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Pontificia Universidad Católica de Chile

Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal


Doctorado en Ciencias de la Agricultura
Seminario de Doctorado II

DOG-WILDLIFE INTERACTION: A PROBLEM


OF SOCIOCULTURAL MANAGEMENT
Estefanía Susana Torres Fuentes

Noviembre 2014
Resumen

La relación humano – perro comenzó hace más de 30.000 años y ha perdurado hasta el día
de hoy. Esta estrecha asociación ha provocado que el perro doméstico (Canis lupus
familiaris) sea actualmente la especie introducida más abundante y de mayor distribución
mundial. Esta especie puede alterar significativamente los ecosistemas y afectar a la fauna
autóctona de la zona. Estudios sobre la interacción perro-vida silvestre se han reportado en
todo el mundo, principalmente en zonas rurales. Aunque los perros domésticos juegan un
papel importante en los hogares rurales, también pueden ser una amenaza para la fauna
silvestre al interactuar con ella a través de la depredación, la competencia, la transmisión de
enfermedades y la hibridación. El manejo de estos impactos negativos de los perros presenta
un serio problema porque están vinculados a valores socioculturales, políticos y económicos
de la población. Las principales causas socioculturales de esta interacción son la expansión
humana global, la falta de tenencia responsable, la falta de educación, los aspectos culturales
y la ineficiencia de las políticas públicas. Las entrevistas son una técnica eficaz para estudiar
los aspectos socioculturales de los dueños de los perros, y permiten recopilar información
importante para realizar un manejo eficaz e integrador de las poblaciones de perros.

Abstract
The human – dog relationship began over 30,000 years ago and has lasted until today. This
close association has caused the domestic dog (Canis lupus familiaris) is currently the most
abundant species introduced and increased global distribution. This species can significantly
alter ecosystems and affect native fauna. Studies on the dog-wildlife interactions have been
reported worldwide, mainly in rural areas. Although domestic dogs play an important role in
rural households can also be a threat to wildlife to interact with it through predation,
competition, disease transmission and hybridization. The management of these negative
impacts of dogs presents a serious problem because they are linked to socio-cultural, political
and economic values of the population. The main socio-cultural causes of this interaction are
the global human expansion, lack of responsible ownership, lack of education, cultural
aspects and inefficiency of public policies. Interviews are an effective technique for studying
the sociocultural aspects of dog owners and allow you to collect important information for
effective and integrated management of dog populations.
Introducción

El perro doméstico (Canis lupus familiaris) desciende directamente del lobo gris (Canis
lupus), aunque algunos científicos han teorizado que los chacales y coyotes también
participaron en la genética del perro como lo conocemos hoy en día (Thalmann et al., 2013).
El proceso que llevó a la formación del perro se inició hace más de 100.000 años, en el
noreste de Asia (Vilá et al., 1997), cuando el tronco común del lobo gris se separaba en dos
ramas, una de las cuales quedaría ligada, por diversos factores ecológicos, a los grupos de
cazadores-recolectores que en ese momento habitaban la región (Valadez 2000; 2002). El
proceso de domesticación del perro y la relación entre los perros y los humanos se sugiere se
originó hace más de 30.000 años en Bélgica, como consecuencia de una relación de beneficio
mutuo al compartir espacio de vida y fuentes de alimentos (Thalmann et al., 2013; Lindblad-
Toh et al., 2005). El ser humano se beneficiaba de su interacción con el perro doméstico en
múltiples aspectos tales como compañía, protección, protección de ganado e incluso
alimentación y por otro lado, el perro se beneficiaba de la provisión de alimento, refugio y
salud (Serpell 1995, Gompper 2014). Es así como el perro dejó de ser un animal cuya
presencia el hombre aceptaba y se convirtió en componente importante de las comunidades,
acompañando al humano durante toda su historia y proceso de civilización (Valadez y
Mendoza, 2005). Con el tiempo, el hombre adaptó a los perros a sus necesidades, creando
diferentes razas para las distintas labores y características ambientales y geográficas. Hoy en
día, esta vinculación y arraigo tan poderoso del perro hacia lo humano lo convierte en un
elemento cultural de primer orden (Valadez y Mendoza, 2005).

El perro doméstico (Canis lupus familiaris)

Dada su estrecha asociación con el ser humano, el perro doméstico es actualmente la especie
introducida más abundante y de mayor distribución mundial (Vanak y Gomper 2009a,
2009b) con una población mundial que supera los 700 millones de individuos (Hughes y
Macdonald, 2013).

Los perros tienen diversas y complejas funciones en las comunidades humanas, por ejemplo,
como animales de compañía y miembros de la familia, como iconos sagrados, o como
animales de trabajo utilizados para la protección del hogar o rebaños, con diferentes niveles
de integración en la comunidad humana (Serpell, 1995). Mientras en algunos lugares la gente
mantiene a sus perros en bolsos de mano, camas o casas, en otros pueden ser encadenados
afuera de la casa o mantenerse libres (Hughes y Macdonald, 2013).

