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Bursitis, tendinitis y otros síndromes

reumáticos de los tejidos blandos


Causas, prevención y tratamiento

LOS SÍNDROMES DE LOS TEJIDOS BLANDOS


La bursitis y la tendinitis son dos de los trastornos más comunes también conocidos como
síndromes reumáticos de los tejidos blandos. Este tipo de síndromes producen dolor,
sensibilidad e inflamación en los tejidos y estructuras que rodean las articulaciones, tales
como los tendones, ligamentos, bursa (bolsa cerrada y llena de líquido que funciona como
superficie de amortiguación entre los músculos y los tendones o entre los músculos y los
huesos). Las áreas frecuentemente afectadas son aquellas alrededor de los hombros, los
codos, las muñecas, los dedos, las caderas, la espalda, las rodillas, los tobillos y los pies.

A menudo, los síndromes de los tejidos blandos se desarrollan como resultado de accidentes
deportivos o movimientos repetitivos. En la mayoría de los casos se presentan súbitamente,
pueden durar por días, semanas o más, y luego desaparecen después de descansar o de
recibir tratamiento. También pueden ocurrir de nuevo en el mismo lugar. Cuando se trata
apropiadamente, la mayoría de estos trastornos no resultan en daño permanente o
discapacidad.

Algunas trastornos pueden causar enrojecimiento, calor o hinchazón en el área afectada. Si se


presenta fiebre, escalofrío, enrojecimiento persistente o hinchazón, consulte a un doctor
inmediatamente para descartar la posibilidad de una infección. Las siguientes secciones
explican síndromes específicos y los síntomas asociados con cada tipo.

Bursitis
Bursitis significa inflamación de la bursa -bolsita pequeña ubicada entre el hueso y el músculo,
piel o tendón. La bursa facilita el deslizamiento entre estas estructuras. Existen varias bolsas
alrededor del cuerpo y la bursitis puede desarrollarse en cualquiera de ellas.

Bursitis subacromial: esta bolsa se encuentra justo arriba de un grupo de músculos en el


hombro llamado “manguito rotador”. La bursitis en esta área es común y se genera debido a
una lesión, artritis, compresión, uso excesivo del hombro o depósitos de calcio. Los síntomas
incluyen dolor en la parte superior del hombro o en el tercio superior del brazo y dolor severo
al mover el hombro.

Bursitis trocantérea (trocanteritis): esta bolsa se localiza sobre el hueso más prominente al
costado de la cadera. Los síntomas incluyen dolor que ocurre gradualmente al lado de la
cadera, dolor al dormir del lado afectado por la bursitis, al levantarse de un asiento bajo, el
asiento de un carro o al subir las escaleras y ocasionalmente, al caminar o correr. También
puede afectar a quienes tienen las piernas de distinta longitud, por lo regular en la pierna más
larga. Podría resultar incluso por hacer ejercicios de fortalecimiento para caderas luego de un
remplazo de cadera.

Bursitis isquial: la bursa isquial se halla debajo del hueso ubicado en los glúteos, llamado el
isquion. La inflamación puede ocurrir como consecuencia de una lesión o por sentarse
demasiado tiempo en superficies duras. Los síntomas incluyen dolor al sentarse directamente
en una superficie dura y dolor que viaja hacia la parte posterior del muslo.

Bursitis olecraniana: la hinchazón de esta bolsita ubicada abajo del codo, se debe a una
lesión, gota, artritis reumatoide, infección o por recargarse continuamente sobre los codos. Los
síntomas son inflamación dolorosa y enrojecimiento en la punta del codo.

Bursitis prepatelar (prerrotuliana): esta bolsa se encuentra bajo la piel y delante de la rótula
(hueso al frente de la rodilla). Se inflama como resultado de una infección, lesión, gota o
constante irritación al arrodillarse. Los síntomas incluyen hinchazón de la rodilla acompañada
de dolor intenso, lo que dificulta o impide ponerse de rodillas. Puede ocurrir enrojecimiento y/o
calor con infección o gota.

Bursitis infrapatelar o infrarrotuliana (rodilla de sacerdote): es un trastorno similar que


afecta la bolsa localizada justo debajo de la rótula (también llamada patela).

Bursitis anserina (o de la pata de ganso): esta bolsa se encuentra justo debajo de la rodilla
en la parte interior de la pierna. Puede irritarse en personas que trotan, en aquellas con
sobrepeso, que tengan las rodillas hacia adentro o quienes tengan osteoartritis de la rodilla.
También puede irritarse en adultos con diabetes. Entre los síntomas se cuentan dolor en la
parte interior arriba de la rodilla, dolor al dormir de lado si junta las piernas, dolor al subir
escaleras y dolor que se extiende a la parte interna, posterior del muslo.

Bursitis retrocalcánea: esta bolsa está ubicada en la parte posterior del talón, debajo del
tendón de Aquiles que conecta los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón. Los
síntomas incluyen inflamación dolorosa a los lados del talón. Esta bursitis frecuentemente
resulta de la inflamación asociada a otras formas de artritis como la espondilitis anquilosante,
la artritis reumatoide, la artritis reactiva o la artritis psoriásica. Puede ocurrir por excederse en
actividades atléticas tales como el tenis, el voleibol y el baloncesto.

Bursitis aquílea: esta bolsa también causa inflamación de la parte de atrás del talón. La
bursitis en esta área puede ocurrir como consecuencia de fricción del talón contra la parte
posterior de zapatos inadecuados. También puede darse como resultado de movimientos
repetitivos en personas que corren. La presencia de un nódulo en el área a consecuencia de
artritis reumatoide puede también causar este tipo de bursitis.
Tendinitis
La tendinitis es una inflamación o irritación del tendón, el cual es un voluminoso cordón que
conecta el músculo con el hueso. Los tendones trasmiten el poder generado por los músculos
para ayudar a mover la articulación.

Tendinitis del manguito rotador y síndrome del pellizcamiento: son cuatro los músculos
que conforman el manguito rotador. Estos músculos sirven para mover el hombro hacia
adentro y hacia fuera. La tendinitis del manguito rotador ocurre cuando el uso excesivo o una
lesión del hombro provocan que los tendones se irriten o inflamen. El síndrome del
pellizcamiento (o pinzamiento) sucede cuando los tendones se prensan entre las estructuras
involucradas en el movimiento del hombro. Los síntomas son: dolor intenso en el hombro o en
la parte superior del brazo al levantarlo y moverlo. En algunos casos, este tipo de tendinitis
puede reincidir o empeorar con el tiempo o al realizarse movimientos repetitivos.
Generalmente se pueden ejecutar actividades con los brazos y las manos con los brazos a los
costados y abajo sin causar dolor.

Tendinitis bicipital (tendinitis calcificada): el tendón bíceps se halla frente al hombro y


ayuda a flexionar el codo y el hombro hacia adelante y a girar el antebrazo. La inflamación de
este tendón puede resultar de su uso excesivo o por una lesión. Los síntomas son dolor
delante del hombro que puede irradiarse al codo y antebrazo

Tendinitis De Quervain: este trastorno afecta las muñecas y es el resultado del uso excesivo
de los tendones de los pulgares, causado muchas veces por compresión repetida del pulgar al
mover la muñeca. Puede ocurrir con actividades tales como escribir, jardinería, trabajo manual
fino o en el ensamblaje de diversos artefactos. El uso excesivo de aparatos electrónicos
pequeños como juegos de video o dispositivos para enviar mensajes puede también causar
este tipo de tendinitis. Ocurre a menudo en mujeres durante y después del embarazo. Los
síntomas son dolor e hinchazón en la muñeca del lado del pulgar, especialmente con el
movimiento del mismo.

Tendinitis aquiliana (tendinitis del talón): es la inflamación del tendón de Aquiles, que es el
tendón que conecta los músculos de la pantorrilla con el talón y ayuda a levantar el pie del
piso. Generalmente ocurre como resultado de una lesión deportiva o el uso de zapatos
inadecuados. El uso de ciertos antibióticos también puede causar tendinitis aquiliana. Los
síntomas son inflamación y rigidez de los tobillos y dolor o en la parte posterior del tobillo al
levantar los dedos o al pisar con la planta del pie, estos movimientos se hacen normalmente al
andar, por lo cual hacerlo puede volverse doloroso.
Otros síndromes reumáticos de los tejidos blandos que
afectan la parte superior del cuerpo
Dolor miofacial: el dolor miofacial ocurre en áreas de los músculos, a menudo en la espalda,
cuello y hombros. Se asocia con áreas sensibles llamadas puntos de trasmisión. El dolor
miofacial de la espalda es un dolor no punzante y continuo en los músculos de la espalda
baja, glúteos y muslos. El dolor puede presentarse tanto al mover la espalda como al
descansarla y tiende a durar por varios días.

