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CIE 10

VER DICTAMEN:

Trastornos del comportamiento y de las emociones de comienzo habitual en la infancia y en la adolescencia (p62) (2)

Aportar diagnóstico clínico en el momento que se disponga del mismo

Hiperactividad con déficit de atención (2)

Trastorno disocial (2)

Trastornos emocionales y del comportamiento que aparecen habitualmente en la


niñez y en la adolescencia (F90–F98)

F90 Trastornos hipercinéticos


Grupo de trastornos caracterizados por su comienzo temprano (habitualmente, durante los primeros cinco años de la vida), por
falta de constancia en las actividades que requieren de la participación de funciones intelectuales y por una tendencia a cambiar
de una actividad a otra, sin completar ninguna, junto con una actividad desorganizada, mal regulada y excesiva. Pueden hallarse
asociadas varias otras anormalidades. Los niños hipercinéticos son a menudo imprudentes e impulsivos, propensos a los accidentes
y a verse en dificultades disciplinarias, más que por una actitud desafiante deliberada por incurrir en la violación irreflexiva de
normas. Sus relaciones con los adultos son a menudo socialmente desinhibidas, carentes de la reserva y la precaución normales.
Son impopulares entre los demás niños, y pueden quedar socialmente aislados. Es común el deterioro intelectual, mientras los
retrasos específicos del desarrollo motriz y del lenguaje son desproporcionadamente frecuentes. Entre las complicaciones
secundarias se cuentan el comportamiento asocial y la baja autoestima.
F90.0 Perturbación de la actividad y de la atención
Trastorno o síndrome deficitario de la atención con hiperactividad

Trastorno hipercinético con déficit de la atención

F91 Trastornos de la conducta


Trastornos caracterizados por un patrón repetitivo y persistente de conducta asocial, agresiva o desafiante. Es necesario que este
comportamiento alcance niveles importantes de violación de la conducta socialmente esperada para la edad del paciente, razón
por la cual debe ser más grave que la travesura infantil corriente o la rebeldía de la adolescencia, y suponer un patrón perdurable
de comportamiento (de seis meses o más). Los rasgos de trastorno conductual pueden ser también sintomáticos de otras afecciones
psiquiátricas, en cuyo caso debe ser preferido el diagnóstico subyacente. Entre los ejemplos sobre los cuales se fundamenta el
diagnóstico se cuentan niveles excesivos de pelea y de fanfarronería, crueldad hacia las demás personas y hacia los animales,
destrucción grave de la propiedad, conducta incendiaria, robo, mentira repetitiva, falta a la escuela y fuga del hogar, y rabietas
y desobediencia extraordinariamente frecuentes y graves. Cualquiera de estas conductas, si es marcada, es suficiente para el
diagnóstico, pero no lo son las acciones asociales aisladas.
F91.0 Trastorno de la conducta limitado al contexto familiar
Trastorno de la conducta que implica un comportamiento asocial o agresivo (y no un mero comportamiento opositor, desafiante o
perjudicial), que se halla total, o casi totalmente, limitado al hogar y a las interacciones con miembros de la familia nuclear o del
ambiente doméstico inmediato. Para considerarlo como tal, se requiere que cumpla con los criterios generales de F91.–. La
perturbación de las relaciones entre padres e hijos, aunque sea grave, no constituye base suficiente para este diagnóstico.
F91.1 Trastorno de la conducta insociable
Se caracteriza por una combinación de comportamientos asociales o agresivos (que cumple con todos los criterios de F91.– y que
no implica un mero comportamiento opositor, desafiante o perjudicial), con un deterioro generalizado y significativo de las
relaciones del paciente con los demás niños.
Trastorno agresivo insociable
Trastorno de la conducta, del tipo solitario agresivo
F91.2 Trastorno de la conducta sociable
Trastornos de la conducta que implica un comportamiento asocial o agresivo persistente (que cumple con todos los criterios de
F91.– y que no implica un mero comportamiento opositor, desafiante o perjudicial) que se presenta en personas que generalmente
se hallan bien integradas al grupo de sus pares.
Ausencia escolar
Delincuencia en grupo
Delitos en el contexto de la pertenencia a una pandilla
Robo en compañía de otros
Trastorno de la conducta, del tipo grupal
F91.3 Trastorno opositor desafiante
Trastorno de la conducta que ocurre habitualmente en niños pequeños, que se caracteriza principalmente por un comportamiento
notablemente desafiante, desobediente y perjudicial, y que no incluye acciones delictivas ni las formas extremas de comportamiento agresivo
o asocial. Para ser codificado aquí, el trastorno debe cumplir con todos los criterios de F91.–, y no es suficiente para el diagnóstico un
comportamiento incluso profundamente travieso o pícaro. Esta categoría debe ser utilizada con precaución, especialmente para niños
mayores, dado que el trastorno de la conducta clínicamente significativo se acompaña habitualmente de comportamientos asociales o
agresivos, que van más allá de una actitud meramente desafiante, desobediente o perjudicial.