Los perros se pueden encontrar en casi todos los paisajes antropogénicos, siendo uno de los
carnívoros más comunes de los paisajes rurales, en donde se considera una importante
amenaza para la vida silvestre principalmente cuando se les permite vagar libremente (Silva
et al., 2007; Vanak y Gomper 2009a). En las localidades rurales la relación humano:perro
es generalmente más baja que en las zonas urbanas, con un número de perros a veces muy
superior a la cantidad de seres humanos (Wandeler et al., 1993). Un estudio realizado por
Sepúlveda et al., (2014), en zonas rurales de Chile, encontró que sobre el 80% de los hogares
tenían al menos un perro, que el 75% de los hogares tenían al menos un tipo de animal de
granja en donde el método más común de protegerlos era por medio de cercos y el uso de
perros, y, que sobre el 90% de los perros con dueño vagaban libremente sin restricción
alguna.

Los perros de vida libre en los paisajes rurales pueden, en consecuencia, moverse entre las
áreas dominadas por humanos donde consiguen alimento y refugio, y el paisaje circundante,
incluso áreas silvestres protegidas, donde pueden interactuar con especies silvestres
(Macdonald y Carr, 1995). Estas interacciones incluyen la depredación, la competencia por
interferencia, la competencia por explotación, la transmisión de enfermedades y la
hibridación (Vanak y Gomper 2009a; Silva y Sieving, 2012).

En nuestro país se han reportado estudios del ataque de perros a especies en peligro de
extinción tales como huemul, pudú, zorros y guanacos incluso al interior de Parques
Nacionales (Bonacic y Alvarado, 2012)

En conclusión, esta amplia gama de posibles interacciones, el subsidio humano a las


poblaciones de perros por medio de la alimentación y refugio, el uso y confinamiento que se
les da y la distribución mundial de ellos, crean las condiciones adecuadas para que los perros
sean reconocidos como una amenaza global para la conservación de la biodiversidad (Vanak
y Gompper, 2009b; Young et al, 2011; Silva y Sieving, 2012).
Por lo tanto, el objetivo del presente informe es dar a conocer cuáles son las causas
socioculturales que condicionan la interacción entre el perro y la fauna silvestre y cómo se
puede estudiar y evaluar este aspecto en la población.

Causas socioculturales de la interacción perro – fauna silvestre

Como se mencionó anteriormente, el perro doméstico ha acompañado al ser humano durante


toda su historia y proceso de civilización, estando su presencia testeada en todas las culturas
del mundo, convirtiéndolo en un elemento cultural primordial, llegando incluso a
denominarse “el mejor amigo del hombre”. Esta fuerte vinculación con los seres humanos,
sumado con la manera en que los dueños tratan, usan y mantienen a sus perros, ha ocasionado,
por diversas razones socioculturales, un descontrol de su población y de sus efectos sobre la
fauna silvestre y ecosistemas.

Las causas socioculturales de esta interacción perro – fauna silvestre son: expansión humana
global, falta de tenencia responsable, falta de educación en la población, aspectos culturales
de la población, e ineficientes políticas públicas. A continuación se detallará cada una de
estas causas socioculturales.

Expansión humana global: La expansión humana global, determinada por el crecimiento


exponencial de la población en el último siglo, ha traído como consecuencias una creciente
transformación del hábitat debido a un aumento en los cambios del uso del suelo,
fragmentación y expansión de los bordes agrícolas ganaderos. La transformación del hábitat
es el mayor factor perturbador para las poblaciones silvestres y es reconocida como una de
las principales amenazas a la diversidad biológica (Echeverría et al., 2007; Agetsuma et al.,
2014). Sumado a esto, se encuentra el creciente interés de los humanos en el acceso a las
reservas naturales y las actividades basadas en la naturaleza, lo que trae como consecuencias
un mayor acercamiento de la población a zonas rurales. Las zonas rurales tienen muchas
especies de animales silvestres, incluso animales vulnerables o amenazados, por lo que la
proximidad de los humanos a las áreas protegidas ha permitido la entrada de perros que
pueden perseguir, herir y matar a la fauna silvestre (Martínez et al., 2013).
Falta de tenencia responsable: Desafortunadamente, no todos los dueños de perros entienden
o aceptan la responsabilidad que una mascota necesita y por ello, la sobrepoblación canina
afecta a la mayoría de los países del mundo (Bonacic y Alvarado, 2012). Chile no es la
excepción, estimándose un perro cada 3 personas, cuando la relación ideal es de uno cada
diez (Bonacic y Abarca, 2014). Esta sobrepoblación canina trae como consecuencia que éstos
sean abandonados en las calles y periferia de las ciudades, y sean criados fuera del hogar sin
restricción de movimiento, cuidado veterinario, albergue ni alimentación adecuados. Estos
animales abandonados en la periferia de las ciudades y el mal cuidado de éstos en las zonas
rurales, provoca que formen jaurías autónomas que atacan animales domésticos y silvestres
desplazando de sus hábitats naturales a la fauna nativa en peligro de extinción y provocando
un fuerte impacto en la biodiversidad en zonas remotas y áreas protegidas de Chile (Zanini
et al., 2008; Bonacic y Alvarado, 2012).

