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Índice

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Fridman, Pablo
Escuchar las psicosis : de la locura a ni mista a la psicosis Ol'dinar-
ia 1 Pablo Fridman; Darío Galante; Juan Carlos Fantin.- la ed. - Prólogo- Osvaldo Delgado ........................................................ . 7
Buenos Aires :Grama Ediciones, 2009.
v. 1, 248 p.; 21xl4 cm.

ISBN 978-987-1199-90-7 J. La psicosis, nntes del psicoanálisis


1. Escuchar la psicosis: Introducción .................................... . 23
1. Psicoaná lisi s. l. Galante, Darío Il. Fantin, Juan Carlos III Títu-
lo jrtnn Cm·/ os Fmrt i11
CDD 150.195
2. La construcción de sistemas fenoménicos en la
psiqu iatría clásica ............................................................... .. 47
© GRAMA ediciones, 2009.
Fondo de la Legua 2476, Edif. 3, Depto. 40 Pnb/o Fridmmr
(1640) Martínez, Pcia. de Buenos Aires 3 La mi rada psiquiátrica se diversificn ............................... . 59
Tel.:4743-8766
grama@gramaediciones.com.ar Pnb/o Frid111n11
http: / 1www.gramaediciones.com.ar

© Juan Ce~rlos F;mtin, Darío Galante, Pablo Fridman. JI. Freud y las psicosis
4. Concepción freudiGna de l<~s psicosis l ...................... ...... . 73
Dnrlo Galnnte
D•scño de tapa. Mnrio Merlo
mario@kilak.com Concepción freudiana de l<1s psicosis li ............................ . 87
5.
Darlo Galante
Hecho el depósito que determina la ley 11.723.
Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro por medios La posición psicoanalítica frente a In psicosis.
6.
gráficos, folostá ticos, electrónicos o cua lquier o tro sin permiso del editor. 101
Tesis y problemas en los escritos freudianos
i MPRESO EN ARG"'ENTINA
J11n11 Cnr·lvs Fcmt in
DISTRIOUY E EN ESPAÑA: Melancolía ............................... .............................................. . 127
7.
CANOA EDITOHIAL • Teléfono 1 fax: 934 242 391 canoaeditorial@yahoo.es Daría Galmrte
DISTRIBUYE EN BRASIL:
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Rio de Janeiro- RJ Te!/ Fax: (21) 2547 3600 com.:rcial@livrom.:rcéldo.o.:om br
170 ]UAN CARLOS FANT JN - DARfO G
fi . ALANTE - PABLO F RJOMAN
.cct ~n para alojar una verdad s· .
no-stmbólica para soport ' ~~o mvento, construcción imagina-
Por último en 1976 ar ul n rec. de~encadenado.
Propone una 'nueva vuelta , en e semmano llamad L .
o e stnthome, Lacan
P os¡ 1 1 ad del remiendo d respecto
.bTd 1"
. p 1antcando la
de la ps·1COS1S, Los problemas de la psicosis.
suplencia del Nombre del ; d ego corrector"9 por la vía de una Análisis de "De una cuestión preliminar
mente, contempla la escritura dr~, y que esta suplencia, no única-
~e Joyce cumplen una funció~ d: a~uodco~o suplencia. Los escritos a todo tratamiento posible de la psicosis"
sm la cual cada reP"istro func· , amJento de los tres registros
I S o· ronana por su e t R '
a caso chreber, y por qué Freud u.en a. ecordemos aquí
pensar el tema de la psicosis dif tom~ la escntura schreberiana para }UAN CARLOS FANTIN
quien no ha desencadenad ' erenctando éste escrito del de Joyce
Son cuatro momentos eo nunca 1
un episod· 1' .
. . IO e mJco psicótico.
'
que t f . n a teonzactón de L d 1
es unoruan que esta proble ' f h . acan e a psicosis
paciones a lo largo de todas bma rca a Sid o parte de sus preocu-
a l orea¡ d el sujeto como tal.
e u 0 ra' en tanto m o d o d e aproximación
Comenzaré hoy con el texto de Lacan "De una cuestión prelimi-
nar a todo tratamiento posible de la psicosis" .1 Es un texto muy com-
plejo. Los Escritos son complejos. Algunos hispanohablantes, que
leen muy bien francés, dicen que Lacan es complejo aún en francés,
es decir que no es un problema de traducción .
De todos modos, habiendo salvado que La can mismo nos lega un
discurso complejo, aün para los de habla francesa, y habiendo sal-
vado la complejidad de las traducciones, quedan un par de comple-
jidades que en la medida de lo posible podemos ir despejando: una
es la de tener un recorrido im.portante en la obra de Lacan, entonces
se va entendiendo mucho más de aquello que alguna vez se leyó. Y
la otra es la gran cantidad de conocimiento que hay en la obra de
Lacan: filosofía, antropología, topología, etc. En mi caso, insisto
mucho con Jos conocimientos de filosofía, sin los cuales no se entien-
den muchos de los plantees que hace, ni por qué está diciendo las
cosas que d ice.
Realizaré un análisis pormenorizado, aunque no completo, de los
párrafos del texto de Lacan " De una cuestión preliminar a todo tra-
tamiento posible de la psicosis", haciendo hincapié en los fundnlllcn-
tos que La can pone en términos de "cuestiones preliminares".
Vamos a seguir el texto, en la medida de lo posible, reconociendo sus
afirmaciones y sus propuestas; nuestro sesgo será la acentuación de
9
LA CAN, ] .: El SemiJtario L .b 23 E . Todas las citas, como los esquemas (aunque puedan sufrir alguna insus-
149. ' 1 ro , 1 smtlwme, Paidós Bs As 2006 ta ncial modificación) fueron extraídos de: LACAN, J., Escritos 2, Siglo
' . ., 'pág.
Veintiuno editores, Bs.As., 1987.
172 }UAN CARLOS FANTIN - DARfO GALANTE - PAOLO FRIDMAN ESCUCHAR LAS PSICOSIS 173
la crítica a la comprensión filosófica del sujeto (principalmente feno- PERCfPIENS Y PERCEPTUM: EL SUJETO ESCINDIDO
menológica), y las proposiciones psicoanalíticas que hacen ausente
su página.2 Entiendo que en este texto Lacan retoma las tesis y, sobre Para ello, utiliza dos términos latinos, percipiens y perceptum. Per-
todo, los problemas que el texto freudiano presentaba acerca del tema cipierrs es un participio de presente. La can nunca lo aclara en el texto,
en cuestión. Por ello los remito al cap ítulo en el cual los tratamos, al supone que el que lo lec lo sabe. Nosotros no tenemos participio de
cual, el presente, pretende estar relacionado. presente. Por ejemplo, en latín el participio presente del verbo amar
Lo primero que dice Lacan es: "Medio siglo de freudismo aplica- era amans. En el mi smo latín, de acuerdo a la función de la palabra
do a la psicosis deja su problema todavía por pensarse de nuevo, e n la oración, será su terminación; en el caso de amans es el nomina-
dicho de otro modo en el stntu qu.o ante" .3 tivo, la función sujeto y amantis es la terminación del genitivo que es
En el eslñdo anterior a cua lquier proposición de Freud; deja el la palabra que dio "amante". La palabra "amante" todavía nosotros
problema de la psicosis como s i Freud no hubiese dicho nada. La la sentimos con un cierto matiz verbal, pero funciona com o un adje-
cual es una aseveración fuerte, ya que por un lado está apuntando a tivo su stantivado (com o "el amante"). Para entender lo que entendía
que lo que dijo Freud tendría que h aber cambiado el modo de enten- el latino, hay que traducirla por una oración: no "el percipiente",
der la psicosis, y n o lo está diciendo solo pñra los psicoanñlistas, sino sino "el que percibe", lo mismo que amanses "el que ama", con toda
para la clínicél en general; pero, ñdemás, dicho sobre la psicosis es un la fuerza del accionar, toda la fuerza d el verbo. El participio es una
tema clave, ya que ésta era el gran bastión de la clínica psiqui<Hrica especie de mezcla entre adjetivo y verbo, y el gerundio es u na espe-
(siempre lo fue). cie de mezcla entre su s tnntivo y verbo. Son adjetivos y sustantivos
Lacan lanza entonces esta tesis tan tajante, y la pregunta sería: ¿a q ue tienen una implicancia verbal, decisiva.
qué apun ta Lacan con esta aseveración? ¿Qué fue lo que dijo Freud, Entonces percipiens es el que percibe, el percipie nte pero con el
que Lacan pone tan fuertemente en juego? m a tiz verbal d e aquel que realiza la acción. Es to no es anecd ótico,
La crítica refiere a una consideración del sujeto y su relación con porque Lacan busca dos palabras que producen un efecto mu y par-
el mundo, que podríamos d enominar ontológica. Es, en última ins- ticular. Así perceptum es lo percibido, es el participio pasado d e este
tancia, en la división subjetiva propuesta por Freud, y en las conse- verbo perci bir. Es muy particular, ya que lo que h ace es producir una
cuencias que esta tiene al analizar cualqui er texto, por las interrela- brecha en el lenguaje. Si lo hubiese llamado el "sujeto" y el "objeto",
ciones entre ambos ámbitos que deja la escisión, que se promueve quedaba preso de lo que ya estaba dicho, es decir de lo que se entien-
una 'nueva clínica' y una ' nueva escuela' en relación a la compren- de por suje to y obje to y, a mi entender, provoca una perspectiva que
sión de los fenómenos psicopatológicos. permite poner en tela de juido la cuestión del sujeto y del objeto.
En este caso Lacan comienza s u crítica -no caprichosamente- con Llamando percipie11s al sujeto que percibe y perceptum al objeto per-
el fenómeno alucina torio, entendido en la clínica clásica, desde la cibido, pone entre paréntesis e n principio lo que va a d efinir como
primera mitad del siglo XIX, como "percepción sin objeto".4 sujeto y lo que va a defini r como objeto.
Pero además, el matiz verbal, lo q ue hace es mostrar que en ese
momento, el sujeto está s uspendido o tomado por una pura acción
en ln cual él mismo está interesado. Es d ecir, no está definido como
tal y desde ahi gen era un objeto o percibe, sino que él mismo está
interesado en esa p ercepción. Define una percepción a la vez que es
2
Este planteo de Lacan, con todas sus connotaciones, se halla en: "El ato- definido por ella. Esto es lo que hay que ver cuando un paciente psi-
londrado, el atolondraducho o las vueltas dichas", en Textos excoRidos, cótico comenta una alucinación, como es el caso que va a traer
Publi cación interna de la Facultad de Psicología de la UBA. Lacan, de la mujer a la que le gritan "Marrana". El sujeto es tá inte-
3
Cuando la cita sea tcxh.tal, irá entrecomillada. resado e n eso, y dice: ¿de qué otro modo valdrían nuestras palabras,
4
El término fue acuñado por Benjamín Ball, para mayor referencias his- interpretando la cuestión, si el sujeto no estuviese interesad o de
tóricas, véase mi primer capftulo en este libro. antemano en esas pnlabras que está profiriendo? Si no hubiese un
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ida y vuelta, con esas palabras que estn profiriendo, n o tendrían sen- todo caso, Heidegger es uno de Jos primeros que hace esta crítica Y
?do las palabras para él y no tendrían sentido nuestras palabras pone en juego el tema de la falta, de una manera dif~rente .. En la
mterpretándolo. El sujeto tiene q ue estar interesado en las palabras metafísica, como el "olvido del ser", en el tema del SUJeto, diferen-
