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/ ABC Rural
Para preparar la tierra, puede utilizarse cualquier tipo de suelo limpio; libre de malezas
y de hongos que causan enfermedades. Uno de los principales problemas que se
presentan es el denominado “damping off” o “enfermedad de los almácigos”. Se trata de
hongos que provocan marchitamiento y tumbado de plantitas; incluso, puede matar a las
semillas a inicios de su germinación. No obstante, la enfermedad se puede controlar
químicamente con un fungicida de suelo. Para ello se riega con el producto la noche
anterior a la siembra, empleando una dosis de 1 gr. del fungicida por litro de agua.
Existen diferentes nombres comerciales por lo que es recomendable pedir asistencia
para el correcto uso. Por otro lado, un método ecológico y económico consiste en hervir
agua y derramarla en el terreno a sembrar hasta una profundidad de10 a15 cm. Una vez
fría la superficie, puede sembrarse.
SIEMBRA DE SEMILLAS
GERMINACIÓN Y TRASLADO
Una vez que germinaron las semillas en la cámara dispuesta para el efecto, se trasladan
las bandejas a un sombraje, para favorecer el crecimiento de los brotes. La estructura
bajo la cual están las semillas debe contar con doble techo de cobertura plástica y media
sombra, para proporcionar la luz y temperatura adecuadas. El agua que se utilizará en
esta fase debe estar purificada, para evitar enfermedades en las plantas.
TRASPLANTE
Una vez que las plantitas logran un mejor desarrollo, con la aparición de sus primeras
hojas verdaderas, se las extrae de las bandejas de germinación para el trasplante a
pequeñas macetas. Las macetas, a su vez, deberán estar preparadas con arena gorda y
abono orgánico. Asimismo, se hacen los agujeros donde irán las plantas. El trasplante se
hace manualmente. A las tres semanas estas plantitas ya estarán en condiciones para la
comercialización.
CUIDADOS
RECOMENDACIONES FINALES
Cuando las plantitas salen del vivero y se quieren trasplantar en un jardín, patio o
terreno, existen algunas consideraciones a tener en cuenta. Una es preparar la tierra
donde se van a plantar. En ocasiones se cuenta con tierra cargada de malezas o
escombros que no benefician a las plantitas, por lo que deberá removerse la tierra con
pala y agregar abono orgánico para tener condiciones óptimas de suelo. A las amas de
casa se les recomienda, además, considerar la importancia del riego, teniendo presente
que los extremos son malos: tanto el exceso como la falta de riego. La carencia de agua
ocasiona decaimiento y debilitamiento de las plantas, lo que hace que no resistan el frío,
el calor y el viento. El exceso de agua produce encharcamiento, lo cual pudre las raíces
y descompone las plantas. Por eso, es necesario brindarles los cuidados ante la aparición
de estos eventos climáticos.
”.