Esta es una de mis prédicas que el Señor me ha permitido dar en un grupo familiar y siento que me faltan muchos aspectos en mi caminar con Dios y he estado errado porque antes que ser un evangelista tengo que ser un intercesor.
Esta es una de mis prédicas que el Señor me ha permitido dar en un grupo familiar y siento que me faltan muchos aspectos en mi caminar con Dios y he estado errado porque antes que ser un evangelista tengo que ser un intercesor.
Esta es una de mis prédicas que el Señor me ha permitido dar en un grupo familiar y siento que me faltan muchos aspectos en mi caminar con Dios y he estado errado porque antes que ser un evangelista tengo que ser un intercesor.
1- ¡Arrepentimiento no es lo mismo que “Remordimiento”!
Uno de los errores que con mayor frecuencia la gente comete es confundir el significado de estos dos términos y el concepto que cada uno involucra. El arrepentimiento implica acción. No podríamos afirmar que nos hemos arrepentido si nuestra actitud frente a lo que hemos hecho mal no cambia radicalmente.
2- Lea lo que Jesús predicaba en Mateo 4:17
Desde entonces comenzó Jesús a predicar. “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca. La palabra usada en el lenguaje Griego original es METANOIA, y significa cambio de dirección totalmente; es dar un giro de 180 grados en nuestra manera de vivir.
3- Para poder comprender el real significado de
“arrepentimiento”, es necesario que entendamos el significado de pecado. Leamos Romanos 3:23 Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios. Pecado es todo aquello que nos priva de la gloria de Dios. ¡Todos hemos pecado! No hay justo ni aún uno; no hay ninguna jerarquización en los pecados. La biblia señala que pecado es todo aquello que nos aparta de Dios. 4. No importa cómo lo llamemos. Si le cambiamos el nombre y hablamos de “errores, faltas, equivocaciones”, por más simple que parezca, la única realidad es que el pecado, cualquiera que sea su forma, en pensamiento, en palabra, en acciones, en dejar de hacer lo que tenemos que hacer, nos separa de Dios. No se refiere solamente a aquellas cosas que para el común de la gente merecen ser dignas de juzgar, como el robo o matar, sino a todo aquello que daña nuestra manera de ser y vivir como hijos de Dios, y que interrumpe su plan perfecto para nosotros.
5- Tengamos en cuenta lo anterior y volvamos al tema del
arrepentimiento. Ahora que usted es hijo de Dios su vida es completamente nueva, y eso debe involucrar un cambio de actitud frente al pecado. Esto es lo que se llama arrepentimiento.
6- El arrepentimiento involucra tres conceptos:
a. Sentir pesar cuando cometo un pecado, pues me he separado de Dios al ofenderlo. b. Confesar, es decir, ponerme de acuerdo con Dios en lo que Él dice que es pecado. c. Cambiar de actitud frente al pecado (un giro de 180 grados) 7- No basta sólo con sentir pesar o tristeza; muchas personas saben que lo que han hecho no está bien, sin embargo ¡siguen haciéndolo! Ese falso arrepentimiento es solamente remordimiento y no sirve de nada delante de Dios. El verdadero arrepentimiento involucra un cambio de dirección frente al pecado.
8- Que nos dice Mateo 3:8
Produzcan fruto que demuestre arrepentimiento. El fruto del que habla ese pasaje no es un pensamiento, es algo que se ve; esa es la orden que nos da el pasaje leído: debe ser notorio que nuestra vida ha cambiado, que hemos dado un giro total, que hemos experimentado verdadero arrepentimiento.
9- Vamos a 2ª Corintios 7:10
La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, de la cual no hay que arrepentirse, mientras que la tristeza del mundo produce la muerte. Sentir tristeza sin hacer nada al respecto, no es arrepentirse; el arrepentimiento involucra un cambio de vida frente al mundo. Si la tristeza que siente el mundo no va acompañada de un cambio de actitud frente al pecado; no es arrepentimiento y solo produce muerte espiritual de quien vive así.
10- Confesar su pecado, ponerse a cuentas con Dios y
llamarlo como Dios lo llama, hoy en día pareciera que la consigna es tratar de borrar los absolutos y llamar a las cosas malas como buenas y a las buenas como malas. Queremos tratar los pecados como “errores” o “problemas”, o usamos otros adjetivos más “suaves” como si cambiándole el nombre pudiéramos minimizar la falta cometida o incluso, ignorarla. Las escrituras son claras en cómo llamar a los pecados que cometemos. Debemos usar el nombre que Dios les ha dado, eso es ponerse de acuerdo con Él y llamar el pecado por su nombre; esa es la verdadera confesión.
11- Aprenda de memoria el versículo clave Mateo 4:17
Desde entonces comenzó Jesús a predicar: Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca.
12- El arrepentimiento involucra tres conceptos:
a. Arrepentimiento con cambio de acción. b. Cambio de actitud frente al pecado c. Confesar sus pecados desde el corazón