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RECURRIDO
AUTO SUPREMO Nº 609/2015-RRC
Sucre, 21 de septiembre de 2015
En este motivo, los imputados invocaron el precedente asumido en el
Auto Supremo 131/2012 de 2 de julio, dentro de un proceso en el que
se determinó que la decisión del Tribunal de alzada de ordenar la
reposición de obrados, por falta de notificación personal con una
actuación (traslado con el recurso de apelación restringida), que no
exigía dicha forma de diligencia y porque el Juez de la causa no habría
otorgado una debida providencia al momento de remitir obrados en
grado de apelación, omitiendo emplazar a las partes conforme la
previsión contenida en el art. 409 in fine del CPP, se alejó del marco de
legalidad y de los razonamientos doctrinales desarrollados con relación
a las nulidades procesales, en lo que interesa para la resolución del
caso en concreto, asumió el siguiente razonamiento:
“I. En cuanto a los medios de notificación, el art. 161 del Código de
Procedimiento Penal dispone: ‘Las notificaciones se practicarán por
cualquier medio legal de comunicación que el interesado expresamente
haya aceptado o propuesto, salvo las notificaciones personales’, y el art.
162 (Lugar de notificación) del similar cuerpo procesal dispone: ‘Los
fiscales y los defensores estatales serán notificados en sus oficinas y las
partes en el domicilio que hayan constituido en su primera actuación o,
en su defecto, en estrados judiciales; salvo el caso de las notificaciones
personales’, teniéndose que las notificaciones personales conforme
dispone el art. 163 del Código de Procedimiento Penal deben efectuarse
en los siguientes casos: 1) La primera resolución que se dicte respecto de
las partes, 2) las sentencias y resoluciones de carácter
definitivo; 3) las resoluciones que impongan medidas cautelares
personales, y 4) otras resoluciones que por disposición de este Código
deban notificarse personalmente’, de donde se establece que aquellas
resoluciones que no se hallen comprendidas en el art. 163 del Código de
Procedimiento Penal, tal el caso de un mero decreto de traslado con el
Recurso de Apelación Restringida, que por disposición del art. 409 del
Código de Procedimiento Penal no tiene la exigencia expresa de ser
efectuada de manera personal, pueden ser notificadas en los lugares
previstos por el art. 162 del mismo cuerpo procesal penal, siendo
plenamente válidas las notificaciones efectuadas en los domicilios
constituidos por las partes para los efectos del proceso con la entrega de
la resolución a los abogados que patrocinan o defienden la causa…
II. Los errores o inobservancias del procedimiento, pueden ser
calificados como lesivos a la Garantía del debido proceso y,
consiguientemente, anulables, solo en aquellos casos en los que
tengan relevancia constitucional, es decir, cuando los defectos o
errores in procedendo provoquen indefensión material a la parte procesal
que los denuncia y además sea determinante para la decisión judicial
adoptada en el proceso, de manera tal que de no haberse producido
dicho defecto el resultado sería otro; pues, no tiene sentido jurídico
alguno anular los actos procesales y disponer se subsanen los defectos
procedimentales en los que habría incurrido, cuando al final de ellos se
arribará a los mismos resultados a los que se alcanzó mediante el acto
procesal observado, en razón de que en este último caso se produciría un
resultado adverso al sentido y esencia de la garantía del debido proceso,
ya que simplemente demoraría la sustanciación del proceso judicial para
llegar al mismo resultado. Es así que surge también la obligación de
demostrar objetivamente la vulneración de derechos
fundamentales para disponerse la nulidad de actos procesales.
Las nulidades consisten en la invalidación de actos cumplidos e
ingresados al proceso sin observarse las exigencias legales impuestas
para su realización, en tal sentido, no todo defecto o no toda
irregularidad en un acto procesal o en un procedimiento produce la
nulidad y para declarar dicha nulidad se debe tomar en cuenta
determinados principios como: no hay nulidad sin texto, vale decir, que la
irregularidad de la que adolece el acto debe estar sancionada de manera
expresa, pero además debe tener trascendencia, es decir, que el vicio
debe ser de tal magnitud que impida al acto cumplir con las formalidades
para el cual fue establecido en orden al derecho o garantía que se dice
violado; pero además las nulidades deben ser interpretadas de manera
restrictiva a efectos de evitar se desvirtúe el régimen legal mediante una
interpretación extensiva o analógica y finalmente debe tomarse en cuenta
el interés, pues no hay nulidad por la nulidad misma en sentido de que la
nulidad puede ser pronunciada cuando el incumplimiento de las formas
se traduce en un efectivo menoscabo a los intereses de la defensa.
