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TEMA 1 :LA LITERATURA DEL SIGLO XVII.ENSAYO Y TEATRO.

La literatura del siglo XVIII sirvió de puente entre Barroco y Romanticismo.


A principios del XVIII,llegan las ideas ilustradas a España.Los que están a cargo de la
extensión de las ideas ilustradas son los periódicos(El Censor de Luis García Cañuelo) y
las tertulias de la época.La Literatura se mostrará como el mejor vehículo para difundir el
ideario ilustrado.
La Literatura de este siglo podría dividirse en tres corrientes:
· El Posbarroquismo. Surge un estilo más claro y sencillo. En las odas anacreónticas de
Cadalso, y en las de Meléndez Valdés, es donde mejor se representa esta corriente.
· El Neoclasicismo, Feijoo,(Teatro crítico universal) y Luzán,(Poética), son los que inician
esta corriente que se propone emplear lo literario con afán didáctico.Pero serían Cadalso
(Cartas Marruecas), Meléndez Valdés (Epístolas a Jovellanos) y Moratín (El sí de las
niñas) los que mejor logren acercarse a esa máxima horaciana pretendida por el
Neoclasicismo del docere delectare.
·La prerromántica mezcla el nacionalismo y filantropismo de lo neoclásico con la
exaltación del yo y de la libertad. Se observa en Noches lúgubres de Cadalso, o en la Oda
a la verdadera libertad de Meléndez Valdés .
En cuanto a las diferentes formas literarias en las que se expresa este siglo:
El dieciocho es más reflexivo que creativo; los autores optan por el ensayo, predomina la
exposición y la argumentación, en otros casos, adopta otras formas, como las Cartas
Marruecas, de Cadalso.
Por su parte, la novela,se emplea normalmente para satirizar. El Padre Isla,se sirve de la
trama de su Fray Gerundio de Campazas. Sólo a finales del XVIII toma una nueva
dirección, la marcada por Richardson (Pamela) Al hilo de esta surge en España Paulina o
el amor desinteresado (Pablo Olavide)
Con respecto a la poesía, también se intenta encajar el docere delectare entre sus versos;
Iriarte y Samaniego, son la gran expresión poética junto a Juan M. V.
Sólo queda hablar del teatro. los autores ilustrados intentan cambiar los gustos de un
público que acude a la risa fácil y el tramoyismo. El nuevo teatro neoclásico, debía
respetar las tres unidades de tiempo, lugar y acción, tener una utilidad moral y reducir a
tres sus actos.Hasta 1783 no tendrá éxito, es la fecha del estreno de El señorito mimado,
de Iriarte. Moratín dio con la fórmula del éxito: sátira, sentimentalismo,naturalidad en los
diálogos y temas de actualidad, como los matrimonios concertados que aborda en El viejo
y la niña o El sí de las niñas.
En fin, un siglo que abandona la complejidad y recupera la función didáctica y claridad
de épocas anteriores y que se expresa especialmente en el ensayo, las fábulas y en un
teatro que tarda casi tres cuartos de siglo en hacerse con el gusto del público​.
TEMA 2 :EL ROMANTICISMO LITERARIO DEL SIGLO XIX.

Llega el Romanticismo, donde se abandonan los modelos grecolatinos y el “docere


delectare”. Es el momento del “siento antes de pensar ”de Rousseau. Surgido primero en
Inglaterra (Lord Byron) y Alemania (Goethe).Esta corriente se desarrolla desde la
Revolución Francesa hasta el primer Manifiesto Comunista (1848).En Las desventuras del
joven Wherter (1779), de Goethe,encontramos un compendio de todos los valores
románticos: la melancolía, la autodestrucción, el hastío y, sobre todo,la libertad.El suicidio
y los duelos se pusieron de moda.
El Romanticismo busca lo original, el estilo propio;se desarrolla el verso libre, surge y se
modifican los metros,vuelve la asonancia, se renuncia a las tres unidades clásicas o se
recurre a un lenguaje efectista.
El hombre romántico no acepta el mundo que le ha tocado vivir. En esta época hay
predilección por los lugares exóticos y los tiempos pasados.Se recupera todo lo que tiene
su origen en el pueblo.También predominan los elementos irracionales y sobrenaturales.
Incluso se exaltan personajes que actúan al margen de la ley y la moral (Frankenstein,
don Juan Tenorio, el Conde Montecristo). Sus temas más recurrentes son la libertad, el
amor, el más allá (Leyendas, de Bécquer; los cuentos de terror de Edgard Allan Poe) o lo
histórico (Los tres mosqueteros, de Alejandro Dumas; Rob Roy o Ivanhoe, de Walter
Scott).
En España este movimiento cultural cobra importancia a partir de 1830. Se puede hablar
de tres etapas:
a/ Transición del Neoclasicismo al Romanticismo.- período representado por escritores
formados en las ideas de la Ilustración, adoptaron el estilo romántico. ( Duque de Rivas,
Martínez de la Rosa, Estébanez Calderón).
b/ Madurez.- Aquí pueden incluirse los autores nacidos entre 1800 y 1815, y cuyas obras
más importantes aparecerán entre 1830 y 1850 (Larra, Espronceda).
c/ Final o postromántica.- Etapa representada por autores u obras que continúan los
gustos del Romanticismo cuando en toda Europa ya se han abandonado, es decir, a partir
de 1850.
En la poesía española nos vamos a encontrar por un lado, una poesía de carácter
histórico-legendario y Por otro lado una poesía de carácter lírico y sentimental,(Bécquer,
Rosalía de Castro). El máximo exponente de la lírica es Gustavo Adolfo Bécquer, con sus
Rimas. De Bécquer arranca, la poesía española contemporánea. En el género lírico,
destaca Rosalía de Castro. En la prosa debemos destacar dos obras de Bécquer, Cartas
desde mi celda y Leyendas donde trata lo sobrenatural y lo exótico. Mariano José de
Larra elabora más de doscientos artículos, en los que realiza un retrato crítico y satírico
de la vida española de su época;se le considera precursor de la Generación del 98.En
cuanto al teatro, destaca durante el Romanticismo el desarrollo del drama histórico. Sus
características son la ruptura de las reglas clásicas, el estilo personal, un número de actos
no fijos.El gran tema es el amor y la libertad. El duque de Rivas impuso en España el
teatro romántico con Don Álvaro o la fuerza del sino. José Zorrilla.Don Juan Tenorio.
El Romanticismo, pues, un movimiento que en literatura supondrá la búsqueda de nuevos
temas, un lenguaje renovado y, ante todo, un estilo propio en cada autor.
TEMA 3. La novela realista y naturalista del siglo XIX.

