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Libro: Distintivos de la Iglesia de Dios.

Por: Ray H. Hughes

Nombre:
DISTINTIVOS
DE LA
IGLESIA
DE
DIOS
D IS T IN T IV O S
de la
IG L E S IA DE DIOS
por Ray H. Hughes
Traducido al Español
por H iram Almirudis
Revisado
por Rafael González
Editor
Héctor Camocho
Copyright, 1968
Pathway Press
Cleveland, TennesBee

Primera Edición en Español


Autorizada por el Comité de Misiones de la
Iglesia de Dios y por el Autor

Derechos Reservados: 1970


Edición en Español
EDITORIAL EVANGELICA
San Antonio, Texas
ORACION D E D IC A T O R IA
¡Oh Dios, nuestro Padre! E n la amada
memoria de los precursores de la Igle ­
sia de Dios, que la trajeron a esta hora
brillante; en honor a mis contemporá­
neos, quienes con gran celo y devoción,
han procurado preservar esta herencia;
en especial reconocimiento de aquellos
que habrán de trazar el curso futuro de
esta iglesia, hasta que su ministerio cese
en este mundo; y anhela n d o con un
corazón ardiente la preservación de su
pureza, poder y progreso, dedico, hoy,
este libro. Amén.
N O T A E X P L IC A T IV A
El libro: Distintivos de la Iglesia de Dios, fue sometido
al Concilio Ejecutivo de la Iglesia de Dios para su apro­
bación y fue revisado por el mismo, bajo la supervisión
de un C om ité de R e v is ió n integrado por C. Raymond
Spain, James L. Slay y Houston Morehead. El Concilio
Ejecutivo aprobó el libro como representativo de aquellas
doctrinas de la iglesia, en él incluidas, en junio de 1968.
Donald S . Aultman
T A B L A DE CONTENID O

I. SIMILITUDES CON EL CRISTIANISMO HISTORICO .... 15


Ortodoxa en Doctrina ..................................................................... 18
Fundamental en Creencia ............................................................. 19
Similitud con el Credo de los Apóstoles .................................. 19
Similitud con la Reforma ............................................................. 22
Similitud con los Evangélicos Modernos .................................. 24
II. DISTINTIVOS DOCTRINALES ............................................... 26
El Distintivo Principal ................................................................... 31
Base Bíblica ............................................................................... 32
Evidencia Inicial ......................................................................... 33
El Distintivo de la Sanidad ............. ........................................... 37
La Naturaleza de Dios ............................................................. 38
Característico del Ministerio de Jesús ................................ 38
Ministerio de Todos los Creyentes ...................................... 39
La Imposición de las Manos ................................................... 40
El Poder Sanador de la Palabra .......................................... 40
Llamando a los Ancianos ................................................ ...... 41
Ungiendo con Aceite ................................................................. 41
Nombre del Señor ..................................................................... 42
Otros Medios de Sanidad ......................................................... 42
El Distintivo Carismático ............................................................... 43
El Origen..................................................................................... 43
El Impartimiento de los Dones ............................................. 44
La Operación de los Dones Espirituales ............................ 44
La Capacitación para el Servicio ........................................ 45
El Propósito de los Dones ..................................................... 47
El Distintivo del Pedilavium (Lavatorio de pies) .................. 49
III. EL DISTINTIVO DEL EVANGELISMO ............................... 53
Evangelismo Sobrenatural ............................................................. 56
Evangelismo Basado en la Palabra ............................................ 58
Evangelismo Permanente .............................................................. 60
Evangelismo de la Iglesia ............................................................. 61
Evangelismo porContacto o Visitación ...................................... 61
Evangelismo por Medio de Cada Miembro ............................ 62
Evangelismo porMedio de la Enseñanza.................................... 62
Evangelismo del Púlpito................................................................ 63
IV. EL DISTINTIVO DE LA ADORACION ................................ 65
Elementos de la Adoración .......................................................... 67
La Unidad del Nuevo Testamento ........................................ 67
Oración ........................................................................................ 69
Canto Inspirado ........................................................................ 71
Dones............. .......................*...................................................... 74
Dando .......................................................................................... 74
Formas de Adoración .................................................................... 77
Alzando las Manos ............... .................................................. 77
Palmear las Manos .................................................................. 77
Expresión Oral de Alabanza a Dios .................................... 78
Postración o Extasis ................................................................ 79
Predicación Pentecostal .,............... .......................................... 80
V. EL DISTINTIVO DEL GOBIERNO Y
PROCEDIMIENTO ........................................................................ 83
Centralización de Gobierno .......................................................... 88
Oficiales de la Iglesia Visible .................................................... 90
Necesidad de Supervisores ............................................................ 91
Elección de Oficiales ...................................................................... 91
Autoridad de la Iglesia ................................................................ 92
Disciplina de Miembros ............................................................... 93
Beneficios del Gobierno Centralizado ........................................ 95
Mantenimiento del Gobierno y de la Espiritualidad .......... 96
VI. EL DISTINTIVO DE LA SANTIDAD .................................. 99
Santidad e Historia ............ ..................................... .................... 101
Santidad y Pentecostés ................................................................ 104
Aspecto Interno de la Santidad .................................................. 105
Naturaleza de la Santidad .................................................... 106
Mandamiento de Dios .............................................................. 106
Participantes de la Santidad .................................................. 106
Aspectos Externos de la Santidad ............................................ 107
Separación .................................................................................. 107
Renunciación ............................................................................... 109
Santidad y Hábitos ........................................................................ 112
Abstinencia de Bebidas Embriagantes ................................ 114
Santidad y Práctica ........................................................................ 114
Santidad y Vida ............................................................................... 115
SIMILITUD CON EL CRISTIANISMO
HISTORICO
“ . , . que contendáis eficazmente por la fe que
ha sido una vez dada a los santos” — Judas 1:3
P R E F A C IO
El propósito de este libro es dar una ojeada, un tanto
superficial, a los distintivos de la Iglesia de Dios en las
siguientes clasificaciones principales: Doctrina,, Evange­
lismo, Adoración, Forma, de Gobierno y Santidad. Antes
de presentar los distintivos, el autor presenta las simili­
tudes de la Iglesia de Dios con el cristianismo histórico,
para ubicaría en su relación propia con el protestantismo
evangélico.
Es la esperanza del autor que esta obra sirva para
familiarizar a los miembros constitutivos de la iglesia, con
la rica herencia que les pertenece, y con la razón de ser
de la Iglesia de Dios como una confraternidad peculiar de
creyentes; es su deseo, que esta adición contribuya a la
preservación de esta preciosa herencia.
Ojalá que el contenido de este libro pueda crear una
más profunda apreciación por la confraternidad de esta
comunidad de creyentes, con fe cristiana idéntica y pre­
ciosa, y provoque al lector a contender ardiente por la fe
de nuestros predecesores. En los tiempos en que vivimos,
es saludable estar asociados con una o r g a n iz a c ió n que
procura adaptarse a una sociedad cambiante, pero que se
aferra tenazmente a una fe inmutable.
Esta obra no está escrita con ínfulas de exclusivismo
u orgullo sectario; sin embargo, el autor admite que su
profundo aprecio hacia la o r g a n iz a c ió n que le trajo el
mensaje de esperanza, y que le fortaleció en la fe, se hace
evidente en el libro. Obviamente, esta presentación es un
tanto subjetiva.
A los lectores que habrán de remontarse más allá de
este punto, tengan presente que este libro fue preparado
como un curso de instrucción para miembros laicos de la
Iglesia de Dios. Este libro es una justa apreciación de
los distintivos de la Iglesia de Dios. Posiblemente, servirá
de base para un trabajo más completo. Para aquello en lo
cual pueda ser hallado digno, este trabajo, es presentado,
con la conciencia de que el conocimiento que se pueda te­
ner de un tema dado, es limitado; lo cual hace inevitables
las diferencias de opinión.
Ray H. Hughes, E.Ed.,D .Lit.
INTRO D U CC IO N
Desde mi niñez, he tenido un profundo y permanente
aprecio por la Iglesia de Dios. Mis padres amaron la igle­
sia antes que yo, y me transmitieron ese amor tanto por
precepto como por su ejemplo.
A la edad de 9 años, hice voto de fidelidad a la igle­
sia; y esa fidelidad se ha profundizado a través de los
años. La iglesia ha sido el centro de mis actividades so­
ciales, espirituales, e intelectuales. D e n tro de la iglesia
busqué mis amigos; en ella encontré a mi compañera y
fundé un hogar feliz. A través de la ig le s ia , obtuve mi
educación; y bajo su dirección y autoridad me he empe­
ñado en un servicio honroso. Mientras reflecciono en el
pasado, veo que la iglesia ha sido — y siempre es— un
baluarte en mi experiencia.
En estos días de perspectiva incierta, se hace impera­
tivo el estudio de los distintivos de la Iglesia de Dios; lo
cual alentará y profundizará el deseo, en los corazones de
sus miembros y amigos, de amar a la iglesia, como " Cristo
también la amó y se entregó a sí mismo por ella” . Hay
una gran necesidad de que los miembros entiendan el lu­
gar, el mensaje y la naturaleza y obra de la iglesia. Los
miembros jóvenes, particularmente, necesitan instrucción
en las verdaderas operaciones internas de la iglesia, y en
los distintivos doctrinales que han hecho de la iglesia lo
que es. Una comprensión inteligente de la iglesia — su mi­
sión y ministerio, por qué está en el mundo y qué está
tratando de hacer por el género humano— deberá crear
un más profundo aprecio por ella. La rica y permanente
herencia que se nos ha concedido, fue humedecida con lá­
grimas, empapada en sangre y bruñida con sufrimiento;
sin embargo, permanece “ como el alba, hermosa como la
luna, esclarecida como el sol, e imponente como ejército en
marcha” .
Muchas de las id eas que la gente tie n e acerca de la
iglesia, están basadas en rumores y observaciones super­
ficiales. El conocimiento real que tienen de la iglesia es
muy lim ita d o y de segunda mano. Si uno, simplemente
adopta el punto de vista de mero observador y no se
identifica ín tim a m e n te con los procesos internos de la
iglesia, es posible que se vea inclinado a enfatizar sus de­
fectos y ponerla al arbitrio de aquellos que la desacredi­
tan. El estudio de su pasado glorioso, la contemplación de
su valor presente y la visión de su infalible futuro, debe
producir renovada dedicación y valor en sus miembros.
Cuando los hombres no están al tanto de los valores de
la iglesia, ésta no puede realizar la poderosa obra para la
cual Dios la ha puesto en el mundo. La iglesia es de Dios,
pero fue in s titu id a para el hombre. Lo que pueda ser
para el mundo, depende de sus m iem bros. Ellos son el
medio de su fortalecimiento; la medida de su progreso.
Hay lugar para la legítima le a lta d hacia la iglesia, así
como existe en el hombre un legítimo patriotismo por su
nación. Hay una gran necesidad de un sentido más pro­
fundo de lealtad hacia la iglesia.
Comprendo que una excesiva devoción al pasado puede
impedir el progreso y retardar la adaptación al presente.
Asimismo, entiendo, que un desprecio por el pasado pue­
de conducir a una falta de aprecio por lo que somos y al
fracaso en p r e s e r v a r nuestra herencia. Esta puede ser
preservada mejor por precepto y ejemplo, como sucedió
con el pueblo de Israel. Josué dijo: " C uando v u e s tro s
hijos pregunten a sus padres en él tiempo por venir, di­
ciendo, ¿qué significan esas piedras? entonces les respon­
deréis . . . " 1 Enseñando a nuestros hijos y a los hijos de
nuestros hijos, por ejemplo y precepto, los d is tin tiv o s
de la Iglesia de Dios, aseguraremos la preservación de és­
tos, para nuestra posteridad.

1 J obuó 4:0, 7.
SIMILITUD CON EL CRISTIANISMO HISTORICO
Hace más* de 80 años, un pequeño grupo de creyentes
se reunió con el fin de volver a tomar el p lan de D ios
para su iglesia, y r e a fir m a r los principios y doctrinas
cardinales del cristianismo histórico. Fue su deseo regre­
sar al cristianismo apostólico en todo su prístino poder y
gloria. No era la intención de estos tempranos reforma­
dores, establecer nuevas doctrinas y prácticas; sino depu­
rar el cristianismo decadente y efectuar un avivamiento.
A esta comunidad de creyentes fueron atraídas personas
de común y preciosa fe, las cuales formaron una unión
con miras a la realización de sus ideales. Sus esfuerzos
fueron orientados a hacer retroceder la marea del libera­
lismo que se manifestaba en las iglesias tradicionales.* Tal
empeño fue confrontado con una oposición severa; pero
la oposición solo sirvió para avivar el fuego que animaba
al nuevo grupo de creyentes.
A pesar de que el nuevo grupo sentía la p re s ió n del
liberalismo y del modernismo; es probable que no estu­
viera al tanto del surgimiento de la crítica dialéctica,**
que se manifestaba entre los teólogos de Europa. Mas, si­
multáneo al ataque a la autoridad bíblica, por parte de los
teólogos, Dios, levantó un estandarte en los Estados Uni­
dos que habría de a y u d a r a c o m b a tir la fuerza de la
incredulidad europea. Partiendo de un humilde grupo de
campesinos de las montañas del este de Tennessee, aque­
lla unión que hoy funciona bajo el nombre de: la Iglesia
* El autor se refiere al movimiento surgido a finea det siglo X IX , producto de
los estudios textuales, críticos de las Sagradas Escrituras y del movimiento
del Evangelio Social, por el cual, algunas de las doctrinas denominadas "fun-
damentales’’ fueron retadas, negadas, o desprovistas de su dimensión m ila­
grosa e inspirada. (N. del Ed.)
* * La crítica dialéctica es un método de interpretación per-meado po» la filosofía.
Parte del argumento de posiciones contrarias que sólo tienen sentido cuando
se sintetizan en un especie de reconciliación. Según esta idea, la verdad nos
llega en afirmaciones positivas (tesis), a las cuales se contraponen ideas con­
trarías (antítesis) que se reconcilian en una síntesis; y asi evoluciona el cono-
cimiento humano, Hegel fue el que desarrolló este concepto. En el pensa­
miento teológico, el más influyente pensador es Soeren Kierkegaard quien
negó la posibilidad de síntesis afirmando que la verdad se nos presenta en
forma de paradojas (de aparentes contradicciones). L a mente acepta el carác­
ter contradictorio de las afirmaciones o negaciones y las reconcilia en la ex ­
periencia de fe. (N. del Ed.)
18 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
de Dios, ha llegado a ser una organización que ejerce una
impresionante in flu e n c ia mundial e n tre los principales
círculos cristianos.
Aquellos que se han c o n s titu id o en miembros^ de la
Iglesia de Dios; que se han subscrito a su fe y prácticas
se ven confrontados con la cuestión de cómo se relaciona
ésta con el protestantismo evangélico. Por muchos años
no ha habido declaraciones o fic ia le s bien articuladas al
respecto; como consecuencia de lo cual, muchas personas,
basándose en puntos de vista e q u ivo ca d o s, aislaron la
Iglesia de Dios de muchos creyentes dentro de las iglesias
históricas. Pero desde que la Iglesia de Dios ha florecido
como movimiento mundial de importancia, muchos líderes
han comprendido que no es un meteoro pasajero, sino un
cuerpo de creyentes con los cuales hay que contar. Han
habido pues, estudios e investigaciones que han producido
revelaciones sorprendentes. Entre otras cosas, se encuen­
tra que la Iglesia de Dios es:
Ortodoxa en Doctrina
La Ig le s ia de D ios tiene sus raíces de fe y práctica
profundamente establecidas en las Escrituras; así como lo
está la experiencia vital de sus miembros. Una compara­
ción entre sus principios doctrinales con los del cristianis­
mo histórico revela una s im ila r id a d sorprendente. Esta
conclusión es corroborada por el h is to r ia d o r de nuestra
iglesia, el Rdo. Dr. Charles W. Conn:
"N o existe absolutamente ninguna evidencia durante
cualquiera de los períodos del avivamiento pentecostal,
al efecto de que nuestra gente se considerara jamás otra
cosa que no fuera simples creyentes cristianos ortodoxos.
Su experiencia fue, simplemente, una más profunda ben­
dición dentro de sus vidas como cris tia n o s ; ésta no
suplantó ni invalidó el Evangelio de Jesucristo como el
Hijo de Dios.1
El Rdo. Conn, amplía aún más la posición de la Igle­
sia de Dios, cuando afirm a:
1 Charles W. Conn, P illa n of Pentecost ( “ Pilares del Pentecostés''). (Cleveland,
Tenn,, Pathw ay Press, 1056), p. 23,
SIMILITUDES CON EL CRISTIANISMO HISTORICO 19
"N o solo es el movimiento pentecostal, básica y con­
cienzudamente cristiano; sino que su teología es funda­
mental y sus conceptos son los conceptos históricos de la
fe cristiana?
Fundamental en Fe
La iglesia es considerada como un movimiento funda­
mental; sin embargo, “ fundamentalismo” , es un término
tan amplio, que se hace necesario definirlo en su relación
con la Iglesia de Dios. La Iglesia de Dios acepta con re­
gocijo los cinco puntos principales del fundamentalismo
tal como están bosquejados en la Enciclopedia Americana:
Los cinco puntos del fundamentalismo son: La infali­
bilidad de la Biblia; el nacimiento virginal y la muerte
real de Cristo; la resurrección del cuerpo, el sacrificio
expiatorio de Su muerte por los pecados del mundo, y la
segunda venida corporal a la tierra. Los fundamentalistas
se adhieren incondicionalmente a estas doctrinas; mien­
tras que los liberales niegan su validez y sostienen que
la creencia en ellas no es esencial.3
Similitud con el Credo de los Apóstoles
El C redo de los A p ó s to le s es básico al cristianismo
histórico. Antecede a todos los demás credos y sirve de
base a muchos otros. Este credo tiene sus raíces en los
tiempos apostólicos y contiene muchas de las enseñanzas
de los apóstoles. La ig le s ia primitiva d ep en d ía en mu­
cho de este credo, para su dirección, en-el principio del
siglo segundo (140 A.D .) Se le consideró como una “ Re­
gla de Fe” (regula fid e i); no para suplementar o susti­
tuir a las Escrituras, sino para corroborarlas. Como la fe
apostólica, el Credo de los Apóstoles es s im p le ; es una
sencilla enumeración de las verdades escritúrales que la
iglesia histórica sostu vo y nos ha transmitido desde el
principio.
Una indagación somera del co n ten id o de este credo
primitivo revelará inmediatamente que la Iglesia de Dios
puede subscribirse a él sin reservas. Aunque la Iglesia de
2Ibld,
3 Enciclopedia Americana, *1848, X II, 100.
20 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
Dios no está en desacuerdo con el Credo de los Apóstoles,
sin embargo, tiene sus diferencias con muchas de las igle­
sias históricas en aquello que toca a interpretación, prác­
tica y experiencia. La Ig le s ia de D ios cree y acepta el
credo en su significado prístino, y trata de interpretar lo
que fue la intención de aquellos que lo formularon.
El Credo de los Apóstoles, dice:
Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del Cielo
y de la Tierra; y en Jesucristo Su unigénito Hijo, Señor
Nuestro; quien fue concebido por el Espíritu Santo, na­
ció de la Virgen Mana; padeció bajo el poder de Pondo
Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió al
infierno (Hades); y al tercer día resucitó de entre los
muertos; ascendió al cielo; y está sentado a la diestra de
Dios Padre, Todopoderoso; y desde allí vendrá á juzgar
a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; la
santa iglesia católica;* en la comunión de los santos; el
perdón de los pecados; la resurrección del cuerpo; y la
vida perdurable. Amén.
Este credo expresa la fe com ún de la ig le s ia en el
siglo segundo. Otros que le siguieron, lo utilizaron como
base, y todos se relacionan con los principios básicos de
la fe cristiana especialmente en lo que toca a la doctrina
de la Trinidad y a la persona del D ios-h om b re. Cuando
surgieron herejías, la iglesia se empeñó en enfrentarse a
éstas por medio de concilios de los cuales salieron nuevas
declaraciones confesionales.
El valor de un credo está en proporción a su funda­
mento escritural, porque la Palabra de Dios es la única
norma de fe y práctica que tiene una autoridad intrínseca
y abarcadora sobre el hombre. Las Escrituras nos fueron
dadas por hom bres santos de la antigüedad, los cuales
fueron inspirados por el Espíritu Santo; sin embargo, la
comprensión de las Escrituras queda de parte del hombre.
El hombre debe interpretar cada pasaje de la Biblia en
particular y trazar correctamente toda la Escritura. Los
credos, por lo tanto, fueron un e s fu e r z o de parte de la
* ‘ 'C atólica", aquí, se refiere al concepto universal de la iglesia, no a la orgaoi
zación religiosa, con sede en Roma, que lleva ese nombre. (N. del T .)
SIMILITUDES CON EL CRISTIANISMO HISTORICO 21
iglesia temprana, para interpretar las principales doctri­
nas de la B ib lia y presentarlas en un sistema doctrinal
armónico.
El primer artículo del Credo de los Apóstoles declara
la creencia en Dios el Padre, T o d o p o d e ro s o , creador del
cielo y de la tierra. Empezando con el segundo artículo y
continuando hasta el séptimo, declara la creencia en Jesu­
cristo, nuestro S eñ or, el único H ijo del P a d re , y com­
prende todos los testimonios del Evangelio respecto a él.
En la form a aquí presentada, la Iglesia de Dios está de
acuerdo con la Cristología de la iglesia histórica.
Desde los tiempos apostólicos, se han levantado muchas
opiniones herejes con respecto a la naturaleza de la per­
sona de Cristo; a tono con el reto, la iglesia ha respon­
dido p ro v e y e n d o definiciones adicionales con el f in de
aclarar esta v e rd a d . Por e je m p lo , la iglesia tuvo que
combatir herejías tales como el N e s to r ia n is m o , la cual
sostiene que la n a tu ra le z a humana y d iv in a de Cristo
constituyen dos personas. Contraria a esta teoría, surgió
la creencia herética del Eutiquianismo, que afirma que la
naturaleza humana y divina están tan unidas en Cristo
que vienen a form ar una sola. No existe conflicto alguno,
en la Iglesia de Dios, acerca de los misterios de la D ivi­
nidad: una trinidad de personas en un Dios y la dualidad
de naturalezas de Cristo.
El artículo octavo (del Credo) confirma la creencia en
el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica (U n iv e r s a l),
la comunión de los santos, la resurrección del cuerpo y la
vida eterna. Con excepción de la “ la santa Iglesia Cató­
lica” y “ la comunión de los santos” , todas las demás doc­
trinas están incluidas en su to ta lid a d en-la Declaración
de Fe de la Iglesia de Dios. Sin embargo, debe aclararse
que cuando un pentecostal dice creer en el Espíritu Santo,
está afirmando que cree en la persona y obra del Espí­
ritu Santo como lo hacen los demás evangélicos. Además,
está diciendo que cree en el Espíritu Santo con la misma
experiencia y operación con que este se manifestó en los
tiempos apostólicos. .Para los pentecostales, esto viene a
ser un grande y singular m onu m ento de f e invariable,
22 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
desde que el Espíritu Santo vino sobre los ciento y veinte
creyentes en el Día de Pentecostés. Después de este breve
estudio del Credo Apostólico, uno puede ver claramente
por qué el Dr. Conn dice, de la Iglesia de Dios que, “ en
cada punto, n u estra fe es la fe c r is tia n a , histórica y
fundamental; no solamente como credo, sino también en
práctica y en viva esperanza” .4
Similitud con la Reforma
La Reforma fue un movimiento del siglo dieciseis di­
rigido por M a r tín L u te ro , para efectuar una reforma
dentro de la iglesia. Cuando se hizo obvio que tal cosa
era imposible, un gran número de miembros se separó de
la Iglesia Católica y formaron el cuerpo protestante. Los
principios básicos de la protesta fueron: 1) la justifica­
ción por la fe ; 2) el sacerdocio de todos los creyentes; 3)
el derecho del juicio privado (la libre búsqueda de la ver­
dad) ; 4) la autoridad de la Biblia. Estos principios han
sido llamados las columnas de la fe protestante.
1. La Justificación por la Fe
Uno de los principios cardinales de la R e fo r m a , que
está sobre todos los demás, es la doctrina de la justifica­
ción por la fe.B Sencillamente, los reformadores llegaron a
la conclusión escritural que la salvación no es por obras;
sino por gracia, por medio de la fe en el Señor Jesucristo.
Las buenas obras no pueden salvar a un hombre; pero la
fe que responde a la g r a c ia produce buenas obras.6 El
hombre es traído a la relación correcta con Dios a través
de Jesucristo el Salvador.
2. El Sacerdocio de Todos los Creyentes
El protestantismo d e cla ra que cada adorador sincero
tiene libre acceso a Dios a través del Señor Jesucristo. A
esto se le llama, “ el sacerdocio de los creyentes” . La ora­
ción es real y directa, y todo h om b re tiene su v a lo r y
dignidad. Jesucristo es el único Camino o Mediador cuan­
4 Conn, op, c lt„ pp. 26, 27.
5 El verso: “ di Justo vivirá por la fe” , es mencionado cuatro veoes en las Escritu­
ras : Habacuc 2:4; Romanos 1:17; D ilatas 3:11; Hebreos 10:38.
0 EfesioB 2:8.
SIMILITUDES CON EL CRISTIANISMO HISTORICO 33
do un hombre quiere estar en la presencia del Padre Ce­
lestial.
El sacerdocio de todos los creyentes afirma el deber
de todos los cristianos de servirse mutuamente. Asimis­
mo afirma el hecho de que cada cristiano tiene un llama­
miento sagrado. Así, la iglesia viene a ser una confrater­
nidad de creyentes. Esta posición está de acuerdo con la
Escritura: “ Mas vosotros sois linaje escogido, real sacer­
docio” .7 UY nos hizo reyes y s a c e rd o te s para Dios, su
Padre” ?
3. El Principio del Juicio Privado
El derecho del juicio privado significa que cada cre­
yente tiene el derecho de determinar la diferencia entre
lo bueno y lo malo en materia de fe y práctica. El esta­
blecimiento de este principio fue una oposición contra el
dogma y las restricciones que sobre sus miembros ejercía
la Ig le s ia C a tó lic a R o m a n a ; la cual afirmaba que, en
cuestiones de religión, ellos no debían pensar. Este prin­
cipio ha sido lla m a d o : la doctrina del libre albedrío, y
lleva c o n s ig o la grave responsabilidad de asegurarse de
que los juicios estén basados en la verdad y no en el error.
4. La Autoridad de la Biblia
La Palabra de Dios es la fuente de toda autoridad del
protestante. Ella sirve como la norma de fé y práctica.
Es la autoridad final en la cual el derecho y el poder es­
tán unidos. Todos los sistemas doctrinales de lá iglesia
deben ser juzgados por la P a la b r a , ya que la iglesia no
tiene autoridad de establecer doctrinas que no se encuen­
tran en la Palabra de Dios. La Palabra instruye al hom­
bre en lo que debe creer y vivir; cualquier cosa inferior a
ésto, es error; o cualquier cosa que se añada, fariseísmo.
Esta breve reflección sobre los p r in c ip io s de la Re­
forma, claramente establece que la Iglesia de Dios está
básicamente de acuerdo con el cristianismo histórico. La
Iglesia de Dios nació esencialmente por la misma razón
que nació la Reforma. La Reforma fue un retorno a las
7 1 Pedro 2:9.
8 Revelación.
24 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
bases del cristianismo bíblico. De la misma manera, el es­
tablecimiento de la Iglesia de Dios fue un regreso a las
bases del cristianismo bíblico.
La reforma es un re-descubrimiento de lo fundamen­
tal. La Reforma no introduce nuevas creencias, sólo pro­
cura purificar las creencias contemporáneas, a la luz de
los principios históricos y bíblicos. En este empeño de
restauración, los principios bíblicos siempre son predo­
minantes,9
A la luz de estas c o n sid e ra c io n e s , la Iglesia de Dios
puede ser clasificada también como un m o v im ie n to de
reforma.
Similitud con los Evangélicos Modernos*
El parentesco de la Iglesia de Dios con los evangélicos
de hoy día puede establecerse a través de una compara­
ción entre la declaración de fe de la Asociación Nacional
de Evangélicos (A N E ) y la Declaración de Fe de la Igle­
sia de Dios. La Iglesia de Dios se ha identificado con los
siguientes siete principios básicos de fe de la A N E , para
la preservación y propaganda del fundamentalismo evan­
gélico en estos últimos días:
1. Creemos que la Biblia es la única, infalible y auto­
rizada, Palabra de Dios.
2. Creemos que hay un solo Dios, eternalmente exis­
tente en tres Personas: P a d re , H ijo y E s p ír itu
Santo.
3. Creemos en la deidad de nuestro Señor Jesucristo,
en Su nacimiento virginal, en su vida impecable, en
Sus milagros, en Su muerte vicaria y expiatoria por
medio de Su sangre derramada; en Su resurección
corporal, en Su ascención a la diestra del Padre, y
en Su regreso personal con poder y gloria.
4. Creemos que, para la salvación del hombre perdido y
p eca d o r, es absolutamente esencial la regeneración
por el Espíritu Santo.
i) R. H. Gause, "Reform atlon 1s a Return to Fu nd amen tais” , Evangrel, Vol. 66,
No, 34 (October, 006;, pp. 12-14,
* La palabra ‘ ‘modernos1’ aquí, se usa como sinónimo do contemporáneos.
(N. del T .)
SIMILITUDES CON EL CRISTIANISMO HISTORICO 25
5. Creemos en el presente ministerio del Espíritu San­
to, por cuya presencia el cristiano es c a p a c ita d o
para vivir una vida piadosa.
6. Creemos en la resurrección, tanto de los salvos, co­
mo de los perdidos; aquellos que son salvos, a resu­
rrección de vida, y a q u ello s que están perdidos, a
resurrección de condenación.
7. Creemos en la unidad espiritual de los creyentes en
nuestro Señor Jesucristo.
La A N E es la a s o c ia c ió n de evangélicos más grande
en los Estados Unidos. Hay multitud de evangélicos que
se han suscrito a esta declaración de fe como un acuerdo
funcional para presentar al mundo un frente evangélico
unido. Hasta este punto, la Iglesia de Dios está ubicada
en la corriente del protesetantismo evangélico.
El espacio no nos permite una e la b o r a c ió n ulterior
sobre las similitudes de la Iglesia de Dios con las varias
denominaciones evangélicas; pero, posiblemente, para este
tiempo, el lector habrá definido la posición de la iglesia.
Así como es cierto que la Iglesia de Dios se subscribe a
los distintivos básicos evangélicos, hay diferencias de fe y
práctica que requieren una organización separada. Era la
opinión de sus fundadores, y sigue siendo la opinión de sus
líderes miembros y constituyentes, que los distintivos de la
Iglesia de Dios presentan una contribución vital al cuerpo
de Cristo en este tiempo. Los capítulos siguientes de este
libro, están dedicados a estos distintivos.
DISTINTIVOS DOCTRINALES
. habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina"
— Tito 2:1
DISTINTIVOS DOCTRINALES
La Iglesia de Dios existió [como organización] veinti­
cuatro años antes de que se publicara su primera forma
de doctrina. El 15 de agosto de 1910, E l Evangelio de la
Ig le s ia de D io s ,* dedicado a propagar las doctrinas de
la Iglesia de Dios, enumeró algunas de las enseñan zas
prominentes. Estos principios de fe de la Iglesia de Dios
fueron incluidos bajo el encabezamiento de “ Enseñanzas” .
Las referidas “ E n señ a n zas” fueron aceptadas como un
bosquejo formal en la Asamblea General de 19l l , 1 y fue­
ron publicadas en las Actas de la Asamblea General en
1912. En la Asamblea de 1948 se adoptó una “ Declara­
ción de Fe” , la cual vino a ser la expresión oficial de lo
que la Iglesia de Dios cree.2
Es interesante notar que a pesar de que la iglesia se
había estado reuniendo en Asambleas Generales durante
cuarenta y dos años, no había com p ila d o sus creencias
hasta el tiempo que se ha señalado. Sin embargo, es tam­
bién sorprendente que durante estos cuarenta y dos años,
la posición doctrinal que se proyectó en la primera Asam­
blea General, no sufrió cambios. Esta gente era de igual
y preciosa fe [que sus antecesores].
D E C LA R A C IO N DE F E
C re e m o s :
1. En la inspiración verbal de la Biblia.
2. En un solo Dios Eterno existiendo etemalmente en
tres personas, a saber: El Padre, El Hijo y El Es­
píritu Santo.
3. Que Jesucristo es el unigénito del Padre, concebido
por el Espíritu Santo y nacido de la Virgen María.
Que fue crucificado, sep u ltad o y re s u c itó de la
* Versión en Inglés.
1 Minutas de la Sexta Asamblea General de la Iglesia de Dios (Cleveland, Tenn.:
Church of God Publlshlng House, 1922), pp. 46-47, Versión en Inglés,
2 Minutas cíe la Cuadragésima - Segunda Asamblea General de la Iglesia de Dios
(Cleveland, Tenn,: Church of God Publishing Houae, 1948), p. 188 Versión en
Inglés,
DISTINTIVOS DOCTRINALES 29
muerte. Que ascendió al cielo y está sentado a la
diestra del Padre como nuestro intercesor.
4. Que todos han pecado y están destituidos de la glo­
ria de Dios, y que el arrepentimiento es ordenado
por Dios a todos, y necesario para el perdón de los
pecados.
5. Que la justificación, la r e g e n e r a c ió n y el nuevo
nacimiento se efectúan solamente por la fe en la
sangre de Jesucristo.
6. En la santificación subsecuente al nuevo nacimien­
to, por la fe en la s a n g re de J e s u c ris to , por la
palabra de Dios y por el Espíritu Santo.
7. Que la santidad es la norma de vida de todo el pue­
blo de Dios.
8. En el bautismo con el Espíritu Santo, subsecuente
a la limpieza de corazón.
9. En el hablar en otras len gu as, como el Espíritu
Santo dirija a la persona y esto también como evi­
dencia inicial del bautismo con el Espíritu Santo.
10. En el bautismo en agua, por inmersión, y en que
todos los que se arrepienten deben ser bautizados
en el n om b re del Padre, del H ijo y del Espíritu
Santo,
11. Que la Sanidad Divina fue provista para todos en
la expiación,
12. En la santa cena y en el lavatorio de pies de los
santos.
13. En la premilenial segunda venida de Cristo; pri­
mero para resucitar a los justos que han muerto y
arrebatar a los santos vivos, hacia él, en el aire,
y segundo, para reinar en la tierra mil años.
14. En la resurrección de los cuerpos; en la vida eter­
na para los san tos y el c a s tig o eterno p a ra los
inicuos.3

