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Geofísica Proyección estereográfica

APLICACIONES DE LA PROYECCIÓN ESTEREOGRÁFICA A LA


GEOFÍSICA
4º curso de Licenciado en Geología, Universidad de Salamanca

INTRODUCCIÓN
La proyección estereográfica es una proyección azimutal. Eso significa que cualquier punto
de la superficie de una esfera se proyecta sobre un plano desde un punto fijo (Fig. 1). Para la
estereográfica, el punto de proyección está en la propia superficie esférica, y si consideramos ese
punto como un polo, el plano de proyección es el ecuador (Fig. 2). A veces, la proyección se efectúa
sobre un plano paralelo que pasa por el polo opuesto al de proyección. Se llama entonces
proyección tangente, pero es exactamente igual que sobre el plano ecuatorial, salvo por el tamaño,

lo que carece de importancia para representar orientaciones de planos y líneas (Fig. 3).
La intersección del plano ecuatorial de proyección con la esfera es una circunferencia
llamada primitiva. Todos los puntos del ecuador se proyectan en ella (punto P en Fig. 3). Los
puntos que caen en el hemisferio opuesto al punto de proyección, se proyectan dentro de la
primitiva (punto Q), y los que caen en el mismo hemisferio se proyectan fuera de la primitiva
(punto M), desde ella hasta el infinito.
Para proyectar planos y líneas, se emplea una falsilla. La más usada es la llamada
meridional, con un eje vertical que pasa por los polos N y S (Fig. 4). Para construirla se proyectan
unas líneas curvas que se denominan círculos mayores y menores. Los círculos mayores son
proyecciones de planos inclinados, con intervalos de 2º y 10º, y que se intersectan donde el eje N-S
corta a la primitiva. Los círculos menores representan la intersección con la esfera de una serie de
conos con distintos ángulos apicales, todos con el eje horizontal y N-S. También se emplean
intervalos de 2º y 10º. En sentido amplio, podemos llamar meridianos a los círculos mayores y
paralelos a los menores.
Además de la meridional, para algunas tareas se emplea la proyección polar, en la que
aparece un sólo polo en el centro (Fig. 5), y más raramente, la proyección inclinada, con un sólo
polo que no ocupa una posición central (Fig. 6).

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La proyección estereográfica es isogona, es decir, conserva los ángulos. Y la falsilla


meridional que se emplea para proyectar se llama falsilla de Wulff. Cuando se quiere hacer un
tratamiento estadístico de una población de datos de orientación, conviene emplear una falsilla
modificada en la que las áreas se conservan en cualquier parte de ella. Se llama la falsilla de
Schmidt, o equiareal (Figs. 5 y 7), pero no conserva los ángulos, es decir, no es estereográfica en
sentido estricto. Todas las líneas en una falsilla de Wulff son arcos de circunferencia, salvo los ejes

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N-S y E-W. En cambio, en la falsilla de Schmidt, no lo son, porque han sido modificados para que
las áreas se conserven.

Es difícil encontrar una falsilla que incluya parte del área por fuera de la primitiva. Se debe a
que cualquier plano o línea que pase por el centro de la esfera de proyección, corta tanto al
hemisferio superior como al inferior de la esfera. Y siempre se usa para representar el plano o línea,
su intersección con el hemisferio opuesto al punto de proyección, porque en él, la intersección cae
dentro de la primitiva. El espacio fuera de la primitiva se puede representar (punto M' en Fig. 3),
pero sólo parcialmente, puesto que se extiende hasta el infinito: un punto adyacente al polo de

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proyección se proyectaría en el infinito. La Fig. 8 muestra una falsilla de Wulff extendida fuera de
la primitiva en las esquinas.

PROYECCIÓN DE LÍNEAS Y PLANOS


La proyección estereográfica se emplea en Geología para representar la orientación de
elementos geométricos de las capas y estructuras, para calcular relaciones mutuas entre ellas, y para
deshacer cambios introducidos por la deformación, entre otras cosas. En todos esos casos, se
emplea la falsilla de Wulff, proyectando el hemisferio inferior sobre el plano horizontal, y
tomando como punto de proyección el más alto de la esfera, o zenit (Fig. 2).
Las líneas se proyectan con un punto, que representa su intersección con la esfera (Fig. 9a).
Se proyectan según su dirección de inmersión (o "plunge"), y el ángulo de inmersión se mide desde
la horizontal hacia el centro de la falsilla (Fig. 9c), llevando la dirección de inmersión a coincidir
con el eje N-S (Fig. 9b) o el eje E-W.

Para líneas contenidas en un plano, puede darse el ángulo que forman con la horizontal
medido sobre el plano ("pitch" o "rake"). Ese ángulo (43º en la Fig. 10) se lleva sobre la proyección
ciclográfica del plano (ver párrafo siguiente), contando desde un extremo, es decir, desde la
horizontal.
Existen dos formas de proyectar planos. Se llama proyección ciclográfica, ó β, cuando se
proyecta la semicircunferencia resultante de la intersección del plano con la esfera (Fig. 11a). El
plano se proyecta como un círculo mayor, llevando su dirección a superponerse con el eje N-S de la
falsilla (Fig. 11b), y midiendo el ángulo de buzamiento desde la horizontal hacia el centro (40º en la
Fig. 11.
Se llama proyección polar, ó π, cuando lo que se proyecta es la intersección de línea
perpendicular al plano (el lápiz en la Fig. 12c) con la esfera. En este caso, el plano se representa por
un punto, proyectado según una dirección perpendicular a la dirección del plano, y el buzamiento se

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mide desde el centro de la falsilla hacia la horizontal. El diámetro que coincide con la dirección del
plano divide a la falsilla en dos mitades iguales. El polo del plano siempre cae en la mitad opuesta
al círculo mayor de la proyección ciclográfica. Y ambos están a 90º (Fig. 12b y d).

MEDIDA DE ÁNGULOS
Tanto para representar líneas y planos, como para medir ángulos y realizar otras
operaciones, normalmente se superpone un papel transparente a la falsilla, de forma que pueda
girar encima de ésta manteniendo el centro común, para lo que se emplea una chincheta.
Para calcular el ángulo que forman dos líneas, se gira el papel transparente que contiene
los dos puntos (círculos) que las representan, hasta que caen en el mismo círculo mayor de la
falsilla, que se mantiene fija debajo. Entonces se mide el ángulo que las separa (Fig. 13).

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Fig. 13. Medida del ángulo entre dos líneas, representadas por los dos círculos pequeños.

El ángulo entre dos planos se mide de la siguiente manera:


En proyección ciclográfica, se localiza el punto intersección de los dos planos (punto
negro), se le considera como un polo, y se traza el plano perpendicular a él (a trazos). Se ve dónde
ese nuevo plano corta a los dos primeros y se mide el ángulo entre las intersecciones con ellos (Fig.
14).

Fig. 14. Cálculo del ángulo que Fig. 15. Cálculo del ángulo
forman dos planos utilizando que forman dos planos utilizando
proyección ciclográfica. proyección polar.

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En proyección polar, se busca el círculo mayor (a trazos) que pasa por los polos de los dos
planos (círculos), y se mide el ángulo (Fig. 15). Los planos correspondientes, en proyección
ciclográfica están representados a puntos.
En la medida de ángulos conviene tener siempre en cuenta dos cosas:
1- Medir siempre sobre un círculo mayor o, en su caso, sobre un diámetro (N-S o E-W).
2- Entre dos líneas o dos planos, salvo si son perpendiculares, siempre hay dos ángulos, uno mayor
de 90º y el otro menor de 90º. Son suplementarios, es decir, suman siempre 180º (Figs. 13, 14 y
15). Hay que pensar lo que significa cada uno de ellos, a la hora de elegir uno u otro. Por
ejemplo, en un pliegue muy abierto, el ángulo entre flancos será mayor de 90º. Por tanto, ese es
el valor a escoger. Si se mide sobre sus polos, estos estarán muy cerca, y el ángulo más fácil de
medir es el menor de 90º, pero en realidad, hay que medir el otro, o calcular el ángulo
suplementario. Así, en la Fig. 15, tanto el valor de 77º como el de 103º son correctos, y tomar
uno u otro depende sólo de su significado.

GIROS
Las falsillas de Wulff y Schmidt permiten realizar giros, pero sólo alrededor de ejes
horizontales y, por supuesto, del vertical.
Para girar una línea alrededor de un eje horizontal, se lleva ese eje a la posición N-S de la
falsilla, y la línea se gira entonces moviendo el punto que la representa por el círculo menor que lo
contiene, tantos grados como queramos girar, y en el sentido apropiado (Fig. 16, línea A). Este
método sirve también para girar planos en proyección polar, puesto que el polo representa una
línea, la perpendicular al plano. Si al girar una línea, ésta se sale de la falsilla (como la línea B de la
Fig. 16), hay que entrar por el extremo diametralmente opuesto para seguir contando los grados.

Fig. 16. Giro de 50º de un plano y de dos líneas, A y B (puntos), alrededor del eje horizontal
N-S. Observar que al girar la línea B, se sale de la falsilla, entrando por el extremo
diametralmente opuesto.

En proyección ciclográfica, al girar un plano sobre un eje horizontal, éste pasa a estar
representado por un círculo mayor diferente. Por tanto, el método es llevar la dirección del plano a
coincidir con el eje N-S. El plano coincide con un círculo mayor, y hay que moverlo a otro

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contando los grados que se desea girar (Fig. 16). En realidad, cada punto del plano original se
mueve al nuevo círculo mayor siguiendo un círculo menor. Esto es muy importante y nos informa
de que los giros sobre ejes horizontales se efectúan trasladando los puntos siguiendo círculos
menores. Se debe a que los puntos representan en realidad líneas, y al girar líneas alrededor de un
eje, describen una superficie cónica. Y los círculos menores representan la intersección con la esfera
de conos de distintos ángulos apicales, todos con el eje horizontal (Fig. 4b).

PROYECCIÓN DE LOCALIDADES GEOGRÁFICAS


A menudo, es necesario utilizar la falsilla de Wulff en Geofísica para proyectar localidades
de coordenadas conocidas, para calcular las coordenadas de un punto determinado, como por
ejemplo, el epicentro de un terremoto, o para calcular la dirección en la que está una determinada
localidad con relación a otra.

Fig. 17. Mapa del hemisferio oriental, construido en proyección estereográfica.

En estos casos, se usa una falsilla de Wulff normal, pero se trabaja empleando el
hemisferio más próximo al observador. Es decir, se supone que la falsilla representa un
hemisferio de la Tierra que el observador ve de frente (Fig. 17), y que el punto de proyección
estereográfica está en el extremo opuesto de la esfera. Es como si, en la Fig. 1, el observador
estuviera a la derecha, mirando de frente al hemisferio dibujado. El punto de proyección estaría
entonces en el extremo opuesto de la parte oculta de la Tierra. De esta forma, sólo se puede
representar media Tierra cada vez (salvo que tengamos una falsilla que desborda la primitiva
como la de la Fig. 8, pero casi nunca se construyen falsillas de ese tipo).
En la Fig. 17, los círculos mayores de la falsilla corresponden realmente a los meridianos
terrestres, y los menores a los paralelos. Llamaremos a esta falsilla “geográfica”. Como en este
caso, el mapa está dibujado, es fácil localizar Salamanca y calcular aproximadamente sus
coordenadas. Observar que el meridiano cero, o de Greenwhich, no coincide ni con la primitiva ni
con la línea N-S. Los autores del mapa lo han dibujado de tal forma que la India caiga cerca del
centro, de forma que el meridiano N-S es el meridiano 70º E.
Ahora bien, en una falsilla de Wulff que no tenga dibujado ningún mapa, podemos proyectar
localidades geográficas. Simplemente, tenemos que decidir primero si el ecuador está en la
primitiva (lo que sería una proyección polar, ver Fig. 5) o en el eje E-W (proyección meridional). A

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continuación, elegiríamos como meridiano de Greenwich un radio (en proyección polar) o un


círculo máximo (en proyección meridional). Esas opciones son personales, pero están
condicionadas por el problema concreto a resolver. Por ejemplo, si queremos representar a la vez
Salamanca (41º N, 6º W) y Nueva York (41º N, 74º W), la proyección de la Fig. 17 no nos vale. En
cambio, una proyección con el ecuador E-W y Greenwich N-S sí nos vale (Fig. 18a), pero también
una en que Greenwich esté en la mitad derecha de la primitiva (Fig. 18b). Si, además, queremos
incluir San Francisco (38º N, 122º W), podremos utilizar la segunda, pero no la primera.

Fig. 18. Proyección estereográfica de Salamanca, Nueva York y San Francisco. Observar
que el meridiano cero se ha tomado en dos posiciones diferentes, y que la de la derecha (b),
permite proyectar las tres ciudades a la vez. Se ha usado una proyección meridional.

Para proyectar una localidad, contamos los grados de latitud desde el ecuador elegido, y los
de longitud desde el meridiano cero. Todo ello cuidando los sentidos: latitud N o S, y longitud E u
W. Ver el ejemplo de San Francisco en la Fig. 18b.
Es muy importante entender que si al intentar proyectar una localidad, p. ej., San Francisco
en la proyección de la izquierda, ésta se nos sale de la falsilla, no podemos entrar por el extremo
diametralmente opuesto para seguir contando los grados. Cuando girábamos una línea cualquiera,
si podíamos hacer eso (Fig. 16, línea B), porque lo que marca esa línea es una orientación, pero los
dos puntos en los esa línea que corta a la esfera, aunque son distintos, no tienen un significado
especial, y lo mismo nos da proyectar uno que otro.
En cambio, cuando tratamos con localidades, una línea que pase por el centro de la Tierra, la
corta en dos puntos antipodales que sí tienen un significado geográfico. Por ejemplo, en los
antípodas de Salamanca está aproximadamente Wellington, (Nueva Zelanda). La línea que une
Salamanca y Wellington corta a la esfera terrestre en esas ciudades, cuya posición geográfica es
claramente distinta. Si al intentar proyectar Salamanca, se nos saliera de la falsilla, entrando por el
extremo diametralmente opuesto, lo que proyectaríamos sería Wellington.
Un corolario es que, en general, no podemos proyectar a la vez dos puntos antipodales.
La excepción es que caigan en la primitiva. Pero siempre podemos proyectar dos puntos
cualesquiera en la misma falsilla: basta con escoger adecuadamente el ecuador y el meridiano cero,
o de Greenwich. Incluso si son antipodales, podemos elegir como primitiva el meridiano que pasa
por ambos puntos y proyectarlos. Pero entonces, tenemos que localizar dónde cae Greenwich.

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CÁLCULO DE DIRECCIONES RELATIVAS


En algunos problemas de magnetismo y de sísmica, tenemos que calcular qué ángulo forma
un círculo mayor que pasa por dos localidades dadas, con el meridiano que pasa por una de ellas. Se
trata de medir el ángulo que forman dos círculos mayores y, como sabemos que esos círculos
representan planos, es un problema de medir el ángulo entre dos planos, ya descrito más arriba.
Pero vamos a describir un caso concreto.
En magnetismo, por ejemplo, la línea que une una localidad con el polo Norte magnético
forma un ángulo con el meridiano que pasa por esa localidad (y por el polo Norte geográfico). Ese
ángulo es la declinación magnética, y equivale a la dirección relativa del polo magnético con
respecto al polo geográfico, vistos desde esa localidad en concreto.
Para entender cómo se procede, vamos a calcular la declinación magnética de San Francisco
(38º N, 122º W) en relación al polo Norte geomagnético en el año 2000. Los polos geomagnéticos
son antipodales, y sus coordenadas en 2000 fueron: 79,3º N, 71,5º W (polo Norte)
79,3º S, 108,5º E (polo Sur)

Fig. 19. Cálculo de la declinación geomagnética para San Francisco, en el año 2000.

