Você está na página 1de 36

M.O.

BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

107

8. MACIZO ROCOSO
ANALISIS DE POROSIDADES Y
DISCONTINUIDADES

107
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

8.1. PRESENTACIÓN
Las masas de roca o también denominado macizo rocoso, se puede considera como un conjunto
de elementos estructurales que tienen cada uno una participación mecánica global. En principio,
clásicamente se ha asumido que el un macizo rocoso se comporta mecánicamente como la
sumatoria de cada uno de los elementos estructurales a la luz de la teoría de mezclas, Sin
embargo, es posible también asumir que el comportamiento mecánico del macizo es una
combinación sinérgica de los elementos que lo forman y ello sigue siendo aún materia de
investigación.

Un macizo rocoso está compuesto por varios elementos estructurales tales como: rocas intactas, 108
porosidades y discontinuidades. Además de estos elementos es pertinente considerar flujos de
agua y esfuerzos in situ.

Las rocas intactas se pueden considerar como una idealización del macizo asumir que partes de él
están formados por volúmenes apreciables de rocas intactas, las cuales, si se obtiene una
adecuada muestra, se puede caracterizar en el laboratorio como se estudió en el capítulo 7 de
este texto. Las rocas intactas en el macizo a su vez generan una visión de la escala, pues el
volumen de las rocas intactas con respecto al volumen del macizo genera efectos mecánicos que
suelen reflejarse a través de conceptos tales como homogeneidad e isotropía.

8.2. POROSIDAD Y PRESIÓN DE PORO. Los poros son estructuras intersticiales dentro de las
rocas del macizo, que se presentan debido a la configuración misma de las rocas. Las rocas
dependiendo de su génesis poseen una tendencia a tener poros o volumen dentro de la roca que
no está ocupado por roca (B. Aadnøy, B. Looyeh, 2011). Normalmente estos volúmenes “vacíos”
son llenados por agua, soluciones acuosas y /o aire. Una de las principales diferencias entre el
estudio de la mecánica de sólidos y la geomecánica (mecánica de rocas y de suelos) es la
introducción de la porosidad como elemento estructural y generador de efectos mecánicos en el
comportamiento del macizo rocoso

Fig. 8.1. Lecho poroso.

108
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

Consideremos una roca porosa, con todos sus poros llenos de un fluido y limitada por superficies
rígidas impermeables, la cuales sometida a un esfuerzo externo σ ejercido por acción de un pistón
externo (ver Fig. 8.2.).

De esta manera el esfuerzo dentro del volumen binario roca-fluido será σ, y aplicando la teoría de
mezclas, éste puede ser repartido por un esfuerzo al que está sometido el fluido en el volumen de
poros denotado como Po , y otro esfuerzo al que está sometido los granos de roca denotado σef;
asi que:

𝜎 = 𝜎𝑒𝑓 + 𝑃𝑜 (8.1)
109
Sobre un esfuerzo de cizalladura, considerando que el agua es un líquido no- deslizante (o fluido
de Stokes como suele denominarse), no presenta resistencia la cizalladura y se deforma
permanentemente y lo tanto, todo el esfuerzo cortante τ es absorbido por los granos de roca. Este
argumento fue establecido por Terzaghi y sigue vigente aún (Terzaghi, 1943).

Considerando lo anterior, se puede reescribir la Ecuación 8.1 como:

𝜎𝑒𝑓 = 𝜎 − 𝑃𝑜 (8.2)

(a) (b)
Fig. 8.2. Esquema de porosidad y presión de poro (a) esfuerzos normales y (b) respuesta mecánica
de una roca porosa a un campo de cizalladura.

En este sentido, el esfuerzo que actúa realmente sobre la roca es el esfuerzo efectivo σef y por lo
tanto bajo esta situación, los criterios de falla por ejemplo se deben corregir a este esfuerzo en el
caso de rocas porosas con fluidos llenado el volumen de poros.

Por otro lado, si se consideran condiciones donde el material de relleno posee propiedades
mecánicas apreciables, se sugiere un factor de escala de la presión de poro, denominado la

109
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

constante de Biot (B. Aadnøy, B. Looyeh, 2011), y denotada como β, asi que la Ecuación 8.2 se
sugiere corregirla como:

𝜎𝑒𝑓 = 𝜎 − 𝛽𝑃𝑜 (8.3)


Siendo:
𝐸𝑅 1−2𝜈𝐼
𝛽 =1− ∗ (8.4)
𝐸𝐼 1−2𝜈𝑅

Donde los subíndices R e I se refieren a las propiedades elásticas de roca intacta y de material de
relleno intersticial, respectivamente.
110
8.3. DISCONTINUIDADES
Las discontinuidades son estructuras que se pueden caracterizar por caras dentro del macizo
rocoso. Las intercaras pueden ser entre una misma roca o por cambio de rocas o de fases rocosos,
las cuales pueden ser diaclasas, juntas, fallas o simplemente planos de estratificación (Priest, 1995)

Las discontinuidades mecánicamente se sugiere considerarlas como saltos de dos medios


continuos, y formando planos de contacto. En este sentido las discontinuidades suelen tener
espesores relativamente más pequeños que el de las rocas que están juntas, asi que la
característica principal de ellas es el área de la interface en lugar del volumen. De acuerdo a lo
anterior, las características de las discontinuidades son definidas por unidad de superficie.

Normalmente se destacan al menos cuatro características de las discontinuidades: a saber:

 Orientación. Normalmente asociadas al ángulo de inclinación y a la dirección de la


discontinuidad
 Persistencia. Este término usado por Kim et al. (Kim. B.H., Kaiser, & Grasselli, 2007),
destaca el alcance geométrico de la discontinuidad como se aprecia en la Fig 8.3a. Según estos
autores, la continuidad y/o interconectividad entre las juntas juega también un rol muy
importante en el control y evaluación de la resistencia de un macizo rocoso. En este sentido, un
decrecimiento de la persistencia de las discontinuidades, incrementa el volumen de masa rocosa
que puede aproximarse mecánicamente como roca intacta.
 Grado de interconectividad de las discontinuidades. La conectividad de las
discontinuidades se configura como variable geomecánica de los macizos, pero lamentablemente
es de difícil cuantificación. Se define dos tipos de arreglos respecto la interconectividad: Si las
discontinuidades poseen el mismo buzamiento pero direcciones diferentes suele denominarse
interconectividad simétricas, mientras que los buzamientos son diferentes se denomina
interconectividad espiral-simétrica (“Skew symmetric”).

 Rugosidad de la discontinuidad. La rugosidad es un factor de incremento de la fricción


entre las caras que están presentes en las juntas y desde este punto de vista topológico, la
inexistencia de rugosidad se denomina superficie lisa. La literatura reporta bastantes trabajos
estudiando esta variable (N. R. Barton, 1971; N. R. Barton & Chobey, 1977; Jaeger, 1959, 1979;
Ladanyi & Archambault, 1970; Patton, 1966; Thirukumaran & Indraratna, 2016) y se dallará más
adelante esta variable.

110
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

111

(a) (b)
Fig. 8.3 Macizo rocoso estratificado con discontinuidadesa) mostrando persistencia de discontinuidades
(tomado de (Kim, Kaiser, & Grasselli, 2007), (b) concepto aplicado en un macizo rocoso.

8.4. RESISTENCIA LA CIZALLADURA DE DISCONTINUIDADES

Debido a que las discontinuidades se asimilan geométricamente a una superficie, la resistencia la


cizalladura es la característica más importante desde el punto de vista geomecánico en las rocas.

Fig. 8.4. Distribución de esfuerzos sobre una superficie


inclinada.

Observando la Fig. 8.4, cuando un bloque cúbico con cara de área A se coloca sobre un plano
inclinado un ángulo β; se puede obtener que:
𝑊∗𝑠𝑒𝑛𝛽 𝑊∗𝑐𝑜𝑠𝛽
𝜎𝑛 = 𝐴
𝜏= 𝐴
(8.5)

Donde σn es un esfuerzo normal a la discontinuidad formada entre el plano inclinado y el


bloque,mientras que τ es el el esfuerzo de cizalladura aque se somete la interface plano inclinado y
la cara de bloque.