» Ibld.
30 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
A pesar de que la Iglesia de Dios se identifica con el
protestantismo evangélico en palabra y en declaración de
fe, la principial diferencia está en la interpretación, prác­
tica, y aspectos experimentales de estas docrtinas, algunas
de las cuales pueden ser clasificadas como prácticas.
Todas las doctrinas de la Iglesia de Dios están basadas
en las Escrituras. De hecho, el primer principio adoptado
por la iglesia fue el siguiente:
La Iglesia de Dios acepta hoy, como siempre lo ha
hecho, toda la Biblia, correctamente interpretada; y al
Nuevo Testamento como su única regla de gobierno y
disciplina. Ha sido necesario en ocasiones, que la Asam­
blea General de la Iglesia de Dios estudie las Escrituras
e interprete el significado de la Biblia para determinar
lo que es la verdadera y apropiada enseñanza de la Igle­
sia de Dios respecto a varios temas; pero siempre con
el propósito e intención de basar nuestra enseñanza es­
trictamente sobre la Biblia *
El hecho de que el Nuevo Testamento ha sido adoptado
como la ünica regla de gobierno y disciplina, ha mantenido
a la Iglesia de Dios fuera de ciertos peligros del judaismo
y otras creencias que han plagado a algunos grupos, los
cuales han basado su fe en el A n tig u o T e s ta m e n to . El
Antiguo Testamento es fu n d a m e n ta l para nuestra fe y
práctica, solamente cuando es in te r p r e ta d o a la luz del
Nuevo Testamento. Se puede apreciar la mano de Dios en
la fo r m a c ió n de nuestra declaración doctrinal desde su
principio.
Muchos de los miembros de la Iglesia de Dios han ve­
nido de diferentes trasfondos de pensamiento y práctica
religiosa. Sin embargo, es maravilloso cómo el Espíritu
Santo, quien guía a los hombres a toda verdad, ha guiado
a la iglesia hacia la pureza de doctrina, y a la unidad de
práctica. Nada menos que el poder milagroso del Espíritu
Santo pudo traer .a una p o s ic ió n de unidad doctrinal a
gente que tuvo trasfondo que se extiende desde el hiper-
calvinismo al arminianismo ra d ic a l. Esta es la obra del
4 Minutas de la Vigésim a - Quinta Asamblea General de la Iglesia de Dios (Cleve
land, Tenn.: Church of God Publlshing Houae. 1930, p. ¡23.
DISTINTIVOS DOCTRINALES 31
Espíritu Santo y una de las bendiciones del Pentecostés.
“ Más cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a,
toda verdad” .6 A través de la guianza del Espíritu Santo
la Iglesia de Dios continuará investigando las Escrituras
para su guianza en la fe y práctica,

E L D IS T IN T IV O P R IN C IP A L
El Dr. John Nichol hace la siguiente observación:
A pesar de la estrecha similitud en muchas áreas, hay
una gran sima que separa la mayoría de los protestantes
de los pentecostales, y es el énfasis que estos últimos dan
a lo que llaman el "Evangelio Completo”, especialmente
la enseñanza concerniente al encuentro experimental del
Espíritu Santo, como también al -énfasis en la sanidad
divina.e
El finado Donald Gee, declaró: “ La marca distintiva
del movimiento pentecostal es hablar en otras len gu as,
guste o nó, y negarlo nos hace llamarnos quizá 'evangéli­
cos' o 'fundamentales’ ; pero no ‘pentecostales’ en ningún
sentido” .7
Por lo tanto, el principal d is t in t iv o de la Iglesia de
Dios es el mismo que el de las otras organizaciones pen­
tecostales: hablar en otras lenguas como la evidencia ini­
cial, externa y física del bautismo en el Espíritu Santo.
Esta es la posición doctrinal que ha mantenido la Iglesia
de Dios desde el derramamiento del Espíritu en 1896 en
Cherokee, Carolina del Norte. Está registrado que, en este
primer derramamiento del Espíritu:
La gente buscó a Dios sinceramente, y el interés creció
hasta que, inesperadamente, como una nube desde un
cielo claro, el Espíritu Santo empezó a caer sobre los
humildes y sinceros buscadores de Dios. Mientras las re­
uniones se llevaban a cabo, uno tras otro caían bajo el
poder de Dios y pronto un buen número comenzó a ha-

6 Juan 16:13.
6 John Thomas Niehols, PentccostaliHm (N ew York: Harper and Row, 1908), p. 7.
7 Donald Gee, Splrltnal OIfta In the W ork of the M lnlstry Today (Sprfngfield,
Missouri: Gospel Publishing House, 1903), p. 83.
32 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
blar en lenguas como el Espíritu les daba que hablasen,8
La Iglesia de Dios tiene la distinción de ser el primer
grupo conocido en los Estados Unidos sobre el cual el Es­
píritu Santo cayó en su plenitud apostólica.9
Contrario al pensamiento de m uchos, éste no es un
nuevo avivamiento,* El derramamiento del siglo veinte
no empezó en 1956 o en 1960. Para los pentecostales no
es más que una nueva oleada de lo que ellos han estado
gozando desde el principio del siglo. N o permita Dios
que hombre alguno, o grupo de hombres, intente tomar
la gloria del avivamiento que solamente p e rten e ce a
Dios; pero sería bueno para aquellos que ahora están ex­
perimentando este maravilloso don — del cual nosotros
nos gozamos— que estén al tanto de la fu e n te de su
herencia Pentecostés,10
Los artículos ocho y nueve de la D e c la ra c ió n de F e
afirman que creemos “ en el bautismo del Espíritu Santo
subsecuente a la limpieza del corazón” y “ en el hablar en
otras lenguas como el Espíritu da que se hable ^ y que esto
es la evidencia inicial del bautismo del Espíritu Santo” .
Base Bíblica
La experiencia del bautismo del Espíritu Santo no se
obtiene simultáneamente con la c o n v e rs ió n , sino^ que es
una experiencia separada y distinta al Nuevo Nacimiento.
Jesús claramente e s ta b le c ió que solamente los creyentes
pueden recibir esta experiencia: “ el Espíritu de verdad, al
8 L . Howard Julllerat, B riol H istory o f the Church o í God {Cleveland, Tena,:
Church of God Pub)Í3hlng House, 1932), pp. 7, 8.
9 Hay un poco de desacuerdo entre loa historiadores pentecostales sobre quienes
poseen la distinción de ser los primeros en el derramamiento del Espíritu Santo
en los Estados Unidos, Sin embargo, después de estudiar las historias de aque­
llos que la reclaman, el autor de este libro está plenamente convencido que el
historiador C. W, Conn, ha producido el más antiguo registro documentado del
derramamiento del Espíritu Santo en los Estados Unidos de Norteamérica, 01
propósito de asentar este hecho no es para tener orgullo en la primacía, sino
para enfatizar la grande responsabilidad que se le ha comunicado a la iglesia
de mantener este distintivo principal. El ministerio y la feligresía de la Iglesia
de Dios están muy al tanto de no poseer ninguna prioridad en el Espíritu Santo,
ni la pretenden; simplemente, a través de sus fundadores, el Espíritu Santo so
manifestó. Por esta herencia estamos agradecidos.
* Nota del Ed. E l autor se reitero a las manifestaciones carlsmáticas que han
venido manifestándose en las Iglesias denomlnaclonales o histórlco-evangállcas.
10 Ray H. Hughes, “ Giossolalia ln Contemporary Tim es", “ The Gloasolalla Phe-
nomenon (Cleveland, Tenn.: Pathway Press, 1960), p. 104.
DISTINTIVOS DOCTRINALES 33
cual el mundo no puede recibir” .11 Casi todos saben que,
. . de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su
H ijo unigénito” y que, son aquellos los del mundo, los que
pueden recibir la experiencia de la salvación. E n to n ces,
debe haber u;ia diferencia entre la experiencia del Nuevo
Nacimiento y la experiencia del Bautismo en el Espíritu.
Hay otros que enseñan que el bautismo del Espíritu Santo
es lo m ism o que la Santificación, y que esta experien­
cia es una segunda bendición o una experiencia definida
de santidad en la v id a de los c re y e n te s . Esta es una
creencia muy prominente entre muchos del m o v im ie n to
de santidad.
Ellos han venido a ser conscientes, a través de las Es­
crituras, de una experiencia subsecuente al nuevo naci­
miento; y, por lo tanto, afirman que el bautism o del
Espíritu Santo con fuego, limpia el pecado original. Un
estudio cuidadoso del bautismo del Espíritu Santo reve­
lará que esta experiencia no tiene que ver con el pecado
original, ni hace al que lo recibe más santo. Tiene qué
ver más con el servicio, que con las virtudes de carác­
ter)12
Aquí es bueno aclarar la idea errónea de muchos que
carecen de información acerca de la Iglesia de Dios. A l­
gunos piensan que la Iglesia de Dios cree en tres obras
de gracia: salvación, santificación y el bautismo del Es­
píritu Santo. Pero la Iglesia de Dios no considera el bau­
tismo del Espíritu Santo como una obra de gracia, sino
como un don que capacita para el servicio. Es un don da­
do al hombre, para hacerlo un siervo más efectivo en la
obra del Señor Jesucristo.
Evidencia Inicial
El artículo nueve de la Declaración de Fe, presenta el
punto sobre el cual hay considerable controversia entre
algunos pentecostales. Hay quienes afirman que, el hablar
en lenguas como evidencia inicial del bautismo del Espí­

11 Juan 14:17.
18 Ray H. Hughes, ÍVhat is Penteoost? (Cleveland, Tenn,: Pathw ay Press, 1963),
P. 28.
34 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
ritu Santo, no debe ser c la s ific a d o como una doctrina
obligatoria de la iglesia por no estar categóricamente de­
clarado en la Biblia. Sin embargo, la gran evidencia de las
experiencias escritúrales del Espíritu Santo, corroboran la
doctrina de hablar en otras lenguas como la evidencia ini­
cial. En tres de cinco casos, la Escritura claramente men­
ciona que los que recibieron el Espíritu hablaron en len­
guas.13 En los otros dos casos en que el hablar en lenguas
no está específicamente r e g is tr a d o , se puede llegar a la
conclusión de que el hablar en lenguas también acompañó
a la llenura del Espíritu en esas ocasiones, interpretando
correctamente la Palabra de Dios.
Esas dos ocasiones fu e r o n : la del a p ósto l Pablo en
Damasco,14 y la de los d is c íp u lo s en Samaría.16 Por su
propio testimonio el apóstol Pablo admitió hablar en len­
guas más que todos los Corintios: “Doy gracias a Dios,
que hablo en lenguas más que todos vosotros” .xe Y a que
la gran evidencia acumulada verifica el hablar en otras
lenguas como la e v id e n c ia del bautismo, ¿no es lógico
pensar que San Pablo habló en lenguas cuando fue lleno
del Espíritu? Seguramente que esta es la única conclu­
sión lógica. La terminología usada con referencia a la ex­
periencia de los samaritanos implica que ellos h a b la ro n
con otras lengu as. No hay nin gu n a duda de que hubo
alguna manifestación que acompañó a la experiencia; por­
que Simón el Mago la reconoció y ofreció dinero para tener
la habilidad de impartirla.17 No fue meramente una expe­
riencia de exhuberancia, una manifestación de sanidad, ni
aun la expulsión de espíritus inmundos lo que Simón pre­
senció. Todo esto había sucedido antes de tal experiencia.
Consecuentemente, Simón escuchó la manifestación sobre­
natural de hablar en otras lenguas. Un examen de la Es­
critura verifica esto.
En el Día de Pentecostés, la señal más persistente fue

13 Hechos 2:4; 10:44-46; 19:1-0.


14 Hechos 1;17.
15 Hechos 8:14-17,
16 X Corintios 14:18.
17 Hechoa 8:18, 19.
DISTINTIVOS DOCTRINALES 35

algo que otros pudieron ver y escuchar: “ ha derramado


esto que vosotros véis y oís” .18 En Samaría, además de
la manifestación física que pudo ser vista y oída, la ter­
minología implica que ellos recibieron la misma experien­
cia que fue recibida en la casa de Cornelio. El documento
dice: “ porque aún no había descendido sobre ninguno de
ellos, sino que solamente habían sido b a u tiza d os en el
nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos, y re ci­
bían el Espíritu Santo” 1Q Está registrado que en la casa
de Cornelio, “mientras aún hablaba Pedro estas palabras,
el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discur­
so” .20 Una vez más el apóstol Pedro usa la misma termi­
nología al referir la experiencia en la casa de Cornelio:
“ Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo so­
bre ellos también, como sobre n o so tro s al principio” .21
Así que, uno debe concluir que si h a b la ro n en lenguas
cuando el Espíritu Santo cayó sobre aquéllos en la casa
de Cornelio, también hablaron en lenguas cuando cayó so­
bre los samaritanos.
A pesar de que la iglesia sostiene la posición de hablar
en otras lenguas como la e v id e n c ia inicial del bautismo
del Espíritu Santo, de ninguna manera pretende que ésta
sea la única experiencia de que uno ha sido bautizado con
el Espíritu Santo. El Espíritu no viene meramente para
hablar; pero el hablar es su declaración de haber venido
al creyente y de que le acompañará para realizar la tarea
de cumplir con la Gran Comisión. Hablar en lenguas no
es clímax de la experiencia del creyente, sino el investi­
miento de poder para el servicio efectivo, y de valor para
testificar acerca de J e s u c ris to . En realidad, este es el
principal propósito del advenimiento del Espíritu: “ pero
recibiréis poder cuando haya venido sobre’ vosotros el Es­
píritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda
Judea, en Samaría, y h a sta lo ú ltim o de la t i e r r a ” .22

18 Hechos 2:33.
10 Hechos 8:10, 17.
30 Hechos 10:41,
21 Hechos 11:15.
22 Hechos 1:8.
36 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré
del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Pa­
dre, él dará testimonio acerca de mí. Y vosotros daréis
testimonio también porque habéis estado conmigo desde el
principio”
El E s p ír itu Santo es el Abogado para defendernos
cuando estamos en conflicto y estar a nuestro lado para
ayudarnos. El provee habilidad divina para la obra que
realiza el creyente, y le hace efectivo en la extensión del
Evangelio. Más aún, “ la experiencia del bautismo no es
un fin en sí mismo, sino simplemente un medio para el
fin : dirigir los hombres a Cristo” .24
"Todo lo dicho se puede resumir afirmando que el
propósito de Pentecostés es suplir de equipo para el ser-
vicio, de competencia para la v o c a c ió n , y de investi­
miento de poder para la tarea de la evangelización del
mundo”.26
Con toda probabilidad, en la Iglesia Primitiva, los cre­
yentes no bautizados en el Espíritu fueron una rareza, y
eso explica el por qué de la falta de declaraciones doctri­
nales específicas en las epístolas, concernientes a la evi­
dencia inicial del bautismo del Espíritu Santo. Es en este
punto que algunos critican la iglesia; pero en vista de las
escrituras precedentes, la crítica carece de fu n d a m en to .
Esta no es una nueva d o c trin a c re a d a en los ú ltim o s
ochenta y dos años, sino una renovación de la experiencia
apostólica. Hay registros históricos que verifican que el
hablar en lenguas acompañó y recurrió en avivamientos en
cada época, aun d u ra n te los días de mayor decadencia y
obscurantismo espiritual. El patrón de las manifestaciones
del Espíritu Santo fue dado a la iglesia del Nuevo Testa­
mento ha sido recobrado por la Iglesia de Dios hoy día,
y sigue siendo un fenómeno relevante que se manifiesta
todavía.

