C. PRESIDENTE DE LA TERCERA SALA PENAL DEL H. TRIBUNAL
SUPERIOR DE JUSTICIA EN EL ESTADO. P R E S E N T E.
., por mis propios derechos, promoviendo en
calidad de sentenciado, personalidad que tengo reconocida dentro de los autos del expediente penal número 59/2016, que se me instruyo en el juzgado tercero de Paz de Primera Instancia de esta ciudad, por el delito de violencia familiar, cometido en detrimento de ., misma causa penal relativa al Toca Penal citado al rubro superior derecho, ante usted con el debido respeto comparezco para exponer lo siguiente:
Que por medio del presente escrito, y con
fundamento en lo dispuesto en el numeral 205 del Código de Procedimientos Penales en Vigo en Nuestro Estado, vengo a formular los ALEGATOS que a mi parte favorecen, en contra de la sentencia definitiva de fecha diecisiete de octubre del año próximo pasado -2017-, emitida por la Juez de Paz de Primera Instancia de esta ciudad capital.
Fundo los presentes ALEGATOS en los
siguientes puntos de hechos y consideraciones legales a que paso a exponer:
AGRAVIOS
Lo constituye la sentencia definitiva
condenatoria de fecha diecisiete de octubre del año próximo pasado -2017-, emitida por la Juez Tercero de Paz de Primera Instancia de esta ciudad, emitida en contra del suscrito ., dentro de los autos del expediente penal número 59/2016, que se me instruyo por el delito de VIOLENCIA FAMILIAR, cometido en detrimento de ..
Asentado lo anterior, antes de entrar al
estudio de fondo del presente asunto que nos ocupa, es indispensable transcribir los elementos integradores del delito de VIOLENCIA FAMILIAR, los cuales a saber son:
a).- Que el activo lleve a cabo un acto abusivo
de poder
b).- Que tal acto, sea dirigido a agredir
físicamente, verbal, psicológica, patrimonial, económica o sexual a la víctima,
c).- Que sea dentro o fuera del domicilio
familiar y de,
d).- Que el agresor tenga o haya tenido con
la victima una relación; de matrimonio, concubinato 0 de hecho.
Elementos constitutivos que deben de
acreditarse acordes a las reglas de valoración de pruebas contenidas en los dispositivos 108, 109 y 110 del Código Adjetivo Penal en Vigor en Nuestro Estado, que consignan como obligación del Juez Natural apreciar las pruebas conforme a los lineamientos del ordenamiento legal antes invocado, exponiendo en sus resoluciones los elementos en que se funde para asignarles o negarles valor, así como cuál es el que les otorga con respecto a los hechos sujetos a prueba; entre otras reglas de valoración relativas a confesión, documentos, dictámenes periciales, declaración de testigos e indicios.
En este orden de ideas, y a consideración del
suscrito, los elementos de pruebas reseñados con antelación, no resultan aptos ni suficientes para el dictado de la sentencia definitiva condenatoria hoy emitida en contra del suscrito ., pues no existen datos suficientes para acreditar el cuerpo del delito en estudio, ni muchos menos para justificar mi responsabilidad penal en torno a delito que me imputa, en términos a como lo considero la Jueza Tercero de Paz de Primera Instancia.
Esto es así, pues para que tenga nacimiento
el delito de VIOLENCIA FAMILIAR, es requisito Sine Qua Non, que se integren en su totalidad los elementos estructurales de dicha figura delictiva, los cuales fueron transcritos en líneas precedentes.
En esta tesitura, después de analizar lo
resuelto por el Juez Penal de Primera Instancia de la ciudad de Comalcalco, Tabasco, atento las reglas relativas para la acreditación del cuerpo del delito y la responsabilidad penal, el suscrito sentenciado ., advierte que si bien es cierto, se citaron los preceptos aplicables a la ley sustantiva penal, así como los del código procedimental, y se establecieron diversos motivos para considerar que el suscrito tuvo participación en el delito que se me atribuye; empero, no lo es menos cierto, que estos no se adecuan a la hipótesis normativa que prevee el delito de VIOLENCIA FAMILIAR.