Si el deslizamiento ocurre a un determiado ángulo βd, el valor del esfuezo de ciazalladura será τd
en este punto y la razón entre los dos esfuerrzos se puede describor como:

111
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

𝜏𝑑 𝑊∗𝑠𝑒𝑛𝛽𝑑
𝜎𝑛
= 𝑊∗𝑐𝑜𝑠𝛽𝑑
= 𝑡𝑎𝑛𝛽𝑑 = 𝜇 (8.6)

En la Ecuación 8.6, si reemplazamos a βd por 𝜙 , se recupera el criterio de Coulomb, para Cohesión


igual a cero (C = 0) y μ es un coeficiente de fricción entra las caras que configuran la
discontinuidad.

𝜏𝑑 = 𝜎𝑛 ∗ 𝑡𝑎𝑛𝜙 (8.7a)

𝜏𝑑 = 𝜇 ∗ 𝜎𝑛 (8.7b)

Se puede concluir que bajo estas condiciones, el ángulo límite al cual se inicia el deslizamiento, es 112
equivalente mecánicamente a un ángulo de fricción.

Barton y Chaoubey (N. Barton & Choubey, 1977) presentan algunos valores de referencia del
ángulo de fricción para condiciones secas y húmedas de varias rocas.
Tabla 8.1. Valores de ángulo de fricción para algunas rocas ( Barton & Chobey, 1977)
Tipo de Roca 𝝓 (𝒔𝒆𝒄𝒐) 𝝓 (𝒉ú𝒎𝒆𝒅𝒐)
Arenisca 26-35 25-34
Limolitas 31-33 27-31
Calizas 31-37 27-35
Basalto 35-38 31-36
Granito fino 31-35 29-31
Granito grueso 31-35 31-33
Gneiss 26-29 23-26
Pizarras 25-30 ~ 21

8.5. ANALISIS DE DISCONTINUIDADES LISAS HORIZONTALES


La Fig. 8.5 detalla un escenario de aplicación de esfuerzos cortantes sobre una discontinuidad que
no posee rugosidades, la cual se denomina lisa. Asumiendo que la aplicación de un esfuerzo de
cizalladura τ produce una deformación δ, es posible establecer una relación funcional entre estas
dos variables, lo cual al graficarse tiene la forma mostrada en la Fig. 8.6.

Fig. 8.5. Aplicación de esfuerzos de cizalladura y


deformación en discontinuidad lisa.

112
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

Fig. 8.6. Desplazamiento por


esfuerzo de cizalladura en
discontinuidad lisa para esfuerzo
normal σN fijo.

113

De la Fig. 8.6, se puede observar que la curva pasa por un máximo, lo cual corresponde al esfuerzo
máximo que soporta la discontinuidad y se relaciona a su vez la resistencia máxima (τmax) que
soporta por ésta en el proceso de deformación. Posterior a este esfuerzo máximo de cizalladura,
la discontinuidad inicia un proceso de grandes deformaciones seguido de una disminución del
esfuerzo de cizalladura hasta alcanzar un estado de grandes desplazamientos con un esfuerzo
relativamente fijo, denominado esfuerzo residual (τres).

Por otro lado, para diferentes esfuerzos normales σN , se generan curvas similares la Fig.8.6, pero
desplazadas por efecto del confinamiento como se parecía en la Fig. 8.7.

1.2

1.1

1.0
Esfuerzo de cizalladura  (MPa)

0.9
σN3
0.8 Fig. 8.7. Efecto del incremento del
0.7 esfuerzo normal σN a la discontinuidad
0.6 σN2 sobre la resistencia la cizalladura de
0.5 discontinuidades lisas.
0.4

0.3

0.2
σN1 σN3>σN2>σN1
0.1

0.0
0.00 0.01 0.02 0.03 0.04 0.05

Desplazamiento  (m)

A partir de datos experimentales similares a los obtenidos como la Fig. 8.7, se ha propuesto una
correlación entre el esfuerzo de cizalladura máximo (τmax) y el esfuerzo de confinamiento de la
discontinuidad σN, como se muestra en la Fig. 8.8 para un mármol (Jaeger, 1979). Para las
condiciones de esfuerzo máximo; se puede tener la aproximación (Jaeger, 1959)

113
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

𝜏𝑚𝑎𝑥 = 𝑆0 + 𝜎𝑁 ∗ 𝑡𝑎𝑛𝜙𝑚 (8.8)

Donde So es el intercepto de la Fig. 8.8 para la correlación entre el esfuerzo de cizalladura máximo
(τmax) con el esfuerzo normal σN .y se puede efectuar una relación entre So con su equivalente
mecánico de roca intacta como la cohesión C.

En este sentido, So suele denominarse de manera incorrecta como cohesión de la discontinuidad,


aunque realmente desde el punto de vista físico es una adhesión entra las dos caras que forman la
discontinuidad.

Por otro lado, usando la Ecuación 8.7b, se puede reescribir la Ecuación 8.8, como: 114
𝜏𝑚𝑎𝑥 = 𝑆0 + 𝜇 ∗ 𝜎𝑁 (8.9a)

Con valores de μ variando entre 0.3 a 0.7 dependiendo del tipo de roca.

Escribiendo la Ecuación 8.9ª en términos del ángulo de fricción básico 𝜙𝑏 será:

𝜏𝑚𝑎𝑥 = 𝑆0 + 𝜎𝑁 ∗ 𝑡𝑎𝑛𝜙𝑏 (8.9b)

Para el caso de los esfuerzos residuales de cizalladura (tres). A partir de la Fig. 8.8, se puede
plantear que:

𝜏𝑟𝑒𝑠 = 𝜎𝑁 ∗ 𝑡𝑎𝑛𝜙𝑟𝑒𝑠 (8.10)

Expresando en términos del coeficiente de fricción bajo condiciones de la deformación residual, se


tiene también que:

𝜏𝑟𝑒𝑠 = 𝜇𝑟𝑒𝑠 ∗ 𝜎𝑁 (8.11)

Puede concluirse que, bajo condiciones de esfuerzos residuales, la cohesión es despreciable (𝑆0 →
0).

Fig. 8.8. Variación del esfuerzos máximo de cizalladura (tmax) y esfuerzo residual (τres) dependiendo del
esfuerzo normal a la discontinuidad σN.

114
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

Puede notarse que el ángulo de fricción bajo condiciones de esfuerzo máximo es normalmente
más grande que el ángulo de fricción residual; asi que:

𝜙𝑚𝑎𝑥 > 𝜙𝑟𝑒𝑠 asi que: 𝜇𝑚𝑎𝑥 > 𝜇𝑟𝑒𝑠 (8.12)

Considerando las condiciones planteadas, bajo la condición de esfuerzos residuales, la


discontinuidad es mecánicamente más débil.

8.6. ANALISIS DE DISCONTINUIDADES LISAS E INCLINADAS


115
Una superficie lisa inclinada, como se detalla en la Fig. 8.9, sometida a esfuerzos de cizalladura τ y
esfuerzos normales σN, está sometida a un campo de esfuerzos, principalmente controlados por su
ángulo de inclinación i .

Asumiendo que la discontinuidad es plana, las superficies que configuran las discontinuidades,
pueden considerarse como proyecciones de los planos sobre los que se aplican los esfuerzos.

Si se considera que el esfuerzo normal σN y el esfuerzo de cizalladura τ están aplicados sobre un


plano horizontal de área A (ver Fig. 8.10), entonces el plano inclinado como proyección será:

𝑐𝑜𝑠𝑖 = 𝐴⁄𝐴 (8.13a)


𝐼

𝐴𝐼 = 𝐴⁄𝑐𝑜𝑠𝑖 (8.13b)

Fig. 8.9. Discontinuidad inclinada un ángulo i


sometida a esfuerzos de cizalladura y normales.

