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Ética de la función
pública
3. Ética y función
pública
La naturaleza eminentemente ética del servicio y función pública se
patentiza tanto en las relaciones del funcionario con la ciudadanía como en
la forma de administrar el Estado. El servidor público (ya sea funcionario de
carrera o funcionario político), por su exposición y por el cargo que la
sociedad le otorga, es un claro referente para la sociedad, razón por la que
no ha de ser minimizado el valor de ejemplaridad que ha de transmitir en el
ejercicio de sus funciones.
1
3.1 Principales modelos
administrativos y su vínculo con la
Ética
A lo largo de la historia se han desarrollado diversos modos de entender la
naturaleza y funcionamiento de la administración pública. Numerosos
modelos y teorías se han sucedido desde los desarrollos de la Sociología
como ciencia, y posteriormente desde la irrupción de las Ciencias de la
Administración.
2
Modelo La decisión Positivista-lógica, Racionalidad
neoburocrático investigación de Eficiencia
clásico operaciones, Economía
Simon, Cyert análisis de Productividad.
March, Gore. sistemas,
cibernética,
ciencia de la
administración,
productividad.
Modelo La decisión Empírica, Ciencia:
Institucional (racional). positivista; la análisis neutral
Lindbloom, J. La decisión burocracia es de conducta
Thompson (gradual). expresión de organizacional.
Crozíer, Downs Conducta cultura; pautas de Incrementalis-
Mosher, Etzioni organizacional conducta mo.
Blau (sistemas burocráticas Pluralismo.
Riggs, V. abiertos). enfocadas en la Sentido crítico.
Thornpson Conducta supervivencia;
Selznick. Organizacional. competencia,
Conducta tecnología,
individual y racionalidad
organizacional. incrementalismo,
Oficinas y poder
profesiones.
Conducta
organizacional
comparativa
(poder).
Conducta de la
organización
(intercambios).
Organización y
cultura.
Modelo de El individuo y el Relaciones Satisfacción
relaciones grupo de interpersonales e del trabajador.
humanas trabajo. intergrupo, Superación
McGregor, Relaciones comunicaciones, personal.
Líkert, Bennís, supervisor/tra- sanciones, Dignidad
Argyris bajador. motivación, individual.
Desempeño cambio,
supervisor/tra- capacitación,
bajador. Cambio autoridad
conductual. compartida,
corrección de
3
procedimientos,
consenso.
1
La teoría de la elección pública (Public Choice Theory) se desarrolló en los EE.UU a partir
de los años 50 del siglo XX. Entre sus teóricos, se destacan Arrow, Wicksell, Niskanen y el
nobel de economía, Buchanam. Aplicando los métodos de la economía y en sintonía con
una apuesta de individualismo metodológico, esta teoría ha analizado el funcionamiento
de la administración y la política bajo diversos enfoques. Aunque la variedad ideológica de
los actores es mucha, puede decirse que coinciden en señalar: que la burocracia no se
controla a sí misma y que genera ineficiencias; además, consideran que la introducción de
técnicas de gestión empresarial en el ámbito público podría mejorar el funcionamiento y
eficiencia de las administraciones.
4
administración pública en los últimos cincuenta años. La oposición entre
ambas escuelas puede considerarse como una suerte de eje en torno al cual
interpretar el lugar asignado a la ética, así como diseñar herramientas éticas
o los valores y principios que de la misma se esperan. Veremos cómo luego
de la crisis de gestión introducida por las aplicaciones catastróficas de los
modelos de la Nueva Gestión Pública se avanza hacia la modificación de la
misma y el surgimiento de nuevos paradigmas, eclécticos en su contenido,
centrados en la generación de valor público o en las teorías de la
gobernanza.
5
Así como es imposible encontrar ser humano sin cultura –pues la cultura es
lo que hace al ser humano como tal, lo que hace a la naturaleza humana: “la
segunda naturaleza” específica del ser humano, aunque también se habla de
culturas especialmente en los primates superiores-, es incuestionable que
toda organización supone una cultura e induce unos valores que hacen
apreciar unas acciones y disposiciones por sobre otras. En el siguiente
cuadro señalamos algunos de los mismos:
6
3.1.1 El modelo burocrático weberiano
El desarrollo del capitalismo desde las revoluciones industriales supuso un
aumento de la gestión pública para permitir la racionalización de recursos y
administración de los mismos que la nueva maquinaria productiva exigía.
Son muchas las críticas que tal modelo ha recibido, derivadas de sus mismas
ineficiencias. Ya Merton (Villoria, 2000) observaba respecto al mismo que
engendraba una suerte de círculo vicioso. El círculo vicioso de la burocracia
puede sintetizarse del siguiente modo: la rigidez y regulación excesiva de la
burocracia tiende a generar apatía en el servidor público, desconsideración
hacia la ciudadanía, etcétera. Pero ante estas problemáticas la burocracia
reacciona generando más regulación (normas, reglamentos, códigos, leyes,
etc.) para abordarlas. Esta “salida burocrática” acaba generando más apatía,
desconsideración, etcétera.
7
La “jaula de hierro burocrática” como la denominara Weber (2002), queda
muy bien descrita en los inquietantes pasajes de la literatura kafkiana.
La burocracia excesiva se volvió inútil ante la creciente complejidad y
dinamismo sociales. Contribuía a generar una administración con exceso de
reglamentos, rígida, fría y, si seguimos las directrices con las que Arendt
(2006) analizó el caso Eichmann2, hasta impulsora de actuaciones
abiertamente inmorales. Si actuar moralmente es equivalente a cumplir los
reglamentos o las órdenes de aquellos (superiores) que pueden
interpretarlos, de ahí se puede derivar que muchos actos que contemplamos
como inmorales, si hay reglamento que los ampare, son plenamente éticos.
2
En su obra Eichmann en Jerusalén (2006), publicada originalmente en 1966, la filósofa H.
Arendt recoge su análisis del juicio realizado al nazi A. Eichmann en el estado de Israel,
luego de apresado por los servicios de inteligencia del Mosad en Argentina. La idea de
Arendt es que Eichmann –principal impulsor técnico de la denominada “solución final”
que aniquiló a miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial- lejos de ser un
monstruo, era una suerte de idiota moral. Su argumento: “cumplía órdenes, no me era
dado cuestionar el sentido de las mismas”, es el leitmotiv de la banalización del mal, de la
anulación de la conciencia moral ante el mecanismo burocrático del mundo.
8
mediante la apelación a más burocracia engendraba elevados costes y muy
baja eficiencia en la gestión. La crisis fiscal de los Estados del Bienestar, así
como la emergencia de nuevas fuentes de riqueza, el desarrollo tecnológico
y el auge de la ideología neoliberal terminaron por decretar el declive de la
organización puramente burocrática. El modelo burocrático daba pie a una
situación incómoda, caracterizada por el sociólogo y jurista alemán Niklas
Luhmann (citado en Navarro, 2011) –artífice de la teoría de los sistemas
autopoiéticos- como la situación de contracircularidad de la burocracia: la
burocratización del Estado afecta a las preferencias del votante, de modo
que a más burocratización y reglamentación, pareciera minimizarse el peso
de la responsabilidad individual y social. La apatía se convierte en una de las
características de una ciudadanía que pide al Estado la solución a
problemáticas para las que el Estado quizá no tiene respuesta.