Así es, los motivos que esgrimió la Juez A
quo al momento de emitir la sentencia definitiva condenatoria, que hoy se impugna mediante esta vía del recurso de apelación, no se adecuan a la hipótesis normativa del injusto penal en comento, pues los elementos constitutivos se materializan cuando el Activo lleva a cabo un acto abusivo del poder y que tal acto sea dirigido a agredir físicamente, verbal, psicológica, patrimonial, económica o sexualmente a la víctima, ya sea dentro o fuera del domicilio familiar y que él agresor tenga o haya tenido con la victima una relación de matrimonio, concubinato o de hecho, por lo que, sino se demuestra que se actualizaron todos sus elementos no cobra vida jurídica el tipo penal en estudio.
En ese contexto, cabe precisar, que la Juez
natural estimo que los elementos constitutivos del delito en estudio, se acreditaron, en razón de que el suscrito ., el día cuatro de octubre del dos mil quince, aproximadamente a las seis de la tarde, llevo a cabo un acto abusivo de poder en contra de la ofendida ., pues la agredió física y verbalmente, ya que el hoy activo la jaló del brazo y le dio un empujón, asi como le dijo que la casa era de él, ya que ella por si misma no puede obtener nada, que es una ratera, gritándole que le va a quitar la casa y que cuando quiera le quita a la niña; hecho que aconteció en el domicilio ubicado en la calle Pico de Orizaba, calle 2, Manzana 3, edificio 10, departamento 4, fraccionamiento Santo Domingo, existiendo entre el activo y la pasivo una relación de matrimonio.
La conclusión anterior, la Jueza Tercero de
Paz de Primera Instancia de esta ciudad Capital, la sustento primordialmente con la denuncia presentada por la pasivo ., quien expuso ante la autoridad ministerial, los eventos ocurridos el día cinco de octubre del año dos mil quince, por parte del suscrito .; así como también con la ampliación de declaración que realizo la propia pasivo ante el mismo Órgano Investigador; declaraciones a las cuales se les concedió valor probatorio de indicio en términos de los numerales 108 y 110 del Código del Proceder en la Materia. Lo anterior, la Jueza Natural, lo eslabona con la valoración psicológica de fecha diez de octubre del año dos mil quince, emitida por la perito ROSA DEL CARMEN MAGAÑA SANCHEZ; así como también con la valoración psicológica de fecha veintiuno de noviembre del año dos mil quince, que fueron practicadas a la leso ., por peritos Adscritos a la Procuraduría General de Justicia en el Estado, quienes concluyeron entre otras cosas, que ésta actualmente se encuentra afectada emocionalmente, concediéndoseles valor probatorios en términos de los dispuesto por los artículos 82 y 89 del Código Adjetivo Penal en Vigor en Nuestro Estado.
Del mismo modo, la A quo corrobora los
anteriores medios de pruebas, con lo depuesto por la testigo MARIA FELIX CERINO CHACON, quien expuso los eventos ocurrido a su hija y hoy ofendida ., concediéndosele eficacia probatoria indiciaria en términos de los preceptos 108 y 109, fracción IV, del Código de Procedimientos Penales en Vigor en Nuestro Estado.
Asi las cosas, es evidente que las
consideraciones de la Jueza de Primera Instancia, le causan serios agravios al suscrito ., habida cuenta que si bien cierto, obran en autos del principal los medios de pruebas antes aludidos, en la especie, el suscrito no advierte, del examen que realiza del acervo probatorio reseñado por la Jueza A quo, que con tales medios de pruebas haya quedado acreditado el cuerpo del delito de VIOLENCIA FAMILIAR, y mucho menos mi responsabilidad penal, en torno a dicho antijurídico.
