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República Bolivariana de Venezuela


Iglesia de Dios
Centro Ministerial del Caribe

HERMENÉUTICA
BÍBLICA

Msc. Cruz Mario Paniagua


© 2013
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
2

¡Continuamos con el recorrido hacia nuestra formación teológica!... y esta


vez lo haremos a través del estudio de la Hermenéutica Bíblica.

Este curso es parte del área bíblica correspondiente al programa de Teología


Pastoral del Centro Ministerial del Caribe y a través de ella, el estudiante tendrá la
capacidad de desarrollar destrezas en el campo de la interpretación del texto
bíblico, así como conocer las diferentes propuestas en la interpretación de las
sagradas escrituras. Al finalizar el curso, el estudiante tendrá una mayor visión y
actitud frente al texto ya que será una herramienta útil para el entendimiento,
comprensión y elaboración de estudios bíblicos con el fin de enriquecer sus
devocionales, predicaciones, entre otros.

En la actualidad, el desconocimiento de la hermenéutica como herramienta para el


estudio bíblico ha generado un sin número de faltas en la interpretación de las
escrituras, causando errores doctrinales, manipulaciones del texto e
interpretaciones alejadas a la realidad y trasfondo bíblico. De allí la importancia del
uso de esta herramienta para lograr ministerios efectivos en la predicación y
enseñanza de la palabra.

Dentro de la propuesta curricular, este curso tiene una importancia relevante y


transversal ya que será la que orientará al estudiante hacia un acercamiento más
efectivo al texto bíblico, fundamental para el desarrollo de cualquier ministerio.

Aprovechemos este tiempo de aprendizaje y sigamos caminando para formarnos


con excelencia y capacitarnos para servir al Reino de los Cielos.

Atentamente,

Su profesor y amigo

Msc. Cruz Mario Paniagua


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Desarrollo de la Clase.-

La siguiente guía de estudio, desarrolla un contenido puntual y sistematizado de


los temas que he considerado básicos para el estudio de la hermenéutica,
fundamentado en dos materiales principales: el libro “Hermenéutica Bíblica” de
José M. Martinez (Disponible en Digital y en biblioteca para reproducción) y
“Curso de Hermenéutica Bíblica” de Julio Sierra. Para ello desarrollaremos el
material en dos capítulos, el primero contiene un enfoque general de la
hermenéutica a partir de la siguiente temática:

 Tema I. Aspectos generales y definiciones básicas de la Hermenéutica.


1.1.- Significado y Sentido
1.2.- Necesidad de la Hermenéutica
1.3.- Herramientas para la Interpretación Bíblica
1.4.- Requisitos del Intérprete
1.5.- Finalidad de la Revelación

 Tema II. Métodos de Interpretación Bíblica


 Tema III. El Ambiente de un Pasaje
 Tema IV. Lenguaje Figurado
 Tema V. Tipos y Símbolos
 Tema VI. Interpretación Teológica
 Tema VII. Aparentes Contradicciones en la Biblia

El segundo capítulo, será desarrollado como un curso electivo del programa de


teología pastoral en el área bíblica y está conformado por los siguientes temas:
 Tema I. La Profecía
 Tema II. Las Parábolas
 Tema III. Un Sólo Dios
 Tema IV. Interpretación del Antiguo Testamento
 Tema V. Interpretación del Nuevo Testamento
 Tema VI. La Persona de Jesucristo

Preparémonos entonces para recorrer este camino de aprendizaje y


disfrutemos del fascinante mundo de la teología…!
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TEMA I

ASPECTOS GENERALES Y DEFINICIONES BÁSICAS DE LA HERMENÉUTICA

TEMA I. Introducción a la Hermenéutica, definiciones básicas.

“Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba
(interpretaba) en todas las escrituras lo que de Él decían” Lc.24:27

El termino Hermenéutica, etimológicamente se deriva del verbo griego


hermēneuō que significa explicar, traducir, interpretar. Por su raíz (herme) se ha
relacionado con la divinidad y personaje mitológico griego Hermes a quien se le
atribuye la invención de los medios elementales de la comunicación como lo son el
lenguaje y la escritura y quien era el que interpretaba el mensaje de los Dioses a
los humanos y viceversa. Una definición más completa es: “La ciencia que estudia
y define principios y métodos para interpretar el sentido o significado de un autor u
obra”1. Como ciencia de la interpretación, la hermenéutica puede ser aplicada a
toda obra humana, bien sea literaria, filosófica, artística o religiosa.

También podríamos hablar de la hermenéutica como un arte, ya que diversos


intérpretes aplican las reglas y los métodos de interpretación con diferentes
niveles de creatividad, comprensión y propósito, llevándolos a diferentes formas
de interpretación, y en algunos casos, a diferentes interpretaciones. Todo esto en
función a las presuposiciones del intérprete y su actitud frente al texto ya que
como seres diversos oímos palabras pronunciadas por los demás en el contexto
de nuestras propias experiencias, herencia cultural, ideas políticas, convicciones
religiosas, puntos de vista mundiales, así como actitudes y disposiciones básicas.
Todos estos factores influyen cuando leemos y escuchamos el texto bíblico, de allí
que Duncan Ferguson2 define el pre-entendimiento como el cuerpo de
asunciones y actitudes por medio de lo cual una persona percibe e interpreta una

1
Juan Daniel Petrino. Dios nos habla. Buenos Aires: Editorial Claretiana, 1993. P. 191
2
Duncan S. Ferguson. Biblical Hermeneutics: An Introduction. (Atlanta: John Knox Press, 1986), 6-22.
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realidad o un aspecto de una realidad; es decir cuando un lector se acerca al


texto, trae consigo un conjunto de supuestos que han sido parte de él y que
directa o indirectamente, consciente o inconscientemente influirán en la
interpretación que el individuo le dé al texto.

Ferguson identifica cuatro categorías de preentendimiento:

 Informacional, el cual consiste en el conocimiento o información previa


acerca de un texto.
 Actitudinal, es el Pre-entendimiento de propias disposiciones básicas que
se manifiesta hacia el texto: prejuicios, predisposiciones, entre otros, que
influyen sobre la comprensión del texto.
 Ideológico, se refiere a la propia cosmovisión, visión de la vida, marco de
referencia, o de perspectiva, que influyen sobre la comprensión del texto.
 Métodológico, El acercamiento actual que se toma en el proceso de
entendimiento de un tema dado.

Aplicado a la Biblia, la hermenéutica toma ciertas características que nos llevarán


a formular reglas y principios dentro de los cuales debe entenderse el sentido y
propósito del texto sagrado para hacer que su mensaje llegue claro y preciso al
lector u oyente. Por lo que el objetivo primario de la hermenéutica es descubrir y
explicar, hasta donde sea posible el significado original del texto,
convirtiéndose en un puente que conecte el largo camino a recorrer entre el
lector y el pensamiento del autor.

Es importante reconocer que la mayoría de las definiciones de hermenéutica


incluyen dos partes:

1. Un juego de procedimientos por medio del cual se procura el significado del


texto tal como lo dijo el autor y lo entendió la audiencia primaria u original.

2. Un movimiento de ese significado “original” a un entendimiento y aplicación


contemporánea, o el proceso de transmitir el mensaje del contexto del autor
hacía el contexto del lector.
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A la primera parte se le llama con frecuencia “exégesis”. A la Parte 2 en ocasiones


se le llama hermenéutica. Aún cuando es confuso el uso del término
“hermenéutica” para referirse a veces a ambas partes y en otras sólo a la Parte 2,
la misma se debe a la relación de la literatura con la hermenéutica en este tiempo
de la historia; sin embargo podemos hablar de una diferencia técnica importante
entre ellas y es que la exégesis aplica los principios y reglas dictados por la
hermenéutica, la exégesis se usa para expresar la práctica de la interpretación del
texto mientras que la hermenéutica determina los principios y reglas que deben
regir la exégesis. En otras palabras se puede afirmar que la exégesis es la
hermenéutica aplicada.

De allí que la meta de la hermenéutica radica en establecer principios que guíen


al lector moderno de la Biblia a leer y entender correctamente el mensaje de Dios.
Esto es esencial para la aplicación de ese mensaje a la vida contemporánea. La
hermenéutica bíblica librará a muchos de la tentación de una aplicación literalista y
mucho menos de una exégesis basada en los famosos textos de pruebas que no
se propuso el escritor (eisegesis).

DIVISIONES DE LA HERMENÉUTICA

La hermenéutica puede dividirse de varias formas, para efectos de este curso


hablaremos de dos:

- En base al objeto de estudio puede ser Hermenéutica General (estudia


las reglas que rigen la interpretación de todo el texto bíblico incluyendo
análisis histórico cultural, contextual, léxico sintáctico y teológico) y
Hermenéutica Especial (estudia las reglas que se aplican a géneros
específicos, como parábolas, alegorías, tipos, profecías, entre otros).

- En base a su función puede ser la Noemática, la cual estudia los


sentidos bíblicos, la Heurística que se ocupa de los principios y normas
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de la interpretación y la Proforística que se encarga de la formulación y


exposición de las verdades bíblicas3.

1.1.- SIGNIFICADO Y SENTIDO

Fundamentados en la Noemática, un principio importante de asimilar es que en la


interpretación bíblica o hermenéutica bíblica es que significado y sentido no son lo
mismo ya que el significado es absoluto, pues cada palabra o término tiene su
propio significado, independientemente de las circunstancias en que se utilice o
del uso que se le dé en determinado momento. El significado es lo que la palabra
quiere decir por sí misma. Podemos afirmar entonces que cada palabra tiene un
solo significado. Por otro lado, el sentido es rico y variado; cada término tiene y
puede tener una gran variedad de sentidos, desdoblarse en diferentes acepciones
o concepciones. Por ejemplo, la palabra “Blanco” básicamente significa o tiene el
significado único de un color de la escala cromática. Ese es su significado
fundamental. Pero de acuerdo con las circunstancias y contextos en que sea
usada la palabra “blanco” puede tener variedad de sentidos: Un punto al que se
apunta para disparar, un estado de pureza o limpieza, un campo inexplorado, y
hasta un apellido. El significado entonces lo tiene la palabra en sí misma, pero el
sentido se lo da el uso o las circunstancias, las cuales dependen en buena parte
de quien habla o escribe; es decir, de quien emplea el término en un momento
dado. Según Tomás de Aquino, el gran Filósofo y Teólogo creador de la
escolástica dijo: “el oficio del buen intérprete no es considerar las palabras, sino el
sentido” 4

1.2.- NECESIDAD DE LA HERMENÉUTICA

A menudo, lo que se expresa mediante el lenguaje es tan simple, frecuente o


conocido que la interpretación se lleva a cabo sin dificultad y sin que apenas nos

3
Jaramillo, Luciano. ¡Ahora entiendo! Hermenéutica Biblica. Editorial vida. Miami, Florida. 2005. p. 14
4
Ibid. p.15
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percatemos de la misma. Esto es así especialmente cuando la persona que habla


y la que oye viven en situaciones análogas y cuando su mundo cultural, social y
lingüístico es el mismo (por ejemplo, una disertación sobre anatomía será bien
seguida y comprendida por un médico)

Las dificultades empiezan a surgir cuando se lee un libro cuyo autor pertenece a
un país, a una cultura, a un tipo de sociedad y a un momento histórico lejano, o
cuando las formas del lenguaje literario no coinciden con el lenguaje cotidiano.

En el caso de la Biblia, las dificultades se multiplican a causa de su complejidad ya


que no es la obra de un hombre desarrollada en un momento histórico
determinado, sino un conjunto de libros escritos a lo largo de un periodo de más
de un milenio, cargado de grandes cambios culturales, políticos, sociales y
religiosos. Si a esto se añade la diversidad de sus autores, estilos y géneros
literarios, se comprenderá lo imperioso de un trabajo esmerado cuando se trata de
interpretar las escrituras hebreo-cristianas. Es por ello que para lograr el mejor
entendimiento del significado del texto es necesario que tomemos en cuenta
algunos contextos que trae el mensaje y que a partir de la hermenéutica
llegaremos a conocer y acercarnos:

 El contexto del tiempo, los textos del Antiguo Testamento proceden de un


período entre 1000 y 400 a.C. Los del Nuevo Testamento pertenecen a un
período entre los años 48 y 95 de la era cristiana. Los lectores modernos
necesitan tomar en cuenta que no solo existe un vacío entre nuestro tiempo
y los tiempos bíblicos, sino también entre el tiempo cuando sucedieron
estos eventos y el tiempo cuando fueron escritos. Por ejemplo la vida de
Jesús; no fue sino hasta casi 30 años después de su muerte que se
comenzó a escribir sobre su vida. En otras palabras, el tiempo de los
escritos de los libros mismos no reflejan necesariamente el tiempo de los
eventos relatados en esos textos.

