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Chiclayo | El drenaje pluvial, la gran

obra que se necesita para evitar las


inundaciones
El proyecto completo del drenaje pluvial tendría un costo total de 589 millones de soles
y una duración de al menos dos años, por lo que es urgente que la municipalidad, la
Empresa Prestadora del Servicio de Saneamiento (Epsel) y el Ministerio de Vivienda,
Construcción y Saneamiento pongan manos a la obra.

La última lluvia, de ocho horas que cayó el 15 de febrero, volvió a desnudar la


vulnerabilidad de Chiclayo (región Lambayeque). Con apenas 10 milímetros de agua
por metro cuadrado, dos veces menos que en el año 2017, 30 sectores de la ciudad
quedaron inundados, las calles nuevamente convertidas en ríos, el sistema de
alcantarillado colapsado y los pueblos jóvenes, otra vez, se llenaron de lodo.

La angustia de cada poblador de la Capital de la Amistad cada vez que el cielo se torna
gris en época de verano, acabaría si se construye el drenaje pluvial, una obra esperada
desde hace años, prometida en cada campaña electoral, pero postergada por la desidia
y la burocracia.

Para el past decano del colegio de Ingenieros, Carlos Burgos, el tema siempre se manejó
de manera política y no técnica, como corresponde. Por ello, los chiclayanos siguen
esperando la obra y construyendo pequeños muros de contención en sus viviendas,
para tratar de evitar la inminente inundación de su sala o todo el primer piso, en el peor
de los casos.

Se malgastó el dinero

“En abril del 2017 señalamos claramente que el drenaje pluvial era técnicamente
viable. En aquel entonces, todos (las autoridades) aseguraron que habían empezado las
gestiones para hacerlo realidad, pero al final ninguno concretó avances. Basta ya de
discursos políticos”, enfatizó.

Y es que en febrero del 2017, en plena lluvia, la Entidad Prestadora de Servicios de


Saneamiento de Lambayeque (Epsel) anunció que presentó un proyecto de drenaje
pluvial, para evitar que futuras lluvias puedan afectar las zonas urbanas de Chiclayo,
José Leonardo Ortiz y la Victoria.

Luego, en agosto del 2017, el entonces alcalde provincial de Chiclayo, David Cornejo
Chinguel, entregó al congresista Javier Velásquez Quesquén el plan de trabajo con
los términos de referencia para los estudios definitivos del proyecto:“Construcción del
sistema de drenaje pluvial en el distrito de Chiclayo”.

Sin embargo, ninguna de las dos iniciativas tuvo eco y los chiclayanos continúan
esperando por esta obra.
El especialista lamentó que los 800 millones de la Reconstrucción en Lambayeque
hayan sido tirados al agua, porque en temas de prevención no se hizo nada y solo se
gastó en descolmataciones irregulares y algunos recapeos de calles, nuevamente dañadas
por las aguas.

“Se ha botado dinero. Chiclayo ha crecido como metrópoli y tenemos que pensar en
una ciudad con un horizonte de 30 años. Ello implica empezar por el ordenamiento
territorial, para identificar zonas en riesgo. Merecemos un ciudad ordenada y con
servicios sanitarios óptimos”, agregó.

Sin drenaje se afecta la economía

El presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque, Olivio


Huancaruna Perales, enfatizó que por falta del drenaje las lluvias afectan
enormemente la economía de los pequeños comerciantes, que son el motor de la
economía en Chiclayo.

“Normalmente no cuantificamos cuánto daño genera la lluvia. Sin embargo, se debe


reconocer que daña a las pequeñas economías, se quiebran negocios, empleos,
producción, todo lo que se ha logrado con esfuerzo, se lo lleva el agua. La población
demanda este proyecto”, indicó.

Huancaruna, que actualmente representa a miles de empresarios y comerciantes


lambayecanos, lamentó que de este proyecto no exista siquiera estudios técnicos,
requisito indispensable para el inicio de cualquier obra.

Alcalde lamenta retraso de ansiada obra

Por su parte, el alcalde la provincia de Chiclayo, Marcos Gasco Arrobas, señaló que el
primer paso para el drenaje pluvial es determinar a dónde irá a parar el agua que
será drenada, para evitar más daños a la ciudad.

“Por su envergadura, este proyecto demorará algunos años en ejecutarse. Por ello, hemos
pedido que en la primera etapa del estudio se establezca cuáles son los niveles y dónde
desembocará el agua, para que lo que se construya no se vuelva a inundar y no se vuelva
a destruir”, explicó.