Se llega a la conclusión anterior, pues
conforme a las consideraciones que sustenta la sentencia definitiva condenatoria, hoy recurrida mediante esta vía de apelación, que paso de dicho es extensa por ser sumamente repetitiva, claramente se desprende, que para la acreditación de la responsabilidad penal del suscrito sentenciado ., en la perpetración del hecho delictuoso que se me atribuye, de manera especial a como ya ha quedado precisado con antelación, la Juez A quo, tomo en cuenta los medios de convicción relativos a la denuncia presentada por la ofendida .; así como también las valoraciones psicológicas practicadas a la pasivo ., por las perito ROSA DEL CARMEN MAGAÑA SANCHEZ Y LILIANA REYES EVERARDO, Peritos Adscritos a la Procuraduría General de Justicia en el Estado, mismas que realizaron con fechas diez de octubre y veintiuno de noviembre, ambas del año dos mil quince, respectivamente.
Medios de pruebas que a criterio del
suscrito, fueron valorados erróneamente por la Jueza Natural, pues de haberlos valorado correctamente, hubiese llegado a la convicción, que tales medios de convicción y de manera reiterativa, resultan ineficaces para que en la especie se acredite el cuerpo del delito de VIOLENCIA FAMIIAR, y mucho menos para justificar mi responsabilidad penal, en la comisión de dicho antijurídico.
Se dice lo anterior, en virtud, de que si bien
la ofendida manifestó: Que el activo el dia cuatro de Octubre del año dos mil quince ( 2015), como a las seis de la tarde, desplego un acto de poder abusivo en su contra al agredirla física y verbalmente, ya que la jaló de sus brazos y le dio un empujón; así como decirle, que la casa era de él, que es una ratera, gritándole que le va a quitar la casa, que le va a quitar la niña; no lo es menos cierto, que de dicha declaración de la que se dice ofendida, se advierte, que contrario a lo estimado por la jueza, no se acredita el primer elemento del delito de VIOLENCIA FAMILIAR, consistente: Que el activo lleve a cabo un acto abusivo de poder, sobre la víctima. Lo anterior, en razón que la juez no señala, ni precisa, de qué forma o como es que el suscrito, ejerce un acto abusivo de poder sobre la pasivo, puesto que del contenido de la declaración de esta, se desprende, que no existe tal acto abusivo de poder, en virtud que dice que uno de los problemas por los que se separaron fue por la deudas y porque ya no existía buena convivencia ya que no se toleraban; por lo que esto solo genera una causal de divorcio, pero no constituye ningún delito penal.
En cuanto a la violencia verbal, que la
ofendida dice le hizo el suscrito y hoy sentenciado .; ello contrario a lo expuesto por la juez, no quedó acreditado con ningún medio de prueba.
En lo que respecta a la queja de la
ofendida ., que el suscrito sentenciado el cuatro de Octubre del año dos mil quince, como a las seis de la tarde, haya ejercido violencia física y verbal en su contra; tampoco quedó demostrado.
Esto es así, pues en primer lugar, porque
solo existe la versión de la que se dice ofendida, la cual al no estar corroborada; sino aislada, por si sola es insuficiente para fincarme responsabilidad penal.
En segundo lugar: La ofendida dice, que el
cuatro de Octubre del año dos mil quince, como a las seis de la tarde cuando subía las escaleras de su habitación encontró a su esposo y este la jaló de los brazos y que la empujo y se metió a la casa; sin embargo, esta versión, no la justificó la agraviada, porque de haber sido cierto; inmediatamente lo primero que hubiese hecho era interponer su denuncia y no esperar hasta el día siguiente.
Por otra parte, la agraviada dice: que ese
día el suscrito activo, la jaloneo de los brazos, de ser así forzosamente debió haberle dejado huellas de donde la sujetó fuerte de sus brazos por ser una parte sensible del cuerpo o donde según la empujo; pero ello tampoco quedó justificado; ya que no existe, inspección ocular de lesiones por el fiscal; ni tampoco certificado médico en el que al ser examinada la pasivo le hubiese encontrado alguna huella de lesión como hematoma o cualquier otra alteración somática, para justificar la versión de la pasivo de que fue violentada físicamente, independientemente que no se trate de un delito de lesiones.
