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1.- DIFERENCIAS ENTRE CONVERSACION Y EL DON DEL DIALOGO Y LA COMUNICACIÓN:
CONVERSAR (racionalmente, humanamente) Los sucesos del día, de nuestra familia, del trabajo.
EL DON DEL DIALOGO, es un regalo de Dios
Jn. 1,1 “En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios y la Palabra era Dios” Palabra del
Señor.
Dios se hizo Palabra para DIALOGAR con nosotros para COMUNICARNOS Su Amor, normas de Vida, etc.
EL DIÁLOGO ES UN DON, un regalo de Dios, por eso cuando dialogamos en pareja desata nudos, disipa
suspicacias, abre las puertas, soluciona nuestras desinteligencias y conflictos, engrandece a la persona y es
vínculo de unidad. DIALOGAR ES: Buscar juntos, con la ayuda de Dios, la verdad y el error de cada uno para
encontrar juntos la UNICA VERDAD que sólo la tiene DIOS. ¿Recuerdan nuestro el tema de dialogo de nuestro
RETIRO? Cada uno tiene su verdad y error, por eso tenemos que buscar juntos: “Ni tu verdad ni mi verdad,
sino LA VERDAD que solo la tiene Dios. “ÉL es El Camino, La Verdad y La Vida”.
TESTIMONIO. -
LA COMUNICACIÓN: Encierra un sentido más entrañable y personal. Es entregar algo que es sustancialmente
mío, algo que forma parte de mi ser, de mi alma. (sueños, anhelos, esperanzas, sentimientos, heridas que
necesitamos sanar, defectos, necesidades básicas, falta de perdón etc.) Si el cónyuge abre las ventanas de su
corazón y entrega su riqueza interior, y al mismo tiempo participa de la riqueza del otro cónyuge, nace la
relación viva Yo-tú y se crea un “nosotros”. ES UNA COMUNICACIÓN INTIMA. En la medida que nos abrimos y nos
damos mutuamente, en esa misma medida maduramos y nos amamos.
Para comunicarnos debemos tener siempre en cuenta que: SENTIR NO ES CONSENTIR LOS SENTIMIENTOS
NEGATIVOS que hay en el corazón: Quiere decir que no consiento, no exteriorizo los sentimientos negativos
que puedo estar experimentando en ese momento. Por ejemplo…: Estoy con cólera porque no me
obedecen mis hijos, ...pido ayuda a Dios y no consiento la cólera…y le entrego esa cólera a mi Jesús,
clavándola en su Cruz.
Una sana liberación no consiste en dar enfermiza rienda suelta a todo lo negativo que puedo tener en mi
alma. Y tomarlo con él o ella. CUIDADO. Esto podría generar una pelea, un comunicar mi propio infierno que
estoy viviendo y el infierno genera infierno.
FILIPENSES 2, 2-5 “…Colmad mi alegría teniendo un mismo sentir un mismo amor, un mismo ánimo y
buscando todos lo mismo. Nada hagáis por ambición ni por vanagloria, sino con humildad considerando a
los demás como superiores a uno mismo, sin buscar el propio interés sino el de los demás. Tened entre
vosotros los mismos sentimientos que Cristo” Palabra de Dios
PASOS
1-VER EL ERROR Y VERDAD DE CADA UNO. Sacar el Sí del No, de cada discusión: mi verdad: estaba
fastidiada, herida por su actitud, su verdad estaba herido por haberlo humillado, mi error: gritar y
reclamarle, su error: seguir peleando. Encontrar juntos la Verdad con la ayuda de Dios: ¿porque nos
refregamos constantemente nuestras heridas?
2-AUTOCRITICA: Hago silencio pido ayuda a Jesús y le digo: “Señor dame Tu luz, tu corazón, para identificar
mi herida. ¿Porque actúo así? ¿Cómo parar mis venganzas inconscientes, porque le respondo siempre
atacando y defendiéndome? Trato de calmarme, serenarme
3-HUMILDAD-. Ayúdame Señor, dame TU HUMILDAD, quiero entregarte todo lo negativo de mi corazón y
perdonarme a mí misma, para poder perdonarlo-a. Pienso: ¿- Que haría Jesús o María en mi lugar y voy
entregando al Señor todo lo que siento en mi corazón: fastidio, rabia, rencor... y le digo: señor ayúdame a
darme cuenta que “sentir no es consentir los sentimientos negativos”: no consiento la rabia, el rencor …
4-ENTREGAR. - Te entrego Dios mío todas mis humillaciones, mis sentimientos negativos, mi cólera, mi rabia.
Para poder liberarme y perdonarme a mí mismo-a mis errores, mis venganzas, sana mi corazón Jesús.
5-COMPRENSION Y ACEPTACION. - Ayúdame Señor a comprender que también mi cónyuge está herido que
pueda comprender sus heridas su lucha con sus tendencias de pecado, que yo sea la ayuda adecuada para
que pueda abrirse y compartir lo que hay en su corazón…para comprenderlo y aceptarlo, pidiendo ayuda a
Dios para no contestar mal y poder decirle: “cuéntame que te pasa, hay algo en que puedo ayudarte o te he
ofendido en algo” …...
6- PEDIR PERDON Y PERDONAR Una vez sereno-a, busco el momento más oportuno para acercarme a mi
cónyuge, pido al Espíritu Santo que me ayude a abrir mi corazón y comunicarle que estoy en un proceso de
perdonarme a mí misma-o y quiero pedirle perdón por todo el daño que le he hecho y que me ayude a darme
cuenta para superar mis tendencias de pecado que nos hacen tanto daño y que yo estoy dispuesta también a
perdonarlo y ayudarnos mutuamente.
Solo así podremos mutuamente aceptar nuestras heridas y reacciones mutuas, el porqué de nuestras
actitudes, y así comprendernos para poder aceptarnos y perdonarnos 70 v. 7, solo-a no puedo…,
“si nos comprendiéramos no haría falta perdonarnos”.