El Realismo aparece en torno a 1850.El autor realista ve en la novela el género perfecto


para convertir su obra literaria en un documento que pueda servir de testimonio de la
realidad. Es el XIX el gran siglo de la narrativa de ficción: si en Europa destacan Flaubert,
Dickens, Tolstoi o Dostoievski, en España serán Galdós y Clarín sus principales
representantes. A finales de esta centuria, los preceptos del Realismo son llevados al
extremo (Naturalismo) .
Los autores del Realismo dejan de centrarse en sí mismos para describir la sociedad de
su época.Poco a poco los personajes proletarios y marginales van ocupando un lugar más
importante y la descripción y el análisis del personaje cobra especial relevancia en esta
narrativa.Todo como explicación a su conducta o comportamiento,el autor también
reproduce con fidelidad el habla real de esos personajes.
Una de las grandes aportaciones del Realismo fue la aparición del narrador omnisciente.
Muchas obras se publicaron por entregas en los periódicos.Este modelo de desarrollo dio
lugar a la novela folletín.
Benito Peréz Galdós es el novelista más importante del Realismo español. Entre sus
obras destacan los Episodios Nacionales,en las que se cuenta la historia de España en el
siglo XIX; Doña Perfecta y Marianela, novelas en las que defiende sus posturas
progresistas; Fortunata y Jacinta y Miau, que reflejan el estilo realista la sociedad y el
ambiente de Madrid; y Misericordia, con orientación espiritualista.
Leopoldo Alas Clarín se mostró como un escritor moralista defensor de la justicia y la
verdad. su obra incluye:La crítica literaria(¡Adiós, cordera!) y su novela cumbre La
Regenta, retrato moral y social de la España de la época.Otros novelistas a destacar son
Fernán Caballero,Pedro Antonio de Alarcón (El sombrero de tres picos)y juan Valera
En Francia como evolución del Realismo, nació el Naturalismo. Este movimiento pretende
remontarse a las causas de los comportamientos humanos y para ello tiene en cuenta las
nuevas ideas científicas sobre el hombre.El Naturalismo fue un movimiento muy polémico
cuyo máximo representante y teórico fue Emile Zola.
En España, la novelista Emilia Pardo Bazán divulgó las ideas de Zola en La cuestión
palpitante, pero las teorías en las que se basaba el movimiento naturalista casaban mal
con el espíritu religioso por lo que esta corriente tuvo poca repercusión en nuestro país.
Se advierte alguna influencia de sus técnicas narrativas en algunas obras de Galdós
(Misericordia) , Clarín (La Regenta), Blasco Ibáñez (La Barraca) y la propia Pardo Bazán
(Los Pazos de Ulloa). En general, sirvió para tratar con más radicalidad los temas sociales
y tratar de modo más directo los temas de carácter sexual tal y como lo hace Pardo Bazán
en La madre naturaleza.
TEMA 4 : MODERNISMO.