Del mismo modo, de esta declaración de la
ofendida, se desprende que más que nada, de lo que esta se queja: es que no quiere que la saquen de la casa donde habita con nuestra hija la cual es del suscrito hoy sentenciado.
También la agraviada se queja: que tiene
problemas porque su esposo cubrió algunos gastos con sus tarjetas de crédito de ella y actualmente no le da dinero y ella está endeudada.
De la misma manera la ofendida se queja:
que el suscrito, no le pasa pensión alimenticia para su hija que ella trabaja para mantenerse.
Finalmente termina diciendo la agraviada
que le preocupa cómo va a quedar con el suscrito ., con la casa donde vive actualmente; cómo van a quedar con las deudas de las tarjetas y cómo van a quedar con la custodia de nuestra hija. De lo anterior se desprende a todas luces, que las cuestiones planteadas por la ofendida, no constituyen de ninguna manera, el tipo de delito penal que se atribuye, pues son cuestiones que deben resolverse por otra vía idónea distinta a la penal.
Razones por las cuales el suscrito .,
considera que el dicho de la ofendida no se encuentra justificada con otros medios de prueba que la hagan verosímil; por lo que carece de valor probatorio.
En esta tesitura, estimo e insisto que me
causa agravios que la jueza haya concedido valor probatorio al dicho de la agraviada, en virtud, que como ya se dijo, la agraviada miente, como se advierte de su comparecencia del dia siete de Noviembre del año dos mil quince (2015), ya que dice que el suscrito, no le ayuda en los gastos de nuestra menor hija, ni de la casa ni de deudas que ella cubre todo con el sueldo de su trabajo, versión que se encuentra desmentida, ya que de autos se advierte, que existe un juicio de Pensión Alimenticia y guardia y custodia en el juzgado Segundo Familia de esta ciudad de Villahermosa, Tabasco, Centro, que promovió la pasivo en mi contra, donde se me descuentan de mi salario $1350.00 (MIL TRECIENTOS CINCUENTA PESOS 00/100 M.N), aparte de que hice un depósito voluntario por $500 (QUINIENTYOS PESOS 00/100 M.N).
Además, que la ofendida trabaja en el
Colegio Americano, como maestra en computación, tal y como quedó demostrado en autos, donde percibe una remuneración por sus servicios.
TAMBIÉN ME CAUSA AGRAVIOS, que la
Juez Natural, le haya concedido valor probatorio como ya se dijo a la declaración de la ofendida ya que se contradice con lo expuesto por la testigo de cargo MARIA FELIX CERINO CHACON.
Esto es así, pues la testigo MARIA FELIX
CERINO CHACON, dijo, que era la segunda vez que su yerno -el suscrito- se ponía agresivo, refiriendo con relación a los hechos (textualmente) “… que acompaño a su hija ya que la niña estaba enferma y ella sabía que él no vivía con su hija que él la estaba esperando en la puerta de su casa y cuando vio a mi hija, él la empujo y entro a la casa, alegando que quería el divorcio…”.
Como puede advertirse, la ofendida miente
ya que dijo, que su esposo el día del evento la sujeto y jaloneo de ambos brazos, la empujo y la agredió verbalmente, ya que le dijo que le va a quitar la casa y la niña; en tanto que la testigo quien resulta ser la madre de la ofendida; nunca manifestó que el esposo de su hija el día del evento hubiese observado que la sujeto de ambos brazos y la hubiese jaloneado como lo dijo la ofendida.
