Você está na página 1de 152

Emilio Frugoni

LOS ^PUESTOS
DESDE E L PUNTO.

DE tflSíA S0CIOIÓCK0

Biblioteca del Centro « Puentearesano

MONTEVIDf
LOS IHIPÜESÍOS
DESDE EL PUNTO DE VISTA SOCIOLÓGICO
Emilio Frugoni

LOS INIPÜESTOS
DESDE E L PUNTO
DE VISTA SOCIOLÓCKO

Biblioteca del C e n t r o « Puentearesano >

Ö " 3 k**?í
MONTEVIDEO
T A L L E R E S G R Á F I C O S RENACIMIENTO
Calle Buenos Aires, número 500

1915

BIBLIOTECA
ING. A G B .

Francisco Gómez Haedo


Este trabajo ha sido escrito a
solicitud del Centro «Puentearesa
no», progresista agrupación que
persigue plausibles fines de cultura
y mejoramiento populares y realiza
saludable obra de propaganda de
ideas entre sus componentes, para
capacitarlos en la defensa de sus
intereses y derechos.
LOS IMPUESTOS
D E S D E E L P U N T O D E VISTA S O C I O L Ó G I C O

No soy de los que creen que la cuestión


social ha de ser resuelta por medio del im­
puesto. Pero soy, sí, de los que no ignoran
que los impLíestos ejercen grandísima influen­
cia sobre la situación del pueblo, a g r a v a n d o
irritantemente las injusticias fundamentales
de la sociedad cuando recaen en las necesi­
dades de los productores en vez de hacerlo
sobre las ventajas de los ricos. E n t i e n d o , por
tanto, que el problema del impuesto es uno
de los más serios y que más deben preocupar
a los trabajadores, y a que se t r a t a de un
arma que el E s t a d o suele esgrimir contra
los más vitales intereses de su clase. A los
trabajadores corresponde evitar que el i m ­
puesto sea un arma de injusticia y de arbi­
traria expoliación, transformándolo en un
medio racional de conseguir recursos para el
sostenimiento de los servicios públicos no
a costa de la pobreza de los más, sino a
expensas de las situaciones personales pri­
vilegiadas. Contra este propósito perfecta­
mente equitativo se ha dejado oir l a v o z de
muchos economistas que ven en toda tenta­
t i v a de impedir que la situación desventajosa
— 6 -

de los p r o d u c t o r e s sea a g r a v a d a por la inter­


v e n c i ó n fiscal, la pretensión, p a r a ellos
i n a d m i s i b l e , de h a c e r del i m p u e s t o un medio
de r e p a r a r las d e s i g u a l d a d e s económicas.
U n a escuela, p a r t i e n d o de la base de que
el r é g i m e n de la libre c o n c u r r e n c i a en la
a p r o p i a c i ó n p r i v a d a es el único e q u i t a t i v o y
v e r d a d e r a m e n t e j u s t o , sostiene que debe
t o m á r s e l e con t o d a s sus consecuencias socia­
les, y que una de estas consiste en que a
u n a d e t e r m i n a d a porción de g a s t o s corres­
p o n d e n c a r g a s y sacrificios diferentes p a r a
p e r s o n a s c u y o s recursos son diferentes, de
d o n d e r e s u l t a q u e la imposición no ha de
t e n d e r a i g u a l a r esos sacrificios, p o r q u e
e n t o n c e s e n t r a r í a a m o d i f i c a r la relación de
las s i t u a c i o n e s i n d i v i d u a l e s de las rentas y
fortunas.
E s e es el concepto en c u y a v i r t u d L e r o y -
B e a u l i e u declara en su Traité de la Science
des Finances que al E s t a d o no debe preocu­
p a r l e el p r o b l e m a de la i g u a l d a d de los
sacrificios.
E n otra de sus obras, Essai sur la repar­
tición des richesses (citada por L . S u r e t en
L'Impôt Progressif) a f i r m a que el «rol
del E s t a d o r e l a t i v a m e n t e a la repartición
de las riquezas es m u y simple; no consiste
en tomar de unos para dar a otros, en
h a c e r del i m p u e s t o un i n s t r u m e n t o de corre,c-
ción de las d e s i g u a l d a d e s sociales. C u a n d o
p e r s i g u e este ideal de algunos, el E s t a d o
v i e n e a ser, en la v i d a , un elemento per­
turbador».
«No es esa la función del i m p u e s t o —
dice B e c h a u x , — n o es la misión del E s t a d o
— 7 -

corregir las desigualdades i n d i v i d u a l e s to-


mando de unos para dar a otros». (La
Escuela Económica Francesa). Rechaza
así la idea de fundar instituciones de pre-
visión y de asistencia social, en p r o v e c h o
del pueblo, costeándolas con el i m p u e s t o
progresivo. « E l impuesto por si m i s m o —
dice otro economista, V . R . S t o u r m — n o es
un agente de justicia. N o tiene por misión
propagar, t o d a v í a menos crear la justicia;
el impuesto no tiene más que un papel pasi-
v o . Su ideal es a d a p t a r s e a las d i v e r s a s si-
tuaciones sin perturbarlas, y e x p r e s a d o to-
d a v í a más explícitamente, consistiría en
pasar inadvertido».
Pero ¿ c ó m o ha de p a s a r i n a d v e r t i d o
para los proletarios un impuesto que les en-
carece y les dificulta la vida, a u n q u e los
ricos puedan sobrellevarlo sin la menor
molestia? Y lo malo es que cuando se nos
dice que el impuesto no es factor de justi-
cia, no tiene la misión de p r o p a g a r o crear
la justicia, y a sabemos lo que esto quiere
decir. Quiere decir, sencillamente, que des-
cansará sobre la justicia orgánica a u m e n -
tándola, por cuanto su peso será una carga
intolerable para quien no se halla en esta-
do de soportarle y será una carga l l e v a d e -
ra para quien pueda sin m a y o r e s sacrificios,
soportar t o d a v í a otras más cuantiosas. Sólo
a condición de que sea «agente de j u s t i -
cia» deja de ser agente de injusticia. Sólo
haciendo eso que Lerey B e a u l i e u llama
«tomar de unos para dar a otros», si aque-
llos son los poseedores y estos los desposeí-
dos, puede no ser i n s t r u m e n t o de opresión
- 8 -

y d e s i g u a l d a d e c o n ó m i c a s . Mientras se li-
m i t e a s a c a r a los q u e tienen poco, algo
q u e p a r a é s t o s sea m u c h o , y a los que tie­
nen m u c h o , a l g o q u e r e l a t i v a m e n t e sea po­
co, su o b r a no será la que corresponde a
un « p a p e l p a s i v o » , l i n o la obra de un ele­
m e n t o a c t i v o en la c r e a c i ó n , renovación y
a c r e c e n t a m i e n t o de la i n j u s t i c i a .
W a l k e r — c i t a d o por S e l i g m a n , en LImpot
Progressif— funda la que se ha llamado
«teoría c o m p e n s a t i v a del impuesto» en «el
h e c h o i n d u d a b l e de q u e las diferencias de
p r o p i e d a d y de r e n t a s son debidas, en gran­
d í s i m a p a r t e , a que el E s t a d o falta a su deber
de p r o t e c c i ó n d e los h o m b r e s contra la vio­
lencia y el fraude» y en que «las diferen­
cias de r i q u e z a s son d e b i d a s , en una cierta
m e d i d a a los a c t o s del E s t a d o mismo, que
tienen un fin político, como los tratados de
c o m e r c i o , las tarifas, la legislación monetaria,
los e m b a r g o s , los actos de non-intercourse,
las g u e r r a s , etc.» D e S i s m o n d i ha hecho no­
t a r que «la m á s g r a n d e p a r t e de los gastos del
e s t a b l e c i m i e n t o social está destinada a defen­
der el rico c o n t r a el pobre; puesto que, si
se les d e j a b a a sus fuerzas r e s p e c t i v a s , el
p r i m e r o no tardaría en ser despojado. E s ,
pues, j u s t o que el rico contribuya no sola­
m e n t e en proporción de su fortuna, sino
m á s allá aun de esta proporción, a soste­
ner un orden que le es tan v e n t a j o s o .
,/NouveauK Principes tfEconome Pohtique).
« E i r i c o — h a dicho G r a s l i n - p r e s e n t a una
m á s g r a n d e superficie a la p r o t e c o ó n - .
8
S i e n d o e x a c t o - c o m o ev dentemente lo es
c u a n t o esos autores dicen en los parra-
— 9 —

fos transcriptos, resulta innegable que cuan­


do el impuesto se abstiene de modificar la
relación de las facultades económicas indi­
viduales, o de clase, lejos de j u g a r un rol
pasivo, ejerce una complicidad a c t i v a en la
expoliación inherente a tai ordenamiento de
cosas. Porque si el E s t a d o es úti o bene­
ficioso para los pudientes mucho más que
para los menesterosos, cuando el g r a v a m e n
se regula con prescindencia de tan impor­
tante consideración, lo que realmente hace
es sacar a los pobres para dar a los ricos.
Téngase en cuenta, además, que aquel con­
cepto del impuesto aparentemente «neutral»,
si ha podido impedir que la carga del E s t a d o
recaiga exclusivamente sobre el privilegio
no ha impedido que infinitas gabelas per­
siguiendo al contribuyente en sus necesida­
des de todo orden y especialmente en las
más imperiosas, entren ellas a c a m b i a r dicha
relación, pero no en el sentido de reducir
en proporción m a y o r las aptitudes pecunia­
rias superiores, sino en el de disminuir la
capacidad de consumo y rebajar el nivel
de vida de los proletarios, porque tales
impuestos obran como dotados de una pro-
gresividad a la inversa.

II

No faltan economistas que sostengan que


el E s t a d o gasta más por m o t i v o de los
— 10 -

proletarios que por protejer a las clases


acomodadas.
L e r o y - B e a u l i e u p a s a en r e v i s t a diversos
servicios públicos, y dice (Traite de la
Science des Finalices): « E s un hecho curioso
q j e en F r a n c i a la enseñanza secundaria no
cueste casi n a d a al E s t a d o y que la ense-
ñ a n z a superior le reporte ingresos, mientras
q u e la enseñanza popular es para él una
c a r g a . ¿ E s que el carruaje elegante y ligero
del h o m b r e rico deteriora infinitamente más
las calles que el c a r r o m a t o del paisano?»
L u e g o entra a considerar la deuda pú-
blica y escribe las siguientes ocurrencias:
« L a deuda de F r a n c i a , por ejemplo, es de-
bida casi integramente a dos series de s u -
cesos: la R e v o l u c i ó n F r a n c e s a y el primer
Imperio que de ella surgió; la revolución
de 1 8 4 8 y el segundo Imperio que fué su
producto. A h o r a bien, ¿se puede pretender
que sean las clases a l t a s del país las que
han surcitado esos acontecimientos?... ¿Por-
qué, entonces, bajo el gobierno del sufragio
universal o de los plebiscitos, se querría
arrojar únicamente o casi únicamente sobre
los ricos o las gentes acomodadas todo el
fardo de las faltas nacionales?»...
Pero v e a m o s :
E l primer imperio, que derrochó tanta
sangre del pueblo y codificó los principios
de derecho civil convenientes al interés de la
burguesía ¿es, acaso, una culpa que las clases
bajas, sus verdaderas víctimas, deban purgar?
Y ¿ a quienes vino a favorecer la Revolución
- ti -

Francesa sino, sobre todo, a los miembros


de la burguesía y a sus intereses de clase?
La burguesía pasó a ocupar, merced a esa
revolución, el poder político y la dirección
de la sociedad. A ninguna clase tanto como
a ella le corresponde, pues, pagar las deu-
das ocasionadas por tan magno movimiento
histórico; y si fuese verdad que ella no lo
ha suscitado ni ha tomado en él preponde-
rante intervención, nueva razón sería esa
para que sufragase por sí sola los gastos,
y a que aprovechando como ninguna clase
de la obra dt la Revolución, debería sufra-
gar tanto más cuanto menos h a y a contri-
buido a los esfuerzos del pueblo.
Sería más lógico que los nobles despoja-
dos de sus prerrogativas pretendiesen no
contribuir a esos gastos públicos; ¿pero
quién se atrevería a sostener semejante
pretensión ante el argumento de que, t r a -
tándose de prerrogativas injustas y perju-
diciales, serían ellos los que deberían i n -
demnizar al pueblo por todo el tiempo en
que gozaron de sus absurdos privilegios?....
De la revolución del 48, lo que no ha de
olvidarse es que la segunda república—su
verdadero fruto—fué derrocada por el golpe
de mano de la reacción burguesa—imperia-
lista, y criminalmente manchada de sangre
proletaria. N a d a resulta, pues, tan extraor-
dinario como la ocurrencia de que el Segun-
do Imperio es hijo de la revolución del 4 8 ,
por lo cual las deudas que contrajo debe p a -
garlas el pueblo, culpable de... haber implan-
tado la s e g u n d a República!
Por otra parte, ¿no es acaso innegable
- 12 -

que las g u e r r a s — n o y a las simples revolu­


ciones internas c u y a s consecuencias doloro-
sas suelen t a r d a r menos en cicatrizarse, sino
los m á s dispendiosos derroches de dinero y de
sangre—no son n u n c a la obra del pueblo,
que no las p r e p a r a ni las decide, si bien
tiene que s o b r e l l e v a r l a s y «hacerlas?» Casi
todas las guerras de estos últimos tiempos
han sido l l e v a d a s a cabo con fines de ex­
pansión económica, que se ha traducidD en
el enriquecimiento de las castas e l e v a d a s -
de comerciantes, industriales, propietarios y
capitalistas de toda índole—después de ha­
berse alcanzado a expensas de la v i d a y de
la miseria de los proletarios.
Los gastos militares - q u e aniquilan a la
clase t r a b a j a d o r a y mantienen constante­
mente encendida la mecha de los estallidos
sangrientos—no hallan más firme y pode­
roso propagandista que el interés de los
capitales fomentados por su conservación y
multiplicación vertiginosa.
E n cuanto a las demás consideraciones,
b a s t a r á oponerles las y a citadas frases de
Sismondi, que podemos reforzar con estas
otras del mismo autor:
« P a r a hacer valer su fortuna, los ricos
están, por ellos mismos o por sus agentes,
o sus deudores, todos en lucha con los po­
bres, que ellos hacen trabajar; les impenen
condiciones severas, a veces hasta irraciona­
les. N o es su fuerza la que basta para esto;
es la de la sociedad, que se la presta; la
industria de que extraen sus rentas, directa
o indirectamente, no podría mantenerse si
el gobierno, que frecuentemente protege el
— 13 —

o r d e n e s t a b l e c i d o , sin e x a m i n a r los d e r e c h o s
de las gentes, no diese sin cesar un p o d e r o -
so a p o y o a q u i e n t i e n e , c o n t r a q u i e n no
tiene nada» (Obr. citada. II pág. I56).
S e l i g m a n es t a m b i é n d e los q u e a f i r m a n
q u e los g a s t o s del E s t a d o , p o r l o menos
e n u n a g r a n m e d i d a , a p r o v e c h a n en m a y o r
proporción a los p o b r e s q u e a los ricos.
«El pobre envía sus niños a una escuela
p ú b l i c a y el r i c o s e d i r i g e a u n a escuela
p r i v a d a ; el p o b r e d e p e n d e d e l o s e s f u e r z o s
de la a d m i n i s t r a c i ó n en l a l u c h a c o n t r a el
i n c e n d i o y l a s m e d i d a s s a n i t a r i a s , el r i c o
r e c u r r e p o r sí m i s m o a l s e r v i c i o d e l o s m e -
j o r e s r e m e d i o s y a los e x p e r t o s d e p r i m e r
o r d e n ; el p o b r e , en f i n , r e c u r r e a la A s i s -
t e n c i a P ú b l i c a y a l a s p e n s i o n e s del E s t a -
do, m i e n t r a s el r i c o n o t i e n e n e c e s i d a d d e
h a c e r l o . » (Essais sur l'Import, II pág. 3 2 ) .
E l r e c o n o c e , en v e r d a d , q u e e s t o n o o c u r r e
c o n t o d o s los s e r v i c i o s ; p e r o n o h a estado
m u y feliz al e s c o g e r los e j e m p l o s . L a l u c h a
c o n t r a el i n c e n d i o n o es d e a q u e l l a s q u e
m e j o r p r u e b e n la t e s i s de q u e s o n los p o -
bres quienes reciben m a y o r e s beneficios de
l a a c c i ó n del E s t a d o . N o c u e s t a t a n t o p o r
c i e r t o d e f e n d e r del f u e g o la c a s a d e un
m e n e s t e r o s o q u e el p a l a c i o de u n p o t e n t a -
do, ni s o n m a y o r e s los i n t e r e s e s m a t e r i a l e s
s a l v a d o s en el p r i m e r c a s o q u e los salva-
dos o d e f e n d i d o s e n el s e g u n d o .
E l e v é m o n o s de los detalles al c o n j u n t o ,
y podremos refutar en general esa tesis
con pocas p a l a b r a s de K a u t s k y : « L a e x -
p l o t a c i ó n c a p i t a l i s t a n o es absolutamente
el r e b u l t a d o ri- >"•> . - » « ™ i - ,
T fí^^,.,.-.,^^
- 14 —

S o n m á s bien s u s e x i g e n c i a s l a s q u e han
c r e a d o el d e r e c h o a c t u a l m e n t e en v i g o r y
le h a n d a d o su i m p e r i o . E l d e r e c h o no h a
c r e a d o la e x p l o t a c i ó n ; se c o n c r e t a a v e l a r
p o r q u e la e x p l o t a c i ó n se d e s a r r o l l e lo m á s
f á c i l m e n t e al i g u a l de otros p r o c e s o s . . . E l
d e r e c h o es el a c e i t e q u e h a c e m e n o s sensi­
bles los f r o t a m i e n t o s del m e c a n i s m o eco­
n ó m i c o . S i esas r e s i s t e n c i a s a u m e n t a n ; si,
de u n a p a r t e , los a n t a g o n i s m o s e n t r e e x ­
plotadores y explotados, poseedores y no
p o s e e d o r e s , si el lumpenproletariat en p a r ­
t i c u l a r a d q u i e r e e x t e n s i ó n , si, de o t r a par­
te, en el seno de la clase c a p i t a l i s t a , c a d a
p a t r ó n i n d i v i d u a l r e c u r r e a la c o o p e r a c i ó n
de n u m e r o s o s c a p i t a l e s p a r a e v i t a r t o d o
o b s t á c u l o a la m a r c h a de su e m p r e s a , la ne­
c e s i d a d de un d e r e c h o c o n v e n i e n t e se ha­
ce m á s v i v a m e n t e s e n t i r ; m á s c o n s i d e r a ­
ble se t o r n a la i m p o r t a n c i a de la policía y
de la justicia; m á s i m p e r i o s a se v u e l v e la
n e c e s i d a d de u n a a u t o r i d a d fuerte p o n i e n d o
su p o d e r al s e r v i c i o del derecho». (Le Pro-
gyanime Socialiste, t r a d u c . de R e m y , p á g .
68-69).
E s a s p a l a b r a s nos i n d i c a n q u e el derecho
y l a s i n s t i t u c i o n e s e n c a r g a d a s de a p l i c a r l o o
h a c e r l o c u m p l i r , si pueden c o n s i d e r a r s e a
c i e r t a a l t u r a de su e v o l u c i ó n una s a l v a g u a r ­
d a del e x p l o t a d o — y h a n de serlo c a d a v e z
m á s p o r la a c c i ó n de la d e m o c r a c i a o b r e r a
— n o tienen q u e h a c e r s e p a g a r los «gastos
d e m a n t e n i m i e n t o » por a q u e l l o s a q u i e n e s
a m p a r a h a s t a c i e r t o p u n t o , sino p o r a q u e ­
llos q u e h a c e n i m p r e s c i n d i b l e su i n t e r v e n -
- 16 -

ción. Si no existiera la explotación no h a b r í a


que defender a los e x p l o t a d o s .
« E v i d e n t e m e n t e - e x c l a m a A t h u r Mangín
—en un país donde no hubiese más que
gente rica, la gendarmería, la pol cía, los
tribunales del crimen y correccionales serían
poco menos que inútiles»... P a r a él son los
pobres los culpables de que existan todas
esas cosas tan caras. H a b r í a , pues, que su-
primir... a los pobres. P e r o , en la sociedad
actual, ¿habría ricos si no hubiese p o b r e s ?
¿ H a b r í a acaparadores de riquezas si no
hubiese quienes las creasen para el prove-
cho ajeno?...
Los que realmente resultan caros a la so-
ciedad, pues cuestan lo que no r e t r i b u y e n ,
son los dueños de la fortuna. C u a n d o cos-
teen con sus rentas todos los gastos de la
asistencia social prestada a los menestero-
sos, sólo harán lo que J u a n de R o b r e s ,
según el conocido epigrama: «hacer el h o s -
pital después de haber hecho los pobres»...
Por ahora dejan que el hospital se lo ha-
gan los que lo necesitan. Ellos, mientras
puedan continuar enriqueciéndose merced a
la explotación que condena a los otros a
la miseria, no han de necesitarlo....
Y bien, esta v e n t a j a , obtenida a expen-
sas de la indigencia y opresión de las m a -
sas, es la que ellos deben p a g a r al E s t a d a
bajo c u y a protección la disfrutan. E l E s -
tado, que les permite el goce de tales p r e -
rrogativas, debe ser mantenido por ellos, y
no por quienes soportan todos los i n c o n v e -
nientes del privilegio.
Las ventajas sociales de a u e gozan las
- 16 -

clases altas—sobre ser las que imponen a


la colectividad el mantenimiento de la cos­
tosa maquinaria destinada a defenderlas o
a impedir que extremen su gravitación so­
bre las espaldas de los productores de toda
la riqueza, al menos para no abrumar d e ­
masiado «a la gallina de los huevos de
oro», que conviene conservar — se perpe­
túan en detrimento de. los verdaderos prin­
cipios de justicia, de las conveniencias de
las muchedumbres proletarias o de la nación
misma, y hasta de los fines de la especie.
E n cambio, los beneficios que los proleta­
rios reciben de la acción social o protectora
del E s t a d o contemplan Derfectamente estos fi­
nes, se concilian con aquellos principios e in­
terpretan las más altas y reales conveniencias
de la nación. No se contrapongan, pues, estos
beneficios a aquellas ventajas, para deducir
la obligación de los proletarios a contri­
buir al sostenimiento de los gastos públicos.
E l privilegiado aprovecha hasta de los
que parecen beneficios exclusivos para los
desheredados. E l mejoramiento de las con­
diciones de vida de los asalariados, no per­
judica a los capitalistas, sino que, en gene­
ral, favorece sus conveniencias inmediatas.
Al aumentar con el salario la capacidad del
consumo del pueblo, la producción y el
comercio reciben nuevo impulso, que signi­
fica mayores riquezas y mayores ganancias.
Defender al indigente contra la enferme­
dad; rodear de precaucione? a los elemen­
tos del proletariado para resguardar y res­
taurar su salud; para evitar o c o m b a t i r l a s
— 17 —

raza, y en ú l t i m o análisis, defender a todos


los componentes sociales, defensa q u e r e s u l ­
t a r á m á s v a l i o s a p a r a los q u e m á s t e n g a n
que p e r d e r . . . P o r lo d e m á s , la v i d a del pro­
letario es m á s útil a los r i c o s — q u e v i v e n
y a u m e n t a n sus c a u d a l e s g r a c i a s al t r a b a j o
de a q u é l — q u e la v i d a del c a p i t a l i s t a a los
proletarios. E s t o s tienen p a r a los c a p i t a l i s ­
t a s un v a l o r p o s i t i v o ; en c a m b i o los c a p i t a ­
listas tienen p a r a los t r a b a j a d o r e s un v a l o r
n e g a t i v o . S i el c a p i t a l sale del t r a b a j o , c l a r o
es q u e sin los t r a b a j a d o r e s no e x i s t i r í a el
capital P o d r í a m o s , m o d i f i c a n d o un poco la
célebre p a r á b o l a de S a i n t - S i m ó n , s u p r i m i r de
golpe a los c a p i t a l i s t a s , en c u a n t o c a p i t a ­
listas, no en c u a n t o h o m b r e s m á s o m e n o s
útiles, sin que por eso el c a p i t a l — o las rique­
zas que lo c o n s t i t u y e n — h u b i e s e n de d e s a p a ­
recer.
E s t o nos d e m u e s t r a que el E s t a d o debe
interesarse más por la suerte de los produc­
tores que por la de los a c a p a r a d o r e s ; m á s por
la conservación del pueble laborioso, q u e por
la de los privilegiados. Y q u e m i e n t r a s d e b e
hacer p a g a r a éstos una i n d e m n i z a c i ó n por
los beneficios que obtienen, no debe e x i g i r
a aquéllos, al menos a los peor r e c o m p e n s a ­
dos, el pago de una protección que responde
a s u p r e m a s conveniencias de la c o l e c t i v i d a d ,
y que a d e m á s r e t r i b u y e n s o b r a d a m e n t e con
tus esfuerzos p r o d u c t i v o s y mal r e m u n e r a d o s ,
a p a r t e de q u e n a d a p u e d e en justicia co­
brarles una sociedad de la cual son por tal
causa v e r d a d e r o s acreedores. E s a protección
la han p a g a d o de antemano....
- 18 -

III

Tiempos hubo en que las clases ricas y


poderosas eran, precisamente, las que esta-
ban exentas de todo gravamen, añadiendo
así a sus enormes privilegios de todo orden
el no menos importante de no subvenir a
los gastos públicos ni al sostenimiento de
las fastuosísimas cortes y parásitos de la
reyecía. En el antiguo régimen el clero y
la nobleza se hallaban excluidos de la car-
ga de las contribuciones, y como los gastos
del gobierno aumentaban sin cesar, ellas
debían multiplicarse hasta el infinito sobre
las espaldas del pueblo exclusivamente.
«Los impuestos—dice Boiquillebert en su
Detaill de France—con ser tantos y tan
ruinosos, causaban mucho más daño que
por su peso por la iniquidad de su distri-
bución y de las rapiñas escandalosas que
acompañaban a su cobranza».
L a Revolución Francesa implantó el prin-
cipio de que no debía haber ciudadanos
exentos, por razón de categoría social, de
la obligación de sufragar los gastos nacio-
nales. La declaración de los principios del
hombre dice que «la contribución común
debe ser repartida igualmente entre todos
los ciudadanos con arreglo a sus medios».
Antes Turgot había intentado suprimir
los privilegios en materia de impuestos y
repartir estos entre todos los propietarios.
Eliminó la prestación real, que sólo se exi-
- 19 -

g l a al pueblo, y la s u s t i t u y ó por un g r a -
v a m e n p a g a d e r o en m e t á l i c o y e x i g i b l e a
los propietarios, d e c l a r a n d o q u e « c o m o los
g a s t o s del g o b i e r n o tienen por o b j e t o el
interés p ú b l i c o , t o d o s deben c o n t r i b u i r a
sufragarlos; y m i e n t r a s m á s e l e v a d o p u e s t o
se ocupa en la s o c i e d a d , m a y o r h o n r a h a y
en contribuir a sus c a r g a s » .
L a v e r d a d es q u e esta h o n r a de q u e ha-
b l a b a T u r g o t no fué n u n c a s e n t i d a ni c o m -
p r e n d i d a por los p r i v i l e g i a d o s , q u i e n e s c o n -
siguieron hacer f r a c a s a r los p l a n e s del célebre
ministro de L u i s X V I , p r o v o c a n d o su c a í d a .
Modernas t e n d e n c i a s democráticas—desen-
tendiéndose de que la clase p o s e e d o r a con-
tinúe d e s d e ñ a n d o dicha h o r / a , c o m o lo
d e m u e s t r a su a v e r s i ó n a todo i m p u e s t o
sobre la p r o p i e d a d — p r o c l a m a n que lo j u s t o
y deseable es h a c e r recaer e x c l u s i v a m e n t e
sobre los p r i v i l e g i a d o s , sobre los p o s e e d o r e s
y los pudientes, el peso de las c a r g a s fiscales.
E s t e principio de la e x c l u s i v i d a d l e v a n t a
— y no podía ser m e n o s — g r a n d e s y n u m e -
rosas resistencias. A l g u n o s e n t i e n d e n q u e
con su aplicación se resucitaría, i n v i r t i é n d o l o ,
el p r i v i l e g i o del a n t i g u o régimen que e x c e p -
t u a b a del i m p u e s t o a las clases g o b e r n a n t e s :
a los nobles y al clero. Charles G i d e — q u e
sin ser un r e v o l u c i o n a r i o es un espíritu
a m p l i o y m o d e r n o —considera peligroso h a -
cer recaer sobre las clases a f o r t u n a d a s t o d o
el peso de los g a s t o s públicos, p o r q u e b a -
j o el régimen del sufragio u n i v e r s a l la cla-
se a s a l a r i a d a es la que d i c t a la ley, y si e s t a
clase q u e d a r a e x i m i d a de las c a r g a s f i s c a -
les no se c u m p l i r í a a q u e l principio e s e n c i a l
- 20 -

de todo buen gobierno: que el que gobierna


sufra las consecuencias y la responsabllid ad
<fc sus actos. Por lo pronto, hay inexactitud
manifjesta en decir que la clase asalariada
dicta y a la ley en el régimen del sufragio
Universal, si bien llegará a hacerlo, tarde o
temprano. A p a r t e de los perjuicios de la
fundamental organización económica, con-
solidada y traducida también en institutos
legales constitucionales, esa clase, por el
momento, tiene que soportar—y las sopor-
tará durante mucho tiempo aun, si no se
adueña verdaderamente del poder—múlti-
ples leyes lesivas de sus intereses y favo-
rables a los de las clases acomodadas, que
por disponer de medios pecuniarios y gozar
de situación social ventajosa, que se tradu-
cen en una formidable potencia económica
y financiera, continúan dominando, abierta
o disimuladamente, con transacciones o sin
ellas, según las oportunidades, y no obstante
la extensión del sufragio. Pero coloquémo-
nos en el caso de una real influencia pre-
ponderante de los trabajadores: si estos se
eximen del impuesto, ¿se sustraerán por
ese simple acto de gobierno a las conse-
cuencias de las medidas financieras en ge-
neral y de las leyes impositivas especial-
mente? No; pues las cargas que arrojen
sobre las otras clases podrán determinar
restricciones inconvenientes a la actividad
capitalista o poner, según la frase de Ve-
ber, «en fuga la riqueza que castiguen»,
provocando así efectos perjudiciales a la
colectividad entera y por consiguiente a
tos mismos trabajadores. E l eximirse del
— 21 —

I m p u e s t o n o les p e r m i t i r á p o r t a n t o l i b r a r -
l e de la p r e o c u p a c i ó n de q u e las c a r g a s
f i s c a l e s a r r o j a d a s s o b r e los o t r o s c o m p o n e n t e s
d e la s o c i e d a d , s e a r m o n i c e n c o n l a s c o n -
v e n i e n c i a s p o s i t i v a s del c o n j u n t o . Y la
c i r c u n s t a n c i a d e s e r ellos l o s m á s perjudi-
c a d o s en d e f i n i t i v a c u a n d o s e c o n t r a r í a n
e s a s c o n v e n i e n c i a s , es l a m e j o r g a r a n t í a d e
q u e su politica fiscal no ha de o l v i d a r los
v e r d a d e r o s i n t e r e s e s s o c i a l e s p o r el h e c h o
de e x i m i r s e en a t e n c i ó n a e s o s mismos
intereses. N i n g u n a otra clase p u e d e ofrecer
tal g a r a n t í a , p o r q u e s u s c o n v e n i e n c i a s c o l e c -
t i v a s no s i e m p r e v a n de a c u e r d o con las
más altas y respetables de la sociedad y
a m e n u d o v a n en c o n t r a , al p e r j u d i c a r a
la m a y o r í a d e s u s e l e m e n t o s ú t i l e s . Y l u e g o ,
¿ n o es a c a s o v e r d a d , y v e r d a d i n c o n c u s a ,
demostrada s o b r a d a m e n t e por la práctica,
que toda clase q u e g o b i e r n a se s i r v e del
p o d e r en p r o v e e r l o p r o p i o ? E s este un
fenómeno que había advertido perfecta-
m e n t e S t u a r t Mili c u a n d o a s e g u r a b a q u e
no h a y ejemplo de que una clase cualquie-
r a , en p o s e s i ó n del g o b i e r n o , ¡ o h a y a e m -
p l e a d o en f a v o r d e l a s d e m á s c l a s e s s o c i a l e s .
Cuando ha hecho concesiones ha sido obede-
c i e n d o al i n s t i n t o d e c o n s e r v a c i ó n , t a l c o m o
s u c e d e h o y , en v i r t u d del s u f r a g i o u n i v e r s a l ,
a la b u r g u e s í a , la c u a l s u e l e v e r s e o b l i g a d a a
c o n s e n t i r en l e g i s l a c i o n e s q u e contemplen
les i n t e r e s e s del p r o l e t a r i a d o , s o p e n a d e
ser d e s a l o j a d a de sus posiciones políticas,
o para evitar trastornos que socaven su
p o d e r í o . P o r o t r a p a r t e , los p r o g r e s o s d e m o -
c r á t i c o s r e a l i z a d o s en m a t e r i a f i s c a l (el f a v o r
— ¡re-

creciente del i m p u e s t o a las sucesiones y


del i m p u e s t o progresivo) m e d i a n t e parla-
m e n t o s en q u e p r e d o m i n a n la propiedad y
el c a p i t a l , se e x p l i c a n — s e g ú n nos lo enseña
L o r i a en una de sus o b r a s fundamentales—
no por el propósito de afectar sus intere-
ses de clase sacrificándolos al bien ¿ornún,'
sino por los efectos de esas imposiciones,
q u e en d e t e r m i n a d o s momentos de la evo-
lución histórica son necesarios al mejor fun-
c i o n a m i e n t o m e c á n i c o de la economía capi-
t a l i s t a , (i) A veces estas legislaciones son la
o b r a de una clase que es un apéndice de
la b u r g u e s a , pero con intereses propios vin-
culados a su situación política, la cual cons-
t i t u y e su única o su principal base econó-
m i c a : la clase burocrática, la de los políticos
profesionales, que en países como el nuestro
es la que v e r d a d e r a m e n t e gobierna. Y bien:

(1) « E s o 8 6 e x p l i c a f á c i l m e n t e c u a n d o se tiene
e n c u e n t a q u e c o n el p r o g i e s o de l a e c o n o m í a ,
l a r i q u e z a d i s p o n i b l e s e h a c e B i e m p r e m á s consi-
d e r a b l e , y q u e ósta, s o b r e todo si e s t á c e n t r a l i z a -
da p o r g r a n d e s c a p i t a l i s t a s , s e a b a n d o n a a l a s es-
p e c u l a c i o n e s r u i n o s a s y n a u f r a g a en Jos Kraes
f i n a n c i e r o s , a r r a s t r a n d o en el d e s a s t r e Una i n -
m e n s a p a r t o de l a a c u m u l a c i ó n s o c i a l . A h o r a
b i e n , el i m p u e s t o a l a s s u c e s i o n e s es d o b l e m e n t e
eficaz p a r a a t e n u a r osos d e s a s t r e s , puesto q u e ,
p o r u n a p a r t e , s u s t r a e a los c o n t r i b u y e n t e s u n a
c a n t i d a d d e c a p i t a l q u e B i n o se l a n z a r í a a laa
e s p e c u l a c i o n e s , y p n - o t r a parte, d e j a inalte-
r a d a la t a s a dol p r o v o c h o , impidiendo así la p r o -
d u c c i ó n del c a p i t a l p r o d u c t i v o en c a p i t a l impro-
d u c t i v o — c o r o l a r i o fatal de la r e d u c c i ó n de l a ta-
s a d e l p r o v e c h o » — ( A . L o r i a . Le base economick*
df.lla costituiione nocíale).
23 -

cuando esta clase sanciona leyes f a v o r a b l e s


a los t r a b a j a d o r e s n o lo h a c e p o r b e n e f i -
ciarlos, sino por beneficiarse, b u s c a n d o con-
quistarse las s i m p a t í a s de las m a s a s p o p u -
l a r e s p a r a g a r a n t i r s e un c ó m o d o manteni-
m i e n t o en l a s p o s i c i o n e s a d q u i r i d a s .
¿ P o r q u é , e n t o n c e s , h a b r í a n d e ser los p r o -
letarios quienes renunciasen a favorecerse*
c u a n d o sus c o n v e n i e n c i a s y a s p i r a c i o n e s d e
c l a s e son las m á s r e s p e t a b l e s , l a s v e r d a d e r a -
m e n t e generales, y las únicas q u e se i d e n t i f i -
c a n c o n los m á s l e g í t i m o s fines de l a c o l e c t i v i -
dad?
Si hoy la clase g o b e r n a n t e no se e x i m e
d e c o n t r i b u c i o n e s , c o m o l a n o b l e z a y el c l e r o
b a j o el a n t i g u o r é g i m e n , s a b e — g u a r d a n d o
m á s o m e n o s las f o r m a s — c o l o c a r s e en s i -
tuación privilegiada frente a las imposiciones
f i s c a l e s . — A s í en n u e s t r o p a í s l a c a s t a d e
los t e r r a t e n i e n t e s — q u e h a s i d o , y s i g u e s i é n -
d o l o , la de m a y o r i n f l u e n c i a en los d e s t i n o s
n a c i o n a l e s - sólo c o n t r i b u y e c o n 4 m i l l o n e s
y m e d i o , p r o d u c t o d e la c o n t r i b u c i ó n i n m o -
b i l i a r i a , al s o s t e n i m i e n t o de los g a s t o s p ú b l i -
c o s , q u e p a s a n de 3 6 . 5 0 0 . o c x ) p e s o s . — S e
d i r á q u e los t e r r a t e n i e n t e s c o n t r i b u y e n a d e -
m á s con t o d o s los o t r o s i m p u e s t o s , q u e
t a m b i é n les a l c a n z a n y t a m b i é n les c o j e n
d e n t r o de su a p r e t a d í s i m a r e d . P e r o ¿ q u i é n e s
p a g a n en d e f i n i t i v a t o d o s los i m p u e s t o s ,
hasta aquellos mismos que directa y e x -
c l u s i v a m e n t e g r a v i t a n s o b r e los p r o p i e t a r i o s
t e r r i t o r i a l e s , s i n o los p r o l e t a r i o s , q u e s o n l o s
mal recompensados productores de toda
r i q u e z a , y los ú n i c o s q u e p o r h a l l a r s e e n l a
b a s e m i s m a de la e s c a l a e c o n ó m i c a n o puede*r

('/'v
V ;..,
- 24 -

a r r o j a r su p r o p i a c a r g a s o b r e los h o m b r o s
de nadie?
S o b r e las e s p a l d a s de los a s a l a r i a d o s s e
c o n s t r u y e n y d e s c a n s a n las i o r t u n a s p a r t i -
c u l a r e s , y de a h i q u e c u a n d o ellos s e e x i -
m a n del p a g o d e las c o n t r i b u c i o n e s n o h a r á n
sino s u s t r a e r s e a g r a v á m e n e s q u e en j u s t i c i a
no les c o r r e s p o n d e n , p o r q u e j u s t o es q u e
se libren de p a g a r i m p u e s t o s p r o p i o s q u i e -
nes de a l g ú n m o d o d e b e n p a g a r s i e m p r e l o s
á g e n o s . P e r o c u a n d o s o n las c l a s e s a f o r t u -
n a d a s las q u e se e x i m e n o se f a v o r e c e n ,
e s t a s a g r e g a n asi al p r i v i l e g i o de sus posi-
ciones s o c i a l e s , c i m e n t a d a s en la e x p l o t a c i ó n
y el d e s p o j o , un p r i v i l e g i o fiscal reñido en
a b s o l u t o con t o d a i d e a de j u s t i c i a . E s t a es
la d i f e r e n c i a — e n o r m e y f u n d a m e n t a l - dife-
r e n c i a — q u e p a s a i n a d v e r t i d a sin d u d a p a r a
c u a n t o s sostienen q u e el c r i t e r i o p o r noso-
t r o s a d o p t a d o c o n d u c e a una s i t u a c i ó n com-
p a r a b l e a la del a n t i g u o r é g i m e n en m a t e r i a
i m p o s i t i v a , (i)

(1) « ¿ D ó n d e , e n que* otase s e v e q u e e l i n t e r é s


o o l o c t i v o p r e v a l e z c a s o b r e los i n t e r e s e s d e c l a s e ?
¿ E s e n t r e loa a g r a r i o s q u e p i d e n p r i v i l e g i o » a
grandes gritos? ¿ E n t r e los artesanos v pequeños
comerciantes, que quisieran ver prohibida toda
medida e c o n ó m i c a racional? ¿ E n t r e los grande*
industriales, que se esfuerzan en h a c e r subir a r -
t i f i c i a l m e n t e los p r e c i o s p o r m e d i o de t a r i f a s p r o -
t e c t o r a s y de los trusts? T o d o s r e c l a m a n p r i v i l e -
g i o s a ooeta d e la c o l e c t i v i d a d y t r a t a n d e s a -
q u e a r al E s t a d o y a l c o n s u m i d o r . E s e e s t o d o e l
i n t e r o s q u e se t o m a n por la c o l e c t i v i d a d . L a úni-
c a o í a s e q u e s e i n t e r e s a p o r l a c o l e c t i v i d a d «a e l
p r o l e t a r i a d o ; no p o r q u e n o s o t r o s s e a m o s m e j o r e s ,
•ino p o r q u e el Interés del proletariado coiucide
oou vi d e l a e v o l u c i ó n s o c i a l y p o r q u e e n s u c a -
- 25 -

