Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
La hipoacusia en el adulto
J.F. Casamitjana, C. Pollán y E. Perelló
Hospital Universitari Germans Trias i Pujol. Barcelona.
El sentido de la audición es un factor clave puede suponer el éxito del tratamiento, la no progresión de
para nuestra comunicación con el exterior. la enfermedad y proporcionar al paciente un buen estado
Sus trastornos o déficit son, por ello, un funcional.
La hipoacusia se define como la pérdida de audición con
motivo habitual de consulta. En función
respecto a la normalidad, que está ligada a la edad del pa-
de la localización anatómica de la afección, ciente. La hipoacusia es un síntoma, que nos indica una en-
distinguiremos entre hipoacusias de fermedad subyacente, de ahí la importancia no tan sólo de
transmisión (afectan al oído externo y medio) llegar a su constatación sino a un buen diagnóstico etioló-
y las hipoacusias de percepción (afectan al gico.
Para su correcta catalogación la hipoacusia debe ir ligada
oído interno). Las hipoacusias de transmisión
a un adjetivo que nos determine su gravedad o grado. La hi-
suelen tener su origen en procesos infecciosos poacusia se puede definir de forma cualitativa en diferentes
o de anquilosis de las articulaciones de grados, leve, moderada, grave o profunda, o bien se puede
la cadena osicular. Además del tratamiento establecer por el porcentaje de pérdida a partir de la gráfica
etiológico, son susceptibles de tratamiento audiométrica. Aun así, la hipoacusia se define de forma con-
quirúrgico para corregir los déficit auditivos. creta y fehaciente por la gráfica audiométrica que nos orien-
ta hacia el diagnóstico de la patología subyacente.
Las hipoacusias de percepción se relacionan
Para definir los tipos de hipoacusias y cómo llegar a su
con el envejecimiento del órgano sensorial, diagnóstico debemos realizar un repaso a la fisiología y la
presencia de tóxicos y ruidos externos o por la exploración auditivas.
afección de las vías de transmisión al cerebro.
No tienen tratamiento quirúrgico para mejorar
Fisiología de la audición
la audición y la adaptación de prótesis
auditivas es su única opción para la
El oído es un órgano sensorial, con la función de informar-
recuperación funcional. nos de la energía ondulatoria exterior, y es capaz de captar
las ondas sonoras que oscilan entre 16 y 20.000 Hz7. Las on-
La consulta por hipoacusia en los adultos es uno de los pro- das sonoras se transmiten por el aire (energía mecánica), se
blemas más frecuentes con los que se enfrenta el médico ge- captan en el oído externo, son amplificadas en el oído medio
neral. Es habitual la consulta por presentar dificultades de y transmitidas a un medio líquido (oído interno) donde se
audición en ambientes ruidosos, excederse en el volumen transforman en la cóclea (oído interno) en una señal bioeléc-
del televisor, o bien no seguir de forma adecuada las conver- trica que es remitida por las vías auditivas al córtex cerebral.
saciones. Todo ello conlleva múltiples etiologías que pueden
ser la causa de dichas alteraciones. Su diagnóstico precoz Función del oído externo
El pabellón auditivo y el conducto auditivo externo (CAE)
tienen la función de captar el sonido y dirigirlo hacia el oído
medio. El pabellón auditivo en el ser humano no es móvil,
por lo que no puede dirigirse hacia la fuente sonora y ampli-
Palabras clave: Hipoacusia de transmisión. Hipoacusia neuro-
sensorial. Adulto. Diagnóstico. Tratamiento. ficar el sonido. El conducto auditivo externo permite separar
el oído medio del ambiente externo protegiéndolo de agre-
80 Utilidad
– Detección de la función auditiva y el establecimiento de
100 forma aproximada del umbral de audición.
125 500 1.000 2.000 4.000 8.000 – Distinguir en las hipoacusias de percepción las hipo-
Hz acusias cocleares de las retrococleares y/o centrales.
contracción provoca la rigidez de la cadena osicular y una Las hipoacusias de transmisión son aquellas generadas en el
disminución de la distensibilidad timpánica. Ello permite oído externo y el oído medio, y que no transmiten o amplifi-
conocer si el reflejo estapedial está presente o no y a qué in- can el sonido. Presentan las características acumétricas y au-
tensidades se desencadena en las diferentes frecuencias ex- diométricas antes definidas.
ploradas4.