 El contexto de los idiomas, los textos bíblicos nos han llegado en tres
idiomas antiguos. El Antiguo Testamento principalmente en hebreo, con
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algunas porciones de Daniel en arameo. El Nuevo Testamento, en griego.


Esos idiomas antiguos tienen sus propias formas y frases, así como
palabras que trasmiten significados provenientes de ciertos contextos
culturales y religiosos.

 El contexto geográfico, las tierras de Israel constituyen el principal


contexto geográfico del Antiguo Testamento. Entre tanto que Palestina,
Siria, Asia Menor, Grecia y Roma para el Nuevo Testamento. De tal manera
que conocer acerca de las tierras bíblicas ayuda definitivamente a un mejor
entendimiento del significado de un texto.

 El contexto cultural, las culturas bíblicas y las comunidades de fe dieron


un significado especial a los diferentes textos bíblicos y, por supuesto, estos
contextos culturales son totalmente diferentes a los de la iglesia hoy. El
texto refleja esas costumbres y características culturales de las antiguas
comunidades de fe.

En las Sagradas escrituras, podemos encontrar ejemplos prácticos que ilustran la


labor de interpretar y explicar el texto sagrado. A continuación se muestra algunos
ejemplos bíblicos:

1. En los días del Antiguo Testamento, sobresale la labor de Esdras, el fiel


sacerdote judío que públicamente leía al pueblo en el libro de la Ley de
Dios, aclarando e interpretando el sentido para que comprendieran la
lectura. (Nh.8.8)

2. En el Nuevo Testamento, es de notar el interés con que una y otra vez los
escritores tratan de aclarar los términos o expresiones que pudieran resultar
de difícil comprensión para sus lectores. El verbo hermēneuō aparece en el
texto griego de cada uno de los ejercicios aclaratorios que se mencionan a
continuación: Mt.1:23 (al nombre Emanuel se añade su significado: “Dios
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con nosotros”), Mr.5:41 (a la frase aramea Talitha, Koumi sigue su


traducción: “muchacha, levántate”), Mr.15:22 (gólgota es equivalente a
calavera), Jn.1:38 (rabí significa maestro). Aún podrían añadirse otros
ejemplos (Mc.15:34, Hc.4:36, 13:8).

3. Mucho más notable es la labor del mismo Jesús, tanto en lo que concernía
a la Ley mosaica, dándole una interpretación de dimensiones mucho más
profundas que la de los mismos rabinos, aplicándole al texto su cabal
cumplimiento mesiánico. El evangelista Lucas sintetiza admirablemente el
magisterio exegético de Jesús cuando se refiere al diálogo con los
discípulos de Emaús: “Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos
los profetas, les declaraba (interpretaba) en todas las escrituras lo que de Él
decían” Lc.24:27.

4. Felipe explicó acertadamente una parte del libro del profeta Isaías a un
hombre etíope (Hc.8:26-40)

5. Hay porciones fundamentales de Nuevo testamento, que constituyen una


interpretación del Antiguo, ejemplo de ello es La Carta a los Hebreos.

1.3.- HERRAMIENTAS PARA LA INTERPRETACIÓN BÍBLICA

Para un efectivo trabajo es importante que la persona pueda hacerse de diferentes


recursos y excelente material complementario que le ayude a comprender mejor y
a optimizar su trabajo de interpretación a continuación una lista de algunos
recursos y consideraciones que serán útiles para el hermeneuta:

1. Como la hermenéutica es una ciencia social, es indispensable contar con una


serie mínima de herramientas para poder desarrollar una correcta y adecuada
interpretación del texto.
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2. Es indispensable señalar que estas son HERRAMIENTAS, por lo tanto no se


debe considerar como si fuera la razón de ser del estudio hermenéutica, pues un
error común en el cual puede caer quien se inicia en el estudio de la Palabra, es el
de confiar más de la cuenta en las herramientas que en la obra iluminadora del
Espíritu Santo.

3. Es necesario señalar que por un afán de espiritualidad, se puede rechazar


todo tipo de herramientas, bajo pretexto que el “Espíritu me enseña todo lo que
debe de saber”. Ambas posiciones son erradas y pueden producir distorsiones en
el estudio de la Palabra.

4. El material básico de todo estudiante bíblico es:

Ø Comentario Bíblico: Es imposible dar aquí una lista de comentarios que


quisiéramos sugerir para cada uno de los libros de la Biblia. Sin embargo, si
queremos dar algunos consejos a seguir para hacer la mejor elección. En primer
lugar, el estudiante de la Biblia debe tener como regla no usar ningún comentario
hasta haber hecho su propia investigación. Recurrir a un comentario antes de
hacer el estudio personal ayuda a la pereza mental y le roba al estudiante la
satisfacción de haber descubierto algo por sí mismo. En segundo lugar, hay que
evitar aquellos comentarios de carácter devocional, que no ayudan al estudiante a
encontrarse con los asuntos propiamente exegéticos, sino que de inmediato saltan
a la aplicación. Los comentarios recomendados son aquellos que empiezan con
una introducción bastante completa, donde se encuentran detalles de dónde,
cuándo y quién escribió el libro, por qué y para quién lo escribió, cuál es su
estructura y bosquejo, y cuáles son sus temas teológicos más importantes.
Además, estos comentarios explican, paso a paso, las unidades de discurso, los
problemas de traducción, la estructura de cada unidad, y todo lo que tiene que ver
con la mejor comprensión del pasaje.
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Ø Concordancia breve de la Biblia: Son indispensables para el trabajo


exegético. La concordancia enumera los lugares (un libro, un testamento, toda la
Biblia) donde aparece una palabra. Nos ayuda a determinar el uso, la distribución
y los contextos de una palabra específica. Las concordancias son útiles para el
estudio temático (por ejemplo, salvación) o para descubrir los temas
característicos en los distintos libros de la Biblia.

Ø Biblias: Nótese que ponemos Biblias (en plural) porque consideramos de


antemano que no existe una traducción perfecta de la Biblia. Lo ideal sería que
todos pudiésemos leer la Biblia en hebreo (la mayor parte del Antiguo
Testamento), arameo (mitad de Daniel, partes de Esdras, y algunos textos
aislados en otros libros) y griego (todo el Nuevo Testamento). Aun los que
manejan bien estos idiomas recurren a otras traducciones para comparar su
propia traducción. Todo esto significa que no se debe usar una sola traducción de
la Biblia. Hacerlo limita al lector a las preferencias exegético-hermenéuticas y a los
métodos de traducción del traductor, o traductores. El estudiante de la Biblia debe
hacer uso de dos o tres versiones diferentes de la Biblia. Visto lo anterior,
podemos sugerir algunas versiones de la Biblia:

- Reina Valera Revisión 1960. Sociedades Bíblicas Unidas.

- Reina Valera Revisión 1995. Sociedades Bíblicas Unidas.

- Biblia de Jerusalén Editorial Desclée de Brouwer, Bilbao 1967.

- Nueva Biblia Española Ediciones Paulinas, Madrid, 1972.

- Versión Popular: Dios Habla hoy. Sociedades Bíblicas Unidas.

- Biblia al Día. Paráfrasis de la Biblia.

- Biblia Bover Cantera.

- Biblia versión Nácar Colunga.


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- Biblia versión Latinoamericana.

- Nueva versión internacional (NVI)

- Biblia Versión Ecuménica.

- Biblia versión Torres de Amat.

- Biblia versión De las Américas

Ø Diccionarios Bíblicos: Estos dan información necesaria para ubicar el


mensaje Bíblico en su contexto inmediato y global. Por ejemplo, ofrecen
información detallada de una ciudad o un monte. Presentan un panorama
completo de un concepto teológico (elección, pecado). Dan biografías completas
de personajes importantes de la Biblia. Ofrecen datos arqueológicos, históricos y
culturales. Tienen mapas y cuadros cronológicos. Dan información importante
sobre cada libro de la Biblia.

Ø Atlas Bíblico.

Ø Gramáticas bíblicas, Hebreo y Griego.

Ø Diccionario teológico.

Ø Libros de consulta sobre:

- Arqueología bíblica.

- Etnografía bíblica.

- Historia bíblica.

- Cultura bíblica.

- Sociología bíblica etc.


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1.4.- REQUISITOS DEL INTÉRPRETE

La tarea de interpretar cualquier obra, implica un grado de responsabilidad y un


perfil elemental que el intérprete debe poseer; en el caso del texto sagrado y
considerando la naturaleza de la Palabra de Dios, es importante entender que es
indispensable la presencia de una serie de cualidades básicas de carácter
espiritual, académicas e intelectuales a fin de que el creyente que se acerca a la
Biblia para poder interpretarla, pueda hacerlo de una manera correcta y edificante.

1.4.1.- CUALIDADES ESPIRITUALES

Las cosas espirituales deben ser entendidas espiritualmente. Como la Biblia es


“Espíritu y vida” entonces, cualquier persona que quiera interpretarla debe
acercarse principalmente a ella con una actitud espiritual haciendo palpables las
siguientes características:
- Haber experimentado el nuevo nacimiento. Juan 3:3, 5 “El que no
naciere de nuevo no puede ver... entrar en el reino de Dios” Para
poder disfrutar de los derechos del reino de Dios, entre ellos el
entendimiento de las Escrituras es indispensable haber tenido la
experiencia de nacer de nuevo.

- Un profundo amor a la Palabra de Dios. Quien no ama lo que estudia


no aprende lo que debe (Salmos 119:97, 165). Implica amar la verdad
de Dios y desearla como lo más importante en la vida del creyente 1
Pedro 2:2 “Desead... la leche espiritual...”

- Un espíritu respetuoso de la Palabra de Dios. Isaías 66:2 “Pero


mirare a aquel que es pobre y humilde de espíritu y que tiembla a
mi palabra”
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- Un espíritu imparcial. Jamás se debe acercarse a la Escritura con


pensamientos preconcebidos, queriendo que diga lo que uno quiere que
diga. Esta actitud es llamada hacer “EISEGESIS”.

- Un espíritu prudente. El estudio de la Palabra de Dios ha sido


comparada a la labor de un minero, que explora un lugar con paciencia
a fin de poder encontrar la veta que le produzca la satisfacción del
trabajo realizado. Por consiguiente, es necesario que el estudiante de la
Biblia no se desespere, que no se apresure ni abandone la labor
realizada. El término “Escudriñar las Escrituras” demandan de por si
un arduo y paciente trabajo.

- Un espíritu dependiente del Espíritu de Dios. Dado que el Espíritu


inspiró a los hagiógrafos, quien mejor que Él para iluminar la mente de
los que se acercan con un corazón sincero a estudiar la Palabra. Esto
no significa que un creyente puede, por este espíritu dispuesto, tener la
única y verdadera interpretación. Esto es ir más allá de lo que es la
iluminación del Espíritu.

1.4.2.- CUALIDADES ACADEMICAS E INTELECTUALES

Una de las principales dificultades con algunos creyentes, es el rechazo a la


capacitación académica, pensando que esta disminuye la dependencia de Dios.
Sin embargo, es necesario entender la necesidad de lo académico como un medio
de apoyo para un acercamiento más efectivo al texto, el problema puede ocurrir
cuando lo académico pasa de ser un medio a convertirse en el fin de la labor del
intérprete. De igual forma un mejor acercamiento hacia algunos aspectos en la
Palabra de Dios requiere el uso de las ciencias auxiliares para captar y entender
el sentido y significado del pasaje estudiado. Algunas de las ciencias auxiliares
son:
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- Arqueología bíblica.
- Lingüística.
- Antropología bíblica.
- Filosofía.
- Etnografía bíblica.
-
También es necesario que un intérprete desarrolle la capacidad de análisis,
síntesis, evaluación de los hechos entre otros. Así como conocer y prestar
importante atención a los métodos y técnicas de interpretación.

1.4.3.- TRES ELEMENTOS IMPORTANTES

El intérprete, sean cuales sean sus puntos de vista iniciales, debe acercarse con
una actitud muy abierta al texto, permitiendo si es necesario que el mismo texto
lo modifique parcial o totalmente en la medida que no se ajusten al verdadero
contenido de la escritura examinada. Si cumple honradamente su cometido
extraerá del texto lo que este contiene en vez de introducir en el texto sus propias
opiniones haciendo exégesis y no eiségesis. Otras dos características inherentes
al intérprete y muy importante para abrirse a nuevos descubrimientos que dirijan a
rectificaciones o cambios de pensamientos son la humildad y el compromiso ya
que el mensaje bíblico ha de influir decisivamente en la vida del intérprete por lo
que la comprensión de la palabra de Dios lleva inevitablemente al compromiso con
Dios, a la decisión de aceptar lo que Él ofrece y darle lo que exige, a hacer de su
verdad nuestra verdad, de su voluntad nuestra voluntad y de su causa nuestra
causa.

