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Universidad de Guayaquil

Facultad Piloto de Odontología

Asignatura:

Radiología II

Tema:
ESTRUCTURA ANATÓMICA EN MAXILARES Y DIFERENCIACIÓN EN
DENTICIÓN TEMPORARIA Y PERMANENTE.
Grupo #7
Semestre y Paralelo:
4/5
Docente:
Dr. Fausto Pilco Msc.
INTEGRANTES:
ANTONELLA RODRIGUEZ CHIQUITO
ASHLEY BANCHON CASTRO
VIANCA PINCAY MENDEZ
ANDREA PEREZ
JUAN GOMEZ CASTILLO

2019-2020 CI

1
INDICE
INTRODUCCIÓN 4
OBJETIVOS 5
ANÁLISIS DE LOS ACCIDENTES ANATÓMICOS DEL MAXILAR Y SU APLICACIÓN CLÍNICA EN LA
INTERPRETACIÓN RADIOGRÁFICA 6
Macizo óseo facial fijo 6
Hueso maxilar 6
Sector anterior (pre maxilar) 7
Incisivos centrales y laterales 7
Proceso alveolar 8
Cresta incisiva, espina nasal anterior, sutura intermaxilar, conducto palatino anterior o nasopalatino, fosita
mirtiforme y piso de fosas nasales 8
Sector antero lateral 9
Sector lateral anterior 10
Premolares y molares 10
Proceso alveolar 11
Seno maxilar 11
Vértice maxilo malar del cuerpo del maxilar 12
SECTOR LATERAL POSTERIOR (segundo molar, tercer molar y zona maxilo - palato - pterigoidea) 13
ANÁLISIS DE LOS ACCIDENTES ANATÓMICOS DE LA MANDÍBULA Y SU APLICACIÓN CLÍNICA EN LA
INTERPRETACIÓN RADIOGRÁFICA 15
Mandíbula 15
Sector anterior o incisivo 16
Sector canino - premolares 17
Sector molar 18
DIFERENCIACIÓN EN DENTICIÓN TEMPORARIA Y PERMANENTE 21
• 20
• 20
• 20
• 20
• 20
• 21
• 21
• 21
• 21
• 21
• 21
• 21
• 22
2
• 22
• 22
• 23
• 23
• 23
PRINCIPIOS DE LA INTERPRETACIÓN RADIOGRÁFICA 24
Interpretación 24
Requerimientos o condiciones necesarias para realizar la interpretacion radiográfica 25
Óptimas condiciones visuales 25
Entender la naturaleza y limitaciones de las imágenes radiográficas 25
Conocimiento de las estructuras radiográficas normales 26
Conocimiento de las patologías radiográficas maxilofaciales 26
Utilizar una técnica sistemática que permita observar las radiografías de forma integral y describir las lesiones
de manera específica 26
Observación integral de la radiografía 26
Maxilar 27
Tejidos blandos 28
Superposiciones 29
En una radiografía intraoral 29
Descripción específica de la lesión 29
• 29
• 29
∙ 30
∙ 30
• 30
• 30
• 30
∙ 31
∙ 31
DIAGNÓSTICO RADIOGRÁFICO DIFERENCIAL 33
Diagnóstico radiográfico diferencial de lesiones radiolúcidas 33
DIAGNÓSTICO RADIOGRÁFICO DIFERENCIAL DE LESIONES RADIOPACAS 35
IMPORTANCIA EN EL DIAGNÓSTICO 36
BIBLIOGRAFIA 38

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INTRODUCCIÓN
Para poder interpretar correctamente las imágenes radiográficas convencionales o digitales, es
necesario no solo un profundo conocimiento de la anatomía normal descriptiva y topográfica
(tridimensional) sino también el conocimiento de las diferentes técnicas radiológicas que orientan
en cómo se hace la proyección radiográfica de los diferentes accidentes anatómicos sobre la
película. En este trabajo se realiza el estudio de la anatomía radiológica del hueso maxilar (parte I),
de la mandíbula (parte II) y de los órganos dentarios en radiografías intraorales apicales
retroalveolares convencionales.

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OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL:
1. Conocer el origen embriológico de las estructuras de la cara y cuello, mediante
consultas a artículos y charlas magistrales con el docente encargado de la cátedra.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
1. Explicar el origen de la cara, intestino embrionario, proceso frontal, primeros arcos
branquiales y del estomodeo en la etapa embrionaria.

2. Comprender la importancia que tiene la etapa embrionaria en la formación de las


estructuras de la cara y cuello.

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ANÁLISIS DE LOS ACCIDENTES ANATÓMICOS DEL MAXILAR Y SU
APLICACIÓN CLÍNICA EN LA INTERPRETACIÓN RADIOGRÁFICA

Macizo óseo facial fijo


El Macizo Óseo Facial Fijo (M.O.F.F.) es multióseo, multicavitario, multiinervado y
multiirrigado, con una compleja estructura de columnas y arcos representados por los
Sistemas Trayectoriales de Siepel. Entre estas zonas de resistencia y densidad ósea se
ubican las fosas nasales y los senos maxilares. Esta estructura anatómica del M.O.F.F. debe
ser tenida en cuenta cuando se realiza la interpretación de las imágenes radiológicas.

Hueso maxilar
El hueso maxilar forma parte del macizo o complejo óseo
facial fijo, siendo el centro funcional del mismo. Con él
articulan los demás huesos del macizo y el maxilar
contralateral en la línea media. Está constituido por un
cuerpo de forma piramidal con una base nasal, un vértice
maxilomalar, y tres paredes denominadas superior u
orbitaria, anterior o yugal y posterior, tuberosal o
cigomática, alojando en su interior al seno maxilar que es
una cavidad neumática anexa a las fosas nasales (Aprile
et al, 1972).

De este cuerpo se desprenden tres apófisis: una inferior o proceso alveolar, otra interna o
medial denominada apófisis palatina y finalmente la apófisis ascendente o frontal. El hueso
maxilar es multicavitario formando parte de la cavidad bucal, de las fosas nasales, de la
cavidad orbitaria, de la fosa ptérigo palatina o trasfondo, y de la fosa cigomática o
infratemporal. (Gutierrez et al, 2009), (Testut & Latarjet, 1978). Desde el punto de vista de
su diseño o estructura ósea el hueso maxilar presenta diversas zonas que se comportan de
manera distinta al pasaje y dirección de los RX: a) zonas densas de tejido compacto en los
denominados Sistemas Trayectoriales de Siepel y b) zonas de escasa cantidad de tejido
esponjoso entre dos corticales como en el resto de las paredes delgadas del cuerpo, a
excepción del proceso alveolar que presenta mayor cantidad de tejido esponjoso entre
ambas corticales. En una radiografía se registran como elementos radiopacos las zonas
densas de tejido compacto y aquellas paredes delgadas que son tomadas tangencialmente

6
por los RX y como elementos radiolúcidos las zonas
correspondientes al seno maxilar y a las fosas nasales.

En las radiografías apicales retroalveolares se


superponen varios de los accidentes anatómicos
ubicados en los diferentes sectores del maxilar,
agregándose los órganos dentarios alojados en el
proceso alveolar. Esta superposición varía según el
ángulo de incidencia de los RX.