Primero dibujamos el meridiano de San Francisco (línea continua), y luego el círculo mayor
que pasa por San Francisco y el polo N geomagnético (a trazos, Fig. 19a). Después se lleva San
Francisco al eje E-W (Fig. 19b), se traza el plano situado a 90º (puntos) y la declinación se mide
sobre ese círculo mayor, como los grados que hay entre los otros dos, el continuo (que es el
meridiano de San Francisco en sentido estricto) y el de trazos (que es el meridiano geomagnético).
Obtenemos 11º, pero hay que indicar en qué sentido. Volvemos a girar el papel
transparente hasta poner su Norte en el Norte de la falsilla (Fig. 19a), y ahora vemos que desde San
Francisco, el N geomagnético queda al E del N geográfico. Por tanto, la declinación es de 11º E.
Observar que también se ha medido la colatitud geomagnética, θ = 47º, que se utiliza en los
problemas de campo magnético.
Dependiendo de dónde coloquemos el meridiano cero, podremos representar el polo N ó S
geomagnéticos, pero raramente los dos. Si tenemos que medir la colatitud con un polo que está en el
hemisferio opuesto al de la localidad, el ángulo nos dará más de 90º. Pero ese ángulo no es la
colatitud sino su suplementario: ninguna colatitud puede ser mayor de 90º. Para hallar la
colatitud en ese caso, restaremos ese ángulo de 180º.

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LOCALIZACIÓN DEL FOCO DE UN TERREMOTO


A PARTIR DE 3 DISTANCIAS EPICENTRALES
Este es otro ejercicio clásico de empleo la falsilla de Wulff. Las distancias epicentrales (Δº)
desde el foco de un terremoto a las estaciones sismológicas se calculan a partir de las llegadas de
ondas, sobre todo P y S. Con sismogramas de 3 estaciones diferentes, de coordenadas conocidas, el
epicentro puede localizarse con cierta exactitud, y con más estaciones, la precisión puede mejorarse.
Las coordenadas de las estaciones A, B y C y ángulos epicentrales que vamos a emplear son:
A: 56º W, 23º S Δº = 48º
B: 140º W, 0º Δº = 38º
C: 40º W, 42º N Δº = 70º
Lo primero que hay que hacer es proyectar las 3 estaciones. Conviene elegir la proyección
(posición del ecuador y del meridiano cero) de forma que las tres estaciones caigan en el mismo
hemisferio, y las veamos juntas en la falsilla. Ya hemos tratado este aspecto en el apartado
Proyección de localidades geográficas.
Una vez proyectadas las estaciones (Fig. 20), medimos a partir de cada una de ellas la
distancia epicentral Δº, siempre sobre los círculos mayores (o sobre los ejes N-S y E-W). Girando
la falsilla, podemos hacer coincidir la estación con distintos círculos mayores y anotar en ellos la
distancia epicentral hacia los dos lados. Después de hacerlo varias veces, los puntos dibujan una
circunferencia, que representa todos los puntos equidistantes Δº de la estación.
En realidad, es más fácil hacer coincidir la estación con el eje N-S o E-W de la falsilla y
marcar sólo Δº sobre ese eje a ambos lados de la estación. La estación B, cuya latitud es cero, cae
sobre el eje E-W, e ilustra cómo se dibuja el círculo. El punto medio entre las dos marcas (x) es el
centro de la circunferencia, y ésta se traza con un compás, pasando por las dos marcas. Notar que el
punto medio no coincide con la proyección de la estación (círculo), ni en B ni en ninguna otra
estación. Las circunferencias dibujadas representan circunferencias sobre la superficie de la Tierra,
y mantienen su forma porque la proyección estereográfica conserva los ángulos.

Fig. 20. Ejemplo de la localización de un terremoto a partir de tres estaciones sismológicas.

El problema surge cuando al medir Δº en uno de los lados del eje, una de las medidas se sale
fuera de la primitiva, con lo que no podemos marcarla. Es el caso de la estación C (Fig. 20).

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Entonces hay que recurrir a marcar varias distancias epicentrales (Δº) sobre varios
círculos mayores. y luego trazar el arco de circunferencia (puntos pequeños). P. ej., en la Fig. 20
puede apreciarse que hay 70º, medidos sobre el meridiano que pasa por C, desde C hasta el círculo
dibujado uniendo los puntos pequeños. El arco puede trazarse a mano alzada, pero también
geométricamente: 3 puntos definen una circunferencia, así que con tres puntos suficientemente
espaciados, la circunferencia puede construirse por un método geométrico muy sencillo que
requiere una regla y un compás.
Una vez trazadas las tres circunferencias, el punto de intersección o el punto medio de las
intersecciones, nos da la posición del epicentro. Pero aún queda un paso: medir sus coordenadas.
Para ello, hay que tomar como referencia el ecuador y el mismo meridiano cero que empleamos
al proyectar las estaciones. Las coordenadas del epicentro son 101º W, 1º N.

ANÁLISIS DE MECANISMOS FOCALES


Se trata de identificar los dos planos nodales de un evento sísmico. Uno de ellos es el plano
de falla y el otro es perpendicular y se llama plano auxiliar. La Fig. 21 muestra un terremoto
producido en un foco (F) de una falla que buza 45º a la derecha. El plano perpendicular dibujado a
puntos se llama plano auxiliar. Se trata de una falla inversa, producida por un esfuerzo mayor, σ1,
horizontal y uno menor, σ3, vertical. Observar, no obstante, que los cuadrantes que contienen a σ1
experimentan dilatación como primer movimiento, y los que contienen a σ3 sufren compresión. Los
cuadrantes en compresión se representan en gris o negro, y los que experimentan dilatación se dejan
en blanco.

Fig. 21. Plano de falla y plano auxiliar, vistos en sección.Los cuadrantes que registran
compresión en el primer movimiento son los que contienen al eje menor de esfuerzos (σ3,
también llamado T) y los que registran dilatación contienen al eje mayor (σ1 ó P).

Para calcular los planos nodales (el de falla propiamente dicho y el auxiliar, ver Fig. 21),
uno se imagina una pequeña esfera situada en el foco (Fig. 22), que se llama la esfera focal.
También imaginamos las ondas sísmicas como rayos que partiendo del foco, llegaron a distintas
estaciones sismológicas después de recorrer una trayectoria más o menos curva o formada por
segmentos curvos.
El primer movimiento de un terremoto se registra en varias estaciones sismológicas de
distinta forma: a veces como un empuje hacia arriba y a veces como un hundimiento. Normalmente,
un empuje o elevación del terreno, se representa en un sismograma de componente vertical
como un surco, porque en los antiguos sismógrafos, la onda sísmica movía hacia arriba el cilindro
con el papel de registro, pero no la aguja. Un hundimiento del terreno se representa, por tanto,

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como un pico. (Esta regla se sigue muy frecuentemente, pero no siempre. Si hay información
acompañando al sismograma, conviene mirar y comprobar qué significan picos y surcos).
Cuando se proyectan los rayos que, saliendo de la esfera focal, llegaron a las distintas
estaciones, se emplea un punto negro para un empuje o una compresión (o sea, un surco), y un
pequeño círculo para un hundimiento o una dilatación (o sea, un pico). Por tanto, la regla es:
Si la primera llegada es un pico, el rayo se proyecta como un pequeño círculo.
Si la primera llegada es un surco, el rayo se proyecta como un punto negro.

Fig. 22. La llamada esfera focal (a), cuyo centro está en el foco, y dos rayos, P1 y P2, que
partieron del foco y llegaron a dos estaciones sismológicas S1 y S2. Se incluye la
representación estereográfica de los primeros movimientos (b) y de la solución de
mecanismos focales (c). En (b), los puntos negros representan compresión (surcos) y los
círculos pequeños, dilatación (picos).

Para trazar correctamente los planos nodales, necesitamos datos de muchas estaciones, o sea,
muchos puntos y círculos. Para cada una, hay que proyectar el rayo que llegó a la estación, pero en
la orientación que tenía cuando salía del foco. Esa proyección se hace en el hemisferio inferior de
la esfera focal. Para eso necesitamos determinar la dirección de salida y también el ángulo de
incidencia.
Lo haremos con un ejemplo. Un terremoto ocurrido en Varto (Turquía), que fue registrado
en París. La profundidad del foco fue de 11 km, y la primera llegada fue un surco. Las coordenadas
de las localidades son:
Varto: 41º E, 40º N
París: 2º E, 49º N
En primer lugar, proyectamos ambas localidades en una falsilla de Wulff “geográfica”. Es
decir, procedemos según el apartado Proyección de localidades geográficas (Fig. 23a). En este
caso se ha puesto el meridiano cero en dirección N-S, pero también puede hacerse de otras formas.
La dirección de salida del rayo es la dirección en la que se encuentra París con respecto a
Varto, medida desde el Norte. Por tanto, empleamos el método descrito en el apartado Cálculo de
direcciones relativas: dibujamos el meridiano de Varto y el círculo mayor que pasa por las dos

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localidades, el epicentro y la estación. Luego dibujamos un plano a 90º de Varto (a trazos) y


medimos el ángulo entre los dos círculos mayores. Es evidente que en este caso, el ángulo que vale
es 60º: París está en dirección N60º W respecto a Varto.
Ahora necesitamos otra proyección estereográfica, para la esfera focal. En este caso, usamos
el hemisferio inferior (Fig. 23b), es decir, ésta no va a ser una falsilla “geográfica”. En ella,
situamos el foco en el centro, y dibujamos un radio desde él en dirección N60º W. El rayo sísmico
que llegó a París salió por algún punto de esa línea.

Fig. 23. Proyección del rayo del terremoto de Varto (Turquía) registrado en París en la
esfera focal. a) Falsilla de Wullf "geográfica" empleada para calcular la dirección del rayo
(N60º W) y la distancia epicentral (28º). b) Esfera focal.

Para calcular el ángulo de incidencia del rayo, es decir, su ángulo de inmersión, usamos la
fórmula del parámetro del rayo:
R ⋅ sen i
p= , donde R es el radio hasta el foco, V la velocidad de las
V
ondas P a esa profundidad (ver tabla de velocidades del modelo iasp91), y p el parámetro del rayo,
que se lee en las tablas correspondientes del modelo iasp91 y que depende de la distancia
epicentral. En nuestro caso:
R = 6.371 − 11 = 6.360 km (la profundidad del foco es de 11 km).
V = 5,8 km s-1 (foco a menos de 20 km de profundidad).
Δ° = 28° (se lee en la Fig. 23 a, entre Varto y París).
p = 511,65 s / º (para un Δ° = 28° ).
Despejando, obtenemos i = 27,8° , que es el ángulo de incidencia del rayo, medido desde la
vertical. Lo proyectamos en la Fig. 23b con un punto, puesto que corresponde a un surco.
Con más estaciones, podemos proyectar más rayos. Unos corresponden a picos y otros a
surcos, es decir, a círculos y puntos respectivamente (Fig. 24). Y con muchos rayos, trazamos dos
planos perpendiculares entre sí que dividan el espacio en 4 cuadrantes. Dos de ellos estarán en
compresión (grises) y los otros dos en dilatación o tensión para el primer movimiento. En el caso
del terremoto de Varto, los planos nodales que se obtienen son: N118º E / 50º N y N61º E / 60º SE.

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Fig. 24. Solución del mecanismo focal del terremoto de Varto utilizando información de 30
estaciones, incluida la de París. P representa el esfuerzo mayor (σ1) y T el menor (σ3).

Para dibujar los ejes P y T, se traza un plano a 90º del punto de intersección entre los dos
planos nodales (a trazos). El eje P está entonces en la bisectriz del cuadrante blanco, y marca la
dirección del esfuerzo mayor (σ1), mientras que el eje T está en la bisectriz del cuadrante oscuro, y
marca la dirección del esfuerzo menor (σ3). El esfuerzo intermedio (σ2), que no se suele dibujar, se
encontraría en la intersección de los dos planos nodales.
Con los datos de que disponemos, no podemos saber cuál de los dos planos nodales es el de
falla y cuál el auxiliar. Pero sí qué tipo de falla produjo el terremoto. Las relaciones entre los
tipos de falla y los mecanismos focales puede verse en la Fig. 25. Comparándola con la Fig. 24,
vemos un parecido razonable con las fallas de desgarre, aunque la intersección de los dos planos no
coincide en el eje vertical (centro de la falsilla). Eso implica que, además de tener una componente
de desgarre, es decir, en dirección, la falla también tenía una componente en buzamiento.
La geología regional nos ayuda casos como éste. La Fig. 26 es un esquema geológico de la
península de Anatolia (Turquía), y en él está representado el mecanismo focal del terremoto de
Varto. El epicentro de ese sismo se localizó sobre una enorme falla de desgarre dextra, conocida
como la falla transformante del Norte de Anatolia, cuya dirección es, aproximadamente, N120º
E. Por tanto, es muy razonable asumir que, de los dos planos nodales obtenidos, la falla es el que
tiene una orientación N118º E / 50º N.
En la Fig. 24 observamos que el eje P está en dirección N-S. Una compresión en esa
dirección provocaría un movimiento dextro en el plano que identificamos como el de falla y uno
senestro en una posible falla que se hubiera desarrollado en la dirección del plano auxiliar. Dado
que la falla transformante es dextra (Fig. 26), la coincidencia en el sentido de movimiento refuerza
la interpretación. Por eso, en la Fig. 24 se han añadido un par de flechas en el plano de falla
indicando el sentido de desplazamiento relativo de los labios de la falla. Esto se hace aquí con una
intención didáctica, para que el gráfico sea más fácil de visualizar, pero no se suele hacer en los
diagramas de mecanismos focales.

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Geofísica Proyección estereográfica

Fig. 25. Los tres tipos principales Fig. 26. Mapa geológico simplificado del centro y Este
de fallas, y sus mecanismos de Anatolia. Se incluyen los mecanismos focales de
focales correspondientes. tres terremotos, entre ellos el de Varto.

PARA SABER MÁS


La mejor forma de resolver problemas con la falsilla es entenderla y practicar. Hay muchos
tipos de problemas que se pueden resolver con ella, tanto de Geología Estructural como de
Estratigrafía, Cristalografía, Geofísica, Geografía y Astronomía. Y en cada caso hay que usar la
falsilla adecuada, y a veces adaptarla mentalmente al problema como hemos visto, por ejemplo,
para proyectar localidades por sus coordenadas, aunque no veamos el mapa.
Un pequeño libro que trata exclusivamente sobre proyección estereográfica aplicada a la
Geología Estructural es el clásico:

Phillips, F.C. 1975. La aplicación de la Proyección Estereográfica en Geología Estructural.


Blume, Madrid. 132 pp.