Consiguientemente, exacerbar privilegios o garantías constitucionales en
una incorrecta aplicación, daña el supremo interés u orden público
afectando la seguridad del cuerpo social.
Toda vez que el sistema procesal penal vigente en el país tiene diseñado
un procedimiento penal finalista y no formalista, se reconoce la corrección
de la actividad procesal defectuosa y no así la nulidad de actuados con
reposición de obrados, siendo así que el art. 168 del Código de
Procedimiento Penal dispone: ‘Siempre que sea posible, el juez o tribunal,
de oficio o a petición de parte, advertido del defecto, deberá subsanarlo
inmediatamente, renovando el acto, rectificando el error o cumpliendo el
acto omitido’, quedando convalidados aquellos actos procesales que no
obstante presentar un defecto no calificado como absoluto (1) no hayan
sido oportunamente observados por las partes pidiendo se subsanen, (2)
acepten expresa o tácitamente los efectos del acto o (3) no obstante la
irregularidad el acto consiguió su fin con respecto a todos los interesados,
conforme así previene el art. 170 del Código de Procedimiento
Penal’” (resaltado propio).
Conforme a los razonamientos expuestos, se concluye que cualquier
denuncia de incumplimiento de las normas procesales sobre las que se
pide su nulidad a título de defecto absoluto, necesariamente debe ir
acompañada de la demostración del perjuicio provocado a la parte
impugnante (vulneración de derechos y garantías), lo contrario
significaría relievar lo formal sobre lo sustancial, provocando una
innecesaria repetición de actuaciones procesales que de todas formas
tendrían el mismo resultado que el dejado sin efecto, en directo
detrimento de la administración de justicia (aparato estatal y población
administrada), afectando los principios de seguridad jurídica y
celeridad.
Dentro de ese marco, corresponde verificar si el cuestionamiento de los
recurrentes, referido a la falta de notificación personal con el Auto de
Vista recurrido, no obstante constituir una resolución de
carácter definitivo [art. 163 inc. 2) del Código adjetivo penal], provocó
alguna lesión a los derechos y garantías de los acusados, de tal forma
que amerite disponer la nulidad de actuaciones procesales, para lo cual,
resulta ilustrativo acudir al razonamiento expuesto en el Auto Supremo
139/2015-RRC de 27 de febrero, que con carácter ejemplificador, con
relación a la diferencia entre defectos absolutos y relativos, especificó:
“…dijimos que todos los actos irregulares por incumplimiento de las
formas previstas en la ley, constituyen defectos, también señalamos que
para establecer la diferencia entre defecto relativo y absoluto, debemos
revisar si el acto defectuoso vulneró efectivamente un derecho
fundamental, entonces, puede darse el caso que un mismo acto
defectuoso puede ser relativo o bien absoluto, dependiendo si incidió
efectivamente o no en algún derecho o derechos del afectado, o casos en
que en el defecto procesal siempre es relativo o absoluto, como ejemplo
del primer caso, tenemos el art. 163 del CPP, que prescribe: ‘Se
notificarán personalmente: 2) Las sentencias y resoluciones de carácter
definitivo’, por lo que una notificación de este tipo de resoluciones hecha
en el domicilio procesal de la parte constituye defecto; empero, será
considerado absoluto, cuando esa infracción a la ley procesal determine
el desconocimiento de la resolución por parte del sujeto procesal, como
sucede cuando el abogado que fue notificado no informa a su defendido
sobre esa comunicación procesal, existiendo desconocimiento material de
la resolución definitiva, lo que impide el ejercicio del derecho a la
impugnación de una posible resolución gravosa, lo que evidentemente
conculca el derecho fundamental al debido proceso en sus vertientes al
derecho a la defensa, al conocimiento de los actuados judiciales de
relevancia y de impugnación; por tanto, acto defectuoso absoluto; por el
contrario, en el caso de que pese a dicha irregularidad, la parte
interesada interpone recurso contra la sentencia o resolución
definitiva dentro del plazo legal, el mismo defecto resulta
relativo, pues consiguió su finalidad, el cual era que el interesado
asuma conocimiento real de la resolución, siendo aplicable en
este caso el art. 170 del CPP que señala: ‘Los defectos relativos
quedarán convalidados en los siguientes casos: 3) Si no obstante
su irregularidad, el acto ha conseguido su fin con respecto a
todos los interesados’” (resaltado propio).
Así, de obrados se advierte que, Mery y Vilma, ambas de apellidos
Santander Monzón, fueron notificadas con el Auto de Vista 23/2014 de
14 de marzo, en su domicilio procesal, el 4 de junio de 2014 (fs. 1829);
Alcides y Valentín, de apellidos Santander Monzón, fueron notificados
con la aludida resolución, igualmente en su domicilio procesal, el 10 de
junio del mismo año (1830). No consta en el expediente, la fecha de
notificación a Dellia Santander Monzón. Al respecto, si bien es evidente
que constituyéndose un Auto de Vista que resuelve una apelación
restringida, una resolución de carácter definitivo, que conforme al art.