Síndrome del túnel carpiano (disfunción del nervio medio): el síndrome del túnel carpiano
es el resultado de una compresión sobre el nervio medio que se encuentra ubicado al interior
de la muñeca. Este nervio provee de la sensación del tacto a los tres primeros dedos y parte
del dedo anular, al igual que brinda fortaleza a los músculos del pulgar. Entre las causas del
síndrome del túnel carpiano están lesión por uso repetitivo o excesivo, enfermedad de la
tiroides, diabetes, embarazo, infección, artritis reumatoide y otros tipos de artritis inflamatoria.
En muchos casos no se puede encontrar la causa subyacente al desarrollo de este síndrome.
Los síntomas son adormecimiento o cosquilleo en los dedos, inicialmente sólo por las noches
o cuando la muñeca está flexionada por mucho tiempo, sensación de hinchazón de la mano,
debilidad del pulgar al pellizcar y dolor de la mano. Se le trata mediante

Codo de tenista (epicondilitis lateral): este trastorno se caracteriza por la inflamación y dolor
de la parte del hueso que sobresale al codo, llamado epicóndilo lateral, o del tendón
subyacente. El codo de tenista acontece con el uso excesivo de los músculos de antebrazo,
que son necesarios para proveer un firme agarre al jugar tenis y otros deportes, así también
como en práctica de la jardinería o al usar herramientas que requieren su empuñamiento por
un tiempo prolongado. También puede sobrevenir por teclear y manipular el ratón de una
computadora en demasía. Bajo estos trastornos, el hueso puntiagudo ubicado en la parte
superior del codo, llamado epicóndilo lateral o su tendón, podrían hincharse y volverse
sensibles al tacto.
Entre los síntomas se cuentan dolor agudo en la parte externa del codo que puede extenderse
hacia la parte posterior del antebrazo, dolor al dar un apretón de manos, al mover los dedos, al
levantar la muñeca, al girar la perilla de una puerta o al desenroscar la tapadera de un frasco.
Codo de golfista (epicondilitis media): el codo de golfista es un trastorno similar al codo de
tenista, pero que afecta la parte interior del codo. Se debe al uso excesivo de los músculos
que sirven para cerrar los puños. Los síntomas son dolor en la parte interna del codo y al
doblar los dedos o las muñecas.

Dedo en gatillo o tenosinovitis: el engrosamiento del recubrimiento alrededor de los


tendones de los dedos puede resultar en un trastorno que generalmente se produce por uso
excesivo, artritis reumatoide o infecciones. Se siente dolor, inflamación o la presencia de
pequeñas bolitas en la palma de la mano y dolor en la coyuntura media del dedo afectado. El
dedo se puede atorar en una posición de flexo-extensión dolorosa que súbitamente se abre
como accionada por un resorte. Puede requerir de la otra mano para enderezar los dedos.
Contractura de Dupuytren: se presenta en la palma y los dedos de la mano. La piel se
vuelve más gruesa y estirada, lo cual puede ser el resultado de una lesión o del uso excesivo
de la mano. Los dedos del área afectada se encuentran en posición flexionada.
Otros síndromes reumáticos de los tejidos blandos que
afectan la parte baja del cuerpo
Síndrome del túnel tarsal: una enfermedad afín, llamada síndrome de túnel tarsal, puede
afectar el nervio tibial localizado en la parte interior de los tobillos y que proporciona sensación
del tacto a los dedos y planta del pie. La compresión del nervio tibial puede ocurrir cuando el
tobillo se fractura, debido a la artritis reumatoide o a deformidades del pie. Los síntomas
incluyen doloroso ardor en los dedos y planta del pie, habitualmente en la noche o después de
estar parado y dolor que se alivia parcialmente al mover el pie, tobillo o pierna.
Fascitis plantar: la fascitis plantar es la inflamación del tejido fibroso (fascia plantar), que
abarca la planta del pie, desde el talón hasta los dedos. El estar mucho tiempo de pie, el
correr, el pie plano, la presencia de espolón calcáneo y el peso excesivo pueden deteriorar la
fascia. Los síntomas incluyen dolor en la planta del pie al pararse y al caminar. El dolor y la
rigidez ocurren en la mañana, inmediatamente después de levantarse.

CAUSAS DE LOS SÍNDROMES DE LOS TEJIDOS BLANDOS


La bursitis, la tendinitis y otros síndromes de los tejidos blandos generalmente son el resultado
de uno o varios de los siguientes factores:
• Actividades recreativas o laborales que causan uso excesivo o daño en las articulaciones.
• Mala postura o malos hábitos al caminar.
• Tensión de los tejidos blandos debido a una articulación o hueso posicionado incorrecta o
anormalmente (como diferencias en la longitud de las piernas o artritis en una articulación).
• Artritis asociada con inflamación o pérdida de cartílago o hueso en una coyuntura.
• Enfermedades metabólicas como la diabetes.
• Consumo de ciertos antibióticos.

DIAGNÓSTICO DE LOS SÍNDROMES DE LOS TEJIDOS BLANDOS


Su doctor puede hacer un diagnóstico basado en un reconocimiento físico y su historial clínico.
Su doctor querrá saber cuándo sintió el dolor por primera vez, su intensidad y ubicación.
También le preguntará si está realizando nuevas actividades físicas o si ha incrementado el
tiempo que pasa en sus actividades cotidianas.

TRATAMIENTO
Los síndromes de los tejidos blandos como la bursitis y la tendinitis son muy comunes en
personas que son más bien sanas. Muchos de los síndromes desaparecen por sí solos con el
tiempo. En la mayoría de los casos, el médico general puede tratar este tipo de trastornos.
Algunas personas deberán atenderse con un reumatólogo (médico especialista en artritis), un
cirujano ortopédico o un fisioterapeuta para su tratamiento.

Por lo general, el tratamiento se basa en la reducción del dolor y de la inflamación, así como
en la preservación de la movilidad y el aumento de la fortaleza para prevenir la incapacidad y
recurrencia. El tratamiento de muchos trastornos de los tejidos blandos es similar, pero se
puede modificar según la enfermedad específica. Las recomendaciones de su doctor pueden
incluir una combinación de descanso, aparatos ortopédicos, aplicación de calor y frío,
medicamentos y terapia física u ocupacional. Quizá tenga que probar diversos tratamientos
hasta encontrar el que le funcione mejor. Las siguientes secciones describen los tratamientos
que le pudiera recetar su médico.

Descanso y aparatos ortopédicos


Muchas enfermedades de los tejidos blandos se deben al uso excesivo, por lo cual el primer
tratamiento puede ser reposo del área afectada o evitar alguna actividad particular por un
tiempo. El descanso permite que el área lesionada o inflamada sane.

Los aparatos ortopédicos permiten que el área en particular descanse hasta que el dolor cese.
Las tablillas se usan para auxiliar al codo de tenista y el de golfista, la tendinitis De Quervain,
la tendinitis aquiliana y el síndrome del túnel carpiano. Estos artefactos no deben usarse
indefinidamente porque pueden resultar en limitaciones de movimiento y de fuerza. Pregúntele
a su médico por cuánto tiempo y qué tan seguido debe usar estos aparatos.

Frío
Las compresas frías pueden ayudarle a reducir la inflamación inicial y el dolor concomitante de
estas enfermedades. La terapia fría es generalmente más efectiva durante las primeras 48
horas después de producida la lesión o iniciada la inflamación, pero puede prolongar su uso si
esto le ayuda. Entre los lineamientos para la terapia de frío están:
• Use una bolsa de gel fría, una bolsa con hielo o hasta un paquete de verduras congeladas.
• Envuelva el paquete en una toalla si el frío le causa dolor.
• Ponga el paquete sobre el área afectada unos 15 minutos o hasta que el área se sienta
entumecida. Va a percibir un dolor leve, una sensación de hormigueo o ardor antes de que el
área empiece a entumecerse. No lo deje sobre la piel demasiado tiempo porque puede
provocarse quemaduras debido al frío, especialmente en niños y en ancianos.
• Aplíquelo tres o cuatro veces al día.
• Frote un cubo de hielo sobre áreas adoloridas más pequeñas por cinco a diez minutos.
Calor
Después de 48 horas de la lesión o para el tratamiento de dolor crónico (a largo plazo), puede
que el calor, seco o húmedo, le sea más benéfico que las compresas frías. Siga los siguientes
consejos:
• Utilice un paquete caliente, una bolsa eléctrica caliente (que tenga preferiblemente un botón
para controlar el tiempo) o una toalla húmeda calentada en el microondas (asegúrese de que
no esté tan caliente como para causarle quemaduras, especialmente en ancianos y en niños).
• Coloque el paquete caliente sobre el área afectada de 15-20 minutos, tres o cuatro veces al
día.
• Jamás use cremas analgésicas o pomadas con las bolsas calientes porque la combinación
puede quemarle la piel seriamente.
• Tome un baño o una ducha caliente.

