La premisa que se plantea y se desarrolla en todo el libro es el de limitarse a reaccionar
al texto. Así, Guskin menciona la importancia de vivir siempre en un estado de exploración con el texto, momento a momento; y que el personaje será el resultado de esta reacción. Así también aconseja desprenderse de todo tipo de esquemas, análisis que lleve al intelecto, ideas preconcebidas y del miedo a dejar lo seguro. Así, alienta a dejar la técnica para que el instinto surja y que el personaje sea el resultado de solamente uno mismo y el texto. Esta exploración pasará por distintas etapas, desde trabajar en solitario hasta llegar a los ensayos, actuar en función y ante la cámara. Sacar el texto de la página Guskin empieza este capítulo haciendo hincapié en dejar el análisis, ya que este debilita al actor. Dice: “Creo que el verdadero trabajo de interpretación empieza cuando el actor verbaliza las palabras del personaje”. Guskin presenta un proceso llamado “sacar el texto de la página” que consiste básicamente en el uso de la respiración; y lo describe así: “El actor lee el parlamento, inspira y espira mientras lee las palabras para sí mismo, dándose tiempo para registrar mentalmente la frase. Después levanta la vista del papel y dice la frase, ya sin leer, simplemente hablando.” Lo importante de este procedimiento es dejar que el texto resuene en nuestro inconsciente. Insta a que accedamos a nuestro inconsciente y no censuremos nuestra primera respuesta inconsciente. También menciona que no es ideal aferrarnos a un pensamiento o sentimiento que nos funcione, ya que este limita el espectro de posibles reacciones que pueda desencadenar la siguiente frase. Estar libres y dejarse llevar es la mejor forma de que surjan cosas nuevas. Finalmente, recomienda empezar a practicar estos ejercicios con un monólogo y no una escena, pues nos dará la confianza para poder sentirnos libres y así cuando trabajemos una escena podamos brindar esa libertad a los demás actores.
Investigar el papel para descubrir el personaje
Guskin declara que el trabajo analítico que la mayoría de actores adopta al empezar a analizar un personaje interfiere con el instinto del actor. Así, menciona que, en parte, deja de lado el método stanilavskiano, debido a sus fallos en su intento de aplicar esto a su propia experiencia actoral. Para Guskin, la idea del personaje no es algo definido, pues no es una foto o un producto terminado, ni siquiera en la vida misma. Recalca que el personaje es la conformación de las reacciones del actor a las frases del texto, es decir, el personaje es el texto. Guskin, además, menciona que una vez que uno se haya imbuido del texto del personaje, sentirá que el personaje empieza a hablarle y a decirle qué hacer. El actor no debe forzar este proceso. El ritmo y los rasgos del personaje se irán obteniendo en los ensayos y exploraciones. Aconseja trabajar desde lo negativo, es decir, averiguar lo que el personaje no es y explorarlo. En este proceso de descubrimiento del personaje es primordial tomar decisiones importantes al enfrentarnos con el guión. Debemos encontrarnos en un estado de búsqueda y de ensayo constante, donde no debemos ser cuidadosos y si una decisión no funciona, será muy visible. También, debemos tomarnos el guión al pie de la letra sin intentar interpretar lo que creemos que dice el subtexto; además, debemos romper el ritmo hasta encontrar el ritmo del personaje que no siempre es igual al del actor. Y por último, debemos dejar que el guión sea quien oriente la investigación y no viceversa.
Quiero este papel: ¿Cómo puedo conseguirlo?”
En este capítulo se habla mucho de las audiciones y las estrategias que debemos usar para poder conseguir un papel. Guskin recomienda que el actor al entrar a una audición debe hacerlo con calma, sin predisponerse a nada, dejar que su libertad aflore para luego sacar el texto de la página. El actor debe estar receptivo y abierto al material para que este le afecte y así pueda sorprenderse de sus propias reacciones. Si nos vestimos debe ser para poder sentir el papel y no para parecernos al personaje ni demostrar al director como creemos que es el personaje, pues pueden jugarnos en contra al momento de audicionar. También habla de no obligarnos a alcanzar un estado emocional. Otro dato importante es aprender a trabajar con lo que el lector nos ofrece, así nos lea de manera monótona o con intenciones, debemos escuchar y reaccionar a la frase. Un consejo que brinda es el de mirar al lector mientras el lee su frase, pues así estaremos realmente escuchándolo; y el de evitar pegar los ojos al texto cuando no nos toca decir nuestra línea. Asimismo, debemos vencer nuestros miedos y manejar la audición con mayor decisión y tomar las riendas de esta misma.
Subirse al escenario en los ensayos y la función
Guskin menciona los dos momentos en las que el actor debe ser capaz de explorar al máximo su personaje: el ensayo y la función. Los ensayos son ese espacio donde el actor debe descubrir al personaje. Así, deberá explorar sin censura el personaje momento a momento, aprovechar a cometer todos los errores posibles, deberá dejar cualquier idea preconcebida que tenga sobre el personaje, permitirse dejar llevar por sus instintos siempre bajo la supervisión del director. Para esto es mejor ir despacio, empezar los primeros días del ensayo tomándose su tiempo y evitar apurarse. Otra recomendación es abandonar el ego, es decir, no tomarnos nada personal en ensayos. En la Función, debemos entrar con la máxima libertad posible, confiar en que hay un trabajo detrás que nos soporta, es decir, confiar en nosotros mismos. Debemos siempre buscar seguir explorando en las funciones para encontrar nuevas maneras y no mecanizarnos. Esto será más notorio cuando una obra esté en cartel mucho tiempo. Aquí, debemos permitirnos cambiar marcaciones, entradas y volver a explorar con el texto para mantener la obra fresca. Actuar en Cine y Televisión
Interpretar grandes papeles
Los grandes papeles deben demandar mucha investigación y sobre todo exploración. Estos papeles de por sí son muy ricos pues ofrecen una gran variedad de características y comportamientos de un personaje. Con autores como Shakespeare, debemos ser rigurosos al explorar los textos. Debemos olvidarnos del estilo de hablar, ya sea en verso, y siempre volver al texto. Dejaremos que estos textos, por más que parezcan ajenos a nosotros, detonen algo en nosotros, imágenes o sensaciones y provoquen algo sorpresivo en nosotros. En estos papeles es importante confiar totalmente en nuestros instintos. Otras disciplinas nos servirán para nutrirnos, sean visuales o auditivas. Esto aportará mucho en nuestro crecimiento y en nuestra madurez como seres humanos y actores. Así nos será mucho más fácil poder dejarnos llevar por nuestra intuición.