1.5.- FINALIDAD DE LA REVELACIÓN

No es nuestra intención afirmar que la escritura haya recogido todo lo que Dios
había revelado ya que: 1. Parte de los escritos proféticos no llegaron a ser
incorporados al Canon veterotestamentario (2. Cr. 9:29). 2. Jesús hizo “otras
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cosas” que no aparecen en los evangelios (Jn.21:25), y 3. Los apóstoles


escribieron cartas que no aparecen en el Nuevo Testamento (1. Co. 5:9; Col. 4:16)
pero el material recogido en los libros de la Escritura es suficiente para que se
cumpliera el propósito de la revelación. Nada esencial ha sido omitido. El
contenido de la Biblia es determinado para la finalidad de la misma: Guiar a los
hombres al conocimiento de Dios y a la fe. A partir de ese conocimiento y de esa
fe, la escritura capacita al creyente para vivir en conformidad con la voluntad de
Dios.

Una comprensión clara del objeto de la Escritura nos librará de los problemas que
a menudo se han planteado alegando deficiencias en la Biblia desde el punto de
vista científico o histórico. La revelación, y por ende la Escritura, no nos ha sido
dada para llegar a aprender lo que podemos llegar a conocer por otros medios,
sino con el único propósito de que alcancemos a saber lo que sin ella nos
permanecería velado: La verdadera naturaleza de Dios y su obra de salvación a
favor del hombre. Este hecho adquiere mayor importancia cuando hemos de
interpretar la Biblia, pues no pocas dificultades se desvanecen cuando se tiene en
cuenta lo que es y lo que no es la finalidad de la revelación.

No podemos perder de vista que la finalidad de la Escritura no es proveernos de


una enciclopedia a la cual recurrir en busca de información sobre cualquier tema.
Ninguno de sus libros fue escrito para ser usado como texto para aprender
cosmología, biología, antropología o incluso historia en un sentido científico. Los
incrédulos a menudo afirman que la Biblia es obsoleta. Los descubrimientos
modernos (dicen en sus argumentos) han hecho que la cosmovisión bíblica
parezca ridícula. Esta posición hace varias suposiciones erróneas y pasa por alto
la perspectiva de la Biblia. La Biblia no es un texto de ciencia. Su propósito no es
explicar con palabras técnicas la información científica acerca del mundo natural,
sino explicar los planes de Dios y su relación con el hombre, para tratar los
asuntos espirituales. En definitiva, no es un texto técnico para científicos. Las
descripciones bíblicas en lo concerniente a la naturaleza no son ni científicas, ni
faltas de ciencia, sino compuestas con palabras que no son técnicas, sino a
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menudo generales, para que aún los iletrados puedan entenderlas. Esto no quiere
decir que sus declaraciones sean incorrectas; significa que fueron escritas desde
el punto de vista y el idioma de un observador no técnico, para un público general.

La gran preocupación del Espíritu Santo al inspirar a los escritores sagrados no


era controlar su forma de escribir a fin de no escandalizar a los científicos o
historiadores de épocas posteriores, sino guiarlos en su testimonio de los hechos
salvíficos y en la fiel expresión de lo que les había sido revelado. En cuanto a su
modo de escribir sería absurdo pensar que lo hubieran hecho en un lenguaje
diferente al propio de su tiempo.

Cuando aprendemos este principio, muchos problemas desaparecen, se


desvanecen. Las supuestas divergencias entre la Biblia y la ciencia quedan sin
peso alguno. Entendemos entonces, que los escritores bíblicos describen los
fenómenos del universo según las apariencias sensoriales, sin pretender jamás
impartir una enseñanza científica, y siguiendo – como se hace aún hoy
popularmente – los modos de expresión comunes en su tiempo. Decir que “el sol
sale” o “se pone” (Sal. 19:5-6, 104:22; Mal 1:11) no es darle la razón a Ptolomeo y
quitársela a Copérnico. Son frases del lenguaje común que los propios científicos
usan fuera de su ámbito profesional.

Esta peculiaridad del lenguaje fenoménico-popular, no científico- debe ser tenida


muy en cuenta por el intérprete. Es un servicio muy pobre el que se presta a la
doctrina de la inspiración de la Escritura cuando en algunos textos del Antiguo
Testamento, aislados de su contexto, se ven sensacionales declaraciones
coincidentes con descubrimientos o logros posteriores de la ciencia. El intérprete
esmerado no tratará de hallar el automóvil en Nahum 1, el avión en Isaías 60, la
teoría atómica en Hebreos 11:3 o la energía atómica en 2 Pedro 3. Todos esos
esfuerzos por extraer de la escritura teorías científicas modernas hacen más
daño que bien.
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ACTIVIDAD GRUPAL

Siga las instrucciones del profesor, lea y escuche la selección de textos desde
cierta perspectiva y trate de imaginar cómo esta influye en el entendimiento y la
interpretación de dicho textos.

Trabaje en los dos ejercicios:

Ejercicio No. 1.

Grupo No 1.
Imagínese que usted forma parte de un grupo de campesinos que trabajan en una
plantación de café en Centroamérica. Su salario es de miseria, no tienen
beneficios de salud, el trabajo es pesado y trabajan más de las horas requeridas.
Pero este es el único empleo disponible por lo menos a dos días de camino de
donde viven.

Grupo No 2.
Imagínese que usted es administrador de alto nivel en una fábrica de elaboración
y distribución final del café establecida en Estados Unidos. Pero las ganancias han
estado bajando debido al alza del transporte, además de la agitación entre los
empleados de Centroamérica que luchan por mejores salarios.

Cada grupo lea Isaías 3:13-15.

1. Ahora identifique sus sentimientos en la medida en que lee el pasaje desde


la perspectiva de su grupo. 2. ¿Cuál es la perspectiva de Dios que surge
del pasaje para usted?
2. Ahora, ¿cómo quiere usted interpretar este pasaje?
3. ¿De qué maneras puede usted identificar el impacto de su grupo social
imaginario en la lectura de este pasaje?
4. Discuta en clase el impacto de la perspectiva del lector en la interpretación
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Ejercicio No. 2

Grupo No 1.
Imagínese que usted forma parte de un grupo de hombres tradicionales con la
idea de que el lugar de la mujer está en el hogar, que no debe trabajar fuera de
casa y que el hombre es la cabeza y proveedor del hogar.
Grupo No 2.
Imagínese que usted forma parte de un grupo de mujeres jóvenes que han sido
llamadas al ministerio pastoral. Y sabe que algunos hombres y mujeres se oponen
a ese llamamiento.

Cada grupo lea 1 Timoteo 2:8-15

1. Ahora identifique sus sentimientos en la medida en que lee el pasaje


desde la perspectiva de su grupo.
2. ¿Cuál es la perspectiva de Dios que surge de este pasaje para usted?
3. ¿Cómo quiere usted interpretar este pasaje?
4. ¿De qué maneras puede usted identificar el impacto de su grupo social
imaginario en la lectura de este pasaje?
5. Discuta en clase el impacto de la perspectiva del lector en la
interpretación.
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TEMA II

MÉTODOS DE INTERPRETACION BIBLICA5

En toda labor de investigación, los resultados dependen en gran parte de los


sistemas o métodos de trabajo que se empleen. La tarea hermenéutica no es una
excepción, pues el modo de inquirir el significado de los textos determina
considerablemente las conclusiones del trabajo de interpretación. Ello explica la
disparidad de interpretaciones dadas a unos mismos pasajes de la Escritura, con
las consiguientes implicaciones teológicas y prácticas. De allí la vasta diversidad
de propuestas doctrinales que van desde las más radicales y conservadoras hasta
las más flexibles y liberales.

De acuerdo a la afirmación de Martínez, la misión del exégeta es descubrir el


único sentido verdadero que trae el texto, a pesar de lo atractivo de la teoría
del significado múltiple, que plantea la idea de que a un mismo texto se le puede
atribuir sentidos diferentes que permitan y exijan interpretaciones diferentes. En tal
sentido, el éxito en la labor del intérprete depende del método interpretativo que se
aplica siempre en miras de escoger el más adecuado. Por tal motivo en este
capítulo estudiaremos los principales métodos utilizados en la hermenéutica
bíblica:

2.1.- MÉTODO ALEGÓRICO

El método alegórico surgió en la antigua Grecia donde se intentó conectar la


piedad de los griegos nutridos de los poemas de Homero y Hesíodo con la
desarrollada y fuerte filosofía Griega conciliando el conflicto entre el mundo mítico
tradicional y el científico filosófico. Éste método fue adaptado por los pensadores
judíos cristianos de los primeros siglos especialmente por los de Alejandría, tales

5
Martinez, José. Hermenéutica Bíblica. Editorial CLIE. Barcelona España. 1984. p. 65.
22

como Filón, Aristóbulo, Clemente y Orígenes, los cuales buscaban reconciliar la fe


basada en las Sagradas Escrituras con la filosofía Griega.

El método alegórico no se enfoca en lo que plantea el autor originalmente, sino en


que hay un nivel más profundo en el texto que el intérprete le da a través de la
alegoría. La alegoría puede definirse como una ficción donde una cosa representa
o simboliza a otra distinta; el principio alegórico estipula que cualquier tipo de texto
que aparece en la escritura bien sea histórico y aun los que claramente tienen un
significado literal, han de interpretarse sacando de ellos un significado distinto,
oculto a simple vista pretendidamente más rico y profundo. Aunque no desecha el
sentido original o histórico del texto, éstos deben ser reinterpretados con un
aspecto teológico pues son considerados como superficiales ya que el método
alegórico se distingue por una ausencia casi total de preocupación respecto a lo
que el autor sagrado deseó comunicar y por la libertad con que se abren las
puertas al subjetivismo del intérprete.

A continuación presentamos un ejemplo de interpretación alegórica.

 Filón de Alejandría en un comentario bíblico referente a los ríos del Edén (Gen
2:10-4)

“Con estas palabras, Moisés se propone bosquejar las virtudes


particulares. Estas también son cuatro: Prudencia, templanza,
valor y justicia. Ahora bien, el río principal de los cuales salen los
cuatro, es la virtud genérica a la cual ya hemos el nombre de
bondad… Esta virtud genérica, tiene su origen en el Edén, que
es la sabiduría de Dios….” 6

 Clemente de Alejandría en un comentario bíblico sobre Éxodo 15:1 “Yahveh


se ha magnificado grandemente echando en el mar al caballo y al jinete”

“El afecto brutal y de múltiples miembros, la lascivia con su jinete


montado que da rienda suelta a los placeres, son echados al

6
Terry, M.S. Hermenéutica Bíblica. p. 163
23

mar, es decir, son arrojados a los desórdenes del mundo. Así


también platón, en su libro sobre el alma (Timeo) dice que el
auriga y el caballo que huyeron (la parte irracional, que se divide
en dos: la ira u la concupiscencia) caen al suelo; de este modo el
mito indica que fue por el desenfrenamiento de los corceles que
Faraón fue precipitado” 7

El método alegórico llegó a predominar de forma contundente, durante toda la


historia de la iglesia hasta la reforma protestante del siglo XVI. Entre ellos, el más
significativo fue Agustín, quien a pesar de haber estipulado principios
hermenéuticos durante sus obras llegó a afirmaciones tan peregrinas y gratuitas,
muy alejadas del sentido original del texto como la de la mayoría de los padres de
la iglesia.

Como consecuencia de ésta fuerte alegorización en la interpretación de las


Escrituras la tradición cristiana fue alejándose de sus principios y orígenes,
cargándose de elementos ajenos al evangelio que debilitaron la consistencia
teológica y la solidez de las doctrinas apostólicas que al principio impidieron una
mala interpretación e incluso las herejías; sino que fueron direccionándola hasta el
punto de aceptar cualquier interpretación por fantástica y descabellada que
parezca, éstas propuestas eran aceptadas ya que como se mencionó
anteriormente no se enfocaba en línea con el pensamiento del autor bíblico, sino
en que no contradijera al magisterio y la tradición de la iglesia cada vez más
autoritarios.

En la actualidad los peligros de una alegorización desequilibrada recobran fuerza


ya que por caminos y con distintos enfoques se da primacía a la libertad del
intérprete para que así su labor esté en consonancia con el pensamiento del
hombre de hoy.