Medicamentos
Su médico puede recetarle fármacos o sugerirle que pruebe diversas medicinas sin receta (de
venta libre) para ayudarle a aliviar el dolor o la inflamación. Los siguientes medicamentos se
usan comúnmente para tratar los síndromes de los tejidos blandos.

Fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE) reducen la inflamación y el dolor. Hay


diferentes clases de AINE, como aspirina, ibuprofeno, naproxeno, nabumetona y ketoprofeno.
Estos fármacos se pueden conseguir con o sin receta.
Los efectos secundarios de los AINE son acidez estomacal, náuseas, diarrea, susceptibilidad
al sangrado o presencia de hematomas y mareos. Efectos más severos incluyen úlceras,
disminución de la función renal, sangrado gastrointestinal, inflamación del hígado, paro
cardíaco o accidente cerebrovascular.
Su doctor determinará el tratamiento apropiado para su enfermedad basado en factores tales
como su edad, otros problemas médicos, hábitos diarios, otras medicinas que esté
consumiendo, efectos adversos a los ANIE que haya presentado y el costo del fármaco. Quizá
tenga que probar diversos AINE antes de hallar el que le funcione mejor.
La mayoría de las personas con síndromes de los tejidos blandos no necesitan un tratamiento
largo con estos antiinflamatorios porque el trastorno generalmente dura solo unas semanas.

Los corticosteroides (llamados también glucocorticoides) son formas sintéticas de la


hormona cortisol, que se encuentra normalmente en el cuerpo. Estos medicamentos reducen
la inflamación con gran efectividad. Algunos de los síndromes reumáticos de los tejidos
blandos se pueden tratar mediante inyecciones de corticosteroides en la bolsa, la articulación
o el tendón para reducir la inflamación y el dolor. Estas inyecciones típicamente se usan si los
AINE u otras terapias (como la física u ocupacional) no surten efecto después de tres a cuatro
semanas de tratamiento. (Los corticosteroides en forma de píldora no se emplean para este
tipo de enfermedades). Los síntomas pueden disminuir o desparecer en varios días
posteriores a la inyección. Los riesgos de estas inyecciones pueden ser sangrado, infección,
ruptura del tendón o atrofia de la piel. Estas inyecciones no se recomiendan con frecuencia en
la misma área.

Terapia física
Su doctor puede remitirle a un fisioterapeuta, quien puede brindarle la siguiente ayuda:
• Tratamientos de calor y frío incluyendo terapia con ultrasonido (ondas sonoras) y terapia
acuática.
• Movimiento del tejido suave o de la articulación.
• Aparatos ortóticos o para aliviar la presión en brazos y piernas.
• Un programa de ejercicio personalizado.
• Análisis de su postura y de la manera cómo camina.
• Educación en el tema de actividad y descanso así como actividades apropiadas para facilitar
la curación.

Terapia ocupacional
Los terapeutas ocupacionales pueden identificar modificaciones en las actividades cotidianas
y hábitos de trabajo para prevenir la repetición de lesiones. Estos terapeutas pueden también
crear tablillas para las manos y muñecas y sugerirle aparatos de asistencia para sus
actividades diarias. También puede ser necesario que se realice un asesoramiento
ergonómico para reducir el estrés de posturas inadecuadas o en ciertas posiciones en
ambientes laborales.

Cirugía
En raras ocasiones se requiere de cirugía para tratar la mayoría de estos trastornos. Sin
embargo, puede necesitar cirugía si los problemas persisten y otros tratamientos no alivian los
síntomas. El caso más común en que se recurre a la cirugía es el síndrome de túnel carpiano
reacio al tratamiento.

PREVENCIÓN
Dado que muchos desórdenes de los tejidos blandos se deben a uso excesivo, el mejor
tratamiento es la prevención. Es importante evitar o modificar las actividades que causan el
problema. Se deben corregir trastornos desencadenantes como diferencias en la longitud de
las piernas, mala postura, desequilibrios en la fortaleza de los músculos, o técnica incorrecta
en la ejecución de deportes o trabajo.
Esté consciente del uso excesivo o daño durante sus actividades cotidianas y cambie sus
hábitos para evitar problemas. A continuación se dan algunas ideas para proteger su cuerpo y
prevenir problemas futuros.

Protección de hombros
* Evite actividades que requieran que se estire por encima de la cabeza por periodos largos.
* No mueva los hombros repetidamente por mucho tiempo (como al pintar, usar la aspiradora
o hacer lagartijas).
* Efectúe ejercicios de amplitud de movimiento para mantener la fortaleza y flexibilidad.

Protección de codos
* No tome herramientas o lápices con mucha fuerza.
* No empuñe las manos.
* Evite movimientos repetitivos de las manos y los dedos.
* No se recargue en los codos y evite golpearlos.
* Use una banda elástica (tipo codo de tenista) durante la actividad física.
* Estírese con regularidad.

Protección de muñecas y manos


* Evite repetir los mismos movimientos de la mano por periodos prolongados.
* Use el antebrazo o el brazo entero en vez de sólo la muñeca o la mano.
* Tome descansos frecuentes de actividades manuales y escritura.
* Agrande los mangos de las herramientas, utensilios, lápices y plumas con cinta u otro
material para que no los sostenga muy apretadamente.
* Cargue objetos con las palmas abiertas y planas.
* Tenga cuidado al usar almohadillas para descansar las muñecas con teclados de
computadoras. Pudiera colocar las manos y muñecas en posiciones que lesionen estas
últimas.
* Estírese a menudo.

Protección de rodillas
* Use rodilleras cuando haga labores de jardinería o se arrodille en el suelo.
* Realice diariamente ejercicios de fortalecimiento para los muslos. Músculos fuertes en los
muslos (cuádriceps) brindan apoyo adicional a sus rodillas.
* No permanezca sentado por periodos de tiempo prolongados, levántese y camine cada 20 a
30 min.
* Efectúe los ejercicios apropiados de calentamiento antes de hacer ejercicio o deportes.
* Gire el cuerpo completo en vez de doblar sólo el tronco desde la cintura.
* Limite el subir escaleras lo más que pueda.

Protección de caderas
* Cuando levante objetos, flexione las rodillas en vez de la espalda o caderas.
* Siéntese en sillas acolchonadas.
*No permanezca sentado por demasiado tiempo. Levántese y camine cada 20 a 30 min.
* Obtenga el calzado adecuado si hay diferencia en la longitud de sus piernas.

Protección de tobillos y pies


* Use zapatos para caminar o trotar que le brinden buen soporte. Los zapatos con empeine
alto son convenientes para las personas con problemas de los tobillos.
* Lleve plantillas o taloneras en los zapatos según le recomiende su doctor.
* Haga ejercicio en superficies planas y niveladas.

Osteoartritis
Prevención causas y tratamientos

¿Qué es la osteoartritis?
La osteoartritis (OA) también conocida como enfermedad articular degenerativa, artrosis, o artritis
hipertrófica, es la forma más común de artritis. Cuando afecta una articulación, ocurren cambios en el
cartílago, los huesos, el fluido y el tejido que recubre las articulaciones. Estos cambios resultan en dolor,
rigidez, hinchazón y dificultad para usar las articulaciones.
La OA puede manifestarse en cualquier articulación, pero ocurre con más frecuencia en las rodillas, las
caderas, la zona lumbar y el cuello, las pequeñas articulaciones de las manos y la base del dedo gordo de
la mano y del pie, aunque también puede presentarse en hombros y la articulación temporomandibular
(quijada). Rara vez afecta otras articulaciones, excepto como resultado de lesiones o de esfuerzos
excesivos.
Casi 27 millones de personas en los Estados Unidos tienen OA, sin embargo, no todas ellas presentan
síntomas en las articulaciones debido a ésta. La OA puede ser seria, pero los síntomas se pueden
disminuir si se tratan eficazmente. Es importante que vea al médico para obtener el diagnóstico correcto
y el plan de tratamiento. Comunicarse abiertamente con su doctor y el personal de salud puede ayudarle
a diseñar el tratamiento más adecuado para usted. Antes de acudir con el médico y entre consultas,
mantenga un diario de salud para que esté preparado para hablar de cualquier dolor articular, reacción a
fármacos, dosis y el éxito de su plan de tratamiento con su doctor y los demás miembros de su equipo de
salud.

¿QUÉ SUCEDE EN LA OSTEOARTRITIS?