€E1 obrero d i c e — A d r i e n V e b e r en L'Im-


port—que no sale b e n e f i c i a d o con la p r e s e n t e
organización s o c i a l , p u e s t o q u e su s a l a r i o
no lo es p a g a d o i n t e g r a m e n t e , tiene el dere­
cho de p r e t e n d e r q u e la p r i m e r a p a r t i c i p a ­
ción en los beneficios q u e los f i l á n t r o p o s le
p r o m e t e n , sea la de no p a r t i c i p a r del i m ­
puesto».
D e a c u e r d o con ese d e r e c h o , V a i l l a n t y
los d i p u t a d o s socialistas p r e s e n t a b a n h a c e
a l g u n o s afíos a la C á m a r a f r a n c e s a la si­
g u i e n t e proposición: « E s t á n libres del im­
p u e s t o sobre la r e n t a , las r e m u n e r a c i o n e s de
t r a b a j a d o r e s a s a l a r i a d o s y t o d o s los e m o ­
l u m e n t o s a s i m i l a b l e s a s a l a r i o s de e m p l e a ­
dos y o b r e r o s » .
E s t o — d e s p u é s de t o d o — s e r í a m e n o s a ú n
q u e poner e x t r i c t a m e n t e en p r á c t i c a l a s
p a l a b r a s de la Instrucción de 1 7 9 1 , r e c o r ­
d a d a por V e b e r . « E l c i u d a d a n o r e d u c i d o al
salario c o m ú n de la j o r n a d a de t r a b a j o y
que no tiene otra r e n t a , estará exento de
toda contribución*.

l i d a d de c l a s e i n f e r i o r c o n c l u y e p o r p a g a r a s u s
e x p e n s a s todo p r i v i l e g i o c o n c e d i d o a l a s c l a s e s
superiores... T o d o a u m e n t o d e las f u e r z a s d e l p r o ­
letariado beneficia al interés general»—(O. Kauts*
k y . La doctrina socialista, traducción de Iglesias
y M e l i á , p á g . 47).
- 26

IV
v

Sin embargo, los t r a t a d i s t a s de finanzas


continúan insistiendo en colocar los sistemas
de impuestos bajo el principio de «la gene­
ralidad* o de «la universalidad». Wagner
en su obra Finazwissenschatf nos dice que
las contribuciones deben responder a dos
principios de equidad o de equitativa repar­
tición: «generalidad y uniformidad». E n este
punto el «socialismo de cátedra» del profesor
alemán confraterniza — aunque teóricamente
tan sólo, como veremos—con el individua­
lismo de A d a m S m i t h , c u y a idea funda­
mental de la naturaleza del impuesto, aquel
rechaza por inspirarse en la < a n t i g u a con­
cepción m e c á n i c o - a t o m í s t i c a del E s t a d o , y
en la identificación — propia de la doc­
trina británica—de la economía social con
el sistema circulatorio de la economía pri­
v a d a » . (Traite de la Science des Finan-
ees, P á g . 1 1 3 ) . Pero Wagner, por no que­
d a r él en contradicción con su propio
concepto general de la política financiera,
debe admitir desviaciones del principio que
equivalen a negarle a la generalidad o uni­
versalidad el carácter de requisito verdadero,
lo cual constituye la negación del principio,
al menos en su sentido práctico.
E n efecto, nos declara que la «universali­
dad» sólo puede ser tomada al pie de la letra
cuando se parte de la base de que el sis­
tema económico actual es absolutamente
- 37

j u s t o y el único e q u i t a t i v o , según el crite­


rio de la economía política liberal de la
escuela de los fisiócratas y de A d a m S m i t h ,
criterio del cual es forzoso deducir que la
repartición existente de tos medios y las
fortunas es j u s t a y e q u i t a t i v a . Pero p a r a
el punto de v i s t a p o l í t i c o - s o c i a l — q u e es el
de Wagner—el impuesto no c o n s t i t u y e so­
lamente un medio de satisfacer las necesi­
dades financieras, sino un medio que i n ­
terviene además para corregir la r e p a r t i ­
ción de las rentas y de las fortunas o p e r a ­
da bajo el imperio de la libre concurrencia
(Obra citada, p á g s . 2 1 8 y 2 2 0 ) . Y la con­
secuencia de esta posición de política social
con respecto al desiderátum de generali­
dad es la siguiente: L a generalidad no se
toma al pie de la letra. Puede haber e x c e p ­
ción de impuesto en general o de ciertos
impuestos en f a v o r de personas p r o v i s t a s
de una débil renta, sobre todo si esta pro­
viene de su trabajo, (pág. 2 2 0 ) . (i) N i t t i , otro
reputado autor moderno,* t a m b i é n encarri­
la el impuesto en el principio económico de

(1) « E x i s t e n a c á 7 a l l á — d i c e m á s adelante-
r e s t r i c c i o n e s de la imposición en el i n t e r i o r del
c í r c u l o de las p e r s o n a s físicas c o n t r i b u y e n t e s del
E s t a d o , o b e d e c i e n d o a Ja n e c e s i d a d de r e n u n c i a r ,
en u n a m e d i d a m á s o m e n o s g r a n d e , a r e a l i z a r e l
principio de g e n e r a l i d a d , s e a p o r c o n s i d e r a c i o n e s
de t é c n i c a fiscal, s e a p o r r a z o n a s p o l í t i c a s y e c o ­
nómicas; a v e c e s t o d a v í a en i n t e r é s de l a e q u i d a d
m i s m a . Y el d e r e c h o de imposición, en l a é p o c a
m o d e r n a , ha dado f r e c u e n t e m e n t e f a c i l i d a d a e s o s
desiderata, e s p e c i a l m e n t e r e f i r i é n d o s e , al m e n o s
p a r a c i e r t o s impuestos, a las c l a s e s i n f e r i o r e s de
l a p o b l a c i ó n , l a b o r i o s a s y no p o s e e d o r a s » .
- 28 -

la generalidad; pero en cierto instante se


v e obligado a abandonarle. «Los países He-
fados a un notable grado de riqueza —
dice—tienden por un lado a exonerar las
pequeñas rentas del impuesto directo, y por
otro, a exonerar del indirecto los consumos
de primera necesidad. E n estos casos se
puede realizar una exoneración de impues-
to, si no completa, m u y amplia para una
gran masa de ciudadanos. ¿ E s t o es un
ejemplo de violación del principio de la ge-
neralidad? En realidad la violación no es
más que aparente. E n todas partes se
tiende a aliviar las condiciones de exis-
tencia de las clases populares;—no es sola-
mente una consecuencia de un más vasto
desenvolvimiento de las ideas morales, es
sobre todo el efecto de una concepción
más conforme con la realidad. Los traba-
jadores mal remunerados y mal m a n t e -
nidos no responden a las exigencias de la
producción moderna, que reclama obreros
hábiles y fuertes. De aquí que influir so-
bre los consumos es influir sobre la pro-
ducción, o sea sobre el empleo del capital».
Y bien, ¿no sería mejor confesar que el
principio de la universalidad—que cumplió su
misión "política" de servir como fundamento
teórico a la supresión de los privilegios que
en materia fiscal se adjudicaban las clases
parasitarias en el antiguo régimen—no tiene
y a razón de ser, si sólo puede entendérse-
le en un sentido mucho menos "universal?"
Acaso se produzca con esto, una vez más,
aquel fenómeno que unos llaman "evolución
regresiva" y otros "regresión aparente". Lo
- 99 -

que hace que la regresión sólo sea a p a r e n t e


c¿ la razón e x p u e s t a más arriba al c o -
mentar el por mi denominado principio d e
la " e x c l u s i v i d a d " .
E s a confesión sería más clara y derecha
que decir que h a y distintos modos de rea-
lizar el desiderátum de la generalidad y
que el correspondiente a la evolución de los
pueblos civilizados hacia la faz social del
impuesto, está determinado por una noción
histórica de la equidad que no es y a la del
período de libertad e igualdad cívicas, q u e
h a durado hasta nuestros días y en el cual
la noción de equidad en la contribución no
era la misma del período precedente de
constitución por órdenes. (Wagner, obra
citada). T o d o esto de la distintas nociones
de equidad correlativas a distintos períodos
históricos, es m u y cierto; pero cierto es
también que siquiera sea p a r a poder enten-
dernos sobre la acepción y el v a l o r de las
palabras, conviene declarar que la " g e n e r a -
l i d a d " no puede ser o b s e r v a d a si ha de
responderse a las exigencias de la "noción
de equidad" propia de nuestro tiempo.
N o existiendo equidad en el reparto de
las v e n t a j a s acordadas a los individuos por
la organización económica, que a unos ha-
ce disfrutar de enormes beneficios mientras
condena a otros a la más atroz indigencia,
no ha de pretenderse que los deberes sean
iguales para todos. «Igualdad en los dere-
chos, sí; pero no en los deberes, desde que
no son iguales los medios y las posiciones».
(De un discurso parlamentario) Y si los
asalariados tienen tantos deberes que c i i m -
- 30 -

plir frente a las exigencias de la sociedad,


el peso de cuyas más grandes necesidades
sobrellevan, ¿cómo no librarlos de la obli-
gación del impuesto, aunque el principio de
la «generalidad» tan respetable para eco-
nomistas clásicos y modernos, quede rele-
gado al archivo de ciertos auxiliares doc-
trinarios útilísimos en un tiempo, pero hoy
tan desvalidos como venerables? E s o es lo
que a todas luces corresponde, pues resulta
inadmisible que alcance a todos el brazo del
fisco en una sociedad donde, como dice
S t u a r t Mili, «el producto está casi siempre
distribuido en razón inversa del trabajo
efectuado; la m a y o r parte de este trabajo
redunda en provecho de los que no han
trabajado; una parte muy considerable to-
d a v í a , se distribuye entre aquellos c u y a la-
bor ha sido casi puramente nominal, y así
sucesivamente; en fin, la remuneración dis-
m i n u y e a medida que la ocupación v a sien-
do más penosa o repugnante, hasta el punto
de que los más duros trabajos no le repor-
tan al obrero con que procurarse lo estric-
tamente necesario para él y su familia», 0)

(IJ E n I n g l a t e r r a están l i b r e s del ¡ncome-tax (im-


puesto s ó b r e l a renta en g e n e r a l ) las e n t r a d a s anuales
d e l 750, y en X u e v a Z e l a n d i a las de $ 1.200. E n la
p r á c t i c a , la e x o n e r a c i ó n do un mlnimun se presen-
ta como una tendencia universal, impuesta por r a z o -
n e s de a l t a c o n v e n i e n c i a política y económica E n el
t e r r e n o do la teoría son muchos los autores, espe-
cíalmonto los modoruos, que preconizan o aceptan
l a e x e n c i ó n del m í n i m u n nocesario a la subsis-
tencia. B e n t h a m pasa por ser el fundador de la
teoría J o l mlnimun do e x i s t e n c i a . P e r o autos que
ól, M u c h o s otros la habían formulado. E n la apoca
- 81 -

L a gran c u e s t i ó n — d i c e el m o d e r n o a u ­
tor norteamericano m á s a r r i b a c i t a d o — q u e
d e s d e h a c e t i e m p o p r e o c u p a el e s p í r i t u d e
los sabios y pone a prueba la energía
d e los h o m b r e s d e E s t a d o c o n s i s t e e n s a b e r
e n q u e m e d i d a y en v i r t u d d e q u e c r i t e ­
rio el i n d i v i d u o h a de c o n t r i b u i r a l a s c a r ­
gas del g o b i e r n o ( S e l i g m a n , Essais sur
L'Impot T. II. pág. 30).

de l a R e v o l u c i ó n f r a n c e s a n u m e r o s o s e s c r i t o r e s l a
hablan puesto en boga, principalmente R o u s s e a u
y Condorcet. R o b e s p i e r r e fué t a m b i é n u n o de s u s
partidarios, pero después s e declaró contrario,
adoptando el principio de l a universalidad p o r
entender que l a exoneración significaba un favor
insultante para el pueblo. R e l a t i v a m e n t e a l a renta
como fuente del impuesto u n a e s c u e l a q u e a r r a n c a
de R i c a r d o , h a establecido la noción del beneficio
neto, a s e g u r a n d o q u e «la f a c u l t a d d e p a g a r l o s
impuestos e s proporcional a l a renta neta y no a l a
r e n t a bruta» (Ricardo). R e n t a n e t a sería l a q u e que­
da libre una vez descontados los gastos de produc­
ción; y l o s d e s e m b o l s o s h e c h o s p o r los t r a b a j a d o ­
res para comprar las cosas de primera necesidad
son gastos d e producción. D e a h í l a e x e n c i ó n d e l
mínimun de subsistencia o del «necesario físico»,
como l e l l a m a r a R o u s s e a u . A l g u n o s h a n entendido/
la noción del beneficio neto incluyendo h a s t a l o s
gastos correspondientes al mantenimiento de l a
posición o r a n g o personal.
H e r m a n n define l a r e n t a neta como l a c o n s t i ­
tuida p o r l a suma de los bienes q u e l a persona
puede «raplear en la satisfacción de sus necesida-
- за -
En la época primitiva de los estudios
fiscales—continúa diciendo ese autor-—casi
todo el mundo estimaba que los indivi­
duos debían contribuí? a las cargas públi­
cas según los beneficios o ventajas que les
reportase la acción gubernamental. Esa es
d e s , y l a Ц а т а «neta» p o r q u e e s t á d e p u r a d a d e
los g a s t o s de p r o d u c c i ó n . Luego l a d i s t i n g u e d e
1
la r e n t a « l i b r e » , q u e e s l a q u é s o b r a después de
s a t i s f e c h a s l a s e x i g e n c i a s de l a v i d a . S u c o n c e p -
to^ d e l a r e n t a n e t a s e e x t i e n d e , pues, c o m p r e n -
d i e n d o g a s t o s q u e p a r a otros c o r r e s p o n d e r í a n a
l a r e n t a l i b r e . P e r o H e r m a n n ei a m p l í a la z o n a
d e l a r e n t a n e t a no lo h a c e p a r a l i m i t a r e l r a d i o
d e a c c i ó n del i m p u e s t o , sino p a r a a m p l i a r l o , p u e s
é l e n t i e n d e q u e si s e g r a v a s e s o l a m e n t e la r e n t a
l i b r e n o s e g r a v a r í a m á s q u e lo euperfluo, siendo
entonces m u y reducida la renta imponible. Ú n i -
c a m e n t e los g a s t o s d e p r o d u c c i ó n se e x c l u y e n , se-
g ú n su t e o r í a . W a g n e r , q u e a c e p t a l a e x e n c i ó n de
un mínimun, hace a esas teorías denominadas
de la «imposición del e x c e d e n t e » , l a o b j e c c i ó n
d e q u e t a m b i é n el p a g o de los impuestos, toma*
d o B en s í — c o n d i c i ó n de l a s p r e s t a c i o n e s de l a s
c o m u n i d a d e s e c o n ó m i c a s o b l i g a t o r i a s , del E s t a d o
e n p r i m e r a l i n e a — e n t r a e n el monto de los g a s -
tos de p r o d c c c i ó n y q u e es p r e c i s o c o m p r e n d e r
e s a s p r e s t a c i o n e s e n l a s n e c e s i d a d e s de toda p e r -
s o n a . C o n c l u y e q u e e s a e x e n c i ó n no r e s u l t a en
p r i n c i p i o de la n a t u r a l e z a del impuesto a l a r e n t a
y q u e d e s d e el punto de v i s t a p u m m e n t e finan-
c i e r o os p r e c i s o r e c h a z a r tal l i b e r a c i ó u . H a y que
a c e p t a r l a , on c a m b i o , d i c e , si s e p a r t e del «segun-
do» p u n t o d e v i s t a d i r e c t o r en m a t e r i a de i m -
p u e s t o s , e l do la política social. E n t o n ó o s , admite,
r e s u l t a lícito, en razón do s u débil c a p a c i d a d
e c o n ó m i c a , e x c e p t u a r de i m p u e s t o s p e r s o n a l e s l a s
p e q u e ñ a s r o n t a s y " h a s t a se podría j u s t i f i c a r l a
oxtencirtn do osta e x e n c i ó n a otros i m p u e s t o s , e n
p a r t i c u l a r a los q u e g r a v a n los productos, en l a
m e d i d a de lo r e a l i z a b l e . "
la teoría denominada del «beneficio», entre
cuyos primeros partidarios se incluye a
Grotius y Hobbes.
«Como la protección era generalmente
considerada la principal función del E s t a d o ,
se sacaba la consecuencia de que se debía
medir los impuestos por la protección acor-
dada», (ídem, Ulmpost Progressif).
Dentro de esta teoría algunos han pre-
sentado el impuesto como una prima de
seguro abonada por cada ciudadano para
garantirse la continuidad de la protección
de esa especie de compañía por acciones
que sería el E s t a d o . Así lo concibieron
Thiers y Girardin, y la teoría se denominó
«del seguro».
Otros, como Proudhom, han remitido el
impuesto a la noción del cambio, conside-
rándolo como el equivalente del servicio o
«la cuota parte a pagar por cada ciudada-
no para el sostenimiento de los servicios
públicos. E l impuesto es un cambio». L a
idea del seguro y la del cambio pueden
quedar comprendidas en la misma teoría
general del «beneficio», que se ha l l a m a d o
también del «goce», del «precio», del quid-
pro-quo y «del dar y recibir».
Esa teoría—son las palabras del moder»
no autor a quien seguimos en esta breve
reseña expositiva — descansaba sobre una
construcción de filosofía política que ha
sido reconocida como poco segura. « L a teo-
ría moderna de la ciencia política reposa
sobre la concepción más orgánica ae las
relaciones del individuo con el E s t a d o ; c'.Ia
- 34 -

colectivas y públicas son una parte de la


naturaleza del hombre civilizado tanto como
puedan serlo sus necesidades individuales
p r i v a d a s , y que la esencia del impuesto es
u n a obligación moral, tanto como una obli­
gación legal. E l gobierno debe hacer algu­
n a cosa por la comunidad en cambio de
los socorros que recibe, pero esta obliga­
ción recíproca del gobierno no es debida
al individuo como parte de un conjunto
m á s grande. E l beneficio particular es ab­
sorbido por el beneficio común. E l benefi­
cio particular del individuo, además, no es
mensurable en la mayor parte de los casos,
pues el carácter distintivo de la civilización
moderna es la difusión por toda la comuni­
dad de esos resultados impalpables, i n m a ­
teriales del buen gobierno, que aprovechan
al bienestar común y en particular a la
elevación del género de existencia. E n su
forma ideal, en todo caso, el E s t a d o debe
ser asimilado, no a una sociedad por accio­
nes, sino a una familia.» (Essais sur V Im-
post. T. II. pag. 3 3 ) .
L a teoría fiscal del beneficio fué reem­
plazada por la de «las facultades» o de
«la capacidad contributiva». Para esta teo­
ría, la medida de la obligación general de
contribuir a las cargas del gobierno, es—
«en el E s t a d o como en la familia»—la ca­
p a c i d a d pecuniaria o los medios de que
dispone el individuo.
T a m b i é n con esta teoría surge una difi­
cultad práctica: la de sentar de una ma­
nera precisa el principio de la facultad.
J u a n S t u a r t Mili formuló la teoría «del
- 36 —

sacrificio», s e g ú n la c u a l la c a p a c i d a d con-
t r i b u t i v a de c a d a uno se m i d e por el peso
del sacrificio q u e v e n d r í a a i m p o n e r l e la
c o n t r i b u c i ó n . P r o c l a m ó la i g u a l d a d «del s a -
crificio» c o m o s u p r e m o p r i n c i p i o fiscal. « L a
i g u a l d a d en t a n t o q u e m á x i m a politica sig-
nifica la i g u a l d a d de s a c r i f i c i o s . E l l a signi-
fica q u e el r e p a r t o de la c o n t r i b u c i ó n de
c a d a uno a los g a s t o s del g o b i e r n o s e r á
hecho de tal s u e r t e q u e n a d i e s u f r a i n c o n -
v e n i e n t e ni m a y o r ni m e n o r , p o r r a z ó n d e
su p a r t e de p a g o , q u e el q u e t o d a otra
persona sufra por razón d e la s u y a . » E s t a
d o c t r i n a q u e según S t u a r t Mili sólo con-
d u c í a a l a e x e n c i ó n de un m í n i m u n — l o q u e
p a r a a l g u n o s a u t o r e s es la c a r a c t e r í s t a del
i m p u e s t o « d e g r e s i v o » — f u é e x t e n d i d a en s u s
consecuencias h a s t a el i m p u e s t o p r o g r e s i v o .
Un impuesto numéricamente igual para t o -
dos, es r e a l m e n t e d e s i g u a l , p o r q u e g r a v i t a
con m á s peso sobre unos q u e sobre o t r o s .
E l principal defecto de la t e o r í a de las
f a c u l t a d e s consistía en la m a n e r a de en-
tender y apreciar la c a p a c i d a d del indi-
v i d u o . L a c o n s i d e r a b a en c u a n t o al consu-
mo e x c l u s i v a m e n t e , se p r e o c u p a b a t a n sólo
de la c a r g a que g r a v i t a r á s o b r e el c o n t r i b u
y e n t e e n v i r t u d de lo que ha de p a g a r el fisco
y de c u a n t o le r e s t a r á p a r a el c o n s u m o . Se-
ligman ha p r o p u e s t o que la teoría sea com-
p l e t a d a a ñ a d i e n d o a la faz consumo- ra faz
producción, o—según la faz de un e x p o s i -
tor de su d o c t r i n a — a g r e g a n d o a «la figu-
ra del c o n t r i b u y e n t e c o n s u m i d o r la del
c o n t r i b u y e n t e - p r o d u c t o r » . (A. S c h i a v i . Cri-
tica Socinlc. A ñ o X X I V , n ú m . 1 5 ) . E n la
- 3« -

estimación de las facultades o de la capa­


cidad contributiva de una persona no sólo
debemos calcular el fardo que le impone
el fisco, sino también tener en cuenta las
facilidades de que ha dispuesto al a d q u i ­
rir su propiedad o al percibir su renta.
«Desde que tomamos en consideración—
dice Seligman—el lado producción del pro­
blema, es manifiesto que nos encontramos
en presencia del fenómeno del privi­
legio, bajo todas sus diversas f o r m a s . . . .
L o s privilegios facilitan la creación y el au­
mento de la riqueza, y el verdadero sacri­
ficio en cuestión es sacrificio de adquisi­
ción tanto como [sacrificio de disposición.
L a antigua teoría de las facultades no se
o c u p a b a más que de la segunda suerte de
sacrificio; la n u e v a debe comprender las
dos especies. *(Essais sur ílmpot, T. II
Pág. 3 7 ) -

VI

E n una organización perfecta, en que la


sociedad no proporcionase a algunos indivi­
duos o clases, ventajas especiales costea­
das por los otros, no cabría hacer cuestión
de las ventajas personales, porque éstas no
podrían ser sino las naturales y coexisten-
tes con los derechos de los demás.
Pero cuando la organización social de­
para a unos ventajas que se resuelven en
desventajas para otros, el Estado, que res­
ponde a esa organización, consagrándola y
representándola, al imponer cargas en nom-
- 37 -

bre de la sociedad no puede p r e s c i n d i r de


esas v e n t a j a s y d e s v e n t a j a s .
Debe, pues, c a r g a r sobre los beneficios
que son el producto de la o r g a n i z a c i ó n eco­
nómica y jurídica y tener en c u e n t a los
perjuicios consiguientes, p a r a que la socie­
dad no resulte doblemente g r a v o s a a los
perjudicados por su e s t r u c t u r a , condenán­
dolos, primero, a la explotación p r i v a d a , y
viniendo luego por medio del i m p u e s t o , a
cobrarles los servicios que el E s t a d o d e b e r í a
p r o p o r c i o n a r l e s — s i se t r a t a d e s e r v i c i o s
provechosos p a r a los e x p l o t a d o s — a t í t u l o
de relativa compensación o de indemniza­
ción parcial. E s t o s servicios, en d e f i n i t i v a ,
han de costearlos siempre las clases e x p l o ­
tadas, de m a n e r a que al cobrárselos el E s ­
tado los p a g a r á n dos v e c e s .
E s por eso que la exoneración de im­
puestos al p r o l e t a r i a d o , lejos de tener un
carácter denigrante, como alguien ha creído,
confundiendo esa liberación con un a c t o de
filantropía fiscal, a s u m e el c a r á c t e r de re­
conocimiento y afirmación de un d e r e c h o .
Lo que tenemos necesidad de a d v e r t i r
para aclarar nuestro p e n s a m i e n t o , es que
existen p a r a el individuo con relación al
E s t a d o , dos clases de beneficios o v e n t a j a s .
H a y el beneficio f u n d a m e n t a l , e m a n a d o de
la organización j u r í d i c a q u e p e r m i t e , con­
sagra y legitima la e x i s t e n c i a de p r i v i l e ­
gios, y que es producto de la acción del
E s t a d o en cuanto este c o n s t i t u y e y encarna
dicha organización j u r í d i c a , en su c a r á c t e r
de consolidador legal de las formas y rela­
ciones económicas propias del s i s t e m a de
- 38 -

producción y de cambio; y h a y el beneficio


secundario, inmediato de los diversos servi­
cios en que la acción del E s t a d o se mani­
fiesta por encima de aquel cometido. Ese
primer beneficio, vinculado a las peculiari­
dades del sistema económico y de las insti­
tuciones jurídicas correspondientes, es «so­
cial», porque proviene del régimen social,
que las leyes y actos del E s t a d o consagran
o contemplan.
L a s ventajas sociales representadas por
el privilegio avaloran los beneficios de la
acción del E s t a d o en sus diversas manifes­
taciones. Estos beneficios se miden por el
privilegio.
Cuanto mayores sean las ventajas «so­
ciales», es decir, los privilegios económicos
de que el individuo disfruta, tanto m a y o r e s
serán los beneficios o ventajas que el sos­
tenimiento de! E s t a d o le reporta. Su interés
en mantenerlo estará en razón directa de
aquellas v e n t a j a s . Y para que esto suceda,
no es p r e c i s o - - c o m o entienden algunos—que
el E s t a d o se limite a la misión de legitimar
y proteger la propiedad p r i v a d a . Y a hemos
visto, en efecto, que hasta aquellos servicios
públicos que parecerían exclusivamente be­
neficiosos para los pobres, son también pro­
vechosos para los ricos. L a s pensiones obre­
ras, que contribuyen a mejorar la situación
pecuniaria del proletariado; la instrucción
primaria, que determina el progreso moral
de la nación; la asistencia pública en sus
d i v e r s a s manifestaciones, que eleva el nivel
d e la vida material del proletariado y de­
fiende la salud social; todos los actos e in-
tervenciones del E s t a d o — e n una p a l a b r a —
que impulsen o hagan posible el progreso
material o moral de la c o l e c t i v i d a d , se
traducen en beneficios de que el p r i v i l e g i o
aprovecha considerablemente. P o r q u e el pri­
vilegio descansa sobre t o d a s las f u e r a s so­
ciales, c u y o producto m á s c u a n t i o s o a b s o r ­
be, y es así cómo n a d a h a r á el E s t a d o en
favor de la sociedad, que no deje en m a n o s
del privilegio una parte de los resultados.
Pero hay más: puede a d m i t i r s e — y lo
admitimos desde luego—que ciertas inter­
venciones del E s t a d o no benefician en
nada al privilegio, y otras lo perjudican,
en cuanto significan restricciones del mis­
mo. Como para nosotros, el g r a v a m e n debe
regularse por el privilegio, no se t r a t a r í a en
ese caso de acordarle a este una indemni­
zación o de librarlo del m a n t e n i m i e n t o de
dicho servicio, sino que habría que t o m a r
en consideración las v e n t a j a s subsistentes.
Mientras exista privilegio a él ha de corres­
ponderé pagar.
A d o p t a n d o esa noción, que l l a m a r e m o s
«social», de las v e n t a j a s , no procede la
objección de que si el beneficio fuese la
medida del impuesto deberían p a g a r m á s
los pobres que los ricos, siempre que nos
hallásemos ante servicios de que a q u e l l o s
aprovechan más que estos, como por ejem­
plo, las pensiones obreras, la asistencia mé­
dica gratuita, etc. E s a objección sólo cabe
cuando se prescinde de otros beneficios que
no sean los prestados directamente por el
servicio público al individuo y cuando no
- 40 -

se tienen en c u e n t a los perjuicios sociales


s o p o r t a d o s p o r quienes u t i t i z a n esos servi­
cios.
L o s i n d i v i d u a l i s t a s , q u e a s i g n a n al E s t a d o
c o m o ú n i c a función la del j u e z , que hace
v a l e r los derechos de la p r o p i e d a d p r i v a d a , y
la del g e n d a r m e , que da a la ley el imperio
de la fuerza y v e l a por el mantenimiento
del orden, p o d í a n c o n s i d e r a r suficiente fun­
d a m e n t o y m e d i d a del i m p u e s t o el beneficio
q u e el p a r t i c u l a r recibe directamente de la
a c c i ó n del E s t a d o . E s esa una función en
q u e el beneficio d i r e c t o hecho al i n d i v i d u o
p o r las i n s t i t u c i o n e s p ú b l i c a s se confunde
con el del p r i v i l e g i o , r e c o n o c i d o g a r a n t i d o ,
(

" a s e g u r a d o " por esa acción oficial. D a d o su


p u n t o de p a r t i d a , e r a j u s t o m e d i r el i m p u e s t o
p o r el beneficio d i r e c t o , q u e no h a b r í a de ser
n u n c a m á s q u e el de la i n d i c a d a protección.
P e r o el E s t a d o no e n c i e r r a su acción en
esos estrechos límites. C a d a día toma a su
c a r g o n u e v a s funciones. L a s e x i g e n c i a s so­
ciales lo obligan a d i v e r s i f i c a r y m u l t i p l i ­
c a r su misión.
H a y y a m u c h o s s e r v i c i o s que b e n e f i c i a n
d i r e c t a m e n t e a quienes lejos de ser los dis­
p u t a d o r e s del p r i v i l e g i o , son sus v í c t i m a s .
S i tales s e r v i c i o s a u m e n t a n de i m p o r t a n c i a ,
l l e g a r í a m o s a que estas v í c t i m a s tendrían
q u e p a g a r m á s por el m a n t e n i m i e n t o del
E s t a d o , q u e los d e t e n t a d o r e s de a q u e l l a s
v e n t a j a s de clase. E s t o sería i n a d m i s i b l e .
T a m p o c o es posible creer que los b e n e ­
ficios así p r o d u c i d o s por el E s t a d o se indi-
T l d u a l i c e n c o n s t a n t e m e n t e entre los p a r t i ­
c u l a r e s en porciones t a n precisas c o m o p a r a
— 41 —

que resulte una p e r m a n e n t e relación direc-


ta y mensurable entre lo que el i n d i v i d u o
p a g a al E s t a d o y los beneficios i n m e d i a t o s
que aquel retira de su acción.
E n cambio, puede a s e g u r a r s e que será
más o menos v a l i o s a p a r a el i n d i v i d u o la
acción de los poderes públicos en sus múlti-
ples proyecciones y con la protección a c o r d a -
da por las leyes a la p r o p i e d a d , s e g ú n sean
más o menos grandes las v e n t a j a s econó-
micas de que el i n d i v i d u o d i s f r u t a . Esas
v e n t a j a s - s i e m p r e perfectamente mensura-
rabies—dan, pues, el mejor criterio p a r a
regular el monto de la contribución,
Pero el privilegio, c ó m o criterio de me-
dida, sólo nos interesa en c u a n t o i n t e g r a fa-
cultades superiores a lo que todo h o m b r e
que t r a b a j a , debe recibir como mínimun
p a r a poder v i v i r una v i d a decorosa y r a -
zonablemente h u m a n a , o cuando p a s a a ser
disfrutado por hombres capaces que no tra-
b a j a n en v i r t u d del p r i v i l e g i o m i s m o . N o
queremos, por consiguiente, g r a v a r el pri-
vilegio del pequeño propietario que es t a m -
bién un t r a b a j a d o r y c u y a p r o p i e d a d es en
sus manos un elemento de p r o d u c c i ó n —
tierra o m á q u i n a s o ú t i l e s — p o r él e m p l e a -
do, y c u y a situación no es sino la de una
v i c t i m a del gran capital, digna g e n e r a l -
mente de l l a m a r s e «proletario», a u n q u e p e r -
ciba una « r e n t a » , un «interés» o una «ga-
nancia», las tres f o r m a s típicas del privi-
legio.
Preferiremos g r a v a r f a c u l t a d e s superiores
aun cuando sean a p a r e n t e m e n t e i n t e g r a d a s
tan sólo por la retribución del t r a b a j o —
— 42 —

alto h o n o r a r i o o s u e l d o — e n t e n d i e n d o que,
d e s p u é s de cierto p u n t o , todas las f a c u l t a d e i
e l e v a d a s , c u a l q u i e r a sea su fuente, e m p i e z a n
a g r a v i t a r sobre el t r a b a j o ageno y a ser in­
t e g r a d a s con el despojo de que se h a c e obje­
to a los p r o d u c t o r e s en g e n e r a l , y especial­
m e n t e , a los peor r e m u n e r a d o s , ( i )
L a razón de ser del i m p u e s t o no es, cier­
t a m e n t e , el beneficio p r i v a d o q u e el p a r t i ­
c u l a r recibe, p o r q u e el E s t a d o no puede
p r o p o n e r s e c o m o misión p r o d u c i r v e n t a j a s
p a r t i c u l a r e s , sino beneficiar a la c o l e c t i v i ­
d a d o s a t i s f a c e r sus n e c e s i d a d e s .
E s en atención al interés c o l e c t i v o que
el E s t a d o ha de o b l i g a r a los c i u d a d a n o s
a sufragar pecuniariamente. Desde este
p u n t o de v i s t a tiene razón W a g n e r c u a n d o
dice: «Por f u n d a m e n t o del i m p u e s t o es
preciso e n t e n d e r el factor al cual se p u e d e
remitir... en t a n t o f a c t o r q u e lo condiciona
necesariamente, y que por c o n s i g u i e n t e lo
j u s t i f i c a al m i s m o t i e m p o . E s t e m i s m o f a c ­
tor c o n s t i t u y e , pues, t a m b i é n el f u n d a m e n t o
del d e r e c h o de imposición... E s e f u n d a m e n ­
to e x i s t e c u a n d o se p r e s e n t a uno de los
dos fines del i m p u e s t o e x a m i n a d o s más
a r r i b a , o c u a n d o los dos se p r e s e n t a n con­
j u n t a m e n t e , es d e c i r c u a n d o el i m p u e s t o es
n e c e s a r i o , sea c o m o m e d i d a puramente fi-

(II D e l m i s m o m o d o q u o m u c h o s e m o l u m e n t o »
y h o n o r a r i o s , sin p e r t o n e c o r a v e r d a d e r o s a s a l a r i a ­
dos, s o n sin e m b a r g o « a s i m i l a b l e s a s a l a r i o H d o o m -
pleados y o b r e r o s » , los a l t o s s u e l d o s do q u e g o ­
zan m u c h o s e m p l e a d o s p ú b l i c o s y m u c h o s om-
)le4»<íoH do e m p r e s a s p r i v a d a s , Bon t a m b i d n p r i v i -
{ <•» g r a n p a r t e al menos.
— 43 -

noticiera, p a r a c u b r i r las n e c e s i d a d e s finan-


cieras, sea c o m o m e d i d a de p o l í t i c a s o c i a l . . .
Si se llena esta condición el i m p u e s t o es
por eso m i s m o f u n d a m e n t a l . . . (Traite de la
Sciencie des Finances, T. II, págs. n i y
112).
É n otra p a r t e , define el i m p u e s t o c o m o
«la contribución m a t e r i a l del i n d i v i d u o p a r a
el d e s e n v o l v i m i e n t o del c o n j u n t o » . Otro
a u t o r , S a x , lo ha definido diciendo que
«resulta de q u e el c o n t r i b u y e n t e renuncia
a ciertas r i q u e z a s q u e d a r í a n s a t i s f a c c i ó n a
necesidades i n d i v i d u a l e s p a r a c o n s a g r a r l a s a
las necesidades c o l e c t i v a s » . Y H é c t o r D e -
nés, el ilustre socialista b e l g a , en su repu-
t a d a obra L'Impot, lo define asi: «es la con-
tribución o b l i g a t o r i a del i n d i v i d u o a las
cargas que la c o n s e r v a c i ó n y el d e s e n v o l -
v i m i e n t o del conjunto del c u e r p o social han
i m p u e s t o a las g e n e r a c i o n e s p a s a d a s y al
pago de los s e r v i c i o s p ú b l i c o s q u e ellos e x i -
gen de la generación p r e s e n t e » .
Pero el hecho de ser c o l e c t i v o el funda-
mento del derecho de i m p o s i c i ó n — e s d e c i r ,
del derecho del E s t a d o a i m p o n e r contri-
b u c i o n e s — n o se opone a que la o b l i g a c i ó n
de p a g a r q u e el i n d i v i d u o tiene, se r e g u l e
por las v e n t a j a s de su posición s o c i a l . E l
p u n t o de p a r t i d a del i m p u e s t o es la necesi-
dad S o c i a l o el interés c o l e c t i v o , p e r o s u
punto de l l e g a d a , el p u n t o en que toca al in-
d i v i d u o ¿por qué no han de ser las v e n t a j a s
económicas e x p r e s a d a s en el p r i v i l e g i o ?
E l derecho de i m p o s i c i ó n — c u y a b a s e es
colectiva—tiene forzosamente que resolverse
en obligaciones i n d i v i d u a l e s , p o r q u e son los
— 44 —

individuos los que deben pagar. Ahora bien,


estas obligaciones individuales—es decir, la
obligación que el individuo tiene de pagar
¿por qué no medirla por los beneficios que
l a sociedad le reporta o las facilidades que
le acuerda para v i v i r y enriquecerse?
L a s objecciones que se formulan contra
el beneficio como criterio de medida de la
imposición, sólo afectan a ese beneficio
directo, inmediato de la acción del E s t a d o ,
que en las funciones del E s t a d o moderno
suele ser distinto del beneficio o de las
ventajas «sociales» a que nosotros quere-
mos referirnos. Pierden su eficacia en cuanto
sustituímos el concepto de las ventajas o
beneficios inmediatos y directos, por este
otro de los beneficios comprendidos en el
privilegio o representados por el privilegio.
L a s consideraciones en que al respecto
abundan algunos autores no valen, si se
analiza bien, contra el sentido que, gracias
a una noción de un beneficio más funda-
mental, viene a adquirir la teoría que hace
de las ventajas disfrutadas por el individuo
la medida de su obligación de pagar. E s e
deber moral de los particulares para con la
colectividad o el E s t a d o — d e que W a g n e r
y S e l i g m a n nos hablan—tiene que ser más
g r a n d e p a r a los que gozan del privilegio y
reciben así beneficios materiales de la co-
m u n i d a d , que para aquellos que rinden a
la colectividad el fruto de sus más preciosas
energías sin percibir la equivalente recom-
pensa.
E n realidad, lo que sucede es que el in-
dividuo cumple con su deber de contribuir
— 45 —

al m a n t e n i m i e n t o del conjunto c u a n d o tra-


baja y produce, de modo que si la s o c i e d a d
le impide, mediante su organización econó-
mica y j u r í d i c a , recuperar í n t e g r a m e n t e el
fruto de sus esfuerzos, él no tiene la obli-
gación moral de a p o r t a r n u e v a m e n t e en
forma de impuestos, un concurso qne antes
ha prestado en forma de t r a b a j o no retri-
buido con su producto íntegro. P e r o c u a n d o
la organización económica de la s o c i e d a d y
la protección j u r í d i c a del E s t a d o le p e r m i -
ten usufructuar g r a t u i t a m e n t e el t r a b a j o
ajeno, que es el caso de los que han lo-
grado entrar en la esfera del p r i v i l e g i o , ese
deber moral a u m e n t a en relación a las ven-
tajas obtenidas o retenidas.
Prueba de la i m p o r t a n c i a que las v e n t a -
jas sociales, las del privilegio social, tienen
para la confección de toda n u e v a teoría
del impuesto, es el hecho de que S e l i g m a n ,
adoptando la teoría de las facultades, ha
debido—como hemos v i s t o en el capítulo
anterior—completarla con una n u e v a no-
ción de las mismas, añadiendo al a s p e c t o
consumo, el aspecto producción, de modo
que no sean solamente los medios de que
el individuo dispone los que se tomen en
cuenta, sino también las v e n t a j a s sociales '
de que puede a p r o v e c h a r para producir u
obtener esos medios. « L a a n t i g u a noción de
sacrificio—dice—era una concepción indi-
vidual; la nueva idea de privilegio es una
concepción social». E s t a s dos concepciones
él las ha reunido para formar su doctrina
de la capacidad c o n t r i b u t i v a .
E s a ampliación del concento de la « f a s u l .
tad» o «capacidad» explica por sí sola como
la doctrina de que los privilegios deben
constituir el criterio de medida del impuesto
no e x c l u y e el problema de la igualdad de
sacrificios.
E s t a igualdad, o en otros términos, la
igualdad subjetiva de la carga fiscal, ha
preocupado también a los que, como Henry
George, adoptan la doctrina de que cada
uno ha de pagar en relación a los benefi­
cios que de la sociedad recibe. E n efecto,
dicho autor incluye entre las condiciones
que debe reunir el impuesto la de «que
pese por igual»—es decir, que no favorezca a
ningún ciudadano, ni ponga a nadie en si­
tuación desventajosa respecto a los demás.
{Progreso y Miseria, edic. J . Jefrés y R o -
viralta, pág. 3 3 8 ) .
Suprimiendo, como lo propone, el privi­
legio personal de la renta, que se traslada­
ría al E s t a d o , se contemplaría dicho prin­
cipio de igualdad, y a que se eliminaría uno
de los factores que establecen la desigual­
dad en los sacrificios de producción o ad­
quisición.
C o m o el impuesto ha de responder, natu­
ralmente, a necesidades o conveniencias
colectivas, los beneficios del privilegio consti­
tuirán una medida para ser aplicada siempre
sobre la base de lo que a la colectividad
conviene. Los intereses de ia sociedad acon­
sejarán perseguir más unas formas de privi­
legio que otras, y hasta exonerar algunas,
si ello es beneficioso, desde ciertos puntos
de vista, a la prosperidad general.
- 4 7 -