Pero muchos libros de Geología Estructural tienen capítulos muy completos dedicados a la
falsilla estereográfica, tanto la de Wulff, usada para cálculos de orientaciones y relaciones
angulares, como la no estrictamente estereográfica de Schmidt, que se emplea en el tratamiento de
poblaciones de datos de orientación. Entre ellos, los mejores son los siguientes:

Davis, G.H. 1996. Structural Geology of Rocks and Regions. 2ª Ed. John Wiley & Sons, New
York. 776 pp.
Marshak, S. y Mitra, G. 1988. Basic Methods of Structural Geology. Prentice Hall,
Englewood Cliffs, New Jersey. 446 pp.
Ragan D.M. 1980. Geología Estructural: Introducción a las técnicas geométricas. Omega,
Barcelona. 207 pp.
Rowland, S.M. 1986. Structural Analysis and Synthesis. Blackwell, Palo Alto. 208 pp.
________________________________________________________________________________
José Ramón Martínez Catalán. Octubre de 2001

16
Ley de Distribución
de planos de debilidad
en la Sierra
de Atapuerca
(Burgos): aplicación
al drenaje del karst
Weakness planes distribution law in Atapuerca
(Burgos): Applicaion of karst drainage

A. ERASO. Dept. de Ingeniería Geológica. Universidad Politécnica de Madrid. C/


Ríos Rosas, 21. 28003. Madrid.
M.C. DOMÍNGUEZ. Dept. de Matemática Pura y Aplicada. Universidad de Salaman-
ca. Plaza de la Merced 1-4. 37008. Salamanca.
A.I. ORTEGA. Grupo Espeleológico EDELWEIS. Exma. Diputación de Burgos. Burgos.
M.A. MARTÍN. Grupo Espeleológico EDELWEIS. Exma. Diputación de Burgos. Burgos.
C.J. GAVILÁN. Dept. de Ingeniería Geológica. Universidad Politécnica de Madrid.
C/ Ríos Rosas, 21. 28003. Madrid.
C. PAREDES. Dept. de Matemática Aplicada y Métodos Informáticos. U.P.M. C/
Ríos Rosas, 21. 28003. Madrid.
N. GALLEGO. C/ Vega , 11. Villadiego. Burgos.
S. GIRALT . C/ Josep Anselm Clavé,4 - 3º.1ª. 08002.Barcelona.

ABSTRACT
In this work, we apply a method, which has been widely verified, of the study and use of the
microtectonic data gathered in the field (parameters used are strike, dip and sense of dip
52 of tectoglyphs: stylolite plans, mineral veins and fault plans), for analysis and quantification
of the directional anisotropy in the lime outcrop of Atapuerca.
We obtain four main drainage directions: N 117º-120º, N 93º, N 156º and N 6º with 14,8%,
10,9% , 10,8% and 8,6% probabilitys respectively. Each with its own normal distributions
overlaping to themselves.
The contrast of the drainage prediction and conduit directions polimodals shows that the
maximum error between prediction modes and the found in the direction of the caves is
3,9%.
Key words: Burgos, Atapuerca, karst,archeological site, distribution law, endorreic drainage.

BOLETÍN Nº2 SEDECK / AÑO 2001 / SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ESPELEOLOGÍA Y CIENCIAS DEL KARST
Introducción
La Sierra de Atapuerca situada a unos 17 km al E de Burgos está formada por
un afloramiento calizo del Cretácico superior de apenas 10 km de extensión. Se
trata de un "monadnock" que emerge entre los sedimentos terciarios por los
que discurre el río Arlanzón, al sur del referido afloramiento.
De gran complejidad estructural, este pequeño afloramiento, ha cobrado gran
importancia en la última década por la existencia en él de un importante yaci-
miento arqueológico ubicado en los sedimentos pleistocenos que fosilizan el
complejo kárstico desarrollado en el flanco SW de la citada sierra, donde se ha
definido, entre otros hallazgos, la presencia de Homo antecesor de 800.000
años de antigüedad (Bermúdez de Castro et al., 1997), que obliga a revisar algu-
nos conceptos de la historia de los albores de la evolución humana.
El karst, ya conocido desde algunas décadas (Martín et al., 1981) tiene su prin-
cipal exponente en las cavernas topografiadas, entre las que destacan:
Cueva Mayor.................1795 mts.
Cueva del Silo................. 688 mts.
Cueva del Compresor...... 200 mts.
Cueva Peluda ................. 197 mts.
siendo posible explorar las dos últimas, gracias a la existencia de una trinchera
del antiguo ferrocarril minero ya abandonado.
Dicha trinchera ha permitido también el acceso a los importantes rellenos kársti-
cos de la denominada Gran Dolina (que en realidad se trata de un amplio con-
ducto kárstico totalmente colmatado), Galería, Penal y Elefante (Carbonell et al.,
1995), que junto con la Sima de los Huesos de Cueva Mayor (Arsuaga et al.,
1993), constituyen los principales yacimientos donde se trabaja actualmente.
El acceso al karst y a las excavaciones arqueológicas se realiza desde la locali-
dad de Ibeas de Juarros (sita en la carretera N-120 Burgos-Logroño), donde se
emplaza el Museo "Emiliano Aguirre" dedicado monográficamente a las excava-
ciones del yacimiento arqueológico de Atapuerca.

Objetivos y fundamentos del método utilizado


Dada la circunstancia de que el yacimiento arqueológico de Atapuerca, aparece
en los sedimentos que rellenan el karst del SW de la sierra, parece imprescindi-
ble conocer tanto la génesis como la evolución de dicho karst (Carbonell et al.,
1997).
Dicha investigación comprende varias fases:
1ª.- Definición de la preparación tectónica del karst, que conlleva:
- Inventariado de planos extensionales o de debilidad.
- Cuantificación direccional (en porcentaje de probabilidad) de la
anisotropía del macizo rocoso.
- Distribución estadística de los planos extensionales o de debili-
dad donde se establece el acuífero kárstico.
2ª.- Estimación de las paleovelocidades y sentidos de circulación
del agua en el acuífero kárstico.
3ª.- Establecimiento tanto del número de fases de reactivación
hídrica del acuífero kárstico como de su cronología.
4ª.- Estudio detallado de la sedimentología tanto freática como 53
vadosa o subaérea.
En el presente trabajo, nos ocuparemos de una manera general de la primera
fase de investigación.
El método aplicado (Eraso, 1985 ; Paredes et al., 1993) va enfocado a predecir
las direcciones principales de drenaje en el karst, y se apoya en dos hipótesis.
La primera, de índole cualitativa dice que: "Existe una preparación tectónica del
karst que prefigura la disposición de la red tridimensional de conductos de dre-
naje, constitutiva del acuífero kárstico, en función de su historia geológica".

BOLETÍN Nº2 SEDECK / AÑO 2001 / SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ESPELEOLOGÍA Y CIENCIAS DEL KARST
La segunda, de índole cuantitativa afirma que: "Las direcciones más probables de dre-
naje se organizan dentro de los planos que contienen a las componentes máxima (σ1) e
intermedia (σ2) de cada elipsoide de esfuerzos, es decir que dichos planos (σ1,σ2),son
ortogonales a la componente menor (σ3) o extensional del elipsoide en cuestión".
Sobre la base de dichas hipótesis, se leen en campo únicamente las huellas perma-
nentes o tectoglifos generados por la historia tensional sufrida por el macizo, que son:
- los estilolitos (E) o planos de interpenetración, perpendiculares a la componen-
te mayor o comprensiva (σ1) del elipsoide de esfuerzos, que contienen a las
componentes menor (σ3) e intermedia (σ2), es decir al plano (σ2,σ3).
- las venas o diques (V) o planos extensionales, perpendiculares a la componen-
te menor (σ3) del elipsoide, que contienen al plano (σ1,σ2).
- las fallas (F) , que en el plano de fractura contienen a (σ2), y si se aprecian estrías
de fricción, su dirección es perpendicular a la citada componente intermedia (σ2).
Aplicando las técnicas de geología estructural y de la proyección estereográfica,
se definen los correspondientes elipsoides (σ1 > σ2 > σ3), mediante las conjuncio-
nes encontradas en campo de dos tipos diferentes de tectoglifos:
estilolito-vena : E-V
estilolito-falla : E-F
vena-falla: V-F
utilizando también el caso de fallas conjugadas F - F (tectoglifos del mismo tipo)
o el de falla con estría o falla única F , ya que ambas opciones también definen
elipsoides (σ1 > σ2 > σ3).
Como el objetivo perseguido por el método utilizado no es el realizar un análisis
estructural del macizo, una vez conocidos los elipsoides, se definen los planos
extensionales (σ1,σ2) mediante haces de círculos máximos en red de Wulf o nubes
de polos en red de Schmidt. Dichos planos extensionales, se definen tanto de los
elipsoides como directamente de las venas, que como vimos, contienen a (σ1,σ2).
El análisis de dicha información se realiza aplicando los programas GEODRE y
GEOPOL de que dispone el método utilizado, resolviendo la ley de distribución
de planos de debilidad aplicando estadística espacial.

Trabajos de campo
Para realizar la lectura de datos en campo, se han seleccionado los lugares de
la Sierra de Atapuerca donde la roca aparece desnuda, bien antropogénicamen-
te (canteras y trincheras de ferrocarril) o bien naturalmente (cuevas), seleccio-
nando un total de 5 estaciones:

- Estación 1. Cueva Mayor:


Consta de 60 lecturas distribuidas de la siguiente manera:
Conjunciones E-V 8
E-F 2
F-V 4
F1- F2 7
Fallas con estrías Fu 2
Venas 37
Total......60

54 - Estación 2. Trinchera:
Consta de 67 lecturas cuya distribución es:
Conjunciones E-V 0
E-F 10
F-V 9
F1- F2 20
Fallas con estrías Fu 15
Venas 13
Total.......67

BOLETÍN Nº2 SEDECK / AÑO 2001 / SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ESPELEOLOGÍA Y CIENCIAS DEL KARST
- Estación 3. Cantera Las Torcas:
Consta de 29 lecturas cuya distribución es:
Conjunciones E-V 1
E-F 6
F-V 3
F1- F2 0
Fallas con estrías Fu 0
Venas 19
Total......29

- Estación 4. Cantera Rubena:


Consta de 47 lecturas cuya distribución es:
Conjunciones E-V 5
E-F 1
F-V 3
F1- F2 10
Fallas con estrías Fu 6
Venas 22
Total.......47

- Estación 5. Cantera Cueva del Mirador:


Consta de 103 lecturas cuya distribución es:
Conjunciones E-V 8
E-F 12
F-V 23
F1- F2 7
Fallas con estrías Fu 4
Venas 49
Total.......103

Es decir, que la información obtenida en campo contiene 306 lecturas con defini-
ción de planos de debilidad, de las que 260 corresponden al establecimiento de
elipsoides, y las 146 restantes a venas que contienen planos (σ1,σ2).
Los resultados obtenidos (Fig. 1 y Fig. 2) por los programas GEOPOL y KOLMO
son respectivamente:
· En red de Schmidt, los polos de planos de debilidad con intervalos del 2% y del
3% (Fig. 1).

Fig. 1.-
Distribución de los polos de los plano s extensionales en red de Schmidt: todos los planos en primer
lugar y con intervalos del 2% y del 3% después. Salidas graficas obtenidas con el programa GEODRE.
55
Fig. 1.-
Distribution of extensional planes’ poles in Schmidt’s net: first, all poles, and after with intervals of 2%
and of 3% . Graphic outputs obtained by the programme GEODRE.

·En histograma de dos dimensiones, relacionando en ordenadas el porcentaje de


probabilidad (izquierda) y número de datos (derecha) y en abcisas el rumbo
(sobre norte magnético) en 12 clases estadísticas de 15º de intervalo (Fig. 2).
En dicha figura se observa la existencia de cuatro modas direccionales que prefi-
guran el desarrollo del karst en Atapuerca, con las siguientes características:

BOLETÍN Nº2 SEDECK / AÑO 2001 / SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ESPELEOLOGÍA Y CIENCIAS DEL KARST
Tres modas principales:
· N 105º-135º con 13,1% de probabilidad.
· N 150º-165º con 10,8% de probabilidad.
· N 0º-15º con 10,5% de probabilidad.
Y una secundaria:
· N 60º-75º con 6,2% de probabilidad.

Fig. 2.-
Polimodal de probabilidad direccional del Método de Predicción obtenida por el programa KOLMO.

Fig. 2.-
Directional probability polimodal of Prediction Method obtained by the programme KOLMO.

Resultados
En principio, los resultados expresados en Fig. 1 y Fig. 2 corresponden a la ley
de distribución de planos de debilidad del macizo calcáreo de la Sierra de Ata-
puerca y definen la polimodal que expresa su anisotropía direccional en porcen-
taje de probabilidad. Dicho resultado refleja, según el método aplicado, la pre-
dicción de las direcciones de drenaje que deberían seguir las galerías del karst
de Atapuerca.
Para estimar el grado de acierto de dicha predicción, deberíamos contrastar su
correspondiente polimodal con la polimodal relativa a la topografía de las cue-
vas, utilizando para ambas las mismas clases, mediante un test estadístico que
permita conocer el porcentaje de error en cada una de las clases.
Para ello, partiendo de las poligonales de la topografía de las cuevas cedida por
el Grupo Edelweis (Tab.1), hemos aplicado el test de Kolmogorov, en este caso
en dos dimensiones, al histograma que define nuestra predicción.

56

Tabla 1.- Datos de las exploraciones


de las cuevas.

Table 1.- Data of explorations of the caves.

BOLETÍN Nº2 SEDECK / AÑO 2001 / SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ESPELEOLOGÍA Y CIENCIAS DEL KARST
Los resultados obtenidos se representan en la Tab. 2, donde aparecen los datos
correspondientes al contraste estadístico realizado. El histograma correspon-
diente de las cuevas y de la predicción, así como el error asociado para cada
clase estadística (de 15º) aparecen en la Fig. 3 .

Tabla 2.- Test de Kolmogorov entre ambas polimodales kársticas.


Table 2.- Kolmogorov's test between both karstic polimodals.

57

Fig. 3.-
Comparación entre ambas polimodales de probabilidad direccional (exploración y predicción).

Fig. 3.-
Comparation between both directional probability polimodals (exploration and prediction).

BOLETÍN Nº2 SEDECK / AÑO 2001 / SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ESPELEOLOGÍA Y CIENCIAS DEL KARST
En la Fig. 4 se aprecian las acumuladas de ambas polimodales, que permite
estimar el error en cada clase.
Para las direcciones de las cuevas se aprecia:
- Una moda según N 15º-30º con el 14,3% de probabilidad.
- Otra moda según N 45º-60º con el 6,5% de probabilidad.
- Una tercera según N 90º-105º con el 10,2% de probabilidad.
- Y una cuarta moda según N 135º-150º con el 10,4% de probabilidad.
Analizando los resultados del test estadístico se puede observar lo siguiente:
· Todas las modas de ambos histogramas son contiguas, pero no coincidentes.
· Los errores por clase están comprendidos entre 0,2% y el 4,2%.
· El máximo error ( 4,2% ) se sitúa en la clase 6ª, donde no existe ninguna moda
ni de la predicción ni de las direcciones de las cavernas.
· El mínimo error 0,2% corresponde a la clase 10ª, donde existe una de las
modas del histograma de las cuevas.
· El intervalo de errores para todas las modas de ambos histogramas está com-
prendido entre 0,2% para la clase 10ª y 3,9% para la clase 5ª.

Fig. 4.-
Valores acumulativos de ambas polimodales (exploración-predicción), para estimar el grado de precisión
por el test de Kolmogorov.

Fig. 4.-
Cummulative values of both polimodals to estimate the accuracy by Kolmogorov’s test.

Finalmente, como el objetivo de este trabajo consiste en definir la ley de distri-


bución de los planos extensionales en la Sierra de Atapuerca, debemos proce-
der al refino del correspondiente histograma con el objetivo de evitar el proble-
ma que generan los valores situados en la frontera entre dos clases estadísti-
cas contiguas.
Los resultados obtenidos se expresan en la Fig.5, en la que se obser va lo
siguiente:
58 · Las tres modas principales antes del refino, son en realidad cuatro:
1.- N 117º-120º ( clase 8ª ) con 14,8% de probabilidad en esa clase.
2.- N 93º ( clase 7ª ) con 10,9% de probabilidad en esa clase.
3.- N 156º ( clase 11ª ) con 10,8% de probabilidad en esa clase.
4.- N 6º ( clase 1ª ) con 8,6% de probabilidad en esa clase.
y corresponden a sendas distribuciones normales solapadas entre sí.
· La presencia de un ruido de fondo que alcanza casi el 6% de probabilidad.
· La presencia de dos modas menores según N 27º ( clase 2ª ) y N 51º ( clase
4ª ), ambas con el 6,6% de probabilidad para la clase correspondiente.

