Você está na página 1de 4

Su Excelencia el Señor Embajador de

D.

Señor/a Embajador/a:

Nos dirigimos a Vuestra Excelencia, y por su intermedio a las


autoridades de su país para hacerles conocer nuestra profunda preocupación
por la situación imperante en la Argentina y comunicarles que la Mesa Ejecutiva
de la Coalición Cívica asume la firme defensa de la regularidad institucional.

La Argentina sufre una inusitada escalada de violencia que tuvo un inicio


verbal pero que recientemente ha acentuado aspectos alarmantes de violencia
física. Aquella viene siendo incentivada desde hace varios años por una
prédica oficial reñida con la convivencia armoniosa básica para la vida
democrática ya que potencia los elementos conflictivos existentes y genera
nuevos frentes de confrontación donde no los había. Por otra parte los diálogos
que tuvieron lugar entre el oficialismo y la oposición no merecen ese nombre,
ya que han sido encuentros, ya que han sido encuentros en los que una de las
partes, el oficialismo, solamente habló y no escuchó a la otra, convirtiendo el
diálogo en una parodia.

A las reiteradas alteraciones al orden institucional, recientemente


agravadas por el adelanto inconsulto de las elecciones, la participación de
candidatos testimoniales, la financiación irregular de las campañas, la prórroga
de la delegación de facultades legislativas en el Poder Ejecutivo y el uso
abusivo del veto presidencial sobre leyes sancionadas por unanimidad por
ambas cámaras, se agrega ahora la manifiesta inconstitucionalidad de leyes
propuestas por el Ejecutivo, la violación de los reglamentos parlamentarios en
la sanción de normas y el uso de la extorsión económica a gobernadores
provinciales, para lograr la cooptación de los votos de los legisladores
representantes de esas provincias. Cabe destacar el permanente ataque al
periodismo y la legislación que pretende avasallar la libertad de expresión y la
pluralidad.

Una simple enumeración de la situación real de los tres poderes del


Estado, muestra la degradación de las instituciones en los últimos seis años.

En los hechos se da una situación anómala, dado que quien toma las
determinaciones y realmente ejerce el poder, no ha sido elegido para ejercer
esas funciones. Esto socava la legitimidad del Ejecutivo que preside
nominalmente la Señora Cristina Fernández de Kirchnner. En los hechos se ha
instaurado un poder espurio, lo que ha sido puesto de manifiesto por diferentes
actores, sin que el Ministerio Público Fiscal haya efectuado las denuncias
pertinentes.

La independencia del Poder Judicial se ve severamente comprometida


por la acción parcial del Consejo de la Magistratura, cuya mayoría es manejada
por el Poder Ejecutivo. Este Consejo se ha convertido en un órgano que premia
a magistrados sumisos y castiga a los independientes. El presupuesto del
Poder Judicial está manejado por el Poder Ejecutivo.

El Congreso ha sido vaciado de la efectividad de sus funciones por el


abuso de los decretos de necesidad y urgencia (DNU), las facultades
delegadas, los superpoderes y la adecuación del calendario legislativo a las
necesidades del Ejecutivo, con menosprecio a la atención de las urgencias que
atraviesan los millones de argentinos que se hallan bajo la línea de la pobreza.
Se reiteran los bochornosos casos de cooptación de legisladores que,
habiendo sido elegidos para formar parte de la oposición, se han pasado a las
filas del oficialismo, en algunos casos antes de asumir sus mandatos, por
razones tan obvias como despreciables.

A esto se agrega la inexistencia de libertad sindical, la inseguridad


jurídica, la convalidación de violaciones al derecho internacional por parte del
Ejecutivo, el intento de acabar con la libertad de expresión mediante un real
monopolio sobre los medios y la corrupción generalizada en los negocios
públicos.

Además, se dan reiterados casos de espionaje interno sobre opositores,


periodistas, ciudadanos y la difusión de informaciones calumniosas contra
opositores. El enriquecimiento ilícito de funcionarios, la perturbación del
sistema productivo del país en nombre de una supuesta distribución de la
riqueza muestran un cuadro de profunda degradación institucional que hiere a
fondo el tejido social del país y siembra el desconcierto y la desesperación en
la población.

Queremos insistir en este punto: la estrategia intimidatoria, violenta e


ilegal adoptada por el oficialismo en su momento de mayor debilidad política no
se deriva de su irracionalidad ni su incapacidad de interpretar la realidad que
sobrevino a su derrota electoral del 28 de junio pasado. Es, en cambio, la
conclusión –perfectamente racional en sus propios términos- de una
concepción del mundo y de la política que conduce inevitablemente a dos
posibles resultados:
 Una concentración todavía mayor de poder en manos del
gobierno y la profundización de un régimen aún más abiertamente
antidemocrático y violador de las garantías constitucionales y los derechos
fundamentales;
 o un golpe - o autogolpe- que interrumpa la continuidad
institucional y reserve a los Kirchnner el prestigioso rol de refugiados
internacionales víctimas de una conspiración contra la democracia.