23 Juan 16:86, 27.


24 Hughea, op. clt,, p. 19.
36 Ibid., p. 21,
DISTINTIVOS DOCTRINALES 37

E L D IS T IN T IV O DE L A S A N ID A D

Desde el principio de la I g le s ia de D ios, i a sanidad'


divina ha sido una de sus más prominentes docfcíinftsh
“ La posición de la Iglesia de Dios concerniente a la sani­
dad divina vendría a ser una de sus más distintivas a fir­
maciones; habría de ser un factor poderoso dentro de la
iglesia; aunque habría de provocar mucha crítica y per­
secución desde afuera” .28
Hay r e g is tr o s de sanidad d e n tro de la ig le s ia que
datan del avivamiento que se verificó en el Condado de
Cherokee (1896).37 “ El Evangelio de la Iglesia de Dios” ,
órgano oficial de la misma tiene prominentes testimonios
de sanidad desde su principio. La p u b lic a c ió n , llamada
primeramente “ La. Luz Vespertina y E l Evangelio de la
Iglesia de Dios” fue editada el primero de marzo de 1910,
y un mes después fueron publicados los primeros testimo­
nios de sanidad. Los testimonios de sanidad han venido a
ser una sección muy s o b r e s a lie n te de la revista desde
aquel día.
Contrario a la propaganda de algunos pseudo-obradores
de milagros de estos últimos días, la Iglesia de Dios siem­
pre ha estado a la vanguardia de esta doctrina y práctica
desde su principio. En ningún período de su historia ha
variado de posición en lo más mínimo. La sanidad es una
característica distintiva de la Iglesia de Dios.
El artículo once de la Declaración de Fe a fir m a que
creemos que la “ sanidad divina es provista para todos en
la expiación” . La enfermedad vino a la raza humana a
través de la caída del hombre; de la misma manera, la
provisión se ha hecho para la sanidad a través de Cristo,
quien “ tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras do­
lencias” ?* y “por cuyas heridas fuimos n o s o tro s cura­
dos” ? 9 Donde la enfermedad es el resultado del pecado,
20 Charles W. Conn, U k e a M ighty Arm y (Cleveland, Tenn.: Chureh of God
Publiahing- House, 1965), p. 77.
27 Ibld.
28 Mateo 8:17.
29 1 Pedro 2:24.
38 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
la sangre expiatoria hace provisión para la sanidad. To­
da enfermedad es directa o indirectamente el resultado de
la caída del hombre.
La Naturaleza de Dios
La naturaleza de Dios es sanar. Uno de Sus nombres
en el Antiguo Testamento, da testimonio de su naturaleza
curativa: Jehovah-rapha: “ Yo soy el Señor que te sana” .30
¿Será extraño para Dios, cuya naturaleza es sanar, ex­
presar su n a tu r a le z a a sus hijos a tr a v é s de Su Hijo,
Cristo Jesús? ¿Podría un Dios de compasión y amor ha­
cer menos?
Características del Ministerio de Jesús
S a n id ad y m ila g r o s caracterizaron el ministerio de
Jesús. El " anduvo haciendo bienes y sanando a todos los
oprimidos del diablo31 . . ", . . bien lo ha hecho todo;
hace a los sordos oír, y a los mudos hablar” 3% En su dra­
mática descripción del Antiguo Testamento, Isaías profe­
tizó que Cristo haría provisión para las e n fe rm e d a d es
físicas, mentales y espirituales del hombre. “ Ciertamente
llevó nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y
nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y aba­
tido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido
por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre
él, y por su llaga fuimos nosotros curados” .33
Jesús tomó sobre sí mismo nuestras enfermedades f í­
sicas, y no hay enfermedad que sea incurable para él. “ Y
recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de
ellos, y predicando el Evangelio del reino, y sanando toda
enfermedad y toda dolencia, en el pueblo” ,34 El, quien sa­
nó toda clase de enfermedades y dolencias entre el pueblo
en Su día, es inmutable. El es “ el mismo ayer, y hoy, y
por los siglos” . La ig le s ia hoy puede gozar las mismas
bendiciones de Su mano.

30 Exodo 15:K8.
31 Hechos 10:38.
33 Marcos 7:37.
33 Isaías 53:4, 5.
34 Mateo 4:23.
DISTINTIVOS DOCTRINALES 80
Antes de su salida de esta tierra, Jesucristo, dio a Su
iglesia la promesa de que este mismo' ministerio sería en­
sanchado, en sus proyecciones, al d escen d er el Espíritu
Santo. El Espíritu dio a la iglesia el poder para que pu­
dieran ser realizadas “ ob ras m a y o re s ” no tanto en la
clase de obras; sino en su alcance.36
Cristo es movido a compasión frente a nuestras enfer­
medades; pero la sanidad no se limita únicamente a las
dolencias físicas del género humano.36 “ Ciertamente llevó
él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores.37 El
sana la mente de angustia y da paz que sobrepuja a todo
entendimiento. En estos tiem p o s de presiones mentales,
neurosis, psicosis y otras d olencias, es consolador saber
que Jesús puede sanar toda clase de enfermedades.
El no se limita a la sanidad del cuerpo y de la mente,
sino que la sanidad alcanza también el alma del hombre.
El fue herido por causa de las transgresiones, molido por
las iniquidades, lacerado por lograr nuestra sanidad. El
tomó sobre Sí mismo las iniquidades de todos nosotros,38
y puso Su alma como una ofrenda por nuestros pecados.30
Ministerio de Todos los Creyentes.
El ministerio de sanidad pertenece a todos los creyen­
tes y no está limitado a unas cuantas personas selectas.
Es un ministerio de la iglesia en general. Los dones de
sanidad fueron dados a la iglesia para operar a través
del cuerpo de Cristo de acuerdo a la necesidad que pueda
surgir y de acuerdo a la dirección del Espíritu.40 El Es­
píritu ministra sanidad a la gente “ . . . particularmente
como él quiere” .41 La sanidad no es un don impartido a
ciertas personas para usarlo como ellos quieran. Toda sa­
nidad viene de Dios, a través de las heridas de Jesucristo.
Dios se reserva esta soberanía en el ministerio y distri­
bución de los dones.
35 Juan 14:12.
30 Hebreos 4:15.
37 Isaías 53:4.
3 8 Isaías 53:0.
30 Isaías 63 :10.
40 1 Corintios 13:28,
41 1 Corintios 12:11.
40 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
La Imposición de las Manos
La Biblia habla de la doctrina de la imposición de las
manos.43 La práctica del imponer las manos era muy co­
mún en la Biblia tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento. La imposición de las manos es una forma de
invocar b en d icion es, como también el acto de aprobar
algo. Se le usa también en la adquisición del E s p ír itu ,
para la ordenación de ministros; en el envío de misione­
ros, y para la sanidad de los cuerpos. La Palabra de Dios
declara expresamente que para los creyentes es la prome­
sa que dice: “ sobre los enfermos pondrán sus manos, y
sanarán” .43 La sanidad del enfermo como un resultado de
la oración del creyente es la operación normal en la Igle­
sia Pentecostal. Algunas de las más notables sanidades en
la historia de la Iglesia de Dios han sido el resultado de
las oraciones de los laicos. La responsabilidad de este mi­
nisterio abarca tanto sobre el pulpito como a los laicos.
La iglesia nunca debe perder de vista el modelo bíblico
establecido por los c re y e n te s primitivos, los cuales iban
por todas partes, y las sanidades les seguían. El apóstol
Santiago e x h o rta b a a los santos: “ orad unos por otros,
para que seáis sanados” .44
El Poder Sanador de la Palabra
La Palabra es viva y poderosa, y es confirmada por las
señales y milagros que ella promete. Los primitivos cre­
yentes “ saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles
el Señor y confirmando la palabra con las señales que les
seguían” .™
La iglesia no puede testificar intrépidamente a menos
que Cristo opere poderosamente. Los cristianos del perío­
do apostólico esperaban que señales, maravillas y sanida­
des acompañasen la predicación de la Palabra. “ Y ahora,
Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que
con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes
tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodi­
42 Hebreos 6:2,
43 Marcos 16:18 (Aunque la originalidad de este pasaje ha sido cuestionada, f»e
sabe que data deade el siglo segundo.) (N. del Kd.)
44 Santiago 5:16.
46 Marcos 16:20.
DISTINTIVOS DOCTRINALES 41
gios mediante el nombre de tu santo H ijo Je s ú s ” .48 La
sanidad viene a través de la Palabra de Dios: " Envió su
palabra, y los sanó, y los libró de su ruina’\47
Llamando a los Ancianos
Cuando uno no es capaz de hacer oración de fe por sí
mismo, el apóstol Santiago bosqueja un procedimiento pa­
ra la sanidad: Está alguno enfermo entre nosotros? L la ­
me a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole
con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe sal­
vará al enfermo, y el Señor lo le v a n t a r á ; y si hubiese
cometido pecados, le serán perdonados” .48 Los ancianos de
la. iglesia serán llamados, y ellos orarán por el enfermo
ungiéndole con aceite en el n o m b re del S e ñ o r. La res­
puesta a este procedimiento es que; ula oración de fe sal­
vará al enfermo, y el Señor le levantará” . La sanidad no
es la obra de un hombre sino la ob ra del S eñ or. Es el
Señor quien le levantará. El hombre es únicamente el ins­
trumento en Sus manos.
Ungiendo con Aceite
La práctica de ungir con aceite resulta extraña para
la gente nueva en la iglesia; pero el ministerio en la Igle­
sia de Dios sigue esta práctica como parte de la forma
en que se hizo en el Nuevo Testamento. Jesús envió los
Doce, y “ ellos echaban fuera muchos demonios, y ungían
con aceite,49 a muchos enfermos, y los sanaban” .60 En el
aceite no hay ninguna virtud, ni poder especial; es sim­
plemente aceite de oliva, que al ser aplicado, es símbolo
del poder sa n a d o r de D ios, a través de Su Espíritu. A
través de toda la Palabra de Dios, el aceite es un sím­
bolo del Espíritu Santo. El aceite no cura la enfermedad
ni puede traer la sanidad. El ungimiento debe ser acom­
pañado con la oración de fe y la invocación del nombre del
Señor basado en la Palabra de Dios.

46 Hechog 4:29, 30.


47 Salmo 107:20.
48 Santiago 6:14, 16,
49 En los últimos años ha habido un avivamlento en esta práctica en muchas de
laa iglesias tradicionales.
60 Marcos 6 :13.
42 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
Nombre del Señor
“ En el nombre del Señor” significa: “ por la autoridad
del Señor” . A todos los cristianos se les ha dado el dere­
cho de usar Su nombre, el cual es sobre todo nombre. La
Palabra de Dios declara: “ Y todo lo que pidiereis al Pa­
dre en m i nombre lo haré, para que el Padre sea g lo rifi­
cado en el H ijo. Si algo p id ie r e is en m i nombre, yo lo
haré” .51 El paralítico que estaba a la puerta del templo
llamada la “ Hermosa” , fue sanado a través de la fe en el
nombre de J e s u c ris to . Las gentes miraron a Pedro y a
Juan como si por causa de la santidad de estos, hubieran
hecho caminar al paralítico; pero la respuesta de Pedro
fue: “ Y por la fe en su nombre, a éste que vosotros veis
y conocéis, le ha confirmado su nombre” .™
Otros Medios de Sanidad
Cuando el apóstol Pablo no podía orar personalmente
por la gente, se tomaban pañuelos y d e la n ta les ungi­
dos por él, los cuales eran puestos sobre aquellos que es­
taban enfermos: “ de tal manera que aún se llevaban a los
enfermos los p a ñ u e lo s o delantales de su c u e rp o , y las
enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos sa­
lían” .63 Este era un medio de con ta cto con el enfermo.
Cuando el d e la n ta l o el paño es puesto en el cuerpo, a
través de la fe en el nombre del Señor, el enfermo se re­
cobra. Y a que toda sanidad viene de Dios, quien es Om­
nipresente, no se debe pen sar, como cosa increíble, que
Dios honre tal método para manifestar su poder. El me­
dio, simplemente, ayuda al enfermo a tener contacto con
el Sanador. Hay muchos y variados testimonios de miem­
bros y amigos de la I g le s ia de D ios, quienes han sido
sanados de esta manera. Dios no ha limitado Su poder a
una época solamente; por consiguiente, la Iglesia de Dios
de n u estros días ha reco n o cid o que Dios es cap az y
obra de acuerdo a las formas apostólicas. No importa el
método usado para adquirirla, la sanidad viene siempre a
través de la fe en el nombre del Señor, por la Palabra del
Dios Viviente.
61 Juan 14:13, 14.
68 Hechos 3:16.
63 Hechos 19:12.
DISTINTIVOS DOCTRINALES 43

E L D IS T IN T IV O C AR ISM A TIC O
Los carismata* o dones del Espíritu, aparecieron bien
temprano en la vida y ministerio de la Iglesia de Dios.**
En la segunda Asamblea General hubo mucha discusión
concerniente a la operación de los dones e s p ir itu a le s , y
hasta ahora los dones han ocupado un importante lugar
en la adoración, devoción y ministerio de sus miembros.54
El apóstol Pablo presenta la doctrina de “ los dones espi­
r itu a le s 'e n su carta a los corintios.56 Los dones espiri­
tuales,66 ( pneumatikos) pertenecen a la iglesia, y la igle­
sia debe tener un conocimiento claro de estos: “ No quiero
hervíanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales” .67
En su epístola, el apóstol señala el origen, el impartimien­
to, la operación y el propósito de los dones espirituales
en la iglesia.
El Origen
Los dones ( c a r is m a ta ) del Espíritu son distintos al
don (dorea),58 del Espíritu Santo. Los carismata no deben
ser co n fu n d id o s con el ejecutor o distribuidor de ellos.
Todos los dones espirituales residen en el Espíritu Santo,
y cuando alguien es lleno del Espíritu Santo tiene el po­
der de la operación de los dones espirituales. “Ahora bien,
hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo” ,69
Por lo tanto, el Espíritu Santo no s o la m en te reside en
nosotros, sino que también es nuestro Señor quien con­
trola así nuestras vidas y ministerio. Y a que el Espíritu
es la fuente de los dones, los hombres no los ejercen a
voluntad propia, sino por voluntad del Espíritu.

* Carismata es la palabra plural, griega, para “ dones” .


* * Véase Healing In the Churcli (Sanidad en la Iglesia), por James A. Croas,
para un Informe del ministerio de la sanidad en la Iglesia de Dios, (Cleveland,
Tenn.: Fathway Press, 1982), (N. del T .)
64 Minutas de la Segunda Asamblea General de la Iglesia de Dios, op. clt., pp.
23, 24.
66 1 Corintios, Caps. 12-14.
66 Traducido "espirituales” , o "cosas de, o que pertenecen al Espíritu” .
671 Corintios 12:1.
68 “ D orea" es la palabra griega para “ don del Espíritu Santo” , y “ carismata',
del griego también, para la palabra “ dones” ,
69 1 Corintios 12:4.
44 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
El Impartimiento de los Dones
Los dones del Espíritu son nueve y son administrados
a través del Espíritu Santo. “Pero todas estas cosas las
hace uno y el mismo E spíritu Santo, repartiendo a cada
uno en particular como él quiere'*.m La m a y o ría de los
comentaristas dividen los dones en tres categorías: Dones
de revelación, de poder y comunicación o inspiración. Los
dones de revelación son: 1) la palabra de sabiduría; 2)
palabra de ciencia, y 3) discernimiento de espíritus. Los
dones de poder son: 1) fe ; 2) milagros, y 3) sanidades.
Los dones de comunicación o inspiración son: 1) profe­
cía; 2) diversos géneros de lenguas, y 3) interpretación
de lenguas. Estos dones son dados por uno y un mismo
Espíritu,
Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabi­
duría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíri­
tu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de
sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer mila­
gros; a otro profecía; a otro, discernimiento de espíritus;
a otros, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpreta­
ción de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el
mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular,
como él quiere?1
Un estudio del pasaje anterior confirma que el Espí­
ritu imparte todos los nueve dones espirituales.
La Operación de los Dones Espirituales
“ Y hay diversidad de operaciones, pero Dios que hace
todas las cosas en todos, es el mismo**.62 Y a que todos los
dones son de origen s o b re n a tu ra l, nadie (por quien un
don opera), tiene de qué gloriarse, sino en Dios. No hay
ninguna habilidad innata humana mezclada con la divina
operación de los dones; por lo tanto, no hay razón para
el orgullo. La habilidad y autoridad de ejercer estos do­
nes no reside en el hombre, sino en Dios. “ Pero a cada
uno le es dada m a n ife s ta c ió n del Espíritu para prove­
cho” .™ La palabra manifestación (phanerosis) significa,
60 1. Corintios 13:11.
01 1 Corintios 12:8-11,
02 1 Corintios 12:0.
03 1 Corintios 12:7,
DISTINTIVOS DOCTRINALES 45
“ el acto de brillar” . ^El Espíritu Santo brilla por medio
de sus obreros, habilitados de poder por medio de los do­
nes espirituales. La manifestación de estos dones tiene un
poderoso efecto sobre la congregación. La diversidad de
operaciones, trae v a r ie d a d a los servicios pentecostales.
Las reuniones pentecostales están llenas de expectación, y
donde el Espíritu es Señor o administrador, hay libertad
e inspiración.
La Capacitación para el Servicio
A los ministros del Nuevo Testamento se les ord en ó
que permanecieran en Jerusalén hasta que fueran dotados
con poder de lo alto.04 Ellos tuvieron que ir y cumplir la
Gran Comisión, pero no sin antes obtener la capacitación
apropiada. Los diáconos de la iglesia primitiva tenían que
ser llenos del Espíritu Santo y sabiduría, para poder des­
empeñar las más insignificantes y ordinarias tareas de la
iglesia.05 Pero a los que fueron escogidos para desempeñar
actividades temporales, se les en c o n tró realizando cosas
extraordinarias; h acien d o señales y maravillas entre el
pueblo, como también ocupándose en asuntos de orden
material.
Cuando los hombres ministran por medio del poder so­
brenatural, la atención es puesta en el Espíritu, y no en
el individuo. Aun cuando se hace e v id e n te que un acto
sobrenatural se ha realizado, existe la posibilidad de que
la gente carnal se incline a darle el honor y la gloria al
individuo usado por Dios. En tales casos, es importante
que aquél a quien Dios usa, ponga las cosas en su lugar.
En la sanidad del paralítico en la puerta de “ La Hermo­
sa” , Pedro vio la gente maravillándose del milagro y les
dijo: “ ¿Por qué os maravilláis de esto? ¿Por qué ponéis
los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad
hubiésemos hecho andar a éste?” 66 La fe del hombre debe
estar, no “ en la sabiduría de los hombres, sino en el po­
der de Dios” .07 Los dones operan de acuerdo con la sobe­
04 Lucas 24:49.
06 Hechos 0:1-4.
66 Hechos 3:12.
07 1 Corintios 2 :B.
46 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
rana v o lu n ta d de Dios. El hace que los dones operen a
través de individuos “ como él quiere’’ .88
La Escritura tam b ién menciona que “ Dios ha puesto
algunos en la iglesia” . Estos dones son dados y difieren
“ según la, gracia que se nos ha dado” .09 Esto no significa
que los dones sean conferidos simplemente por la libre y
soberana voluntad de Dios, sin ningún deseo o búsqueda
de parte del individuo. Som os amonestados a useguir la
caridad; y procurar los dones espirituales” .70 “ Procurad,
pues, los mejores dones” .71 “ Por lo cual, el que habla en
lengua extraña, pida en o ra c ió n poder interpretarla” .72
“ Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el
hablar en lenguas” .73 De acuerdo con los pasajes prece­
dentes, la iglesia debe rogar al Señor que ponga en^ ope­
ración los dones espirituales. El deseo de tal operación de
los dones espirituales debe tenerse en perspectiva siem­
pre, para la gloria de Dios y la edificación de su pueblo.
Aquellos por quienes los dones del Espíritu se mani­
fiestan, deben ser siempre concientes del Dador. Los do­
nes son manifestados para magnificar a. D ios, y nunca
para exaltar a la persona dotada de tan hermoso poder.
Los dones nunca son un fin en sí mismos.
El sentido de la posesión personal de algún don espi­
ritual, necesita ser moldeado a un concepto cabal del
tema. Debe recordarse que la manifestación particular
dada a un individuo obedece el hecho de que se trata de
" todo el cuerpo” . Este es el gran tema de 1 Corintios 12.
Todo se relaciona a la iglesia como el ''cuerpo”. La edi­
ficación del " cuerpo" es el verdadero propósito (14:12).
Es el " cuerpo" el que juzga con relación al don (v. 29).
En último término, se dice que los dones espirituales es­
tán más bien en la iglesia que en el individuo.74

68 1 Corintios 13:11.
60 Romanos 13:6.
70 1 Corintios 14:1.
71 1 Corintios 13:31,
73 1 Corintios 14:13.
73 1 Corintios 14:30.
74 Donaid Gee, Coneerning Spírltual Gifta (Springfield, lío ,: Goape! F u b lis h iD g r
House), p. 74,
DISTINTIVOS DOCTRINALES 47
No se debe esperar a que ciertas personas estén pre­
sentes para la o p e ra c ió n de los dones. Dios puede usar
cualquier persona llena del Espíritu Santo, en cualquier
tiempo, para manifestar su poder. El no se limita a cier­
tas personas dotadas. Se admite que algunos son usados
por Dios más que otros, a causa de su consagración a él,
y su rendimiento al Espíritu; pero siempre lo hace para
el provecho de la iglesia.
El Propósito de los Dones
Los dones son manifiestos, no como una mera exhibi­
ción de poder sobrenatural o por causa del don en sí, sino
con propósitos definidos. El Señor nunca realizó milagros
para Su propio beneficio o para satisfacer la curiosidad
de los hombres, sino siempre con propósitos d e fin id o s :
para atraer a la gente hacia el Evangelio o para confir­
mar la Palabra. La iglesia p r im it iv a vivió envuelta en
una atmósfera sobrenatural, hecho evidente por la decla­
ración de que “ milagros especiales’’ eran hechos por las
manos de Pablo. Esto implica que algunos milagros eran
comunes, y formaron parte regular del m in is te r io de la
iglesia primitiva. Un ministerio dotado [de dones] es la
norma pentecostal.
Para Confirmar la Palabra
Cuando los miembros de la iglesia primitiva se enfren­
taron con las amenazas y la oposición, oraron pidiendo las
manifestaciones divinas, para confirmar su testimonio.
Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus
siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mien­
tras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y
señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo
Jesús76
Cuando los discípulos s a lie ro n y predicaron en todas
partes, el Señor confirmó la Palabra con señ ales que la
seguían.70 La operación de los dones espirituales no debe
tomar el lugar de la Palabra de Dios, sino acrecentarla.
Cuando una iglesia se g lo r ía de sus dones al punto de
76 Hechos 4:29, 30.
76 Marcos 16:20.
48 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
fallar en darle preeminencia a la Palabra de Dios, enton­
ces, ya los dones no están en la perspectiva que les co­
rresponde.
Para Denotar Aprobación
En el Día de Pentecostés, Pedro declaró: “ Jesús naza­
reno, varón a p rob a d o por D io s entre vosotros con las
■maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre ^vos­
otros por medio de él, como v o s o t r o s mismos sabéis” ,77
Aun más, las manifestaciones de los dones son para mos­
trar la aprobación de Dios del ministerio de un individuo
0 de una iglesia.
Para Edificar al Individuo
Algunos de los dones son para la edificación personal
como también para la e d ific a c ió n de la iglesia. Esto es
especialmente verdadero con el don de hablar en o tra s
lenguas. Las devociones privadas pueden ser intensificadas
grandemente a través del Espíritu. Hay ocasiones en las
cuales uno no sabe por qué orar, “pero el Espíritu mismo
intercede por nosotros con gemidos indecibles” 79 Cuando
uno habla en lenguas, el entendimiento es sin fruto, pero
el Maestro e n tie n d e las necesidades, porque el Espíritu
ora por él.79
Para Convencer a los Incrédulos
Sabemos que es el Espíritu el que convence a los hom­
bres de sus pecados; y ya que el Espíritu administra los
dones, hay ocasiones en las cuales los pecadores^ son pro­
fundamente conmovidos por causa de esta manifestación
del poder de Dios. Cuando un pecador entra a una con­
gregación que es movida por el poder de Dios, “ es conven­
cido por todos: es juzgado por todos; lo oculto de su corar-
zón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro,
adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está
entre vosotros” .80 A través de la m a n ife s ta c ió n de los
dones espirituales él realiza que Dios está entre el pueblo.
1Cuántas veces el autor ha visto esta manifestación en los
77 Hechos 2 :22,
78 Romanos 8:20.
79 1 Corintios 14:14, 15.
80 1 Corintios 14:24, 25.
DISTINTIVOS DOCTRINALES 49
servicios de la Iglesia de Dios! Derribará barreras y con­
moverá los más empedernidos corazones. La operación de
lo sobrenatural es, en la Iglesia de Dios, una de sus más
distintivas características.
Cuando uno estudia la doctrina e historia de la Iglesia
de Dios, puede fácilmente percibir la palabra de sabiduría
y la palabra de ciencia operando en la vida de los prede­
cesores que formularon la doctrina y el gobierno. En ver­
dad, uno tiene que a d m itir que esto3 hombres tuvieron
una revelación divina. Basta leer los testimonios de sani­
dad y del poder milagroso operando en la iglesia para ver
como esta se asemeja a la Iglesia del Nuevo Testamento.
La mano de Dios sobre los ministros, que h a b la ro n con
inspiradas declaraciones, maravilló y asombró congrega­
ciones. La iglesia ha sido grandemente edificada y exhor­
tada, y se ha b e n e fic ia d o mucho a través del poder del
Espíritu Santo. Por la conservación y continuación de es­
tos dones oramos con sta n tem en te, ya que ellos fueron
puestos en la iglesia para continuar hasta el día cuando
la iglesia ya no ministre a este mundo.
El Distintivo del Pedilavium,61 (E l Lavatorio de Pies)
La Iglesia de Dios es el único cuerpo Pentecostal con­
siderable que sostiene la doctrina y práctica del lavamien­
to de los pies de los santos.82 Es la creencia de la Iglesia
de Dios que esta práctica es una premisa bíblica que no

