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El Modernismo se desarrolló, entre 1885 y 1915, supone una reacción contra el realismo
que se venía imponiendo desde mediados de siglo XIX.
Influido directamente por el Simbolismo y el Parnasianismo francés, aunque íntimamente
conectado con el Romanticismo. Lo primero que llama la atención es el lenguaje ,prosa y
verso se pueblan de cisnes, orquídeas, góndolas y princesas orientales. Hay un gusto por
las palabras extranjeras y el escapismo.
Son autores cosmopolitas, que han viajado y conocen (sobre todo literariamente) otras
culturas. Les empuja un aire de libertad que se traduce en importantes renovaciones en la
métrica (aparecen el eneasílabo, el decasílabo, el soneto alejandrino), en las figuras
retóricas (cultivo de la sinestesia, la aliteración) y en el léxico (arcaísmos, extranjerismos,
cultismos..). Hay que señalar que se deja ver el gusto por temas paganos y sensuales.
El Modernismo en castellano nace en Hispanoamérica con José Martí o José Asunción
Silva, el nicaragüense Rubén Darío es quien lo introducirá en España.Obras como “Azul”
o “Prosas profanas” causaron enorme impacto. Es importante citar a Manuel Machado
(Alma) y a Juan Ramón Jiménez (Arias tristes o La soledad sonora). Ineludibles son
también Antonio Machado o Valle-Inclán.
La generación del 98 se conoce como a un grupo de autores,que cultivaron un tipo de
literatura con algunos rasgos comunes . Hoy la crítica no los considera esencialmente
distintos con los modernistas.Preferían la palabra precisa,pero usada siempre con lirismo.
Descubrieron en el castellano, un motivo de inspiración. También compartieron una visión
pesimista de la sociedad.
Quizá fuera José Martínez Ruiz, “Azorín”, quien más contribuyera a la creación del
concepto de Generación del 98 con novelas como “La voluntad”, de 1902.
Otro autor importante fue Miguel de Unamuno. Rector de la universidad de Salamanca.En
libros como “El Cristo de Velázquez” plasma en versos algo áridos,sus inquietudes vitales,
siempre en torno a la lucha entre la fe y la razón. Más interesantes se consideraron sus
ensayos donde introducen conceptos como el de “intrahistoria”. Fueron importantes
Niebla, o San Manuel Bueno, mártir .El gran narrador, de la generación fue Pío Baroja
títulos como “La busca” o el “El árbol de la ciencia” muestran una feliz síntesis entre el
realismo al estilo de Galdós.
Antonio Machado es el mejor poeta de este grupo. Su primer libro, “Soledades”, de 1907,
respira un tono modernista.Su poesía derivó hacia temáticas menos íntimas(Campos de
Castilla).
Por último, Ramón María del Valle-Inclán fue un genial novelista y dramaturgo. Partiendo
del modernismo con sus “Sonatas”. Pero su hallazgo más feliz fue el
Esperpento,bautizado así por él.
Otros autores importantes son Ángel Ganivet, Ramiro de Maeztu o Jacinto Benavente.
Ambos, modernistas y noventayochistas.
TEMA 5: NOVENCENTISMO Y VANGUARDIAS.
Entre 1914 y la Guerra Civil alcanza su esplendor los novecentistas o Generación del 14.
Son intelectuales liberales que pretenden la modernización de la sociedad y el
acercamiento a Europa. Entre ellos están Gabriel Miró, Ramón Pérez de Ayala o
Wenceslao Fernández Flórez; los ensayistas José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón,
Manuel Azaña y Eugenio D’Ors; y el poeta Juan Ramón Jiménez.
Fue Eugenio D’Ors quien acuñó el término ¨noucentisme¨ .Las características de este
movimiento son la deshumanización del arte, la preocupación formal, el interés por la
“obra bien hecha”, y la preferencia por la cultura urbana. Se trata con un lenguaje
depurado y dirigido a un público minoritario. Los géneros preferidos serán la prosa
poética, la poesía y el ensayo.
En el ensayo destaca Ortega y Gasset, autor de La deshumanización del arte (1925)
donde se exponen las teorías estéticas.