El Modernismo se desarrolló, entre 1885 y 1915, supone una reacción contra el realismo
que se venía imponiendo desde mediados de siglo XIX.
Influido directamente por el Simbolismo y el Parnasianismo francés, aunque íntimamente
conectado con el Romanticismo. Lo primero que llama la atención es el lenguaje ,prosa y
verso se pueblan de cisnes, orquídeas, góndolas y princesas orientales. Hay un gusto por
las palabras extranjeras y el escapismo.
Son autores cosmopolitas, que han viajado y conocen (sobre todo literariamente) otras
culturas. Les empuja un aire de libertad que se traduce en importantes renovaciones en la
métrica (aparecen el eneasílabo, el decasílabo, el soneto alejandrino), en las figuras
retóricas (cultivo de la sinestesia, la aliteración) y en el léxico (arcaísmos, extranjerismos,
cultismos..). Hay que señalar que se deja ver el gusto por temas paganos y sensuales.
El Modernismo en castellano nace en Hispanoamérica con José Martí o José Asunción
Silva, el nicaragüense Rubén Darío es quien lo introducirá en España.Obras como “Azul”
o “Prosas profanas” causaron enorme impacto. Es importante citar a Manuel Machado
(Alma) y a Juan Ramón Jiménez (Arias tristes o La soledad sonora). Ineludibles son
también Antonio Machado o Valle-Inclán.
La generación del 98 se conoce como a un grupo de autores,que cultivaron un tipo de
literatura con algunos rasgos comunes . Hoy la crítica no los considera esencialmente
distintos con los modernistas.Preferían la palabra precisa,pero usada siempre con lirismo.
Descubrieron en el castellano, un motivo de inspiración. También compartieron una visión
pesimista de la sociedad.
Quizá fuera José Martínez Ruiz, “Azorín”, quien más contribuyera a la creación del
concepto de Generación del 98 con novelas como “La voluntad”, de 1902.
Otro autor importante fue Miguel de Unamuno. Rector de la universidad de Salamanca.En
libros como “El Cristo de Velázquez” plasma en versos algo áridos,sus inquietudes vitales,
siempre en torno a la lucha entre la fe y la razón. Más interesantes se consideraron sus
ensayos donde introducen conceptos como el de “intrahistoria”. Fueron importantes
Niebla, o San Manuel Bueno, mártir .El gran narrador, de la generación fue Pío Baroja
títulos como “La busca” o el “El árbol de la ciencia” muestran una feliz síntesis entre el
realismo al estilo de Galdós.
Antonio Machado es el mejor poeta de este grupo. Su primer libro, “Soledades”, de 1907,
respira un tono modernista.Su poesía derivó hacia temáticas menos íntimas(Campos de
Castilla).
Por último, Ramón María del Valle-Inclán fue un genial novelista y dramaturgo. Partiendo
del modernismo con sus “Sonatas”. Pero su hallazgo más feliz fue el
Esperpento,bautizado así por él.
Otros autores importantes son Ángel Ganivet, Ramiro de Maeztu o Jacinto Benavente.
Ambos, modernistas y noventayochistas.
TEMA 5: NOVENCENTISMO Y VANGUARDIAS.

Entre 1914 y la Guerra Civil alcanza su esplendor los novecentistas o Generación del 14.
Son intelectuales liberales que pretenden la modernización de la sociedad y el
acercamiento a Europa. Entre ellos están Gabriel Miró, Ramón Pérez de Ayala o
Wenceslao Fernández Flórez; los ensayistas José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón,
Manuel Azaña y Eugenio D’Ors; y el poeta Juan Ramón Jiménez.
Fue Eugenio D’Ors quien acuñó el término ¨noucentisme¨ .Las características de este
movimiento son la deshumanización del arte, la preocupación formal, el interés por la
“obra bien hecha”, y la preferencia por la cultura urbana. Se trata con un lenguaje
depurado y dirigido a un público minoritario. Los géneros preferidos serán la prosa
poética, la poesía y el ensayo.
En el ensayo destaca Ortega y Gasset, autor de La deshumanización del arte (1925)
donde se exponen las teorías estéticas.
En la NOVELA, llevan a cabo una fusión de lo narrativo y lo ensayístico y la preferencia
por la vida urbana. Destacan la novela intelectual y crítica de Ramón Pérez de Ayala
(Belarmino y Apolonio, 1921).La novela lírica, de Gabriel Miró (Nuestro padre San Daniel,
y El obispo leproso). Por otra parte, Wenceslao Fernández Flórez practica una novela
humorística (El bosque animado.)
En POESÍA, inician el camino hacia una poesía pura. Además de León Felipe, la gran
figura es Juan Ramón Jiménez. El poeta evoluciona desde la influencia de Bécquer (Arias
tristes) ,pasando por una poesía más breve y conceptual (Diario de un poeta recién
casado) y, finalmente, un lirismo con un tono más gozoso (Dios deseado y deseante).
Entre Novecentismo y vanguardias surge la figura de Ramón Gómez de la Serna.
Destaca por sus greguerías ,buscando la sorpresa y acercándose al absurdo.
Las Vanguardias europeas del período de entreguerras (Futurismo, Expresionismo,
Cubismo, Dadaísmo, Surrealismo) llegaron a España con su afán de romper con las
tradiciones. Tras una primera fase optimista y marcada por la deshumanización del arte,
se pasa por una rehumanización marcada por el Surrealismo. Después, las urgencias
políticas harán que las Vanguardias en España se vayan diluyendo. El Ultraísmo y el
Creacionismo se manifestaron sobre todo en tertulias y revistas. El primero pretendía
eliminar los sentimientos y la lógica. Su principal impulsor fue Guillermo de la Torre. El
Creacionismo, usa procedimientos similares. Influyó fuertemente en Gerardo Diego. Más
tarde se introdujo el Surrealismo ,que en España fue menos radical .Influyó en poetas del
27 como Lorca, Alberti, Cernuda y Vicente Aleixandre.
TEMA 6: LA POESÍA DE LA GENERACION DEL 27.