Falta de educación en la población: La ausencia de campañas de sensibilización y educación


efectivas hacia la población tiene como consecuencias la falta de educación sobre tenencia
responsable, la ignorancia de los peligros que conlleva la sobrepoblación canina y la
ignorancia respecto al conocimiento de la fauna silvestre y su valor ecosistémico, lo que
conlleva a un pobre cuidado de los perros en zonas rurales con los efectos sobre la fauna ya
mencionados (Bonacic y Alvarado, 2012; Bonacic y Abarca, 2014).

Aspectos culturales de la población: Cada cultura presenta percepciones diferentes respecto


a la fauna silvestre que los rodea, la cual ha sido formada a partir de sus creencias y
conocimiento popular. Es así, como los conflictos humano-carnívoros se encuentran entre las
principales causas de la disminución de la población de mamíferos carnívoros, debido a que
la supervivencia de estas comunidades en las zonas rurales está ligada a la de su ganado
(Lucherini y Merino, 2008), y el principal método de protección de sus bienes contra la fauna
silvestre es por medio de la colocación de cercos y el uso de perros.

Ineficientes políticas públicas: La falta de institucionalidad, la ausencia de políticas estatales


sobre control canino, la falta de coordinación intersectorial entre instituciones, la falta de
disponibilidad presupuestaria para implementar políticas públicas de prevención y control
eficientes, y la falta de decisión en la intervención causada por los dilemas éticos de la
sociedad, ha producido que cualquier intento serio de control poblacional termine en
soluciones parciales de carácter más bien comunicacionales, tales como operativos
comunales de esterilización y/o charlas esporádicas de tenencia responsable, sin dar cuenta
de la multidimensionalidad del problema, ocasionando un círculo vicioso de descontrol de la
población canina y de sus efectos sobre la fauna silvestre (Bonacic y Alvarado, 2012; Bonacic
y Abarca, 2014).

Evaluación de los aspectos socioculturales en la población

Las entrevistas son una técnica ampliamente utilizada para evaluar las percepciones,
actitudes, conocimientos y creencias de la población rural hacia la vida silvestre (Lucherini
y Merino, 2008) y para investigar cómo las diferencias en el uso y manejo de los perros por
parte de sus dueños, cambian el riesgo de interacción entre los perros y especies silvestres
(Sepúlveda et al., 2014).

La aplicación de cuestionarios estructurados a los dueños de perros tiene como objetivo


recoger información sobre: la situación económica y cultural del dueño del perro; la relación
entre el propietario y el animal, centrándose en el cuidado veterinario; las prácticas de manejo
y los aspectos funcionales del perro, incluyendo la alimentación que se les da y si existe
alguna restricción del movimiento de los perros; los aspectos demográficos tales como edad,
sexo, reproducción, mortalidad y la fuente de los perros; el comportamiento del perro como
la depredación (ataques de perros observados u hostigamiento a la vida silvestre); y las
percepciones, actitudes y conocimientos que tiene el propietario sobre la vida silvestre y los
perros (Martínez et al., 2013; Sepúlveda, 2013).

La información recopilada mediante esta técnica permite mejorar el manejo de la población


canina, sobre todo en las áreas rurales, en donde el papel de los perros se sustenta en una
perspectiva de agricultura de subsistencia y protección del ganado (Sepúlveda, 2013).
Además, permite mejorar el aspecto cultural de la población mediante campañas de
sensibilización y talleres de educación sobre tenencia responsable y conocimiento de fauna
silvestre.
Conclusión

Los valores socioculturales y éticos de la población complican el manejo de los perros


domésticos, debido a la fuerte asociación que se ha formado entre los perros y los humanos
a través de la historia. Esta imposibilidad de ejecutar medidas efectivas de control canino
está generando un aumento en el número de ataques de los perros hacia la fauna silvestre.
Por lo tanto, se hace primordial abordar el problema de los perros urgentemente porque
debido a causas socioculturales se están perdiendo especies nativas y endémicas.

Además, cualquier medida de conservación y manejo de vida silvestre y población canina,


será muy difícil de implementar sin la cooperación de las comunidades locales. Por lo tanto,
se hace necesario aplicar acciones integradoras que generen un cambio de la percepción y
actitud de las comunidades rurales hacia la vida silvestre y los perros, por medio del
desarrollo de políticas públicas efectivas y campañas de sensibilización y educación de la
población.

Para lograr un manejo efectivo de la población de perros, se hacen necesarios más estudios
que evalúen: el impacto de los perros sobre la fauna silvestre, su ecología en áreas rurales y
las actitudes y percepciones locales hacia los perros, su propósito y valoración en la
comunidad.

En conclusión, considerando la importancia que tiene la biodiversidad para la humanidad,


los servicios que ésta proporciona al bienestar de la sociedad, así como el interés creciente
de la comunidad por la mantención y revitalización de la biodiversidad, se hace necesaria la
cooperación interdisciplinaria para así comprender las dimensiones ecológicas,
socioculturales, políticas y económicas del problema de los perros y así generar estrategias
para el bienestar de las personas y la conservación de la vida silvestre.
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