F91.8 Otros trastornos de la conducta


F91.9 Trastorno de la conducta, no especificado

Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas


Relacionados con la Salud (CIE-11).
Esta nueva edición, que viene a sustituir a la CIE-10, cuya publicación se remonta a hace 28 años, se ha publicado con el objetivo de
que los proveedores y profesionales sanitarios se vayan familiarizando con los cambios, de manera que en mayo de 2019 se presentará
ante la Asamblea Mundial de la Salud para su adopción formal por los Estados miembros, estando establecida la fecha para
su entrada en vigor el 1 de enero de 2022.

Trastornos de comportamiento disruptivo y disocial


6C90 Trastorno desafiante y oposicionista
El trastorno desafiante y oposicionista es un patrón persistente (por ejemplo, 6 meses o más) de comportamiento marcadamente
desafiante, desobediente, provocativo o malicioso que ocurre con más frecuencia de lo que se observa típicamente en individuos de
edades y nivel de desarrollo similares, y que no se limita a la interacción con los hermanos. El trastorno desafiante y oposicionista
puede manifiestarse en un estado de ánimo enojado o irritable persistente, a menudo acompañado por arrebatos graves de mal genio o
comportamiento obstinado, desafiante y discutidor. El patrón de comportamiento es lo suficientemente grave para causar un deterioro
significativo a nivel personal, familiar, social, educacional, laboral o en otras áreas importantes del funcionamiento.

6C91 Trastorno de comportamiento disocial


El trastorno de comportamiento disocial se caracteriza por un patrón persistente y repetitivo de comportamiento en el que se violan los
derechos básicos de otros o las normas, reglas o leyes sociales apropiadas para la edad, como la agresión hacia personas o animales;
destrucción de propiedad; engaño o robo; y otras violaciones graves de las normas. El patrón de comportamiento es lo suficientemente
grave como para causar un deterioro significativo a nivel personal, familiar, social, educativo, ocupacional o en otras áreas
importantes del funcionamiento. Para ser diagnosticado, el patrón de comportamiento debe durar un período considerable (por
ejemplo, 12 meses o más). Por lo tanto, los actos disociales o delictivos aislados no son motivo para aplicar este diagnóstico.

Trastornos del neurodesarrollo


6A00 Trastornos del desarrollo intelectual
6A05 Trastorno por hiperactividad y déficit de la atención
Se caracteriza por un patrón persistente (al menos 6 meses) de falta de atención o hiperactividad e impulsividad, que comienza en el
período del desarrollo, normalmente a principios o mediados de la infancia. El grado de falta de atención e hiperactividad o
impulsividad está fuera de los límites de variación normal esperada para la edad y el nivel de funcionamiento intelectual, e interfiere
significativamente con el funcionamiento académico, laboral o social. La falta de atención se refiere a una dificultad importante en el
mantenimiento de la atención en tareas que no proporcionan un alto nivel de estimulación o recompensas frecuentes. También se
refiere a la distracción y a problemas de organización. La hiperactividad es el exceso de actividad motora y dificultades para quedarse
inmóvil, más evidente en situaciones estructuradas que requieren de un comportamiento de autocontrol. La impulsividad es una
tendencia a actuar en respuesta a los estímulos inmediatos, sin reflexión o consideración de los riesgos y consecuencias. El equilibrio
relativo y las manifestaciones específicas de la falta de atención y la hiperactividad o impulsividad varían entre los individuos y
pueden cambiar en el curso del desarrollo. Para poder diagnosticar el trastorno, el patrón de comportamiento debe ser claramente
observable en más de un escenario.
DSM IV
Criterios para el trastorno disocial