La testigo tampoco dijo; haber escuchado
que el suscrito hubiese agredido verbalmente a su hija la hoy ofendida, gritándole: que le iba a quitar la casa y a su hija como lo manifestó la ofendida; sino que la testigo dijo, que al llegar el pasivo a su casa el suscrito la esperaba y al abrir la casa entró y que discutieron por cuestiones del divorcio y no por otras circunstancias como lo alego la agraviada. Por lo que se insiste, que el dicho de la ofendida carece de valor probatorio pues lo único que quiere es quedarse con mi casa; por lo que no se acredita que el activo haya ejercido en su contra ningún tipo de violencia, y tan es así que en cuanto a la agresión física de la que habla la pasivo, es decir, del empujón que supuestamente le dio el suscrito para introducirse a su domicilio, no dejo como consecuencia alguna alteración en su humanidad, que corroborara fehacientemente la existencia de dicha agresión física, lo cual se demuestra con el dictamen de fecha diez de octubre del dos mil quince, en donde la doctora Magda F. Jerónimo Jiménez, adscrita a los servicios periciales de la Fiscalía General del Estado, quien certifico que la hoy ofendida no presento huella de lesiones traumáticas externas que clasificar,
DEL MISMO MODO ME CAUSA
AGRAVIOS, que la juez, le haya concedido valor probatorio a los dictámenes psicológicos de formatos, pues solo mencionan, que emplearon métodos y técnicas, así como los test proyectivos de los cuales dan sus nombres; pero no explicaron en que consistieron cada uno de estos test, cual fue el resultado, para tener la certeza jurídica, que revelen que la ofendida requiere atención psicológica; además que las psicólogas se contradicen entre ellas; pues mientras que la psicóloga ROSA DEL CARMEN MAGAÑA SANCHEZ, refirió: que la agraviada de mérito, presentó una afectación emocional y que para subsanar tal anomalía requiere de un tiempo estimado de 4 meses; la psicóloga LILIANA REYES EVERARDO, concluyó: que la ofendida no presenta afectación emocional; sino solo una alteración emocional y que solo requiere de atención psicológica por tres meses.
Se reitera, que ambas psicólogas se
contradicen entre ellas, puesto que no es posible que examinen a una misma persona como lo es a la lesa LAURA LANDERA CERINO, y una diga que la ofendida está afectada emocionalmente y la otra diga, como ya se dijo, que solo presenta una alteración emocional, ya que son dos sintomatologías completamente distintas; además que del contenido de sus dictámenes se desprende: que ambas psicólogas solo hacen sugerencias, que asista la ofendida a atención psicológica; pero si solo hacen sugerencias; se entiende que la agraviada, no necesita atención psicológica, por no estar afectada emocionalmente y por ello solo hacen sugerencia. Además, que también las psicólogas son discordantes en el tiempo de la asistencia psicológica, pues un habla de cuatro meses y la otra de tres meses; razones por las que no tiene razón la juez en concederles valor probatorio.
En ese contexto, cabe precisar, que la Juez
ni siquiera valoro diligencia de RATIFICACION del dictamen psicológico de fecha diez de octubre del dos mil quince, realizado por la perito ROSA DEL CARMEN MAGAÑA SÁNCHEZ, pues en dicha diligencia y a la segunda pregunta directa realizada por mi defensor particular, dicha perito sostiene que de las pruebas efectuadas a la ofendida no las detallo específicamente, es decir cada una de la operaciones efectuadas para llegar a su conclusión, porque en la dirección de los servicios periciales solo le entregan un machote de evaluación para los delitos de violencia familiar, y como perito forense solo se acatan a dicho machote; del mismo modo argumento que tampoco tuvo ningún impedimento para poderlos detallar en su dictamen; así mismo dicha perito refirió que se necesita de siete a diez días para concluir un dictamen y para analizar a la víctima es de tres a cuatro sesiones y que solamente la analizo un una ocasión a la víctima; de todo lo anterior se obtiene que la juez no realizo una correcta valoración a las pruebas, pues de haberlo hecho así, hubiese llegado a la convicción de que tal material probatorio, no era apto ni suficiente para acredita la violencia familiar psicológica de la que habla la ofendida en su declaraciones, ya que no se encuentran sostenidas por datos de prueba que hagan creíble que si padeció dicha violencia psicológica, por lo tanto no se configura el delito en comento.