BOLETÍN Nº2 SEDECK / AÑO 2001 / SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ESPELEOLOGÍA Y CIENCIAS DEL KARST
Fig. 5.-
Histograma refinado de la probilidad direccional de predicción.

Fig. 5.-
Refined histogram of the prediction directional probability.

Conclusiones
1.- La ley de distribución de los planos de debilidad de la Sierra de Atapuerca
consiste en una polimodal de 6 máximos correspondientes al solape de sendas
distribuciones normales.
Dichos máximos y su probabilidad asociada por clase ( de 15º ) son:
· N 6º con 8,6% (clase 1ª)
· N 27º con 6,6% (clase 2ª)
· N 51º con 6,6% (clase 4ª)
· N 93º con 10,9% (clase 7ª)
· N 117º-120º con 14,8% (clase 8ª)
· N 156º con 10,8% (clase 11ª)
2.- Tres de dichas modas, la segunda, tercera y cuarta ( clases 2ª, 4ª y 7ª ) son
coincidentes con tres de las cuatro modas del histograma de direcciones topo-
grafiadas en las cavernas.
3.- La cuarta moda del histograma de direcciones de las cavernas ( clase 10ª )
es contigua a la moda sexta ( clase 11ª ) de la ley de distribución.
4.- Las otras dos modas, primera y quinta ( clases 1ª y 8ª ) de la ley de distribu-
ción son también contiguas a dos de las modas ( clases 2ª y 7ª ) del histograma
de las cavernas.
5.- El error máximo, antes del refino, entre modas de predicción (ley de distribu-
ción) y el encontrado en las direcciones de las cavernas es del 3,9%.

59
Agradecimientos

Los autores agradecen al Grupo EDELWEIS de espeleología de la Exma. Diputa-


ción de Burgos por la cesión de las topografías de las diferentes cavernas de la
Sierra de Atapuerca y por su colaboración prestada. También expresamos nues-
tro agradecimiento a los directores del yacimiento arqueológico de Atapuerca,
por las facilidades y apoyos recibidos en todo momento.

BOLETÍN Nº2 SEDECK / AÑO 2001 / SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ESPELEOLOGÍA Y CIENCIAS DEL KARST
Referencias
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Nature, 362: 534-537.
• BERMÚDEZ DE CASTRO, J.M., ARSUAGA, J.L., CARBONELL, E., ROSAS, A.,
MARTÍNEZ, I., MOSQUERA, M. (1997):
Science, 276: 1392-1395.
• CARBONELL, E., BERMUDEZ DE CASTRO, J.M., ARSUAGA, J.L., DÍEZ, J.C.,
ROSAS, A., CUENCA-BESCÓS, G., SALA, R., MOSQUERA, M., RODRÍGUEZ, X.P.
(1995):
Science, 269: 826-830.
• CARBONELL, E., BERMUDEZ DE CASTRO, J.M., ARSUAGA, J.L., ERASO, A.
(1997):
TecnoAmbiente, 73: 73-80. Sec Enresa-Mundo Subterráneo.
• ERASO, A. (1985):
KOBIE, nº XV (Serie Ciencias Naturales):15-165.
• MARTÍN, M. A., DOMINGO S., ANTÓN T. (1981):
Kaite, 2: 41-76.
• PAREDES, C., ERASO, A., CHACÓN, E. (1993):
Espeleotemas, 3: 3-16.

60

BOLETÍN Nº2 SEDECK / AÑO 2001 / SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ESPELEOLOGÍA Y CIENCIAS DEL KARST
Notas

Influencia de la geología-estructural y
tectónica en la productividad del agua subterránea aplicado a
los manantiales de Puerto Escondido y Bajos de Chila, Oaxaca

Resumen Palabras claves.


El agua subterránea explotable es un recurso reno- Deformación, Distrogira, Esfuerzo, Estructura, Fa-
vable y proviene de la lluvia que se precipita sobre los llas, Fracturas, Pliegues, Pitch, Plunge, Red-Estereo-
continentes y tiene tres caminos por seguir: se evapo- gráfica, Sinistrogira.
ra para formar las nubes, escurren por la superficie del
suelo formando arroyos y ríos que finalmente vierten 1. Introducción
sus aguas al mar e infiltrarse en el subsuelo para for- En cualquier parte de la tierra existen fuerzas que
mar yacimientos acuíferos, siendo esta capa del ciclo tienden a desplazar y distorsionar las rocas existentes
donde nos interesa encontrar el agua, mediante la per- en algún sitio de interés, algunas de estas fuerzas son
meabilidad de las rocas que consiste en dejarse atra- producidas por la acción de la gravedad, otras son el
vesar por el agua. La demanda de agua para satisfacer resultado de los movimientos laterales en gran escala,
las necesidades del Campus Puerto Escondido de la las fuerzas que actúan sobre las rocas algunas son pe-
Universidad del Mar (UMAR) y la agencia municipal Ba- queñas y las afecta por un periodo corto de tiempo geo-
jos de Chila, del municipio de San Pedro Mixtepec en lógico sin causar una deformación importante, otras
el Estado de Oaxaca, aún es un problema que requiere actúan por largos periodos causando deformaciones es-
de la propuesta de alternativas de solución como son pectaculares en las rocas sedimentarias como los plie-
los manantiales “El Regadillo”(10 lts/seg) y “La Ciéne- gues y las fallas que dependen de la interrelación de
ga”(8 lts/seg), provienen de sistemas complejos de frac- los factores físicos, químicos, temperatura, presión hi-
turamientos-fallamientos geológicos, ambos suministros drostática, presión de fluidos intersticiales, velocidad a
serían por gravedad, pero ambas partes requieren de la cual se aplican las fuerzas deformacionales y la com-
la perforación de pozos mayores de 50 metros de pro- posición mineralógica de las rocas.
fundidad para la explotación del agua subterránea, don- Al iniciarse el estudio geohidrológico de un lugar
de suele ser la más utilizada como solución del determinado lo primero que se debe conocer es su li-
problema de abasto de agua, pero, en esta zona coste- tología, ya que cada tipo de roca tiene una permeabili-
ra resulta una solución de corto plazo que va en dete- dad característica, esta propiedad limita las rocas del
rioro del medio ambiente, ya que existe un alto riesgo área de interés, pues la búsqueda se enfoca a las zonas
del avance del agua del mar hacia tierra adentro, lo que donde se encuentren rocas consideradas favorables.
provocaría la intrusión salina. La característica geológi- Para dar una idea aproximada de esta selección desde
co-estructural del área se localiza el elemento tectóni- el punto de vista litológico, todas las rocas presentan
co del Complejo Xolapa (López Ramos, E. 1983. INEGI, características diferentes, sin embargo sólo las gravas,
1988), donde las estructuras de mayor importancia son arenas, basaltos y calizas ofrecen posibilidades de per-
fallas y fracturas. Estas estructuras geológicas son el re- meabilidad para constituir yacimientos acuíferos impor-
flejo de la deformación estructural de tipo distensiva tantes de rendimiento económico. Los demás tipos de
ocurrida en el Plioceno y tiempos más recientes. rocas no se deben desecharse totalmente, ya que exis-
ten algunos lugares donde algunas de ellas están pro-

TEMAS DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA vol.10 número 29 TEMAS


mayo | mayo
- agosto 2006- agosto
pp 332006
- 43 33
duciendo en forma eficaz, sin embargo, deben consi- 3. Metodología
derarse con posibilidades mucho menores pues su per- Este trabajo es el resultado de la recopilación do-
meabilidad dependerá de zonas de fracturamiento, las cumental y cartográfica existente del área y un reco-
cuales no siempre son fáciles de detectar. Hay ocasio- nocimiento general por las diversas zonas de probable
nes en que no se tiene otra alternativa y es necesario explotación de manantiales, con lo cual es posible te-
dar alguna localización para la explotación del agua so- ner un conocimiento general de las condiciones del cli-
bre este tipo de rocas, en cuyo caso deben buscarse ma, vegetación, fisiografía, hidrología, geología e
zonas afectadas por fallas y fracturas, tratando de cor- hidrogeología y contando con las características princi-
tarlas en forma más conveniente. pales del sitio, entre ellas las hidrológicas superficiales
y las geológicas-estructurales, para así configurar los de-
2. Objetivos talles del área de estudio. El equipo utilizado en estos
Analizar el comportamiento mecánico y estructu- trabajos fue: un geoposicionador satelital (GPS Garmin
ral de las fallas y fracturas geológicas sobre las rocas III), brújula Brunton, una pica y cartas topográficas del
del área. área. Además con los datos recabados en esta área de
Correlacionar los estilos estructurales y los even- interés se analizan e interpretan los parámetros: ¿Cómo
tos de deformación en el ambiente tectónico. es la estructura? ¿Cuándo se formó la secuencia de de-
Anticipar los diferentes riesgos que afecten a formación? y ¿las condiciones Físicas de la deforma-
la sociedad. ción?. La primera se basa en términos de la forma y

FIGURA 1. MAPA DE LOCALIZACIÓN CAMPUS PUERTO ESCONDIDO (UMAR).Y BAJOS DE CHILA.

34 TEMAS | mayo - agosto 2006 Notas


dimensiones de las estructuras y las últimas se deben to Ángel) en la cuenca “C” río Colotepec y otros, reci-
incluir deducciones relativas a la secuencia cronológi- be aportes de la subcuenca “b”río San Pedro Mixtepec
ca en que ocurrió la deformación y las condiciones de (INEGI, 1988) que nace en las faldas del cerro de “En
esfuerzo bajo las que las rocas se plegaron, fracturaron Medio” a una altura de 1200 metros sobre el nivel del
o se fallaron. Para efectuar este trabajo es necesario con- mar. Este cauce pasa por la población de Bajos de Chi-
tar con los mapas geológicos del sitio regional y local y la y en el extremo oriente, el arroyo el Aguacate nace
con los datos estructurales como los rumbos, echados, en las inmediaciones del cero “La Cebadilla” a una al-
pitch y plunge, se procede a construir secciones geoló- tura de 295 m.s.n.m., el cauce pasa como a unos 3 kiló-
gicas que corten a las estructuras en forma ortogonal a metros en línea recta al oriente del Campus Puerto
su dirección preferencial y haciendo algunos cálculos Escondido de la UMAR. En esta porción la red de dre-
trigonométricos. Es muy importante la interpretación de naje es dendrítico e intermitentes.
la geología histórica de la región, la cual sólo puede ser
deducida a partir de una cartografía geológica y seccio- 4.4. Fisiografía
nes estructurales. Las áreas de interés se localizan dentro de la pro-
vincia Fisiográfica Sierra Madre del Sur, en la subpro-
4. Resultados obtenidos vincia Costas del Sur (INEGI, 1981) que corresponden
a llanuras y valles asociados con lomeríos de aluvio-
4.1 Localización y acceso del área de interés nes antiguos y complejos así como sierras con laderas
El Campus Puerto Escondido de la UMAR y la Agen- de escarpes de fallas y encañonados, de donde pro-
cia Municipal Bajos de Chila se localizan en la porción vienen las corrientes intermitentes la del río San Pe-
sureste y suroeste respectivamente del municipio de dro Mixtepec que nace en las faldas del cerro de “En
San Pedro Mixtepec en la faja costera de Oaxaca, (Fi- Medio” en las inmediaciones del poblado El Faro y el
gura 1) a 135 kilómetros en línea recta hacia el sur de otro de las faldas del cerro “La Cebadilla” en el pobla-
la capital del Estado en la carretera federal No. 131. Las do El Regadillo.
coordenadas en el sistema Universal Transverso de Mer-
cator para el Campus Puerto Escondido son: 1758650 4.5 Geología
Norte y 706150 Este con una altura de 26 metros sobre Geológicamente las unidades de las rocas que aflo-
el nivel del mar, para Bajos de Chila las coordenadas ran en el área de interés datan del Jurásico-Cretácico
son: 1761139 Norte y 701310 Este con una altura de 90 al Pleistoceno. El Jurásico-Cretácico está representado
metros sobre el nivel del mar. por gneises, granodioritas y calizas, el Pleistoceno por
gravas, arenas, limo-arcillas no consolidados. (Figura 2).
4.2 Clima y Vegetación Las rocas metamórficas de edad Jurásica (López-
La región se encuentra dentro del clima clasificado Ramos, 1983; INEGI, 1988) identificadas en el mapa con
como cálido, subhúmedo con lluvias en verano, la pre- las siglas J(Gn) representadas por una asociación de
cipitación media anual es de 1000 milímetros y se tie- gneises, esquistos, granulitas, granodiorita-gnéisica y
ne un déficit de 650 mm anuales, el escurrimiento metagranito. Con texturas granoblásticas, miloníticos
promedio anual es de 50 mm (INEGI, 1997 -1983). La y gneísicas; los colores varían de gris claro a oscuro con
temperatura media anual máxima es de 33° C y míni- bandas negras, los minerales observables corresponden
ma de 18°C; los vientos dominantes son hacia el po- a cuarzo, oligoclasa, andesina, ortoclasa, biotita, mus-
niente de mayo a octubre y hacia el norte de covita, turmalina clorita, hematita, pirita. Toda esta aso-
noviembre a abril (INEGI, 1984). La vegetación está ciación de rocas se encuentra afectada por
compuesta por selva baja-media (INEGI, 1985) donde fallamiento-fracturamiento, diques aplíticos de compo-
predomina la caducifolia con arbustos, matorral, peque- sición intermedia y abundantes vetas de cuarzo de di-
ñas zonas de pastizal inducido y la agricultura de tem- ferentes espesores, con la presencia de micropliegues
poral de cultivos anuales en (pequeñas extensiones). donde se observa la presencia de un intemperismo
profundo. Morfológicamente se caracteriza por cerros
4.3. Hidrología superficial y sierras bajas con pendientes suaves y abruptas en las
Las áreas de interés se sitúan dentro de la región zonas de fallamiento-fracturamiento.
hidrológica número 21 (RH21) Costa de Oaxaca (Puer-
TEMAS | mayo - agosto 2006 35
Influencia de la geología...
FIGURA 2. MAPA GEOLÓGICO-ESTRUCTURAL DEL ÁREA CAMPUS PUERTO ESCONDIDO (UMAR) Y BAJOS DE CHILA, OAXACA.