que está profiriendo, o en el Ci1SO de la alucinación, si se trata de un ciando el "Da-sein" de lo que sería el "sujeto-yo" de la filosofía
psicótico, en esas palabras que está escuchando, esas palabras que le moderna, en tanto el Dasein descubre el mundo de entes ante sí, pero
están diciendo. ¿Desde dónde le dicen las palabras?, desde d onde a la vez se 'significa' de acuerdo a este desvelamiento del mundo,
nos_ vienen a todos, porque como ya Freud había propuesto, la psi- quedando siem pre -como sostiene Heidegger- "entre el ser Y_ el
cosis no es un fenómeno extraño, sino que el psicótico es un sujeto mundo". El lenguaje, como hnbln, ya en esta t emprana present~etón
como cualquiera, que se las ha visto de una manera particular con la de Heidegger, es uno de los eventos originaíios del desvelarruen.to
c~s tración y con las distintas vicisitudes de la vida pulsional. Lacan del mundo, y no un mero instrumento secundario. . .
stgue _la línea: ¿de dónde le vienen las palabras? Del lugar del que (Comprender a Lacan, en algunos casos requiere conocun1entos
nos VIenen a todos, del orden simbólico, del Otro, orden simbólico. profundos de otros ámbitos del saber; el caso notable es su maneJO
Por eso en principio él va a partir del mismo esquema, que vale para del pensamiento heideggeriano, sobre todo para el momento en que
todo sujeto. utiliza estos conceptos.) . .,
La tercera implicancia de utilizar términos latin os es el contra- Es así que, después de varios rodeos, Lacan lanza una ahnnacwn
punto con Husserl, el 'cread or' de la fenomenología. Husserl decía q ue n os está mostrando en qué consiste la n egación de la Escuela
cogito cogitn tn qua cogitntn, pienso lo pensado (las cosas p ensadas) en Clínica h asta la propuesta freudiana, y después de la propuesta freu-
tanto pensado; es decir, sin agregarles ni quitarles nada, tal como se diana. Hasta l a propuesta frcudiana no estaba presente, pe~o des-
dan a mi pensamiento. Con ello entendía encontrar la verdadera pués de la propuesta freudiana, a l_a mejor manera de un pstcoar:a-
'esencia' de la cosa, sin a firmar nada más que su ser representacio- lista, Lacan dice que hay una negnc16n de aceptar el planteo freudia-
nal para un sujeto que las piensa. El ser de la cosa sustentado en la no. Dice: " ... se atienen a pedir razón al percipiens de ese perceptum,
subjetividad. Así se analiza cualquier 'objeto', p or ejemplo, una alu- sin que a nadie se le ocurra que en esa pes~uisa se s~lta un_ tiempo
cinación. el de interrogarse si el perceptum mismo deJa un sentido umvoco al
L~_clínica fenomenológica, heredera de la fenomenología, según percipiens aquí conminado a explicarlo". Desde la l~c:ura Jue La_can
1~ cntica qu~ hace Lacan, no ha puesto suficiente acento en el perci- critica, para explicar el perceptum, se recurre al perctplCtrS, c?nmm_a-
p1e1rs, es d ecir que no se ha d ado cuenta que la escisión del sujeto do a explicarlo", o sea que para entender la producción ~lucmato_na,
determina un modo dife rente de comprender la psicosis toda y el al objeto alucinatorio, la alucinación auditiva, se conrmr:a al sujeto
producto de la psicosis, en este ejemplo la alucinación verbal. Críti- que la ha tenido (grado de creencia, grado de cohere~cJa, etc.)._ El
ca a la que adh eriría, por ejemplo Heidegger, desde la filosofía. problema está en que no se tiene en cuenta q~e no deJ~ un sen~do
Heidegger era alumno de Husserl, y llega un momento en que unívoco sino multívoco al sujeto. ¿Por qué deJa un sentido multívo-
afirma que lo que buscó Husserl tan denodadamente no se consi- co a ese 's ujeto?, porgue hay un orden simbólico, lo que_significa q~e
guió; esa exención de los supuestos donde su stentar la ciencia rigu- cualquier palabra tiene un efecto significante que tras~1ende al suJe-
rosa, ese saber donde todo era cuestión de analizar las representa- to mismo. Cuando uno habla tiene un efecto de relac1ones entre las
c~one_s sobre un sujeto, n o se consiguió; pero esto no fue por insufi- palabras, que trasciende al sujeto mismo, y que lo in_v~lucra. No ~s
Ciencia_del pensador Husserl, porque de ser así, el mismo Heidegger "dueño" de la palabra. Yo digo algo y a la vez me d tvidO. Es ~eCir,
s~ ~~tbtese puesto, como un filósofo más, a dar su versión. La impo- soy sujeto de la enunciación, pero t~mbién soy suje~o del enunct~do.
Slbihdad de toda exención de supuestos sustentada en el análisis de Aquello que digo entra en una ser.te de reverberac10~es de sentido,
la subjetividad como fundamento del ente, se produce porque en la de asociaciones que me van a termmar afectando a n:-1; voy a ser una
naturaleza misma de las cosas hay algo que se nos escapa s iempre. de las tantas víctimas de lo que mi palabra puso en Juego.
Él lo va a llamar "el olvido del ser", que es análogo a lo que después o bien tenemos la idea de que la estructura del lenguaje es un
Lacan va a llamar la "falta", siguiendo a Freud en la "castración". En instrumento del sujeto, p or lo tanto toma la herramienta, la usa y eso
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no lo afecta al sujeto, o, haciendo una lectura psicoanalítica, acepta- to que es coruninado por lo mismo que dice (conmina al decir pero
mos que el lenguaje posiciona al sujeto, por lo tanto, cada vez que a su vez es conminado por lo que dice). Después veremos dónde se
habla, a la vez, se está definiendo (capturado el mensaje en el eje produce la hendidura, pero primero avancemos en cómo es la cues-
imaginario). Pero el lenguaje, ¿define de manera unívoca? No. tión del sujeto y de su realidad, cómo es para todo sujeto. Eso es lo
Cuando uno dispara una frase, entra en una serie de asociaciones que va haciendo Lacan. Como si dijera, ustedes no pueden analizar
que lo pueden llevar por diversos caminos. Por eso el sujeto, frente el fenómeno psicótico sin tener e n cuenta lo mismo que hay que
a su palabra, o frente a la alucinación, no solo no se mantiene incó- lener en cuenta para el neurótico o para el perverso: el sujeto escin-
lume, no es monolítico, sino que además se verá implicado en una dido, la relación con la realidad, etc. ¿En qué va a desembocar? En
mu ltivocidad de significados. Este es e l punto. el esquema L. Este esquema es el principio de todo posible entendi-
Es asf que afirma: " .. . la alucinación verbal, ... no es reduc tible, ... ni miento de la relación del sujeto, el yo, los obje tos y el Otro. Después
a un sensorium particular... ni sobre todo a un percipiens en cuanto veremos qué pasa en la psicosis, pero en todo caso, ese es el comien-
que le daría su unidad". La a lucinación verbal no es reductible, en zo. Observamos los mismos elementos con los que había trabajado
cuanto que le daría su unidad, sino todo lo con trario. La alucinación en sus primeros seminarios, sobre todo en el seminario sobre El
verbal produce este efecto: $. La pregunta es ¿a qué es reductible yo ... , antes del seminario de Las psicosis, donde él d ice: "les vengo a
dicha a lucinación, si no lo es al sujeto mismo que lo padece (más presentar al sujeto".
todavía si es auditiva)? Es reductible a un orden simbólico, a un Trae aún otra cuestión. Dice: " ... es así que los clínicos descubren
orden s ignificante. Y sabemos lo que pasa con la reducción al orden la alucinación motriz-verbal por detección de movimientos fonato-
del significante: nunca lo atrapamos. Porque cuando atrapamos un rios esbozados. P ero no han articulado d ónde reside el punto cru-
significado, en el mismo momento, se está relacionando con tantos cial: dado que el sensorium es ind iferente en la producción de una
otros significados, dispara una multivocidad, múltiples voces. cadena significante" . Es decir, que los el ínicos van a la alucinación
Prosigue Lacan: " ... podría pretenderse reducir esta diferencia a verbal buscando aquello que se articuló para determinar tal palabra,
un nivel de objetivación en el percipiens". Se podría pensar que esta pero han dejado de lado lo que para Lacan es s u stancial: el orden en
di ficultad de atrapar u n sig nificado podría reducirse a una cierta el que entra tod a palabra, y que trasciende al sujeto mismo y sus
obje tivación que realiza el suje to: cada sujeto puede dar una objeti- aparatos para preferirlo. El h ablante tien e los aparatos p ar a proferir
vación. Es cierto que oída tal alucinación, no puedo decir qué signi- la palabra, pero la palabra, una vez proferida, tien e su orden parti-
fica porque entra en una red d e signifi cados, pero si yo me a tengo al cular, a la cual el sujeto está sometido con toda su maquinaria.
sujeto que tuvo la alucinación, como si me atengo al sujeto que tiene Entonces dice que lo que no han tenido en cuenta es lo siguiente:
un síntoma, ahí voy a tener la objetivación. Sin embargo, es un dis- "1°. (que la cadena significante) se impone por sí misma al sujeto
currir constante, pQ.rque el mismo sujeto en la medida que intenta e n su dimensión de voz"
objetivar lo dicho o l o percibido, en el mismo momento está involu- O sea que la cadena significante, significa más allá del significado.
crándose en una trama significante. Se impone al suje to en su dimensión de sonido, generando una voz,
Lo que Lacan trae, en última instancia, es el tema de ser sujeto que no es la del sujeto (por eso se impone), pero que la puso en juego
del enu nciado y sujeto de la enu nciación. Esto, que evidentemente el s ujeto al decir lo que dijo. Pero eso le vuelve de alguna manera.
vale para la neurosis, {,acan, haciendo lo que hizo Freud en su "2°. toma una realidad proporcional al tiempo, perfectamente
m omento, con sus e lemen tos, lo aplicará a la psicosis. En realidad observable en la experiencia, que implica su a tribución s ubjetiva".
son las mismas " m ocion es d e la vida anímica", en términos de Es decir, ese segmento de cadena, en la medida en q ue haya una
Freud; si bien hay qu e entend er dónde está el punto, donde se atribución subjetiva, toma una realidad proporcional a ese tiempo.
rompe, donde se genera una estructura de un tipo o de otro. Lacan Con todo esto que parece tan abigarrado, lo qu e está diciendo es ni
está h aciendo lo m ismo: para entender al fenómeno psicótico hay más ni menos que lo que viene diciendo desde siempre, que el suje-
que apelar n uevamen te a lo que venimos hablando: el sujeto escin- lo al hablar, no genera una cadena, sino q ue se "cuelga" de una cad e-
d ido, que es sujeto del enunciado y sujeto de la enunciación, el suje- na, y es como si le dijeran "este tiempo es para us ted". Durante ese
178 )UAN CARLOS FANTIN - DAR[O GALANTE - PABLO FRIDMAN ESCUCHAR LAS PSICOSIS 179