En las articulaciones normales, una sustancia firme y elástica llamada cartílago recubre el extremo de
cada hueso. El cartílago brinda una superficie lisa y resbaladiza que facilita el movimiento de las
articulaciones y actúa como un cojín entre los huesos. En la OA, el cartílago entre las articulaciones se
destruye y ocasiona síntomas como dolor e hinchazón, además de dificultades para mover la
articulación.
El desgaste del cartílago sobreviene en varias etapas en la OA:
* El cartílago pierde su elasticidad y es más propenso a daños debido a lesiones o uso excesivo. El
momento en que ocurren estos cambios y la gravedad con la que se producen también se ven
influenciados por la herencia, trauma a la articulación y otros factores como la edad.
* A medida que el cartílago se desgasta, ocurren cambios en el hueso subyacente. Se desarrollan
crecimientos óseos llamados espolones en la superficie del hueso cerca de la articulación, que se pueden
observar mediante rayos X.
* Pedacitos de hueso o cartílago pueden flotar libres en el espacio de la articulación.
* Finalmente, la membrana que reviste la articulación (el sinovio) se inflama por el desgaste del
cartílago. Junto con esta inflamación, se generan citocinas (proteínas que causan inflamación) y enzimas
que pueden provocar mayores daños al cartílago. Además del desgaste del cartílago y cambios óseos, el
fluido articular, llamado fluido sinovial, puede desempeñar un papel en la OA. En las articulaciones, el
fluido sinovial lubrica la articulación y se necesita para su movimiento. Este fluido se compone
principalmente de una sustancia llamada ácido hialurónico. En la OA, puede haber más de esta sustancia
que lo habitual. Sin embargo, su calidad no es tan buena, lo cual puede disminuir su función protectora.

SÍNTOMAS
Por lo general, las articulaciones afectadas por OA duelen o se sienten rígidas durante o después de su
uso. La rigidez después de períodos de inactividad también es común. Es probable que se le haga difícil
mover la articulación afectada acabando de levantarse por la mañana pero después de moverla unos
minutos, puede sentirse mejor. Más tarde, puede dolerle después de utilizarla.
No obstante, es importante moverse aunque tenga OA. Si no se mueve y hace ejercicio, los músculos
que rodean la articulación en cuestión se debilitaran y reducirán en tamaño. Los músculos débiles quizá
no puedan sostener por completo la articulación. Esto puede causar más dolor articular. Tal vez perciba
alguna dificultad para caminar, ejecutar ciertas tareas, y mantener una buena postura. A esto se le conoce
como movilidad limitada. Dolor durante el reposo puede indicar que la enfermedad está empeorando.

La bursitis trocantérica a menudo se confunde con la artritis de la cadera. La bursitis es la


inflamación o irritación de la bursa, pequeña bolsita llena de fluido que se ubica entre el hueso y el
músculo. La bursa trocantérica está sobre el hueso promimente del lado de la cadera. Aunque puede
tener artritis de la cadera y bursitis trocantérica, la bursitis es más común.
OA DE LAS CADERAS
Si presenta OA en la cadera, en general, el dolor quizá no sea en la cadera misma. Es posible que el
dolor se refleje en la ingle, glúteos, o en el interior de la rodilla o muslo aunque sea la cadera la causante
del dolor. La OA de cadera puede hacerle cojear cuando camina. También podría dificultarle la
ejecución de acciones cotidianas como ponerse calcetines y zapatos, y entrar y salir de automóviles.

OA DE LAS RODILLAS
Puede que sienta dolor al mover la rodilla. También es posible que perciba una sensación “áspera” o de
“agarre” en la rodilla al moverla. Puede resultarle doloroso subir o bajar escaleras o incorporarse de una
silla, especialmente después de permanecer sentado por mucho tiempo. Si el dolor le impide mover o
usar la pierna, los músculos grandes que rodean la zona se debilitarán.

OA DE LOS DEDOS DE LA MANO


La OA en las articulaciones de los dedos de la mano puede producir dolor, hinchazón y, con el tiempo,
la formación de brotes óseos (espolones) en las orillas de estas articulaciones. Esto hace que las
articulaciones de los dedos le duelan y parezcan más gruesas. Si los espolones se forman en las
articulaciones del extremo de los dedos, se les llama nódulos de Heberden. Si aparecen en las
articulaciones del centro de los dedos, se les llama nódulos de Bouchard.
Es posible que observe enrojecimiento, hinchazón, sensibilidad al tacto y dolor en la articulación
afectada, especialmente durante la etapa inicial de la OA mientras se están formando estos nódulos. Las
actividades que requieren movimientos finos de sus dedos, como pellizcar, puede resultar complicadas.
OA DE LOS PIES
Si la OA se manifiesta en los pies, posiblemente note dolor y sensibilidad al tacto en la articulación
grande que se encuentra en la base del dedo gordo. Calzar zapatos apretados o tacones altos puede
empeorar el dolor.

OA DE LA COLUMNA VERTEBRAL
El desgaste crónico de discos de la columna vertebral y el brote óseo que esto conlleva puede producir
rigidez y dolor en el cuello y la zona lumbar. Además, podría ejercer presión adicional sobre los nervios
de la columna. A esto se le conoce comúnmente como contractura y puede causar dolor en cuello,
hombro, brazo, zona lumbar de la espalda o hasta en las piernas. En la OA, la presión en la columna
vertebral o en los nervios que salen de la médula espinal se pueden manifestar como debilidad o
entumecimiento en brazos o piernas.
INCIDENCIA
Uno de cuatro adultos desarrollará síntomas de OA de cadera al llegar a los 85 años.

Uno de cada dos adultos presentará manifestaciones de OA de rodilla durante su vida.

Uno de cada 12 adultos de 60 años o más tiene OA de la mano.

Más del 80% de las personas mayores de 55 años mostrarán señales de OA en radiografías.

Diferencias entre la osteoartritis y otras formas de artritis


Algunas personas confunden la OA con la artritis reumatoide (AR). Como podrá apreciar a
continuación, éstas son enfermedades muy distintas. No obstante, ciertos individuos pueden tener OA y
AR al mismo tiempo.

Es posible también que algunos confundan la OA con la osteoporosis. Ambas enfermedades se centran
en problemas con los huesos (literalmente, osteo significa hueso), pero no son iguales. La osteoporosis
hace que los huesos pierdan masa y se vuelvan quebradizos, lo que puede ocasionar fracturas dolorosas.
Osteoartritis:
• Por lo general comienza después de los 40 años.
• La presentan aproximadamente 27 millones de adultos en este país.
• Suele desarrollarse lentamente a lo largo de muchos años.
• Afecta pocas articulaciones y puede presentarse en ambos lados del cuerpo.
• El enrojecimiento, calor e hinchazón suelen ser mínimos. La rigidez matinal es frecuente y puede ser
severa, pero breve (menos de 30 minutos).
• Típicamente se manifiesta en ciertas articulaciones, como manos, caderas, rodillas y columna vertebral.
En raras ocasiones se presenta en muñecas, codos o tobillos, excepto luego de una lesión.
• No produce malestar general o sensación de estar enfermo.
Artritis reumatoide:
• Suele comenzar entre los 40 y los 60 años.
• La presentan aproximadamente1.5 millones de adultos en este país.
• Puede desarrollarse súbitamente, en semanas o meses.
• Normalmente afecta muchas articulaciones, pero a menudo comienza en las articulaciones pequeñas en
ambos lados del cuerpo.
• Causa enrojecimiento, calor, hinchazón y rigidez matinal en las articulaciones que con frecuencia dura
horas.
• Afecta muchas articulaciones, incluyendo muñecas, codos, hombros, caderas, rodillas y tobillos.
• Suele causar una sensación general de enfermedad y fatiga, así como pérdida de peso.

¿CUÁL ES LA CAUSA DE LA OSTEOARTRITIS?


Todavía se desconoce la causa de la OA. Sin embargo, las investigaciones realizadas han demostrado
que existen varios factores que aumentan el riesgo de desarrollar OA. Entre dichos factores se incluyen:
la herencia, el sobrepeso, lesiones de las articulaciones, uso excesivo repetido de ciertas articulaciones
durante ciertas actividades ocupacionales o actividad física extrema, lesiones de los nervios, debilidad
muscular, envejecimiento y meniscectomía (remoción del tejido del menisco de la rodilla). Para ayudar a
conservar sanas sus articulaciones, disminuir o prevenir el dolor tanto como sea posible, y preservar su
independencia, es importante mantener la fortaleza muscular y un peso saludable.
Herencia
En algunas familias, la OA puede ser heredada de una generación a otra. Puede deberse a genes que
forman articulaciones con cartílago y huesos anormales o como resultado de características hereditarias
que afectan la forma y estabilidad de la articulación.
Quienes que nacieron con articulaciones que no encajan de manera exacta, (tal como piernas arqueadas),
podrían ser más propensos a desarrollar OA. Los que nacen con hiperlaxitud articular (articulaciones
demasiado flexibles) también pueden ser mas propensos a desarrollar OA.