Las rocas intrusivas de edad Jurásico-Cretácico de plataforma, con textura de grano grueso, se observa
identificadas con las siglas J-K (Gr-Gd) corresponden como remanentes en forma masiva, los estratos osci-
a la unidad formada por una asociación no diferencia- lan hasta los 2 metros de espesor, están parcialmente
ble de granito y granodiorita. El granito es de color gris recristalizada, su color es por lo general gris claro con
claro e intemperiza a oscuro, de textura holocristalina, tonos negros e intemperiza a oscuro, aparece en aflo-
es de grano fino, está constituido por cuarzo, feldes- ramientos aislados que constituyen techos colgantes
pato potásico, oligoclasa, biotita, hornblenda y pirita. sobre los cuerpos de rocas metamórficas e intrusivas,
La granodiorita tiene la misma composición mineraló- por sus dimensiones reducidas no es posible cartogra-
gica con un aumento en el contenido de plagioclasas fiarla en todos los sitios que aflora.
y mayor abundancia de los minerales ferromagnesia- Para los sedimentos de edad Pleistoceno se tienen
nos y su grano es más grueso. Esta unidad esta afecta- los aluviales identificados con las siglas Q(al) correspon-
da por una serie de diques aplíticos e intensamente den a depósitos detríticos no-consolidados provenien-
fracturado y con un intemperismo profundo. Morfoló- tes de la denudación y erosión de las rocas
gicamente presenta relieve de lomeríos bajos de pen- preexistentes en el área y están formadas por cantos
dientes suaves y abruptos en los sistemas de rodados, gravas, arenas, limos y limos-arcillas, con dife-
fracturamiento-fallamiento. rentes grado de madurez, los fragmentos líticos corres-
Las rocas sedimentarias de edad Cretácico identifi- ponden a cuarzo, plagioclasas y feldespatos, van de
cado con la siglas K(cz) corresponde a una secuencia subredondeados a redondeados, los colores varían de gris
de rocas calizas aloquímicas de la facies pos-arrecifales claro a oscuro, estos son observados en las barrancas y

36 TEMAS | mayo - agosto 2006 Notas


FIGURA 3. MANANTIAL “LA CIÉNEGA” UBICADO SOBRE ROCAS GRANÍTICAS SE OBSERVA EL SISTEMA DE FALLAMIENTOS-FRACTURAMIENTOS EL RUMBO GENERAL ES AL NE

70° SW, CON ECHADO DE 85°NW, Y 3 METROS DE DESPLAZAMIENTO LATERAL IZQUIERDO.

en las faldas de los lomeríos presentando pendientes por el desarrollo de sistemas de fallamientos-fractura-
suaves donde son utilizados como zonas de cultivo de mientos de segundo orden, correspondería con el cuer-
temporal. La expresión morfológica corresponde a pla- po transmisor del agua subterránea mientras que el
nicies aluviales y como relleno de valles fluviales en la núcleo actuaría como la barrera al paso del flujo en su
zona costera. trayectoria regional para desviarlo en la dirección del
rumbo de su traza. La detección de acuíferos en este
4.6. Hidrología subterránea medio es más selectiva de tal forma que los conductos
Las rocas metamórficas gnéisicas predominantes en asociados con el patrón preferente de fracturas y fallas
esta área son consideradas como materiales consolida- producidas a lo largo y ancho de la franja o zona de
dos con posibilidades bajas de contener volúmenes afectación en rocas pertenecientes al mismo com-
apreciables de agua y los aluviones son considerados plejo metamórfico.
como materiales no-consolidados con posibilidades En la región no se tienen contemplados las zonas
también bajas de contener agua debido a sus escasos de veda ni concentración de pozos, la disponibili-
3 metros de espesor observado en las barrancas. Den- dad de agua subterránea en los poblados de mayor
tro de estas unidades por sus características de origen concentración humana, se reduce a norias y manan-
rocoso y permeabilidades bajas, además de conformar tiales de poca extracción de agua, por lo que la mayo-
la zona montañosa, factores que limitan las posibilida- ría de las poblaciones han construido galerías filtrantes
des de almacenar agua. Se infiere que la trayectoria de en las márgenes de los ríos, esto para complementar
los flujos de agua de los manantiales: “El Regadillo” con el abasto necesario.
un gasto medido de 10 lts/seg., “La Ciénega” con 8 lts/ Manantial “La Ciénega” se localiza al N20°W y 4.8
seg. Proceden de fallas y fracturas geológicas, que co- kilómetros en línea recta del centro del poblado de Ba-
rresponden en el sentido perpendicular a la direc- jos de Chila, el sitio donde se ubica el manantial perte-
ción del sistema de fallamiento-fracturamiento nece a la agencia municipal, el caudal de agua medido
encausando volúmenes considerables de flujo en un es de 8 litros por segundo sin que tenga uso alguno, el
sentido paralelo a las trazas. El comportamiento hidráu- agua subterránea proveniente del fallamiento-fractura-
lico de estas estructuras geológicas frágiles puede ser miento de rocas graníticas donde se observa el falla-
como una barrera o bien como una zona de barrera- miento sobre rocas graníticas de rumbo NE 70° SW,
conducto. El corredor de las fallas, que se caracterizan echado de 85° NW, con 3 metros de longitud.
Influencia de la geología... TEMAS | mayo - agosto 2006 37
intrusivo granítico cuarcítico que subyace a una capa
FIGURA 4. MANANTIAL “LA CIÉNEGA” de suelos limo-arcilloso de 1.5 metros de espesor y
EL FLUJO MEDIDO ES DE 8 LITROS cuyo origen se asocia con la poca cobertura vegetal que
POR SEGUNDOS, SIN QUE TENGA los lugareños han dejado.
USO ALGUNO. PROVIENE DEL

SISTEMA DE FALLAMIENTOS-FRACTURA-
MIENTOS DE ROCAS GNÉISICAS Y

GRANÍTICAS.

El gasto que no es aprove-


chado oscila alrededor de los
8 litros por segundo cantidad
suficiente para satisfacer la
demanda existente para los
habitantes de la Agencia Mu-
nicipal Bajos de Chila, ya que FIGURA 6. MANANTIAL “EL REGADILLO” EL FLUJO MEDIDO ES DE 10

en 24 horas se puede captar LITROS POR SEGUNDOS SIN QUE TENGA USO ALGUNO, PROVIENE DEL

691.2 metros cúbicos, lo cual SISTEMA DE FALLAMIENTOS-FRACTURAMIENTOS DE ROCAS GRANÍTICAS.


permitiría dotar de agua a 5760
habitantes a razón de 120 litros por habitante por día. Este manantial cuenta con una obra de captación
De donde se deducen dos observaciones muy impor- de aproximadamente un metro cúbico de capacidad,
tantes de resaltar. El primero, este gasto se estimó en del cual se conduce por gravedad el agua por medio
época del estiaje, la cual es la más crítica por la ausen- de una tubería galvanizada de 2 pulgadas de diámetro
cia de recarga de los flujos superficiales y subterráneos, hacia la colonia La Unión (aproximadamente 4 km de
claro que no se descarta las probabilidades de que exis- distancia). A pesar de la existencia de este aprovecha-
tan años con extrema sequía en el cual el caudal se miento y otros para uso agrícola en pequeña escala, es
reduciría probablemente hasta en un 50% (deducido evidente que no se está aprovechando en su totalidad
por los comentarios de los lugareños). Segundo la con- este recurso ya que existen flujos subterráneos, gene-
ducción del agua hacia la población sería por gravedad, rados de este manantial, que escurren libremente, sin
lo cual reduce los costos de operación una vez instala- que aparentemente tenga uso alguno, por lo cual se
do el sistema a corto plazo. evaporan e infiltran aguas abajo de este sitio.
El manantial “El Regadillo”, se ubica al N55°E del El gasto que no es aprovechado oscila alrededor de
Campus Puerto los 10 litros por segundo cantidad suficiente para satis-
FIGURA 5. VISTA PANORÁMICA EN LA PORCIÓN ORIENTE DE LA
Escondido de la facer la demanda existente para los habitantes de la co-
ZONA, EL SISTEMA DE FALLAMIENTOS-FRACTURAMIENTOS
UMAR, como a lonia Aeropuerto y el Campus Puerto Escondido de la
PRINCIPAL (LÍNEA GRIS) A LA CUAL SE ASOCIA EL FLUJO DE AGUA
unos 5 kilóme- UMAR, ya que en 24 horas se puede captar 864 metros
SUBTERRÁNEA DEL MANANTIAL “EL REGADILLO”.
trosen línea recta cúbicos, lo cual permitiría dotar de agua a 7200 habi-
dentro de terre- tantes a razón de 120 litros por habitante por día. De
nos de la comu- donde se deducen dos observaciones muy importan-
nidad del tes de resaltar. El primero este gasto se estimó en épo-
Regadillo. La cir- ca del estiaje, la cual es la más crítica por la ausencia
culación del agua de recarga de los flujos superficiales y subterráneos, cla-
subterránea ocu- ro que no se descarta las probabilidades de que exis-
rre en un sistema tan años con extrema sequía en el cual el caudal se
de fallamientos- reduciría probablemente hasta en un 50% (deducido
fracturamientos por los comentarios de los lugareños). Segundo la con-
asociados a un ducción del agua hacia la zona de uso sería por grave-
dad, lo cual reduce los costos de operación una vez
instalado el sistema a corto plazo.
38 TEMAS | mayo - agosto 2006 Notas
FIGURA 7. FOLIACIÓN METAMÓRFICA Y FOLIACIÓN CATACLÁSTICA EN LOS GNEISES EN SISTEMAS ORTOGONALES DE FALLAMIENTOS-FRACTURAMIENTOS.

4.7 Geología Estructural ción de rocas, lo que es benéfico a la infiltración a pro-


Dentro del área de interés se localiza el elemento fundidad para el flujo del agua subterránea.
tectónico conocido como Complejo Xolapa (López-Ra- Las rocas gnéisicas posiblemente fueron sometidas
mos, 1983. INEGI, 1988), donde las estructuras de ma- a dos eventos orogénicos, el primero en la facies de
yor importancia son las fallas y las fracturas observados las anfibolitas y el segundo en la facies de los esquistos
en campo e interpretadas con los datos estructurales. verdes o en la zona de las biotitas, evidenciado por la
Se entiende por falla geológica a una superficie o zona cloritización de biotita y granate y por las asociaciones
de fractura a lo largo de la cual ha ocurrido un despla- mineralógicas correspondientes a dicha facies en las ro-
zamiento apreciable, de algunos centímetros, metros y cas metasedimentarias adyacentes.
hasta varios kilómetros de longitud, las fallas observa- Mediante la interpretación de toda la información
das se ubican en rocas gnéisicas y graníticas de rumbo recabada e interpretada se reconoce un primer perío-
general NE 70° 80°SW y E-W, con echados a la vertical y do de plegamiento (f1) axial a la foliación S1 y contem-
con longitud de 3 a 10 metros y en algunas partes de poráneo con el segundo evento metamórfico y un
varios kilómetros de longitud. Las fracturas se agrupan segundo período de plegamiento (f2) que pliega a la
en los sistemas EW y NS y algunas perpendiculares a foliación. Se interpreta un sistema de fallamiento de
las fallas con longitudes que van desde algunos centí- carácter regional cuya traza está orientada generalmente
metros hasta varios cientos de metros. Las estructuras hacia el NW60°SE, donde corresponde a la unión de los
gneisicas y esquistosas presentan foliaciones predomi- manantiales “La Ciénega” en la porción noroeste del
nantemente N-NW y N-NE con inclinaciones generales poblado de Bajos de Chila y “El Regadillo” al oriente
de 50° a 80° al NE y NW. Además existen zonas de milo- del Campus Puerto Escondido de la UMAR. El paralelis-
nitas y cataclasitas como resultados de los sistemas de mo existente entre la foliación metamórfica y la folia-
fallamientos y fracturamientos afectando a esta asocia- ción cataclástica en los gneises, indican una relación de

Influencia de la geología... TEMAS | mayo - agosto 2006 39


A B

contemporaneidad entre el metamorfismo regional y la deformación cataclástica.


FIGURA 8. A). MANANTIAL “LA CIÉNEGA” SE OBSERVA EL FALLAMIENTO SOBRE ROCAS GRANÍTICAS DE RUMBO NE 70° SW, ECHADO DE 85°NW, CON 3 METROS DE

DESPLAZAMIENTO LATERAL IZQUIERDO. B) FOTOGRAFÍA DONDE SE OBSERVA EL FALLAMIENTO SOBRE ROCAS GNÉISICA DE RUMBO NE 80° SW, A LA VERTICAL CON
INTEMPERISMO PROFUNDO.

4.8. Evolución Tectónica blemente no fue extensa. Las primeras emisiones mag-
Las referencias litoestratigráficas y relaciones estruc- máticas pudieron ser toleíticas, en una corteza incipien-
turales del Complejo Oaxaqueño, tienden a confirmar te de tipo ofiolítico. En la etapa juvenil desarrolló una
que el Proterozoico se compone de dos eratemas so- cuenca estructural alargada tipo Mar Rojo, con peque-
brepuestos; el basal representado por el subgrupo Zi- ñas plataformas marginales que acumularon carbona-
matlán, se correlaciona con el Proterozoico Temprano tos y sedimentos pelíticos asociados, así como
(2600-1800 m.a.). Por otra parte, el Subgrupo Telixtlahua- conglomerados y areniscas litorales.
ca del Proterozoico Medio (1800-1000 m.a.) consisten- Los grandes cambios petrológicos acontecen cuan-
temente yace en discordancia tectónica sobre el do se inicia la convergencia de bloques que fraccionan
anterior. Estas relaciones estructurales determinan dos la corteza oceánica y se inicia el arco insular, hacia la
ciclos geotectónicos sobrepuestos, conforme a referen- margen occidental del escudo arqueano, marcado por
cias de Bazán (1984). el Grupo Papalo. El arco insular propició la sedimenta-
En estas condiciones, la evolución del Proterozoico ción tipo eugeosinclinal al oriente y la de ambiente mi-
Medio consiste de varias fases estructurales que defi- geosinclinal al poniente; ambas bien definidas por su
nen la sobreposición del Supergrupo Telixtlahuaca, a carácter sedimentológico.
partir de un rift intracratónico que disectó el Protero- Puesto que el discutido arco insular se manifiesta
zoico Temprano y Arqueano. El primero representa- desde San José de los Cues, en los límites con Puebla,
do por el supergrupo Zimatlán y el segundo por el hasta Puerto Ángel de la costa de Oaxaca, se confirma
Grupo Papalo que constituye la unidad basal del un mecanismo de placas tectónicas para el precámbri-
Complejo Oaxaqueño. co global y como resultado de convergencia progresiva
Este rift inicia su apertura en la parte temprana del de bloques continentales. El arco confirma el desarro-
Proterozoico Medio y posiblemente tenga relación la- llo activo de la subducción, bajo la secuencia del Ar-
teral con la Orogenia Hudsoniana y Mazatzal (1750 queano y Proterozoico. Como la estructura insular se
m.a.), de la parte occidental del cratón de Norteaméri- ubica hacia la margen occidental, de la placa “interna”
ca. La amplitud de la fisura del rift y subsidencia, posi- cabalgada de la Orogenia Oaxaqueña, se postula que

40 TEMAS | mayo - agosto 2006 Notas


el evento de subducción fue en dirección oriente. Es 4.9 La Red Estereográfica.
decir en dirección opuesta a la que previamente había En la práctica geológica de campo se obtienen los
sido inferida por Bazán (1984). datos estructurales de acuerdo a la escala del mapa con
A medida que progresaba el arco insular, la sedi- lo que se está trabajando y según sea el tipo de estruc-
mentación era más distintiva; tanto en la parte interna tura que exista. Pero es frecuente enfrentar el proble-
como en la externa de la Orogenia Oaxaqueña. La pri- ma de que en el área de interés exista un número
mera de carácter vulcanosedimentario y marina cubre considerable de microestructuras y de macroestructu-
la parte oriental del Complejo, y la segunda cabalga so- ras que no pueden ser representadas adecuadamente
bre el antepaís que tiene un ambiente francamente en el mapa y su interpretación final es complicada. Las
marino. Al converger el arco insular con la masa conti- redes para proyecciones estereográficas son herramien-
nental (miogeosinclinal), un mar relicto con depósitos tas gráficas muy convenientes para representar datos
evaporiticos y deltas con materia carbonosa se despla- estructurales tridimensionales en diagramas bidimen-
zaba al poniente (nappa), para cubrir la zona de sutura sionales. Los problemas que se pueden resolver usan-
regional; en tanto que una corteza oceánica fragmen- do estas proyecciones son aquellas que tratan con
tada, se consumía en el manto. líneas y planos y con ángulos entre ellos, pero la mayor
Se puede concluir que las isogradas metamórficas ventaja de estas herramientas es que permite incorpo-
del Complejo Oaxaqueño que resultan de la colisión de rar en un solo diagrama cientos de datos estructurales.
bloques y estos contrastan con sus estilos estructurales. La red estereográfica está basada en una esfera de la
Peculiarmente el bloque autóctono del antepaís, exhi- que se utiliza comúnmente en geología estructural su
be pliegues muy cizallados, con quiebres angulares en hemisferio inferior. En tal diagrama es posible proyec-
echevron y fallados, también exhiben zonas bastante tar siempre por su centro, planos y líneas con orienta-
deformadas con episodios anatexíticos (Subgrupo Pe- ciones geográficas y con inclinaciones o buzamientos
ñoles) que incluye boudins tectónicos, de supuestos
diques de composición ultramáficos. En cambio el blo-
que alóctono en dirección poniente, muestra un estilo
isoclinal en todo su frente de aloctonía.