tiempo, ese segmento de voz, tiene una atribución subjetiva y gene- con franca alusión sexual, una alucinación que, según la paciente,
ra ese efecto. profirió dicho sujeto, pero cuyo motivo se le hacía incomprensible.
'_'3~ la estructura significante es determinante en esa atribución Lacan Le insiste a esta mujer para que dijera qué había pensado
subJ~hva pero habla con varias voces, lo que torna al percipiens pre- antes de escuchar esta palabra alucinatoria y le extrae que la pacien-
tendidamente unificador, como equívoco". ' te había proferido "vengo de la carnkería", pero no pensaba que
Es lo que venimos diciendo hasta ahora: no habla con una sola esto fuera ofensivo para este hombre, que según su alucinación, la
vo~, ha~la con_ varias voces, porque las asociaciones se producen había insultado.
mas ~lla del SuJeto y lo que emite como w1ívoco, termina no siéndo- Recordemos que no toleró lo que significaba su posición dentro
·1
lo. _EJ_em~~o en u~ ne~rótico: Freud. En "Psicopatología de la vida de un vínculo marital, y se fue a vivir otra vez con la madre, que
cotidiana , en el Olvido de nombres propios", el caso de Signorelli aparentemente estaba tan loca como ella, donde ella que~a~a. otra
reemplazado ~or Boticcelli. Ahí tenemos a un Freud que por hablar vez recluida en dicha relación y excluyendo todo lo que s1gmficaba
es presa del ~tsmo habla, de esa cadena significante que genera en una sexualidad que se le tornó intolerable. Huyó de eso y aparece en
é~ ~as un olvido, una sustitución de nombres, del cual, en un prin- la forma de un pensamiento de que esa familia la iba a despedazar,
~lplO, n o p~ede dar cuenta y tiene que hacer todo un esfuerzo de fue la forma que tuvo de largar todo y de irse con la madre. El
t~terpretac16n para hallar el significado de ese olvido y a qué situa- "Vengo de la carnicería" se asocia en esa palabra, en e~e punto¡ en
ctón de su mundo interno lo refería. Esto es lo que está diciendo ese "marrana" se asocia toda esta si tuación donde el SUJeto encuen-
Lacan. Hay que _ver có~o entender esto en el svjeto psicótico, por- tra su 1ugar. .
que en el neurótico esta la represión. La palabra "marrana" va a completar el lugar vacilante de este
Aún Lacan no dice qué pasa en el sujeto psicótico, pero lo que sujeto en la frase que profiriera previamente (y que surge porque
h~~e es poner un c_aso ?e un psicó_tico en el cual propone leer el sig- La can se lo pregunta): "Vengo de la carnicería".
mfi~a~o de la alucmactón en relación a las "posiciones propiamente La clave para comprender lo anterior es la siguiente frase de
subJetivas del enfermo, forzadas a menudo al reducirlas al proceso Lacan: " ... ese efecto que tiene todo significante de suscitar en el per-
?'~rbid?"· El proceso mórbido no explica ni impide la posición sub- cipiens un asentimiento hecho del despertar de la_ ~uplicidad ~culta
Jetiva, smo que la condiciona, y a su vez recibe su condicionamiento del segundo [percipiens], por la ambigüedad maruf1esta del pnrnero
de esta misma posición, por ello cl'acto psicótico' se torna interpre- [significante]". Es lo que Freud observa en la "Psicopatología de la
table y singular. vida cotidiana", llevado ahora a la producción alucinatoria verbal, y
corno el síntoma "desoculta" lo inconsciente, o denuncia al sujeto en
su relación al "objeto indecible"; donde éste es rechazado en lo real,
UN CASO EJEMPLAR dice Lacan, se deja oir una palabra, en nuestra psicótica, que acaba
con la oscilación del sujeto en la frase.
, ?n el caso del que escribe Lacan, se trata de una mujer joven psi- La cuestión ahora es sentarse frente a un psicótico y tratar de
cottca que conforma con s u madre lo que puede llamarse "una locu- encontrar en la alucinación que les cuenta, algo de esto, algo del
ra de a ~os". Habiéndose casado, y tras un período de convivir con punto donde el psicótico es puesto. Para ese su!eto esa alucinación
su rnar1do, se separa estrepitosamente, y vuelve a vivir con su también le da un ptmto de certeza (no de creencia), porque el punto
mad~e. La paciente abandona a su marido y a su familia política, interesa al sujeto, le muestra su posición, que de otra manera no
relac1ó~ reprobada por su madre, con la convicción de que "esos tiene. Ese punto es lo que le dice algo de quien es1 por eso se aferra
c~rnpesmos se proponían nada menos, para acabar con esa floja cita- tanto a su alucinación.
d!na, despedazarla concienzudamente", anota Lacan. A fin de puntualizar: para entender este artículo hay que en_ten-
. Tras pasar delante del "amigo" de una vecina con la cual, en un der esta primera formulación de Lacan acerca del tema del su¡eto,
pnmer momento tuvieran relación ella y su madre, y ahora era obje- que después va a desembocar en un esquema de la re~aci6n con el
to de sus sospechas y suspicacias, oye la palabra "marrana", cerda, objeto, el esquema de la relación de objeto más comple¡o que el que
180 JUAN CARLOS FANTlN- 0 ARIO GALANTE- PABLO FRIDMAN ESCUCHAR LAS PSICOSIS 181