El problema con este método está en el hecho que cada uno somos diferentes. El
intérprete al analizar el texto lo filtraría por medio de su propia experiencia y no de

7
Ibid. p.164.
24

acuerdo a lo que realmente dice. Usando este método el intérprete pudiera caer
en parcialidad al querer que la Biblia diga lo que él siente logrando que el texto
sea manipulado.

2.2.- MÉTODO LITERALISTA

Su postulado principal es que un texto debe interpretarse en su sentido literal, a


menos que ello sea razonablemente inadmisible, como sucede en el caso de las
metáforas, las fabulas, los símbolos y otras figuras del lenguaje. De forma
equilibrada la aplicación de este método puede incluirse en los métodos históricos
gramaticales, de los que hablaremos más adelante. Sin embargo en una forma
desmedida, el literalismo puede permitir interpretaciones y conclusiones sin
sentido de una frase, una palabra o incluso una sola letra. A través de este método
las interpretaciones pueden llevar a extremos tan originales como descabellados.

Algunos ejemplos que ilustran la interpretación en este método son las


interpretaciones rabínicas que al presentar un profundo respeto hacia la escritura
consideraban sagrado incluso hasta las letras. Otro ejemplo de un mal uso de este
método se puede dar en el Salmo 130:1 si la frase “de los profundos” se interpreta
diciendo que la oración debe practicarse lo más bajo posible. Cuando proverbios
22:9 afirma que “el ojo misericordioso será bendito” implica que se plantea en
forma singular ya que al mirar con dos ojos podrían mirar en distintas direcciones
mientras que un solo ojo dirigirá su mirada en una sola dirección, la del bien.

Hoy día podemos observar muchas predicaciones y escritos pietistas, donde se


toman ciertas frases o palabras de la Escritura para sacar de ella lecciones
espirituales que si bien es cierto pueden ser muy edificantes y no contradicen las
enseñanzas bíblicas, pero no se ajustan al verdadero significado del texto, Tal
práctica siempre trae consigo un riesgo de caer en lo erróneo y en lo extravagante.

Este método literalista, puede ser usado por sus practicantes como expresión de
una mayor fidelidad a la palabra de Dios, lo cual es discutible. Ya que no se
puede probar por ejemplo que los que sostienen los seis días de la creación como
días de 24 horas, son más ortodoxos que quienes ven tales periodos mas o
25

menos largo en el tiempo. De igual forma no es prueba de superioridad


hermenéutica relacionar lo literal con lo histórico y lo figurado con lo místico, ya
que una realidad histórica pudiera aparecer en un lenguaje figurado, como por
ejemplo Génesis 3.

El reto en este sentido es la dificultad para decidir cuándo un pasaje de la


Escritura debe ser entendido en una forma literal y cuando se expresa en lenguaje
figurado.

2.3.- MÉTODO DOGMÁTICO

Ante todo, un dogma es un punto doctrinal adoptado por un grupo religioso; de tal
manera que este método se conforma dentro de lo que un grupo permite.
Realmente afirma que es posible descifrar e interpretar lo escrito en la Biblia
basados en los dogmas de la iglesia. En sí, lo que hace es buscar en la Biblia
pasajes que promuevan interpretaciones acordes con los dogmas ya aceptados.
Aun cuando este es un método muy común en la iglesia tradicional Católico-
Romana, donde la autoridad de la escritura comparte su cetro junto con la
tradición; las iglesias protestantes han caído también en el peligro de dejarse
llevar por los principios confesionales de cada denominación dejando a la
interpretación condicionada al dogma o doctrina de cada grupo confesional. En
este sentido, la labor exegética pasa a ser una servidora de la tradición y de las
organizaciones convirtiéndose en una simple búsqueda de textos favorables para
imponer sus propios esquemas doctrinales a la labor hermenéutica. Según la
tendencia de cada confesión o de cada escuela teológica, se ha hecho uso de
determinados textos con omisión más o menos intencionada de otros e incluso se
han interpretado de forma artificiosa con tal de evitar la contradicción con los
postulados del sistema.

Sin embargo partiendo de una sana teología bíblica, un buen uso de este método,
puede producir la conocida teología sistemática. Enfocada en buscar coherencia
en los elementos de la revelación bíblica, pero admitiendo que no se logrará
26

completar el todo de la interpretación quedando en todo momento abiertos a una


constante revisión de la labor hermenéutica a la luz de las Escrituras ya que no es
la Escritura la que debe interpretarse con una formulación teológica determinada,
sino que es la teología la qie debe someterse en todo momento a los resultados
de una escrupulosa exegesis de las escrituras.

2.4.- MÉTODO LIBERAL

Remonta sus orígenes a la época del renacimiento y la ilustración fundamentado


en el método inductivo de Bacon y Descartes los cuales se enfocaban en llegar a
conclusiones razonables sobre la base de la experimentación, llegando a su
máxima representación en el modernismo de finales del siglo XIX y comienzos del
XX.

Este método cuestiona los elementos sobrenaturales de la escritura, por lo que


excluye la inspiración verbal de la Biblia, los milagros, y en última instancia de
que exista haya un Dios que influye directamente sobre la historia. En definitiva
rechaza todo lo que la razón no puede explicar. Se declara libre para pensar de
forma relativa y situacional, y creer lo que parezca razonable, sin recurrir a otra
autoridad a parte de la propia razón y lógica humana. De igual forma desde esta
perspectiva la interpretación tiene una apertura constante al cambio en los
conceptos teológicos en la medida que el progreso cultural lo hiciese aconsejable,
adapta la teología a las ciencias naturales e históricas, exalta al hombre como
centro del pensamiento y de la acción religiosa, esto provoca la “libertad de
pensamiento y acción” lo que equivale a la eliminación de cualquier traba impuesta
por los prejuicios y convencionalismos tradicionales.

Desde una perspectiva liberal, la explicación que se daría a Mateo 14:25, donde
leemos que Jesús caminó sobre el mar siguiendo este método, es que el Señor
ando fue sobre la orilla. Finalmente en Éxodo 14:21-27 tenemos el caso de Israel
cruzando el Mar Rojo. La explicación de que el nivel del agua era bajo, no es
suficiente ya que no explica cómo se ahogaron entonces los egipcios. Y así gran
27

cantidad de pasajes que enfocan una perspectiva más lógica y racionalista del
texto.

2.5.- MÉTODO HISTÓRICO CRÍTICO

Éste método tiene sus raíces en la expansión del humanismo y puede ser
considerado como producto del liberalismo teológico del que hablamos
anteriormente adquiriendo con el tiempo su propia identidad como método
hermenéutico. Llegando a ser uno de los instrumentos más indispensables y
aceptados en varios sectores de las ciencias bíblicas, al punto que para algunos
se trata del método por excelencia.

El propósito de este método es descubrir el sentido de los textos bíblicos dentro


del contexto de la historia de Israel, en el caso del Antiguo Testamento, o de la
primera tradición cristiana en el del Nuevo Testameto. En cualquier caso, se trata
de llegar a la interpretación aplicando científicamente la razón histórica mediante
sus mejores técnicas. Este objetivo es muy favorable, y el método, correctamente
aplicado, es útil ya que incluye la investigación de datos tales como autor fecha en
que el libro fue escrito, posibles fuentes de información usadas por el autor bíblico,
fondo histórico, género literario, peculiaridades lingüísticas, información
arqueológica o procedencia de otras fuentes literarias y cuanto de algún modo
puede contribuir a iluminar el texto y determinar su significado. Esto ha provocado
que en la actualidad aún los exegetas más conservadores reconocen el valor de
este método. Pero a lo largo de la historia ha sido usado constantemente con una
subordinación total a presupuestos filosóficos, privándolo de su carácter histórico y
conduciendo a falsas conclusiones que ponen en tela de juicio o niegan la
veracidad histórica de numerosos pasajes bíblicos. Paradójicamente, en este mal
uso del método histórico-crítico han caído además de los teólogos liberales
muchos de los teólogos conservadores, inundando nuestros seminarios con este
método de interpretación.
28

Aunque en un principio la crítica histórica se practicó con el convencimiento de


que la verdad bíblica es divina, inmutable, lo que la sitúa por encima de todas las
contingencias y situaciones históricas. Pero en el transcurso del tiempo la crítica
histórica se radicaliza y la fuerza del racionalismo se hace imponente en el
método, al punto de llegar a uno de los lugares más destacados en el movimiento
histórico-crítico ocupado por Julius Wellhausen (1844-1918). El cual,
Apoyándose en ideas de críticos anteriores (Eichhorn, A. Geddes. H. Ewald, E.
Reuss, W. de Wette y K. H. Graf), alcanzó gran renombre por su teoría
documentaria relativa al Pentateuco (o «Hexateuco»). Con él y su escuela se
llegaba a una de las cotas más altas en la crítica histórica. No sólo se descartaba
la paternidad mosaica del Pentateuco y los conceptos tradicionales sobre
composición y autoría de otros libros de la Biblia -sobre todo del Antiguo
Testamento-, sino que se cuestionaba la totalidad de la estructura de la historia
israelita y de su religión. Wellhausen y sus colaboradores basaron su crítica en la
concepción hegeliana de la historia expresada en términos de evolución. La
religión hebrea no era resultado de una revelación divina; había surgido de otras
formas primitivas, al Igual que otras religiones. Ni los patriarcas ni Moisés fueron
monoteístas. Moisés introdujo el culto a Yahveh como el primero entre otros
dioses. El yahvehísmo llegó a imponerse gracias a la influencia de los grandes
profetas, a la reforma deuteronómica. y a los efectos purificadores del exilio. Aun
muchos de los admiradores de esta escuela han debido admitir que el esquema
evolucionista de Wellhausen es demasiado simple y que sus análisis han de ser
sometidos a revisión, máxime si se toman en consideración los grandes
descubrimientos arqueológicos más recientes y los métodos actuales de las
ciencias históricas.

2.6.- MÉTODO GRAMÁTICO-HISTÓRICO

El método Gramático Histórico es según la perspectiva del curso el más eficiente


para llevar a cabo la práctica de una interpretación lo más equilibrada. Tal como
su mismo título indica, tiene por objeto hallar el significado de un texto sobre la
29

base de lo que sus palabras expresan en su sentido llano y simple a la luz


del contexto histórico en que fueron escritas. La interpretación se efectúa de
acuerdo con las reglas semánticas y gramaticales comunes a la exégesis de
cualquier texto literario, en el marco de la situación del autor y de los lectores de
su tiempo. Es tarea del intérprete determinar con la mayor precisión posible lo que
el hagiógrafo quiso realmente decir. Salvo casos excepcionales (algunas
profecías, por ejemplo; véase 1 P. 1:10-12), los escritores bíblicos sabían bien lo
que habían de comunicar, y su lenguaje, en toda su variedad de géneros y estilos,
significaba lo que decía. Atribuir a un pasaje significados acordes con la
«comprensión previa» o los prejuicios del intérprete, pero ajenos a la intención del
autor, no es interpretar, sino violar el texto.

Este método gramático-histórico, ya tuvo sus antecedentes en la escuela de


interpretación de Antioquía en el siglo IV (Teodoro de Mopsuestia y Juan
Crisóstomo), pero fue revitalizado por los reformadores del siglo XVI. Tanto Lutero
como Calvino insistieron en que la función del intérprete es exponer el texto en su
sentido claro, a menos que la naturaleza de su contenido obligue a una
interpretación figurada.

El estudio gramático-histórico de un texto incluye su análisis lingüístico (palabras,


gramática, contexto, pasajes paralelos, lenguaje figurado, etc.) y el examen de su
fondo histórico. Esto a través del dominio y estudio de las lenguas bíblicas, así
como de la crítica textual.

2.7.- REGLAS BÁSICAS PARA INTERPRETAR

De acuerdo al método gramático – histórico hay ciertas reglas básicas que se


deben llevar a cabo para la interpretación, ellas son:

1. Dejar que la Biblia sea su propio intérprete cada vez que sea posible.
2. Tomar literalmente, lo más posible, las palabras de la Biblia. Sólo
debe buscarse el significado figurado cuando el literal carezca de sentido.
30

3. Colocar todas las interpretaciones hechas dentro del contexto del cual
fueron tomados los pasajes, para ver si se ha cometido alguna arbitrariedad
en la interpretación.
4. Considerar el tema o propósito del libro cuando se intérprete un pasaje
específico de dicho libro.
5. Ser reflexivo al hacer la interpretación. Evitar los juicios acelerados. Buscar
las razones que pudieran demostrar que su interpretación es incorrecta.