Un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que se violan los derechos básicos de otras personas
o normas sociales importantes propias de la edad, manifestándose por la presencia de tres (o más) de los
siguientes criterios durante los últimos 12 meses y por lo menos de un criterio durante los últimos 6 meses:

Agresión a personas y animales

 menudo fanfarronea, amenaza o intimida a otros


 a menudo inicia peleas físicas
 ha utilizado un arma que puede causar daño físico grave a otras personas (p. ej., bate, ladrillo, botella rota,
navaja, pistola)
 ha manifestado crueldad física con personas
 ha manifestado crueldad física con animales
 ha robado enfrentándose a la víctima (p. ej., ataque con violencia, arrebatar bolsos, extorsión, robo a mano
armada)
 ha forzado a alguien a una actividad sexual

Destrucción de la propiedad

 ha provocado deliberadamente incendios con la intención de causar daños graves


 ha destruido deliberadamente propiedades de otras personas (distinto de provocar incendios)

Fraudulencia o robo

 ha violentado el hogar, la casa o el automóvil de otra persona


 a menudo miente para obtener bienes o favores o para evitar obligaciones (esto es, "tima" a otros)
 ha robado objetos de cierto valor sin enfrentamiento con la víctima (p. ej., robos en tiendas, pero sin
allanamientos o destrozos; falsificaciones)

Violaciones graves de normas

 a menudo permanece fuera de casa de noche a pesar de las prohibiciones paternas, iniciando este
comportamiento antes de los 13 años de edad
 se ha escapado de casa durante la noche por lo menos dos veces, viviendo en la casa de sus padres o en un
hogar sustitutivo (o sólo una vez sin regresar durante un largo período de tiempo)
 suele hacer novillos en la escuela, iniciando esta práctica antes de los 13 años de edad

B. El trastorno disocial provoca deterioro clínicamente significativo de la actividad social, académica o laboral.

C. Si el individuo tiene 18 años o más, no cumple criterios de trastorno antisocial de la personalidad.

Especificar el tipo en función de la edad de inicio:

Tipo de inicio infantil: se inicia por lo menos una de las características criterio de trastorno disocial antes de los
10 años de edad

Tipo de inicio adolescente: ausencia de cualquier característica criterio de trastorno disocial antes de los 10
años de edad

Especificar la gravedad:
Leve: pocos o ningún problema de comportamiento exceden de los requeridos para establecer el diagnóstico y
los problemas de comportamiento sólo causan daños mínimos a otros

Moderado: el número de problemas de comportamiento y su efecto sobre otras personas son intermedios entre
"leves" y "graves"

Grave: varios problemas de comportamiento exceden de los requeridos para establecer el diagnóstico o los
problemas de comportamiento causan daños considerables a otros.

