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GALEANO MORÁN LUCAS SANTIAGO

OBLIGACIONES DE DAR SUMAS DE DINERO.


DEUDAS DE DINERO Y DEUDAS DE VALOR. INTERESES.

ALUMNO: GALEANO MORAN LUCAS SANTIAGO

PROFESOR: ALEJANDRA BERTON Y AGUERRIDO AGUSTIN


CESAR

MATERIA: OBLIGACIONES

TURNO: TARDE

FECHA DE ENTREGA: 25/09/2019

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GALEANO MORÁN LUCAS SANTIAGO

INTRODUCCION

El dinero, además de ser medida del valor de las cosas, cumple la función de ser
medio de adquisición de bienes. Ello justifica que en el tráfico jurídico sea habitual
la obligación que conlleva para el deudor el deber de entregar una suma de dinero
-nota que caracteriza a las obligaciones que aquí vamos a considerar-.
El dinero es considerado como un bien mueble, genérico y fungible. Pero
además, en cuanto susceptible de generar frutos civiles -intereses-, el dinero es un
bien productivo.
A la obligación cuya prestación consiste en la entrega de una cantidad de dinero
se la designa como «obligación dineraria». Así, son obligaciones dinerarias: la que
incumbe al comprador de pagar los 20.000 soles que cuesta el mueble adquirido;
la que por razón del alquiler de la vivienda afecta al arrendatario de pagar los 600
soles mensuales de renta; la que atañe al usuario del taxi de abonar los 13 soles
que, por razón del trayecto realizado, marca el taxímetro; o, en fin, la del prestatario
de devolver los 4.000 soles que le han dejado.
El interés es la suma dineraria que genera un capital en dinero y que es
adeudada al acreedor: bien a modo de precio, retribución o remuneración por quien
utiliza el capital ajeno; bien a modo de indemnización por quien se ha retrasado en
el pago de una obligación dineraria.
Se califica como prestación de intereses la que tiene por objeto la entrega de
una cantidad de dinero en concepto de intereses. Por tanto, la prestación de
intereses es también una obligación dineraria -pero de carácter accesorio, como
veremos-. Así, son ejemplos de este tipo de prestación: el supuesto en que, como
remuneración por el capital prestado, se conviene el pago de intereses por el
prestatario; o los supuestos en que, por el retraso en el pago de una deuda
tributaria, se adeudan intereses de demora.

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1. DEFINICION Y CARACTERES GENERALES

Son las que tienen por objeto desde el nacimiento de la obligación la entregar para
algunos autores: -una cantidad de dinero- para otros autores –determinada suma
de dinero-
Según hemos expuesto, en la obligación dineraria la prestación que constituye su
objeto consiste en la entrega de una cantidad de dinero. 1
Así, son ejemplos de prestación dineraria: la obligación que incumbe de entregar
los 50.000 soles convenidos por la compra de un inmueble; la de devolver los 12.000
soles prestados para la adquisición de un automóvil; la de pagar mensualmente los
540 soles fijados como renta por el arrendamiento de la vivienda.
La obligación dineraria se caracteriza por ser una obligación genérica, informada en
consecuencia por el principio gemís nunquam perit, y cuyo cumplimiento se lleva a
cabo mediante la entrega de la cantidad adeudada en dinero. Junto con lo expuesto,
el retraso -mora- del deudor en el cumplimiento de la obligación dineraria genera
una indemnización en favor del acreedor consistente -salvo pacto en contrario- en
el pago de intereses.
Mediando incumplimiento de una obligación dineraria, a efectos de que pueda
proceder la ejecución forzosa ulterior se habrá de distinguir según si se tratara de
obligación líquida o ilíquida; esto es: según si la cuantía de la deuda dineraria
estuviera o no fijada numéricamente -«con letras, cifras o guarismos
comprensibles»: Pues bien; tratándose de obligación líquida, para la ejecución de
la obligación dineraria se procede al embargo de bienes del deudor En otro caso -
cantidad de dinero ilíquida- no procederá la ejecución hasta que se liquide la deuda.
Si el deudor no comparece o no se opone se despacha ejecución por la cantidad
adeudada. Si el deudor se opusiera habrá de recurrirse a los cauces procesales del
juicio que corresponda según la cuantía de la deuda reclamada