había pe nsado el psicoru1.álisis posterio r a Freud. No en Freud. lo qu e evi d encia el sujeto psicótico nace de las mismas "mociones de
Según Lacan, Freud ya lo posee. Siempre nos quedamos con la duda la vi~a anímica" de. cua lquier sujeto. Esto es lo que Freud puso en
de si Freud podría haberlo formulado de esa manera. Cuando uno térmmos de compleJo de Edipo, complejo de castración, su teoría de
lee a Freud se da cuen ta que había avanzado mucho más, si bien no las pulsiones. ,Ps decir, el sujeto psicótico n o difiere e n eso, de cual-
tenía las categorías para decirlo . En todo caso, va a surgir otra vez el quier otro sujeto. De todos modos tiene q u e haber alguna diferencia
esquema más complejo, que después se volcará claramente en el que hace que el psicótico sea tal. Eso es lo que busca, sobr e todo e l
Seminario 4, justamente el de La relación de objeto, donde la relación ya ú ltimo Frcud, que se afana en buscarlo en un mecanismo particular
no es una relación s imple, dual, sino que estará enm~rcada dentro para la psicosis, y eso es lo que va a retomar Lacan y va a tratar de
del esquema L. mostrarlo en la segunda parte de "De una cuestión preliminar... ".
El origen del esquema surge de pensar en esto: la división del . H.ay que dejar en claro fu n damentalmente que el sujeto está
sujeto, la relación del sujeto respecto a un orden simbólico. Toda unpl1 cado, de manera directa, necesaria, en cualquier producto q ue
construcción del objeto, término que usa La fenomenología, tiene que tenga que ver con el lenguaje, y la a lucinación y el texto delirante
atenerse a que en el momento en que se da el objeto, el sujeto e.stá son textos como cualqu ier otro texto, y hay que analizarlos como tal.
interesado, y no puede perm anecer del mism o modo, en. la med1da E n esto insiste Lacan en este escrito. Si se analiza el texto d e la alu-
en que se da también su posición (lo que n o acepta la fenomenolo- cinación, van a aparecer los fenómenos propios del "análisis del lin-
gía, al menos la psicopatología fenomenológica que critica Lacan). güista", nos dice, fenómenos de código y fenómenos de mensaje. En
última ins tancia van a aparecer fenómenos del sujeto de la enuncia-
ción y del sujeto del emmciado.
LA RELACIÓN DEL HOMBRE CON EL S IGNIFICANTE Acerca de esto, escr ibe literalmente Lacan: " .. .este proceso se
d efine por los determinantes más radicales de la relación d el hom-
Toda la primera parte de "De una cuestión preliminar... " -si bien bre con el significante". O bien otro momento d onde dice " ... cuando
estoy s intetizando excesivamente- se podría resumi r en un intento se la toma por su texto, surge inmediatamente lo que el lingüista
d e Lacan de d emostrar que la produ cción psicótica debe interpre- puede reconocer en todo texto: fenómenos de cód igo y fenómenos
tarse a m odo de texto, y que eso implica presentar la cuestión del de mensaje".
s ujeto y del objeto, de manera tal d e observar que fu~da~nentalmen­ En lo que sigue, tomará el mismo texto de Schrcber. En las Memo-
te en la p s icosis, como él d ice, nunca se en cuentra me¡or mtcgrado e l rias de U/1 /lellrópata, por ejemplo, cuando uno lee el relato de los
síntoma a la estructura misma. Es decir, lejos d e ser un producto rayos que lo atraviesan, e ncuentra una p rodu cción imaginativa inte-
ajeno a la estructura su bjetiva, es la producción que mejor muestra resante, como la encontramos en muchos de nuestros pacientes.
la estructura subjetiva. Este es el planteo. Lacan pondrá todo ese material en función d e la relación del hom-
La crítica que hace en esta primera parte a toda fenomenología bre con el significante. Encuentra, o por Jo m enos es su interpreta-
apunta a que esta Ice siempre el sín toma alucinatorio en relación a ción, que lo que está imaginarizando el psicótico Schreber es justa-
una especie de su jeto, más allá de la misma alucinación. Las cosas mente el funcionamiento del significante o el fw1.cionamiento de la
que se van a decir sobre la alu cinaci?n, entonces, tendrá~ que ver estructura. Por eso dice "los rayos deben hablar", porque es una
con que si el sujeto cree o n o en ella, s1 está fu e ra de la rcaltdad o n o, especiP d e imaginería alrededor de la es tructura significante y su
pero no se interpreta ningún texto de la alucinación, en relació~ a la forma de producir significación.
historia propia d e ese sujeto. Lacan, siguiendo a Freud, hace ¡usta- Esto es lo que lo mueve a acep tar de bu en grado qu e el "psicóti-
mente una crítica a este punto y mues tra como toda la producción co" Schrebcr realmente "había logrado visiones sobre la esencia del
delirante y alucinatoria (o bien la parte esencial) puede ser interpre- pensamiento y del sentimiento en el hombre g u e muchos psicólogos
tada a la luz de la posición subjetiva. De este modo, el sujeto no tie ne podrían envidiarle".
una interpre tación inconmovible, s ino que depende de la posición
que adop te. Además, en lo que Lacan parece seguir a Freud, es que
ESCUCHAR LAS PSICOSIS 183
182 jUAN CARLOS FANTIN - DAR(O GALANTE - PABLO FRIDMAN