Fig. 8.10. Plano inclinado como proyección de un plano horizontal y diagrama de cuerpo libre de la relación
vectorial de los planos involucrados en la deformación.

115
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

Por otro lado, sobre el plano A (ver Fig. 8.10), en el que actúan el esfuerzo normal y de
cizalladura, es posible calcular la magnitud de las fuerzas de contacto asociadas a estos esfuerzos.
Si denominamos FN y FC a las magnitudes de las fuerzas de contacto asociadas a al esfuerzo
normal y de cizalladura, respectivamente; entonces:

𝐹𝑁 = 𝜎𝑁 ∗ 𝐴, 𝑦 𝐹𝐶 = 𝜏 ∗ 𝐴 (8.14)

Las fuerzas de contacto FN y FC actuarán sobre el plano inclinad AI, y a su vez éstas se pueden
representar también por dos componentes, una normal al plano inclinado y otra de cizalladura.

De esta manera, asumiendo que los valores positivos están en orientados hacia abajo y a la 116
izquierda, sobre el plano inclinado se puede verificar fácilmente que (ver Fig. 8.11):

𝐹𝑁 = 𝐹𝑁 ∗ 𝑠𝑒𝑛𝑖 + 𝐹𝑁 ∗ 𝑐𝑜𝑠𝑖 (8.15)

𝐹𝐶 = 𝐹𝑐 ∗ 𝑠𝑒𝑛𝑖 − 𝐹𝑁 ∗ 𝑐𝑜𝑠𝑖 (8-16)

Calculando las fuerzas normales y de cizalladura sobre el plano AI se tiene que:(ver Fig. 8.11), se
obtiene que:

𝐹𝑁𝐼 = 𝐹𝑁 𝑐𝑜𝑠𝑖 + 𝐹𝐶 ∗ 𝑠𝑒𝑛𝑖 (8.17)


𝐹𝐶𝐼 = 𝐹𝑁 𝑠𝑒𝑛𝑖 − 𝐹𝐶 ∗ 𝑐𝑜𝑠𝑖 (8.18)
Donde FNI y FCI son las magnitudes totales de fuerzas de contacto; normal y de cizalladura,
respectivamente.

Usando nuevamente la definición de esfuerzo, se puede calcular los esfuerzos normales y de


cizalladura directamente sobre el plano inclinado, usando las Ecuaciones 8.17 y 8.18,
respectivamente; e involucrando la superficie del plano inclinado AI determinado en la Ecuación
8.13, asi que:
𝐹𝑁𝐼
𝜎𝑁𝐼 = 𝐴𝐼
(8.19a)

Fig. 8.11. Fuerzas sobre el plano inclinado.

Considerando las Ecuaciones. 8.17 y 8.13b, se puede reescribir la Ecuación 8.19 como:

116
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

𝐹𝑁 𝑐𝑜𝑠𝑖+𝐹𝐶 ∗𝑠𝑒𝑛𝑖 𝐹𝑁 𝐹𝐶
𝜎𝑁𝐼 = 𝐴𝐼
= 𝐴
𝑐𝑜𝑠 2 𝑖 + 𝐴
𝑠𝑒𝑛𝑖 ∗ 𝑐𝑜𝑠𝑖 (8.19b)

𝜎𝑁𝐼 = 𝜎𝑁 𝑐𝑜𝑠 2 𝑖 + 𝜏𝑠𝑒𝑛𝑖 ∗ 𝑐𝑜𝑠𝑖 (8.19c)


De forma similar, se puede calcular la magnitud del esfuerzo de cizalladura sobre el plano
inclinado, denotado como τi; asi que:

𝜏𝑖 = 𝜏𝑐𝑜𝑠 2 𝑖 − 𝜎𝑁 𝑐𝑜𝑠𝑖 ∗ 𝑠𝑒𝑛𝑖 (8.20)

Considerando las Ecuaciones 8.19c y 8.20 y reemplazando en la Ecuación 8.11, se puede plantear
que bajos el escenario de esfuerzos residuales: (Nota: eliminando el subíndice residual en los 117
esfuerzos)

𝜏𝑐𝑜𝑠 2 𝑖 − 𝜎𝑁 𝑐𝑜𝑠𝑖 ∗ 𝑠𝑒𝑛𝑖 = (𝜎𝑁 𝑐𝑜𝑠2 𝑖 + 𝜏𝑠𝑒𝑛𝑖 ∗ 𝑐𝑜𝑠𝑖)𝑡𝑎𝑛𝜙𝑟𝑒𝑠 (8.21)

Desarrollando la Ecuación 8.21:

𝜏(𝑐𝑜𝑠 2 𝑖 − 𝑠𝑒𝑛𝑖 ∗ 𝑐𝑜𝑠𝑖 ∗ 𝑡𝑎𝑛𝜙𝑟𝑒𝑠 ) = 𝜎𝑁 (𝑐𝑜𝑠 2 𝑖 ∗ 𝑡𝑎𝑛𝜙𝑟𝑒𝑠 + 𝑠𝑒𝑛𝑖 ∗ 𝑐𝑜𝑠𝑖) (8.22a)


𝑠𝑒𝑛𝜙𝑟𝑒𝑠
Dividiendo por cosi a ambos lados de la Ecuación 8.22 y usando 𝑡𝑎𝑛𝜙𝑟𝑒𝑠 = ⁄𝑐𝑜𝑠𝜙 ; se
𝑟𝑒𝑠
tiene que:
𝑠𝑒𝑛𝜙 𝑠𝑒𝑛𝜙
𝜏 (𝑐𝑜𝑠𝑖 − 𝑠𝑒𝑛𝑖 ∗ 𝑐𝑜𝑠𝜙𝑟𝑒𝑠 ) = 𝜎𝑁 (𝑐𝑜𝑠𝑖 ∗ 𝑐𝑜𝑠𝜙𝑟𝑒𝑠 + 𝑠𝑒𝑛𝑖) (8.22b)
𝑟𝑒𝑠 𝑟𝑒𝑠

Sacando denominador común y desarrollando:

𝜏(𝑐𝑜𝑠𝜙𝑟𝑒𝑠 ∗ 𝑐𝑜𝑠𝑖 − 𝑠𝑒𝑛𝜙𝑟𝑒𝑠 ∗ 𝑠𝑒𝑛𝑖) = 𝜎𝑁 (𝑠𝑒𝑛𝜙𝑟𝑒𝑠 ∗ 𝑐𝑜𝑠𝑖 + 𝑐𝑜𝑠𝜙𝑟𝑒𝑠 ∗ 𝑠𝑒𝑛𝑖) (8.22c)

Usando las identidades trigonométricas:

𝑐𝑜𝑠𝜙𝑟𝑒𝑠 ∗ 𝑐𝑜𝑠𝑖 − 𝑠𝑒𝑛𝜙𝑟𝑒𝑠 ∗ 𝑠𝑒𝑛𝑖 = cos(𝜙𝑟𝑒𝑠 + 𝑖)


𝑠𝑒𝑛𝜙𝑟𝑒𝑠 ∗ 𝑐𝑜𝑠𝑖 + 𝑐𝑜𝑠𝜙𝑟𝑒𝑠 ∗ 𝑠𝑒𝑛𝑖 = 𝑠𝑒𝑛(𝜙𝑟𝑒𝑠 + 𝑖)
La Ecuación 8.22c, se puede reducir a:

𝜏 ∗ 𝑐𝑜𝑠(𝜙𝑟𝑒𝑠 + 𝑖) = 𝜎𝑁 ∗ 𝑠𝑒𝑛(𝜙𝑟𝑒𝑠 + 𝑖) (8.22d)

Y fácilmente se puede verificar que:

𝜏 = 𝜎𝑁 ∗ tan(𝑖+𝜙𝑟𝑒𝑠 ) (8.23)

Debe recordarse que estos esfuerzos se refieren a las condiciones residuales de deformación, lo
cual para las condiciones de máxima resistencia la cizalladura, se debería cumplir que:

𝜏 = 𝑆0 + 𝜎𝑁 ∗ tan(𝑖+𝜙𝑚𝑎𝑥 ) (8.24)

Esto bajo la consideración que S0 es un parámetro material que no debería depender la


inclinación.

