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EL DERECHO CIVIL: PERSPECTIVAS FUTURAS

CIVIL LAW: FUTURE PROSPECTS

Fernando de Trazegnies Granda*


Pontificia Universidad Católica del Perú
Miembro del Consejo Consultivo de THĒMIS

Civil Law is the kind of figure that everybody El Derecho Civil es una figura que todos cono-
knows about, but only a few understand. It cen, pero pocos comprenden. Es considerada
is considered a basic legal institution, key to una institución jurídica básica, clave para en-
understand the historical development of tender el desarrollo histórico del Derecho. Sin
Law. However, discordant voices question embargo, voces discordantes cuestionan la
the usefulness of Civil Law in front of the utilidad del Derecho Civil ante los desafíos del
challenges from the contemporary world. mundo contemporáneo.

In this paper, written twenty years ago, the En el presente artículo, que fue escrito hace
author introduces in a clear way the criticism ya veinte años, el autor presenta de manera
towards Civil Law, as well as the threat of clara las críticas que se hacían al Derecho Ci-
disappearance that hanged above it, and vil, así como la amenaza de desaparición que
proposes solutions for Civil Law to transform pendía sobre él, y propone soluciones para
and adapt it to changes, in order to avoid que el mismo se transforme y logre adaptarse
extinction. a los cambios, evitando su extinción.

Key Words: Civil Law; modernization of Palabras clave: Derecho Civil; modernización
Law; History of Western Law; social change; del Derecho; Historia del Derecho Occidental;
institutional adaptation. cambio social; adaptación institucional.

*
Abogado. Doctor en Derecho por la Universidad de París. Profesor de Filosofía del Derecho en la Facultad
de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú y docente del Doctorado de Derecho de la PUCP.
Miembro de número de la Academia Peruana del Derecho. Miembro titular de la Sociedad Peruana de Dere-
cho Internacional. Miembro de la Comisión Reformadora del Código Civil de 1936. Ex Ministro de Relaciones
Exteriores del Perú. Ex Decano de la Facultad de Derecho de la PUCP. Contacto: ftrazeg@pucp.pe

Nota del Editor: El presente artículo fue elaborado en julio de 1994, recibido por el Consejo Editorial el día
8 de septiembre de 2014 y aceptado por el mismo el 22 de septiembre de 2014.
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EL DERECHO CIVIL: PERSPECTIVAS FUTURAS

I. EL DERECHO CIVIL Y LOS CAMBIOS aprovechar la tradición sin pervertirla; y la tra-


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dición es pervertida cuando se la convierte en


Muchas personas se preguntan actualmente si un eterno presente.
el Derecho Civil tiene todavía algún sentido y
algún futuro dentro del mundo del siglo XXI, En el campo del Derecho Civil, el dogmatismo
que se acerca vertiginosamente. Los cambios que le infundió el siglo XIX, unido a la icono-
tecnológicos, sociales y políticos que estamos clasia derivada de los cambios dramáticos que
presenciando son tan espectaculares que pa- hemos presenciado en el siglo XX, contribuye-
recería que nada puede quedar como era an- ron a minar sus bases mismas. El ídolo mono-
tes. En ese sentido, el Derecho Civil debe ser lítico del Derecho Civil era demasiado rígido
también sustancialmente modificado. para adaptarse a los empellones que recibía
de quienes querían colocar otros conceptos
Pero, ¿puede seguir siendo Derecho Civil? –quizá otros ídolos jurídicos– en el lugar que
Esos cambios, ¿no apuntan más bien a la tradicionalmente había pertenecido al ius
muerte del Derecho Civil, a la sustitución de civile. Y, como consecuencia de esa rigidez, el
un Derecho Civil, no por otro Derecho Civil, ídolo civilista fue mellado, perdió muchas de
sino quizá por uno o muchos Derechos dife- sus partes, y hasta ha comenzado a inclinarse
rentes, por uno o muchos fragmentos con amenazando derrumbe. Es así como la falta
especificidad propia que resultan de ese cata- de adaptabilidad de los defensores, y la falta
clismo jurídico que ha promovido el proceso de arraigo y de coherencia conceptual de los
de cambio social? detractores, ha llevado a una crisis profunda al
Derecho Civil en nuestros días.
Con motivo de la extraordinaria labor de codi-
ficación realizada en el siglo XIX, parecía que II. EL PAPEL MODERNIZADOR DEL DERE-
el mundo había descubierto –o redescubier- CHO CIVIL
to– ciertos valores jurídicos eternos, ciertas
instituciones y doctrinas perennes, que ya no Creo que no es posible comprender la grande-
podrían ser modificadas en el futuro, que no za pasada del Derecho Civil y su miseria actual
necesitarían de más actualización con los cam- si no lo situamos históricamente. En realidad,
bios de civilización porque se había regresado el Derecho Civil ha sido el gran instrumento de
a las raíces naturales de toda civilización. la modernización que se inicia en la Baja Edad
Media, que marca un cambio de época con el
Sin embargo, mucho me temo que, de esta Renacimiento y que adquiere su esplendor a
forma, se incurría en pecado de idolatría, que fines del siglo XVIII y durante el siglo XIX. Es
no es otra cosa que convertir en absoluto e verdad que el Derecho Civil tiene su origen en
imperecedero aquello que es relativo y tran- Roma. Pero es el nuevo uso que otorgarán los
sitorio. Francis Bacon decía que los ídolos del juristas medievales a ese Derecho romano re-
intelecto son “dogmas perezosos”, porque jus- descubierto el que contribuirá definitivamen-
tifican la falta de reflexión adicional, porque te a la formación del mundo moderno.
invitan a no pensar más. ¿Y acaso los civilistas
–influidos por un positivismo pop e infantil– Desde su nacimiento en Roma, el Derecho Ci-
no han llegado incluso a denominar su propia vil tiene una inspiración progresista y moder-
disciplina como “Dogmática” Jurídica? nizadora. Justiniano explica que, inicialmente,
el pueblo romano vivía sin ley cierta, sin De-
Stéfano Rodotà nos advierte que, en todos recho cierto, gobernado solamente por el po-
los campos de la actividad teórica y práctica, der de los reyes1. Pero, al aumentar la ciudad,
es sabio consejo abstenerse de la idolatría. no era posible continuar de esta manera; por
Pero cuando los ídolos están tan arraigados ello, el pueblo y los reyes propusieron algunas
en nuestras mentes, no hay más remedio que leyes2. Expulsados los reyes, el pueblo roma-
ser un poco iconoclastas. Esto no significa –o no volvió a caer en un Derecho incierto3. Pero,
no debe significar– la negación del pasado, como esta situación era intolerable, se buscó
sino aceptar el pasado en tanto que pasado y un Derecho en Grecia y se establecieron las

1
Digesto: I, II, 1.
2
Digesto: I, II, 2.
3
Digesto: I, II, 3.
26
THĒMIS-Revista de Derecho 66. 2014. pp. 25-38. ISSN: 1810-9934

Leyes de las Doce Tablas4, de cuyo desarrollo cés, Boissonade, para preparar un Código Civil