9
en las reformas administrativas que se operaban en la época. Frente al
modelo burocrático, centrado en la rigidez normativa y en la regularidad
procedimental, la NGP (Nueva Gestión Pública) buscaba lo contrario. La
mejora de la gestión pública pasa por la desregulación, la desburocratización
y la delegación de autoridad operativa. Averiguar si se actúa correctamente
es sinónimo de evaluar resultados y comprobar que las medidas y decisiones
adoptadas se enderezan en el camino del éxito.
10
Los organismos internacionales como la OCDE, el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Mundial impulsaron la consolidación de estas
concepciones en todo el mundo. Los resultados han sido diversos, según el
grado de implementación y las características culturales previas. Los
fracasos derivados, precisamente, de impulsar reformas sin contar con las
características de cada región y país han sido considerables. Los objetivos de
las reformas fueron variados también. Así, pueden establecerse cuatro
grandes modelos en la implementación de las reformas administrativas
orientadas según la NGP:
11
controlar los resultados más que los procedimientos;
Pese a los aspectos positivos del nuevo modelo, son diversos los autores que
señalan que las reformas guiadas por la NGP, ciertamente mal adaptadas a
los contextos locales, han sido causa de prácticas corruptas y de desprecio
de los valores éticos. Desde mediados de los 90, los equívocos resultados de
la NGP hacen considerar que:
3
Véase, por ejemplo: INAP. (2005). De la burocracia al management. Las transformaciones
de las Administraciones públicas. Recuperado de http://goo.gl/5xpqoz
13
la profesionalidad;
la eficiencia;
la calidad;
la objetividad;
la transparencia;
la imparcialidad;
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que puede inducir sesgos de marginación de grupos minoritarios, de
inequidad en el acceso a calidad de servicios, etc.), como en el NGP, ni es
considerado al margen de la opinión pública. Finalmente, en lo tocante a la
accountability, se aprecia el carácter superador que tiene el modelo, en la
medida en que los modelos de la NGP siguen siendo verticalistas como el
modelo burocrático, interpretándose la participación ciudadana
mediatizada por agencias privadas. Esta apreciación resulta válida también
para el sistema de entrega –el conjunto de disposiciones administrativas y
actividades interrelacionadas destinadas al desarrollo del servicio hasta
llegar a su destinatario– (Merino Amand, 2013).
Uso de encuestas
de satisfacción.
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multifacético –de diversos modos, en diversos momentos y grados– la
participación de la sociedad civil, de la ciudadanía, no sólo mediante la
representación electoral o las encuestas de satisfacción tipo consumo.
1) Compromiso político.
2) Marco legal.
3) Mecanismos de responsabilidad.
4) Códigos de conducta.
5) Socialización profesional.
7) Organismos de coordinación.
4
Este estudio puede consultarse online en la url: http://goo.gl/nwJXM0
17
Marco legal.
Mecanismos adecuados de responsabilidad:
o Mecanismos de rendición de cuentas;
o Procedimientos legales;
o Procedimientos administrativos;
o Auditorías;
o Evaluaciones de desempeño;
o Sistemas de denuncia;
o Vigilancia mediante comités parlamentarios;
Participación ciudadana.
Escrutinios públicos destinados a desincentivar conductas
indebidas.
2) Orientación:
Compromiso político.
Códigos de conducta que determinan valores y normas aplicables
bien de modo general –a las administraciones- o bien
específicamente a cada una de ellas.
Mecanismos o actividades de socialización profesional: educación y
formación.
3) Gestión:
Políticas de recursos humanos.
Coordinación, bien mediante departamentos de gestión existentes,
bien mediante la creación de un órgano especial con competencias
éticas (Diego Bautista, 2007, pp. 114-117).
19
Además de este modelo de infraestructura ética el Consejo de la OCDE,
celebrado el 23 de abril de 1998, recomendó tomar en cuenta los siguientes
principios:
Los servidores públicos han de contar con una guía ética, ofrecida
mediante medidas de capacitación diversas; deben conocer sus
derechos y obligaciones, además de las reglas y procedimientos en la
cadena de responsabilidades, y deben denunciar conductas
indebidas.
20
esta integridad ética, la OCDE5 –luego de haber reconocido que las medidas
de la NGP fracasaron en gran parte del mundo por haberse aplicado sin
consideración de las tradiciones y características locales– recomienda
adaptarse a cada circunstancia histórica, social, económica, social y cultural,
sin que se prescinda de señalar una serie de valores esenciales que habrán
de servir de guía para el juicio de los servidores públicos. A fin de orientar la
política de confianza e integridad ética, es recomendable: diseñar y aplicar
marcos regulativos y sancionadores; crear un ambiente administrativo que
asegure la transparencia, mediante estándares de conducta, motivación de
decisiones, etcétera; hacer énfasis en la reflexión y encauce de posibles
conflictos de interés; crear mecanismos y procedimientos de control
interno, acompañados de escrutinio independiente; potenciar medidas de
integridad, mediante la información, el estímulo, la promoción de
ejemplaridad, etcétera (Diego Bautista, 2007).
5
Véase el estudio: OCDE. (2001). Confianza en el gobierno. Recuperado de
http://www.oecdbookshop.org/get-it.php?REF=5LMQCR2K7JLP&TYPE=browse
21
Mediante el despliegue de más y mejores órganos de control, una
administración abierta conduce a restituir la maltrecha confianza pública y
lograr mayores cotas de una democracia más profunda y asumida. Todo ello
tiene un positivo impacto sobre la economía. Ciertamente, implementar
medidas de administración abierta choca en primera instancia con los
intereses de los grupos consolidados que pretenden sostener su status, así
como con los hábitos y prácticas que por parte de los servidores públicos la
objetan.
Para potenciar la transparencia, la OCDE propone los siguientes elementos:
legislar sobre libertad de información;
reducir la burocracia;
22
3.1.4 Modelos latinoamericanos
Según Guillermo O’Donnell (como se cita en Martínez, 2012), hay tres claros
indicadores de la debilidad del Estado en América Latina, salvando las
diferencias que desde luego se pueden apreciar entre los diversos países.