DESI'UÉS DE FREUD perdido, siempre buscado y nunca encontrado. Al pri~c-ipio no ~ero


después, algo de ese objeto primordial se pierde, uno ~ma para ~Iem­
Viene luego lo que Lacan denomina "después de Freud". Obser- pre, pero en todo caso, se pierde de una manera particular, se p1erde
varán que al texto lo divide en "antes de Freud", "con Freud", "des- generando la tendencia a su reencuentro. , .
pués de Freud", y lo primero que Lacan señala es que cuando Freud Por eso Lacan va a suplantar en la fórmula de la metafora, JUSta-
intenta interpretar la problemática del caso Schreber, de la que el mente, el deseo de la madre. No viene porque sí, si uno piensa en el
mismo Freud dice "se han encargado de analizarlo, pero no han lle- Edipo, allí está.
gado a un punto satisfactorio ... " (no exactamente con esas palabras), Dice Lacan que cuando Freud trajo el tema de implantar una
los análisis anteriores no han entrevisto cuál era el fundamento del lógica a través de esa relación primordial: "ella me ama-é~ me. odia",
fenómeno psicótico. Lacan retoma esto y afirma que lo que nadie ha (cosa que Freud hizo varias veces, y en el tema de la psiCOSIS ta~­
dicho es que cuando Freud intenta intelegir el caso, lo que trae justa- bién lo hace) nadie le dio la suficiente importancia. Cuando lo traJO
mente son fenómenos de tipo lógico ("recurre a la deducción grama- en "Introducción del narcisismo", para lo único que les sirvió es para
tical") ..Freud señala que la ~?gica que. estaba implícita en el desenca- otra vez mostrar esa ruptura con la realidad que tiene el psicótico y
denamiento de Schreber es ÉL me od1a- Es a ella a quien ama- Ella quitarle la connotación, la base de sexualización que tiene para cua!-
me ama". Lo importante es que vean que Freud está trayendo una quier sujeto. Lo que se pierde ahí son las brechas que Freud hab1a
lógica que la pone en términos de "amor-odio", y en términos de una abierto. (Esto es muy interesante, hay una parte donde Lacan hace
relación dual, donde hay un "él y un ella", que se aman o se odian de un inventario de las brechas freudianas que uno podría aplicar a
acuerdo a cómo se vayan implicando. Si ustedes lo piensan como lo cualquier análisis, se los recomiendo). Dice: " .. .la función imaginaria
fue pensando Lacan, ¿qué les dice este punto? Habíamos planteado del falo en los dos sexos ... el complejo de castración como fase nor-
que Lacan extrae problemas de la misma obra de Freud y de estas mativa de asumir el sujeto su propio sexo, el mito del asesinato d~l
cosas que uno en general las deja pasar. Él no las dejaba pasar y de padre, hecho necesario por la presencia constituyente del com?leJO
alguna manera extraía sus consecuencias. Lo que Freud está mos- de Edipo en toda historia personal, ...el efecto de d~~doblanue.nto
trando es que la relación con algún fenómeno pasible de interpreta- que lleva a la vida amorosa; la instancia misma repetitiva del obJeto
ción depende de que se instaure alguna lógica basada en las relacio- reencontrable siempre en cuanto único ... el carácter pr?fundam~nt.e
nes significativas del sujeto. Es decir, para que uno entre en algo así disidente de la noción de pulsión en Freud, la disyunc1ón de pnnCJ-
como un orden del símbolo, o en un orden de la palabra, tiene que pio de la tendencia, de su dirección y de su objeto, y no solo su 'per-
pasar por esas relaciones significativas. Con lo cual, está enganchan- versión' original, sino su implicación en una sistemática conceptual:
do la relación del hombre con el significante, a las relaciones primor- (... )las teorías sexuales de la infancia ...".
diales del sujeto, a lns relaciones que va a tener con las figuras pri- Para pensar a este sujeto vamos a tener que pensar en t~~as estas
mordiales. ¿Cuál va a ser la relación primordial, el "significnnte pri- instancias: en el ~ema del Edipo, en el tema de la castracwn, en el
mordial"? (Lacan lo denomina "significante primordial" y lo va a tema del objeto siempre perdido, nunca reencontrado, y en un tema
ubicar en el esquema). El signincante primordial es la madre. ¿Cuán- fundamental que Lacan va a poner a jugar muy claramente, para lle-
do el sujeto se escinde? Si pensamos en los tres tiempos del Edipo gar después a su propuesta para la psicosis: imaginarizar ~l falo es
(que como sabemos están divididos didácticamente), pero suponien- algo de lo cual no se escapa ninguno de l~s se~os. Es decir .que la
do que lo idealizamos, en el primer tiempo no está escindido el suje- cuestión del falo es la cuestión para la subjehvación de cualqu1era de
to, porque es uno con la madre. La madre desea y él es la cosa dese- los dos sexos.
ada, es decir es su objeto deseado, y por lo tanto no hay ninguna esci- Luego ha·y una crítica a Ida Macalpine (quien realizara un análi-
sión. ¿Cuándo se va a escindir? Cuando el sujeto descubre el deseo sis del caso ·schreber en Freud, puesto que fue la traductora de las
de la madre, es decir descubre que la madre desea otra cosa. Cuando Memorias ... al inglés), diciendo que ve muy bien el tema de la homo-
la madre desea otra cosa es cuando el sujeto se escinde o barra, donde sexualidad, pero en lugar de ponerlo donde hay ~ue por:erlo, lo
surge toda la dialéctica del deseo, donde se instala un objeto siempre interpreta en relación a mitos heliocéntricos, es decir, le qUlta toda
r