Lo mismo debe decirse por lo que respecta
al dictamen psicológico emitido por la perito LILIANA REYES EVERARDO, de fecha veintiuno de noviembre del dos mil quince, ya que esta perito no ratifico su peritaje ante esta autoridad, y porque además, del resultado de la ratificación que hizo la perito en psicología Rosa del Carmen Magaña Sánchez, se obtiene que también el peritaje primeramente invocado carece de los requisitos que señalan los articulo 89 y 109 fracción III del Código de Procedimientos Penales en el Estado de Tabasco, vigente en la comisión del delito, es decir, por lo tanto sus conclusiones están viciadas de veracidad, ya que dichos peritos solo utilizan machotes, para elaborar sus dictámenes sin detallar específicamente los métodos y las técnicas que utilizaron, para concluir dichos doctamente, tampoco menciona ni detalla las operaciones que se practicaron y de los resultados obtenidos de ellas es por eso que su señoría deberá restarle valor probatorio a dichos dictámenes psicológicos.
Cabe destacar, que los aludidos medios de
convicción reseñados con antelación, es decir, las pruebas científicas que realizaron las peritos dependientes de la Procuraduría General de Justicia en el Estado, la juez Inferior, de ningún modo la debió de adminicular con el dicho de la agraviada, al menos en la parte en la que la juez sustenta su sentencia, esto es, cuando la ofendida refiere que el suscrito el dia cuatro de Octubre del año dos mil quince ( 2015), como a las seis de la tarde, desplego un acto de poder abusivo en su contra al agredirla física y verbalmente, ya que la jale de sus brazos y le di un empujón; así como decirle, que la casa era de él, que es una ratera, gritándole que le va a quitar la casa, que le va a quitar la niña, precisamente porque ese relato no le fue expuesto a los peritos, durante el desahogo de la prueba pericial, para que estos pudieran efectuar las operaciones necesarias para determinar si el suscrito CESAR AUGUSTO ARIUAS CASTRO, genero alguna afectación psicológica en la pasivo; de ahí, que el suscrito es reiterativo que la juez no valoro correctamente las pruebas.
Sobre ese mismo orden de ideas, cabe
precisar, que la juez tampoco pronuncia respecto a las fotografías exhibidas por la parte ofendida, es decir, que no las valoro, las cuales indican que el suscrito tomo sus pertenencias del domicilio de la ofendida sin violencia alguna, tan es así que ninguna fotografía revela las supuestas agresiones físicas o verbales de la que habla la ofendida, sino por el contrario se advierte a todas luces, que todo está en orden en el domicilio de la pasivo, lo que conlleva a estimar que no existió violenta alguna en contra de la pasivo, a como lo trata de hacer valer dolosamente esta; cabe advertir a esta Sala Penal, que deberá tomar en cuenta y minuciosamente la primera versión de la parte ofendida ., la cual vertió el cinco de octubre de dos mil quince, ante el ministerio público investigador, y en donde es clara en decir textualmente lo siguiente “…yo lo que quiero es que no me moleste y que aclaremos como vamos a quedar con lo de la casa y con las deudas y con nuestra hija…”, de lo que se infiere y se reitera que en ningún momento hubo violencia familiar alguna, ya que durante todo el evento nunca sintió temor alguno de que fuera agredida por el suscrito , incluso tan es así que refiere de que hablo a la patrulla para que el suscrito saliera se saliera, y termino diciendo que lo único que quiere que no la moleste, lo cual demuestra de que no existió como tal las agresiones físicas o verbales, máxime hasta la presente fecha el suscrito tampoco ha realizado ningún acto jurídico para quitarle la guarda y custodia de nuestra menor hija de identidad reservada, mucho menos de la casa que actualmente habita precisamente con nuestra menor hija, y si por el contrario existen evidencias que demuestran que la ofendida a promovido diversos juicio en contra de mi defendido del orden familiar como lo es la pensión alimenticia para la menor, guarda y custodia y de carácter penal el incumplimiento de las obligaciones y asistencia familiar.
