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Jueves 24 de octubre, 2019

A las y los parlamentarios de oposición:

Una democracia excluyente.

La masiva protesta a la que asistimos, ha puesto en jaque las formas tradicionales de nuestra
democracia. Una democracia que evidenció ser excluyente y que ha dejado fuera al actor social, a la
gente. Esa misma gente que hoy se cansó y que reclama por un cambio sustancial, donde cualquier
cambio cosmético debe ser entendido como una nueva exclusión. Es hoy el momento para prefigurar
el país que la mayoría de Chile reclama.

El rol del Gobierno y el de la oposición en el conflicto.

Por mayoría electoral, hoy es la derecha la que ocupa la primera posición. Esto significa que hoy las
posiciones del Gobierno y de la oposición son diferentes. Por un lado el Gobierno tiene sobre sus
hombros la responsabilidad de hacerse cargo de esta situación y tomar las decisiones que considere
correctas. Por otro lado, consideramos que hoy, la Oposición tiene la responsabilidad de ponerse a
disposición de las mayorías sociales expresadas en las calles, ofreciendo voluntad de diálogo para
dar un cauce político y democrático al conflicto.

¿Qué le ofrece la oposición al país?

Hasta hoy, la Oposición política no ha realizado un ofrecimiento claro. Muchas voces han tenido
iniciativa, lo que se valora, sin embargo estas voces no han sido coordinadas, y en algunos casos
son contradictorias. Esto ha sido un factor de desorden en el marco de un conflicto vivo, este
desorden que agrava la crisis y abre el riesgo de una salida autoritaria, que bien sabemos, es un
fetiche para algunos sectores. Hoy nuestra primera responsabilidad está en honrar la posición que
tenemos, y como Oposición, ordenar nuestros esfuerzos y ofrecer claridades.

Abrir las puertas de la democracia

Creemos que el problema no se centra solamente en discutir cuáles son las mejores medidas de
corto plazo, el anuncio del Presidente Piñera dejó en evidencia que la política de los anuncios y de
los ofertones no tiene eco en una sociedad que se cansó de esa vieja forma. Nuestra posición es que
aquellas fuerzas que nos consideramos democráticas, debemos ofrecer una apertura de la
democracia, contraponer a esa democracia excluyente, una democracia inclusiva. Abrir el diálogo,
que es mucho más que una reunión de todos los partidos, creemos que es momento de abrir un
diálogo entre la política y la ciudadanía, y ese diálogo nos abrirá la puerta a reimaginar nuestra
democracia.

Las condiciones que ha generado esta movilización masiva son inéditas y generan la tierra fértil para
sembrar la democracia del futuro. ¿Qué nos impide imaginar una salida participativa y democrática a
esta situación? Desde hace años la sociedad ha instalado temas que la política no ha acogido. Hoy
tenemos ante nosotros la oportunidad de ofrecerle al país una fórmula diferente, que devuelva a la
gente el poder deliberar. Puede haber más de una fórmula, pero la que queremos discutir es una que
no es nueva para nuestro país pues fue aquella que marcó la historia un 5 de octubre de 1988.

El plebiscito. Una herramienta para la deliberación democrática.

Sin ser la única alternativa posible, hoy creemos que es pertinente abrirnos a la idea de realizar un
plebiscito, cuyo contenido -naturalmente abierto a la discusión- oriente al debate político y permita
que cada uno y una de nosotras, sea parte de escribir este capítulo en la historia. Creemos que es
momento de abrirnos, con audacia y con responsabilidad, a que el protagonismo lo tenga la gente.

La instalación de un plebiscito como vía de solución para las demandas de la población, permitiría
abrir debates que en los estrechos márgenes de la política actual no permiten, como lo es la garantía
de derechos humanos y sociales en el país. Este proceso al requerir un cambio constitucional y un
debate respecto a su contenido, contiene el potencial de organización e instalación de
transformaciones que desde la oposición hemos mostrado acuerdo en empujar, lo que implica una
fortaleza para la organización en el campo social y de articulación de la oposición en el campo
político.

Ante la amenaza de una salida autoritaria, nuestra respuesta debe ser más democracia, y nuestro
convicción es que más democracia significa abrir un diálogo efectivo y vinculante entre la política y la
ciudadanía.

Camila Rojas Valderrama Claudia Mix Jiménez


Diputada Diputada

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