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Por otra parte, al considerar el tema referente al cumplimiento de las obligaciones


se examinarán las singularidades que presentan los casos en que el pago de la
obligación dinerada se lleva a cabo mediante ingreso en cuenta comente bancaria,
transferencia bancaria, o a través de las llamadas «tarjetas de plástico». También
se considerarán los supuestos en los que al fin de pagar una obligación dineraria se
recurre a la suscripción y entrega de un «título-valor» (letra de cambio, cheque,
pagaré, etc.).
Un tipo singular de obligación dineraria es la llamada «deuda dineraria
especificada» -o «deuda de especie monetaria»-. Esta modalidad tiene lugar
cuando se pacta que el pago se realice en una especie monetaria en particular -por
ejemplo: en billetes de 500 soles-. Se trata de supuestos en que el género -dinero
de curso legal en España- resulta especificado -billetes de 500 soles- Cuando ello
ocurre, para que la obligación se tenga por cumplida es necesario la entrega en la
especie pactada de la cantidad adeudada Mas en estos casos no debe excluirse el
hecho de que, en su momento, el pago no pueda llevarse a cabo en la especie
pactada -por haberse retirado de la circulación los billetes o monedas en que
debería haberse efectuado el pago, por ejemplo-. Si ello acontece, el cumplimiento
se llevará a cabo mediante la entrega de la suma correspondiente en dinero de
curso legal.

2. NATURALEZA JURÍDICA

En las obligaciones siempre tiene que haber como mínimo un deudor y un acreedor.
Las obligaciones de dar son obligaciones positivas que consisten en la entrega de
uno o más bienes inmuebles o muebles, consumibles o no consumibles, fungibles
o no fungibles, incluso bienes futuros; aunque se compromete el deudor frente a su
acreedor con el fin de constituir sobre ellos derechos reales como la propiedad o
posesión o con el propósito de confiar al obligado la simple guarda o custodia de la

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cosa o para que le sirva a el acreedor de garantía por una obligación a favor de
este.2
Se podría decir que las obligaciones de dar suma de dinero son de naturaleza
pecuniaria “la obligación es pecuniaria cuando la prestación consiste en entregar
una suma de dinero en concepto como tal”3
Este tipo de obligaciones surgen en la vida cotidiana de las personas y frecuentes
en el ámbito mercantil. Se entiende por moneda como aquel bien que es inmueble
(por moneda metálica, moneda de papel y papel de moneda) que sirve como un
instrumento de pago.
El cumplimiento de una obligación dineraria es el pago de esta.

3. CARACTERISTICAS

El objeto de las obligaciones pecuniarias no es el dinero como objeto específico, si


no que este es la unidad en que se valora la obligación (valoración hecha en dinero).
Consideración que para el Derecho privado tiene el dinero:
 Se trata de un bien mueble, puede ser transportada por sí o por una persona.
 Genera frutos.
 En la obligación de dar suma de dinero nunca podrá tener lugar la extinción
pues siempre existe dinero para su cumplimiento.
 Sólo hay obligación pecuniaria cuando tenga por objeto entrega de dinero de
curso legal.
 La indemnización por incumplimiento de la obligación pecuniaria consistirá,
salvo pacto en contrario, en el pago de intereses.
 Es una obligación de género: la obligación subsiste mientras el género exista,
ya que su existencia viene indicada de modo cuantitativo, por su importe o

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suma, con referencia al tipo de moneda que se trate. Ej: s/ 100, mientras
exista un s/ 100 la persona debe cumplir con su obligación.