184 J UAN CARLOS FANTIN - DA RlO GALA NTE - PAB LO FRIDMAN E SCUCHAR LAS PSICOSIS 185
connotación de sexualidad y lo coloca en una mitología trascenden- mente ahí emp ieza el capítulo 3, que se llama "con Freud" d onde va
te. Lo que dice Lacan es "no hay que sacarlo del Edipo". La h omo- a introducir el esquema L.
sexu alidad no es ni una causa ni una consecu encia, sin o que está
implicada en la estructura. Es necesaria para entend er la e~~~tura $ a
y no hay que salir del Edipo para entender la estruc.tura pstcohca ..
Allí tilmbién se plantea el tema de la transferencia en la pSlCOSJS,
que hay transferencia cuando hay un otro; entonces ¿qué pasa cuan-
do no hay un otro? El problema es que cuando hablamo.s de o tro. en
psicoanálisis, no podemos hablar de un o tro concreto, sm m ás, smo
que de alguna manera, cuando hablamos de un otro de sí, hay un a' A
otro que puede funcionar como un otro concreto (y que debe fun-
cionar en algún momenlo de la vida) pero hay un o tro que no t1en.e En e] esquema nos muestra que la relación con e l obje to n o es una
que ver con alguien de carne y hueso. Esto us tede~ lo sa~e~. La.:emt- rel ación que pueda entend erse de manera bneal, no es una relación
sión m ás clara a esto es la "Psicopatología de la vtda cotldiana , uno que pueda entenderse solo en el eje imaginario. Si uno quiere enten-
de los grandes descubrimientos de Freud, donde nosotros interpre- der la relación con el objeto hay que entenderla por lo menos en una
tamos toda esa serie de produccion es, que en última instancia son estructura .de cuatro p~ntas y no en una de dos puntas como, diga-
producciones que tienen que ver con un mecanismo de palabra, con mos, la actitud natural tiende a entenderla. Porque si n o incluimos el
un mecanismo de un orden de tipo s imbólico, d e tipo lógico en otro orden simbólico, es decir el Otro, el orden de la palabra, y si no
algún punto. Entonces, ¿de dónde viene ese mecanismo? No viene incluimos al sujeto separ ado de Jo que es el yo, no vamos a entender
de ese otro que está sentado en el tren con Freud. Recuerden que en bu ena parte d e la clínica, no vamos a entender por qué la clínica es
el "Olvido de n ombres propios" había un hombre que estaba senta- com o es en p rincip io. Y acá lo que está mostrand o, es como él mismo
d o con Freud cuando él olvida a Signorelli; Freud no quiere comu- lo dice: " ... S, su inefable y estúpida existencia ... ", está hablando del
nicarle a ese individuo ciertos pensamientos, le sirve de otro .contin- sujeto, de cualquiera. " ...a, sus objetos, a' s u yo, a saber lo que se
gente, pero ¿de dónde viene esa inteligencia que de alguna ~anera refl eja de su forma en sus objetos y A el lugar d esd e donde puede
entremezcla los nombres de manera tal de mostrarlos pero sm mos- planteársele la cuestión de su existencia".
trarlos totalmente?, de ningún otro d e carne y hueso, viene de un Para comprender todo esto hay que regresar al sujeto cartesiano,
o tro que genera significacio nes, de un otro orden simbólico. Es decir, donde sujeto y yo se unen en tanto cogito (yo pienso); sin olvidar que
siempre que nosotros nos la vemos con un otro concrc.to, . ~:os ~as el cogito tiene su inicio en el 'dudo' ("dudar es una forma de] pen-
tene mos que ver con ese Otro de la palabra que genera sigmhcaCJ?- sar"). En tanto que pienso, existo -dice Descartes- y es de lo único
nes, más allá de las que yo quiera. Para ver esto no hace falta mas que no puedo dudar (del dudar-pensar mismo).
que, por ejemplo, tomar cualquier sil u~ción. de parej~, dond~ más de Agreguemos desde ya, entend iendo seguir a Heidegger, que pen-
una vez ni siquiera la misma persona 1mphcada quiere deor lo que sar es abrirse a un universo de palabras, de unidades con significado
dijo, o no sabe por qué dijo lo que dijo. Es como si un otro hablara. que se articulan en una estructura con sentido. Pero este 'acceso',
Esto es lo que descubre Lacan con ese término que llamó Otro, y que como plantea Lacan siguiendo a Freud, está inextricablemente unido
no es tan misterioso. al ser o no ser, y al ser hombre o mujer: procreación y muerte, surgen
como cuestionamiento que se anu da al ¿qué soy ahí?, d iciéndolo con
las palabras de Lacan: " Referente a su sexo y su contingencia en el
LA COMPLEJA RELACIÓN DE OBJETO ser, misterios que se anuda en símbolos (de la procreación y de la
muerte)" y aún agrega "pues es porque esos fenóm.enos se ordenan
Esto es lo que quiere introducir Lacan cuando trata el tema así, en las figuras d e ese discurso por lo que tienen fijeza d e síntomas, por
superficialmente, de la trilns ferencia en la psicosis, porque jus ta- lo que son legibles y se resuelven cuando son descifrados".
186 ]UAN CARLOS FANTJN- ÜARfO GALANTE- PABLO FRIDMAN ESCUCHAR LAS PSICOSIS 187
Cu~ndo Desca:tes se plantea que no puede dudar d e que duda, dental" que piensa y elabora el conocimiento acerca de estos (las
es decu, de que ptensa, y lo único que afirma es su existencia como comillas remiten a los términos kantianos).
indubita.ble, también af~rma su ec-sistencia; es d ecir su estar fuera
como SuJeto del pensamiento. Como ser abstraído de todo "conteni-
do" del pensamiento, atinente solo a lo formal del "estar pensando", CóMO SE 'CONSTRUYE' LA REALIDAD. LA RELACIÓN EDÍPICA
m~ encuentro en un punto más allá de las "cosas mismas", descubro
alh que en mi más puro ser puedo no ser (nada), por esto es "la ine- El punto crucial -parece señalar Lacan- no está tanto en la rela-
fable y estúpida ec-sistencia del sujeto". ción del sujeto con el mundo, sino en "su existencia en cuanto suje-
En esto, aunque Lacan no lo dice está usando la noción de "exis- to", cu estionamiento desde el cual surge su relación intramundana
tencia" que había entrevisto Martín Heidegger. Es decir, si este es el con los objetos y la existencia del mundo en tanto puede ser cues-
mm~do donde están todos los entes, lo que hace Heidegger es, a dife- tionada más allá de su orden.
renCia de la acepción de "existencia" válida para tod¡:¡ la filosofía {la A fin de sintetizar, a donde Lacan quiere llegar es a mostrar cómo
noci?,n de .e,:tar pres~nte_ e~ forma concreta, en forma real), plantea se construye la realidad para cualquier sujeto. Para eso, dibuja lo que
que exiStir se pred1ca urucamente para ese ser particular que es el se llama el Esquema R.
hombre, el Dasein. Existencia se escribe ec-sistencia, viene del latín
ec-sistere, "estar fuera". El hombre está fuera de todos los entes. Su
e~is~e~cia. es un estar-fuera. Un estar-fuera, desde el cual puede dar
s tgruflcactón a ese mundo de entes. Pero a la vez sin este mundo, no
tiene s ignificación él mismo, o sea que a la vez que da significación
al mundo de entes, se significa a sí mismo. Este es el concepto que
está tomando Lacan en "su inefable y estúpida existencia". El suje to
de alguna manera, fuera de la captura del mensaje invertido que
hac~ ~n el ~je i~agi~ario, si nosotros cortamos esta captura que hace
e~ ~¡e 1r:nagmano, ex1ste, pero no sabe quién es, no tiene ninguna sig- p
mficactón. Cuando adquiere significación, uno diría que se aliena, I
e 1.' algún sen tido, en el eje imaginario. Al adquirir significación, se Para llegar al mismo, desde el esquema L (el sujeto, el Otro, el yo
p1erde como s u condición de existir, su sensación de ser. Por eso es y los objetos) hay llue pasar por las instancias del Edipo. El pasaje a
que puede "perderse el mundo", sino, no podría perderse, eso es lo la realidad requiere las instancias del Edipo. Entonces, Lacan
que vemos en la clínica de todos los días. No podría zozobrar el siguiendo a Freud arma un esquema donde se ve la franja de reali-
mundo si fuera tan concreto, pero para un sujeto que lo vive, no es dad (R) para tal sujeto. Es decir, no tenemos un absoluto de la reali-
tan concreto. Es decir, depende justamente de que pueda significar dad, sino que tenemos una realidad que de alguna manera vale para
ese mundo en este eje. Cuando pierde significación ese mundo, se nosotros, y que tiene sus límites, está dentro de ciertos límites. Por
queda sin mundo; ese sujeto sabe que está pero nada tiene sentido. eso es que en las relaciones humanas nos encontramos y nos desen-
Descartes debe volver a ese mundo que p re tendía desensamblar, contramos todp el tiempo, y con algunos nos encontramos más y con
y ?ebe hacerlo no sin cierta vertiginosidad, apelando a la rnzó~1 y a otros nos desencontramos más. Hay una suerte de superposición ,
~ws, ~ un~ articulación lógica de lo experimentado, y a un supuesto donde las realrdades pueden ju~ar, pero no son decididamente ni ln
(rmagm.ano) sumo artífice y guardián fidedigno de la 'aplicación' de misma, ni una sola realidad. (Sino los vínculos humanos no andarí-
ese Lagos. Será Kant quién denuncie la operatoria de las "categorías an como andan). La franja de realidad tiene que determinarse.
del entendimiento" (de los "conceptos puros") en la conformación ¿Cómo se determina?, como Freud nos había dicho: en relación a
de un s ignificado tanto de un "yo empírico" como del mundo de esta estructura enorme, simbólica, que es el Edipo.
objetos (de los "objetos de la experiencia"), para un sujeto "trascen- Lacan entonces ubica las referencias y dice que el objeto primor-
..-
'