Influencia de la geología... TEMAS | mayo - agosto 2006 41


5. Conclusiones
y recomendaciones
En las áreas de interés existen alternativas de so-
lución al problema de abasto de agua para la pobla-
ción de Bajos de Chila y el Campus Puerto Escondido
de la UMAR, éstas pueden ser la captación de los ma-
nantiales “La Ciénega”, y “El Regadillo” mediante to-
mas directas y el suministro sería por gravedad
respectivamente.
El manantial “El Regadillo” se ubica al N55°E del
campus Puerto Escondido de la UMAR , resulta ser la
opción más viable para el abastecimiento de agua ha-
cia la colonia Aeropuerto y al Campus de la UMAR, en
este sitio se midió un gasto de 10 litros pos segundos,
además de que el suministro se realizaría por gravedad,
lo que implica sólo gastos de instalación y manteni-
miento de tuberías, abatiendo costos de operación en
el mediano y largo plazo. El Manantial “La Ciénega” se
localiza al N20°W del poblado Bajos de Chila, en este
sitio se midió un gasto de 8 litros pos segundos, ade-
más de que el suministro se realizaría por gravedad, lo
que implica sólo gastos de instalación y mantenimien-
to de tuberías, abatiendo costos de operación en el
mediano y largo plazo.
Se recomienda el análisis Físico-químico y Bacte-
riológico del agua de los manantiales “El Regadillo” y
“La Ciénega” y confirmar para su consumo humano.
Elaborar el mapa de riesgo geológico por efecto de
fallamiento-fracturamiento y contribuir por consiguiente
a la reducción del riesgo sísmico.
Hacer cultura ciudadana en reforestar y preservar
algo de biodiversidad que aún queda.
Por último, se hace énfasis en la recomendación
de no de perforar pozos profundos en la zona de las
según sea el caso. La forma de visualizar el diagrama norias o cercano a los pozos ya existentes, por el riesgo
es imaginar que uno ve el hemisferio inferior de la es- que esto implica en el corto o largo plazo de intrusión
fera desde arriba. salina. De insistir en esta posibilidad se sugiere realizar
Existe software para microcomputadoras que per- una investigación que permita definir el acuífero y es-
mite resolver cualquier problema relacionado con pro- tablecer su forma de funcionamiento, con la finalidad
yecciones estereográficas en unos cuantos minutos, de implementar políticas de manejo racional del recur-
pero es muy importante que el geólogo visualice y com- so hídrico T
prenda la alineación de los datos estructurales a la red
estereográfica. Este tema de proyecciones estereográ-
ficas y su interpretación es muy extenso y complicado.
Análisis estructural mediante las falsillas o red de
WULFF y SCHMIDT

42 TEMAS | mayo - agosto 2006 Notas


6. Referencias 1988. Carta Topográfica 1:50000. E14-B16. Puerto Es-
DONAL, M. R. condido. Instituto Nacional de Estadística, Geo-
1980. Geología Estructural. Introducción a las técni- grafía e Informática. México.
cas geométricas. 1985. Carta Vegetación y Uso de Suelo. 1:250 000.
HOBBS. B.E. E14-3. Puerto Escondido. Instituto Nacional de
1981. Geología Estructural, ediciones Omega S.A. Estadística, Geografía e Informática. México.
INEGI. MERCIER. V.
1984. Carta de efectos climáticos regionales mayo- 1999. Tectónica Colección textos Politécnicos Cien-
octubre. 1:250 000. E14-3. Puerto Escondido. Ins- cia de los Materiales.
tituto Nacional de Estadística, Geografía e MORALES L., R.; C. J. GUERRERO HDZ.
Informática. México. 2001. Evaluación de las fuentes alternativas de abas-
1984. Carta de efectos climáticos regionales noviem- tecimiento de agua al Campus Puerto Escon-
bre-abril. 1:250 000. E14-3. Puerto Escondido. dido de la UMAR, Oaxaca. Instituto de
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e In- Hidrología. UTM. Oaxaca, México.
formática. México. LÓPEZ –RAMOS, E.
1988. Carta Geológica. 1:250 000. E14-3. Puerto Escon- 1983. Geología de México, Tomo III. Edición Escolar.
dido. Instituto Nacional de Estadística, Geogra- México.
fía e Informática. México. PADILLA J.,
1996. Elementos de geología estructural.

Cirilo Joaquín Guerrero Hernández*.


* Profesor Investigador en el Instituto de Hidrolo-
gía, de la Universidad Tecnológica de la Mixteca.
Carretera a Acatlima Km. 2.5 Huajuapan de León,
Oaxaca.

Influencia de la geología... TEMAS | mayo - agosto 2006 43


XIV Congreso Internacional de Ingeniería Gráfica

Santander, España – 5-7 junio de 2002

REPRESENTACIÓN ESTEREOGRÁFICA DE
LITOCLASAS, APLICACIÓN A LA RESOLUCIÓN
DE UN PROBLEMA DE ESTABILIDAD DE
TALUDES
Antonio A. Arcos Álvarez (1), José Manuel Martínez Simón (1), Luis Méndez Valentín (1),
Rubén Martínez Marín (1), Carlos Gordo Murillo (1)
(1)
Universidad Politécnica de Madrid, España
E.T.S.I. de Caminos, C. Y P., Departamento de Ingeniería y Morfología del Terreno
Correo electrónico: jmms@caminos.upm.es

RESUMEN
El presente trabajo desarrolla y propone un método para la identificación y análisis de las
familias de discontinuidades de un macizo rocoso, basado en la representación equiárea
polar. La identificación de las familias de los defectos se lleva a cabo mediante la
realización de un curvado, isolíneas de densidad de polos, a partir del recuento de los polos
en cada uno de los intervalos en que se divide la representación equiárea, intervalos que
representan iguales incrementos de los dos ángulos que determinan la orientación de cada
discontinuidad. El análisis de las familias se beneficia de la tridimensionalidad intrínseca a
la representación mediante curvas de nivel o isodensidad, para así obtener información
precisa sobre la presencia porcentual de cada una de las familias así como de su orientación
preferencial. Se expone también una aplicación de la representación estereográfica para el
análisis de la estabilidad al deslizamiento en cuña en taludes en roca.

Palabras clave : Representación estereográfica; Mecánica de rocas, Familias de


discontinuidades; Estabilidad de taludes.

ABSTRACT
This paper develops and propose a method for identifying and analysing the discontinuity
families in a rock mass. The method is based in the polar equiareal representation. The
representation of the families is carried out by means of a contouring, isolines of equal
polar density, taken from counting the number of poles in every interval in which is divided
the equiareal representation. Those intervals represent the same increments for the pair of
angles defining each discontinuity orientation. The analysis of the families is improved
thanks to the threedimensionality inherent with the isodensity lines representation, so it is
possible to obtain the necessary information about the porcentual incidence of every family
as well as its preference orientation.

Key words: Stereographic representation; Rock mechanics; Discontinuity families; Slope


stability.

1 Introducción
Para el análisis de problemas muy frecuentes de la mecánica de rocas tales como la
estabilidad de taludes, la estabilidad en frentes de túneles, el estudio de las posibilidades
de desprendimientos en estas mismas obras o, simplemente, para la realización de algo
tan habitual como cualquiera de las clasificaciones geomecánicas más comunes, es
necesario el examen de las discontinuidades estructurales a fin de determinar las
orientaciones predominantes de éstas, lo que habitualmente se denominan familias de
discontinuidades.
Para llevar a cabo esta tarea disponemos generalmente de un amplio conjunto de
datos registrados en campo y procedentes de un muestreo más o menos aleatorio, datos
que se pueden resumir a efectos del estudio como una sucesión de parejas de valores de
la dirección de buzamiento y del buzamiento de las mencionadas discontinuidades,
figura1.

N Acimut de Rumbo

Acimut de Dirección

Ru
mb
o
de
c ión
rec nto
Di mi
e
za
Bu
to
ien
zam
Bu

Figura 1: Representación de una discontinuidad en el espacio.

Tradicionalmente estas discontinuidades, o más correctamente su orientación, se han


representado mediante la proyección de la intersección de un plano paralelo a ellas
pasando por el centro de una semiesfera ideal de referencia. Dado el gran número de
datos a manejar en las primeras fases de los trabajos se considera más adecuada la
llamada proyección estereográfica polar, en que cada discontinuidad es representada por
un punto o polo, correspondiente a la intersección de la normal al plano representativo
del defecto con la esfera de referencia.
La proyección de los datos de campo podría dar lugar a una representación similar a
la de la figura 2. La dispersión de los datos suele ser considerable y para objetivizar la
determinación de las direcciones preponderantes o representativas es muy útil realizar
un curvado representativo de la densidad de polos. Es en la determinación de esta
densidad donde los métodos existentes presentan diversas irregularidades. En ocasiones
se utiliza la densidad de polos por unidad de área de la proyección obviando que el
mismo área en diferentes situaciones del círculo estereográfico no representa el mismo
ángulo sólido. Es el caso de Priest (1) y Phillips (2) y su recuento con un círculo de
radio igual a 1/10 del radio de la proyección, círculo que representa el 1% del área de la
proyección, figura 3.

2
350 0 10
340 20
0 30
33
0 40
32

50
31
0

60
30
290

70
280

80
10 20 30 40 50 60 70 80

270

90
100
260

110
250

120
240

130
230

0 14
22 0
150
210
200 160
190 180 170

Figura 2: Representación equiárea de los polos de las discontinuidades.

Figura 3: Método de recuento propuesto por Priest.

Estas condiciones pueden verse agravadas si la proyección polar empleada es la


Isogonal (Red Estereográfica de Wulf), que no guarda la equivalencia de las áreas
proyectadas, en vez de la Equiárea1 (Representación de Schmidt) en la que sí se
conserva esta equivalencia entre las áreas, si bien esto no es así para las formas. Así, si
empleamos el método propuesto por Priest, en la proyección Isogonal el círculo de
recuento corresponde a un ángulo sólido de unos 23º cuando se sitúa en el centro de la
proyección y de unos 12º cuando se sitúa próxima al perímetro. En la proyección
equiárea la distorsión es menor pero también existe, y los ángulos sólidos
correspondientes serían en ese caso de 16º y 22º.
Denness (3) propuso una red de celdas curvilíneas que se obtiene al dividir la
semiesfera de referencia en 100 cuadrados iguales y representarlos mediante la

1
Quede claro que la representación estereográfica equiárea no es una proyección propiamente dicha.

3
proyección equiárea, figura 4. En esta red a pesar de no haber diferencias entre los
valores de las áreas de la esfera que representan las divisiones, sí la hay entre los valores
de los incrementos angulares de inclinación y acimut (o “plunge” y “trend”) que estas
divisiones representan.
Otro aspecto a tener en cuenta es que para el recuento de los polos próximos a la
circunferencia exterior (representativos de los planos subverticales) conviene determinar
algún método para incluir en un mismo conjunto, los polos que se encuentran en zonas
diametralmente opuestas. Priest (1) propuso una plantilla rectangular con dos círculos
de recuento cuyos centros estuviesen separados una distancia igual al diámetro de la
circunferencia y Denness (3) propuso una modificación de su red a otra de 113
cuadrados en la que los más exteriores tienen una mitad fuera de la red indicando que ha
de añadírseles el recuento de los diametralmente opuestos (figuras 3 y 4).

Figura 4: Redes de celdas curvilíneas de Deness

La discretización empleada en cualquier caso es siempre arbitraria y no se ajustará a


la distribución de polos que se este estudiando en cada momento. Este problema puede
mitigarse mediante la superposición de las áreas de recuento Priest (1) o mediante la
realización de un nuevo recuento una vez girada la red de celdas de Denness (3).
Con el fin de ajustarse en cada caso a la distribución de polos estudiada, se han
propuesto otros métodos de recuento, es el caso del “Método de Recuento del Círculo
Flotante” de Turner y Weiss (4) o el método híbrido entre los de Dennes y Turner y
Weiss propuesto por Hoek y Bray (5).

2 Metodología propuesta, ejemplos


Se plantea la resolución del problema de la distorsión introducida por la falta de
equivalencia entre las áreas de recuento y los ángulos sólidos que representan. Dado que
el análisis a realizar es puramente probabilístico, lo que interesa conocer es cual o
cuales son las orientaciones más probables de los planos de fracturación.
De esta forma si se divide la semiesfera de referencia en un número determinado de
cuadrados que representen incrementos iguales en la inclinación y el acimut, estos
representarán intervalos de discretización acordes con el fenómeno probabilístico
estudiado. Es decir se pretende realizar gráficamente un recuento similar a la estadística
de litoclasas por tabulación rectangular propuesta por Pitean y Rusell (6), figura 5.

4
Figura 5: Estadística de litoclasas por tabulación rectangular.

A esta regla básica se le ha añadido una excepción, aquellas divisiones que, una vez
proyectadas, han de quedar en contacto con el perímetro de la proyección, abarcan un
ángulo sólido mitad que el del resto de las divisiones. Esta reducción se realiza del lado
de la inclinación (también denominada inmersión o “plunge”) con vistas a incluir en el
mismo grupo planos subverticales de similar orientación que en la representación
estereográfica polar se sitúan en los extremos de un mismo diámetro.
Se propone una discretización con 324 divisiones, basada en la representación
estereográfica equiárea, la cual se muestra en la figura 6.
El método propuesto recuenta el número de polos en cada una de estas divisiones
(en el caso de las divisiones perimetrales recuenta el numero de polos en cada división
más los de la división diametralmente opuesta) asignando el valor resultante o “cota” al
centro de gravedad de la división y asignando “cota” 0 a aquellas divisiones en las que
no se han encontrado polos.
350 0 10
20
340 30
330
0 40
32
0

50
31
300

60
290

70
270 280

08
90
260

100
250

110
240

120
0

13
23

0 14
22 0
150
210 160
190
200 170
180

Figura 6: Discretización propuesta.

5
De esta forma se obtiene un conjunto de puntos, todos los centros de gravedad de las
celdas, con tres coordenadas donde la última de estas (cota o “z” del punto) representa
la concentración de polos en cada división. Esto permite realizar un curvado por medio
de alguno de los algoritmos empleados habitualmente para la representación acotada del
terreno, en nuestro caso el método elegido es el Krigeado o Kriging.
La representación de cientos de litoclasas gráficamente es un trabajo
extremadamente lento y si a esto añadimos las labores de recuento y curvado podrían
hacer totalmente inviable el método propuesto. Por esto se ha puesto a punto un
procedimiento informático que realice el proceso descrito.
Para los datos representados en la figura 1, procedentes de un muestreo real con
vistas a la ejecución de un túnel, los centros de gravedad de las celdas y el posterior
curvado quedam representados en las figuras 7 y 8 respectivamente.