4. JURISPRUDENCIA

Los pronunciamientos que a futuro se han venido realizando, han llevado a asumir
una posición más coherente con la correcta aplicación del artículo 1117 del CC.
Frente al caso de haberse iniciado con anterioridad a la ejecución de garantía, el
proceso de obligación de dar suma de dinero contra la misma ejecutada y sobre la
base del mismo pagaré, no hay imposibilidad jurídica de iniciar otro proceso con el
mismo petitorio. Ambos procesos se rigen por normas especiales, no siendo
excluyentes uno del otro, tal como lo establece el artículo 1117 del cc, dice la
casación Ne 3149-2000-Lima, de fecha 20 de julio de 2001. Véase en un proceso
de ejecución de garantías, la contradicción puede estar referida al documento que
contiene la garantía hipotecaria o a la liquidación del saldo deudor, mas no sobre el
título ejecutivo que sirve para acreditar la deuda impaga; por ello, la posibilidad de
que el pagaré haya sido completado posteriormente, en aquel proceso que se inicie
por el mérito ejecutivo del pagaré antes indicado.
Bajo ese contexto, en la casación Nq 2564-2003-Lima, del 11 de agosto de 2004,
publicada en El Peruano el 31 de enero de 2005, la sala civil suprema concluye que
al no haberse probado en autos por ningún documento que el demandado haya sido
requerido en un proceso de ejecución de garantía hipotecaria, ni que se haya hecho
efectivo el monto de la demanda de obligación de dar suma de dinero, no hay
evidencia alguna de doble pago. Esta interpretación del artículo 1117 del cc. En el
caso, los ejecutados otorgaron garantía a la empresa financiera un inmueble para
asegurar todas y cada una de las obligaciones directas o indirectas, existentes o
futuras que tenga o pudiera tener el cliente a favor de la empresa del sistema
financiero, constituyendo una de ellas el pagaré; dicha financiera se encuentra

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facultada a utilizar todos los medios legales necesarios, alternativa o


conjuntamente, para perseguir que se honre su crédito. Ello no significa que se
permita la producción de un doble pago, pues lo que resulte de la ejecución de un
proceso afectará necesariamente al otro, en tanto la deuda no haya sido
completamente cubierta. La Sala Comercial ha establecido que surgen con ello tres
facultades/ responsabilidades: "1)del acreedor, quien podrá exigir el pago del
eventual saldo por otra vía, conforme lo establece el artículo 724;2) del deudor,
quien deberá poner en conocimiento de la pertinente autoridad judicial la
amortización o cancelación total de la deuda; y 3) del poder Judicial
En los procesos de conocimiento se parte de una situación incierta para obtener un
pronunciamiento jurisdiccional de certeza, del derecho controvertido. En los
procesos de ejecución, se parte de una situación cierta, pero, insatisfecha, y el
proceso verá, precisamente, sobre esa satisfacción que debe tener el ejecutante
respecto de su acreencia la que se puede reducir mas no alterar (Cas. N"
871'97'Puno, El Peruano, 19/10/98, p. 1985)
Es improcedente la demanda si la obligación puesta a cobro no cumple con los
requisitos de tondo establecidos en et artículo 689 del CPC, esto es, que la
obligación contenida en et título sea cierta, expresa y exigible. Tratándose de una
obligación de dar suma de dinero debe ser además líquida o liquidable mediante
operación aritmética una obligación resulta cierta cuando la prestación está
señalada en el título; es expresa cuando la obligación figura en el título mismo y no
es el resultado de una presunción legal o una interpretación de algún precepto
normativo; es exigible cuando se ha vencido el plazo, se pruebe la verificación de la
condición o que se ha cumplido la contraprestación (Exp. N.55206-97, Sala de
Procesos Ejecutivos, Ledesma Nawáez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 3,
Gaceta Jurídica, pp. 531-532).
La incompetencia, por razón del territorio, solo puede ser invocada por et
demandado como excepción o como inhibitoria. En los procesos de ejecución de
garantías no se permite la deducción de excepciones o defensas previas como
fundamento de la contradicción, como sí lo hace la ejecución de obligación de dar

