bermellón que, con el nombre de llimpi, era utilizado como colorante facial, con
fines de adorno, festivos, bélicos o religiosos; existiendo la presunción de que se le
empleara aún antes del Tahuantinsuyo.

Fue durante el gobierno del Virrey Marqués de Cañete, que se favoreció la búsqueda de
mercurio como lo acredita una Real Cédula expedida el 4 de setiembre de 1555, donde
se recomienda al mencionado virrey estudiar unas notas del secretario Vásques de Molina
y del consejero Vaca de Castro, acerca de la manera de valerse del mercurio para tratar
los minerales de plata.
El virrey favoreció por todos los medios la búsqueda de vetas de mercurio, y hacia 1558,
Gil Ramírez Dávalos y Enrique Garcés hicieron algunos hallazgos menores,
consiguiéndose inclusive una especie de exclusiva de explotación, que fue derogada.

A base de las referencias indirectas sobre el cinabrio usado por los indios, Garcés y
algunos socios suyos efectuaron trabajos de exploración y cateo en las zonas de
Huancavelica, pero el descubrimiento de las ricas minas de azogue fue hecho por un indio
llamado Navicopa.

El lugar donde estuvieron esas minas de azogue era una meseta deshabitada a 3,800
metros de altura, situada cerca de la ciudad de Huamanga.

Se dice que, en la primera exploración realizada por Cabrera, este encontró una veta que
representaba 80 varas de longitud por 40 de ancho, en la cual podían trabajar
simultáneamente más de trescientos hombres. Posteriores trabajos mostraron una gran
veta que se denominó la “Descubridora”, después Santa Bárbara, con una anchura de
más de 30 metros, que corría de Norte a Sur, y se extendía a flor de tierra por unas siete
leguas.

Los descubrimientos de nuevas minas se sucedieron, y Cabrera hizo esfuerzos por


controlar la mayor parte de la inmensa riqueza que la casualidad le había proporcionado.

La noticia del descubrimiento de Huancavelica causó honda impresión en el virreinato,


despertando codicia y ambición. Fue en el gobierno del virrey Conde de Nieva, que se
dictó una provisión, el 5 de febrero de 1564, pregonada en Huancavelica el 26 del mismo
mes, recordando que la explotación de la mina de azogue era regalía de la Corona, y como
sin autorización gubernativa ningún particular podía trabajarlas, declaró legalmente nulos
los denuncios registrados sobre pertenencias en Huancavelica, y ordenó al corregidor de
Huamanga que prohibiera el acceso a las minas a quienes carecían de licencia expresa
del virrey.
El rendimiento de las minas de Huancavelica durante la dominación española se calcula
en 1,115,000 quintales, con un valor aproximado de 82 millones de pesos, unos 17
millones de libras esterlinas, “sin considerar las extracciones clandestinas”.

La producción de las minas de Huancavelica no sólo cubrió con holgura las necesidades
internas, sobre todo para el tratamiento de la plata, sino que, aún más, se hicieron
considerables envíos de azogue a México.

Tiempo después, se suspendieron los envíos, a causa, primero, de las necesidades de


azogue en el Perú; segundo, por haberse intensificado en España la producción de
Almadén; y tercero para evitar de pudiera desarrollarse un intercambio intercolonial, que
la metrópoli no deseaba. Décadas más tarde, en 1670, se reinició la exportación hasta
1699.

A través de estos hechos se releva la importancia que tuvo el mineral de Huancavelica en


la economía de la época colonial.

Huantajaya

Los españoles reconocieron la provincia de Tarapacá en 1538, quedándose algunos en


Arica y Pica, al retorno de Almagro luego de su expedición a Chile. En 1566 unos mineros
portugueses descubrieron en el cerro Huantajaya una rica mina de plata, situada a 16
kilómetros de Iquique, en las cercanías del Océano Pacífico y a poca altura sobre el nivel
del mar.

La importancia que desde el primer momento se asignó al yacimiento de Huantajaya,


inspiró al corregidor de Arequipa, Juan Ramírez Zegarra, proponer, el 5 de enero de 1571,
que se emprendiera una exploración minera en todo el valle de Tarapacá.

La mina de Chiflón fue trabajada desde la cumbre a tajo abierto, quedando temporalmente
abandonada cuando se agotó la veta de superficie. Casi un siglo más tarde, en 1680, el
indio Domingo Quilina descubrió nuevas vetas, que puso en conocimiento de Francisco
de Loayza.

En un artículo publicado en el Mercurio Peruano, Pedro de Ureta y Peralta da cuenta que


en 1792 había 18 minas en actividad en la zona de Huantajaya.

Las vetas de estas minas se presentaban rodeadas de capas de sal gema; en ella se
descubrió más tarde la huantajayita, un cloruro doble de sodio y plata, de composición 20
NaCl, AgCl, que se presenta en incrustaciones o en cristales cúbicos.

Cerro de Pasco

Desde antes de la llegada de los españoles, la zona de Cerro de Pasco era objeto de
trabajos mineros para la extracción de la plata. Es en el año de 1630, en el gobierno del
virrey Luis Gerónimo Cabrera, que se descubrió el mineral de Yauricocha o Pasco. Se
atribuye el hallazgo al indio Huari Capcha, pastor de ovejas de una hacienda del lugar.

La explotación se realizó desde el comienzo con marcado buen éxito, atrayendo a muchos
mineros, entre ellos Martín Retuerto, quien abrió en Lauricocha, dentro de la hacienda
Paria, el primer socavón que resultó muy rico, y que muchos años después, en 1745, fue
vendido a José Maíz, quien perforó otro socavón.

La gran cantidad de plata extraída de Cerro de Pasco en la época Colonial provino casi
exclusivamente de la explotación de los pacos superficiales que se beneficiaban por el
método de amalgamación. Los socavones hechos fueron de poca profundidad, solo en el
año de 1780 se comenzó el de San Judas, con una penetración de 1,400 varas bajo tierra,
unos mil doscientos metros. Su ejecución duró alrededor de unos veinte años,
terminándose en 1800, aunque uno de sus ramales, el Yanacancha, se prosiguió hasta
1807. Además, en 1806, se emprendió la construcción del socavón de Quiulacocha.

Se creyó inicialmente que se trataba de tres minas diferentes, pero las excavaciones y
avances posteriores demostraron que era un solo manto, con varios pliegues, con
afloramientos visibles en una extensión de más de tres kilómetros. El yacimiento se
extiende por una serie de montañas, en la mesa de Bombón, a más de 4000 metros de
altitud, rodeando la laguna de Colquijirca, de pórfido cuarcífero, cuyo nombre significa en
quechua “Cerro de plata”.

El gran problema de las minas de Cerro de Pasco fueron las inundaciones que dificultaban
e impedían los trabajos. La solución llegó a través de la revolución industrial, y la primera
máquina a vapor usada en América fue instalada en la mina Santa Rosa de Cerro de
Pasco, en 1816.

Fue durante las luchas por la independencia que las tropas realistas destruyeron las
bombas a vapor porque las minas de Cerro de Pasco eran la principal fuente de ingresos
económicos para los independientes.

Laycacota

Fue José Salcedo, quien, en 1657, según unos por revelaciones de un indio, según otros
por consejo de una india, atacó el crestón del vecino Cerro de Laycacota, descubriendo
una valiosa veta; lo mismo hizo en la laguna cercana que mandó barrena, “encontrando
una rica mina de plata blanca”, que pudo ser extraída a poco costo, abriéndose dos bocas
principales, la de “Las Animas” y la de “Laycacota la baja”. Se asegura que, de esta última,
en una sola noche, José Salcedo sacó 93 bolsas de mineral, por valor de más de cien mil
pesos. En la misma mina obtuvo un bloque de plata maciza y sin mezcla, que pudo ser
marcada como si fuera una barra una vez fundida para separar el quinto del rey. La riqueza
del cerro se extendió a los cerros de Cancharani, Azoguine y otros.

Los Salcedo envanecidos y soberbios por el éxito económico alcanzado con la mina de
Laycacota, se enfrentaron a las autoridades coloniales, siendo el virrey Conde de Lemos,
quien apresó a José Salcedo y lo llevó a la horca.

El virrey Conde de Lemos hizo arrasar y asolar la población de San Luis de Alba
(Laycacota), que contaba con más de tres casas y dispuso el traslado de la capital de la
provincia de Paucarcolla a la población de San Juan Bautista de Puno.

La dramática peripecia de Laycacota y los Salcedo tuvo efectos catastróficos desde el


punto de vista minero, pues el rico yacimiento fue inundado. Las labores quedaron
definitivamente interrumpidas y se anegaron.
Hualgayoc

No obstante estar entre los más ricos yacimientos de plata explotados durante la colonia,
los datos de las minas de Hualgayoc son escasos, lo que tal vez obedece a lo tardío de
su descubrimiento español, el año de 1771.

El nombre de Hualgayoc significa “tiene collar”, y se debe a la saliente en forma de anillo


que circunda la cima más alta de la región. Hay evidencias de que sus minas fueron
trabajadas en tiempo de los incas, particularmente las ubicadas en los cerros de
Chupicayacu, así como también algunas riquísimas minas superficiales que presentaban
adherencias de plata nativa a las raíces de las gramíneas, característica que fue
observada y comprobada por Humboldt.

Los minerales de Hualgayoc contenían oro, plata, cobre y plomo. Humboldt indica que
también hay huellas de habérseles beneficiado a la orilla derecha del río Mucurpampa,
entre el cerro de San José y el lugar que los indígenas denominan Choropampa, donde
se han encontrado grandes masas de oro diseminadas en ramas y fibras, contorneadas
en algunas vetas de rosicler y de plata sulfúrea.

Humboldt indica que la plata sacada de esas minas en los primeros 30 años, desde 1771
a 1802 “excede probablemente en mucho” de 30 millones de pesos; y Raimondi menciona
la misma cantidad como rendimiento de los últimos 30 años del siglo XVIII.

Minería de oro

La producción aurífera durante la colonia tuvo menos importancia que la de la plata. Según
da cuenta Cieza de León en su relato sobre las guerras civiles del Perú, al principio se
explotaron y en gran escala desde 1542, los yacimientos de Carabaya, así como los de
Oruro, Asillo y Azángaro.

Además de los de Carabaya, también fueron famosos los de Sandia; unos y otros habían
sido intensamente trabajados durante el Tahuantinsuyo; y su explotación hispánica se
incrementó después de la derrota de Gonzalo Pizarro por La Gasca, probablemente hacia
1549, a la llegada de numerosos españoles prófugos que fundaron la población de San
Juan del Oro.

En 1550 se descubrió en la provincia de Condesuyos un rico yacimiento aurífero, en


Chaucalla, determinando la formación y surgimiento del pueblo de ese nombre. Parece
que al margen del control real existían mitas en los lavaderos de Carabaya y Zaruma.

Acontecimiento destacado fue el descubrimiento de una mina de oro cerca de Cotahuasi,


Arequipa, el año de 1612, llamada Montesclaros.

En la relación que Fray Buenaventura Salinas ofrece sobre las minas descubiertas hasta
1630, se mencionan entre las de oro: Carabaya, Chilpacas, Collay, Chimbo, Zaruma,
Chocorbos, Cuenca, Sarguansongo, Mandinga, Popayán, Quixos, Valladolid, Cuayllay,
Labia, Canas y Canchis, San Juan del Oro y Vilcabamba.

Descubrimientos posteriores son los de Alpacay en 1680, San Juan de Chorunga en 1750;
Chalhuani en 1775. En los departamentos del Sur se trabajaban además los yacimientos
de la Convención, Paucartambo y Cotabambas, atestiguando una extensa población los
desmontes dejados en las minas de Cochasayguas (Cotabambas). En el Norte, los
lavaderos de Pallasca y las minas de Pataz. Según la memoria del Virrey Gil, en su época,
de 1790 a 1795, había en actividad 69 minas de oro, con 122 molinos, sin contar los
lavaderos.

Otras minas de plata.

Se ha dicho ya que la minería de plata en la Colonia adquiere su real importancia a partir


de la adopción del llamado sistema “de patio”, modalidad a escala económica del de
amalgamación, implantado en México por Bartolomé de Medina, y que en el Perú se
incorporó en 1751, en el gobierno del Virrey Francisco de Toledo, por Pedro Fernández
de Velazco.

La amalgamación se generalizó en todo el Virreynato, determinando, paralelamente, el


auge de la minería del azogue, que se hizo esencial dado el rápido incremento que causó
la extracción de la plata.

Entre muchas minas que fueron descubiertas y trabajadas, requieren mención especial
las de Castrovirreyna y San Antonio de Esquilache. Hay que agregar el cerro de
Colqueporco (cerro de plata en quechua) en la provincia de Huaylas.

El origen de la villa de Castrovirreyna fue el descubrimiento de las minas de Urococha y


Choclococha en la comarca de Huancavelica, cuya producción alcanzó tal importancia,
que ya en 1592 hubo que nombrarse corregidor de distrito, y se establecieron las Cajas
Reales del asiento.

El descubrimiento de la mina de San Antonio de Esquilache en Puno se sitúa en 1619. El


cerro de San Antonio dista 12 leguas de la ciudad de Puno. El hallazgo fue hecho por
Durán, compañero de los famosos Salcedo. El asiento comprendió las minas de Farallón,
Crestón, Concepción, Los Pobres, El Azufrado, Belén, San Miguel, San Antonio, Tingo
María, Atacocha, Victorias, Nuevo Potosí, San Sebastián, Colcochagua, Recuay,
Cajamarca, Huánuco, Berenguela, Coracollo, Conchucos, Caylloma y las minas de
Ventaya en la provincia de Carabaya, descubiertas entre 1710 y 1713.

Y en los umbrales de la emancipación, 1818, estaban en operación las siguientes minas:


Pomasi, Paratía, Lagunillas, Angostura, Quillogillo, Chupica, Amatía, Chuallani, San
Antonio de Esquilache, Carachanca, Chuique, Pompea y Cancharani. Se ha estimado que
en los primeros años del Virreinato la producción peruana de plata tuvo un promedio anual
entre 150 y 200 toneladas métricas, incluyendo amalgamación, fundición y evasiones.

Minerales varios.