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deriva el Derecho Civil5. acorde con la política de modernización eco-
nómica y social; y es así como el Código Civil
Es importante advertir en este comentario japonés de 1898 sustituyó a los viejos procedi-
justinianeo una idea de orden y predictibili- mientos consuetudinarios basados en la idea
dad implícita dentro del concepto de Dere- de conciliación antes que en la de atribución
cho Civil, que constituirá muchos siglos más de derechos individuales. En Turquía, el pro-
tarde una de las bases de la modernidad. Por yecto modernizador de Mustafá Kemal Ataturk
consiguiente, se trata de un proceso de insti- incluyó, como parte importante del mismo, la
tucionalización de la ciudad, de organización dación de un Código Civil inspirado en el Có-
más civilizada de la vida social: El Derecho Civil digo suizo. En la América Latina del siglo XIX,
nace como un instrumento fundamental de todas las nuevas naciones se propusieron mo-
esta suerte de modernización. dificar sus sistemas de Derecho privado como
un paso para acercarse al mundo moderno.
Por otra parte, Koschaker otorga también un
papel protagónico al Derecho Civil romano Manuel Lorenzo de Vidaurre, quien redactó
dentro de ese asombroso impulso cultural que el primer proyecto de Código Civil peruano,
se produce en el siglo XI cuyas causas últimas, planteaba los objetivos que quería lograr con
nos dice ese mismo autor, nos son todavía ese cuerpo de leyes en términos convenien-
desconocidas6. Y Harold J. Berman explica que tes para la incorporación a la modernidad: “El
el Derecho Civil tuvo un importantísimo efecto Estado será dichoso y permanecerá tranquilo
modernizador en el comienzo de la Baja Edad cuando sean seguras las propiedades, fáciles y
Media por el hecho de reintroducir el análisis honestos los modos de adquirirlas”8.
racional dentro de un mundo donde primaba
el pensamiento dogmático. Este nuevo estilo El Mariscal Andrés de Santa Cruz, presidente
de pensamiento riguroso fue tan significativo de la Confederación Perú-Boliviana, tuvo la
en la época que incluso el método de razona- clara percepción de la necesidad de códigos
miento propuesto por el Derecho se convirtió liberales para lograr un ingreso pleno de estas
en el modelo y en el progenitor de la ciencia tierras a la modernidad. Por eso, pone en vi-
occidental moderna7. gencia un Código Civil al estilo francés, en cuyo
prólogo declara: “La legislación civil, criminal
Ya en los siglos posteriores, la modernidad y de procedimientos, a que habéis estado so-
hizo suyo el Derecho Civil: Lo transformó, lo metidos en vuestros negocios privados, [es
adaptó y lo constituyó como el centro de la la] única parte de vuestra organización a que

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sociedad moderna. La manifestación más ex- no se ha aplicado la mano reformadora del
traordinaria de ese Derecho Civil modernizado siglo”9. En consecuencia, agrega, se promulga
y modernizante fue el proceso de codificación dicho Código para que “quede amparada la
que se desarrolla en el siglo XIX y, muy particu- propiedad y asegurada su transferencia por
larmente, el Código Napoleón. medio de decisiones exactas y positivas”10 y
“se consolide el crédito privado”11.
Es interesante ver cómo los países que se pro-
ponían ingresar al camino de la modernización Andrés Bello, autor de un Código Civil para
social percibían desde el inicio con toda clari- Chile, que fuera adoptado después por Co-
dad que ese proyecto implicaba la dación de lombia y que ha influido sobre la codificación
un Código Civil. En Japón, el gobierno Meiji civil de un gran número de países latinoame-
adoptó la decisión de invitar a un jurista fran- ricanos, era plenamente consciente de esta

4
Digesto: I, II, 4.
5
Digesto: I, II, 5.
6
KOSCHAKER, Pablo. “Europa y el Derecho Romano”. Madrid: Revista de Derecho Privado. 1955. pp. 106-109.
7
BERMAN, Harold. “Law and Revolution. The Formation of the Western Legal Tradition”. Cambridge: Harvard
University Press. 1983. pp. 151-164.
8
DE VIDAURRE, Manuel. “Proyecto del Código Civil Peruano”. Lima: Imprenta del Constitucional. 1835. p. 11.
9
Código Civil Santa Cruz del Estado Nor-Peruano. Lima: Imprenta de José Masías. 1836. p. IV.
10
Ibid. p. V.
11
Ibid. p. VI.
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EL DERECHO CIVIL: PERSPECTIVAS FUTURAS

vinculación entre un Derecho claramente sis- Paralelamente, la modernidad reivindica la


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tematizado y una adecuada administración de razón y la enfrenta a la tradición: Las cosas no


los intereses individuales: “Reducidas las leyes son buenas porque siempre hayan sido de esa
a un cuerpo bien ordenado, sin la hojarasca de manera, sino que cada individuo debe anali-
preámbulos y frases redundantes, sin la multi- zarlas racionalmente y llegar a sus propias
tud de vocablos y locuciones desusadas, que conclusiones. De esta manera, el individua-
ahora la embrollan y oscurecen, descartadas lismo y el racionalismo se refuerzan mutua-
las materias que no han tenido nunca, y que mente.
ya han dejado de tener aplicación al orden de
cosas en que vivimos, ¿cuánto no se facilitará El problema está en que, como lo vieron los
el estudio a la juventud? El libro de las leyes primeros pensadores modernos, y particular-
podrá andar entonces en manos de todos; po- mente Hobbes, esta individualización de la
drá ser consultado por cada ciudadano en ca- sociedad puede llevar al caos. La transforma-
sos dudosos, y servirle de guía en el desempe- ción hacia la modernidad significa entregar la
ño de sus obligaciones y en la administración decisión de la actividad social a los individuos,
de sus intereses”12. sustituyendo una fuente central de toma de
decisión jerárquicamente superior, represen-
Por su parte, las grandes construcciones civi- tada por el Estado antiguo, por innumerables
listas de Texeira de Freitas y de Dalmacio Vélez fuentes de decisión descentralizadas. Además,
Sarsfield no cabe duda de que son un claro es- estas fuentes de decisión diversas no están
fuerzo por la adopción en Brasil y en Argen- tampoco homogeneizadas por el peso de una
tina, respectivamente, de una legislación que tradición, sino que su racionalismo las lleva
incorpore la racionalidad lógico-formal a fin de a poner todo en cuestión, a dudar de todo y
permitir un desarrollo del individuo. a tomar nuevas posiciones de acuerdo a sus
propios intereses. En esta forma, tales intere-
¿Por qué se produce esta relación entre mo- ses individuales son, por definición, indepen-
dernidad y Código Civil? ¿Cuáles son las exi- dientes y distintos.
gencias que presenta el proceso moderniza-
dor cuya respuesta pudiera ser encontrada en Hemos pasado así de una homogeneidad
el Derecho Civil? político-jurídico-social, impuesta por la au-
toridad y la tradición, a una heterogeneidad
La idea central de la modernización consiste que puede fácilmente convertirse en una gue-
en la expansión de la esfera de lo individual: rra de todos contra todos, en la medida que
La modernidad implica una consciencia del in- los intereses individuales se oponen entre sí
dividuo en tanto que tal, de su propia libertad porque varios individuos quieren lo mismo y
creadora, de su capacidad para ir trazando su no hay bastante para todos: La escasez lleva
entorno con sus propios actos. En otras pa- al enfrentamiento.
labras, la modernidad supone un rescate del
campo de lo privado y, por tanto, requiere un Sin embargo, el puro enfrentamiento de inte-
Derecho privado. reses no hace sino anularlos a todos e impi-
de que nadie obtenga lo que desea. Es como
Frente a las concepciones sociales autorita- cuando todos tratan de pasar a la vez en una
ristas de la antigüedad, frente a una sociedad esquina donde se ha malogrado el semáforo:
antigua en la que el hombre está sumergido Todos se traban unos con otros y nadie logra
–y ahogado– por el peso de la tradición, de la avanzar. No es, entonces, posible que esos
jerarquía y del grupo social, el mundo moder- centros de decisión individuales puedan ser
no inventa al individuo: Quiere que el hombre eficientes, no es posible que puedan calcular
asuma individualmente su capacidad de deci- los efectos de sus decisiones y, consecuen-
sión, de manera que el Estado no sea ya el pro- temente, no es posible que puedan adoptar
tagonista de la historia, sino sólo un garante las mejores decisiones si no se establece una
de la actividad de esos nuevos protagonistas coordinación entre ellos. Y éste será el papel
que son los individuos. del Derecho Civil.