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suma de dinero, más aún, tampoco se permite la apelación al mandato de ejecución,


como sí lo es al mandato ejecutivo, razón por la cual la través de la nulidad, debe
valorarse la competencia del juzgado, teniendo en cuenta, lo pactado expresamente
sobre la competencia de los jueces (Exp. No 523-99, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Nai- váez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurídíca, p.
3ll).
El saldo deudor a que refiere el artículo 724 del CPC debe ser apreciado bajo la luz
del artículo 692 del CPC. Existen al respecto ejecutorias en casación que señalan
la existencia de procesos idénticos, cuando se ejecute paralelamente o en forma
antelada el crédito no hipotecario, como es el caso de la Casación Nq 2367- 98-
Lima. Felizmente, en estos últimos tiempos, el análisis del tema propuesto viene
tomando un rumbo diferente. Hay pronunciamientos como la Casación Ne 2564-
2003-Lima, del 11 de agosto de 2004, publicada en EI Peruanoel3l de enero de
2005, que dice: a efectos de satisfacer su crédito, el acreedor hipotecario tiene la
opción de ejercer la acción personal contra el deudor o la acción real sobre el bien
hipotecado, o ambas a la vez, ello no lo faculta a percibir un doble pago. El artículo
1'117 del CC tiene por finalidad brindar al acreedor los suficientes medios para
cobrar su crédito, de esta manera, podrá emplear una de las acciones (real o
personal) o ambas a la vez; lo cual de ninguna manera implicará que quede
autorizado a percibir un doble pago, pues dicho artículo permite la duplicidad de
acciones pero no la duplicidad del pago del crédito. En ese sentido, bastará que el
deudor cumpla con el pago o que se produzca la venta judicial del bien para que la
obligación se extinga; por tanto, si no se prueba que el demandado haya sido
requerido en un proceso de ejecución de garantía hipotecaria, ni que haya hecho
efectivo el monto de la demanda de obligación de dar suma de dinero, no hay
evidencia alguna de doble pago.

5. DOCTRINA

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Nuestra norma opta por la expresión cesión de derechos y ubica esta figura jurídica
en el libro sobre las Obligaciones, el legislador de 1984 se ha apartado del
inadecuado término utilizado por el Código Civil de 1936, que hablaba de Cesión de
créditos. El legislador trata ahora a esta figura, no como un contrato nominado, tal
como lo hizo el Código anterior, sino como una característica obligacional
consistente en ceder derechos, lo que se ajusta a su verdadera naturaleza. Los
derechos comprenden no solo los créditos, esto es, los derechos de obligación de
una persona respecto de otra, sino toda clase de derechos patrimoniales
transferibles. Mediante la cesión se transmiten los derechos que han sido adquiridos
o transferidos en virtud de título distinto, ya sea contractual por ejemplo una
compraventa, o extracontractual por ejemplo la herencia o una disposición legal que
así lo ordene.
El termino Crédito en su acepción jurídica es el derecho a recibir de otro alguna
cosa, por lo general dinero; entonces es la facultad de exigir el cumplimiento de una
prestación.4
En nuestra doctrina nacional, los más renombrados comentaristas del Código Civil
de 1936 coinciden en la misma indicación para la palabra Crédito. Ángel Gustavo
Cornejo expresa que la palabra crédito incluye no solo el derecho de cobrar una
suma de dinero, sino cualquier derecho o acción contra tercero.5
Así también José León Barandiarán define al crédito como la facultad de exigir el
cumplimiento de una obligación de dar, hacer o no hacer. Según el código civil de
1936, en el artículo 1249, se establece en el título del pago las normas relativas a
las obligaciones en moneda extranjera. Y luego, en el título del mutuo, en el artículo
1581, reglas concernientes al pago de las deudas de dinero. Sin embargo el
mencionado texto, si lo analizamos conjuntamente con el artículo 1584 vemos que
consagra en forma poco clara e imprecisa la tesis nominalista, al adoptar una