Salinas, Guillén, Lorca, Alberti, Aleixandre, Cernuda, Diego, Alonso, Prados y


Altolaguirre. Son los poetas de la Generación del 27. Este título el de generación se
debe por tratarse de un grupo compacto de autores: con edades similares, formación
intelectual parecida, la mayoría son universitarios y casi todos pasaron por la Residencia
de Estudiantes y escribieron en revistas como Occidente o Litoral. Generación del
27,además por las variopintas conmemoraciones que llevó a cabo el grupo en ese año
con motivo del tercer centenario de la muerte de Luis de Góngora.
De dicha generación surgió un nuevo arte poético y del que salen hijos tan dispares como
la poesía pura del Cántico, de Guillén o el Neopopulismo del Romancero gitano, de
Lorca. Surge un lenguaje lleno de lirismo y nuevas innovaciones métricas. Se emplean
estrofas tradicionales como el romance o la copla, clásicas como el soneto o el terceto y,
especialmente el verso libre y versículo. Y junto a su métrica fue fundamental el uso de la
metáfora. Cuando Alberti , en Sobre los ángeles, nos dice: “Las estrellas errantes son
niños que ignoran la aritmética”, estamos ante una imagen visionaria.
Se trata de un nuevo arte poético. En los primeros la forma es relativamente sencilla: es el
auge del Neopopularismo, de la influencia de Bécquer; es el momento de Marinero en
Tierra, de Alberti, o de la Canción del Jinete, de Lorca.
Los años de más rigidez formal se sitúan en la segunda mitad de los años veinte. El influjo
del Ultraísmo y Creacionismo, el magisterio de Juan Ramón y el fervor por Góngora
suponen su orientación hacia la poesía pura. Se mezcla con el Romanticismo y la lírica
popular. Y ahí están los Versos humanos, de G. Diego, el Cal y canto, de Alberti y, El
Romancero gitano, de Lorca.Y si hasta entonces la poesía del 27 es sobre todo poesía
del yo, a finales de los veinte será hacia la poesía social. Ello coincide con la irrupción del
Surrealismo . También son tiempos en los que se barrunta ya algo de la tragedia del 36.
El poeta no se mantiene al margen y da entrada a parte de la agitación social. En ese
contexto surgen Poeta en Nueva York, de Lorca o de Sobre los Ángeles, de Alberti, Pero
la guerra pasó su guadaña por los del 27: nos dejó sin Lorca y con los demás, salvo
Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego, en el exilio.Cada cual sigue su rumbo, pero
siempre en el camino de una poesía hondamente humana. Si en los de fuera, con la
nostalgia de la patria perdida, en los que quedaron, con la angustia y desde el
existencialismo de títulos como Hijos de la ira, de Dámaso Alonso. Guillén,opone, en
cierta forma su nuevo Clamor a su antiguo Cántico.
En fin, todos ellos siguieron escribiendo hasta edad avanzada, dándonos obras como
Abierto a todas horas, de Alberti; Duda y amor sobre el Ser Supremo, de Dámaso Alonso
o Diálogos del conocimiento, de Aleixandre. La concesión del Premio Nobel en 1977 a
Aleixandre, fue, la confirmación de la importancia de todo un grupo que dio a la lírica una
nueva Edad de Oro, el redescubrimiento de Góngora y un nuevo rumbo a las
vanguardias.
TEMA 7: TEATRO ANTERIOR AL 39.TENDENCIAS ,AUTORES Y OBRAS.

