¡No cierres la puerta a compartir amistad con

tus semejantes!.
Reflexión por JMTH.
No es menos cierto que todas las personas no poseemos el mismo carácter,
las mismas condiciones de vida, el mismo desarrollo económico, ni la misma
fe, ni el mismo nivel de paz para nuestras vidas, pero, en todo ello existe un
denominador común y es que todos poseemos el Don del Amor, dado por
Dios, y que tenemos la obligación de desarrollarlo, para que nos vaya bien en
nuestros sentimientos.

En el Libro de los Proverbios, el siervo de Dios, hace una aclaración muy justa
de lo que hay que exponer para ganar un amigo, y dice: Proverbios,
Capítulo 17:
9 El que cubre la falta busca amistad;
Más el que la divulga, aparta al amigo.

Todos poseemos defectos y virtudes, ¡miremos las virtudes y

desechemos los defectos!.

El mundo de hoy día, se rige por conceptos de hombres, que en

ocasiones cierran las puertas a una sincera amistad, y eso se debe a
las acciones del espíritu de las tinieblas para destruir la armonía y la
comunión creada por Dios con su Santo Espíritu, pero, usted no se
preocupe por ello, solamente ore a Dios y pídale discernimiento para
hacer buenos amigos todos los días.

Cuando tomes decisiones justas sobre a quién entregas tu amistad,

satanás, tratará de interrumpir esa decisión, sembrando dudas,
aparentando desilusiones, provocando diferencias entre amigos, pero,
¡nada!, ore a Dios y reprenda al espíritu de las tinieblas en el nombre
de la sangre que Jesucristo derramó en la cruz del calvario, por ti y
por mí.

Job, un siervo rebelde que exigió siempre a Dios a causa de lo que

sufrió, se dio cuenta un día de la Grandeza del Omnipotente y escribió
sobre la amistad en Job 22: 21 Vuelve ahora en amistad con él, y
tendrás paz;
Y por ello te vendrá bien.
22 Toma ahora la ley de su boca,
Y pon sus palabras en tu corazón.
23 Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado;
Alejarás de tu tienda la aflicción;
24 Tendrás más oro que tierra,
Y como piedras de arroyos oro de Ofir;
25 El Todopoderoso será tu defensa,
Y tendrás plata en abundancia.

Es cierto que existen personas con un temperamento fuerte a quienes

es difícil ganarles en amistad, pero, no importa, perdone y ore a Dios
para que ablande esos corazones duros en ofrecer amistad y gane la
Recompensa de Dios de conquistar para bien esos corazones
endurecidos.

Yo conozco a personas que me odian por no pensar igual que ellos, mas
no importa, mi corazón en amor de Cristo, los perdona y admite como
amigos.

Un corazón pleno de amor, ganará la amistad, hasta del más duro de

corazón y de entendimiento limitado.

¡Que Dios les Bendiga a todos, pero a todos!. Amén.