VII

El interés social, de acuerdo con la idea


de e q u i d a d , reclama desplazar el impuesto
de las zonas de las clases e x p l o t a d a s , hoy
las más perseguidas por la tiranía fiscal.
f
Pero ese mismo interés aconseja a e c t a r
no sólo el privilegio, en sus expresiones
antieconómicas y en los empleos pernicio­
sos de la fortuna, sino también el vicio, di­
fundido por todas las regiones de la socie­
dad, y de ahí que sea conveniente aplicar
algunos g r a v á m e n e s que evaden el radio del
privilegio, castigando el vicio donde se
halle...
E s t o no lo niegan ni los partidarios del
impuesto único, que ven con buenos ojos,
por ejemplo, las altas patentes a las taber­
nas y los recargos fiscales al precio de las
bebidas alcohólicas.
Se han hecho numerosas clasificaciones
de impuestos y se las ha agrupado tenien­
do en cuenta unas veces la fue^fe de don­
de surgen, otras el método de extracción,
y otras, la forma de percepción. Se ha dis­
tinguido entre reales o impersonales y perso­
nales; proporcional y progresivo, directo e
indirectos. E s t a s distinciones sólo tienen
un valor relativo. «No hay que considerar
las categorías — dice Caillaux en Les im-
pots de France— como compartimentos de
tabiques estancos en los que se puedan
encerrar, separándolos, los diversos im­
puestos de un sistema fiscal».
Lo que m a y o r m e n t e dism'nuye el valor de
- 4« _

a l g u n a s de esas clasificaciones e s — c u a n d o ne
la v a g u e d a d d e los t é r m i n o s o su desacuerdo
con la r e a l i d a d — la f a l t a d e armonía en-
tre l a s definiciones p r o p u e s t a s . A la defi-
nición q u e de los directos e indirectos
da la a d m i n i s t r a c i ó n francesa, según la ins-
trucción g e n e r a l del a ñ o 1 8 5 9 — «los prime-
ros se b a s a n d i r e c t a m e n t e sobre las perso-
n a s y l a s p r o p i e d a d e s ; los segundos des-
c a n s a n en s e r v i c i o s p r e s t a d o s y son, por
t a n t o , i n d i r e c t a m e n t e p a g a d o s por quien
c o n s u m e las cosas y u s a de los servicios»
— se le r e p r o c h a no e x p r e s a r el v a l o r eco-
n ó m i c o d e las d e n o m i n a c i o n e s . — S e ha in-
t e n t a d o c a r a c t e r i z a r u n a y otra forma por
la i n c i d e n c i a . E s t e p r o b l e m a de la inciden-
cia y la r e p e r c u s i ó n del i m p u e s t o , es el más
c o m p l i c a d o y difícil. P e r o n a d a tan impor-
t a n t e t a m p o c o c o m o s a b e r quien es el q u e
r e a l m e n t e v i e n e a p a g a r la contribución.
¿ E s posible s e ñ a l a r la e x i s t e n c i a de una
relación c o n s t a n t e y e x c l u s i v a entre u n a de
esas d e n o i f i n a c i o n e s de impuestos y una
d e t e r m i n a d a c a t e g o r í a de contribuyentes?
P a r e c e q u e no, y en c a m b i o puede asegu-
rarse q u e con c u a l q u i e r a de esas dos for-
m a s es posible afectar a u n a m i s m a y de-
t e r m i n a d a categoría de componentes socia-
l e s . — N o e s t a r í a demás, si fuese factible, po-
nerse de a c u e r d o sobre los v e r d a d e r o s ca-
racteres diferenciales de una y otra clase
de Impuestos, en t o m o de c u y a s v e n t a j a s
e Inconvenientes t a n t o se polemiza.
L o que tiene m á s i m p o r t a n c i a , sin e m b a r -
go, para Juigar de la conveniencia y e q u i d a d
i'e un* conTr :v; . i ! ¿ L i a i a , ¿ Í : C C -
- 49 -

ta o indirecta, de llegar al c o n t r i b u y e n t e ,
sino la base en q u e d e s c a n s a , es decir, la m a ­
teria sobre la cual g r a v i t a ; p u e s de l a b a s e
depende q u e g r a v e a q u i e n se d e s e a g r a v a r
y obedezca por c o n s i g u i e n t e a los p r o p ó s i ­
tos perseguidos.
Si los impuestos directos son p r e f e r i b l e s
a los indirectos, no es t a n t o por las v e n t a ­
josas consecuencias de g r a v a r " d i r e c t a m e n ­
t e " a quien ha de p a g a r l o s , e l u d i e n d o a q u e ­
lla " b i e n h e c h o r a a n e s t e s i a de la i g n o r a n c i a " ,
de que nos h a b l a P e r i e u — s i n o p o r q u e lo
afectan en la f o r t u n a o en la r e n t a , o en
ambas a la v e z , teniendo su a s i e n t o en las
materias m á s i n d i c a d a s p a r a ser o b j e t o de
la imposición; m i e n t r a s los otros lo a f e c t a n
en los consumos y s e r v i c i o s . P e r o c i e r t o s
consumos deben c a s t i g a r s e con la i m p o s i ­
ción fiscal o pueden c o n s i d e r a r s e signos de fa­
cultades económicas m a l e m p l e a d a s ; en t a n t o
que conviene e x i m i r ciertas p a r t e s de la for­
tuna que a c u s a n un e m p l e o beneficioso de la
misma, para e s t i m u l a r su b u e n a utilización.
De ahí que d e b a m o s a d m i t i r c o m o b u e n o s
algunos i m p u e s t o s de f o r m a i n d i r e c t a , o por
lo menos, c o m o preferibles a los directos q u e
ponen t r a b a s a la p r o d u c c i ó n . I m p u e s t o s
directos como las p a t e n t e s de giro que g r a ­
van el t r a b a j o , la p r o d u c c i ó n y los c a p i t a ­
les empleados en e m p r e s a s útiles, son sin
duda menos deseables que los i m p u e s t o s
indirectos establecidos, por e j e m p l o , s o b r e
las herencias, los n a i p e s , las o p e r a c i o n e s de
bolsa, las a r m a s y las b e b i d a s a l c o h ó l i c a s .
Puede decirse que todos los defectos in­
herentes a la í o r m a so a g r a v a n c u a n d o se
- 50

la a p l i c a a u n a b a s e a b s u r d a , y pierden su
g r a v e d a d c u a n d o s e la a p l i c a a bases ra-
c i o n a l e s . D e l o t r o l a d o , l a s c u a l i d a d e s fa-
v o r a b l e s d e u n a f o r m a d e i m p o s i c i ó n , se
a n u l a n o se t r a n s f o r m a n en desfavorables
c u a n d o s e l a r e f i e r e a u n a m a t e r i a tribu-
taria mal elegida.
E l m a l f i n c a p r i n c i p a l m e n t e en el hecho
d e s e r g r a v a d o s los g a s t o s y los artículos
que por su n a t u r a l e z a no d e b e n gravarse.
E s en ese s e n t i d o q u e G e o r g e ha dicho
q u e «la m a n e r a d e i m p o n e r es t a n impor-
t a n t e c o m o l a c u a n t í a d e l i m p u e s t o , pues
a s í c o m o u n a c a r g a p e q u e ñ a m a l colocada
m o r t i f i c a la a c é m i l a q u e p o d r í a l l e v a r con
facilidad una carga m a y o r conveniente-
m e n t e a c o m o d a d a , un p u e b l o q u e d a r á em-
p o b r e c i d o p o r i m p u e s t o s q u e , si se cobra-
ran de otro modo, podría s o p o r t a r fácil-
mente». Y recuerda que una contribución
s o b r e las p a l m e r a s e s t a b l e c i d a por Mahomed
A l i fué c a u s a de q u e c o r t a r a n s u s palmeras
los l a b r a d o r e s e g i p c i o s ; p e r o u n a contribu-
c i ó n d o s v e c e s m á s c u a n t i o s a s o b r e la tie-
r r a , no p r o d u j o tal r e s u l t a d o .
L o s p a r t i d a r i o s de los i m p u e s t o s indirec-
t o s les a t r i b u y e n p o r e j e m p l o , d o s , para
e l l o s g r a n d e s c u a l i d a d e s : la de s e r g e n e r a l e s ,
es d e c i r , q u e a l c a n z a n a t o d a s las c a t e g o r í a s
d e la s o c i e d a d , y la de s e r f a c u l t a t i v o s . P e r o
s e ha o b s e r v a d o q u e e s a «virtud» de la g e n e r a -
l i d a d s ó l o la a s u m e n c u a n d o r e c a e n s o b r e
n e c e s i d a d e s p r i m a r i a s , y se t r a t a p o r con-
s i g u i e n t e d e u n a c u a l i d a d en p u g n a con la
j u s t i c i a o d e u n a v i r t u d q u e s ó l o se mani-
f i e s t a d e n t r o de un t e r r e n o t r i b u t a r i o en el
- 51 -

que r e s u l t a t o d o lo c o n t r a r i o de u n a b u e -
na v i r t u d . S e ha o b s e r v a d o a s i m i s m o q u e
sólo son e f e c t i v a m e n t e i n e v i t a b l e s c u a n d o
recaen t a m b i é n s o b r e los g é n e r o s precisos
p a r a la s u b s i s t e n c i a , q u e es c u a n d o la i n e -
v i t a b i l i d a d no p u e d e ser c o n s i d e r a d a u n a
a p r e c i a b l e condición. E n c u a n t o a q u e s o n
« f a c u l t a t i v o s » o r e g u l a b l e s a v o l u n t a d , la
afirmación r e s u l t a un s a r c a s m o c u a n d o la
m a t e r i a a f e c t a d a son los a r t í c u l o s i m p r e s -
cindibles.

VIH

E n t r e nosotros el s i s t e m a i m p o s i t i v o se
ha v e n i d o e l a b o r a n d o c a ó t i c a m e n t e , ' con
p r e s c i n d e n c i a de todo p r i n c i p i o c i e n t í f i c o y
sin otra p r e o c u p a c i ó n q u e la de a r b i t r a r
recursos p a r a h a c e r frente a los g a s t o s y
a p r e m i o s financieros, a la cual es preciso
a ñ a d i r , en estos últimos t i e m p o s , el a f á n de
favorecer a u n a s c u a n t a s i n d u s t r i a s alta-
mente c a p i t a l i s t a s , i m p l a n t a n d o un p r o t e c -
cionismo ruinoso p a r a los c o n s u m i d o r e s s i n
m á s r e s u l t a d o que e n r i q u e c e r a unos p o c o s
a c o s t a del sacrificio de m u c h o s .
Los i m p u e s t o s a los c o n s u m o s c o n t i n ú a n
en a u m e n t o por o b r a y g r a c i a de esa ten-
dencia p r o t e c c i o n i s t a q u e a m e n a z a no per-
d o n a r ningún g é n e r o i n d i s p e n s a b l e a l a v i d a
del pueblo. ( 1 ) H e m o s v i v i d o h a s t a h a c e p o c o

(1) D e l a s s i s a s a d u a n e r a s q u e e n c a r e c e n Ha
s u b s i s t e n c i a del p u e b l o , m e h e o c u p a d o e n l a e x -
posición de m o t i v o s de un p r o y e c t o do r e d u c c i ó n
y s u p r e s i ó n d e i m p u e s t o s a l o s a r t í c u l o » de pri>
mera necesidad. T a m b i é n allí hablo del problema.
- 62 -

en lo q u e W a g n e r l l a m a el p e r í o d o fiscal
de la historia financiera de un país, c a r a c -
t e r i z a d o por el p r o p ó s i t o e x c l u s i v o de res-
p o n d e r a las e x i g e n c i a s del E s t a d o , sin
detenerse a considerar las consecuencias de
los g r a v á m e n e s desde el p u n t o de v i s t a de
ta situación de los c o n t r i b u y e n t e s y de la
e c o n o m í a g e n e r a l . P r u e b a de ello nos la
ofrecen los altos derechos a d u a n e r o s aplica-
dos a los a r t í c u l o s de m á s c o n s u m o , preci-
s a m e n t e por serlo, es decir, por t r a t a r s e de
géneros imprescindibles, sin q u e n i n g u n a
otra razón p u e d a i n v o c a r s e p a r a e x p l i c a r -
los. Y c u a n d o h e m o s s a l i d o en p a r t e de
ese período, a ñ a d i e n d o al fin e x c l u s i v a -
m e n t e fiscal, un fin económico, ha sido
p a r a caer en el p r o t e c c i o n i s m o , q u e no por
ser una f o r m a de política financiera econó-
m i c a ha de considerarse a c e r t a d a . L o peor es
q u e si se c a r g a n los derechos de i m p o r t a -
ción a los a r t í c u l o s q u e vienen del e x t r a n -
j e r o a c o m p e t i r con los p r o d u c t o s de nues-
t r a i n d u s t r i a , ni s i q u i e r a se piensa en re-
d u c i r la? t r a b a s e n c a r e c e d o r a s de las que,
p o r no e l a b o r a r s e en el país, p o d r í a n e n t r a r
l i b r e m e n t e sin hacer concurrencia a la
p r o d u c c i ó n nacional. Y esto se e x p l i c a por-
q u e c u a n t o m á s se reducen ciertos rubros
de la renta de a d u a n a , por v i r t u d de los
a r a n c e l e s p r o h i b i t i v o s , m á s necesitan nues-
tros gobiernos de las rentas a p o r t a d a s por

€ ¿proteccionismo o libre cambio?»,—lo mismo que


e n a l g u n o s d i s c u r s o s p r o n u n c i a d o s en l a C á m a r a
— l o q u e e n c i e r t o m o d o m e oxcuBa de t r a t a r e s e
p u n t o e n e s t e folleto, q u e sino a d q u i r i r í a p r o p o r -
c i o n e s m á s g r a n d e s de l a s q u e h e q u e r i d o d a r l o .
- 53 —

los otros r u b r o s , d a d o q u e la a d u a n a con-


tinúa siendo la p r i n c i p a l í s i m a fuente de los
recursos fiscales, ( i ) E l h a m b r e del p u e b l o
no ha podido conseguir la s u p r e s i ó n t e m -
poraria del derecho a d u a n e r o s o b r e el t r i g o ,
porque este p r o d u c í a , en m o m e n t o s de e x -
t r a o r d i n a r i a escasez, cerca de 2 0 0 . 0 0 0 p e s o s
mensuales a la a d u a n a ; pero el interés de
unos f a b r i c a n t e s a f o r t u n a d o s c o n s i g u i ó sin
m a y o r e s esfuerzos el r e c a r g o permanente
de los a r a n c e l e s p a r a los s o m b r e r o s de fiel-
tro, de l a n a y de p a j a , c o m o a n t e s lo h a -
bía conseguido p a r a los tejidos de l a n a y
algodón...
E s t e s i s t e m a t r i b u t a r i o en el q u e p r e d o -
minan el e m p i r i s m o y la injusticia, está
reñido con las b u e n a s n o r m a s fiscales y
con los principios de e q u i d a d i m p r e s c i n d i -
bles en el r é g i m e n de las d e m o c r a c i a s . H a -
blando de lo q u e ocurre en la A r g e n t i n a —
y haciendo e x t e n s i v a la a p r e c i a c i ó n a n u e s -
tro propio p a í s — u n escritor u r u g u a y o r e s u -
mía sus c o m e n t a r i o s a las a n o m a l í a s de la
hacienda nacional con las siguientes p a l a -
bras, que no han p e r d i d o , ni allá ni a c á ,
nada de su o p o r t u n i d a d y exactitud: «De
todo esto se s i g u e q u e el p r i n c i p i o consti-
tutivo de la i g u a l d a d del i m p u e s t o e s t á
conculcado en la p r á c t i c a , desde que h a y
grandes porciones de m a t e r i a i m p o n i b l e ,
precisamente a q u e l l a que c o n s t i t u y e uno
de los m á s i n g e n t e s r a m o s de n u e s t r a ri-
queza, e x e n t a de t o d a c o n t r i b u c i ó n p r o -

(1) V é a s e l a e x p o s i c i ó n d e m o t i v o s d e l proyecto
citado ( « D i a r i o O f i c i a l » ) .
— 54 —

p o r c i o n a l , en t a n t o q u e el r a m o de los
c o n s u m o s es p a s t o v i l de los impuestos in-
d i r e c t o s , q u e no p u e d e y a s o p o r t a r mayo-
res c a r g a s , y sin m á s r a z ó n que porque
son de i m p o s i c i ó n m á s fácil y empírica».
(Ángel Floro Costa. «La cuestión económica
en la R. del Plata» Pag. 291).
N o es n e c e s a r i o i n s i s t i r m á s sobre los
i n c o n v e n i e n t e s de los i m p u e s t o s a los con-
s u m o s . H e m o s d e l i m i t a r n o s a decir que
son t a n a b i e r t a m e n t e c o n t r a r i o s a toda
n o c i ó n de j u s t i c i a e c o n ó m i c a que tanto violan
las c u a t r o f a m o s a s r e g l a s de A d á n Smith,
y s o b r e t o d o l a p r i m e r a : « c a d a subdito
d e b e c o n t r i b u i r con u n a s u m a proporcional
a su h a b e r » , c o m o el p r i n c i p i o de que ha
de p a g a r s e s e g ú n la i m p o r t a n c i a del privilegio
de q u e se d i s f r u t a . A ñ a d i r e m o s que influyen
e n o r m e m e n t e s o b r e el c o s t o de la vida, entre
o t r a s r a z o n e s , p o r q u e g r a v i t a n principal-
m e n t e — c o m o h a o b s e r v a d o Girardin—sobre
ios p r o d u c t o s d e la a g r i c u l t u r a , perjudican-
d o a s í t a m b i é n a e s t a i n d u s t r i a , circunstan-
cia i n q u i e t a n t e en un p a í s como el nuestro
al c u a l t a n t o c o n v i e n e , p o r m o t i v o s de di-
v e r s o o r d e n , el d e s a r r o l l o agrícola. Final-
m e n t e , c o n t r a r í a n la e q u i d a d h a s t a el punto
de q u e , c o m o se h a d i c h o , son progresivos
al r e v é s , (i) U n i m p u e s t o sobre la sal,

(1) T a m b i é n e s i n t e r e s a n t e e l p r o b l e m a de si la
t a s a d e l i m p u e s t o h a d e s e r p r o p o r c i o n a l o pro-
g r e s i v a . C o n o c i d a s s o n l a s s i g u i e n t e s considera-
c i o n e s d e T. B . S a y : « U n a c o n t r i b u c i ó n niiuple-
mente p r o p o r c i o n a l n o e s a c a s o rn.ls panosa
p a r a e l p o b r e q u e p a r a e l r i c o ? E l hombre que
n o p r o d u c e m a s q u e l a c a n t i d a d do pan necesaria
el a z ú c a r , el t r i g o , e t c . , g r a v a m á s a l o s p o -
bres, c u y a s f a m i l i a s s o n p o r f í o g e n e r a l n u m e -
rosas, q u e a l o s r i c o s , q u i e n e s , p o r o t r a p a r t e ,
no hacen t a n t o c o n s u m o d e l a s s u b s t a n c i a s
alimenticias c o m u n e s , c o m o el p a n y l o s f i -

para s u f a m i l i a d e b e c o n t r i b u i r exactamente en
la m i s m a p r o p o r c i ó n q u e a q u e l q u e , g r a c i a s a s u s
talentos d i s t i n g u i d a s , a s u s i n m e n s o s b i e n e s fun-
díanos, a sus c a p i t a l e s c o n s i d e r a b l e s , no s o l a m e n -
te g o z a y p r o c u r a a l o s s u y o s t o d o s l o s g o c e s d e l
lujo m a s s u n t u o s o , s i n o q u e a c r e c e d e m á s e n
más c a d a a ñ o B U t e B o r o ? » E n o t r o p a s a j e e x p l i c a
así l a j u s t i c i a d o l a t a s a p r o g r e s i v a . « S u p o n i e n d o
el i m p u e s t o m e r a m e n t e proporcional a la renta
de u n a d é c i m a p a r t e , p o r e j e m p l o , t o m a r í a 3 0 . 0 0 0
a u n a f a m i l i a q u e p o s e a 3 0 0 0 0 0 d e r e n t a ; e s t a fa-
milia c o n s e r v a r í a 2 7 . 0 0 0 q u e g a s t a r e n c a d a a ñ o ,
y bien p u e d e c r e e r s e q u e c o n r e n t a s e m e j a n t e n o
sólo n o c a r e c e r á d e n a d a , Bino que mantendrá
todavía m u c h o s d e e s o s g a s t o » q u e n o son i n d i s -
pensables p a r a el b i e n e s t a r , m i e n t r a s q u e u n a fa-
milia q u e n o p o s e y e s e m á s q u e u n a r e n t a d e 3 0 0
francos y a l a q u e e l i m p u e s t o dejaría 270, no
d i s p o n d r í a do l o q u e e s i n d i s p e n s a b l e p a r a l a e x i s -
t e n c i a . . . « A d á n S m i t h h a b í a dicho a n t e s q u e «no
estaría f u e r a do r a z ó n q u e l o s r i c o s c o n t r i b u y e s e n
a los g a s t o s d e l E s t a d o , n o s o l a m e n t e e n p r o p o r -
ción a s u r e n t a , B i n o t o d a v í a c o n a l g o m á s allá
de e s t a p r o p o r c i ó r » . L a c a r g a n o p u e d e s e r l a
misma c u a n d o s e d e j a s e n t i r e n l o s u p e r f l u o q u e
cuando s e d « g a s e n t i r e n lo n e c e s a r i o . E l p e s o q u e
da a l E s t a d o q u i e n p a r a d a r l o d e b e r e d u c i r s e e n
la s a t i s f a c c i ó n d e l a s n e c e s i d a d e s , v a l e m á s , s u b -
jetivamente—pues r e p r e s e n t a un sacrificio más
grande—que el b i l l e t e d e c i e n o m i l p o s o s d e q u i e n
na de q u e d a r c o r d i n e r o d e B o b r a p a r a n o p r i -
varse de los p l a c e r e s . Y a n o s l o d e c í a B u f f ó n , s i n
ser e c o n o m i s t a : « E l escudo del pobre,. para pagar
un o b j e t o d e p r i m e r a n e c e s i d a d , y e l e s c u d o q u e
c o m p l e t a 1H t a l e g a d e u n h a c e n d a d o , s o n p a r a u n
matemático, dos u n i d a d e s de i d é n t i c o o r d e n ; p e r o ,
• n lo m o r a l , e l p r i m e r o v a l e u n l u i s ; y e n e l o t r o
— 56 —

d é o s , p o r q u e p u e d e n c o m e r otras muchas
c o s a s . L a a n o m a l í a es a u n m a y o r c u a n d o se
t r a t a de m e r c a d e r í a s inferiores, (ropas de
algodón, productos alimenticios ordinarios
c o m b u s t i b l e s b a r a t o s , c o m o el k e r o s e n e ) qué
s ó l o c o n s u m e n los p o b r e s . E n estos casos,
los r i c o s q u e d a n fuera del r a d i o del i m -
p u e s t o , p r o d u c i é n d o s e así la m á s inadmisi-
ble de las exenciones....
S o n , sin e m b a r g o , i m p u e s t o s de esa na-
t u r a l e z a los q u e e n t r e n o s o t r o s , costean la
m a y o r p a r t e de los g a s t o s p ú b l i c o s .

IX
L a s t e o r í a s q u e a s i g n a n al i m p u e s t o una
f u n c i ó n d i r e c t a m e n t e s o c i a l , a d e m á s de la
f u n c i ó n f i n a n c i e r a de m a n t e n e r al Estado,
g a n a n t e r r e n o c o n el a v a n c e de las ideas
d e m o c r á t i c a s . E n los p a í s e s d o n d e la política
d e l a t a la p e n e t r a c i ó n o la presión de las fiio-
d e r n a s a s p i r a c i o n e s p o p u l a r e s , ha comenzado
a p r e d o m i n a r el p u n t o de v i s t a social y polí-
t i c o s o b r e el p u r a m e n t e fiscal y financiero.
« E l i m p u e s t o — d i c e N i t t i — e s un arma
demasiado poderosa p a r a q u e se la tenga
e n c e r r a d a en el p e q u e ñ o a r s e n a l de las le-
y e s p u r a m e n t e financieras».

t o l o u n m n r a v a d í » . H e a h í e l r a z o n a m i e n t o qoe
varios autores holandeses comtemporáneos-Bok,
C o a t v a n den L i n d e n , Pierson, etc-handesarrolla-
d o y e x p l i c a d o m e d i a n t e c i f r a s y e s c a l a s que de-
m u e s t r a n l a d i f e r e n c i a d e l v a l o r s u b j e t i v o quetie-
n o n e n t r o sí l a s d i v e r s a s p a r t e s d e una renta
b o m o * a ñ a d i r q u e e l e s c u d o g a n a d o por el pobre
oon «1 . s u d o r Jo s u f r e n t e , v a l e m a s
y6e>„ . e r m a s r e s p e t a d o p o r ol fisco, que e l e cu-
d o q u e l l e g a a m a n o s d e l r i c o c o m o fácil fruto
del p r i v i l e g i o .
- 07 -

El profesor Adolfo Wagner en la obra


citada y en el artículo Uber soziale Fi-
nanz-and-Steveryolitik, expone su famosa
concepción socio-política del impuesto. L a
política social—dice él—existe desde hace
mucho tiempo. Las antiguas corporaciones,
los antiguos reglamentos agrarios y comer-
ciales, la asistencia pública, ios retiros obre-
ros, etc., son realizaciones pertenecientes a
esa política. S o n medios de corregir o pa-
liar los defectos de la repartición económica.
Nada se opone lógicamente a que la le-
gislación financiera se dedique a ese mismo
fin. Desde luego, añade, y a lo hace ahora.
Las finanzas pueden concurrir de tres
maneras a la aplicación de las teorías de
política social: «i.o Por la elección de los
deberes del Estado; 2.0 Por la elección del
medio por el cual el Estado subvendrá al
costo de esos deberes, es decir, por la d e -
terminación de su precio en relación a las
clases y a los individuos; 3.0 Por la elec-
ción de los recursos que le permitirán cum-
plir esos deberes».
Cuanto más en cuenta se tengan para la
elección de esas tres cosas las considera-
ciones socio-políticas, más corregidas serán
las desigualdades económicas y sociales.
«Al lado del fin inmediato, puramente
financiero, del impuesto, se puede igual-
mente discernir y colocar un segundo fin,
fin de política social, comportando la inter-
vención reglamentativa en la repartición de
las rentas y de la fortuna de la población,
en general, de manera que produzca una
modificación en la repartición de la riqueza
- 58 -
que se opera en el régimen del tráfico li-
bre*. (Obr. cit. pág. 1 0 9 ) .
Y más adelante define así los impuestos
que responden a ese segundo fin: «Son
impuestos del punto de vista de la política
social, las cargas públicas o gravámenes
c u y o fin es, en parte o exclusivamente, in-
tervenir reglamentativamente y para m o d i -
ficarla, en la repartición entre los particu-
lares, de la renta y de la fortuna de la po-
blación, que se opera sobre la base de la
organización jurídica y económica, y más
eventualmente, en el empleo de la renta y
la fortuna de los particulares». (Obra cit.,
T. I I , pág. 1 1 0 ) .
Sin d u d a son e x a g e r a d a s las ilusiones que
algunos partidarios de la esbozada teoría se
hacen de la eficacia del impuesto como me-
dio de influir sobre los fundamentos y las
consecuencias del sistema de organización
de la economía p r i v a d a . Cuando más, podrá
a d m i t i r s e que sus m a y o r e s efectos sólo han
de satisfacer a la idea esencial del socialis-
m o de estado respecto a la existencia de
las clases y a sus relaciones entre sí. Desde
luego, la eliminación completa de las anoma-
lías económicas constitucionales—siempre que
se tenga de ellas un concepto exacto—no ha
de esperarse sino de medidas más profun-
das y r e m o v e d o r a s . Los socialistas no oculta-
mos nuestro pensamiento sobre ciertas trans-
formaciones jurídicas, así como sobre ciertas
expropiaciones, y estamos lejos de creer
que solo por el impuesto podremos realizar
las finalidades supremas de nuestro pro-
g r a m a , i m p l a n t á n d o l a socialización general.
A. B u d o n dice en « ¿ a propieté privée
— 59 —

tt le droit fiscal*: « ¿ P o d e m o s e s p e r a r , en la
p r á c t i c a , r e a l i z a r t o d a la r e f o r m a s o c i a l p o r
el i m p u e s t o ? E s t o s e r í a , c r e e m o s n o s o t r o s ,
una utopía. E l i m p u e s t o , a u n m i s m o pro-
gresivo, tiene sus límites prácticos que están
singularmente m á s a c á de su l í m i t e teórico.
E l g r a n e n e m i g o del f i s c o es el f r a u d e . . .
E l i m p u e s t o n o p u e d e a b s o r b e r h a s t a el f i n
la p r o p i e d a d p r i v a d a ; l l e g a u n m o m e n t o e n
q u e ella se r e t i r a , s u s t r a y é n d o s e a la o b l i -
g a c i ó n q u e se le i m p o n e , d e s d e q u e e s t a o b l i -
g a c i ó n t i e n d e a e q u i v a l e r a la o b l i g a c i ó n
p a s i v a u n i v e r s a l . S i el i m p u e s t o n o es el
p r i n c i p i o s u p e r i o r q u e r e g e n e r a r á la s o c i e -
d a d , es n e c e s a r i o r e c o n o c e r e n t o n c e s q u e
sólo t o d a la l e g i s l a c i ó n p ú b l i c a es c a p a z d e
organizar la e c o n o m í a » .
El diputado socialista francés A d r i á n V e -
ber, en el e s t u d i o fhás a r r i b a c i t a d o , d a l a
siguiente m u e s t r a de su p e s i m i s m o r e s p e c -
to a la m i s i ó n d e j u s t i c i a del i m p u e s t o :
« A u n h a c i e n d o a b s t r a c c i ó n d e la l u c h a d e
c l a s e s , a la c u a l o f r e c e n u n c a m p o de b a t a l l a
cotidiano; aun s u p o n i e n d o al E s t a d o c a p a z
d e o b t e n e r el e q u i l i b r i o e n t r e e s a s c l a s e s y
s u s c e p t i b l e d e a p l i c a r e f e c t i v a m e n t e el p r i n -
cipio é t i c o - s o c i a l , q u e , i d e a l m e n t e , d e b e r í a
s i e m p r e g u i a r l o , — los i m p u e s t o s son y q u e -
darán fatalmente inequitativos, puesto que
el p r o b l e m a d e l a t r a s l a c i ó n d é l o s i m p u e s -
t o s , n o o b s t a n t e los h á b i l e s e n s a y o s d e s o l u -
ción t e ó r i c a , es p r á c t i c a m e n t e i m p o s i b l e r e -
solverlo, pues c a d a i m p u e s t o se r e p e r c u t e d e
maneras infinitamente diversas, según infini-
tas diversidades de c i r c u n s t a n c i a s » . P e r o ,
después de esa afirmación d ; q u e «son
y serán siempre inequitativos», declara al
— «o —
m e n o s q u e si su « e n d e r e z a m i e n t o » , no p u e ­
de s e r c o n s i d e r a d o c o m o tel g r a n e n d e r e z a -
d o r de e n t u e r t o s , debe serlo c o m o u n a a t e ­
n u a c i ó n de los dolores s o c i a l e s , un m e j o r a ­
m i e n t o d e s e a b l e de la d e s i g u a l r e p a r t i c i ó n
d e las c a r g a s p ú b l i c a s » .
L a v e r d a d es q u e la f u n c i ó n social del
i m p u e s t o en sí, en el s e n t i d o de la j u s t i ­
cia, se r e d u c e a no ser a c t i v a m e n t e i n j u s t o ,
es d e c i r , a no a g r a v a r con su peso l a s des­
igualdades y las injusticias sociales. Orien­
t á n d o s e en d i r e c c i ó n c o n t r a r i a a esas injus­
t i c i a s , es c o m o c o n s i g u e e v i t a r — y no
s i e m p r e , d a d o el f e n ó m e n o de la r e p e r c u s i ó n
de q u e Y e b e r nos h a b l a — n o ser un f a c t o r
de i n j u s t i c i a . C u a n d o p l a u s i b l e m e n t e t i e n d e
a esto, t r a t a n d o de i g u a l a r los s a c r i f i c i o s ,
r e c l a m a n d o de los p r i v i l e g i a d o s el d i n e r o
para sostener servicios q u e aprovechan a
los d e s p o s e í d o s , se le a c u s a — c o m o h e m o s
v i s t o en las p r i m e r a s p á g i n a s de este fo­
lleto — de q u e r e r t r a n s f o r m a r s e [en c f a c t o r
de j u s t i c i a » . . .
P o r lo d e m á s , el m i s m o W a g n e r d i c e :
« E l E s t a d o se l i b r a a u n a i g u a l a c i ó n de
c l a s e a c l a s e c u a n d o h a c e p a g a r a los ricos
en t o t a l i d a d o en g r a n p a r t e , los i m p u e s t o s
destinados a 'as instituciones, establecimien­
tos y a c t i v i d a d e s del E s t a d o q u e a p r o v e c h a n
a los p o b r e s en t o t a l i d a d o en g r a n p a r t e .
E s t e c o m u n i s m o no es n u e v o , p e r o recién
a h o r a c o m i e n z a a ser p r e c o n i z a d o por r a z o ­
nes socio p o l í t i c a s » .
S e d e s p r e n d e de lo t r a n s c r i p t o q u e la e x ­
p r e s a d a t e n d e n c i a a la « i g u a l a c i ó n de clases»
se r e a l i z a m e d i a n t e dos c o n d i c i o n e s : q u e el
i m p u e s t o lo p a g u e n los ricos y q u e se d e s t i n e
— Ül —

a los s e r v i c i o s p r i n c i p a l m e n t e b e n e f i c i o s o s
p a r a los p o b r e s . D e s d e el p u n t o de v i s t a d e la
s i t u a c i ó n d e los p r o l e t a r i o s , la u b i c a c i ó n d e l
g r a v a m e n , h e c h a a b s t r a c c i ó n del o b j e t o en
q u e se i n v i e r t a su p r o d u c t o , s ó l o p u e d e e j e r -
cer u n a j u s t i c i a o « i g u a l a c i ó n » n e g a t i v a q u e
c o n s i s t e en a f e c t a r la s i t u a c i ó n p r i v i l e g i a d a d e
los p u d i e n t e s sin a ñ a d i r á la e x p l o t a c i ó n c a p i -
t a l i s t a , d e q u e s o n v í c t i m a s los d e s p o s e í -
dos, la e x p o l i a c i ó n f i s c a l . E l t r i b u t o , i n s p i -
r á n d o s e en un c r i t e r i o d e é t i c a financiera,
r e s c a t a r á d e m a n o s del r i c o b u e n a p a r t e
de s u s m e d i o s , r e s p e t a n d o p o r e n t e r o el
salario; y bien: ¿cuál será el beneficio
p o s i t i v o q u e h a b r á n r e c i b i d o los t r a b a j a d o -
res, si el p r o d u c t o del i m p u e s t o en v e z d e
e m p l e a r s e en c o s a s ú t i l e s p a r a ellos, se e m -
plea en c o s a s q u e a los r i c o s a p r o v e c h e n ,
devolviéndoles así, indirectamente, lo q u e
les h a r e c l a m a d o ? . . . I m p o r t a n t e b e n e f i c i o es
por c i e r t o , el q u e l a a c c i ó n del f i s c o r e s -
pete los s a l a r i o s , en v e z d e c a s t i g a r l o s c o m o
generalmente a c o n t e c e , — s i n c o n t a r con q u e
la posición del g r a v a m e n p u e d e d e t e r m i n a r
por las r e g u l a c i o n e s del i n t e r é s p e r s o n a l y
del e s t í m u l o , d e s a r r o l l o s d e la r i q u e z a b e n e -
ficiosos p a r a la c o l e c t i v i d a d , — p e r o m i e n -
t r a s t o d o se r e d u z c a a eso n o p o d r á h a b l a r -
se d e la o b r a d e « r e p a r a c i ó n » , o de la a c -
j ción « r e p a r a d o r a » del i m p u e s t o
i P o r q u e con r e l a c i ó n a la f u e n t e del t r i b u -
; to p u e d e n s u c e d e r t r e s c o s a s , en el c a s o
{ de q u e t o d o lo h e c h o p a r a a m p a r a r a los
s d e s p o s e í d o s s e r e d u z c a a g r a v a r a los p o -
I seedores. Q u e el g r a v a m e n r e p e r c u t a d e a l -
: g ú n m o d o s o b r e los p o b r e s . S i e n d o a s í , a
la d i s m i n u c i ó n o b t e n i d a p o r s u i n t e r m e d i o
- 62 -

en las fortunas, corresponderá u n a d i s m i n u - \


c i ó n e n la f a c u l t a d a d q u i s i t i v a d e los s a - \
larios. L a relación entre la potencialidad i
e c o n ó m i c a de una y otra clase p e r m a n e c e -
rá i n v a r i a d a , c u a n d o n o e m p e o r a d a .
Q u e e s t a i n c i d e n c i a n o se p r o d u z c a , n i
s o b r e los precios ni sobre los s a l a r i o s . H a -
b r á d i s m i n u c i ó n en las fortunas; pero n o
h a b r á a u m e n t o i n d i r e c t o e n l o s s a l a r i o s , si
l a i n v e r s i ó n d e l o r e c a u d a d o n o es para
satisfacer n e c e s i d a d e s del p u e b l o ; y no habrá
s i q u i e r a d i s m i n u c i ó n e n l a s f o r t u n a s si ese
d i n e r o se e m p l e a e n r e f o r z a r los servicios;
y las i n s t i t u c i o n e s q u e a p r o v e c h a n exclusi-i
v a m e n t e a los propietarios.
L o q u e p u e d e s u c e d e r , f i n a l m e n t e , es' n o
sólo q u e la i n c i d e n c i a n o se p r o d u z c a , sino
q u e l o s e f e c t o s d e l a s i m p l e i n s t a l a c i ó n del"
g r a v a m e n , sean especialmente benéfico^
P e r o e s t o s e f e c t o s d i r e c t a m e n t e favorables—-¡
p r o p i o s d e l i m p u e s t o a l a r e n t a territorial
en m u c h o s casos, como veremos—pro-
v i e n e n d e l e s t í m u l o a l t r a b a j o y a l acre?
c e n t a m i e n t o d e l a p r o d u c c i ó n p o r el mo¿
m e n t á n e o a b a r a t a m i e n t o d e l a t i e r r a y e]
f o m e n t o a c o r d a d o c o n l a s u p r e s i ó n d e trabaf
a l o s c a p i t a l e s p r o d u c t i v o s . E l i m p u e s t a de-
t e r m i n a r á l a r e p a r t i c i ó n d e l a s t i e r r a s , ha-
c i é n d o l a s m á s a c c e s i b l e s al t r a b a j o ; castigar^
el m o n o p o l i o f u n d i a r i o r e d u c i é n d o l o o su-
p r i m i é n d o l e v e n t a j a s , y a u n q u e t o d o esto
es p r o v o c a r la d i f u s i ó n d e l a r i q u e z a y;
disminuir el p o d e r í o e c o n ó m i c o de u n a l
f r a c c i ó n d e la c l a s e p r i v i l e g i a d a — l a f r a c - |
ción de los t e r r a t e n i e n t e s (más adelante|
v e r e m o s q u e el i m p u l s o d a d o a la produc-i
c i ó n p o r el i m p u e s t o b e n e f i c i a e n g w n parto^
- 63 -

a los d u e ñ o s de la tierra, a m e n o s q u e a b -
sorba t o d a la r e n t a ) — n o he m o s l l e g a d o sin
e m b a r g o a la r e l a t i v a r e s t i t u c i ó n q u e nos per-
m i t a h a b l a r de u n a a c c i ó n v e r d a d e r a m e n t e
«reparadora» del g r a v a m e n . P u e s s i n o s e t r a t a
de d e v o l v e r l e al s a l a r i o — c l a r o está q u e i n d i -
r e c t a m e n t e — u n a c i e r t a p o r c i ó n al m e n o s de
lo que el c a p i t a l le sustrae (ya q u e el i m p u e s -
to por sí sólo no p o d r í a c o n s e g u i r q u e el c a -
pital a d j u d i c a s e al salario, y no a las g a n a n -
cias, la d i s m i n u c i ó n de la r e n t a del s u e l o ) la
acción de j u s t i c i a del i m p u e s t o q u e d a r e d u c i -
da a su f a z n e g a t i v a . T o d o esto c o n t r i b u i r á
a m e j o r a r la s i t u a c i ó n m a t e r i a l de los obre-
ros; elevará al nivel de v i d a del p r o l e t a -
riado; pero c o m o esta m e j o r a c o r r e s p o n d e r á
al f o m e n t o de los c a p i t a l e s i n d u s t r i o s o s —
una de las f o r m a s de p r i v i l e g i o , pues t o d o
c a p i t a l se n u t r e de s o b r e t r a b a j o , trabajo
no p a g a d o , c o m o lo d e m u e s t r a Marx—la
relación de d e s i g u a l d a d entre los m e d i o s ,
f a c u l t a d e s y derechos de u n a y otra clase
p e r m a n e c e r á en el f o n d o e s t a c i o n a r i a .
A p a r t e , n a t u r a l m e n t e , de q u e la i n j u s t i -
cia o r g á n i c a q u e d a a los c a p i t a l e s por
base el despojo, c o n t i n u a r á a t e n u a d a en la
forma o en sus efectos i n m e d i a t o s , pero
igual en esencia, ( i )
(1) « L a s c i r c u n s t a n c i a s m á s o m e n o s f a v o r a -
b l e s en m e d i o de bis c u a l e s l a c l a s e o b r e r a s e
r e p r o d u c e y se m u l t i p l i c a , no a l t e r a n e n lo m i s
m í n i m o el c a r á c t e r f u n d a m e n t a l de la reproduc-
ción c a p i t a l i s t a . . . E n v e z de g a n a r en i n t e n s i d a d ,
la explotación y dominación capitalistas g a n a n
simplemente en extensión a medida que a u m e n t a
«1 c a p i t a l y , c o n él, el n ú m e r o d e s u s v a s a l l o s .
E n t o n c e s toca a estos una p a r t e m a y o r del p r o -
— 64 —