En la NOVELA, llevan a cabo una fusión de lo narrativo y lo ensayístico y la preferencia
por la vida urbana. Destacan la novela intelectual y crítica de Ramón Pérez de Ayala
(Belarmino y Apolonio, 1921).La novela lírica, de Gabriel Miró (Nuestro padre San Daniel,
y El obispo leproso). Por otra parte, Wenceslao Fernández Flórez practica una novela
humorística (El bosque animado.)
En POESÍA, inician el camino hacia una poesía pura. Además de León Felipe, la gran
figura es Juan Ramón Jiménez. El poeta evoluciona desde la influencia de Bécquer (Arias
tristes) ,pasando por una poesía más breve y conceptual (Diario de un poeta recién
casado) y, finalmente, un lirismo con un tono más gozoso (Dios deseado y deseante).
Entre Novecentismo y vanguardias surge la figura de Ramón Gómez de la Serna.
Destaca por sus greguerías ,buscando la sorpresa y acercándose al absurdo.
Las Vanguardias europeas del período de entreguerras (Futurismo, Expresionismo,
Cubismo, Dadaísmo, Surrealismo) llegaron a España con su afán de romper con las
tradiciones. Tras una primera fase optimista y marcada por la deshumanización del arte,
se pasa por una rehumanización marcada por el Surrealismo. Después, las urgencias
políticas harán que las Vanguardias en España se vayan diluyendo. El Ultraísmo y el
Creacionismo se manifestaron sobre todo en tertulias y revistas. El primero pretendía
eliminar los sentimientos y la lógica. Su principal impulsor fue Guillermo de la Torre. El
Creacionismo, usa procedimientos similares. Influyó fuertemente en Gerardo Diego. Más
tarde se introdujo el Surrealismo ,que en España fue menos radical .Influyó en poetas del
27 como Lorca, Alberti, Cernuda y Vicente Aleixandre.
TEMA 6: LA POESÍA DE LA GENERACION DEL 27.
En la primera mitad del siglo XX ,mientras el teatro de Ibsen, Chejov o Pirandelo recibía el
aplauso del público ,en nuestro país, escritores como Unamuno o Valle-Inclán quedaron
eclipsados por otros dramaturgos
En los años del cambio de siglo los teatros españoles florecían.Los asistentes eran el
público incondicional de Echegaray.En 1905, cuando la prensa organizó un homenaje
nacional a Echegaray, un grupo de escritores como Unamuno, Azorín, Valle-Inclán,
Antonio y Manuel Machado, Villaespesa... firmó un manifiesto de protesta. Prácticamente
todos los de la lista fracasaron en su empeño de interesar al público. Tan solo Villaespesa
(con su teatro poético), Marquina (con sus dramas históricos: Las hijas del Cid o comedias
como Don Diego de noche) y los hermanos Machado (La Lola se va a los puertos)
conseguirán algún éxito. Y es que el espectáculo teatral giraba en torno al llamado teatro
de boulevard, término con el que se designaba la comedia de Benavente (La malquerida o
Los intereses creados) o al teatro de humor, en el que destaca Pedro Muñoz Seca (La
venganza de don Mendo).
Como alternativa a lo anterior triunfan las zarzuelas y el teatro de Carlos Arniches (La
señorita de Trevélez) o los hermanos Álvarez Quintero (Sangre gorda.Al mismo tiempo
existía ,el teatro de vanguardia. Un teatro sin público y sin éxito. De esta forma, surgirá
un "teatro de minorías", que vemos en Jacinto Grau (El conde Alarcos, El tercer demonio)
o Ramón Gómez de la Serna;(Los medios seres) .En esta línea del humorismo y
vanguardia e influidos por el Surrealismo estarán algunas obras de Lorca, como El
maleficio de la mariposa o El hombre deshabitado, de Alberti, pero sobre todo la
producción de Enrique Jardiel Poncela (Usted tiene ojos de mujer fatal o Cuatro
corazones con freno y marcha atrás) y Miguel Mihura, con sus Tres sombreros de copa
Aunque la dramaturgia de Valle-Inclán (junto con el teatro de Lorca) es la aventura más
apasionante del teatro español contemporáneo. Sus dramas mostraban un teatro en total
libertad con multitud de personajes, variedad de escenarios, rápidos cambios de escena.