Obesidad
Los estudios revelan que la obesidad incrementa el riesgo de OA en la rodilla. Por lo tanto, evitar el
aumento excesivo de peso a medida que pasan los años o perder el exceso de peso podría ayudar a
retrasar el avance la OA de la rodilla.
Debilidad muscular
Al menos un estudio han comprobado que las mujeres con músculos débiles en las rodillas podrían ser
más propensas a desarrollar OA de la rodilla que las que no presentan debilidad muscular. Sus músculos
pueden debilitarse cuando no los usa o si lleva una vida sedentaria. Los ejercicios de fortalecimiento y
acondicionamiento para los músculos de la rodilla y cadera continuos son importantes para todas las
personas, tengan o no OA. Estos ejercicio pueden ayudar a prevenir algunas de las consecuencias
negativas de la OA como dolor, al fortalecer los músculos que rodean las articulaciones y ayudar a
estabilizarlos. Si sus rodillas están desalineadas, debería solicitar a un especialista de rehabilitación,
como a un terapeuta físico u ocupacional, los mejores ejercicios para fortalecer los músculos y ejercicios
de acondicionamiento para mejorar el funcionamiento de sus rodillas.
Lesión o uso excesivo (ocupacional)
Algunas personas desarrollan OA en ciertas articulaciones debido a lesiones o uso excesivo. Un historial
de lesiones de rodilla o cadera aumenta su riesgo de que desarrolle OA en dichas articulaciones. Por
ejemplo, las lesiones ocurridas a edad mucho más temprana pueden aumentar el riesgo de OA. Para
prevenir la OA es importante evitar un trauma en una articulación y buscar ayuda médica
inmediatamente después de una lesión. Las articulaciones que se utilizan repetidas veces en ciertos
trabajos podrían desarrollar OA. Afortunadamente, existen métodos para modificar estas labores con el
fin de prevenir daños en las articulaciones debido al uso excesivo.
Envejecimiento
La frecuencia de OA aumenta con la edad,y es más común en las personas mayores de 65. La OA afecta
a hombres y mujeres. Hasta los 50 años, la OA es más común en hombres. Después de esta edad, es más
común en las mujeres.
¿PUEDE PREVENIRSE LA OSTEOARTRITIS?
Los médicos creen que algunas personas pueden disminuir su riesgo de desarrollar OA o retrasarla
siguiendo estos pasos:
• Mantener un peso corporal saludable o adelgazar.
• Participar en actividades físicas de manera regular.
• Evitar lesiones a las articulaciones.
• Adaptar los trabajos que requieran flexionar las rodillas o cargar peso.
Aunque la incidencia de OA alcanza su máximo alrededor de los 45 años, más y más jóvenes están
desarrollando el padecimiento. En ciertos casos, la OA resulta de lesiones deportivas de la infancia que
se manifiestan aproximadamente una década más tarde. Los niños con trastornos congénitos también
pueden presentar OA prematuramente. Las investigaciones muestran que los jóvenes que trabajan en el
ejército también pueden ser más propensos a la enfermedad.

CONSEJOS PARA PROTEGER LAS ARTICULACIONES


Use las articulaciones grandes para levantar objetos pesados. Cuando cargue o levante algo, emplee
los músculos y las articulaciones más grandes y fuertes a modo evitar dañar las pequeñas.
Tómese su tiempo. Alterne periodos de actividad intensa con periodos de descanso.
Asuma una buena postura. Párese y siéntese derecho para proteger las articulaciones del cuello,
espalda, caderas y rodillas.
Cambie de posición. Cambiar su posición con regularidad le ayudará a disminuir la rigidez de las
articulaciones.
Escuche a su cuerpo. Un aumento de dolor o hinchazón luego de un ejercicio o actividad física puede
indicar que sobrecargó las articulaciones. La siguiente vez haga menos y tome más descansos. No ignore
el dolor que persiste o es mayor que el habitual.
Diversifique la rutina. Para seguir moviéndose, mantenerse fuerte y evitar lesiones, no ejecute la misma
actividad física todos los días.
Empiece gradualmente. Cuando inicie una actividad nueva, realícela poco a poco hasta que sepa cómo
reacciona su cuerpo.
Pida ayuda. No intente efectuar una labor que sea demasiado pesada como para emprenderla solo.
Consiga un par de manos que le ayuden.
Lleve protección. Cuando juegue fútbol, patine o practique otro deporte, póngase ropa y protección
adecuadas. Escoja lugares seguros y bien iluminados para evitar resbalarse y dañarse los tobillos.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?
Es posible que su doctor de cabecera le haga el diagnóstico de artritis. Es importante consultar con un
reumatólogo, médico especializado en artritis y enfermedades como la OA y la AR. El doctor
diagnostica la OA basándose en su historial clínico y en un examen físico. Puede que el médico le
recomiende procedimientos adicionales, tales como radiografías, que ayudarán a confirmar el
diagnóstico, descartar otras causas de dolor y determinar la magnitud del daño ocurrido en las
articulaciones. La aspiración articular, un procedimiento a través del cual se extrae y se examina el
líquido de las articulaciones en cuestión, podría utilizarse también a fin de descartar otras formas de
artritis.
¿CÓMO SE PUEDE CONTROLAR?
Un buen programa de tratamiento puede ayudarle a disminuir el dolor y otros síntomas, mejorar el
movimiento y funcionalidad articular, mantener un peso saludable o adelgazar si tiene exceso de peso y
facilitarle las tareas diarias y aumentar su calidad de vida.
Su programa de tratamiento se basará en el avance de su enfermedad, las articulaciones afectadas, sus
síntomas y otros problemas médicos. También deberán tomarse en consideración su edad, ocupación y
sus actividades cotidianas.

Su tratamiento seguramente incluirá muchas cosas que puede hacer por sí mismo para controlar su OA.
Deberá colaborar conjuntamente con doctor y otros miembros de su equipo médico para asegurarse de
que su programa atienda a sus necesidades.

Un plan puede incluir una combinación de terapia física y/u ocupacional, actividad física regular, control
de peso si tiene sobrepeso, y medicamentos. Cuando estas medidas no funcionan, se podría considerar la
intervención quirúrgica en ciertas articulaciones, como caderas o rodillas.
Beneficios del ejercicio como parte del tratamiento de la OA
La actividad física regular puede:
 Hacerle sentir mejor al liberar sustancias químicas que reducen el dolor y aumentan la sensación de
bienestar.

 Ayudarle a conciliar el sueño y aumentar su energía.

 Relajar las articulaciones rígidas y mantenerlas en movimiento.

 Fortalecer y estirar los músculos que ayudan a soportar y mover las articulaciones.

 Mejorar su condición física en general.

 Fortalecer el corazón y los pulmones.

 Alcanzar y conservar un peso adecuado.

El papel de la actividad física


Una de las mejores cosas que puede hacer para su OA es sencillamente moverse. Pudiera parecer
contradictorio, especialmente cuando le duele el cuerpo, pero moverse es verdaderamente la mejor
medicina para el dolor. A diferencia de otras enfermedades, el ejercicio se considera parte del
tratamiento para la OA, quizá la parte más efectiva del tratamiento, y no solo una forma de lidiar con la
enfermedad. El Colegio Americano de Reumatología recomienda el ejercicio, particularmente el
ejercicio acuático, en sus lineamientos para tratar la OA de rodilla y de cadera.
De hecho, las investigaciones muestran que el ejercicio puede realmente afectar el curso de la OA. Tras
revisar varios estudios de OA de rodilla se le halló asociado a una mayor cantidad de cartílago en la
rodilla y menos defectos del cartílago. Otro estudio descubrió un incremento de actividad
antiinflamatoria en la articulación de la rodilla en mujeres con OA de rodilla inmediatamente después de
ejecutar ejercicios intensos de fortalecimiento de los muslos.

Por supuesto, deberá hablar con su médico antes de iniciar un programa de ejercicios. Así se le harán
recomendaciones sobre qué es lo mejor para usted y le podrían diseñar un plan fácil de seguir. Debe
tratar de hacer tres tipos de actividad física con regularidad:

Estiramiento
Los estiramientos lentos y suaves pueden ayudarle a prevenir la rigidez de las articulaciones y hacer que
le sea más fácil comenzar a moverse por la mañana. Yoga y tai chi pueden ser útiles para las personas
con artritis. Este tipo de ejercicios puede mejorar la flexibilidad, aumentar la fuerza muscular y ayudarle
a relajarse. Hable con su doctor antes de iniciar un programa de ejercicios.
Su médico o terapeuta físico u ocupacional puede enseñarle unos estiramientos para hacer en casa.
También, en ciertas comunidades, la Arthritis Foundation ofrece clases de tai chi para personas con
artritis. Además, contamos con el DVD Tai Chi for Arthritis (en inglés), que puede adquirir en nuestro
sitio www.arthritis.org o llamando al 800-283-7800.
Actividad aeróbica
Realizar actividades físicas de forma habitual es sumamente importante si se desea tener éxito en
controlar los síntomas y efectos negativos de la OA. El ejercicio aeróbico es una actividad que acelera el
ritmo cardiaco al fortalecer el corazón y los pulmones. Los ejercicios acuáticos, caminar y montar en
bicicleta estacionaria causan menos tensión sobre las articulaciones que otros tipos de ejercicios y son
buenos para su condición física general.