81 La palabra pedilavium, que algunas veces se escribe pedlluviom, significa “ la


ceremonia de lavar los pies'*. Viene de p e d que significa "p íe " y l a v a r e
“ lavar",
85! Hay otros cuerpos de creyentes que practican el lavamiento de los pies. Hay,
también, muchos casos históricos de lavamiento de pies entre los creyentes en
diferentes épocas de la Iglesia.
Véase: Philip Schaff, Htstory o í the Chrlstlan Ctanrch (N ew York: Charles
Scrtbner’s Sons, 1923), Vo, 6, Fart 1, p. 366,
Sllas Benjamín Sanford. A Conolae Cyclopedia o f Rellgions Knowledge (N ew
York: Charles L. Webster and Co., 1890), p. 343.
Samuel Macauley, The Concise Dlctionary of Rellgions Knowledge and Gaeat-
teer (N ew York: The Chrlstlan U teratu re Co., 1898), p. 290.
Charles S. Herbermann, The Cnthollc Encyclopedla (N ew York : Robert Ap~
pleton Co., 1912), Vo. 16, p. 657.
Samuel Macauley Jackson, T he New Sehoff-Herzo¡j Encyclopedla o f R ell-
gious ICnowIedge (Gran Rapíds, Mlch.: Baker Book House, 1949), Vol. 4, pp.
339, 340.
* L a Cena del Sefior y el lavamiento de los pies son dos Importantes ordenanzas
de la iglesia, teniendo cada una su especial significado. Estas ordenanzas pue­
den ser observadas en diferentes cultos o bien en un mismo servicio, (N . del T .)
50 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
ha sido abrogada y que es parte de la Santa Comunión.*
Cuando uno lava los pies, está haciendo lo que Jesús man­
dó hacer: “Porque ejemplo os he dado para que como yo
os he hecho, vosotros también hagáis” .83 Y a que fue orde­
nado por Cristo, es considerada una ordenanza de la Igle­
sia de Dios. Jesús no dijo: “ Os he dado un ejemplo para
que ustedes sean como yo he sido [h u m ild e ]” , sino que
d ijo: “ para que como yo os he hecho, vosotros también
hagáis” .84 Cristo ha dado una promesa a aquellos que la­
van los pies de los santos: “ Si sabéis estas cosas, bien­
aventurados seréis si las hiciereis".85
Hay algu n os que sostienen que el lavamiento de pies
era simplemente una costumbre oriental y que hoy no está
más en boga. Que el lavamiento de pies era un acto de
hospitalidad entre los antiguos hebreos es un hecho.86 Sin
embargo, al instituir, el Señor, el lavamiento de los pies
durante el curso de la cena, excluye cualquier interpreta­
ción de que se trataba de una práctica oriental de lavar
los pies de los invitados al entrar a un hogar hebreo. El
lavamiento su cedió en la cena, no en la puerta del apo­
sento, dándole el Señor un significado sacramental.87
El mandamiento de Cristo, a Sus discípulos de lavarse
los pies los unos a los otros, fue entendido por la Iglesia
Novotestamentaria como práctica literal. Fue considerada
con tan profundo sentido religioso que una viuda, para
“ ser c o n sid e ra d a dentro del número” que podía recibir
ayuda de la iglesia, debería haber lavado los pies de los
santos. Una vez más, la Escritura señala que esto era algo
más que la cortesía común de lavar los pies a las visitas
por costumbre de lavar “ los pies de los santos” . Si se re­
fería a la costumbre del día, entonces se hubiese esperado
que el anfitrión proveyese de agua para todos los huéspe­
83 Juan 13:16.
84 C. F. Yoder, Ood’ s Meaos of O race {Elgln, l l i . : Brethren Publtshlng Houae,
1008). pp 298-312.
85 Juan 13:17.
86 Génesis 18:4; Jueces 19:21; 1 Samuel 25:41.
87 La palabra sacramento no aparece en Jas Escrituras, sin embargo, el equiva­
lente latín sacramentum de la palabra griega mysteríon, aquello que es desco­
nocido hasta el momento de ser rebelado, significa cualquier “ símbolo, tipo,
que tenga un latente sentido espiritual” . Por esta razón es aplicada a las
ordenanzas cristianas de la Cena y del lavamiento de los pies.
DISTINTIVOS DOCTRINALES 51
des (no m era m en te a los santos) cuando entrasen a la
casa, y si el anfitrión personalmente lavaba los pies, esto
era el clímax de la h o s p ita lid a d .88 El dueño de la casa
proveía el agua, para que los in v ita d o s se lavasen ellos
mismos los pies, o para que el dueño mismo se los lavase;
pero la institución hecha por nuestro Señor de lavar los
pies fue bastante diferente. Su mandamiento envuelve un
acto recíproco: vosotros también debéis lavaros los pies
los unos a los otros” .89
Cuando se hacía de acuerdo a la costumbre hebrea se
rendía un servicio; a qu ello s cuyos pies estaban sucios y
polvorientos a causa del viaje eran limpiados. Pero en la
ordenanza instituida por nuestro Señor, el lavamiento de
pies es solamente un aspecto muy importante en el Evan­
gelio según San Juan. Los pasajes concernientes al redil,
la vid, y el Buen Pastor, son todos simbólicos; por lo tan­
to, San Juan debía proyectar el simbolismo del lavamiento
de los pies.
La creencia de que uno lava los pies de otros simple­
mente para realizar buenas obras en su favor, es absurda
a la luz de la Escritura. En los r e q u is ito s para que la
viuda recibiese ayuda, ella debía haber “ practicado toda
buena obra” , además de haber "lavado los pies de los san­
tos” . Sin ninguna duda, este acto es rec h a za d o , porque
parece d e s p r o v is to de sentido y sin significado para el
mundo. Es un acto que humilla y generalmente es despre­
ciado; de ahí, la aversión hacia él. Pero, <4la presencia de
Cristo santifica los eventos más comunes-y tom a los ele­
mentos más insignificantes en los más valiosos” .90
Tenemos la obligación de obedecer la Palabra de Dios
como también el ejemplo del H ijo de Dios. Cuando Jesús
dijo, “ vosotros también debéis lavar los pies los unos a
los otros>f, simplemente dio a entender, Aestáis obligados
a hacerlo así” . La palabra debéis se traduciría m ejor co­
mo tenéis la obligación. C on secu en tem en te, uno debe
practicar el lavamiento de pies como una práctica sacra­
88 1 Samuel ¡25:41.
89 Juan 13:14.
00 A . Plummer, St. John (Cambridge; University Prese, 1890). p. 46.
52 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
mental ya que Cristo deliberadamente estableció un mo­
delo con una promesa.
Si se objeta que tal p rá c tic a está basada solamente
sobre unos pocos versículos de la Escritura, entonces, po­
demos objetar otras d o c trin a s por la misma razón, por
ejemplo: La Cena del Señor, está basada sobre unos po­
cos versículos. La declaración más larga del Señor, regis­
trada en los e v a n g e lio s con r e la c ió n a la noche de la
Cena, fue concerniente al lavamiento de los pies. Solamen­
te una vez Jesús nos mandó a participar de la Cena del
Señor: “ haced esto en memoria de mí” .91 Pero con rela­
ción al lavamiento de los pies, el Señor repitió tres veces
el mandamiento: 1) “ vosotros también debéis lavaros los
pies los unos a los otros” ;93 2) “ P or que ejemplo os he
dado, para que como yo os he hecho, vosotros también ha­
gáis” ,93 3) “ Si sabéis estas cosas bienaventurados seréis
si las hiciereis” .04
Si uno se aventurase a hacer una comparación, la cual
es innecesaria, uno hallaría que el lavamiento de los pies
está ordenado explícitamente como lo está el sacramento
del pan y del vino. Ninguna doctrina es importante sim­
plemente por ser muy r e p e t id a ; sin embargo, cualquier
mandamiento del Señor debe ser observado con toda so­
lemnidad.

91 Lucas 22:19; 1 Corintios 11:24.


02 Juan 13:14.
93 Juan 13:15.
94 Juan 18:17.
EL DISTINTIVO DEL EVANGELISMO
“Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes
anunciando el Evangelio” — Hechos 8:4
EL DISTINTIVO DEL EVANGELISMO
Desde su principio, la Iglesia de Dios ha sido un movi­
miento de a v iv a m ie n t o ; consecuentemente, una iglesia
evangelística. El evangelismo,1 consecuencia n a tu ra l del
avivamiento, ha estado a la vanguardia de todas sus ac­
tividades. Cuando la gente está avivada, es constreñida a
testificar de Cristo.
En los primeros días de la Iglesia de Dios, había un
contagio acerca de la nueva experiencia, la cual atraía a
la gente y desafiaba todas las energías de sus seguidores.
Con un celo conocido únicamente por los c r is tia n o s del
Nuevo Testamento, los fundadores de la Iglesia de Dios
procuraron perpetuar los fuegos del Pentecostés. La igle­
sia ha dependido casi completamente del evangelismo pa­
ra su crecimiento. La creencia en la s a lv a c ió n como un
don gratuito de la gracia de Dios, la cual está a disposi­
ción de todos los hombres a través de la fe ; y la creencia
de que el hombre tiene la facultad de aceptar o rechazar
a Cristo como salvador personal, ha establecido una fuer­
te premisa para la posición de la Iglesia de Dios hacia el
evangelismo. La verdadera gente pentecostal es inevita­
blemente evangelizadora.
Las iglesias ya establecidas, interpretaron los esfuerzos
evangelísticos, en los comienzos de la Iglesia de Dios, co­
mo una cosa pasajera. P r o n to se dieron cuenta que era
algo más que un mero incidente en la vida de la iglesia.
Como los religiosos del tiempo novotestamentario, tomaron
las grandes olas de la fuerte marejada del c re c im ie n to
espiritual como una mera conmoción superficial. No en­
tendieron que era un movimiento dentro del plan .de Dios.
Por causa del celo evangelístíco de la iglesia, surgieron las
persecuciones de parte de ciertos elementos de las iglesias
liberales establecidas; persecuciones que se h ic ie r o n casi
insoportables: fueron quemados templos, las carpas fueron

1 Evangelismo es llevar el Evangelio (mensaje) de las buenas nuevas de Jesu­


cristo, por todos los medios y métodos, a los inconversos on todas partes.
56 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
destruidas; cabañas enteras fueron arrasadas; las reunio­
nes de los c re y e n te s fueron apedreadas, y los creyentes
fueron constantemente molestados. M ucho de lo que fue
catalogado por los religiosos como división y lucha, no era
otra cosa sino el celo mostrado por los convertidos que ha­
bían roto con el tradicionalismo de iglesias, cuyas listas de
miembros estaban llen a s de elementos irredentos. Como
era de esperarse, esto provocó el enojo de (a lg u n a s ) las
iglesias históricas, porque el agresivo programa (de la in­
cipiente iglesia) representaba una amenaza para la esta­
bilidad y el crecimiento de aquéllas.
La iglesia del Nuevo Testamento estaba continuamente
ocupada en el evangelismo y crecía en número cada día.2
De hecho, las iglesias crecieron tan rápidamente que los
religiosos de aquel tiempo se preguntaban “ en qué vendría
a parar aquello".3 La Iglesia de Dios ha recobrado algo
del evangelismo del Nuevo Testamento y es peculiarmente
una iglesia evangelística. Su n o ta b le crecimiento puede
ser atribuido, prim ero: a la celosa y ungida forma en que
los miembros y ministros realizan su tarea; segundo, a la
dependencia en la guianza sobrenatural del Espíritu; ter­
cero, al mensaje centralizado en la muerte y resurrección
de Jesús, la vida futura y su preparación para el inmi­
nente retorno de Cristo; cuarto, a la fuerte comunión de
los creyentes; y quinto, a la práctica de la fe que se ma­
nifiesta en la vida d ia r ia . Un poeta ha dicho que ellos
han vivido la poesía que cantaron.
Evangelismo Sobrenatural
El ímpetu divino del evangelismo de la Iglesia de Dios
es la unción del Espíritu Santo y la manifestación de los
dones espirituales. La unción del Espíritu Santo y los mi­
nistros dotados son fundamentales en la tarea del evan­
gelismo bíblico. De gran importancia en la obra de ganar
a los perdidos para Cristo Jesús, es el ministerio del Es­
píritu Santo. La misión del Espíritu Santo, para con los
perdidos del mundo, es presentada muy claramente en San
Juan 16:7-11.
2 Hechos 16:5; 5:42; 2:47.
3 Hechos 6:24.
EL DISTINTIVO DEL EVANGELISMO 57
Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me
vaya; porque si yo no me fuere, el Consolador no ven­
dría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando
él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y
de juicio. De pecado, por cuanto no creen en m í; de jus­
ticia; por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de
juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya
juzgado.
Los pecadores no pueden ser convencidos, sino por el
Espíritu Santo, consecuentemente, el Espíritu es el agen­
te principal en el evangelismo. Mientras la iglesia se rin­
de a él, se hace evangelística. El Espíritu convence a los
hombres de pecado y les revela a Jesucristo, trayendo así
salvación a sus almas. Los ministros del Nuevo Testamen­
to fueron continuamente conscientes del Espíritu en sus
esfuerzos para ganar a los perdidos. El memorable ser­
món del apóstol Pedro en el Día de Pentecostés, que re­
sultó la c o n v e rs ió n de tr e s mil almas, fue un mensaje
visiblemente cargado de poder sobrenatural. Cuando las
gentes le escucharon predicar “ se compungieron de cora­
zón".4 Igualmente Esteban, obtuvo de su auditorio la mis­
ma respuesta. Cuando no pudieron resistir la sabiduría
con que hablaba “ se enfurecieron en sus corazones” .6 Es­
tos hombres p re d ic a b a n el Evangelio, “ por el Espíritu
Santo enviado del cielo” .6
A pesar de que el apóstol P a b lo era un g ig a n te in­
telectual, un hom bre educado, y que podía h a b la r con
fluidez, tenía, sin embargo, el cuidado de d ep en d er del
Espíritu Santo para el é x ito de su ministerio. Por esta
razón dijo: “ Y ni m i palabra n i mi predicación fue con
palabras persuasivas y de humana sabiduría, sino con de­
mostración del Espíritu y poder'*? La m a n ife s ta c ió n o
acompañamiento de lo sobrenatural en el programa evan-
gelístico de la ig le s ia , sirvió para varios propósitos: 1)
confirmó la P a la b r a ; 2) contribuyó para g l o r i f i c a r a

4 Hechos 2 :37,
5 Hechos 7:54.
6 1 Pedro 1:12.
7 1 Corintios 2 :4.
58 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
Dios; 3) hizo que los vasos [m ed ios hum anos] usados
por Dios fuesen aprobados; 4) creó un ambiente favora­
ble para el mensaje del Evangelio, y 5) demostró el poder
de Dios.
No solamente se necesitó lo s o b re n a tu ra l cuando la
iglesia del Nuevo Testamento estuvo en su infancia, sino
ahora también, ya que los mismos problemas que existían
entonces existen hoy; tal vez, en una forma más intensa.
La obra sobrenatural del Espíritu Santo debe ser siempre
una parte del evangelismo de la Iglesia de Dios, aunque
debe tenerse cuidado de que el énfasis sea puesto en la
Palabra. La predicación del Evangelio nunca debe ser su­
bordinada a las señales y milagros; sino lo contrario, ya
que la necesidad espiritual del hombre es mucho más ur­
gente que su necesidad física.
El ministerio de Jesucristo fue un ministerio de sani­
dad, de enseñanza y de predicación. Cuando Cristo salía,
llevaba consigo la Palabra; y cuando la gente venía a él,
les sanaba. Las sanidades y los milagros siempre van jun­
tos en el evangelismo, y sirven de ayudas para preparar
un ambiente favorable para el mismo. P or lo tanto, es im­
portante que el creyente se apoye en lo sobrenatural, para
llevar el ministerio de Jesucristo al mundo. Jesús hizo un
reto a los creyentes, acerca de este tipo de ministerio:
“ De cierto, de cierto os digo: E l que que en m í cree, las
obras que yo hago, él las hará t a m b i é n ; y aún mayores
hará, porque yo voy al Padre, y todo lo que pidiereis al
Padre en m i nombre, lo haré, para que el Padre sea glo­
rificado en el H ijo ” .8
Evangelismo Basado en la Palabra
Los mensajes de los evangelistas del Nuevo Testamento
están basados en la Palabra de Dios. Constantemente se
refieren a las Escrituras y dan, como base la predicación,
las palabras: “ asi dice el Señor” . El verdadero evangelis­
mo de la Biblia consiste en esparcir la Palabra, porque la
Palabra de Dios es viva y poderosa, y porque a través de

8 Juan 14:12, 13.


EL DISTINTIVO DEL EVANGELISMO 59
ella recibimos todas las experiencias vitales.9 El estudio
del Libro de los Hechos revelará que la Iglesia Prim itiva
se ocupaba en el esparcimiento de la Palabra. Extractos
del Libro de los Hechos muestran la prominencia de la
Palabra en esa época:
Así que, los que recibieron su palabra fueron bautiza-
dos . . 10
Pero muchos de los que habían oído la palabra, cre­
yeron , . . 11
. . . y hablaban con denuedo la palabra de Dios.12
. . . no es justo que nosotros dejemos la palabra de
Dios, para servir a las mesas.15
. . . y nosotros persistiremos en la oración y en el m i­
nisterio de la palabra.141
Y crecía la palabra del Señor, y el número de los dis­
cípulos se multiplicaba . . . 15
. . . los que fueron esparcidos iban por todas partes
anunciando el Evangelio.16
H a b ie n d o testificado y hablado la Palabra de
Dios . . . 17
Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba<18
El siguiente día de reposo se juntó casi toda la ciudad
Para oh la palabra de D io s 19
. . . se re g o cija b a n y glorificaban la palabra del
Señor?0
Y Pablo y Bernabé continuaron en Antioquía, ense­
ñando la Palabra del Señor y anunciando el Evangelio
con otros muchos?1
8 El Nuevo Testamento a través de la Palabra, X Pedro 1:23; Santificación por
medio de la Palabra, Juan 17:17; el bautismo del Espíritu Santo a través de la
Palabra, Salmo 107:20.
10 Hechos 2:41.
11 Hechos 4:4.
12 Hechos 4:31,
13 Hechos 0 :2.
14 Hechos 6 :4.
16 Hechos 6 :7.
16 Hechos 8:4.
17 Hechos 8:25.
18 Hechos 12:24.
19 Hechos 13:44.
20 Hechos 13:48,
21 Hechos 16:36.
60 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
Así crecía y prevalecía ■poderosamente la palabra del
Señor?2,
Predicando el reino de Dios y enseñando acerca de
Jesucristo, abiertamente y sin impedimento,23
Los pasajes precedentes enfatizan la importancia de la
Palabra de Dios en el evangelismo del Nuevo Testamento.
Dios ha prometido confirmar y honrar Su Palabra, y
este es el mensaje que es, “ poder de Dios para salvación
a todo aquel que cree” . Todos los e v a n g e lis ta s que han
hecho un trabajo duradero y apreciable, fueron hombres
que basaron su fe y mensaje en la Palabra. El Espíritu
ha dirigido la I g le s ia de D io s en una forma bíblica de
evangelismo. El amor por las almas ha constreñido o com-
pelido el ministerio y feligresía de la iglesia a adherirse a
la operación del Nuevo Testamento, para ganar a los per­
didos. Cuando no había un programa especial de evange­
lismo, d e b id a m en te bosquejado, era evidente de que el
Espíritu bosquejó uno comparable al del Nuevo Testamen­
to. El modelo del N u e vo T e s ta m e n to es presentado en
forma concisa y poderosa, Hechos 5:42: “ Y todos los días,
en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y pre­
dicar a JesucHsto” . En este versículo todos los días, su­
giere un evangelismo permanente. No cesaban representa
un evangelismo realizado por cada uno de los miembros.
Enseñar proyecta un evangelismo de instrucción, y predi­
car significa un evangelismo [de proclamación] desde el
púlpito.
Evangelismo Permanente
Mientras que la Iglesia de Dios siempre ha dado lugar
a épocas especiales de evangelización, tales como: conven­
ciones, avivamientos y actividades similares, sin embargo,
ha procurado hacer e v a n g e lís tic o s sus cultos regulares
estimulando a sus miembros a un diario t e s t if ic a r . El
testimonio público de sus miembros complementa el men­
saje que desde el púlpito dan sus predicadores. Los minis­
tros que predican e v a n g e lís tic a m e n te en los eultos del