12
“El Araucano” 146 del 28 de junio de 1833. En: COMISIÓN NACIONAL DE CONMEMORACIÓN DEL CEN-
TENARIO DE LA MUERTE DE ANDRÉS BELLO. “La prensa chilena y la codificación 1822-1878”. Santiago
de Chile. 1966. p. 21.
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Dado que se abandona como elemento es- otros que quieran lo mismo, no es posible de-

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tructurador el recurso a la imposición de fines mostrar que se está en la razón y sólo queda la
y conductas desde arriba, la única forma de votación para resolver el problema.
lograr predictibilidad para esos centros dis-
persos de decisión es facilitando las relacio- En esta forma, vemos que tanto la sociedad de
nes horizontales entre ellos y asegurando el mercado como el Estado democrático están
cumplimiento de las promesas recíprocas. Por profundamente ligados al Derecho Civil, y que
consiguiente, el Derecho de la modernidad es la característica privada y contractualista de
fundamentalmente contractual y está basado este tipo de Derecho apoya e incluso inspira la
en el pacta sunt servanda. organización económica y la organización po-
lítica de la modernidad. El Derecho Civil tiene,
De ahí que el Derecho Civil, que como Dere- pues, un papel nuclear dentro de la sociedad
cho privado tiene características horizontales moderna.
y que constituye una garantía del cumpli-
miento de los pactos, pasa a convertirse en III. LA CRISIS CONTEMPORÁNEA DEL DERE-
la piedra angular del sistema jurídico. Weber CHO CIVIL
lo dice con toda claridad13. Este Derecho Civil
moderno proporciona predictibilidad de los A. El Derecho Civil visto como lastre frente
actos privados, es decir, posibilidad de expan- a los cambios de nuestro tiempo
sión de la libertad individual a través de un cál-
culo inteligente de sus posibilidades y de una Frente a ese importante papel de impulsor e
toma de decisión independiente que realiza, ingrediente de la modernidad que los juristas
en principio, todo individuo. Está formado por de los siglos pasados asignaban al Derecho Ci-
instituciones como la familia nuclear, la pro- vil, nos encontramos en nuestro tiempo con un
piedad privada, la autonomía de la voluntad fenómeno inquietante: El Derecho Civil apare-
contractual; todas ellas, orientadas a garanti- ce como el área menos dinámica del sistema
zar esferas de acción a la subjetividad. jurídico. Aparentemente, el Derecho Civil no
significa más la modernidad, sino el atraso.
La influencia del Derecho Civil es de tal natu-
raleza que la propia organización del Estado es A pesar de que la crítica al Derecho Civil no
concebida como un contrato social: Ahí donde se expresa siempre de manera abierta, existe
los hombres son iguales y donde no hay fines una atmósfera general que tiende a conside-
objetivos porque lo que prima es la libertad de rar el civilismo como un rezago de un mundo
cada hombre, la única manera de organizar la que está a punto de convertirse en pasado. En

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sociedad es a través de acuerdos. Y, por esa el ambiente político, en los centros interna-
misma razón, la forma de gobierno natural de cionales de cooperación, en las fundaciones
la modernidad será la democracia: Si no hay que auspician investigaciones en el campo del
fines objetivos y superiores, si no hay una ver- Derecho, existe una suerte de silencioso con-
dad objetiva que pueda demostrarse porque senso en el sentido de que el Derecho Civil no
cada hombre traza sus fines y establece sus merece ser apoyado porque se encuentra muy
opiniones de acuerdo a sus propios criterios, distante de las urgencias del momento.
la única manera de llegar a una decisión acep-
table para todos es mediante una votación. En las Facultades de Derecho –particularmen-
te en los países del Tercer Mundo–, los estu-
A nadie se le ocurriría poner a votación si dos diantes y los profesores, preocupados por el
más dos son cuatro, porque se trata de un desarrollo social y económico de sus países,
campo en el que existen verdades demostra- pretenden orientar la formación de las nuevas
bles. Pero, en cambio, nadie puede tampoco generaciones y los esfuerzos de investigación
decirle a otro lo que debe hacer o lo que debe hacia disciplinas jurídicas de mayor contenido
querer porque, por definición, cada hombre social. Es general la crítica a los programas de
quiere lo que quiere. Por tanto, si dentro de estudio tradicionales, fuertemente centrados
un grupo los unos no pueden convencer a los en la tradición civilista.

13
WEBER, Max. “Economía y Sociedad”. Max Rheinstein, en la Introducción de su edición, destaca a su vez
esta relación entre modernidad y Derecho Civil. En: RHEINSTEIN, Max. “Max Weber on Law in Economy and
Society”. Nueva York: Simon and Schuster. 1954. p. xliii.
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EL DERECHO CIVIL: PERSPECTIVAS FUTURAS

Francesco Lucarelli señala que existe una pér- pertenecían tradicionalmente a sus dominios
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dida de identidad de los dogmas civilistas, y han comenzado un éxodo o una independiza-
que ello genera consecuencias muy graves en ción: Algunas han preferido pasarse al Dere-
la enseñanza del Derecho Civil: Se habla cada cho Público; otras han intentado adquirir au-
vez más en la Universidad de una alienación tonomía y, como se sentían a medio camino
del estudiante, de un rechazo a las fórmulas entre lo público y lo privado, han preferido
abstractas que son fruto del positivismo y del crear una nueva categoría denominada De-
racionalismo jurídicos antes que reflejo de la recho Social y ubicarse dentro de ella. Es así
sociedad viva y real; se denuncia el mero tec- como el Derecho Laboral se desgajó del con-
nicismo de las instituciones, la carencia de trato de locación-conducción.
contenido histórico y crítico de la formación14.
Más tarde, leyes cuyo espíritu y técnica es aje-
En algunos casos, el ataque contra el Derecho na a la tradición civilista fueron poco a poco
Civil es bastante más agresivo. Así, Eduardo haciendo retroceder las fronteras del Derecho
Novoa Monreal distingue entre las leyes nue- Civil en materias tales como la propiedad de
vas con sentido social y la legislación básica la tierra agraria y los contratos agrícolas –
codificada que equivale al Derecho tradicional particularmente en los países que llevaron a
y, fundamentalmente, al Derecho Civil. A esta cabo una reforma agraria–, la urbanización,
legislación tradicional codificada la acusa de los contratos de inquilinato, la regulación del
haber perdido el ritmo de la historia: Mientras uso y propiedad de vehículos automotores, de
la vida moderna es extremadamente móvil y naves y aeronaves, etcétera. La organización
plantea problemas tecnológicos, económicos de seguros obligatorios de automóviles y de
y sociales nuevos, el Derecho –léase, civil– ciertas actividades públicas o particularmente
tiende a conservar formas de los siglos XVIII y riesgosas, incluyendo los accidentes de traba-
XIX, cuando no de la Antigua Roma15. jo, ha limitado a su mínima expresión el cam-
po de la responsabilidad extracontractual.
“Cada vez se hace más perceptible la desco-
nexión que existe entre el Derecho y las reali- Muchos de los contratos más modernos
dades sociales que hoy vive el mundo”16. “Sus –como la locación de obra «llave en mano» o
preceptos están notoriamente retrasados por administración, o el arrendamiento finan-
respecto de las exigencias de la vida moder- ciero– han sido introducidos en la vida econó-
na […] han perdido vitalidad”17. “A nuestro mica ya no por el Código Civil, que había sido
juicio, la nota más deprimente reside en que la puerta grande del sistema jurídico, sino por
los preceptos, esquemas y principios jurídicos lo que antes eran puertas falsas de nivel mani-
en boga se van convirtiendo gradualmente no fiestamente inferior, como el Reglamento de
sólo en un pesado lastre que frena el progreso Licitaciones y Contratos de Obras Públicas o
social, sino que llega, en muchas ocasiones, normas reglamentarias de la actividad finan-
a levantarse como un verdadero obstáculo ciera. Hay otros contratos que están todavía
contra éste”18. La crítica de Novoa Monreal al- a la espera de un reconocimiento legislativo
canza tonos muy duros: El Derecho actual es –como el de joint venture, el de franquicia y
obsoleto, pero el conservadurismo de los ju- el de factoring–, pero posiblemente nunca
ristas no ha sido capaz de advertirlo; el mundo formarán parte del Código Civil sino que serán
cambia en medio del adormecimiento de los normados por leyes especiales.
juristas (civilistas).
De esta manera, es posible decir ahora que el
Lo cierto es que el predominio y el prestigio Derecho Civil “tiene un ámbito de aplicación
que tenía el Derecho Civil dentro del mundo extraordinariamente reducido y cada vez be-
jurídico se ha perdido en gran parte. Y, como neficia o afecta, en la vida práctica, a un me-
consecuencia de ello, una serie de áreas que nor número de personas”19.