Ejercicios de fortalecimiento
Son importantes también los ejercicios que fortalecen y/o acrecientan la resistencia de los músculos que
rodean las articulaciones afectadas. Cuando los múscilos que rodean una articulación se debilitan, la
articulaciónpierde su capacidad de funcionar adecuadamente. Pida que los integrantes de su equipo
médico le ayuden a diseñar un programa que se adapte a sus necesidades específicas.
La Arthritis Foundation ofrece clases de ejercicios en tierra y de ejercicios acuáticos. Para mayor
información, comuníquese con su oficina local. Alternativamente, puede seguir una clase desde su hogar
mirando el DVD de la Arthritis Foundation Take Control With Exercise (en inglés).
Ejercicios de flexibilidad y equilibrio
Para ayudar a prevenir caídas, trate de hacer ejercicios suaves de elasticidad o flexibilidad diariamente.
Cuando realice ejercicios de fortalecimiento muscular, debe añadir algunos estiramientos; siempre estire
los músculos cuando se encuentren calientes para minimizar lesiones. Finalmente, agregue ejercicios
para mejorar el equilibrio, reduciendo así su riesgo a caídas. El Tai chi o el yoga son buenas opciones,
caminar hacia atrás o pararse en un pie sirven para practicar el equilibrio.
Puntos clave para mantenerse activo
 Mantenga una actitud positiva.
 Incorpore el ejercicio como parte de su rutina diaria.

 Fíjese metas realistas que concuerden con su nivel de condición física y estilo de vida.

 Haga menos ejercicio los días que no esté tan motivado, pero no interrumpa el hábito del ejercicio.

 Escuche a su cuerpo. Aprenda a bajar la intensidad o modificar el ejercicio según lo necesite.


¿Cuánta actividad es la adecuada para usted?
El gobierno de los EE.UU. recomienda los siguientes lineamientos:
 Dos horas y media (150 min.) semanales de actividad aeróbica de intensidad moderada.

 Hora y cuarto (75 min.) semanales de actividad aeróbica de intensidad vigorosa.

 Una combinación equivalente de actividad aeróbica de intensidad moderada y vigorosa.

 La actividad aeróbica debe efectuarse a intervalos de al menos 10 min. distribuidos a lo largo la


semana.

 Actividades de fortaleza muscular que involucren a los principales grupos de músculos, dos o tres
veces por semana.
NUTRICIÓN Y CONTROL DE PESO
Mantenerse en su peso recomendado o perder peso si éste es excesivo trae muchos beneficios, tales
como ayudar a prevenir la OA en las rodillas. Si usted ya tiene OA, perder peso o mantenerse en el peso
recomendado disminuirá el dolor al reducir la tensión sobre las articulaciones que cargan con el peso
(caderas, rodillas, espalda y pies). También le ayudará a sentirse mejor.
La investigación ha demostrado que por cada libra de más, se ejercen 4 libras adicionales de presión
sobre su rodilla. Perder tan sólo unas cuantas libras, si tiene sobrepeso, puede tener un impacto positivo.
Otro estudio encontró que perder sólo 10 a 15 libras puede disminuir el dolor en un 50%. La fórmula
para perder peso consiste en ingerir menos calorías y aumentar la actividad física. Colabore con su
personal médico a fin de encontrar el mejor programa de reducción de peso para usted.
DISPOSITIVOS DE ASISTENCIA
Los dispositivos de asistencia a menudo ayudan a aquellos que tienen dolor o cuya inestabilidad limita
su actividad física y no son elegibles para someterse a una operación, o bien desean posponerla. Estos
dispositivos de asistencia pueden auxiliar a disminuir el dolor y a mejorar su habilidad para moverse.
Soportes, férulas, entablillados y aparatos ortopédicos, son ejemplos de artefactos que brindan apoyo
externo para ayudar a estabilizar las articulaciones, darles mejor apoyo, corregir su alineación o evitar
que la articulación se deforme aún más. Algunos, como las rodilleras elásticas o de neopreno se pueden
adquirir sin necesidad de receta en farmacias y tiendas de artículos médicos. Su doctor le puede
recomendar otros dispositivos de asistencia, como abrazaderas para las rodillas, férulas y calzado
ortopédico que son hechos a la medida por un terapeuta físico, ocupacional o por un ortopedista. Se
pueden fabricar de muchos tipos de plástico, metal, cuero o espuma moldeable.

Los bastones y caminadores son dispositivos de asistencia diseñados para ayudarle a apoyar sus
articulaciones y/o dejar descansar la articulación mientras efectúa sus tareas cotidianas. Funcionan
permitiéndole eliminar algo del peso de la articulación afectada, o descargar la articulación, mientras
camina, se para o completa actividades funcionales que requieren que esté de pie o andando. Consulte
con su equipo de salud antes de emplearlos para asegurar su uso apropiado y que le queden bien.
Recuerde evitar el llevar los dispositivos de asistencia por periodos prolongados a menos que se lo
indique el doctor o terapeuta. Ello puede causar que las articulaciones que no se usan se debiliten. Deje
de emplearlos por algún tiempo y siempre úselos según sean las indicaciones.

TERAPIA FÍSICA Y OCUPACIONAL


Podría hallar que la OA limita ciertas actividades, tales como caminar, bañarse, vestirse, subir escaleras
y realizar quehaceres domésticos. Los terapeutas físicos y ocupacionales pueden ayudarle a mejorar su
capacidad para realizar dichas actividades cotidianas y controlar su OA al diseñar un programa que
puede incluir:
• mejorar el rango del movimiento de las articulaciones, su resistencia y fuerza muscular;
• proporcionar dispositivos de asistencia para facilitarle los quehaceres;
• enseñarle a utilizar correctamente la terapia de calor y frío;
• enseñarle los principios del uso adecuado de las articulaciones y la conservación de energía.
LOS PROGRAMAS DE LA ARTHRITIS FOUNDATION PUEDEN SERVIRLE
Comuníquese con su oficina local de la Arthritis Foundation al número telefónico 1-800-283-7800 o en
la página web www.arthritis.org/espanol e ingrese su código postal para informarse sobre los siguientes
programas:

PROGRAMA DE TAI CHI.- Le ayudará a reducir el dolor de la artritis y a mejorar su salud en general.
Si no puede venir a clases, siga los movimientos suaves, apropiados para todos los niveles, adquiriendo
el video del programa.

PROGRAMA CAMINE CON GUSTO.- Aprenda a adaptar un programa de caminatas a sus propias
necesidades. Incluye libro en español del mismo nombre.

PROGRAMA DE EJERCICIOS.- Alivie la rigidez y disminuya el dolor causado por la artritis, al


practicar ejercicios de bajo impacto con instructores capacitados, o realice ejercicios en casa con la
compra del DVD de ejercicios de la Arthritis Foundation.

PROGRAMA DE EJERCICIOS ACUÁTICOS.- Únase a la diversión en un programa de ejercicios de


seis a diez semanas de duración, en una piscina templada y dirigido por instructores capacitados.

Contamos con los DVD de ejercicios (en inglés): Tai Chi for Arthritis DVD Combo (Movements 1 thru
12); Take Control With Exercise; Arthritis Water Exercise y Arthritis-Friendly Yoga, cuya práctica está
diseñada especialmente para personas con artritis o problemas de las articulaciones.
Tratamientos para el dolor
Controlar el dolor es la parte más compleja del manejo de la OA. El dolor crea un círculo vicioso de
inactividad, lo que conduce a más dolor, y por ende a mayor inactividad. La naturaleza impredecible del
dolor y la fatiga que le acompaña, junto con el impacto en su habilidad de efectuar labores cotidianas,
pueden llevarle a la depresión. No obstante, los estudios demuestran que la mayoría de las personas
controlan sus síntomas de OA mediante la actividad física, la terapia física u ocupacional o alguna de las
técnicas antes mencionadas.
Sin embargo, su médico puede recomendarle medicamentos que ayuden a aliviar el dolor. Estos pueden
disminuir el dolor lo suficiente como para iniciar un programa de ejercicio. Algunos medicamentos se
toman diariamente, otros no. Su médico decidirá cuál es el mejor medicamento y dosis para usted.