Estos son: la pobreza, la desigualdad y la criminalidad. Una de las razones
que explican la debilidad del Estado en el contexto latinoamericano puede
ser precisamente el hecho de que se implementaron reformas
administrativas tomando modelos globales sin atender a las características
históricas de la región. En concreto, y reconocido por la OCDE, se
implementaron, como principales impulsoras del modelo, reformas
auspiciadas por la NGP sin considerar que el problema no era tanto la
desburocratización, cuanto la consolidación de una burocracia en sintonía
con una administración profesional y democrática.
burocráticamente ineficientes;
23
propensos a una excesiva politización de las políticas públicas;
1. reforma fiscal;
4. liberalización comercial;
25
incluir metas y criterios éticos y apostar por la movilización de capital
social en proyectos de desarrollo;
Puede decirse que a comienzos del siglo XXI, Latinoamérica mostró que
había otra actitud frente al Estado: se trataba de un Estado comprometido
con los objetivos del milenio6. Según muestra el Latinobarómetro 2013
(http://goo.gl/HzEZ6M), la ciudadanía pretendía de sus instituciones
estatales: una mayor participación para minimizar las desigualdades; una
mayor presencia y colaboración con la sociedad civil; un servicio civil
meritocrático y profesional; otorgar centralidad a la trasparencia, la
rendición de cuentas y la participación.
6
El programa objetivos del milenio, impulsado por la ONU, pretende ocho objetivos que
abarcan áreas como la salud, la educación, la erradicación del hambre, etc. Véase:
http://www.un.org/es/millenniumgoals/
26
poderes públicos, etcétera; administración abierta y relacional, como
veremos.
27
busca nuevas formas de responsabilización administrativa y
ciudadana –apostando no sólo al control, sino también a la toma de
conciencia respecto a las consecuencias de los actos– (Cerrillo i
Martínez, 2005).
7
Véase: http://www.un.org/es/ethics/
28
áreas la ONU procura desplegar estándares de acción ética, involucrando
principios y valores de profesionalidad, solidaridad, integridad, etcétera, así
como elementos de ética social.
Pero las recomendaciones de la ONU en materia de Ética Pública se han
hecho sentir más a través de la Convención de la Organización de las
Naciones Unidas contra la Corrupción, del 2004 (https://goo.gl/AETMHs).
29
que potencien la honestidad en caso de conflicto de interés,
declarando el servidor la situación concreta que puede
apartarlo del caso;
que instauren medidas disciplinarias sancionadoras en caso de
conductas indebidas.
30
Organismos financieros como el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y
el Banco Mundial también potencian la ética pública desde sus proyectos e
instituciones.
31
la política tributaria encaminada hacia la minimización del fraude y la
financiación justa de las necesidades sociales;
Una de las temáticas fundamentales por las que apuesta el Banco Mundial
en tema de ética pública es la del “buen gobierno” (buen gobierno que se
pone en sintonía con la gobernanza colaborativa).
32
personas, lo que genera desatención; muchas veces presentan enfoques
ideológicos que resultan complicados de asumir (Diego Bautista, 2007, pp.
126-129).
8
Ver, sobre la Convención: https://www.oas.org/juridico/spanish/tratados/b-58.html ; y
sobre RICOREP: http://old.clad.org/formacion/redes-del-clad/ricorep
33
informar sobre conductas indebidas;
9
Para obtener más información sobre esta fundación, véase: http://www.fiiapp.org/
34
creación, por ejemplo, de portales de transparencia; apoyarse en las
Convenciones Internacionales, en especial la Interamericana (Centro
Latinoamericano de Administración para el Desarrollo,
http://goo.gl/n7th0A).
Y así como vindica estos logros de las actividades y acciones de las agencias
anticorrupción, identifica los siguientes obstáculos: escasez de un marco
jurídico-normativo y mecanismos de cooperación internacional; escasa
autonomía (institucional, financiera y política) de las Oficinas
Anticorrupción, especialmente en lo relativo al modo como se designan sus
autoridades y funcionarios, lo cual dificulta la emergencia de una auténtica
política de Estado en la materia; falta de capacitación especializada en los
funcionarios que trabajan anticorrupción; falta de sistemas de información
sobre corrupción, claros y abarcadores; debilidad de un control social y
ciudadano independiente; expectativas desmedidas sobre las posibilidades
de las Oficinas Anticorrupción; ausencia de patrones estandarizados de
medición de la corrupción, lo que conduce a un manejo inadecuado de datos
y encuestas de percepción; ausencia de una comprensión cabal, por parte
de los organismos internacionales, sobre las características específicas de la
corrupción en cada país (Centro Latinoamericano de Administración para el
Desarrollo, http://goo.gl/n7th0A).
35
fomentar el desarrollo de sistemas y canales de información claros y
profundos;
10
Véase: http://www.world-governance.org/spip.php?page=accueil
36
Charles Leopold Mayer para el Progreso Humano (FPH), con sede en París11.
Para esta organización resulta clave la apuesta por una gobernanza mundial,
que podemos entender como una suerte de gestión colectiva del planeta,
asediado como está por las problemáticas que generan el tráfico y consumo
de drogas, las migraciones internacionales, las hambrunas, las guerras, los
desastres ecológicos, etcétera. En función de ello, la Fundación señala que
vivimos en una suerte de crisis, no sólo financiera, sino ecológica en general,
cuyas tres caras son:
11
Véase: http://www.fph.ch/ En el siguiente capítulo nos ocuparemos de organizaciones
nacionales en el tema de la gobernanza.
37
◦ gobernanza de la paz, la seguridad y los conflictos bélicos;
◦ gobernanza del conocimiento, la ciencia, la educación, la
sociedad de la información y de la comunicación.
o Cuadernos de propuestas socioprofesionales, en los que se
aborda cómo puede contribuir el ejercicio de las diversas
profesiones (pescadores, militares, filósofos, etc.) a la
gobernanza, con la idea de armonizar los intereses de los
profesionales y su vínculo con el resto de elementos de la
sociedad.
Realización de encuentros regionales, como por ejemplo: los talleres
realizados durante dos días en 2008, en países como Líbano, Chile o
Brasil. En dichos encuentros participan diversos actores privados y
públicos, individuales e institucionales, con la finalidad de generar
espacios de reflexión, debate y sugerencia de ideas para desarrollar
a nivel regional.
Elaboración de estudios y documentos para el debate.
Difusión de la gobernanza mediante la creación de herramientas
web.
Elaboración del Índice de Gobernanza Mundial12 a base de cinco
grandes indicadores:
o paz y seguridad;
o Estado de derecho;
o derechos Humanos y participación;
o desarrollo sostenible;
o desarrollo humano (http://www.fph.ch/).
12
En la web del Foro puede encontrarse información detallada sobre la elaboración y
resultados de las mediciones realizadas por tal índice.
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3.2 Herramientas éticas para la
función pública
El objetivo central de la Ética Pública aplicada a la Administración y al
Gobierno es lograr una gestión ética, gestión que podemos entender como
“actuación autorregulada de los agentes públicos, orientada a asumir sus
responsabilidades frente a los grupos con los que interactúan, encaminar sus
acciones hacia el establecimiento de modelos de trabajo orientados por la
ética pública, y ajustar los planes estratégicos y estructuras organizacionales
hacia la búsqueda de los fines sociales que garanticen la aplicación de los
derechos humanos integrales y el mejoramiento de las condiciones de vida
de toda la población -en especial de la más vulnerable- según lo ordenan la
Constitución y la Ley” (Marleny Ospina, 2008, p. 68).