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posición contraria a la del artículo 1817 del Código Civil de 1852, de notoria
inspiración valorista. Esto ya que, en primer lugar las obligaciones de dar sumas de
dinero no son privativas del contrato de mutuo y, segundo, porque el lugar en el que
se situó el precepto determinó que pudiera interpretarse que la ley peruana
(basándose en la autonomía de la voluntad) permitía la adopción del principio
valorista en todas las obligaciones de dar sumas de dinero, excepto en el contrato
de mutuo. Sobre la base de los lineamientos expuestos, se ha considerado preciso
que las normas sobre obligaciones de dar sumas de dinero, ya sea en moneda
nacional como en moneda extranjera, se consignen en el título relativo al pago, y
que, ante la confusión nominalista o valorista, se opte por una posición clara y
precisa.
La tesis nominalista: tiene su expresión más significativa en el artículo 1895 del
Código Francés. Ella responde al principio de que la fluctuación del valor de la
prestación debida, entre la época en que se contrajo la obligación y la época de su
cumplimiento, tiene que mantener intangible el monto numérico de dicha prestación,
en forma tal, que el deudor se libere entregando la misma cantidad de unidades a
que se obligó. El deudor estaría obligado solo al pago de la suma numérica
expresada en el contrato, sean cuales fueren las fluctuaciones de la moneda.
Entonces según la tesis nominalista, el deudor se libera pagándole al acreedor la
suma de dinero que figura en el título constitutivo de la obligación, cualquiera que
sea su valor real en ese momento. Otorga seguridad al tráfico jurídico, aun a costa
de poder resultar injusta en determinados casos (piénsese en los arrendamientos
urbanos de vivienda de renta antigua, donde con frecuencia el arrendatario satisface
rentas ínfimas por el disfrute del inmueble).
La teoría valorista: determina que el deudor se libere mediante el pago de un
número de unidades que tenga un poder adquisitivo equivalente al de aquél que se
convino originalmente; es decir, que se mantiene el monto de la deuda en valores
constantes. Para ello se recurre a índices de reajuste automático, tales como
escalas móviles referidas al índice del costo de vida o al incremento salarial; o a
bienes que soportan victoriosamente la depreciación de la moneda, tales como el

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oro, monedas extranjeras usualmente más sólidas que la estipulada o mercancías


que no se envilecen. Entonces de acuerdo con la tesis valorista, el deudor debe
pagar, para liberarse, una cantidad de dinero que en el momento del cumplimiento
tenga el mismo valor que la suma adeudada tenía al constituirse la obligación. Es
más justa que el nominalismo, pero produce una gran inseguridad jurídica.
Es imprescindible que acreedor y deudor estén facultados para pactar libremente
obligaciones pecuniarias en valor constante. Ello se justificaría, por ejemplo, en
aquellos casos en los que el deudor de la obligación de dar sumas de dinero
recibiera, como contraprestación, bienes que no se deprecian o cuyo ritmo de
depreciación es muy lento, que se revalúan o que mantienen su valor intrínseco. Es
claro, en estas hipótesis, que la entrega diferida del mismo número de unidades de
moneda nacional que el pactado, podría conducir a desequilibrios e injusticias, y
que el acreedor se hallaría desamparado y sufriría grave empobrecimiento ante el
correlativo enriquecimiento del deudor. Todo ello hace obligada, pues, la
intervención del legislador para buscar las correcciones necesarias.
Entonces concluimos que cuando la moneda nacional está in obligatione, el
acreedor solo tiene el derecho de exigir la restitución del mismo número de unidades
que el pactado, cualesquiera que sean las fluctuaciones derivadas de
depreciaciones, revaluaciones o devaluaciones. Lo mismo ocurre cuando la
prestación está constituida por moneda extranjera o por bienes de otra clase; el
deudor estará obligado a satisfacer tal prestación, que también está in obligatione,
cualquiera que haya sido su fluctuación de valor por razones de orden económico.6
En cuanto a los interese de la deuda no corresponde al Derecho explicar el
fenómeno económico en cuya virtud una suma de dinero o cualquier otro bien pueda
producir frutos, es decir, el Derecho lo reconoce e interviene solamente en su
regulación dictando normas para el caso en que, aun sin voluntad de las partes, una
prestación deba producir intereses o limitando la libertad de los contratantes para