Figura 7: Resultado del recuento mediante la malla de discretización


0
35 0 10
3 40 20
3 30 30
0 40
32
0

50
31

6.50
J2
0

60
30

6.00

5.50
290

70

5.00
28 0

80

4.50
J1
4.00
270

90

3.50
26 0

3.00
10 0

2.50
250

110

2.00
40

1.50
12
2

1.00
0

13
23

0 J3 14
0.50
22 0
0 15
21 0
200 160
1 90 17 0
180

Figura 8: Curvado representativo de la densidad de polos.

Se observan claramente tres familias de discontinuidades a las que se ha


denominado J1, J2 y J3. La J2 es la que presenta mayor dispersión en los valores
medidos, mientras que en las familias J1 y J3 se observa una clara concentración
alrededor de un valor predominante.

6
Pero la determinación de las familias de discontinuidades y su orientación más
probable quedan aún sometidas a un elevado grado de subjetivismo una vez realizado el
curvado. Es por esto por lo que se considera adecuado aplicar las ventajas de la
“tridimensionalidad” intrínseca a la representación acotada. Así pues, mediante la
extrusión de las curvas de nivel se obtiene un volumen (el equivalente a lo que
denominamos loma o montículo en la representación acotada del terreno) representativo
de cada familia de discontinuidades.
Las coordenadas del centro de gravedad de este volumen nos proporcionan una
valiosa información en dos sentidos. Por un lado la posición en planta (coordenadas “x”
e “y”) nos facilita la orientación más probable para la familia de discontinuidades
representada, y por otro su altura (coordenada “z”) nos facilita un valor representativo
del número de discontinuidades pertenecientes a la familia estudiada.
Cuando tan solo contamos con una representación acotada tradicional (líneas de
nivel) se tiende a identificar la orientación más probable de las discontinuidades con el
punto más alto (línea de nivel de mayor cota) del volumen representativo de la familia
de discontinuidades, pero esto no tiene por que ser cierto y con el método propuesto se
evitan estos errores.
En la figura 9 se ha representado en perspectiva el resultado de extrusionar las líneas
de nivel anteriores. Se obtienen tres volúmenes representativos de cada una de las tres
familias. Para cada uno de estos tres volúmenes se ha obtenido el centro de gravedad, la
posición en planta de este centro de gravedad coincide con el centro de la base del
cilindro rojo y la altura de este cilindro es proporcional al valor del volumen.
Se observa como para familias cuyos datos parecen bien distribuidos (J1 y J3) la
posición del centro de gravedad es próxima al punto más alto del volumen, aunque no
coincidente, y como para la familia de datos más irregulares la identificación del punto
más alto del volumen con el valor más probable de la orientación implicaría un error
considerable.

Figura 9.- Resultado de la extrusión de la líneas de nivel.

La altura de los cilindros indica que las familias principales son al J1 y la J2, pues a
mayor altura mayor porcentaje de medidas correspondientes a cada familia. Por el

7
contrario la familia J3 se presenta en menor medida. Por otra parte que las familias J1 y
J2, queden representadas por planos subverticales prácticamente ortogonales afirma la
idea de que estas sean las familias principales.
Las conclusiones obtenidas de las figuras 8 y 9 concuerdan con la clasificación de
Goodman (7) referente a la distribución de polos. Goodman distingue dos tipos de
familias que podemos llamar “focal” y “en banda”. La primera es aquella en la que
existe una orientación preferencial alrededor de la cual se distribuyen los polos con
simetría axial. En la segunda los polos se distribuyen aproximadamente sobre un
segmento de arco máximo.
De la morfología de las distribuciones que se aprecia en las figuras mencionadas se
desprende que las familias J1 y J3 se ajustan al tipo “focal”, y este tipo surge cuando en
la génesis de la familia actúa una causa fundamental y única de tipo axial como, por
ejemplo, un empuje tectónico.
También se aprecia como la familia J2 se asimila con facilidad a la distribución en
banda, distribución que por el contrario suele estar asociada a más de una causa, por
ejemplo, cuando sobre un empuje tectónico aparece un plegamiento que hace girar los
defectos.

3 Aplicación en un problema de estabilidad de taludes


4.1 Condición Necesaria para la Inestabilidad de una Cuña de Roca
En la figura 20 tenemos, en representación estereográfica, los polos de dos planos y la
proyección, sobre el plano ecuatorial, de los círculos máximos determinados por los
mismos. La intersección de estos planos queda definida por la de los círculos máximos
y el centro de la esfera.
Tenemos así determinada una cuña, cuya posible inestabilidad consistiría en
deslizar, saliendo el talud, a lo largo de esa intersección.
Para ello, es geométricamente necesario que esta intersección pueda aflorar al talud,
es decir, que su inclinación y acimut sean tales, que su intersección con el plano, caso
de llegar a producirse, lo sea en el sentido que la cuña se moviese, al salir del talud,
descendiendo.
Para que esto ocurra, es necesario que la intersección esté en la lúnula situada por
fuera de la proyección del círculo máximo que define la dirección e inclinación del talud
libre.
En nuestro caso, esto es así, pero evidentemente, esto no quiere decir que la
inestabilidad vaya a producirse. En primer lugar, es posible que ni siquiera haya
ninguna cuña cuya arista aflore realmente al talud: por ejemplo, si la distancia entre
litoclasas es grande, con relación a la altura del talud, es posible que todas las aristas
que se forman pasen por debajo del pie del mismo.
Pero, además, la posibilidad de movimiento que hemos comprobado es puramente
cinemática. Para que se produzca, es necesario además que las fuerzas que intenten
mover la cuña superen las resistencias.
El calculo de esto es el objeto del párrafo siguiente, pero, en principio, podemos
decir que la cuña no se moverá si la inclinación de la arista es menor que el ángulo de
rozamiento efectivo en las diaclasas, (es decir, descontando el efecto de la presión del
agua que pueda haber en ellas ). En consecuencia, deberá estar dentro de un cono de eje
vertical, cuya generatriz forma con la horizontal dicho ángulo, y cuya traza con la esfera
es un círculo. Entre este círculo y el círculo máximo correspondiente al talud, definen
una lúnula, rayada en la figura 20, en cuyo interior debería estar el punto representativo
de la línea de intersección, cosa que no ocurre. Con ello, la inestabilidad sería posible,

8
pero tampoco puede asegurarse todavía que llegue a producirse, como veremos a
continuación.

plano A: plano B: plano Talud:


DB=30º DB=255º DB=315º
B=40º B=70º
B=60º

30°
45°
Círculo
máximo
plano B

Círculo máx
Plano del perpendicular
talud (polo) Plano A a la arista
(polo)

Círculo
máx. del
talud

0º 10º 20º 30º 40º 50º 60º 70º 80º 10º 20º 30º 40º 50º 60º 70º 80º 90º

Plano B
(polo) Traza del
cono a 45º

Círculo
máximo
plano A
Línea intersección

255° de los dos planos

Figura 20: Resolución mediante representación gráfica del problema de la


inestabilidad de una cuña definida por dos planos
4.2 Comprobación de la Estabilidad de una Cuña de Roca
Pasemos ahora a calcular las fuerzas que intentan producir la instabilidad y las
resistentes.
La cuña tendrá un peso W, pero pueden actuar sobre ella, además, la presión del
agua que pueda existir en las litoclasas que la limitan, las fuerzas correspondientes a la
aceleración sísmica y también fuerzas originadas por dispositivos de sostenimiento,
tales como puntales, bulones, anclajes... Componiendo todas ellas obtendremos un
“peso equivalente”, We, que, normalmente, no será vertical. Por otra parte , su línea de
acción, no pasará, en general, por la arista de la cuña, pero suele suponerse que si es así,
despreciando la influencia del momento que, respecto a ella, produce. Esto nos deja del
lado de la seguridad.
Llamando β al ángulo que forma la línea de acción de We con la perpendicular a la
arista de la cuña, la componente que tiende a producir el deslizamiento es We⋅sen β. La
componente normal a la arista se reparte sobre las dos caras de la cuña, en la que
aparecerán dos componentes normales, Pa y Pb (figura 21). En esta figura, aparece la
sección de una cuña , por un plano perpendicular a la arista deslizante. Es sencillo
dibujar esta sección Partiendo de la figura 20. Dibújese la traza del círculo máximo
perpendicular a la arista (que pasará, evidentemente, por los polos de los planos A y B).
Las intersecciones de esta traza con las de los planos A y B (que hemos llamado M’ y
N’), definen, con el centro de la esfera, la dirección de los lados del triángulo OMN
dibujado en la figura 21. Pero, para medir los ángulos α y ξ en su verdadera magnitud ,
hemos de abatir sobre el plano del dibujo el círculo máximo perpendicular a la arista,

9
girándolo alrededor de su traza hallándose así, los puntos M y N, tal como en la figura
20 se encuentra dibujado.

α ξ

We ⋅ cos

N
M

Pb

Pa
O

Figura 21: Sección de una posible cuña inestable por un plano perpendicular a la
arista de deslizamiento.

Las fuerzas resistentes son debidas al rozamiento y a la cohesión en las caras de la


cuña.. Las primeras serán iguales a (Pa+Pb)⋅tg φ , aunque también existe la posibilidad
de un ángulo de rozamiento diferente para cada cara. Las de cohesión, serán iguales a
Ca⋅Aa+Cb⋅Ab siendo Aa y Ab las áreas de cada una de las caras de la cuña.
Las ecuaciones de equilibrio de que disponemos son :
S max = ( Pa + Pb ) ⋅ tgφ + C a ⋅ Aa + C b ⋅ Ab
S = We ⋅ senβ
Pa ⋅ sen (α − ξ) + Pb ⋅ sen(α + ξ ) − We ⋅ cos β = 0
Pa ⋅ cos(α − ξ ) + Pb ⋅ cos (α + ξ ) = 0
De las dos últimas se deduce
cos (α − ξ) + cos (α + ξ ) cos ξ
Pa + Pb = W e ⋅ cos β ⋅ = We ⋅ cos β ⋅
sen 2α senα
Sustituyendo en la expresión de Smax y llamando coeficiente de seguridad a la
relación entre éste y el realmente existente, S:
S max cos ξ C ⋅ A + Cb ⋅ Ab
Coef .Seg . = F = = ⋅ cot gβ ⋅ tgφ + a a
S senα We ⋅ senβ
Esta expresión sirve para el caso de que la punta posterior de la cuña esté cortada
por una grieta de tracción . Las áreas Aa y Ab habrán de ser corregidas y también
habrá de tenerse en cuenta el posible empuje hidrostático del agua que penetre en la
grieta de tracción.
Como vemos, al tratarse de una cuña, y no de un bloque que deslice sobre un plano,
el efecto del rozamiento viene multiplicado por el factor cos ξ / sen α , que algunos
llaman “factor de efecto cuña”.
Si no contamos con cohesión, la comprobación de la estabilidad de la forma
indicada en la figura 20 es muy sencilla. Basta hallar un ángulo de rozamiento
equivalente en las diaclasas, φ* , tal que:
cos ξ
tgφ* = ⋅ tgφ
senα

10
después de lo cual, se dibuja la traza del cono correspondiente a φ* , y se
comprueba si el punto representativo de la línea de intersección de los dos planos, queda
dentro de la nueva lúnula de posible inestabilidad así definida.

4 Conclusiones
La metodología propuesta, al desarrollarse mediante un doble procedimiento gráfico e
informático, consigue aglutinar las ventajas de ambos procedimientos y desterrar sus
inconvenientes.
Así, las representaciones gráficas ofrecen una clara e intuitiva presentación, pero
realizadas por los métodos tradicionales pueden conducir a errores del lado de la
precisión (aunque por lo que generalmente han sido dadas de lado es por constituir un
trabajo extremadamente lento). Por otro lado los métodos analíticos, ya sean de carácter
estadístico o de otro tipo, facilitan tan solo valores numéricos que dificultan el proceso
de interpretación.
El problema de la lentitud queda sobradamente resuelto con la creación de una
aplicación informática que desarrolle el proceso y el de la precisión ha sido solventado,
superando los tradicionales métodos de curvado, mediante la extrusión de las isolíneas
de densidad de polos. Gracias a esta extrusión de las líneas de “isodensidad” se
consigue evitar el problema de la confusión de la orientación preferencial con la de la
línea de máxima densidad y, además, se obtiene información adicional sobre la
presencia porcentual de las diferentes familias de discontinuidades.
Por último cabe señalar la discretización empleada para realizar el conteo previo al
curvado. Esta discretización es tal que cada una de las divisiones que la forman
representa igual incremento de cada uno de los dos ángulos que determinan la
orientación de una discontinuidad.

Referencias
1) Priest, S.D. Hemispherical Projection Methods in Rock Mechanics. George Allen &
Unwin. London 1985.
2) Philips, F.C. The Use of Stereographic Projections in Structural Geology Edward
Arnold, London. Third Edition, 1971.
3) Denness, B. A revised method of contouring stereograms using variable curvilinear
cells. Geol. Mag. Vol. 109, Number 2, 1972, pages 157-163.
4) Turner, F.J. and Weiss, L.E. Structural Analysis of Metamorphic Tectonics. Mc
Graw-Hill Book Co., New York, 1963.
5) Hoek, E. & Bray, J.W. Rock Slope Engineering. Institution of Mining and
Metallurgy, London, Third Edition, 1971.
6) Pitean, D.R. & Rusell, L., Cumulative Sums Technique: A new approach to
analysing joints in rock. Stability of Soil Slopes. XIII Symp. on Rock Mech. 1972.
Un of Urbana, III. Pp. 1-29.
7) Goodman, R.E., Rock Mechanic”. John Wiley and Sons. New York 1980.

11
ROCAS EN ZONAS DE FALLA

OSWALDO ORDÓÑEZ CARMONA


Departamento de Recursos Minerales, Facultad de Minas, Universidad Nacional de Colombia, Medellín.

RESUMEN. En los proyectos de infraestructura civil, en donde la geología e ingeniería civil deben trabajar en conjunto,
caracterizando e identificando unidades y procesos de incidencia directa para las obras, es fundamental establecer, como
mínimo, un lenguaje común y comprensible para el optimo desarrollo de los proyectos. El uso correcto de una terminología
para los procesos y materiales presentes en una zona de deformación mecánica (metamorfismo dinámico), así como el origen y
parte de su comportamiento son presentados en este trabajo.
Términos o palabras como roca cizallada, brechas, milonitas, fallas, etc., serán caracterizados y ejemplificados con sitios en
donde pueden ser observadas las características básicas que ayudan a definirlos y entenderlos con mayor facilidad.
PALABRAS CLAVES. brecha, falla, milonita, salvanda, elipsoide de deformación, clastos

ABSTRACT. In construction projects, in which civil engineers and geologists have to work together for identifying and
characterizing units and processes which affect the structure directly, it is essential to establish a common language. The
present paper deals with the proper use of terms that concern processes and materials found in mechanical deformation zones
(dynamic metamorphism), its origin and behavior. Description and terms like sheared rock, breccia, mylonite, fault, will be
characterized and exemplified at places where their main features can be observed, to help defining and understanding them
easily.
KEY WORDS. breccia, fault, mylonite, gouge, deformation ellipsoid, clasts.