Aquí se muestran los medicamentos para la OA más comunes. Hay una gama de otros medicamentos
que se están investigando para su posible uso futuro.

ANALGÉSICOS NARCÓTICOS Y NO NARCÓTICOS


Los analgésicos son medicamentos que alivian el dolor. El acetaminofeno (Tylenol) es un analgésico no
narcótico que se usa frecuentemente para aliviar el dolor. No reduce la inflamación ni la hinchazón que a
veces acompañan a la OA, pero es útil cuando el problema principal es el dolor, y es menos dañino que
los AINEs para la mayoria de la gente (ver siguiente sección). Aunque el número de efectos secundarios
potenciales debidos al acetaminofeno es pequeño, hay un riesgo de daño o insuficiencia hepática cuando
se ingieren dosis altas. No tome más de 4,000 miligramos en total al día. Lea cuidadosamente las
etiquetas de todas las medicinas que consume, ya que el acetaminofeno es un ingrediente que se añade a
muchos medicamentos de venta libre o por receta. Esto causa que algunas personas tomen dosis diarias
mayores de las necesarias. No beba alcohol cuando esté bajo el medicamento.
El Tramadol (Ultram) es un fármaco tipo narcótico que se expide con receta que puede brindar mayor
alivio del dolor que el acetaminofeno. Los analgésicos narcóticos se usan ocasionalmente para el dolor
moderado o severo. Pueden resultar en narcodependencia y tolerancia si se usan por mucho tiempo, lo
cual hace que cada vez se deba aumentar la dosis para obtener alivio. Los analgésicos narcóticos
incluyen codeína y oxicodeína. Los efectos adversos de los analgésicos narcóticos son mareo, náuseas y
estreñimiento. Los individuos con problemas de adicción a ciertas drogas o al alcohol no deben
consumirlos. Siempre infórmese con su doctor de los posibles efectos secundarios de cualquier medicamento que esté
tomando, sea de venta libre o por receta.
Precaución
Los analgésicos narcóticos son la categoría de medicamentos más ampliamente recetada del país. También son de los más
riesgosos. La tendencia a desarrollar resistencia al fármaco puede repercutir en tomar dosis más altas para conseguir el
mismo efecto, y de ahí a una posible sobredosis accidental. El riesgo de adicción es bien conocido. Los estudios han
asociado a este tipo de analgésicos con un mayor riesgo de caídas y fracturas entre los individuos de más de 65 años.
Además pueden provocar una caída de la presión sanguínea que resulta en mareos al estar de pie. Su efecto en el sistema
nervioso central puede causar mareos y problemas del equilibrio. Consecuentemente, los doctores sugieren que no se
empleen como medicamentos de primera elección para el tratamiento del dolor en las personas de la tercera edad.
LOS AINE
Los medicamentos anti-inflamatorios no esteroides (con siglas AINE), ayudan a reducir el dolor, la
rigidez y la hinchazón de las articulaciones. Además de la aspirina, el ibuprofeno (Advil) y el naproxeno
(Aleve), cuya venta no está restringida, hay muchos tipos de AINE disponibles con receta médica para
tratar la OA.
Los AINE de administración oral (por boca) podrían conllevar efectos adversos como dolor estomacal o
incluso hemorragia gastrointestinal. Si experimenta alguno de estos efectos secundarios, su doctor le
podrá prescribir otro tipo de fármaco que le ayude a reducir el riesgo de los mismos. La mayoría de los
doctores recomiendan que las personas tomen los AINE con alimentos para prevenir los síntomas
relativos a los problemas estomacales. Los AINE también presentan un riesgo cardiovascular. Cerciórese
de leer las etiquetas de los medicamentos y hablar con su médico sobre este riesgo.

Casi todos los AINE generalmente presentan efectos antiinflamatorios y analgésicos similares. No
deberá ingerir aspirina (excepto la dosis para bebés) mientras está bajo AINE o mezclar diversos AINE,
a menos que se lo aconseje su doctor.

El inhibidor COX-2 celecoxib (Celebrex), es una subcategoría de AINE que ha demostrado ser menos
dañina para el estómago. Sin embargo, conlleva riesgo de ataque cardiaco y derrame cerebral en dosis
mayores de 200 mg. diarios. Todos los AINE, incluyendo los inhibidores COX-2, poseen el riesgo de
provocar una caída de la función renal.
Es fundamental que hable con su médico sobre los beneficios potenciales y riesgos del medicamento, y
colabore con su doctor mientras lo esté tomando para que vigile qué tal le funciona. Notifique a su
doctor de cualquier interacción negativa que tenga mientras esté bajo este régimen farmacológico.

ESTEROIDES INYECTABLES
Los esteroides más comúnmente empleados en el tratamiento de la OA son los corticosteroides. Están
relacionados con la cortisona, una hormona natural del cuerpo. Pueden inyectarse en la articulación
después de una aspiración de fluido articular con el fin de aliviar el dolor y la hinchazón que se asocian
con la OA. Las inyecciones de corticosteroides en las mismas articulaciones se limitan generalmente a
tres o menos por año, debido a que las inyecciones repetidas, especialmente en articulaciones que cargan
peso tales como caderas o rodillas, pueden resultar en daños al cartílago.

ANALGÉSICOS TÓPICOS
Los analgésicos tópicos vienen en forma de cremas, geles, parches, ungüentos o aerosoles que se aplican
sobre la piel que cubre una articulación adolorida. Contienen combinaciones de salicilatos, irritantes
cutáneos y anestésicos locales para combatir el dolor. Los salicilatos funcionan mediante la estimulación
del flujo sanguíneo. Los irritantes estimulan las terminaciones nerviosas de la piel para producir
sensación de frío o calor, las cuales distraen la atención del dolor en sí.
Las sustancias tópicas para aliviar el dolor que contienen capsaicina funcionan al reducir la cantidad de
sustancia P, la cual envía señales de dolor al cerebro. No debe utilizar analgésicos tópicos con terapias
de calor. Emplearlos al mismo tiempo puede causar quemaduras y daño grave.

Suplementos nutricionales
Algunos suplementos nutricionales, tales como la glucosamina y el sulfato de condroitina, se utilizan en
el tratamiento de la OA. Ambas son sustancias naturales que se encuentran en el cartílago. Sin embargo,
la investigación no ha dejado claro si la sustancia que se halla en estos suplementos se incorpora en el
tejido del cartílago.
Algunos estudios han demostrado que estos suplementos proporcionan el mismo alivio del dolor que los
AINE en individuos con ciertos tipos de dolor de OA, mientras que otros tienen resultados variados.
Sobre todo, esta investigación aún no ha determinado el beneficio total de consumir estos suplementos.
Aunque en el país los suplementos no son un tratamiento reconocido, los doctores británicos los emplean
como segunda opción en el tratamiento de la OA de rodilla. Hable con su doctor sobre los posibles
beneficios y riesgos de tomar estos suplementos.