Un análisis de las Ecuaciones 8.23 y 8.24, admite concluir que la inclinación de la superficie es
equivalente mecánico a una fricción, esto es, es similar a decir que la inclinación se comporta

117
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

mecánicamente a un incremento de la fricción de la discontinuidad. Sin embargo, esta conclusión


es válida para el caso de la Fig. 8.9, en el cual el bloque superior se desplaza de forma ascendente
sobre la superficie inclinada, por lo que en un escenario en el cual sea al contrario, esto es, el
bloque superior descienda (ver Fig. 8.12), la inclinación se comporta mecánicamente como una
disminución del la fricción en la discontinuidad. Razón de lo anterior, en lagunas ocasiones
aparece las Ecuaciones 8.23 y 8.24 como:

𝜏 = 𝜎𝑁 ∗ tan(𝑖 + 𝜙𝑟𝑒𝑠 ) (8.25)

𝜏 = 𝑆0 + 𝜎𝑁 ∗ tan(𝑖±𝜙𝑚𝑎𝑥 ) (8.26)
118
Las Ecuaciones 8.25 y 8.25, pueden ser afectadas por la presión de poro p de fluido en la
discontinuidad y como se explicó en la Ecuación 8.2, solamente afectará los esfuerzos normales en
la discontinuidad, asi que:

𝜏 = (𝜎𝑁 − 𝑝) ∗ tan(𝑖 ± 𝜙) (8.27a)

𝜏 = 𝑆0 + (𝜎𝑁 − 𝑝) ∗ tan(𝑖 ± 𝜙) (8.27b)

Fig. 8.12. Discontinuidad inclinada con desplazamiento


de bloque descendiente.

8.7. ANALISIS DE DISCONTINUIDADES RUGOSAS


La definición de rugosidad en las discontinuidades en geomecánica, está asociada a las razones de
aspecto de estructuras en la junta (ver Fig. 8.13). La geometría de las asperezas en la junta puede
presentar varias razones entre la amplitud o longitud de l y la altura h de tal manera que:
ℎ →0 𝑙𝑖𝑠𝑎
={ (8.28)
𝑙 →∞ 𝑟𝑢𝑔𝑜𝑠𝑎

Fig. 8.13. Razones de aspecto en la geometría de juntas rugosas.

118
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

En el sentido estricto, todas las discontinuidades en los macizos rocosos presentan algún grado de
rugosidad, lo que unido a efectos de escala con la topografía de las juntas ,se distinguen tres tipos
de rugosidades(N. Barton, 1977):

 Asperezas. Rugosidades de pequeña escala con razones de aspecto menores de 1


aproximadamente. Bajo esta condición h < l
 Protuberancias grandes: Rugosidades de tamaño intermedio con valores de razones de aspecto
entre 1 a 10 aproximadamente. Bajo esta condición h ~ l.
 Ondulaciones. Rugosidades de gran escala donde la dimensión con valores de la razón de
aspecto mayores a 10, aproximadamente. Bajo esta condición h>l. 119
Las rugosidades afectan fuertemente la fricción entre las caras que configuran la discontinuidad.
Sin embargo, se ha encontrado también que a medida que el esfuerzo normal σN sobre las
discontinuidades se incrementa hasta superar la resistencia a compresión, se inicia un proceso de
fractura de las asperezas afectando la altura h de ésta y desarrollando a su vez una substancial
disminución de la fricción hasta alcanzar un estado asintótico final similar a una superficie lisa (ver
Fig. 8.14).

Fig. 8.14. Variación de la fricción con el


esfuerzo normal sobre la discontinuidad.

La literatura reporta como primer trabajo de discontinuidades rugosas a F.D. Patton (Patton,
1966), usando configuraciones de “diente de sierra” como se aprecia en la Fig. 8.15

Fig. 8.15. Modelo de rugosidad tipo “diente de sierra”


propuesto por Patton.

119
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

Este modelo, denominado también de ángulo de dilatancia i; se define como el inverso de la


tangente de la razón entre la vertical y el desplazamiento por la acción del esfuerzo de cizalladura,
suele denominarse también como simplemente dilatante. Esta nominación surge por la
observación de la deformación al generarse un incremento aparente del volumen de la
discontinuidad a medida que estas se desplazan relativamente las superficies de contacto (ver Fig.
8.16), por efecto de un desplazamiento normal la discontinuidad lo cual depende del ángulo i de
ésta.

Asumiendo completa rigidez de la roca y este ángulo como parámetro fijo ((Patton, 1966) se 120
concluyó que:

a. Bajo condiciones mecánicas de esfuerzos normales relativamente bajos, cuando


prácticamente no existe cizallamiento entre las rugosidades, la resistencia la cizalladura en la
junta es de la forma:
𝜏 = 𝜎𝑁 ∗ 𝑡𝑎𝑛(𝜙𝑏 + 𝑖) (8.29)

Según lo anterior, la Ecuación 8.29 es similar a la estructura de la Ecuación 8.25, ósea que la
rugosidad actúa mecánicamente equivalente a una superficie inclinada lisa bajo este escenario de
fuerzas de contacto y 𝜙𝑏 es un ángulo de fricción básico

Fig. 8.16. Desplazamiento de bloques por


esfuerzos de cizalladura con rugosidades de
configuración “diente de sierra”.

b. Bajo condiciones mecánicas de esfuerzos relativamente altos, donde se inicia un proceso


de fragmentación de las rugosidades, se encontró que la resistencia a la cizalladura se ajustaba a:

𝜏 = 𝑆 𝑝 + 𝜎𝑁 ∗ tan 𝜙𝑟𝑒𝑠 (8.30)

Nuevamente, la Ecuación 8.30 es similar la estructura de la Ecuación 8.9, ósea que este proceso
bajo esta condición equivalente a la deformación de una discontinuidad lisa, y 𝜙𝑟𝑒𝑠 es un ángulo
de fricción residual y 𝑆 𝑝 es una cohesión aparente de la discontinuidad (ver Fig. 8.17).

Otra geometría de rugosidades que desarrolla un modelo similar al propuesto por las Ecuaciones
8.29 y 8.30, sería una configuración ondulatoria que admita también una deformación dilatante
(ver Fig. 8.18)

A partir de las deducciones de Patton, es posible prever que las discontinuidades rugosas con
geometrías diferentes la configuración “diente de sierra” y a la ondulatoria, difícilmente se ajustan
de forma exacta a este modelo y además, es evidente que la deformación no es estacionaria, pues
a medida que ocurre la deformación están cambiando las geometrías y resistencias de

120
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

rugosidades, lo cual implica diferentes modos de falla a medida que las rugosidades van
absorbiendo energía mecánica, y disipan en deformaciones , microfracturas, calentamiento y
cambios de los estados de cristalización de los minerales sometidas a la cizalladura que conforman
las rugosidades.

𝜎𝑁
τ
Resistencia la cizalladura τ

𝜏 = 𝜎𝑁 ∗ 𝑡𝑎𝑛(𝜙𝑏 +𝑖)
121
𝜎𝑁

τ
i

𝜏 = 𝑆𝑝 + 𝜎𝑁 ∗ 𝑡𝑎𝑛𝜙𝑟𝑒𝑠

𝜎𝑁

𝜙𝑟𝑒𝑠 τ
Sp
i
𝜏 = 𝜎𝑁 ∗ 𝑡𝑎𝑛𝜙𝑏

𝜙𝑏

Esfuerzo normal σN

Fig. 8.17. Modelos de resistencia la cizalladura en discontinuidades rugosas.