14
LUCARELLI, Francesco. “Diritti Civili e Instituti Privatistici”. Padua: Milani.1983. p. 6.
15
NOVOA MONREAL, Eduardo. “El Derecho como obstáculo al cambio social”. Ciudad de México: Siglo XXI.
1975. p. 13.
16
Ibid. p. 11.
17
Ibídem.
18
Ibídem.
19
Ibid. p. 25.
30
THĒMIS-Revista de Derecho 66. 2014. pp. 25-38. ISSN: 1810-9934

En realidad, este Código, que tenía a su cargo futuro, la defensa del presente y no la antici-

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la regulación del tejido de las relaciones fun- pación del porvenir”21.
damentales entre los hombres, que constituía
la trama de la vida social, tiende actualmente Y esta característica propia de toda norma –en
a quedar arrinconado y a tratar aspectos muy razón de que la norma precede formalmen-
puntuales y casi domésticos: La propiedad te siempre al hecho al cual será aplicada– se
del vehículo propio, del menaje y de la casa acentúa más en el caso del Derecho Civil. El
personal, el arrendamiento simple de bienes peso de una tradición milenaria, entendida
familiares, los préstamos de persona a perso- muchas veces de manera estática y como sim-
na. Podríamos estar tentados de decir que ha ple representación de un orden que está en
quedado reducido a ser un Código de la Al- la naturaleza misma y que consiguientemen-
coba, porque su campo de aplicación es casi te es inmutable, lleva al civilista a no contar
exclusivamente la intimidad del hogar: El naci- con la dimensión temporal: Vive en un eterno
miento, la procreación y la muerte. presente, atento al pasado sólo en cuanto le
confirma el presente, y despreocupado por el
Y, recientemente, ha comenzado a perder vi- futuro porque está convencido que, como dice
gencia incluso en los aspectos domésticos. Ripert, a él le toca únicamente aplicar la nor-
En algunos países, se pretende dar un códi- ma vigente.
go especial para la familia, retirando también
esta área del marco del Código Civil, donde se Además, el contenido de modernidad im-
encontraba desde siempre. Y también las nue- plícito en el Derecho Civil lleva a acentuar la
vas formas de procreación, los trasplantes de función de seguridad jurídica de esta rama del
órganos y la misma muerte son jurídicamente Derecho: La modernidad exige reglas calcu-
definidos y normados por leyes especiales. lables, y eso supone un Derecho estable. Por
ese motivo, si en general no deben cambiar las
B. El caso contra el Derecho Civil leyes muy a menudo, los Códigos Civiles están
hechos para durar siglos.
¿Cómo se ha formado el caso contra el Dere-
cho Civil? Esta cierta inercia del Derecho Civil frente al
cambio se convierte en problema en épocas
Los cargos –explícitos o implícitos– han sido en que la vida social, política y económica evo-
de muy diverso orden. Para efectos simple- luciona muy rápidamente.
mente de tener una impresión general de la
cuestión, podríamos señalar tres categorías de Evidentemente, el Derecho Civil hace crisis

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acusaciones. ante las grandes revoluciones. Dice, por ejem-
plo, Nemtsov, reflexionando sobre el Derecho
En primer lugar, se dice que el Derecho Civil Civil durante la Revolución Rusa: “En la medida
no es capaz de seguir los cambios de la vida en que la situación cambia, el esquema de las
social, sobre todo en una época tan agitada cosas tiene que ser modificado, incluyendo el
como la nuestra. sistema de normas; porque el Derecho es, por
naturaleza, conservador y refleja la situación
Todo jurista, decía Georges Ripert, es conser- que existía en el día de su promulgación […].
vador, no en el sentido político del término Pero se requiere tiempo para transformar un
sino en su sentido funcional: La ciencia que sistema de normas. Un cierto tiempo –a me-
domina –el Derecho– vive de la estabilidad y nudo considerable– transcurre antes de que el
de la continuidad; no puede, entonces, el ju- proyecto de ley haya pasado por todas las fa-
rista pensar sino en mantenerla20. Nadie está ses preparatorias para su entrada en vigencia
impedido de creer en un Derecho nuevo que y antes de que sea promulgado y recibido a ni-
regule la sociedad del futuro, agregaba, pero vel local. Mientras tanto, la vida no se ha dete-
los adivinos y los profetas no son juristas. “El nido. Ha creado nuevos problemas que deben
Derecho es la formulación del orden social es- ser resueltos. Ha remodelado las relaciones
tablecido y no la representación de un orden sociales que requieren ahora nuevas formas

20
RIPERT, Georges. “Les forces créatrices du droit”. París: Librairie Générale de Droit & de Jurisprudence.
1955. p. 8.
21
Ibid. p. 10.
31
EL DERECHO CIVIL: PERSPECTIVAS FUTURAS