Conocido es que los conquistadores españoles solo pusieron interés en los metales
preciosos, oro y plata, que se hizo extensivo al azogue por la importancia que este mineral
tenía para el más provechoso beneficio de la plata.

Es natural que, con la Colonia, en todo lo que no fuera oro y plata, la minería languideciera.
Lo poco que se extrajo de otros metales fue ocasionalmente, por encontrárseles como
componentes de aquellos.
Es a raíz de las incursiones de los barcos piratas que las autoridades coloniales se
acordaron de la utilización del cobre y del estaño para la fundición de cañones de bronce,
indispensables para la defensa del litoral.

Lo poco que se extrajo de cobre procedió de Cerro de Pasco y de algunas otras


explotaciones de mineral de plata; pero las principales explotaciones fueron de las minas
del Alto Perú, como las de Oruro, Lagunillas, La Paz y Corocoro, o en las regiones de
Copiapó y la Serena en Chile, así como las que se descubrieron en Salta, Argentina.

El estaño se trabajó principalmente en La Paz, Oruro y Potosí. También se trabajaron las


minas de Carabuco y posiblemente las de Colquiri.

El plomo se extraía de casi todas las minas de plata. Las minas de zinc apenas se
explotaron. En cuanto al hierro, su explotación fue nula; sólo al final de la dominación
española se descubrieron las minas de Santiago del Estero y Salta, ambas en Argentina.

Mención especial debe hacerse de las breas coloniales, que si bien extraídas y
aprovechadas en mínimas proporciones, constituyeron el antecedente de la industria
petrolera desarrollada en la República ya en el presente siglo XX. La historia de esta
explotación se centra exclusivamente en las minas de Amotape en Trujillo.

La explotación de las salinas fue otro sector importante, siendo las más significativas las
de Yocolla, Potosí, Chilca, Tumbes, Puerto Viejo, valle de Huaura, en la provincia de
Condesuyos.

Es hacia fines del virreinato que en Minerva Peruana se hace noticia, el año de 1809, el
descubrimiento del nitrato de soda, cuya explotación sólo habría de comenzar en 1830,
en los primeros años de la República. Es el punto de partida de la historia del salitre.

La metalurgia colonial.
Las primeras fundiciones realizadas por los españoles datan de la llegada de Francisco
Pizarro, que “mandó fundir cierto oro que estos caciques (de Hachire, Almotaje o Amotape,
Tangarará) y el de Tumbes habían dado de presente”. Esta inaugural fundición, para
reducir el oro a tejos, se habría realizado en Tangarará o en el puerto de San Miguel de
Piura.

Antes que se introdujera, en 1571, el procedimiento de amalgamación con el azogue, el


beneficio de los minerales de oro y plata se hacía únicamente por fundición. Se usaban
hornos de diverso tipo, según que el combustible utilizado fuese carbón o leña. Eran muy
parecidos a las guairas incaicas.

Los métodos hispanos no siempre fueron eficaces, y así, en Potosí durante 25 años, hasta
la amalgamación se siguieron usando las pequeñas y primitivas guairas de los indios.
Como inventor del proceso metalúrgico de amalgamación se reconoce a Bartolomé de
Medina español llegado a México hacia 1553. El método se utilizó durante tres siglos sin
sustanciales modificaciones, solamente con algunas mejoras, entre las cuales es
destacable el beneficio de caso y conocimiento inventado en 1590 por Alvaro Alonso
Barba.

El procedimiento de amalgamación era sólo aplicable a los minerales oxidados o “pacos”


y a los minerales auríferos. En los primeros se lograba una extracción de 50% a 70%
máximo, con una pérdida mínima de una libra de azogue por marco de plata. También se
extendió el método a algunas especies sulfuradas. A los sulfuros complejos no
amalgamables de ninguna forma, se les designó con el nombre general de minerales
rebeldes y su aparición marco muchas veces el abandono de las exploraciones, aún en el
caso de minerales de alta ley.

En cuanto al azogue, al principio los minerales de Huancavelica se destilaban


calcinándolos en simples vasijas de barro; después se usaron las llamadas javecas y otros
tipos, hasta que, en 1633, Lope de Saavedra Barba, un médico avecindado en esa ciudad
inventó los hornos que se llamaron busconiles, usados sin modificación hasta los últimos
tiempos.

1.4. LA ÉPOCA REPUBLICANA

La época republicana se inicia con la guerra de la independencia, en la cual la actividad


minera decae drásticamente, pues las instalaciones mineras eran destruidas por causa de
los saqueos, produciéndose también una escasez de mano de obra debido a que la mayoría
de los obreros eran reclutados para defender el país, siendo así, el primer medio siglo de la
vida independiente la continuación de la decadencia de los últimos años de la colonia.

Algunas autoridades de nueva república ya independiente carecían de experiencia y


capacidad de organización para realizar un impulso para volver a la actividad extractiva, se
realizaron algún esfuerzo y se dictaron varias disposiciones orientadas a realzar la minería,
la producción siguió baja por varios años.

Algunos antecedentes notables fueron:


En 1809 "La Minerva Peruana hace un anuncio muy importante del descubrimiento de
nitrato de sodio".
1830 empieza su explotación, en el mismo año, la introducción al país por primera vez
máquinas de vapor para desaguar las minas de Cerro de Pasco, por Pedro Abadia.
1840 empieza la explotación del guano de Isla.
1860 se realizan numerosos esfuerzos para explotar el cobre de Ica y Nazca.
1870 se inicia la construcción de ferrocarriles.
1876 se funda la Escuela de Ingenieros.

Esta etapa se caracterizó por la explotación del guano y el salitre; en 1884 se inicia la
reconstrucción de un país abatido por una derrota.

En el período de 1884 hasta el término del siglo se dieron importantes hechos que vale la
pena mencionar.

El 8 de febrero de 1890 se da la Ley por la cual se exonera por 25 años la industria minera
a todo gravamen e impuesto excepción de la contribución de minas instauradas por la ley
del 12 de enero de 1877, en el año de 1890 se descubre los boratos de Arequipa.

En 1896 se crea el ministerio de fomento y en 1897 se funda la Sociedad de Ingenieros del


Perú.

El interés del sector empresarial se desplazó hacia la minería de cobre; mineral que había
cobrado importancia luego del alza de su cotización a mediados de la década de 1890-1899
y de la reducción considerable del costo de transporte; en 1892 el ferrocarril central llega a
Casapalca y el año siguiente a la Oroya.

Posteriormente, para hacer rentable la explotación de minerales de menor ley en esta zona,
hubo necesidad de instalar fundiciones, que permitieran disminuir aún más el costo del
transporte que, en estos casos, resultaba elevado.

De esta forma a comienzos del siglo, se encontraban operando once fundiciones en Cerro
de Pasco y cuatro en zonas aledañas, las cuales llevaron un mayor dinamismo económico
a la zona.

Hacia mediados de la década 1890-1899, la minería en el Perú era desarrollada por un


número elevado de pequeños empresarios nacionales e inmigrantes, que extraían
fundamentalmente metales preciosos. Fueron ellos los que primero impulsaron la
producción cuprífera en Cerro de Pasco, pues hasta 1897 sólo existían dos empresas
extranjeras; sin embargo, a partir de entonces, comenzó en esta región un proceso de
desnacionalización y concentración de la propiedad de la minería, proceso que se acentuó
después de 1900, cuando gran parte de las explotaciones existentes fueron adquiridas por
inversionistas extranjeros.

1.5. LA MINERÍA EN EL SIGLO XX Y EN LA ACTUALIDAD

Ingresamos luego al siglo XX en el cual se producen hechos de gran trascendencia, como


por ejemplo la promulgación del nuevo código de minería.
En el año de 1903 se organiza por primera vez la estadística minera, en el año de 1904
llega el ferrocarril a Cerro de Pasco, el auge de la plata es reemplazado por el del cobre
hasta que perdure la crisis económica mundial 1929-1932, en éstas tres primeras décadas
el auge del cobre se reforzaron la instalación en el año de 1922 de la fundición de Oroya la
constitución en el año de 1926.

El año de 1904 se inicia la explotación de bismuto en las minas de San Gregorio que
perduraría hasta 1914, ese mismo año se constituyó la azufrera Sechura. Para explotar el
azufre de la costa del desierto de Sechura en 1905 se exporta 1778 Kg. de mineral de níquel
de Ayacucho, el año de 1907 se inicia la explotación de antimonio y en 1907 la de vanadio.
En 1910 se comenzaron a trabajar los yacimientos de tungsteno de Ancash y la libertad y
en 1915 se inicia con la explotación del molibdeno.

En el año de 1915 al cumplirse los 25 años de rigor de la ley del 29 de noviembre de 1890
que exonero todo impuesto a minería, se establecen los derechos de exportación como una
forma de impuesto a las utilidades al oro, la plata y el cobre.

En el año de 1922 se crea la dirección de minas y petróleo y el año de 1926 al darse la ley
7574 se exonera al plomo y al zinc de todo impuesto.

Pasada la crisis de los años 29 al 32 resurge la minería aurífera al amparo de la ley 7601
del año 1930 y tomó impulso la minería de plomo y zinc.

La creación del Banco Minero del Perú el año de 1942 de fundación del Instituto Geológico
en el año de 1944, la división de la Dirección de Minas y Petróleo en dos direcciones en
1949, la creación de las Jefaturas Regionales de Minería y el Registro de Concesiones y
Derechos Mineros en marzo de 1950 y promulgación del Código de Minería el 12 de mayo
de 1950 son hechos relativamente recientes.

En los últimos 50 años, el Perú registra la producción de 20 metales: oro, plata, cobre,
plomo, zinc, fierro, tungsteno, vanadio, manganeso, molibdeno, níquel, arsénico, antimonio,
bismuto, mercurio, cadmio, estaño, indio, telurio y talio; y de 24 no metálicos: petróleo,
carbón, azufre, cal, cemento, sal, yeso, agua, mineral, arcilla, baritina, bórax, cuarzo, caolín,
ocres, sillar, graba, sílice, mica, asbesto, salitre, sulfato de magnesio, talco y tierra de
infusorios.

En 1900, el gobierno de presidente López de Romaña promulgó el Código de Minería. Este


código unificaba la dispersa legislación vigente, a la vez que recogía algunas instituciones
creadas por la legislación mexicana para superar conceptos provenientes de la época
colonial. El nuevo código establecía por ejemplo que la propiedad minera se consideraba
un bien inmueble, concedido a perpetuidad, por lo cual podía ser objeto de libre disposición
y ser hipotecado.

A raíz de dicha norma, y gracias al dictado de leyes que daban incentivos tributarios a la
actividad minera, se produjo un flujo significativo de inversión extranjera destaca la creación,
en 1901, de la empresa Cerro de Pasco Mining Corporation, Northern Perú Mining and
Smelting Company y la Vandium Corporation.

En 1902 se funda el Cuerpo de Ingenieros de Minas y ese mismo año, se organiza la Cerro
de Pasco Mining Co. Predecesora de la Cerro de Pasco Copper Corporation.
La producción de cobre empezó a crecer desde comienzos del siglo, sobre todo por el
aumento de la producción de Morococha y la apertura dl tramo ferroviario la Oroya - Cerro
de Pasco, lo cual favoreció el transporte y, por ende, la explotación de minerales. Asimismo,
en 1906, se puso en funcionamiento la fundición de Tinyahuarco, que empezó a producir
cobre blíster.

En general, entre 1900 y 1917, la minería metálica tuvo un crecimiento importante debido
principalmente a la inversión extranjera que introdujo capital en gran escala y nuevas
tecnologías. Así, la minería volvió a ser una de las principales fuentes de ingreso de divisas,
aunque sin igualar todavía la importancia de productos agrícolas como el algodón y el
azúcar.

Durante la Primera Guerra Mundial, el aumento de la demanda elevó el precio de los


metales. Este aumento de la demanda tuvo una influencia positiva en la producción, pese a
los peligros, escasez de medios de transportes y el mayor costo de seguros, Al finalizar la
guerra cayeron las cotizaciones y Estados Unidos restringió la importancia de cobre de bajo
contenido metálico, lo cual afectó a muchos productores nacionales. Debido a ello, Cerro
de Pasco empezó la construcción de la fundición de la Oroya para reducir costos y tratar
metales de menor ley. En este período, luego de una breve y ligera contracción, la minería
peruana -especialmente la de cobre, volvió a crecer, para luego verse afectada por un
retroceso severo debido a la caída de las compras externas y el bajo nivel de precios como
consecuencia de la Gran Depresión, la cual causó profundos trastornos en casi todos los
países exportadores de la región.

A mediados de la década de 1930-1939, la cotización de los metales empezó a recuperarse,


a excepción del cobre, la cual se mantuvo deprimida hasta fines de la segunda guerra
mundial.

Esta evolución afecta particularmente a las compañías extranjeras, que explotaban


principalmente cobre, aunque también eran las mayores productoras de oro. Resurgió así
la minería con empresas de capitales nacionales, empresas que fueron favorecidas por una
nueva legislación que les dio prioridad en los denuncios. Estas empresas se dedicaron, en
su mayoría, a la explotación aurífera. Estas condiciones provocaron que la producción de
oro tuviera un notable crecimiento durante los años 1930-1939.La producción de este metal
alcanzo un nivel máximo de 8.9 toneladas de oro fino en 1940 y a partir de entonces empezó
a decaer hasta 1948 (cuando la producción alcanzó sólo 3.5 toneladas) para mantenerse
estable después de 1950.

La caída en la producción de oro se compensó con el desarrollo intensivo de la explotación


de plomo y zinc, incentivada por el alza de precios a partir de los primeros años de la década
1940-1949.Al recuperarse aún más las cotizaciones, la Cerro de Pasco construyo su
concentradora en Casapalca para tratar los minerales de plomo, plata y zinc y dio inicio a
las operaciones de un horno de plomo en la Oroya. Entre las nuevas compañías nacionales
que aparecen en estos años destacan las minas Cercapuquio, la compañía minera
Atacocha y el sindicato minero Río Pallanga.