22 Hechos 10:20.
23 Hechos 28: 31,
EL DISTINTIVO DEL EVANGELISMO 61
domingo, dependen grandemente en el testimonio diario
de sus miembros. Es la creencia de la iglesia que la gente
testificará de Cristo cuando son llenos del Espíritu. Por
esta razón la iglesia del Nuevo Testamento era sencilla­
mente irresistible. El evangelismo era la vida diaria de la
iglesia,84 y su única preocupación.
Evangelismo en la Iglesia
La única agencia evangelística adecuada para el día de
hoy es la iglesia. El evangelismo independiente puede ser
muy atractivo y amplio; sin embargo, está cimentado en
individuos y generalmente, sus resultados son temporales.
El así llamado evangelismo independiente, depende de las
iglesias para su sostenimiento. El evangelismo que per­
dura es aquel que empieza en la iglesia y regresa a la
iglesia. Esta es la era de la iglesia, y Dios la ha estable­
cido divinamente con el propósito de presentar a Cristo
al mundo. La iglesia es la única agencia que puede pre­
ocuparse com p leta m en te por todas las necesidades de
aquellos que aceptan a Cristo como salvador personal.
Evangelismo de Contacto o Visitación
Cristo empezó Su m in is te r io público en un hogar de
Caná de Galilea donde realizó Su primer milagro. Conclu­
yó Su m in is te r io en un hogar donde celebró Su Ultima
Cena. Casi constantemente Cristo estaba en los hogares de
la gente. Fue en un h o g a r donde sanó a la s u e g ra de
Pedro, levantó de los muertos a la hija de Jairo, y res­
tauró la vista de dos hombres ciegos. La iglesia del Nuevo
Testamento empezó en el aposento alto de una casa orien­
tal, donde ciento veinte esperaron el a d v e n im ie n to dei
Espíritu, y d u ra n te los primeros doscientos años de su
existencia la ig le s ia se congregó en los h o g a re s de sus
miembros y amigos. Pablo, en su ministerio evangelístico
principió iglesias en los hogares. La expresión “ iglesia en
tu casa” ocurre un buen número de veces en las cartas
del apóstol. La iglesia en Roma se congregaba en la casa
de Aquila y Priscila.25 En su carta a Filemón, Pablo sa­
luda la iglesia que estaba en su casa.26
24 Hechos 2:40, 47; 5:42; 10:5.
26 Romanos 10:3.
30 Filemón 1:2.
62 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
Semejante a la iglesia del Nuevo Testamento, la Iglesia
de Dios ha usado muchos hogares para empezar muchas
iglesias. Desde el principio de su historia, la Iglesia de
Dios se congregaba para adorar en el hogar de William
P. Bryant, durante el tiempo de extrema persecución. En
aquellos días, por lo menos, cuatro o cinco hogares donde
la gente se congregaba para orar, fueron quemados.87 La
primera Asamblea General de la Iglesia de Dios se llevó
a cabo en el pequeño hogar de J. C. Murphy.88 Desde ese
día, miembros de la Iglesia de Dios han empezado vein­
tenas de iglesias en sus hogares y han practicado efecti­
vamente el evangelismo de casa por casa, como era la
costumbre de la iglesia primitiva.
Evangelismo por Medio de Cada Miembro
En la iglesia del Nuevo Testamento la carga del evan­
gelismo no estaba sobre un grupo selecto, sino sobre cada
uno de los miembros de la confraternidad. No era un ne­
gocio profesional, sino el negocio de toda la iglesia. Donde
quiera que iban, testificaban, y donde quiera que testifi­
caban, surgían iglesias. El evangelismo es la obra de toda
la iglesia y no debe dejarse a cargo de unos cuantos ta­
lentosos evangelistas. Dios ha puesto evangelistas en la
iglesia como ministros especialmente dotados; pero tam­
bién ha comisionado a toda la iglesia a ir y hacer discí­
pulos. Los miembros de la iglesia del Nuevo Testamento
estaban lle n o s, “ y no podían menos que hablar” . N a d ie
tenía que rogarles o persuadirles a ir : e llo s se s en tía n
constreñidos a contar la historia. “ Fueron. . . predicando
la palabra en todas partes".30 Los laicos nunca deberían
perder la visión de su importante lugar en la evangeliza-
ción del mundo.
Evangelismo por Medio de la Enseñanza
La enseñanza es la piedra angular del e v a n g e lis m o .
En realidad es básica en cualquier programa para ganar
almas, ya que uno debe tener primero un con o c im ie n to
27 Conn, op. c it„ p. 32,
28 Ibld., p. 63.
20 Efealos 4:11.
30 Hechos 8:4.
EL DISTINTIVO DEL EVANGELISMO 63
de Cristo antes de que pueda creer en él. La comisión de
Cristo a la iglesia fue de ir y hacer discípulos por medio
de la en señ an za como también por m ed io de la predi­
cación.
Una gran parte del ministerio de C ris to fue dedica­
do a la enseñanza; ora junto al pozo de Sichar con una
mujer licenciosa; ora con N íco d em o en una e n t r e v is t a
nocturna, o hablando a los discípulos en las faldas de la
montaña. Jesús usó el método de la enseñanza tan efecti­
vamente que se le asignó el título de “ Maestro” .
La realización de que la enseñanza es un método efec­
tivo en el evangelismo fue la principal razón para el esta­
blecimiento temprano de las Escuelas Dominicales en la
Iglesia de Dios.
Desde el principio, la Iglesia dé la Santidad enfatizó
la fase del evangelismo y de la Escuela Dominical en su
programa. En n in g ú n tiempo en la historia del movi­
miento, el valor de la Escuela Dominical se ha pasado
por alto, ya que desde el m ism o principio las iglesias .
organizaron estas escuelas a la par con las iglesias.31
Esta fue ta m b ién la causa de la o r g a n iz a c ió n del
Esfuerzo Juvenil de la Iglesia de Dios. A tr a v é s d e esta
organización, m uchos jóvenes vienen al conocimiento de
Cristo y se les enseña a servir a la iglesia.
Evangelismo Desde el Pulpito
A semejanza de la ig le s ia primitiva, el mayor medio
de evangelismo en la Iglesia de Dios, ha sido la predica­
ción del Evangelio. Aunque hay hombres dotados de ta­
lento especial para la p re d ic a c ió n evangélica o para el
ministerio del evangelismo; todos los ministros, sin em­
bargo, son llamados a “ hacer la obra de evangelista” .38
Nadie está exento del deber de ganar almas.
La predicación evangelística es aquella proclamación,*
directa que pone de manifiesto el pecado y revela a Jesu­
cristo como el medio de salvación. Es la predicación per­
31 Conn, op. clt., p. 87.
32 2 Timoteo 4:5.
* L a “ proclamación" aguí, se refiere al “ karygma'’ ; esto es, al aspecto directo
e inmediato de la predicación oral. (N, del EM.)
64 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
suasiva que mueve a los hombres a arrepentirse y creer
al Evangelio. Es la predicación pertinente que se relacio­
na con las necesidades presentes de los hombres, que pone
el Evangelio en el idioma en que ellos lo pueden entender
y que trata los problemas que ellos encaran. Es la predi­
cación d ota d a del Espíritu, la que es punzante y pene­
trante, exponiendo así las almas de los hombres a la luz
del Sol de Justicia. Es la predicación intrépida y recta, la
que no deja duda en la mente de los oidores acerca de los
absolutos de Dios. Es la apasionada predicación, llena con
el néctar del amor y la ternura, la que a la vez, mantie­
ne el mensaje dél infierno y del ju ic io como un castigo
por los pecados del género humano. La predicación ha si­
do el medio prominente usado en el evangelismo en masa,
en las convenciones y campamentos juveniles; actividades
que son, dentro de la Iglesia de Dios, prominentes medios
de evangelización.
EL DISTINTIVO DE LA ADORACION
. . y los que le adoran, en espíritu y en verdad
es necesario que adoren!1 — Juan 4:24
EL DISTINTIVO DE LA ADORACION
El factor dominante en la adoración pentecostal es la
guianza del Espíritu. No hay verdadera adoración bíblica
sin el Espíritu Santo. “ Y los que le adoran, en espíritu y
en verdad es necesario que adoren” .1 Y a que la Iglesia de
Dios no es una iglesia litúrgica, aquellos que observen sus
cultos podrían formarse la opinión de que los servicios
carecen de forma y orden. Los servicios son p lan ead os
por el ministro o por aquellos que estén encargados de los
mismos, los cuales se apoyan en la guianza del Espíritu,
y toda forma establecida (de culto) le debe dar lugar al
Espíritu cuando éste se deje sentir. Cuando el Espíritu
guía el servicio, todo se hace decentemente y con orden.*
Puede que no sea de acuerdo al plan del hombre, pero es
dirigido celestialmente. Esta es la razón de la exuberante
y gozosa atmósfera de expectación en la m a y o r ía de las
reuniones pentecostales.
La adoración en el Espíritu se convierte en una comu­
nicación del corazón, de alabanza y adoración al Dios in­
visible. Es una respuesta a Dios por sus magníficas obras
para con los hijos de los hombres. Este tipo de adoración
es simple, pero lleno de significado. No requiere una litur­
gia elaborada, una sofisticada, organización ni tampoco un
espacioso edificio para complementarla. La reconstrucción
de los servicios primitivos de adoración de la iglesia del
Nuevo Testamento revelará sencillez de la adoración di­
rigida por el Espíritu, La adoración de la Iglesia de Dios
se compone de un nú m ero de e lem en tos que estaremos
considerando juntos.
E LE M E N TO S DE L A AD O R AC IO N
La Unidad del Nuevo Testamento
Uno de los rasgos más impresionantes de la Iglesia de
Dios es la estrecha comunión de sus miembros, el espíritu
1 1 Juan 4:34-,
* Se da por sentado que, Idealmente hablando, así sea: sin embargo es menester
usar la discreción de eapiHtus para mantener el orden y la decencia que el
apóstol San Pablo nos ordena ejercer. (N. del Ed.)
68 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
de unidad. Este rasgo también fue prominente en la igle­
sia del Nuevo Testamento: “ Todos los que habían creído
estaban juntos” .8 El lazo del Espíritu une a la gente en
una santa relación tan fuerte como la del parentesco san­
guíneo, y en muchas ocasiones, más fuerte aún. El afecto
manifiesto es muy parecido al de una fam ilia; y debe ser
así, porque la iglesia es clasificada como una familia,3 o
como “ domésticos de la fe ” .4
De consiguiente, aquellos con semejante espíritu e igual
y preciosa fe, están unidos en verdadera confraternidad.
Ellos, por causa de una experiencia transformadora, son
de la misma manera de pensar y juzgar, lo cual los se­
para del mundo y los estrecha más entre sí. Un cambio
drástico ha tomado lugar en sus vidas, a través del nuevo
nacimiento, y no tie n e n más el deseo de confraternizar
con los no regenerados. Encuentran poca o ninguna co­
munión con sus antiguas amistades. Los primitivos discí­
pulos se reunían con toda confianza, iban de casa en casa,
unos ofreciendo y otros aceptando* hospitalidad, en una
forma que causó una impresión permanente en la socie­
dad de aquellos días.
Este espíritu penetrante de afecto fraternal es uno de
los frutos del Espíritu Santo. El amor es derramado am­
pliamente en nuestros corazones por el Espíritu Santo. La
cordial y cálida comunión de la Iglesia de Dios ha causa­
do una distintiva y extraordinaria im p re s ió n sobre los
creyentes. En efecto, esta exhibición de amor y preocupa­
ción de los unos por los otros, ha convencido a los pe­
cadores del amor de Dios. Ellos ven una radiación y un
reflejo del amor de Dios en la comunión de los creyentes.
¡Que este distintivo perdure siempre en nosotros! “ P o r­
que por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un
cuerpo” .& “Porque somos miembros los unos de los otros"
“Porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” ? “S olí­
% Hechos
3 Bfesloa 3:16.
4 Gálatas 6:10,
5 1 Corintios 13:13.
6 Efeslos 4:25.
7 Gála-tas 3:38.
EL DISTINTIVO DE LA ADORACION 69

citos en guardar la unidad del Espíritu en él vínculo de


la paz” ?
No hay lugar para el aislamiento en la adoración pen­
tecostal. La adoración p e n te c o s ta l provee de comunión,
ánimo, edificación, exhortación y oración los unos por los
otros.9 Esta es la naturaleza c o le c tiv a de la adoración;
consecuentemente, es necesario que participe todo el cuer­
po en el servicio de adoración de la iglesia.. Esta es tam­
bién una fuerte razón para la asistencia consistente a la
casa de Dios. La “ comunión de los santos” provee fuerza,
valor y edificación a los creyentes.
Oración
Los primeros cristianos eran devotos de la oración, sin
embargo, pocas de esas oraciones están con nosotros hoy
día. Evidentemente estaba en la providencia de Dios que
estas oraciones no se p re s e rv a s e n hasta nosotros como
modelos a seguir. La oración no era un ejercicio ritualis­
ta, sino una com u n icación del corazón de los creyentes
dirigida, por el Espíritu, al Padre. Los apóstoles enfati­
zaron la importancia de la oración renunciando a sus res­
ponsabilidades temporales para poderse dedicar con más
amplitud a la oración y al ministerio de la palabra.10 La
oración era el reconstituyente vital de los primeros ora­
dores pentecostales, ya que fue en una reunión de oración
en que la Iglesia Pentecostal nació. El lugar de la ora­
ción entre los primeros cristianos puede fá c ilm e n te ser
descubierto observando qué tan a menudo y bajo qué cir­
cunstancias oraban.11
La Iglesia de Dios debe ser conocida en todas partes
como un pueblo de oración. La salvaguardia de la Iglesia
de Dios han sido sus ministros y los cristianos de oración.
Hombres de limitada educación y preparación formal,
han realizado grandes y sobresalientes hechos para Dios
por medio de la oración. Esta es una p ru eb a del poder
de la oración en la vida de los obreros. Judas habla de
8 Efeslos 4:3.
& Santiago 5:16; 1 Teaalonlcensaa 4:18; 5:12; Hebreos 10:25,
10 Hechos 0:4.
11 Zacarías 12:10.
70 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
“Orando en el Espíritu” ,12 El mismo Espíritu que unge a
los hombres para predicar, también los unge para orar.
Esta clase de oración es una unción profética. El autor
ha conservado algunos oradores, orando en el Espíritu, y
sus expresiones a Dios eran como si hubieran estado elec­
trificadas. Que sus oraciones eran dirigidas por el Espí­
ritu Santo, era evidente. El Espíritu dirige nuestros pen­
samientos, pero hace algo más que eso: funde Su oración
con la nuestra, haciendo in te rc e s ió n , a D io s por nos­
otros.13
Oración en Conjunto (o Colectiva)
La oración al unísono es mirada con sospechas por
parte de aqu ellos que la clasifican como palabrería sin
sentido. Pero tal práctica tiene su razón de ser en su pre­
cedente bíblico. Cuando Pedro y Juan fueron maltratados
por sus enemigos, regresaron a “ los suyos” e informaron
del incidente:
Y ellos, habiéndolos oído, alzaron unánimes la voz a
Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hi­
ciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos
hay: que por boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué
se amotinan las gentes, y los pueblos piensan cosas va-
ñas? Se reunieron los reyes de la tierra, y los príncipes
se juntaron en uno contra el Señor, y contra su Cristo,141
Cuando el Espíritu cae sobre una congregación que ora
en conjunto, suena muchas veces como el ruido de muchas
aguas. Las oraciones en concierto no representan, obvia­
mente, un problema para Dios, ya que multitudes oran a
él, al mismo tiempo, alrededor del mundo.
La naturaleza de la oración colectiva está profunda­
mente arraigada en el sacerdocio de todos los creyentes.
La enseñanza de Cristo al respecto se muestra en lo que
ha sido llamado el Padre Nuestro:
Padre Nuestro que estás en los cielos, santificado sea
tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad como
en el cielo, así también en la tierra. El Pan nuestro de

12 Judas 20,
13 Romanos 8:28.
14 Heohos 4:24-20.
EL DISTINTIVO DE LA ADORACION 71
cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Y nos nos metas en tentación, mas líbranos del mal; por­
que tuyQ es el remo, y el poder y la gloria, por todos los
siglos. Amén.15
Está en orden, una espontánea explosión de oración y
alabanza en la iglesia. Esta es la adoración del cielo: " Y oí
como la voz . . , de muchas aguas, y como la voz de gran­
des truenos, diciendo . , 16 La gente pentecostal que ha
sido participante del Espíritu Santo y que ha gustado de
los poderes del mundo venidero, tiene en el cielo un ejem­
plo de adoración. Es claro, que los san tos de todas las
edades, adorarán en un gran tono de oración y alabanza.
Oración en el Espíritu
La oración en el E s p ír itu , tal y como se registra en
I Corintios 14:14, s ig n ific a orar en lenguas.* Orar en
lenguas es una experiencia reservada y exclusiva de aque­
llos que han recibido el bautismo del Espíritu Santo; más
aún, es una forma peculiar pentecostal de adoración. El
entendimiento del adorador puede ser sin fruto por estar
hablando a Dios y no al hombre. En ocasiones, les es dado
a aquellos que oran en el Espíritu, el poder interpretar
sus oraciones y así entender la mente del Espíritu; sin
embargo, este no es siempre el caso. Esto no significa que
orar en el E s p ír itu siempre es en lenguas. Uno puede
también ser ungido para orar con entendimiento, lo cual
en ocasiones, se asemeja a una expresión profética.
Canto en el Espíritu
Mucho del canto de la Iglesia de Dios puede ser cla­
sificado como música del alma; es la efusión de una lle­
nura. La gente que está llena del Espíritu expresa su
alabanza a Dios por medio del canto.17 Howard A. Goss
describe atinadamente el canto congregacional de los pen-
tecostales: “ No era generalmente el canto congregacional
16 Mateo 6:9-13. Las letras cursivas son nuestras.
16 Revelación 19:6.
* Comparto con ©1 autor la aseveración; pero creo que la expresión podría abar­
car otras manifestaciones. E l autor aclara bu afirmación, en el ralamo párrafo,
máa tarde. (N. del Ed.)
17 Efeslos 6:19.
72 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
de los himnos de esa época . . . podía ser más acertada-
mente descrito, e s c r itu r a lm e n te , como “ un cántico de
gozo” .18 Más adelante, Goss, define el canto de los pen-
tecostales de esta manera: “ Ellos explotaban.* Cada par­
tícula de su ser era d e rra m a d a en adoración mientras
cantaban; nada les hacía disminuir (e l f e r v o r ) ni sus
líderes intentaban reprimirlo” .10 La gente que llena del
Espíritu expresa su alabanza y devoción a Dios por me­
dio del canto.
El apóstol Pablo d e s c r ib ió el canto de aquellos que
están llenos del Espíritu Santo: “Hablando entre vosotros
con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y
alabando al Señor en vuestros corazones” .zo Cantar en el
Espíritu no es una exhibición de talento, ni se hace para
el entretenimiento y deleite de los o y en tes. Es producir
melodía en el corazón para Dios. Esto explica el porqué
de la aparente falta de inhibición de los feligreses pente-
costales. Levantan sus almas a Dios completamente toma­
dos en el éxtasis del momento, flotando en alas del canto.
Frecuentemente no son conscientes de los demás adorado­
res o de aquellos que están al lado. Esto explica también,
en parte, el porqué de los r e s p la n d e c ie n te s rostros de
aquellos así extasiados. Un derramamiento del Espíritu va
invariablemente acompañado por una explosión de gozosos
cantos y alabanzas. Es así, como muchos coritos e himnos
con líricas espirituales han nacido y son frecuentemente
cantados, espontáneamente, cuando el Espíritu envuelve a
la congregación pentecostal. Dios, poderosamente, usa el
canto espiritual para inspirar al pueblo y también como
un medio de su propia g lo r ific a c ió n . El canto en esta
forma, no excluye la (necesidad) preparación o entrena­
miento. No hay nada del refinamiento intelectual que ne­
cesite ser excluido del canto p e n te c o s ta l; en realidad,
tocada por el Espíritu, la preparación adecuada agudiza
frecuentemente el dardo, para hacerlo más penetrante en
el corazón de los hombres.
18 Ethel A. Gosa, The Wlnds o f God (N ew York : Comet Presa Booka, 1958), p.
128, citado por John Nlchol, Pentecostallam, op. cit., pp. 64, 65.
* L a expresión es m etafórica; se refiere al fervor con que se cantaba. (N. del
E d.)
18 Ibld,
20 Efesios 5:19.
EL DISTINTIVO DE LA ADORACION 73
Los cantos escritos por autores no-espirituales y can­
tados para entretenimiento, son un anatema a la verdadera
adoración y desacreditan la causa de Dios. Sones y ritmos
triviales y sin significado, usados simplemente por la mú­
sica misma, y con el propósito de agradar audiencias por
cantantes extravagantes y carnales, causan un gran per­
juicio al Evangelio de Cristo. Algunas c o n g re g a c io n e s
substituyen los him nos espirituales por canciones movi­
das, cantadas por gente carnal. El canto espiritual es un
medio de gracia; y, ¿cómo pueden aquéllos que no están
en gracia, ministrar gracia a sus oyentes?
Cuando la música sagrada desciende al nivel del entre­
tenimiento, y la congregación se sienta como espectadora,
mientras el coro o algunos cantantes ejecutan sus números
especiales, ésta ha perdido su significado pentecostal. El
canto debe ser para la adoración a Dios y para la edifi­
cación del hombre. Los que están presentes en la congre­
gación deben adorar en el canto especial, para que este
sea efectivo. El verdadero modelo de canto pentecostal es­
tá en la participación congregacional. Una mayor partici­
pación de la congregación en el canto de la iglesia, enri­
quecerá grandemente el programa de adoración. Esto es
un retorno a la adoración pentecostal primitiva. Un pro­
grama de canto bien balanceado en la iglesia, ha sido pro­
puesto por Paul H. Walker:
Si dejamos de cantar los himnos tradicionales, enton­
ces nos estamos robando, a nosotros mismos y a nuestros
hijos, la herencia histórica de la alabanza a Dios. Si
abandonamos nuestro singular canto evangélico, enton­
ces estamos omitiendo la música del corazón que trae
una cálida comunión y profundidad de expresión tan
necesarias para la plenitud de la presencia de Dios. Si
fallamos en utilizar la intimidad de los coritos entonces
omitimos la expontaneidad de la adoración que trascien­
de a lo común y rutinario, para traer el servicio a una
relación personal con Dios. Lo necesitamos todo, pero
que sea escogido con “gusto santo", aquello que será edi­
ficante a la iglesia, porque glorifica a Dios.21
21 Paul H. Walkor, The M inlstry o f Churcli and Pastor (Cleveland, Tenn.: Path-
way Press, 1966), p. 64.
74 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
Dones
Se da por sentado que los dones car i smá tic o s estén
presentes en un servicio de a d o ra c ió n pentecostal. Con
fre c u e n c ia , los dones están presentes en un servicio de
adoración; pero no son reconocidos por muchos por no ser
dones espectaculares. ¡R a r o es el cu lto de la Iglesia de
Dios que se celebra sin la manifestación de los dones espi­
rituales! Los dones espirituales se manifiestan algu n as
veces en el púlpito o a través del testimonio de algún laico,
por medio de la palabra de sabiduría,, o por palabra de
conocimiento. Muchos miembros y simpatizadores son sa­
nados en el altar o por medio del m en saje en los cultos
regulares de la iglesia. Esto es parte del equipo sobrenatu­
ral de la iglesia y es de esperarse como normal, tratándose
de un pueblo pentecostal.
El don de fe es con frecuencia ejercitado por algunos
creyentes sin ser descubierto, así como el de discernimiento
de espíritus, que ha dirigido el curso de los servicios pen-
tecostales y la exposición del mensaje del predicador. Por
medio de los dones del lenguaje inspirado y de revelación,
las congregaciones han sido fuertemente conmovidas y las
mentes iluminadas. A pesar de que la gente dejaba el culto
consciente de que algo dinámico y sobrenatural había suce­
dido, no estaban al tanto, sin embargo, de la operación de
los dones espirituales en dicho culto. Debe haber siempre
conciencia de lo que Dios está haciendo en la iglesia. El
reconocimiento de la operación de los dones espirituales en
el culto, creará el deseo de las cosas e s p ir itu a le s . Si se
sigue el modelo bíblico de adoración divina, habrá una mar
nifestación de los dones espirituales en la iglesia. La regla
para la operación de los dones espirituales en el culto es
ésta: “Hágase todo para edificación” ,32
Dadivosidad
Dar es una parte esencial de la adoración. Por medio de
las dádivas los hombres muestran su apreciación, adoración
y agradecimiento a Dios por sus bendiciones. Cuando los
Reyes Magos vinieron del oriente para adorar a Jesús, tra­
jeron : oro, incienso y mirra. Dar es una gracia y debiera
22 1 Corintios 11:20.
EL DISTINTIVO DE LA ADORACION 75
ser un ejercicio piadoso, pero cuando el que preside recurre
a métodos que no mueven a la adoración, el acto de dar
queda relegado a un acto carnal. Cuando la gente es cons­
ciente de que sus dádivas son consagradas a Dios y que
con ellas le adoran, darán como si estuvieran en la misma
presencia divina. Como sucede con toda adoración, dar es
una c on d ició n del corazón. En este punto la Iglesia de
Dios es singular. Además de las ofrendas voluntarias, una
gran mayoría de los miembros de la Iglesia de Dios que
poseen buenos empleos pagan el diezmo de sus entradas. A
pesar de que no es una prueba de membresía, es una con­
vicción bíblica de sus miembros y ministros, y se le estima
como un barómetro espiritual.33
La Asamblea General de la Iglesia de Dios ha decla­
rado: “ Todos los miembros de la I g le s ia de D ios deben
pagar diezmos. Los laicos deben pagarlos a la tesorería de
la iglesia local en donde está su membresía” .24 A los miem­
bros de la iglesia se les pide no tomar una parte activa en
los negocios de la misma a menos que la sostengan con sus
recursos. Se hizo la p r e g u n ta : ¿Deben tener voz en la
iglesia aquellos que no pagan diezmos? Ha sido la opinión
general en la Iglesia de Dios desde la vigésima segunda
Asamblea Anual que, “ si un miembro no tiene suficiente
interés en su iglesia para sostenerla con sus diezmos, de­
bería tener suficiente respeto para guardar silencio” .06
La Iglesia de Dios estuvo entre las primeras, como de­
nominación, de aceptar el sistema bíblico del diezmo. Este
hecho es presentado por Hollis L. Green: “ La Iglesia de
Dios (Cleveland, Tennessee), estuvo entre las p rim e ra s
denominaciones que aceptaron el diezmo como el sistema
escritural para financiar el trabajo de la iglesia” .28 ^Tan
temprano como la Sexta Asamblea (1911), la Iglesia de
Dios adoptó un plan de financiamiento el cual es el si­
guiente :
23 Malaquiaa 3:10; Mateo 23:23.
24 Minutos de la 61a. Asamblea General de la Iglesia de Dios (Cleveland, Tenn.:
Caaa de Publicaciones de la I&leala do Dioa), p. 63.
26 Minutas de la 22da. Asamblea General de la Iglesia de Dios (Cleveland, Tena.:
Casa do Publicaciones de la Iglesia de Dios, 1827), p. 33.
26 Hollia L. Oreen. "E l Redescubrlmiento del Dlezuno” H g h te d Fathw ay (Octu­
bre, 1967), p. 9.
76 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
"Se aconseja que se conceda la libertad de enseñar el
diezmar y ofrendar con el entendido de que la iglesia no
forzará a sus miembros para que diezmen; pero les en­
señará la bienaventuranza del diezmo y les exhortará a
buscar la abundancia de la gracia que evidentemente les
dirigirá o capacitará en hacerlo voluntariamente. Nadie
objete el diezmar, ni objete enseñar a la gente que de­
ben diezmar, siempre y cuando las iglesias no lo tomen
para obligarlo , . ," 27
El diezmo significa “ la décima parte” , y la décima par­
te de todas las entradas de uno, pertenece al Señor. De
hecho, todas las entradas del cristiano pertenecen al Señor.
El diezmo es una muestra que simboliza la dedicación del
todo. Es santificado, santo o apartado para Dios. El hom­
bre adora a Dios, cuando paga su diezmo para el sostén de
la obra. El diezmo reconoce a Dios como el dueño y dador
de todas las cosas. Cuando uno paga el diezmo, éste viene
a ser el interés por el uso de la propiedad de Dios.
El Antiguo Testamento está lleno de m an d am ien tos
tras mandamientos concernientes al diezmo, los cuales ha­
blan del Señor como dueño y de la mayordomía del hombre.
El diezmo está endosado en el Antiguo Testamento, desde
el pacto de la promesa hasta la Ley y los Profetas. Pero
no terminó con la Ley y los Profetas: es ahora el plan de
Dios para financiar su iglesia hoy día. Cristo no rechazó
el diezmo, sino que antes lo aprobó. Hablando con los fa ri­
seos, no solamente lo aprobó, sino que además lo alabó:
“ Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello” .38
Es evidente que el pago de los diezmos era una práctica ge­
neral en los días de nuestro Señor.
El espacio no nos permite la elaboración de un tratado
bíblico al respecto, pero el lector puede estar seguro de que
está práctica es una premisa bíblica y de que está vigente
para los cristianos hoy día. El sistema de distribución de
los diezmos en la I g le s ia de D ios es singular. Hombres
guiados por Dios han elaborado un sistema para financiar
27 Minutas de la 6ta. Asamblea General de la Iglesia de Dloa (Cleveland, Tenn.:
Casa de Publicaciones de la Iglesia de Dios, 1911), p. 46.
28 Mateo 23:23.
EL DISTINTIVO DE LA ADORACION 77
la Iglesia de Dios; sistema que es admirado por muchas
denominaciones alrededor del mundo. Por medio del siste­
ma del diezmo se sostiene casi cada fase del ministerio de
la Iglesia de Dios.29