Terapia con ácido hialurónico


La terapia con ácido hialurónico consiste en inyectar la articulación de la rodilla con hialuronato,
sustancia que se encuentra en forma natural en el líquido de las articulaciones y que ayuda a lubricar y
amortiguar la misma. En las personas con OA de la rodilla, la inflamación hace que el hialuronano se
desgaste.
El hialuronano de sodio (Hyalgan, Supartz, Orthovisc, Euflexxa) y el hylan G-F 20 (Synvisc) son dos
tipos de terapia con ácido hialurónico aprobados por la FDA para el tratamiento de la OA de la
rodilla. Las inyecciones de hialuronano se aplican directamente en la articulación de la rodilla una vez
por semana durante un período de tres a cinco semanas, según el producto que se utilice. Los efectos
secundarios podrían incluir dolor en el lugar de la inyección. Dígale a su doctor si tiene alguna alergia a
alimentos, colorantes, conservadores o animales antes de que le pongan la inyección. No hay evidencia
convincente aún de si esta terapia cambia el curso natural de la OA o representa un beneficio en
términos de dolor.
Cirugía
La mayoría de quienes presentan OA jamás necesitarán someterse a una operación. Sin embargo, la
cirugía podría ser útil si existen grandes daños en las articulaciones, dolor persistente en las mismas y
discapacidad debido a la limitación del movimiento articular.
La artroscopía permite examinar directamente el interior de la articulación para poder determinar hasta
qué punto está dañado el cartílago, los ligamentos y otras estructuras. Además, la artroscopía puede
utilizarse también para retirar fragmentos sueltos de cartílago dañado y reparar ligamentos. Estos
procedimientos, junto con la aspiración del líquido articular realizado durante la artroscopia, puede
disminuir el dolor y mejorar la función de la rodilla.
Los transplantes de cartílago se ejecutan en personas con defectos localizados en el cartílago,
generalmente causados por una lesión. No obstante, ellos no han sido aprobados para su uso en la OA,
donde el desgaste y pérdida del cartílago es mucho más extensa.
La artroplastía consiste en reconstruir las articulaciones, o reemplazarlas. Esto se puede hacer
revistiendo las terminaciones de los huesos donde el cartílago se ha desgastado y los huesos se han
destruido. La artroplastía también se refiere al reemplazo total o parcial de la articulación, donde se saca
la articulación completa o en parte y se reemplaza con metal, cerámica y piezas plásticas.
El reemplazo total de articulaciones ha sido realizado ampliamente por muchos años, y los resultados
son excelentes, especialmente en caderas y rodillas. Otras articulaciones, como hombros, codos y
nudillos también se pueden reemplazar. Con nuevos materiales, mejores métodos quirúrgicos y una
comprensión más amplia de la articulación de reemplazo, este tipo de operación ha hecho que muchas
personas que estaban seriamente discapacitadas vuelvan a ser activas. Sin embargo, los implantes no
duran para siempre. Hable con su médico sobre cuál es el mejor momento para considerar esta opción.
La osteotomía corrige el alineamiento de un brazo o pierna al cortar y volver a colocar el hueso en una
posición mejor. La osteotomía de la tibia (espinilla) se efectúa con el fin de cambiar la posición en que
carga peso la pierna de manera que el peso recaiga sobre el cartílago sano y se reduzca el dolor de
rodilla. Esta intervención se ha vuelto mucho menos común desde el surgimiento de la cirugía de
reemplazo de articulaciones.
TRAMIENTOS NO FARMACOLÓGICOS
Además de mantenerse activo y adelgazar, puede combatir el dolor de la artritis con algunos remedios
comprobados, como los siguientes:
Tratamientos de calor y frío. En general se aplican directamente sobre la parte dolorosa, el calor puede
ser más útil para el dolor crónico y el frío para el dolor agudo. Puede emplear bolsas de verduras picadas
congeladas, que se amoldan muy bien al cuerpo o fomentos de agua caliente.
Técnicas de relajación. Entrene los músculos a que se relajen y desacelere los pensamientos con
técnicas de respiración profunda, imágenes guiadas y visualización, entre otras.
Masajes. Las investigaciones demuestran que los masajes pueden ayudar a aliviar el dolor de la artritis,
mejorar la función articular y disminuir el estrés y la ansiedad.
Acupuntura. La acupuntura es la práctica de insertar agujas finas en el cuerpo sobre puntos especiales
llamados “meridianos” para aliviar el dolor.
Actitud positiva. Diversos estudios han demostrado que una disposición positiva puede reforzar al
sistema inmunológico e incrementar la capacidad de manejar el dolor.
Comunicación continua con su equipo de salud
Hay una variedad de profesionales de la salud que desempeñan un papel activo en su cuidado. La
comunicación continua y franca con su doctor y demás personal médico puede ayudar mucho en el
control exitoso de la osteoartritis. Mantenga un diario sobre su salud. De esa manera estará preparado
para discutir con su médico asuntos tales como el dolor en las articulaciones, las reacciones a los
medicamentos y las dosis apropiadas, además del cumplimiento del tratamiento.

RE: [Biomagnetismomedico] UN CASO DE OSTEOARTRITIS DEFORMANTE En el


curso el Dr. Goiz no especificó en qué vértebras se localizaba este par, y solamente nos lo dio
como Dorsal-Lumbar, así que muchas gracias por la aclaración! Saludos, Elizabeth McGrath
jose manuel sastre reyes RE: [Biomagnetismomedico] UN CASO DE OSTEOARTRITIS
DEFORMANTE 5a dorsal-2a lumbar es el meningococo..Dios te bendice César A Jiménez
Jáuregui RE: [Biomagnetismomedico] UN CASO DE OSTEOARTRITIS DEFORMANTE
Elizabeth McGrath RE: [Biomagnetismomedico] UN CASO DE OSTEOARTRITIS
DEFORMANTE César, Dorsal-Lumbar es el meningococo. Elizabeth Mcgrath César
Alejandro Jiménez Jáuregui Re: [Biomagnetismomedico] Re: UN CASO DE OSTEOARTRITIS
DEFORMANTE Ana Lazaro: te sugiero pruebes los siguientes pare Frente de mandíbula-
ültima dorsal Dedos de la mano derecha-frente de mandíbula Rodilla der.-ortejón der. Rodilla
izq.-ortejón izq. y te sugiero checar todos los pares asociados a problemas renales, espero
que esto te funcione madegog50 Re: UN CASO DE OSTEOARTRITIS DEFORMANTE --
Querida Ana Rocio Puedes probar RECTO – DELTOIDES, CONTRACIEGO,DORSO –
LUMBAR, CUADRADO,TIROIDES – BULBO. Deseo que saques adelante a tu paciente. Dios
te ilumine, Lupita – En Biomagnetismomedico@…, Ana Rocío Lázaro Treviño RE:
[Biomagnetismomedico] UN CASO DE OSTEOARTRITIS DEFORMANTE Ana… 2a dorsal-2a
dorsal es legionella… , 2a dorsal-lumbar, no lo conocía en osteortritis  he encontrado,
ademàs de màndibula…… 5a dorsal-2a lumbar, y 4a lumbar-4a lumbar, a veces deltoides,
timo-hi, ìndice, plexo cervical, en las rodillas, n femoral, ligamento int rodilla -maleolo, rama
isquiòn, pregunta por complementos, que le falta… Dios te bendice César A Jiménez Jáuregui
Qué tal compañeros?  les escribo para comentarles un caso que tuve el día de
ayer. Es de una mujer joven de 34 años con osteoartritis deformante diagnosticada. Los
médicos le dijeron que nunca habían visto este padecimiento en una mujer de su edad porque
normalmente da a las personas de edad avanzada. Su principal problema se encuentra en las
manos, específicamente en los dedos medios y rodillas y se le estan produciendo espolones.
Este padecimiento se le detectó hace un año pero hace 15 días los síntomas se agudizaron y
la enfermedad evoluciona rápidamente. Los doctores le dijeron que en 2 años quedará
paralizada completamente. También tiene intolerancia a la lactosa y su dieta es a base de
pescado y salmón porque cualquier otra cosa que coma le produce diarrea. Le hice el
chequeo y le encontré los siguientes pare bazo-higado oido-oido estomago-suprarrenales
esófago-pleura nervio ing. der – articulaciones muñeca-muñeca occipital-occipital mandibula-
mandibula 2ª dorsal-lumbar Le impacté los pares y la programé para otra sesión la próxima
semana.  Les quería comentar este caso porque es el primero de este tipo con el que
me topo  y me ayudaría mucho si me pueden compartir experiencias o si sugieren algo
que yo haya omitido. Que tengan bonito fin de semana, reciban saludos.   Ana Lázaro
UN CASO DE OSTEOARTRITIS DEFORMANTE… avances del paciente Qué tal
compañeros? Les comento sobre el avance de la paciente. Actualmente presenta una
avanzada mejoría después de 2 sesiones. Antes del tratamiento manifestó profundo dolor en
todos los dedos de la mano (específicamente en los medios), así como en sus rodillas, sobre
todo la derecha. Tras la primer sesión manifestó que las molestias desaparecieron casi por
completo, a excepción de los dedos medios y la rodilla derecha. Y después de la segunda
sesión me comentó que tiene un leve malestar en su dedo medio derecho y poco dolor en la
rodilla derecha al subir escaleras. De sus otras molestias (diarrea y gastritis) dice que han
desaparecido por completo. De los pares que uds. tan amablemente me proporcionaron
ninguno se le manifestó en la segunda sesión salvo los que ya le había detectado, les pongo
la lista: 1ª SESION: bazo-hígado oído-oído estómago-suprarrenales esófago-pleura nerv.
inguinal der. – articulaciones muñeca-muñeca occipital-occipital mandíbula-mandíbula
2ªdorsal-lumbar 2ª SESION: bazo-higado estómago-suprarrenales nerv. inguinal der. –
articulaciones muñeca-muñeca mandíbula-mandíbula hígado-corazón (especial) corazón-
vejiga (especial) rótula-rótula Respecto a 2ªdorsal-lumbar, ese punto lo tengo en mis apuntes
como Meningococo (si se asocia con gonococo da artritis deformante) y al hacerle el rastreo
se manifestó. Ignoro si estoy en lo correcto, mil disculpas por confundirlos, si es así
humildemente acepto mi error. Les agradezco muchísimo sus comentarios y aportaciones, me
ayudaron mucho y enriquecieron mis conocimientos. Dios les bendiga. Ana

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