y métodos de regulación. Por esta razón, una causalidad piedras vistosas para adornar su
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de las características del presente período de chimenea; o frente a ese artesano que tiene
situaciones rápidamente cambiantes ha sido su taller en la propia casa y que celebra con-
la notoria discrepancia entre el sistema nor- tratos sencillos, que pide prestada la plata que
mativo y nuestras necesidades cotidianas. En necesita a sus vecinos, y que quizá recibe en
muchos casos, la discrepancia conduce a una comodato de su suegro algún instrumento de
situación en la que una ley soviética bloquea trabajo, nos encontramos ahora con un mun-
el progreso y actúa como un lastre frente a do diferente.
nuestro aparato estatal en el trabajo diario”22.
El mundo ahora no es el mismo, organizado en
Pero también dentro de las sociedades que personas jurídicas, donde nadie trabaja en su
optaron por el camino liberal se han producido casa y nadie trabaja para sí, donde los bienes
profundas transformaciones: El mundo capita- más valiosos son más bien inmateriales, como
lista de hoy no corresponde al bucólico paisaje la marca de fábrica, la patente o el know-how,
social que describe el Código Napoleón. donde de poco sirven las solemnidades que
se establecían antes para garantizar la trans-
En verdad, todavía en nuestro Código Civil de ferencia de la propiedad inmueble porque
1984 encontramos una serie de reminiscen- ahora es posible enajenarla como si fuera un
cias a ese mundo que cada vez se aleja más bien mueble bajo la forma de una transferen-
de nosotros. El artículo 929 nos habla de co- cia de acciones, donde es posible hacer circu-
sas que no pertenecen a nadie y se toma el lar mediante un simple cheque sumas mucho
trabajo de determinar cómo se adquieren las más importantes que lo que pudiera valer el
piedras, las conchas y otros objetos análogos inmueble más preciado, donde ninguna activi-
que se hallen en las playas y orillas del mar; dad económica puede desarrollarse al margen
el artículo 930 hace un refinado esfuerzo con- de una red de bancos y empresas financieras,
ceptual para regular la propiedad de los ani- donde la responsabilidad extracontractual clá-
males de cacería y de los peces, planteándose sica pierde importancia porque la víctima, an-
el caso de que hayan caído en redes o tram- tes que ir al Poder Judicial para reclamar una
pas, y estableciendo de manera exquisita que indemnización del culpable o del causante,
los animales heridos son del heridor siempre simplemente acude a su seguro.
que “sean perseguidos sin interrupción”. Los
artículos 932 y 933 hablan de los objetos per- Por consiguiente, vemos que esa primera que-
didos, los artículos 934 y 935 de los tesoros ja de anacronismo que se formula contra el
escondidos, el artículo 940 habla de los ríos Derecho Civil tiene sin duda alguna validez.
que arrancan tierra a los campos, el artículo
946 habla de las crías de animales. En fin, hay Una segunda razón de queja contra el Dere-
todavía una presencia del campo y de lo sim- cho Civil se encuentra en la acentuación del
ple, con notoria falta de proporcionalidad en rol del Estado como condición para que lo pri-
la preocupación del legislador por aspectos vado pueda funcionar adecuadamente.
urbanos y complejos que son determinantes
de la vida de hoy. No cabe duda de que la organización de la so-
ciedad liberal exige la presencia de un Estado
Definitivamente, ese mundo que tuvieron en fuerte, como lo vio muy claramente Hobbes.
mente los primeros codificadores, y que per- Es verdad que Hobbes, dadas las limitaciones
siste como parte de una tradición a través de derivadas de su propio tiempo, no pudo com-
las normas de los Códigos actuales, ya no es prender que un Estado podía ser fuerte y de-
el nuestro. mocrático a la vez; por eso, propuso un Estado
autoritario. Pero eso es puramente circuns-
Frente a ese propietario individual, que tra- tancial; lo importante es que comprendió que
baja sus tierras, cuyos animales tienen crías, el mercado y la libertad no podían funcionar
que pesca y caza de tiempo en tiempo, que adecuadamente si no existía una autoridad su-
se pasea por la orilla del río y encuentra de perior y ciertas reglas que cumplir.

22
NEMTSOV, Boris. “La legalidad revolucionaria y el trabajo de las Cortes durante el período de la reconstruc-
ción”. En: El Semanario de la Justicia Soviética 47.1929. pp. 1101-1102. Transcrito por: ZILE, Zigurds. “Ideas
and Forces in Soviet Legal History”. Milwaukee: College Printing & Typing Co. 1967. p. 214.
32
THĒMIS-Revista de Derecho 66. 2014. pp. 25-38. ISSN: 1810-9934

Una vez más, regresamos al ejemplo de la implantar un sistema social de libertad indivi-

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congestión de tránsito: Si no hay reglas para dual y de economía liberal-capitalista.
determinar los turnos de pase y si no hay un
policía enérgico que haga cumplir las reglas, En tercer lugar, el Derecho Civil se encuentra
nadie podrá avanzar hacia su propio destino. cuestionado en nombre de la técnica. El ra-
Hay ahora una cierta confusión cuando se dice zonamiento civilista ha sido tradicionalmente
que la sociedad liberal no requiere un Estado muy riguroso, pero su rigor se encontraba re-
fuerte. Por el contrario, esa sociedad liberal ferido a una lógica interna. En cambio, en el
moderna es la que tiene el Estado más fuerte presente siglo, aparecen una serie de campos,
y más central de toda la Historia, y la que se re- antes regidos por el Código Civil, que preten-
gula por más número de leyes que el que haya den vincular la norma jurídica a otro orden de
habido en cualquier otra época. La diferencia cosas, como puede ser el caso de la adminis-
está en que ese fuerte Estado liberal es un tración de seguros o la regulación de las urba-
policía que coordina a los automovilistas para nizaciones o tantos otros. Tal orden distinto de
que todos puedan pasar, pero no le impone a cosas puede exigir –y de hecho exige– un rigor
ningún automovilista a dónde debe ir: Cada muy exacto. Sin embargo, los fundamentos de
uno va donde quiere. la disciplina no se encuentran ya en los crite-
rios abstractos y formales de la lógica jurídica,
Es como en un partido de fútbol: No deja de sino en la correlación concreta con un orden
haber reglas estrictas y un árbitro capaz de de conocimientos externos al Derecho y que
hacerlas cumplir; pero el árbitro no debe po- constituyen una técnica social.
nerse a patear la bola ni en el interés de uno u
otro de los equipos, ni en el interés propio de Esto significa que diversas áreas de las rela-
darse un gusto con ello. ciones sociales no aceptan ya ser regidas ex-
clusivamente por “lógica”, sino que suponen
El problema de nuestro tiempo consiste en una técnica determinada, que tiene un cuerpo
que el partido se ha hecho mucho más com- de conocimientos propios. Por ejemplo, las
plejo y ha sido necesario inventar más reglas formas de usar una propiedad inmueble para
que regulen una serie de situaciones no pre- urbanizarla y dividirla en lotes de terreno no
vistas, así como otorgarle al Estado nuevos pa- puede ya estar sujeta simplemente a las reglas
peles. Sin embargo, el Derecho Civil no ha sa- generales del Código Civil; exige un tratamien-
bido asimilar esas normas dentro de su propio to normativo que incluye aspectos técnicos
cuerpo conceptual y, por ello, han aparecido de ingeniería, economía y sociología. La re-
como normatividades independientes. glamentación relativa a los bienes culturales
no puede limitarse a las normas relativas a la

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Y, lo que es peor, esos campos regidos por las propiedad en general; requiere una precisión
normatividades independientes y con una ma- normativa con ayuda de la historia, de la ar-
yor intervención del Estado han pasado a ser queología y, posiblemente, de la política y de
los más dinámicos dentro de la sociedad capi- la economía. La regulación de la procreación
talista. No es el artesano individual –regido por asistida o de la muerte plantea referencias a la
pocas leyes– quien actúa como protagonista biología y a la ciencia médica.
de la economía contemporánea, sino esas so-
De esta manera, el Código Civil aparece como
ciedades anónimas terriblemente complejas,
insuficiente para establecer las líneas imperati-
sometidas a un gran número de registros, de-
vas que definen el diseño jurídico del área. Esto
claraciones, procedimientos, con derechos de
genera una necesidad de utilizar leyes especia-
las minorías protegidos por la ley y con relacio-
les, usualmente redactadas no por juristas sino
nes laborales tuteladas por el Estado.
por especialistas de esas otras áreas aludidas.
Primero fue el llamado welfare State el cual, C. Las desventajas de la nueva legislación
sin desconocer la libertad individual y la inicia-
tiva privada, otorgó una importancia al Esta- De acuerdo a lo expuesto, existen diferentes
do como promotor del bien común, bastante razones para que el Derecho contemporáneo
mayor que la que pudo aceptar el liberalismo excluya del campo del Derecho Civil importan-
del siglo XIX. Aún más, en los países subdesa- tes áreas de la vida social. Y ello ha dado lugar
rrollados con economías muchas veces pre- a un Derecho en su mayor parte reglamenta-
capitalistas, el Estado ha tenido que asumir un rio, de carácter más específico y que se apoya
papel promotor y director, precisamente para fuertemente en medidas administrativas.
33
EL DERECHO CIVIL: PERSPECTIVAS FUTURAS