TEMA III

EL AMBIENTE DE UN PASAJE

Para poder acercarnos a recibir la primera intención en el mensaje del autor, es


necesario investigar el trasfondo histórico y así adentrarnos en la vida del escritor,
conocer su estilo de escribir y detectar las emociones que le De igual manera,
para tener una idea más o menos completa del fondo histórico de un texto, es
necesario recoger y comparar los datos que permiten al intérprete acercarse al
máximo de la situación contextual en que el autor se enmarcaba. Destacamos a
continuación los más importantes:

1. Datos Geográficos

La geografía, la hidrografía, la climatología, la flora y fauna, etc., del lugar


correspondiente pueden ayudarnos a entender más claramente determinados
pasajes. La parábola del buen samaritano (Lc.10:30-35) resulta más vívida si
pensamos en lo abrupto del terreno rocoso entre Jerusalén y Jericó, muy
adecuado para proveer de escondrijos a bandidos y maleantes de toda calaña. La
solitaria ruta, no sin razón había recibido el nombre de “camino de sangre”.

2. Época o Momento Histórico

Las circunstancias históricas (políticas, sociales, religiosas, etc.) relativas a un


texto dado son igualmente importantes. Nos permiten aproximarnos más al mundo
del autor, a los problemas, las inquietudes y las perspectivas que éste tenía ante
31

sí y que en parte figuraban su mensaje. Uno de los grandes textos de Amós,


“Buscadme y viviréis” (5:4), va seguido de una exhortación que, lógicamente, ha
de tener una importancia paralela: “No busquéis a Betel, ni entréis en Gilgal, ni
paséis a Beerseba” (5:5). ¿Qué razón había para esta prohibición? Simplemente
un destino nefasto reservado para estas ciudades. En días de Amós, aquellas
poblaciones de gratos recuerdos vinculados a los patriarcas y a Samuel, se habían
convertido en centros idolátricos a los que los israelitas acudían con entusiasmo
en tanto que deslealmente abandonaban a Yahvé. La opción entre el culto al Dios
verdadero y la idolatría de aquellos santuarios era una cuestión de vida o muerte.

3. Circunstancias Generales

Las circunstancias generales tienen que ver con aquello que involcra el medio en
que se desarrolla la vida del autor y del texto, en tal sentido pueden dividirse en
políticas, sociales, culturales y religiosas.

4. Circunstancias Especiales Relativas al Autor

No todos los libros de la Biblia pueden ser atribuidos con certeza a un escritor
determinado. En no pocos casos la autoría es uno de los factores más
controvertidos en toda instrucción bíblica. Pero cuando se sabe quien fue el autor
de un texto bíblico, es mucho lo que su personalidad, sus creencias distintivas, sus
experiencias y sus circunstancias particulares pueden aportar para la recta
comprensión de lo que escribió. El Salmo 32 es generalmente atribuido a David.
Su contenido en si es inspirador; pero indudablemente su capacidad aumenta
cuando lo relacionamos con la horrible caída del rey de Israel que le llevó al
adulterio y al asesinato (2.Sm.11). El dolor de David durante el tiempo de reflexión
hasta su encuentro con el profeta Natán, su arrepentimiento y su restauración se
reflejan vívidamente en los versículos 3-5 del Salmo.

5. Circunstancias Relativas al Destinatario

¿A quién va dirigido un libro determinado de la Biblia? Si no se conoce de modo


concreto el destinatario, ¿A quién tenía el autor en mente de modo especial? Si el
32

pasaje contiene un discurso, ¿Quiénes fueron los oyentes y en qué circunstancias


lo escucharon? La respuesta a estas preguntas también nos suministra datos
hermenéuticos de valor.

Los mensajes de Hageo y Malaquías ganan significado cuando pensamos en la


situación existencial de los judíos que habían regresado de la cautividad. La
dureza de Pablo al escribir a los Gálatas se comprende si valoramos
adecuadamente la gravedad del giro doctrinal que se estaba efectuando en ellos.

6. Ocasión del Escrito y Propósito del Escritor

En no pocos casos, este factor está muy vinculado al anterior. Las particulares
circunstancias de los destinatarios constituían básicamente el motivo para escribir
con miras a instruirlos, alertarlos o corregirlos según el caso, lo que determinaba la
finalidad del libro. Por ejemplo el propósito del libro del Génesis es ensalzar a Dios
como creador y soberano, como el Dios que revela, Dios de santidad y de gracia,
Dios que rige los destinos de hombres y pueblos según propósitos que el hombre
no puede frustrar.

7. Lo Permanente y lo Temporal de la Escritura

Una cuestión importante al interpretar la Biblia es la determinación de aquello que


tiene un carácter invariable y general y lo que sólo fue transitorio o particular.
Atribuir a todos los textos una vigencia perenne nos llevaría a grandes errores, a
veces graves por sus desviaciones ético-sociales e incluso espirituales.

Sería absurdo pensar que todas las leyes dadas a los israelitas han de seguir
vigentes hoy en día ¿Cómo podríamos obedecerlas? En caso de supuesto
adulterio, ¿Exigiríamos a una mujer que demostrase su inocencia ingiriendo
una pócima malsana, como se preceptúa en Números 5:11-31? ¿Habríamos de
establecer ciudades de refugio para que los homicidas involuntarios pudieran
hallar asilo en ellas, como se ordena en Números 35, Deuteronomio 19:1-13, etc.?
Hacer la pregunta ya es contestarla. ¡Evidentemente no! Esas leyes corresponden
33

a una sociedad antigua completamente distinta de la nuestra aceptarlas y tratar de


aplicarlas a nuestra sociedad compleja sería totalmente ridículo.

La orden dada por Jesús al joven rico (Marcos 10:17-22) extendida a todos los
seguidores de Cristo y literalmente cumplida, acarrearía a la iglesia grandes
dificultades y resolvería muy pocos problemas, aunque por supuesto, la esencia
de aquel mandato de Jesús, es decir, la necesidad de renunciar a todo cuanto
pueda impedirnos seguirle, si tiene muna alcance general y permanente.

TEMA IV

LENGUAJE FIGURADO

Mientras se desarrolla el proceso de interpretación, especialmente a través del


método histórico-gramatical es importante que el estudiante pueda comprender las
figuras del lenguaje como parte del análisis lingüístico del texto. Aunque podría
darse la impresión de que el método gramático-histórico sólo es aplicable a textos
que admiten una interpretación rigurosamente literal ya hemos discutido que la
variedad de contenido literario de las Sagradas Escrituras, podemos encontrar
pasajes con contenido global donde aparecen palabras o frases en sentido
figurado las cuales hay que conocer y trabajar durante la interpretación.

Se dice que una palabra tiene sentido figurado cuando expresa una idea diferente
de la de su acepción literal. En este caso se produce un cambio de significado. De
ahí que a las figuras de lenguaje se les dé también el nombre de «tropos»,
transliteración del término griego, que significa vuelta o cambio. Este fenómeno
lingüístico es universal, ya que no existe ninguna lengua en la que haya una
palabra para cada concepto, material o abstracto. Una persona de mediana cultura
tiene a su disposición un caudal de veinte mil a treinta mil palabras. Pero suman
cientos de miles los objetos, hechos, ideas, sentimientos y experiencias que en un
momento dado ha de poder identificar o expresar mediante el lenguaje. Aparte de
34

su necesidad, los tropos son un medio insustituible para dar mayor viveza y
elegancia de estilo -a veces incluso mayor claridad- al discurso o al texto escrito.

Tratemos de sustituir el lenguaje figurado de las grandes afirmaciones de Jesús


sobre sí mismo por frases equivalentes sin figuras y notemos la diferencia en la
impresión que el cambio nos produce. En vez de «Yo soy la luz del mundo», «Yo
soy el mediador de la verdad y la justicia que han de salvar el mundo»; o en vez
de «Yo soy el pan de vida», «Yo soy lo que vosotros imprescindiblemente
necesitáis para tener vida». Aun el menos dotado de sensibilidad literaria advertirá
la superioridad de las frases figuradas en ambos casos:

Por otro lado, el hombre ha tenido tendencia desde tempos remotos a establecer
comparaciones y analogías, por lo que infinidad de figuras de lenguaje han surgido
de modo espontaneo, natural sin que su comprensión haya planteado la menor
dificultad. Cuando, por ejemplo, se afirma que tal o cual persona es una lumbrera,
que tal o cual político es un camaleón, todos entendernos bien lo que se quiere
decir. Por eso en muchos casos el Lenguaje figurado sólo exige para su
interpretación estar familiarizado con el usus loquendi de cada expresión, es decir,
con.1o que el tropo significaba en el mundo del autor. Esta información puede
obtenerse por lo general, en diccionarios o buenos comentarios.

La inmensa mayoría de las figuras del lenguaje que hallamos en la Escritura están
tomadas del entorno del autor. Los profetas del Antiguo Testamento recurren una
y otra vez a los elementos pictóricos de su mundo, tanto los referidos a la
naturaleza como los relativos a las mil y una actividades humanas. Todo se
convertía en fuente de ilustración; todo enriquecía y vigorizaba el lenguaje como
convenía en la comunicación de un mensaje que frecuentemente entrañaba
decisiones de vida o muerte. En el Nuevo Testamento también abundan los tropos
derivados del contexto existencial. Jesús mismo fue verdadero maestro en el uso
de este material. Dejando a un lado sus parábolas, a las que oportunamente
dedicaremos un capítulo entero, podemos recordar sus múltiples alusiones a seres
del mundo animal (zorras, camellos, ovejas, gorriones, peces, escorpiones, etc.),
35

del remo vegetal (lirios, cañas, higueras, etc.), del mundo inanimado (señales
meteorológicas, relámpagos, piedras, polvo), de las, actividades laborales
(siembra, siega, trilla, pastoreo, construcción. administración), de las relaciones
familiares (entre padres e hijos, entre esposos, entre amigos, etc.), de los objetos
más usuales (lámpara, vestido, comida, sal, agua, etc.), de la esfera política
(reyes, gobernadores, reinos en conflicto). La enumeración podríamos prolongarla
aun bastante más. Y la impresión que nos produce ese casi constante uso que
Jesús hace de las imágenes del mundo exterior es que, con toda naturalidad, su
mensaje es comunicado no mediante proposiciones abstractas, sino mediante un
lenguaje enraizado en la vida cotidiana de sus oyentes. Pero precisamente a
causa del hondo contenido vital del habla de Jesús es indispensable captar no
sólo la belleza retórica de sus figuras, sino las sublimes verdades que en ellas se
atesoran y que posiblemente nos pasarían desapercibidas de haber sido
expuestas de manera menos pictórica. Algo parecido podemos decir respecto al
lenguaje figurado de toda la Biblia. Para resumir podemos identificar algunas
razones para el uso del lenguaje figurado:

 Para hacer que se acepte una idea nueva. Para dar potencia o fuerza a una idea
 Para comunicar cierto aspecto de su significado. Para adornar una idea.
 Para suavizar un pensamiento fuerte y presentarlo con tacto y decoro.

Consideremos ahora los tropos más usuales clasificados en dos grupos: figuras
simples o breves y figuras compuestas o extensas.

FIGURAS SIMPLES

1. El Símil
La palabra clave que describe a esta figura SEMEJANTE. De tal manera que
hablamos de un producto similar. El concepto es una comparación que se
caracteriza por el uso de la palabra “COMO“. Veamos lo que dice el salmo
36

102:6 “Soy semejante al pelícano del desierto; soy como el búho de las
soledades”.

