Você está na página 1de 2

Sientate y escribe 100 preguntas antes de levantarte.

UNA ORACIÓN DE ARTISTA

Oh, Gran Creador, estamos reunidos en tu nombre para servirte mejor a ti y a nuestrosc ompañeros.

Nos ofrecemos a ti como instrumentos.

Nos abrimos a tu creatividad en nuestras vidas.

Rendimos ante ti nuestras viejas ideas.

Damos la bienvenida a tus nuevas y más expansivas ideas.

Confiamos en que nos guíes.

Confiamos en que seguirte es seguro.

Sabemos que nos creaste y que la creatividad

es tu naturaleza, y también la nuestra.

Te pedimos que desarrolles nuestras vidas

según tus planes, no según nuestra baja autoestima.

Ayúdanos a creer que no es demasiado tarde

y que no somos demasiado pequeños ni demasiado fallidos

como para ser sanados

—por ti y los unos por los otros— y hechos plenos.

Ayúdanos a amarnos los unos a los otros,

a nutrir el florecimiento los unos de los otros,

a animar el crecimiento los unos de los otros,

y comprender nuestros miedos.

Ayúdanos a saber que no estamos solos,

que somos amados y dignos de ser amados.

Ayúdanos a crear como acto de veneración a ti.

«Hasta que no aceptemos el hecho de que la vida misma se funda en el misterio, no


aprenderemos nada».

HENRY MILLER«Como aprendo es yendo a donde tengo que ir».

THEODORE ROETHKE

REGLAS DEL CÍRCULO SAGRADO

1. La creatividad florece en los lugares de seguridad y aceptación.

2. La creatividad se marchita entre enemigos y crece entre amigos.

3. Todas las ideas creativas son niños que merecen nuestra protección.

4. Todo éxito creativo precisa de fracasos creativos.

5. Desarrollar nuestra creatividad es una confianza sagrada.

6. Violar la creatividad de otro es violar una confianza sagrada.

7. La retroalimentación creativa nunca debe avergonzar, al contrario: tiene que apoyar al niño
creativo.

8. La retroalimentación creativa nunca tiene que centrarse en las debilidades debe construirse
sobre las fortalezas.

9. El éxito ocurre en racimos y nace de la generosidad.

10. El bien de otro nunca puede ser un bloqueo para nosotros.

Y sobre todo: Dios es la fuente. Ningún poder humano puede desviar nuestro bien

para crear. Todos somos conductos para un bien superior que trabaja a través de nosotros.

Estamos conectados de igual modo a una fuente espiritual. No siempre sabemos quién de

entre nosotros nos enseñará mejor. Todos debemos valorarnos y servirnos los unos a los

otros. El camino del artista es tribal. El espíritu de servicio nos proporciona nuestro

dharma: ese camino correcto que soñamos con seguir en nuestros momentos de fe más

plena.

Você também pode gostar