En la primera mitad del siglo XX ,mientras el teatro de Ibsen, Chejov o Pirandelo recibía el
aplauso del público ,en nuestro país, escritores como Unamuno o Valle-Inclán quedaron
eclipsados por otros dramaturgos
En los años del cambio de siglo los teatros españoles florecían.Los asistentes eran el
público incondicional de Echegaray.En 1905, cuando la prensa organizó un homenaje
nacional a Echegaray, un grupo de escritores como Unamuno, Azorín, Valle-Inclán,
Antonio y Manuel Machado, Villaespesa... firmó un manifiesto de protesta. Prácticamente
todos los de la lista fracasaron en su empeño de interesar al público. Tan solo Villaespesa
(con su teatro poético), Marquina (con sus dramas históricos: Las hijas del Cid o comedias
como Don Diego de noche) y los hermanos Machado (La Lola se va a los puertos)
conseguirán algún éxito. Y es que el espectáculo teatral giraba en torno al llamado teatro
de boulevard, término con el que se designaba la comedia de Benavente (La malquerida o
Los intereses creados) o al teatro de humor, en el que destaca Pedro Muñoz Seca (La
venganza de don Mendo).
Como alternativa a lo anterior triunfan las zarzuelas y el teatro de Carlos Arniches (La
señorita de Trevélez) o los hermanos Álvarez Quintero (Sangre gorda.Al mismo tiempo
existía ,el teatro de vanguardia. Un teatro sin público y sin éxito. De esta forma, surgirá
un "teatro de minorías", que vemos en Jacinto Grau (El conde Alarcos, El tercer demonio)
o Ramón Gómez de la Serna;(Los medios seres) .En esta línea del humorismo y
vanguardia e influidos por el Surrealismo estarán algunas obras de Lorca, como El
maleficio de la mariposa o El hombre deshabitado, de Alberti, pero sobre todo la
producción de Enrique Jardiel Poncela (Usted tiene ojos de mujer fatal o Cuatro
corazones con freno y marcha atrás) y Miguel Mihura, con sus Tres sombreros de copa
Aunque la dramaturgia de Valle-Inclán (junto con el teatro de Lorca) es la aventura más
apasionante del teatro español contemporáneo. Sus dramas mostraban un teatro en total
libertad con multitud de personajes, variedad de escenarios, rápidos cambios de escena.
La crítica social de su teatro se recrudece desde el desplome de la Galicia feudal que
retrata en sus Comedias Bárbaras hasta arribar en el “esperpento” en obras como Luces
de Bohemia o Los cuernos de don Friolera
El teatro de Lorca es el más destacado del siglo XX. Su relevancia e influencia es paralela
a la de su obra poética. Es un teatro poético, que gira en torno a símbolos (la sangre, el
cuchillo, la rosa), que se desarrolla en espacios míticos y que encara problemas
sustanciales. Sobre Lorca influyen también el drama modernista ( El maleficio de la
mariposa y Mariana Pineda), el teatro lopesco, el calderoniano y la tradición de los títeres.
Destacan sus personajes femeninos (Yerma es el drama de la mujer estéril),
protagonistas marginadas por una sociedad machista y patriarcal (La zapatera prodigiosa,
Doña Rosita la soltera, La casa de Bernarda Alba). Tradicionalmente se clasifica el teatro
de Lorca en tres grupos: farsas, comedias imposibles y tragedias de ambiente rural
Con el estallido de la guerra, todo ese movimiento se trunca para dar paso a un teatro al
servicio de la ideología y de la propaganda. Aun así, entre la contienda, destacan algunos
autores. Son, en la zona republicana, Manuel Altolaguirre, Max Aub o Miguel Hernández;
y en la zona nacional, José María Pemán, Eduardo Marquina o Mariano de Alarcón.
TEMA 8: LA NOVELA DEL 39 AL 75.TENDENCIAS ,AUTORES Y OBRAS.

Tras la Guerra Civil, la novela española no puede enlazar con la narrativa social de los
años 30 prohibida durante el franquismo, más que desde el exilio de Ramón J. Sender,
Max Aub, Ayala o Rosa Chacel. La novela se convierte en el vehículo de expresión. El
Realismo será el camino común seguido por los narradores de la posguerra, si bien con
diferentes variantes: la novela nacionalista,( La fiel Infantería, de Rafael García Serrano);
la novela río, ( El barco de la muerte, de Zunzunegui); o la novela humorística y fantástica
(El bosque animado de Wenceslao Fernández Flórez). También desde el Realismo,
surge una nueva narrativa que busca reflejar la experiencia traumática de la guerra: por
un lado, el exagerar el detalle repugnante y violento (Tremendismo) y, por otro, focalizar la
historia en el individuo y su soledad. La familia de Pascual Duarte, de Cela, abre el
camino del Tremendismo. Nada, de Carmen Laforet, inaugura en 1944 el Existencialismo.
A estos autores se les unen Miguel Delibes, (La sombra del ciprés es alargada) y Ana
María Matute (Los Abel). En general estos novelistas coinciden en reflejar el desolado
mundo de la posguerra desde una perspectiva pesimista
En los años 50, la novela se centra en las inquietudes sociales. Es el momento de la
novela objetivista, del que es máximo exponente Ana María Matute. La Colmena, de Cela
y La Noria, de Luis Romero. Los autores que empiezan a publicar en esa década, llevarán
al extremo la reproducción magnetofónica de la realidad (El jarama, de Sánchez Ferlosio),
a la variante de la novela-reportaje (El fulgor y la sangre, de Ignacio Aldecoa) o al
realismo crítico (Goytisolo, Martín Gaite, Juan Benet).
Hacia mediados de los sesenta, pasamos a la novela experimental. La renovación llegaría
por tres vías. Tiempo de silencio, de Luis Martín-Santos que orienta el relato desde la
subjetividad, pero que a la vez aumenta la carga crítica. Es el primer giro que luego
completarán, tenemos obras de autores surgidos en los años 40, como el San Camilo
1936, de Cela , Cinco Horas con Mario ,de Delibes y La saga fuga de J. B., de Torrente
Ballester; obras de autores de la generación del Medio Siglo (Últimas tardes con teresa,
de Juan Marsé o Señas de identidad, de Goytisolo); y obras de autores jovencísimos
como El mercurio, de Guelbenzu. La última vía es el contacto que se establece con la
literatura latinoamericana. Poco después de la aparición de Tiempo de Silencio, se
produce el Boom que llevaría a los escritores españoles a entrar en contacto con las
obras y con los autores hispanoamericanos, incitándolos hacia la experimentación y la
renovación. La Rayuela de Cortázar, marcaría profundamente la obra de los narradores
del 68: Rato, Cruz Ruíz, Sánchez Espeso, y en El mercurio de J. María Guelbenzu
Pero la llegada de la verdadera novela experimental tendrá mucho que ver con lo que
unos años antes comienza a gestarse. Los Novísimos adelantaron e impulsaron la nueva
novela experimental.En obras como Señas de identidad, de Juan Goytisolo se ve la
búsqueda de nuevas técnicas.Un camino que se extiende a la nueva hornada de autores,
la llamada Generación del 68. En ellos se produce también una efervescencia de lo
experimental, especialmente en, Juan José Millás, Javier Tomeo, Francisco Umbral...
Autores que burlan las fronteras de los géneros, y que buscan crear un nuevo lenguaje (
Los dominios del lobo, de javier Marías). La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo
Mendoza, supone un puente hacia la narrativa tradicional.Autores como Vázquez
Montalbán o Antonio Muñoz Molina aceptan el envite de la novela de intriga de
Mendoza. En fin, la narrativa española que nace a partir del 39,que tiene que buscar su
modelo de entre las ruinas, y sigue el rumbo de la literatura occidental desde el exilio. Una
literatura que se vale del tremendismo y el existencialismo ,que se hace social y se
vuelve experimentación porque era lo que pedían los tiempos y que, tras empacharse de
experimentación, vuelve a sentirse libre para contar historias, buenas historias.
TEMA 9: EL TEATRO DEL 39 HASTA NUESTROS DÍAS. TEND, AUTORES Y OBRAS.