Para que la o b r a de «igualación» y re-


paración positivas, o la f u n c i ó n completa
de justicia, se m a n i f i e s t e , es preciso—por
tanto—que el d e s t i n o del t r i b u t o s e a c r e a r
servicios p a r a l o s p o b r e s c o n el d i n e r o d e l o s
r i c o s . R e c i é n a s í e n t r a m o s en el t e r r e n o d e l a s
relativas compensaciones. E s a obra resulta de
l a s r e l a c i o n e s d e l i m p u e s t o e n sí c o n su i n v e r -
s i ó n , es d e c i r , c o n el d e s t i n o d e l o s d i n e r o s p ú -
b l i c o s . E s t e es o t r o a s p e c t o de la cuestión, y
si se q u i e r e otra cuestión distinta. Ella nos
c o n d u c e al c a m p o d e la p o l í t i c a f i n a n c i e r a , n o
frente al ciudadano como contribuyente,
sino c o m o c e n t r o de las a c t i v i d a d e s y ¡ d e b e r e s
del Estado. Cuestión capitalisma esta tam-

ducto líquido siempre creciente, de suerte que se


hallun en disposición de ensanchar el círculo de
sus goces, de alimentarse mejor, de vestirse, etc.,
formar pequeñas r e s e r v a s pecuniarias. P e r o si un
trato mejor para el esclavo, u n a alimentación m á s
a b u n d a n t e , vestidos m á s decentes, y un poco m á s
de dinero por añadidura, no pueden romper las
c a d e n a s d e l a e s c l a v i t u d , s u c e d e lo m i s m o c o n l a s
del asalariado. E n efecto no h a y q u e olvidar q u e
la ley absoluta del sistema de producción capita-
lista es f a b r i c a r Bupervalía. L o q u e se propone e l
comprador de l a fuerza o b r e r a es enriquecerse
haciendo v a l e r su capital, produciendo m e r c a n c í a s
que contionen más trabajo del q u e pagan por ellas,
y con c u y a venta r e t l i z a , p o r lo tanto, u n a porción
d e v a l o r q u e no l o h a c o s t a d o n a d a , ^ e a n c u a l e s
f u e r e n l a s c o n d i c i o n e s do la v e n t a d e l a f u e r e a
obrera, la naturaleza del salario es poner siempre
en m o v i m i e n t o c i e r t a cantidad do t r a b a j o gratuito.
E l a u m e n t o d e l s a l a r i o n o i n d i c a r á , p u e s , bino u n a
d i s m i n u c i ó n r e l a t i v a del t r a b a j o g r a t u i t o q u e ol
o b r e r o d e b e p r o p o r c i o n a r s i e m p r e ; p e r o e s t a dismi-
n u c i ó n n o l l e g a r á a s e r t a l q u e p o n g a on p e l i g r o
e l sihluiüii c a p i t a l i s t a » . ( M a r x . El Capital).
- 65 -

bien, d e s d e l u e g o , y q u e ai p r o l e t a r i a d o t o c a
abordar y resolver e n c a m i n a n d o a los p e d e -
res p ú b l i c o s p o r l a s e n d o d e u n a p o l í t i c a
de g a s t o s v e r d a d e r a m e n t e d e m o c r á t i c a . S o n
dos c o s a s i n t i m a m e n t e l i g a d a s , s i n duda;
pero q u e n o d e b e n c o n f u n d i r s e . L o s g a s t o s
convenientes p u e d e n coexistir y m a n t e n e r s e
con los m á s d i v e r s o s r e c u r s o s . H a s t a p o d r í a n
a t e n d e r s e s i n i m p u e s t o s , si s e e x t e n d i e r a n
suficientemente los m o n o p o l i o s i n d u s t r i a l e s
del E s t a d o .
M á s si e n la j u r i s d i c c i ó n d e l a t e o r í a el
impuesto puede estudiarse h a c i e n d o c o m -
p l e t a a b s t r a c c i ó n d e l o s s e r v i c i o s e n q u e se
invierte s u p r o d u c t o , en la v i d a p r á c t i c a ,
los p u e b l o s p a r a j u z g a r d e l a n e c e s i d a d o
i n u t i l i d a d d e los g r a v á m e n e s , d e s u ^ b o n d a d
o inconveniencia, deben remontarse s i e m -
pre al fin c o n c r e t o q u e se le d e s i g n a , a l o s
¿astos a que r e s p o n d e n . L o s i m p u e s t o s crea-
dos p a r a a t e n d e r a los g a s t o s i m p r o d u c t i -
vos o a b o m i n a b l e s a q u e se e n t r e g a n c i e r -
tos g o b i e r n o s , s e r á n s i e m p r e i l e g í t i m o s .
F i n a l m e n t e , el c o n c e p t o s o c i a l del i m p u e s -
to no h a d e referirse t a n s ó l o a s u « f u n -
ción» de j u s t i c i a . P r e s c i n d i e n d o d e t o d a
aptitud para conseguir o provocar u n a igua-
lación d e c l a s e s — m e j o r d i c h o — u n a d i s m i -
nución de la d e s i g u a l d a d d é l a s c l a s e s ( q u e
es c u a n t o p o d r í a c o n s e g u i r e n ese t e r r e n o )
un i m p u e s t o p u e d e ser c o n s i d e r a d o t a m -
bién d e s d e el p u n t o d e v i s t a s o c i a l t e n i e n -
do en c u e n t a s u s e f e c t o s s o b r e l a p r o d u c -
ción y d i s m i n u c i ó n d e l a r i q u e z a , s o b r e l a
— 66 -

e s t r u c t u r a e c o n ó m i c a del p a í s , sobre los e m -


pleos m á s o. m e n o s ú t i l e s de los c a p i l a r e s ,
sofepe 4a d i f u s i ó n d e ciertos c o n s u m o s v i c i o -
sos o.perniciosjps,. y en . g e n e r a l , a t e n d i e n d o a
l a s c o n d i c i o n e s m a t e r i a l e s o m o r a l e s del de-
senvolvimiento colectivo. H a n venido multi-
p l i c á n d o s e los fines sociales del i m p u e s t o ,
a i - d i v e r s i f i c a r s e y e x t e n d e r s e la m i s i ó n del
E s t a d o a n t e las e x i g e n c i a s c r e c i e n t e s de la
conciencia pública.
L o q u e m á s p u e d e p r e o c u p a r al legisla-
d o r , c u a n d o m a n e j a el i n s t r u m e n t o fiscal,
n o e s , p r e c i s a m e n t e , la n i v e l a c i ó n de las
c l a s e s , o b j e t i v o c u y a r e a l i z a c i ó n no ' d e b e -
m o s e s p e r a r del i m p u e s t o , sino el desarro-
l l o d e los s e r v i c i o s n e c e s a r i o s o c o n v e n i e n -
tes al p u e b l o c o n el m e n o r s a c r i f i c i o posi-
b l e p a r a éste y en v i r t u d d e r e n t a s n a c i o -
n a l e s q u e no p e r j u d i q u e n a la p r o d u c c i ó n
ni o b s t a c u l i c e n el d e s e n v o l v i m i e n t o del con-
j u n t o . ¿ Q u é a m b a s f i n a l i d a d e s son a r m ó -
n i c a s ? M e j o r . P e r o a p l i c a r i m p u e s t o s a los
ricos c o n el ú n i c o fin d e e m p o b r e c e r l o s , no
sería u n i d e a l , y a q u e m e r c e d a las condi-
c i o n e s del m e d i o e c o n ó m i c o y a la inter-
p e n d e n c i a m a t e r i a l d e las c l a s e s , ello h a -
bría de resolverse en p e r j u i c i o s p a r a los
proletarios. A t e n d e r a las n e c e s i d a d e s de
éstos y p r o p e n d e r a su e l e v a c i ó n , sí, y a
c o s t a de las v e n t a j a s de los p r i v i l e g i a d o s ;
p e r o e v i t a n d o q u e , a fin de c u e n t a s , sean
a q u é l l o s q u i e n e s v e n g a n a p a g a r con usura
los b e n e f i c i o s q u e se les d e b e p r o p o r c i o n a r
sin e x i g í r s e l e s n u e v o s s a c r i f i c i o s .
X

U n a d o c t r i n a m u y en b o g a a t r i b u y e al i m ­
puesto una acción reparadora i n t e g r a l . P u e d e
suponerlo d o t a d o de tal v i r t u d porque su
concepto sobre las injusticias «a suprimir»
es l i m i t a d o . E s a d o c t r i n a p a r t e de la base
de que sólo existe en la sociedad presente
un privilegio verdadero, el de la renta de la
tierra. « C u a n d o t o d a la r e n t a — d i c e H e n r y
George, el g r a n p r o p a g a n d i s t a del single
iax ( i m p u e s t o ú n i c o ) — se cobre por me­
dio de los impuestos para las necesidades
del pueblo ( o b s é r v e s e , que ha de ser « p a r a
las necesidades del p u e b l o » ) entonces se
habrá llegado a la i g u a l d a d ordenada por
la naturaleza. N i n g ú n c i u d a d a n o tendrá ven­
taja a l g u n a sobre los d e m á s si no es la q u e
le procure su industria, h a b i l i d a d e inteligen­
cia; y cada uno o b t e n d r á lo que b u e n a m e n t e
gane. E n t o n c e s , pero no antes, conseguirá
el trabajo su c o m p l e t a recompensa; el c a p i ­
tal su natural u t i l i d a d » .
George tiene de la renta p r o p i a m e n t e di­
cha el concepto de R i c a r d o c o m p a r t i d o por
Marx. U n a s tierras producen, por razones
de ubicación o de fertilidad n a t u r a l , m á s
que otras: ese exceso sobre las menos fértiles
o peor situadas de las tierras en e x p l o t a ­
ción, c o n s t i t u y e la renta. E s t a d e n o m i n a ­
ción suele emplearse v u l g a r m e n t e en una
acepción general, que a b a r c a los beneficios,
utilidades o ingresos del i n d i v i d u o por c u a l -
- 68 -

q u i e r c a u s a . P e r o es necesario d i s t i n g u i r
u n o s beneficios ( « p a l a b r a q u e n o tiene sen-
t i d o e c o n ó m i c o » ) de otros: los del c a p i t a l ,
se l l a m a n interés; los del t r a b a j o , salario;
los del m o n o p o l i o de la tierra, r e n t a . C u a n d o
esta crece, a q u e l l o s q u e d a n d e p r i m i d o s , por-
q u e g r a v i t a sobre ellos.
« L o q u e da v a l o r a la tierra es la c a p a -
c i d a d de p r o d u c i r renta... ¿ C ó m o se crea
esta c a p a c i d a d de p r o d u c i r r e n t a ? E n m a -
n e r a a l g u n a es l a o b r a del p r o p i e t a r i o de
l a tierra, sino el r e s u l t a d o del i n c r e m e n t o
d e la p o b l a c i ó n y del d e s e n v o l v i m i e n t o d e
la v i d a c i v i l i z a d a » {«Baldomero Argente^
«Henry George, su v i d a y su o b r a » ) . E n
su p o p u l a r í s i m a o b r a « P r o g r e s o y M i s e r i a » ,
G e o r g e — q u e e x p o n e y sostiene su teoría
c o n u n a e l o c u e n c i a a d m i r a b l e — n o s p i n t a el
caso de u n e m i g r a n t e q u e se e s t a b l e c e en
u n a desierta e i n t e r m i n a b l e p r a d e r a . N a d a
f a l t a allí. N i a g u a , ni l e ñ a , ni f e r t i l i d a d ,
ni belleza de s i t u a c i ó n . E l suelo es v i r g e n
y rico; la c a z a a b u n d a n t e ; los a r r o y o s es-
t á n p o b l a d o s de peces. E n c u e n t r a , pues
allí lo q u e en u n a c o m a r c a p o p u l o s a le h a -
ría i n m e n s a m e n t e rico. N o o b s t a n t e es m u y
p o b r e , p o r q u e solo, a i s l a d o , n o p u e d e sa-
car m a y o r p a r t i d o de las r i q u e z a s entre las
c u a l e s ha l e v a n t a d o su c h o z a . L u e g o llega
o t r o , el c u a l , n a t u r a l m e n t e , p a r a no v i v i r
lejos de t o d a c o m p a ñ í a h u m a n a , se i n s t a l a
c e r c a d í l primer c o l o n o . L a s i t u a c i ó n de este
m e j o r a por tal h e c h o . D e s p u é s llega otro, y
d e s p u é s otro, y otro, h a s t a q u e se f o r m a u n a
p o b l a c i ó n en t o r n o de la p r i m e r a c h o z a . E l
t r a b a j o a d q u i e r e así una eficacia imposible
— 69 —

en el e s t a d o d e a i s l a m i e n t o . M u c h a s c o s a s
p u e d e n r e a l i z a r s e a h o r a p o r la i n t e r v e n c i ó n
y la s o l i d a r i d a d d e v a r i o s h o m b r e s . Y la p o -
b l a c i ó n , e n v i r t u d del c r e c i m i e n t o v e g e t a t i v o
y de la c o n t i n u a a f l u e n c i a d e c o l o n o s y a r t e -
sanos, a u m e n t a n o t a b l e m e n t e , d o t á n d o s e p o c o
a poco de t o d a clase de progresos. E l predio
de a q u e l p r i m i t i v o p o b l a d o r , e n c l a v a d o e n
m e d i o de u n a c i u d a d , v a l e a h o r a u n a f o r -
tuna.
¿ A q u i é n lo d e b e ? N o c i e r t a m e n t e a s u
estuerzo. C o n s u t r a b a j o h a b r á c o n s t r u i d o
su c a s a , p l a n t a d o s u s á r b o l e s y r e c o g i d o s u s
cosechas. P e r o la c i r c u n s t a n c i a de estar t a n
bien s i t u a d o s u p r e d i o , d e s d e el c u a l es
más fácil q u e de n i n g ú n otro llevar los
p r o d u c t o s a m a n o s d e q u i e n e s los n e c e s i -
t a n , le c o n f i e r e u n v a l o r e x c e p c i o n a l . T i e -
rras m u c h o m á s f é r t i l e s v a l d r á n menos,
por h a l l a r s e m á s l e j o s d e l c e n t r o d e po-
b l a c i ó n . Y es q u e l a d e n s i d a d d e p o b l a -
ción a d h i e r e a esa t i e r r a p o d e r e s p r o d u c -
tivos q u e e q u i v a l e n a la m u l t i p l i c a c i ó n d e
su f e r t i l i d a d o r i g i n a l .
Por hallarse ubicada al alcance de todas
las n e c e s i d a d e s d e l a c i u d a d , o f r e c e v e n t a -
jas g r a n d í s i m a s p a r a la a p l i c a c i ó n del t r a b a -
jo. Sirve c o m o n i n g u n a otra para instalar
f á b r i c a s , c o m e r c i o s y a l m a c e n e s q u e se a l -
z a r á n en p i s o s i n t e r m i n a b l e m e n t e s u p e r p u e s -
tos. T o d a s e s a s v e n t a j a s , a d h e r i d a s a l a
tierra, a u m e n t a n f a b u l o s a m e n t e s u v a l o r .
H e a h í el m e c a n i s m o d e l e n r i q u e c i m i e n t o d e
los t e r r a t e n i e n t e s ; h e a h í l a p r u e b a d e q u e
la v a l o r i z a c i ó n t e r r i t o r i a l s e o p e r a auto-
máticamente, con prescindencia de todo sa-
— 70 -

c r i f i c i o o esfuerzo del p r o p i e t a r i o . E s t e pue-


d e v i a j a r , p a s a r s e los a ñ o s y los a ñ o s sin
v e r su p r o p i e d a d ni a t e n d e r l a : c u a n d o v u e l v a
la hallará t a n t o m á s valorizada c u a n t o m a -
y o r h a y a s i d o el p r o g r e s o c o l e c t i v o . E s e
v a l o r así a ñ a d i d o por la s o c i e d a d a la t i e -
r r a , d e b e ser d e v u e l t o a la s o c i e d a d . E l
t e r r a t e n i e n t e d i s f r u t a de u n m o n o p o l i o q u e
es, s e g ú n G e o r g e , la c a u s a ú n i c a de la m i -
s e r i a . E l e n c a r e c i m i e n t o del s u e l o e m p o -
b r e c e a los p r o d u c t o r e s , p o r q u e lo p o n e
f u e r a del a l c a n c e d e sus m e d i o s p a r a a d -
q u i r i r l o o a r r e n d a r l o ; les o b l i g a a p a g a r los
p r o d u c t o s c a d a v e z m á s c a r o s ; i m p o n e al
t r a b a j o , q u e d e él n e c e s i t a p a r a su desen-
v o l v i m i e n t o , un dogal aplastador. « L a po-
b r e z a y el s u f r i m i e n t o — d i c e — m á s intensos
a m e d i d a q u e el p r o g r e s o a d e l a n t a , nacen
d e ser l a t i e r r a d o n d e v i v i m o s y q u e ha
d e d a r n o s a t o d o s el s u s t e n t o , propiedad
e x c l u s i v a d e u n o s c u a n t o s » . H a b r í a que
s u p r i m i r la c a u s a d e t a n t o s m a l e s . Sería
j u s t o y c o n f o r m e al d e r e c h o n a t u r a l abolir
l a p r o p i e d a d p r i v a d a d e la t i e r r a , decla-
rándola propiedad c o m ú n y arrendándola
e n l o t e s al m e j o r p o s t o r , b a j o c o n d i c i o n e s .
S i n e m b a r g o , este p r o y e c t o , p e r f e c t a m e n t e
r e a l i z a b l e , n o le p a r e c e el m á s p r á c t i c o . L e -
v a n t a d e m a s i a d a s r e s i s t e n c i a s , en t a n t o que
e x i s t e el m e d i o de l l e g a r a los m i s m o s re-
s u l t a d o s de la c o n f i s c a c i ó n c o n m e n o s alar-
m a . J u z g a i n n e c e s a r i o c o n f i s c a r la propiedad
del s u e l o ; b a s t a c o n f i s c a r la r e n t a . A esto
l l a m a d e j a r l e s la c a s c a r a a los propietarios
s a c á n d o l e la n u e z . E l i n s t r u m e n t o de e x -
t r a c c i ó n sería el i m p u e s t o territorial. Los
- 71

demás impuestos desaparecerían, porque


no tienen r a z ó n de ser t o d a v e z q u e p u e ­
den s u s t i t u i r s e c o n e n o r m e s v e n t a j a s por esa
c o n t r i b u c i ó n e x c l u s i v a s o b r e el v a l o r del
suelo. U) — A n a l i z a n d o las e x c e l e n c i a s d e
este i m p u e s t o ú n i c o , r e c h a z a la i a . r e g l a d e
A d a m S m i t h , s e g ú n la c u a l «los s u b d i t o s d e
c a d a n a c i ó n d e b e n c o n t r i b u i r al s o s t e n i ­
m i e n t o del g o b i e r n o p r o p o r c i o n a l m e n t e a los
ingresos q u e c a d a u n a t e n g a b a j o la p r o t e c ­
ción del E s t a d o » . O b s e r v a q u e la j u s t i c i a n o
se a l c a n z a r í a d e este m o d o . I m a g i n e m o s d o s
hombres q u e t e n g a n m e d i o s i g u a l e s o i g u a l e s
ingresos, el u n o c o n f a m i l i a n u m e r o s a , el o t r o
d e b i e n d o sólo m a n t e n e r s e a sí m i s m o . « S o b r e
c a d a u n o d e ellos l a s c o n t r i b u c i o n e s i n d i r e c ­
tas pesan de un m o d o m u y d i f e r e n t e , p o r q u e
el uno no p u e d e e v i t a r los i m p u e s t o s s o b r e los
a l i m e n t o s , r o p a , e t c . , c o n s u m i d o s por s u f a ­
milia; m i e n t r a s el o t r o h a de p a g a r ú n i c a ­
mente sobre lo n e c e s a r i o a l c o n s u m o p e r s o ­
nal. P e r o a u n s u p o n i e n d o q u e los i m p u e s t o s
se r e p a r t i e r a n d i r e c t a m e n t e d e m a n e r a q u e
ambos pagasen la m i s m a cantidad, habría
injusticia t o d a v í a . L o s b e n e f i c i o s del u n o
están r e c a r g a d o s c o n el m a n t e n i m i e n t o de
seis, o c h o , diez p e r s o n a s ; los b e n e f i c i o s d e l
otro c o n u n a s o l a » . L u e g o r e p a r a en q u e el
célebre e c o n o m i s t a i n g l é s c o n s i d e r a los i n ­
gresos c o m o « d i s f r u t a d o s b a j o la p r o t e c c i ó n

(1) E l q u e p r i m e r o l a n z ó l a i d e a d e l impuesto único


ruó Q u e s n a y , q u e l e d e n o m i n ó e l impuesto natural.
Mirabeau, el mayor, en su e n t u s i a s m o por el pro­
vecto de Q u e s n a y , lo c o n s i d e r a c o m o u n descu­
brimiento comparable a l a invención de l a e s c r i ­
tura o a la aplicación de l a m o n e d a en los cambios.
- 72 -

del E s t a d o » . E s t a es la c o n s i d e r a c i ó n d i c e , por
la c u a l se insiste c o m u n m e n t e en los i m p u e s t o s
i g u a l e s s o b r e t o d a s las especies de p r o p i e d a d ,
q u e son i g u a l m e n t e p r o t e g i d a s por el E s t a d o
c E l f u n d a m e n t o de esta i d e a estriba en que
el E s t a d o h a c e p o s i b l e el g o c e de la propie-
dad; que h a y un valor creado y conservado
por la s o c i e d a d q u e está l l a m a d o a h a c e r
f r e n t e a los g a s t o s d e la m i s m a . A h o r a bien,
¿ c u á l e s son los v a l o r e s en q u e esto es c i e r t o ?
S ó l o el v a l o r de la t i e r r a » . N o n a c e h a s t a que
u n a s o c i e d a d está f o r m a d a , y crece con la
s o c i e d a d , m i e n t r a s otros v a l o r e s d i s m i n u y e n
o n o v a r í a n . « E x i s t e sólo m i e n t r a s la socie-
d a d e x i s t e , c o n c u a l q u i e r a u m e n t o de p o -
blación a u m e n t a ; con cualquier disminución
d e c a e > . E s t e es, por lo t a n t o , el ú n i c o
v a l o r q u e en j u s t i c i a c o r r e s p o n d e a la
s o c i e d a d ; el ú n i c o q u e d e b e ser g r a v a d o o
r e c u p e r a d o p a r a los s e r v i c i o s p ú b l i c o s .
P e r o , ¿es i n d i s c u t i b l e q u e el ú n i c o v a l o r
c r e a d o , c o n s e r v a d o y a c r e c i d o por la so-
c i e d a d sea el del suelo? S ó l o h a y u n a propie-
d a d q u e n a d a d e b e a la o r g a n i z a c i ó n econó-
m i c a y j u r í d i c a de la s o c i e d a d : la del salario.
Y n a d a le d e b e p o r la s e n c i l l a r a z ó n d e q u e
la s o c i e d a d le es d e u d o r a . S i el salario no
es n u n c a e q u i v a l e n t e al p r o d u c t o ' d e l trabajo,
c l a r o e s t á q u e a ú n c u a n d o se r e c o n o z c a q u e
los t r a b a j a d o r e s c o b r a n s a l a r i o en las socie-
d a d e s o r g a n i z a d a s de a c u e r d o c o n ciertas
l e y e s , lo q u e ellos h a c e n p a r a el enriqueci-
m i e n t o de los d e m á s n o les es r e t r i b u i d o .
L a p r o p i e d a d de su r e m u n e r a c i ó n c o n s t i t u y e
un derecho cercenado. L a s otras propieda-
d e s se c o n s t r u y e n a e x p e n s a s d e esa propie-
- 78 -

dad especial; y nada más injusto, por tanto,


que reducirla por medio de las exacciones
fiscales. E l salario, por más que su valor
también depende de factores sociales, nada
debe a la sociedad, por ser una retribución
incompleta del esfuerzo productivo. N o su­
cede lo mismo con las otras adjudicaciones
del producto del trabajo — renta, interés,
p r o v e c h o — q u e son diversas formas de pri­
vilegio.
Lo que si puede decirse es que de todas
las especies de propiedad, la del suelo es la
más inadmisible, por ser la más parasitaria y
la más adversa a los intereses generales.
Según Marx «se distingue de las otras en
que a cierta altura del desarrollo, aparece
como superflua y perjudicial, aun del punto
de vista del modo capitalista de producción...
«En la misma medida en que se desarro­
lla la producción (de producto neto y su-
pervalía) desarróllase la aptitud de la pro­
piedad territorial para agarrar una porción
creciente de esta supervalía, mediante su
monopolio de la tierra, y elevar así el v a ­
lor de su renta y el precio del suelo. E l
capitalista tiene todavía un papel activo en
el desarrollo de esa supervalía y ese pro­
ducto neto. E l terrateniente no tiene más
que apoderarse de su creciente parte del
producto neto y la supervalía, producidos
sin su intervención».
Pero no es exacto decir que únicamente
el monopolio de la tierra tiene la condición
de aumentar de valor gracias al progreso so­
cial, si bien es cierto, como veremos más
adelante, que ninguna forma de riqueza apro-
— 74 -

v e c h a t a n t o ni t a n generalmente, ni t a n p a s i -
v a m e n t e , de d i c h o progreso. U n a m á q u i n a
r e p r e s e n t a r á para su propietario un valor m á s
o m e n o s g r a n d e , según sus p r o d u c t o s sean de-
m a n d a d o s por m u c h o s o por pocos c o n s u m i -
dores. U n m e d i o de t r a n s p o r t e v a l d r á m e n o s
en u n a c o m a r c a d o n d e a p e n a s p u e d a ser utili-
z a d o , d e b i d o a la c a r e n c i a de p o b l a c i ó n , que
d o n d e p u e d a ser u t i l i z a d o por m u c h o s . L l e v a d
un a r a d o a v a p o r a u n a zona c u y o s esca-
sos pobladores c u l t i v e n el terreno en pe-
queño espacio, p o r q u e no sabrían que
h a c e r de sus p r o d u c t o s , y q u e d a r á arrum-
b a d o , sin v a l o r a l g u n o ; su dueño lo ven-
derá por m e n o s de lo q u e le costó; pero si
la z o n a se p u e b l a y sus a c t i v i d a d e s a u m e n -
t a n c o m o es forzoso, al par de sus necesi-
d a d e s , veréis c o m o esa m á q u i n a c o n s t i t u y e
p a r a su d u e ñ o u n a f o r t u n a . A u n q u e sólo
sea a l q u i l á n d o l a a otros labradores, le hará
p r o d u c i r u n a espléndida «renta». U n c o m e r -
c i a n t e o u n i n d u s t r i a l q u e se establece en
u n a l o c a l i d a d en v í a s de desarrollo ve
a u m e n t a r sus c a u d a l e s y el v a l o r de su em-
presa c o n f o r m e crece la p o b l a c i ó n , permi-
t i é n d o l e e x t e n d e r el v u e l o de sus negocios.
U n c o m e r c i o v a l e m á s en un barrio popu»
loso o en una calle t r a n s i t a d a , que en un
sitio a p a r t a d o o en u n a calle solitaria. E l
e n c a r e c i m i e n t o de los m a t e r i a l e s de cons-
t r u c c i ó n — d e b i d o a la i n t e n s i d a d de la de-
m a n d a y a otros factores propios del pro-
greso social en el presante orden e c o n ó m i -
c o — v a l o r i z ó de g o l p e , al recargar el costo
de la edificación, las c a s a s c o n s t r u i d a s a n t e s
del e n c a r e c i m i e n t o .
- 75 —

Las empresas lanchoneras de nuestro puer-


to vieron multiplicarse sus capitales c u a n d o
las costosísimas obras portuarias, en vez
de desalojar las l a n c h a s de carga y descar-
ga, les facilitaron la tarea y las rodearon
de seguridades, con a m p l i o s muelles, g r a n -
des depósitos y numerosos guinches eléctri-
cos. C o n igual n ú m e r o de l a n c h a s , se h a -
llaron dueñas de un capital m a y o r , p o r q u e
cada embarcación puede hacer ahora tres o
cuatro viajes de transporte por día, mien-
tras antes sólo tenía t i e m p o para uno. C a d a
barco les rinde m u c h o m á s ; vale, pues, para
ellas, m u c h o m á s . E s e a u m e n t o de valor
de las empresas de l a n c h a g e ha sido c o s -
teado por el país entero, que ha p a g a d o
millones por el arreglo del puerto de nuestra
metrópoli.
D a d a la relación í n t i m a entre los esfuer-
zos de los hombres, por más profundo que
sea el a n t a g o n i s m o de intereses que los
separe, y d a d a sobre todo la ordenación
económica que hace a unos hombres tribu-
tarios de otros, es superfluo decir que en
la elaboración de las fortunas p r i v a d a s de
cualquier naturaleza, e/i la formación de los
capitales y en su m u l t i p l i c a c i ó n incesante,
colaboran por enorme y decisiva parte el
trabajo de muchos y el desarrollo c o l e c t i v o ,
mientras que la parte correspondiente al
esfuerzo, a p t i t u d o inteligencia del dueño
de la fortuna es a veces ínfima, y a veces nula
en absoluto, (i) Por un l a d o t e n e m o s la c o o -

(1) D e b e advertirse que cuanto m a y o r es la


fortuna, más se reduce la importancia del eaíuerso
- 76 -

peración directa, i n m e d i a t a de los asala-


riados, c u y o sobretrabajo se a c u m u l a para
el provecho o g a n a n c i a s del capitalista; por
otro, la cooperación general, más o menos
indefinida de la sociedad entera, que con el
desarrollo de sus necesidades y de sus m e -
dios da impulso y valor a las empresas in-
dustriales. E l elemento o contingente social
es inseparable de la f a c u l t a d característica
de los capitales: la de reproducirse, a costa
del t r a b a j o no p a g a d o .
A c t u a l m e n t e no se concibiría e L p r o v e c h o
del capital sin la «asociación c o a c t i v a del
trabajo» (Loria), fenómeno eminentemente
social, y a que según este economista, «el
r é d i t o (que debe distinguirse del provecho,
porque puede existir c o m o una emanación del
t r a b a j o sin el subsidio del c a p i t a l ) es siempre
el resultado de una p r o d u c t i v i d a d específica
del t r a b a j o q u e le consiente producir más de
lo necesario al trabajador — p r o d u c t i v i d a d
específica que ( h e c h a e x c e p c i ó n de un pe-
ríodo p r i m i t i v o de fertilidad exuberante

i n d i v i d u a l del d u e ñ o como f a c t o r del crecimiento


de a q u e l l a j m á s a u m e n t a la c o n t r i b u c i ó n i n v o l u n -
t a r i a del conjunto. L o s g r a n d e s c a p i t a l e s pueden
percibir ganancias absoluta y relativamente supe-
r i o r e s a las que en la m i s m a é p o c a alcanzan los p e -
q u e ñ o s . W o r m s « s e g u r a q u e e s t o e s un efecto del
c a m b i o , q u e a c r e c e la u t i l i d a d del c o n t r a t a n t e
m á s r i c o en m a y o r m e d i d a q u e l a del m á s p o b r e .
E n r e a l i d a d el c a m b i o e s u n a de las c a u s a s del
h e c h o ; o t r a c a u s a s e r í a n los empleos m á s produc-
tivos a q u e se p r e s t a n , p u d i e n d o aplioarse a orga*
n i a a r el t r a b a j o en g r a n e s c a l a p a r a b e n e f i c i a r s e
en m a y o r p r o p o r c i ó n de la fuerza c r e a d a por la
cooperación de a q u e l . \
— 77 -

del t e r r e n o ) es ü n i c a m e n t o d e b i d a a la
asociación d e l t r a b a j o m i s m o » . ( A . L o r i a .
La Sintesi Económica, P a g . 29).
U n a de las m á s p r o f u n d a s v e r d a d e s sen­
tadas por M a r x y E n g e l s e n el Manifiesto
Comunista c o n s i s t e en l a o b s e r v a c i ó n de
que la p r o d u c c i ó n m o d e r n a es s o c i a l , s i e n d o
individual la a p r o p i a c i ó n .
« E l c a p i t a l — d i c e ese Manifiesto—es un
producto c o l e c t i v o ; s ó l o p u e d e p o n é r s e l e en
movimiento por los c o m b i n a d o s esfuerzos
de u n a m a s a d e i n d i v i d u o s . E n ú l t i m o t é r ­
mino e x i g e , p a r a s u f u n c i o n a m i e n t o , l o s
esfuerzos c o m b i n a d o s d e t o d o s los i n d i v i ­
duos de la s o c i e d a d . E l c a p i t a l n o es, p u e s ,
una fuerza p e r s o n a l , sino una fuerza so­
cial».
S e l i g m a n , r e b a t i e n d o e n el t o m o I d e s u
obra y a c i t a d a , ese f u n d a m e n t o d e l i m p u e s t o
único, d i c e : " E l v a l o r es u n f e n ó m e n o s o ­
cial y n o u n f e n ó m e n o i n d i v i d u a l . S i el
ambiente social d a v a l o r a un terreno n u d o ,
el m i s m o a m b i e n t e , a u m e n t a n d o l a d e m a n ­
da de los o t r o s a r t í c u l o s , p u e d e c o n c u r r i r ,
al menos en p a r t e , a l a e l e v a c i ó n d e s u
valor. C i e r t o es q u e si o p o n e m o s el s u e l o
a los o b j e t o s c o n c r e t o s s u s c e p t i b l e s de ser
m u l t i p l i c a d o s a v o l u n t a d , la d i f e r e n c i a p a ­
rece p r o f u n d a . E l a u m e n t o d e la d e m a n d a
puede a b a t i r el p r e c i o d e e s t o s , y n o a u ­
mentarlo, r e d u c i e n d o el c o s t o d e p r o d u c ­
ción. P e r o los single taxers olvidan que
la p r o p i e d a d se c o m p o n e , y q u e l a r e n t a
proviene, n o s o l a m e n t e d e a r t í c u l o s c o n c r e ­
tos, sino de s e r v i c i o s , d e r e l a c i o n e s y d e
privilegios d e t o d a s u e r t e , p a r a los c u a l e s
- 78 —

el a c r e c e n t a m i e n t o de la d e m a n d a , tenien-
do la v e n t a j a q u e significa t o d a d i s m i n u -
ción correspondiente del costo de p r o d u c -
ción—por u n i d a d — i n h e r e n t e a una oferta
superior, h a , sobre t o d o , p r o v o c a d o el a l z a
del v a l o r . E n un desierto, un diario n o
t i e n e v a l o r , pero lo posee en u n a villa, y
m á s g r a n d e lo tiene en u n a c i u d a d " .
V e r d a d es q u e c o n el desarrollo y el p r o -
greso v i e n e n t a m b i é n la a p a r i c i ó n y el de-
sarrollo de la c o m p e t e n c i a , siempre p e l i -
grosa p a r a los empresarios a u n q u e no siem-t
pre beneficiosa p a r a los c o n s u m i d o r e s , y
c u y o s i n c o n v e n i e n t e s e c o n ó m i c o s no es a q u í
o p o r t u n o m e n c i o n a r . P e r o la c o n c u r r e n c i a
a m e n u d o reduce g a n a n c i a s i n e x p l i c a b l e -
m e n t e g r a v o s a s y a b a t e así el valor de e m -
presas a l i m e n t a d a s con el despojo sin m e -
d i d a . O t r a s v e c e s resulta ruinosa p a r a em-
presarios y c o n s u m i d o r e s , p o r q u e sólo sirve
p a r a el a f i a n z a m i e n t o de u n a empresa m á s
fuerte q u e se a d u e ñ a del m e r c a d o , i m p o n i e n -
do su l e y . S í en este c a s o sólo sale g a n a n -
ciosa la e m p r e s a t r i u n f a n t e , n o b e n e f i c i a n d o
a los c o n s u m i d o r e s ni a los productores, c u y o
m e j o r a m i e n t o se t r a d u c i r í a en un i n c r e m e n t o
de la p o b l a c i ó n por la a m p l i a c i ó n de sus fa-
c u l t a d e s e c o n ó m i c a s , los t e r r a t e n i e n t e s t a m -
bién sufren un perjuicio, y a que el monopo-
lio i n d u s t r i a l v i e n e a reducir el c a m p o de
a c c i ó n del m o n o p o l i o f u n d i a r i o .
P o r otra p a r t e , si los c a p i t a l e s constituidos
por m á q u i n a s o cosas están e x p u e s t o s a
m e r m a s , a c a u s a del deterioro, de la abun-
d a n c i a de las m i s m a s cosas, o de la suplan-
t a c i ó n d é l o s i n s t r u m e n t o s t é c n i c o s por otros
- 70 -

más p e r f e c c i o n a d o s , t a m b i é n el v a l o r de la
tierra está e x p u e s t a a d i s m i n u c i o n e s . T i e r r a s
fértiles se h a n v u e l t o estériles por el a r r a s t r e
del humus v e g e t a l b a j o la a c c i ó n del agua^
Tierras c o m p r a d a s a a l t o s precios, d e d i c a -
das a ciertos c u l t i v o s , h a n a r r u i n a d o a sus
propietarios d e b i d o a la p é r d i d a de sus cose-
chas o a la s u p l a n t a c i ó n de sus p r o d u c t o s en
el m e r c a d o por otros m e j o r e s , lo q u e i m p i d i ó
a los a g r i c u l t o r e s p a g a r los a r r e n d a m i e n t o s .
Si esos t e r r a t e n i e n t e s h u b i e s e n empleado
su dinero en a c c i o n e s de ciertas empresas
capitalistas se h u b i e r a n h e c h o , con i g u a l
esfuerzo, m i l l o n a r i o s . L o s p r o g r e s o s de la
técnica a g r í c o l a , s e g ú n nos lo enseña R i c a r *
do, pueden traer c o m o c o n s e c u e n c i a la des-
valorización de las tierras al a u m e n t a r su
p r o d u c t i v i d a d , p u e s se h a c e e n t o n c e s inne-,
cesario c u l t i v a r la m a l a s , lo q u e d e t e r m i n a
su a b a n d o n o , de e r m i n a n d o esto a su v e z
una rebaja de la r e n t a . « L o s p r o p i e t a r i o s
ingleses del siglo X V I I — d i c e M a r x en «Mi-
seria de la F i l o s o f í a » — c o m p r e n d í a n de t a l
m o d o esta v e r d a d , q u e se o p u s i e r o n a los
progresos de la a g r i c u l t u r a por t e m o r dé
v.er d i s m i n u i r sus r e n t a s » , (i)

(1) S i n e m b a r g o , e n p a í s e s p r o g r e s i s t a s cuja
población o c u y a e x p o r t a c i ó n d e p r o d u c t o s n a t u -
rales c r e c e e n g r a nde B p r o p o r c i o n e s , y c o n e l l o ,
la d e m a n d a d e t a l e s p r o d u c t o s , los p r o c e d i m i e n t o s
que i n t e n s i f i c a n l a p r o d u c t i v i d a d d e l a s t i e r r a s n o
dan ese r e s u l t a d o , s i n o el c o n t r a r i o , p u e s el m a y o r
rendimiento, a u n q u e c o n t r i b u y a a una depreciación
o i m p i d a l a s u b a del p r e c i o d e los p r o d u c t o s , au-
menta r e a l m e n t e e l v a l o r del s u e l o , t a n t o m á s ú t i l
cuanto m á s c a p a z s e a , p o r v i r t u d d e e s o s p r o c e d i -
mientos, d e r e s p o n d e r a l a s n e c e s i d a d e s c r e o i e n t e s
- 80 -

N o debe, sin embargo, confundirse el


suelo con los demás medios de producción,
dados los caracteres especialísimos que lo
distinguen. L a tierra («riqueza sui generis»)
reúne, condiciones fundamentales que no se
ven reunidas en ninguna riqueza. L o s eco-
namistas han enunciado así esos caracteres:
i.o el de responder a las necesidades esen-
ciales de la especie h u m a n a ;
2.0 el de estar en c a n t i d a d limitada;
3.0 el de durar eternamente.
E s t o e x p l i c a que el valor del suelo (que
tes el precio, dice J u a n B . J u s t o , de la
plataforma terrestre, preexistente a todo
trabajo h u m a n o ; el suelo es inadmovible;
sus elementos esenciales no se pueden des-
truir. N a d i e lo hace, nadie lo mueve, nadie
lo conserva») v a y a creciendo forzosamente
en toda sociedad progresiva sin que ello
requiera mayores actividades de parte del
dueño ni le i m p o n g a nuevos cuidados, y
que todas las fuerzas del progreso econó-
mico y social se aunen para elevarlo invo-
l u n t a r i a m e n t e , cosa que no sucede con tanta
generalidad y a u t o m a t i s m o tratándose de
otras propiedades, o que no sucede en ab-
soluto tratándose de ciertas riquezas.
E s t o no destruye el concepto socialista
de que en la sociedad actual existen, ade
m á s del privilegio inherente a la propiedad

de 1A d e m a n d a . AHÍ en Ion E s t a d o s U n i d o s do Norto


A m e r i c a , el m e j o r a p r o v e c h a m i e n t o de l a tierra,
los métodos científico* de c u l t i v o y e x p l o t a c i ó n , han
H t i i n u n t a d o el v a l o r de las t i e r r a s c u l t i v a d a s оц
un .'JO 00, en ol espacio de q u i n c e años.
— 81 —

de la tierra: la f a c u l t a d de percibir renta


—los inherentes a la propiedad de los c a p i t a
les: la facultad de percibir interés y la de
percibir g a n a n c i a s .
¿ « C ó m o se d i s t r i b u y e la riqueza, es de-
cir, el p r o d u c t o del t r a b a j o h u m a n o , en la
sociedad a c t u a l ? E n t a n t o que su t r a b a j o
es necesario para la clase p r i v i l e g i a d a , los
proletarios reciben, bajo la forma de salario,
lo necesario para v i v i r . L o d e m á s , apro-
piánselo los propietarios, en forma de renta,
privilegio inherente a la propiedad del
suelo y d e m á s m e d i o s n a t u r a l e s de v i d a y
de trabajo, y en forma de interés y g a -
nancia, privilegios que corresponden a la
propiedad de los medios de p r o d u c c i ó n y
de c a m b i o creados por el h o m b r e . » (El So-
cialismo, Juan B . Justo).
Sobre todo, a d v i é r t a s e que, a ú n c u a n d o
valores de distinta n a t u r a l e z a , son perfecta-
mente c a m b i a b l e s entre sí. L a p r o p i e d a d de
un terreno puede cangearse o ser c a n g e a d a
por una s u m a de dinero o por un c a p i t a l
de cualquier otra clase.