(a)

(b)

Fig. 8.18. Rugosidad ondulatoria con ángulo i (a) configuración de referencia, (b) configuración deformada.

121
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

Por otro lado, el modelo planteado por Patton o dilatante, da una buena aproximación al efecto
del esfuerzo normal sobre la discontinuidad al momento de la falla. Observando la Fig. 8.17, se
puede graficar solamente la envolvente de falla (ver Fig. 8.19). Este modelo se conoce como
modelo bi-lineal.

122

Fig. 8.19. Envolvente de falla de la discontinuidad y la superposición de condiciones de falla separadas por
umbral de esfuerzo normal sobre la discontinuidad.

El modelo bi-lineal de Patton se ha tratado de suavizar (Jaeger, 1971) a partir de resultados


experimentales (ver Fig. 8.20) , asi como Ladanyi & Archamboult (1970); usando una compleja
ecuación e la forma:

𝜏 = 𝑆 𝑝 (1 − exp(−𝑏𝜎𝑁 )) + 𝜎𝑁 ∗ 𝑡𝑎𝑛𝜙𝑟𝑒𝑠 (8.31)

Donde b es un parámetro de ajuste.

Fig. 8.20. Modelo bi-lineal suavizado.

122
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

Para finalizar, es importante precisar el comportamiento de las discontinuidades a medida que se


incrementa el esfuerzo normal sobre ellas. Puede deducirse que cuando σN es relativamente alto,
el ajuste en la discontinuidad disminuye substancialmente, de tal forma que la estructura de la
junta deja de controlar la deformación y la posterior falla, y el control pasa a ser ejercido para la
roca bajo la condición similar de roca intacta (ver Fig. 8.21).

123

Fig. 8.21. Control de falla en una discontinuidad dependiendo del esfuerzo normal sobre la discontinuidad.

Normalmente la terminología en geomecánica, suele referenciarse a la falla antes de alcanzar el


esfuerzo normal σN de umbral o critico como falla estructuralmente controlada, mientras que la
falla después de que el esfuerzo normal cuando σN > σcrit la falla es controlada por las condiciones
materiales de la roca y se acerca a la falla de roca intacta o denominada por concentración de
esfuerzos.

8.8. MODELO DE BARTON


Nick Barton propuso un modelo usando como base la concepción de la resistencia la cizalladura
máxima (ver Fig. 8.6) y a partir de resultados experimentales como lo detalla la Fig. 8.22,
considerando un modelo general lineal del tipo (Barton, 1972a, 1972b, 1977, 1971)
0
𝜏 = 𝜎𝑁 ∗ tan(𝑑𝑁 ) (8.32)
0
El parámetro 𝑑𝑁 da razón de varios aspectos geomecánicos a saber:

a. De la variación no lineal entre τ vs. σN por efectos de la variación de mismo esfuerzo


normal (ver Fig. 8.22), que se trató de explicar en el modelo bi-lineal de Patton; ósea que:
0
𝑑𝑁 = 𝑓(𝜎𝑁 ) (8.33)
0
b. El parámetro 𝑑𝑁 tendrá en cuenta la rugosidad en la discontinuidad, asociada a un
incremento de la resistencia.

123
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

0
c. Para discontinuidades lisas con esfuerzos normales σN relativamente bajos, 𝑑𝑁 → 𝜙𝑏 (ver
Ecuación 8.29)

De esta manera, usando la definición del ángulo de dilatación máxima (en inglés “peak dilation
0
angle”) denotado como 𝑑𝑁 (ver Fig. 8.23); tal que:
0 ℎ
𝑑𝑁 = (8.34)
𝛿

Donde h es el desplazamiento vertical medido en instante que se alcanza el esfuerzo de cizalladura


máximo τmax y δ es el desplazamiento en la dirección de esfuerzo de cizalladura sobre el plano de
la discontinuidad (ver Fig. 8.23). Este parámetro se convierte en una variable geomecánica de 124
interés para la modelación del comportamiento mecánico de discontinuidades.

Fig. 8.22. curvas obtenidas por Barton para tres


tipos de rugosidades (tomado de Barton, 1971).

Fig. 8.23. Concepto de ángulo de


dilatación máxima 𝑑𝑁0 usado por
Barton.

0
Graficando el ángulo de dilatación 𝑑𝑁 contra 𝑎𝑟𝑐𝑡𝑎𝑛(𝜏⁄𝜎𝑁 ) se obtiene relaciones cercanamente
lineales (ver Fig. 8.24a).

124
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

125

(a) (b)
Fig. 8.24. Resultados de resistencia máxima de cizalladura obtenida a partir de ensayos directos sobre rocas
frágiles fracturadas a tensión (tomado de Barton, 1977).

Por otro lado, formulando una razón adimensional entre el esfuerzo normal sobre la
discontinuidad y la resistencia la compresión simple de la roca intacta σC, (ver Fig. 8.24b), se
encuentra un buen ajuste lineal con pendiente negativa, determinando una relación de la forma:
0 𝜎
𝑑𝑁 = 20 ∗ 𝑙𝑜𝑔 [ 𝐶 ] + 30o (8.35)
𝜎 𝑁

Reemplazando en la Ecuación 8.32, se tiene que la resistencia máxima la cizalladura en la


discontinuidad será:
𝜎
𝜏 = 𝜎𝑁 ∗ 𝑡𝑎𝑛 (20 ∗ 𝑙𝑜𝑔 [𝜎𝐶 ] + 30o ) (8.36)
𝑁

Donde en este caso 30o corresponde a un ángulo de fricción básicos 𝜙𝑏 .

Basado en variaciones para diferentes experimentos con tipos de rocas diferentes, se propuso que
en el número adimensional que involucra la razón entre la resistencia a compresión simple de roca
intacta con el esfuerzo normal sobre la discontinuidad se transforme convenientemente para
involucrar la pérdida de la resistencia a la compresión por alteraciones mecánicas y/o químicas de
las intercara de la discontinuidad, asi que:
𝜎𝐶 𝐽𝐶𝑆
𝜎𝑁
→ 𝜎𝑁
(8.37)

Donde JCS (del inglès “Joint Compressive Strength”) es una resistencia a la compresión de la roca
en las caras de la discontinuidad. Un caso especial es que JCS es igual a σC para intercaras en la
discontinuad muy frescas y que no hayan sufrido alteraciones.

125
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

Por otro lado, el factor multiplicador en la Ecuación 8.36, que se igualó a 20 (nótese que sus
unidades son en grados sexagesimales), se considera como el factor máximo para
discontinuidades rugosas, variando en el intervalo de [0,20], siendo cero para superficies
aproximadamente lisas y 20 para superficies muy rugosas. Este factor se le denomino JRC (del
inglés “Joint Roughness Coefficient”) o coeficiente de rugosidad de la discontinuidad.
𝐽𝐶𝑆⁄
Este modelo es válido en intervalos de medida de 𝜎𝑁 ≥ 100 (N. Barton, 1972a)
Reescribiendo la Ecuación 8.36, se obtiene el modelo:
𝐽𝐶𝑆 126
𝜏 = 𝜎𝑁 ∗ 𝑡𝑎𝑛 (𝐽𝑅𝐶 ∗ 𝑙𝑜𝑔 [ 𝜎 ] + 𝜙𝑏 ) (8.38)
𝑁

 Estimación de los valores de los factores JCS y JRC

En el caso que la discontinuidad presente superficies inalteradas, el valor de JCS se puede igualar a
la resistencia uniaxial a la compresión de la roca intacta (σC), y a medida que las intercaras
presenten erosión, alteraciones químicas o demás, JCS disminuye y un método práctico suele
usarse denominado ensayos de punto de carga, cuya técnica es conocida como Martillo de
Schmidt. Usando el concepto del número de rebote R. Este dispositivo, el cual entrega una
energía de impacto de 0.075 mKg (N. R. Barton & Chobey, 1977) y dependiendo de la energía
elástica recuperada en la rebote, medida en un intervalo del número de rebote R entre 0-60,
puede aplicarse la correlación:

log(𝐽𝐶𝑆) ≈ 0.00088 ∗ 𝜌 ∗ 𝑅 + 1.01 (8.39)

Siendo: ρ la densidad de la roca seca (KN/m3), R en número de rebote y JCS en MN/m3. La Fig.
8.25 detalla un ábaco, según la Ecuación 8.39 para determinar el número de rebote, usando las
variables resistencia a compresión de roca intacta σC y densidad de la roca ρ.