Oído externo
Utilidad Las patologías que afectan al oído externo lo hacen básica-
– Presencia de presiones timpánicas negativas en el oído mente por un fenómeno obstructivo, ya sea por una entidad
medio (ototubaritis, otitis adhesivas). ajena o por enfermedades del propio conducto.
– Presencia de mucosidad en el oído medio (otitis sero-
sa). Ceruminosis o tapón de cerumen
– Presencia de pequeñas perforaciones timpánicas o per- Es la entidad más frecuente en el conducto auditivo externo.
meabilidad de los drenajes. Favorece su aparición la morfología del conducto, el uso de
– Presencia o no del reflejo estapedial (parálisis facial, bastoncillos, la sequedad en la piel o la descamación de la
tumores de ángulo cerebeloso, enfermedades neurológicas). misma y algunas patologías, como la psoriasis.
Osteomas
100
125 500 1.000 2.000 4.000 8.000 Formaciones óseas benignas del oído externo que en forma per-
Hz lada crecen de la porción ósea del CAE. Pueden llegar a la oclu-
sión del CAE por su propio crecimiento o por la interposición de
Figura 3. Audiometría con hipoacusia transmisiva izquierda. cerumen o de pieles descamadas. El tratamiento es quirúrgico.
Oído medio
Volumen cavidad ac0,97a: cm3 Valor del máximo:
Gradiente: 70 daPa Compl 0,55a: cm3 Se producen por lesiones en el complejo timpanicooscicular.
Timpanometría derecha Intensidad: 5 daPa Dichas lesiones pueden estar originadas por procesos infec-
cm3 cm3
1,5 ciosos, traumáticos y tumorales, o bien por enfermedades
0,1 degenerativas del oído medio.
1,0 Crónica
1,0
Seroadhesiva. Proceso degenerativo del anterior en el
que las presiones negativas retraen el tímpano hacia la caja
timpánica, adhiriéndose a la cadena osicular y bloqueando la
0,5 pared posterior.
0,0
Adhesiva. Adhesión de toda la membrana timpánica al
daPa
–400 –200 0 200
fondo de la caja timpánica con lisis parcial o completa de la
cadena osicular.
Figura 4. Impedanciometrías con curva normal (a); curva que indi-
ca presencia de presiones negativas en el oído medio por deficien- Crónica supurada. Se caracteriza por una perforación
cia en la ventilación tubárica (b); curva plana que indica presencia
de una perforación timpánica o bien presencia de mucosidad en el central, con afección inflamatoria crónica de más de 6 sema-
oído medio, por lo que impide la movilidad timpánica (c). nas, con otorrea no fétida y sin afección osicular. Los gér-
menes habituales son Staphylococcus aureus, Pseudomonas
aeruginosa y Proteus. El tratamiento es médico, con gotas
Queratosis obturans tópicas (ciprofloxacino), y quirúrgico, mediante la repara-
Proceso benigno de hiperplasia del epitelio del CAE que ción de la posible perforación timpánica residual y/o la ca-
puede ocluirlo de forma completa. Su tratamiento es médi- dena osicular.
co, con la administración de corticoides, o bien mediante re-
sección quirúrgica. Crónica colesteatomatosa. Es una de las causas más
frecuentes de supuración en el oído medio6. Se origina por
Tumores malignos del CAE la migración de epitelio poliestratificado escamoso del CAE
Epiteliomas y basaliomas que generalmente se han extendi- hacia la mucosa del oído medio, lo que origina la descama-
do desde el pabellón auditivo. Su tratamiento es quirúrgico. ción celular, detritus ricos en cristales de colesterol que for-
man quistes epidermoides (skin in a wrong place) llamados asocia en un 10% de los casos a quemodectomas de otras lo-
colesteatomas. Aunque puede permanecer estéril, su infec- calizaciones, donde destacan los cervicales. La clínica más
ción desencadena una otorrea crónica fétida, aumentando la habitual es la presencia de una hipoacusia de transmisión
proliferación del quiste. Crecen comprimiendo y lisando las acompañada de una imagen otoscópica de un tímpano rojo
estructuras adyacentes lo que provoca la destrucción ósea en su tercio inferior y un acúfeno pulsátil. En caso de tumo-
de la cadena osicular, así como las estructuras óseas que res de mayor extensión se afectan otros pares craneales (VII,
protegen el oído interno (pueden originar vértigos, hipoacu- IX, X y XI). El tratamiento es quirúrgico.