Pese a este resultado favorable observado en el plomo y el zinc; en términos generales, la


producción minera del país declino durante la segunda guerra mundial. Esto se debió a la
caída en la demanda externa de metales a partir de 1941, luego que se frenara la carrera
armamentista que había venido impulsando en los años previos. Adicionalmente, la
actividad exportadora hizo frente a serios problemas de transporte derivados del conflicto
bélico, los que causaron desabastecimiento de insumos, maquinarias, equipo y repuestos.
En estos años se destaca el impulso que recibe la minería con la creación de instituciones
gremiales y de fomento, como el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (1943), el Instituto
Geológico del Perú (1944) y el Banco Minero del Perú (1940). En 1942, se creó la
Corporación Peruana del Santa, que impulso la industria del acero a través del desarrollo
de la minería de hierro en Marcona y la puesta en marcha de una central hidroeléctrica y
una planta siderúrgica en Chimbote. El Banco Minero por su parte, empezó a cumplir un rol
muy importante en el desarrollo de la pequeña y mediana minería, gracias a los diferentes
servicios que prestaba, como el establecimiento de oficinas en diferentes zonas para
comprar minerales y la operación de plantas concentradoras para el procesamiento de
minerales provenientes de otras minas; además de conceder préstamos promocionales.

Se puede concluir, entonces, que la mayor importancia adquirida por las empresas
Nacionales medianas y pequeñas no fue producto de un desplazamiento del capital
extranjero de los yacimientos que poseía y que siguió explotando, sino del mayor apoyo
estatal a la minería nacional y de la relativa menor tasa de inversión de las empresas
extranjeras.

A partir de 1948, con el régimen del General Odría, se da un nuevo impulso a la actividad
minera al otorgársele un adecuado trato cambiario y al liberalizarse, además, la importación
de bienes de capital e insumos más importante aún, en 1950, se promulgó el nuevo Código
de Minería que racionalizó los impuestos y asignó mayor importancia al impuesto a la renta
que al aplicado a las exportaciones. Permitió, al mismo tiempo, mejores márgenes por
depreciación y agotamiento.

Gracias a estos dispositivos, aumentó fuertemente la inversión de las empresas medianas


y pequeñas y se produjo el ingreso de nuevas compañías extranjeras de gran tamaño como
la Southern Perú Copper Corporation y la Marcona Mining Company (1952). Estas
emprendieron nuevos proyectos de desarrollo en el Sur del país: de cobre en Toquepala, la
primera y de hierro, en Marcona.

La Cerro de Pasco Mining Corporation, por su parte empezó a extraer intensivamente zinc
y plomo en Casapalca y Cerro de Pasco, con lo cual se incrementó la participación del
capital foráneo en la explotación de estos metales. Los precios de ambos metales y del
cobre subieron de manera importante, debido a la política norteamericana de acumulación
de stocks y a la Guerra de Corea.

En este período se inicia también la articulación de la industria nacional con la minería, al


iniciarse la fabricación local de algunos insumos y bienes de capital requeridos por ésta
(como, por ejemplo, concentradores para flotación). La Cerro de Pasco también contribuyó
a aumentar los encadenamientos con el resto de la economía, al crear empresas
abastecedoras de artículos para la minería.

Entre 1960 y 1969 se produce una pérdida de dinamismo en la pequeña y mediana minería
ante la caída de los precios del plomo y zinc. El estado, por su parte, mantuvo una presencia
cada vez más importante a través del Banco Minero; aunque todavía toda la explotación
minera estaba en manos privadas.
La inversión extranjera, que fue particularmente elevada durante el período 1950-1959,
experimentó una reducción en la década siguiente, pues sus relaciones con el gobierno se
deterioraron fundamentalmente, por que se la grabó con mayores impuestos, sin embargo,
la producción no se vio afectada, pues entraron en operación los proyectos desarrollados
en el decenio anterior. Este fue el caso de Toquepala, que recién entró en la fase de
explotación en 1960. La única mina grande cuyo desarrollo se inició en este período fue la
de Cobriza, propiedad de la Cerro de Pasco Mining Corporation.

A partir de la llegada al poder del gobierno militar (1968) la actividad minera en el Perú sufrió
profundos cambios, especialmente, en la estructura de propiedad, por el rol empresarial que
se le asignó al estado.

En 1968 se creó el Ministerio de Energía y Minas para hacerse cargo de la política sectorial.
En 1970, mediante el Decreto Ley 18225, se establece el monopolio del Estado en la
comercialización y refinación (sobre derechos adquiridos) de productos mineros; se creó la
Empresa Estatal Minero-Perú para llevar a cabo la explotación directa de yacimientos, se
suprimió la reserva por agotamiento que establecía el artículo 54 del Código de Minería del
año 1950 y también se estableció el pago del impuesto a la renta en una escala progresiva
determinada en base al ratio de renta bruta (diferencia entre el precio de venta y los costos,
sin considerar los intereses, depreciación y amortización del activo fijo) sobre la inversión
(inversión en activo fijo del año).

En 1971, mediante el Decreto Ley 18880, se promulgó una nueva "Ley general de Minería".
Esta establecía que los yacimientos minerales son propiedad del estado, quien puede
entregarlos en concesión a particulares para su trabajo. Por otra parte, se dividió la actividad
minera en dos campos: la privada y la estatal. Además, se creó la comunidad minera y las
acciones laborales con el fin de otorgar participación a los trabajadores en el patrimonio de
las empresas.

En 1973 se produjo la expropiación y la estatización de dos de las más grandes compañías


de capital extranjero que operaban en el país: la Cerro de Pasco Mining Corporation y la
Marcona Mining Company, las cuales sirvieron de base para la creación de las empresas
estatales Centromin-Perú y Hierro Perú. De esta manera, la presencia del estado creció en
forma sustantiva en la gran minería, y éste llegó a controlar la mayor parte de la producción
de los principales minerales metálicos.

Asimismo, se efectuaron fuertes inversiones públicas en diversos yacimientos (Cerro Verde,


continuación de Cobriza y otros) y en refinerías (las de cobre en Ilo y de zinc en
Cajamarquilla). El capital extranjero desarrolló otro gran proyecto de cobre, bajo contrato
con el Estado: el de la Southern Perú Copper Corporation en la mina Cuajone a partir de
1969, que entró en producción en 1976.

En los primeros años de la década del 1970-1979, la producción de los principales metales
presentó un comportamiento diferenciado. Mientras que la producción de cobre y hierro
cayeron entre 1970 y 1976; la de plata, plomo y zinc creció en forma significativa. En estos
tres casos, dicho desarrollo se vio alentado por la mejora en la cotización de estos metales.

La producción de oro también se recuperó en estos años, al ser incentivada la producción


del tipo aluvial por el Banco Minero a través de la ley de Promoción Aurífera, y
experimentarse un sostenido aumento en la cotización de este metal. La participación de
las exportaciones de productos mineros en el total de las exportaciones del país entre 1970
y 1977 bordeó el 50% con ello se confirmó su importancia en la generación de divisas, la
cual ya había quedado en manifiesto durante los años anteriores.

TRABAJO ENCARGADO

1. SITUACIÓN ACTUAL DE LA MINERÍA


2. POLÍTICA DE DESARROLLO MINERO
3. PROMOCIÓN DE INVERSIONES MINERAS
4. PROYECCIÓN DE INVERSIONES
5. CARTERA DE PROYECTOS MINEROS

LECTURAS ADICIONALES 1.

“LA MINERÍA EN EL PERÚ: UNA CONSTANTE” Franklin Pease, Informativo

Mensual Sociedad Nacional de Minería y Petróleo Año V N°3 Abril Mayo 1996, Perú. 2.

“ACTIVIDAD MINERA PREHISPÁNICA EN EL ANTIGUO PERÚ” Ing. Marco Fernández -


Concha Marazzi, Trabajos Técnicos Segundo Congreso Nacional de Minería agosto 1998,

Perú.

“El Relanzamiento de la Minería” es el nombre de la ponencia que tuvo a


cargo el Ministro de Energía y Minas, Gonzalo Tamayo, durante su
participación de CADE Ejecutivos 2016. Tamayo inició su presentación
haciendo una radiografía de la situación actual de la minería del Perú.

“El Perú es y será un país minero, ocupamos los primeros lugares


en producción y reservas de minerales. Actualmente, sólo con el
1% del territorio explotado, la minería aporta 15% del PBI y
65% de las exportaciones” señaló Tamayo.
Estos resultados se dan -en parte- debido a que como los socios de la
Alianza del Pacifico se exporta el 45% del cobre, 40% de plata, 29% de
molibdeno y 9% de oro. Sin embargo, aún hay mucho por hacer y el
reto del gabinete está en transformar la riqueza natural en
conocimiento.

Según el ministro Tamayo, el relanzamiento de la minería se entiende


como el encadenamiento productivo, la responsabilidad social, la
sostenibilidad ambiental y el motor de crecimiento económico;
involucrando proyectos que cubran las necesidades de las localidades
mineras.

Actualmente, la minería en el Perú evidencia un aumento de conflictos


sociales y exceso de burocracia que afectan la competitividad y el riesgo
de los nuevos proyectos. Es por esto que el reto, además de la
transformación de la riqueza natural en conocimiento, está en la
descentralización de decisiones entre múltiples agencias de gobierno que
permitirán mayores plazos de ejecución de proyectos y en la reducción
del riesgo de desarrollo de nuevos proyectos.

Para lograr lo anterior, es necesario trabajar en la recuperación de


confianza la cual demanda acciones de corto y mediano plazo. En cuanto
a las acciones a corto plazo se debe trabajar en una comisión de alto
nivel en zonas de conflicto, hacer seguimiento a los compromisos
sociales asumidos, identificar a interlocutores (alcaldes), promover y
gestionar la participación ciudadana y el adelanto social, esta última
configurándose como una pieza clave para mejorar el nivel de vida de
nuestros ciudadanos y la convivencia con nuevos proyectos.

Por otro lado, como parte de la simplificación administrativa y mejora de


procesos, Tamayo comentó sobre la implementación de una aplicación
móvil para consultas del estado de trámites. Asimismo anunció la
Ventanilla Única del Sector Energía y Minas que busca mejorar los
procesos de atención y tramitología.

…….

Desarrollo minero
Alcance

Este sector incluye, en general, todas las ramas de la minería y canteras de acuerdo a la
Gran División 2, Minas y Canteras, de la Clasificación Internacional Industrial de las
Actividades Económicas de las Naciones Unidas, Informes Estadísticos Serie M, No. 4,
Rev. 2, Add. 1.

Objetivos

La política minera del Banco se orientará hacia el apoyo de proyectos y programas cuya
finalidad sea la identificación y explotación económica de los recursos minerales en los
países miembros regionales en vías de desarrollo y de las instituciones del sector,
guardando consistencia, en su caso, con los respectivos planes de desarrollo económico.

Dentro de ese marco, el Banco está dispuesto a considerar solicitudes de préstamos y


cooperación técnica al sector minero que contribuyan a:

 Identificar y evaluar los recursos minerales.


 El desarrollo de los recursos minerales y su explotación y beneficio.
 Proveer la infraestructura necesaria para el desarrollo de proyectos mineros.
 Incrementar el valor agregado de los productos minerales, y aumentar la
eficiencia en su explotación.
 Facilitar el desarrollo de áreas remotas o deprimidas y de industrias productoras
de insumos y procesadoras de productos de la minería.
 Estimular el desarrollo, la transferencia y absorción de tecnologías, incluyendo
el aprovechamiento de la cooperación técnica horizontal.
 Incentivar la cooperación intrarregional para el aprovechamiento de minerales y
fomentar la integración económica a través de proyectos mineros
multinacionales.
 Movilizar recursos financieros para la identificación y el desarrollo de proyectos
mineros. Fortalecer la capacidad institucional del sector minero.
 Strengthening the institutional capacity of the mining sector.

Campos de Actividad

1. RECONOCIMIENTO. Las actividades mineras pueden desarrollarse con respecto a


yacimientos mineros determinados o no. En el caso último consistirán en
levantamientos de mapas o la realización de estudios o trabajos de investigación
dirigidos a establecer la existencia y naturaleza de estructuras minerogeológicas en un
espacio territorial determinado. Estos estudios e investigaciones persiguen recoger y
evaluar la información geológica, geofísica y geoquímica general de un área
determinada con el objeto de facilitar la identificación de yacimientos mineros
específicos que puedan ser incluidos en una posterior etapa de desarrollo minero.

2. PROSPECCION. Es la búsqueda de recursos minerales basada en las


particularidades geológicas del suelo y subsuelo con el objeto de identificar un
yacimiento minero específico.

3. EXPLORACION. Es el conjunto de actividades destinadas a reconocer la magnitud,


forma, posición, características, ley de minerales, y valor de un yacimiento minero
determinado. Generalmente se realiza mediante sondajes o perforaciones del suelo y
subsuelo que tienen por objeto calcular las reservas económicas de mineral existente
(reservas probadas) y estimar, además, las reservas probables y posibles.

4. DESARROLLO. Es la realización de obras que permitan el acceso hacia y dentro


del yacimiento ya explorado para ponerlo en condiciones de su ulterior explotación.

5. EXPLOTACION. Es el conjunto de acciones destinadas a la extracción y traslado


del mineral contenido en un yacimiento hasta sacarlo del mismo.

6. BENEFICIO Y CONCENTRACION. Son operaciones consistentes en someter al


mineral extraído de la mina a un tratamiento físicoquímico, con el objeto de eliminar
impurezas y aumentar la ley del mineral. Las actividades de fundición, peletización,
refinación, etc., de minerales están incluidas en las políticas operativas "Desarrollo
Industrial" (OP722).

7. TRANSPORTE Y EMBARQUE. Son los servicios de transporte (infraestructura y


medios de transporte) básicamente cautivos de la operación minera (incluyendo
facilidades portuarias especializadas y conexas), para llevar los minerales hasta su
transferencia al servicio de transporte público.

8. INFRAESTRUCTURA E INSTALACIONES DE APOYO. Es la realización de


las obras para facilitar las actividades mineras, tales como: almacenamiento de
combustibles, generación cautiva de electricidad y líneas de transmisión, generación de
aire comprimido, talleres de mantenimiento, patios para almacenamiento de minerales y
concentrados, ventilación y purificación del aire, purificación de las aguas de mina,
captación, transmisión y tratamiento de agua para uso industrial y potable, manejo y
acumulación de los desperdicios mineros, viviendas y servicios sociales para el
personal, etc.