Algunos otros Ejemplos:


__________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________

2. La Metáfora

Es una comparación implícita que no se expresa formalmente como en el símil. No


aparece, pues, en ella la conjunción «como». Por ser más breve, suele ser
también más vigorosa, más aguda. Observemos, por ejemplo, la diferencia entre
el símil de Os. 13:8: (<<Allí los devoraré como una leona») y la metáfora de Gn.
49:9 (cachorro de león, Judá»). Las metáforas abundan en el Antiguo Testamento,
sobre todo las de tipo antropomórfico8 como por ejemplo “No se ha acortado la
mano de Jehová para salvar” (Is. 59:1). En el Nuevo Testamento, se destacan
especialmente las metáforas que Jesús usa para describir rasgos esenciales de su
persona y de su obra: “Yo soy el pan de vida” (Jn. 6:35). “Yo soy la luz del
mundo”» (Jn. 8:12). “Yo soy la puerta” (Jn. 10:7). “Yo soy el buen pastor” (Jn. 10:
11). No siempre el significado de la metáfora aparece con claridad. En tal caso
puede resultar útil la consideración de los usos y costumbres de la época del
escritor. Por ejemplo En Dt. 32:40 se presenta a Dios haciendo una singular
declaración: “Yo alzaré a los cielos mi mano y diré: Vivo yo para siempre” En la
acción antropomórfica de “alzar la mano” hay una clara alusión a la práctica de
levantar la mano hacia lo alto en el momento de hacer un juramento.
Otros Ejemplos:
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________

3. El Pleonasmo

8
Un antropomorfismo, consiste en darle a una Divinidad caracteristicas humanas.
37

Es una expresión en la que se emplea la redundancia. Los vocablos innecesarios


con objeto de dar mayor vigor al lenguaje. Ejemplo: “Y el jefe de los coperos no se
acordó de José, sino que le olvidó” Gn. 40:23

4. La Hipérbole

Exageración evidente que tiene por objeto aumentar el efecto de lo que se dice.
Es bien conocida la de Jn. 21 :25. (Hay también muchas otras cosas que Jesús
hizo, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo
cabrían los libros que se habrían de escribir.») Otros ejemplos serían. Otros
ejemplos:__________________________________________________________
__________________________________________________________________
_______________________________________________________________
5. La ironía

Mediante ella se da a entender lo contrario de lo que se declara. Agudamente


irónico es el lenguaje de Elías en su confrontación con los sacerdotes de Baal (l R.
18:27). No lo es menos el de Job en su diálogo con Zofar: “¡Qué gente tan
importante sois, con vosotros morirá la sabiduría!” (NBE). O el de Pablo en 1
Corintios: «Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis» (l Co. 4:8).

Otros Ejemplos:
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________

6. La paradoja

Es el empleo de expresiones que envuelven una contradicción aparente. La


hallamos en textos como Mt. 10:39 “El que halla su vida la perderá, y el que pierde
su vida por causa de mí la hallará” y 2 Co. 4:18: “No mirando nosotros las cosas
que se ven, sino las que no se ven»), entre otros.

Otros Ejemplos:
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__________________________________________________________________
38

7. La atenuación o litote

Esta figura consiste en no expresar directamente lo que se piensa, sino negando


lo contrario de aquello que se quiere afirmar. En forma de litote expresa Jesús su
promesa del Espíritu Santo: “Seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no
muchos días» (Hch. 1:5), equivalente a “dentro de pocos días”. El mismo tropo usa
Pablo al referirse a los judíos que «no agradan a Dios» (l Ts. 2:15). Es una forma
atenuada de decir que «desagradan» u «ofenden» gravemente a Dios, como se
desprende del contexto.

Otra modalidad del litote es el empequeñecimiento de una persona o cosa con


objeto de ensalzar otra. «Soy polvo y ceniza», exclama Abraham (Gn. 18:27)
cuando, en su intercesión por Sodoma y Gomorra, trata de exaltar la grandeza y
justicia de Dios.

Otros Ejemplos:
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__________________________________________________________________

8. El eufemismo

Es un modo de sugerir con disimulo y decoro ideas cuya expresión franca y literal
resultaría demasiado duro o malsonante dándole otros nombre pero con un
sentido enfocado en el tema, se usa especialmente para referirse a palabras que
tienen que ver con sexualidad y muerte. Por ejemplo en las prescripciones sobre
moralidad sexual en Levítico 18 Se hallan varias expresiones eufemísticas.
«Llegarse a» (v. 6) lo cual significa acercarse con el propósito de llegar a la
relación Sexual y “descubrir la desnudez” denota el mismo acto, si bien a veces
implica también la idea de contraer matrimonio. Así con un lenguaje delicado se
desarrolla un tema escabroso.

Otros Ejemplos:
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9. La Personificación

Consiste en distribuir características personales a objetos inanimados atribuyendo


características o acciones propias de personas a seres que no lo son. Esta figura
es frecuente en el Antiguo Testamento, particularmente en los textos de carácter
poético; y no faltan aquellos en que la personificación es múltiple, como sucede en
el Salmo 114. En esta composición el mar ve y huye, el Jordán retrocede, los
montes y los collados saltan y la tierra tiembla. Lo mismo observamos en
Habacuc. 3:10.

Otros Ejemplos:
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10. El Apóstrofe

Es la interrupción del discurso para dirigirse a una persona o cosa personificada.


Son pues palabras dirigidas a una persona presente o ausente; a algún objeto sin
vida o a una idea abstracta, como si tuvieran vida o pudieran oírlas. En Mateo
23:1-8 – El Señor se dirige a la gente y a sus discípulos refiriéndose acerca de los
escribas y los fariseos.

Otros Ejemplos:
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FIGURAS COMPUESTAS

De igual manera el lenguaje figurado no se limita a los tropos que acabamos de


considerar. A menudo también se ve reflejado en formas más complejas y
extensas, relativamente claras en algunos casos y oscuras en otros. Tener una
idea correcta de sus características es esencial para su interpretación. Por ello nos
ocuparemos brevemente de las más importantes. Ellas son la parábola; la
alegoría, la fábula y el enigma
40

1. Las Parábolas

La parábola es una historia que usa situaciones imaginarias (de la vida real) de las
que por comparación, se deduce una lección moral o religiosa. Etimológicamente,
el nombre parábola corresponde al verbo paraballō, que literalmente significa
poner al lado, comparar. En efecto, la parábola se caracteriza porque implica la
comparación de objetos, situaciones o hechos bien conocidos –tomados de la
naturaleza o de la experiencia- con objetos o hechos análogos de tipo moral
desconocidos. De aquellos (la imagen) se deducen éstos (la realidad que se
pretende enseñar). Imagen y realidad se encuentran en el punto de comparación,
común a ambas El uso de las parábolas era común tanto entre los griegos como
entre los judíos. Sin duda, unos y otros habían descubierto su efectividad, no sólo
como recurso retórico, sino como valioso auxiliar didáctico. En las enseñanzas de
Jesús las parábolas ocupan un lugar prominente, pero también notamos su
aparición en el Antiguo Testamento, como en Isaías 5:1-8 (la parábola de la viña),
Ezequiel 17:1-24 (la parábola de las águilas y la vid).

Otros Ejemplos:
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2. La alegoría

Es una sucesión de metáforas, generalmente combinadas en forma de narración,


de cuyo significado literal se prescinde. Su característica principal es la pluralidad
de sus puntos de aplicación, a diferencia de la metáfora simple en la que el
punto de comparación y aplicación es solamente uno. Si tomamos como
ejemplo la alegoría del buen pastor (Jn. 10:7-18), observamos que las palabras
clave, que son otras tantas metáforas, son varias. Además de “pastor”,
encontramos “ovejas”, “rebaño”, “ladrones y bandidos”, “asalariado”, cada una de
las cuales expresa figuradamente una realidad de diferente tipo. El pastor es
Cristo; las ovejas, sus discípulos; los ladrones y los asalariados, los falsos guías
religiosos del pueblo.
41

Antes de proseguir hemos de hacer notar y recalcar la diferencia entre alegoría y


alegorización. La alegoría es un medio legítimo usado por algunos autores bíblicos
para enseñar. La alegorización es, como vimos, un método de interpretación
mediante el cual el intérprete da arbitrariamente a un texto un significado que se
aparta completamente del pensamiento y propósito del autor. Tanto en el A.t como
en el N.T el uso de la alegoría se encuentra muy limitado, pero cuando aparece se
distingue por la fuerza del mensaje que transmite.

Otros Ejemplos:
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3. La Fábula

Es una composición literaria en que por medio de una ficción, se da una


enseñanza moral; en ella intervienen seres inanimados o seres vivos irracionales
que actúan o hablan como si fuesen personas. En la Biblia solo hay dos fábulas,
contenidas ambas en el Antiguo Testamento:

- La de Jotán (Jue. 9:1-21), en la que con gran vivacidad y patetismo


se denuncia la torpeza de Abimelec y de los siquemitas que le
secundaron haciéndole rey.

- La de Joás (2.R. 14:9), en el sarcástico mensaje dirigido por el rey


de Israel contra el arrogante Amasías, rey de Judá.

En ambas el contexto es suficientemente iluminador, por lo que la interpretación


no presenta ninguna dificultad.

4. El Enigma

Es un dicho de sentido artificiosamente encubierto. Su propósito es precisamente


intrigar, despertar el deseo de averiguar lo que se encubre y se usa
42

deliberadamente para probar la capacidad de comprensión de quien escucha.


Esta finalidad aparece claramente en el relato bíblico sobre la visita de la reina de
Seba a Jerusalén: “La reina de Seba oyó la fama de Salomón y fue a desafiarlo
con enigmas”. El libro de Proverbios fue escrito, como reza en su introducción,
para entender “proverbios y refranes” (Pr. 1:6), literalmente dice “proverbios y
enigmas”, del hebreo “ meliah”.
En la Biblia encontramos varios enigmas, a veces en forma de adivinanzas.
Algunos de ellos tienen su explicación en el texto. Por ejemplo, el propuesto por
Sansón a los filisteos (Jue. 14:14; véase v. 18). Otros pueden interpretarse a la luz
de su contexto inmediato, de pasajes paralelos y de la enseñanza global de las
Escrituras; tal es el caso de las palabras de Jesús a Nicodemo: “El que no nace de
nuevo no puede ver el Reino de Dios” (Jn. 3:3); o de su declaración junto al pozo
de Sicar: “Yo tengo para comer un alimento que vosotros no sabéis” (Jn. 4:32).
Otros Ejemplos:
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43

TEMA V

TIPOS Y SÍMBOLOS

Los tipos y los símbolos como las figuras del lenguaje expresan algo distinto de lo
indicado en el sentido literal. La diferencia con el lenguaje figurado de la Bíblica
es que es común a cualquier otra literatura, mientras que la tipología, y en parte la
simbología, están determinadas por el contenido mismo de la escritura. Surge
básicamente de indicaciones contenidas en la propia revelación.

5.1.- TIPOLOGIA

El termino griego Typos del que se deriva la palabra “tipo” aparece 14 veces en el
Nuevo Testamento. En Romanos 5:14 la encontramos bajo la traducción de
“Figura”. En 1 de Corintios 10:6,11 la encontramos traducida como “Ejemplo”.

El tipo es figura de alguna realidad espiritual futura. Esta figura fue preparada por
inspiración divina.

En segundo lugar, tipo es el establecimiento de conexiones históricas entre


determinados hechos, personas, o cosas Tipos del Antiguo Testamento y
hechos, personas, o cosas semejantes Anti-tipos del Nuevo Testamento.
44

Para tener una idea correcta de esta parte de la hermenéutica y para hacer un uso
adecuado de la misma, es fundamental, tener en cuenta sus características
esénciales:

1. Tanto el Tipo como el Antitipo son realidades históricas que se corresponden


sin forzarlos. Si falta el carácter de realidad objetiva en el Antitipo, ya no tenemos
un caso de relación auténticamente tipológica; nos hallamos ante una mera
ilustración o ante la alegorización de un pasaje del Antiguo Testamento. No
podemos considerar la victoria de David sobre Goliat, un acontecimiento. Como,
tipo de valor Cristiano; una cualidad moral. En cambio, entre la colocación de la
serpiente de metal en lo alto de un palo en el desierto y la crucifixión de Jesús si
existe una clara relación Típica. (Juan 3:14).

2. El Tipo y el Antitipo tienen un punto de conexión aunque en todos los demás


puntos no se asemejen para nada: Jonás es tipo de Cristo (Mateo 12:40). Pero la
relación tipológica entre no y otro se establece únicamente entre la permanencia
del profeta entre el vientre del pez “por tres días y tres noches” seguida de su
liberación; y la sepultura de Jesús, seguida de su resurrección. El Tipo es
perfectamente válido a pesar de que en tanto otros aspectos el rebelde, racista e
irascible Jonás nada tuviera en común con aquel que fue “manso y humilde de
corazón” y “amigo de pescadores”.

El tipo siempre tiene un carácter productivo y descriptivo: Es “sombra de lo que va


a venir” (col. 2:17; He 10,1). Limitándonos a los sacrificios mosaicos, observamos
que estos no solo preanuncian el sacrificio de Cristo, sino que señalan algunas de
sus cualidades esenciales: Su carácter purificador (He 9, 13-14), su valor
acreditativo para una obra de mediación (9: 24-26), etc.