sia neurosensorial, parálisis facial y abscesos cerebrales o – Carcinoma epidermoide.
meningitis). Pueden ser congénitos o adquiridos. Su trata-
miento es quirúrgico, mediante la realización de una timpa- Otosclerosis
noplastia radical y la reconstrucción, si es posible, de la ca- Es una enfermedad del hueso de la cápsula ótica que forma
dena osicular. el oído interno. Se debe a una alteración de la betacolagena-
Producen secuelas que provocan una hipoacusia de trans- sa, en zonas donde persiste cartílago embrionario, lo que ori-
misión: gina un hueso mal formado que se lisa (osteólisis) y que se
repone con hueso no estructurado (osteoespongiosis). Este
– Perforación timpánica. Puede originar una pérdida má- hueso no estructurado da la formación de focos otoscleróti-
xima de 45 dB. Su tratamiento es quirúrgico. cos que pueden anquilosar la articulación de la platina con la
– Timpanofibrosis. Proceso cicatrizal del tímpano. ventana oval. Es una de las causas más frecuentes de hipo-
– Anquilosis de la cadena. acusia en el adulto y predomina en el sexo femenino (2/3).
– Lisis óseas. Se presenta entre los 18 y los 35 años de edad y se relaciona
– Timpanosclerosis. Degeneración hialina de las capas con los embarazos en la mujer. En dos terceras partes de los
más profundas de la membrana timpánica. Presenta un as- casos existen antecedentes familiares de la enfermedad y se
pecto calcáreo y, en el caso de que se afecte la caja timpáni- ha constatado un mecanismo hereditario autosómico domi-
ca, puede originar la anquilosis de la cadena osicular. nante de penetración variable. Los focos de otosclerosis ge-
neralmente se sitúan en el 80% de los casos en la ventana
Traumatismos oval, en el 35% cerca de la ventana redonda y en un 35% en
la cóclea. En función del grado de fijación de la platina y la
Traumatismos directos ventana oval podemos distinguir tres tipos: a) sólo hay fija-
Por interposición de horquillas, bastoncillos o lápices11. Ori- ción anterior; b) fijación de toda la platina, y c) encubri-
ginan perforaciones que en buena parte de los casos se solu- miento de la platina por hueso otosclerótico, siendo difícil la
cionan de forma espontánea al cabo de 6 semanas. La audi- identificación de la misma.
ción se recupera si no hay lesión osicular. En el caso de per- Presenta como sintomatología una hipoacusia de transmi-
manecer las lesiones se deberá realizar una miringoplastia y sión que se muestra en el audiograma en la llamada forma
una reconstrucción osicular. de bañera. Presentan el fenómeno de la paracusia de Willis:
mejoría de la sensación auditiva en ambientes ruidosos. En
Barotrauma su evolución puede asociarse la hipoacusia transmisiva a
Cambios bruscos de presión, que la trompa de Eustaquio no una hipoacusia neurosensorial (por presencia de foscos de
es capaz de compensar, pueden provocar hemorragias en la otospongiosis en la cóclea). Además, pueden aparecer acúfe-
caja y secreción mucosa, como en una otitis serosa. Si es nos y síndrome vertiginoso en escasas ocasiones.
muy brusca, incluso puede haber afección laberíntica por
impacto del estribo en la ventana oval. – Otoscopia. Normal, aunque se puede observar un enro-
jecimiento de la zona del promontorio.