Capital de Trabajo
Teniendo en cuenta las inversiones en moneda extranjera que hay que realizar en
algunos items que forman parte del capital de trabajo, tales como brocas, algunos
productos químicos, etc., se podría hacer excepciones, previa justificación en cada caso,
a la política general del Banco, en el sentido que el Banco no financia capital de trabajo.

Criterios de Evaluación

In addition to complying will all the requirements included in other chapters of this
Manual on this matter, the following specific aspects should be given special
consideration in performing the economic, financial, technical, institutional and legal
evaluation of mining projects:

a) Tasa de rentabilidad financiera y, además, la tasa de rentabilidad económica, de


acuerdo con los criterios generales socioeconómicos de evaluación de los proyectos;

b) En el análisis del mercado cabría analizar la evolución histórica de las fluctuaciones


de los precios internacionales y las perspectivas del mercado internacional, así como,
cuando fuere oportuno, la acumulación mundial de inventarios;

c) Seguridades acerca de la suficiencia de las reservas del mineral;

d) Tratar de asegurar los beneficios del proyecto a la colectividad y evitar los proyectos
"enclaves";

e) Información adecuada sobre el yacimiento que permita juzgar los posibles efectos
derivados de condiciones geológicas inesperadas;

f) La utilización de tecnología adecuada para una explotación racional, que incremente


la recuperación y que optimice el posible aprovechamiento de los minerales
secundarios;

g) El régimen jurídico de dominio y explotación del yacimiento minero bajo el cual


funcionará la empresa;

h) Los posibles efectos de la contaminación ambiental y maneras de evitar o minimizar


los efectos ecológicos adversos del proyecto;

i) La adopción de las medidas de salubridad y de seguridad personal.

Pequeños, Medianos y Grandes Proyectos


Debido a la gran diversidad de minerales no combustibles y minerales combustibles
susceptibles de aprovechamiento económico, así como también las diferentes
modalidades de explotación de las minas y yacimientos, la calificación del tamaño del
proyecto deberá hacerse teniendo en cuenta, entre otros factores, las características
especiales del mismo y del país de que se trate. La experiencia que se vaya acumulando
en el Banco en relación a los proyectos mineros, permitirá en el futuro a la
Administración presentar al Directorio los criterios operativos que permitan calificar,
por adelantado, a los proyectos mineros en pequeños, medianos y grandes proyectos.

1.

Antecedentes y algunas de las principales tendencias de la minería


En los últimos 25 años, la minería ha estado en una fase expansiva sin precedentes a nivel
global: aunque con algunos intervalos, desde inicios de la década del 90 se ha registrado
un proceso de crecimiento significativo que puede ser medido tomando en cuenta
diferentes variables.

Por ejemplo, una variable es la evolución de las inversiones mineras: mientras a inicios de
la década del 90 apenas se invertía algo más de mil millones de dólares en exploraciones
a nivel global, el año 2012 -momento pico de la expansión de las inversiones- se
superaron los 20 mil millones de dólares solo en actividades de exploración.

Como se muestra en el siguiente gráfico, se pueden identificar hasta cuatro momentos en


la evolución de los presupuestos de inversiones en exploración minera a nivel global: uno
primero de clara expansión, que va desde inicios de la década del 90 y que termina en
1997 con el estallido de la denominada crisis rusa y asiática que influyó de manera
determinante en la minería a nivel global; uno segundo, que cubre el período 1998-2002
que es una etapa de descenso y que coincide con los efectos de la mencionada crisis
internacional, la consecuente caída de las cotizaciones internacionales de los minerales y
la retracción de los presupuestos de inversión; una tercera etapa de recuperación y el
inicio del denominado súper ciclo de los minerales y que tuvo dos picos, el año 2008 y el
2012 [1]. Y finalmente, todo indica que a partir del año 2013 se ha iniciado una nueva
etapa de menor dinamismo y retroceso que muestra menores presupuestos de exploración
a nivel global, mercados financieros restrictivos y caídas en las cotizaciones, tanto de los
metales de base como de los preciosos.

¿Cuánto puede durar esta nueva etapa? Todo indica que se habría entrado a un escenario
en el que la reducción de los flujos de inversión se explica por el lado de los fundamentos
del propio sector minero a nivel global y que podría continuar algunos años más.
Pero las inversiones no solo se multiplicaron en miles de millones de dólares en diferentes
momentos, sino que el número de países con minería también creció de manera notoria.
Lo cierto es que en la actualidad cada vez se desarrolla minería en regiones más remotas
o que eran hasta hace poco zonas protegidas: en Asia Central y África Occidental; desde
Alaska hasta la Patagonia en las Américas, son algunas de las regiones que testimonian
esta expansión.

Lo cierto es que las inversiones mineras hoy en día acceden a zonas que hasta hace muy
poco eran consideradas restringidas: por ejemplo, Mongolia hace apenas unos años ha
permitido el ingreso de inversionistas extranjeros a sus territorios para la exploración y
eventual explotación de recursos naturales. Otro ejemplo son las zonas de frontera de los
países en las que por motivos de seguridad nacional hasta hace un tiempo no se permitían
inversiones de empresas privadas, sobre todo extranjeras.

Adicionalmente, las inversiones se relocalizaron desde mediados de la década del 90: si


tomamos en cuenta los flujos de inversión en exploración a nivel global, América Latina se
convirtió desde finales de la década del 90 del siglo pasado en el principal destino de la
inversión minera, desplazando a América del Norte del primer lugar: mientras que a inicios
de la década del 90, América Latina apenas recibía algo más del 10% del total de la
inversión minera, en la actualidad y pese a la tendencia de reducción de los presupuestos
de inversión, recibe el 25% superando a América del Norte, Oceanía, África y Asia.
Además, entre los diez principales destinos de la inversión minera en el mundo, figuran
regularmente cuatro países de la región: México, Chile, Perú y Brasil (ver gráfico) que
concentran algo más del 80% de la inversión en América Latina.
La realidad cambiante en los países de América Latina
La llegada de estos flujos de inversión a América Latina se ha dado en contextos que
también han ido variando en los países a lo largo de algo más de dos décadas de
expansión: a diferencia de lo que ocurría en la década del 90, donde se presentaba una
situación más homogénea en la región, caracterizada por la vigencia casi generalizada de
códigos de minería aperturistas, en la actualidad se presentan escenarios notoriamente
diferenciados: por un lado, tenemos la realidad de países como Colombia y Perú, que
permanecen bajo los preceptos de las políticas liberales del consenso de Washington y en
donde la promoción abierta de la minería y los hidrocarburos se sigue dando bajo el
predominio y control predominante de las grandes consorcios y empresas transnacionales.
En estos países, las empresas mineras desarrollan sus actividades en un escenario de
abierta desregulación y los Estados tienen una mínima presencia y control de la expansión
extractiva.

Por otro lado se encuentra el grupo de países con gobiernos que promueven un mayor
control de los recursos naturales desde el Estado. Los denominados gobiernos
progresistas de la región que implementan políticas post neoliberales, han apostado por el
control de la renta extractiva como uno de los aspectos más saltantes de sus
administraciones: “el Estado juega un papel más activo y logra una mayor legitimación por
medio de la redistribución de algunos de los excedentes generados por ese
extractivismo…” [2]. En este grupo, aunque con diferencias y matices, se ubican los
gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Argentina, El Salvador, Uruguay.

Por lo tanto, pese a las orientaciones políticas distintas en casi todos los casos se apuesta
por economías profundamente dependientes del sector extractivo: el extractivismo
conservador y predominantemente transnacional de Colombia y Perú y el neo
extractivismo de los denominados gobiernos progresistas o post neoliberales con mayor
control desde el Estado de los procesos que se impulsan.

Quizás un punto en común entre ambos bloques de países son los problemas sociales y
ambientales que enfrentan y que no han dejado de estar presentes pese a cambios en el
marco legal e institucional. En Ecuador y Bolivia, el movimiento indígena denuncia que
preceptos constitucionales importantes como los que definen los derechos de la naturaleza
o el derecho a la consulta previa libre e informada, vienen siendo revisados y cuestionados
por leyes específicas como la de minería y la de recursos hídricos (Ecuador) y la del
Órgano Electoral Plurinacional (Bolivia). En Venezuela se denuncia que algunos estados,
como el de Zulia, “se han convertido en una zona de sacrificio minero petrolero” [3] y en
Argentina se cuestionó proyectos de envergadura como el de Pascua Lama que afectaba
toda una zona de glaciares. En Brasil el manejo de las grandes inversiones en zonas
sensibles como la Amazonía y la flexibilización de las normas ambientales han provocado
crisis políticas, como la que terminó con la renuncia de la entonces ministra del Ambiente,
Marina Silva, en el primer gobierno del presidente de Lula da Silva.

En Perú y Colombia, los conflictos ambientales vinculados al sector extractivo no han


cesado de aumentar en número e intensidad. En ambos países la apuesta de sus
gobiernos sigue siendo por la denominada locomotora minera y el objetivo de concretar
una larga lista de nuevos proyectos de inversión, pese a la fuerte resistencia en algunas
zonas sobre todo de poblaciones rurales e indígenas.

El contexto actual y las perspectivas del modelo extractivo


No es poco lo ocurrido en los últimos 25 años en cuanto a la extracción de recursos
naturales. La expansión de la frontera extractiva, minera, petrolera, gasífera, entre otros
tipos de extracción, ha sido una tendencia global en la que América Latina ha ocupado y
sigue ocupando un lugar destacado.

Andrés Barreda, científico social mexicano y profesor de economía de la Universidad


Autónoma de México, describe lo vivido en América Latina y sobre todo en el sur del
continente de la siguiente manera [4](Cochabamba 2012): hay regiones en el mundo que
tienen gas, hay otras que tienen petróleo, otras poseen recursos minerales e incluso
importantes reservas de agua dulce; sin embargo, quizás la única zona en el mundo que
tiene todo eso junto es la que se ubica en el pie de monte andino-amazónico en América
del Sur.

Por lo tanto, la presión ha sido enorme en las dos últimas décadas y seguramente lo
seguirá siendo, pese a las fluctuaciones recientes de los precios internacionales de los
principales commodities y las tendencias identificadas de menores inversiones. Lo cierto
es que la historia de economías como las latinoamericanas muestra lo gravitante de las
actividades extractivas, tanto en épocas de bonanza como en las de crisis.

El peligro es que se pretenda seguir haciendo extracción de recursos naturales sin tomar
en cuenta los mensajes que nos vienen dando tanto la naturaleza como las poblaciones en
las zonas de influencia de los proyectos. Naomi Klein nos recuerda que "la naturaleza
intenta decirnos que necesitamos un modelo económico radicalmente diferente" y, por otro
lado, las poblaciones expresan una abierta defensa de sus derechos económicos,
sociales, culturales y ambientales, frente a la presión de los modelos extractivistas
imperantes en los países: los intentos que apuntan a sostener el extractivismo minero son
cada vez más criticados y deslegitimados por amplios sectores de la sociedad.

Por lo tanto, el reto sigue siendo como recuperar los equilibrios necesarios y como se
construye una verdadera gobernanza territorial. Dos décadas y media de expansión
minera obligan a pensar en generar nuevas tendencias y verdaderos escenarios de
transiciones que permitan salir del actual modelo extractivo exacerbado y depredador que
afecta derechos y produce una fuerte y creciente conflictividad social a nivel global.

El impacto
Rotulada muchas veces como “motor de crecimiento”, la actividad minera fue el factor
decisivo para el surgimiento y posterior crecimiento de importantes ciudades y pueblos del
mundo. Sin embargo, los yacimientos poseen una vida útil, ya sea porque se agotan los
recursos allí existentes o porque su explotación ya no es rentable para quien la realiza;
siendo un factor de estancamiento o retroceso de dichos asentamientos de población
cuando estos dejen de funcionar.

Las empresas multinacionales, son en la actualidad las encargadas de realizar innumerables


proyectos mineros, ya que cuentan con grandes recursos y además la última tecnología en
el rubro. ¿Cuáles son sus beneficios? Es el desarrollo de emprendimientos lejanos con
respecto a los lugares en donde se procesa el mineral, por lo que los efectos en las zonas
próximas a la explotación son muy bajos. La mano de obra que hoy se emplea, es muy
diferente a la de épocas remotas ya que las grandes empresas utilizan obreros muy
calificados; en cuanto a la salud y servicios de educación no son dispuestos de igual manera
para toda la población, sino que son uso exclusivo para los empleados de las minas.

En conclusión los beneficios que pueden traer la instalación de una empresa minera en un
lugar determinado no siempre serán positivos sino que su distribución muchas veces en muy
desigual.

Esxtra:

América Latina: epicentro de la inversión minera mundial


América Latina se ha convertido en la región privilegiada para la
exploración minera mundial. La exploración en minerales no ferrosos,
por ejemplo, subió, apenas en el lapso de una década, de US$2.000
millones a US$18.000 millones. Con respecto a 2002, el precio del oro y
el cobre se multiplicó por más de cinco, según datos de Ecolatina.

La participación de la minería en el Producto Interno Bruto (PIB) de


países como México, Bolivia o Colombia supera hoy el 10%. En Chile, la
participación es del 15%.

El caso de Perú es bien diciente. En 2013, la inversión privada en ese


país aumentará un 9,6% y de esa cifra, el 45% provendrá del sector
minero, según análisis de la Cámara de Comercio de Lima. Eso significa
que la minería aportaría cerca de US$17.000 millones de los US$38.000
millones de inversión privada previstos para 2013.

La cartera de proyectos mineros en Perú, requerirá una inversión de


US$53.000 millones.

República Dominicana, México, Colombia, Chile, Brasil y Argentina serán


países clave para la inversión minera, en exploración de nuevos
proyectos y en minas ya en producción.

La encuesta anual de BNAmericas a los representantes del sector minero


en América Latina, pinta un panorama complejo, en el que las
dificultades para el acceso a financiación y el riesgo sociopolítico son los
mayores factores de preocupación. Y, de acuerdo con los encuestados, el
incremento en los costos de la exploración minera estará presente en el
año 2013.

Chile sigue siendo el país con el mejor clima para la inversión, así en
2012 haya habido un 30% de incremento en los costos. Argentina, en
este momento, es el país de mayor riesgo en América Latina para la
inversión minera, según varios analistas. Sin embargo, dicho sector se
consolida como uno de los pilares de la economía de ese país. Según
fuentes oficiales, la minería fue factor fundamental para un superávit
comercial, en 2012, de US$10.000 millones.