La interpretación radiográfica resulta de la capacidad


de poder mentalmente transformar la imagen
bidimensional registrada en la película radiográfica en
una imagen tridimensional, para lo cual es necesario
un profundo conocimiento de la anatomía topográfica de cabeza y cuello, en especial de los
maxilares. Se realizará el estudio anatómico y radiológico del maxilar en cuatro sectores:

• Sector anterior (incisivo).


• Sector antero lateral (canino).
• Sector lateral anterior (premolares y primer molar).
• Sector lateral posterior (segundo y tercer molar) y zona maxilo - palato - pterigoidea.

Sector anterior (pre maxilar)


En este sector se debe estudiar: incisivos centrales y laterales con su proceso alveolar,
espina nasal anterior, cresta incisiva, piso de fosas nasales, fosita mirtiforme, conducto
nasopalatino o palatino anterior, sutura intermaxilar, tabique nasal y pirámide nasal.
Eventualmente se encuentran dientes supernumerarios denominados mesiodens. (Kornecki
& Cappuccio, 1995).

Incisivos centrales y laterales


En la corona de un diente anterior se analiza el casquete de esmalte, la dentina y la cavidad
pulpar. El esmalte se observa especialmente en las caras de contacto mesial y distal como
una imagen muy radiopaca, diferenciándose nítidamente de la dentina que tiene una menor
radiopacidad, a su vez en la parte media se observa la imagen radiolúcida de la cavidad
pulpar. En incisal se observa con menor radiopacidad por ser más delgado, no sucediendo
así en oclusal de premolares y molares donde nuevamente se observa muy radiopaco. En
la raíz se observa la dentina y la cavidad pulpar. El cemento por su escaso espesor y su
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menor radiopacidad no se observa, salvo que exista una hipercementosis, en especial en el
tercio apical radicular.

Proceso alveolar
En el proceso alveolar se debe, anatómicamente, reconocer el sector dentario representado
por la cortical alveolar y el sector peridentario representado por las tablas interna y externa
del maxilar y el tejido esponjoso interpuesto entre ambas que se continúa con el tejido
esponjoso del sector basal del maxilar sin solución de continuidad. El sector dentario
representado por la cortical alveolar (lámina cribosa o lámina dura) se observa como una
línea delgada muy radiopaca continua que se confunde lateralmente con el sector
peridentario.

Solo se puede observar nítidamente la cortical alveolar en las paredes mesial y distal del
alvéolo que es donde son tomadas tangencialmente por los RX.

Cresta incisiva, espina nasal anterior, sutura intermaxilar, conducto palatino anterior
o nasopalatino, fosita mirtiforme y piso de fosas nasales
Este es un sector complejo. De la unión de las dos
apófisis palatinas de ambos maxilares, cuando se
articulan, se forma una cresta elevada hacia las fosas
nasales, que en la zona posterior se denomina cresta
nasal (articula con el hueso vómer) formando parte del
tabique nasal, y en la zona anterior (cuando se relaciona
con el conducto nasopalatino) aumenta de altura en forma importante y pasa a denominarse
cresta incisiva. En su sector más anterior se forma una saliente, la espina nasal anterior, que
adquiere diferente desarrollo en cada paciente y por lo tanto cambiará el grado de
radiopacidad. (Kornecki & Cappuccio, 1995).

Dependiendo de la edad del paciente podemos observar la sutura intermaxilar con


variaciones, de longitud y espesor o los vestigios de la misma una vez calcificada parcial o
totalmente, ya que irá desapareciendo paulatinamente con el aumento de la edad. A ambos
lados de la cresta incisiva se observa la cortical del piso de las fosas nasales y los orificios
superiores o nasales del conducto incisivo o nasopalatino. Mientras que la sutura intermaxilar
se observa como elemento radiolúcido, el piso de las fosas nasales, la cresta incisiva y la
espina nasal anterior se observan como estructuras radiopacas y de su relación surge una

8
imagen densa y radiopaca similar a un rombo que se le
denomina “Rombo nasal o Rombo de Parma” (Gómez
Mattaldi, 1968).

Finalmente debe
referirse a la fosa
mirtiforme en la cual
se inserta el músculo
cutáneo nasal o
mirtiforme. Es una depresión más o menos profunda,
según cada paciente y el desarrollo del músculo que allí
se inserta, localizada en la tabla externa o vestibular del
maxilar a nivel del ápice del incisivo lateral.

Sector antero lateral

En este sector se debe estudiar: canino y su proceso alveolar, eminencia canina, fosa
canina, piso de fosas nasales y seno maxilar. Con respecto al canino y su proceso alveolar
se remite a las consideraciones del sector incisivo. Se debe destacar que desde el alvéolo
del canino comienza el pilar frontal o canino (Sistema Trayectorial de Siepel) que es una
línea de fuerza, con un aumento de la densidad ósea por aumento de la cortical externa,
excepto en aquellos casos especiales en que la tabla vestibular del proceso alveolar del
canino es en partes dehiscente. La fosa canina es una depresión de la pared anterior del
hueso maxilar, ubicado por fuera de la eminencia canina, separada por ésta de la fosita

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mirtiforme, y en la cual se inserta el músculo canino o elevador del labio superior, músculo
cutáneo de cara.

Sector lateral anterior


En este sector se estudia: premolares y primer molar con sus respectivos alvéolos, piso de
fosas nasales, piso o pared alveolar del seno maxilar, tabiques y crestas intrasinusales,
apófisis piramidal o cigomática del cuerpo del maxilar y cresta cigomático - alveolar.

Premolares y molares
En este sector existen diferencias a considerar en los órganos dentarios y en el proceso
alveolar en relación con el sector de incisivos y caninos. La diferencia fundamental a nivel
dentario se da porque los premolares y molares son dientes multiradiculares y además
poseen una cara oclusal en lugar de borde incisal. Los primeros premolares pueden ser uni
o biradiculares y en un muy pequeño porcentaje triradiculares. (Banchieri, Lema, Callo,
1964), (Sánchez & Mangarelli, 1989). Cuando son biradiculares, las raíces se disponen una
a vestibular y otra a palatino; cuando son triradiculares las raíces se disponen igual que en
los molares superiores una a palatino y dos a vestibular (mesio y disto vestibular).

Proceso alveolar
En este sector el proceso alveolar es más complejo debido al número de raíces de
premolares y molares. Los alvéolos son multiloculares y por lo tanto aparecen además de
los tabiques interalveolares, los tabiques intralveolares que separan las raíces de un mismo
órgano dentario. Solamente podrán ser observados radiográficamente aquellos tabiques que
sean tomados tangencialmente por los RX a pesar de su escaso espesor. En esta zona se

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puede observar superposición de raíces y proceso alveolar con la cavidad del seno maxilar
y con tabiques intrasinusales.