La determinación de la magnitud del parámetro JRC, también se puede usar los criterios descritos
en la Fig. 8.26. o bien de forma analítica cuando se conoce JCS, despejando este parámetro dela
Ecuación 8.38; asi que:
𝑡𝑎𝑛−1 (𝜏⁄𝜎𝑁 )−𝜙𝑏
𝐽𝑅𝐶 = (8.40)
𝑙𝑜𝑔(𝐽𝐶𝑆⁄𝜎𝑁 )

Relacionando la Ecuación 8.35 con la definición de parámetros geomecánicos, se puede tener que
(N. Barton, 2013):
0 1 𝐽𝐶𝑆
𝑑𝑁−𝑚𝑎𝑥 = 2 𝐽𝑅𝐶𝑚𝑎𝑥 ∗ 𝑙𝑜𝑔 ( 𝜎 ) (8.41)
𝑁

126
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

127

Fig. 8.25. Número de rebote R, resistencia a compresión 𝜎𝐶 y densidad de roca (HOEk, 2000)

127
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

128

Fig. 8.26. Perfiles de rugosidad e intervalos de valores del parámetro JCS (N. R. Barton & Chobey, 1977).

128
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

129

Fig. 8.27. Método alternativo para determinar JRC a partir de mediciones directas sobre las superficies de la
discontinuidad (referencia).

129
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

 Escalamiento de los valores de los factores JCS y JRC

Barton y Bandis (Barton & Bandis, 1973) estimaron efectos de escala para los factores asociados la
Ecuación 8.38, y determinaron variaciones a medida que los tamaños involucrados cambian (ver
Fig. 8.28), encontrando además cambios en el comportamiento mecánico de elástico a plástico.

130

Fig. 8.28. Variaciones del comportamiento de los parámetros de Barton por efectos de la escala de las
discontinuidades (Tomado de Barton & Bandis, 1980).

En este sentido se sugieren las siguientes correcciones:

𝐿 −0.02𝐽𝑅𝐶0
𝐽𝑅𝐶𝑛 = 𝐽𝑅𝐶0 [ 𝐿𝑛 ] (8.42)
0

𝐿 −0.03𝐽𝑅𝐶0
𝐽𝐶𝑆𝑛 = 𝐽𝐶𝑆0 [ 𝐿𝑛 ] (8.43)
0

Siendo 𝐽𝑅𝐶0, 𝐽𝐶𝑆0 y L0 los parámetros a escala de laboratorio con una dimensión característica
de 100 mm, mientras 𝐽𝑅𝐶𝑛 , 𝐽𝐶𝑆𝑛 y Ln los tamaños in situ de los bloques.

8.9. EFECTO DE MATERIAL DE RELLENO EN LAS DISCONTINUIADES


Las consideraciones anteriores, son válidas para la situación en que las caras de las
discontinuidades rozan directamente. Sin embargo, en no pocas ocasiones las juntas poseen
material de relleno que no está asociado a las características mecánicas de las rocas que están en
contacto y este aspecto afecta substancialmente la resistencia de la discontinuidad.

130
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

Respecto al relleno, se sugiere diferenciar dos características, una el espesor e de la


discontinuidad y la amplitud a de la misma. La relación entre estas dos variables permite
distinguir varios comportamientos mecánicos (ver Fig. 8.28)

131

Fig. 8.29. Descripción geométrica de espesor de relleno y amplitud de discontinuidad.

a. Si el espesor e >>>>> a , el control mecánico de la discontinuidad está a cargo de las


características mecánicas del relleno solamente, dado que no hay contacto entre las intercaras de
la roca en la junta.
b. Si el espesor e es del orden de la amplitud a, el control del relleno se asemeja a una
presión de poro p, que reduce sustancialmente el esfuerzo normal efectivo sobre la discontinuidad
c. Si el espesor e <<<< a, la resistencia de la discontinuidad se ajusta a la determinada por
el modelo de Barton.

La tabla 8.1 detalla algunos ejemplos de cambios de comportamiento por presencia de rellenos
(Barton, 1974)

Fig. 8.30. Controles del comportamiento mecánico de las discontinuidades por los rellenos.

131
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

Tabla 8.1. Efecto de algunos rellenos sobre diferentes tipos de rocas (Barton, 1974).

132

132
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

8.10. MODELO GEOMECNICO DE FALLA CON VARIOS PLANOS DE DEBILIDAD EN LA


ROCA
A partir de los argumentos anteriores, se puede verificar que la máxima resistencia esperada en
una roca es bajo la condición de roca intacta, mientras que a medida que se involucran
discontinuidades la roca pierde resistencia, como se puede apreciar en la Fig. 8.31 (N. Barton,
2013)

133

Fig. 8.31. Variación de la resistencia a medida que las discontinuidades ejercen influencia mecánica.

Se puede considerar además otro aspecto y está asociado al incremento del confinamiento, como
argumento de incremento de la resistencia.

Si definimos las masas rocosas como agregados de rocas intactas separadas por discontinuidades,
estas discontinuidades controlarán estructuralmente la resistencia y las deformaciones del macizo,
desarrollando una forma de anisotropía, lo cual complica la modelación y la comprensión de los
fenómenos mecánicos.

Lo anterior ha permitido que se caracterice a los planos de debilidad en las rocas como
aceleradores los procesos de falla, en la medida que esto planos en si miso configuran regiones de
inestabilidad y debilidad geomecánica de las rocas.

Sin embargo, no en todos los casos que existan planos de discontinuidad, la falla ocurre
necesariamente en este plano. Además, es claro que los planos de debilidad generan
comportamientos mecánicos diferentes ocasionando escenarios de anisotropía, esto es de fuertes
variaciones de la resistencia a medida que cambian los ángulos de las discontinuidades.

Se tiene evidencia experimental (Paterson; M.S., 1978) de la falla en roca intacta por
concentración de esfuerzos, tanto bajo condiciones de ensayo uniaxial como en ensayos triaxiales
en escenarios de deformación elástica (esto es antes, de que la roca desarrolle deformación

133
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

viscoelástica), la cual ocurre con mayor frecuencia con ángulos entre 20° a 30°, respecto al
dirección del esfuerzo principal mayor (ver Fig. 8.32).

Bajo tales condiciones, se genera una discontinuidad y el mecanismo de falla por cizalladura es
similar al caso en que la discontinuidad existirá previamente, como se discutió antes.

134

Fig. 8.32. Falla por cizalladura en un ensayo a compresión.

Jaeger (1960), Jaeger & Cook (1979) y (Priest, 1995) combinan el modelo de falla para una
discontinuidad pre-existente y la falla por concentración de esfuerzos para rocas que contiene uno
o más discontinuidades planares con cualquier orientación.

La Fig. 8.32 detalla el escenario de distribución de esfuerzos, para una muestra cilíndrica confinada
con σ2=σ3, a la cual se le aplica un esfuerzo σ1 principal mayor con una presión de poro p, sobre un
plano inclinado θ.

Bajo estas condiciones, se puede efectuar un tratamiento bidimensional de esfuerzos, y los


esfuerzos normales y de cizalladura serán efectivos sobre el plano inclinado θ. Como se detalla en
las Ecuaciones 8.44 y 8.45.