Tras la Guerra Civil, la escena española quedó dominada en la primera posguerra por un
teatro mediocre cuyo repertorio lo formaban sainetes, dramas históricos de tendencia
patriótica y comedias superficiales. Así, en la década de los 40 prevalece un tipo de teatro
comercial orientado exclusivamente a la distracción de un público sin demasiadas
exigencias. Es un teatro convencional, continuador de la comedia de salón. La acción, se
basa en el humor fácil y la moralización intrascendente. Entre los cultivadores de esta
tendencia son Jacinto Benavente ,José María Pemán, Joaquín Calvo Sotelo, Juan Ignacio
Luca de Tena o José López Rubio. Tan sólo se desmarca de esta dramaturgia y desde
su teatro del absurdo, Enrique Jardiel Poncela. Su producción teatral arranca a finales
1820, aunque no es hasta pasada la guerra cuando surgen títulos como Eloísa está
debajo de un almendro o Los ladrones somos gente honrada. En los años 50, el testigo lo
toma Miguel Mihura. Este autor quedó marcado por la imposibilidad de representar Tres
sombreros de copa cuando la escribió en 1932. Hasta 1952 no pisó la obra los
escenarios. El resto de su producción teatral se desarrolla entre los años 50 y 60, con
títulos como Maribel y la extraña familia o Melocotón en almíbar. Pese al éxito de público,
en estas obras de la posguerra se diluye ese poder crítico y corrosivo de Tres sombreros
de copa .
A mitad de los años 50 ,surge un nuevo teatro de denuncia y protesta social. En cuanto a
su técnica dramática, es un teatro realista con recursos propios del sainete y ciertos
rasgos del esperpento valleinclanesco. Alfonso Sastre, orienta todo su teatro hacia el
realismo de intención social con obras como El pan de todos o La mordaza. También
destacan José María Rodríguez Méndez o Laura Olmo. En esta tendencia sobresale
Antonio Buero Vallejo. Su obra se centra en los problemas del hombre contemporáneo,
son dramas de todos los días como Historia de una escalera. A esta obra cumbre
seguirían, El tragaluz, Las Meninas … Obras que sin duda marcaron el devenir del teatro
español de la segunda mitad del siglo XX. .Junto a Buero Vallejo y Sastre, dan
continuidad al teatro de la crítica social, autores como Martín Recuerda (Las salvajes de
Puente San Gil), Lauro Olmo (La camisa), Jaime Salom (La casa de las chivas), Juan
José Alonso Millán (Juegos de sociedad), Antonio Gala (Los buenos días perdidos) y
otros.
A partir de los años 70 se produce un teatro más exigente y renovador, experimental en
las formas y dirigido a un público más minoritario. Predominan los elementos simbólicos y
vanguardistas, lo grotesco y lo imaginativo.Fernando Arrabal crea el teatro pánico,
caracterizado por la confusión, el humor, el terror y la euforia. Francisco Nieva, conecta
con el teatro del absurdo pero sin su pesimismo. En su obra se plantea el problema de las
relaciones entre el hombre y la sociedad represiva.
Mención especial merecen los grupos de teatro independiente que actúan al margen de
los círculos comerciales y presentan un teatro fuertemente renovador y muy
comprometido social e ideológicamente. Figuran entre los más destacados Els joglars, La
cuadra o Els comediants.
TEMA 10: LA POESÍA ESPAÑOLA DEL 39 A NUESTROS DÍAS. TEND, AUT Y OBRAS