Seno maxilar
Aquí se debe realizar un estudio en especial de la cavidad del seno maxilar y de las
diferentes relaciones del piso del seno maxilar con el proceso alveolar y los ápices

radiculares. Es segura la relación del piso del seno maxilar con el primer molar, pero con los
premolares depende del grado de neumatización del mismo y de su extensión en sentido
anteroposterior. En anatomía normal se pueden presentar tres posibilidades de relación de
la cortical alveolar con la cortical del piso del seno maxilar (Banchieri, 1971), teniendo en
cuenta el índice facial morfológico, la longitud radicular y el grado de neumatización de la
cavidad sinusal.

Al observar una radiografía puede superponerse la imagen de la raíz con el seno y no saber
si ella se insinúa o no dentro de la cavidad sinusal. Puede ser real o ser un artificio de la
radio proyección radiológica. Cuando la imagen radiopaca de la raíz palatina del molar es
“cortada” por la imagen radiopaca de la cortical del piso sinusal, se está frente a un caso en
el cual la raíz no se insinúa en la cavidad del seno maxilar y la imagen resulta entonces de
una superposición de ambos elementos por radioproyección. (Gómez Mattaldi, 1968) La raíz
puede encontrarse a vestibular o a palatino de la cavidad sinusal, pero radioproyectarse
“dentro” de la cavidad, es decir superpuesta a la imagen radiolúcida del seno. Cuando la
cortical del piso del seno maxilar acompaña a la cortical alveolar y a la silueta radiopaca de

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la raíz dentaria es cuando realmente se insinúa dentro de la cavidad sinusal. En este caso
coexisten ambas corticales sin solución de continuidad. (Gómez Mattaldi, 1968).

Finalmente se debe tener en cuenta que, en la radiolucidez de la cavidad del seno maxilar,
se puede observar una imagen arciforme, en general a concavidad superior, más radiolúcida
que el seno, que corresponde a conductos neurovasculares por dónde van los nervios,
arterias y venas alveolares superiores anteriores, medias y posteriores.

Vértice maxilo malar del cuerpo del maxilar


El vértice del cuerpo del maxilar que articula con el cuerpo del hueso malar o cigomático y
denominado en algunos textos como apófisis piramidal, puede ser radioproyectado sobre la
imagen del primer o segundo molar. Se observa como una imagen radiopaca gruesa en
forma de U o de V abiertas hacia arriba y se continúa hacia atrás con la imagen radiopaca
del hueso malar y del arco cigomático. La superposición de esta imagen radiopaca sobre las
raíces de los molares dificulta la observación de los ápices radiculares, en especial de la raíz
palatina. También se puede superponer a un tabique y a la cavidad del seno.

SECTOR LATERAL POSTERIOR (segundo molar, tercer molar y zona maxilo - palato -
pterigoidea)
En este sector se debe estudiar: el segundo y el tercer molar con sus procesos alveolares,
el piso del seno maxilar, tabiques y crestas intrasinusales, divertículo primario tuberosal,
tuberosidad del maxilar, apófisis piramidal del hueso palatino, el tercio inferior de la apófisis
pterigoides y también la apófisis coronoides de la mandíbula. Todo lo descrito anteriormente
12
referente a los molares y al seno maxilar es aplicable a este sector y se sugiere entonces
referirse a los párrafos anteriores. Referente al tercer molar se debe recordar la gran
variación de formas anatómicas que puede presentar este molar, desde dientes caniniformes
hasta molares tetraradiculares y con tubérculos adicionales que modifican su forma habitual.

Son comunes las fusiones radiculares y complejas dilaceraciones. Se pueden encontrar


también en ese sector dientes supernumerarios (cuarto molar) y agenesia del germen del
tercer molar. Por detrás del tercer molar se registra el surco hamular delimitado por la
tuberosidad del maxilar, la apófisis piramidal del hueso palatino y el tercio inferior de la
apófisis pterigoides. En algunas radiografías apicales se puede observar el gancho del ala
interna de la apófisis pterigoides.

Entre el tercer molar y la pared posterior del maxilar puede existir abundante tejido esponjoso
o este tejido esponjoso puede ser sustituido por el prolongamiento posterior del seno maxilar.
Superpuesta a este sector del maxilar se puede observar una imagen de radiopacidad similar
o algo menor que la de las raíces dentarias, semejando la forma de raíces fusionadas, de
forma cónica, que corresponde a la radioproyección de la apófisis coronoides de la
mandíbula. Su mayor o menor radiopacidad depende del espesor de esta apófisis, ya que
ella es tomada perpendicular por los RX. En un maxilar desdentado en la zona posterior esta
imagen puede ser confundida con un resto radicular de un tercer molar. (Gómez Mattaldi,
1968). En los sectores lateral anterior y lateral posterior no se realizó descripción del “torus
palatino” ya que salvo en casos de gran desarrollo no se observa en una radiografía apical.
Conocidos los accidentes anatómicos del maxilar y cómo actúan sobre ellos los RX se realiza
este esquema de los elementos radiopacos y radiolúcidos del maxilar y cavidades vecinas.

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Elementos radiopacos:

● Esmalte, dentina y cemento (solo en casos de hipercementosis).


● Cortical alveolar o lámina dura.
● Trabéculas de tejido esponjoso.
● Corticales del conducto nasopalatino o incisivo.
● Espina nasal anterior.
● Cortical del piso de fosas nasales.
● Cortical del piso del seno maxilar Tabiques intrasinusales.
● Apófisis piramidal del maxilar.
● Tercio inferior de la apófisis pterigoides.
● Gancho del ala interna de la apófisis pterigoides.
● Borde inferior del hueso cigomático y apófisis cigomática.
● Apófisis coronoides de la mandíbula.

Elementos radiolúcidos:

● Cavidad pulpar de los órganos dentarios (cámara y conducto).


● Espacio ocupado por el ligamento periodontal.
● Espacios intertrabeculares del tejido esponjoso.
● Conducto nasopalatino.
● Cavidad del seno maxilar.
● Divertículos primarios y secundarios.
● Prolongamiento alveolar.
● Fosas nasales.
● Conducto lácrimo nasal.

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ANÁLISIS DE LOS ACCIDENTES ANATÓMICOS DE LA MANDÍBULA Y SU
APLICACIÓN CLÍNICA EN LA INTERPRETACIÓN RADIOGRÁFICA
Mandíbula
Para hacer el análisis de las estructuras anatómicas normales en la mandíbula y su
interpretación imagenológica, es necesario previamente efectuar un estudio anatómico
comparativo entre el macizo óseo facial fijo (M.O.F.F.) y el macizo óseo facial móvil
(M.O.F.M.) representado por la mandíbula. Por lo tanto, cuando las paredes delgadas de
los huesos del M.O.F.F. son tomadas en forma perpendicular por los rayos X, no se observan
en una radiografía; un caso muy evidente son las paredes anterior y posterior del maxilar
que permiten “ver” la cavidad del seno maxilar por ellas circunscripta. Se hacen visibles
cuando, a pesar de su delgadez, son tomadas tangencialmente por los mismos. Los huesos
huesos de la cara y del cráneo.