En la misma tesitura, la juez, en ningún
momento analiza o valora, el informe rendido por la Escuela donde imparte clases la hoy ofendida, del cual se desprende que continuo normalmente sus labores, es decir, que en ningún momento los interrumpió y mucho menos existe indicio alguno que haya cambiado su aptitud personal, de lo que denota que jamás sufrió alteración emocional en su persona, y esto es así, que hasta la presente fecha, no se ha realizado ninguna sesión psicológicas tal y como se le sugirió, amén de que en ninguna diligencia se advirtió que estuviera alterada emocionalmente, pues de haber sido así, la juez lo hubiese notado y asentado para mejor certeza de los hechos; de lo que se colige que la pasivo no sufrió ninguna alteración psicológica, como erróneamente lo establece la juez natural, y aún lado de lo anterior, existe la negativa de los hechos que en todo momento realizo el suscrito ., al decir que no son ciertos los mismos, y en que en ningún momento se salí de la casa ya que fue la ofendida la que cambio la chapa de la casa impidiéndome la entrada a la misma y que a consecuencia de sacarme de la casa me demando por pensión alimenticia, todo lo cual queda claro que en el presente asunto, no se acredito fehaciente mente el delito de VIOLENCIA FAMILIAR que se imputa, por ende tampoco existe datos de pruebas que acredite la plena responsabilidad del suscrito ., en orden a su comisión.
Insisto, que me causa agravios la postura de
la jueza, ya que, de las pruebas antes aludidas, no se acredita el elemento acto abusivo de poder dirigido a agredir física y verbalmente, dado que la versión de la ofendida, no es digna de crédito jurídico, y por lo tanto, insuficiente para acreditar este delito de violencia familiar, pues con las pruebas señaladas, solo se puede obtener, que el suscrito, tuvo una relación de matrimonio con el sentenciado y que procrearon una hija; que existió una discusión y que fue en el interior de su domicilio e inclusive no se advierte que haya existido como erróneamente lo hacer valer la juez Natural, que haya existido violencia física y psicológica, sino que existió una discusión como ocurre en cualquier matrimonio, es más no siquiera se desprende que haya existido alteraciones de voces, sino insisto una simple conversación de desacuerdo entre el suscrito y la pasivo.
Por lo que no quedó claro en términos
argumentativos y probatorios para establecer: Un acto abusivo de poder entre el sentenciado y la ofendida; tampoco como es que se tornaba abusivo y como es, que se descubría con las pruebas del sumario; que ese acto ya tornado abusivo, era dirigido a ocasionar maltrato sobre la víctima; sobre todo, que no quedó demostrado, que la pasivo dependa económicamente de él, pues ella trabaja devengando un sueldo como maestra, e incluso refiere manejar diversas tarjetas de crédito, lo que denota una buena solvencia económica.
Máxime, que esa relación de poder debe ser
comprobada de manera tal, que se desvirtué, la presunción legal establecida en el artículo 4 de la Constitución Federal Mexicana, sobre la igualdad entre el hombre y la mujer, por ello que, de forma clara, en la investigación se debe establecer, como es que surge esa subordinación entre el activo y la víctima.
Lo anterior porque el acto abusivo de poder
del activo para agredir físicamente a la víctima, no consiste en que existe una agresión física, porque ellos constituyen la consecuencia del delito, más no ese primer elemento que lo que sanciona, es el acto abusivo de poder. Entendiéndose según el diccionario de la Real Academia Española. ACTO: Se define como acción maniobra o movimiento. ABUSIVO: Es algo excesivo o desmedido. PODER: Se define como autoridad, mando superioridad. AGREDIR: Herir, golpear o dañar. FÍSICA: Se entiende como corporal o material.