188 }VAN CARLOS FANTIN - DAR lO GALANTE - PABLO FRIDMAN ESCUCHAR l.AS PS ICOSIS 189
dial es el objeto primordial madre: M. Pes la posición en A del Nom- pretar luego el " mecanismo" de la psicosis: "La atribución de la pro-
bre del Padre. Entre i y M, las figuras del otro imaginario en las rela- creación al padre no puede ser efecto sino de un puro significante,
ciones de agresión erótica; y de m a I, el yo se identifica desde su de un reconocimiento no del padre real, sino de lo que la religión nos
Urbi/d (imagen primordial) especular hasta la identificación paternal ha enseñado a invocar como el Nom bre del Padre". Np es necesario
del ideal del yo. ningún significante - prosigue Lacan- ni para ser padré ni para estar
Se dan cuenta entonces que el esquema anterior valía para cual- muerto, pero sin éste, nadie nunca sabrá nada. Adelantemos lo que
quiera, pero en este esquema, muestra mejor la 'realidad' para cada vendrá: no es necesario un padr~ real, para no ser psicótico, pero sí
sujeto, o como él lo dice: "las líneas de condicionamiento del percep- la presencia del significante mismo (del Nombre del Padre).
tllln, dicho de otra manera, del objeto". Puesto que el objeto madre
no va a ser el mismo, y las relaciones de agresión erótica con el obje-
to madre, no van a ser las mismas para cualquiera, y las identifica- POR EL LADO DE SCHREBER.
ciones que van a forjar el ideal del yo (en relación a la figura del EL SIGNIFICANTE DEL NOMBRE DEL PADRE
padre), no van a ser las mismas. Con lo cual, la franja de realidad va
a depender de todo ese mecanismo edípico que será diferente, aun- Habiendo introducido todos los factores de la signjficación del
que tenga invariantes, para los distintos sujetos. sujeto y la construcción de su realidad, Lacan trae la fórmula de la
Dice además Lacan que esta franja de realidad es el "lugarte- metáfora, o sustitución significante. Ya al hablar de fórmula de la metá-
niente del fantasma", es decir que la constitución de la realidad deja fora, nos está diciendo que para entender la construcción de la reali-
(lo que Freud llamaba "lo reprimido") de alguna manera, una otra dad hay que pensar en fenómenos de le nguaje, fenómenos como los
relación del sujeto con ese objeto siempre perdido, ese objeto que metafóricos, es decir que esta construcción de la realidad tiene una
propiamente no es un objeto, o que no puede definirse con l~s ~on­ topología que es la topología propia del significante, y no la topolo-
notaciones de los objetos mundanos. Eso ha quedado repnm1do. gía del neurólogo. Ahí comienza el capítulo que va a titular "Por el
Para que se constituya la realidad, algo tiene que quedar reprimido. lado de Schrebcr".
¿Qué queda reprimido? El fantasma, es decir la relación del sujeto Fórmula complicada, pero lo que intenta poner son los términos
con el objeto a, en Lacan. de la misma relación en la cual se encuentra el sujeto: la fórmula
Dice entonces que esta franja está en una relación topológica de tiene una S, del significante; por debajo el $, sujeto escindido; des-
lipo banda de Muebius, relación del sujeto con su fantasma: $0n. pués nuevamente el sujeto escindido; por debajo una x. Después
Entonces lo que nosotros vemos como realidad constituida, de lo tiene nuevamente el significante y 1 sobre la significación del sujeto.
cual el sujeto que nos consulta puede hablar, tiene su costado repri- Esta x es Jo que escapa de significación al mismo sujeto. Esto impli-
mido, que es justamente esta relación fantasmática. Pero su costado ca que en esta relación, el sujeto va a obtener su s ignificación. (Ahora
reprimido no está disociado. Eso es lo que quiere indicar Lacan con cuando le pongamos los nombres se va a entender mucho más)
la banda de Moebius, sino que está en constante interrelación. Si no
fuera una banda de Moebius, se podría pensar que está de alguna S $'
manera o bien perdido (como pensaron algunos: "lo inconsciente
existe pero no se puede saber nada de él") como si fuera una con- $' X

tracara siempre cubierta, o bien como separado, disociado. Esa no es


la apuesta freudiana. La apuesta freudiana es que constantement_e S= significante x =significación desconocida
nosot1·os experimentamos la efectividad de lo inconsCiente, expen- s = el significado inducido por la metáfora (consiste en la sustitución en la
mentamos sus manifestaciones. Por eso Lacan utiliza este tipo de cadena significante de S a S').
relación topológica: una banda que propiamente nos muestra que
una cara puede ser la otra. . Refiere Lacan que la elisión de S', representada aquí por la tacha-
Y allí, Lacan, anuncia una de sus tesis fundan1entales para mter- dura, es la condición de éxito de la metáfora. El niño debe reconocer
190 )UAN CARLOS FANTIN - DARlO GALANTE - PABLO FRIDMAN
ESCUCHAR LAS PSICOS IS 191
que hay un deseo de la madre hacia el padre, él no es, entonces, su Nombre del Padre, el deseo de la madre (la dupla que él descubre)
falo, y se divide entre el deseo de la madre e identificarse con el y por otro lado el deseo de la m adre, que ahora le genera una "x" a
padre, quedando así en una significación oscilante; allí funcionará la ese sujeto, es decir, quién debe ser en relación a ese deseo que antes
metáfora que dará significación al s. D e este modo, la metáfora es la no tenía, desemboca en esto, implica esto que sería algo así como la
sutitución.del ~ombre del Padre allí en e l lugar (simbólico) prime- resolución del Edipo, el encuentro con la castración, lo que conoce-
ramente s tmbohzad o por la operación de ausencia de la madre (la mos como el tercer tiempo d el Edipo, que nos lleva a la introducción
referencia fund am ental son los tres tiempos del Edipo según Lacan). de la ley. Es decir, el padre no es la ley, sino que la representa y por
Veamos, por tanto, cómo queda aquella fórmula más general, lo tanto todos los sujetos están determinados p or una ley.
d espués d e Jo dicho:
¿P or qué implica el Nombre del Padre, la fórmula 'Otro en rela-
ció n a l falo' (A / falo)? Porqu e jus tamente es del modo fálico, al modo
Nombre-del-Padre (S)
Deseo de la madre($)
;:;:-D~es:;;eo---:de_l-:-a-:-M_ad-:-r_e..:...($;-)~Nombre-del-Padre (S) [A (1)J de la imaginarización, que se va a obtener significación para u n suje-
Significado del sujeto (x) ~alo (s)j to, pero no de manera directa sino de man era metafórica, a partir del
orden de las palabras (porque lo que da significación es del orden de
El sujeto, en la separación que se produce de su madre (como se las palabras, del orden del símbolo)
observa en el juego del fort-da), reconoce el deseo de la madre, pero ¿Qué significa "de manera metafórica"? La metáfora es un viejo
que da él entonces sin significación . Has ta ese momento era ser el . tropo de la li teratu ra, se puede d ecir que es una comparación que
objeto deseado por la madre, no tenía el cuestionarniento en lo elide uno de los términos, y con eso produce significado. Por ejem-
inconsciente de su existencia. Ahora sí lo tiene. ¿Qué debe ser él para plo, si yo digo "Las perlas de tu boca", produce un sig nificado esté-
ser para esa madre? ¿Quién es? ¿Desde dónde desea? Entonces, tico muy diferente a decir "Tus dientes son como perlas en tu boca"
¿~u ál será. ese significante que, al modo de la metáfora, de significa- O sea, ningún poeta que se precie (salvo que lo haga ex profeso por
CIÓn al SUJeto? Lacan lo llama con un nombre muy particular: Nom- el contexto en el cual está trabajando) va a utilizar los dos térmil.\os
bre del Padre. Es muy interesante porque lo h a tomado de la reli- de la c'omparación, porque justamente con la elis ión de uno de ellos,
gión, y n o es casual; en última instancia, cada vez que se apela a un provoca ese efecto de significación, ese efecto esté tico. De algún
ente s upremo, se apela al significante del Nombre del Padre, es decir modo Lacan al hablar d e la metáfora está diciendo eso: que la mane-
a un significante que d é garantías de existencia. Dios es el gran ra de provocar efecto de significación implica que un término quede
garan te, de a lguna 1nanera. elidido, que quede de algún modo inconsciente, al modo de la metá-
¿Qué sería el sujeto escindido? ¿Por qué está dado? Por el deseo fora. En todas las metáforas uno pu ede entrever el término elidido,
de la madre. Acá hay una ecuación con la cual el s ujeto se tiene que pero ni siqu iera lo piensa, porque si lo hace se disuelve la metáfora.
enfrentar: Nombre del Padre- deseo de la madre, porque a la vez Entonces, de " modo metafórico".
que descubre que él no es el falo en este tiempo del Edipo, descubre Los sujetos no conocen aquello que está elidido, pero aqu ello que
que existe el padre, es decir que a la vez que existe el padre, descu- está elidido determina buena parte de su ser (sobre todo de su ser en
bre que hay una ecuación entre el padre y la madre, entre el Nombre relación con). En la neurosis es claro cuando Freud habla de la rene-
del Padre y el deseo de la madre, que el deseo de la madre está pues- gación, de la Verneinung, cada vez que tm sujeto clínicamente nega-
to en ese padre (en el mejor de los casos). Entonces se puede susti- ba alguna cuestión que era claramente interpretable, era fácil darse
tuir el sujeto escindido por el deseo de la madre; por otro lado, tiene cuenta que esa pasión que había en negarlo, mostraba que había una
que darse esa falta, sino ese sujeto nunca entra en el mundo de sig- presen cia, que para ese sujeto era inconsciente. O sea que la misma
nificación, queda siempre como "objeto" de esa madre. negación (Verneinung) muestra una afirmación (Behajtmg) previa.
La "x" va a ser e l "significado del sujeto". Esto implica nueva- Cuando decimos "no, con eso nada que ver, eso sí que a mí no me
n:e.ntc Nombre del Padre ("S") y la ecuación "1/s" (uno sobre el sig- molesta", o cuando el paciente dice "hoy no tengo n ada que decir",
ruf!cado) se transforma en "A/rp" (A sobre falo). Con esto quiere son n egaciones que están mostrando una afirmación, de la cual el
d ecir que el sujeto frente a esta ecuación, donde es tá jugando el sujeto es inconsciente. En la neurosis, lo que ha pasado, es que esa
- - ¡ - -- -
--~ ~ ~ - - -- - -