Debido al espesor y grado de calcificación de sus corticales y a la disposición del tejido


esponjoso en su cuerpo y en su rama (ascendente o craneal), a pesar de ser tomada en
forma perpendicular por los RX, es observada con su silueta habitual, como si fuese un
preparado anatómico, salvo la apófisis coronoides de difícil observación en las
telerradiografías (TRG) laterales. Sin embargo, en una radiografía apical retroalveolar, se
puede observar la apófisis coronoides porque se superpone a estructuras menos densas y
radiopacas que ella (tuberosidad del maxilar y seno maxilar). La rama ascendente que no se
observa en este tipo de radiografías, puede observarse en las radiografías laterales oblicuas
o rotadas, en la ortopantomografía (OPT), y en las TRG laterales y frontales. Para realizar
el estudio de los accidentes anatómicos del cuerpo de la mandíbula, de valor imagenológico
en radiografías apicales retroalveolares, se la divide en tres sectores: sector anterior o
incisivo, sector canino – premolar y sector molar.

Sector anterior o incisivo


En este sector se destacan: órganos dentarios y su proceso alveolar, eminencia o
protuberancia mentoniana, sínfisis mentoniana, borde inferior o basal, espina mentoniana
(apófisis geni), foramen lingual, conducto incisivo y trayectos vasculares. Con respecto a los
órganos dentarios y su proceso alveolar se debe remitir al estudio de los mismos elementos
en el maxilar (Parte I). La mandíbula originalmente se conforma por dos mitades que se unen
definitivamente durante el primer año de vida postnatal (comienza la calcificación en el
segundo mes según Aprile et al, 1972; desde los cuatro meses hasta el año de vida, según
Graber, 1974) y luego de producirse una reorganización del trabeculado esponjoso y de las
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tablas mandibulares acorde a las fuerzas de la masticación y las tensiones ejercidas por los
músculos, no quedan vestigios ni externos observables a simple vista, ni internos visibles
radiográficamente. A ambos lados de la sínfisis mentoniana, en la tabla externa mandibular,
se observa una zona prominente, específica de la raza humana, denominada eminencia o
protuberancia mentoniana.

En lingual, encima de la espina mentoniana, se ubica en las radiografías, una imagen


radiopaca pequeña, circular, teniendo en su interior una imagen central radiolúcida y
redondeada que corresponde a un pequeño conducto con su cortical y su orificio, a través
del cual pasa una arteriola que une a la arteria subligual con la arteria incisiva, es el foramen
lingual. No debe ser confundido con un proceso apical cuando, dependiendo, de la
inclinación del rayo central puede ser radiotransportado cerca de los ápices radiculares. El
conducto mandibular (dentario o alveolar inferior), a nivel de los premolares, se divide en los
conductos mentoniano e incisivo.

El conducto incisivo, desde la subdivisión del conducto alveolar inferior, tiene en general un
trayecto con corticales propias, muy corto ya que hacia la línea media se pierde en el
trabeculado esponjoso, no pudiendo diferenciarlo radiográficamente. Por lo tanto, los filetes
nerviosos incisivos al finalizar este conducto continúan hacia la línea media a través de las
trabéculas del tejido esponjoso del sector basal de la mandíbula. Esta corta imagen se
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observa como una imagen radiolúcida con dos corticales delgadas, superior e inferior, que
son las tomadas tangencialmente por los RX. (No se observan las corticales vestibular y
lingual por ser tomadas perpendicularmente por el haz de radiación).

Sector canino - premolares


En este sector se deben considerar: órganos dentarios y su
proceso alveolar, dientes supernumerarios y agenesias,
conducto mandibular, conducto y agujero mentoniano, inicio del
conducto incisivo, línea milohioidea y línea oblicua de la
mandíbula y el torus mandibular. Al igual que en la zona anterior
incisiva, para considerar los órganos dentarios y proceso
alveolar en este sector y su comportamiento radiológico, debe
remitirse a lo expresado en el maxilar (Parte I).

En la zona canino-premolares, por ser el segundo premolar


inferior terminal de serie, es relativamente frecuente la agenesia del germen de esta pieza
dentaria, como también la presencia de premolares supernumerarios (correctamente
erupcionados o en retenciones intramandibulares).

El agujero mentoniano se topografía en la tabla externa o vestibular de la mandíbula, debajo


del ápice del primer premolar, debajo del ápice del segundo premolar o entre ambos ápices
(Banchieri et al, 1964; Aprile et al, 1972; Gutiérrez, 2009).

Las líneas oblicuas se describen anatómicamente en el próximo sector, donde son más
visibles y fáciles de individualizar. En la tabla interna o lingual de la mandíbula pueden
observarse eminencias redondeadas, únicas, bilobuladas o múltiples, de diferentes
tamaños, con una cortical limitante. Corresponden a una estructura normal, inconstante, que
se denomina torus mandibular. Radiográficamente se observa como una zona radiopaca
densa, única o múltiple, redondeada, que se superpone a la imagen de las raíces de los
premolares dificultando así la visión de las mismas, del espacio ocupado por el ligamento
periodontal y del ápice radicular. Para observar mejor esta formación es aconsejable la
utilización de una radiografía oclusal.

Sector molar
En este sector se estudian: órganos dentarios y proceso alveolar, variaciones del tercer
molar, conducto mandibular, línea milohioidea y línea oblicua de la mandíbula, fosa
sublingual, fosa submandibular, cavidad de Stafne y borde inferior o basal de la mandíbula.
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Todo lo ya manifestado para los órganos dentarios superiores, en cuanto a la radiolucidez o
radiopacidad de sus tejidos y su distribución en el diente, es válido para los molares
inferiores. La variación fundamental está en las diferencias anatómicas, especialmente en el
número y disposición radicular. Mientras que los molares superiores tienen una raíz palatina
y dos vestibulares (mesio y disto vestibulares), los molares inferiores tienen una raíz mesial
y otra distal.

En referencia al proceso alveolar, es de destacar que presenta un trabeculado esponjoso


denso, con espacios intertrabeculares pequeños, a diferencia del patrón trabecular
esponjoso del sector basal de la mandíbula, donde se manifiesta con espacios
intertrabeculares amplios o areolares. Estas aréolas amplias no deben ser confundidas con
procesos radiolúcidos patológicos.

En el sector basal del cuerpo mandibular, en las tablas externa e interna, se ubican las líneas
oblicuas. Son zonas de tejido compacto denso y forman parte de las líneas de fuerza o
Sistemas Trayectoriales de Siepel. Son zonas de resistencia y al ser tejido compacto denso,
radiográficamente se observan como líneas radiopacas, ubicándose la imagen de la externa
más cerca del oclusal y la de la interna más hacia apical. En este sector las líneas oblicuas
son más nítidas, más radiopacas, que en la zona premolar pudiéndose superponer al
proceso alveolar y a los ápices dentarios no permitiendo su correcta observación.

Por encima y por delante de la línea milohioidea, en la cara interna del cuerpo mandibular,
se observa una depresión que llega cerca de la línea media denominada “fosa sublingual”,
en la que se aloja la glándula salival mayor homónima. (Testut & Latarjet, 1978). No tiene
una significación radiológica especial.

Por debajo y por detrás de la línea milohioidea, también en la cara interna del cuerpo
mandibular, se ubica otra depresión, denominada “fosa submandibular”, que aloja
parcialmente el tercio superior del cuerpo de la glándula submandibular. Coincidente con la
ubicación de esta fosa, las tablas vestibular y lingual de la mandíbula, se aproximan mucho
disminuyendo notoriamente la cantidad de tejido esponjoso interpuesto entre ambas.
Además, en esta zona, el tejido esponjoso puede presentar espacios intertrabeculares más
amplios, de tipo areolar.