La producción poética española desde 1939 hasta la actualidad nos sitúa en un lento
proceso de búsqueda de la expresión poética truncada por la Guerra Civil y sus
consecuencias.
En los años 40, desarrollarán su obra poetas de la Generación del 36, cuya poesía
seguirá dos tendencias :la poesía arraigada y desarraigada la primera se desarrolla en
torno a la revista Garcilaso. Influidos por un sentimiento religioso,tienen una visión del
mundo coherente, ordenada y serena. Los temas serán la familia, la naturaleza…los
autores más destacados serán Luis Rosales (La casa encendida), Leopoldo Panero o
Dionisio Ridruejo (Sonetos a la piedra). Por su parte, la poesía desarraigada,
representada por la revista Espadaña cobra vida en los poetas republicanos. Es una
poesía tremendista. El estilo es directo y más sencillo.Obras importantes son Hijos de la
ira, de Dámaso Alonso, junto a este destacan Victoriano Crémer, Eugenio de Nora, Carlos
Bousoño o José Mª Valverde.
Será en la década de los 50,donde todos los géneros, se adentrarán a un compromiso
con el hombre y su entorno. Es la etapa de poesía social. La poesía se concibe como un
acto de solidaridad, aparecen temas como la injusticia social, la alienación, el anhelo de
libertad… aunque ello suponga una rebaja en el tono poético. Los autores más
representativos son Gabriel Celaya (Cantos íberos), Blas de Otero (Pido la paz y la
palabra) o José Hierro (Con las piedras, con el viento).
Durante la década de los 60, surge la Poesía de la Experiencia. Se trata de poetas
continuadores de la poesía social anterior. Algunos autores como Ángel González ,Jaime
Gil de Biedma y José Agustín Goytisolo forman un grupo (Grupo poético de los 50) y
presentan una preocupación por el hombre aunque huyen de todo tratamiento patético. Si
bien son inconformistas. Sus temas retoman lo íntimo, lo cotidiano. En cuanto a su estilo,
usan un lenguaje coloquial y depuran al máximo la palabra.
En 1963 Pere Gimferrer publica Arde el mar, que supone una ruptura con la poesía
anterior. Alrededor de él se agrupan los Novísimos, poetas españoles como Manuel
Vázquez Montalbán, Félix de Azúa, Vicente Molina Foix.Todos ellos tuvieron un bagaje
cultural y literario muy amplio. La máxima preocupación de su poesía es la forma y utilizan
procedimientos de carácter surrealista.
Tras los nueve novísimos, el panorama poético español seguirá varias tendencias: una
línea más esteticista, representada por Luis Antonio de Villena o Ana Rosetti, cuyos temas
serán la juventud perdida, el cuerpo, la homosexualidad, abordados desde un tono
jubiloso Otra línea más cercana a los planteamientos surrealistas de la Generación del 27,
con autores como Juan Carlos Mestre o las últimas obras de Pere Gimferrer; y,
finalmente, una cuarta tendencia, la de Víctor Botas o Luis García Montero, la llamada
poesía de la experiencia .
A finales de los 80 surgen nuevos poetas que pretenden distanciarse de los extremos de
la poesía anterior, buscando similitud, sinceridad y claridad. Vicente Gallego o Carmen
Jordá son algunas de estas nuevas voces.
TEMA 11: LA NOVELA Y EL CUENTO HISPANOAMERICANOS DE LA SEGUNDA
MITAD DEL XX.

La renovación de la narrativa hispanoamericana tendrá mucho que ver con la irrupción de