192 ]VAN CARLOS FANTIN - 0AR!O GALANTE - PABLO FRIOMAN ESCUCHAR LAS PSICOSIS 193

afirmación previa ha sido reprimida, es lo que Freud denomina Ver~ el objeto se vuelve estructuralmente contingente (.desde dónde
drangung, traducido por "represión", o remoción forzada, "esfuerzo ~esea?)?, pues la metáfora paterna, una sustitución si~nificante que
de desalojo" en la versión de Amorrortu, porque es una represión mstaura un relato sobre si mismo (sobre su ec-sistencia), que le da
pero es un desalojo a la vez. Entonces en la neurosis esa ·afirmación acceso a u~ orden externo~int~~no (extimo) que lo singulariza; mas,
primera sigue estando allí, reprimida. La afirmación primera, en como me~~fora, con una stgn¡flcación que alude a o tro término de
última instancia, es afirmación en relación a la castración, es lo que comparacwn (1 1s), que no está -y no debe estar- presente para tener
dice Freud. efecto de significado.
Lo que afirma Lacan es que la presencia o no de un padre real no
determina el funcionamiento de la "sustitución significante", la
ausencia de un padre real como tal puede ser muy compatible con la EL " MECANISMO " PSICó TICO. LA FORCLUSIÓN
presencia del significante, pero, se pregunta, ¿qué pasa si falta el sig-
nificante mismo? Pues, lo que Lacan está diciendo es que en la psi- ¿Qué ocurre entonces cuando hay unaforclusión de d icho signifi~
cosis falta ese significante que llama "Nombre del Padre", que en cant~?. Lo que Lacan va a esquematizar en el esquema de la realidad,
algún sentido está anclando configurando ese campo de la realidad, modtfJcado para la psicosis: el esquema I.
que no es un campo univoco, sino una cinta de Moebius que tiene su
M
costado inconsciente, como pasa en los neuróticos. Pero aún así es
un campo bien conformado, donde puede haber una realidad com-
partida.
En el sujeto psicótico eso no pasa. Por alguna razón está faltando
ese significante fundamental que lo hubiese introducido en esa rea- S
lidad, que como vemos en los psicóticos, en algún momento aflora
como una realidad propia o como se dijo muchas veces, "ruptura
con la realidad".
Como ven, Lacan retoma y resuelve los problemas que Freud deja-
ra planteados en torno a la psicosis.
Y en este sentido, Lacan hace una analogía entre la falta de ese
significante, con lo que Freud había llamado Venuerfung: repudio,
rechazo, y que él lo llama forclusión, y lo que quiere decir es que hay
en algún punto de la estructura simbólica un agujero. Y a partir de palabra

ese agujero se va a significar el falo. ¿Cómo se va a significar? Como donde se mantit>ne o creado

agujero, es decir, si hay un agujero en la estructura simbólica desde m


donde se significa el falo, va a haber un agujero. Es como poner un
cero.
Insistamos una vez más en esto. Aquello que pone en juego el "!
dice: " ... Sin d~da. :ste esquema participa del exceso a que se
deseo es la 'falta' (de la madre), pero esto coloca en situación de obhga toda formalizacwn que quiere presentarse en lo intuitivo".
'enigma' al sujeto, ahora$ (deseando siempre ese objeto estructural- Cuan~~~ uno ve el esquema en el libro, se podría parafrasear a Lacan
mente perdido y hallando siempre un sustituto que no colma la y deCI: se lo concedemos de buen grado", que es un exceso, asusta.
falta). Si lo volviera a hallar, de todos modos, perdería su s ignifica- Pero st:nplifi~ado, lo que tenemos es que donde antes era un campo
ción como sujeto. de reahdad b1en conftgu rado entre los distintos ejes, ahora Lacan lo
¿Qué da significación a este sujeto, generando su yo y su mundo reempl~za por dos asú1totas (líneas que se colocan paralelas a un eje
compartido, su franja de realidad, como mostraba el esquema R, si y que tienden a cruzarse en el infinito, con lo cual, están siempre
EsCUCHAR LAS PSICOSIS 195
194 JUAN CARLOS FANTIN - DARlO GALANTE - PABLO FRIDMAN

paralelas). Con eso se grafica lo que les decía antes como "no defini- campo del desnivel entre ambos"; además de re~oq~es excéntricos
do". Y queda lo imaginario y lo simbólico, en una suerte de realidad de lo imaginario y lo simbólico, la realidad del ps~cótic~ se reduc~ a
que no queda construida adecuadamente para ese sujeto, que no un campo de 'desnivel' entre lo imaginario y lo stmbóhco, he alu la
queda determinada, delimitada. 'brecha' según la lectura de Lacan. .
¿Qué dice Lacan de esto? No ten~mos más tiempo. Yo los invito, a quienes qUieran, a ver
"Recogidas en la forma de este esquema, se desprenden las rela- algo de lo cual Lacan nos advierte, que no hay que ol~idar al ver el
ciones por las cuales los efectos de inducción del significante, esquema: cómo se llegó al mismo. Cómo se llegó al m1smo_e.s .Por el
actuando sobre lo imaginario, determinan ese trastorno del sujeto análisis del caso Schreber. Entonces los invito a leer el anahsts que
que la clínica designa bajo los aspectos del crepúsculo del mundo, hace La can de Schreber para llegar al esquema, que es el análisis que
que necesita para responderle nuevos efectos de significante" vá a servir para cualquier psicótico, con contenidos diferentes.
Es decir lo que l a clínica designa como el crepúsculo del mundo, Espero se cumpla la pretensión de estas clases, que no es agotar
el sujeto psicótico que pierde su mundo, y que necesita para respon- el tema sino dar una suerte de cuestiones preliminares a la lectura
derle nuevos efectos de significante. La producción delirante y alu- de "De 'una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psi-
cinatoria, la llamada productividad psic6tica, esa "realidad" propia cosis", invitando a su lectura y no sustituyéndola.
singular que nos presentan los pacientes psicóticos, que se desgaja
de la realidad compartida, son los nuevos efectos de sig11ificante.
Armar un delirio, como decía Freud, como manera de suturar esa
brecha, esa ruptura con el mundo.
Ahora, "nuevos efectos de significante", ¿llegan a conformar un
mundo tal cual lo entendemos en los neuróticos? No. Esto es lo que
Lacan dirá despu és: "Queda la disposición del campo R (observen
que ha cambiado mucho el campo R, el campo de la realidad de lo
que teníamos antes) en el esquema, por cuanto representa las condi-
ciones bajo las cuales la realidad se ha restaurado para el sujeto: para
él especie de islote cuya consistencia le es impuesta después de la
prueba por su constancia, para nosotros 1igada a lo que se le hace
habitable, pero también que la d istorsiona, a saber retoques excén-
tricos de lo imaginario 1 y de lo simbólico S, que la reducen al campo
del desnive l entre ambos".
Frase compleja, pero Lo que está diciex'ldo es que para él la reali-
dad se puede llegar a restituir. "Un is lote fil e realidad", o sea ~1 suje-
to psicótico que arma de alguna manera un "islote de realidad".
Schreber que arma todo su delirio alredc ~or de esa experiencia psi-
cótica y has ta escribe un libro del cual hasta hoy todavía nosotros
es tamos hablando. Ese es el " islote de realidad". ¿Cómo lo vemos
nosotros? Lu vemos, como d ice Lacan " ... retoques excéntricos de lo
imaginario I y d e !u simbólico S ...". Es decir que no se vuelve a dar
una articulación imaginario-simbólica tal que determine una reali-
dad, sino " ... retoques excéntricos de lo imaginario I y de lo simbóli-
co S ... ". Acentuemos aún un elemento más: " [... ] que la reducen al

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