INTRODUCCIÓN contenidas en un plano regional, en donde son


registradas altas ratas de deformación (Ramsay,
1980).
En los pocos años, realizando estudios geológicos
aplicados a proyectos civiles, se ha procurado que tanto El metamorfismo dinámico se puede desarrollar en
geólogos como ingenieros civiles utilicemos una cualquier tipo de roca y se da a lo largo de planos o
terminología técnica - científica común para la zonas de falla, como resultado de deformación
denominación de los diferentes aspectos que intensa en la zona inmediata del movimiento,
regularmente son objeto de estudio. Destacándose, que generando áreas planas relativamente estrechas
tanto geólogos como ingenieros civiles, en muchos donde se da una fuerte trituración de la roca o
casos, tienen serias diferencias y manifiestan deformación frágil hasta una deformación dúctil
deficiencias en lo que respecta a la claridad conceptual entre las rocas encajantes menos deformadas, a lo
y genética de los fenómenos y productos asociados a largo de las cuales, los marcadores como bandas o
las zonas afectadas por deformación mecánica, así diques son dislocados. La deformación o
como lo que ello representa para el desarrollo de un comportamiento frágil se asocia a la formación de
proyecto ingenieril. discontinuidades (fracturas) y perdida de cohesión
interna de las rocas, en otras palabras la roca se
La denominación correcta de las unidades litológicas fractura. Por otro lado, el comportamiento dúctil se
que están asociadas con las zonas de deformación es refiere a la distribución ¨suave - uniforme¨ de la
uno de los aspectos que debe ser clarificado y deformación a través de una masa rocosa sin la
asimilado con la finalidad de establecer un lenguaje perdida de cohesión, la roca se deforma
único al interior de una empresa o de un grupo de ¨plásticamente¨, se recristaliza pero no se fractura.
trabajo interdisciplinario. Igualmente, el saber que se
genera en zonas de falla?, que tipos de rocas y texturas En la zona de incidencia directa de la falla, las
están presentes y como es su interpretación rocas influenciadas desarrollan estructuras
estructural?, son algunos de los interrogantes que subparalelas al plano principal del elipsoide de
preliminarmente tratan de ser resueltos en este trabajo. deformación y perpendiculares a la dirección de
adelgazamiento máximo, siendo estas fracturas
(diaclasas) o estructuras del tipo foliación. El
1. METAMORFISMO DINÁMICO O elipsoide es el producto de la deformación de una
CATACLÁSTICO ¨esfera ideal¨ y este puede ser identificado
microscópicamente, en afloramiento o
regionalmente a través de los valores del rumbo y
La expresión Zonas de Cizallamiento (shear zones) es buzamiento de las fracturas asociadas a la
usada para caracterizar regiones de la corteza terrestre dinámica de la falla.
generalmente estrechas, subparalelas y que están

71
72 Dyna 129, 2000

Frecuentemente, la deformación mecánica esta 2. PRODUCTOS Y CLASIFICACIONES


acompañada por recristalización o por crecimiento de
minerales hidratados debido al movimiento de fluidos
en la zona de deformación, generándose rocas de difícil La clasificación, definición y las características de
identificación, clasificación y explicación. las rocas generadas en las zonas de intensa
deformación se basa en la combinación de lo
Una roca puede ser deformada o afectada propuesto por Wise et al., (1984) quienes
dinámicamente de diversas formas, lo cual va a consideran la competencia entre la rata de
depender de la interacción de factores externos y de los deformación y la de recuperación (Fig. 1) y lo
inherentes a ella, con ello una misma falla presenta sugerido por Sibson (1977) basado en la
diferentes comportamientos de una roca a otra o proporción de clastos – matriz de las rocas
incluso cuando afecta a la misma unidad. Entre los generadas por fallamiento. Para establecer esta
factores que se destacan están: relación se considera matriz al material fino (<0.06
mm) y clastos a los fragmentos minerales o de roca
 Tamaño del grano, composición y tipo de roca con diámetros > 0.06 mm.
 Orientación preferencial de la red cristalina
 Porosidad, permeabilidad, densidad Igualmente, en la zona de falla o cizallamiento, la
 Estructuras presentes en la roca (esquistosidad, distribución de las diferentes rocas y los regímenes
bandeamiento, etc.) de deformación respecto a la profundidad se
 Temperatura y presión litostática local presenta en la Figura 2. Como puede observarse,
 Composición y presión de los fluidos un producto o tipo de roca presente en una zona de
metamórficos falla esta íntimamente asociado con la profundidad
de generación y con el régimen de deformación, de
 Tasa de deformación impuesta globalmente.
ahí la importancia en identificar y caracterizar
geológicamente los procesos y asociaciones
texturales de los materiales presentes en las zonas
de deformación.
Ordóñez 73

2.1. Zona de fallamiento frágil Materiales con contenidos de matriz <10%, son
denominados simplemente como rocas fracturadas.
Considerando la Figura 2, en la zona de fallamiento Estas rocas aparecen en la zona más superficial de
frágil, la que puede alcanzar 3 a 4 km de profundidad, una falla o un poco alejadas de la zona de
las condiciones de temperatura y presión no son incidencia directa. Localmente, algunas de estas
suficientes para posibilitar la recristalización de las rocas pueden presentarse en pequeños bloques de
rocas y el mecanismo de deformación que predomina formas cúbicas con aristas entre 30 y 10 cm, lo
es la cataclasis (fragmentación o ruptura de la roca). cual se da por la intersección de mínimo tres
Por consiguiente, la roca es fracturada desde incipiente sistemas de diaclasas, las que por lo general, son
hasta intensamente, generándose variados tipos de paralelas a los planos del elipsoide de deformación
rocas, denominadas cataclasitas o brechas. Este tipo asociado a la falla. Comúnmente, en estas zonas se
de roca o material es formado por una cantidad variable establecen la mayor parte de las canteras y el
de fragmentos de granos y de litoclastos generalmente término ¨zona de panelitas¨ es el usado para
angulares cementados con fragmentos más finos denominar afloramientos con estas características.
(matriz) y por material proveniente de fluidos que se
introducen por el plano de falla. La roca se clasifica de En general, sobre las cataclasitas se localizan
acuerdo a la cantidad de matriz generada durante la algunos de los principales problemas de estabilidad
cataclasis en los siguientes tipos: de taludes y laderas, pero las microbrechas y la
salvanda son de especial importancia o cuidado
 Brecha o protocataclasita: 10 a 50% de matriz para el desarrollo de obras civiles. Una zona de
 Microbrecha o cataclasita: 50 a 90% de matriz falla caracterizada por la presencia de estas rocas
 Ultracataclasita o gouge (salvanda, jaboncillo o es altamente inestable y es en donde más estudios
arcilla de falla): > 90% de matriz. Este material detallados se realizan, bien sea para corregir
mezclado con agua genera zonas localizadas y de problemas o para minimizar posibles patologías en
poco espesor en donde aparece un material los macizos a trabajar.
pastoso, en general semejante a una arcilla.
74 Dyna 129, 2000

Rocas de la zona de deformación frágil son encontradas 2.2. Zona de fallamiento dúctil
a lo largo y ancho de la zona de fallas Cauca-Romeral,
así como en las varias decenas de sistemas de fractura En la zona de cizallamiento dúctil la deformación y
que atraviesan el territorio colombiano. Actualmente, recuperación son altas y los procesos de
el desarrollo vial Aburrá-Cauca ofrece didácticos recristalización y rehomogenización son los
afloramientos de este tipo de roca. predominantes. De forma general, a este dominio
se asocian rocas generadas a profundidades
Un tipo especial lo puede constituir las denominadas superiores a 10 km (Fig. 2). El término básico para
“Rocas cizalladas”. Este termino ambiguo, pero muy las rocas que se generan en estas condiciones son
radicado en la terminología ingenieril, se utiliza para las milonitas.
aquellas rocas afectadas por metamorfismo dinámico,
en donde se desarrolla una estructura plana repetitiva, a Milonita: es una ROCA DURA (material
nivel de afloramiento, muy similar con una consistente, competente y resistente al choque
esquistosidad, que las asemeja con rocas metamórficas mecánico), la cual presenta una foliación al menos
regionales. El nivel estructural corresponde desde la microscópica, de grano generalmente fino y en la
zona frágil hasta la zona de transición frágil - dúctil. cual los granos preexistentes fueron deformados y
Esta estructura se desarrolla sobre rocas de grano fino o recristalizados. Frecuentemente, la apariencia
en rocas con estructuras planas preexistentes. Ejemplos general de la roca en afloramiento es placosa, así
de este tipo de roca se observan en la vía que comunica las muestras de mano no presenten un orientación
a las cabeceras municipales de Santafé de Antioquia mineral marcante. Generalmente, se tiene una
con Anzá. matriz de grano fino la cual engloba relictos
mayores, fracturados y tensionados, de los granos
Pseudotaquilita: A partir de la zona de cizallamiento preexistentes de minerales resistentes, como
dúctil - frágil y hasta la zona de fallamiento frágil y por feldespato y gránate. Estos relictos son conocidos
fusión local de la roca a lo largo de un plano de falla como porfidoclástos (una milonita con
frágil, se forma una pseudotaquilita debido al calor porfidoclástos se genera a un nivel intermedio, en
generado por el movimiento friccional (importante la general a partir de la zona de cizallamiento que
temperatura), o posiblemente, en algunos casos, por marca la transición frágil - dúctil) y la abundancia
cataclasis intensa (importante la presión). El pequeño de estos en una roca define el tipo de milonita, así:
volumen de material fundido y generado se enfría
rápidamente, influenciado por la temperatura de la roca  Protomilonita: hasta 50% de matriz
huésped, generándose finas vetas de material fino o  Ortomilonita: de 50 a 90% de matriz
vítreo (de ahí el término pseudotaquilita) en las cuales  Ultramilonita: > 90% de matriz.
pueden aparecer fragmentos aislados principalmente de
cuarzo y feldespato. Los contactos de la Algunos de los criterios para reconocer las
pseudotaquilita con la roca huésped son bruscos, milonitas son:
inclusive en sección delgada. Generalmente, la
pseudotaquilita ocurre en rocas macizas, secas, poco  foliación anastomosada (gran heterogeneidad
porosas, como gabro, gneis y anfibolita. En rocas de la deformación)
porosas, el fluido presente baja la presión normal  reducción del grano en relación a las rocas
efectiva sobre el plano de falla en calentamiento y adyacentes (encajantes)
consecuentemente no se puede producir suficiente calor  fuertemente foliadas y alineadas
friccional para causar una fusión local. De este modo,
una pseudotaquilita difícilmente se forma en rocas Cuando estas rocas son ricas en filosilicatos
sedimentarias porosas. Como el evento que genera una (micas) se producen una milonita fuertemente
pseudotaquilita es de corto tiempo, existe la posibilidad laminada conocida como Filonita.
de realizar una datación y así identificar el momento en
el cual una falla libero la energía para permitir la Considerando, que las rocas miloníticas
generación de este tipo de roca. La zona en donde representan ambientes profundos, o sea, se
pueden ser encontrada este tipo de rocas estaría ubicada formaron a profundidades >10 km, la presencia de
a una profundidad entre 4-15 km (Fig. 2). En la zona estas es importante para eventuales evaluaciones
de influencia de la falla de Sabanalarga pueden ser del levantamiento - erosión de una región o bien
observados algunos afloramientos en donde esta roca indican movimientos considerables en la vertical
ha sido generada por el movimiento rápido y brusco de dentro de una zona de falla. La presencia de estas
esta falla. rocas en Colombia se restringe a la zona oriental la
cual hace parte del Cratón Amazónico, así como
algunas regiones del basamento metamórfico de la
Cordillera Oriental, Sierra Nevada de Santa Marta
Ordóñez 75

y el flanco este de la Cordillera Central en fallas que han tenido una evolución con edades
específicamente en Puerto Berrio - Antioquia (Ordóñez hasta precámbricas y que por los procesos del
et al., 1999) levantamiento - erosión de los Andes ha sido
La transición entre la zona de dominio frágil a dúctil es posible su afloramiento en superficie. Localmente,
generalmente gradual, y es llamada zona de transición las fallas de dominio frágil pueden exponer rocas
(Fig. 2). En contraste, la transición entre un régimen miloníticas y este aspecto reviste importancia si
que podríamos denominar semi - frágil y el dominio estamos considerando evaluar la rata de
enteramente frágil, donde son formadas las brechas y la movimiento vertical que una falla pueda tener en
salvanda, es relativamente brusca, no obstante, no debe un sector determinado. Este caso en especial se
ser imaginada como un plano claramente definido en la observa en algunas áreas de incidencia directa de
corteza. Dentro de cualquier segmento de la litosfera y los sistemas de fallas de Romeral, Cauca,
mismo dentro de una zona de cizalla de fuerte Palestina, y ello debe interpretarse como resultado
inclinación, la transición ocurrirá en una zona de de movimientos verticales de las fallas, ya que
geometría compleja. Si la zona de cizallamiento se estas rocas representan ambientes de formación
extiende a través de una sección considerable de la profundos (> 10 km).
corteza, rocas de dominio frágil y dúctil pueden ser
formadas. De la misma forma en una zona de Finalmente, debemos destacar que para las obras
cizallamiento la introducción de fluidos favorece la de ingeniería lo mas importante a determinar en
reacción y formación de nuevos minerales, con lo que una zona de falla es:
la presencia de asociaciones y texturas inusuales se ve
favorecida en este ambiente.  Tipo de cizallamiento o fallamiento.
Determinado a partir de los productos
presentes en la zona de falla (brechas,
3. CONSIDERACIONES GENERALES salvanda o rocas miloníticas). Ello nos
indicará el nivel estructural que la zona de
deformación tiene a lo largo del área de
Entre los aspectos a destacar en el presente estudio es influencia del proyecto a ejecutar.
lo referente a la terminología correcta que debe usarse  Dirección de los esfuerzos de deformación.
con los productos asociados a zonas de falla. El Con esto se determina el tipo de falla, así
término MILONITA, además de ser un tipo de como su posible evolución regional.
material de falla, se refiere a rocas DURAS que  Niveles estructurales presentes en la zona de
presentan una foliación al menos microscópica y falla. Fundamental para considerar el tipo de
pertenecen a la zona de deformación dúctil, la cual se estructuras y comportamiento que el macizo
localiza a profundidades > 10 km. afectado por la falla, presente en su zona de
influencia directa.
A profundidades entre 4 y 10 km la deformación en las  Comportamiento general de la falla (grado de
zonas de falla es en general del tipo transicional, o sea actividad). Valido para ser considerado en
se tienen productos que presentan aspectos claros de represas y edificaciones.
deformación frágil pero que bien pueden tener  Zona de influencia. Dependiendo de la obra a
asociaciones mineralógicas o texturales del dominio realizar esta zona podrá ser definida regional o
dúctil, siendo los productos más representativos las localmente.
pseudotaquilitas y las denominadas ¨rocas cizalladas¨.
El dominio enteramente frágil puede ser localizado a
profundidades < 4 km, y las brechas y la salvanda son AGRADECIMIENTOS
los tipos de materiales típicos de esta zona.

Considerando las condiciones geológicas de nuestro Este artículo se realizo gracias a la Empresa
territorio, las rocas del dominio enteramente frágil son INTEGRAL S. A., en donde el trabajo
más características de fallas con actividad cenozoica, interdisciplinario y amplio en los proyectos de
como es el caso de las fallas o Sistemas Cauca, ingeniería fue la semilla para su realización. A
Romeral, Palestina, Bucaramanga, etc. Sobre los Uwe Martens, Jorge Julián Restrepo A. y Patricia
corredores de influencia de estas fallas los Angel C por sus valiosos aportes y comentarios.
deslizamientos, inestabilidad de taludes, zonas de rocas Al Ingeniero Hector de la Cruz, por sus
fracturada, etc., se constituyen en sus expresiones más importantes anotaciones. A la Universidad
significativas desde el punto de vista ingenieril y son Nacional de Colombia por el apoyo incondicional.
estos los aspectos más relevantes a considerar durante
el dsarrollo de proyectos de infraestructura.

Por otro lado, el dominio dúctil de las zonas de falla


(rocas del tipo milonitas), es más común de encontrar
76 Dyna 129, 2000

REFERENCIAS

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