Próximo a esta zona, pero más hacia el ángulo mandibular, también en la tabla interna, se
puede encontrar una cavidad, considerada una anomalía de desarrollo mandibular (Stafne
& Gibilisco, 1978), en la cual se aloja parte del parénquima de la glándula submandibular.
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Esta cavidad llamada “cavidad de Stafne” se observa radiográficamente como una imagen
radiolúcida de bordes redondeados que también puede ser confundida con un proceso
patológico. En esta zona molar, el borde inferior o basal de la mandíbula, también se observa
radiológicamente como una ancha banda radiopaca sin solución de continuidad. De la misma
forma que para el maxilar, conocidos los accidentes anatómicos principales de la mandíbula
y cómo son radioproyectados por los RX, se realiza este esquema final.

Elementos radiopacos:

• Esmalte y dentina de los órganos dentarios.


• Cortical alveolar o lámina dura.
• Trabéculas del tejido esponjoso denso y areolar.
• Eminencia o protuberancia mentoniana.
• Borde basal mandibular.
• Espina mandibular.
• Cortical del forámen lingual.
• Corticales de los conductos mandibular, mentoniano e incisivo.
• Líneas oblicuas.
• Apófisis coronoides.

Elemento radiolúcidos:

• Cavidad pulpar (cámara y conductos).


• Espacio ocupado por el ligamento periodontal.
• Luz del forámen lingual.
• Luz de los conductos mandibular, mentoniano e incisivo.

19
• Agujero mentoniano.
• Espacios intertrabeculares esponjosos densos y areolares.
• Fosa submandibular y cavidad de Stafne.

DIFERENCIACIÓN EN DENTICIÓN TEMPORARIA Y PERMANENTE


• Número
La dentición permanente consta de 32 dientes, en tanto que la
temporal solo tiene 20, 10 en cada maxilar. Clasificándose de la
siguiente manera: 4 incisivos, 2 caninos y 4 molares en cada
maxilar.

• Grupos dentarios
La dentición permanente está compuesta por 4 grupos
(incisivos, caninos, premolares, molares), de los cuales los
premolares faltan en la dentición temporaria que está compuesta solo por 3 grupos.

• Falta de correspondencia de grupos


Los incisivos y los caninos son reemplazados por sus
homólogos permanentes mientras que los molares
temporales son reemplazados por los premolares
permanentes. El grupo de los molares permanentes
presenta 3 piezas por hemiarcada a diferencia de los dos que
se presentan en los temporales y apareciendo por distal
de los molares temporales.

• Desigualdad de longitud de arcos.


Debido al menos número de piezas la dentición temporal ocupa una menor longitud de arco.

• Discontinuidad del arco


En el arco dentario permanente no existe separación entre sus distintas piezas, mientras
que en el arco dentario temporal si, debido a que la suma de los diámetros mesiodistales es
menor que la de los dientes que los han de reemplazar, y al crecimiento de los maxilares
que se produce en los últimos años de la dentición temporal, existen separaciones que
hacen un arco discontinuo, siendo conocidas como diastemas.

20
• Tamaño de la serie molar
En el arco permanente, el tamaño de las molares es
decreciente ósea que el primer molar es mayor que el segundo y
este a su vez mayor que el tercero. En cambio, en el arco
temporario es segundo molar es mayor que el primer molar.

• Evolución
Los dientes temporales presentan un periodo más de evolución que los permanentes, siendo
esta la resorción que sufren estas piezas. La cual comienza donde terminó la calcificación
(el ápice) desde 3 años antes de la aparición en la boca del diente que los va a reemplazar.

• Color
Los dientes temporales por lo común son de color blanco azulado mientras que los
permanentes son más amarillentos debido a su mayor calcificación.

• Tamaño
Los dientes temporales son más pequeños que sus homólogos permanentes.

• Proporción corona – radicular


Comparativamente es mayor la porción radicular de los temporarios en relación a la porción
coronaria que la porción radicular de los permanentes.

• Línea cervical
En los dientes temporarios los cuellos aparecen con un mayor estrangulamiento cervical.

• Ejes coronarios verticales disminuidos


Los temporales presentan en sus coronas una disminución de su dimensión longitudinal, en
comparación con los diámetros transversales o sea que mientras que en la
cara vestibular del incisivo central superior permanente el mayor diámetro mesio-distal
dándonos entonces como resultado una corona más ancha que larga de los temporales.
21
• Diámetros transversales de incisivos y caninos
Los incisivos y caninos temporales tanto superiores como inferiores en su mayor diámetro
se encuentran por vestibular, mientras que en los permanentes sólo se presenta en incisivos
y caninos superiores el mayor diámetro vestibular (mesio-distal). Ya que en los caninos e
incisivos inferiores su mayor diámetro estará por proximal (vestíbulo-lingual).

Forma radicular:

o Uniradicular. Los temporales presentan un ápice más agudo que los


permanentes y una desviación hacia vestibular en el tercio apical y algunas
veces en el tercio medio debido a la ubicación del germen del permanente que
será localizado hacia palatino y apical.
o Multiradicular. Las raíces de las molares temporales son más delgadas, más
aplanadas y más divergentes. Esta divergencia permite más espacio entre las
raíces para alojar al germen de las premolares permanentes.

• Bifurcación
En los permanentes la encontramos en la unión de los tercios cervical y medio y aún tercio
medio; mientras que en los temporales está bien cerca de cuello, en pleno tercio cervical.

• Ubicación de la raíz palatina


En los permanentes la raíz palatina se implanta en el centro de la cara palatina; en los
temporales aparece que emergiera a nivel de distopalatal encontrándose siempre por detrás
de la raíz distal.
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• Tamaño de cámara pulpar y conducto radicular
Las cámaras pulpares y el calibre de los conductos radiculares en los temporales es más
amplio que en los permanentes en relación con el espesor de los tejidos duros y tamaño del
diente.

• Sensibilidad
Debido a que poseen un mayor número de terminaciones nerviosas los dientes permanentes
tienen mayor sensibilidad que los temporales.

• Resistencia vital
Debido a su menor calcificación y a su menor espesor del caparazón amelodentinario los
temporales son más susceptibles a los agentes infecciosos y terapéuticos y las caries
avanzan más rápidamente que en los permanentes

PRINCIPIOS DE LA INTERPRETACIÓN RADIOGRÁFICA


Interpretación
Podemos definirla como la descripción de toda una información contenida dentro
de las imágenes radiográficas blancas, negras y grises. La interpretación persigue
3 objetivos:

❖ Identificar la presencia o ausencia de enfermedad

❖ Proveer información sobre la naturaleza y extensión de la enfermedad

❖ Facilitar información para el diagnóstico diferencial


Para lograr estos objetivos debe ser conducida bajo ciertas condiciones y tener una
guía de forma ordenada y sistemática.

