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Cómo conducir los finales - Znosko-Borovsky - Prof. J.L.

Matamoros
LA TORRE más importante en el final, y aquí
sobrepasa a todas las otras piezas.
De todas las piezas, la torre Hemos visto que la fuerza de
puede ser considerada con justicia la dama sufre una leve disminución
la pieza para el final, por excelen- en el final. Un alfil abarcando las
cia, y adaptada particularmente diagonales de cierto color es a me-
a esta fase de la partida. Aquí las nudo completamente inofensivo
cualidades de la torre se mantienen para los peones, que pueden avan-
brillantemente y despliega toda su zar a una casilla de color distinto.
potencia, a menudo reprimida en En cuanto al caballo, después
la apertura y el medio juego, y sus de ser atacado por un peón, pierde
admirables virtudes son realmente mucho tiempo para volver al ata-
demostradas. que; un avance del peón puede re-
Es fácil comprender porque querir al caballo largas maniobras
la torre es más poderosa en el final antes de que la agresión pueda ser
que en el medio juego. Su acción en repetida.
las líneas es obstruida por los peo- Ningún peón puede escapar a
nes, y para ejercer su fuerza pre- la torre una vez que se halla bajo su
viamente deberán ser menguadas fuego.
las formaciones de peones. Pero la Contra la otra pieza principal
acción de la torre en las filas, que en el final, el rey, también la torre
usualmente no existe en el medio ejerce una presión terrible, pues
juego, es su patrimonio particular; puede impedirle llegar a un punto
sobre una fila alcanza la cumbre de determinado y establece una barre-
su poder. En los casos raros en el ra insalvable, lo cual no ocurre con
medio juego, en que la torre dispo- una valla opuesta por un simple al-
ne libremente de una fila, aparece fil, pues para esta finalidad dos alfi-
claramente la verdad de esta afir- les son requeridos.
mación. Es evidente que ello resul- Sin embargo, para ejercer la
tara más marcado en el final, donde torre toda su potencia, ella necesita
los peones son de elevada impor- disponer de amplio espacio y liber-
tancia, pues debido al hecho de que tad de acción, pues, por ejemplo,
estos se hallan ubicados en filas y cuando apoya un peón no deberá
avanzan sobre columnas, y que la hacerlo de frente sino desde atrás
torre puede mover en ambas direc- del mismo, de manera que con cada
ciones, constituye entonces el arma avance del peón aumente su radio

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de acción, por la misma razón la to- da equivale a un peón de ventaja, y
rre se mantendrá detrás de un peón aún más, algunas veces.
pasado, donde gozará de entera li- En el Diagrama Nº 55, las ne-
bertad y restringirá a la torre adver- gras para escapar a un inminente
saria cada vez más, cuando esta se ataque sobre el flanco rey, se deci-
encuentre delante de su peón. dieron a cambiar las damas y piezas
menores para obtener esta posición
DIAGRAMA Nº 55 de final, donde, si bien tienen un
peón menos, su torre está en una
columna abierta y pronta para ocu-
par la séptima fila.
Después de 1...¦c2; las blan-
cas replican 2.¦hc1, devolviendo el
peón, pues si 2...¦xb2; sigue 3.¦cb1
¦xb1 4.¦xb1 b6 5.¦c1, y es el blan-
co quien ocupa la columna abierta
amenazando ubicarse en la sexta o
séptima fila. Esta es la razón porque
las negras continúan con 2. ... ¦fc8
3.¦xc2 ¦xc2 4.¦b1 ¢h7 5.¢g3
Dr. Alekhine v. Capablanca ¢g6 6.f3 f6 7.gxf6 ¥xf6 8.a4 ¢f5
Match Buenos Aires, 1927 9.a5 ¦e2; y de nuevo las blancas sa-
crifican un peón para liberar su to-
Una torre colocada frente al rre: 10.¦c1 ¦xb2 11.¦c5. Aunque
hostil peón pasado, puede llegar a este último sacrificio, en la opinión
verse confinada a una casilla de la del mismo Dr. Alekhine, no era
primera fila, e impedida para efec- necesario, ni siquiera bueno, este
tuar una simple movida. ejemplo, con el cambio de un peón
Veremos en los siguientes por la libertad de acción de la torre,
ejemplos que existen a veces razo- ilustra la importancia que los gran-
nes especiales para elegir ciertas des jugadores conceden a la plena
ubicaciones para la torre, pero el expansión de la fuerza de una torre.
principio dominante es siempre Cuando la torre, dejando su
la preservación del mayor espacio propio campo, invade el centro,
y libertad. Una torre libre y activa ataca todos los peones, uno por
contra otra torre pasiva y restringi- uno, forzándolos a avanzar, crean-