De acuerdo con la consultora Abeceb, la balanza comercial minera en


Argentina cerró el año 2012 en negro: un saldo positivo de US$ 2.988
millones, en razón del crecimiento de las exportaciones.

Estudio señala impacto negativo de minería


canadiense en América Latina
Informe presentado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos
busca establecer la responsabilidad extraterritorial de Canadá en la
violación de derechos humanos producto de la actividad minera de gran
escala, así como regular la facilidad con que se desarrollan las
inversiones extranjeras. El caso de Pascua Lama, de la empresa Barrick
Gold, es uno de los 22 proyectos analizados en nueve países de la
región.

A partir de la resistencia desarrollada por diversas comunidades en el


contexto latinoamericano, se han visibilizado varios conflictos ligados a
la minería de gran escala, cuyas consecuencias se constatan en el medio
ambiente y en la vulneración de derechos humanos.

Así lo plantea un grupo de ONGs que presentó esta semana ante la


Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) un informe
titulado “El impacto de la minería canadiense en América Latina y la
responsabilidad de Canadá”, en el que se identifican varios patrones
sobre el actuar de las empresas de ese país, las que representan entre
el 50 y el 70 por ciento del total de la actividad.

Además, el texto establece que a pesar de que las autoridades


canadienses conocen las problemáticas de los casos estudiados,
continúan entregando apoyo político, jurídico y financiero a los
operadores de los proyectos.

En ese contexto, y con la finalidad de reflexionar y plantear estrategias


comunes frente a los efectos de las trasnacionales, se constituye en
2010 el Grupo de Trabajo sobre Minería y Derechos Humanos en
América Latina, autores del informe.

Una de las siete organizaciones integrantes es el Observatorio


Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), cuyo director, Lucio
Cuenca, apunta tanto a la responsabilidad del Estado canadiense y sus
empresas, como también a los gobiernos que no aseguran una
legislación para garantizar los derechos humanos de la ciudadanía.

“En la mayoría de los países donde se ha intensificado la inversión


minera canadiense, esto ha significado en muchos casos una serie de
conflictos y vulneración de los derechos humanos. Hay que fortalecer
una regulación que tiene que ver con la facilidad y los incentivos que hoy
tienen las inversiones extranjeras. Incluso los gobiernos compiten para
ver quien les da más garantías”, analiza.

Al momento de elaborar el documento, los datos del Observatorio de


Conflictos Mineros en América Latina (OCMAL) registraban alrededor de
198 conflictos activos ligados a la minería de gran escala. Con esa
información se seleccionaron 22 proyectos altamente contaminantes,
gestionados y ejecutados por 20 empresas canadienses, cuyas filiales
han desarrollado trabajos en Argentina, Chile, Colombia, El Salvador,
Guatemala, Honduras, México, Panamá y Perú.
Críticas contra Pascua Lama

En el caso de Chile, el estudio apunta a Pascua Lama, el proyecto de


extracción de oro de la empresa Barrick Gold, instalado en la región de
Atacama. Sus prácticas y funcionamiento son criticadas por la diputada
Yasna Provoste, ex intendenta e integrante de la comisión de Minería y
Energía de la Cámara.

“En lo que ha sido una mala política de Pascua Lama no solo hemos visto
un deterioro desde el punto de vista de la calidad del ambiente, sino que
también una fragmentación muy fuerte respecto del tejido social. Esto,
porque algunas malas empresas entienden que la responsabilidad social
es entregar dinero para dividir a comunidades, que es lo que hemos
visto a partir del proyecto Pascua Lama. Y tampoco me parece justo
extender las malas prácticas de Barrick Gold al resto de la gran minería”,
explica.

Además de destacar los negativos impactos ambientales que se generan


con la contaminación del aire, las aguas y el suelo, el estudio plantea
otras condiciones ligadas a la actividad minera: existencia de marcos
jurídicos deficientes; desinterés por los pueblos indígenas, reservas
naturales y zonas protegidas; escasa participación ciudadana; y poca
efectividad de los recursos judiciales.

En cuanto a los impactos socioeconómicos, se identifica la alteración de


las fuentes de ingreso y de los modos de subsistencia, lo que genera un
mayor empobrecimiento, y las promesas de prosperidad, empleo y
soluciones rápidas a la situación de vulnerabilidad de las poblaciones que
habitan las regiones mineras.

Asimismo, destaca la criminalización de la actividad de defensa de


derechos, el cierre de espacios institucionales de diálogo y la
exacerbación de la violencia, amenazas y hostigamientos, además de
desplazamientos forzados y división de las comunidades.

Todos estos factores son constatados por Juan Carlos Labrín,


coordinador del movimiento SOS Huasco, valle que ha sido afectado por
los trabajos de Pascua Lama.

“La minera aún no empieza su proceso de extracción y ya ha causado


daños irreparables en el ámbito social de los trabajadores, donde llegan
muchos trabajadores, mucha droga, se masifica la prostitución, inclusive
infantil. La megaminería promete muchas cosas en cuanto a progreso y
desarrollo, pero en términos concretos de crecimiento de una sociedad
no lo hemos visto. Incluso, cada vez vemos más pobreza en los distintos
valles, ya que la gran minería va acabando rotundamente con la
agricultura y la ganadería”, denuncia.

A esto se suma, de acuerdo al informe, la cesión o venta de tierras por


parte de las comunidades que habitan las zonas de los proyectos,
producto de engaños, maniobras fraudulentas o desalojos forzosos.

Por ello, el objetivo que se plantean las ONGs es abordar la


responsabilidad extraterritorial del Estado canadiense respecto del
comportamiento de sus empresas, considerando el apoyo económico y
político que reciben, el blindaje que poseen a través de acuerdos de libre
comercio, la injerencia en los demás países, además de un marco
jurídico que no permite prevenir y sancionar las violaciones de derechos
humanos ocasionadas por la actividad minera.

http://radio.uchile.cl/2014/04/24/estudio-senala-impacto-negativo-de-
mineria-canadiense-en-america-latina

Link al
informe: https://ia902509.us.archive.org/34/items/ElImpactoDeLaMiner
aCanadienseEnAmricaLatinaYLaResponsabilidadDe/D48953_DPLF_Spanis
h_LOWRES.pdf

Los demonios de la minería en América Latina


Saquean empresas mineras a países de la América Latina con el
consentimiento de sus propios gobiernos, y dejan una estela de
contaminación irreversible por el uso de sustancias como el arsénico,
cianuro de sodio o el ácido sulfúrico para la concentración de metales,
por el método de extractivo a cielo abierto.

Organizaciones No Gubernamentales en América del sur, hablan que al


día se utilizan 80 millones de litros de agua para el lavado de la
molienda de la montaña tras la aplicación 8 toneladas de explosivos.

La pulverización de los cerros libera partículas de metales pesados que


se introducen al organismo del ser humano, y afecta los tejidos y el
metabolismo de los habitantes de las zonas cercanas a los
aprovechamientos. Niños nacen deformes, brotan úlceras en la retinas y
la piel sufre de hiperqueratosis.

La última resistencia son los pueblos, pero en centro y sur América, los
gobiernos ajustan las leyes para evitar que protesten e impidan el
acceso de la maquinaria en su territorio: se les criminaliza, agrede y
detiene.

Según la ONG Mining Watch Canada, el gobierno de este país juega un


papel preponderante en esta depredación porque el 60 por ciento las
corporaciones mineras cotizan en la Bolsa de Valores de Toronto con
pocos requisitos, permitiéndoles esconder información y el 75 por ciento
del total se registra en territorio canadiense.

En los países donde instalan sus proyectos, los negocios pagan


solamente por impuestos por sus trabajadores y no por los metales que
extraen. Y al comprar o rentar los terrenos, lo hacen por un valor inferior
su precio comercial, detallan activistas de América Latina.

El extractivismo aumentó en los últimos años por el incremento en las


demandas de algunos metales como el oro, la plata, cobre y litio para
insumo de la industria automotriz y de telefonía celular, como en la de
alimentos, el aluminio para la fabricación de latas.

El paraíso de las mineras

Una empresa minera en Canadá puede cotizar en la Bolsa de Valores de


Toronto con más facilidades que en otros centros financieros en el
mundo, porque se les exigen menos requisitos como lo son las pautas
voluntarias, reportar recursos minerales y menos informes.

Jen Moore, encargada del programa para América Latina para Mining
Watch Canada, asegura que también que existen ventajas tributarias: no
pagan impuestos sobre inversiones fuera del país; existen relaciones
exteriores armonizadas para servir la industria minera, que incluye la
promoción diplomática, la cooperación internacional; impunidad en casos
de abuso; fuerte dependencia sobre mecanismos voluntarios; poca
implementación de la ley anti-corrupción, respuestas lentas a solicitudes
bajo la ley de acceso a la información, y obstáculos para demandar a
empresas en Canadá por violaciones fuera del país.

Moore habla de 12 casos en que funcionarios canadienses abren brecha


o interfieren con gobiernos o activistas, uno de ellos en España, en
Guatemala fue en tres ocasiones, y en la Canadá misma una vez; en
Honduras y Ecuador presionaron los diplomáticos para la creación o
reformas de una ley minera; en Filipinas y Costa Rica también
participan al promover o mediar en conflictos de empresas.

En el caso de México, relata Moore la presencia de funcionarios


canadienses fue en los estados de Chiapas y Morelos. En el primer caso,
por medio de solicitud de acceso a la información al gobierno
canadiense, se dio a conocer que la embajada apoyó a la empresa
Blackfire Exploration que se le involucra en el conflicto por actividades
mineras en que fue tiroteado el activista Mariano Abarca. Y en los
documentos se detalla que sabían de existencia de activista antes de
su asesinato.
En Morelos, habla Moore sobre la intervención de la embajadora Sara
Hradecky a favor de la empresa Esperanza Resources, mina que causó
protestas de los pobladores, junto con el Gobernador Graco Ramírez.

Miguel Mijangos Leal, activista de la Red Mexicana de Afectados por la


Minera (REMA), asegunda a Moore en el tema las facilidades ofrecidas
por el gobierno canadiense, al afirmar que este 60 por ciento de
empresas, emiten acciones en Bolsa se inscribe en el Toronto Stock
Exchange (TSX), en donde, entre 2007 y 2011, se destinaron 220
mil millones de dólares canadienses al financiamiento minero, más de
un tercio del total mundial.

La Bolsa de Toronto se ubica muy por delante de su competidor directo,


el London Stock Exchange (LSE). En 2011, el 90 por ciento de las
acciones emitidas por el sector minero en el mundo fueron
administradas por el TSX.

Relatoría de la ONU y sus asegunes

En el documento “Informe del Relator Especial sobre la situación de los


derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas,
James Anaya”, (A/HRC/18/35) para el Consejo de Derechos Humanos de
la Organización de Naciones Unidas (ONU), en el año del 2011, hay
un reconocimiento explícito del daño en las comunidades nativas de los
territorio del globo terráqueo por la industria extractiva.

Da la razón que: “los proyectos de extracción de recursos naturales y


otros grandes proyectos de desarrollo llevados a cabo en territorios
indígenas o en proximidad de ellos constituyen una de las fuentes más
importantes de abuso de los derechos de los pueblos indígenas en todo
el mundo”.

En otro informe, James Anaya, urge a los Estados a crear legislación


para regular el modelo extractivista, por ser la única manera viable de
garantizar que no habrá abusos por las empresas trasnacionales ni en su
territorio ni en sus recursos naturales.

Fue en el reporte «Informe del Relator Especial sobre los derechos de los
pueblos indígenas, James Anaya: Las industrias extractivas y los pueblos
indígenas » (A/HRC/24/41), Consejo de Derechos Humanos, de 2013.

“En el contexto de las industrias extractivas, la obligación del Estado de


proteger los derechos humanos entraña necesariamente la existencia de
un marco regulatorio que reconozca plenamente los derechos de los
pueblos indígenas sobre sus tierras y recursos naturales, así como los
derechos que pueden verse afectados por las operaciones de extracción;
que exija el respeto de esos derechos tanto en todas las decisiones
administrativas pertinentes del Estado como en el comportamiento de
las empresas extractivas; y que prevea sanciones y recursos efectivos
cuando esos derechos sean vulnerados por actores públicos o privados.
Ese marco regulatorio requiere leyes o reglamentos que incorporen las
normas internacionales de derechos indígenas y que las pongan en
práctica a través de los distintos componentes de la administración del
Estado que rigen la tenencia de la tierra, la minería, la extracción y
explotación de petróleo, gas y otros recursos naturales”.

Según Silvia Herrera, asesora de proyectos para la Red Internacional de


Derechos Humanos (RIDH), Anaya, para solicitar el respeto de los
pueblos indígenas, utiliza la herramienta legal, la debida diligencia, para
que aplicar las leyes internacionales en el momento que la del Estado
sea débil o nula.

Herrera refiere los estos fragmentos de los informes del Relator Especial
y habla que aún y con estos mecanismos legales a nivel internacional,
en el momento de la instalación de una empresa extractiva, no se les
solicita si quiera audiencia para tener el consentimiento a los pobladores
de los lugares donde pretende extraer minerales en América.

Cita los ejemplos de la etnia Ixil en Guatemala, de la comunidad afro-


descendiente de Anchicayá en Colombia, e incluso de los Guarani-Kaiowá
en Brasil.

“A pesar de lo anterior, y de los avances en el ámbito legislativo y


jurisprudencial en varios países de la región (referente al Convenio 169
creado por la Organización Internacional del Trabajo), el desarrollo de
proyectos sin el consentimiento libre, previo e informado – y sus
consecuencias en materia de violación de los derechos de los pueblos
indígenas- son aún una constante en América Latina”.

Reconoce los puntos a favor de las comunidades al Relator Especial,


pero contrapone en el último informe, en el que habla Anaya de la
“extracción preferida”, para lograr una asociación entre los nativos y las
empresas, pues considera que en América Latina no existen las
condiciones, al menos en el corto plazo, para que se logre por el
sistemático abuso de las negociantes mineras.