XI

George para a d m i t i r la l e g i t i m i d a d de los


provechos del c a p i t a l se ha visto o b l i g a d o
a incurrir en contradicciones.
«Así c o m o un hombre se pertenece a sí
mismo, nos dice, así t a m b i é n su t r a b a j e ,
puesto en forma concreta, le pertenece. Y
- 82 -

p o r e s t a r a z ó n lo q u e u n h o m b r e h a c e o
p r o d u c e es s u y o c o n t r a t o d o el m u n d o » . . .
(Progreso y Miseria, edición española de
1893, Pág. 274).
H a s t a a q u í s ó l o t e n e m o s la j u s t i f i c a c i ó n
del d e r e c h o al p r o d u c t o í n t e g r o del t r a b a j o .
D e r e c h o q u e es, p r e c i s a m e n t e , la n e g a c i ó n
del c a p i t a l . P o r q u e el c a p i t a l , c o m o m u c h a s
v e c e s se h a d i c h o , es t r a b a j o a c u m u l a d o ,
pero trabajo «muerto» y generalmente ajeno
al p o s e e d o r . Y es m e d i a n t e este t r a b a j o
p r e t é r i t o q u e el c a p i t a l i s t a e x p l o t a el t r a -
b a j o a c t u a l , « v i v o » , r e a l i z a d o por o t r o s . E s a s
grandes riquezas milenarias, que representan
el e s f u e r z o d e g e n e r a c i o n e s y g e n e r a c i o n e s
de trabajadores, esos m a t e r i a l e s d e pro-
d u c c i ó n y d e c a m b i o , esos e d i f i c i o s , esas fá-
b r i c a s , esas m i n a s , esos a s t i l l e r o s , q u e n o son
l a o b r a d e s u s p r o p i e t a r i o s s i n o la obra
d e m u c h o s t r a b a j a d o r e s , c u y o esfuerzo los
propietarios no han pagado completamente,
a las g e n e r a c i o n e s o b r e r a s d e b e r í a n perte-
n e c e r . L a p r o p i e d a d p r i v a d a d e tales rique-
z a s , q u e n o s o n el p r o d u c t o del esfuerzo de
s u s d u e ñ o s y a c a p a r a d o r e s , h a l l a en ese ra
z o n a m i e n t o de G e o r g e s u m á s f o r m i d a b l e
condenación.
« C o m o la n a t u r a l e z a — a ñ a d e — p r e m i a sólo
el t r a b a j o , el esfuerzo del t r a b a j o en la pro-
d u c c i ó n es el ú n i c o t í t u l o a la posesión ex-
c l u s i v a . E s t e d e r e c h o d e p r o p i e d a d que na-
c e del t r a b a j o , h a c e i m p o s i b l e cualquier
o t r o d e r e c h o de p r o p i e d a d . . . C u a n d o los no
p r o d u c t o r e s p u e d e n r e c l a m a r c o m o renta
u n a p o r c i ó n d e la r i q u e z a c r e a d a por los
p r o d u c t o r e s , el d e r e c h o de éstos a los fru-
- 83

tos del t r a b a j o , es en esta p o r c i ó n d e n e g a -


do.» (Obra cit., p á g . 2 7 5 ) .
N o o b s t a n t e en otras p a r t e s de su o b r a
sostiene q u e el «interés no es a r b i t r a r i o , s i -
no u n a cosa n a t u r a l » , p o r q u e « p r o c e d e del
poder a u m e n t a t i v o q u e d a n al c a p i t a l las
fuerzas r e p r o d u c t i v a s de la n a t u r a l e z a y la
c a p a c i d a d r e a l m e n t e a n á l o g a del c a m b i o »
(Obr. cit. p á g . 1 5 4 ) . E l oficio del c a p i t a l , nos
ha dicho a n t e s , «es a u m e n t a r el poder d e l
trabajo p a r a p r o d u c i r r i q u e z a » . ¿ C ó m o p r e s t a
este servicio al t r a b a j o ? P r o p o r c i o n a n d o la
técnica, h a b i l i t a n d o el t r a b a j o p a r a u t i l i z a r
las fuerzas r e p r o d u c t i v a s de la n a t u r a l e z a
(como p a r a o b t e n e r g r a n o s s e m b r á n d o l e s o
animales criándoles) y p e r m i t i e n d o la d i v i s i ó n
del t r a b a j o (Obr. cit. p á g . 6 3 ) . P e r o ¿ p r o -
porciona la t é c n i c a i n v e n t á n d o l a ? se pre-
g u n t a un c r i t i c o del g e o r g i s m o . « N o , c o n -
testa. E l c a p i t a l p r o p o r c i o n a la t é c n i c a sólo
en t a n t o q u e se a p o d e r a de ella p a r a a d m i -
nistrarla. ¿Merece retribución, por este servi-
cio? ¿Por qué? P o r q u e de o t r a m a n e r a n e g a -
ría su a u x i l i o » . . . « V a m o s a s u p o n e r — c o n t i -
núa ese c r í t i c o — q u e sea i m p o s i b l e la a d m i -
nistración del c a p i t a l por g e n t e s m e n o s i n -
teresadas p a r t i c u l a r m e n t e q u e los a c t u a l e s
patrones. E l h e c h o de q u e el c a p i t a l r e c i b a
en la p r o d u c c i ó n su p a r t e ; n o c o n t r a d i c e la
idea de H e n r y G e o r g e d e " q u e la r i q u e z a
nace del t r a b a j o y de la tierra y q u e es
menester asegurar los p r o d u c t o s a q u i e n e s
los p r o d u z c a n ? »
C u a n d o h a b i l i t a el t r a b a j o p a r a u t i l i z a r
las fuerzas r e p r o d u c t i v a s de la n a t u r a l e z a ,
¿cual será l a r a z ó n del interés? H e l a a q u í :
- 84 -

« S u p o n g a m o s q u e en u n p a í s a d e c u a d o al
o b j e t o e s t a b l e z c o u n a c o l m e n a ; al c a b o de
u n a ñ o se h a b r á n r e p r o d u c i d o las a b e j a s y
h a b r á a u m e n t a d o su' p r o d u c c i ó n q u e es la
miel.
« O s u p o n g á m o n o s q u e p o n g o a criar sobre
u n o s p r a d o s g a n a d o l a n a r , de c e r d a o v a c u -
n o : a l fin del a ñ o e n c o n t r a r é t a m b i é n u n
a u m e n t o s o b r e el p r o d u c t o m e d i o . P u e s bien;
eso q u e a u m e n t a el p r o d u c t o en esos casos
e s a l g o q u e a u n q u e generalmente requie-
re trabajo para su utilización, es sin e m -
b a r g o d i s t i n t o y s e p a r a b l e del t r a b a j o : el
poder activo de la naturaleza... E s t o es
l a c a u s a del i n t e r é s o del a u m e n t o del c a -
p i t a l d e s p u é s d e s e p a r a r lo q u e p e r t e n e c e
al t r a b a j o » , (i)

(1) ¿ C u á l e s e l f u n d a m e n t o d e l i n t e r é s ; p o r q u é
existe? E s t o s son las preguntas que G e o r g e se
p l a n t e a y p a s a i n m e d i a t a m e n t e a r e s p o n d e r . Tío
le satisface la explicación de los economistas que
1
ven en el interés la 'recompensa de la absti-
n e n c i a " . E s t o n o l o j u s t i f i c a , p o r q u e " l a abstinen-
c i a en sí nada produce. ¿ P o r qué, pues, h a de
r e c l a m a r u n a parte del producto? S i tengo una
c a n t i d a d d e d i n e r o y l a e n c i e r r o d u r a n t e un a ñ o ,
ejerzo tanta abstinencia como si l a hubiera pres-
t a d o . S i n e m b a r g o a u n q u e e n e l ú l t i m o c a s o puedo
esperar q u e se me devuelva con una cantidad
adicional por v í a de interés, e n el primero no ten-
d r é sino la c a n t i d a d p r i m i t i v a . . . . S i s e d i c e q u e
p r e s t á n d o l e h a g a un s e r v i c i o a l q u e m e p i d e dine-
r o , s e p u e d e r e p l i c a r q u e él t a m b i é n m e s i r v e
p o n i é n d o l o a s a l v o . . . P a r a c i e r t a s f o r m a s d e capi-
t a l , e s t e s e r v i c i o s e v e m á s c l a r o q u e con e l d i n e r o ;
p o r q u e l a s h a y q u e no p u e d e n g u a r d a r s e , siendo
necesario renovarlo constantemente; y otras que
s o n o n e r o s a s d e m a n t e n e r , B Í no s e t i e n e empleo
i n m e d i a t o p a r a o l l a s . P o r t a n t o , s i el q u e a c u -
- 85 -

E l crítico a que me v e n g o refiriendo e x -


clama: « Y a resulta que la función de la
N a t u r a l e z a (tierra) en la p r o d u c c i ó n no es
pasiva, sino a c t i v a , y q u e si las cosas no
se hacen solas, por lo m e n o s se e n t r e g a n
al trabajo con p r o p i n a . L o q u e n o s a b e m o s
es cómo se ha de medir lo q u e e s recom-
pensa al t r a b a j o y lo que es p r o p i n a . . .

mulii c a p i t a l a u x i l i a al quo lo e m p l e a p r e s t á n d o -
selo, ¿no p a g a s u d e u d a p o r c o m p l e t o el q u e lo
usa, cuando lo d e v u e l v o ? ¿ N o e s l a s e g u r a p e r -
Bervaeión, el m a n t e n i m i e n t o , el e n t r e t e n i m i e n t o d e l
capital, un e q u i v a l e n t e c o m p l e t o dol uso? L a a c u .
mulación es el v e r d a d e r o d e s i g n i o de l a a b s t i n e n -
cia; pero no p u e d e i r m á s a l l á ni r e a l i z a r n a d a m á s ,
ni osto s i q u i e r a p u e d e h a c e r por si sola. S i n o s
abtuviéruinos s i m p l e m e n t e de u s a r l a , ¡ c u á n t a rique-
za d e s a p a r e c e r í a en un «ño! A c o n s e c u e n c i a de esto,
¿no s e p e r j u d i c a al t r a b a j o , si l a a b s t i n e n c i a pido
algo más que l a d e v o l u c i ó n s e g u r a del c a p i t a l ? ' '
«(Obr. c i t a d a , p á g s . 1 4 4 y 1 4 5 ) .
P r u e b a los a n t e r i o r e b a s e r t o s v a l i é n d o s e del mis-
mo c l á s i c o e j e m p l o u s a d o por B a s t i a t : el del c a r -
pintero q u e p r e s t a a otro su c e p i l l o . N o h a y n a d a
en ese e j e m p l o q u e d e m u e s t r e la e q u i d a d d e l i n -
terés: lo q u e s e ñ a l a B a s t i a t c o m o b a s e del i n t e r é s
«el poder q u e e x i s t e e n la h e r r a m i e n t a de aumen-
tar la c a p a c i d a d p r o d u c t i v a del trabajo> no es en
j u s t i c i a ni en r e a l i d a d l a Dase del i n t e r é s . Y resu-
me bus c o n s i d e r a c i o n e s al r e s p e c t o c o n l a s i g u i e n t e
conclusión: c S i toda l a p r o d u c c i ó n f u e r a c o m o l a
de los c a r p i n t e r o s , e s d e c i r , si l a r i q u e z a consistís*
r a sólo en l a m a t e r i a i n e r t e del u n i v e r s o , y la pro-
ducción en d a r a e s t a m a t e r i a f o r m a s d i f e r e n t e s ,
el i n t e r é s no s e r i a m á s q u e e l r o b o de l a indus*
tria»
E s n e c e s a r i o , por t a n t o , p a r a l l e g a r a l a justifi-
cación del i n t e r é s , a d m i t i r l a i n t e r v e n c i ó n de u n
nuevo e l e m e n t o e n t r e e l C a p i t a l y el T r a b a j o . E s t o
elemento e s u n a e s p e c i a l fuente d e r i q u e s i i s : el p+
«*#r activo de la naturaleza.
- 86 —

George c o m b a t í a la renta de la tierra^ o


sea de los materiales, fuerzas y oportuni-
dades naturales porque dicha renta violaba
la ley fundamental de la N a t u r a l e z a de que
será g o z a d a por el h o m b r e en consonancia
con sus esfuerzos. ¿ S e puede saber que es-
fuerzos hace el patrón agrario cuando sus
obreros le labran un terreno? E x a c t a m e n t e
el mismo que el propietario que cobra por
ello la renta: n i n g u n o . — E l propietario mo-
nopoliza j u r í d i c a m e n t e a la tierra, y el pa-
trono, al monopolizar los restantes medios
de producción, monopoliza materialmente
el ejercicio de las fuerzas naturales, o sea
también la tierra... E l monopolio del pa-
trono abarca la técnica auxiliar—es decir,
abarca todos los medios de producción pro-
ducidos por el hombre, i n c l u y e n d o las sub-
sistencias—y se a p r o v e c h a gratuitamente de
las fuerzas y oportunidades naturales que
con ella pueden fomentarse económicamente
mediante el conveniente m a n e j o de los ins-
trumentos... ¿ Q u é puede argüirse? ¿Qué el
propietario no ha producido la tierra, mien-
tras el patrono ha podido crear los instru-
mentos? Pues suponiendo que sea verdad,
con su pan se los c o m a . L o que ignoramos
es que razón puede darle derecho, con el
pretexto de estos instrumentos—él no los
ha g u a r d a d o con otro objeto — a vivir a
costa de las fuerzas naturales que pone en
j u e g o el trabajo del prójimo. ¿Producen al-
go acaso los instrumentos por sí solos? Na-
da a b s o l u t a m e n t e . E n t o n c e s ¿ a quién ha de
aplicarse la frase «quien no quiera trabajar
tampoco debe c o m e r » . ¿ N o quedamos en
— 87 -

que el c a p i t a l i s t a i n d u s t r i a l c o m o c o b r a d o r
de intereses no t r a b a j a ? » Reflexiones so-
bre el georgismo. L u i s O l a r i a g a , *El So-
tialista», de M a d r i d , n ú m . 1 0 7 ) .
Queda por e x p l i c a r la razón por la c u a l
resulta l e g í t i m o el interés no sólo c u a n d o
obra el poder a c t i v o de la n a t u r a l e z a , ( J u a n
B. S a y , l l a m a a esto el servicio productivo de
la tierra), sino t a m b i é n c u a n d o la r i q u e z a
consiste en m a t e r i a inerte a la c u a l el t r a b a j o
da forma («dinero, cepillos, m á q u i n a s , r o p a s ,
no tienen la f a c u l t a d i n n a t a del i n c r e m e n -
to»). Y la razón reside en la c i r c u n s t a n c i a
de ser p e r m u t a b l e s las r i q u e z a s . « E s t a c i r c u n s -
tancia lleva c o n s i g o n e c e s a r i a m e n t e un pro-
medio entre t o d a s las f o r m a s q u e la r i q u e z a
toma, sea c u a l fuere l a v e n t a j a especial q u e
la posesión de a l g u n a especie d e t e r m i n a d a
de ella p u e d a p r o c u r a r , p o r q u e n a d i e q u e -
rría g u a r d a r c a p i t a l de u n a clase si se pu-
diera c a m b i a r en o t r a m á s v e n t a j o s a » (Obr.
cit. p á g . 1 4 9 ) .
Es lo que d e c í a m o s m á s a r r i b a : el c a p i -
tal cobra en i n t e r é s al t r a b a j o el servicio
de proporcionarle l a t é c n i c a , p o r q u e sin ese
provecho no p r o p o r c i o n a r í a t a l s e r v i c i o . P e r o
esta es u n a e x p l i c a c i ó n del h e c h o y n o u n a
justificación. E s c o m o si p a r a l e g i t i m a r la
renta del suelo n o s l i m i t á s e m o s a decir q u e
el terrateniente c o b r a en renta al a r r e n d a -
tario el servicio de p r o p o r c i o n a r l e l a tierra
Y el r a z o n a m i e n t o d e q u e la tierra n o la
creó el p r o p i e t a r i o , m i e n t r a s los i n s t r u m e n -
tos puede h a b e r l o s f a b r i c a d o s u d u e ñ o o
los ha a d q u i r i d o , a t r a v é s de s u c e s i v a s trans-
ferencias, d e q u i e n los f a b r i c a r a , n o c a m b i a
— 88 —

el fundamento de la cuestión, porque el


mismo George nos ha enseñado ya que el
préstamo de un medio de producción sólo
podría legitimar su devolución, pero no una
recompensa por vía de interés. La legiti-
mación resulta del hecho de que las rique-
zas son permutables, por lo cual el pro-
pietario de una forma cualquiera de capi-
tal «inerte» tiene derecho a cobrar el in-
cremento que obtendría si lo colocase en
una forma capaz de aumentar. Así el que
ha fabricado un cepillo y lo proporciona a
un carpintero tiene el derecho de decirle:
«me devolverás no sólo un cepillo flamante
—igual al que te cedo y que es la mate-
rialización de mi trabajo—sino además al-
gunas tablas, o una equivalente cantidad
en dinero; porque si lo natural sería que
sólo me devolvieses una herramienta igual,
—por más que esta mía aumente la pro-
ductividad de tu esfuerzo, pues la produc-
tividad del trabajo pertenece al trabajador
—no es justo que yo deje de percibir una
ganancia que legítimamente obtendría ven-
diendo el cepillo y comprando un ternero o
facilitando su importe a un agricultor o a un
cuidador de animales». El carpintero que ha
recibido la herramienta pensará entonces, sin
duda, que algo se ha interpuesto para pertur-
bar la natural disposición de las cosas, pues
desde su punto de vista le será difícil com-
prender la equidad absoluta de un contrato
que le obliga a entregar en perfecto estado
no sólo lo que ha recibido o su exacto
equivalente, sino una parte más, y no pe-
queña, del resto de su trabajo. La ventaja
— 89 —

que ese c o n t r a t o p r o p o r c i o n a al d u e ñ o de la
h e r r a m i e n t a y la e x p o l i a c i ó n de q u e h a c e
objeto al o b r e r o no p a r e c e n m u y n a t u r a l e s
— a u n q u e G e o r g e lo p r e t e n d a — d e s d e q u e
puede c o n c e b i r s e un r é g i m e n s o c i a l d o n d e
no sean necesarios al m á s c o m p l e t o d e s e n -
v o l v i m i e n t o de la a c c i ó n del h o m b r e .
P o r otra p a r t e — y esto es lo m á s i m p o r -
t a n t e — a u n q u e la tierra n o sea « r i q u e z a » ,
según la d e f i n i c i ó n de G e o r g e , es t a n per-
m u t a b l e con las r i q u e z a s v e r d a d e r a s c o m o
c u a l q u i e r f o r m a o especie de c a p i t a l . E l
t e r r a t e n i e n t e p o d r í a t a m b i é n decir a s u
a r r e n d a t a r i o : te c o b r o u n a r e n t a por per-
mitirte el uso de la tierra p o r q u e no es
j u s t o q u e deje de percibir un p r o v e c h o q u e
alcanzaría vendiendo mi propiedad e invir-
t i e n d o su i m p o r t e en m á q u i n a s p a r a p r o -
p o r c i o n á r s e l a s a los p r o d u c t o r e s de tal o
cual i n d u s t r i a .
S e dirá q u e esa r a z ó n del t e r r a t e n i e n t e
no b a s t a a l e g i t i m a r la renta, p o r q u e e s t a
se opone a c o n v e n i e n c i a s m á s r e s p e t a b l e s
q u e las s u y a s , p u e s al t r a b a j o y a la s o -
c i e d a d c o n v i e n e n q u e el c a p i t a l i s t a n o h a l l e
aliciente en d e d i c a r sus c a p i t a l e s a la a d q u i -
sición d e t i e r r a s c o n el o b j e t o de m o n o p o l i -
zarlas e i n c a u t a r s e de s u v a l o r s o c i a l . B i e n ;
pero, ¿ b a s t a r á p a r a l e g i t i m a r el interés l a
consideración de q u e al t r a b a j o y a la s o c i e -
d a d c o n v i e n e n q u e los c a p i t a l i s t a s d e d i q u e n
sus r i q u e z a s al a c r e c i m i e n t o d e las m i s m a s ,
p o n i é n d o l a s a l s e r v i c i o del t r a b a j o o d e e m -
presas i n d u s t r i a l e s , en v e z d e i n m o v i l i z a r l a s
en l a p r o p i e d a d del s u e l o , a l a espera de la
valorización a u t o m á t i c a ?
- 90 -

^ E l hecho de que el interés resulte así conci-


liable, hasta cierto punto, con las convenien-
cias colectivas en el presente régimen econó-
mico, como precio y condición del servicio
que el capital presta al trabajo, no lo jus-
tifica; sólo lo explica. Si nadie necesitase
recurrir al capital privado para trabajar, no
se pagaría interés. Habría entonces que
preguntarse si la existencia del capital pri-
vado, o en otros términos, de la apropia-
ción privada del capital, es indispensable.
No siéndolo, el interés está de más, como
está de más la renta.
« L a renta — dice J u a n B . J u s t o en El
impuesto sobre el privilegio — es una
de las formas de apropiación del producto
del trabajo ajeno propias de la sociedad
moderna. Donde no haya trabas a las tras-
misión de la propiedad raíz, donde todo el
que los tiene puede cambiar a su arbitrio
dinero por propiedad raíz, o propiedad raíz,
por dinero, la renta se confunde con la ex-
plotación capitalista en general. Tan es así,
que el precio de un campo o de un terreiio
se obtiene calculando el capital que al tipo
corriente de interés, da una entrada igual
a la renta. Si por ejemplo, el interés co-
rriente es el 10 por ciento anual, un campo
que da 5.000 % de renta anual, vale 50.000
$ ¿ N o basta esta simple consideración para
destruir la ilusión de George, que mira la
propiedad del suelo como un monopolio in-
tolerable, al mismo tiempo que encuentra
natural y legitimo el interés del capital?»
Cierto es que para eludir las más grandes
contradicciones a que le conduciría su con»
»1 —

cepto del interés, l l a m a a u n o s c a p i t a l e s


legítimos y a otros f a l s o s c a p i t a l e s . P a r a
acrecer las g a n a n c i a s p r o d u c i d a s por estos
últimos, dice, entra un elemento auxiliar—
el e l e m e n t o del m o n o p o l i o . E s t e e l e m e n t o
surge, o c o m o u n a c o n s e c u e n c i a de las c o n -
cesiones g u b e r n a t i v a s , o c o m o u n a c o n s e -
cuencia de la c o n c e n t r a c i ó n . « L o s b e n e f i c i o s
así o b t e n i d o s n o d e b e n c o n f u n d i r s e c o n las
utilidades l e g í t i m a s del c a p i t a l en cuanto
a g e n t e de p r o d u c c i ó n » .
Pero la « c o n c e n t r a c i ó n o a g r e g a c i ó n » de
los c a p i t a l e s es un f r u t o n a t u r a l y f a t a l de su
d e s e n v o l v i m i e n t o ; es u n a t e n d e n c i a e s e n c i a l .
A d e m á s , ¿ c ó m o fijar el l í m i t e en q u e t e r m i -
nan las u t i l i d a d e s l e g i t i m a s y e m p i e z a n las
ganancias ilícitas?
¿ D ó n d e t e r m i n a el v e r d a d e r o i n t e r é s y
dónde c o m i e n z a ese sitpei'prorecho—así lo
llaman a l g u n o s a u t o r e s — d e p a r a d o por cir-
cunstancias excepcionales que confieren una
situación de a b s o r b e n t e p r i v i l e g i o ? Y s o b r e
todo, ¿ c ó m o s a b e r c u a n d o u n c a p i t a l c u a l -
quiera e m p i e z a a p e r c i b i r esas utilidades
indebidas? N o b a s t a s u p r i m i r los g r a n d e s
monopolios p r i v a d o s . A u n así sería i m p o s i -
ble contener el c a p i t a l en el l í m i t e de su
«poder l e g í t i m o » , q u e n o h a d e c o n f u n d i r s e
según G e o r g e , c o n el p o d e r del c a p i t a l c o n -
centrado, (i) L o q u e G e o r g e n o a d v i e r t e es

(1) " C a d a u n o d e l o s c a p i t a l e s i n d i v i d ú a l o s d e
que se c o m p o n e e l c a p i t a l s o c i a l , r e p r e s e n t a d e s d e
luego concentración, en manos de un capitalista, de
medios de p r o d u c c i ó n y d e m e d i o s d e s u b s i s t e n -
cia del t r a b a j o , y a m e d i d a q u e l a a c u m u l a c i ó n
se p r o d u c e , e s t a c o n c e n t r a c i ó n s e e x t i e n d e " . —
( M a r x , El Capital. C o n c e n t r a c i ó n y C e n t r a l l s a c i ó n ) .
— 92 —

que la idea de monopolio es inseparable


de la de capital. C u a n d o nos habla de la
renta nos dice que «es el precio del mo-
nopolio nacido de la reducción a propie-
dad individual de los elementos natura-
les que el esfuerzo h u m a n o no puede pro-
ducir ni a u m e n t a r » . E l hecho de que el
esfuerzo h u m a n o no pueda producir ni
aumentar esos elementos sería lo que da
a su propiedad el carácter de monopolio
o privilegio exclusivo. A h o r a bien, ¿no es
acaso tan imposible para la inmensa m a y o -
ría de los hombres crear o adquirir los
medios de producción fabricables, como
crear o a u m e n t a r aquellos elementos n a t u -
rales? L a posesión de estos concede a unos
cuantos afortunados el privilegio de vivir
sin trabajar y hasta el de imponer a los
demás hombres las condiciones dictadas por
su conveniencia. Y esto mismo ocurre con
la propiedad de los otros medios de pro-
ducción. « L a verdadera y natural distinción
— e x p l i c a — c o n s i s t e en cosas que son el
producto del trabajo y cosas que son ofreci-
das gratuitamente por la naturaleza... E l
carácter esencial de las cosas de una clase
es que tienen el trabajo incorporado, han re-
cibido la existencia por el esfuerzo h u m a -
no, dependiendo del hombre que existan o
n o , su a u m e n t o o disminución. E l carácter
esencial de las otras consiste en que no
tienen el trabajo incorporado y existen in-
dependientemente del esfuerzo humano...»
B á s t a l e saber, para proclamar la equidad
de la apropiación de las cosas del primer gru-
po, que ellas tienen el trabajo incorporado.
- í)3 —

N o le i n t e r e s a a v e r i g u a r si el q u e h a i n ­
c o r p o r a d o el t r a b a j o a la c o s a es q u i e n d i s ­
f r u t a de ella, o si en c a m b i o , d i s f r u t a d e
ella q u i e n n o l a h a p r o d u c i d o , ni a c r e c i d o
ni m e j o r a d o . S i m p l i f i c a d o así el p r o b l e m a ,
n a d a le c u e s t a l l e g a r a la c o n c l u s i ó n de q u e
cel r e c o n o c i m i e n t o de la p r o p i e d a d d e t a l e s
cosas c o l o c a a t o d o s . l o s h o m b r e s en i g u a l ­
d a d de c o n d i c i o n e s , a s e g u r a n d o a c a d a u n o
la r e c o m p e n s a d e b i d a a s u t r a b a j o » .
N i e g a el d e r e c h o de t r a s m i t i r la t i e r r a a
quien h a de u s u f r u c t u a r l a d e s p u é s d e n o s o ­
tros, p o r q u e n o l a h e m o s h e c h o ; p e r o «el
derecho a la e x c l u s i v a p r o p i e d a d d e t o d a
la p r o d u c c i ó n h u m a n a , es c l a r o . N o i m p o r t a
por c u a n t a s m a n o s h a y a p a s a d o ; en el
p r i n c i p i o d e la serie h a y el t r a b a j o h u m a n o ,
alguien q u e , h a b i é n d o l a o b t e n i d o o p r o d u -
c i d o c o n s u s esfuerzos, t i e n e a ella u n t í t u l o
e v i d e n t e , y d e s d e este p u e d e p a s a r d e u n o
a otro por v e n t a o d o n a c i ó n » . D e a q u í q u e
d e b a m o s a c e p t a r c o m o n a t u r a l y e q u i t a t i v a la
s i t u a c i ó n del q u e , p o s e y e n d o r i q u e z a s a u n q u e
no h a y a t r a b a j a d o j a m á s , t i e n e l a s u e r t e
de v i v i r sin t r a b a j a r p o r q u e m i l e s de h o m ­
bres t r a b a j a r o n y t r a b a j a n p a r a él. P e r o ,
^cómo creer q u e ese h o m b r e a f o r t u n a d o e s t á
en « i g u a l d a d d e c o n d i c i o n e s » a n t e los d e s p o ­
seídos de t o d o b i e n ? Q u i e n posee c a p i t a l e s y
dispone de m e d i o s d e p r o d u c c i ó n q u e o t r o s
hombres hacen funcionar, tiene c o m o tribu­
tarios a q u i e n e s n o p o s e y e n d o m á s c a p i t a l q u e
la energía de s u s b r a z o s n e c e s i t a n se les p r o ­
porcionen i n s t r u m e n t o s de t r a b a j o p a r a p o ­
der v i v i r . N o se v e , p u e s , q u e l a p r o p i e d a d
de esos m e d i o s c o l o q u e a los h o m b r e s e n
igualdad de condiciones. Sobre t o d o , es
preciso no olvidar que la apropiación de
esos medios, hoy tan costosos y complica-
dos, si bien deja a los no poseedores el
«derecho» de fabricarlos o adquirirlos para
ponerse en «igualdad de condiciones», sue-
le no dejarles la posibilidad de hacerlo.
Además, ningún economista ha podido des-
conocer que «el hecho de poseer un capi-
tal más o menos considerable, en un país
pobre o nuevo, constituye siempre cierto
monopolio». (Gide). Este monopolio existe
siempre cuando miramos las cosas desde el
terreno de los desposeídos, pues todo capi-
tal privado se adueña de una parte de deter-
minada zona de la explotación industrial o
comercial en la que, para vivir, los que nece-
sitan hacerlo de su trabajo dentro de dicha
zona, deben someterse a pagar tributo al
capital allí establecido. Sólo se librarán de
este tributo, los que, dueños a la vez de un
capital, ((cuan pocos relativamente son los
que llegan a adquirirlo!), pueden disputar
para sí una parte de esa zona de explota-
ción. Y existe también ese monopolio, en
todos los países nuevos o no, frente a los
capitales que se ven desalojados o no pue-
den competir con el primer «ocupante».
L a s máquinas más perfeccionadas y los
mejores instrumentos de trabajo dan a sus
poseedores una. ventaja comparable a la di
un suelo más productivo o mejor ubicado, lo
que ha inducido a algunos a hablar de la
«rentabilidad de las máquinas».
Por otra parte, no ha de olvidarse tam-
poco que todo capital se integra con el
- !tf -
aumento de producción resultante de la coo-
peración y división del trabajo. Esta resul-
tante es un bien colectivo por excelencia
de que el capitalista se apropia. L a reunión
de varias fuerzas individuales crea una nueva
fuerza, un cociente de eficacia del trabajo,
como y a nos lo enseñara Proudhon, superior
a l a suma délas fuerzas personales aisladas,
(i) D e esta fuerza colectiva se adueña el
capital. Se dirá que le corresponde, porque es
precisamente misión del capital nacer posi-
ble y determmar esa cooperación, por él diri-
gida y administrada. Pero si los productos
del trabajo han de pertenecer por entero
al trabajo, al capitalista director le corres-
pondería tan sólo una recompensa ade-
cuada a su trabajo de organización, direc-
ción y administración, pero en cuanto al

(1) M a r x , en el capítulo X I I I de El Capital


dice que "aunque loa procedimientos de ejecución
del trabajo no experimenten variaciones, el empleo
de un personal numeroso ocasiona una revolución
en las condiciones materiales del trabajo. U n ta-
ller en que estén instalados veinte tejedores con
veinte telares debe ser mayor que el de un patrón
q»e sólo ocupa a dos tejedores; pero la construc-
ción de diez talleres para veinte tejedores que tra-
bajen por grupos de a do*, cuesta más que la
-
de uno solo que s i r v e para veinte de a diez '. Y
añade: " A s í como la fuerza de ataque de un e s -
cuadrón de caballería difiere profundamente del
total de las fuerzas puestas aisladamente en j u e g o
por cada uno de los soldados, asi el total de las
fuerzas de los obreros aislados difiere de la fuerza
que se desenvuelve desde el momento en que fun-
cionan en conjunto en una misma operación. S#
trata, pues, de crear, merced a la cooperación, una
sueva fuerza que sólo funciona como fuerza coo-
perativa".
— 96 —

resto de aquel valor resultante ¿no es el


caso de pensar que lo justo sería dispo-
ner las cosas de m a n e r a que ese valor
— producto esencialmente c o l e c t i v o — q u e -
dase para la colectividad? E s t o se consi-
guiría eliminando el capital privado, o me-
jor dicho, el capitalista, y a que este puede
ser sustituido p e r f e c t a m e n t e , en ese come-
tido de hacer posible y determinar la coo-
peración del t r a b a j o , por la sociedad mis-
ma. Siendo así, lo que aparece claro es
que la existencia del capital privado, sea
cual fuere su n a t u r a l e z a , y aun cuando se
le reconozca el derecho de quedarse con
una p a r t e de la producción (a título de
seguro, gastos de conservación, salario de
dirección, e t c . ) , es contraria a la realización
de la verdadera equidad económica, sólo
contemplada dentro de una organización en
que no h a y a factores que, con derecho o sin
él, impidan llegar a manos de los produc-
( 1 )
tores todo el p r o d u c t o del t r a b a j o .

(1) Y a R i c a r d o , c o m o A d a m S m i t h , h a b í a incu-
r r i d o on c o n t r a d i c c i ó n a l f o r m u l a r B U teoría del
v a l o r sin s a c a r de e l l a I H B c o n s e c u e n c i a s forzosas.
«Si el v a l o r de c a m b i o de u n p r o d u c t o — d i c e M a r x
en C r í t i c a de l a E c o n o m í a P o l í t i c a » — e s igual al
t i e m p o do t r a b a j o q u e c o n t i e n e , el v a l o r de cam-
b i o do u n a j o r n a d a do t r a b a j o e s i g u a l al produc-
to o b t e n i d o on e s t a j o r n a d a . E n o t r o s t é r m i n o s , el
s a l a r i o d e b o s o r i g u a l al p r o d u c t o del trabajo.
A h o r a lo q u e B i i c e d o e s lo c o n t r a r i o » . Y en una
n o t a a ñ u d e « E B t a o b j e c i ó n h e c h a a R i c a r d o por
los e c o n o m i s t a s fuó m á s t a r d o r e c o g i d a por los
s o c i a l i s t a s . A d m i t i e n d o l a f ó r m u l a t o ó r i c a , se acu-
s a b a a la p r a c t i c a d e c o n t r a d e c i r l a teoría y se
d e m a n d a b a a lu s o c i e d a d b u r g u e s a s a c a r a las con-
s e c u e n c i a s p r á c t i c a s do s u s p r i n c i p i o s t o ó r i c o B » . —
— 97 -

XII

Las anteriores consideraciones, tendientes


a p o n e r d e m a n i f i e s t o las d i f e r e n c i a s de
criterio q u e n o s s e p a r a n del georgismo, no
nos in. p i d e n , p o r c i e r t o , r e c o n o c e r — c o m o lo
hemos d e c l a r a d o m á s a r r i b a , r e p r o d u c i e n -
do cierto p a s a j e d e El Capital de M a r x — q u e
la r e n t a de la tierra c o n s t i t u y e el m á s in-
j u s t o de los p r i v i l e g i o s y el de m á s desastro-
sas c o n s e c u e n c i a s . « E l p r i v i l e g i o de los d u e -
ños del suelo es el p r i v i l e g i o t í p i c o por e x -
c e l e n c i a » , h a e s c r i t o un s o c i a l i s t a a r g e n t i n o
el D r . D e T o m a s o . « E n el m o n t o de g a n a n -
cias del i n d u s t r i a l p u e d e h a b e r o h a y u n
t r a b a j o de d i r e c c i ó n , de o r g a n i z a c i ó n t é c n i c o -
e c o n ó m i c a . E n el t e r r a t e n i e n t e n o h a y , en
general, n a d a m á s q u e p a r a s i t i s m o » . — L o s
fisiócratas fueron los p r i m e r o s en s e ñ a l a r
el c a r á c t e r e x c l u s i v a m e n t e social de la

C o m o a l g u n o s a d v e r s a r i o s del s o c i a l i s m o h a n con-
c e n t r a d o s u s f u e g o s c o n t r a e s a t e o r í a del v a l o r , con-
viene advertir que no admitiéndola o teniéndola por
falsa, t a m b i é n se l l e g a a c o n c l u s i o n e s s o c i a l i s t a s .
E s t o lo d e m u e s t r a n , e n t r e o t r o s , B e r s t e i n en Socia-
¡isme et Science y G r a z i a d e i en La Produzione capí-
talistica. E l p r i m e r o , en Die Voranssentznngen des
Socialismus h a e s c r i t o : « E l s o b r e t r a b a j o de l a n a c i ó n
que produce e s un h e c h o empírico que la expe-
riencia establece, es decir que no tiene necesidad
de n i n g u n a p r u e b a d e d u c t i v a . E s absolutamente
indiferente a la demostración de la e x i s t e n c i a del
sobretrabajo que la teoría del valor de M a r x sea
verdadera o no».
- 98 —

renta. Q u e s n a y y T u r g o t lo pusieron de
relieve en f o r m a d e f i n i t i v a , y tras de ellos
h a n v e n i d o reconociéndolo economistas de
todas las escuelas, sin e x c l u i r a L e r o y - B e a u -
lieu. U n e c o n o m i s t a u r u g u a y o — A . L a m a s
— a u t o r de un n o t a b l e estudio sobre « L a
legislación a g r a r i a de R i v a d a v i a » (i), es­
cribía: « E l a u m e n t o de la riqueza co­
m ú n y de la p o b l a c i ó n , el desarrollo de
la p r o d u c c i ó n y del t r a b a j o social, todas
las mejoras y obras de c u a l q u i e r especie,
c a m i n o s , ferrocarriles, puertos, facilidades
p a r a los t r a n s p o r t e s y c o m u n i c a c i o n e s de
las personas y p r o d u c t o s , la p a z , el bienes­
tar, la s e g u r i d a d p ú b l i c a y p r i v a d a , todos
esos factores, i n d e p e n d i e n t e m e n t e de la vo­
l u n t a d de los propietarios, y m u c h a s veces
c o n t r a ellos, a c r e c i e n t a n la v a l o r i z a c i ó n te­
rritorial y les d a , por lo t a n t o , a los terra­
tenientes el poder de e x i g i r u n a p a r t e cada
v e z m a y o r del t r a b a j o y el c a p i t a l de las
naciones».
N o es defícil probar q u e la posición del
t e r r a t e n i e n t e es m á s v e n t a j o s a y su papel
m á s p a s i v o o inútil q u e los de cualquier
otro d e t e n t a d o r de u n a p a r t e de la fortuna
social. H e m o s d i c h o q u e en la formación
de c a p i t a l e s y valores i n t e r v i e n e siempre el
e l e m e n t o c o l e c t i v o , c o m o q u e son un produc­
t o o un f e n ó m e n o social, y h e m o s p u e s t o ejem-
plospara d e m o s t r a r q u e el a d e l a n t o y el es­
fuerzo progresista de la c o l e c t i v i d a d , se
t r a d u c e n en un e n r i q u e c i m i e n t o gratuito,

(1) R e p r o d u c i d o p o r « L a V a n g u a r d i a » do B u e n o »
A-íre* on J u l i o de 11)12.
— i>9 -

no sólo para los propietarios de tierras, sino


también para los propietarios de los demás
medios de producción y cambio, de los empre-
sarios en general. Pero debemos hacer aquí
la advertencia de que el enriquecimiento de
los dueños de capitales mobiliarios gene-
ralmente se opera, cuando no se t r a t a de
capitales enseñoreados en absoluto de una
zona industrial, no por el alza del ren-
dimiento relativo, del porcentaje de los
beneficios, sino por la formación de mayo-
res cantidades de riqueza. Un empresario
que establece una fábrica ve a u m e n t a r sus
caudales al desarrollarse la población cuyas
necesidades surte, no t a n t o porque cada una
de sus máquinas le represente más valor, es
decir, le rinda más utilidades líquidas, a me-
dida del crecimiento de la clientela—pues
esto sólo es cierto hasta el límite de pro-
ductividad de la máquina y mientras no lle-
guen otras mejores o más b a r a t a s — c o m o
j o r q u e ese crecimiento del mercado le permi-
t e emplear más obreros y poner en movimien-
to mayor número de máquinas, que irá ad-
quiriendo gracias a la producción cada vez
más copiosa de sus talleres. Así su fábrica se
agrandará y su riqueza será mayor; pero es
probable que sus capitales acrecidos comien-
cen a producirle relativamente menos pro-
vecho que los pequeños con que empezara
a trabajar. Y esto es porque—como dice un
autor—«la masa de capital total, colocado
a provecho por la clase capitalista en sus
diversas empresas, muestra una tendencia
- 100 -

a crecer m á s r á p i d a m e n t e q u e la m a s a de
la p l u s - v a l í a » , ( i ) .