163 incs. 2) del CPP, debería ser notificadopersonalmente a los sujetos
procesales, no es menos evidente que no obstante dicha omisión, Mery,
Vilma y Dellia, el 10 de junio de 2014; y, Alcides y Valentín, todos de
apellidos Santander Monzón, el 13 del mismo mes y año,
formularon recursos de casación, que de acuerdo al Auto Supremo
412/2015-RA de 25 de junio, pronunciado dentro del presente
proceso, se sujetaron al plazo previsto y exigido por el art. 417 del
CPP, para la admisión del recurso de casación, quedando desvirtuada la
posible lesión que pudieron haber sufrido losimputados, en el ejercicio
de alguno de sus derechos y/o garantías, por cuanto este Tribunal, a
tiempo del análisis de admisibilidad, concibió que las diligencias de
notificación practicadas a los procesados, cumplieron su finalidad de
dar a conocer su contenido a los interesados, incluso a Dellia Santander
Monzon, otorgándoles la oportunidad de recurrir en casación el Auto de
Vista 23/2014, si consideraban que no era favorable a sus intereses,
como efectivamente lo hicieron; en consecuencia, el defecto detectado al
no tener carácter absoluto, sino relativo por el efectivo conocimiento que
los acusados tuvieron de la comunicación procesal cuya de
notificaciónextrañaron, no amerita de ningún modo su nulidad.
Por otra parte, no debe soslayarse la falta de fundamentación en la que
incurrió la parte recurrente con relación al perjuicio que le habría
provocado la falta de notificación personal con el Auto de Vista
recurrido, a cuyo efecto, este Tribunal para verificar la viabilidad de
ordenar la nulidad de obrados, se sujetó a los datos del proceso,
llegándose a verificar que el Tribunal de alzada de ningún modo
incurrió en contradicción con la doctrina legal invocada ni con las
normas procesales que rigen la materia, al no denotarse vulneración de
derechos y garantías alguna, que pueda constituir defecto no
susceptible de convalidación; en consecuencia, el motivo analizado
deviene infundado.
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
SALA PENAL
AUTO SUPREMO Nº 609/2015-RRC
Sucre, 21 de septiembre de 2015
RESULTANDO
I.1. Antecedentes
I.1.2. Petitorio
Por lo expuesto, piden que deliberando en el fondo, se deje sin efecto el fallo
recurrido, disponiendo la devolución de actuados a la Sala Penal Segunda, para
que pronuncie nueva resolución absolutoria a su favor, de acuerdo a la doctrina
legal establecida.
Toda vez que el sistema procesal penal vigente en el país tiene diseñado
un procedimiento penal finalista y no formalista, se reconoce la
corrección de la actividad procesal defectuosa y no así la nulidad de
actuados con reposición de obrados, siendo así que el art. 168 del
Código de Procedimiento Penal dispone: ‘Siempre que sea posible, el
juez o tribunal, de oficio o a petición de parte, advertido del defecto,
deberá subsanarlo inmediatamente, renovando el acto, rectificando el
error o cumpliendo el acto omitido’, quedando convalidados aquellos
actos procesales que no obstante presentar un defecto no calificado
como absoluto (1) no hayan sido oportunamente observados por las
partes pidiendo se subsanen, (2) acepten expresa o tácitamente los
efectos del acto o (3) no obstante la irregularidad el acto consiguió su fin
con respecto a todos los interesados, conforme así previene el art. 170
del Código de Procedimiento Penal’” (resaltado propio).
Por lo expuesto, queda claro que la labor del Tribunal de alzada cuando
conoce los recursos de apelación restringida, no queda limitada a
responder de manera simple y llana los puntos apelados, sino que debe
expresar una respuesta clara, coherente y suficiente, con la finalidad de
otorgar certeza al impugnante sobre los razonamientos plasmados en la
resolución de alzada, que no obstante de no condecir con los intereses
de los recurrentes (lo que daría lugar a la interposición del recurso de
casación), no puedan dar lugar a diferentes interpretaciones por la falta
de claridad en los razonamientos.
POR TANTO
La Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, con la facultad conferida por el
art. 42.I.1 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ) y lo previsto por el art. 419 del
CPP, declara INFUNDADOS los recursos de casación formulados por Mery,
Vilma y Dellia, Alcides y Valentín, todos de apellidos Santander Monzón.
Firmado