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- SER BIOLOGICO
Ese yo interactuando con las cosas del mundo, en lo que consiste la vida humana,
no es algo pasivo, fijo, o estático, sino un ser activo que deviene, que se transforma
constantemente, que construye proyectos a corto, mediano y largo plazo, que se
realiza día a día a través de las acciones que como sujeto efectúa o que recibe del
exterior en esa interacción dialéctica que tiene con el mundo, en la que es, a la vez,
objeto formado por ese mundo, y sujeto activo y creador de este.
Asumamos ahora el punto de vista de una parte de ese sistema tripartita que es la
vida humana, la parte que corresponde al yo, el punto de vista del ser humano. La
pregunta de qué o quién es el ser humano, o quién soy yo, es la primera cuestión
que tratan los mitos, las religiones, y la primera pregunta que se plantea la Filosofía
y se formulan, o deben formularse, la Antropología, la Psicología y la Pedagogía.
Surge de profundas necesidades existenciales y de la conciencia crítica del hombre;
y cuyas respuestas resultan indispensables para que el ser humano pueda
comprenderse, dirigirse y orientarse en su vida.
Esta pregunta fundamental ha recibido varios tipos de respuestas a través del
tiempo por parte de religiosos, pensadores, filósofos, científicos y escritores.
Podemos resumir una breve exposición de estas opiniones en la forma siguiente:
Ese tercer nivel o estrato que es el ser espiritual, es el nivel superior emergente del
ser humano que surge o brota de dos raíces que lo nutren y fecundan: 1) El ser
biológico o vitalidad primaria no es aprendido sino que viene dado por la herencia;
sin embargo, investigaciones realizadas han demostrado que aunque es una
dotación con que se nace, puede mejorarse o empeorarse de acuerdo al ambiente
y al estilo de vida del sujeto. 2) La otra raíz es el ser social que es aprendido a través
del proceso de socialización, como vimos, y de la interacción con el ecosistema
sociocultural.
Con los elementos aportados por estas dos raíces o niveles, el biológico o genético,
heredado y que proporciona la energía vital y el sociocultural aprendido mediante la
convivencia y la interacción con el mundo, surge como florecimiento y fructificación
de esas raíces y culminación del desarrollo del ser humano, el tercer nivel, espiritual,
cuya tarea es procesar, elaborar, trabajar, organizar, recrear, tomar decisiones e
intervenir en la realidad para transformarla, a partir de la información recibida por
los genes y por las gentes (lo sociocultural) y por la información generada por su
propia creatividad que elabora sus proyectos de vida y obras que pueden beneficiar
o enriquecer o perjudicar y empobrecer la realidad circundante.
Ahora bien, el funcionamiento óptimo del ser humano requiere que seamos capaces
de lograr la armonía, la concordancia, el equilibrio entre el ser animal, el ser social
y el ser espiritual que conviven en cada uno de nosotros, constituyendo una unidad
y también con los diferentes seres humanos que nos rodean. Todos los problemas
y conflictos humanos fundamentales surgen de las discordancias, contradicciones
y pugnas entre estos tres niveles y entre los seres humanos consecuentemente.
Una medida adecuada, justa, de contradicción entre estos tres niveles o entre el
individuo y la sociedad, estimula y promueve el desarrollo.
Un método, un estilo, una relación, una actitud, una idea, es decir, cabe considerar
las creaciones no sólo por su fondo o contenido, sino también por la sola forma. La
creatividad, en cuanto cualidad humana, es un hecho psicológico y, por lo tanto,
debe estudiarse desde el punto de vista de los sujetos implicados. Es nuevo lo que
se le ha ocurrido a un individuo y lo que él ha descubierto, y no importa que en otro
lugar del mundo otra persona haya llegado a lo mismo.
3.4 ASERTIVIDAD
Emplear la asertividad es saber pedir, saber negarse, negociar y ser flexible para
poder conseguir lo que se quiere, respetando los derechos del otro y expresando
nuestros sentimientos de forma clara. La asertividad consiste también en hacer y
recibir cumplidos, y en hacer y aceptar quejas.
La asertividad y la ansiedad
Fase de preparación
Para poder conseguir cualquier cosa tenemos que saber cómo hacerlo y para ello
hay que prepararse. Ir a un encuentro sin tener una mínima guía de
comportamiento, cuando, además, no somos negociadores experimentados, nos
expone a no lograr para nada los objetivos que perseguimos. Por tanto hay que
preparar lo que se va a decir y a hacer en la negociación cara a cara con el otro.
Dentro de la preparación habría que distinguir dos subfases. La primera de
preparación personal para evitar caer en la pasividad o en la agresividad y la
segunda de preparación del diálogo que vamos a plantear al otro.
Sin perder de vista que lo importante es lo que hagamos y lo que decimos solamente
puede ser una guía para que el otro sepa cuáles van a ser nuestros siguientes
pasos, tenemos que preparar aquello que vamos a decirle. El diálogo que tengamos
con él tiene que cumplir los siguientes requisitos para ser un diálogo asertivo:
3.5 EMPATIA
La empatía es una de las competencias más importantes de las que están incluidas
en la inteligencia emocional. La palabra procede de los vocablos griegos en que
significan “dentro de él” y “lo que se siente”.Sin embargo, el significado real de este
fenómeno psicológico es aún más importante que la capacidad de ponerse en el
lugar de otro.
¿Qué es la empatía?
La empatía es la capacidad de comprender la vida emocional de otra persona, casi
en toda su complejidad. Esto no supone necesariamente compartir las mismas
opiniones y argumentos que justifiquen el estado o reacción que expresa la otra
persona. Ni siquiera significa estar de acuerdo con el modo de interpretar las
situaciones con carga afectiva del interlocutor.
La empatía está referida entre otras cosas a la escucha activa, la comprensión y el
apoyo emocional. Además, la empatía implica tener la capacidad suficiente para
diferenciar entre los estados afectivos de los demás y la habilidad para tomar
perspectiva, tanto cognitiva como afectiva, respecto a la persona que nos expresa
su estado emocional.
Sus componentes
1. Saber escuchar
3. Mostrar comprensión