Fracturas del peñasco temporal10 – Acumetría. Rinne–, con lateralidad del Weber al lado
Sobre todo las de trayecto longitudinal, en el 40% de los ca- enfermo.
sos, se asocian a hipoacusia de transmisión. Las lesiones que
causan son: perforación de la membrana timpánica, disrup- Tratamiento
ción de la cadena osicular, hemotímpano, afección laberínti- El tratamiento de elección es quirúrgico mediante una esta-
ca, lesión del nervio facial y fístula perilinfática. pedectomía o una estapedotomía13, que consiste en retirar el
estribo y sustituirlo por una prótesis de teflón o polietileno.
Tumores La intervención, en la gran mayoría de los casos, cierra el
– Glomus timpánico y yugular. Es el tumor más frecuente gap transmisivo aunque no cura la enfermedad, pudiendo
en el oído medio. Su origen está en las células de estirpe que haber una degeneración coclear posterior. Las prótesis audi-
provienen de la notocorda. Más frecuente en mujeres, se tivas son útiles en enfermos no quirúrgicos, en casos de fra-
caso de la cirugía o rechazo del tratamiento, o en los que la sustrato anatomopatológico es el hydrops endolinfático. La
degeneración coclear lleva a una hipoacusia de percepción. fisiopatología es controvertida:
Formas de otosclerosis asociadas a enfermedades óseas – Hiperproducción de endolinfa, que puede ser debida en
sistémicas teoría a tres factores: disminución de la presión osmótica
Se puede asociar a osteogénesis imperfecta, sobre todo en plasmática, estimulación de la secreción de endolinfa por el
los enfermos del tipo I A. Cuando los enfermos presentan sistema estrial o por un aumento de la presión osmótica en-
fragilidad ósea leve, escleróticas azules y otosclerosis, reci- dolinfática por acumulación de detritus celulares.
ben el nombre de síndrome de Van der Hoeve y Klein. – Reabsorción insuficiente de endolinfa en el saco endo-
linfático, dañado por algún mecanismo genético, infeccioso,
traumático u otro.
Hipoacusias neurosensoriales
en el adulto Una vez establecida la hiperpresión endolinfática, se pro-
duce el daño coclear por:
Entenderemos como tales aquellas sorderas de aparición en
la edad adulta en un individuo previamente normooyente, – Mecanismo físico, por aumento de la presión endolin-
en el que se ha descartado la existencia de una patología del fática.
oído externo y medio como causa de dicha hipoacusia. – Mecanismo metabólico.
– Agnosia auditiva. Consiste en una incapacidad para re- mo pronóstico la edad y la intensidad de la pérdida auditiva
conocer los sonidos: todos se perciben como un ruido ini- inicial, a mayor edad y mayor pérdida peor pronóstico. Ante
dentificable. La audiometría es normal o poco alterada. Sue- una hipoacusia de estas características es necesario realizar
le ser debida a lesiones temporales bilaterales. un rastreo de posibles causas, que consistirá en un estudio
– Sordera verbal. Es la pérdida de la comprensión del cardiovascular y de coagulación para descartar posibles ac-
lenguaje hablado y de la escritura bajo dictado. La escritura, cidentes embólicos, serología sifilítica y patología retroco-
el lenguaje espontáneo y la lectura son normales. Se produce clear (neurinoma básicamente), con PEATC o resonancia
por lesiones que afectan al lóbulo temporal izquierdo (en magnética (RM) según proceda. El tratamiento que se usa es
diestros) por desconexión del área de Wernicke del córtex empírico a base de corticoides y vasodilatadores. También
auditivo primario e interrupción de las fibras del cuerpo ca- hay quien defiende el uso de anticoagulación y de oxigeno-
lloso hacia el córtex auditivo contralateral. terapia en cámara hiperbárica. Cuando además de la hipo-
– Hemianacusia. Sordera unilateral (sobre todo cuando acusia existe un cuadro vertiginoso, puede tratarse de una la-
hablan varias personas a la vez) por lesión unilateral del área berintitis.
