Buenos días queridos hermanos.

Paz y bien, los recibimos con

gozo en la casa de Dios para celebrar la Santa Eucaristía en el en
el décimo cuarto Domingo del tiempo ordinario. Hoy la palabra
nos envía a misionar, a llevar esa Buena Nueva de salvación a
aquellos que aún no le conocen. Dispuestos a ser obreros del
Señor en su viña, comenzamos esta Santa Eucaristía cantando
juntos el canto de entrada...
El Libro de Isaías trae para Israel palabras de aliento que invitan a
alegrarse y saltar de gozo porque Dios tiene planes de paz. Es un
anuncio de prosperidad y consuelo para su pueblo, que reanima
en nosotros la esperanza y confianza en nuestro Dios.
Escuchemos atentos esta Primera lectura.

En su despedida de la Carta a los Gálatas, San Pablo insiste en

que la salvación la encontramos en Cristo crucificado, todos, sin
distinción alguna. Es en la cruz de Cristo que debemos gloriarnos.
escuchemos esta segunda lectura.

En el santo evangelio, San Lucas nos detalla las instrucciones que

Jesús gira a los setenta y dos discípulos que envía a los pueblos
por donde luego pasaría él. Una misión exitosa que confirma el
triunfo de Jesús sobre Satanás y el mal. Ahora nos disponemos a
ser enviados nosotros también...de pie cantamos aleluya para
escuchar el santo evangelio.