La gestión ética es una exigencia cada vez mayor, dado que por las
características de la nueva gestión pública, se hace más patente la necesidad
de flexibilizar e introducir mecanismos de mayor discrecionalidad –
capacidad de tomar decisiones que, sin emanar directamente de norma,
tienen carácter de norma– del empleado público. No basta, pues, el simple
control, sino que se exige potenciar la integridad personal (Villoria, 2000, p.
175).
39
Es preciso considerar que muchas de las irregularidades que se comenten en
la administración emanan más de la ignorancia que de la mala fe (Villoria,
2000, p. 177), razón por la cual los códigos de ética resultan de mucha ayuda,
en tanto permiten clarificar las acciones deseables y orientan en la toma de
decisiones, puesto que establecen los principios de acción.
Los códigos de ética pueden ser de muy diverso tipo. Entre ellos está la
diferencia entre los códigos de ética de carácter general –válidos para
diversas administraciones y sectores– y los códigos de ética de carácter
específico –para sectores o administraciones concretos–. Además, pueden
ser orientativos o normativos, en cuyo caso habrán de estar sancionados por
la autoridad oportuna, deberán poder armonizarse con la legislación vigente
y habrán de fundarse en las normas jerárquicamente superiores, así como
atenerse a cuestiones abstractas y formales, como toda norma jurídica. Se
acompañan de una serie de instrumentos de apoyo a fin de hacerlos
efectivos: comisiones; comités de ética; instituciones y orientaciones de
investigación; capacidad de solicitar comparecencias; capacidad para
generar opiniones, advertencias y recomendaciones (Villoria, 2000, p. 180).
Tienen una capacidad pedagógica no sólo por orientar las decisiones, sino
también porque suelen incorporar dilemas a los que se enfrenta el servidor
público a título de orientación (Diego Bautista, 2007, p. 134).
El éxito del código viene dado por el grado de independencia del comité de
ética que lo elabore con respecto al gobierno (Villoria, 2008, p. 183). La
independencia puede garantizarse mediante sistemas de orientación y
selección de personal de naturaleza objetiva. Asimismo puede convenir
implementar sistemas de evaluación del rendimiento profesional con la
finalidad de: comprobar los rasgos de personalidad y actitud de los
empleados –lo que es necesario para cuerpos como la policía, el ejército o la
atención al público– y buscar establecer de la manera más concreta e
individual posible los objetivos para cada empleado.
1) Disyuntivas metodológicas:
Temporalidad: privilegiar la participación (lentitud) o la rapidez.
Participación: amplia versus pequeño núcleo y luego socializar.
Enfoque pedagógico: prescripción versus motivación; reglas
versus sentido de los valores; deber ser desde grandes ideales
versus propuestas realistas.
41
Tercera: formulación de valores éticos institucionales. Los
valores son formas de ser y actuar que concretan los principios y
sirven de guía a la acción.
Cuarta: formulación de directrices.
Quinta: redacción del código.
Sexta: divulgarlo, recibir sugerencias, modificarlo y aprobarlo.
transparencia y comunicación;
eficiencia y efectividad;
42
A ello hay que añadir que buen gobierno es el que promueve el interés
general, la participación ciudadana, la equidad, la inclusión social y la lucha
contra la pobreza, respetando todos los derechos humanos, los valores y
procedimientos de la democracia y el Estado de derecho.
43
políticas para el desarrollo administrativo - gestión ética, gestión de
recursos humanos, gestión de comunicación e información, gestión
de calidad;
44
De tal modo, los sistemas de sanción y de estímulo que la organización
promueve en el nivel explícito son incorporados por el sujeto de un modo
genérico. Como todos sabemos, tendemos a reproducir aquellas conductas
que son recompensadas y a evitar las que son castigadas.
a) Funciones:
establecer pautas compartidas de percepción e interpretación;
generar pautas compartidas de afecto y sentido;
definir fronteras de lo permitido, lo correcto, lo bueno, lo justo,
etcétera;
establecer sistemas de control.
b) Niveles:
primer nivel: artefactos y creaciones (aspectos observables):
anécdotas, jergas, objetos materiales, etcétera;
segundo nivel: elementos parcialmente observables, por
ejemplo: deber ser de la organización, ideales, creencias,
actitudes, sentimientos, identidades, valores, etcétera;
tercer nivel: elementos profundos (no observables): asimilación
de valores y creencias, reproducción de patrones incrustados,
etcétera (Villoria, 2000, pp. 114-115).
45
Los sistemas de estímulos y sanción tienen una doble función: castigar
conductas indebidas y premiar las debidas; y servir de ejemplo: señalar las
conductas a imitar y las que no son imitables.
Parar situar el tema de las sanciones es preciso tener en cuenta esta doble
función. Por un lado, en las leyes de función pública y en los códigos de
conducta se establecen diversos grados de sanción en función de la
conducta tipificada como grave, leve, muy grave, etcétera. Esta tipificación,
en la medida en que se trate de una sanción disciplinaria de carácter legal,
estará también definida (por ejemplo: en qué consiste una conducta grave,
otra leve u otra muy grave). Las sanciones pueden ir desde la amonestación
oral o escrita, hasta la expulsión del cargo, la prohibición de ejercer la
función, la suspensión temporal de funciones, pasando por la suspensión de
empleo y sueldo, el cambio de tareas, el desplazamiento a otra función y/o
lugar, etcétera. En lo que respecta al valor disuasorio de las sanciones, es
preciso tener en cuenta que funciona cuando: la sanción se cumple
efectivamente (pues si es minimizada, postergada o simplemente nominal,
pero no efectiva, de nada sirve), cuando es publicitada y se lleva a cabo un
proceso pedagógico al respecto. Por ello, Diego Bautista entiende que en un
sistema de ética integral como el que propone un sistema de sanciones
ejemplares resulta más apropiado (Diego Bautista, 2007, cap. 5.).
13
En términos jurídicos, la rendición de cuentas no es exclusiva de la administración
pública, sino de toda administración siempre que estén involucrados los bienes de otro
que quien gestiona.
47
La rendición de cuentas es un elemento central en las democracias
representativas, inexistente en los regímenes autoritarios y minimizada en
las “democracias delegativas” (O’Donnell, 2001, p. 24). Éstas democracias –
la mayoría de las existentes en Latinoamérica según O´Donnell, 2001–, se
caracterizan por ser institucionalmente débiles, con ejecutivos muy
centralizados y una elevada resistencia a la representatividad. La rendición
de cuentas pretende, en cambio, minimizar la brecha entre representantes
y representados.