Gasco Arrobas lamentó que los 20 millones de soles invertidos en rehabilitación de


calles dañadas por las lluvias del 2017 se hayan perdido, porque la lluvia de este año
malogró nuevamente la carpeta asfáltica de muchas de las calles refaccionadas.

“Hemos hecho pruebas de diamantina de la carpeta asfáltica y encontramos que donde


debería tener 8 centímetros de grosor, tiene 5; donde debería tener 5, tiene 3, eso no es
deficiencia, eso es robo”, finalizó.

¿En qué ayudará y cuánto costará el drenaje pluvial?


El proyecto del drenaje pluvial es una obra de gran magnitud que, de
concretarse, evitaría inundaciones en temporada de lluvias. Las aguas acumuladas de
lluvia serían evacuadas rápidamente, evitando aniegos, deterioro de la infraestructura
sanitaria y sobre todo, daños a la salud de la población por el estancamiento de las
aguas.

El proyecto de drenaje pluvial urbano costaría aproximadamente 380 millones de


soles. Pero según recomendación del Ministerio de Vivienda, se deberían efectuar
obras de bombeo, sistemas de drenaje agrícola, y sistema de canales de riego en
algunas áreas urbanas, para mejorar el impacto de la obra, por lo que el costo total es de
589 millones de soles.

Pero además, el municipio tendrá que realizar acciones complementarias como


actualizar el Plan de Ordenamiento Territorial, que daría un mapeo general de zonas
inundables y otras pasibles de invasión. Ordenar la provincia es vital.

Lo que se sabe es que los estudios de preinversión recién se iniciarán, eso significa, en
el mejor de los escenarios, que en los próximos 18 meses se presentarían avances
concretos en esta anhelada obra. Por ahora las lluvias seguirán causando estragos y
preocupación entre todos los chiclayanos.

https://rpp.pe/peru/lambayeque/chiclayo-el-drenaje-pluvial-la-gran-obra-que-se-
necesita-para-evitar-las-inundaciones-noticia-1182344
Huancaruna: “prioridad en Chiclayo es
drenaje pluvial pero no se hace nada”
Presidente de la Cámara de Comercio, demanda capacidad técnica de las autoridades
para ejecutar prioridades que reclama población.

El presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque, Olivio


Huancaruna Perales sostuvo que la prioridad en Chiclayo, dentro del proceso de la
reconstrucción, debe ser el drenaje pluvial y atender el alcantarillado en la ciudad.

“Cualquier ciudadano, del centro o cualquier barriada de Chiclayo lo reclama y si eso no


se hace, entonces no se ha hecho nada. Estamos a dos meses de un nuevo período de
lluvias y no existe siquiera expediente técnico por un desencuentro de autoridades”,
dijo Huancaruna en diálogo con RPP Noticias.

Olivio Huancaruna demandó capacidad técnica de las autoridades para ejecutar las
prioridades que reclama la población y descartó que postulará a cargos públicos.

https://rpp.pe/peru/lambayeque/huancaruna-prioridad-en-chiclayo-es-drenaje-pluvial-
pero-no-se-hace-nada-noticia-1089948
EL DRENAJE PLUVIAL: VERDADES
SOBRE EL ANSIADO PROYECTO
No es un secreto que Chiclayo metropolitano, así como Lambayeque y Ferreñafe
requieren de un sistema de drenaje pluvial. Las consecuencias de las recientes lluvias
sobre las zonas urbanas son altas por el daño a los pavimentos, la transitabilidad y la
generación de focos contaminantes que ponen en riesgo a la población

¿Cómo se ejecutará el sistema de drenaje? Responder esta interrogante es todavía


imposible en el caso de Lambayeque, más si no se tiene un estudio definitivo que dé una
idea clara del proyecto que hoy por hoy se constituye en urgente, y cuya realización
demandaría – según algunos especialistas – la inversión de cientos de millones de soles.

ANTECEDENTES

En 1997, previa a la catástrofe que representó para Lambayeque el Fenómeno El Niño


de 1998, cuyo episodio más dramático, la lluvia del 14 de febrero, dejó a la capital
departamental bajo las aguas, el Colegio de Ingenieros del Perú – CIP, a través de su
consejo departamental, presentó los Términos de Referencia – TDR, para la ejecución
de un proyecto de drenaje pluvial.

En el tiempo, dicho documento quedó en el olvido y aunque su diseño pudo tener


algunas ausencias de orden técnico, no exigibles para la época, como el Estudio de
Impacto Ambiental – EIA, el Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos – CIRA,
y el estudio de preinversión, es posible que de haberse atendido Chiclayo, José Leonardo
Ortiz, La Victoria hubieran estado mejor preparadas para enfrentar las lluvias
torrenciales registradas en las últimas semanas.