Sin embargo, este alejamiento de las fuentes zones por las que las leyes especiales preten-
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civilistas no deja de tener consecuencias, y al- dían independizar territorios del Derecho Civil
gunas bastante negativas. enarbolando una autonomía conceptual, los
civilistas han preferido ceder el terreno a cam-
Mientras que el Derecho Civil muestra un alto bio de asegurar la paz en áreas más reducidas.
nivel de coherencia lógica, ese nuevo Derecho Comprendían que si entraban en la discusión
reglamentario, basado en la técnica antes que se iban a ver obligados a revisar conceptos y a
en el método jurídico, se presenta con un no- aceptar el entrar en terrenos a los que no es-
table grado de asistematicidad, y los principios taban acostumbrados. Por eso, han preferido
que lo inspiran son muchas veces contradicto- que los dejen tranquilos con sus ideas clásicas,
rios entre sí. aunque para ello tuvieran que perder impor-
tantes territorios normativos.
Las nuevas leyes tienen un carácter disperso,
sin ninguna organicidad. Por ello, carecen del Sin embargo, esta estrategia es suicida, por-
prestigio y la calidad de las tradicionales. No que si el Derecho Civil renuncia a esgrimir ra-
tienen un plan ni un método adecuado –no zones para mantener bajo su control ciertas
debe olvidarse que el plan del Código Civil ha provincias, ¿cómo hará para conservar las que
sido pensado hace 1400 años y refrendado le quedan cuando sean a su vez atacadas? Tar-
muchas veces, después de concienzudas re- de o temprano, los merodeadores avanzan y
flexiones–. El nuevo orden jurídico “reglamen- terminan procurándose nuevas zonas que los
tario” o de “leyes especiales” está constituido, civilistas siguen abandonando, engañados por
en gran parte de los casos, por disposiciones la ilusión de que en esa forma lograrán salvar
creadas apresuradamente, mal redactadas, ciertas áreas cada vez menores. La política del
pobremente coordinadas con el ordenamien- encogimiento es así sumamente peligrosa,
to jurídico vigente, resultado de cubileteos po- porque de tanto encogerse el Derecho Civil
líticos que no responden a una lógica estricta, puede desaparecer.
sino a las conveniencias de los grupos de po-
der involucrados. La estrategia de la transformación puede ex-
presarse de la siguiente manera: No hay otra
D. Las estrategias del civilismo manera de conservar que transformando. Es
así como se abandonan los baluartes doctri-
Ante un asedio de esta naturaleza, ¿cómo ha narios clásicos y se aceptan nuevas formas de
reaccionado el Derecho Civil? ¿Qué ha hecho pensar que no responden necesariamente a la
para conservar su posición dentro del Derecho tradición civilista, marcada por el racionalismo
y dentro de la sociedad? y el individualismo de los últimos tres siglos.

En términos generales, podemos decir que ha Esta política de la conversión ha sido utilizada
adoptado dos diferentes estrategias de super- en aspectos particulares por un importante
vivencia. En la primera de ellas –que llamare- número de juristas inteligentes desde fines
mos del encogimiento o del repliegue– ha pre- del siglo pasado. Conscientes de que algo es-
ferido no defender palmo a palmo su territorio taba pasando en el mundo en torno suyo, y de
a fin de evitar una polémica y ha hecho conce- que ese algo no podía ser ignorado, algunos
siones hasta retirarse a posiciones manifiesta- civilistas de gran nivel se dedicaron a repensar
mente más modestas pero más tranquilas. La ciertos aspectos de la tradición con la idea de
segunda estrategia es mucho más interesante eliminar los anquilosamientos y recobrar una
y la llamaremos de transformación. agilidad de espíritu que, si bien siempre ha
sido necesaria, lo es mucho más en épocas de
La estrategia del repliegue consiste en que, convulsión.
en vista de las incursiones limítrofes y de las
revueltas intestinas que habían logrado arran- Ya en 1951 los cambios eran de tal naturale-
car varias provincias al Derecho Civil, un poco za que Savatier pudo aventurar un inventario
pudorosamente los propios juristas civilistas en sus Métamorphoses du Droit Civil23: La
han procedido a una retirada estratégica. En eclosión de la noción de contrato, las nuevas
vez de pelear sus fronteras y discutir las ra- formas de la familia, la socialización de los

23
SAVATIER, René. “Les métamorphoses économiques et sociales du Droit Civil d’aujourd’hui”. París: Dalloz. 1964.
34
THĒMIS-Revista de Derecho 66. 2014. pp. 25-38. ISSN: 1810-9934

contratos de trabajo, la distribución social del saber si el Derecho Civil se puede mantener

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riesgo de los accidentes, el enaltecimiento de como tal en medio de tanta transformación; si
la posesión, la proliferación de bienes incorpo- el Derecho Civil no quedará ahogado por esta
rales y de extraños derechos nacidos en torno tormenta política, socio-económica y de técni-
a ellos, entre otros. ca jurídica que lo envuelve.

IV. ¿SOBREVIVIRÁ EL DERECHO CIVIL? En otras palabras, ¿podrá el Derecho Civil


cumplir el mismo papel dinamizante en este
A. La supervivencia del Derecho Privado cambio social hacia el futuro como lo hizo en
vinculada a la supervivencia de las rela- ese cambio que se produjo del pasado hacia el
ciones sociales privadas presente? ¿Podrá colaborar en la construcción
de la post-modernidad –por llamarla de algu-
Indudablemente, la segunda de las estrategias na manera–, como lo hizo en la construcción
mencionadas es la única que permite abrigar de la modernidad?
ciertas esperanzas para el Derecho Civil.
Notemos que no estamos ante un problema
En consecuencia, a pesar de esa caracterís- meramente mecánico de suplir ciertas defi-
tica conservadora del Derecho que anotaba ciencias. Por ejemplo, no se trata meramente
Ripert, las circunstancias obligan a los juristas de instaurar los mecanismos y procedimientos
civilistas a salir de lo establecido y a arriesgar, para que el legislador cuente con asesoría en
los obligan a convertirse de alguna manera en materia no jurídica y, de esa forma, pueda ha-
profetas y adivinos: Estamos ante un mundo cer frente al desafío planteado por las nuevas
nuevo en formación, y no es posible quedarse tecnologías.
en la casa del liberalismo dieciochesco, disfru-
tando de una cómoda tranquilidad burguesa,
La tarea de hoy no es, como hubiera querido
porque esa casa está siendo desmantelada
Ripert, simplemente la de dedicarse a conser-
para construir con sus materiales una nueva
var el viejo edificio, realizando las reparacio-
edificación cuyas características finales son to-
nes necesarias. Ripert piensa que el Derecho
davía en gran parte desconocidas.
es fundamentalmente estático y debe serlo
El problema está en que los últimos siglos de así, tanto para asegurar su aplicación efectiva
modernidad satisfecha de sí misma nos han como para reforzar su legitimidad. Por consi-
hecho perder la costumbre de los cambios, y guiente, para él, más que realizar cambios, se
ahora nos cuesta mucho seguir la línea sinuo- trata de adaptar las reglas antiguas a las situa-
ciones nuevas24.