Además, cada una de ellas puede ser a su vez: política o legal. Por ejemplo,
las elecciones son uno de los modos de rendición de cuentas vertical de tipo
político; en cambio, un recurso de inconstitucionalidad –o una apelación a
la Corte Suprema de Justicia– por parte de una asociación ciudadana
respecto a una medida de gobierno o legislativa, por ejemplo, es una
rendición de cuentas vertical de tipo legal. Por su parte, el control
parlamentario al gobierno es una rendición de cuentas horizontal de tipo
político, mientras que el control o supervisión fiscal del tribunal de cuentas
o contraloría lo es de tipo legal.
14
Véase:
http://www.intosai.org/fileadmin/downloads/downloads/2_regional_working_groups/ola
cefs/Declaraci%C3%B3n_de_Asunci%C3%B3n_S_and_P.pdf.
49
y sociales de control; que genera confianza; que no ha de verse sólo como
un proceso retrospectivo, sino también como una herramienta prospectiva;
que ha de ser encauzada por criterios profesionales de transparencia,
austeridad y eficiencia; que tiene un gran valor por razones legales y
morales; que es preciso institucionalizarla, no sólo como fiscalización formal,
sino como un modo de universalizar una toma de decisiones más
transparente y reflexiva.
4º Transparencia de la información.
Los comités mixtos pueden ser muy útiles desde el punto de vista de la
gobernanza, a la hora de contar con la participación de la ciudadanía.
Pueden estructurarse de muy diversos modos: pueden conformarse comités
con un porcentaje de personas representativas de organizaciones relevantes
al caso, otro porcentaje de personas al margen de las organizaciones
seleccionadas al azar, añadiendo un porcentaje de personas representantes
de los órganos administrativos, de expertos, de partidos políticos, etcétera.
La anatomía de los comités puede conformarse de acuerdo a las exigencias
u objetivos que se esperan del mismo. Pueden ser genéricos o específicos.
Además de esto, los comités pueden conformarse ad hoc, para situaciones
concretas, con independencia de que se establezcan normas y
procedimientos para la conformación de comités.
Consultivas:
o asesorar en “resolución” o encauzamiento de conflictos;
o elaborar protocolos, recomendaciones y cursos de acción.
51
Internas:
o elaboración de memorias y documentos de trabajo o planes;
o establecer reglamentos internos, códigos de conducta,
etcétera.
Pedagógicas:
o formar y asesorar a los que caen bajo la jurisdicción del comité;
o divulgar su función, tarea y utilidad al conjunto de la sociedad
(http://www.aceb.org/comit.htm).
52
modo de tomar parte pasivo, sino activo: se toma parte en la vida de la
comunidad (koiné), construyendo comunidad. Perdido su uso político
antiguo, el término parece haberse usado durante la época romana tardía
en sentido religioso, asociado a la “comunión”, o la “unión común”. Lo que
nos interesa señalar, respecto a esta herramienta ética, es precisamente que
la participación indica una posición activa del sujeto. Se participa en tanto se
es ciudadano, no en tanto súbdito. Como súbdito se obedece, se está
subjecto, sujeto. Sólo como ciudadano se participa.
Indicadores de:
53
Grado de
Índices de delegación de Grado de
pobreza. autoridad. satisfacción de
poblaciones
Grado de atención atendidas.
a quejas y
sugerencias.
Fuente: Elaboración propia a partir de Whittingham Munevar, 2005.
Para que las políticas anticorrupción sean efectivas, es preciso contar con
dos características importantes en el diseño: que sean realistas, para evitar
que se conviertan en mera retórica, y que cuenten con la lógica política en
su institución. Que sean realistas conduce a establecer prioridades en la
lucha contra la corrupción, pues en función de dichas prioridades se asignan
recursos y se establecen protocolos, sistemas, responsables,
procedimientos, normas, etcétera, de acción. Contar con la lógica política
conduce a reconocer cómo la lógica del adversario sitúa a la corrupción
como un arma de desacreditación, lo que puede desvirtuar la política
anticorrupción: cansar a la ciudadanía hasta hacerla escéptica y apática al
tema, conducir a situar acuerdos tácitos entre opositores para no tocar el
tema de fondo, etcétera (Villoria, 2000).
55
implicar a parlamentos, institutos de investigación y universidades en
el seguimiento y evaluación;
15
También pueden obtenerse interesantes aportes sobre el tema en el centro de
investigación sobre corrupción en: U4, Anti-Corruption Resource Centre. URL:
http://www.u4.no
56
Actuar contra los principios es actuar contra la propia naturaleza, de lo que
se seguiría algún tipo de problema, desajuste, etcétera. En el pensamiento
comunitarista o en el neoaristotélico, por ejemplo, se presenta este
concepto. También aparece en aquellas éticas vinculadas a suposiciones
humanistas: los principios orientan en la medida en que despliegan la propia
naturaleza del hombre; seguirlos es seguir la senda de su realización, de su
bien y, por ende, es tarea ética de primera magnitud explicitarlos y ponerlos
en funcionamiento.
57
aunque no se sigue de ellos; y también hay una realidad que está antes de
los principios y, por supuesto, no puede seguirse de ellos.
Entre los principios y los valores, pueden establecerse las relaciones que hay
entre las guías y las acciones: los valores se siguen de los principios, los
realizan, convierten las disposiciones “en el papel” en acciones concretas.
Pero al igual que hay acciones que se dan al margen o antes de los principios,
hay valores que no se explicitan más que en el curso mismo de la acción. La
misma abstracción del valor hace que la situación de la relación entre
valores, como la de la relación entre principios, sea siempre compleja,
motivo por el cual se precisa de la razón moral, razón práctica y prudencia
para articular decisiones. ¿Acaso es lo mismo el valor del honor, de la
honestidad o de la lealtad en una comunidad de ladrones que en una
comunidad política? Sólo si la comunidad política fuera la comunidad de
58
ladrones, sería tal el caso; pero es claro que para el ladrón ser leal a su clan
exige ser desleal a la patria. La complejidad derivada de la pluralidad de los
valores y los principios, el hecho de que son siempre relativos a sistemas de
referencia o códigos –explícitos o no–, hace necesaria la intervención del
juicio ético, de la prudencia y la razón práctica.
Los valores, en el sentido de “lo que hace valer”, ser apreciado –en nuestro
caso, una gestión o una institución–, incorporan una dimensión de éxito:
cuando las disposiciones a la acción permiten satisfacer o cumplir sus
objetivos, se genera un clima de satisfacción y cooperación que permite a la
organización seguir en la senda de su cumplimiento.