La crítica social de su teatro se recrudece desde el desplome de la Galicia feudal que
retrata en sus Comedias Bárbaras hasta arribar en el “esperpento” en obras como Luces
de Bohemia o Los cuernos de don Friolera
El teatro de Lorca es el más destacado del siglo XX. Su relevancia e influencia es paralela
a la de su obra poética. Es un teatro poético, que gira en torno a símbolos (la sangre, el
cuchillo, la rosa), que se desarrolla en espacios míticos y que encara problemas
sustanciales. Sobre Lorca influyen también el drama modernista ( El maleficio de la
mariposa y Mariana Pineda), el teatro lopesco, el calderoniano y la tradición de los títeres.
Destacan sus personajes femeninos (Yerma es el drama de la mujer estéril),
protagonistas marginadas por una sociedad machista y patriarcal (La zapatera prodigiosa,
Doña Rosita la soltera, La casa de Bernarda Alba). Tradicionalmente se clasifica el teatro
de Lorca en tres grupos: farsas, comedias imposibles y tragedias de ambiente rural
Con el estallido de la guerra, todo ese movimiento se trunca para dar paso a un teatro al
servicio de la ideología y de la propaganda. Aun así, entre la contienda, destacan algunos
autores. Son, en la zona republicana, Manuel Altolaguirre, Max Aub o Miguel Hernández;
y en la zona nacional, José María Pemán, Eduardo Marquina o Mariano de Alarcón.
TEMA 8: LA NOVELA DEL 39 AL 75.TENDENCIAS ,AUTORES Y OBRAS.
Tras la Guerra Civil, la novela española no puede enlazar con la narrativa social de los
años 30 prohibida durante el franquismo, más que desde el exilio de Ramón J. Sender,
Max Aub, Ayala o Rosa Chacel. La novela se convierte en el vehículo de expresión. El
Realismo será el camino común seguido por los narradores de la posguerra, si bien con
diferentes variantes: la novela nacionalista,( La fiel Infantería, de Rafael García Serrano);
la novela río, ( El barco de la muerte, de Zunzunegui); o la novela humorística y fantástica
(El bosque animado de Wenceslao Fernández Flórez). También desde el Realismo,
surge una nueva narrativa que busca reflejar la experiencia traumática de la guerra: por
un lado, el exagerar el detalle repugnante y violento (Tremendismo) y, por otro, focalizar la
historia en el individuo y su soledad. La familia de Pascual Duarte, de Cela, abre el
camino del Tremendismo. Nada, de Carmen Laforet, inaugura en 1944 el Existencialismo.
A estos autores se les unen Miguel Delibes, (La sombra del ciprés es alargada) y Ana
María Matute (Los Abel). En general estos novelistas coinciden en reflejar el desolado
mundo de la posguerra desde una perspectiva pesimista
En los años 50, la novela se centra en las inquietudes sociales. Es el momento de la
novela objetivista, del que es máximo exponente Ana María Matute. La Colmena, de Cela
y La Noria, de Luis Romero. Los autores que empiezan a publicar en esa década, llevarán
al extremo la reproducción magnetofónica de la realidad (El jarama, de Sánchez Ferlosio),
a la variante de la novela-reportaje (El fulgor y la sangre, de Ignacio Aldecoa) o al
realismo crítico (Goytisolo, Martín Gaite, Juan Benet).
Hacia mediados de los sesenta, pasamos a la novela experimental. La renovación llegaría
por tres vías. Tiempo de silencio, de Luis Martín-Santos que orienta el relato desde la
subjetividad, pero que a la vez aumenta la carga crítica. Es el primer giro que luego
completarán, tenemos obras de autores surgidos en los años 40, como el San Camilo
1936, de Cela , Cinco Horas con Mario ,de Delibes y La saga fuga de J. B., de Torrente
Ballester; obras de autores de la generación del Medio Siglo (Últimas tardes con teresa,
de Juan Marsé o Señas de identidad, de Goytisolo); y obras de autores jovencísimos
como El mercurio, de Guelbenzu. La última vía es el contacto que se establece con la
literatura latinoamericana. Poco después de la aparición de Tiempo de Silencio, se
produce el Boom que llevaría a los escritores españoles a entrar en contacto con las
obras y con los autores hispanoamericanos, incitándolos hacia la experimentación y la
renovación. La Rayuela de Cortázar, marcaría profundamente la obra de los narradores
del 68: Rato, Cruz Ruíz, Sánchez Espeso, y en El mercurio de J. María Guelbenzu
Pero la llegada de la verdadera novela experimental tendrá mucho que ver con lo que
unos años antes comienza a gestarse. Los Novísimos adelantaron e impulsaron la nueva
novela experimental.En obras como Señas de identidad, de Juan Goytisolo se ve la
búsqueda de nuevas técnicas.Un camino que se extiende a la nueva hornada de autores,
la llamada Generación del 68. En ellos se produce también una efervescencia de lo
experimental, especialmente en, Juan José Millás, Javier Tomeo, Francisco Umbral...
