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Los autores citados obtuvieron una muy buena correlación entre la erosión por
deslizamiento de nieve y los resultados estimados por RUSLE, lo que demuestra que, si
bien este modelo no había sido diseñado para funcionar con otros factores activos, como
la nieve o el viento, sus resultados han sido plausibles tanto para el patrón como para las
pérdidas cuantitativas del suelo
Meusburger y col. (2014) llevaron a cabo su estudio en una cuenca montañosa templada,
en la que las nevadas son responsables del 30% de la precipitación anual. Para los Andes
peruanos, un sistema tropical de alta montaña, la nevada es mucho menor que en los
Alpes y las simulaciones climáticas demostraron que el clima en MRB durante el siglo XXI
tiende a ser más seco que en la actualidad.
Esto significa que la erosión del suelo causada por deslizamiento de nieve o avalanchas
en esta cuenca, en el futuro, tiene baja probabilidad de ocurrencia. Por lo tanto, el modelo
RUSLE es la herramienta más indicada para estimar el comportamiento de la erosión del
suelo en MRB para los climas presentes y futuros, ya que el principal factor activo para la
erosión del suelo en esta cuenca es la lluvia.
Las subcuencas que se vieron más afectadas se encontraban en altitudes más altas, como
las ubicadas en el norte, presentaron una tendencia creciente del factor R. Este
comportamiento está relacionado con el aumento de la precipitación total con el
calentamiento global y el aumento de la velocidad de fusión permanente de la capa de
hielo, moviendo la línea de congelación (0 ° C).
La región “Selta Alta” (precisamente la subcuenca de Viscatan) presenta la mayor
reducción (9% más baja que la observada en el clima actual). Además, para MRB en su
conjunto y también para las regiones “sunitas”, “quechuas” y “Yunga”, a fines de siglo hubo
mayores disminuciones en el factor R en relación con el clima actual.
Sin embargo, en “Janca”, “Puna” y, más consistentemente, en las regiones agroecológicas
“Selva Alta”, hay un aumento del potencial erosivo de la lluvia en el último segmento de
tiempo (2071–2098) en comparación con el anterior, similar a la que se encontró para las
subcuencas en el norte de MRB.
Por lo tanto, existe una clara tendencia a la disminución de la erosividad de las
precipitaciones anuales en MRB con base en una escala anual.
Más allá de esto, el aumento estadísticamente significativo en PCI muestra un aumento
importante del potencial erosivo durante la estación lluviosa del año, como lo informó Mello
et al. (2015). Además, la concentración de lluvia puede significar un aumento en el poder
erosivo durante la temporada de lluvias o incluso para eventos de precipitación aislados,
incluidas las subcuencas.
Estas consideraciones deben analizarse conjuntamente cuando se trata de los impactos
del cambio climático en el poder erosivo de la lluvia, ya que existe una considerable
incertidumbre asociada con estos indicadores bajo la influencia del calentamiento global.
CONCLUCION
DISTRIBUCIÓN ESPACIAL DE FACTORES PASIVOS RUSLE PARA MRB, ANDES
PERUANOS
En este tema, se presenta la distribución espacial de los elementos pasivos RUSLE,
comenzando con el factor LS, que se desarrolló con base en RUSLE 3D para MRB.
Los mayores valores de este factor se encuentran en la región centro este de la cuenca
específicamente en las subcuencas “San Fernando”, “Pariahuanca”, “Huanchuy”,
“Paraíso”, “Viscatan” y en las subcuencas. parte sur de la subcuenca “Microcuencas”.
En términos del área porcentual de MRB, el factor LS varía de 5 a 50, representando 58%
del área de la cuenca. Los valores correspondientes a la media y