(1) M u c h o s e c o n o m i s t a s , d e s d e l o s fisiócratas
a c á , h a n s o s t e n i d o q u e l a b a j a d e l t a n t o por cien-
to del interés conforme progresan las sociedades,
e s u n a l e y e c o n ó m i c a . T u r g o t , e n u n a i m a g e n fa-
m o s a , l a c o m p a r a con el d e s c e n s o d e l a s aguas,
que v a dejando al descubierto nuevas tierras pa-
r a s e r e n t r e g a d a s a l c u l t i v o ; B a s t i a t l a i n c l u y e en
e l n ú m e r o de s u s « a r m o n í a s » , y e n u n c i a de este
m o d o l a l e y : « A m e d i d a q u e los c a p i t a l e s crecen,
l a p a r t e a b s o l u t a d e los c a p i t a l i s t a s e n los p r o -
d u c t o s t o t a l e s a u m e n t a y s u p a r t e r e l a t i v a dismi-
n u y e » , y l u e g o a ñ a d e : « C u á n t o m á s l o s capitales
a b u n d a n m á s el i n t e r é s b a j a » . D e e s a t e n d e n c i a del
c a p i t a l s a c a n los p a r t i d a r i o s d e e s t e u n a c o n s e c u e n -
c i a f a v o r a b l e a s u p r e t e n d i d o c a r á c t e r de «instru-
m e n t o d e i g u a l d a d » , q u e r e g u l a r í a s u a c c i ó n en el
s e n t i d o m á s c o n v e n i e n t e a los i n t e r e s e s colectivos;
p e r o l o s a d v e r s a r i o s del c a p i t a l , o b s e r v a e l mismo
B a s t i a t , s a c a n u n a c o n s e c u e n c i a distinta, pues
esa tendencia permitiría e n t r e v e r " e l anonada-
m i e n t o d e l c a p i t a l " c o m o un r e s u l t a d o de l a e v o -
l u c i ó n e c o n ó m i c a . L a v e r d a d e s q u e e s a ten-
dencia conduce a admitir que la situación délos
o a p i t a l e s p e q u e ñ o s s e h a c e c a d a v e z m á s insos-
t e n i b l e , p u e s c a d a d í a s e n e c e s i t a r á q u o los capitales
sean más grandes para obtener lucros halagadoras o
a p r e c i a b l e s . E s o c o n t r i b u i r á , p u e s , a q u e los gran-
d e s c a p i t a l i s t a s q u e d e n d u e ñ o s d e l c a m p o de la
e x p l o t a c i ó n , d e l c u a l los p e q u e ñ o s i r á n desapare-
ciendo absorbidos o desalojados por aquellos.
« L a m a s a t o t a l de l a p l u s - v a l í a - d i c o K a u s t k y
— c r e a d a a n u a l m e n t e e n un p a í s c a p i t a l i s t a a c r e c e
c o n s t a n t e y r á p i d a m e n t e . P e r o la m a s a total de
c a p i t a l e m p l e a d o por l a c l a s e c a p i t a l i s t a en las
e m p r e s a s c a p i t a l i n a s y al c u a l r e f l u y e la plus-
v a l í a , c r e c e a u n m á s r á p i d a m e n t e . S i HO piensa,
p o r o t r a p a r t e , (pío c o m o lo h e m o s v i s t o , l a s c a r -
g a s p ú b l i c a s y la r e n t a f u n d i a r i a r o e n do más en
m á s la m a s a d e la p l u s - v a l í a c r e a d a anualmonto,
s e c o m p r o n d o r á q u e l a m a s a d e p l u s - v a l í a que
- 101 -

El descenso del interés favorece directa-


mente al dueño del suelo, pues la renta de
un campo que ha costado determinada s u m a

correspondo p o r t é r m i n o m e d i o en un a ñ o a u n a
suma d e t e r m i n a d a de c a p i t a l , b a j a c o n s t a n t e m e n t e ,
si bien la e x p l o t a c i ó n del o b r e r o a u m e n t a . E l p r o -
v e c h o , e s d e c i r , e s t a p a r t e de l a p l u s - v a l í a q u e
le q u e d a al e m p r e s a r i o , m a n i f i e s t a u n a t e n d e n c i a
a b a j a r con r e l a c i ó n al c a p i t a l a d e l a n t a d o p o r é l .
O, p a r a e x p l i c a r n o s de otro modo, en el c u r s o d e
la e v o l u c i ó n c a p i t a l i s t a , de u n a m a n e r a g e n e r a l ,
el p r o v e c h o q u e r e p o r t a u n a c i e r t a s u m n d e c a p i -
tal v a siendo s i e m p r e m e n o r . E s t o n o s e a p l i c a ,
naturalmente, más q u e en término medio p a r a
g r a n d e s períodos. U n s í n t o m a d e e s t a b a j a e s l a
baja c o n s t a n t e de l a t a s a del i n t e r é s . S e h a d e -
ducido de e s t a b a j a , q u e l a e x p l o t a c i ó n c a p i t a l i s t a
concluirá p o r d a r fin a si m i s m a . E l c a p i t a l c o n -
cluiría por r e p o r t a r u n p r o v e c h o t a n i r r i s o r i o q u e
los c a p i t a l i s t a s , m o r i é n d o s e d e h a m b r e , se v e r í a n re-
ducidos a b u s c a r t r a b a j o . M a s esto sólo s e r í a v e r -
dad si l a t a s a del p r o v e c h o b a j a s e c o n s t a n t e m e n t e ,
permaneciendo siempre la m i s m a la masa total
r e s t a n t e de c a p i t a l . N o e s e s e a b s o l u t a m e n t e e l
caso. E n l a s n a c i o n e s c a p i t a l i s t a s 1 • m a s a del c a -
pital c r e c e m á s r á p i d a m e n t e q u e d i s m i n u y e l a t a s a
del p r o v e c h o - E l c r e c i m i e n t o d e l c a p i t a l e s u n a
de l a s c o n d i c i o u e s d e l a b a j a d e l a t a s a d e l p r o -
v e c h o . . . . E s t a b a j a , o l a b a j a d e l i n t e r é s , no
p r e s a g i a u n a d i s m i n u c i ó n de r e n t a de l a c l a s e
capitalista. L a m a s a de p l u s - v a l í a q u e l e a f l u y e
aumenta constantemente E s t a baja no atenta más
que a la r e a t a d e l o s c a p i t a l i s t a s q u e no p u e d e n
a c r e c e r s u f i c i e n t e m e n t e l a e x t e n s i ó n del c a p i t a l .
E n el c u r s o de d e l a e v o l u c i ó n e c o n ó m i c a , e l l i -
mite a p a r t i r del c u a l un c a p i t a l e m p i e z a a a s e -
gurar una situación a su poseedor, se eleva s i e m -
pre. L o s r e c u r s o s d e q u e t i e n e n e c e s i d a d p a r a
poder v i v i r del t r a b a j o d e l o s o t r o s sin t r a b a j a r
él, deben s e r c a d a v e z m á s c o n s i d e r a b l e s . . .» —
( K a u s t k y , Le Programe Socialista, págs. 72 y 73).
Algunos economistas modernos niegan que se
- 102 -

de dinero representa el interés de una suma


mayor cuando, por haber bajado la tasa
de los intereses, se necesita una suma más
considerable para obtener de ella beneficios
equivalentes a la renta de dicho campo.
En cuanto a la intervención del propie-
tario en favor del desarrollo histórico de
la sociedad, no puede desconocerse que
existen grandes diferencias entre el rol del
terrateniente y el dueño de cosas útiles
creadas por el hombre. El que lleva una
máquina, un perfeccionamiento técnico, un
nuevo medio de trabajo—un arado a vapor,
p a n volver al ejemplo de que ya nos he-
mos valido—a una región cualquiera, incor-
pora un elemento de progreso, un factor de
desenvolvimiento colectivo. Con esa má-
quina, por la virtud productiva que ella
despliega al conjuro del trabajo, puede re-
volucionar el medio económico y dar así
un poderoso impulso a la sociedad en el
camino de su evolución histórica. El dinero
invertido en esa adquisición, aunque esta
responda al propósito de explotar mediante
esa máquina el trabajo ajeno, haciéndole ren-
dir un beneficio que será tanto mayor cuan,
to moyor sea la necesidad social que satis
faga—resultará más provechosamente inver"

t r a t e de una t e n d e n c i a p e r m a n e n t e del c a p i t a l y
•ostienon q u e el descenso acusado e s una oscilación
temporal y probablemente periódica. D u r a n t e 20
aflos a n t e s de 1809 el i n t e r é s h a descendido, pero
desde 1899 comenaó a a s c e n d e r , y según L e r o y -
B e a u l i e u como efecto de la m a y o r productividad
a c o r d a d a a los c a p i t a l e s i n d u s t r i a l e s por l a s apli-
c a c i o n e s de la e l e c t r i c i d a d .
— 103 —

tido p a r a la c o m u n i d a d , q u e si se hubiese
d e s t i n a d o a c o m p r a r un t e r r e n o c o n el ob-
j e t o de a r r e n d a r l o a q u i e n lo n e c e s i t e , h a -
ciéndolo p a g a r t a n t o m á s c a r o c u a n t o m a -
yor s e a la n e c e s i d a d q u e el t r a b a j o t e n g a
del predio. E n este ú l t i m o c a s o no a p o r t a -
ría a la región n a d a q u e a e s t a r e s u l t a s e
beneficioso; al c o n t r a r i o , la p e r j u d i c a r í a a d -
quiriendo, p a r a h a c e r l o m á s g r a v o s o , el
monopolio d e algo q u e n o p u e d e a u m e n -
tarse ni r e n o v a r s e .
Un capitalista que dedica sus capitales
al e n s a n c h e d e su i n d u s t r i a o c o m e r c i o , bene-
ficia así en m a y o r e s c a i a d e la c o l a b o r a c i ó n
de la c o l e c t i v i d a d c u y o p r o g r e s o es la c o n d i -
ción de la p r o s p e r i d a d d e su e m p r e s a , p e r o
se v e r á o b l i g a d o a d e s p l e g a r m a y o r e s a c t i -
vidades y c u i d a d o s , o s i m p l e m e n t e , p r o p o r -
cionará al t r a b a j o m a y o r e s o p o r t u n i d a d e s
de a p l i c a c i ó n . E l t e r r a t e n i e n t e , en c a m b i o ,
restringe e s t a s o p o r t u n i d a d e s , p o r q u e c u a n t o
más extienda su propiedad ó m á s valor
adquiera, m á s o n e r o s a s s e r á n las c o n d i c i o -
nes q u e i m p o n d r á al t r a b a j o y m á s alta
será la v a l l a q u e i n t e r p o n g a e n t r e este y
su predio.
El q u e h a c e u n a f o r t u n a e x p l o t a n d o una
industria o c o m e r c i o o c o n s t r u y e n d o c a s a s
p a r a a l q u i l a r l a s , c o n t r i b u y e con su i n i c i a t i v a
y su dinero al d e s e n v o l v i m i e n t o c o l e c t i v o ,
añade v a l o r e s al c o n j u n t o , si bien lo hace
para retener a ese precio valores más gran-
des que son obra de los demás. El q u e
agranda su fortuna comprando tierras para
revenderlas, o cercándolas para constituirse
en su dueño, nada aporta a la sociedad.
— 104 -

A p r o v e c h a de un valor que viene exclusi-


v a m e n t e de afuera y q u e existiría en la
m i s m a m e d i d a , y a u n m a y o r , si él no exis-
tiese. S u capital fundiario a u m e n t a r á por
la acción de agentes exteriores, sin contri-
b u i r él en lo m á s m í n i m o a la obra de esos
agentes, q u e lejos de facilitar o estimular,
dificulta.
E l c a p i t a l fundiario es a b s o l u t a m e n t e pa-
s i v o : absorbe valores sin poner de su p a r t e
m á s q u e la f a c u l t a d de retenerlos. E l capi-
tal de un empresario se reproduce a c o n -
dición de que la empresa rinda servicios
requeridos por la p o b l a c i ó n , — e l a b o r a n d o
mercaderías, transportándolas, o efec u a n d o
cualquiera otra a c t i v i d a d m á s o menos ú t i l , —
y en la m e d i d a en que los realiza. Pero ¿qué
servicios presta el capital paralizado en
propiedades fundiarias? L a tierra es útil,
con esa u t i l i d a d creciente que le confieren las
necesidades sociales a b s t r a c c i ó n h e c h a de
sus f a c u l t a d e s p r o d u c t i v a s intrínsecas—que
pueden desaparecer sin que por eso deje de
subir su precio—pero la «empresa» de adue-
ñarse de ella, ¿ q u é servicios presta a nadie
que no sea su d u e ñ o ?
C l a r o es que en el terreno de las espe-
culaciones nos v a m o s a encontrar con c a -
pitales representados por m e r c a n c í a s que,
c o m o la propiedad fundiaria, a u m e n t a n pa-
s i v a m e n t e de valor, pues los acaparadores
de esas m e r c a n c í a s obtienen, con sólo l i m i -
tar la oferta, utilidades que, semejantes en
esto a las del m o n o p o l i o territorial, deri-
v a n e x c l u s i v a m e n t e de la necesidad que la
p o b l a c i ó n tiene de tales a r t í c u l o s . Pero es-
— 105 —

tos acaparadores ponen en giro capitales,


soportando riesgos a veces considerables;
utilizan las actividades de m u c h a gente,
productores, conductores, a c a r r e a d o r e s , a u ­
xiliares de toda especie, y a veces, cuando
no se t r a t a de intermediarios superfinos,
ejercen la función de traer los productos
al mercado, acercándolos a los c o m p r a d o ­
res, con lo cual prestan un. servicio posi­
tivo, que, eso sí, cobran con usura, pues es
para esto que lo realizan.
Por otra parte, todas las mejoras alcan­
zadas por los productores y consumidores
en general a nadie benefician t a n t o c o m o
al terrateniente, pues esas mejoras elevando
el nivel de vida de las masas y su capaci­
dad económica, impulsan el progreso social
y permiten a los monopolizadores del terreno
absorber más considerable porción de la
riqueza colectiva.
En c u a n t o a los perfeccionamientos de la
técnica que simplifican el t r a b a j o e intensifi­
can su eficacia, G e o r g e sostiene que tienden
a elevar la renta, sin elevar el salario y el in­
terés, porque hacen que la cantidad de t r a b a j o
y capital necesarios para obtener un producto
dado disminuya, y esto conduce a utilizar
«nuevas ganancias en el poder productivo
para la producción de más riqueza. El límite
del último se e x t e n d e r á entonces de nuevo, y
la renta crecerá proporcionalmente y en c a n ­
tidad, sin a u m e n t o alguno en el salario é
interés»; y aun cuando no pueda negarse
que la aplicación de ciertos inventos que
acrecientan la eficacia y productividad del
trabajo, influyen sobre la t a s a del interés
— 106 -

provocando su elevación más o menos mo­


mentánea, tampoco ha de desconocerse que
contra esta alza conspira el monopolio del
suelo, pues sólo se mantendrá mientras la
renta, levantándose por efecto de esa misma
causa, no la contrarreste, neutralizándola y
superándola.
Por lo que respecta al efecto del incre­
mento de la población sobre el valor terri­
torial, ha de advertirse que se trata de un
doble efecto, pues dicho incremento actúa de
dos maneras. «Primero, bajando el límite
del cultivo; segundo, descubriendo en la
tierra calidades de otro modo latentes y
agregando capacidades especiales a tierras
especiales». — (Progreso y miseria). — « E l
aumento de población en sí mismo—léese
en la citada obra—sin adelanto alguno en
las artes envuelve un mayor poder produc­
t i v o en el trabajo. Cien hombres trabajando
en igualdad de las demás circunstancias, pro­
ducen mucho más de cien veces el trabajo
de uno sólo». V o l v i e n d o al ejemplo del
colono, tenemos que su tierra, por hallarse
en el centro mismo de la población engran­
decida, v a adquiriendo, con una fertilidad
que no excede de la que tenía al principio,
un poder productivo superior. « A l trabajo
invertido en obtener trigo, maíz, etc., no
corresponderá mayor cantidad de estas cosas;
pero al trabajo invertido en las ramas sub-
divididas de la producción, que requieren
la proximidad de otros producías, y espe­
cialmente al trabajo empleado en la última
parte de la producción, que consiste en la
distribución, corresponderá una mayor uti-
- 107

l i d a d . . . T a n e n o r m e s s o n l a s v e n t a j a s que
esta tierra ofrece a h o r a p a r a la a p l i c a c i ó n
del trabajo, q u e en v e z de u n h o m b r e c o n
u n par de caballos a r a n d o hectáreas d e tie-
rra, se p u e d e n c o n t a r m i l e s d e t r a b a j a d o -
res p o r h e c t á r e a , t r a b a j a n d o o r d e n a d a m e n t e
en h a b i t a c i o n e s l e v a n t a d a s u n a s s o b r e o t r a s ,
mientras bajo tierra las m á q u i n a s p a l p i t a n
con pulsaciones q u e ejercen la fuerza de
miles de caballos. T o d a s estas v e n t a j a s se
a d h i e r e n a l a t i e r r a ; en e s t a y ni) e n o t r a
p u e d e n s e r u t i l i z a d a s , p o r q u e a q u í e s t á el
centro de población el f o c o d e l o s c a m -
bios, la p l a z a m e r c a d o , el taller d e Jas m á s
altas formas de la industria. L o s poderes
productivos q u e la densidad d e p o b l a c i ó n
ha d a d o a esta tierra, e q u i v a l e n a cien o
mil veces su fertilidad p r o d u c t i v a s
E s t a s c o n s i d e r a c i o n e s n o s l l e v a n c o m o de
la m a n o a l a s i g u i e n t e o b s e r v a c i ó n : H e m o s
d i c h o m á s a r r i b a q u e si l a s c o s a s q u e c o n s -
t i t u y e n el c a p i t a l , s e d e t e r i o r a n y d e s g a s -
t a n , t a m b i é n l o s d u e ñ o s d e l s u e l o pueden
l a m e n t a r s e d e q u e , a v e c e s , s u s t i e r r a s se
agotan o empobrecen, y hasta d e que
los n u e v o s p r o c e d i m i e n t o s d e c u l t i v o s —
según R i c a r d o y M a r x — o b r a n e n el s e n -
tido d e s u d e p r e c i a c i ó n . Ahora b i e n , c a b e
aquí reparar e n q u e , c u a n d o l a s c o s a s q u e
c o n s t i t u y e n - « c a p i t a l » se d e t e r i o r a n , l a pér-
dida d i f í c i l m e n t e a l c a n z a c o m p e n s a c i ó n , en
lo relativo a l valor de e s a m i s m a c o s a , por
más que la población crezca y l a sociedad
progrese; mientras que ol empobrecimiento
a agotamiento de las tierras, así como su
aesvalorización por el abandono de las peo-
- 108 -

res y por el a b a r a t a m i e n t o de sus productos


en virtud de cultivos perfeccionados, son com­
pensados c u a n d o la población a u m e n t a sufi­
cientemente, y compensados con creces cuaM-
do el a u m e n t o se opera en forma cuyos efec­
tos de valorización territorial sobrepujan a
los efectos de las causas depredadoras. " L a s
tierras de más valor en el globo — dice
G e o r g e — n o son tierras de una gran fertilidad
natural, sino tierras a las cuales se ha dado
una utilidad extraordinaria por el aumento
de p o b l a c i ó n . " D e modo que tales desgastes
solo son comparables a los de las cosas
mientras la población no crece lo bastante
como para compensarlos. A u n q u e las cosas
puedan adquirir un valor de uso o de uti­
lidad que obre en sentido contrario a la
desvalorización por el continuo desgaste,
sólo hasta cierto límite aquel factor con­
trarrestará a este otro, y a d e m á s , hay que
tener en cuenta la producción incesante de
las m i s m a s cosas y los perfeccionamientos en
su confección, que contribuyen a desvalo­
rizar las a n t i g u a s . L a s cosas, al inutilizarse,
no adquieren más ningún n u e v o valor espe­
cial. L a tierra, en c a m b i o , inutilizada para
el c u l t i v o , adquiere, por virtud del progreso
demográfico y económico, una nueva "fertil­
i d a d " que podría denominarse adicional, m u ­
c h o más valiosa que su p r i m i t i v a fertilidad
n a t u r a l . Inútil para el c u l t i v o , será más
útil para la ocupación, y esta n u e v a utilidad
significará un más alto valor, continuamente
r e n o v a d o y acrecido.
C u a n d o hemos h a b l a d o en un capítulo
anterior del acrecentamiento de valores
— 109 —

q u e no son el de la tierra por efecto del


desarrollo social, t e n í a m o s en c u e n t a s o -
b r e t o d o el v a l o r de las e x p l o t a c i o n e s in-
dustriales, l l e v a d a s a c a b o , naturalmente,
m e d i a n t e la p r o p i e d a d de las cosas. A s í
c u a n d o d e c í a m o s : « u n m e d i o de trans-
p o r t e v a l d r á m á s en u n a región p o p u l o s a
q u e en u n a región a p e n a s h a b i t a d a » , no
n o s referíamos t a n t o al v e h í c u l o u t i l i z a d o
c o m o a la e x p l o t a c i ó n , a la empresa, al servi-
cio, a la i n d u s t r i a del t r a n s p o r t e . D e s d e l u e -
g o , c o m o m e r c a n c í a , el v e h í c u l o v a l d r á c a d a
d í a m e n o s , p o r q u e se deteriorará ó p o r q u e
l a s f á b r i c a s p o n d r á n en v e n t a otros' m e j e -
res y m á s c o n v e n i e n t e s ; pero su d u e ñ o
s a c a r á de él m a y o r p r o v e c h o h a c i é n d o l o
v i a j a r m á s a m e n u d o y con m a y o r c a r g a ,
o p o d r á hacer c i r c u l a r v a r i o s en v e z de u n o ,
lo c u a l d e m u e s t r a q u e su i n d u s t r i a , su e m -
presa, es g r a c i a s al i n c r e m e n t o de la colec-
t i v i d a d , u n valor en c r e c i m i e n t o .
L o s p e r f e c c i o n a m i e n t o s en la f a b r i c a c i ó n d e
esos materiales depreciarán los a n t i g u o s de l a
empresa, pero en c o m p e n s a c i ó n ésta p o d r á
emplear esos p r o c e d i m i e n t o s con t a n t o m a y o r
beneficio c u a n t o m á s le sea d a b l e a p l i c a r l o s
respondiendo a las necesidades de la p o b l a -
ción. Y p a r a q u e esto s u c e d a n o es preciso
que se t r a t e del g o c e de un m o n o p o l i o a b s o -
luto, pues lo m i s m o ocurre c u a n d o son v a r i a s
las empresas q u e se r e p a r t e n el c o m e t i d o
de realizar servicios i g u a l e s , s i e m p r e , c l a r o
está, q u e n o se m u l t i p l i q u e n d e s p r o p o r c i o -
n a d a m e n t e a las n e c e s i d a d e s l l a m a d a s a
servir, p o r q u e e n t o n c e s en v e z de progresar,
se a r r u i n a n . E l peligro de la c o n c u r r e n c i a
— 110 -

c r e c e , p a r a los e m p r e s a r i o s , c o n la m u l t i -
p l i c a c i ó n d e l a r i q u e z a , q u e se e x t i e n d e a
e x p l o r a r y d i s p u t a r t o d o s los c a m p o s de
e x p l o t a c i ó n , en t a n t o q u e los t e r r a t e n i e n t e s
n a d a t i e n e n q u e t e m e r d e esa m u l t i p l i c a -
c i ó n , s i n o e s p e r a r d e e l l a g r a n d e s beneficios
d i r e c t o s , p u e s i n t e n s i f i c a r á la d e m a n d a de
tierras.
T r a t á n d o s e de cosas h a y que distinguir
e n t r e el v a l o r a c o r d a d o p o r el s e r v i c i o q u e
p r e s t a n y el v a l o r d e v e n t a , q u e d e p e n d e
f u n d a m e n t a l m e n t e del p r e c i o d e p r o d u c c i ó n .
E n c a m b i o , t r a t á n d o s e d e la t i e r r a , el v a l o r
a c o r d a d o p o r la n e c e s i d a d q u e de ella se tie-
n e y la u t i l i d a d q u e p r e s t a o l l e g a r á a pres-
t a r es t a m b i é n s u p r e c i o d e v e n t a .
U n a m á q u i n a puede representar—dentro
d e los l í m i t e s d e su c a p a c i d a d p r o d u c t i v a —
u n v a l o r c r e c i e n t e p a r a su d u e ñ o , c o n f o r m e
le r i n d e m a y o r e s b e n e f i c i o s por el m e j o r
a p r o v e c h a m i e n t o y s u p e r i o r d e m a n d a de lo
q u e p r o d u c e , m i e n t r a s lo p i e r d e p a r a los
d e m á s , a m e d i d a q u e estos pueden comprar
otras iguales a menos precio, u otras me-
jores a igual precio.
L a t i e r r a v a l e p o r y s e g ú n la r e n t a q u e
p r o d u c e ; es d e c i r : al c o m p r a r l a , se la p a g a
t a n t o m á s c u a n t o m a y o r es su r e n t a a c t u a l
y c u a n t o m a y o r p u e d a serlo la f u t u r a . V a l o r
d e l s u e l o y r e n t a s o n , p u e s , u n a m i s m a cosa.
P o r eso, c u a n d o el s u e l o r e p r e s e n t a u n valor
m á s g r a n d e p a r a el p r o p i e t a r i o p o r q u e su pro-
piedad ha adquirido m a y o r i m p o r t a n c i a ante
l a s n e c e s i d a d e s c o l e c t i v a s , se v a l o r i z a p a r a to-
d o s , p u e s q u i e n q u i e r a c o m p r a r l o o arren-
d a r l o d e b e r á p a g a r ese a u m e n t o .
— 111 —

H e ahí, en d e f i n i t i v a , lo q u e h a c e de la
propiedad del suelo el m o n o p o l i o m á s v e n -
tajoso de c u a n t o s h a l l a n a m p a r o en las leyes
generales.

XIII

L a s m i s m a s c a u s a s q u e lo h a c e n el m á s
v e n t a j o s o para quienes disfruten de él, lo
h a c e n t a m b i é n el m á s oneroso p a r a q u i e n e s
lo s o p o r t a n . S u oposición f u n d a m e n t a l í s i m a
con las c o n v e n i e n c i a s s u p r e m a s de la colec-
t i v i d a d h a q u e d a d o de sobra e v i d e n c i a d a
en las c o n s i d e r a c i o n e s q u e a n t e c e d e n . H e m o s
de referimos a h o r a a su i n f l u e n c i a c o m o f a c -
tor de u n o de los m a y o r e s m a l e s que d e p r i -
m e n la s i t u a c i ó n de los proletarios en estos
ú l t i m o s t i e m p o s : la carestía de la v i d a .
¿ E n q u e a r t í c u l o s se m a n i f i e s t a principal-
mente la carestía?—se p r e g u n t a un m o d e r -
no sociólogo e s p a ñ o l . « E s s a b i d o q u e en los
a l i m e n t o s — r e s p o n d e . E s decir, q u é el f e n ó -
meno a p a r e c e con m á s c l a r i d a d en a q u e l l o s
1
productos q u e m á s d i r e c t a m e n t e p a s a n des-
de la tierra al c o n s u m o . E n los artículos
m a n u f a c t u r a d o s el f e n ó m e n o n o presenta
igual u n i f o r m i d a d . . . N o h a y m a n u f a c t u r a
en que las primeras m a t e r i a s n o - h a y a n e x p e -
rimentado el m i s m o a u m e n t o q u e los a r t í c u -
los a l i m e n t i c i o s ; p a r a e l l o s el e n c a r e c i m i e n t o
es general, trátese de a l i m e n t a r la m á q u i n a
h u m a n a , trátese de a l i m e n t a r u n a f á b r i c a .
Los progresos m e c á n i c o s y los a d e l a n t o s
- 112 —

en l o s t r a n s p o r t e s f a c i l i t a n en c a m b i o u n a
t e n d e n c i a a la b a j a en el c o s t o del p r o d u c -
to m a n u f a c t u r a d o ; y esto suele disminuir
o a n u l a r l a i n f l u e n c i a del e n c a r e c i m i e n t o
de las primeras materias, c u a n d o posibili-
dades de monopolio no neutralizan a su
v e z el i n f l u j o d e l a b a j a en l o s p r o c e d i -
m i e n t o s m e c á n i c o s . L a r e s u l t a n t e es q u e las
p r i m e r a s m a t e r i a s o p r o d u c t o s de la tierra
s o n los q u e p r o d u c e n el a u m e n t o del p r e c i o -
E s e e n c a r e c i m i e n t o d e los p r o d u c t o s del
s u e l o c o r r e s p o n d e e x a c t a m e n t e al e n c a r e c i -
m i e n t o del s u e l o m i s m o . ¿ C u a l c a u s a per-
m i t e e s t e p r o g r e s i v o i n c r e m e n t o de l a r e n t a
t e r r i t o r i a l ? D e o r d e n n a t u r a l n o es, m i e n -
t r a s e x i s t a n t i e r r a s d e c u l t i v o sin e x p l o t a r .
E s , pues, de orden legal, y e v i d e n t e m e n t e
c o n s i s t e en l a f a c u l t a d q u e el p r o p i e t a r i o
t i e n e de m a n t e n e r i n e x p l o t a d a s sus t i e r r a s » .
(Baldomero Argente. « L a carestía univer-
s a l » ) . E s a f a c u l t a d c o n s t i t u y e fuera d e t o d a
d u d a u n a de l a s m á s g r a n d e s c a u s a s d e l a
c a r e s t í a , s o b r e t o d o en los p a í s e s d o n d e el
d e s e n v o l v i m i e n t o s o c i a l es r á p i d o y e s c a s a
la tierra pública disponible.
L a í a l t a d e la t i e r r a p ú b l i c a se t r a d u c e
e n la i m p o s i b i l i d a d d e i n f l u i r sobre la o f e r t a
d e t i e r r a s en el s e n t i d o d e a u m e n t a r l a de
a c u e r d o c o n la d e m a n d a d e las m i s m a s .
Y e s t o d a a los p r o p i e t a r i o s l a f a c u l t a d de
s u b i r el p r e c i o d e sus tierras a m e d i d a q u e
a u m e n t a la n e c e s i d a d de d i s p o n e r de e l l a s .
L a v a l o r i z a c i ó n es así c o n t i n u a y acele-
r a d a , b a s t a n d o ella p a r a e n r i q u e c e r c u a n -
t i o s a m e n t e a los p r o p i e t a r i o s a u n q u e sus
p r e d i o s p e r m a n e z c a n i m p r o d u c t i v o s o sin
— 118 -

n )
uso. E s t a o s la r a z ó n por la c u a l , exls-
t e n e n p a í s e s c o m o el n u e s t r o I n m e n s a s e x
tenciones territoriales sin c u l t i v a r y sirvien-
do tan sólo de asiento a g a n a d o s e r r a b a n
d o s , (|iie se c r i a n y se r e p r o d u c e n sin q u e
el h o m b r e i n t e r v e n g a s i n o p a r a m m h l o s y
llevarlos a vender.
Las c o i ^ e e u e u c l a s suélales de este p r e d o -
m i n i o i\n\*latifnnttiu e n el r e p a r t o d e l a
propiedad territorial, han comunicado a
nuestra vida nacional características lamen-
tables. L a e x i s t e n c i a de un proletariado
campoino nómade y simibárbaro, entrt
el c u a l r e c l u í a n s u s f á c i l e s l e s i o n a r l o s l o s
políticos criollos o r g a n i z a d o r e s de r e v u e l t a s ,
se d e b e a la e s t r u c t u r a agraria del país.
Lilia es la u n e c o n d e n a a l o s p r o l e t a r i o s d e l
c a m p o a v i v i r en la m á s p r i m i t i v a i n d i n e n
c i a y e n la m á s p r o f u n d a I g n o r a n c i a . \\\
latifundio, q u e los h a c e v a g a r por los e a m -
)os, p r i v á n d o l o s d e a r r a i g o y d e a m o r a
Ía t i e r r a , qiitf n o les p e r t e n e c e p o r m á s q u e
a b u n d e I n h a b i t a d a a su a l r e d e d o r , se e x -
tiendo en t o m o d e ellos c o m o b l o q u e á n d o -
los y a i s l á n d o l o s d e l m u n d o d e l a c i v i l i z a -
1 , 1
ción y d e l p r o g r e s o .

(l> »W1 o i t o a r o o l i u l o i i t o ilo lit l l o r í n y !•»»« i m i t a n


diMiiiiHlmlo olovmluN d a f t u u u t a o d l f I O M O M I I , «>»tro-
poun l a * m o j o n o * do t o d a ritmo y p o i j u d l o m i «1
Uwi.ti'iolto d o l a a g r l i M i l t u r i i , | > i i o N t n quo < «ritas
IVntu»* Niinoi'loroN a l n l v o l o r d i n a r i o , a l m o r l i o u tul
C a n t i d a d , q u o u o « l o | a u o w l l m u l ow a l a i t o n d u l a r l o ,
\ ni IUUIIIOH p u n í U o v a r l i l o n ol c u l t i v o » . (IhimU»
; W l i l t o . 9¡t .-(. ' . ( ' . , ¡ , Ai cuestión d* ¡a f*>rr«).
no | ".i a l g o qu.< n o d o l i i M i o l v i d a r q t i l o non « M
1
r V I ' J ni d i ! ¿itrabu d o n t i O H t r n H U Í i ii H u r a .
s \-) "Ul iiitut'ÓM p r i m o r lia 1 ti» t»»to« p.tlHOM *•

i
- 114 -

XIV

No hay, pues, privilegio tan indicado


p a r a servir de asiento ai impuesto, como la
r e n t a o valor de la tierra. G r a v a r esa renta
es no solo recuperar p a r a la sociedad un
valor que la sociedad crea c o n s t a n t e m e n t e
por la v i r t u d del t r a b a j o de todos, sino
a t e m p e r a r los efectos r e t a r d a t a r i o s del mo­
nopolio territorial, p r o v o c a r la desvaloriza­
ción d e l s u e l o — p a r a ponerlo más al alcance de
quien necesite y desee t r a b a j a r l o — y com­
peler a los propietarios de tierras a hacer­
las producir o a dejarlas a disposición de
quien las h a g a producir.
No incurriremos en la e x a j e r a c i ó n geor-
gista de creer que la transformación social
pueda ser el resultado de un impuesto
ni creemos que b a s t e la nacionalización del
suelo p a r a suprimir la opresión económica
de unos h o m b r e s por o t r o s . P e r o declara­
m o s — e s o sí—que la nacionalización del suelo
es una de las aspiraciones socialistas, y que
el i m p u e s t o al valor de la tierra nos parece
un impuesto excelente, y t a n t o m á s justifi­
c a d o c u a n t o que los estímulos que a p o r t a

p o b l a r s e , c u l t i v a r el s u e l o , c r e a r c e n t r o s de pobla­
ción agrícola cuyo desarrollo trae progresivamente
e l d e t o d a s l a s o t r a s i n d u s t r i a s , el de todas las
a r t e s , el do l a s f u e r z a s m o r a l e s y oí de l a s fuer­
zas intelectuales». (A L a m a s ) .
a la producción y al progreso, se resuelven
también en v e n t a j a s p a r a los mismos a
quienes g r a v a , pues hacen subir la renta.
Y aunque c o n s i d e r a m o s los beneficios de
todo capital c o m o una forma de privilegio,
aceptamos la e x o n e r a c i ó n de las m e j o r a s y
construcciones, por una sencilla razón de
conveniencia .social.
J u z g a m o s preferible la contribución pro-
gresiva sobre la r e n t a de la tierra al im-
puesto progresivo sobre la r e n t a en gene-
ral preconizado por los p a r t i d o s socialistas
( 1 )
de E u r o p a P r o c l a m a m o s el derecho del
Estado a e x t r a e r del privilegio, sea cual fuere
la forma en que se presente, los recursos
necesarios al m a n t e n i m i e n t o de los servicios
públicos indispensables; pero queremos queel

(1) E l P a r t i d o S o c i a l i s t a A r g e n t i n o m o d i f i c ó e n
1902 su p r i m i t i v o p r o g r a m a m í n i m o sustituyendo
l a fórmula " i m p u e s t o d i r e c t o y p r o g r e s i v o s o b r e l a
r e n t a " por la d e " c o n t r i b u c i ó n d i r e c t a y p r o g r e s i -
v a s o b r e la r e n t a de l a t i e r r a "
E l programa del P a r t i d o S o c i a l i s t a del U r u g u a y
propone e l " i m p u e s t o p r o g r e s i v o s o b r e el v a l o r d e
Ja t i e r r a " , p e r o c o m o a f i r m a c i ó n del p r i n c i p i o de q u e
oíros b e n e f i c i o s s o n t a m b i é n p r i v i l e g i o , a ñ a d e e l
impuesto p r o g r e s i v o a l o s b e n e f i c i o s m a y o r e s d e
1.000 peBos a n u a l e s , r e g u l á n d o s e d e a c u e r d o c o u l a s
exigencias del h o g a r en c a d a caso.
E l p r i m e r p r o y e c t o p r e s e n t a d o al p a r l a m e n t o de
este país p r o p o n i e n d o la c o n t r i b u c i ó n e x c l u s i v a -
mente t e r r i t o r i a l e n M o n t e v i d e o e s el q u e f o r m u -
ló siendo d i p u t a d o , al d i s c u t i r s e e n el a ñ o 1 9 1 2
la c o n t r i b u c i ó n i n m o b i l i a r i a de la c a p i t a l . N u e s t r a
contribución r u r a l tiene, desde h a c e muchos años,
aquel c a r á c t e r .
- 116

i m p u e s t o se aplique de a m a n e r a que m e -
nos r e p e r c u t a sobre los asalariados y m e -
nos t r a b e el desarrollo de las actividades
útiles y p r o g r e s i s t a s .
No n e g a m o s la lógica de aquella s a r c á s -
t l c a c r í t i c a Uhomme aux guárante écus,
con que V o l t a i r e respondía a la c a m p a ñ a
de los fisiócratas en f a v o r del im pues t o
( 2 k
único.

