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Como ves, algunos de estos factores pueden ser tratados y revertidos para hacer
que el deterioro cognitivo se atrase o sea más leve cuando haga acto de presencia.
Pecados de la memoria[editar]
Transitoriedad[editar]
Es una notable disminución de la retentiva debido al paso del tiempo, esta
disminución conlleva a un olvido que a veces puede implicar la pérdida literal de la
información. per
Ausencia de conciencia[editar]
Este tipo de anomalía de la memoria, involucra problemas hasta el punto en donde
la atención y la memoria se interconectan. Los errores comunes de este tipo
incluyen, extraviar las llaves, anteojos u olvidar incluso citas, porque en el
momento de codificación, no se prestó la debida atención, de lo que más tarde se
tendría que recordar...
Bloqueo[editar]
El bloqueo es cuando el cerebro intenta recuperar o codificar información, pero
otro recuerdo se interfiere. El bloqueo es el principal causante del fenómeno de
“en la punta de la lengua” (una inaccesibilidad temporal de información
almacenada). Hay dos tipos de bloqueo; el proactivo y el retroactivo.
Atribución errónea[editar]
La atribución errónea es el primero de los pecados por omisión que es discutido
en el libro. Conlleva la recolección correcta de información junto con recolección
incorrecta de la fuente de dicha información. Por ejemplo, una persona que es
testigo de un asesinato después de haber visto un programa de televisión, puede
incorrectamente culpar del asesinato a alguien a quien vio en el programa de
televisión. Este error tiene consecuencias profundas en el sistema legal, por su
prevalencia desconocida y la confianza que usualmente reposa en la habilidad de
la persona de saber la fuente de la información, importante para la identificación
del sospechoso.
Sugestibilidad[editar]
La sugestibilidad es en algo parecida a la atribución errónea. Las memorias del
pasado son a menudo influenciadas por la manera en la que son recordadas y
cuando solo se hace un énfasis sutil en ciertos aspectos en donde puede
parecerse a un tipo específico de memoria, estos aspectos específicos son a
veces incorporados en la recolección, ya sea que hayan o no ocurrido. Por
ejemplo, una persona que ve que se está cometiendo un crimen a manos de un
hombre pelirrojo. Después de haber leído en el periódico que el crimen fue
perpetuado por un hombre de pelo chocolate, el testigo “recuerda” a un hombre de
pelo chocolate en vez de a un hombre pelirrojo.
Propensión o sesgo retrospectivo[editar]
El pecado de propensión, o parcialidad es similar al pecado de la sugestibilidad,
en el cual los sentimientos y la visión global de una persona distorsionan los
recuerdos de eventos pasados. Esto puede aplicarse a incidencias específicas y
de concepciones generales que uno tiene de ciertos periodos en la vida. Esto
ocurre parcialmente por recuerdos codificados mientras la persona está sintiendo
cierto nivel de alerta y cierto tipo de emociones vienen a la mente más rápido
cuando una persona se encuentra de un humor similar. De este modo, un adulto
satisfecho puede recordar con afecto su niñez, inducido por recuerdos positivos de
esos momentos en donde no necesariamente sea la representación de su estado
de ánimo promedio durante su niñez.
Persistencia o Vulnerabilidad[editar]
El fallo del sistema de la memoria involucra el recordar información perturbadora
no deseada. Este recuerdo puede variar, siendo desde un error cometido en el
trabajo hasta una experiencia verdaderamente traumática y estos recuerdos
persistentes pueden llevar a la aparición de fobias, estrés post-traumático e
inclusive suicidio, especialmente en instantes intrusivos o de irritación.
A día de hoy sabemos que hay múltiples inteligencias y entendemos esta como
la capacidad para interpretar la información que nos llega del exterior, integrarla
con sus vivencias interiores y dar la mejor respuesta a las condiciones a las que
nos enfrentamos (inteligencia ejecutiva).
Los psicólogos entendemos la inteligencia como mucho más que el coeficiente
intelectual, identificándola con la capacidad de adaptación del individuo al medio
donde se encuentra. Es decir, hablamos de que la inteligencia ejecutiva es la
capacidad de saber tomar decisiones, frenar nuestros impulsos, reflexionar
sobre lo que sentimos y lo que pensamos, saber planificar nuestras acciones y
dirigir nuestra atención.
¿Qué habilidades componen la inteligencia ejecutiva?
Autocontrol y manejo de los impulsos
Memoria de trabajo