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impedir los abusos que pueda originar este fenómeno, como es, por ejemplo, la
usura.7
Entonces no se niega la licitud del interés, pero tampoco se opta por el sistema de
la libertad absoluta en la fijación del interés convencional. Corresponderá al Banco
Central de Reserva del Perú fijar no solo la tasa del interés legal, sino también la
tasa máxima del interés convencional moratorio o compensatorio, a fin de prevenir
los excesos de la usura. Se sanciona así en el Código Civil un sistema en el cual
están fijados los límites máximos del interés, que las partes no podrán superar.

DEUDAS DE DINERO Y VALOR. INTERESES


Son aquellas en las que no se debe una cierta cantidad de dinero, aunque en
definitiva en última instancia, el monto a abonar se fije judicialmente en dinero, pero
no son dinerarias en su origen.
Las deudas de valor se originan en el crédito que nace a favor de un acreedor a
reclamar la compensación de un daño sufrido por la no ejecución de la prestación
debida o por haber sido víctima de un delito o de un cuasidelito. Por ejemplo, el
valor a abonar por las secuelas ocasionadas a raíz de un accidente de tránsito.

La admisión de las deudas de valor en la jurisprudencia se remontan a una


sentencia del Tribunal del Reich alemán de 1921 donde se dispuso que era
necesario que se evaluara el perjuicio sufrido no al momento del hecho, sino al
momento de pronunciarse la sentencia, para evitar la depreciación monetaria.
Como vemos en las obligaciones dinerarias desde el principio se debe una cierta
cantidad de dinero, mientras que en las de valor habrá que apreciar el daño sufrido
para fijar el monto a resarcir, al momento de dictar sentencia. Las obligaciones de
valor no están sujetas a la depreciación de la moneda, como sí ocurre con las

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obligaciones en dinero. Esto es así pues en las deudas de valor dicho monto en
dinero se fija al momento del efectivo pago.
Son en realidad deudas de monto indeterminado, pero susceptibles de
determinación. Una vez determinada la suma abonar en dinero, corren sobre ella
los intereses legales correspondientes.

CONCLUSIONES

 El principio general recogido por el Código en materia de obligaciones de dar


sumas de dinero es nominalista; pero se admite, por excepción, que las
partes acuerden fórmulas valoristas destinadas a evitar desajustes en las
relaciones obligacionales que así lo requieran
 De acuerdo a las teorías nominalista y valorista, llegamos a la conclusión de
que el principio general recogido por el Código en materia de obligaciones de
dar sumas de dinero es nominalista; sin embargo es necesario recalcar que
si se permite por excepción, que las partes acuerden fórmulas valoristas
destinadas a evitar desajustes en las relaciones obligacionales que así lo
requieran.
 Se considera a las obligaciones de dar suma de dinero como obligaciones
pecuniarias, por que consiste en entregar, es decir en dar dinero. Ahora este
tipo de obligaciones son muy comunes en el día día ya que casi siempre
están presentes cuando celebramos algún tipo de acto.
 Como señala el texto legal para el cumplimiento de una obligación de dar
suma de dinero se le dará el trámite previsto en las Disposiciones Generales.
Bajo esa premisa, si se considerara admisible la demanda, se dará trámite
expidiendo el mandato ejecutivo, debidamente fundamentado, el que
contendrá una orden de pago de lo adeudado, incluyendo intereses y gastos
demandados, bajo apercibimiento de iniciarse la ejecución forzada,

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 La obligación de dar bien mueble determinado, el proceso se tramitará


conforme a lo dispuesto para la ejecución de obligación de dar suma de
dinero, con las modificaciones del presente Subcapítulo. Esto implica que
frente al mandato ejecutivo para la entrega del bien, se puede contradecir
bajo los supuestos contemplados en el artículo 690 del CPC.

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