La arquitecta Velia Beltrán Centurión, quien ha elaborado un minucioso estudio del


centro histórico de Chiclayo, que comprende además el equipamiento urbano de la
ciudad, refiere que hacia la década del 60, calles como Siete de Enero, Elías Aguirre e
incluso la Avenida Santa Victoria, contaban con cunetas y rejillas que permitían la
eliminación de las aguas de las conocidas lluvias de marzo, que por aquel entonces eran
las de mayor intensidad durante el año.

No se tiene información precisa de cuándo desaparecieron estos componentes del


drenaje urbano, pero todo apunta a que fueron las pavimentaciones posteriores las que
los terminaron cubriendo.

¿QUÉ ES EL DRENAJE PLUVIAL?

El drenaje pluvial sirve para evacuar las aguas de lluvias de las veredas, de las pistas, de
las zonas bajas y de alta inundación de manera rápida. Esa es la concepción básica de un
sistema de este tipo, que además debe ser construido de manera independiente al
sistema de alcantarillado, tal como lo señala el reglamento vigente en el país.

“Obviamente en algún punto van a tener que cruzarse, porque al tratarse de


infraestructura que va bajo las vías, debe tenerse en cuenta ambos sistemas, no solo por
las líneas de agua y desagüe, sino también por las conexiones domiciliarias”, explica el
presidente de la Comisión de Contingencias del CIP Lambayeque, Pablo Valdivia Chacón.

Valdivia Chacón, ingeniero sanitario y docente universitario, refiere que el drenaje no


necesariamente trabaja aprovechando las pendientes que existen en la topografía
urbana, sino que en algunos casos también puede requerirse de mecanismos de
bombeo para agilizar la eliminación de las aguas de lluvia.

“Lo ideal es aprovechar los desniveles geométricos de las vías, pero si es pertinente
bombear, debe hacerse”, señala.

Comenta que un ejemplo cercano al tipo de drenaje que se debería aplicar en la zona
metropolitana que comprenden Chiclayo, José Leonardo Ortiz, La Victoria y Pimentel, es
el que existe en Iquitos, capital de Loreto, donde el terreno es prácticamente plano.

“Ese sistema drena y ayuda a la evacuación rápida de las aguas acumuladas por las
lluvias, al menos en el centro de la ciudad”, menciona.

Para tener una idea de lo plano que es Chiclayo, el proyecto de renovación del
saneamiento del centro de la ciudad, que quedó trunco luego de los deficientes trabajos
de ejecución durante el gobierno de Roberto Torres Gonzales, consideró que las tuberías
del desagüe debían tener una pendiente de 1x1000, es decir un centímetro de
inclinación por cada metro lineal de tubería, lo que hacía mucho más lenta la fuerza de
arrastre de las aguas negras, que además transportan sedimentos.

El drenaje pluvial, también transportaría sedimentos, considerando que el agua


resultante de las lluvias genera un proceso de lavado de la superficie, llevando consigo
todo tipo de residuos y finos.

DRENAJE O ALCANTARILLADO, ¿QUÉ ES PRIMERO?

Chiclayo metropolitano presenta como característica no solo la urgencia del drenaje


pluvial, sino también la de renovación integral del sistema de alcantarillado, cuyo
colapso es permanente y se ha hecho mucho más severo por las precipitaciones de los
últimos meses

En condiciones normales, el alcantarillado podría ayudar a mitigar el impacto de


inundación por la acumulación de las aguas de lluvia en la superficie urbana, lo que para
el caso de la ciudad resulta imposible.
Valdivia Chacón indica que ambos proyectos, tanto el alcantarillado como el drenaje, se
pueden trabajar de manera paralela, previendo los espacios necesarios para la
instalación de ambas infraestructuras.

“Los espacios son importantes, porque se necesita de estos para instalar la línea del
colector principal del alcantarillado, que de acuerdo a la normatividad debe ir por el eje
de las vías; la red de agua, que debe ir por uno de los lados de la vía, y el sistema de
drenaje que debe ir de manera independiente, opuesto al de agua”, detalla.

Sin embargo, para el caso del casco central de la ciudad se suma otro factor: la estrechez
de las calles, que impediría tener el espacio suficiente para la habilitación de los canales
subterráneos de evacuación de las aguas.

La solución estaría en la adecuación de estructuras superficiales como las cunetas, por


ejemplo, similares a las que hace décadas hubo en la ciudad.