Autores que burlan las fronteras de los géneros, y que buscan crear un nuevo lenguaje (
Los dominios del lobo, de javier Marías). La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo
Mendoza, supone un puente hacia la narrativa tradicional.Autores como Vázquez
Montalbán o Antonio Muñoz Molina aceptan el envite de la novela de intriga de
Mendoza. En fin, la narrativa española que nace a partir del 39,que tiene que buscar su
modelo de entre las ruinas, y sigue el rumbo de la literatura occidental desde el exilio. Una
literatura que se vale del tremendismo y el existencialismo ,que se hace social y se
vuelve experimentación porque era lo que pedían los tiempos y que, tras empacharse de
experimentación, vuelve a sentirse libre para contar historias, buenas historias.
TEMA 9: EL TEATRO DEL 39 HASTA NUESTROS DÍAS. TEND, AUTORES Y OBRAS.
Tras la Guerra Civil, la escena española quedó dominada en la primera posguerra por un
teatro mediocre cuyo repertorio lo formaban sainetes, dramas históricos de tendencia
patriótica y comedias superficiales. Así, en la década de los 40 prevalece un tipo de teatro
comercial orientado exclusivamente a la distracción de un público sin demasiadas
exigencias. Es un teatro convencional, continuador de la comedia de salón. La acción, se
basa en el humor fácil y la moralización intrascendente. Entre los cultivadores de esta
tendencia son Jacinto Benavente ,José María Pemán, Joaquín Calvo Sotelo, Juan Ignacio
Luca de Tena o José López Rubio. Tan sólo se desmarca de esta dramaturgia y desde
su teatro del absurdo, Enrique Jardiel Poncela. Su producción teatral arranca a finales
1820, aunque no es hasta pasada la guerra cuando surgen títulos como Eloísa está
debajo de un almendro o Los ladrones somos gente honrada. En los años 50, el testigo lo
toma Miguel Mihura. Este autor quedó marcado por la imposibilidad de representar Tres
sombreros de copa cuando la escribió en 1932. Hasta 1952 no pisó la obra los
escenarios. El resto de su producción teatral se desarrolla entre los años 50 y 60, con
títulos como Maribel y la extraña familia o Melocotón en almíbar. Pese al éxito de público,
en estas obras de la posguerra se diluye ese poder crítico y corrosivo de Tres sombreros
de copa .
A mitad de los años 50 ,surge un nuevo teatro de denuncia y protesta social. En cuanto a
su técnica dramática, es un teatro realista con recursos propios del sainete y ciertos
rasgos del esperpento valleinclanesco. Alfonso Sastre, orienta todo su teatro hacia el
realismo de intención social con obras como El pan de todos o La mordaza. También
destacan José María Rodríguez Méndez o Laura Olmo. En esta tendencia sobresale
Antonio Buero Vallejo. Su obra se centra en los problemas del hombre contemporáneo,
son dramas de todos los días como Historia de una escalera. A esta obra cumbre
seguirían, El tragaluz, Las Meninas … Obras que sin duda marcaron el devenir del teatro
español de la segunda mitad del siglo XX. .Junto a Buero Vallejo y Sastre, dan
continuidad al teatro de la crítica social, autores como Martín Recuerda (Las salvajes de
Puente San Gil), Lauro Olmo (La camisa), Jaime Salom (La casa de las chivas), Juan
José Alonso Millán (Juegos de sociedad), Antonio Gala (Los buenos días perdidos) y
otros.