3. Los tipos avalados por el nuevo testamento, se refieren a lo más sobresaliente


de la persona y la obra de Cristo o de su aplicación en la experiencia cristiana:
Esto debiera prevenirnos contra la búsqueda incontrolada de detalles del antiguo
testamento con el propósito de convertirlos en tipos correspondientes o antitipos
insignificantes.
45

4. En todo tipo debe distinguirse lo verdaderamente típico de lo accesorio: Si un


objeto en su conjunto es un tipo no debe deducirse que cada una de sus partes
tiene también su propia entidad típica. Uno de los ejemplos mas claro es el
tabernáculo israelita (He 8:5) globalmente, al igual que algunos de los objetos en
el contenido, es evidentemente típico; pero ver en cada uno de los materiales, en
cada una de las medidas y en cada uno de los colores el tipo de alguna realidad
superior seria traspasar los limites de una tipología sensata.

5. El punto es determinado por Dios mismo, no por la fantasía humana:


Responde al programa de la revelación establecida por Dios desde el principio con
visión global de la historia de salvación. En el nuevo testamento tenemos
suficientes claves para precisar lo que del antiguo de ser considerado tipo sin
ningún género de vida. El carácter tipológico de Melquisedec (He7: 1-3 y 7:15-17)
o el de la pascua israelita (Lc 22:14-20) es incuestionable

NOTA: Cometeríamos un error y posiblemente pasaríamos al campo de la


alegorización si pasáramos al Cap. 24 del libro de Génesis y afirmaríamos que el
mayordomo de Abraham es tipo del Espíritu Santo y que revela lo que es de la
iglesia. Debe distinguirse entre el tipo y la mera ilustración.

5.1.1.- CLASES DE TIPOS

1. Tipos personales: como en el caso de Abraham que es tipo de todos los seres
humanos que serian justificados por la fe (Gn 15:6; Rm 4:3; Gal 3:6).

2. Tipos de materiales. Por ejemplo el lugar santísimo el tipo del cielo mismo
(He 10:19-24).

3. Tipos animales: Por ejemplo, la sangre de los animales sacrificados, es el tipo


de la sangre de Cristo vertida en el calvario para perdón de pecados (He 9:13-22)
46

4. Tipo institucional: El sábado es la figura de descanso eterno de los creyentes


(He 4: 4-9). La pascua, de la cena del señor (Mt 26:17-29; Mr 17. : 12-25 y Lc
22:7-32).

5. Acontecimientos de este mundo: El éxodo de los israelitas tiene un claro


antitipo en la liberación del pecado por Cristo en cuanto creen en El. (Rm 6: 17-18;
Gl 5:1 y 1P1: 17-19). El diluvio en ciertos aspectos es tipo del bautismo (1P 3: 20-
21), etc.

5.2.- SÍMBOLOS

Desde el punto de vista hermenéutico, el símbolo tiene mucho en común, por lo


que ambos pueden llegar a confundirse. A menudo hay diversidad de opiniones
entre las exegetas en el momento de decidir si un objeto es lo uno o lo otro. En
cierto sentido, todos los tipos podrían ser considerados como símbolos, pero no
todo: Los símbolos son tipos, la diferencia radica en lo que ya señalamos
anteriormente en que el tipo tiene su confirmación y frecuentemente su
explicación en el nuevo testamento, requisito que no distingue necesariamente al
símbolo.

El símbolo es un ser un objeto que representa un concepto abstracto, invisible,


por alguna semejanza o correspondencia. Así el perro es símbolo de fidelidad; la
balanza, de justicia; el cetro, de autoridad; la bandera, de la patria; el ramo de
olivo, de la paz; etc.

Hay símbolos que son netamente bíblicos y se refiere a aspectos determinados de


las obras de Dios en su relación con los hombres por ejemplo el simbolismo del
arco-iris a llegado a universalizarse, pero tiene su origen en la promesa de Dios a
Noé de que nunca mas sobrevendría otro diluvio.

Nos encontramos de hecho, ante una de las partes más difícil de la hermenéutica
pues el símbolo es elemento esencial en numerosas porciones de la escritura,
particularmente en los libros proféticos y sobre todo en los apocalípticos. A
47

menos que se adopte sólida norma fundamental, de un mismo texto surgirán las
más diversas interpretaciones, alguna de ellas realmente peregrina o
extravagantes.

5.2.1.- DIFICULTADES EN LA SIMBOLOGÍA

- Un objeto determinado no siempre tiene el mismo simbolismo. El fuego


puede ser simbólico de purificación (1 P 1: 7), pero también de juicio (Is 31:9; 66:
24); El agua puede simbolizar lavamiento moral (Ef 5:26), pero también la
salvación (Jn 4:14) o la vida en abundancia dada por le Espíritu Santo (Jn 7: 38-
39); La levadura se usa como símbolo de maldad (1 Co 5:7; Mt 16:6; Lv 2:11) pero
también como símbolo de algo que promueve el crecimiento de las cosas
buenas(Mt 13: 33). Por eso, él interprete ha de decidirse no por el significado
que más abunde en la escritura, sino por el que este mas en consonancia
con el contexto.

5.2.2.- CLASIFICACION DE LOS SIMBOLOS.

1. OBJETOS MATERIALES. Puede servirnos de ejemplo de símbolo material el


arca de testimonio colocada en el lugar santísimo de tabernáculo (ex 25). La forma
cubica del sacrosanto recinto ya nos habla de la perfección absoluta del lugar en
que Dios habita con toda la gloria de su santidad (comparece la descripción de la
Jerusalén celestial Ap 21-16). En el nuevo testamento el pan y el vino de la cena
del Señor, representa el cuerpo y la sangre de Cristo, su entrega plena a la,
muerte que había de abrir a los hombres la puerta de la salvación.

2. HECHOS MILAGROSOS: Pueden servirnos de ejemplo, el querubín con la


espada encendida a la puerta de edén (Gn 3: 24) ,símbolo de ruptura en la
comunión del hombre con Dios; y la columna de nube y fuego que de día y de
noche iba delante de los israelitas (Ex 13: 21-22) , símbolo de la protección y
dirección de Dios.
48

3. ELEMENTOS Y VISIONES PROFETICAS: Muchas veces se añade al


símbolo su significado. Por ejemplo en las profecías de Jeremías (la vara de
almendro y la olla hirviente; Jer 1: 10-12) cuyo significado es explicado por Dios
mismo; en las profecías de Amos, la canastilla de fruta madura (8:1-3), símbolo de
la inminencia del juicio de Dios sobre Israel, en las de Ezequiel los huesos secos
que se recubren de tendones, carne y piel para alojar un nuevo espíritu (37: 1-14);
Figura de un Israel restaurado. Sin embargo, en muchos otros casos las figuras de
las profecías resultan de difícil comprensión, por lo que se impone rigurosamente
la cautela la humildad, y las reservas que para la interpretación de texto oscuros
debe poseer un verdadero estudiante de la Biblia.

TEMA VI

INTERPRETACIÓN TEOLÓGICA

Cuando el proceso del análisis gramático-histórico de un texto se ha completado,


¿puede decirse que el intérprete ha llegado al fin de su labor y que está en
condiciones de fijar sus conclusiones exegéticas? Esto puede suceder en algunos
casos, pero no siempre. Recordemos que la Biblia es el medio por el cual la
revelación de Dios llega a nosotros. Y esa revelación engloba un conjunto de
hechos y verdades con un fondo de carácter doctrinal, didáctico (recuérdese 2. Ti.
3:16). Ese conjunto es además orgánico; constituye un todo coherente en el que
cada una de las partes guarda una relación de armonía con las restantes. No hay
discordancias o contradicciones reales en ella.

Se da el hecho de que algunos textos podrían ser interpretados según el método


gramático histórico de modo tal que el resultado de la exégesis pareciera el más
plausible, pero que estuviera en conflicto con otros textos. Si, por ejemplo,
tomamos determinados pasajes de Eclesiastés (3:19-20; 9:4,6,10) no sería ilógico
sostener que la Biblia niega la supervivencia espiritual del hombre después
49

de la muerte. Si consideramos aisladamente textos como Mt. 19:16-17, Mr.


13:32 o 1. Co. 15:27,28 podríamos deducir que Cristo pese a su grandeza
incomparable, no alcanza la naturaleza ni el rango de la divinidad. Si miramos
Hebreos 6:4-6, podríamos afirmar que cualquiera que haya aceptado el evangelio
de Jesucristo y luego se aparte del Señor, ya no tiene ninguna esperanza de
salvación. Si estudiáramos Santiago 2:14-26 prescindiendo del corpus doctrinal
del conjunto de la Escritura, seguramente no titubearíamos en afirmar
categóricamente que el hombre es justificado ante Dios por la fe y por las obras.
Pero todas estas afirmaciones serían erróneas por cuanto difieren radicalmente de
lo que enseñan globalmente muchos otros pasajes bíblicos. En conclusión el
método gramático-histórico es insuficiente para suministrarnos elementos
esenciales de la revelación que sólo se descubren mediante la reflexión teológica
en torno al conjunto del material doctrinal de la Escritura.

NOTA: La exégesis teológica es una exégesis que no se contenta meramente con


extraer el significado verbal preciso del texto, sino que se extiende más allá para
descubrir la teología que informa el texto. Es una exégesis que busca descubrir no
meramente lo que la antigua Ley exigía sino también la teología expresada en la
Ley; no solo los abusos atacados por Amós, sino la teología que le indujo a
condenarlos; no solamente las directrices dadas por Pablo a esta o aquella iglesia,
sino la teología que le impelía a darlas. Todos los textos bíblicos expresan teología
en el sentido que todos están animados, aunque a veces indirectamente, por una
preocupación teológica. Incumbe al intérprete tratar de descubrir esa
preocupación. Hacer esto no constituye ninguna violación de los sanos principios
exegéticos. Mas bien es la consumación de la tarea exegética. Es, pues,
indispensable interpretar teniendo en cuenta la perspectiva teológica de la
Escritura. Si importante es en la hermenéutica el fondo histórico, no lo es menos
el fondo doctrinal. La interpretación teológica es un complemento de la gramático-
histórica. El principio básico de la interpretación teológica es que el significado de
un texto debe estar en consonancia no sólo con algunos textos escogidos a
50

capricho, sino con la enseñanza que sobre el mismo punto de doctrina aparece a
lo largo de toda la Biblia. Ninguna doctrina debe ser aceptada como realmente
válida por el hecho de que pueda apoyarse en uno o varios textos sueltos de la
Biblia. Una doctrina sólo merece reconocimiento cuando escoja la perspectiva
global de la Escritura. Por eso la interpretación de la Biblia no es tarea fácil si el
intérprete no tiene debidamente estructuradas en su mente las grandes doctrinas
de la Escritura.

6.1.- PRINCIPIOS BÁSICOS PARA LA INTERPRETACIÓN TEOLÓGICA

Una labor tan importante y delicada como es la de determinar el sentido doctrinal


de un texto no puede realizarse a la ligera. Debe extremarse en ella la aplicación
de unos principios fundamentales que aseguren lo correcto de los resultados.

1. El análisis lingüístico debe preceder a la interpretación teológica. Cuando


hemos de hacer la exégesis de un texto doctrinal, debemos recurrir primeramente,
como en cualquier otro caso, al análisis lingüístico, al contexto, a los pasajes
paralelos y al fondo histórico. En muchos casos el sentido del texto ha sido
desfigurado porque desde el primer momento se ha examinado a través del
prisma dogmático.

2. La interpretación teológica ha de efectuarse teniendo presente la estructura


doctrinal de la Escritura. La teología bíblica no nos presenta un conglomerado de
concepciones religiosas, fruto de un progreso determinado de la evolución
histórica. Lo que nos ofrece es el contenido de una revelación progresiva en la
que sobresalen unos hechos y unas verdades que constituyen su armazón
permanente. Esos hechos y esas verdades iluminan el sentido restante de la
revelación.

3. La interpretación teológica a de asumir tanto la unidad esencial como el


carácter progresivo de la revelación. Como repetidas veces se ha señalado en
varios lugares, una de las particularidades fundamentales de la Biblia es la unidad
51

esencial de su contenido, perfectamente compatible con la diversidad de sus libros


y con el carácter progresivo de la revelación, del cual es depósito. Ya en el
Génesis existen núcleos doctrinales primarios, rudimentarios a veces (3:15;
12:2,3, por ejemplo), que van desarrollándose en libros posteriores para adquirir la
dimensión de su plenitud y significado en el Nuevo Testamento.

4. La interpretación teológica ha de apoyarse preferentemente en textos de


sentido literal. Lo figurado o lo simbólico debe depender de –y ser controlado por-
los textos en los que se impone la interpretación literal. Ninguna doctrina
importante debiera fundamentarse en textos de sentido figurado si no tienen el
apoyo indiscutible de otros textos cuyo significado literal es claro.