MODOS DE AD O R AC IO N
Alzar las Manos
A través de toda la Biblia hay e je m p lo s de hombres
alzando sus manos a Dios como una expresión de adora­
ción en oración, alabanza, súplica y r e n d im ie n to . Esta
actitud corporal expresa el estado mental o espiritual del
individuo. Es la acción de extender las manos abiertas en
una actitud receptiva para obtener lo que Dios ofrece, y es
también una actitud de rendimiento de parte del que ado­
ra. La forma que se asume en la oración y en la alabanza
no determina su efectividad. Aunque hay ejemplos bíblicos
de varias formas usadas en la oración, tales como el arro­
dillarse, el postrarse sobre el rostro, el orar de pie, etc., la
más común en los tiempos del Nuevo Testamento era esta
última. Cuando uno se para delante de Dios parece natural
extender las manos para d a rse a uno m ism o. Así que,
“ levantemos Tríanos santas en oración” ; 30 “ manos santas
en alabanza” ,31 y “ manos santas en sumisión” 32
Palmoteo
Se considera al palmoteo, en, un servicio de adoración,
como una práctica ingenua o como un ejercicio aplicable a
eventos seculares. A l palmoteo se le mira como una expre­
sión de gozo. ¿Por qué, entonces, debe pensarse ser cosa
desagradable dar honor y reconocimiento a Dios a través
del palmoteo en la iglesia? “Pueblos todos, batid las ma­
nos; aclamad a Dios con voz de júbilo” ? 3
Quienes objetan que esta clase de adoración es fuerte
y ruidosa deben haber olvidado que, muchas veces, en la
Palabra de Dios, el mucho ruido en la adoración era una
29 Remitimos al lector a las Actas de la Asamblea General de la Iglesia, de DI os
para una amplia explicación del sistema financiero de la iglesia.
30 1 Timoteo 2:8, parafraseado,
31 Salmo 134:2, parafraseado.
38 Salmo 141:2, parafraseado.
33 Salm ol 47:1.
78 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
expresión de sinceridad.34 El amor a Dios es una emoción
tan fuerte que en ocasiones se manifiesta espontáneamente
en expresiones físicas. Se admite que, el mucho ruido, no
es siempre una indicación de adoración genuina y sincera;
sin embargo, muchas veces sí puede serlo. ¿Por qué, en­
tonces, pensar que es cosa extraña alabar a Dios por Sus
maravillosas obras a los hijos de los hombres?
Las Aclamaciones de Alabanza a Dios
Los movimientos de avivamiento han sido acompañados
a través de los tiempos de manifestaciones y demostracio­
nes de alabanza. Un repaso rápido de la h is to r ia de la
iglesia mostrará muchas ocasiones en las cuales los que
adoraban fueron tan influenciados por Dios que le alaba­
ron por medio de manifestaciones físicas. No se considera
la alabanza como el poder de Dios mismo; sino como una
reacción a éste. Es una reacción — algunas veces irresisti­
ble— a las bendiciones y obras maravillosas de Dios. La
gente reacciona de diferentes formas al toque de Dios so­
bre sus vidas. Algunos lloran de gozo, otros ríen, mientras
que otros se expresan en otras formas.
En la dedicación del tabernáculo la gente cayó sobre su
rostro clamando fuertemente, cuando el fuego descendió
mediante la presencia de Dios.35 En la dedicación del tem­
plo de Salomón las gentes se postraron rostro en tierra,
sobre el pavimento, y adoraron, diciendo: “ P o r q u e él es
bueno y su m is e r ic o r d ia es para siempre” .3Q Cuando el
Espíritu se movió sobre los creyentes en el Día de Pente­
costés, éstos respondieron con una manifestación semejante
a la de aquéllos que están embriagados, de tal manera que
los judíos presentes pensaron que (los discípulos) estaban
ebrios con vino nuevo.37
Siendo el hombre una criatura emocional, responde de
diferentes formas al toque de Dios. Para quienes suelen
tener la tendencia de ser criticones a las manifestaciones
físicas, cuando se adora, sería bueno que meditaran en el
34 2 Crónica» 20:10; Estiras 3:13; Nehemfaa 12:42.
35 lievítico 9:24.
36 2 Crónicas 7:3.
37 Hechos 2:13,
EL DISTINTIVO DE LA ADORACION 79
hecho de que cada facultad o poder con que Dios nos ha
capacitado, debe ser usado para glorificarle. Todo lo que
se haga de palabra o de obra, debe ser hecho para la gloria
de Dios.
Postración o Extasis
C o n s id e ra n d o que mucha gente se postra delante de
Dios y que otros han caído en éxtasis, sería bueno mencio­
nar estos aspectos brevemente, bajo el título de la adora­
ción. Los éxtasis o postraciones delante de Dios suceden
usualmente en tiempos de oración o cuando se busca inten­
samente su presencia. Mientras que el apóstol^ Pedro se
ocupaba en la oración en casa de Simón el Curtidor, espe­
rando la hora del almuerzo, cayó en trance (en griego dice
que le sobrevino un éxtasis).38 Fue durante esta experien­
cia cumbre, que él recibió la visión de llevar el Evangelio
a los gentiles.
Las visiones espirituales están perfectamente en orden
y son una parte de la experiencia pentecostal. El apóstol
Pedro declaró: **Vuestros jóvenes verán visiones, y vues­
tros ancianos soñarán sueños” .39 Una visión le dio al após­
tol Pablo la dirección de predicar el Evangelio en Mace-
donia.40 Mientras que Juan el discípulo amado permaneció
postrado, tuvo una visión del Cristo glorificado. La visión
de Daniel fue el resultado de su postración delante de Dios.
E l d ijo: “y no quedó fuerza en mí” .*1
La experiencia de la postración se ve algunas veces en
los servicios pentecostales cuando la presencia del Señor
desciende poderosamente sobre la gente. Es el resultado de
la irresistible presencia de Dios sin requerir la ayuda hu­
mana. Frecuentemente las personas son arrobadas por el
Espíritu en el momento del bautismo con el Espíritu Santo.
Las extravagancias carnales y los excesos en algunos
servicios no deben motivar la supresión en la congregación
de la búsqueda de las manifestaciones espirituales. Donde
hay extravagancias existe la tendencia entre los creyentes
38 Hechos 10:8, 10.
30 Hechos 2:17.
40 Hechos 10:9.
41 Daniel 10:8.
80 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
pentecostales, no solamente de im p e d ir la operación del
Espíritu; sino algunas veces la de rechazar y despreciar
los dones espirituales. Esto les sucedió a los tesalonicenses.
El apóstol les amonestó diciendo: “ N o menospreciéis las
profecías",4ÍJ Alguna gente ha profetizado en el nombre
del Señor, pero sus profecías no se cu m plieron . Pablo
también les amonesta: “N o apaguéis el Espíritu” .43 Esta
escritura es una r e fe r e n c ia directa a la represión de la
operación de los dones espirituales en la iglesia.
Una buena regla a s e g u ir en la manifestación de los
dones espirituales o en la manifestación del E s p ír itu es
esta: “ Examinadlo todo; retened lo bueno” .44 Si una ma­
nifestación no edifica el cuerpo de Cristo ni trae provecho
a los creyentes, debe ser abandonada. (íHágase todo para
edificación” .4B Pero hágase todo decentemente y con or­
den” .46 Si estas e s c r itu r a s son usadas para dirigir las
manifestaciones espirituales en la iglesia, habrá siempre
un orden perfecto.
Predicación Pentecostal
El mensaje del ministro es una parte vital de la ado­
ración pentecostal. La palabra mensaje es usada aquí con
preferencia a cualquier otra, porque implica que es palabra
de Dios. Esta aseveración no excluye la preparación y el
estudio formal de parte del ministro. El a p ó s to l Pablo
define la predicación pentecostal cuando dice: “ Y n i m i
palabra ni m i predicación fue con palabras persuasivas de
humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y
poder”
Aunque él era un gigante intelectual y pudo haber ha­
blado con p a la b ra s persuasivas y natural sabiduría, sin
embargo, estaba al tanto de que, “ él mundo no conoció a
Dios mediante la sabiduría” .*8 Por lo tanto, él no confió
en la s a b id u ría natural para constituirse en un canal a
421 Tesalonicenses 5:20.
43 1 Tesalonicenses 5:10.
44 1 Tesalonicenses 6:21.
45 1 Corintios 14:2».
40 1 Corintios 14:40.
47 1 Corintios 2:4.
48 1 Corintios 1:21.
EL DISTINTIVO DE LA ADORACION 81
través del cual Dios pudiera alcanzar a la gente. Su men­
saje fue una revelación del Espíritu de Dios. Hablaba la
sabiduría de Dios en misterio porque, " nadie conoció las
cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios” ** “Lo cual tam­
bién hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría
humana, sino con las que enseña el Espíritu acomodando
lo espiritual a lo espiritual”
El elemento profético que sitúa la p re d ic a c ió n en el
nivel sobrenatural es visto con frecuencia en la predicación
pentecostal. Sin duda alguna que el lector habrá observado
ministros quienes, mientras estaban predicando empezaron
a hablar inspirados mensajes através del {joder sobrena­
tural de Dios. El autor ha presenciado ministros quienes,
mientras estaban predicando la P a la b r a recibieron una
revelación de Dios que les impulsó a proclamar profundos
mensajes, y a hablar con una autoridad que solamente po­
día haber sido dada por Dios. Los pensamientos parecían
descender sobre ellos; hablaban como profetas enviados de
otro mundo, con la conciencia de que Dios era el que ha­
blaba por medio de ellos. Sin embargo, no toda la predi­
cación pentecostal entra dentro de este nivel.
C uando los hombres estudian la Palabra de Dios y se
consagran, el Espíritu Santo les recuerda las cosas duran­
te momentos de unción.61 Para que las cosas le sean recor­
dadas a uno, uno debe de haberlas adquirido previamente
mediante el estudio. Y a sea mediante la revelación directa
por medio de la palabra de s a b id u ría , o por palabra de
ciencia, o a través de la unción del Espíritu, la cual ilu­
mina la mente del ministro, la predicación pentecostal es
característicamente diferente.
Para entender la predicación pentecostal en el culto hay
que considerar el memorable sermón de Pedro en el primer
servicio pentecostal. En el Día de Pentecostés, Pedro se
puso de pie con los once y ministró a la sorprendida con­
gregación. Debe observarse que, cuando Pedro se puso en
pie para predicar, los once se pararon con él. En este pri­

49 1 Corintios 2:11.
60 1 Corintios 2:13.
51 Juan 14:28.
82 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
mer servicio de la iglesia pentecostal toda la iglesia par­
ticipó en el sermón. La verdadera predicación pentecostal
es aquella en que la congregación y el ministro cooperan
juntos. El predica y los creyentes responden y sostienen el
mensaje.
El mensaje de Simón Pedro resonó con autoridad y éste
habló con autoridad y convicción. El mensaje fue simple,
pero efectivo. Complementó el testimonio de los creyentes
y tuvo como resultado la irresistible respuesta de los in­
crédulos. Los predicadores pentecostales predican buscando
una respuesta y, como parte de la adoración, la gente pen­
tecostal responde. Q u izá por esta razón muchos de los
sermones pentecostales concluyen con la congregación al­
rededor del altar, buscando a Dios. La predicación dirige
los hombres a Dios, y en respuesta a la Palabra, ellos bus­
can Su rostro.
EL DISTINTIVO DE SUS POLIZAS
DE GOBIERNO
a unos puso Dios en la iglesia . . . los que administran
(los que tienen poderes de gobierno y organización)
— 1 Corintios 12:28
E L D IS T IN T IV O DE SU F O R M A
DE GOBIERNO

Después de lu ch a r m uchos años para lo g r a r una


reforma y un avivamiento en su iglesia, Richard G. Spurl-
ing, padre llegó a la conclusión de que debía separarse de
las ig le s ia s establecidas “ para restaurar el cristianismo
primitivo y lograr la unión de todas las denominaciones” .1
En el servicio en que se o r g a n iz ó la “ Unión Cristiana” ,
Richard Spurling, Sr., extendió la invitación para unirse
a ésta, de la siguiente manera.
Todos los cristianos aquí presentes que están deseosos
de ser libres de todos los credos y tradiciones hechos por
los hombres; y qm están dispuesto a aceptar el Nuevo
Testamento o la ley de Cristo como su única regla de fe
y práctica, dando a cada quien, igual derecho y privile­
gio para leer e interpretar por sí mismos, como su con­
ciencia les dicte, y que estén dispuestos a constituirse
como la Iglesia de Dios, para tratar asuntos, como igua­
les, pasen al frente,a
N o fue tarea difícil m a n te n er la unidad de la iglesia
mientras fue pequeña, puesto que había una estrecha co­
munión entre sus miembros; pero a medida que ésta fue
creciendo, sus líderes, vieron la necesidad de organizaría.
El historiador Conn, observa: “ El mal organizado cuerpo,
difícil de manejar, era singularmente susceptible a la falsa
enseñanza y al fanatismo” .3 John Nichol, uno de los más
sobresalientes historiadores del pentecostalismo, menciona
las ra zon es que hicieron necesaria la organización de los
primeros pentecostales:
1. No había reglas uniformes para tratar con aquellos
que proclamaban doctrinas espurias.

1 Elm er T. Clark, T h e Small Secta In Am erica ("L a a Fequeflaa Sectas de A m é­


rica1'), {N aahvllle: Parthénon Press, 1949), p. 100.
2 Juillerat, op. olfc., p, 8.
3 Conn, op. clt., p, 39.
86 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
2. No había disciplina para los emocionalmente inesta­
bles o de personalidad errática (desajustada).
3. No había legislación para impedir que oportunistas
inescrupulosos se cebaran en las ingenuas congrega­
ciones, puesto que estos podían reclamar que eran de
la fe apostólica, enviados por el Espíritu, para mi­
nistrar a una determinada congregación.
4. No había un sistema eficiente, en cuanto a las finan­
zas de la iglesia, que proveyese dinero para los gas­
tos de los misioneros bajo nombramiento; muchos de
los cuales habían sido despedidos de las grandes de­
nominaciones tan pronto se supo que h a b ía n sido
“ contaminados” por el “ pentecostalismo” .
5. N o había ninguna provisión para reemplazar el sen­
tido de confraternidad nacional e internacional que
la gente había disfrutado como miembros de las co­
muniones [iglesias] establecidas.
6. No había un sistema educativo adecuado para el en­
trenamiento de los ministros.4
Bien pronto, la joven iglesia se vio sacudida por los
excesos religiosos y se encontró carente del gobierno nece­
sario para controlar la gente que había sido atraída por el
avivamiento. Durante los días de fanatismo, excesos y he­
rejías, “ el Sr. Spurling visitaba con frecuencia a las igle­
sias tratando en vano de mostrar, al precioso p u eblo de
Dios, la necesidad de la ley y del gobierno de Dios” .5 “ Por
la ausencia de gobierno y autoridad, se introdujeron astu­
tamente falsos maestros que desviaron al error a muchas
ingenuas y sinceras almas” .8 Fue así como la pequeña co­
munidad de creyentes realizó, como lo han hecho todas las
otras iglesias, que Dios ha establecido gobierno y “ poderes
de organización” ,7 dentro de la iglesia; y que éste es nece­
sario para el crecimiento y el mantenimiento del cuerpo de
Cristo.
La Iglesia de Pentecostés [según Hechos] no carecía de
organización; pero ésta era en ciera forma, espontánea;
4 Nlchol, op. cltt., p. 88.
5 Julllerat, op, clfc., p. 12.
6 Ibld.
7 1 Corintios 13-.28 (Versión de W eymouth).
EL DISTINTIVO DE SUS POLIZAS DE GOBIERNO 87
siendo la autoridad de sus líderes reconocida instintiva­
mente. Que cierta forma de gobierno fue practicada por la
iglesia primitiva, se ve c la ra m e n te , en el hecho de que
guardaban un registro de miembros de aproximadamente
ciento veinte. Su primera reunión fue una sesión de nego­
cios en la cual hubo votación. La organización de la iglesia
fue simple; pero según fue creciendo y desarrollándose se
hizo n e c e s a rio una forma de gobierno para orientarla y
protegerla. El gobierno de la iglesia primitiva fue el re­
sultado de indicaciones providenciales, dadas de tiempo en
tiempo, de acuerdo a las necesidades que iban surgiendo.
Así, la ig le s ia se desarrolló en en forma organizada,
aun cuando tal cosa no se había planificado formalmente.
La iglesia, por medio de ciertas prácticas que ameritaron
su reconocimiento, vino a ser un cuerpo de creyentes, ejer­
ciendo el ministerio de la Palabra y observando la celebra­
ción de las ordenanzas, mediante un gobierno y una admi­
nistración eficientes. El elemento de autoridad, en aquella
forma de gobierno, no se convirtió en una carga; porque
el amor fraternal permeaba a toda la comunidad de fe. La
forma de gobierno, al principio, fue casi puramente “ mi­
nisterial” . Pero a medida que los varios ministerios de la
iglesia se desarrollaron, se vio la necesidad de delegar par­
te de la responsabilidad sobre los laicos; formándose así
una combinación de gobierno episcopal y congregacional.
Las tres formas más prominentes de gobierno eclesiás­
tico son: La episcopal, la presbiteriana y la congregacional.
En la forma episcopal, la autoridad reside en el ministe­
rio; en la presbiteriana, en el ministerio y la feligresía; y
en la congregacional, en el cuerpo total de la membresía.
La Iglesia de Dios no ha adoptado ninguna de estas formas
ya mencionadas; sino que se podría interpretar como den­
tro de una combinación entre la forma episcopal y la con­
gregacional. Debe señalarse, sin embargo, que ciertos as­
pectos de las tres formas están incorporados en el sistema
de gobierno de la Iglesia de Dios.
La Iglesia de Dios no es una autocracia; esto es, una
iglesia regida por un solo hombre; no es una oligarquía:
o sea, no es dominada por un pequeño grupo; tampoco es
88 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
una democracia: una iglesia con todos los derechos y pri­
vilegios para ser reclamados por todos. Es una iglesia con­
trolada por el Padre celestial; y operada por él, a través
del ministerio y membresía de la misma. El control de la
Iglesia de Dios descansa en el ministerio y la feligresía:
los cuales forman un cuerpo de gobierno llamado la Asam­
blea General de la Iglesia de Dios, teniendo la Biblia como
su autoridad final.
Cuando los apóstoles notaron que no podían atender con
eficiencia todos los asp ectos en la administración, en la
iglesia primitiva, llamaron a todo el cuerpo de creyentes
para nominar hermanos de la congregación que tuvieran
las cualidades necesarias, como candidatos en el diaconado
de la iglesia. Los apóstoles, entonces, hicieron el nombra­
miento después de haber obtenido la aprobación de la igle­
sia. Este fue el primer comité o d ia con a d o dentro de la
iglesia. Por consiguiente, el gobierno, que por necesidad
fue episcopal en su forma primitiva, evolucionó para des­
cansar también en el consenso de la feligresía. Tal acción,
fue la introducción de un pricipio vital en el gobierno de
la iglesia.
La Centralización del Gobierno
A medida que la iglesia fue ramificándose desde Jeru-
salem h a sta Samaría y h a sta lo último de la tierra, los
apóstoles permanecieron en J eru sa lem .8 Desde allí ellos
orientaban, con la ayuda de los ancianos, a las iglesias:
“ Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalem, oyeron
que Samaría había recibido la palabra de Dios, les envia­
ron a Pedro y a Juarí’.Q Este verso indica que había su­
pervisión del trabajo, por todo el país, desde Jerusalem.
Esta es la primera implicación de gobierno centralizado
que se menciona en la Biblia.
Cuando se levantó gran disención en Antioquía, a cau­
sa de ciertos puntos sobre la Ley de Moisés, la iglesia de
Antioquía no tomó el asunto en sus manos localmente; sino
que apeló a Jerusalem de manera que los apóstoles y los
ancianos oyeran el problema.10 Después de ciertas delibe­
8 Hechos 8:1.
8 Hechos 8:14.
10 Hechos 15:2.
EL DISTINTIVO DE SUS POLIZAS DE GOBIERNO 89
raciones y debates, “ los apóstoles y los ancianos, con toda
la iglesia,” llegaron a la conclusión de que debían enviar
ciertos hombres escogidos, para acompañar a Bernabé y
a Pablo en su v is it a a las ig le s ia s de Antioquía, Siria
y Silicia, con un decreto; el cual había de servir de guía
para las referidas iglesias. Este es un ejemplo de un cuer­
po centralizado haciendo decisiones que afectan las iglesias
locales.
La Iglesia de Dios, tiene una forma c e n tr a liz a d a de
gobierno, el cual se interpreta como fundado en premisas
bíblicas^ y que es, definitivamente, un distintivo de la igle­
sia. La iglesia cree que las Escrituras dan base para una
autoridad centralizada que tiene jurisdicción sobre el gru­
po de iglesias. Sin embargo, cada iglesia es administrativa­
mente hablando, independiente, dentro de los confines de
ciertas limitaciones. El gobierno centralizado no es dicta­
torial, como podrían asu m ir los ignorantes; sino que los
líderes que son elegidos por la iglesia, gobiernan con el
consentimiento de los gobernados. Los santos invisten con
autoridad a estos hombres; ellos no toman el poder por sí
mismos. La iglesia local tiene la oportunidad de expresar
su preferencia por su pastor, al supervisor, seleccionando
a los oficiales locales, formando diversos comités y des­
arrollando un programa de expansión bajo la supervisión
del pastor; y así sucesivamente.
También se observa alguna forma de gobierno centrali­
zado en el ministerio^ del apóstol Pablo, en las siguientes
declaraciones: “ E l cuidado de las iglesias” ; 11 “Así ordeno
en todas las iglesias” ; 13 “ Q u ie n os recordará m i proce­
der” ; cual sea en Cristo, según enseñó en todas partes en
cada iglesia” ; 18 y, “ según he ordenado a todas las iglesias
de Galacia, así haced vosotros” M Ecclesia, que significa
“ los que han sido llamados fuera” , es la palabra griega que
corresponde a iglesia. El término es aplicable a veces, al
cuerpo total de creyentes.15 En otras ocasiones se usa con