𝜎1 +𝜎2 𝜎 −𝜎
𝜎´𝑛 = [( 2
) + ( 1 2 2 ) cos(2𝜃)] − 𝑝 (8.44)

𝜎1 −𝜎2
𝜏=( 2
) 𝑠𝑒𝑛(2𝜃) (8.45)

134
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

Se puede apreciar, que las Ecuaciones 8.44 y 8.45, están fundamentadas en el contexto clásico de
distribución de esfuerzos en cualquier plano inclinado θ, bien sea para un plano pre-existente o
para un campo de esfuerzos en una roca intacta sobre un plano imaginario con la misma
inclinación θ.

En el caso de que el plano de discontinuidad pre-exista, se puede usar el criterio de falla por
cizalladura y para relacionarle explícitamente a los esfuerzos sobre este plano se indicará con el
subíndice d, asi:
135
𝜏𝑓𝑑 = 𝐶𝑑 + 𝜎´𝑛𝑑 ∗ 𝑡𝑎𝑛𝜙𝑑 (8.46)

Donde Cd y 𝜙𝑑 son parámetros que pueden variar con el esfuerzo normal efectivo, por lo que se
puede asumir fijos en intervalos muy específicos de σ´nd . lo cual no se discutirá en este momento,
pero da sentido a algunas discrepancias entre los resultados experimentales y los modelados.

Fig. 8.33. Esfuerzos normal y de cizalladura sobre


un plan inclinado θ, en una muestra de roca
intacta de forma cilíndrica.

Si además el plano pre-existente tiene un ángulo de inclinación denotado como θd, se puede usar
el criterio de Mohr-Coulomb (M-C) asi:
2[𝐶𝑑 +(𝜎3 −𝑢)∗𝑡𝑎𝑛𝜙𝑑 ]
𝜎1𝑑 = 𝜎2 + 𝑡𝑎𝑛𝜙𝑑 (8.47)
𝑠𝑒𝑛2𝜃𝑑 ∗[1− ]
𝑡𝑎𝑛𝜃𝑑

Donde σ1d es el esfuerzo principal mayor que genera la falla en el plano inclinado pre-existente de
inclinación θd.

Por otro lado, para la roca intacta, se puede usar el mismo criterio de M-C de la forma:

𝜏𝑓𝑚 = 𝐶𝑚 + 𝜎´𝑛𝑚 ∗ 𝑡𝑎𝑛𝜙𝑚 (8.48)

135
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

Donde el subíndice m se refiere a las condiciones de roca intacta ( o condiciones materiales de la


roca). Este criterio expresado en términos de los esfuerzos principales que provoquen la falla se
puede escribir como:
2[𝐶𝑚 +(𝜎2 −𝑢)𝑡𝑎𝑛𝜙𝑚 ]
𝜎1𝑚 = 𝜎2 + 𝑡𝑎𝑛𝜙𝑚 (8.49)
𝑠𝑒𝑛2𝜃∗[1− ]
𝑡𝑎𝑛𝜃𝑚

Donde σ1m se configura como el esfuerzo principal mayor que genera la falla de roca intacta bajo la
condición de confinamiento σ2 y θm será el ángulo del plano de falla bajo la misma condición.

De lo planteado en los capítulos anteriores, se sabe que la falla de roca intacta (léase también en
136
condiciones materiales), el ángulo de falla θm será:
𝜋 𝜙𝑚
𝜃𝑚 = 4 + 2
(8.50)

Usando el ángulo material de la Ecuación 4.7, se puede expresar el criterio de falla en términos de
los esfuerzos principales, de tal forma que:

𝜋 𝜙𝑚 𝜋 𝜙𝑚
𝜎1𝑚 = 2𝐶𝑚 𝑡𝑎𝑛 [ + ] + (𝜎2 − 𝑢)𝑡𝑎𝑛2 [ + ] (8.51)
4 2 4 2

Fácilmente se puede demostrar que:


𝜋 𝜙𝑚 1+𝑠𝑒𝑛𝜙
𝑡𝑎𝑛2 [ 4 + 2
] = 1−𝑠𝑒𝑛𝜙𝑚 (8.52)
𝑚

Este término en mecánica de suelos suele denominarse coeficiente terrestre de presión pasivo.

Brady & Brown (1985), demostraron que la Ecuación 4.8 se puede escribir de la forma:
2[𝐶𝑚 +(𝜎2 −𝑢)𝑡𝑎𝑛𝜙𝑚 ]
𝜎1𝑚 = 𝜎2 + (8.53)
𝑡𝑎𝑛𝜙𝑚 +√1+𝑡𝑎𝑛2 𝜙𝑚

 Modelo de falla en rocas con un único plano de debilidad


La teoría de falla en una roca con un plano único de debilidad asume que la resistencia de roca
sometida a un confinamiento σ2, se determina por la magnitud del esfuerzo principal mayor σ1
cuando excede la magnitud más pequeña entre σ1d y σ1m (ver Ecuaciones 8.48 y 8.51), lo que
implica que el control de la estabilidad de una roca está determinada por el menor valor entre
estos dos esfuerzos.

Ejemplo 1: Una muestra de roca que posee parámetros materiales Cm, 𝜙𝑚 de 45 MPa y 40° (2π/9
radián) respectivamente, posee una discontinuidad con inclinación de θd de 20° con parámetros
de Mohr-Coulomb de Cd y 𝜙𝑑 , de 20 MPa y 10°, respectivamente. Determine el ángulo del plano
de falla y el esfuerzo principal mayor de falla (o resistencia de la muestra), si la presión de poro es
nula y el esfuerzo de confinamiento es de 26 MPa.

136
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

Solución:

 Para la roca intacta σ1m se calcule con la ecuación 8.49 (también la Ecuación 8.10) y el
ángulo del plano de falla será de θm. (ver Ecuación 8.50).

𝜋 2𝜋 𝜋 2𝜋
𝜎1𝑚 = 2 ∗ 45 ∗ 𝑡𝑎𝑛 [ + ] + 26 ∗ 𝑡𝑎𝑛2 [ + ] = 312.54 𝑀𝑃𝑎
4 18 4 18
𝜃𝑚 = 65°

 Para la discontinuidad se aplica la Ecuación 8.47, asi que


137

𝜋
2[𝐶𝑑 + (𝜎3 − 𝑢) ∗ 𝑡𝑎𝑛𝜙𝑑 ] 2 [20 ∗ tan(9 )]
𝜎1𝑑 = 𝜎2 + = 26 + 𝜋 = 203.8 𝑀𝑃𝑎
𝑡𝑎𝑛𝜙 tan( )
𝑠𝑒𝑛2𝜃𝑑 ∗ [1 − 𝑡𝑎𝑛𝜃 𝑑 ] 2𝜋 18 ]
𝑑 𝑠𝑒𝑛 ( 9 ) ∗ [1 − 𝜋
tan(9 )

Como σid es menor que σ1m, la falla ocurre por el plano pre-existente.

Se puede ver el efecto del ángulo de inclinación de una superficie singular, comparado con el
comportamiento de roca intacta, lo que se denomina anisotropía de la roca (ver fig 8.34).

A partir de la Fig. 8.34, se observa que para inclinaciones de planos de debilidad menores a 35°, el
control de la estabilidad es de la roca intacta, por lo que la falla ocurre en un plano con ángulo de
60°, mientras que para fracturas pre-existentes mayores a 35° , el control lo ejerce la
discontinuidad y la falla ocurre en los planos de debilidad.

Se puede observar además, que para discontinuidades de inclinación aproximadamente de 59°, la


resistencia de la roca pasa por un mínimo, lo cual plantea el escenario más débil de la roca,
posteriormente para discontinuidades con ángulos mayores a 85° aproximadamente, el control de
la resistencia retorna a la roca intacta

 Efecto de la presión de confinamiento sobre el esfuerzo principal mayor en


instante de falla.