23
Requerimientos o condiciones necesarias para realizar la interpretacion radiográfica
Óptimas condiciones visuales
Estas condiciones le ofrecen al observador mejor posibilidad de percibir todos los detalles
contenidos una imagen radiográfica. Estas incluyen:

• Un cuarto tranquilo y semioscuro


• Un negatoscopio con luz de intensidad variable
• Mascaras para colocarlas alrededor de las radiografías, con la
finalidad de que la luz solo pase a través de las mismas y la luz
periférica no interfiera con la observación.
• Lupa para observar detalles finos
• Radiografías secas, ya que las mojadas pueden producir distorsión de la imagen

Entender la naturaleza y limitaciones de las imágenes radiográficas


Para entender la naturaleza de estas sombras e interpretar la información contenida en ellas,
se requiere conocer el origen de sombras (negras, blancas y grises) y la anatomía
tridimensional de los tejidos

El origen de las sombras negras, blancas y gris, está determinada por la cantidad de rayos
x, que es atenuado o absorbido por el objeto a radiografiar.

La Anatomía tridimensional de los tejidos principalmente los tejidos duros, su forma,


densidad y espesor, son conocimientos anatómicos que se deben tener como pre- requisitos
para la interpretación radiográfica.

Las principales limitaciones que se presentan al observar una imagen bidimensional a partir
de un objeto tridimensional son:

• La apreciación de toda la forma del objeto producto de la superposición


• Evaluar la localización y forma de las estructuras dentro del objeto

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Conocimiento de las estructuras radiográficas normales
Un conocimiento detallado de las estructuras radiográficas normales es
necesario, si queremos reconocer las diversas patologías que afectan los
maxilares. No solo se requiere el conocimiento de las estructuras
radiográficas duras y blandas de los maxilares, sino también:

• Tipo de radiografía a interpretar (convencional o tomografía)


• Posición del paciente, película y tubo de rayos x.
• Conociendo toda esta información, podemos apreciar como las diversas estructuras
anatómicas aparecerán sobre una radiografía en particular.

Conocimiento de las patologías radiográficas maxilofaciales

Debemos dominar las diferentes patologías que pueden presentarse a nivel de


los maxilares.

Utilizar una técnica sistemática que permita observar las radiografías de forma
integral y describir las lesiones de manera específica

Una técnica sistemática para ver las radiografías es necesaria, para poder observarlas de
forma total sin dejar pasa ningún detalle. Esta técnica debe ser aplicada a las radiografías
de una forma general y a la lesión o lesiones de una manera específicas.

Observación integral de la radiografía


Este tipo de observación debe ser realizada de manera secuencial y ordenada, requiriendo
disciplina por parte del observador, y que a pesar de la presencia de imágenes inusuales
o anormales que pueden desviar nuestra atención, no debemos olvidar lo que falta observar
de la radiografía. El examen total de la radiografía se realiza tanto en una radiografía
panorámica como en una radiografía intraoral.
En una radiografía panorámica comenzamos por determinar la edad cronológica y la edad
de desarrollo del paciente.

Posteriormente se evalúa los dientes y el hueso periapical próximo. Aunque la caries grave
y la enfermedad periapical y periodontal pueden ser claras, una enfermedad incipiente
requiere radiografías intraorales para el diagnóstico.

25
Se detalla el número de dientes presentes, posición, condición de las coronas (caries,
restauraciones), condiciones de las raíces (largo, reabsorciones, relación corono- radicular).
Y a nivel del hueso, la presencia o no de reabsorción ósea.

Evalúe el hueso esponjoso de la mandíbula. Examine cada conducto mandibular y el agujero


mentoniano. El conducto mandibular se ve fácilmente en la rama y en la región molar del
cuerpo de la mandíbula. Típicamente muestra una anchura uniforme o un estrechamiento
suave desde el orificio mandibular al mentoniano. Puede observarse peor en la región del
primer molar y de los premolares. Examine la mandíbula buscando radiolucidez o
radiopacidades. La línea media es más opaca debido a la protuberancia mentoniana y a la
superposición de la columna cervical. Las regiones de las de las fosas de las glándulas
submandibular.

Maxilar
Examine el contorno del hueso cortical del maxilar. Siga el borde posterior del maxilar
comenzando por la porción superior de la fisura pterigomaxilar hacia la región de la
tuberosidad hasta llegar a la del lado opuesto. Examine el hueso alveolar, para Ver si existen
anomalías. La fosa nasal puede mostrar el tabique nasal y el cornete inferior.

Examine ambos senos maxilares, identificando primero cada uno de los bordes y después
observando si están completamente perfilados por el hueso cortical, si son simétricos y si
muestran una densidad radiográfica similar. A menudo es útil comparar los senos maxilares
derecho e izquierdo entre sí para ver si existen anomalías. La cara posterior de los senos es
más opaca por la superposición del malar. Examine cada seno buscando la posibilidad de
un quiste de retención, un engrosamiento mucoperióstico u otras, situaciones del seno.
26
La apófisis cigomática del maxilar se visualiza por encima del primer y segundo molar
superior. El borde inferior del arco cigomático se extiende hacia atrás desde la porción
inferior de la apófisis cigomática del maxilar hasta el tubérculo articular y la cavidad
glenoidea. Observe también el borde superior del arco cigomático. La sutura cigomático
temporal se observa a menudo en la porción media del arco cigomático y puede simular una
fractura.

Tejidos blandos
En las radiografías panorámicas se pueden identificar varias estructuras opacas de tejidos
blandos, incluyendo la lengua, marcas de los labios (en la línea media de la película), el
paladar blando extendiéndose posteriormente desde el paladar duro sobre cada rama, la
pared posterior de la orofaringe y nasofaringe, el tabique nasal , los lóbulos de las orejas, la
nariz y los surcos nasolabiales. Las sombras radiolúcidas de las vías aéreas se superponen

sobre las estructuras anatómicas normales y se pueden visualizar por los bordes de los
tejidos blandos adyacentes. Se incluyen las fosas nasales, nasofaringe, cavidad oral y
orofaringe.

Superposiciones
Muchos elementos radiopacos fuera del plano focal se superponen con las estructuras
anatómicas normales, Aparecen cuando el haz de rayos X se proyecta a través de un
elemento denso (es decir, un pendiente, la columna vertebral, la rama de la mandíbula o el
paladar duro) que está en la trayectoria del haz de rayos x pero fuera del plano focal que
se está proyectando. Típicamente, el objeto aparece borroso y se proyecta en el lado
opuesto de la radiografía. Estas imágenes tan radiopacas pueden ocultar la anatomía
normal.

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En una radiografía intraoral
Es importante para el observador desarrollar un método particular y emplearlo
habitualmente. Una observación minuciosa se consigue mejor, cuando se emplea una
secuencia específica que mejore la visión de todas las zonas de las imágenes.

El primer paso consiste en la observación

Comience por las coronas, vea el desarrollo normal del esmalte y la existencia de imágenes
radiolúcidas o radiopacas diferente de lo normal. Preste atención a la región interproximales
en los puntos de contacto o debajo de ellos. Observe el tamaño y el contenido de la cámara
pulpar. Luego pase a las raíces, observe la forma, número y tipo de raíces, así como los
conductos radiculares, para detectar anomalías del desarrollo o adquiridas. Inspeccione la
anchura del espacio del ligamento periodontal alrededor de la raíz del diente. La anchura
debe ser bastante uniforme, con un ensanchamiento muy sutil hacia la región cervical del
diente, Visualice luego la lámina dura alrededor de cada diente.