(2) D O B s o n l a s m a n e r a s d e a p l i a r e l i m p u e s t o a
tas r e i i t a s e n g e n e r a l : " o r e d u c i e n d o a u n i d a d t o -
dos o la m a y o r parte de los impuestos reales exis-
tentes, es decir, reagrupando las rentas singula-
r e s , m a n t e n i d a s d i v e r s i f i c a d a s , s e g ú n un c r i t e r i o
único de tasación; o sobreponiendo una tasación
g e n e r a l a Ion i m p u e s t o s d i r e c t o s en v i g o r " ( J . T i -
l
v a r o n i . "L importa sul reddito nella finama con-
temporánea". Critica Sociale. Año XXV. N.o 6).
£1 p r i m e r s i s t e m a r i g e en I n g l a t e r r a ; e l s e g u n d o
e n P r u s i a , c o n el n o m b r e d e Ein-Konumera-Stener.
L a c a r a c t e r í s t i c a d e e s t e i m p u e s t o e s q u e respon-
d e al p r i n c i p i o d e l a p e r s o n a l i d a d . " P e r o no e s
m á s — d i c e V e b e r —el i m p u e s t o p e r s o n a l d e l a s
sociedades primitivas, donde la persona es d e u -
dora, y no l a cosa poseída, donde no se v e m á s
que la subordinación y la opresión de l a plebe.
E s la corrección del impuesto real especial, e s el
©Bfuerao h a c i a u n a j u s t i c i a m a s g r a n d e e n l a r e -
partición».
P e r o sería preciso que la diferenciación de las
renta» y tasas respectivas fuese m u y prolija p a r a
e v i t a r l e s i n c o n v e n i e n t e s q u e , d e s d e e! p u n t o d e
v i s t a de l a equidad, s e ñ a l a el D r . J u s t o en los
siguientes párrafos de uno de los artículos que
escribió para defender la indicada modificación y
q u e f u e r o n r e u n i d o s e n folleto:
" G r a v a n d o por igual todas las entradas q u e
p a s a n d e c i e r t o l í m i t e " l a i n c o m e t a x " , l a con-
t r i b u c i ó n v u l g a r m e n t e l l a m a d a s o b r e l a r e n t a , no
distingue entre las entradas permanentes del ren-
tista, las precarias del empresario y las m á s p r o -
— 117 —

P e r o , sin apartarnos de los principios


f u n d a m e n t a l e s q u e liemos e x p u e s t o en t o d o
el curso de este t r a b a j o c o m o b a s e de nues­
tro c r i t e r i o en m a t e r i a i m p o s i t i v a , sino afir­
m á n d o n o s en esos m i s m o s p r i n c i p i o s , p r e ­
ferimos el i m p u e s t o t e r r i t o r i a l al i m p u e s t o
sobre las e n t r a d a s , p o r r a z o n e s de c a r á c t e r
universal o p e r m a n e n t e y p o r r a z o n e s espe­
cíficas, locales o de o p o r t u n i d a d .

carias aun del artista y del profesional; entre el


privilegio q n e p a B a Integro a los herederos y el
q u e sólo s e h e r e d a e n p a r t e o n o s e h e r e d a a b ­
solutamente. L o s economistas acusan de falta de
e q u i d a d a ese i m p u e s t o u n i f o r m e s o b r e l a s e n t r a *
da?, q u e e s t a lejos do s o r un i m p u e s t o u n i f o r m e
sobro el privilegio. Y en efecto. L o s h o n o r a r i o s
del artista, d e l i n g e n i e r o y del módico, a d e m á s
del s a l a r i o p r o p i a m e n t e d i c h o , p o r u n t r a b a j o d i ­
fícil y a v e c e s desagradable'^y p e l i g r o s o , compren­
d e n l a a m o r t i z a c i ó n d e l d i n e r o g a s t a d o e n e l estu«
dio^del a r t e o d e l a profesión. L o s profesionales
y artistas empiezan a trabajar por dinero mucho
más tarde que los asalariados en general, y t i e ­
nen q u e peusar tanto como estos en a s e g u r a r s e
medios de vida para cuando puedan trabajar.
" E n las g a n a n c i a s del e m p r e s a r i o entran el sa­
lario de superintendencia del trabajo y la c o m ­
pensación del riesgo propio de la empresa.
" E n el alquiler de una c a s a entran la a m o r t i ­
zación del costo del edificio, el c u a l c a d a d í a v a l e
menos, y el seguro contra incendio.
•'Solo el interés hipotecario y la r e n t a del suelo
son privilegio puro, sin m á s trabajo q u e el d e
cobrarlo, ni seguro alguno de la fuente m i s m a de
privilegio, q u e no h a y riesgo de perder.
" E s indudable, pues, q u e un impuesto uniforme
sobre las entradas grava m u y diferentemente l a s
d i v e r s a s f o r m a s d e p r i v i l e g i o , f a l t a d«* e q u i d a d
que algunos políticos y economistas proponen r e ­
mediar gravando en distinta proporción las e n t r a ­
das de distinta naturaleza.
r- 118 -

L o preferimos porque entendemos que la


income tax puede ser de consecuencias des-
favorables, más o menos inmediatas para el
pueblo t r a b a j a d o r , a p a r t e de no constituir
un «impuesto uniforme sobre el privilegio».
Lo preferimos también porque no lo que-

" P u e d e la claso trabajadora preocuparse de esta


c u e s t i ó n do j u s t i c i a c a p i t a l i s t a ? ¿ S o m e t i d o a l d e s -
p o j o p e r p e t u o , p u e d e el p u e b l o o b r e r o e s f o r z a r s e
p a r a q u e p e s e p o r i g u a l s b r e los p r i v i l e g i a d o s
el i m p u e s t o s o b r e el p r i v i l e g i o ? T í o . E l P a r t i d o
Socialista, representante de la clase explotada,
p r e s c i n d e d e la c u e s t i ó n d e e q u i d a d e n t r e b u r -
g u e s e s i n v o l u c r a d a en el i m p u e s t o s o b r e l a r e n t a
en g e n e r a l y sólo mira esta cuestión d e s d e el
p u n t o de v i s t a d e l a c o n v e n i e n c i a social*'.
P o r o t r a p a r t e , el i m p u e s t o s o b r e el v a l o r de
l a t i e r r a no i m p i d e q u e l a s c o n d i c i o n e s p a r t i c u l a r e s
d e l o s c o n t r i b u y e n t e s sean t e n i d a s en c u e n t a . L a
e x o n e r a c i ó n o r e b a j a a los p r o p i e t a r i o s d e f i n c a s
m e n o r e s do tal v a or, s i e m p r e q u e no poso.tn otros
b i e n e s y I O R ti a b a j e n o h a b i t e n e l l o s m i s m o s ,
contemplaría, como y a hemos dicho, condiciones
p e r s o n a l e s . A d e m á s , el a s p e c t o s n b j e t i v o de l a
c o n t r i n u c i ó n t e r r i t o r i a l r e s u l t a t a m b i ó n do q u e
e l l a , g r a v a n d o el m á s g r a n d e y t í p i c o de los pri-
v i l e g i o s , t i e n d o a i g u a l a r los s a c r i f i c i o s do produc-
c i ó n , tan i m p o r t a n t e s p o r lo m e n o s c o m o los de
c o n s u m o . E s t o s s o n los q u e s e t i e n e n en c u e n t a
c u a n d o so g r a d ú a la t a s a s e g ú n l a m a s a de l a s entra-
d a s y c u a n d o s e c o n s i d e r a n , a d e m á s , c o m o lo h a c e la
l e y p r u s i a n a y lo p r o p o n e el P a r t i d o S o c i t l i s t a del
U r u g u a y , diversas circunstancias que disminuyen
l a c a p a c i d a d c o n t r i b u t i v a del i n d i v i d u o o de l a
f a m i l i a , s o g ú n s e a uno u o t r a el s u j e t o de l a con-
tribución: prole numerosa, enformedades, ote. Y
-
a q u e l l o s , los s a c r i f i c i o s ' ' d e p r o d u c c i ó n ' son l o s
quo se consideran cuando, como en I n g l a t e r r a ,
ge a p l i c a a la r e n t a del suolo un r e c i r g o o s p o c i a l -
B e c u ó r d e s o , f i n a l m e n t e , lo d i c h o e n u n a n o t a a n -
terior sobre este mismo tópico.
- 119 -

remos «único», sino a c o m p a ñ a d o de otros


impuestos no menos legítimos y necesarios,
c o m o el d e h e r e n c i a s y donaciones, que
a f e c t a el p r i v i l e g i o t r a s m i t i d o , i n c o n t a m i n a -
d o en a b s o l u t o d e l e s f u e r z o d e q u i e n p a s a
a gozarlo, y por consiguiente, tan digno,
p o r lo m e n o s , d e ser g r a v a d o c o m o l a t i e -
rra c o m p r a d a c o n los f r u t o s del t r a b a j o o
d e la e s p e c u l a c i ó n i n d u s t r i a l . . .
U n a de las razones pertenecientes al gru-
p o d e l a s p e r m a n e n t e s y u n i v e r s a l e s es l a
de q u e el i m p u e s t o a l a s e n t r a d a s surte
consecuencias m u y desfavorables a la prospe-
r i d a d e c o n ó m i c a . G r a v a r las g a n a n c i a s es s u -
p r i m i r e s t í m u l o s al c a p i t a l , q u e p r e f i e r e s i e m -
pre a q u e l l o s m e d i o s d o n d e p u e d e o b t e n e r m a -
yores utilidades. E n b u s c a de c o l o c a c i o n e s
v e n t a j o s a s el c a p i t a l e m i g r a d e u n p a í s a
o t r o , y el n u e s t r o t s , p r e c i s a m e n t e , de los
q u e m á s n e c e s i t a n q u e los c a p i t a l e s aflu-
y a n , en v e z d e v e r s e a l e j a d o s p o r l a r e s t r i c -
ción de g a n a n c i a s . E s t a restricción deter-
m i n a d a p o r el g r a v a m e n f i s c a l s ó l o p o d r í a
ser c o m p e n s a d a c o n u n a m e r m a d e los s a -
l a r i o s , lo q u e n o es p o r c i e r t o d e s e a b l e . . .
« T o d a c a r g a f i s c a l s o b r e los g a n a n c i a s , si
n o se c o m p e n s a i n m e d i a t a m e n t e con una
b a j a en los s a l a r i o s , a l e j a el c a p i t a l d e l
p a í s d o n d e la sufre; e n E u r o p a f o m e n t a l a
e m i g r a c i ó n d e l c a p i t a l y a q u í se o p o n e a
su i n m i g r a c i ó n .
« Y a i g u a l d a d de las otras c i r c u n s t a n -
cias, m e n o s capitales en j u e g o , quiere d e -
cir m e n o s p r o d u c c i ó n , m e n o s t r a b a j o , m e -
nos d e m a n d a de brazos y de tierra, m á s
bajos salarios y menor renta.
— 120 -

" E l suelo en c a m b i o n o e m i g r a ni su ca­


p i t a l se p u e d e o c u l t a r " ( J u a n B . J u s t o .
El impuesto sobre el privilegió).
D e l m i s m o orden es la c o n s i d e r a c i ó n de
q u e el i m p u e s t o sobre la r e n t a no ofrece
i n c i d e n c i a s , " s a l e e x c l u s i v a m e n t e del fondo
d e p r i v i l e g i o a q u e a p u n t a la l e y " .
L a i n m e n s a m a y o r í a de los e c o n o m i s t a s
a d m i t e q u e el i m p u e s t o sobre la r e n t a del
s u e l o d e s c a n s a t o t a l m e n t e en el propietario.
S h e r m a n , n o o b s t a n t e , cree por el c o n ­
t r a r i o , q u e se t r a t a de un i m p u e s t o n o m i ­
nal sobre el t e r r a t e n i e n t e q u e en realidad
recaería sobre los c o n s u m i d o r e s , r e c o m e n ­
d á n d o l o p r e c i s a m e n t e por eso, pues él es
p a r t i d a r i o de q u e el i m p u e s t o sea p a g a d o
por la c o m u n i d a d entera. P e r o el error de
los q u e así p i e n s a n es e v i d e n t e C u a n d o la
o f e r t a de terrenos es m a y o r q u e la de­
m a n d a ( s u p o n g a m o s un país en crisis donde
h a y a m u c h a t i e r r a d i s p o n i b l e ) la r e n t a no
s u b e por m á s q u e s u b a el i m p u e s t o . L o
q u e q u i e r e decir q u e sólo c u a n d o h a y re­
l a t i v a e s c a s e z d e terrenos el p r o p i e t a r i o po­
drá subir el precio de su tierra, pero en­
t o n c e s lo q u e h a c e n o es t r a s l a d a r el gra­
v a m e n , sino a p r o v e c h a r de u n a v e n t a j a que
le p e r m i t e r e c a r g a r la r e n t a , e x i s t a o no
el i m p u e s t o , de d o n d e se d e d u c e q u e , su­
p r i m i d o este, la r e n t a a s c e n d e r á i g u a l m e n t e .
N o h a y t r a s l a c i ó n del g r a v a m e n fiscal, sino
e n c a r e c i m i e n t o del suelo por la a c c i ó n de
c a u s a s q u e no son el i m p u e s t o . A l c o n t r a ­
rio, e s t e p r o v o c a r á , si es a l t o , un i n m e d i a t o
a b a r a t a m i e n t o , p u e s i m p e l e a los propieta­
rios q u e r e t i e n e n sus t i e r r a s p a r a benefi-
- 121 -

ciarse con su valorización a u t o m á t i c a sin


contribuir a ella con el m á s m í n i m o e s -
fuerzo, a arrendarlas o venderlas.
S t u a r t Mili en sus «Principios de [icono-
mía P o l í t i c a » nos enseña que «un i m p u e s t o
sobre la renta recae íntegro sobre el terra-
t e n i e n t e . . . N o afecta en nada el precio de
los productos, puesto que este está deter-
m i n a d o por el costo de p r o d u c c i ó n en las
circunstancias m á s desfavorables y en estas
circunstancias no se paga renta».
Manuel Herrera y Reissig, e x p l i c a n d o en
un interesantísimo libro ese pasaje del cé-
lebre economista inglés, nos dice: « T ó m e s e
un terreno c u a l q u i e r a que t e n g a v a l o r . L a
renta o el valor de ese terreno serán los
mayores que darán por él en el mercado. S u -
poner que al g r a v a r el valor o renta de ese
terreno con el i m p u e s t o se le da al pro-
pietario la f a c u l t a d de cargar éste al arren-
datario, es suponer que ese terreno no v a l e
o no obtiene toda la renta de que es sus-
ceptible, lo que es imposible, pues y a a c a -
bamos de decir que la renta o precio de
un terreno representa lo que en un m o -
mento dado puede obtenerse de él — m á s
allá de lo cual desaparece para el tra-
bajo y el capital el i n c e n t i v o para a d -
quirirlo o usarlo. U n a v e z a l c a n z a d o ese
límite, no depende de la v o l u n t a d del pro-
pietario ultrapasarlo, sin condenarse a que-
darse con el terreno, o a dejarle entre sus
manos ocioso o i m p r o d u c t i v o » . («£1 I m -
puesto Territorial», p á g s . 40 y 4 I ) .
L a renta es el resultado de c i r c u n s t a n c i a s
distintas de p r o d u c t i v i d a d y u b i c a c i ó n . E s t a s
- 122 -

circunstancias no pueden ser modificadas


por el impuesto, y de ahí que los propie-
tarios se vean en la imposibilidad de su-
bir los arriendos, por más que el impuesto
se recargue, si aquellas circunstancias no
se modifican por la acción de agentes ya
indicados en el transcurso de este modesto
folleto de vulgarización. Nada tiene, pues,
que ver el impuesto con el precio de los
arriendos ni de los productos, como no se
trate de la influencia que puede ejercer en
el sentido del abaratamiento estimulando
la oferta de tierras y determinando así el
descenso general de la renta.
Cuando se gravan los consumos, se cer-
cenan los salarios; cuando se gravan los
beneficios del capital, o el simple empleo
útil del mismo, cosa que suele hacerse en-
tre nosotros, se contraría e impide su de-
sarrollo. Pero cuando se grava la renta del
suelo, la fuente del impuesto permanece
intacta, pues la tierra no se reduce, ni
se reduce la necesidad de usarla, no faltan-
do nunca, por consiguiente, quien pague
por tener el derecho de su explotación.
Un economista moderno, comentando la
aplicación del impuesto progresivo elevado
a las grandes extensiones territoriales, de-
claraba que «si puede impedir la reunión
de extensos dominios en un pequeño nú-
mero de manos, no puede disminuir la exten-
sión del territorio mismo; mientras que
igual tentativa hecha para aplicar ese prin-
cipio a la fortuna en general podría con-
ducir al debilitamiento del móvil que im-
pulsa a amasar la fortuna".
- 123 -

G r a v a r las g a n a n c i a s del i n d u s t r i a l p r o -
g r e s i s t a es, desde l u e g o — a u n q u e en e l l a s
v e a m o s el r e s u l t a d o del esfuerzo c o l e c t i v o
y de la e x p l o t a c i ó n — m e n o s j u s t o q u e g r a -
v a r las del t e r r a t e n i e n t e q u e n a d a ha p u e s t o
de su p a r t e ni n a d a arriesga p a r a o b t e n e r
esos b e n e f i c i o s . E s t a c u e s t i ó n de j u s t i c i a
e n t r e los p r i v i l e g i a d o s se s o l u c i o n a r í a c o n
las d i f e r e n c i a c i o n e s d e la t a s a del g r a v a -
m e n ; pero no es esa c u e s t i ó n de j u s t i c i a
e n t r e los r e p r e s e n t a n t e s del p r i v i l e g i o l a
q u e m á s d e b e p r e o c u p a r n o s , s i n o las c o n -
s e c u e n c i a s del i m p u e s t o en lo t o c a n t e al
d e s e n v o l v i m i e n t o de las a c t i v i d a d e s n e c e -
sarias y al p r o g r e s o de la c o m u n i d a d . E s
a t e n d i e n d o a estas c o n s e c u e n c i a s q u e c o n -
s i d e r a m o s c o n v e n i e n t e g r a v a r el s u e l o h e c h a
a b s t r a c c i ó n de las c o n s t r u c c i o n e s y m e j o r a s
q u e c o n t e n g a , p u e s así se d e j a libre d e
obstáculos,—y mejor a ú n — s e i m p u l s a la
i n i c i a t i v a de los p r o p i e t a r i o s , y no se e n -
torpece la i n d u s t r i a de la e d i f i c a c i ó n . P o r l o
demás, estas consecuencias e n t r a ñ a n , a su
v e z , o t r a c u e s t i ó n de j u s t i c i a , y ésta sí
p r i m o r d i a l p a r a n o s o t r o s , p u e s ella es relati-
v a a los t r a b a j a d o r e s ; por q u e si u n i m p u e s t o
a las g a n a n c i a s , a los p r o d u c t o s o a los
c a p i t a l e s r e p e r c u t e de a l g ú n m o d o s o b r e el
p r o d u c t o r — y a en su c a l i d a d de c o n s u m i -
dor, y a en su c o n d i c i ó n de asalariado-
deja por ello d e ser e q u i t a t i v o , y lo s e r á
tanto menos cuanto más perjudicial sea.
E n c u a n t o a las v e n t a j a s referentes a l a
p e r c e p c i ó n , q u e el D r . J u s t o h a c e r e s a l t a r
p o n i e n d o d e r e l i e v e las d i f i c u l t a d e s q u e se
o p o n e n a q u e la income tax r e s u l t e e q u i t a -
- 124 -

t i v a , a l g u n a s de ellas son de carácter tran-


sitorio o de carácter local, pues se refieren a
vicios de la reglamentación fiscal en los
primeros tiempos de la aplicación del im-
puesto o a vicios inherentes a la adminis-
tración pública en países como la A r g e n -
tina y c o m o el nuestro. E l citado S e l i g m a n
dice que ese i m p u e s t o " i m p l i c a dificultades
a d m i n i s t r a t i v a s y supone una fase a v a n z a -
da de la moralidad social y de la probi-
dad p o l í t i c a " . (Essaís sur rimpot, tom. I
p á g . 24). «¿Qué sería entre nosotros—se
p r e g u n t a el D r . J u s t o — u n i m p u e s t o sobre
las e n t r a d a s b a s a d o en la declaración de
los c o n t r i b u y e n t e s y en el criterio y la
honradez de los r e c a u d a d o r e s ? ! . . .
Pero S e l i g m a n , que ha dedicado una obra
al estudio de la "Income-tax" y que destina
m u c h a s p á g i n a s de su Essaís sur PImpot
a analizar las particularidades de las leyes
reglamentarias de dicho i m p u e s t o en Ingla-
terra, A l e m a n i a , E s t a d o s U n i d o s , etc., ase-
gura que sus mayores inconveniente de
aplicación y la facilidad de ser burlado
pueden subsanarse, c o m o en parte lo han
sido y a , por las modificaciones sucesivas,
introducidas en algunas de esas leyes. Ese
gran inconveniente de la simple declaración
del interesado, desaparecería con el sistema
de la " i n f o r m a c i ó n a la fuente", aplicado,
a u n q u e no con toda la extensión que Se-
l i g m a n desea, por la ley de 1913 en Esta-
dos U n i d o s (Essaís- sur Vlmpot, tom. I I .
pág. 580 y s i g u i e n t e s ) . Q u e d a n , sin embar-
go, en p i e , - a p a r t e de que la "información
a la fuente" no es aplicable a todos los
~ 126 ~

ingresos—dificultades y deficiencias a d m i ­
nistrativas que serían m a y o r e s sin duda
a l g u n a e n p a í s e s c o m o el n u e s t r o .
E n cambio existen razones locales que
a u m e n t a n entre nosotros las v e n t a j a s del
impuesto puramente territorial. Los más
decididos adversarios de la e x o n e r a c i ó n de
las mejoras y construcciones- - S e l i g m a n y
P . S. Brindley entre ellos—reconocen que
en c i e r t o s p a í s e s n u e v o s , d o n d e el a c r e c e n ­
t a m i e n t o d e los v a l o r e s f u n d í a n o s s u e l e s e r
m u y r á p i d o , el g r a v a m e n exclusivamente
t e r r i t o r i a l , o p o r l o m e n o s , el r e c a r g o d e
g r a v a m e n a la t i e r r a en c o m p a r a c i ó n c o n
el g r a v a m e n a l a s m e j o r a s , t i e n e u n a p e r ­
f e c t a r a z ó n d e ser. L a s r e g i o n e s en d o n d e l a
v a l o r i z a c i ó n se o p e r a c o n m a r c a d a i n t e n s i ­
d a d s o n p r e f e r i d a s p o r los e s p e c u l a d o r e s e n
t i e r r a s y p o r los c a p i t a l e s q u e b u s c a n c o ­
locación segura, p r o v e c h o s a , sin riesgos y
sin e s f u e r z o s . D e a h í q u e se v e a n a q u e j a ­
d a s p o r lo q u e se h a l l a m a d o el m a l d e l
a u s e n t i s m o , c o n s i s t e n t e e n la e x i s t e n c i a d e
numerosos predios c u y o valor beneficia a
propietarios ausentes o especuladores "au­
s e n t i s t a s " , q u e n o s i e n d o c o l o n o s ni h a b i ­
t a n t e s de esos t e r r e n o s , sino capitali tas
r e s i d e n t e s f u e r a d e l a r e g i ó n , los d e j a n
" m a d u r a r " sin invertir un solo c e n t e s i m o
en m e j o r a s , p a r a ir p e r c i b i e n d o siempre
m a y o r e s r e n t a s , s i n el m á s m í n i m o d e s e m ­
bolso productivo, y venderlos, c u a n d o llega
el m o m e n t o o p o r t u n o , c o n e n o r m e s g a n a n ­
cias. E n I o w a fueron e x i m i d a s las mejoras
, e n 1 8 4 0 , c u a n d o ese e s t a d o de l a f e d e r a c i ó n
N o r t e A m e r i c a n a era u n s i m p l e t e r r i t o r i o ,
- 126 —

a raíz de una c a m p a ñ a en que se hicieron no-


t a r los inconvenientes del plus-valor no
ganado que aprovechaba a los dueños del
suelo no colonos y a los especuladores a u -
sentistas. L a s mismas circunstancias que se
comprobaron entonces en Iowa, se presen-
tan hoy en el Uruguay, donde la falta de
población y la escasez de construcciones
imprimen a buena parte del territorio un as-
pecto de abandono y desolación desalentado-
res, mientras los monopolizadores del suelo
aprovechan gratuitamente del incremento in-
debido del valor fundiario, que dificulta la vi-
da en las ciudades, mantiene la despoblación
y la incultura en la campaña, y gravita,
entorpeciéndolo, sobre el progreso de la
nación, del cual se alimenta a la manera
de los vampiros: absorbiéndole sus m á s
( 1 )
fecundas energías.

(1) Otra faz del ausentismo es el inconveniente


de que las rentas vayan a parar a los bolsillos
de propietarios que viven en el extrangero. Este
inconveniente es el que ha tenido en cuenta, sobre
todo, nuestro gobierno al formular el reciente
prorecto que impone un recargo de la contribu-
ción a las propiedades cuyos dueños ne residen
en el pal?. Este recargo descansara, en las ciuda-
des, sobre el valor total de la finca, lo que no
impide que s e a un arbitrio justificado y oportuno,
pues h;\co derivar a las cajas del erario público
una parto del dinero destinado a mantener el lujo
de propietarios que gastan en el extranjero laa
rentas obtenidas por virtud del más absoluto de
I09 parasitismos. Se apunta, como un peligro, el
efecto que podría producir ose recargo en el sentido
de decidir a muchos do esos propietarios a vender,
extrayendo aBÍ, de golpo, capitales en circulación
mas o menos cuantiosos. Poro ostono v a a ser posible
dada la situación presente, caracterizada por una
- 137 -

XV
H e m o s d i c h o y a a l g o de las v e n t a j a s de
este i m p u e s t o c o m o f a c t o r d e f r a c c i o n a -
m i e n t o y a p r o v e c h a m i e n t o de los l a t i f u n -
dios. ¿ S e r á p r e c i s o d e m o s t r a r q u e el I a t i -
f u n d i s m o i m p e r a en n u e s t r o m e d i o ? A l g u n o s
de los diez y n u e v e d e p a r t a m e n t o s en q u e

g r a n p a r a l i z a c i ó n e n el t e r r e n o d e l a s t r a n s a c c i o -
nes y la baja de los valores territoriales por la
r e s t r i c c i ó n d e l c a p i t a l . S o l o s e r í a p o s i b l e si el r e -
c a r g o fuese tan g r a n d e como p a r a r e d u c i r la r e n t a
de l a s f i n c a s a f e c t a d a s a un t a n t o p o r c i e n t o m u y
inferior al q u e r i n d e n e n o t r a s p a r t e s los c a p i t a -
les dedicados a colocaciones de la m i s m a índole.
Y sabido es que los capitales europeos han de
hallar, hoy más que nunca, ventajosa su coloca-
c i ó n e n t i e r r a s d e A m é r i c a , si n o s e r e c a r g a m u -
c h o el g r a v a m e n . A h o r a b i e n , lo q u e m á s c o n v i e -
n e a e s t a s s o c i e d a d e s e s q u e el c a p i t a l e x t r a n j e r o
n o s e i n m o v i l i c e e n el p a r a s i t i s m o f u n d i a r i o , a t r a í -
do p o r los b u e n o s n e g o c i o s e n t i e r r a s , s i n o q u e
s e i n c o r p o r e a l a c e r v o de l a s f u e r z a s e c o n ó m i c a s
l o c a l e s o r i e n t á n d o s e h a c i a o t r o s e m p l e o s . I>o q u e
e s e n u e v o i m p u e s t o no c o n s e g u i r á , p r o b a b l e m e n t e ,
en l a s c i u d a d e s , d o n d e g r a v a r á i n d i s t i n t a m e n t e
suelo y m e j o r a s , es c o m p e l e r a los ausontistas a
e d i f i c a r , n i lo c o n s i g u i r á e n l a c a m p a ñ a , d o n d e l a
e d i f i c a c i ó n no e s , c o m o e n l o s c e n t r o s u r b a n o s ,
un e l e m e n t o de m u c h a i m p o r t a n c i a p a r a e l a u -
mento del valor o rendimiento locativo. E s o efecto
— e l m á s d e s e a b l e , p o r q u e e l p r o p i e t a r i o q u e edi-
f i c a i n v i e r t e e n ol p a í s u n a p a r t e do l a s r e n t a s y
c o n t r i b u y o a la a c t i v i d a d de u n a i n d u s t r i a tan
i m p o r t a n t e p o r el m i m o r o d e d i v e r s a s i n d u s t r i a s q u e
c o m p r e n d e ( a l b a ñ i l e r í a , c a r p i n t e r í a , h e r r e r í a , de-
c o r a c i ó n , f a b r i c a c i ó n do l a d r i l l o s , m a r m o l e r í a , c a n -
teras, etc.)—lo obtendría, al monos en la capital,
si e l r e c a r g o , a d e m á s d e s e r s u f i c i e n t e m e n t e s e n -
sible, operase sobre el v a l o r del suelo.
- 128 -

se divide la R e p ú b l i c a ofrecen un prome-


dio de más de 900 hectáreas por propieta-
rio. P a y s a n d ú contiene 1.353 propiedades
con una superficie total de 1.356.764 hec-
táreas, dando un promedio de 1.002 hec-
táreas por propiedad; R í o N e g r o tiene 1.008
propiedades con una superficie total de
926.587 hectáreas y un promedio de 918
hectáreas. L o s dos departamentos más sub-
divididos—a excepción del de la capital,
que es pequeñísimo—son S a n J o s é y C a -
nelones; y bien, hay en ambos todavía bue-
na cantidad de propiedades extensas. E n
Canelones, según los últimos datos, publi-
cados en J u l i o de i 9 i 3 , en el Boletín de la
Oficina de T r a b a j o , hay 1 propiedad de
9.000 hects; 1 de más de 6.000; 2 de 4.000
para arriba; 2 de 3.000; 6 de 2.000 y algo
más de 2.000; 35 de 1.000 o más, y menos
de 2.000. L a cuarta parte de la propiedad
suburbana y rural del departamento (432.700
hects.) está en manos de esos 48 propietarios.
E n S a n J o s é hay 1 propiedad de 10.000
hects; 1 de 7.000; 1 de 5.000; 3 de 4000
para arriba hasta 5.000; 3 de 3000 hasta
4.000; 6 de más de 2.000 y menos de
3.000, y 18 de más de 1.000 y menos de
2.000. H a c e n un total de 61 propiedades
que suman más de 152.000 hects. E s decir
que la tercera parte de la propiedad s u b -
urbana y rural del departamento (484 097
h e c t s ) la poseen 61 personas. E s t o es en
los departamentos donde el fraccionamiento
ha llegado a su mayor exponente y el v a -
lor de las tierras es más alto. E n otras
zonas no* encontr:rr.o3 con fcnoniciios como
- I2í) -

el que nos presenta A r t i g a s , d o n d e h a y


i c o propiedades de m á s de 3.0CO h e c t á r e a s .
Hay allí una de 3 4 . 6 0 0 hects., n o t a n g r a n d e
sin embargo c o m o u n a s i t u a d a en T a c u a -
rembó, que m i d e 6 5 . 5 0 0 h e c t s . E n F l o r i d a
hay 1 de 4 1 . 0 0 0 ; 1 d e 3 1 . 2 0 0 ; 1 de 2 4 . 1 0 0 ;
1 de 1 3 . 9 0 0 ; 1 de 1 1 . 2 0 0 ; 1 de 1 0 . 7 0 0 y *
de 9.800. E n S a l t o h a y u n a de 3 8 . 8 0 0 ;
en P a y s a n d ú , 1 de 3 3 . 2 0 0 y 1 de 3 0 . 0 0 0 ;
en R í o N e g r o , 1 d e 2 8 . 3 0 0 y en D u r a z n o ,
1 de 2 6 . 3 0 0 0 . E n t o d a la R e p ú b l i c a h a y
723 propiedades de 4.000 p a r a arriba, q u e
suman 4.900.000 hects., c o r r e s p o n d i e n d o m á s
de 6.764 h e c t s . a c a d a u n a c o m o p r o m e d i o .
El U r u g u a y m i d e 1 8 . 7 0 0 . 0 0 0 hects.; de m o d o
que m u c h o m á s de la c u a r t a p a r t e del te-
rritorio n a c i o n a l se h a l l a a b a r c a d o por e s a s
723 propiedades! E s t a s c o n t i e n e n la t e r c e r a
parte de la p r o p i e d a d s u b u r b a n a y rural
c
del paí. , q u : s u m a 1 6 . 9 5 7 . 0 0 0 hects. L a s
4.900.00 hects. q u e o c u p a n e q u i v a l e n al área
de dicha p r o p i e d a d en 1 0 d e p a r t a m e n t o s .
Es c o m o si t o d o el territorio de S u i z a ,
país que t i e n e 4 . i E 6 . 0 0 0 h e c t s . d e superficie,
con 3.000.000 d e h a b i t a n t e s , e s t u v i e s e en
- manos de 7 2 3 propietarios!
Esos d a t o s d e m u e s t r a n s o b r a d a m e n t e q u e
la e b ¿ ; u : t u r a a g r a r i a del U r u g u a y requiere
una t r a n s f o r m a c i ó n . A ella c o n t r i b u i r í a el
impuesto p r o g r e s i v o al v a l o r de la tierra,
cuya eficacia en ese s e n t i d o c o m p r u e b a l a
experiencia de o t r a s n a c i o n e s . Y esa es la
gran función social q u e el i m p u e s t o d t b j
llenar entre nosotros. S e h a d i c h o q u e ei
fraccionamiento de los l a t i f u n d i o s se realiza
ya sin !a i n t e r v e n c i ó n de ese factor fiscal
— 180 —

y e s p e c i a l m e n t e por obra de las leyes e


i m p u e s t o s de herencia. N o n e g a m o s la in-
fluencia de estas leyes, q u e contribuyen, en
efecto, y p o d r í a n c o n t r i b u i r a ú n m á s , a la
s u b d i v i s i ó n de los p a t r i m o n i o s ; pero no
c r e e m o s q u e el f r a c c i o n a m i e n t o de la pro-
p i e d a d territorial h a y a a d q u i r i d o la impor-
t a n c i a deseable en relación al crecimiento
d e la p o b l a c i ó n y de las fuerzas p r o d u c t o -
f a s . E n los ú l t i m o s tres años de prospe-
r i d a d — d e IQIO a 1913—el n ú m e r o de pro-
p i e t a r i o s a u m e n t ó en 13.205, n ú m e r o que
se h a considerad© c o m p r o b a t i v o de un rá-
p i d o f r a c c i o n a m i e n t o ; pero en esos mismos
tres años la p o b l a c i ó n y la riqueza m o b i -
liaria a u m e n t a r o n con r e l a t i v a celeridad
y el c a p i t a l territorial acreció casi en un 25
p o r ojo. F u é u n a época de grandes ac-
t i v i d a d e s en el terreno de la especula-
c i ó n , de v e n t a s y c o m p r a s territoriales nu-
merosas, de m a r c a d o a f á n e s p e c u l a t i v o en
negocios de tierras, que hizo a u m e n t a r
e n o r m e m e n t e el n ú m e r o de las v e n t a s por
solares y a p l a z o s . A eso se debe que h a y a
a s c e n d i d o en t a l proporción la cifra de los
propietarios; y sin e m b a r g o , no es una cifra
h a l a g a d o r a si se tienen en c u e n t a los demás
t é r m i n o s de la estadística general. E n N u e -
v a Z e l a n d i a , país con 27.000.000 de hects.
y un millón de h a b i t a n t e s , h a b í a hace diez
a ñ o s 174.000 propietarios. E n el U r u g u a y ,
q u e tiene cerca de 19.000.000 de hects, y
1.300.000 h a b i t a n t e s , h a y 137.000 propieta-
rios, c o m p r e n d i d o s los.'de fincas urbanas. N o
es, pues, m á s f a v o r a b l e nuestra situación que
l a de aquel país, m á x i m e si se observa
— 131 —

que mientras allá sólo h a b í a 2 5 0 propie-


dades de 4.000 H y m á s , con un territorio
de 7.000.000 de h e c t s . m a y o r q u e el n u e s -
tro, aquí los d o m i n i o s de esa c a t e g o r í a lle-
gan a 723I Y ella se consideró d i g n a d e
modificaciones esa s i t u a c i ó n ! ¿ c ó m o n o h a
de serlo a q u í ?
Se ha a f i r m a d o q u e las c o n d i c i o n e s de
nuestra c a m p a ñ a son u n a p r u e b a de la i n u -
tilidad del i m p u e s t o e x c l u s i v a m e n t e territo-
rial como e l e m e n t o de p r o s p e r i d a d y de
transformación e c o n ó m i c a . P o r q u e n u e s t r a
contribución i n m o b i l i a r i a e x i m e , en los d e -
partamentos de c a m p a ñ a y t r a t á n d o s e * de
propiedades s u b u r b a n a s y rurales, a las
mejoras y c o n s t r u c c i o n e s . D e s d e el a ñ o
1888 rige en n u e s t r a c a m p a ñ a el s i s t e m a
de la exoneración de los edificios, q u e t a n -
tas resistencias l e v a n t a c u a n d o se t r a t a de
las ciudades. ¿ C ó m o es, e n t o n c e s , q u e n u e s -
tro medio rural progresa tan lentamente?
En primer lugar, e x i s t e n f a c t o r e s q u e ac-
túan en dirección c o n t r a r i a a la v i r t u a l i -
dad del principio fiscal c o m e n t a d o . U n o de
ellos es la deficiencia de n u e s t r a s l e y e s
civiles que n i e g a n al a r r e n d a t a r i o i n d e m n i z a -
ción por las m e j o r a s q u e deja en el c a m p o . A
esto, añádase la c o r t a d u r a c i ó n de los
contratos de arriendo, d e b i d a al interés de
los propietarios en ir a p r o v e c h a n d o de la
valorización creciente, p a r a lo c u a l les c o n -
viene quedar con las m a n o s libres, y a ; ea
para poder subir el a r r i e n d o , y a sea p a r a
vender a buen p r e c i o . E s t o q u i t a e s t í m u l o s
al arrendatario, pues no v e c o n v e n i e n c i a en
- 132 -

ñ a s p o d r í a u s u f r u c t u a r . P o r otra parte, el
m e c á n i c o a u m e n t o de v a l o r de los c a m p a s
d e c i d e a los p r o p i e t a r i o s a conservarlos
a u n q u e n o los h a g a n p r o d u c i r , y c o m o m u -
c h o s a e ellos poseen e x t e n s i o n e s inmensas,
g r a n p a r t e del territorio p e r m a n e c e i n c u l t o ,
d e s p o b l a d o , r i n d i e n d o a sus m o n o p o l i z a d a -
res r e n t a s c u a n t i o s a s en v i r t u d de ser apar-
t a d a s por m i l e s y miles de h e c t á r e a s .
E s t o nos i n d i c a q u e el i m p u e s t o debe
a b a t i r ese v a l o r o b l i g a n d o a los a c a p a r a -
dores a h a c e r de sus predios usos m á s
p r o d u c t i v o s por la a p l i c a c i ó n del t r a b a j a
p r o p i o o a f r a c c i o n a r l o s para que otros los
trabajen. N o b a s t a , pues, establecer el
impuesto tan sólo sobre el precio del
s u e l o ; es necesario q u e la tasa sea b a s t a n t e
e l e v a d a p a r a i n c i t a r a los latifundistas a
la m o d i f i c a c i ó n o e n a j e n a c i ó n de sus pre-
dios, s u p r i m i é n d o l e s la v e n t a j a de poder
a g u a r d a r i n a c t i v o s v a l o r i z a c i o n e s seguras.
E n N u e v a Z e l a n d i a se hizo y a al respecto
u n a e x p e r i e n c i a d e c i s i v a . E n los f u n d a m e n -
tos de un p r o y e c t o de i m p u e s t o al m a y o r
v a l o r p r e s e n t a d o a la c á m a r a en J u n i o de
1 9 1 3 , t u v e y o ocasión de decir: " Y a se ha
v i s t o en N u e v a Z e l a n d i a q u e una contribu-
ción territorial p o c o g r a v o s a no tiene la
v i r t u d de c o m p e l e r al propietario al frac-
c i o n a m i e n t o de sus extensiones de c a m p o o
al c u l t i v o de ellas, p o r q u e si espera valori-
z a c i o n e s c o n s i d e r a b l e s , que no dejan de ve-
nir en é p o c a s de prosperidad, prefiere so-
p o r t a r la c a r g a m i e n t r a s no lo hostigue
b a s t a n t e . P o r eso fué preciso a u m e n t a r las
t a s a s del i m p u e s t o . . . " D e s d e entonces los
— 133 —

efectos de la c o n t r i b u c i ó n p r o g r e s i v a e m p e -
zaron a sentirse en la f o r m a d e s e a d a . E l
i m p u e s t o fué e s t a b ' e c i d o en 1 8 9 0 y m o d i -
ficado en 1 8 9 3 . E n 1 8 8 9 h a b í a a l l í n u e v e
propiedades de c i e n m i l a c r e s , o sea, u n a s
c u a r e n t a mil h e c t á r e a s ; e n 1 9 1 0 , y a n o
q u e d a b a n i n g u n a . E n ese m i s m o l a p s o d e
t i e m p o las p r o p i e d a d e s d e d i e z m i l a c r e s
(4.000 H . ) o m á s , d e 2 5 1 se r e d u j e r o n a
1 7 1 , m i e n t r a s q u e los p r o p i e t a r i o s d e 6 4 0
a 5 . 5 0 0 acres se e l e v a r o n d e 2 . 4 4 8 a 4 . 2 1 7 .
E l e j e m p l o de N u e v a Z e l a n d i a fué r e c o g i d o
por A u s t r a l i a , m e r c e d s o b r e t o d o a los e s -
fuerzos del P a r t i d o O b r e r o y d e l e x - t i p ó -
grafo W a t s o n , el h o m b r e m á s i n f l u y e n t e
de ese p a r t i d o . E l p a r l a m e n t o f e d e r a l a d o p
tó en 1 9 1 0 la c o n t r i b u c i ó n t e r r i t o r i a l p r o -
gresiva, a m p l i á n d o l a en 1 9 1 1 . L a t a s a v a
desde el 2 p o r m i l , h a s t a el i 9 p o r m i l .
E s t a es la t a s a q u e p a g a n l a s t i n c a s d e
1.000.000 f r a n c o s ( 3 0 0 . 0 0 0 p e s o s ) a r r i b a .
L a s p r o p i e d a d e s d e ese v a l o r e n t r e g a n ,
pues, al fisco 4 . 8 0 0 p e s o s , m i e n t r a s e n el
U r u g u a y — d o n d e por d e s g r a c i a a b u n d a n —
sólo p a g a n 1.800 p e s o s , (i)