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sa de los acontecimientos. Pero vivimos en lo
incierto y tenemos que habituarnos, y no po-
demos olvidar que, en su tiempo, el liberalis- Yo creo que hay un problema más de fondo
mo y la modernidad significaron un cambio de que toca a la naturaleza y al diseño del Dere-
enormes proporciones y consecuencias. cho Civil. Para saber si la crisis de la moderni-
dad dieciochesca llevará consigo la crisis defi-
En medio de este intenso remolino, el Dere- nitiva del Derecho Civil, para contestarnos a la
cho Civil no puede quedar incólume como una pregunta sobre si quedará todavía un Derecho
aeterna veritas: Hecho de modernidad. Dado Civil después que se le someta a tanta trans-
que el Derecho Civil moderno se encuentra li- formación, tenemos primero que ponernos de
gado a las categorías de la modernidad, cuan- acuerdo sobre lo que entendemos por Dere-
do éstas son cuestionadas el Derecho Civil cho Civil.
resulta también afectado. Por eso, el Derecho
Civil tiene que ser también desmantelado y Es cierto que cada vez sabemos menos lo que
rearmado como lo es la sociedad que lo sus- es el Derecho Civil. Algunos prefieren definir-
tenta y a la que sustenta. Es el único camino lo simplemente como el conjunto de normas
que le queda para sobrevivir. contenidas en el Código Civil y en sus leyes ac-
cesorias. Sin embargo, esta definición es una
Sin embargo, la gran pregunta a que da origen trampa, porque el Derecho Civil se define non
a esta necesidad de cambios es, obviamente, ratione imperii, sed imperio rationis.

24
RIPERT, Georges. Óp. cit. pp. 4-5.
35
EL DERECHO CIVIL: PERSPECTIVAS FUTURAS

En realidad, esa respuesta simplemente nos a pesar de los cambios, porque las novedades
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remite a una segunda pregunta: Si el Derecho aparecen dentro de un campo de emergencia


Civil es aquello que está contenido en el Có- cuya filiación puede ser remontada como los
digo Civil, ¿qué es lo que debe estar conteni- eslabones de una cadena. Este campo concep-
do en ese Código? Y así regresamos al mismo tual es el que forma a los juristas que desarro-
problema, que se centra en determinar en qué llan las novedades y es frente a él que tales
consiste la naturaleza civilista de un derecho. juristas tienen que tomar posición.

En un cierto sentido, el Derecho Civil no pue- El problema debe, entonces, ser planteado
de ser definido sino como un Derecho privado en términos de decidir si esa tradición civilista
que contiene un conjunto de principios, doc- que se origina en Roma, que atraviesa la Edad
trinas e instituciones que han sido organizadas Media y que se alía con el racionalismo y el
por una tradición: Más que producto de la ra- individualismo para fundar la modernidad, tie-
zón, es un producto de la historia. Pero esto ne todavía elementos dinámicos que permitan
no significa que sus contenidos permanecen continuarla a través de la postmodernidad.
inalterables, porque ninguna verdadera tra-
dición –auténtica, creativa, rica– permanece La alternativa consistiría en decidir que esa
inalterable. Reconocer la existencia de una tradición agotó definitivamente sus cante-
tradición no significa desconocer la historici- ras de recursos productivos, y que es preciso
dad del Derecho Civil moderno, pretendiendo acudir a una tradición distinta para encontrar
que el modelo romano sigue vivo como núcleo los materiales de construcción que requiere la
esencial y definitorio de esta tradición. postmodernidad jurídica; o, incluso, en la qui-
mera de las vanidades, las nuevas generacio-
Desde nuestra perspectiva, la tradición civi- nes pueden llegar a considerar que es necesa-
lista no debe entenderse como una “esencia” rio reinventar todo desde el origen, liberarse
que subsiste a través del tiempo, sino más de toda tradición y olvidarse de lo aprendido
bien, dentro de un sentido heraclitiano, como para comenzar desde la nada.
un cauce dentro del cual discurren elementos
muy diversos, con corrientes y contracorrien- En realidad, la supervivencia del Derecho Ci-
tes, con continuidades y rupturas; pero, a vil parece estar en función de la supervivencia
través de las vueltas y revueltas del río, sigue de las relaciones privadas entre los individuos:
siendo el mismo río. sólo si éstas desaparecieran totalmente dentro
de un sistema perfectamente totalitario, el De-
De esta forma, la tradición occidental puede recho Civil no tendría posibilidad de continuar.
ser definida más bien por filiación que por un
modelo común a todas sus manifestaciones. Por consiguiente, en un mundo donde, sin
En otras palabras, cada situación, aun cuan- perjuicio de una creciente preocupación social
do se presente como ruptura de la anterior, en todos los campos, no cabe duda de que las
es hija de la anterior, es continuadora de la relaciones privadas mantienen plenamente su
precedente en tanto que se define frente a vigencia y hasta la readquieren ahí donde la
ella y que no sería posible sin ella. El Derecho habían perdido, el Derecho Civil debería estar
Civil moderno, aun cuando tiene elementos en aptitud de mantener también su vigencia e
de construcción romanos y medievales, es un incluso de readquirir el terreno perdido.
producto nuevo de la época. Sin embargo, las
instituciones de la modernidad no son inno- B. Condiciones de supervivencia
vaciones ab ovo, ni se derivan de la tradición
china o hindú, sino que son creadas dentro del Sin embargo, esta supervivencia no se encuen-
marco jurídico-cultural de Occidente. tra asegurada por el mero hecho del manteni-
miento de las relaciones privadas: Es necesario
Dentro de este orden de ideas, el contenido que el Derecho Civil recoja las nuevas formas
del Derecho Civil puede ser radicalmente di- de tales relaciones, y para ello debe lograr una
ferente en cada época, y serán los juristas de cierta desidentificación con los contenidos es-
cada tiempo quienes, siguiendo la línea mar- pecíficos de los últimos siglos.
cada por las circunstancias, determinen aque-
llo que queda, aquello que sale y aquello que Una de las condiciones necesarias para cum-
se introduce dentro del Derecho Civil. Sin em- plir este proceso será liberarse de las ataduras
bargo, seguimos llamando a ello Derecho Civil de un positivismo anquilosante que castra su
36
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poder creativo. La preocupación de la moder- inicial se escribe siempre con mayúsculas, ce-