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do debilidades y reduciendo las bien ubicada, usualmente conduci-
fuerzas enemigas a la defensiva. Si rá al triunfo.
logra penetrar en la formación ene- Los finales de torre figuran en-
miga, ocupando la séptima fila, ata- tre los más interesantes, a causa de
ca los peones en su posición inicial que la acción de esta pieza es rica e
y no solamente reduce al rey adver- inagotable en su variedad; más in-
sario a la pasividad, pues también teresante que los finales de piezas
le impide abandonar su prisión y menores y damas.
ocupar el centro participando en el El rey, los peones, las torres;
combate. estos son los verdaderos héroes del
Así pues, un nuevo significa- final de partida.
do se atribuye a las maniobras de
la torre: no se trata simplemente LA TORRE SOLA
de un caso de obtener para la torre
una completa y egoísta libertad. El La torre efectúa el mate casi
motivo será reducir la movilidad de con la misma facilidad que la dama,
las fuerzas hostiles, crear debilida- pero requiere bastante más tiempo;
des en el campo contrario y, espe- primeramente, debido a que la torre
cialmente, encerrar al rey enemigo. no puede impulsar al rey enemigo
Tales consideraciones generales de- hacia el borde del tablero tan rápi-
ben guiarnos cuando conducimos damente como la dama, y además
un final, pero también debemos porque esta última pieza puede dar
juzgar bajo esta luz el valor de un mate de manera más variada. La to-
final en ciernes. rre solamente puede dar mate con-
La fuerza defensiva de una to- tra el borde del tablero, estando los
rre en un final también es grande; reyes en oposición directa, excep-
sus recursos son tan amplios que to cuando el rey defensor se halla
con justicia puede ser considerada aprisionado en un rincón. Mientras
como la pieza más adecuada para la dama puede estar ventajosamen-
asegurar unas tablas cuando prácti- te ubicada a una distancia de salto
camente no quedan chances. Vere- de caballo del rey adversario, la to-
mos luego que medios pueden ser rre no debe hallarse colocada cerca
utilizados para este fin; es suficiente de él, porque puede ser atacada y
expresar ahora que el bando débil perder así tiempo y espacio. La ta-
nunca tratara de cambiar la torre. rea de obligar al rey oponente a re-
Pero la fuerza activa de una torre troceder hacia el borde del tablero,

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corresponde principalmente al rey en a8; negras, rey de d4. Hay varios
atacante, quien siempre debe forzar caminos para lograr el mate, de los
a su rival a tomar la oposición di- cuales el más corto es el mencio-
recta, después de lo cual un jaque nado a continuación, y es el más
de la torre le hará retroceder otra sensible, pues conforma estrecha-
fila o columna. mente los principios esenciales:
Nótese también que, en el caso 1.¢g2 ¢e4 2.¦d8 ¢e3 3.¢g3 ¢e4
de la dama, el número de movidas 4.¢g4 ¢e5 5.¢f3 ¢e6 6.¢f4 ¢e7
es de escasa importancia, pero con 7.¦d5 ¢e6 8.¢e4 ¢f6 9.¦e5 ¢f7
la torre, aunque un mate puede ser (si, 9...¢g6 10.¦f5); 10.¢f5 ¢g7
realizado generalmente en menos 11.¦e7+ ¢f8 (si 11...¢h6 12.¦f7);
de veinte movimientos, con un 12.¢f6 ¢g8 13.¢g6 ¢f8 14.¦e1
juego descuidado es posible exce- ¢g8 15.¦e8, mate.
der las cincuenta movidas regla- Es posible reducir la cantidad
mentarias. El juego aquí debe ser de movimientos por medio de al-
mucho más exacto. Dos detalles guna estratagema sutil, pero el mé-
importantes: es a veces útil perder todo mostrado es simple y claro.
un tiempo con la torre, cuando ello Cada jugador, de acuerdo a su ex-
fuerza al rey adversario a asumir la periencia, encontrara sin duda, al-
oposición, de manera que con un guna maniobra astuta para abreviar
jaque en la siguiente movida se le el proceso, pero no estimamos ne-
obliga a abandonar la fila o colum- cesario realizar un estudio de esto,
na; en segundo lugar, a menudo es pues bien puede ocurrir que en la
posible y aconsejable alterar la di- carrera ajedrecística de un jugador
rección en que es perseguido el rey nunca sea preciso tener que seguir
del oponente. Originariamente, en- la partida hasta la última jugada de
tre cuatro direcciones posibles, es mate, ya que antes se producirá el
escogida una de ellas, pero puede abandono del adversario.
convenir el cambio, en cuyo caso
una dirección vertical puede ser
desviada hacia una dirección hori-
zontal, o vice versa, o sea un cam-
bio hacia un campo adyacente y no
una inversión completa.
Examinemos el siguiente
ejemplo: blancas, rey en h1, torre

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