Para quienes han violado el entero marco institucional y legal de la


República para incrementar su poder y su patrimonio privado, corresponde el
rigor de la ley impartida por jueces rectos e imparciales.

En circunstancias normales algunos de los hechos notorios que


acabamos de describir, correspondería reservarlos al fuero interno, en
coherencia con el principio de la “no intervención en los asuntos internos” pero
por su gravedad y extensión, trascienden los límites del fuero interno llegando a
vulnerar principios y normas de derecho internacional, particularmente los del
sistema interamericano.

Por este motivo es que nos dirigimos a los gobiernos de los países
amigos para serles patente que se está comprometiendo en la Argentina la
vigencia efectiva de la democracia representativa, que es principio esencial de
la Organización de los Estados Americanos. La vigencia de la democracia y de
los derechos humanos ya no pertenecen sólo al orden interno de los estados,
sino que son parte inescindible de la trama normativa del Derecho Internacional
Público (Carta de la OEA y Carta Democrática Interamericana, 28º Período
Extraordinario de Sesiones, 11 de septiembre de 2001).

Las tristes circunstancias descriptas anteriormente, que han de ser


notorias y evidentes a la observación imparcial, son las que determinan que
nos dirijamos al Señor/a Embajador/a, pues estimamos que todo ello socava la
vigencia de la democracia representativa. Creemos que se hallan seriamente
comprometidas las instituciones democráticas y republicanas. La “afecctio
societatis”, la unión del sistema interamericano se sustenta en gobiernos
constitucionales y en el respeto de los derechos humanos.

El caso extremo reciente de Honduras es prueba de que el sistema no


tolera la vulneración de ambos principios.

Por otra parte en el sistema interamericano, está fortaleciéndose la


doctrina de que el fraude electoral es tan violatorio de la vigencia efectiva de la
democracia representativa como los clásicos golpes de Estado (Comité
Jurídico de la OEA. Dictamen Ejercicio Efectivo Democracia Representativa,
Anuario 1996).

Queremos transmitir al/a Señor/a Embajador/a nuestra angustiosa


descripción de la situación nacional de la que hemos señalado algunos
aspectos a lo que se suman las noticias de la formación incontrolada de grupos
armados en distintos puntos del país que buscan apoyar sus pedidos y
reivindicaciones a la fuerza.

Nuestra adhesión a las instituciones republicanas es absoluta, por eso


rechazamos la mera idea que se pueda volver a la época de las interrupciones
ilícitas de los mandatos constitucionales.

Quienes sostuvimos la oposición a este gobierno desde los tiempos en


que gozaba de popularidad y lo hemos sido por convicción, y no por
conveniencia, creemos que la Argentina sólo puede salir de su laberinto si no
repite los errores del pasado. La batalla firme y decidida por la legalidad y la
vigencia de las garantías constitucionales no puede ser separada de la defensa
de la continuidad institucional y el cumplimiento completo del actual mandato
presidencial.

Al odio no puede respondérsele con odio a menos que se quiera


incrementar sus efectos más dañinos. A la violación de la Constitución, de las
leyes y de las normales relaciones cívicas que deberían reinar entre el
Gobierno, la oposición y los ciudadanos no puede contestarse con actitudes
desestabilizadoras y conspirativas sino con la defensa de las instituciones
encargadas por la Constitución Nacional de expresar la voluntad de las
mayorías y preservar los derechos de las minorías.

En este momento crucial del país, en el que la cercanía de su


bicentenario nos pone en la disyuntiva de rescatar lo mejor de su historia o
reproducir sus momentos peores, la oposición tiene una pesada
responsabilidad: la de ayudar a la Presidenta, Señora Kirchnner, a terminar su
mandato, evitando que se produzcan nuevos episodios de consecuencias
destructivas. La ciudadanía con el voto otorga los mandatos para que estos
sean ejercidos hasta el cabal cumplimiento de los periodos de gobierno
asignados. Olvidarlo ha sido nuestra mayor desgracia nacional en lo últimos
ochenta años, no queremos más interrupciones.

Al mismo tiempo, defendemos con la mayor energía los derechos de los


ciudadanos argentinos avasallados por quienes han hecho de su sometimiento
y humillación su principal política de gobierno. Son éstas las graves
consideraciones que la situación nos merece y queríamos hacerlo partícipe de
ellas al/a la Señor/a Embajador/a, dada la reconocida adhesión del Gobierno
que V.E. representa a los ideales democráticos y los profundos lazos de
amistad que unen a nuestras naciones.

Saludo al/ a la Señor/a Embajador/a, con nuestra más alta y distinguida


consideración.

MESA EJECUTIVA CC

Dra. Elisa Carrió

Você também pode gostar