Así, los valores desempeñan una serie de funciones esenciales:
selectividad de la percepción;
Valores Antivalores
Amabilidad / Buen trato /Cortesía Maltrato /Desprecio /Descortesía
Armonía / Concordia / Acuerdo Discordancia /Desavenencia
Asistencia / Presencia /Desacuerdo
Atención al ciudadano Absentismo /Ausencia
Autoridad Desatención al ciudadano
Benevolencia Abuso de autoridad /Despotismo
Calidad Malevolencia/ Envidia
Capacidad /Aptitud /Suficiencia /Idoneidad Imperfección /Chapucería
Comunicación /Diálogo Incapacidad /Ineptitud
Confianza /Credibilidad /Fiabilidad /Incompetencia
Confidencialidad /Sigilo profesional Hosquedad /Aspereza
Cooperación /Participación Desconfianza /Suspicacia /Inseguridad
Cuidado /Esmero Violación de secretos
Decoro /Decencia /Dignidad Individualismo /Personalismo
59
Dedicación plena o exclusiva Descuido
Diligencia /Rapidez /Presteza /Prontitud Impudor /Desvergüenza /Indignidad
Disciplina /Obediencia /Orden Dedicación parcial
Discreción /Reserva /Cautela Negligencia /Lentitud /Morosidad
Discrecionalidad Indisciplina /Desobediencia /Desorden
Ecuanimidad /Ponderación Indiscreción /Habladuría
Eficiencia /Murmuración
Ejemplaridad Insensatez
Fortaleza /Firmeza Alteración del ánimo
Franqueza /Sinceridad Ineficiencia
Equidad /Imparcialidad /No discriminación Mal ejemplo /Corrupción
Neutralidad Debilidad de carácter /Blandura
Espíritu de servicio /Compromiso Adulación /Lisonja /Hipocresía
Flexibilidad /Fariseísmo
Generosidad /Liberalidad Inequidad /Parcialidad /Discriminación
Honestidad /Honradez / Probidad/ Rectitud Favoritismo /Nepotismo
Honor Dejadez / Indiferencia
Humildad /Modestia /Sencillez /Desentendimiento
Iniciativa /Actitud innovadora Rigidez
Justicia Avaricia /Tacañería
Lealtad /Fidelidad /Adhesión Deshonestidad /Perversidad
Mérito /Merecimiento /Corrupción
Moderación Deshonor
Objetividad Vanidad/ Orgullo/ Soberbia
Paciencia /Tranquilidad /Calma /Arrogancia
Previsión Apatía /Indiferencia
Profesionalidad /Aptitud /Competencia Injusticia
Prudencia /Cordura Deslealtad /Infidelidad /Traición
Pulcritud /Buena presencia /Aseo /Transfuguismo
Puntualidad Demérito /Desmerecimiento
Renovación /Actualización /Usurpación
Respeto Ambición /Codicia
Responsabilidad /Cumplimiento Subjetividad
Sabiduría /Buen juicio /Tino Impaciencia /Intranquilidad/
Sencillez en la tarea Precipitación
Sensibilidad /Delicadeza /Intuición Improvisación
Solidaridad Improvisación /Ineptitud
Templanza /Moderación /Continencia /Incompetencia
Tolerancia /Condescendencia Imprudencia /Irreflexión
Transparencia /Claridad Desaliño /Desaseo /Suciedad
Urbanidad /Educación /Respeto Impuntualidad
Valentía /Temple Estancamiento
Veracidad /Realidad Acoso/ Insolencia
Irresponsabilidad/ Ligereza/Abandono
de tareas
Ignorancia /Desatino /Falta de juicio
Enrevesamiento /Complicación
Insensibilidad /Indiferencia
Mediatización /Obstrucción
Incontinencia /Intemperancia
/Libertinaje
Intolerancia /Intransigencia
/Fanatismo
Encubrimiento /Ocultamiento
/Opacidad
60
Ineducación /Vulgaridad /Irrespeto
Cobardía /Miedo /Pusilanimidad
Mentira /Engaño /Falsedad
Fuente: Diego Bautista, 2007, pp. 268-269.
61
c. En el ámbito de los valores organizativos y los valores económicos.
El servidor público ha de ser consciente de su orientación al interés
general, pero también de la aplicación de los principios a casos
particulares. Supongamos que se otorga una subvención a personas
con discapacidad, siendo preciso evaluar la discapacidad transitoria
para asignar recursos de modo eficiente y equitativo.
Tras las crisis experimentadas por el modelo del bienestar, irrumpió también
en escena la noción según la cual la idea de servicio público era una idea
caduca, al menos tal como estaba planteada. Esta crítica al servicio público
desde el ámbito económico y de las ciencias administrativas, ejemplar en el
caso de la Nueva Gestión Pública, supuso que el estatuto de entidad pública
o estatal podría muy bien ser un obstáculo para la calidad de los servicios.
Pero no sólo desde éste ámbito se cuestionó la noción de servicio público,
sino también desde posturas radicales, progresistas o demócratas –en el
sentido estadounidense del término–; se señaló la necesidad de finalizar con
la noción y paradigma del servicio público, pues: restringía libertades,
consolidaba desigualdades y era una herramienta más de dominación
cultural (Ara, 210, pp. 139-148)16.
16
Ignacio Ara, en el trabajo que se señala, argumenta claramente que el servicio público
en sí no aumenta las desigualdades, ni reduce la libertad, ni es un instrumento de
dominación, al menos no más de lo que sucedería en caso de su inexistencia; y en los
primeros dos casos, la reducción de desigualdades depende también del sustrato
económico y tecnológico del servicio. Por lo que respecta a la idea de que restringe la
libertad, el servicio público en sí no reduce la libertad o, si lo hace, no es tal en términos
sociales: simultáneamente a la reducción de libertad de unos, aumenta la de otros,
situación que produce también la inexistencia del servicio; por lo tanto, ninguna de esas
críticas son aceptables.
63
Otra noción muy emparentada con la de servicio público es la de “Estado
social”17. Éste es una suerte de herramienta del Estado de Bienestar
(Herreros, 2010). El servicio público aparece, así, como el acto de gestión de
la Administración en el marco de los Estados Sociales.
La crisis de los estados del bienestar y las sucesivas reformas del Estado
acaecidas en los últimos años han llevado al planteamiento de una noción
amplia y flexible de servicio público (Herreros, 2010, p. 167). Tal es el caso
de las “concesiones administrativas” (Herreros, 2010): un servicio que
debiera estar a cargo del Estado –para un caso de gestión concreta, como
puede ser uno o varios centros escolares–.
La ética pública sugiere que un servicio público de calidad exige diversos
condicionantes:
17
Una herramienta jurídica del constitucionalismo o constitucionalización de los derechos
denominados sociales o derechos humanos de segunda generación es la de incorporar la
definición del Estado (por ejemplo, España en su constitución) como Estado social y de
derecho.
64
partes del mundo a una progresiva incorporación de lo impolítico: tramos de
la existencia humana y sus cronologías (infancia, adolescencia, juventud y
vejez), antes excluidos de los procedimientos políticos y de gestión,
tematizados y gestionados de modo “paternalista”, hoy se han emancipado.
Ya no pueden ser entendidos como objetos de la política y la gestión, sino
como sujetos de ella, el “afuera” de lo político que ahora se ha convertido
en político. De modo que administrar los recursos públicos (salud,
educación, vivienda, seguridad, cultura, etc.) de modo paternalista, dirigista,
sin atender a la voz de aquellos a quienes se sirve y sin incorporarlos en el
proceso de gestión, se hace cada vez más insostenible.