La presión de confinamiento σ2 y σ3 en ensayos triaxiales, incrementa la resistencia de la roca y


teóricamente, se puede ver en la Fig. 8.35

En esta figura se detalla la variación de las regiones de falla, con tres esfuerzos de confinamiento,
cuando las demás variables de la roca permanecen fijos.

Comparado con los valores experimentales obtenidos por Attewell & Sandford (1974), se puede
notar una fuerte distorsión con los valores teóricos, lo cual es generalmente explicado a partir de
la conjetura que se aplica, en la cual se asume que los esfuerzos normales al plano de
discontinuidad preexiste son fijos. Sin embargo, los esfuerzos normales y el ángulo de fricción

137
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

básico varían con los esfuerzos de confinamiento, y por lo tanto puede observarse como medida
que se incrementan los esfuerzos de confinamiento como se detalla en la Fig. 8.36

Fig. 8.34. Anisotropía de una muestra de roca


cilíndrica por variación del ángulo de inclinación
de una discontinuidad. 138

Por otro lado, también se puede observar que en el análisis de un único plano de discontinuidad, si
los parámetros materiales de roca no varían y las condiciones de la discontinuidad son iguales, el
ángulo de menor debilidad se mantiene más menos fijo a pesar de variar el confinamiento (por
ejemplo en el caso de las Fig. 4.4 y 4.5., es de 59° aproximadamente)

Fig. 8.35. Variación del esfuerzo principal


mayor de falla, para diferentes esfuerzos
de confinamiento.

138
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

Fig. 8.36. Variación del esfuerzo principal mayor


de falla para diferentes confinamientos (Tomado
de Atewell & Sandfor, 1974, Horino & Ellikson,
1970)

139

 Modelo geomecánico de falla con varios planos de debilidad en la roca


Cuando existen varias discontinuidades en la roca con diferentes orientaciones, se puede efectuar
una extensión de la falla vista anteriormente del conjunto roca intacta-plano de debilidad.

Se debe tener en cuenta que para usar el modelo de falla de plano único, pero con varios planos
de debilidad, se requiere que las normales de las discontinuidades se encuentre dentro de los
planos que contiene σ1 y σ2, de tal forma que la falla ocurra durante la rotación de un único eje.

La falla de la roca puede a través de roca intacta o bien a través de uno de los planos y/o a través
de dos planos formando una cuña.

Ejemplo. Una muestra de roca posee tres discontinuidades con las características enumeradas en
la tabla
Cohesión MPa Angulo de fricción (°)
Discontinuidad 1 0.15 37
Discontinuidad 2 0.05 31

139
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

Discontinuidad 3 0.10 41
Roca intacta 0.6 43

La discontinuidades tiene ángulo respecto al esfuerzo principal mayor σ1 de

 0° para Discontinuidad 1
 25° para Discontinuidad 2
 55° para Discontinuidad 3

Para la solución del problema se puede considerar como referencia la discontinuidad DSC1, y por
lo tanto las demás están rotadas respecto a ella, respecto a lo ángulos, asi que la DISC2 está rotada 140
25°y la DSC 3 está rota 55°, respectivamente.

Resolviendo para la roca intacta la Ecuación 4.8 y para las discontinuidades la Ecuación 4.6, los
valores se tabulan variando la inclinación de la discontinuidad 1 y por lo tanto para las demás se
generan los esfuerzos principales.

Si se toma como referencia alguna de las otras dos discontinuidades, la solución es similar.

Fig. 4.6. Anisotropía teórica de la


falla de una roca con tres
discontinuidades.

Puede notarse como la discontinuidad 2 es la más débil y además independiente del ángulo de
inclinación de las discontinuidades, la roca no fallara por la roca intacta.

140
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

REFERENCIAS
J. C. Jaeger, N. G. Woods & R. Zimmerman, ISBN 13: 978-06320575

B. Aadnøy, B. Looyeh, R. (2011). Porous Rocks and Effective Stresses. In Petroleum Rock Mechanics
(pp. 77–105). Oxford: Elsevier. https://doi.org/10.1016/B978-0-12-385546-6/00007-3
Barton, N. (1972a). A Model Study of Rock-Joint Deformation, 9, 579–602.
Barton, N. (1972b). The shear strength of rock and rock joints. International Journal of Rock
Mechanics and Mining Sciences And, 13(9), 255–279. https://doi.org/10.1016/0148-
9062(76)90003-6 141
Barton, N. (1977). Shear strength of rock and rock joints. Int J. Rock Mechanics.
Barton, N. (2013). Shear strength criteria for rock , rock joints , rockfill and rock masses : Problems
and some solutions. I . Journal of Rock Mechanics and Geotechnical Engineering, 5(4), 249–
261. https://doi.org/10.1016/j.jrmge.2013.05.008
Barton, N., & Bandis, S. (1980). Some effects of scale on the shear strength of joints. International
Journal of Rock Mechanics and Mining Sciences And, 17(1), 69–73.
https://doi.org/10.1016/0148-9062(80)90009-1
Barton, N., & Choubey, V. (1977). The shear strength of rock joints in theory and practice. Rock
Mechanics Felsmechanik Mécanique Des Roches, 10(1–2), 1–54.
https://doi.org/10.1007/BF01261801
Barton, N. R. (1971). Model study of rock-joint deformation.
Barton, N. R., & Chobey, V. (1977). The shear strength of rock joints. Rock Mechanics, 10, 1–54.
Jaeger, J. C. (1959). The frictional properties of joints in rock. Geofisica Pura e Applicata, 43(1),
148–158. https://doi.org/10.1007/BF01993552
Jaeger, J. C. (1971). Friction of Rocks and Stability of Rock Slopes. Géotechnique, 21(2), 97–134.
https://doi.org/10.1680/geot.1971.21.2.97
Jaeger, J. C. (1979). Rock mechanics and engineering. (Cambridge University Press, Ed.),
CAMBRIDGE UNIVERSITY PRESS (Second). London, New York, Melbourne.
https://doi.org/10.1007/s13398-014-0173-7.2
Kim. B.H., Kaiser, P. K., & Grasselli, G. (2007). Influence of persistence on behaviorof fractured rock
masses. Geol. Soc. London, Special Publications, 284, 161–173.
https://doi.org/10.1144/SP284.11
Kim, B. H., Kaiser, P. K., & Grasselli, G. (2007). Influence of persistence on behaviour of fractured
rock masses. Geological Society, London, Special Publications, 284(1), 161–173.
https://doi.org/10.1144/SP284.11
Ladanyi, B., & Archambault, G. (1970). Simulation of shear behavior of a jointed rock mass. In First
Symposium on Rock Mechanics (AIME) (pp. 105–125).
Paterson; M.S. (1978). Experimental Rock Deformation - Te Brittle Field. (Springer-Verlag, Ed.).
Berlin.

141
M.O. BUSTAMANTE, GEOMECANICA MINERA Instituto de minerales- CIMEX

Patton, F. D. (1966). Multiple modes of shear failure in rock. In: Lisbon. In Proceedings of the First
Congress of the International Society Rock Mechanics (pp. 509–513). Lisbon.
Priest, S. (1995). DISCONTINUITY ANALYSIS FOR ROCK ENGINEERING (second Edi). London:
Chaoman & Hall.
Terzaghi, K. (1943). Theoretical Soil Mechanics. (JOHN WILLEY AND SONS INC, Ed.), Géotechnique
(First). Ney York, London: JOHN WILLEY AND SONS INC.
https://doi.org/10.1680/geot.1964.14.1.1
Thirukumaran, S., & Indraratna, B. (2016). A review of shear strength models for rock joints
subjected to constant normal stiffness. Journal of Rock Mechanics and Geotechnical 142
Engineering, 8(3), 405–414. https://doi.org/10.1016/j.jrmge.2015.10.006
J. C. Jaeger, Frictional properties of joint in rocks, 1959, Pure and Applied
Geophysics 43(1):148-158 · May 1959 .

142

Você também pode gostar