Examine el hueso identificando todos los detalles anatómicos de cada región.

En el maxilar posterior, por ejemplo, examine el seno maxilar la tuberosidad y la apófisis


cigomática del maxilar. Y debemos tomar nota de todas las zonas radiopacas y radiolúcidas
que sean distintas de lo normal.

Descripción específica de la lesión


A pesar de que hay muchas condiciones patológicas que afectan los maxilares, estas
pueden presentase radiográficamente solo como áreas radiolucidas o radiopacas. Aunque
algunas caen dentro de las 2 categorías (mixta), porque presentan diferentes estadios
durante su desarrollo. De ahí que muchas entidades se parezcan mucho y nos crea
confusión.

Afortunadamente, el sitio donde se desarrollan, su crecimiento y los efectos que producen


sobre las estructuras adyacentes, guardan un diseño reconocible.

El reconocimiento de este diseño particular, nos provee la clave para la interpretación y la


formación de un diagnóstico diferencial radiográfico.

La descripción detallada nos ayuda a identificar este diseño particular, y determinar las
características básicas de la lesión. Por ejemplo, nos puede decir si la lesión es un quiste o
un tumor, o si está compuesto de tejido duro o blando, o si es maligno o benigno.

28
La descripción consiste en analizar paso a paso todas las características radiográficas de
las imágenes anormales, y esta incluye:

• Radio densidad de la lesión: El aspecto interno de la lesión puede ser radiolúcida,


radiopaca o mixta.

Una lesión radiolúcida solo es evidente dentro de un tejido duro (radiopaco), como resultado
de una disminución de la mineralización, reabsorción del tejido mineralizado o una
disminución en el espesor.

Una lesión radiopaca es evidente en el hueso debido a un aumento en su mineralización,


aumento del espesor del hueso, superposición de otra estructura, aumento del espesor de
un tejido blando normal o anormal, calcificación en los tejidos blandos o reemplazo de
cavidades aéreas por diferentes sustancias.

En relación a las lesiones mixtas, estas se ven como estructuras internas calcificadas frente
a un fondo radiolúcido. Diferentes patrones de estructuras internas se pueden observar en
lesiones de densidad mixta.

• Localización: Se intenta describir la localización anatómica de la lesión, ya que


muchas anomalías se localizan en regiones específicas.

• Tamaño: El tamaño a veces nos puede dar una idea del tipo de entidad o
patología, frente a la que nos encontramos, aunque no es una característica
radiográfica que nos ayuda a diferenciar por ejemplo una lesión maligna de
una benigna, ya que ambas pueden tener poco o gran tamaño.

29
Menos de 2cm Entre 2cm y 3cm Mayor a 3 cm

● Forma: La forma de la lesión, es una de las características radiográficas de mayor


utilidad que contribuyen al diagnóstico radiográfico. Un quiste radicular es redondeado
y monolocular, a diferencia de un granuloma de células gigantes que tiende a ser
multilocular. Para la forma se emplean los siguientes términos: Unilocular,
multilocular, pseudolocular, redonda, ovalada e irregular.

● Número: El número de lesiones nos puede dar una idea del tipo de entidad o
patología presente. Por ejemplo, hay pocas entidades que se presentan de manera
múltiples, como la displasia cementaria periapical y el mieloma múltiple.
• Origen: Nos indica si la lesión está implicando el tejido blando o está dentro
de los maxilares. Se habla de un origen central cuando la lesión se encuentra
en el hueso, creciendo en todas direcciones. Y un origen periférico, cuando la
lesión se encuentra involucrando tejido blando.

• Bordes: Estos nos puede proveer información sobre la naturaleza de la


lesión, por ejemplo, si una lesión es maligna o benigna y si su crecimiento
es lento o rápido.
• Bien definido: Es aquel en el que toda o la mayoría de la periferia de la
lesión está bien delimitada. Este puede ser:
o Definido Sin cortical radiopaca o reacción ósea
adyacente a la anomalía.
o Definido con Cortical (cortical radiopaca gruesa o delgada alrededor)
o Definido Esclerótico (tiene un límite radiopaco sin anchura uniforme)
o Definido Encapsulado (limitado por una línea radiolucida parcial o total).

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Definido Esclerótico
Definido sin Cortical Definido con Cortical Definido Encapsulado

● Mal definido: Es aquel en el que toda la periferia de la lesión está mal delineada.
Este puede ser:
o Mal definido mezclado, debido a la transición gradual entra la trabécula ósea
de aspecto norma y la trabécula de aspecto anormal de la lesión (displasia
fibrosa).
o Mal definido mostrando signo de invasión y apariencia deshilachada o
apolillada.

● Efectos sobre las estructuras adyacentes: Debemos analizar los efectos que
pueden producir las lesiones sobre las estructuras adyacentes, ya que su evaluación
nos permite deducir su comportamiento, el cual ayudará a identificar la enfermedad.
● Debemos chequear las siguientes estructuras:
● Dientes: Observar para ver si hay evidencia de reabsorción, la cual es característica
de un proceso crónico o de crecimiento lento, pero puede ser producido por procesos
inflamatorios, benignos y a veces por los malignos.

Lesiones como los quistes foliculares, desplazan los dientes apicalmente. El querubismo,
que crece a nivel de la rama de la mandíbula, desplaza los dientes en dirección anterior y
algunas lesiones como el linfoma, puede desplazar los dientes coronalmente.

La pérdida de la lámina dura y el aumento del espacio de la membrana periodontal puede


observarse en algunas anomalías. Así como también debemos observar si hay aumento en
el tamaño de la cámara pulpar o la presencia de hipercementosis.

● Hueso: Determinar la presencia de expansión bucal, lingual o en otra dirección. La


destrucción ósea, el aumento de la densidad del hueso o la reacción perióstica ante
la presencia de una lesión, puede indicarnos la naturaleza de la enfermedad.

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DIAGNÓSTICO RADIOGRÁFICO DIFERENCIAL

Diagnóstico radiográfico diferencial de lesiones radiolúcidas


En el diagnóstico radiográfico diferencial se requiere que el clínico conozca las
características típicas de las diferentes imágenes radiolúcidas. Desafortunadamente,
muchas de las lesiones presentan características similares, y a veces, muchas de las
condiciones se pueden presentar individualmente de diferentes maneras.

Los pasos a seguir para llegar a un diagnóstico radiográfico diferencial de una lesión
radiolúcida son:

Paso 1: Descripción sistemática de la condición radiolúcida

Paso 2: Decidir si:

¿Es estructura anatómica normal?:

Maxilar superior: seno maxilar, agujero nasopalatino, fosas nasales, papila dental.

Maxilar inferior: conducto dentario inferior, agujero mentoniano, espacios medulares, papila
dental.

¿Es un defecto de la radiografía?:

Sobre exposición, sobre revelado o sombras radiolucidas de espacios aéreos.