18
Pueden verse al respecto estudios como el de Vicent Navarro (1997): estudios
comparativos entre el coste de servicios públicos prestados a la tercera edad públicos en
Suecia y gestionados por entidades privadas en EE.UU, así como en otros sectores.
65
El modelo de gestión de los recursos públicos que se impone es, entonces,
para Alguacil (2012), el modelo relacional. De este modelo, distingue el autor
dos modulaciones hasta la fecha: el modelo débil, regulado por los principios
del mercado, y el modelo fuerte, que es por el que este autor apuesta. El
modelo débil tiene el defecto de convertirse en una máscara para perpetuar
los vicios y características del modelo gerencial. El modelo fuerte se
caracteriza por contar con diversidad de actores –públicos (estatales),
privados (empresariales) y del tercer sector (voluntariados, ONG,
asociaciones de la sociedad civil en general, etc.)–. El modelo relacional
(Alguacil, 2012) refuerza el carácter democrático en la administración de los
recursos, ya que incrementa la implicación ciudadana, la participación
ciudadana.
19
No entramos aquí en el importante tema de la complejidad, pero cabe considerar cómo
las nuevas tecnologías de la comunicación y la información han modificado los modos en
que nos relacionamos, informamos, trabajamos, etcétera, así como la creciente pluralidad
existente en las sociedades.
66
territorialidad. En cada territorio conviven muchos espacios formando redes
ocultas que definen el presente de los sujetos. La globalización de la
delincuencia financiera, por ejemplo, es muestra de ello. Hoy vivimos el
asedio de buitres financieros que no dudan en aprovechar la legislación de
un territorio para dirigirse contra otro. Una administración orientada al bien
común ha de tener presente este hecho. En sentido similar cabe considerar
otros ámbitos como la educación, la salud, las culturas, etcétera.
67
alienta formas de liderazgo relacional”: por la formación e implicación
de los ciudadanos, el líder asume otro formato distinto del habitual,
más próximo al de un coordinador que al de un caudillo.
20
Ver: http://transparencia.gob.es/ Y: http://transparencia.cba.gov.ar/
69
Desde la ética pública se precisa que la transparencia exige también una
comunicación efectiva y sincera con el conjunto de la sociedad por parte de
las instituciones. Frente a la estrategia de una comunicación que pretende,
en el fondo, el control y la manipulación soterrada, una comunidad efectiva
supone el diálogo; no tanto controlar al otro, cuanto contar con el otro.
Entre las múltiples medidas que se pueden tomar para potenciar una
transparencia con sentido ético, están: la construcción permanente de
espacios de participación e interlocución, la producción de información
relevante, veraz, que responda a peticiones ciudadanas, que oriente las
líneas de acción y gestión, etcétera, y construir imaginarios que promuevan
la ética (imaginarios que de ninguna manera niegan la pluralidad, sino que
la incorporan como forma de riqueza, como expresión de las diferencias en
70
una lucha agonística por la excelencia, más que como guerra antagonística21
en la que toda actitud antiética –la mentira, por ejemplo– es válida).
21
Ya hemos mencionado la distinción entre entender la discrepancia como agonismo y
como antagonismo, lo que no implica que ciertas dosis de antagonismo sean inevitables y
hasta positivas. Pero el antagonismo tiende a la lógica amigo versus enemigo, y con el
enemigo, llegado el caso, todo puede valer. En cambio, con el agonismo estamos ante una
competencia en la que la diferencia no conduce a validar cualquier estrategia, pues es
imprescindible sostener el espacio simbólico común, la apuesta desde una parte de lo
social por el bien del todo, podríamos afirmar. Cada oponente rivaliza porque ejemplifica,
o pretende hacerlo, lo mejor, por eso busca su propia excelencia, excelencia que –hay que
añadir– es resultado de un duro ejercicio.
71
acercarnos al objetivo de la imparcialidad que se reclama desde la idea
misma del derecho administrativo?
Ahora bien, hay muchos modos en los que puede darse la verdad ética,
porque no es lo mismo una verdad que se “descubre” y se impone por su
misma naturaleza, que una verdad que se “construye”, en cuyo caso
podemos atenernos a las reglas de construcción de la misma o bien a las
consecuencias de esas reglas (en el primer caso, estamos en una postura
formalista, propia de las éticas del deber; en el segundo, en una postura
utilitarista y prudencial).
Una gestión ética exige tanto empatía para con las condiciones de la ciudanía
como la escucha a sus reclamos. El servidor público ha de juzgar atendiendo
a estas dos dimensiones; esto lo que lo conducirá, a su vez, a una serie de
valores como la flexibilidad, la atención, la cortesía, etcétera.
22
La numeración se corresponde con el sistema Oxford de citación de textos clásicos.
74
A la hora de ser equitativo, se precisa un juicio ético, un juicio reflexionante
que, por las características mismas de su estructura, exige apegarse al
sentimiento. Pero ahí donde tiene su debilidad, puede también tener su
fortaleza. Como descubrieron los emotivistas, las apreciaciones humanas
están ligadas a sus sentimientos, a sus experiencias de vida. Por eso, el
cultivo del sentimiento de responsabilidad es uno de los objetivos
fundamentales de una gestión ética. Sólo un sentimiento de responsabilidad
bien cultivado puede conducir a la ecuanimidad (Jonas, 1995).
Este tipo de dilemas y otros tantos exigen la presencia de una razón práctica
que los evalúe, lo que contribuye a un servicio de calidad y adaptado a las
exigencias de una ciudadanía crecientemente consciente de sus derechos.
76
prácticas de gestión empresarial (que también sirven para la gestión pública,
salvando las distancias) que son erróneas. Así:
la remuneración insuficiente;
77
contribuye a esa serenidad socrática tan alabada en la historia de la ética: si
se conoce el valor propio, no hay lugar para los vicios derivados de la falta
de apreciación de uno y de los demás. Por lo tanto, contribuye a potenciar
la confianza, como ese sentimiento que nos permite afrontar la propia
vulnerabilidad y nos otorga seguridad en el ejercicio de nuestras tareas para
con los demás. A su vez, potencia la capacidad para comprender la necesidad
de afrontar el futuro como una dimensión temporal que puede abrir
posibilidades de plenitud.
78
3.4 Algunos casos de ética en los
asuntos de Estado
3.4.1 EE.UU, Reino Unido, Unión Europea, Panamá y
Paraguay
Tras el escándalo Watergate en 1974, en los EE.UU, se crea en 1978 la Oficina
de Ética del Gobierno con la pretensión de salvaguardar la dignidad y función
del servicio público gubernamental. La oficina pretendía actuar en tres
ámbitos: creación de códigos éticos; análisis del detalle de funcionamiento
y requerimientos de mejora ética en los procedimientos internos a las
instituciones de gobierno; establecimiento de normativas específicas y
vincularlas con las normativas jurídicas que les sirven de fundamento (Diego
Bautista, 2007).