acústica cortical contralateral a la lesión. Los potenciales
evocados corticales son anormales. La hemianacusia iz- Ototoxicidad medicamentosa. Actualmente, se aprecian
quierda se puede acompañar de alucinaciones auditivas y de hipoacusias secundarias al uso de fármacos, sobre todo por
hemianopsia y hemiplejía izquierdas. La hemianacusia dere- quimioterápicos (cisplatino y derivados) y menos frecuen-
cha se acompaña siempre, al menos inicialmente, de proble- temente por aminoglucósidos, como hace unas décadas,
mas del lenguaje. cuando se usaban de modo masivo y en altas dosis para tra-
– Amusia. Es una agnosia para sonidos musicales. tar la tuberculosis (la estreptomicina). También está descrita
la ototoxicidad de los diuréticos del asa (furosemida y ácido
Etiología de las hipoacusias neurosensoriales etacrínico) y de los salicilatos, pero no es frecuente obser-
del adulto varlo en la práctica clínica. De forma característica, las hipo-
acusias por ototóxicos afectan de modo bastante simétrico a
Hipoacusias de instauración aguda ambos oídos, con umbrales mayores en frecuencias altas. Es
posible, mediante la historia médica, establecer una relación
Traumatismos del peñasco con lesión del nervio auditivo temporal entre el uso del fármaco y la aparición de la hipo-
o laberíntica. Con frecuencia cursan también con vértigo y acusia, que se suele desarrollar en días o semanas y, en oca-
parálisis facial. En la mayoría de los casos son irreversibles. siones, es reversible total o parcialmente con la suspensión
del fármaco5.
Barotraumatismos. Además de la alteración en el oído
medio pueden provocar lesión del laberinto membranoso, Traumatismo sonoro agudo. Una exposición única a
normalmente por impacto del estribo en la ventana oval11. una onda de presión acústica suficientemente intensa (p. ej.,
en una explosión), expone a la cóclea a un daño físico que la
Infecciones. La que con más frecuencia se observa en el puede lesionar, a veces de forma irreversible. Normalmente,
adulto como causa de hipoacusia, casi exclusivamente unila- cuando sucede esto aparece una otalgia, un acúfeno agudo
teral, es el zoster ótico, que normalmente cursa con parálisis intenso y la sensación de ocupación ótica. Se puede estable-
facial, pero también a veces con vértigo e hipoacusia. En el cer un tratamiento de modo precoz con vasodilatadores, cor-
caso del zoster en ocasiones esta hipoacusia es reversible. ticoides y oxígeno hiperbárico para intentar limitar la hipo-
También puede ser causa de hipoacusia unilateral irreversi- xia y el edema del órgano de Corti, pero muchas veces no es
ble de instauración brusca la laberintitis, como complicación posible recuperar la audición perdida.
de una otitis media aguda o de una otitis crónica colesteato- También pueden presentarse de modo brusco la hipoa-
matosa. cusia en el síndrome de Ménière y en el neurinoma del
acústico, aunque no es lo habitual. Otras causas de hipoa-
Hipoacusia brusca idiopática. Es una sordera endoco- cusia de instauración aguda son las enfermedades neuroló-
clear de instauración brusca8 y de causa desconocida; por gicas degenerativas y desmielinizantes, como la esclerosis
tanto, sólo podemos considerar como tales aquellos cuadros múltiple.
en los que se hayan descartado posibles causas; es un diag-
nóstico de exclusión. Se achaca a infecciones virales, causas Hipoacusias fluctuantes
autoinmunes o vasculares. Sólo excepcionalmente son bila- La enfermedad de Ménière es el ejemplo clásico de éstas.