Otro de los puntos que critica Herrera sobre los informes del Relator
Especial, es quién debe de hacer las consultas para aprobar la
instalación de un proyecto extractivo, porque en reiteradas ocasiones,
considera que el Estado o los gobiernos están obligados a que se
realicen informados para ejercer su derecho de libre determinación; pero
el último documento expuesto ante el Consejo de Derechos Humanos
toma otro rumbo, y da cuenta del apoyo a las empresas mineras.
Del informe de Anaya se extrae el fragmento: “En virtud de su derecho
a la libre determinación, los pueblos indígenas son libres de entablar
negociaciones directamente con las empresas si así lo desean. De hecho,
las negociaciones directas entre las empresas y los pueblos indígenas
pueden ser la forma más eficiente y conveniente de llegar a acuerdos
para la extracción de los recursos naturales existentes en los territorios
indígenas que respeten plenamente los derechos de los pueblos
indígenas, y pueden proporcionar a estos oportunidades de promover
sus propias prioridades de desarrollo”.

Herrera habla que en el año del 2009, Anaya sostuvo una posición
contraria a la de su último informe, y en ese documento refiere que es el
Estado quien debe garantizar el proceso y respeto de los resultados de la
consulta.

Asegura que las empresas deben efectuarla, pero en un carril distinto al


de los gobiernos, porque el Estado debe garantizar la debida diligencia.
“Las consultas y el dialogo encaminado a definir el modelo de desarrollo
que va a afectar a estos pueblos no debe transferirse a otros actores,
puesto que esto puede poner en duda la objetividad, la parcialidad y la
efectividad de todo el proceso”.

Esta controversia, abre otra ruta informativa, porque miembros de la


ONGs en centro y sur América, atestiguaron que en sus respectivos
países, se informa a los pueblos sobre los daños de la minería, porque
tanto los gobiernos como las empresas efectúan campañas para
convencerlos que vendan sus tierras y permitan la extracción de
minerales, con prebendas o promesas que no se cumplirán: se les
miente a los habitantes de las comunidades.

En este juego de campañas y contracampañas, las ONGs en América


Latina se enfocan en socializar el daño de este mecanismo de extracción
y en afinar las consultas, la única arma legal para impedir la instalación
de un proyecto; la otra es la movilización campesina e indígena en los
lugares.

El trabajo en México

Eleuterio Rodríguez trabajó durante seis meses en una mina en la sierra


de Durango, estado norteño en México; su labor era auxiliar a un minero
abriendo brecha en el subsuelo, pero sin casco, guantes y
ropa adecuada. Tampoco le entregaron un tapabocas.

Fumaradas de polvo le tocó tragar mientras taladraba su compañero las


capas geológicas. De ocho horas en ocho, se le fue acumulando roca
fracturada en los pulmones.
Alega que los pobladores del lugar saben dónde hay mejores vetas que
las explotadas por las grandes mineras, pero prefieren burlarse de los
geólogos que llegan al lugar a buscar los mejores tiros. Incluso lo hacen
para evitar que sigan con la depredación de lo medio ambiente.

Eleuterio vive en la ciudad de Durango y trabaja barriendo banquetas y


pintando casas o haciendo trabajos de jardinería porque perdió seis, el
argumento: se le dijo que le pagarían directamente a su esposa; pero
durante ese tiempo estuvo incomunicados de ella, y no supo que no
cobró una sola quincena hasta que lo despidieron.

Su complexión física era exacta para el trabajo, sostener al que hace los
boquetes, corpulento y alto, acostumbrado al trabajo duro y constante;
por todo lo demás era desechable, y lo fue hasta que bajaron de la
camioneta de la empresa en una de las calles de Durango.

No cree que alguna autoridad haga algo en su defensa, y por eso no


interpuso denuncia alguna quiso que se le pagara lo que trabajó. Deja
en claro que es demasiado el poder de las empresas mineras y su
relación con los gobiernos, y perderá si comienza un juicio laboral. Está
esperanzado en encontrar algún empleo de custodio en alguna cárcel.
Siempre y cuando guarde el secreto de haber ido explotado en una mina
serrana sin goce de sueldo.

En la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET),


existen solamente 52 juicios legales de trabajadores a empresas
mineras. Y Zacatecas registra 18 de ellos, y en Coahuila, Guanajuato,
Hidalgo y Baja California sur son 5; Chihuahua y Sonora con 3; Sinaloa y
San Luis Potosí con 2; y con uno, Tamaulipas, Michoacán, Nayarit y el
Estado de México.

Al respecto Miguel Mijangos, representante de Procesos Integrales para


la Autogestión de los Pueblos (PIAP), habla de una disputa entre los dos
sindicatos mineros en México, uno liderado por Napoleón Gómez Urrutia,
y el blanco de Carlos Pavón, nacido para adelgazar los derechos
laborales y en los contratos durante la administración federal panista:
“no respetan antigüedad, pagos por accidentes y otras prestaciones
que históricamente están vinculadas a los derechos
laborales patronales”.

En el tema sindical, refiere la pugna generala creación de secciones de


ambos mandos en varias minas, y el ejemplo son en la Sierrita de
Galeana en el estado norteño de Durango y en Carrizalillo,
en Guerrero. “Ello genera un ambiente hostil en la contratación de
trabajadores, pues la empresa empuja a que sean por la vía del
sindicato de Carlos Pavón, pues para ellos significa menos pagos en
todo. Pero, por otra parte, el sindicato de Gómez Urrutia normalmente le
gana la partida en el tribunal a la empresa y también establece su
sección”.

Los acuerdos extralaborales se dan por el divisionismo de los sindicatos,


y al final, incide en pocas demandas o juicios contra empresas mineras,
dice.

El outsoursing viene a la alza en México, y considera Mijangos que


dejan en indefensión a los trabajadores más que si los subcontrataran,
porque ahora la empresas buscan a empleados que no sean
sindicalizados, y se genera competencia por los espacios desvaneciendo
las prestaciones laborales.

Esa falsa competencia laboral hace que tanto la empresa, como los
sindicatos y los administradores del outsourcing abusen, y si algún
trabajador reclama se le despide o lo amenaza despidiendo a amigos o
familiares, dice al ejemplificar que así sucede en Carrizalillo, y por esto
ya no realizan demandas.

Defender lo sagrado

En la zona wirrarica, se encuentran detenidas toda actividad de


extracción de las 78 concesiones aprobadas, y 38 son administradas por
First Majestic y Proyecto Universo trae las restantes 40 por la empresa
Revolution Resources. Y una filial de Frisco, empresa de Carlos Slim
Helú.

Es una zona protegida, la reserva Ecológica y Cultural de Wirikuta desde


el año 1994 aún así existen 22 aprovechamientos mineros, abarcando
aproximadamente 98 mil hectáreas de las más de 140 mil que forman la
reserva, el 70 por ciento.

La movilización es pacífica y es importante de la unidad de los pueblos y


con las ONGs que luchan contra la minería, dice Santos de la Cruz,
integrante del Frente en Defensa de Wirikuta. Y el primer logro que
menciona es la no extracción mientras se valora en los tribunales la
razón jurídica.

No hay respuesta efectiva del Gobierno mexicano, y es por eso que las
movilizaciones y los recursos legales han servido, asienta.

Y habla sobre uno de los problemas que vive el movimiento de defensa,


porque las empresas mineras y los funcionarios de los municipios
cercanos, y principalmente de Real de Catorce siembran la noticia falsa
en la zona, “porque nos ponen como los malos, que nos queremos
adueñar de su patrimonio. Lo hacen para causar problemas y dividirnos.
Nosotros nos hemos acercado a ellos con éxito y se generó el
movimiento”.

El apoyo institucional al extrativismo

Existe una Ley en la que se prohíbe a los propios nacidos en el territorio


argentino el trabajar el modelo de extracción a cielo abierto. “Todas las
concesiones tiene que ser entregadas a empresas extranjeras”, dice
Carla Díaz Moreno activista de provincia de La Rioja.

También el Estado gaucho, otorga 30 años de estabilidad fiscal, -dice-,


lo que se traduce en el no pago de impuestos ni de insumos para la
extracción de minerales. “Y encima son subsidiados por el Gobierno
nacional”.

Del total de impuestos declarados, a estas empresas se les reintegra


entre un 8 y un 10 por ciento de lo tributado, asegura Díaz Moreno.

Recuerda que en Famatina, el saqueo viene desde la presencia de los


españoles y luego por los ingleses, y ahora las trasnacionales buscan
comenzar con la minería a cielo abierto. “La lucha en Argentina es en
toda la cordillera de Los Andes. Nuestro pueblo ha logrado unirse y
sacarse a la minera de encima. Se ha logrado frena a las empresas.
Tenemos las desventaja que el gobierno nacional impulsa y avala la
imposición de la minería en los pueblos”.

El conflicto andino

El Coordinador del Grupo Propuesta Ciudadana, Epifanio Baca


Tupayachi, relata que en Perú la resistencia civil es alta, y en los
últimos años lograron la destitución de dos funcionarios del gabinete
nacional, y alude a los casos de Minas Conga y Tía María, en la gente se
opone a la actividad minera.

Existen más conflictos, y uno es porque la gente solicita a las empresas


mineras beneficios para los habitantes, ganancias por la extracción o
fuentes en empleo; otros para evitar la depredación de los recursos
naturales de la zona, asienta.

Con el auge de los metales en la última década por el aumento de los


precios se generan importantes ingresos que van a dar al gobierno, que
es ineficaz para administrarlos y mejorar el servicios de educación,
salud, o ser competitivos, alega.

Resume que la Defensoría del pueblo registra en Perú 220 conflictos y el


55 por ciento están vinculados a la actividad minera.
El coordinador Regional en América Latina del Revenue Watch
Institute, Carlos Monge, habla de los principales problemas
generados en el país andino son de resistencia y convivencia, los
últimos con una complejidad importante, porque las comunidades se
enfrentan al ambiental y social generado por la instalación de
megaproyectos mineros.

Monge reconoce que la resistencia logró poner a su favor el espacio


político en cada región, y se vinculan. “En el caso de Tía María, la
municipalidad jugó un rol importante para detener la actividad minera
por el proceso de consulta con los instrumentos legales”.

En Conga hubo muertos y heridos por el conflicto de resistencia. “Se


reprime a las personas que están en contra de la actividad
minera”. Habla de la estrategia de los campesinos peruanos, pues rotan
su presencia en el lugar para impedir el paso de maquinaria, y les
permite la vigilancia de hasta 500 personas de permanentemente y
evitar que se vacíen por las empresas mineras las lagunas ubicadas a
3,000 metros de altura.

En Perú existe la figura del Gobernador regional, y es otro pilar en el que


sostiene la resistencia pues es un campesino o un maestro del lugar el
que ocupa el cargo, afirma.

Pero, también existen los mineros populares, pues son habitantes de las
mismas comunidades dedicadas a la extracción de minerales, y es el
espacio, en el centro-sur del territorio peruano el lugar donde más se
practica esta actividad sin el control adecuado de sustancias tóxicas, “es
una minería sucia y se usa el arsénico con las manos, y en las casas, lo
que hace más daño que incluso la gran minería”, advierte.

Lo promueven como país minero

En el caso colombiano, se promueve la extracción de minerales como la


vocación colombiana, con eco en las empresas de este tipo, pues en
2004 el registro es de mil 200 licencias y en el 2013 se contabilizan 9
mil 400 para hacer exploración, dijo Fabio Velázquez Carrillo, director de
la Unidad de Proyectos de la Fundación Nacional por Colombia.

Dentro del programa de desarrollo de este país, la minería tiene un


papel preponderante como un ingreso financiero, admite. Y en los
lugares donde se han solicitado licencias y las aceptadas, se ubican en
lugares habitados incluso.

Uno de los mecanismos para lograr esta cifra de concesiones, es que el


gobierno nacional de Colombia contrapone principios constitucionales –
asegura-, sobre el respeto al medio ambiente y las poblaciones que son
minorías, y el movimiento social es constante para evitar que la minería
a cielo abierto se efectúe.

Advierte otra amenaza: la minería artesanal, y explica que en Colombia


existe una tradición ancestral para la extracción minera de metales como
el oro, y genera también daño ambiental y se comenzó ya con el debate
sobre los mecanismos de control ecológico y su regulación

La violencia no queda fuera de esta vorágine colombiana de explotación


mineral, porque afirma que pequeñas mafias de narcotraficantes lavan
dinero al hacerse pasar por mineros. Incluso, se forman grupos
paramilitares que obtienen ingresos por medio del comercio de metales.

Ejemplifica, Velázquez Carrillo, con el municipio de Piedras por la


resonancia lograda en la opinión pública y en a clase política de
Colombia, porque el alcalde del lugar llamó a una consulta popular
para saber si estaban a favor o en contra que la minera asentada en
este sitio arrojara los desechos de los procesos de exploración en
predios cercanos, y el resultado fue claro, porque el 99 por ciento se
opuso.

Y comenzó el debate legal en todo el país, porque se habló que este


mecanismo de no contaba con la validez jurídica. “Lo que repercutió es
lo simbólico de la posibilidad de reaccionar la soberanía popular para
negarse a una empresa”. Y anuncia una secuencia de consultas para
saber si las comunidades desean o no la instalación de las mineras en
su territorio, y comenzar con una nueva forma de resistencia.

Se quedan sin agua

En el caso de El Salvador, su principal problema es la depredación del


agua por la actividad minera en su propio territorio, como en la frontera
con Guatemala y Honduras, advierte Edgardo Mira activista.

Entonces, para los salvadoreños la única forma de conservar el vital


líquido para las comunidades es prohibir la minería metálica, porque en
la frontera guatemalteca hay 90 proyectos y en los linderos con
Honduras, son 40 más, lo que acabaría con el agua circulante en El
Salvador, y se coordinan con organizaciones de los dos países para
detener las concesiones colindantes.

Asegura que se socializa con las comunidades para lanzar la Ley


Especial de Prohibición de Minería Mecánica y erradicar esta actividad.

Frenar por fisuras en la Ley


El caso guatemalteco fue explicado por Jorge Grijalva, integrante del
Colectivo Selva Madre, y no solamente aplica en la minería, sino
también en la agricultura. En el caso del modelo extractivo, asegura que
se han detenido proyectos porque se logra la defensa legal validando
lagunas legales y permite frenan el comienzo de la extracción, pero igual
la resistencia civil; hace ya dos años no se les permite la entrada.