5. Las conclusiones doctrinales deben basarse preferentemente en el Nuevo


Testamento. Aún admitiendo la unidad de toda la Escritura y la perennidad de
múltiples enseñanzas del Antiguo Testamento, es obvio que algunos elementos
veterotestamentarios tenían un carácter temporal o incompleto. Su validez
caducó cuando con Cristo se asentaron definitivamente principios o
elementos doctrinales superiores.

6. La interpretación teológica no debe rebasar los límites de la revelación.


Hemos de recordar que la Escritura no arroja suficiente luz sobre algunos de
nuestros interrogantes y que no faltan en ella pasajes envueltos en la oscuridad.
Escasos e insuficientes son los datos relativos al origen del mal, a la caída de las
huestes satánicas, a la medida cuantitativa y cualitativa de los sufrimientos de
Cristo

en la cruz y a su “descenso a los infiernos”. Textos como Mc. 13:32, demuestran


que Jesús en su humanidad desconocía el día y la hora en que habían de
cumplirse sus propias predicciones.

El intérprete, en virtud de su lealtad a la palabra de Dios, debe atenerse


equilibradamente a aquello que tiene sólida base en la revelación, haciendo suyo
el principio de que donde la Escritura no ha hablado lo más sensato es guardar
silencio. Es por eso interesante anotar lo que dice Deuteronomio.
52

29:29: “Las cosas secretas pertenecen a nuestro Dios; más las reveladas son para
nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las
palabras de esta Ley” y las palabras de nuestro Señor a los discípulos en Hechos
1:7: “Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el
Padre puso en su sola potestad”.

Conclusión: El buen intérprete de la Escritura ha de ser un buen teólogo. Su


teología sistemática ha de mantenerse constantemente abierta y supeditada a la
orientación de una teología elaborada sobre la base de rigurosos trabajos
exegéticos. Quizás alguien dirá que esto nos conduce a un nuevo “círculo
hermenéutico”. Sin duda; pero no podemos librarnos de él, ni conviene que lo
hagamos. La teología nos ayudará a hacer exégesis y la exégesis corregirá
nuestra teología.

TEMA VII

APARENTES CONTRADICCIONES EN LA BIBLIA

En las Sagradas Escrituras, ciertos pasajes parecen contradictorios, pero una


investigación más a fondo demuestra que no es ese el caso. ¿Qué constituye una
contradicción? La ley de la no contradicción, que es la base del pensamiento
lógico, establece que una cosa no puede ser a y no a al mismo tiempo. En otras
palabras, que no puede estar lloviendo y no lloviendo al mismo tiempo. Si uno
puede demostrar una violación de este principio en las Escrituras, entonces y sólo
entonces se prueba que hay una contradicción. Por ejemplo, si la Biblia dijera –lo
cual no dice- que Jesús murió crucificado en Jerusalén y en Nazaret al mismo
tiempo, esto sería un error demostrable. Al afrontar posibles contradicciones, es
de suma importancia recordar que dos declaraciones diferentes pueden diferir
entre sí sin ser contradictorias. Algunos no hacen la distinción entre contradicción
53

y diferencia. La objeción hecha a la fiabilidad de las narraciones de la Biblia sobre


la base de “discrepancias” que se observan en pasajes paralelos no tiene el peso
que a primera vista podría parecer. Los evangelios, por ejemplo, muestran las
características propias de todo testimonio humano. Cuando son varios los testigos,
es normal que cada uno sea afectado de modo diferente por el mismo hecho y que
varíen los detalles que más le llamaron la atención. Los testigos (o reporteros de
noticias), que sean espectadores de una serie de acontecimientos, nunca los
describirán exactamente del mismo modo, detalle por detalle. Si así fuera sería un
obvio complot. Una ausencia total de diferencias sería sospechosa.

Por ejemplo, el caso de los ciegos de Jericó. Mateo (20:29-34) relata que dos
ciegos encontraron a Jesús, mientras que Marcos (10:46-52) y Lucas (18:35-43)
mencionan sólo uno. Sin embargo, ninguna de estas declaraciones niega la otra,
sino que son complementarias. Supongamos que usted estuviera hablando con el
alcalde y con el jefe de policía de su ciudad en el ayuntamiento municipal.
Después usted ve a su amigo Jaime y le dice que habló con el alcalde hoy. Una
hora después, usted ve a su amigo Juan y le dice que habló con el alcalde y con el
jefe de policía. Cuando sus amigos comparan la información, hay una aparente
contradicción, pero no hay contradicción verdadera. Si usted le hubiera dicho a
Jaime que usted había hablado sólo con el alcalde, habría contradicho esa
declaración con la que le dijo a Juan. Las declaraciones que usted le hizo a Jaime
y a Juan son diferentes, pero no contradictorias. De la misma manera, muchas
declaraciones bíblicas están en esta categoría. Muchos piensan que encuentran
errores en pasajes paralelos que no han leído correctamente.

En el libro de los Jueces tenemos el relato de la muerte de Sísara. Jueces 5:25-27


parece dar a entender que Jael mató a Sísara con su mazo y la estaca de la
tienda mientras este bebía leche. Jueces 4:21 dice que ella lo hizo mientras él
“estaba cargado de sueño”. Sin embargo una lectura detenida de Jueces 5:25-27
revela que no dice que él estuviera tomando leche en el preciso momento del
golpe. Así desaparece la discrepancia.
54

Por otro lado, los escritores, en especial los evangelistas, tenían un propósito
concreto que guiaba a la selección y ordenación de su material, por lo que cada
uno destacó los hechos o los detalles que mejor servían a su finalidad, sin dar
demasiada importancia al orden cronológico o a los pormenores de lo acaecido. Si
se tiene esto en consideración al observar, por ejemplo, que el orden de los
acontecimientos en Mateo 8 no es el mismo que en Marcos 1 y 4, ni constituirá
una dificultad la aparente contradicción entre los relatos de Mateo (27:44) y
Marcos (15:32) y el de Lucas (23:39-43) sobre los dos ladrones crucificados al
lado de Jesús. Mientras que los dos primeros afirman que ambos malhechores le
injuriaban, Lucas declara que sólo uno le vilipendiaba, lo que dio lugar a una
atinada reprensión por parte del otro. No hay por qué dudar que ambos relatos
son ciertos. Lo más probable es que Mateo y Marcos nos refieren la actitud de los
ladrones en los primeros momentos que siguieron a la crucifixión, mientras que
Lucas nos narra lo ocurrido algunas horas después, cuando uno de los
delincuentes, ante lo portentoso del impresionante drama que con Jesús como
centro estaba teniendo lugar, reconoció tanto su propia indignidad como la
grandeza de Aquel que no había hecho ningún mal.

El relato de Marcos (16.2) dice que las mujeres fueron a la tumba a la salida del
sol, mientras que Juan (20:1) declara que cuando María Magdalena llegó a la
tumba estaba todavía oscuro. Esta dificultad se resuelve cuando se tiene en
cuenta que las mujeres tenían que caminar una buena distancia para llegar a la
tumba, pues se quedaban en Jerusalén o en Betania. Estaba oscuro cuando
salieron del lugar en que estaban, pero cuando llegaron a la tumba el sol
comenzaba ya a brillar. Por eso, Marcos habla de la llegada, mientras que Juan se
refiere a la partida de ellas.

Una cuestión que ha dejado perplejos por mucho tiempo a los lectores de la Biblia
es la referente a las diferentes genealogías de Jesucristo registradas en Mateo
(1:1-17) y Lucas (3:23-38). A primera vista, se crea la impresión de que ambos
relatos siguen el linaje de Jesús por José, su padre adoptivo, en cuyo caso
encontramos una contradicción obvia, porque Mateo 1:16 dice que el padre de
55

José se llamaba Jacob, mientras que Lucas 3:23 dice que Elí era el padre de
José. Una solución a esta dificultad es entender que Mateo nos da el linaje de
José en realidad, pero Lucas traza la genealogía por la línea de María. La razón
para que no se mencione a María en Lucas 3 es que ella ya ha sido mencionada
como la madre de Jesús en varias ocasiones. El propósito de las dos genealogías
es demostrar que Jesús, en sentido estricto, era descendiente de David. A través
de su padre legal, José, Jesús heredó –por ley- el linaje real, mientras que por su
madre era descendiente directo del rey David. Así que Jesús tenía pleno derecho
al trono de David.

La pregunta sobre cómo murió Judas es otro punto importante a tratar. Mateo
(27:5) relata que Judas se ahorcó, mientras que Pedro dice en Hechos (1:18) que
cayó y se reventó al chocar contra el suelo. Las dos declaraciones son en verdad
diferentes pero no se contradicen. Ambos relatos son verdaderos y
complementarios. Una reconstrucción posible sería esta: Judas se colgó de un
árbol en el valle de Hinom. Después de colgar allí por un tiempo, la rama del árbol
se quebró o el lazo cedió, Judas cayó por el precipicio, y su cuerpo se despedazó.
La caída pudo haber sido antes o después de la muerte, pues ambas situaciones
se acomodan a esta explicación. Esta posibilidad es completamente natural, si se
examina el terreno del valle de Hinom. Desde el fondo del valle se pueden ver
mesetas rocosas de ocho a trece metros de altura y casi perpendiculares. Todavía
hay árboles que crecen alrededor del acantilado y hay una superficie rocosa en el
fondo. Por eso, es fácil deducir que Judas golpeó una de las rocas salientes al
caer, la cual abrió su cuerpo. Es importante recordar que no se nos dice cuánto
tiempo permaneció Judas colgado al árbol, ni cuán avanzado era el estado de
descomposición de su cuerpo antes de la caída.

Con respecto a cuanto tiempo duró la esclavitud del pueblo de Israel, tenemos que
el Señor le dijo a Abraham que su descendencia sería oprimida 400 años (Gn.
15:13). Sin embargo, Moisés nos dice que los hijos de Israel habitaron en Egipto
430 años (Ex. 12:40). No hay contradicciones, sino un excelente complemento
que
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ha de ser tomado en cuenta. Recuerde que cuando Jacob y sus hijos llegaron a
Egipto, no fueron esclavos inmediatamente, sino que gozaron de los favores de
Egipto y les fue dada la tierra de Gosén (Gn.47:6). Si cuatrocientos años fueron
esclavos y 430 años habitaron en Egipto, esto quiere decir que el tiempo que los
israelitas vivieron en Egipto como residentes legales bajo la protección del faraón
amigo de José fueron 30 años.

Otro caso engorroso es sobre quién incito a David a realizar el censo que se
constituyó en un terrible pecado, pues alejándose este de la confianza en su Dios,
quería saber con cuantos hombres contaba para hacer la guerra y cuál era el
número de su gente para vanagloriarse. Este relato aparece en dos lugares de la
Biblia. El primero está en 2. S. 24:1-25 y el segundo en 1. Cr. 21:1-27. El problema
presentado aquí, es que el segundo libro de Samuel (24:1) dice que Jehová incitó
a David a realizar el censo, mientras que el primer libro de Crónicas (21:1) dice
que Satanás incitó a David a que levantara un censo. ¿Quién lo hizo –Satanás o el
Señor? Uno podría decir que ambos. El Señor, como autoridad final, permitió el
censo y, como siempre se hace en el Antiguo Testamento, se le atribuye a él en
este pasaje. La versión de Crónicas se interesa más por la precisión: dado que el
censo era claramente algo malo (David lo confesó como pecado, 2. S. 24:10),
Satanás era el responsable más directo. Como sucede tantas veces con el mal, la
gente (y Satanás) quisieron hacer mal, pero Dios lo usó para sus propios
propósitos.

Marcos 1:2 cita dos profecías una de Malaquías y la otra de Isaías. Sin embargo le
atribuye las dos a Isaías. Aquí el “error” parece clarísimo, pero se desvanece si
tenemos presente la practica normal entre los judíos de citar textos de varios
profetas bajo el nombre del principal de ellos. Este es el mismo caso presentado
en Mateo 27:9-10 dice: “Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías” cuando
parece que fue Zacarías quien hizo esta predicción (Zacarías 11:12-13). Sin
embargo la última parte de la profecía mencionada en Mateo con respecto al
campo del alfarero, no está en el libro de Zacarías; mientras que en libro de
Jeremías (18:1-17) si se menciona la importante señal del alfarero y el barro, y en
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el capítulo 19:1-2 se señala que el campo del alfarero quedaba en el valle de


Hinom, lugar donde murió Judas.

Podríamos añadir otros ejemplos y veríamos que prácticamente en todos los


casos las discrepancias no son contradicciones reales y que prestarles la
adecuada atención despejará muchas dudas.

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