¿Es una patología?:

Del desarrollo (congénita o hereditaria), o adquirida.

Paso 3: Si la patología es adquirida, debemos decidir dentro de que categoría de las


principales enfermedades se encuentra:

• Inflamatoria: infección localizada (aguda o crónica)


• Infección esparcida dentro de los maxilares (osteomielitis, osteoradionecrosis)
• Lesión traumática
• Quísticas
• Lesiones tumorales (benignas o malignas)
• Lesiones de células gigantes
• Lesiones fibrocemento ósea
• Lesiones sistémicas o metabólicas

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• Lesiones idiopáticas.

Paso 4: Realizar lista de todos los posibles lesiones que pueden ser.

Paso 5: Comparar las características radiográficas de la lesión radiolucida desconocida, con


las características radiográficas típicas de las posibles condiciones seleccionadas.

DIAGNÓSTICO RADIOGRÁFICO DIFERENCIAL DE LESIONES


RADIOPACAS

Una gran variedad de condiciones que pueden afectar los maxilares son relativamente
radiopacas, de igual manera, el grado de radiopacidad puede ser variable.

Los pasos a seguir para llegar a un diagnóstico radiográfico diferencial de una lesión
radiopaca son:

Paso 1: Descripción sistemática de la condición radiolúcida

Paso 2: Decidir si:

¿Es estructura anatómica normal?:

Maxilar superior: espina nasal anterior, apófisis cigomática, cartílagos nasales, paladar
blando.

Maxilar inferior: Línea oblicua interna y externa, tubérculos genianos, procesos


mentonianos, hueso hioides.

¿Es un defecto o un artefacto de la radiografía?:

Defecto por manchas de fijador, imágenes intrusas o sombras propias del aparato
(panorámico).

¿Es una patología?:

Paso 3: Si es una patología, debemos decidir dentro de que categoría de las principales
enfermedades se encuentra:
• Anomalía de los dientes
• Condiciones que afectan al hueso
• Lesiones fibrocemento ósea
• Calcificaciones o superposición de tejido blando.
• Cuerpos extraño
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Paso 4: Realizar lista de todas las posibles lesiones que pueden ser.

Paso 5: Comparar las características radiográficas de la lesión radiopaca


desconocida, con las características radiográficas típicas de las posibles
condiciones seleccionadas.

IMPORTANCIA EN EL DIAGNÓSTICO

En odontología, el éxito
del tratamiento se basa,
entre otras cosas, en un
diagnóstico adecuado. La
anamnesis y la
exploración son la base de
la historia clínica. Dentro
de los exámenes
auxiliares, las
radiografías, son de suma
importancia y no se debe
comenzar un tratamiento
sin haber analizado todos
los datos que obtengamos tanto de la historia clínica como de los métodos auxiliares de
diagnóstico. El odontoestomatólogo, actualmente, dispone de nuevas modalidades de
técnicas de diagnóstico por la imagen que le permitirán realizar un mejor diagnóstico de sus
pacientes. Estas técnicas están basadas en la utilización de radiaciones ionizantes como los
rayos X y otras apoyadas en principios diferentes como la ecografía y la resonancia
magnética. La clasificación más lógica y más utilizada en el campo odontológico, está
basada en el lugar de la colocación de las películas radiográficas o sensores digitales de
captación (radiografía digital) y así, tenemos las radiografías intraorales y las radiografías
extraorales, en las primeras la película esta colocada dentro de la cavidad oral y las
segundas fuera de ella.
Radiografía Periapical o Retroalveolar
Nos permite ver la totalidad del diente y de los tejidos
peridentarios siendo, también, muy útil en la comprobación
de la correcta adaptación y encaje de los pilares
transmucosos al implante y/o verificar la cofia de impresión
con respecto a la cabeza del implante en la toma de
impresiones definitivas

34
Radiografía Interproximal o de aleta de mordida
La técnica fue descrita por Raper en 1920. Está
principalmente indicada para el diagnóstico de caries
interproximales, también nos servirá para diagnosticar
obturaciones desbordantes, límite de coronas,
visualización de depósitos tártricos, etc.
Radiografía Oclusal
Llamada así porque debe colocarse la película radiográfica entre las
cara oclusales de los dientes. Está indicada para el diagnóstico de
dientes incluidos, principalmente, caninos superiores, quistes palatinos
de origen odontogénico o no odontogénicos, en la mandíbula además
podremos ver cálculos radiopacos en los conductos de las glándulas
submaxilares
Radiografía Panorámica u Ortopantomografía
Esta técnica es una de las más utilizada y difundida
en toda la comunidad dental, proporciona una
imagen panorámica plana nítida de las arcadas
maxilares superior e inferior, para ello el aparato
(ortopantomógrafo) emplea un haz rotatorio
estrecho y una película en movimiento. Su papel en
el diagnóstico odontológico, no solo de los dientes,
sino también de los maxilares es fundamental, ya
que aporta una gran información. Sin ella, el
odontoestomatólogo perdería una gran ayuda en el diagnóstico de las patologías de las
diferentes especialidades odontológicas. Actualmente, no se puede concebir una
odontología moderna y correcta sin el uso básico de una radiografía panorámica. Esta placa
explora las arcadas dentarias y las estructuras óseas, desde una articulación
temporomandibular hasta la otra. Podemos observar denticiones mixtas, es decir, dientes
temporales y permanentes, caries, agenesias, dientes supernumerarios, dientes incluidos y
retenidos ( con más frecuencia terceros molares y caninos), restos radiculares ocultos en
maxilares desdentados, quistes y tumores de los maxilares, fracturas, relación del reborde
alveolar residual con respecto al seno maxilar y al canal dentario inferior para el estudio de
colocación de implantes, controles post quirúrgicos en cirugía e implantología, etc.

Radiografía Lateral
La más utilizada es la telerradiografía lateral de cráneo efectuada con cefalostato, cuya
característica principal es la utilización de una distancia foco-objeto muy grande (1 metro
aprox.) lo que implica una escasa o casi nula magnificación de la imagen. Por otra parte, la
utilización del cefalostato para la colocación de la cabeza del paciente proporciona la
ventaja de ser una técnica estandarizada y fácilmente reproducible en la misma posición.
La aplicación más usada es en el análisis cefalométrico para ortodoncia y cirugía

35
ortognática, así también, es utilizada en implantología para valorar la relación intermaxilar
en maxilares edéntulos

BIBLIOGRAFIA
● Beeching B. (1983). Radiología Dental. Interpretación de imágenes. Barcelona: Doyma.
● Higashi T, Chen J, Ikuta H. (1992). Atlas de Diagnóstico de Imágenes Radiográficas de la
Cavidad Bucal. Caracas: Actualidades Médico Odontológicas Latinoamerica.
● Stafne, Gibilisco J. (1978). Diagnóstico en Radiología Odontológica. 5a ed. Buenos Aires:
Panamericana.
● http://odontoblog.com.mx/2009/03/29/diferencias-principales-entre-la-denticion-
temporal-y-la-denticion-permanente/
● http://webdelprofesor.ula.ve/odontologia/padilla/NORMAS%20DE%20INTERPRETACION.pd
f

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