113 Corintios 11:28,


12 1 Corintios 7:17.
13 1 Corlntioa 4:17.
14 l Corintios 10.1.
16 Colosenses 1:18.
90 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
relación a la iglesia local; como cuando se dice: “ la iglesia
que está en Efeso” 16 o “ la iglesia, de Tesalónica” ; o bien,
se usa en forma plural, como “ las igesias . . . en Judea” ,
" las iglesias en Asia” ,17 o “ las iglesias en Gatada” ,18
La iglesia, en el sentido del cuerpo colectivo de todos!
los creyentes, es un organismo y es llamada la iglesia invi­
sible, Por otro lado, es evidente que es la voluntad de Dios,
para Su pueblo, que ae organice en una comunidad defini­
da, visible, con gobierno, ordenanzas y disciplina, con el
fin de dar concreción al testimonio del Evangelio, y para
cuidar a los convertidos que sean ganados a través de la
predicación del mismo.10
Oficiales de la Iglesia Visible
C ris to es la cabeza de la iglesia, tanto v is ib le como
invisible; pero Cristo ha escogido operar a través de hom­
bres. Estos están en lugar de Cristo, como embajadores,
hasta que él venga.20 Dios ha puesto ciertos oficiales en la
iglesia para gobernar y ministrar de acuerdo a Su volun­
tad. “ Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente após­
toles, luego profetas, lo tercero doctores?1 “ Y él mismo
c o n s titu y ó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros” ,2Z
Dios llama y selecciona a ciertos hombres para tareas
específicas, pero es la iglesia la que recon oce y testifica
acerca de su comisión. Los ministros y los obreros son lla­
mados por Dios, y el poder para el servicio viene de él,
pero es la iglesia, a través de su ministerio y membrecía,
16'. Revelación 2:1.
17: Revelación 1:4,
18 1 Corintios 16:1.
19 A continuación so da una lista conteniendo algunos de los numerosos ejem ­
plos, mencionados en la Biblia, de iglesias locales: Acaya, 2 Corintios 1:1;
Antloquia, Hechos 11:26; Babilonia, J. Pedro 5:13; Cesarea, Hechos 18:22;
Cencrea, Romanos 16:1; Colosas, Colosenses 1:3; Corintios 1:1; Derbe, Hechos
16:1; Efeso, Hechos 20:17; Iconio, Hechos 14:21; Jerusalén, Hechos 8:1; 16:4;
Laodlcea, Colosenses 4:15; Listra, Hechos 16:1; Pórgamo, Revelación 2:12;
FiJadelfia, Revelación 3:7; Flllpos, Fllipenses 1:1; Roma, Romanos 1:7: Sar-
dis, Revelación 3:1; Esmirna, Revelación 2:8; Tesalónica, 1 Tesalontcenses
1:1; Tlatira, Revelación 2:18, En ningún sentido son estas toda3 las referen­
cias a la iglesia en sus varjas localidades, ya cine la iglesia local se menciona
aproximadamente cien veces en el Nuevo Testamento.
20 2 Corintios 6:20; Lucas 19:13.
21 1 Corintios 12:28.
22 Efeslos 4:11.
EL DISTINTIVO DE SUS POLIZAS DE GOBIERNO 91
la que le da oportunidad para la expresión de este llama­
miento.
La Necesidad de Supervisores
Todos los pastores son supervisores del rebaño local y
sirven como gobernantes de tales rebaños. La palabra go­
bernar, en el se n tid o del Nuevo Testamento, no connota
supervisión autoritaria; lo que realmente significa es: “ es­
tar adelante” o “ tomar la delantera” . Aquellos que gobier­
nan deben hacerlo como el pastor gobierna a su rebaño.
El rey David, dijo: “Aquel que gobierna sobre los hombres
debe ser justo, gobernando en el temor de Dios.* Y será
como la luz de la mañana, como el resplandor del sol en
U7m mañana sin nubes, como la lluvia que hace brotar la
hierba de la tierra ,23 Hay instrucciones dadas concernien­
tes al trato de quienes tienen que gobernar sobre la mem-
bresía: “ Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos:
porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han
de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no queján­
dose, porque esto no es provechoso” .34 “ Os rogamos, herma­
nos que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os
presiden en el Señor, y los amonestan; y que los tengáis en
mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz en­
tre vosotros” .2B
Es evidente que a alguien se le debe dar la autoridad y
la responsabilidad de dirigir con el fin de mantener la paz.
Aquellos a quienes se les ha dado esta tarea, no deben de
enseñorearse sobre la heredad de Dios, sino alimentarla y
cuidarla como supervisores; deben también guiarla y diri­
girla por el ejemplo, sirviéndola en toda fidelidad. Como
ya se ha mencionado, al rebaño le corresponde la respon­
sabilidad de la obediencia, el honor, la estimación y el sos­
tenimiento de aquellos que han sido reco n o cid o s en su
medio como líderes. Estos, que han sido reconocidos por el
pueblo y honrados por Dios, merecen respeto y honor.
Selección de Oficiales
A la congregación local no le es permitido escoger su
* Traducción ilbre del Inglés (N, del T .)
23 2 Samuel 23:4.
24 Hebreos 13:17.
25 1 Teaalonlcenses 6:12, 13.
92 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
propio pastor. No existe ningún ejemplo bíblico donde la
gente hubiera escogido al pastor de sus almas. El sistema
bíblico es el de nombramiento. Esta fue la manera de se­
leccionar, desde el principio de la iglesia novotestamenta-
ria en Antioquía. Esto no q u ie re decir que la g e n te no
puede o no tiene el privilegio de expresarse: pero el nom­
bramiento final es una prerrogativa del hombre a quien
Dios y la gente reconocen como supervisor de la iglesia. A
través del Nuevo Testamento hallamos ejemplos de minis­
tros que fueron nombrados y enviados a iglesias y lugares
particulares para realizar la obra de Dios: " Y constituye­
ron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos,
los encomendaron al Señor en quien habían creído” .26 A los
Filipenses Pablo les d ijo : " Espero en el Señor Jesús envida­
ros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen
ánimo al saber de vuestro estado” ? 7 Escribiendo a Tito,
Pablo le dijo: “ P o r esta causa te dejé en Creta, para que
así como yo te mandé” .28 Estos son s o la m en te algunos
ejemplos del sistema de nombramiento en el Nuevo Testa­
mento.
Autoridad de la Iglesia
A los oficiales escogidos para dirigir la iglesia les fue­
ron conferidas ciertas fa c u lta d e s . Uno no se acerca al
Señor Jesucristo por medio de la iglesia; sino al contrario,
uno se acerca a la iglesia a través del Señor Jesucristo,
quien es la cabeza de la misma. Aun más, la iglesia no tie­
ne el poder de perdonar pecados; porque el perdón es un
acto exclusivo de Dios por medio del Señor Jesucristo. El
poder de “ a ta r y d e s a ta r ” , del cual se habla en Mateo
16:19, es declarativo. La censura de la iglesia “ ata” , sola­
mente cuando es hecha de acuerdo a la voluntad de Cristo;
por lo tanto, es responsabilidad de aquellos que sirven a
la iglesia, seguir la voluntad del Espíritu en el ejercicio de
sus responsabilidades.
Conviene que se reitere que, toda autoridad y poder de
la iglesia desciende de lo alto y que la Biblia es la autori­
dad de gobierno y práctica. Los credos, las declaraciones
26 Hechos 14:23.
27 Filipenses 2:19.
28 T ito 1:6.
EL DISTINTIVO DE SUS POLIZAS DE GOBIERNO 93
de fe, y otras ayudas deben ser una ampliación de, " así ha
dicho el Señor”¿ para comunicar la Palabra de Dios y el
propósito de la iglesia para sus miembros constituyentes.
Disciplina de Miembros
Dios usa varias maneras para disciplinar y corregir a
los creyentes. Ha provisto también de formas de gobierno
por medio de las cuales la iglesia puede disciplinar a 3t,s
miembros. Se necesita una medida balanceada para aplicar
la disciplina: 1) para asegurar la pureza de la iglesia; 2)
por causa del testimonio que proyecta la iglesia hacia los
que están fuera; 3) para preservación de la fe, y 4) para
restaurar al creyente [afectado]. La disciplina en la igle­
sia local, tie n d e a manifestarse en uno de dos extremos;
laxitud por un lado o extrema dureza por el otro. Ambos
extremos son inefectivos. Perm itir que el pecado se ma­
nifieste sin corregirse, es una forma de condonarlo; lo cual
incurre en la desaprobación de Dios. T r a t a r con el que
yerra en forma dura y c o n d e n a to ria es contradecir el
Espíritu de Cristo; práctica que frecuentemente resulta en
desviar a las almas y dispersar el rebaño del Señor.
Preservación de Pureza
La iglesia en Corinto había caído en un estado de aban­
dono, habiendo fallado en bregar con el terrible pecado que
había en su seno.20 De hecho, no solamente había fraca­
sado en resolver el problema de iniquidad; sino que sus
miembros se habían llenado de orgullo ante la situación.
Entonces, el apóstol Pablo les ordenó expulsar de en medio
de ellos al que había pecado en forma tan perversa. Este
caso es un argumento fuerte con respecto al registro y con­
servación de miembros en las iglesias locales. ¿ Cómo puede
una iglesia local conocer aquéllos de quienes es responsable
y sobre quienes tie n e cierto c o n tro l, a menos que éstos
hayan aceptado su comunión y confesado fidelidad a su
programa? ¿Cómo puede la iglesia tratar con personas
que no sienten responsabilidad hacia ella; o cómo puede
seguir el modelo establecido por Cristo, al tratar con el

29 1 Corintios 5:13. En esta porcfón bíblica se menciona el pecado de Incesto por


parte do un miembro de la Iglesia.
94 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
creyente que yerra, si no e x is te efectivamente n in gu n a
membresía? 30
La Proyección Propia (o Testimonio Adecuado)
de la Iglesia
Es tarea de los miembros de una iglesia mantener un
buen testimonio ante los que están fuera. El testimonio (o
la imagen que una iglesia proyecta) es a fe c ta d o cuando
ésta deja de tomar acción en contra de aquéllos que andan
desordenadamente o que son infieles a la doctrina que la
referida iglesia representa. Es importante que aqu éllos
que están fuera vean, a través del ejemplo, lo que la igle­
sia enseña por medio del precepto. El mundo no puede
respetar la iglesia que falla en hacer valer su fe.
Preservación de la Doctrina
Aquellos que p u d iera n introducir y propagar fa ls a s
doctrinas o herejías, deberían ser tratados con mano fir ­
me; aunque con ternura. Un hereje es “ uno que está en
error [con respecto a la doctrina b íb lica]; persona sedi­
ciosa". Ser un hereje es más que mantener ideas persona­
les respecto a ciertas doctrinas contrarias a la oposición
establecida. Es uno que causa disención* y amenaza des­
membrar el cuerpo con sus doctrinas contrarias, sembran­
do así la discordia entre el rebaño. La P a la b r a de Dios
declara que debemos rechazar este tipo de persona, des­
pués de haberla amonestado. La Biblia dice que tengamos
cuidado con aqu ellos que causan división, y que los evi­
temos.31
Restauración del Hermano*
La excomunión de un creyente, de la iglesia, debiera ser
sólo el último recurso. Cristo propuso la amonestación pri­
vada y pública, antes de la expulsión. El reconocimiento
del pecado de un miembro y la acción de la iglesia en su
contra, pueden significar o su salvación o su condenación.
El capítulo 2 de Segunda de los Corintios registra la acción
30 Mateo 18:16.
31 Romanos 16:17, Se debo ejorcor sumo cuidado antea de ponerle la etiqueta de
"h ereje11 a una persona: pero si se establece, fuera de toda duda, el error,
ontouces, la iglesia tiene que proceder según lo establecido en la Palabra de
Dios. (N. del E d.).
* Se reriere, obviamente, al creyente aue ha caido en pecado.
EL DISTINTIVO DE SUS POLIZAS DE GOBIERNO 95
disciplinaria tomada en contra de un hermano. La iglesia
manifestó dolor y pena por la pérdida del tal. El ofensor
se encontraba genuinamente compungido por su pecado y
manifestó un espíritu de arrepentimiento. Cuando el após­
tol Pablo notó la co n d ic ió n de este hermano, pidió a la
iglesia que le concediera su restauración, que lo animara y
le diese la seguridad de su amor. En este caso, la acción
disciplinaria hizo p o s ib le la renovación de su comunión
con la iglesia. Toda acción disciplinaria debe ser ejercida
siempre con profundo pesar; y en nin gú n caso debe, ser
causa de p la c e r el hecho de que alguien recibió el justo
castigo por sus yerros.
La Actitud de los Miembros de la Iglesia
Hay algunos mandamientos escritúrales estrictos con­
cernientes a la actitud de los miembros de la iglesia hacia
aquellos que han sido excluidos o disciplinados por la mis­
ma. El apóstol Pablo advierte a los miembros a no tener
ninguna comunión, “ con ningún hombre que lla m á n d ose
hermano es un fornicario” . Advierte además a “ no comer”
con él. La ig le s ia en Tesalónica fue exhortada para que
amonestase aquellos que andaban desordenadamente. Se le
ordenó además, apartarse de cualquier hermano que andu­
viese desordenadamente.32 Si la abstención de m an ten er
comunión con los miembros que andaban desordenada y
libertinamente p a rec e muy dura, considerad entonces el
mandato del apóstol Pablo: “ S i alguno no obedeec a lo que
decimos por medio de esta carta, a ese señaladlo, y no os
juntéis con él, para que se a v e rg ü e n c e ” Añade en su
mandato: “Más no lo tengáis por enemigo, sino amones­
tadle como a hermano.3i
Beneficios del Gobierno Centralizado
Uno de los mayores beneficios del gobierno centralizado
es la unidad de doctrina y práctica de todas las iglesias:
los principios de gobierno hacen responsables a todas las
iglesias locales por igual. Los mismos requisitos de mem-
bresía que existen en una iglesia, existen en todas las igle­
sias de la fraternidad. Cuando uno viene a ser miembro
32 2 Tesalonlcenaes 3:0.
33 2 Tesalonicensea 3:14.
34 2 Tesalonlcenses 3:16.
96 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
de cualquier iglesia local, viene a ser legalmente un miem­
bro de la Asamblea General de la Iglesia de Dios. Cuando
uno es aceptado propiamente en el ministerio de la iglesia,
es reconocido por todas las iglesias como un ministro. Con­
secuentemente, aunque las iglesias locales tienen el derecho
de administrar sus propios asuntos, no pueden ser inde­
pendientes de la iglesia en su totalidad. Y a que las acciones
de una iglesia particular vienen a representar las de toda
la iglesia: ésta, como un todo, tiene el derecho de evalua­
ción y control.
Un caso bíblico con relación a esto, es la controversia
que surgió en la iglesia de Antioquía concerniente a cier­
tos puntos relacionados con la Ley de Moisés. Este asunto
fue resuelto por “ los apóstoles y los ancianos, con toda la
iglesia” ,35 en Jerusalén. El asunto fue resuelto, no sola­
mente para la iglesia de Antioquía, sino también para las
iglesias en general. La decisión fue entregada a las igle­
sias como, “ ordenanzas . . . para que las guardasen” .39
El gobierno centralizado no solamente hace posible la
uniformidad en la vida y práctica, sino también la pre­
servación de la doctrina, la expansión y extensión de la
confraternidad, los esfuerzos unidos para el evangelismo,
las misiones y o tra s empresas de carácter mundial. Las
iglesias tienen la oportunidad de trabajar en cooperación
hacia la evangelización del mundo. Lo que no puede hacer
una sola iglesia, puede realizarse por medio de esfuerzos
cooperativos.
Preservación del Gobierno* y de la Espiritualidad
Si se objeta que el gobierno y la espiritualidad no son
compatibles, entonces debemos considerar una vez más el
sistem a del Nuevo Testamento, El Espíritu Santo debe
ser el administrador de los asuntos de la iglesia. La Es­
critura lo d e c la r a : “ el Espíritu Santo os ha puesto por
obispos” .37 “ D ijo el Espíritu Santo: Apartadme a Berna­
bé y a Saulo para la obra a que los he llamado” .38 El ha
dado a la iglesia hombres dotados: " Y él mismo eonsti-
35 Hechos 15:22.
86 Hechos 18:4.
37 Hechos 20:28.
* El Sistema Administrativo y Centralizado.
38 Hechos 13:2,
EL DISTINTIVO DE SUS POLIZAS DE GOBIERNO 97
tuyó a unos, a p ó s to le s ; a otros, evangelistas; a otros,
pastores, y maestros” .39 Én esto no hay confusión alguna.
Mientras que el Espíritu Santo unge, elige y llama a los
hombres para ciertos trabajos, es la responsabilidad de la
iglesia reconocerlos, ordenarlos y enviarlos.40 Esta es la
operación del gobierno a través del Espíritu. Este concep­
to de operación lo ha presentado muy hermosamente uno
de los ex-asistentes al supervisor general de la Iglesia de
Dios, R. P. Johnson:
Dos elementos sobresalientes en la Iglesia de Dios, tal
y como son revelados en el Nuevo Testamento, son: es­
piritualidad y gobierno. Tratar de establecer una iglesia
sin espiritualidad sería como tener una forma vacía; un
cadáver. Sin gobierno, la iglesia sería indefinida; sin ofi­
cina ni oficial; sin normas ni quien las ejecute; sin orde­
nanza ni orden; sin autoridad de ninguna especie para
atender los negocios de la iglesia. Confiadamente espe­
ramos ver que la Iglesia de Dios mantenga el nivel bí­
blico de doctrina y victoria — siendo así guardada de la
apostasía— p o rq u e nuestra organización reconoce y
aprecia la virtud de ambas cosas.*1
Para que el gobierno [de la iglesia] sea efectivo, debe
manifestarse a tr a v é s del Espíritu. Las doctrinas de la
iglesia están arregladas y establecidas en la Biblia, por lo
tanto, son inalterables. La Asamblea General de la Igle­
sia de Dios ha declarado estar en una actitud receptiva a
nuevas verdades que puedan provenir de las Escrituras.
Asimismo, la iglesia reconoce que sus pólizas de gobierno
deben ser flexibles como para anticipar cambios. Los prin­
cipios de gobierno de la iglesia han sido establecidos en
el Nuevo Testamento. Dentro de los límites de este bos­
quejo hay espacio para que los hombres espirituales solu­
cionen problemas que se relacionan con estos tiempos tan
variables. Un estudio de la historia de la Iglesia de Dios,
en lo que toca a su gobierno, m o s tra rá que, en verdad,
Dios ha dirigido a nuestra iglesia en su sistema adminis­
trativo.
39 EfeBioa 4:11.
40 Hechos 13.3.
41 R. P. Johneon, Ghurch of God E vangel (October 30, 1967), p. 12,
EL DISTINTIVO DE LA SANTIDAD
" Seguid la Paz con todos, y la santidad, sin la
cual nadie verá al Señor” — Hebreos 12:14
EL DISTINTIVO DE LA SANTIDAD
L a santidad es una doctrina que se puede experimentar
y bien pudo haberse incluido en los distintivos doctrina­
les; pero debido a su lugar privilegiado en la Iglesia de
Dios merece a te n ció n especial. La Iglesia de Dios está
profundamente arraigada en la tradición de la santidad.
E l Rdo. James L. Slay, observa: “ Es en esta área donde
la Iglesia de Dios establece su particularidad y se siente
segura al asumir que Dios la ha levantado, para enseñar
a todos los hombres que ellos pueden ser santos y poseer
el poder apostólico” .1 “ La santidad es un distintivo pente­
costal, y no debemos perderlo” , declara el Hno. Conn.2

S A N T ID A D E H IS T O R IA

La Iglesia de Dios fue un movimiento de santidad antes


de ser penstecostal. De acuerdo a los registros históricos
documentados, cuando los fundadores de la Iglesia de Dios
hallaron que no podían introducir reformas ni la santidad
en las iglesias establecidas, fundaron “ La Unión Cristia­
na” , por la cual, gente de preciosa y común fe, diligente­
mente buscó la santidad personal en el corazón y en la
vida. La unidad vino a ser el ideal de ellos; y la santidad,
su más importante doctrina. P or lo tanto, la santidad ha
sido un precepto de fe desde que la iglesia comenzó. Estu­
diar la historia de la iglesia es caminar por un sendero de
santidad, puesto que su historia está permeada por refe­
rencias y proclamaciones relacionadas con la referida ex­
periencia. La santidad corre a través de su historia no solo
en precepto sino por ejemplo. Esta es una de las razones
del rápido crecimiento y de la influencia de la Iglesia de
Dios en todo el mundo. La historia no deja dudas en cuan­
to a la relación de la Iglesia de Dios con esta vital doctrina.
1 James L. Slay, Thls W e Believe ("E ato Creemos” ), (Cleveland, Tenn.: Pathway
Press, 1863), p. 07.
2 Charles W. Conn, W h y Men Go lla c k (Cleveland, Tenn.: Pathw ay Press, 1960),
p. 80.
102 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
Durante los años 1902-1907 la Iglesia de Dios fue lla­
mada la “ Iglesia de la Santidad” . Declaraciones como las
siguientes, m u estran la prominencia de la sa n tid a d en
aquellos primitivos días de la iglesia:
" Venían de todas partes para aprender acerca de esta
nueva doctrina de la santidad. La doctrina de la santidad
se desparramó por toda la región montañosa. La gente
del movimiento de santidad del este de Tennessee y el
oeste de Carolina del Norte eran sólidos arminianos en
su fe, a pesar de que tenían una base bautista en la que
predomina el Calvinismo. El movimiento de santidad se
hubiera sentido culpable de apagar el Espíritu o de ha­
ber reprimido sus impulsos de gozo espiritual. Esta igle­
sia de la santidad no era popular entre las otras iglesias
por causa de su pequenez, y por la tenacidad con que se
adherían a sus preceptos de santidad”?
La iglesia ha establecido y reafirmado su posición con
respecto a la santidad. Esta ha sido incluida dentro de las
primeras veinticinco, “ Enseñanzas Prominentes" que fue­
ron compiladas para la Iglesia de Dios. Cuando la Decla­
ración de Fe, tomó forma y fue aceptada en la Cuadragé­
sima segunda A s a m b le a G en era l de la Iglesia de Dios
(1948), uno de los catorce artículos, fue: “La Santidad es
la norma de vida, de Dios, para Su puebW* (Artículo 7).
En realidad los artículos seis, siete y ocho de la Declara­
ción de Fe, hacen énfasis en la santidad.4
En la Cuadragésima octava Asamblea Anual, la iglesia
reafirmó una vez más su posición concerniente a la santi­
dad, adoptando la siguiente resolución:

RESO LUCIO N C O N C E R N IE N TE A LOS


P R I N C I P I O S DE S A N T ID A D D E L A
IG L E S IA D E D IO S
El fundamento de la Iglesia de Dios ha descansado so­
bre los principios de la santidad bíblica. Aun antes de
3 Conn, l l k e a M lgh ty Arjny, op. clt., passim.
4 Artículo sexto: (Creemos:) "E n la santificación subsecuente al nuevo nacimien­
to, por la fe en la sangre de Jesucristo, por la Palabra y por el Espíritu Santo".
Artloulo octavo: "En el bautismo del Espritu Santo subsecuente a un corazón
limpio".
EL DISTINTIVO DE LA SANTIDAD 103
que la Iglesia de Dios experimentara el derramamiento
del Espíritu Santo, sus raíces estuvieron en el avivamien-
to de la santidad del siglo pasado. Fue, y lo es hoy, una
iglesia de santidad; santidad de hecho y santidad de nom­
bre. El paso de tres cuartos de siglo no ha disminuido
nuestra posición o convicción concerniente a la santidad.
Muy al contrario, los años han fortalecido nuestro cono­
cimiento de que sin santidad es imposible agradar a
Dios. Por lo tanto, recordemos que las Escrituras nos or­
denan en todo momento a examinar nuestros corazones.
La vida continua y consistente de santidad lo requiere.
Las condiciones de nuestros días lo demandan desespe­
radamente. La sutil intromisión de la mundanalidad es
una verdadera e inflexible amenaza para la iglesia. Por
lo tanto debemos tener cuidado, no sea que nos vayamos
a conformar al mundo, o que el amor por el mundo se
arraigue en nuestros corazones, manifestándose en los
deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria
de la vida.
Por estas razones, presentamos lo siguiente:
Por cuanto la Iglesia de Dios es históricamente una
iglesia de santidad, y
Por cuanto se nos ordena por medio de las Escrituras
ser así, y
Por cuanto, una corriente de mundanalidad amenaza
la espiritualidad de la iglesia,
Resuélvese que, nosotros, la Iglesia de Dios, reafirma­
mos nuestra norma de santidad por medio de la doctrina
declarada, en principios de conducta y como una realidad
viviente en nuestros corazones.
Resuélvese que, nosotros, como ministros, mantenga­
mos estas normas en nuestras propias vidas,»en nuestros
hogares y en nuestros púlpitos.
Resuélvase, además, que nosotros, como ministros y
miembros, nos dediquemos a este propósito y protejamos
nuestras vidas contra la conformidad con el mundo en
apariencia, en ambición egoísta, en actitudes carnales y
en asociaciones perniciosas.5

6 Minutas de la Cuadragésima Octava Asamblea General de la Iglesia de Dios


(Cleveland, Tenn.: Church of God Publlshlng House, 1800), p. 174.
104 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
“ Nuestras raíces’ tienen com o base la p r o te s ta de la
santidad contra el modernismo y liberalismo que envolvie­
ron a las antiguas iglesias entre los años 1850 y 1900. La
mayoría de aquellos que recibieron el bautismo del Espí­
ritu Santo durante los primeros años, estaban relacionados
con el avivamiento de la santidad o tenían sus puntos de
vista propios sobre la referida doctrina.8

S A N T ID A D Y PE N TE C O STES
Algunos g ru p o s de santidad confunden la experiencia
de sa n tid a d con la experiencia de Pentecostés. La Igle­
sia de Dios cree que el Pentecostés es un resultado de la
santidad. El artículo ocho de la Declaración de Fe, afirma
que: " E l bautismo del Espíritu Santo es subsecuente a la
limpieza del c o r a z ó n El Espíritu Santo no viene a morar
en un templo contaminado;7 por lo tanto, la vida santifi­
cada es un requisito para recibir el bautismo pentecostal.
“ Pues Tío nos ha llarmdo Dios a inmundicia,, sino a santi­
ficación. A sí que, el que desecha esto, no desecha a hom­
bre, sino a Dios, que también nos dio'su Espíritu Santo” .8
En adición a la santidad, la cual no es solamente una doc­
trina sino también una vida, Dios nos ha dado también Su
Espíritu Santo. Hoy día, la ig le s ia es a fe c ta d a por un
Neo-Pentecostalismo que clama la experiencia de la gloso-
lalia sin la vida separada;* sin em b argo, uno no puede
entrar en el aposento alto de Pentecostés, sin antes andar
por el sendero de la santidad. Eí Pentecostés, separado de
la experiencia [de santidad], resulta en una herejía crasa.
Cuando el apóstol Pedro, habló en el Concilio de Jeru-
salén, h izo mención de que los g e n tile s habían recibido
también el Espíritu Santo, y en su testimonio e n f a t i z ó :
“ purificando por la fe sus corazones” . “ Y Dios que conoce
los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu San­
to lo mismo que a n o s o tr o s ; y ninguna diferencia h izo
6 Conn. Pillara o f Pentecost, op. olt., p. 27.
7 1 Corintios 3:17.
8 1 Tesalonleenses 4:7, 8,
* Gloaaolalía, es la palabra acuñada para describir la experiencia de hablar en
lenguas. Viene de “ gloasa” , que significa lengua y “ Ialeln” , que significa ha­
blar, Por “ la vida separada", el autor significa la vida de consagración; aparte
de pecado del mundo. (N, del Ed,).
EL DISTINTIVO DE LA SANTIDAD 105
entre n o s o tro s y ellos, purificando por la fe sus corazo­
nes” .Q Dios, que conoce el corazón y ve que está limpio,
derrama Su Espíritu sobre los creyentes santificados. Pa­
ra recibir el bautismo del Espíritu Santo, uno debe arre­
pentirse,10 tener su corazón p u r ific a d o por medio de la
fe,11 ser obediente,13 y guardar sus mandamientos.13 No
hay alternativas en lo que toca a la santidad. Si el Neo-
Pentecostalismo ignora la santidad, producirá un pu eb lo
d e silu sio n a d o y confuso que, a la larga, negará su fe y
vendrá a ser espiritualmente estéril.
La renovación c a r i sm á tic a , es renovación solamente,
cuando proviene de corazones limpios, es ejercida con lim­
pias y santas manos, y es sostenida por una consistente y
consagrada forma de vivir, i Una palabra de advertencia
para aquellos que deseen los beneficios de Pentecostés: el
precio del verdadero Pentecostés es la santidad de corazón
y de vida!