terales, y cuando es así normalmente se afectan ambos oídos Se trata de una afección idiopática del laberinto membra-
en distintos episodios. Su curso es incierto y en un porcenta- noso que cursa con crisis vertiginosas acompañadas de
je alto de casos no es reversible (30-70%); se consideran co- acúfenos, sensación de plenitud ótica e hipoacusia fluc-
Hipoacusia
Historia clínica
Acumetría
Audiometría
Trat. quirúrgico Presbiacusia PEATC Trat. etiológico Otitis media aguda Glomus
Prótesis auditiva Ototoxicidad RM Otitis media Carcinoma
Autoinmune crónica simple escamosa
Colesteatoma
Hipoacusia Neurinoma
brusca del acústico
Síndrome de Colesteatoma
Ménière de ápex
Traumatismos Tumores de base
de cráneo
Enfermedades
del SNC
Figura 5. Esquema diagnóstico de la hipoacusia del adulto. CAE: conducto auditivo externo. PEATC: potenciales evocados auditivos de tronco
cerebral
sordera neurosensorial) y el síndrome de Wrogt-Koyanagi- de los 60 dB de umbral auditivo es difícil encontrar una bue-
Harada (uveítis, vitíligo, alopecia y sordera a frecuencias al- na definición de las ondas. Cuando haya una sordera asimé-
tas). Pero también puede haber sordera en el lupus, la vascu- trica de esta magnitud, o los potenciales sean sugestivos de
litis, la artritis reumatoide y otros cuadros autoinmunes. En patología retrococlear, hemos de confirmarlo o descartarlo
todas estas afecciones está indicado el tratamiento con corti- con una prueba de imagen, siendo la más adecuada en estos
coides e inmunosupresores, normalmente ciclofosfamida, momentos la RNM, ya que la tomografía computarizada
con resultados muy dispares según las series. ofrece una mala valoración del ángulo pontocerebeloso y de
la fosa posterior, que son las regiones del sistema nervioso
Diagnóstico de las hipoacusias neurosensoriales central donde pueden asentar problemas que causen hipo-
Ante una hipoacusia neurosensorial en el adulto, hemos de acusia. En los casos en los que haya sospecha clínica de en-
seguir la siguiente pauta diagnóstica. En primer lugar, inten- fermedad autoinmune debemos solicitar los tests sanguíneos
taremos definir si la causa de la sordera es endococlear o re- que apoyen este diagnóstico.
trococlear. En la práctica sospecharemos sólo de patología A pesar de todos los estudios que se hagan, un número im-
retrococlear ante sorderas unilaterales o asimétricas, ya que portante de hipoacusias neurosensoriales se quedarán sin un
es muy poco probable una afección bilateral retrococlear diagnóstico etiológico, con lo cual nos tendremos que limitar
(neurinomas bilaterales en la neurofibromatosis tipo II). Se a un seguimiento clínico y a tratamiento empírico y audio-
debe solicitar en estos casos los PEATC. El uso de los PE- protésico cuando corresponda. En la figura 5 se expone un
ATC es poco útil en sorderas importantes, ya que más allá algoritmo diagnóstico general de las hipoacusias del adulto
Puntos clave
• El oído es el órgano sensorial que percibe las emisiones acústicas. Para ello presenta un mecanismo de
transmisión del sonido (oído externo y medio) y un mecanismo de percepción y transmisión hacia los núcleos
cerebrales y el córtex (cóclea y vías auditivas).
• El conducto auditivo externo (CAE), la membrana timpánica y la cadena osicular son no sólo un mecanismo
de transmisión del sonido sino de ampliación del mismo en 30-40 dB.
• Las alteraciones en la morfología anatómica del oído externo y medio o de su función desencadenan
hipoacusias de transmisión, y son las más susceptibles de ser mejoradas mediante tratamiento quirúrgico.
• Las hipoacusias de transmisión más frecuentes son la otitis serosa en los niños y la otosclerosis y la otitis
media crónica en los adultos.
• La otosclerosis es una enfermedad de la cápsula interna, por una alteración en la osificación que ocasiona una
anquilosis estapediovestibular. Dicha anquilosis produce una hipoacusia de transmisión que puede ser tratada
quirúrgicamente por la interposición de prótesis mediante una técnica quirúrgica (estapedectomía).
• El colesteatoma se produce por la migración del epitelio escamoso del CAE al oído medio. Su crecimiento
asociado a infecciones recurrentes de la caja timpánica ocasiona la destrucción de las estructuras óseas
del oído medio e interno. Puede ocasionar con cierta frecuencia complicaciones a distancia, como meningitis
o abscesos cerebrales. El tratamiento es quirúrgico.
