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El fetichismo

A medida que transcurre el tiempo se ha hablado del fetichismo con distintas


significaciones y dejando atrás sus raíces; y convirtiéndose en lo que hoy en día
conocemos como fetichismo, que es a atracción sexual patológica hacia situaciones y
objetos que proporcionan excitación y placer. El fetichismo ha sido estudiado por
diferentes autores. Para muchos, el fetichismo es una simple conducta en la que una
persona “se obsesiona” con un objeto y obtiene placer de éste. Para otros, el tema va
mucho más allá de una simple observación. En el área de la psicología, distintas teorías
difieren sobre si es una conducta perteneciente al campo de la neurosis o al campo de la
psicosis. (Sharyl 2019)

Se dice que el vocablo fetiche deriva del portugués “ feitiço”, que significa sortilegio o
artificio. Este vocablo fue tomado posteriormente por el francés e inglés para referirse a
objetos de hechicería como amuletos y talismanes; y por último por el castellano, con el
mismo significado. En las ciencias sociales el término fue utilizado por el filósofo Karl
Marx, quien expuso sobre el fetichismo de la mercancía.

Luego pasó a manos de Sigmund Freud, quien se refirió a fenómenos en los cuales el
interés sexual parecía desplazarse hacia objetos que estaban vinculados indirectamente a
su objeto sexual, y fue retomado nuevamente por el psicólogo francés Alfred Binet y por
los fundadores de la sexología, quienes lo consideraban como una actitud hacia la vida
sexual normal que privilegiaba una parte del cuerpo y como una perversión sexual en la
que la excitación era provocada únicamente por una parte del cuerpo o un objeto.

Para el autor Alfred Adler en su libro (La ciencia de vivir 1957 pag. 112) el fetichismo no
resuelve sino un aspecto parcial de un problema existente y tiene como finalidad superar
por una vía anormal sentimientos de inferioridad. Para él, el comportamiento fetichista es
un mecanismo de seguridad del que se sirve la personalidad neurótica y que reduce la
realidad amorosa. El fetichista tiene angustia ante el otro y ante el amor y por eso huye a
refugiarse en los objetos excitantes. Para el modelo adleriano, los trastornos sexuales son
desórdenes de lo neurótico que suponen un arreglo inconsciente para que la persona se
sienta importante ante sus sentimientos. Adler afirmó que el sujeto fetichista depende de
objetos porque tiene la finalidad inconsciente de librarse de su compañero por temor y por
sentimientos de inferioridad.

El exhibicionismo

El autor Eusebio Rubio Aurioles en su libro (Problemas de la sexualidad pag. 321) el


explica que el exhibicionismo consiste en la urgencia y deseo recurrente de exponer los
genitales a un extraño o a una persona que no lo espera. En la dinámica del
exhibicionista, el acto de exhibirse le sirve para reafirmar su masculinidad al exponer su
pene y al observar la reacción de la víctima.

Sadismo

El autor Eusebio Rubio Aurioles en su libro (Problemas de la sexualidad Pag. 321-322)


Establece que la mayoría de las veces los sádicos son hombres. De acuerdo con la teoría
psicoanalítica, el sadismo es una defensa contra el miedo de castración, el sádico hace a
los otros lo que teme le suceda a él. El placer se obtiene con la expresión del instinto
agresivo. El trastorno fue llamado de esta manera por Kraft-Ebing en honor al escritor
literario del siglo XVIII, Marqués de Sade , quien fue muchas veces encarcelado por
perpetrar actos sexuales violentos en contra de mujeres.

El sadismo sexual está relacionado con la violación, aunque esta es mejor


conceptualizarla como un acto de violencia. Sin embargo, algunos violadores sádicos
matan a sus víctimas después de haber tenido contacto sexual con ellas.

Según algunos autores, las personas que poseen éste trastorno por lo general suelen ser
personas con un trastorno disociativo llamado “trastorno de personalidad multiple” y
muchas de esas personas por lo general han sufrido un traumatismo craneoencefálico.

Masoquismo

El autor Eusebio Rubio Aurioles en su libro (Problemas de la sexualidad pag. 322) habla
sobre los masoquistas mencionando que son llamados también sadomasoquistas porque
además tienen fantasías sádicas. Las personas que poseen este trastorno tienen intensos
deseos y fantasías sexuales que envuelven el acto real de ser humillados, golpeados,
atados o cualquier otra actividad que les cause dolor o los haga sufrir.

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