A partir de los años 70 se produce un teatro más exigente y renovador, experimental en
las formas y dirigido a un público más minoritario. Predominan los elementos simbólicos y
vanguardistas, lo grotesco y lo imaginativo.Fernando Arrabal crea el teatro pánico,
caracterizado por la confusión, el humor, el terror y la euforia. Francisco Nieva, conecta
con el teatro del absurdo pero sin su pesimismo. En su obra se plantea el problema de las
relaciones entre el hombre y la sociedad represiva.
Mención especial merecen los grupos de teatro independiente que actúan al margen de
los círculos comerciales y presentan un teatro fuertemente renovador y muy
comprometido social e ideológicamente. Figuran entre los más destacados Els joglars, La
cuadra o Els comediants.
TEMA 10: LA POESÍA ESPAÑOLA DEL 39 A NUESTROS DÍAS. TEND, AUT Y OBRAS
La producción poética española desde 1939 hasta la actualidad nos sitúa en un lento
proceso de búsqueda de la expresión poética truncada por la Guerra Civil y sus
consecuencias.
En los años 40, desarrollarán su obra poetas de la Generación del 36, cuya poesía
seguirá dos tendencias :la poesía arraigada y desarraigada la primera se desarrolla en
torno a la revista Garcilaso. Influidos por un sentimiento religioso,tienen una visión del
mundo coherente, ordenada y serena. Los temas serán la familia, la naturaleza…los
autores más destacados serán Luis Rosales (La casa encendida), Leopoldo Panero o
Dionisio Ridruejo (Sonetos a la piedra). Por su parte, la poesía desarraigada,
representada por la revista Espadaña cobra vida en los poetas republicanos. Es una
poesía tremendista. El estilo es directo y más sencillo.Obras importantes son Hijos de la
ira, de Dámaso Alonso, junto a este destacan Victoriano Crémer, Eugenio de Nora, Carlos
Bousoño o José Mª Valverde.
Será en la década de los 50,donde todos los géneros, se adentrarán a un compromiso
con el hombre y su entorno. Es la etapa de poesía social. La poesía se concibe como un
acto de solidaridad, aparecen temas como la injusticia social, la alienación, el anhelo de
libertad… aunque ello suponga una rebaja en el tono poético. Los autores más
representativos son Gabriel Celaya (Cantos íberos), Blas de Otero (Pido la paz y la
palabra) o José Hierro (Con las piedras, con el viento).
Durante la década de los 60, surge la Poesía de la Experiencia. Se trata de poetas
continuadores de la poesía social anterior. Algunos autores como Ángel González ,Jaime
Gil de Biedma y José Agustín Goytisolo forman un grupo (Grupo poético de los 50) y
presentan una preocupación por el hombre aunque huyen de todo tratamiento patético. Si
bien son inconformistas. Sus temas retoman lo íntimo, lo cotidiano. En cuanto a su estilo,
usan un lenguaje coloquial y depuran al máximo la palabra.
En 1963 Pere Gimferrer publica Arde el mar, que supone una ruptura con la poesía
anterior. Alrededor de él se agrupan los Novísimos, poetas españoles como Manuel
Vázquez Montalbán, Félix de Azúa, Vicente Molina Foix.Todos ellos tuvieron un bagaje
cultural y literario muy amplio. La máxima preocupación de su poesía es la forma y utilizan
procedimientos de carácter surrealista.
Tras los nueve novísimos, el panorama poético español seguirá varias tendencias: una
línea más esteticista, representada por Luis Antonio de Villena o Ana Rosetti, cuyos temas
serán la juventud perdida, el cuerpo, la homosexualidad, abordados desde un tono
jubiloso Otra línea más cercana a los planteamientos surrealistas de la Generación del 27,
con autores como Juan Carlos Mestre o las últimas obras de Pere Gimferrer; y,
finalmente, una cuarta tendencia, la de Víctor Botas o Luis García Montero, la llamada
poesía de la experiencia .
A finales de los 80 surgen nuevos poetas que pretenden distanciarse de los extremos de
la poesía anterior, buscando similitud, sinceridad y claridad. Vicente Gallego o Carmen
Jordá son algunas de estas nuevas voces.
TEMA 11: LA NOVELA Y EL CUENTO HISPANOAMERICANOS DE LA SEGUNDA
MITAD DEL XX.