Você está na página 1de 3

JUAN CLÍMACO HERNANDEZ

HISTORIA DE LA EDUCACIÓN Y LA PEDAGOGÍA

TUNJA

2017
El doctor Juan Clímaco Hernández nació humildemente en la vereda de Tras

del Alto, en Tunja. Estudió en la facultad de medicina de la Universidad

Nacional. Fue parlamentario del Partido Liberal y colaboró con su amigo

Enrique Santos Montejo en el periódico La Linterna y también en EL TIEMPO,

por invitación del doctor Eduardo Santos.

Al doctor Hernández le correspondió, como rector del Colegio de Boyacá,

condecorar como el mejor bachiller a su paisano Joselín Alba Morales.

Además, le colaboró para que pudiera ingresar a la facultad de ingeniería de la

Universidad Nacional, donde se destacó como uno de los más prestigiosos

alumnos. El doctor Hernández fue un indigenista y gran defensor de la raza,

patriota y militante genuino de la democracia. Dijo alguna vez: Que nuestros

actos estén regidos por la inteligencia, la razón y la filosofía, pero que nuestra

bondad y corazón impongan siempre su imperio al servicio de nuestros

hermanos.

El ingeniero Joselín Alba Morales fue un devoto admirador de Juan Clímaco

Hernández y por eso constituyó hace años la fundación que lleva ese nombre,

en favor de los estudiantes de excelentes méritos académicos, pero de

escasos recursos económicos. Ya han sido varios los estudiantes de Boyacá

que se han beneficiado de esta gran obra que les dejó Joselín Alba Morales,

quien fundó, con otros colegas, la prestigiosa firma La Vialidad, ganadora de

importantísimas obras en el país y en el exterior.


De otro lado, el actual rector del Colegio de Boyacá, Hildebrando Suescún

Dávila, merece todo nuestro reconocimiento por la magnífica obra que ha

desarrollado en este histórico plantel.

De él se ha dicho que “considera que existe una nación indígena y un espíritu

de raza aborigen en toda América, que defiende su autenticidad cultural y lucha

contra la sociedad dominante. Piensa que la identidad Colombiana encuentra

su autenticidad en Indoamérica, la patria grande, manifestándose partidiario de

que los indígenas luchen por sus propias formas sociales y características

culturales. Al proclamar el pan-indianismo concluye que el primer paso hacia la

liberación de Ámerica es reconocer que se trata de un mundo indígena, por ello

no está en la imitación europea donde encontramos la autenticidad americana

sino en el mundo aborigen. Hernández, así como Uriel García, y con más

fuerza Miguel Othón de Mendizábal y el propio Manuel Gamio como Luis

Villoro, va a ir retomando el tema del indígena desde el punto de vista de

carácter nacional.

Você também pode gostar