DSM V

Trastorno de la conducta
A. Un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que no se respetan los derechos básicos de otros, las normas o reglas
sociales propias de la edad, lo que se manifiesta por la presencia en los doce últimos meses de por lo menos tres de los
quince criterios siguientes en cualquier de las categorías siguientes, existiendo por lo menos uno en los últimos seis meses:
Agresión a personas y animales
1. A menudo acosa, amenaza o intimada a otros.
2. A menudo inicia peleas.
3. Ha usado un arma que puede provocar serios daños a terceros
(p. ej., un bastón, un ladrillo, una botella rota, un cuchillo,
un arma).
4. Ha ejercido la crueldad física contra personas.
5. Ha ejercido la crueldad física contra animales.
6. Ha robado enfrentándose a una víctima (p. ej., atraco, robo
de un monedero, extorsión, atraco a mano armada).
7. Ha violado sexualmente a alguien.
Destrucción de la propiedad
8. Ha prendido fuego deliberadamente con la intención de provocar
daños graves.
9. Ha destruido deliberadamente la propiedad de alguien (pero
no por medio del fuego).
Engaño o robo
10. Ha invadido la casa, edificio o automóvil de alguien.
11. A menudo miente para obtener objetos o favores, o para evitar
obligaciones (p. ej. “engaña” a otros).
12. Ha robado objetos de valor no triviales sin enfrentarse a la
víctima (p. ej., hurto en una tienda sin violencia ni invasión;
falsificación).
Incumplimiento grave de las normas
13. A menudo sale por la noche a pesar de la prohibición de sus
padres, empezando antes de los 13 años.
Trastorno de la conducta 247
14. Ha pasado una noche fuera de casa sin permiso mientras vivía
con sus padres o en un hogar de acogida, por lo menos
dos veces o una vez si estuvo ausente durante un tiempo
prolongado.
15. A menudo falta en la escuela, empezando antes de los 13
años.
B. El trastorno del comportamiento provoca un malestar clínicamente
significativo en las áreas social, académica o laboral.
C. Si la edad del individuo es de 18 años o más, no se cumplen los
criterios de trastorno de la personalidad antisocial.
Especificar si:
312.81 (F91.1) Tipo de inicio infantil: Los individuos muestran
por lo menos un síntoma característico del trastorno de conducta
antes de cumplir los 10 años.
312.82 (F91.2) Tipo de inicio adolescente: Los individuos no
muestran ningún síntoma característico del trastorno de conducta
antes de cumplir los 10 años.
312.89 (F91.9) Tipo de inicio no especificado: Se cumplen los
criterios del trastorno de conducta, pero no existe suficiente información
disponible para determinar si la aparición del primer
síntoma fue anterior a los 10 años de edad.
Especificar si:
Con emociones prosociales limitadas: Para poder asignar
este especificador, el individuo ha de haber presentado por lo
menos dos de las siguientes características de forma persistente
durante doce meses por lo menos, en diversas relaciones y situaciones.
Estas características reflejan el patrón típico de relaciones
interpersonales y emocionales del individuo durante ese
período, no solamente episodios ocasionales en algunas situaciones.
Por lo tanto, para evaluar los criterios de un especificador
concreto, se necesitan varias fuentes de información.
Además de la comunicación del propio individuo, es necesario
considerar lo que dicen otros que lo hayan conocido durante periodos
prolongados de tiempo (p. ej., padres, profesores, compañeros
de trabajo, familiares, amigos).
Falta de remordimientos o culpabilidad: No se siente mal ni
culpable cuando hace algo malo (no cuentan los remordimientos
248 Trastornos destructivos y de la conducta
que expresa solamente cuando le sorprenden o ante un castigo).
El individuo muestra una falta general de preocupación sobre las
consecuencias negativas de sus acciones. Por ejemplo, el individuo
no siente remordimientos después de hacer daño a alguien
ni se preocupa por las consecuencias de transgredir las reglas.
Insensible, carente de empatía: No tiene en cuenta ni le
preocupan los sentimientos de los demás. Este individuo se describe
como frío e indiferente. La persona parece más preocupada
por los efectos de sus actos sobre sí mismo que sobre los
demás, incluso cuando provocan daños apreciables a terceros.
Despreocupado por su rendimiento: No muestra preocupación
respecto a un rendimiento deficitario o problemático en la
escuela, en el trabajo o en otras actividades importantes. El individuo
no realiza el esfuerzo necesario para alcanzar un buen
rendimiento, incluso cuando las expectativas son claras, y suele
culpar a los demás de su rendimiento deficitario.
Afecto superficial o deficiente: No expresa sentimientos ni
muestra emociones con los demás, salvo de una forma que parece
poco sentida, poco sincera o superficial (p. ej., con acciones
que contradicen la emoción expresada; puede “conectar” o “desconectar”
las emociones rápidamente) o cuando recurre a expresiones
emocionales para obtener beneficios (p. ej., expresa
emociones para manipular o intimidar a otros).
Especificar la gravedad actual:
Leve: Existen pocos o ningún problema de conducta aparte de
los necesarios para establecer el diagnóstico, y los problemas
de conducta provocan un daño relativamente menor a los demás
(p. ej., mentiras, absentismo escolar, regresar tarde por la noche
sin permiso, incumplir alguna otra regla).
Moderado: El número de problemas de conducta y el efecto sobre
los demás son de gravedad intermedia entre los que se especifican
en “leve” y en “grave” (p. ej., robo sin enfrentamiento
con la víctima, vandalismo).
Grave: Existen muchos problemas de conducta además de los
necesarios para establecer el diagnóstico, o dichos problemas
provocan un daño considerable a los demás (p. ej., violación sexual,
crueldad física, uso de armas, robo con enfrentamiento con
la víctima, atraco e invasión).

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