Por lo que, para acreditar el delito en
mención, se debe demostrar que el sujeto activo tiene cierto grado de autoridad, mando o superioridad respecto de la víctima; que desplego una maniobra o movimiento tendiente a herir, golpear o dañar corporal o materialmente o psicológicamente al sujeto pasivo, pero sobre todo, que esa conducta resulte excesiva o desmedida.
Lo anterior cobra relevancia, debido a que
toda agresión física a un miembro de la familia debe ser sancionado por la Ley como un delito cuando por resultar excesiva o desmedida, afecte el sano desarrollo de la familia, el cual es el bien jurídico protegido por la familia; que no es el caso.
Lo anterior encuentra sustento jurídico en la
tesis jurisprudencial bajo el rubro “VIOLENCIA FAMILIAR. ELEMENTOS QUE SE DEBEN ACREDITAR CON NUMERO DE REGISTRO PARA SU LOCALIZACION 168522 DE TRUBUNALES COLEGIADOS.
Además, entre las consideraciones que
motivaron la modificación de la actual redacción del artículo 208 BIS del Código Penal, se tomó como base el principio de la igualdad al indicar: que la igualdad entre mujeres y hombres es un principio fundamental que se engloba entre los más importantes Derechos Humanos y se garantiza en la Constitución Federal Mexicana; razón por la cual rige el marco de convivencia de las sociedades modernas desarrolladas y civilizadas.
TAMBIÉN ME CAUSA AGRAVIOS que se
me haya condenado al pago de la reparación de daños, por la cantidad de $8,000.00, lo anterior en virtud que de los dictámenes psicológicos emitido por las psicólogos ROSA DEL CARMEN MAGAÑA SANCHEZ, quien dejó asentado que la ofendida de referencia presento una afectación emocional y que sugiera apoyo psicológico por un tiempo estimado de cuatro meses de terapias, con una sesión cada terapia. En tanto que la psicóloga LILIANA REYES EVERARDO, concluyo: que la ofendida se encuentra alterada emocionalmente por lo que su estado emocional es favorable, razón por la cual sugiera atención psicológica por un tiempo estimado de tres meses a razón de $500.00 por sesión cada semana por lo que ambas psicólogas son imprecisas en cuanto a la sintomatología y el tiempo que requiere de atención psicológica la pasivo.
DEL MISMO MODO ME CAUSA
AGRAVIOS, que, si bien se me concedió el beneficio de sustitución de pena de prisión por multa, esta sea por la cantidad de $25,586.80, lo anterior en virtud que es carente de bases jurídicas al no existir fundamento legal al respecto sobre todo que la constitución establece que en este tipo de beneficios la sanción debe ser asequibles y no lo es en este caso.
Por lo tanto, como ya se dijo, al no
acreditarse el primer elemento del delito de VIOLENCIA FAMILIAR; tampoco se justificó la responsabilidad penal que me es atribuida; por lo que se debe de REVOCAR la sentencia definitiva condenatoria hoy impugnada, y se me ABSUELVA de ese delito, debiéndoseme expedir mi boleta de libertad absoluta; pues soy completamente inocente del delito que se me atribuye por las razones que ya han quedado señaladas.
Por lo antes expuesto y fundado:
A UD. PRESIDENTE DE LA TERCERA SALA PENAL DEL H. TRIBUNAL
SUPERIOR DE JUSTICIA EN EL ESTADO, ATENTAMENTE PIDO:
UNICO.- Tenerme por presentado en
los términos del presente escrito, expresando mis AGRAVIOS a favor del suscrito sentenciado CESAR AUGUISTO ARIAS CASTRO, solicitando se REVOQUE la sentencia definitiva condenatoria hoy impugnada y se me absuelva de toda responsabilidad penal, debiéndose expedir de manera inmediata la boleta absolutoria.