la imaginación. En los años 30 Borges ya se había adelantado hablando y creando
realismo fantástico (El hombre de la esquina rosada, El Aleph). A partir de estas obras,
realidad y fantasía se entrelazaran en la novela hispanoamericana: bien mediante la
presencia de lo mítico, legendario o mágico, como Pedro Páramo. o bien a través del
tratamiento alegórico o poético de la acción,como en Los Hombres de maíz.
Lo que se renueva de la narrativa es su estética. Se produce un mayor cuidado
constructivo. Para una elaboración mucho más escrupulosa de la narrativa, el autor
hispanoamericano recoge las nuevas técnicas introducidas por la novela europea y
norteamericana. Rulfo, coge de Kafka, Joyce y Faulkner, la ruptura del desarrollo
cronológico del relato, el uso del monólogo interior alternado con diálogos y el cambio del
punto de vista. Borges comparte con Kafka su prosa cargada de sentido y poderosamente
sugeridora ,se genera un nuevo lenguaje que tuvo mucho que ver con el surrealismo.
Lo sucedido en la narrativa latinoamericana en los años 40 y 50 fue el llamado “Boom” de
la narrativa hispanoamericana. 1967 Miguel Ángel Asturias se convierte en el primer
novelista latinoamericano en recibir el Premio Nobel de literatura (la chilena Gabriela
Mistral lo había recibido por su poesía en 1945). También en junio de ese año apareció la
novela Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. Pero el gusto por la narrativa
hispanoamericana había empezado cinco años antes con la popularidad de La ciudad y
los perros de Vargas Llosa,o con la Rayuela de Julio Cortázar. Por primera vez, la
producción literaria latinoamericana era la verdadera protagonista en el escenario
internacional.
Los escritores del Boom recogen las innovaciones iniciadas en la novela en décadas
anteriores el realismo mágico sigue siendo uno de los rasgos principales.También se
consolida la preferencia por la novela urbana como en La región más transparente de
Carlos Fuentes, La ciudad y los perros y La Catedral de Vargas Llosa y cuando aparece el
tema rural recibirá un tratamiento muy nuevo. García Márquez en Cien años de soledad,
logra comprimir todos los temas de la narrativa hispanoamericana anterior. Pero es en el
terreno de las formas donde los autores del “Boom” van a querer ir todavía más allá. En
La muerte de Artemio Cruz, Carlos Fuentes introduce numerosos cambios en el tiempo y
combina diferentes puntos de vista. En Rayuela, Cortázar crea una estructura que permite
al lector varios modos de seguir la lectura. José Lezama Lima, en su Paradiso , cambia
frecuentemente la perspectiva. Si autores como Cabrera Infante, Vargas Llosa o Fuentes
buscan acercar escritura y oralidad, Manuel Puig, por su parte, en novelas como Rita
Haywort o Boquitas pintadas, incorpora en sus novelas el lenguaje de los medios de
comunicación.
En fin, más allá del Boom, quedémonos con esa nueva novela hispanoamericana con
esas narraciones monumentales suyas que consiguieron combinar genialmente la
experimentación de la novela europea con la vida y la cultura del subcontinente.
TEMA 12: LA NARRATIVA ESPAÑOLA DEL 75 A NUESTROS DÍAS. TENDENCIAS,
AUTORES Y OBRAS PRINCIPALES.

La narrativa española a partir de los 70 dejan el Realismo de la etapa anterior y su


literatura de urgencia (Goytisolo, Sánchez Ferlosio, Delibes, Aldecoa, Cela) para volcarse
en la renovación de las formas , en la experimentación y finalmente en recuperar el
interés por las buenas historias (a lo Vázquez Montalbán)
A finales de los 60, se asumen pero todavía no se siguen más que muy parcialmente las
propuestas del Boom Latinoamericano. La llegada de la verdadera novela experimental
tendrá mucho que ver con los versos de nuestra poesía anterior. Los Novísimos
adelantaron e impulsaron la nueva novela experimental. Se crea una corriente de opinión
a favor del cambio narrativo. Algunos de los autores de la Generación del 50, como Juan
Goytisolo, sorprenderán en sus obras con cambios de punto de vista, saltos en el tiempo,
uso de diversas personas narrativas... Se trata de un camino en la narrativa que se
extiende en obras como Juan sin tierra. Y junto a la experimentación de los escritores
consagrados, los llamados como Generación del 68. En ellos se produce también una
efervescencia de lo experimental, especialmente en autores como Guelbenzu, Juan José
Millás, Javier Tomeo, Terenci Moix, Javier Marías, Francisco Umbral... buscan crear un
nuevo lenguaje e incluso emplean iconos mediáticos: recuérdese El día que murió
Marylin, de Terenci Moix. Se trata de una generación en que reaparecen las
preocupaciones existenciales, la soledad, el erotismo, el amor… Frente a la angustiosa y
cuasikafkiana Cerberas son las sombras, de Millás, la mucho más evasiva Los dominios
del lobo de Javier Marías. La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza, supone
un nuevo puente hacia la narrativa tradicional. Autores como Vázquez Montalbán, Antonio
Muñoz Molina, Juan Madrid aceptan el envite de la novela de intriga de Marías y
Mendoza. Si Montalbán por la vía de la novela policíaca (Los mares del sur o La soledad
del manager), Molina, por la vía de la novela de misterio como Invierno en Lisboa,
Beltenebros o Plenilunio.
El fin de la dictadura y la eclosión de la sociedad de masas, supondrá para la narrativa un
volver a las formas narrativas más tradicionales que ya se apuntaba en Mendoza o en
Montalbán: se recupera la anécdota, la historia. La mayoría de los autores vuelven
centrarse en la historia. Surgen novelas eróticas, como Las edades de Lulú, de Almudena
Grandes; novelas femeninas, como La hija del caníbal, de Rosa Montero o La canción de
Dorotea, de Rosa Regás; novelas sobre material histórico, como El capitán Alatriste, de
Reverte ; y relatos que han vuelto su mirada sobre la guerra del 36, como Luna de lobos,
de Julio Llamazares o, Los girasoles ciegos, de Alberto Méndez. Pero sobre todo, hay que
hablar de la nueva literatura de tema juvenil, como Historias del Kronen o Mensaka, de
José Ángel Mañas, o Matando dinosaurios con tirachinas de Pedro Maestre.
En fin, una literatura que, tras empacharse de experimentación, vuelve a sentirse libre
para contar buenas historias, sin la presión de recuperar las vanguardias, la democracia y
el progreso perdidos.

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