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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS


LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA CLÍNICA

Cátedra de Psicolingüística
Trabajo autónomo en Grupo
Discurso escrito: “No sois especiales”

Nombres:

Alejandra Ojeda Fabrizzio Caisapanta


Kevin León Erika Echeverría
Stefani Manangon Viviana Lara
Lisbeth Morán Omar Rodríguez

Docente:
Msc. Verónica Ruíz

Semestre:
Segundo “B”
Fecha:
08/07/2019

2019-2019
“No sois especiales, no sois un copo de nieve único y hermoso, sois de la misma materia

orgánica en descomposición como todo lo demás”.

El club de la pelea.

No sois especiales

El ser humano, biológicamente, cuenta con una capacidad increíble para poder adaptarse al

medio en el que se desarrolla, y con más razón cuando “desaparece” su individualidad y pasa

a formar parte de algo mucho más grande: la sociedad. Entonces, no solo es un “yo” sino un

“nosotros”, y eso implica un cierto grado de tolerancia y empatía para con los demás. Pero,

¿qué sucede cuando este requisito fundamental para una convivencia armónica no se ha

logrado? Hay que tener en cuenta un factor indispensable a lo largo de la historia de la

sociedad: el tiempo. Cada generación critica a la siguiente; es casi una regla de la misma.

Para Nelson Razo (2019) la razón principal es que cada generación ha podido desarrollarse en

un ambiente relativamente más cómodo, adoptando ciertos estilos de vida y pensamientos

que la anterior generación considera contraproducentes, tanto para el individuo como para la

sociedad.

La generación actual, llamada “Generación copito de nieve”, no es la excepción, aunque

irónicamente, así es como se ven o, mejor dicho, se sienten los miembros de la misma. Esta

generación única, hermosa y frágil se diferencia de todas las demás en su inestabilidad

emocional, su susceptibilidad y su escasa resiliencia, como lo menciona el psicólogo Sergio

De Dios González (2018). Las personas de esta generación se consideran extremadamente

sensibles a los puntos de vista contrarios a los suyos respondiendo con susceptibilidad a

cualquier comentario considerado agravio, actuando con agresividad cuando se trata de


debatir sobre temas que no están dentro de su corriente de pensamiento y exigiendo disculpas

por sentirse ofendidos, es decir, victimizándose.

Estas actitudes son consecuencia de la sobreprotección lo cual lleva a que las y los jóvenes

tengan poca resiliencia, alta capacidad de frustración y la vulnerabilidad, incidiendo en que

tengan un sentido exacerbado del yo. Entre uno de los factores detonantes está la famosa

frase de autoayuda con la cual miles de jóvenes se identifican: “eres especial”, haciendo que

se pierda total tolerancia por creer que se lo merecen todo, y que es inaceptable que se los

compare o iguale con otros, precisamente por ese hecho de ser especiales. (Psico Vlog,

2018).

Otra característica ligada a esta conducta es la inseguridad y el catastrofismo, es decir, la

falta de habilidades para afrontar las situaciones con las que tenemos algún tipo de

desacuerdo o están fuera de nuestra corriente de pensamiento; produciendo el fenómeno

conocido como “la eterna adolescencia”, en la cual se adopta un estilo de vida hedonista,

sustituyendo la conquista e ideales por la pasión y el deseo, haciendo ver al mundo como un

lugar hostil, lo cual provoca ver peligro en todo lado exigiendo lugares seguros para todos,

porque eso sí, esta generación podrá ser todo, pero indiferente, no; o al menos eso intenta.

Asimismo, esta generación lucha por el respeto a la individualidad y la aceptación de las

diferencias, siguiendo una serie de ideales como “nada es verdad todo está permitido”, el

cual va definiendo los caracteres típicos de los “copos de nieve”: hipersensibilidad con escasa

tolerancia a la frustración, propensos a adoptar rol de víctima, rígidos de pensamiento y de


acción, más tendentes a la ansiedad y los trastornos del estado de ánimo. Se ha planteado,

entonces, que la forma más fácil de enfrentarse a un problema es no enfrentándolo, o peor

aún, haciendo que alguien más lo enfrente por mí. Según el periodista Emilio Ocampo (2018)

“identificarse como víctima permite no asumir las propias responsabilidades, una actitud

típicamente adolescente, pero lamentablemente cada vez más común en los adultos”. Se ha

tomado a la victimización como uno de los recursos más loables en esta generación, en contra

de una sociedad “hostil”, como se mencionó anteriormente, la cual atenta contra los derechos

de estos jóvenes.

Finalmente, no queda más que ser tolerante, que al fin de cuentas es lo que se busca. La razón

de que existan conflictos ya sean políticos, ideológicos y demás, es precisamente el hecho de

que todos quieren ser escuchados pero nadie se da el tiempo de escuchar a los demás; estos

jóvenes están siempre a la defensiva por el miedo de que el mundo tal cual se lo contaron.

Pero, ¿cómo mejorar estas actitudes o impedir que las nuevas generaciones tengan este tipo

de conductas y pensamiento? Por medio de la generación de fortalezas psicológicas y

emocionales, que es la principal carencia de esta generación, adaptando a los individuos para

alcanzar un equilibrio, permitiendo que los mismos consigan el valor a través de la conquista

y no de la comodidad, dejando de lado la idea de ser especial, porque para lograr un

equilibrio, primero hay que entender que “no por ser único eres especial”. (Psico Vlog, 2018)
Bibliografía
Gonzales, S. (14 de julio de 2018). La generación copo de nieve. Recuperado de

https://lamenteesmaravillosa.com/generacion-copo-de-nieve/

Ocampo, E. (8 de Diciembre de 2018). La Nación. Recuperado el 7 de Julio de 2019, de

https://www.lanacion.com.ar/opinion/la-victimizacion-como-paradigma-nid2170063

Psico Vlog. (18 de octubre de 2018). La generación Copito de nieve (advertencia en la

descripción). Recuperado de Psico Vlog:

https://www.youtube.com/watch?v=3D9ndviO_tc&t=373s

Razo, N. (26 de febrero de 2019). elraptorblog. Recuperado de

http://elraptorblog.com/2019/02/la-generacion-copo-de-nieve/

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