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nidad de protegerse contra las arbitrariedades den el paso a políticas, estadísticas y fórmulas.
del mundo premoderno llevó a la pretensión Esto significa que el civilista no puede trabajar
de establecer leyes que no requirieran inter- ya en una torre de marfil, aislado del mundo y
pretación alguna: Montesquieu decía que los limitado a los instrumentos conceptuales y a
jueces “no son más que el órgano que pro- la información clásica del Derecho Civil: Tiene
nuncia las palabras de la ley; unos entes inani- que abrir ventanas y dialogar con el resto de
mados que no pueden moderar ni la fuerza ni la sociedad. De ahí que la vinculación con las
el rigor de ella”25; y Robespierre sentenciaba: ciencias sociales sea esencial para la construc-
“La frase de que las Cortes crean Derecho [...] ción del nuevo Derecho Civil.
debe ser desterrada de nuestra lengua. En un
Estado donde hay una Constitución y una Le- En realidad, esta apertura hacia las cosas, ha-
gislatura, la jurisprudencia de las Cortes con- cia el mundo donde efectivamente suceden
siste solamente en la ley”26. las cosas, no es tampoco un elemento extraño
a la tradición civilista. A pesar de que la mo-
En general, dada la importancia del Código dernidad convirtió al Derecho Civil en un “pa-
Napoléon, que parecía un monumento jurídi- raíso conceptual de los juristas”, como lo llama
co insuperable, la actitud de los civilistas estu- Hart29, en Roma el Derecho estaba profunda-
vo más bien orientada a la exégesis antes que mente vinculado a los hechos. Dice Ulpiano
a la creación. que el Derecho es “rerum notitia”, es decir,
conocimiento de las cosas30.
Sin embargo, los desafíos actuales exigen una
revalorización de la imaginación creativa de Y según explica Koschaker, en la Edad Media
los juristas. En realidad, este dinamismo crea- “los comentaristas [postglosadores] convirtie-
dor fue siempre una característica del Dere- ron los tesoros de la sabiduría jurídica romana,
cho Civil, salvo en las construcciones extremas la técnica del Derecho de Roma, en elementos
de la modernidad a las que nos hemos referi- aplicables a su época, en parte viva del Dere-
do. El desarrollo del Derecho en Roma se llevó cho de sus tiempos...”31. Calasso también nos
a cabo, no anquilosando la norma a través de señala que los comentaristas “sintieron la ne-
una lectura literal, sino liberando la capaci- cesidad de mantenerse adheridos a la realidad
dad creadora y la imaginación jurídica de los de la vida, para edificar sobre sólido”32. Más
“hombres prudentísimos” –viri prudentissimi– tarde, los juristas humanistas concibieron la
de Roma27. Y el propio Justiniano, aun cuan- renovatio del Derecho Civil como una refor-
do pretende otorgarle la mayor permanencia matio de la sociedad y las costumbres33.

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a su propia compilación, exige a Triboniano
que realice un trabajo creativo28: El Derecho No pedimos entonces demasiado al Derecho
no es un mero calco de disposiciones anterio- Civil cuando planteamos que debe aproximar-
res, sino una reflexión propia con ayuda de las se a la realidad de nuestro tiempo con ayuda
fuentes anteriores. de los instrumentos de las ciencias sociales e
incluso de las otras ciencias.
Por otra parte, el mundo del mañana –que
ya es de alguna manera el mundo de hoy– se Y de hecho este acercamiento comienza a pro-
presenta con características muy pragmáticas ducirse: Escuelas aparentemente tan opuestas
y técnicas: Las grandes palabras, aquellas cuya entre sí como Law & Economics y Critical Legal

25
CHARLES DE SECONDAT, BARON DE MONTESQUIEU. “Del espíritu de las leyes”. Madrid: Imprenta de
Villalpando. 1820. p. 53.
26
En: NEUMANN, Franz. “The Change in the Function of Law in Modern Society”. En: MARCUSE, Herbert. “The De-
mocratic and the Authoritarian State. Essays in Political and Legal Theory”. Nueva York: Free Press. 1964. p. 37.
27
Digesto: I, II, 4.
28
Digesto: Proemio, 47.
29
HART, Herbert. “The Concept of Law”. Oxford: Clarendon Press. 1961. p. 127.
30
Digesto, I, I, 10, 2.
31
KOSCHAKER, Pablo. Op. cit. p. 150.
32
CALASSO, Francesco. “Introduzione al diritto comune”. Milán: Giuffrè. 1970. p. 64.
33
Ibid. p. 199.
37
EL DERECHO CIVIL: PERSPECTIVAS FUTURAS

Studies, no son sino aspectos parciales de esta mamos derecho de propiedad, cuyo diseño
THEMIS 66 | Revista de Derecho

tendencia, al punto que constituyen dos cami- básico debe encontrarse no en cada una de
nos distintos, pero que conducen ambos hacia las leyes especiales, sino en las normas gene-
la postmodernidad. rales del Código Civil. De la misma manera, la
institución civil del contrato puede iluminar la
Una tercera condición –que no puede cumplir- interpretación de las normatividades más epi-
se si no se verifican las dos anteriores– es que sódicas sobre los distintos tipos de contratos
los civilistas sustituyan la estrategia del replie- especiales.
gue táctico por una estrategia de transforma-
ción y de fundamentación. Quizá este esfuerzo integrador debería inclu-
so alcanzar al Derecho Comercial, intentando
No es posible seguir perdiendo terreno y con- recuperar dentro del marco fundante del De-
formándose con retroceder a esos campos recho Civil a este hijo pródigo que dejó la casa
de la vida humana pretendidamente menos paterna del civilismo en la Edad Media: Italia
contaminados por la política, por la economía ya se ha orientado en tal dirección en su Códi-
o por la ciencia moderna. No hay ya campos go Civil de 1942, y algunos países de América
inmunes, y la búsqueda de un pequeño jardín Latina están también estudiando la posibilidad
florido y libre del mundanal ruido sólo puede de reunir el Código Civil y el Código de Comer-
conducirnos a la desaparición del Derecho Ci- cio en uno solo.
vil por encogimiento.
Evidentemente, una tarea de esta naturale-
El deseo de asegurar la permanencia al Códi- za requerirá grandes dosis de inventiva y de
go lleva a renunciar a aquellas áreas que han creación, porque no se puede pensar que la
adquirido demasiado dinamismo y que, en integración debe producirse haciendo entrar a
consecuencia –se piensa–, deben ser regula- la fuerza los nuevos conceptos dentro de las
das por leyes contingentes o por disposiciones viejas categorías del Derecho Civil que les que-
administrativas, a fin de que la modificación dan estrechas: La continuación de la tradición
constante de su régimen jurídico no afecte civilista sólo puede tener lugar a través de una
la majestad del Código. Pero el tiempo es un gran transformación.
vengador implacable contra quienes tratan
de paralizarlo: A pasos rápidos, el Código va V. CONCLUSIONES
quedando desactualizado y perdiendo impor-
tancia social. Evidentemente, los civilistas se- El nuevo Derecho Civil conservará los elemen-
guirán todavía escribiendo tratados de catorce tos de libertad, individualidad y racionalidad
tomos y dictando conferencias, pero la aplica- que le han otorgado un impulso tan grande
ción de su saber en la vida efectiva de la socie- durante los últimos siglos. Pero los concebirá
dad tendrá un alcance cada vez más limitado. en términos contemporáneos, sin las atadu-
ras ni los lastres de las formas jurídicas del
La única forma de recuperar el terreno perdi- pasado. Tendrá que ser muy realista y muy
do –y de conservar una presencia del Derecho imaginativo.
Civil en la vida social– es adoptando la estra-
tegia contraria: El Derecho Civil debe trans- Particularmente, el Derecho Civil tiene que
formarse imaginativamente y orientar sus de- pensarse a sí mismo dentro de un orden eco-
sarrollos a convertirse en un zócalo firme del nómico fundamentalmente distinto del que
pensamiento jurídico que regula las relaciones inspiró los Códigos del siglo pasado. Como lo
horizontales dentro de la sociedad, de manera hemos dicho, ese primer liberalismo atomis-
que cumpla una función de fundamento per- ta y simple ha dejado de ser significativo en
manente sobre el cual pueden construirse los la economía actual, y hemos ingresado a un
derechos especializados y variables. mundo donde la libertad se presenta estructu-
rada y donde las relaciones son complejas. En
Es así como, por ejemplo, puede haber mu- ese sentido, la tarea actual del Derecho Civil es
chas formas de propiedad, con diferentes superar ese aire un tanto provinciano, domés-
regímenes jurídicos específicos: Propiedad tico, de pequeño propietario, al que lo redujo
urbana, propiedad agraria, gran propiedad, la mentalidad pequeño-burguesa, para volver
pequeña propiedad, propiedad horizontal, a ser un Derecho común, una base –no sola-
etcétera. Pero es posible agrupar todas estas mente nacional, sino incluso internacional– de
propiedades en una institución a la que lla- las relaciones privadas entre los hombres.
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