• Las alteraciones morfofuncionales en el oído interno, básicamente en la cóclea y en las vías auditivas,
ocasionan las hipoacusias neurosensoriales. Dichas alteraciones suelen producirse en las células ciliadas
internas y externas.
• Las hipoacusias de percepción suelen tener un origen endococlear, por afección del órgano de Corti de la
cóclea. Pueden estar originadas por traumatismos, infecciones y ototoxicidad, o pueden ser de origen
autoinmune por hidrops endolinfático o por envejecimiento (presbiacusia).
• El hidrops endolinfático, o enfermedad de Ménière, tiene su origen en un posible déficit en la reabsorción del
líquido endolinfático, que origina lesiones por presión en el sistema coclear y vestibular. El tratamiento de la
fase aguda es sintomático y cuando presentan vértigos incapacitantes se puede realizar un tratamiento
quirúrgico, la descompresión del saco endolinfático o la neurectomía.
• Las hipoacusias retrococleares presentan a la exploración un recruitment y un alargamiento en la onda V de
los PEATC. Su diagnóstico se ratifica mediante RM. Su principal etiología es el neurinoma del acústico. Su
tratamiento es quirúrgico.
• El tratamiento de las hipoacusias neurosensoriales es preventivo y de soporte. Se puede mejorar la función
auditiva mediante la utilización de prótesis auditivas.
• Las prótesis auditivas se pueden utilizar en hipoacusias estables, de más de 30 dB y donde el tratamiento
medicoquirúrgico no esté indicado.
los pacientes precisan una rehabilitación para aprender a 8. Fisch U. Management of sudden deafness. Otolaryngol Head Neck
reinterpretar y codificar las nuevas sensaciones auditivas. Surg 1983;91:3-8.
9. Gates G, Cooper J. Incidence o hearing decline in the elderly. Acta
Otolaryngol 1991;111:240-8.
Bilbliografía 10. Ghorayeb B, Rafe J. Fractures du rocher, bilan de 123 cas. Ann Oto-
1. Harris A, Sharp A. Inner ear autoantibodies in patients with rapidly pro- laryngol (Paris) 1989;106:294-301.
gressive sensorineural hearing loss. Laryngoscope 1990;100(5):516-24. 11. Hough JV. Otologic trauma. En: Paparella M, Shumrick D, editores.
2. Hirose A, Wener A, Duckert A. Utility of laboratory testing in autoim- Otolaryngology (vol. 2). The ear. Philadelphia: WB Saunders, 1980;
mune inner ear disease. Laryngoscope 1999;109:1749-54. p. 1656-79.
3. Bonfils P. Exploración funcional auditiva. Otorrinolaringología. Enci- 12. Julien N. Epidemiologie bacteriane de l’otite chronique. Ann Oto-
clopedia medicoquirúrgica, 1999; E-20175-A-10. Laryng 1993;110:81-6.
4. Courtat PH. Exploraciones funcionales en otorrinolaringología. JIMS, ¿? 13. Langman W. Revisiopn stapedectmy. Laringoscope 1993;103:954-8.
5. Dauman R, Dulon D. Ototoxiteé médicamenteuse. Encycl Méd Chir 14. Lanser M, Sussman S, Frazer K. Epidemiology, pathogenesis and gene-
(Paris). Oto-rhino-larngologie, 20-184-B-10, 1995. tics of acoustic tumors. Otolaryngol Clin North Am 1992;25 499-520.
6. Deguine C. Staging Cholesteat Surg ENT J, 1993. 15. Molina, Lao, Perelló. Otomicosis. An Iberoam XXI, 1994;3:255-63
7. Erminy M, Skanvi S. Phisiologie de l’audition. Encycl Méd Chir (Pa- 16. Tran P, Brette M, Chic M. Maladie de Ménière. Encycl Méd Chir (Pa-
ris). Oto-rhino-larngologie, 20-030-A-10, 1995. ris), Oto-rhino-larngologie, 20-205-A-10, 1989.