(1) E l s e n a d o r N e e d h a n , d e l p a r t i d o o b r e r o ,
decía en la última c a m p a ñ a e l e c t o r a l realizada e n
Australia: ' Y o no le a t r i b u y o tan g r a n v a l o r a
la cantidad de dinero q u e el impuesto p r o g r e s i v o
h a h e c h o i n g r e s a r a l a s a r c a s d e l t e s o r o . Lio q u e
conceptúo un h e c h o de la m á s alta i m p o r t a n c i a e s
que g r a n d e s e x t e n s i o n e s de t i e r r a q u e h a s t a h o y
habían p e r m a n e c i d o estériles en l a s m a n o s de los
latifundistas, h a n e m p e z a d o c o n e s t a m e d i d a a s e r
cultivadas, como una c o n s e c u e n c i a de su f r a c c i o -
namiento, por u n a g r a n legión de a g r i c u l t o r e s .
Podemos desde y a anticipar con pleno conocí-
- 134 -

XVI

A d e m á s , p u e d e asegurarse q u e el estado dé
la c a m p a ñ a u r u g u a y a sería peor si se g r a v a -
sen las m e j o r a s . L a e x e n c i ó n h a estimulado
a a l g u n o s p r o p i e t a r i o s a edificar y a introdu-
cir otras m e j o r a s en sus establecimientos,
cosa q u e no h u b i e s e n h e c h o si el precio de
las c o n s t r u c c i o n e s y mejoras acrecentase
la c o n t r i b u c i ó n de sus respectivos predios.
P o r otra parte, t r a t á n d o s e de grandes y
v a l i o s a s e x t e n s i o n e s de c a m p o , la simple
e x o n e r a c i ó n de las m e j o r a s no puede resul-
t a r s u f i c i e n t e m e n t e eficaz, porque el valor
de ellas suele ser f o r z o s a m e n t e insignificante
en r e l a c i ó n con el precio del terreno. A b a -
tir el v a l o r de este es m u c h o más impor-
t a n t e en tales casos q u e f o m e n t a r directa-
m e n t e las m e j o r a s . M á s f a l t a hace en nues-
tro m e d i o rural e s t i m u l a r la oferta de

m i e n t o d e c a u s a q u e dos p r o b l e m a s g e n e r a l e s h a n
pido s o l u c i o n a d o s : p o r una p a r t e , el latifundio eBta
p a r c i a l m e n t e d e s t r u i d o , y p o r la otn>. la agricul-
t u r a ha e m p e z a d o a o c u p a r su v e r d a d e r o lugar
en e s t e p a í s " (citado por A. de Tomaxo, en el arti-
culo a que nos hemos referido).
E n r e a l i d a d la p r i m e r a l e y do esta n a t u r a l e z a
e n A u s t r a l i a d a t a de ±877, a ñ o en que l a colo-
n i a de V i c t o r i a fijó un i m p u e s t o e s p e c i a l sobr»
l o s p r e d i o s r u r a l e s de m a s de btO a c r e s y de un
v a l o r d e m á s de 2 . 5 0 0 . F u é s e g u i d a de u n » l e y
d i c t a d a en 1 8 8 4 en A u s t r a l i a M e r i d i o n a l , donde
en 1 8 9 0 se r e c u r r i ó a la p r o g r o s i v i d a d . P e r o ae
t r a t a b a de l i g e r o s g r a v á m e n e s , q u e a v e c e s , como
en el e s t a d o a u s t r a l i a n o d e l í u e v a G a l e s del S u d
(ley de 1 8 9 5 ) solo p e r s e g u í a n un fin fiscal. R e
c i e n e n 1 9 1 0 fué a d o p t a d o el s i s t e m a n e o c e l a n -
dés p o r el Comnonnvealth a d q u i r i e n d o así el im-
puesto c a í a c t e r fedtral.
— 135 —

tierras q u e la c o n s t r u c c i ó n de edificio?, por


e j e m p l o , y de ahí q u e los r e s u l t a d o s b e n e ­
ficiosos d e b a n esperarse del r e c a r g o del i m ­
p u e s t o fundiario. P e r o este r e c a r g o en l a
proporción eficiente l e v a n t a r í a r e s i s t e n c i a s
m a y o r e s en la clase a f e c t a d a , c u y a i n f l u e n ­
cia en la p o l í t i c a n a c i o n a l es s i e m p r e m u y
poderosa, sin esa c o m p e n s a c i ó n a los p r o ­
pietarios p r o g r e s i s t a s .
L a i m p o r t a n c i a de la e x o n e r a c i ó n — h e c h a
a b s t r a c c i ó n del refuerzo de la t a s a — e s m a ­
y o r en las c i u d a d e s , d o n d e h a c e n f a l t a h a -
biteciones b a r a t a s . A q u í la s u b a de la t a s a
del i m p u e s t o v i g e n t e , q u e a b a r c a t o d a la
finca, c o n d u c e al e n c a r e c i m i e n t o de la h a ­
b i t a c i ó n , o por lo m e n o s , o b s t a c u l i z a s u
a b a r a t a m i e n t o . P o r q u e si b i e n por u n a
parte puede obligar a a l g ú n propietario a
vender su c a s a a p r e c i o r a z o n a b l e , b u s c a n ­
do m e j o r c o l o c a c i ó n p a r a su d i n e r o , y di­
ficulta la e s p e c u l a c i ó n , la c o m p r a de c a s a s
para e x t r a e r l e s b u e n a r e n t a ; p o r o t r a p a r t e ,
detiene o r e d u c e la i n v e r s i ó n d e c a p i t a l e s
en c o n s t r u c c i o n e s . E n c a m b i o , e x o n e r a d a s
estas, b a s t a r á q u e el r e c a r g o sobre el v a l o r
del suelo s i g n i f i q u e p a r a d e t e r m i n a d o p r e d i o
una e x t r a c c i ó n r e a l m e n t e m a y o r q u e la c o n ­
tribución a n t i g u a , p a r a q u e el propietario
halle c o n v e n i e n c i a en e d i f i c a r , y en c o n t r i ­
buir así al f o m e n t o d e la i n d u s t r i a y del t r a ­
bajo, al c r e c i m i e n t o de l a o f e r t a d e v i v i e n d a s
y al progreso e d i l i c i o d e ta c i u d a d . P o d r á
subirse c u a n t o se q u i e r a ese i m p u e s t o s i n
temor de q u e r e c a i g a e n el p r e c i o de jos
alquileres y si c o n l a s e g u r i d a d d e q u e
provocará su a b a r a t a m i e n t o . T a m b i é n t i e n e
— 136 —

q u e ser r e l a t i v a m e n t e e l e v a d a esa contri-


bución, p u e s si n o lo es, el propietario
c o n t i n u a r á s o p o r t á n d o l a sin meterse en gas*
tos. E l l a d e b e absorber u n a p a r t e bien sen-
s i b l e de la renta p a r a e v i t a r q u e la entrada
del s i m p l e v a l o r de la tierra sea tan gran-
d e q u e q u i t e e s t í m u l o s al t e r r a t e n i e n t e para
edificar. L a m á s i m p o r t a n t e calle de M o n -
t e v i d e o ofrece el e s p e c t á c u l o de una edifi-
c a c i ó n v i e j a y r a q u í t i c a a pesar de las le-
y e s d i c t a d a s con el o b j e t o de hacer surgir
en esa arteria edificios valiosos. S e ha
r e g l a m e n t a d o la a l t u r a de las casas que
allí se c o n s t r u y a n , c r e y é n d o s e que en pocos
d í a s t o d a la A v e n i d a 1 8 de J u l i o se pobla-
ría de p a l a c i o s . E r r o r p r o f u n d o . L a ley ha
d e t e n i d o la e d i f i c a c i ó n . ¿ P o r q u é ? Sencilla-
m e n t e p o r q u e en esa calle los terrenos pro-
d u c e n e l e v a d í s i m a renta; y cualquier casu-
c h a rinde g r a n d e s alquileres por la simple
v i r t u d de su u b i c a c i ó n . L o s propietarios
s a b e n q u e a u m e n t a n d o el c a p i t a l invertido
en sus fincas p r o d u c i r á n un t a n t o por ciento
m e n o r . C a s a s q u e v a l e n c u a t r o o cinco mil
pesos,—descontando el terreno—dan allí
l o o pesos m e n s u a l e s ; si se las reedifica
h a b r á q u e l e v a n t a r l a s de tres o cuatro p i -
sos, g a s t á n d o s e en la obra c i n c u e n t a o se-
s e n t a mil p e s o s . E s a n u e v a casa, que ha
c o s t a d o diez o doce v e c e s más, sólo dará
un a l q u i l e r tres o c u a t r o veces mayor.
M i e n t r a s la r e n t a del suelo pase íntegra o
casi í n t e g r a a sus bolsillos les conviene no
edificar. O t r o s no lo h a c e n porque no dis-
p o n e n de c a p i t a l b a s t a n t e , y permanecen
d i s f r u t a n d o de las a l t a s rentas q u e extraen
— 187 —

de sus p r o p i e d a d e s r u i n o s a s , d e j á n d o l a s de-
teriorarse m i e n t r a s p u e d a n servir p a r a ser
a l q u i l a d a s o a g u a r d a n d o , al q u e d a r i n u t i l i -
zadas del t o d o , q u e a l g u i e n quiera c o m p r a r
el solar p a g a n d o el a l t o e x c e d e n t e de la
s u p e r v a l í a . S e d i c e q u e i d é n t i c o e f e c t o es-
t i m u l a n t e de la e d i f i c a c i ó n y m e j o r a m i e n t o
de las p r o p i e d a d e s p u e d e esperarse de u n a
simple d i f e r e n c i a c i ó n en el g r a v a m e n , m á s
alto sobre el v a l o r territorial q u e s o b r e l a s
mejoras, tal c o m o se ha e n s a y a d o en a l g u -
nas c o l o n i a s i n g l e s a s . P e r o ¿ n o r e s u l t a a b -
s u r d o — c o m o y a lo h e m o s d i c h o — q u e el
fisco persiga a q u i e n e m p l e a s i s c a p i t a l e s
t n fabricar c a s a s — c o n t r i b u y e n d o de t a l
m o d o al a b a r a t a m i e n t o de los a l q u i l e r e s y
a la p r o s p e r i d a d de la i n d u s t r i a de la e d i -
ficación y a n e x o s — m i e n t r a s e x i s t a u n pri-
vilegio t a n i n j u s t o y c o n t r a r i o a las c o n v e -
niencias g e n e r a l e s c o m o el de la r e n t a de
la tierra?
E l i m p u e s t o q u e v a s u s t r a y e n d o al terra-
teniente la r e n t a , es decir, el n u d o v a l o r
de la tierra, o u n a p a r t e de este v a l o r en
tanto m a y o r p r o p o r c i ó n c u a n t o m á s a l t a
sea, i m p o s i b i l i t a la e s p e c u l a c i ó n a b a s e del
i n c r e m e n t o de ese v a l o r . L a t i e r r a sólo
c o n v i e n e e n t o n c e s al q u e la u t i l i z a p a r a
hacerla p r o d u c i r o la e d i f i c a p a r a s a c a r
rendimiento a las construcciones. D e ahí
que m u c h o s se d e c i d a n a v e n d e r , fraccio-
n a n d o , si su f u n d o es e x t e n s o , o a a r r e n -
dar, p o n i e n d o p r e v i a m e n t e las p r o p i e d a d e s
en c o n d i c i o n e s p a r a ello, y a sea d i v i d i é n -
dolas en l o t e s o c o n s t r u y e n d o los e d i f i c i o s
necesarios a su o c u p a c i ó n . E s así c o m o la
138 -

t i e r r a se h a c e más a c c e s i b l e al c a p i t a l y al
trabajo.
E n c a m b i o , el i m p u e s t o a l a s c a s a s y
m e j o r a s r e s t r i n g e s u r e p r o d u c c i ó n y las e n -
c a r e c e , del m i s m o m o d o q u e el i m p u e s t o a
los p r o d u c t o s r e s t r i n g u e l a d e m a n d a y per-
j u d i c a a la p r o d u c c i ó n , q u e l e b e e x p e n d e r
l a s m e r c a n c í a s c o n el r e c a r g o del g r a v a -
men.
Y m u y d i g n o , por cierto, de hacerse notar
es q u e n i n g u n a c l a s e d e t a s a s c o n t r a r í a
t a n t o el e s t í m u l o a l a e d i f i c a c i ó n c o m o la
p r o g r e s i v a c u a n d o c o m p r e n d e las m e j o -
r a s , p o r q u e s u e f e c t o s o b r e estas neu-
t r a l i z a el e f e c t o q u e p r o d u c e al recaer sobre
el s u e l o . U n p r o p i e t a r i o a q u i e n la c o n t r i -
b u c i ó n le a b s o r b a g r a n p a r t e de la r e n t a
territorial de su p r e d i o , se d e c i d i r á a
e d i f i c a r , s a b i e n d o q u e el v a l o r q u e las cons-
trucciones a ñ a d a n a su finca no ha de en-
g r o s a r la c o n t r i b u c i ó n . P e r o c u a n d o ese pro-
p i e t a r i o s a b e q u e ese a u m e n t o del v a l o r
t o t a l de s u b i e n d e t e r m i n a r á u n a s u b a del
g r a v a m e n , n o t a n s ó l o p r o p o r c i o n a l al a u -
m e n t o — l o q u e le d e j a r í a s i e m p r e u n m a r -
g e n d e g a n a n c i a — s i n o p r o g r e s i v a , (si v a l i e n -
d o 1 0 0 . 0 0 0 p a g a el 7 0/00, o sea, 700 $ ,
c u a n d o v a l g a 2 0 0 . 0 0 0 p a g a r á el 20 o / ^ o , o
sea, 4.000 $ ) no halla conveniencia a l g u n a
en v a l o r i z a r c o n c o n s t r u c c i o n e s su f i n c a
d e s p u é s d e c i e r t o l í m i t e . S u b i e n , con u n
_
v a l o r d e 1 0 0 . 0 0 0 p e s o s , l e d a r á $ 6.000
a n u a l e s , d e los q u e , d e s c o n t a n d o los 700 $
d e l a c o n t r i b u c i ó n , al 7 0 / 0 0 , le q u e d a r á n
5 . 3 0 0 . C u a n d o v a l g a 2 0 0 . 0 0 0 , le dará,
1 2 . 0 0 0 a n u a l e s , de los q u e , d e d u c i e n d o los
— 139 —

4.ooo de la c o n t r i b u c i ó n del 20 0/00, l e


q u e d a r á n 8.000. E n el p r i m e r c a s o s u s
100.000 $ le r e n d í a n m á s d e u n 5 0/0; e n
el s e g u n d o , sus 2 0 0 . 0 0 0 le r e n d i r á n u n 4
0/0. E s t a b a j a del i n t e r é s e x p l i c a q u e el
p r o p i e t a r i o prefiera i n v e r t i r esos 1 0 0 . 0 0 0
que en el e j e m p l o h a b í a n p a s a d o a v a l o r i -
zar con n u e v a s f á b r i c a s su p r o p i e d a d , en
otros n e g o c i o s , e s p e c i a l m e n t e en c o m p r a r
fincas q u e r i n d a n p o r lo m e n o s u n 5 0/0.
N a d a t a n l ó g i c o , p u e s c o m o s a c a r del v a l o r
del suelo lo q u e se r e c l a m a r í a del v a l o r o
rendimiento de l a s c o n s t r u c c i o n e s , aun
c u a n d o t u v i e s e q u e irse a la c o n f i s c a c i ó n
t o t a l de la r e n t a .
" S i el i m p u e s t o s o b r e la r e n t a del suelo
es una c o n f i s c a c i ó n — d i c e el D r . J u s t o en
los a r t í c u l o s q u e h e m o s v e n i d o c i t a n d o —
t a n t o m e j o r . E n esa c o n f i s c a c i ó n t e n d i e n t e
a d e v o l v e r a la s o c i e d a d los m e d i o s p r o p i o s
de c u m p l i r sus fines s o c i a l e s , n o r e c o n o c e -
mos m á s l í m i t e s q u e el de las n e c e s i d a d e s
y a p t i t u d e s del g o b i e r n o . N o q u e r e m o s q u e
se a p o d e r e de t o d a la r e n t a u n a a d m i n i s -
t r a c i ó n c o r r o m p i d a e i n c a p a z q u e la g a s t a r í a
peor q u e los d u e ñ o s del s u e l o . D e s d e y a ,
sin e m b a r g o , p o d e m o s p e d i r q u e s a l g a d e
la renta del s u e l o lo q u e p e r c i b e el g o b i e r n o
por m e d i o de i m p u e s t o s s o b r e la v i d a y la
producción".
E n t r e estos i m p u e s t o s los h a y sin d u d a
peores — c o m o s u e l e o b s e r v a r s e — q u e el g r a -
v a m e n a los e d i f i c i o s y d e m á s m e j o r a s en
la p r o p i e d a d . T a l e s son c u á n t o s p e s a n s o -
bre los c o n s u m o s del p u e b l o y c u y a s u p r e -
sión c r e e m o s , p r e c i s a m e n t e , p r o p i c i a r cori
- 140 —

n u e s t r a s c a m p a ñ a s en p r o de u n a c o n t r i -
b u c i ó n f u n d i a r i a p r o g r e s i v a , sin q u e p u e d a
r e d u c i r l a e f i c a c i a de n u e s t r o s a t a q u e s a
a q u e l l o s i m p u e s t o s — c u y a d e s a p a r i c i ó n con-
s i d e r a m o s de l a s m á s u r g e n t e n e c e s i d a d —
n u e s t r a o p i n i ó n f a v o r a b l e a la s u p r e s i ó n
t a m b i é n del i m p u e s t o a las m e j o r a s , (l)

(1) n u e s t r o g o b i e r n o e l e v ó a l a s c á m a r a s el afío
pasado un p r o y e c t o de contribución inmobiliaria
p a r a l a c a p i t a l c o n t e n i e n d o el p r i n c i p i o de e x e n -
ción a las mejoras.
J ^ E s e m i s m o p r i n c i p i o h a b í a sido sostenido p o r
m í , d o s a ñ o s a n t e s , a l d i s c u t i r s e Ja c o n t r i b u c i ó n
i n m o b i l i a r i a del d e p a r t a m e n t o de Montevideo, y
e n 1 9 1 3 , u n a ñ o a n t e s d e q u e el g o b i e r n o r e c o g i e s e
l a i n i c i a t i v a , p r e s e n t a b a u n p r o y e c t o do c o n t r i b u -
c i ó n p a r a l a c a p i t a l s e p a r a n d o el v a l o r d e l s u e l o
d e l d e l a s m e j o r a s y g r a v a n d o t a n solo a q u e l .
Lia d i f e r e n c i a e n t r o m i p r o y e c t o y e l q u e un a ñ o
d e s p u é s c o n f e c c i o n a b a el g o b i e r n o e r a q u e y o
a d o p t a b a l a t a s a p r o g r e s i v a , m i e n t r a s q u e el P .
E . c o n s e r v a b a la tasa proporcional
l ' o r o t r a p a r t e , y o b u s c a b a o b t e n e r un r e n d i -
m i e n t o q u e p e r m i t i e s e s u p r i m i r o r e d u c i r los i m -
p u e s t o s s o b r e los c o n s u m o s , m i e n t r a s q u e el g o b i e r -
no sólo procuró que la innovación no modificase el
m o n t o del r e c u r s o , c o m p e n s u n d o l a p é r d i d a p o r
e x e n c i ó n d e l a s c o n s t r u c c i o n e s c o n la s u b a do la
t a s * , q u e d e l 6 y 1/2 o/oo p a s a b a a l 1 0 o/oo. E n
c u a n t o a l a p r e o c u p a c i ó n de r e d u c i r l a s a c c i s a s
q u e m á s e n c a r e c e n l a v i d a , no e n t r a b a en los mó-
v i l e s d e s u r e f o r m a . L o s i m p u e s t s de a d u a n a
c o n t i n u a b a n r e c a r g á n d o s e a su iniciativa, habiendo
formulado e n t r e otros de la misma orientación f i -
n a n c i e r a , u n v a s t o p r o y e c t o p r o t e c c i o n i s t a q u e ele-
v a b a l a s b a r r e r a s d e l a r a n c e l a d u a n e r o p a r a infi-
n i d a d d e a r t í c u l o s n e c e s a r i o s - H a b l a b a de la c o n -
v e n i e n c i a de a b a r a t r los arrendamientos estimu-
l a n d o a l a e d i f i c a c i ó n , y s e e m p e ñ a b a en no a d -
v e r t i r q u e e s e p r o p ó s i t o n o s e c o n c i l l a con los
a l t o s d e r e c h o s q u e p a g a n l o s m a t e r i a l e s d© c o n s -
trucción al pasar por nuestra aduana.
- 141 -

XVII

L a t o t a l c o n f i s c a r o n de la r e n t a d e l
suelo por el i m p u e s t o , q u e n o s o t r o s l o s
socialistas a c e p t a m o s , a u n q u e c o n la c o n -
dición de respetar, m i e n t r a s s u b s i s t a n o t r o s
privilegios, las h e r e d a d e s d e p e q u e ñ o s p r o -
pietarios q u e son t r a b a j a d o r e s , y en t a n t o
exista u n p u e b l o c a p a z de a d m i n i s t r a r l a p o -
niéndola al s e r v i c i o de s u s n e c e s i d a d e s y legi-
timas a s p i r a c i o n e s p o r v i r t u d de u n a a c -
ción p o l í t i c a c o n s c i e n t e , n o h a l l a b u e n a
acogida en el espíritu d e a l g u n o s p e n s a d o -
res que, sin e m b a r g o , c o n c u e r d a n c o n n o -
sotros en la a p r e c i a c i ó n d e los f u n d a m e n t o s
de la p r o p i e d a d p r i v a d a de l a r e n t a . " E s a
confiscación—piensan algunos— significará
una i n j u s t i c i a p a r a los q u e h a n c o m p r a d o
la tierra c o n el p r e c i o de p r o p i e d a d e s n o c o n -
fiscables". L a p r e o c u p a c i ó n de los d e r e c h o s

S u proyecto de c o n t r i b u c i ó n territorial (que re-


tiró al e m p e z a r a discutirse) e r a — s e d e c í a — u n
primer paso. L a tasa sería r e c a r g a d a en años su-
c e s i v o s . N o lo d u d a m o s . C o m o t a m p o c o d u d a m o s
de q u e e s e r e c a r g o n o s e d e s t i n a r l a a s u b r o g a r
las g a b e l a s antipopulares, sino s e n c i l l a m e n t e a
robustecer las rentas generales para poder inver-
tir más dinero en gastos inútiles.
E l p r o y e c t o fué e s g r i m í í o c o m o a r m a p o l í t i c a
para agitar la opinión pública, atribuyéndosele
por toda una multitud de v e n a l e s turiferarios, a
quienos ai.ituaba la p e r s p e c t i v a de una colocación
en e l p r e s u p u e s t o , v i r t u d e s t r a n s f o r m a d o r a s m a r a -
villosas, q u e nadie h a b í a s o s p e c h a d o en mi p r o -
yecto anterior, con ser roí* c é n s e t e y eficiente,
porque el gobierno todavía no lo h a b í a h e c h o
•ayo..
- 142 -

a d q u i r i d o s d e t i e n e a pensadores c o m o S p e n *
cer, t a n p a r t i d a r i o en un t i e m p o de la nacio-
n a l i z a c i ó n de la tierra. A esta p r e o c u p a c i ó n ,
q u e d o m i n a al célebre filósofo en la Estática
Social, y sobre t o d o en La Justicia—donde
s u g e n i o c l a u d i c a n t e i n c u r r e en c o n t r a d i c c i o -
nes q u e V a z Ferreira señaló y c o m e n t ó en una
de sus n o t a b l e s conferencias sobre La propie-
dad del suelo—contesta George con mucha
e f i c a c i a (Obra citada. Pgs. 269 y siguientes).
P e n s a n d o q u e los propietarios «no tienen
d e r e c h o m o r a l y j u r í d i c o a n a d a m á s que
la r e n t a o i n d e m n i z a c i ó n por el v a l o r en
v e n t a » , J h o n S t u a r t Mili l a n z a la idea
de q u e el E s t a d o se i n c a u t e ú n i c a m e n t e
del i n c r e m e n t o del v a l o r territorial en
lo f u t u r o , del " i n m e r e c i d o a u m e n t o del
v a l o r de la t i e r r a " , c o m o él lo l l a m a .
La idea ha h e c h o c a m i n o . S u buena
s u e r t e se d e b e p r i n c i p a l m e n t e a la particu-
l a r i d a d de ofrecer un l í m i t e i n s a l v a b l e a
la c o n f i s c a c i ó n , q u e no p o d r á a c t u a r sino
en la z o n a del i n c r e m e n t o y no ha de
a b s o r b e r n u n c a m á s q u e la diferencia entre
el v a l o r a c t u a l y el futuro, o entre el pa-
s a d o y el a c t u a l , r e s p e t a n d o el primero.
E n el f a m o s o presupuesto de L l o d y Geor-
g e — e l célebre m i n i s t r o de VEchiquier en
I n g l a t e r r a — u n a de las c u a t r o land taxes
consiste en u n i m p u e s t o del 20 OJO, (incre-
ment valué dutij) c o b r a b l e en las trasmisio-
nes, sobre el plus v a l o r a d q u i r i d o por los
terrenos.
E n A l e m a n i a diversas c o m u n a s h a b í a n
i m p l a n t a d o , a ñ o s antes, un i m p u e s t o aná-
l o g o \r "\ n.i«i-cw¿.¿ C¿vuv.i.C/ C¿¿i
143 -

c a r g a fiscal, extendiéndola a t o d o el i m p e -
rio y u n i f i c a n d o la m e d i d a , (i)
E n t r e los g r a n d e s teóricos de la e c o n o m í a
p o l í t i c a el i m p u e s t o al m a y o r v a l o r no sólo
tiene de su parte a Stuart Mili. H o y en
día n i n g ú n e c o n o m i s t a lo r e c h a z a y muchos
son los que lo consideran el mejor d e los
impuestos. Para m u c h o s , el gravamen al
i n c r e m e n t o de v a l o r debe c o m p r e n d e r , c o m o

í l ) Ente impuesto r e c a e en A l e m a n i a s o b r e e l
v a l o r total de l a s fincas, c o m p r e n d i d o e l p r e c i o
de l a s c o n s t r u c c i o n e s o m e j o r a s . No e s , p u e s , a l l í
en realidad un impuesto s o b r e e l " m a y o r v a l o r
del suelo", sino s o b r e el " m a y o r v a l o r d e l i n m u e -
ble".
E n la colonia a l e m a n a d e Kiatchou se implantó
el impuesto al i n c r e m e n t o futuro del v a l o r t e r r i -
torial, con u n a t a s a del 3 3 y 1/2 p o r c i e n t o , a d e -
m á s de l a c o n t r i b u c i ó n , g e n e r a l d e un 6 o / o s o b r o
el p r e c i o v e n d i b l e d e l suelo, tomando p o r b a s e l a
declaración del p r o p i e t a r i o y r e s e r v á n d o s e e l E s -
tado el d e r e c h o d e e x p r o p i a r s u f i n c a p o r e s e
precio. E n t r e n o s o t r o s s e h a a d o p t a d o el s i s t e m a
de fijar l a c o n t r i b u c i ó n d e a c u e r d o c o n l a s d e c l a -
r a c i o n e s del p r o p i e t a r i o — a u n q u e c o n f i r m a d a s o
modificadas p o r un j u r a d o a v a l u a d o r - y reser-
vándose el E s t a d o l a f a c u l t a d d e a d q u i r i r e l b i e n
por el v a l o r d e c l a r a d o o c o n s e n t i d o , c o n un m a r -
gen p a r a l a s o s c i l a c i o n e s p o s t e r i o r e s a l a a v a l u a -
ción.
Estos impuestos territoriales se implantaron en
la citad» c o l o n i a p a r a p o n e r coto a l a d e s e s p e r a d a
especulación e n t i e r r a s a q u e s e e n t r e g a r o n a l g u n o s
capitalistas, q u e a l a n u n c i o d e q u e Kiatchou pasa-
r l a poder d e l o s a l e m a n e s , a c a p a r a r o n s u s t i e r r a s
mejores.
E l efecto de l a s construcciones fué notable: a
t n influencia sobre el desenvolvimiento económico
de l a r e g i ó n s e a t r i b u y e el e n o r m e p r o g r e s o r e a -
lizado p o r es.a c o l o n i a e n el e s p a c i o d e d i e z o
doce años.
- 1U -

en A l e m a n i a , el a u m e n t o de precio de las
Kiejoras, a b a r c a n d o tierras y c o n s t r u c c i o n e s /
y a que las casas, como lo hemos dicho,
a p r o v e c h a n t a m b i é n d f l progreso de la ciu-
d a d y de las obras p ú b l i c a s que se v a n
r e a l i z a n d o m e d i a n t e el concurso de todos.
U n a construcción—sin contar para nada el
s u e l o — v a l e m á s en un sitio poblado y
t r a n s i t a d o , o cercano a grandes centros de
reunión, q u e en un descnmpado o en un
barrio desprovisto de servicios municipales.
H a y , pues, un a u m e n t o de valor para todo
el i n m u e b l e .
Sin e m b a r g o , en un proyecto por mi for-
m u l a d o , sólo se g r a v a el incremento del
precio del suelo, por las expuestas razones
de conveniencia colectiva relacionadas con
la necesidad de no desalentar y estimular la
edificación y m e j o r a m i e n t o de los predios, (i)

(1) Ese proyecto tenia en cuenta circunstancia»


personales 'leí propietario al establecer las exen»
ciones (se exceptuaban .'as pequeñas propiedades
pertenecientes a los colonos que no tuviesen otros
bienes); poro el impuesto era, como en todas partes,
real, pue* fuera del radio de las exoneraciones,
'caía sobre el plus valor de la linca sin someterse
a ninguna consideración relativa a la persona del
contribuyente. AdemáB, la tasa progresiva se apli-
caba sobro el mayor valor de la finca y no sobre
la suma de los plus-valores de que disfrutase un
mismo propietario. Cuan o la tasa es iinipleiuente
proporcional, lo mismo da tomar como sujeto del
impuesto las determinadas propiedades que la suma
de propiedades reunidas en una sola mano; pero
cuando 63 progresiva el resultado varía. En esta
caso, para armonizar el impuesto progresivo con
el principio de la personalidad, hay que fijarlo
sobre el total de la renta acumulada en manos de
Henry D u g a n , estudiando en un t r a b a j o
aparecido en Les Documents; du Progrès la
cuestión del derecho de la c o m u n i d a d al
disfrute del a u m e n t o del valor territorial,
nos asegura que fué en F r a n c i a d o n d e se
vio surgir por p / i m e r a vez la idea de q u e
ese a u m e n t o debía a p r o v e c h a r a t o d o el
pueblo.
El sabio legista B r e a u m a n o i s q u e v i v i ó
e i el siglo X I I I h a b l a — s e g ú n D u g a n — d e
este derecho, a propósito del e s t a b l e c i m i e n -
to de grandes c a m i n o s , c o m o si fuese un
uso c o n s a g r a d o por la c o s t u m b r e en su
época.
Colbert i n v i t a b a en 1 6 7 9 al i n t e n d e n t e de
la T u r e n a , en ocasión de la a p e r t u r a de
una n u e v a calle en la d u d a d de T o u r s , a
exigir c u o t a s de plus valor a los propie-
tarios, n o t a b l e m e n t e beneficiados. L a «ley
de los p a n t a n o s » , d i c t a d a en 1 8 0 7 es la
primera resolución legislativa q u e establece
un i m p u e s t o sobre los plus valores. E l ar-
tículo 54 dice: « L a i n d e m n i z a c i ó n a p a g a r
al propietario por un terreno e x p r o p i a d o

una m i s m a p e r s o n a . P e r o eu e s t a f o r m a s o r í a m u y
difícil, si no i m p o s i b l e , a p l i c a r el i m p u e s t o a l ma-
yor v a l o r , dado q u e s e c o b r a e n c a d a t r a s m i s i ó n
de la p r o p i e d a d . E s , e n enrabio, f á c i l a p l i c a r l a
progresividad de e s e modo c u a n d o s e t r a t a de l a
contribución g e n e r a l s o b r e l a r e n t a d e l s u e l o . S i n
embargo, y o h a b í a p r o y e c t a d o a n t e r i o r m e n t e u n a
contribución p r o g r e s i v a t e r r i t o r i a l sin d e t e n e r m e
tampoco a p o n e r l a en c o n s o n a n c i a con d i c h o p r i n -
cipio, p o r q u e e s t a b l e c i d a s l a s e x e n c i o n e s q u e con*
templan la s i t u a c i ó n p e r s o n a l d e p r o p i e t a r i o s mo-
destos y t r a b a j a d o r e s , l a c o n t r i b u c i ó n a c t u a b a
sobre p r i v i l e g i a d o s de l a r e n t a e n t r e l o s c u a l e s l a
cuestión de j u s t i c i a f i s c a l n o p o d í a i n t e r e s a r m e .
- 146 -

se debe balancear con el a u m e n t o del valor


del terreno que le resta. Y según el resul-
t a d o de este balance el propietario tendrá
que pagar o recibir el exceso». E s t a ley
no llegó a ser aplicada.
E n nuestro país la ley de expropiaciones
sienta con m á s t i m i d e z el principio de ha-
cer pagar a los propietarios—descontándo-
selo del valor de la propiedad que le resta—
el precio de las obras públicas bonificado-
ras de sus predios; pero estamos lejos to-
d a v í a de esa a m p l i a y eficaz medida tribu-
taria que alcanza a todos los terrenos en
su incesante valorización y transforma esta
valorización en una fuente racional y justa
de recursos para costear aquellas obras o
servicios que la determinan y la fomentan.

CAPITULO XVIII

H a c e r de la renta del suelo la principal


base de nuestro régimen rentístico: he
ahí, c o m o a c a b a m o s de verlo, una reforma
de g r a n d í s i m a transcendencia. E n el mensa
je con que el gobierno argentino a c o m p a -
ñ a b a un proyecto de impuesto al mayor
valor, elevado al Congreso, se lee lo que
sigue y que es perfectamente aplicable a
nuestra república: « E l Poder E j e c u t i v o ha
creído encontrar en la R . Argentina los
factores económicos y sociales que han ori-
g i n a d o en esos dos grandes pueblos (Ingla-
terra y A l e m a n i a ) el impuesto mencionado,
- 147 - -

que pueden sintetizarse en d o s : f a v o r e c e n


la división de la tierra y a t e m p e r a n la es-
peculación agiotista.»
Sobre la necesidad de disponer de tierra
barata para ofrecerla al c o l o n o — ú n i c o m e -
dio de conseguir la afluencia de u n a i n m i -
gración deseable, e x p o n t á n e a , no artificial-
m e n t e e s t i m u l a d a ni d e s t i n a d a a e m p e o r a r
las condiciones de la p o b l a c i ó n obrera, en-
vileciendo los salarios—nos parece o p o r t u n o
repetir lo que d e c í a m o s en los f u n d a m e n t o s
de otro p r o y e c t o p a r l a m e n t a r i o , r e l a c i o n a d o
con la legislación a g r a r i a :
N u e s t r o p a í s , q u e debía ser un país de
i n m i g r a c i ó n , al cual viniesen h o m b r e s sa-
nos y fuertes de t o d a s p a r t e s del m u n d o ,
atraídos, no por p r o m e s a s e n g a ñ o s a s y fa-
cilidades de t r a n s p o r t e o t o r g a d a s con el
dinero e x t r a í d o a los p r o d u c t o r e s q u e a q u í
residen, sino por la r e a l i d a d de e x c e l e n t e s
condiciones de t r a b a j o y de v i d a , es en
c a m b i o un país de e m i g r a c i ó n , p u e s s u m a n
y a m u c h o s miles los n a c i o n a l e s q u e h a n
ido a p l a n t a r su t i e n d a en el e x t r a n j e r o ,
h u y e n d o de un m e d i o e c o n ó m i c o p o c o pro-
picio, q u e p e r m a n e c e e s t r e c h a d o y a h o g a d o ,
p r i n c i p a l m e n t e por v i r t u d de f a c t o r e s m a -
teriales c u y a r e m o c i ó n d e b i e r a ser f i n a l i d a d
n u n c a d e s c u i d a d a por n u e s t r o s p o d e r e s p ú -
blicos.
E s s u f i c i e n t e m e n t e c o n o c i d a la n o t a ele-
v a d a al M i n i s t r o de I n d u s t r i a s por los c o -
lonos suizos y v a l d e n s e s , e x p o n i e n d o la
' n e c e s i d a d de n u e v a s t i e r r a s p a r a desarro-
llo de sus c o l o n i a s , y es un h e c h o t a m b i é n
en su o p o r t u n i d a d c o m e n t a d o , el é x o d o de
- 148 -

familias de agricultores valdenses, de inme-


jorables condiciones para la labor.
E s t o demuestra que en nuestra campaña,
i n m e n s a m e n t e despoblada e inculta, no hay
tierras disponibles para la agricultura, y
que las condiciones de nuestro medio rural
son hostiles al desenvolvimiento de esa in-
dustria, c o m o hostiles son a todo progreso
material y moral del país, afectado gra-
v e m e n t e por el mal fundamentalísimo del
latifundismo e x c l u s i v a m e n t e ganadero.
¿ C ó m o entregar las tierras, hoy improduc-
tivas y despobladas, que no son y a del
d o m i n i o público, a las energías fecundas y
salvadoras del trabajo?
Si el E s t a d o compra o expropia extensio-
nes territoriales para ponerlas a disposición
de los colonos, contribuye a encarecer el
suelo, a elevar la renta de la tierra restan-
te, enriqueciendo a unos pocos con perjui-
cio de m u c h o s . F a v o r e c e de ese modo el
a c a p a r a m i e n t o de las tierras bien ubicadas
y estimula por tanto la especulación. L o s
mismos centros de producción asi creados
no tardan en quedar—como ocurre a nues-
tras colonias suiza y valdense—estrechados
«dentro de la muralla de hierro inaccesi-
ble» por un alte precio, de la tierra circun-
d a n t e " ( J 7 . Herrera y Reissig, obr. citada,
págs. 65 y (JO).
E l medio ideal, pues, para hacer la tierra
accesible, es el impuesto sobre su valor,
con tasa creciente que permita atenuar los
precios en su constante progresividad.
Si por una parte—como inspirándose en
G e o r g e observa el autor que acabamos de
- Híl —

citar—el efecto de este impuesto será provo­


car una disminución del valor territorial, a
surtir el efecto contrario, es decir, a a u ­
mentar ese valor contribuirá como causa
permanente la mejor demanda de tierra,
originada por aquella misma reducción del
precio; y ante ese movimiento de flujo y
reflujo, el impuesto servirá de instrumento
regulador del valor del suelo, proporcionan­
do al Estado el medio de mantenerlo den­
tro de los límites competibles con las nece­
sidades de la producción y las exigencias
fiscales. (ídem, id. pag. 66).
Como resumen de las ventajas del gra­
vamen territorial, transcribiremos las pala­
bras de Henry George: " E l i m p u e s t o sobre
el valor de la tierra no enfrena la produc­
ción, como lo hacen la m a y o r parte de los
impuestos, sino que tiende a a u m e n t a r l a
por la destrucción de la renta especulativa...
Si se hacen contribuir las m a i ufacturas,
se refrena la fabricación; si se cargan im­
puestos a las mejoras, se obtiene por re­
sultado impedir la perfección; si caen sobre
el comercio dificultan el c a m b i o ; si pesan
sobre el capital, este se aleja; pero todo el
valor de la tierra puede tomarse por los
impuestos y el efecto único será estimular
la industria, abrir n u e v a s oportunidades al
capital, y a u m e n t a r la producción de la
riqueza" (Obr. cií. pag. 342).
Y finalmente, para mejor subrayar la
conveniencia y oportunidad de la reforma
tributaria que propiciamos, recordemos que
en nuestro país faltan caminos, sin los cua­
les no es posible pensar en colonizar y en
— 150 —

crear centros agrícolas; faltan casas bara-


t a s en la m e t r ó p o l i , d o n d e los alquileres
e x o r b i t a n t e s e s q u i l m a n a los t r a b a j a d o r e s
y los o b l i g a a v i v i r en los i n m u n d o s e in-
salubres conventillos; faltan servicios huma-
n i t a r i o s d e p r e v i s i ó n y a s i s t e n c i a social, y
en c a m b i o s o b r a n los i m p u e s t o s q u e encare-
cen la v i d a del p u e b l o , g r a v a n d o los con-
s u m o s i m p r e s c i n d i b l e s . N u e s t r a a d u a n a es
u n a g r a n c o n f i s c a d o r a de los a l i m e n t o s y
v e s t i d o s del p u e b l o . . . P a r a r e s p o n d e r á las
n e c e s i d a d e s p ú b l i c a s , p a r a a t e n d e r a los
s e r v i c i o s útiles, p a r a c o n s t r u i r c a r r e t e r a s y
o b r a s n e c e s a r i a s ¿ h a b r í a q u e r e c a r g a r esos
i m p u e s t o s i n f a m e s y e x p o l i a d o r e s ? No, por
cierto., E s t o s deben d e s a p a r e c e r , y el s i t i o -
q u e h o y o c u p a n c o m o soportes p r i n c i p a l e s
de n u e s t r o s i s t e m a fiscal debe ser confia-
do c u a n t o a n t e s a los i m p u e s t o s sobre las
herencias, sobre los g r a n d e s monopolios
p r i v a d o s — e n e s p e r a de su nacionalización
o m u n i c i p a l i z a c i ó n — y e s p e c i a l m e n t e , sobre
la r e n t a del s u e l o , el m á s perjudicial y
« g r a v a b l e » de los p r i v i l e g i o s .

Você também pode gostar