Luego del Golpe de Estado, campo libre

En Honduras, tras el golpe de Estado por Porfirio Lobo en 2009, se


generó la posibilidad de de 860 proyectos mineros, y el 60 por ciento ya
son concesiones, además que la Ley garantiza las ganancias de las
empresas.

Pedro Landa, coordinador en la Coalición Nacional de Redes


Ambientales, explica que para evitar protestas o eliminar a los
hondureños que se nieguen a permitir el libre paso de las compañías
mineras, se tipificó como delito el bloquear carreteras, estrategia
recurrente para evitar el paso de maquinaria para la extracción de
minerales. Incluso, es causa de cárcel el atentar contra la libre empresa.

El hondureño asegura durante el proceso de gestación de la Ley Minera,


tuvo injerencia de asesores de Canadá y Chile. Lo que se tradujo en un
60 por ciento de territorio permitido para la extracción de oro y plata
principalmente.

Los consorcios mineros, pagan al Estado el 6 por ciento de sus


ganancias, y el gobierno, 2 por ciento lo invierte en la policía y el
ejército, fuerzas armadas que persiguen a los opositores de los
megaproyecto para extraer metales.

Y recuerda, como en el caso colombiano, narcotraficantes solicitan las


concesiones, pero no las usan, solamente lavan dinero por medio de la
Ley de Transparencia de la Industria Extractiva del país
centroamericano.

Juan Armendares, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de


Honduras, refiere que esta actividad implica el militarismo contra el
pueblo por la petición de las empresas mineras al criminalizarse la
estrategia para detener el saqueo del subsuelo.

Plantea el daño a todo lo viviente en los puntos geográficos de los


proyectos, incluso a nivel celular, porque en el momento que se liberan
los metales pesados atrapados en las presión de la corteza terrestre, son
inhalados y van directo a los tejidos, incluso de los órganos
reproductivos, y ahí las malformaciones en fetos
Habla sobre dos casos en específico: Carrizalillo en México y Valle de
Siria en Honduras los daños a la salud de los habitante del lugar, son
irreversibles, pues hay personas con úlceras en la córnea e iris irritados
en los ojos; procesos de envejecimiento prematuro en la piel, también
hiperpigmentación y la hiperqueratosis; alopecia, la sindactalia, que son
dedos unidos.

Refiere el término coloquial de la “rasquiña” como otros de los daños


colaterales de la explotación minera: un deseo irrefrenable de rascarse
durante todo el día y en la noche también, los que adquirieron, no
duermen.

Crecimiento:

Tras dos años de contracciones, América Latina volverá a crecer en 2017.

Al menos así lo estima la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que este
jueves publicó sus previsiones para la región.
El organismo mantuvo los pronósticos para el bloque en su informe anterior: unincremento del
1,1% en el Producto Interno Bruto (PIB).

La Cepal ve un panorama esperanzador pese a los "riesgos geopolíticos" que hay en la zona. Uno de
los motivos sería la mejora de los precios de las materias primas que se exportan desde
Latinoamérica.

Las expectativas para algunos países, sin embargo, sí han variado.


Derechos de autor de la imagenERNESTO BENAVIDESImage captionLos daños causados por el
Niño Costero en Perú afectaron la economía.
El cambio más grande se dio en las estimaciones para Perú, que se redujeron del 3,5% al 2,5%.
El país andino se vio afectado a principios de año por el fenómeno del Niño Costero, que provocó
una serie de lluvias y deslaves que causaron graves daños en infraestructura y en el sector agrícola.
 Las 10 economías que crecerán más rápido en el mundo en 2017 (y China no es una de
ellas)

Esto tuvo un efecto negativo en el crecimiento al que se sumaron las reducciones en inversión
pública y minera. Aunque las exportaciones han continuado tirando de la economía.

BBC Mundo te explica cuáles son los países que más y menos crecerán en 2017.

Los que más crecerán


Países de América Latina que más crecerán

+1,1%
Toda la región
 +5,6% Panamá
 +5,3% República Dominicana
 +4,7% Nicaragua
 +4,1% Costa Rica
Cepal
Getty

Panamá
La Cepal espera que el país centroamericano crezca en 2017 un 5,6% gracias a sectores como la
construcción, el transporte y las finanzas.
A esto también contribuirá el aumento de dinamismo en el Canal de Panamá, que hace un año fue
ampliado.

Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionPanamá suma varios años de


crecimientos superiores al 4%.

Se le añadió una tercera esclusa que permite el paso de barcos más grandes, por lo que se presume
que esta obra de ingeniería esté generando mas ingresos.
Panamá suma varios años de crecimientos superiores al 4%, aunque la economía se ralentizó en
2016 porque actividades como la intermediación financiera y la hostelería crecieron a un ritmo
menor.

República Dominicana
Al igual que Panamá, República Dominicana lleva un par de años creciendo a menor ritmo.
La inversión en el país se está moderando, al igual que los ingresos generados por sectores como
la industria y la construcción.

Derechos de autor de la imagenPARMELIAMATOSImage captionLa minería contribuyó al


crecimiento de República Dominicana el año pasado.
Aún así, el incremento del PIB en 2017 será uno de los mayores en la región: 5,3%.

La nación caribeña tuvo en 2016 su fortaleza en la minería.

Pero la intermediación financiera, el sector agropecuario y la construcción también tuvieron una


contribución relevante.

Estos crecieron a más del 7% durante el primer trimestre del año, seguidos de la hostelería, que
incrementó sus ingresos en un 6,6%
Nicaragua
Centroamérica y México conforman el área que mayor dinamismo tendrá este año, con
un crecimiento en conjunto del 2,5%.
 Rusia le adelantó a Venezuela más de US$1.000 millones a través de la petrolera estatal
Rosneft

No es de extrañar entonces que la mayoría de países que más incrementarán su PIB estén en este
bloque.
El tercer lugar lo ocupará Nicaragua, si la Cepal acierta con su previsión de una subida del 4,7%.

Derechos de autor de la imagenDAVORLOVINCICImage captionEl turismo ayudará a que la


economía crezca en Nicaragua.

En esta nación, será la demanda interna la que más aporte al buen comportamiento de la economía.

A esta se sumarán el aumento de las exportaciones y el crecimiento del turismo.

Costa Rica
Costa Rica crecerá un 4,1%, según la Cepal.
El año pasado, fueron los servicios financieros y de seguros uno de los principales motores del
crecimiento.

El sector de la información y comunicaciones y el de las actividades profesionales también


incrementaron sus ingresos.
 Ecuador: el presidente Lenín Moreno le quita "todas las funciones" al vicepresidente Jorge
Glas

El agropecuario se recuperó gracias a las condiciones climáticas, que permitieron incrementar la


oferta de productos, y el de la manufactura se vio beneficiado por la actividad de zonas francas,
según señala la Cepal.

Los que menos crecen


Los países de América Latina que menos crecen
 -7,2% Venezuela
 +0,4% Brasil
 +0,7% Ecuador
 +1,0 Cuba
Cepal
Getty

Venezuela
Venezuela es el único país de toda América Latina cuya economía decrecerá.

El país sudamericano depende fuertemente del petróleo, que supone el 95% de sus exportaciones.
Derechos de autor de la imagenBET_NOIREImage captionLa empresa petrolera venezolana
PDVSA tiene una deuda de unos US$25.000 millones.

Pero el precio del crudo ha caído más de un 50% en los últimos tres años, creando un gran agujero
en las cuentas nacionales.
A esto se suma el enorme tamaño de la deuda externa, que la Cepal estima en unos US$151.007
millones, y la alta rentabilidad que el gobierno ha estado ofreciendo a sus acreedores.

Los rumores de que el país se declarará en default son más fuertes que nunca.
 Qué son los acreedores 'holdout' y por qué los economistas los señalan como un serio
peligro para Venezuela

Hasta ahora, el Estado siempre ha priorizado el pago de la deuda, pero esto se ha hecho en
detrimento de la economía interna, reduciendo las importaciones de bienes para el consumo dentro
de sus fronteras, por ejemplo.

Por estos motivos, la Cepal cree que el PIB del país disminuirá en 2017 un 7,2%.

Brasil
El gigante sudamericano crecerá apenas el 0,4%, según la Cepal.
La cifra es pequeña, pero representa una mejora, ya que el país sumaba dos años de caídas del PIB.
Derechos de autor de la imagenMICROGENImage captionBrasil volverá a crecer tras dos años de
reducción del PIB.

El principal reto, según este organismo, está en recuperar los niveles de inversión, que continúa
disminuyendo tras los escándalos de corrupción desatados con el caso Lava Jato.

Elevar el consumo de las familias se presenta como otro desafío, ya que lleva 9 años reduciéndose.

El escenario político y el bajo crecimiento crean una incertidumbre que complica que la demanda
aumente.

Ecuador
La Cepal estima que Ecuador crecerá un 0,7% este año.

Esto representa una leve mejora respecto a 2016, cuando el PIB disminuyó en un 1,5%, y al año
anterior, cuando sólo se incrementó en un 0,2%.
El principal motivo fue, al igual que en Venezuela, la drástica reducción del precio del petróleo.

Sin embargo, los crecimientos registrados a finales de 2016 e inicios de 2017 hacen creer al
organismo que el país volverá a registrar incrementos.
Derechos de autor de la imagenRUDIMENCIALImage captionLa caída de precio del petróleo ha
afectado las economías de Ecuador y Venezuela.

La Cepal asegura en el informe que el es de esperarse que las políticas del nuevo presidente, Lenín
Moreno, "mantengan un alto grado de continuidad con las del anterior".
 Ecuador en su propio "Juego de Tronos" entre presidente, vicepresidente y expresidente
Pero la Comisión cree "probable" que el mandatario se muestre "más conciliadorhacia el sector
privado y preste más apoyo a las actividades de exportación".

Cuba
Cuba registró el año pasado una caída del PIB negativa por primera vez en dos décadas. Esta se
situó en el 0,9%.

Esto se debió a la restricción de los envíos de petróleo desde Venezuela y a las limitaciones
financieras generadas por el incumplimiento de los ingresos por exportaciones.
La Cepal, sin embargo, calcula que la economía de la isla crecerá este año aunque sólo un 1%.

El organismo señala que la recuperación de los precios internacionales del petróleo (aunque débil),
el níquel y el azúcar junto a la política fiscal den un impulso "importante" a la producción.
Además, la Comisión espera la llegada de inversión extranjera en los próximos dos años. Esta se
enfocaría en sectores como el turismo y las energías renovables.

Promociones

El Ministerio de Energía y Minas (MEM) creó el Comité de Promoción de la Inversión Privada


en Minería, cuyo objetivo es llevar adelante los proyectos de inversión privada en el
ámbito de su competencia. Según la resolución del MEM, publicada hoy, el Comité de
Promoción de la Inversión Privada en Minería será presidido por el Director General de la
Dirección General de Minería del MEM. En dicho comité también estarán la Directora
General de la Dirección General de Asuntos Ambientales Mineros y el Director General
de la General de Formalización Minera. Mientras que la Secretaría Técnica del comité
será ejercida por la Dirección de Normativa de Minería de la Dirección General de Minería.
El comité deberá instalarse en un plazo que no exceda de 10 días hábiles posteriores a
la publicación de la resolución de hoy.
© Copyright Gestion.pe – Grupo El Comercio - Todos los derechos reservados.

Proyectos

El sector minero cede protagonismo al de infraestructura.


Entre el 2017 y 2018 se proyectan 177 obras de inversión
por un monto mayor a los US$ 20,457 millones. Foto:
Andina. 554 inCompartir 0Guardar Josimar Cóndor
Jiménez josimar.condor@diariogestion.com.pe
Anticipada una ausencia de nuevos proyectos mineros, la
infraestructura y otros rubros fueron llamados a
mantener la inversión privada en el 2016. Si bien la
incertidumbre política y las trabas redujeron esa
inversión en 5.5%, lo peor ya habría pasado. Y es que,
según GRM, la CCL y otras entidades, más de 43% de
firmas elevarán su inversión; la confianza empresarial
está en su mayor nivel en 16 años y la industria
repuntará. Así, la inversión privada crecerá 5% en el
2017, despidiendo tres años de caídas, según el Banco
Central de Reserva (BCR). Gestión identificó 64 proyectos
de inversión privada con los que arranca este 2017. Para
este año, el organismo emisor proyecta un flujo de
inversión extranjera directa de US$ 5,693 millones. Para
este mismo periodo, incluyendo el aporte de empresarios
locales, se proyectan inversiones por US$ 37,000
millones, de los cuales US$ 33,000 millones son no
mineras. En esa proyección, el BCR considera la ejecución
de los principales proyectos entregados en concesión y
otras iniciativas que se concretarían con la política de
“destrabe” de inversiones por parte del Gobierno.
Grandes concesiones De los proyectos previstos para el
2017 y 2018, el 29.3% compete a la actividad minera, el
21.1% a otros sectores y el 16.8% a infraestructura. En
dicho periodo, el BCR calcula que se ejecutarán 177 obras
de inversión por un monto de US$ 20,457 millones. Como
principales concesiones en infraestructura para el 2017,
Scotiabank destaca a la Línea 2 del Metro, que elevaría su
inversión si supera el problema de disposición de
terrenos. Así, proyectó que en los próximos meses se
tendrían las condiciones para construir las primeras
cinco estaciones. Y a fines del 2017 estarían listas 11 de las
35 estaciones entre el trazo de la Línea 2 y el ramal de la
Línea 4, estimó. Para volar Otro proyecto será el
aeropuerto de Chinchero (US$ 520 millones), cuyas obras
preliminares se iniciarían en enero del 2017 luego de la
firma de la adenda para el financiamiento del Estado. De
igual manera, la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez
comenzará en el primer trimestre, tras haber superado
las trabas e interferencias que retrasaron las obras desde
el 2005, según el vicepresidente, Martín Vizcarra. En su
análisis, Scotiabank también considera al Gasoducto Sur
Peruano; sin embargo, precisa que su continuación
dependerá de la obtención de nuevos recursos para el
reinicio de obras. Además, la modernización de la
refinería de Talara, que ya tendría un avance de 50%,
continuaría si se obtienen los recursos necesarios. Para
ello, se evalúa un crédito sindicado por US$ 1,500
millones o una emisión de bonos por US$ 1,000 millones
con garantía del Estado. Por sectores Si bien la
infraestructura será el motor de la inversión privada en
el 2017, los demás sectores también acompañarán este
esfuerzo con nuevos proyectos. En esta edición, Gestión
presenta las principales inversiones anunciadas por las
empresas. En minería, continuará la ampliación de
Shougang, se iniciará la construcción de San Gabriel, y
Southern continuará la ampliación de Toquepala. En el
rubro no metálico, Unicon abriría una nueva planta y
Cementos Inka habilitaría una fábrica para concretos
preparados. En hidrocarburos, Geopark iniciará
inversiones en el lote 64 (Loreto), Gases del Pacífico y
Fenosa comienzan la distribución de gas en el norte y sur,
y La Pampilla continuará con el proceso de
modernización; mientras que en energía, REP instalará
más líneas de transmisión y subestaciones. En industria,
Lindley construirá un centro de distribución y
remodelará otro; Hayduk operará su línea de lomos de
atún, Tasa mejorará su planta de harina de pescado y
Costeño culminará la tercera ampliación de su centro de
distribución en Sullana. En retail, Wong abrirá un mall
en Santa María, Intercorp ampliará Real Plaza Cusco, y
Parque Arauco inaugurará su LifeStyle en La Molina. En
logística, Dinet y Transmeridian abrirán almacenes y
centros de distribución; y en telecomunicaciones,
Telefónica, Claro, Entel y Bitel ampliarán sus redes,
enfocándose principalmente en 4G.
© Copyright GestioLos proyectos con mayor inversión son:
Proyecto Conga: US$ 4.800 millones (Cajamarca),
Proyecto Las Bambas (Apurímac), US$ 4,200 millones,
Ampliación de Cerro Verde: US$ 4.000 millones (Arequipa),
Proyecto Quellaveco: US$ 3.300 millones (Moquegua),
Proyecto Pampa del Pongo: US$ 3.280 millones (Arequipa),
Proyecto Hierro Apurímac, US$ 2.300 millones (Apurímac),
Proyecto Galeno, US$ 2.500 millones (Cajamarca)