ASPECTO IN T E R N O DE L A S A N T ID A D
La santidad tiene dos aspectos:"interno y externo. P ri­
mero, es interno y espiritual; después, externo y práctico.
La santidad descansa en nuestra unión con C ris to . “ Con
Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas
vive CHsto en m í; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo
en la fe del H ijo de Dios, el cual me amó y se entregó a
sí mismo por m í” .1* Lo que él toca viene a ser como é l; así
es con todo aquél que vive en constante comunión y con­
fraternidad con él. “ Yo soy la vid verdadera, y m i Padre
es el labrador. Todo pámpano que en m í no lleva fruto, lo
quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que
lleve más fru to ” .15 Esta unión es el punto en el cual la
santidad empieza, pero el mantenimiento de la misma está
determinada por su comunión con Cristo.

9 Hechos 16:8, 0.
10 Hechos 2:38.
11 Hechos 15:9.
12 Hechos 5:32.
13 Juan 14:16.
14 Gálataa 2:20.
16 Juan 16:1, 2.
106 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
Naturaleza de la Santidad
No debemos ignorar el más glorioso de todos los atri­
butos de Dios.16 La santidad no es un atributo que Dios
posee en común con los humanos; sino a q u ella cualidad
que le distingue de toda cosa que sea humana o terrena.
La naturaleza de Dios es s in g u la r y esencialmente san­
ta. La santidad es Su naturaleza; pertenece a él. La santi­
dad emana del trino, santo Dios, y en respuesta a ese brillo
y resplandor, los seres celestiales que viven en Su presen­
cia, claman: “ ¡Santo, santo, santo!” Ellos viven en reve­
rencia ante Su presencia y se postran delante de Su trono.
En el cielo, la santidad cuenta con el respeto de sus habi­
tantes; y debe ser el distintivo, para aquellos que manten­
gan como meta el cielo.
Mandamiento de Dios
La omnisciencia es un atributo de Dios, sin embargo,
él nunca nos dice que seamos omniscientes. Dios es omni­
potente, pero no espera que nosotros lo seamos. Sin em­
bargo, él sí dice: “ Sed santos, porque Yo soy santo” .17 El
equivalente al mandamiento de, “ Sed santos” (del Antiguo
Testamento), aparece en el Nuevo Testamento como: “ lla­
mados a ser santos” . El llamamiento del c r is tia n o es un
llamamiento santo, “ Según nos e s co g ió en él antes de la
fundación del mundo, para que fuésemos santos . . . ” 18 E l
nos escogió para que seamos santos.18 “ Ahora os ha re­
conciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte,
para presentaros santos y sin mancha e ir r e p r e n s ib le s
delante de él” .z0 De acuerdo a la Palabra de Dios, a los
creyentes se les ordena a ser santos; escogidos para la san­
tidad, llamados a ser santos, y reconciliados para el mismo
fin.
Participantes de la Santidad
El mandamiento de Dios implica una promesa, y lo que
Dios ha prometido, él es poderoso para hacerlo.21 Dios no
16 Exodo 15:11.
17 1 Pedro 1 :18.
lB E foalos 1:4,
19 Romanos 1:7,
20 Colosenses 1:21,
21 Romanos 4:21,
EL DISTINTIVO DE LA SANTIDAD 107
demanda más de nosotros que la gracia que nos ha provisto
para realizarlo Dios ha hecho posible que nosotros seamos
participantes de Su Santidad (Hebreos 12:10); por lo tan­
to, ven im os a ser participantes de Su naturaleza divina.
J. A. Wood lo expresa de esta form a: “ La santidad en el
hombre, obrada por la gracia y el poder de Cristo, es pre­
cisamente la misma que la santidad en Dios. La misma en
naturaleza; la una (la de Dios) es original y la otra (la
nuestra) es derivada y producida en el interior por el Es­
píritu Santo” 23 N u e s tro ser interno d e te rm in a lo que
pensamos y lo que somos. “Porque Dios es el que en vos­
otros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad” ,23 La transformación de una vida no proviene
de la gloria que brilla sobre la persona desde afuera, sino
es aquella que rompe desde adentro hacia afuera. La pala­
bra griega para transformación es metamorfosis, signifi­
cando, “ un cambio e x te rn o desde a d e n tr o ” . La palabra
mencionada describe el cambio de la oruga en mariposa.
La transformación debe venir de adentro. Lo material y
físico son invadidos de gloria espiritual, cuando el hombre
viene a ser participante de la naturaleza de la santidad de
Dios,

ASPECTO E X TE R N O DE L A S A N T ID A D
La santidad no es solamente interna y espiritual sino
también externa y práctica. Es el brote de la vida interna
que se manifiesta en las cosas comunes de la vida diaria.
Este es el punto en que se ha levantado considerable con­
troversia. El fanatismo y exceso de fervor han hecho que
mucha gente r e q u ie ra más de lo que la Palabra de Dios
demanda. P or otro lado, la laxitud ha dado como resultado
una norma de vida inferior.
Separación
El aspecto externo de la santidad envuelve la idea de
separación y de renunciación. En Romanos 12, el apóstol
Pablo presenta tres elementos de la vida santa: 1) Sepa­
ración. “No os conforméis a este siglo” ; 2) Transforma­
22 J. A. Wood, F erfect to v a (Chicago: The Chrlstlan Wltneaa Co., 1880), p, 63.
23 Filipenses 2:13.
LOS DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
ción, “ Transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento” ; y 3) Demostración, " Para que comprobéis
cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” .2i
Separación es: la no conformidad con este mundo. El man­
damiento, “N o os conforméis a este siglo” es traducido por
M offat de la siguiente m a n e ra : “ en lugar de estar mol­
deados a este mundo” . Tal frase significa que la vida cris­
tiana no está fundida en el molde de este mundo pecami­
noso. Cuando se derrama una substancia en un molde, esta
adopta la forma del mismo. Cuando la vida del hombre ha
sido moldeada de acuerdo a la vida de Cristo éste lleva el
sello visible de Jesucristo, las m arcas identificadoras de
la santidad, es el acto de ser librado de algo. Algunos mi­
nistros y miembros evaden el aspecto negativo de la vida
cristiana, tan necesario para la vida consistente. Aquellos
que tienen dificultad en aceptar el aspecto negativo, fra ­
casan en vivir positivamente. Cuando la vida de una per­
sona está ocupada totalmente por Cristo, la vida de Cristo,
en él, sostendrá su interés y le dirigirá en sus pasos. Mien­
tras más se acerca uno a Cristo, mas se aleja del [pecado]
mundo.
La vida del mundo es tan diferente a la vida de santi­
dad, que es im p o s ib le para un hombre, verdaderamente
consagrado, conformarse a él. Así como la luz no puede
mezclarse con las tinieblas, ni el aceite con el agua, así la
santidad no puede llevarse con el mundo. Esto no significa
que la vida separada es una vida aislada, como aquella que
llevan los monjes, quienes han acudido a los monasterios
para obtener un estado de “ santidad” . La experiencia de
estos es que, aun en el aislamiento, el mundo les persigue;
por lo tanto, el aislamiento monástico no debe confundirse
con la santidad. Jesús d ijo:
N o ruego que los quites del mundo, sino que los guar­
des del mal. N o son del mundo, como tampoco yo soy
del mundo,25
El mundo es el enemigo declarado de todo aspirante a

24 Romanos 12:1, 2.
26 Juan 17:15, 10.
EL DISTINTIVO DE LA SANTIDAD 109
la verdadera santidad.* Por esto, uno no debe inclinarse
ante sus dioses de oro, ni beber de sus fuentes contamina­
das o permitir que determine sus valores. Su tendencia es
denigrante, su oposición detestable, su influencia es perni­
ciosa, y su espíritu, antagónico. La cruz es el punto en el
cual el hombre es separado del mundo. La cruz separa a
uno del compromiso y favor del mundo para relacionarlo
con Dios. Por esta razón, el gran apóstol exclamó: uPero
lejos esté de m i gloriarme, sino en la, cruz de nuestro Se­
ñor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí,
y yo al mundo” ? 9 La separación requiere crucifixión, y la
crucifixión es una muerte ignominiosa. M orir en la cruz
es ser contado con los aborrecidos del pueblo. Asimismo,
si el mundo es crucificado [a nosotros], el mismo viene a
ser hostil y odiado por el cristiano. El mundo, clavado en
la cruz, ya no tiene — para nosotros los creyentes— nin­
gún encanto.
En estos días de libertinaje y maldad, la iglesia debe
mantener la verdadera perspectiva del aspecto negativo de
la santidad; y no rechazarlo, simplemente porque algunos
hayan fracasado, por falta de sabiduría y buen juicio, al
proclamarla. ¡Como quiera que se mire, la santidad es ne­
cesaria !
Renunciación
Un hombre santo renuncia a las cosa impuras, no im­
porta cuán escondidas o disfrazadas estén y hará a un lado
toda superficialidad.27 Cuando uno decide seguir a Cristo,
hay algunas cosas de las cuales hay que abstenerse o des­
echar. La Palabra de Dios nos dice: “ desechemos, pues, las
obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de luz” ?8
“Desechando la mentira, vestidos con la co ra za de justi­
cia” ? 9 uD ejar . . . ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras
deshonestas . . . vestios, pues . . . de entrañable misericor­
dia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de pa­
* Cuando habla del mundo, en este sentido, el autor ae refiere a la sociedad
pecaminosa y corrompida y no necesariamente al mundo físico que es orea-
clón do Dios. (N. del Ed,).
20 Gálataa 0:14.
27 Santiago 1:21.
28 Romanos 13:12.
29 Efesloa 4:26; 0:14, parafraseado.
110 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
ciencia,” .30 “Habiéndoos despojado del viejo hombre con sus
hechos, vestios del nuevo” .31 “ Despojémonos de todo peso
y pecado, y vistámonos de fe y amor” .32 “ E n cuanto a la
pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre . . . y
vestios del nuevo” 33
La experiencia de la san tid a d hará que el hombre se
abstenga de las cosas contrarias a Cristo. No obstante, el
hacer a un lado ciertas cosas, no ha hecho de los hombres
unos santos. Los actos de justicia en sí mismos, no consti­
tuyen una vida de santidad. El hombre no puede hacerse
santo por medio de algún esfuerzo. No puede ascender por
los escalones de la santidad, hacia al trono de Dios, a tra­
vés de la abstinencia. Los fariseos ponían todo su énfasis
en las cosas externas. Por fuera brillaban como “ sepulcros
blanqueados” , pero por d en tro estaban “ llenos de huesos
de muertos” . Por lo tanto, un hombre santo renunciará a
todas las cosas que son malas y “se abstendrá de toda apa­
riencia de pecado” No es santo, por abstenerse, sino que
se a b s tie n e , porque es santo. No es santo, simplemente,
porque no participa de ciertas cosas, sino que no participa
de ciertas cosas, porque es santo. La santidad de corazón
influencia la apariencia externa y el proceder del pueblo
de Dios. Algunos apresuran excusar la apariencia munda­
na, diciendo: “ N o es lo de afuera lo que cuenta, sino lo de
adentro” . Pero, “ por él fruto se conoce el árbol” (M a te o
12:33).
Algunos miran la sa n tid a d como un poder policíaco,
quitando todo el goce de la vida; sin embargo, la santidad,
más bien, es un m ecanism o que amonesta respecto a las
normas santificadoras y la observancia de las mismas. Un
corazón entregado a Cristo, procurará agradar a Dios y no
seguirá el placer de la vida. El Nuevo Testamento de West,
en su versión explicada, expresa hermosamente este pen­
samiento :

30 Colosensea 3:8-12, parafraseado.


31 Coloaenses 3:0, 10, parafraseado.
32 Hebreos 12:1; 1 Tesalonicensea 6:8, parafraseado.
33 Efeslos 4:22, 24, parafraseado.
34 1 Tesalonlcenses 5:22.
EL DISTINTIVO DE LA SANTIDAD 111
Y dejad de asumir una expresión externa que no pro­
venga de vuestro interior y que no sea representativa de
lo que vosotros sois en vuestro ser interno . . . cambiad
vuestra expresión externa hacia una que surja de aden­
tro . . . por medio de la renovación de vuestra mente, la
cual resulta en que vosotros ponéis a prueba, cuál es la
voluntad de Dios; la buena, agradable y perfecta volun­
tad, y habiendo encontrado que llena todos los requisi­
tos, poned vuestra aprobación en ella.56
La iglesia de Dios ha hablado contra las cosas externas
que perjudican el testimonio de santidad. El asunto de las
cosas externas es un punto muy delicado para algunos mi­
nistros y miembros de la iglesia. La Iglesia de Dios no es
una iglesia infantil; y por lo tanto, debe encarar los pro­
blemas morales con madurez. Muchas de las cosas que han
sido catalogadas como mundanalidad y falta de santidad
son únicamente síntomas de una c o n d ic ió n interna. La
mundanalidad es un estado del corazón; y lo externo es el
fruto de tal mundanalidad. Cuando la santidad se pone
en su correcta perspectiva, la gente buscará a Dios con el
fin de internarse por la más profunda pureza de vida. Los
ministros y miembros harán lo correcto, porque en su co­
razón estará el hacer lo recto. Entonces, las enseñanzas y
las reglas concernientes a las cosas externas, ayudarán a
recordar a la gente acerca de su responsabilidad con Dios,
y de cuánto se hayan desviado de la senda verdadera.
El a p ó s to l Pablo dio instrucciones concernientes a la
conducta de los cristianos; “ que se conduzcan de acuerdo
a la santidad” .3® Este texto literalmente dice: “ que ellas se
muestren como conviene a la, santidad” , o “ en porte reve­
r e n t e La palabra griega para “ conducta” , incluye: ves­
tido, apariencia, conversación y manera; un porte externo
que depende de algo interno. La Iglesia de Dios ha dado
guías a su membresía en lo que toca a la apariencia ex­
terna :

36 K e n n e t h S. W u e a t , The New Testament In Expanded Translación (Grand


Raplda; W illlam B. Eerdmans Publlahing Company, 1969), p. 373.
36 Tito 2:3.
112 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
Que nuestros miembros vistan de acuerdo a las ense­
ñanzas del Nuevo Testamento . . .
Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito
honesto, con vergüenza y modestia; no con cabellos en­
crespados, y oro, o perlas, o vestidos costosos . . . el ador­
no de las cuales no sea exterior con encrespamiento del
cabello, y atavío de oro, ni en compostura de ropas; sino
el hombre de corazón que está encubierto, en incorrup­
tible ornato de espíritu agradable y pacífico, lo cual es
de gran estima delante de Dios.37
L a tendencia moderna de mucha gente, respecto al uso
de artificios en la presentación externa, es indicación de
un vacío interno. Él atavío exterior de su rostros no es
más que un velo para cubrir la tristeza de sus corazones.
Los c ris tia n o s no deben opacar la gloria de Dios con la
apariencia del mundo. El semblante de una p erso n a del
movimiento de santidad debe aparecer siempre en tal fo r­
ma que pueda reflejar la gloría de Dios. Las normas del
mundo nunca deben modelar las opiniones, ideales o deci­
siones del pueblo de Dios. El mundo es un declarado e im­
placable enemigo de la elevada vida de santidad, y cual­
quier compromiso con él, perjudica la hermosura de dicha
santidad. Este acceso a la santidad no es irracional. Uno
puede decir con el apóstol Pablo, que este es “ nuestro culto
racional” (Romanos 12:1).

S A N T ID A D Y H AB ITO S
L a santidad envuelve al hombre entero: cuerpo, alma,
y espíritu. El cuerpo deí hombre es el templo del Espíritu
Santo, y el templo de Dios no debe ser v io la d o .38 Pablo
insta a los corintios: “ glorificad, pues a Dios en vuestro
cuerpo y en vuestro e s p ír itu los cuales son de D io s ” ? 9
También ruega a los romanos a presentar sus cuerpos en
sacrificio vivo.40 Cuando comenzaba la Iglesia de Dios, los
líderes hablaron en contra de hábitos impuros, tales como

37 Minutes o f the T h lrty-flfth Church o f Gofl General Assembly (Cleveland, Tenn.:


Church o f God Publlahlng House, -940), p. 31.
38 1 Corintios 3:17.
39 1 Corintios 6:20.
40 Romanos 12:1.
EL DISTINTIVO DE LA SANTIDAD 113
el uso del tabaco. Fue un paso intrépido de parte de los
líderes en la Prim era Asamblea General de la Iglesia de
Dios (1906), cuando tomaron medidas positivas para re­
primir el uso del tabaco, ya que era un hábito generalizado
entre la gente campesina que componía la iglesia. El uso
del tabaco era generalmente aceptado entre la gente^ edu­
cada, al extremo de que muchas iglesias proveían recipien­
tes para escupir, dentro de la iglesia, para comodidad de
los feligreses. Más de medio siglo después, la iglesia pue­
de ver lo sabio de esta decisión contra el uso del tabaco;
la cual debió haber sido dirigida por Dios. Sin los adelan­
tos de la investigación de nuestros d ías, y sin el conoci­
miento científico de esta década, hombres movidos por el
Espíritu Santo, adoptaron la siguiente medida:
Después de la debida consideración, esta Asamblea
acordó estar firmemente en contra del uso del tabaco en
cualquiera de sus formas, Es ofensivo para aquellos que
no lo usan; debilita y altera el sistema nervioso; es pa­
riente cercano de la embriaguez; un mal e j e mp l o e
influencia para los jóvenes; un gasto innecesario, dinero
que debiera ser utilizado para vestir a los pobres, esparcir
el Evangelio, o para hacer los hogares de nuestros país
más confortables. Por último, creemos que el uso del ta­
baco es contrario a la enseñanza de las Escrituras, y que
Cristo, como nuestro ejemplo, no lo usaría en ninguna
forma y bajo ninguna circunstancia.i l
La iglesia está hoy día, como lo estuvo en la Prim era
Asamblea, en contra del uso del tabaco en todas sus fo r­
mas. Esta es una de las veintinueve en señ an zas promi­
nentes de la iglesia.
Existe una alarmante falta de restricciones concernien­
tes a la santidad entre los adherentes al Neo-Pentecosta-
lismo. Una declaración de “ B is ” , revista estudiantil de la
Confraternidad Cristiana Inter-Universitaria, debe servir
a la iglesia como una advertencia.
Este nuevo movimiento ha saltado sobre los limites
que previamente contuvo a su predecesor, el movimiento

41 Minutes of thó F irst General Assetubly of the Chareli of God (Cleveland, Tenn.:
Churoh of God Publlshlng Houee, 1006), p. 16.
114 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
de la santidad o de las lenguas, y está tomando un carác­
ter muy propio. Bn este sentido se asemeja al idioma
inglés, el cual ha dejado de ser únicamente el idioma de
Inglaterra, sino que se ha esparcido por toda la tierra. En
cada lugar donde se arraiga, desarrolla aspectos que ator­
mentan a cualquier profesor del inglés de la Rema. Lo
mismo con este nuevo movimiento. Parece ser muy co­
mún ahora, entre los adherentes de la iglesia, que no
sientan ninguna obligación para darle serta importancia
a las restricciones de la "santidad”; como, por ejemplo:
el uso del tabaco y del alcohol, o el ir a los cines,42

A B S T IN E N C IA DE B EB ID AS F U E R TE S
Los miembros de la I g le s ia de D ios son totalmente
a b s tin e n te s en lo que toca al lic o r y bebidas fuertes.43
Esta creencia no solamente se afirma bíblicamente,44 sino
que es respaldada por la sociología y la sicología. Un ele­
vado porcentaje de los a c c id en te s automovilísticos y de
crímenes cometidos, pueden ser atribuidos a la intoxica­
ción. La e m b ria g u e z engendra pecados sociales, divide
hogares, quebranta la salud, y deja a la gente en la indi­
gencia. Miles y miles de personas son internadas en los
hospitales, casas de corrección, etc.; h abien d o sido des­
echadas por la sociedad, porque la bebida les ha esclavi­
zado. La conducta de estos seres no es compatible con la
sociedad. Son neuróticos, psicópatas e individuos inesta­
bles. El apóstol Pablo no perdona ningún hábito impuro,
cuando dice: “ Limpiémonos de toda c o n ta m in a c ió n de
carne y de espíritu, perfeccionando lo, santificación en el
temor de Dios” .*6

S A N T ID A D Y P R A C T IC A
La santidad no se limita a una doctrina para creerse;
es una experiencia para vivirse. La iglesia no debe ocu­

42 RaymOnd Ffam a, “Something Unusual", Hia Student H agazine of In ter-V ar-


alty Chriatian Fellowshlp, copyright, 1983.
43 Minutes of the F o r t h y - f l f t h Chnrch of God General Assem bly (Cleveland.
Tenn,: Churoh of God Publlshlng House, 1954), p, 29,
41 Proverbios 80:1; 1 Corintios 6:10; Qálatas 5:21; E fe o o s 5:18,
45 3 Corintios 7:1.
EL DISTINTIVO DE LA SANTIDAD 116

parse solamente de la doctrina, sino también de la práctica.


La santidad de vida de los miembros de la Iglesia Prim i­
tiva les hizo efectivos. Cristo, quien es la personificación
de la santidad,48 era manifestado en la vida de sus segui­
dores. UY les reconocían que habían estado con Jesús” .47
Una doctrina que se vive es más elocuente que una doctri­
na que se proclama.
Nuestras carias sois vosotros, escritas en nuestros cora-
zones, conocidas y leídas por todos .los hombres; siendo
manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nos­
otros, escrita no con tmta, sino con el Espíritu del Dios
vivo; no en tablas de carne del corazón. Y tal confianza
tenemos mediante Cristo para con D ios*8
Se ha hecho un daño infinito a la causa de Cristo, por
la vida im p u ra e inconsistente de aquellos que se hacen
llamar por el nombre del Señor. Sostener la doctrina no
basta, cuando se ha perdido la práctica. La gente no se
conmueve por la proclamación de cargadas creencias teo­
lógicas; la gente quiere ver teología en la vida. Existe el
gran peligro de que la iglesia, después de haber sido una
organización de s a n tid a d desde su principio, retenga el
vestigio de la doctrina, mientras se hace pasiva en la prác­
tica. M uchos movimientos de santidad son d em asiad o
celosos de sus dogmas, y los han preservado en palabra,
pero han fallado en ponerlos en práctica. El enemigo dé la
iglesia ha puesto la atención en asuntos periféricos y sin­
tomáticos, desviando así la atención debida de la iglesia
de la principal corriente de la santidad.

S A N T ID A D Y V ID A
La santidad en el sentido de separación o decisión defi­
nida — d e d ic a c ió n a Dios con todo el corazón— es una
experiencia de crisis. Pero la santidad en el sentido de con­
formidad con la vida y carácter de Cristo es un proceso.
La crisis debe tomar lugar antes de que podamos conocer

46 1 Corintios. 1:30.
47 Hechos 4:13.
48 2 Corintios 3:Z, 3,
116 DISTINTIVOS DE LA IGLESIA DE DIOS
el proceso. La santidad es la regla y designio de vida para
los seguidores de Jesucristo que desean hacer un total ren­
dimiento de sus vidas a él. No descansa en medidas huma­
nas; sino en Cristo, y no se adquiere por medio de absti­
nencias; sino a través de la fe en la sangre de Cristo, por
medio de la Palabra y por el Espíritu Santo. Es la norma
de vida de Dios para Su pueblo. ¡Que así vivamos!

Gloriosa compañía, los pocos escogidos


E n quienes el Espíritu bajó;
Ellos ascendieron al cielo por la escarpada altura,
A través del peligro, la fatiga y el dolor:
Oh, Dios, a nosotros gracia nos sea dada,
Para poder seguir de su ejemplo en pos.
Autor Desconocido

“ . . . para que no fuesen ellos perfeccionados


aparte de nosotros” — Hebreos 11:10

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