“Se trata de buscar soluciones ingenieriles, la estrechez de las calles se puede superar
no necesariamente con la implantación de tubos o construcción de canales. Otro
aspecto que debe tenerse en cuenta son las pendientes y las rasantes de las vías”,
señala.

COSTOS

Al no existir un estudio definitivo del drenaje pluvial para las ciudades de Lambayeque
es por ahora imposible estimar cuánto costaría su ejecución. Lo aproximado – refiere
Pablo Valdivia – podría oscilar entre los 500 y 600 millones de soles.

“Construir un sistema de drenaje pluvial es costoso porque se tiene que resolver muchos
problemas, como el de las vías imperfectas que no van a drenar, el de los colectores
colapsados, las vías incompletas y demás”, menciona.

El representante del Colegio de Ingenieros pone énfasis en el modo en el que se han


ejecutado las pavimentaciones en las últimas décadas en Lambayeque, porque siendo
una exigencia de la norma que las vías sean curvas, de manera que entre los bordes de
las veredas y la calzada se forme una cuneta natural, esa característica está ausente en
la obra pública

“La norma manda que los pavimentos sean diseñados con pendientes a ambos lados,
que no estén construidos así es ya otro tema”, precisa.

NECESIDAD DE AHORA

¿Siempre fue urgente la construcción del drenaje pluvial? Pablo Valdivia afirma que no.
El ingeniero basa su apreciación en los registros históricos de las precipitaciones
pluviales que se han dado en Chiclayo en las últimas décadas. Comenta que antes las
precipitaciones no superaban los 10 milímetros en total.

“En Lambayeque, principalmente en Chiclayo, antes llovía una vez al año y menos de 10
milímetros. El resto del año no había lluvia, por eso siempre había la interrogante de si
era necesario construir todo un sistema de drenaje pluvial para que funcione pocas
veces al año. Esa es la razón por la que los gobiernos nunca le han dado importancia al
proyecto, porque no se justificaba y porque nadie pensaba que algún día se iba a
presentar esta situación”, refiere.

El especialista hace alusión al sistema de drenaje que hubo hasta la década del 70 en
Chiclayo, explicando que al no ser las lluvias torrenciales las cunetas y rejillas resultaban
suficientes para evacuar las aguas, que iban además a parar al sistema del alcantarillado.
“Se tenía ese sistema porque era ínfima la cantidad de agua que llovía”, asevera.

Acota que los tiempos han cambiado y que resultado del cambio climático ahora las
lluvias sobre las ciudades de Lambayeque no solo son más persistentes, sino también
torrenciales.

“Ahora está lloviendo desde el 1 de febrero, tenemos más de un mes de lluvias


permanente y las precipitaciones son sobre los 40 milímetros, de manera intensa, por
minutos de manera torrencial, por eso es que rápidamente se generan los aniegos”,
manifiesta.

PROYECTO INTEGRAL

Pablo Valdivia refiere que la concepción del proyecto de drenaje pluvial debe ser integral
para el área metropolitana, debido a que poco o nada resolvería el problema si se
trabaja de manera independiente entre los distritos de Chiclayo, José Leonardo Ortiz y
La Victoria.

A esto suma que el drenaje debe plantear nuevos mecanismos de evacuación de las
aguas hacia el mar, porque los actuales canales Chiclayo, Cois, Pulen y Yortuque tienen
características muy distintas y, al igual que los drenes, tienen función agrícola. Además,
se ha visto antes que estas acequias originan inundaciones por aguas exteriores a la
ciudad, aspecto que también debe tenerse en cuenta.

LA PIEDRA ANGULAR

El gobierno nacional ha anunciado que en adelante se priorizará la asignación de


recursos que permitan dotar a las ciudades del norte de sistemas de drenaje pluvial. Sin
embargo, a decir de Pablo Valdivia, el primer paso no está en la obtención del
presupuesto, sino en la planificación.

Respecto a Chiclayo, indica que al no existir un Plan de Desarrollo Urbano vigente, es


imposible proyectar cómo se debería ejecutar el drenaje, porque tampoco se tiene
definidas las zonas de la ciudad hacia las que debe extenderse el crecimiento urbano y,
por lo tanto, es incierta la conducción del drenaje y su sistema de colectores.

“Mientras no se sepa hacia dónde creceremos como ciudad ni cuál es el ordenamiento


que se dará a Chiclayo en los próximos 30 años, de nada servirá pensar en el drenaje.
Un proyecto de esa naturaleza debe sustentarse en el plan de desarrollo urbano y eso
es lo que esta ciudad no tiene”, lamenta.

https://www.semanarioexpresion.com/Presentacion/noticia2.php?noticia=967&categori
a=Columnas&edicionbuscada=1005

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