79
a) Principios generales:
o seguir los siete principios generales del servidor público;
o ejercer con responsabilidad el cargo, dado que el mismo
comporta privilegios;
o no realizar actos contra el interés y bien de su país;
o mantener una actitud respetable y un alto standing de
conducta;
o cumplir con los deberes de su función;
o pedir consejo si tienen dudas sobre la conducta apropiada.
b) Intereses económicos:
o no aceptar dinero, ni regalos, ni privilegio alguno que no esté
establecido en el protocolo;
o suspender el interés personal o cesar del cargo si hubiere
conflicto de interés (entre el interés personal y el del cargo);
o declarar y registrar bienes (Diego Bautista, 2007, pp. 151-152).
80
conducta administrativa. Entre otras cosas, se señala en dicho código que el
servicio público europeo ha de orientarse al interés público, ha de ser un
servicio de calidad con administración abierta, y apostar por la cortesía, la
objetividad y la imparcialidad. Establece como principios de conducta:
la legalidad;
objetividad;
imparcialidad;
información;
81
Defensor del Pueblo23 y el diálogo con Iglesias y confesiones religiosas; el
establecimiento de un Comité Consultivo sobre Conductas de los diputados,
que elabora un informe anual; la creación de un registro de obsequios (para
seguir aquellos obsequios permitidos por la ley); el establecimiento de un
Registro de Transparencia24, que entre otros elementos cuenta con un
sistema de alertas y denuncias (http://europa.eu/index_es.htm).
Aptitud
Capacitación
Legalidad
23
Véase: http://www.ombudsman.europa.eu/es/resources/publicserviceprinciples.faces
24
Véase: http://ec.europa.eu/transparencyregister/public/homePage.do
25
Véase: http://www.procuraduria-admon.gob.pa/
26
Ver: http://es.slideshare.net/kivette/cdigo-de-tica-panameo
82
Veracidad
Discreción
Obediencia
Independencia de criterio
Equidad
Igualdad de trato
Colaboración
Dignidad y decoro
Honor
Tolerancia
83
Por otra parte, desde el 2010 se implementa en Paraguay una estrategia de
fortalecimiento de los órganos de control estatal27 mediante, entre otras
medidas, la implementación del Modelo Estándar de Control Interno para
las Instituciones Públicas (MECIP). Este modelo forma parte del plan del
mismo nombre que, junto con el Plan Umbral, coordina el Ministerio
Público.
Ministerio Público28 del Paraguay tiene, entre otras, las siguientes funciones:
representar a la sociedad ante los órganos constitucionales para velar por el
respeto a sus derechos; defender el patrimonio público, social, del medio
ambiente y de los derechos de los pueblos indígenas; ejercer la acción penal
cuando se requiera (Ministerio Público, República del Paraguay,
http://goo.gl/wK8HBC).
27
Véase: www.oas.org/juridico/PDFs/mec_avance_pry.pdf
28
Ver: http://www.ministeriopublico.gov.py/
84
Desde mayo de 2006 el gobierno de Paraguay, mediante el Ministerio
Público, estableció un acuerdo con USAID (Agencia para el Desarrollo
Internacional de los EE.UU) cuyos dos objetivos centrales fueron: la lucha
contra la impunidad y la corrupción –promover la investigación, consolidar
y desarrollar estrategias de control interno disciplinario y gestión
transparente– y la formalización y reglamentación de las actividades
económicas que se desarrollan en la administración pública.
defensa de la constitución;
transparencia;
29
Véase: www.ministeriopublico.gov.py/documentos/cod_etica/cod_etica.pdf
85
defensa de la sostenibilidad ambiental. (Ministerio Público, República
del Paraguay, http://goo.gl/wK8HBC).
30
Para las iniciativas de Contralorías ciudadanas puede consultarse la Red Nacional de
Contralorías Ciudadanas: http://habitat.aq.upm.es/bpal/onu04/bp1778.html
86
colaboración; apostar
por la excelencia.
87
El código establece como autoridad principal al Fiscal General del Estado,
quien establece las directrices a ser ejecutadas por: el Comité de Ética; el
Gerente de Ética; el Equipo Técnico.
Las funciones del Comité de Ética y del Comité de Buen Gobierno serán:
88
Informar trimestralmente al Fiscal
y al Comité de Control Interno.
Fuente: Elaboración propia en base a Ministerio Público, República del Paraguay,
http://goo.gl/wK8HBC.
31
Véase: https://www.contrataciones.gov.py/.../codigo_buen_gobierno_dncp.pdf
32
En este enlace puede consultarse alguna de las claves para la construcción de escalas de
percepción siguiendo el método Likert: http://www.eumed.net/libros-
gratis/2006c/203/2k.htm
89
estructurarse en torno a nueve universo que se pretende
categorías de análisis: estudiar– y proporcional a los
• principios y valores éticos diversos elementos de la
personales; institución (funcionarios según
• principios y valores de la escala, asesores, ciudadanía, etc.).
entidad; Para ello, pueden usarse diversos
• relaciones con los procedimientos, dependiendo del
funcionarios; caso: al azar, por selección
• relaciones con contratistas y sistemática, etcétera.
proveedores (si fuera el caso); 3º Aplicación de los instrumentos.
• relaciones con otras entidades; 4º Análisis de la información
• relaciones con la comunidad; capturada: tabular respuestas,
• relaciones con el medio prestar atención a variables como
ambiente; las respuestas según cargo
• construcción y aplicación del (directivo, profesional, auxiliar,
reglamento ético. etc.), nivel organizativo, etcétera.
Procurar en el análisis introducir
elementos de reflexividad que
permitan indagar la fiabilidad de la
información, la relevancia de las
categorías de análisis, el
procedimiento de aplicación,
etcétera.
5º Presentación de la información.
En dicha presentación es
importante atender a algunos
elementos que permitan destacar
lo importante del diagnóstico. Así
por ejemplo:
-establecer los valores por
categorías analíticas, identificando
los reactivos pertinentes (por
ejemplo, el grado de “muy de
acuerdo”);
-establecer las diferencias de
percepción apreciables por niveles
de cargo o variable que se haya
considerado relevante,
identificando también los
reactivos;
-ubicar el factor de opacidad, el
grado de “no sabe” que existe;
-resaltar los resultados globales de
la entidad (VV.AA [Corregir en
función de las correcciones que se
90
apliquen en el listado de
referencias], 2008, p. 138 y ss.
Fuente: Elaboración propia en base a Marleny Ospina, 2008, p.138-152.
33
Señalamos que hemos modificado alguna de las propuestas para ajustarla al programa
que venimos desarrollando, añadiendo algunos elementos que no están presentes o
rectificando algunos de las existentes en el modelo.
91
buenas prácticas, de diseño de materiales éticos, protocolos,
etcétera.
93
Referencias
Alejandro Martínez, G. (2012). América Latina y la construcción del Estado
Administrativo. Disponible en http://goo.gl/jboIjM
94
Frederickson, H. G. (1983). Nueva Administración Pública. México: Noema
Editores.
96