Buen viaje, señor presidente: Un ex-presidente viaja a
Ginebra por un dolor insoportable, cuando el médico lo
evalúa, le da dos opciones, someterse a una difícil operación o morir en poco tiempo, así sin más, el decide meditarlo caminando por las calles de Ginebra y en su paseo, conoce a Homero, un empleado de hospital que se declara su fan y que lo lleva a reflexionar acerca de su complicada situación. Dentro de sus líneas, se expone un concepto interesante acerca del oportunismo que se halla en la naturaleza humana y que no siempre implica maldad, dentro de un hombre que ayuda a otro a salir del pozo en el que está metido. Aunque no es de mi favoritos, es una belleza y no tengo nada malo que decir acerca de él.
La santa: Margarito Duarte debe desenterrar a su esposa y a
su hija, al abrir la tumba de su esposa, encuentra sus cenizas, como sucede normalmente, sin embargo, al abrir la tumba de su hija, la encuentra intacta, como si estuviera dormida, sin ningún rastro de deterioro, así que decide emprender un viaje a Roma para demostrarle al padre el milagro que ha sucedido con su hija, pero los años pasan, y a pesar de su constancia y paciencia, se atraviesan un sinfín de impedimentos que hacen que no pueda cumplir su noble misión. La impotencia de Margarito es casi palpable a través de las páginas, además, Gabo ha decidido utilizar un narrador testigo que coloca al personaje principal en otro nivel, lo realza bastante y quizá no sea ella la santa, sino él.
El avión de la bella durmiente: El protagonista (que yo
creo que es Gabo) se encuentra en un aeropuerto cuando ve pasar a la mujer más hermosa que ha visto en toda su vida, que luego comparte asiento con él. No puede estar más feliz, sin embargo, su alegría se evapora cuando se da cuenta de que su compañera pretende pasar todo el vuelo durmiendo. Éste cuento me recuerda, ahora, claro está, a Memorias de mis putas tristes, porque ambas chicas comparten esa acción de dormir y ambos protagonistas ese enamoramiento por una bella durmiente, lejana y anhelada. Gabo toma un hecho de lo más cotidiano y normal y lo convierte en algo único y trascendental en la vida de sus protagonistas, de una manera como solo él sabe hacerlo, convirtiendo algo que aparentemente no tiene importancia, en un suceso hermoso y memorable. Me alquilo para soñar: Un narrador testigo nos cuenta la historia de Frau Frida, una señora que se ganaba la vida soñando el futuro de la gente. Poco a poco, a través de los años, fue ascendiendo en la escala social, y aunque nuestro narrador se niega a creer que ella de verdad puede soñar el futuro e interpretarlo, no duda en seguir el sueño que Frau Frida ha tenido, y abandona su ciudad. quí se mezcla la relación del autor y sus personajes con la imaginación y la realidad donde se argumenta el amor y la magia que envuelven a Frau Frida y de su poder para predecir o adivinar ciertos sucesos que pueden llevar a decisiones un tanto alocadas.
Sólo vine a hablar por teléfono: María de la Cruz vuelve de
visitar a unos familiares que viven en Zaragoza en un auto alquilado, sin embargo, cuando éste se daña y gracias a un conductor consigue llegar a un edificio en el que todas las mujeres visten igual, donde siempre pide el teléfono para avisarle a su marido, que la espera en Barcelona, cómo está y dónde se encuentra. Con el tiempo, se da cuenta de que está en un manicomio y es tratada como una loca, su esposo cree que ella lo ha dejado, y cuando años después María consigue volver a hablar con él y el le dice que ella se ha vuelto loca. En éste cuento Gabo deja suelta la pregunta de quién está realmente loco, si María o la sociedad entera. La tristeza final de ella es sumamente intensa y el autor te hace sufrir como si fueras tú quien te encontraras dentro de cuatro frías paredes de un manicomio, pidiendo siempre una llamada telefónica.
Espantos de agosto: En éste corto cuento, se nos narra la
historia de cómo la familia del narrador (que no se sabe quién es) fue invitada por Miguel Otero Silva a pasar el día en su castillo, donde les cuenta una espantosa leyenda sobre el lugar que nuestro protagonista no puede sacar de su cabeza durante toda la noche. A pesar de que es un cuento que puede dar un poco de miedo, no es una historia de terror, y sin duda lo que más me ha gustado es ese escalofriante y abierto final con el que Gabo cierra ésta rara historia.
María dos Prazeres: María, una anciana que vive en
Barcelona y que fue prostituta en su juventud tiene un sueño que interpreta como que morirá antes de la próxima navidad, así que decide organizar su funeral, elegir donde será enterrada y entrena a su perro Noi para que cada domingo vaya a llorarla a su tumba. Sin embargo, poco tiempo después descubre que su destino es otro y que quizá su muerte no esté tan cerca como ella lo cree. En ésta historia, además de la trama, el autor se pasea por Barcelona, describe sus calles, sus plazas, sus sitios pintorescos y su gente, además nos habla de aprovechar y disfrutar la vida al máximo, en vez de quedarnos a la espera de la muerte y vivir con el vacío de que no aprovechamos nuestra vida.
Diecisiete ingleses envenenados: La señora Prudencia llega
a Nápoles con el sueño de confesarse ante el papa. Como el cónsul que esperaba nunca llega, decide ir a un hotel, donde entabla una interesante conversación con un cura acerca de los problemas y las costumbres italianas. La suerte y la fe son los condimentos que le dan el sabor a ésta historia, porque 17 ingleses fueron envenenados en el mismo hotel donde ella se hospedaba ¿por qué no le sucedió a ella? Cuestión de fe ¿o de suerte?
Tramontana: Una reflexión acerca de la “tramontana” que
según es un viento que puede llegar a enloquecer a la gente hasta el punto de morir. Surge de una anécdota que surge hasta en convertirse en algo realmente grande.
verano feliz de la señora Forbes: Dos hermanos sufren la
estricta dictadura de su institutriz, la señora Forbes, a quien odian y deciden envenenar colocándole sustancias peligrosas en su copa de vino. Sin duda alguna, lo mejor de todo es el misterio que rodea la rígida personalidad de la señora Forbes, porque todos somos como somos por un sinfín de cosas que no todo el mundo conoce, en compañía de la incomprensión de estos dos hermanos un tanto peculiares e inclusive malvados. La luz es como el agua: Otro cuento cortito que gira entorno a unos hermanos que le piden un barco a sus padres, para conseguirlo, se portan bien y hacen todo lo que ellos le piden, sin embargo, la extrema imaginación de los hermanos a la hora de imaginar mares de luz en su casa desemboca en la fatalidad. Sin duda alguna, una historia bastante intensa, llena de inocencia y que te transporta a esos años llenos de imaginación y nobleza que a veces desencadenaban en conclusiones fatales.
Y por último, mi favorito, como una reina del drama que
soy, el plato fuerte del libro; El rastro de tu sangre en la nieve: Nena Daconte y Billy Sánchez van a emprender su luna de miel, él le regala unas rosas en señal de felicitación y ella se corta el dedo y no puede dejar de sangrar durante todo el viaje en coche de Madrid a París, puede parecer una tontería, pero es el único cuento que me ha hecho llorar hasta más no poder, y sin duda alguna, mi favorito por mucho. Me recuerda bastante a La bella y la bestia, de Disney, sobretodo por esa lucidez, serenidad y valentía que comparten ambas protagonistas.