De Canadá provienen la inversión de 12 proyectos, del Perú son 10 proyectos, de China,


7 proyectos, de México 6, de Australia 5, de Brasil 3, de Estados Unidos 3, de Japón 3,
de Reino Unido, 2, de Suiza 2 y de Sudáfrica 1 proyecto.

Señalamos tres países Canadá quien tiene las siguientes inversiones con
la COMPAÑIA MINERA ANTAMINA S.A. realiza la Ampliación Antamina en
ANCASH, HUARI, SAN MARCOS donde se extrae cobre y zinc; con MINERA
BARRICK MISQUICHILCA S.A. realiza la Ampliación Lagunas Norte en LA
LIBERTAD, SANTIAGO DE CHUCO, QUIRUVILCA donde se extrae oro;
con INVICTA MINING CORP S.A.C. realiza Invicta en LIMA, HUAURA,
LEONCIO PRADO; con LA ARENA S.A. realiza La Arena en LA LIBERTAD,
SANCHEZ CARRION, HUAMACHUCO donde se extrae oro y cobre; con HUDBAY
MINERALS INC. realiza Constancia en CUSCO, CHUMBIVILCAS.

En el caso de Las Bambas, ante la inexistencia de una planta transformadora de minerales


y metales en esa zona del Perú, se extrae sobre todo tierra y piedras que van en grandes
barcos a Australia, Japón o Canada para ser transformadas en cobre, así como el oro va
mezclado con otros metales hasta Suiza donde es limpiado y formado en
lingotes. Southern Copper Perú produce laminas de cobre y cátodos en Perú, tiene su
planta transformadora en Perú y ampliara su producción con la inversión Tia Maria. Una
planta transformadora debe tener una proyección de trabajo mínimo de veinte años para
justificar la inversión y debe tener como mínimo dos mimas de cobre activas, ese es el
caso de Southern Cooper Perú.

Un país latinoamericano como México, con su empresa SPCC MEXICO tiene


inversiones en la Ampliación Cuajone en MOQUEGUA, MARISCAL NIETO,
TORATA, se extrae cobre; la Ampliación Fundición en MOQUEGUA, ILO,
PACOCHA, se extrae cobre; en Ampliación Toquepala en TACNA, JORGE
BASADRE, ILABAYA, se extrae cobre; en Ampliación Refinería de Ilo en
MOQUEGUA; en Los Chancas en APURIMAC, AYMARAES, POCOHUANCA, se
extrae cobre y en Tia Maria AREQUIPA, ISLAY.

Perú también invierte en la extracción minera con la SOCIEDAD MINERA EL


BROCAL S.A.A. en la Ampliación Colquijirca en PASCO, TINYAHUARCO;
con MINSUR S. A. Pucamarca en TACNA, PALCA, donde se extrae oro; con
la COMPAÑÍA DE MINAS BUENAVENTURA S.A.A. en Breapampa en
AYACUCHO, PARINACOCHAS, CHUMPI, donde se extrae oro; con la COMPAÑIA
MINERA MILPO S.A.A. en Pukaqaqa en HUANCAVELICA, HUANDO, donde se
extrae cobre; con la COMPAÑIA MINERA MILPO S.A.A. en Hilarión en ANCASH,
BOLOGNESI, HUALLANCA, donde se extrae zinc; con MINERA QUELLOPATA
S.A.C. en Inmaculada en AYACUCHO, PARINACOCHAS Y PAUCAR DEL SARA
PACAPAUSA / OYOLO, donde extrae oro; con la COMPAÑIA MINERA
VICHAYCOCHA S.A. en Rondoni en HUANUCO, AMBO, CAYNA, se extrae cobre;
y con la COMPAÑÍA MINERA ARES S.A. en Crespo en CUSCO, CHUMBIVILCAS,
SANTO TOMAS se extrae oro.

Cartera:

Hoy en día es habitual que las propuestas vayan acompañadas de la propuesta de


desarrollo social. Actualmente Las Bambas ha pasado a inversionista chinos.

La Cartera de Inversiones en Proyectos Mineros en el Perú, 2012 y 2018, asciende a una


proyección de $48.226 millones, cifra confirmada por el Ministerio de Energía y
Minas, abarca 51 proyectos mineros en diversas fases de desarrollo. De todos ellos,
44 han confirmado sus inversiones por US$ 48.226 millones y existen otros 7 proyectos
por definir sus capital.

Según datos del Ministerio de Energía y Minas


(MEM), el Perú cuenta con una cartera de 47
proyectos mineros por un valor aproximado de
US$ 46,996 millones, los cuales están en
diversas etapas. Con el objetivo de aprovechar
ese potencial de inversiones mineras es que el
Ministerio de Relaciones Exteriores, la Agencia
de Promoción de la Inversión Privada
(ProInversión) y la firma de servicios
profesionales EY elaboraron la “Guía para la
Inversión Minera en el Perú 2017/2018”, con el
objetivo de atraer mayor inversión al Perú. [
TAMBIÉN LEA Perú supera a Chile como
destino más atractivo para inversión minera en
AL ] “Pese a los logros alcanzados, existe un
enorme potencial de desarrollo minero,
producto de la favorable geología del país y de las
condiciones y oportunidades de inversión”, dijo
Marcial García, socio de Impuestos de EY Perú.
Indicó que este documento cobra mayor
importancia de cara a la participación del Perú
en el “Prospectors & Developers Association of
Canada” – PDAC, el evento de inversión minera
más grande del mundo, a llevarse a cabo del 5 al
8 de marzo del 2017 en la ciudad de Toronto
(Canadá). Con este esfuerzo, los autores de la
guía esperan lograr que proyectos significativos
como Quellaveco, Michiquillay, La Granja, entre
otros, se hagan realidad. La Guía para la
Inversión Minera en el Perú, editada en inglés,
ha sido diseñada para dotar a los inversionistas
de todas partes del mundo de la información que
requieren para tomar decisiones de inversión
para la exploración y desarrollo de nuevos
proyectos mineros en el país. García precisó que
la inversión minera en el Perú ha crecido en
267% en el período 2011-2015 respecto al
quinquenio 2006-2010 pero en la actualidad no
pasa por una buena racha, teniendo en cuenta
que en el 2016 se registraron US$ 4,251 millones,
es decir alrededor de 44% menos. [ TAMBIÉN
LEA SNMPE: Mineras peruanas están
preocupadas por el retraso de proyectos ] Y al
parecer, el panorama no es alentador para el
2017, ya que se espera que el monto de la
inversión minera caerá ligeramente a US$ 4,000
millones. Metales A nivel mundial, el Perú se
ubica entre los primeros productores de diversos
metales, como plata, zinc, plomo y oro. La
producción nacional de cobre alcanzó la cifra
record de 2.35 millones toneladas el año pasado,
situando al Perú como segundo productor
mundial de ese metal, por delante de China. La
minería fue la base del crecimiento de la
economía en el 2016, aportándole 1.9 puntos
porcentuales al PBI, que logró un avance de
3,9%, la mayor tasa de los últimos tres años.
© Copyright Gestion.pe - Grupo El Comercio -
Todos los derechos reservados.

Cartera de proyectos mineros en el Perú es de


US$ 48.832 millones
Inversiones. Los primeros que serán construidos al 2020 implican una inversión de US$ 11 mil millones y permitirán aumentar la
producción de cobre, según Peru Top Publications.

22 Sep 2017 | 6:00 h


Arequipa. Magali Arellano, gerente de Peru Top Publications.

Redacción:
Carlos Bessombes

La cartera de proyectos mineros para el periodo 2017-2019, en función a su inicio de construcción, de producción y viabilidad, con los que
cuenta el país asciende a US$ 48.832 millones.
Así lo informó Peru Top Publications en el marco del Perumín 33 Convención Minera que se realiza en esta ciudad.
PUEDES VER Un año de plazo para retiro de jabones y otros productos con triclosán y
triclocarbán
Magali Arellano, gerente de investigación y proyectos de la publicación explicó a La República que por primera vez desde que se
hace este tipo de investigaciones se creó un indicador de viabilidad de desarrollo de proyectos mineros con una metodología de semáforo.
El color verde significa que el proyecto se construirá en dos años o al 2020. En este color hay 15 proyectos que implican una inversión
de US$ 11.441 millones. Ya hubo un avance en la inversión de US$ 3.195 millones.
En este paquete, 5 son de cobre, 4 de oro, 1 de plata, 2 de hierro, 1 de zinc, 1 de estaño y 1 de fosfatos. Entre los más representativos
proyectos cupríferos están la ampliación de Toquepala (inicio en 2018), que empieza en el 2018, Ariana (en el 2020), Quellaveco, Mina
Justa, la expansión y ampliación de Toromocho.
Lo interesante de este paquete es su aporte a la producción minera. Arellano explica que, por ejemplo, solo en el caso del cobre el aporte
sería de 520 toneladas métricas finas, en oro sería de 531 mil onzas. En plata la producción adicional sería de 8,4 millones de onzas.
En la actualidad la producción nacional de cobre se ubica en 2 millones 800 toneladas métricas finas con lo que con la producción adicional
se superarían los 3 millones de toneladas métricas finas, y el Perú mantendría el segundo lugar mundial. No obstante, Arellano prevé que en
2026 la producción de cobre llegaría a los niveles de Chile que supera los 5 millones de toneladas.

Contribución al PBI

El peso del subsector minero en el Producto Bruto Interno (PBI) es de 10% en términos reales y de 14% considerando el valor agregado
en otros sectores. En tal sentido, la cartera de proyectos para los próximos dos años mantendrá el peso de la minería en la economía nacional
y su aporte al PBI sería de dos puntos porcentuales, explicó Arellano.
Añadió que una mejor contribución a la economía sería posible con el ingreso de mega proyectos como Michiquillay, Río Blanco o Las
Bambas, pero “hoy las empresas, como es el caso de Buenaventura, Hochschild o La Poderosa, tienen un crecimiento modular. Ahora no se
piensa en grandes proyectos de la nada sino crecer en el mismo proyecto que tienen a los alrededores, y lo hacen con mucha cautela. Además
hay un tema de redimensionamiento, el de las plantas concentradoras se achican un poco para empezar a producir”, detalló Arellano.

Otros colores
El semáforo amarillo, identifica a proyectos que en cuatro años iniciarán su construcción. Aquí están 13 por US$ 13.650 millones. El más
representativo es Tía María. También están los proyectos proyectos emblemáticos Fosfatos Pacífico, Magistral, Olaechea, San Gabriel, Tía
María, Anubia, Haquira, Michiquillay, entre otros que ya ejecutado US$ 87 millones de inversión.
En el tercer paquete de proyectos, semáforo rojo, se encuentran aquellos proyectos que se estiman empezarían a construirse en seis años a
más. Se trata de 16 proyectos que implican una inversión de US$ 23.739 millones, entre los cuales están Minas Conga, Santa Ana, San
Luis, Cañariaco y otros más que fueron paralizados en algún momento.❧
Datos
 Aunque la cartera de proyectos mineros del Ministerio de Energía y Minas es de US$ 53.773 millones, están ejecutadas inversiones por US$
4.941 millones, por ello la cartera neta es de US$ 48.832 millones.
 Los países de la Alianza del Pacífico tienen una cartera conjunta de proyectos que demandará US$ 252.372 millones de inversión en diez
años.
Perú y Chile tienen el 37% de cobre mundial
 Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), reveló que el Perú y Chilerepresentan el 37% de la
producción mundial de cobre.
 Respecto al Perú, cuya exportación de metales asciende a US$10.995 millones, Gobitz recordó que en la actualidad el cobre es el principal
metal exportado (62% del total) por US$6.780 millones. En tanto, para Chile, este metal representa el 84% de sus minerales exportados, por
US$13.871 millones (en total, Chile exporta minerales por un valor US$16.360 millones).
 Destacó también la importancia de México y el Perú en la exportación de plata, pues ambos representan el 38% del mercado mundial. En
tanto, resaltó la importancia de Colombia en el mercado mundial de carbón, donde ocupa la cuarta posición y cuyas exportaciones ascienden a
US$ 5.516 millones.

Você também pode gostar