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Simbolización de proposiciones
Una proposición se simboliza con una variable, es decir una letra que la
simbolice. La proposición atómica "Mi recámara es cómoda" simplemente se
puede representar con la letra "z". Y la proposición molecular “Mi recámara es
cómoda y tu recámara es más amplia” se puede representar así: “z y p”. Entonces,
cuando nos hallamos frente a proposiciones moleculares, además de simbolizarse
cada una de sus proposiciones atómicas con una variable, se tienen que
representar la relación o relaciones que hay entre las proposiciones atómicas que
las constituyen. Dichas relaciones son constantes y encierran una forma o
estructura lógica, la cual es determinada por los propios conectivos lógicos[5] que
en el uso corriente del lenguaje pueden ser muchísimos, como ya vimos, pero que
en la lógica proposicional se reducen a ciertos elementos típicos o estructuras
lógicas básicas que tienen una función de enlace específica (más tarde veremos
cada una) y hacen más fácil el análisis de las proposiciones en comparación con
los otros conectivos. Así pues, a la unión de proposiciones mediante la partícula
"y" se llama conjunción; a la unión entre proposiciones mediante el conectivo "o"
se denomina disyunción;[6] a la unión de proposiciones por medio del condicional
"si... entonces" o "si... , ..." se le nombra implicación o condicional; a la unión de
proposiciones por medio de la frase “si y sólo si” se le llama bicondicional; y por
último, al añadido de la palabra "no" a una proposición, se le conoce como
negación o función contradictoria.[7] Veamos el siguiente cuadro:
Conectivo
Función o estructura
Proposición
Y
Conjunción
Nestle es una emporio y Alpura es una compañía menor
O
Disyunción
O estás mal o estás bien.
No
Negación
El PRI no es una institución de caridad
Si... entonces
Implicación o condicional
Si el Tecolote canta, entonces el indio ha muerto
...si y sólo si...
Bicondicional
Pagaré la apuesta si y sólo si los Diablos Rojos del Toluca pierden.
Bicondicional
ßà
Ahora bien, una proposición molecular desde el punto de vista de su forma lógica
puede ser monaria o binaria, según la cantidad de proposiciones atómicas que
contenga. Si el conectivo lógico no liga dos proposiciones, como en el caso de la
negación “el clima no es agradable hoy”, sino se refiere sólo a la proposición
atómica “el clima es agradable hoy”, entonces la proposición es monaria; pero si la
proposición abarca dos proposiciones atómicas, consecuentemente es binaria,
como en el caso de “Si estoy de vacaciones, entonces tengo tiempo libre”, donde
aparecen las proposiciones atómicas “estoy de vacaciones” y “tengo tiempo libre”.
Hay proposiciones moleculares bien las cuales aparecen dos o más términos de
enlace. En ocasiones esto puede ser problemático veamos el porqué y su
solución.
¬ = No ocurre[9]
P = Pedro Picapiedra sea marido de Bety
M = Pablo Mármol sea esposo de Betty
No ocurre que [(las vacas locas sean psicóticas) o que (los Toros Neza sean
campeones de la primera división)].
¬ (L V N)
No ocurre que si hoy es sábado entonces vaya a ir a misa.
No ocurre que [(si hoy es sábado) entonces (vaya a ir a misa)].
¬ (D à M)
Hay términos de enlace que son más potentes que otros, es decir, que su función
es más fuerte que la de otros. De hecho hay tres de reglas en relación con esto
que nos permiten prescindir de algunos paréntesis:
1) El signo de la implicación es más potente que el resto de símbolos de los
términos de enlace.
Ejemplo:
Si George Bush padre fue presidente y George Bush hijo es presidente entonces
los dos han sido políticos ambiciosos.
[Si (George Bush padre fue presidente) y (George Bush hijo es presidente)]
entonces (los dos han sido políticos ambiciosos).
Si [(P) y (H)] entonces (E).
(P & H) à E
P&HàE
Para el sentido común esta frase está clara. P y H son una unidad, por lo tanto si
el signo de la implicación aparece al lado de esta conjunción y la relaciona con
otra proposición, sabremos que la proposición molecular que se representa es una
condicional que une a una conjunción con una proposición atómica.
También se aplica esta regla para el resto de los siguientes casos:
A à (B & C) que puede ser A à B & C
(A V B) à C que puede ser A V B à C
A à (B V C) que puede ser A à B V C
En consecuencia, si tenemos una proposición molecular donde haya una
condicional y el término dominante sea otro, no se podrá eliminar el paréntesis:
Si eso es neblina entonces hace frío allá o es el humo de un incendio [(Si (eso es
neblina) entonces (hace frío allá)] o (es el humo de un incendio).
(N à L) V F
2) El signo de la negación es el menos potente entre los conectivos lógicos.
La negación sólo afecta a la proposición en la que aparece. Veamos:
Ese sudafricano no es de raza negra o se decoloró la piel como Michael Jackson.
Su representación es la siguiente:
¬(S) V J
En ningún momento la negación abarcó también a la otra proposición atómica. Por
lo tanto se puede evitar los paréntesis:
¬S V J
La regla funciona en el resto de los casos similares:
SV¬N
¬S V ¬N
¬S & N
S&¬N
¬S & ¬N
¬S à N
Sà¬N
¬S à ¬N
Pero cuando la negación es el término dominante de una proposición se deben
respetar los paréntesis:
No ocurre que Marte esté habitado y que los extraterrestres nos invadan.
No ocurre que [(Marte esté habitado) y que (los extraterrestres nos invadan)].
¬ [(M) & (X)]
¬ (M & X)[10]
3) Los signos de la conjunción y de la disyunción son igualmente potentes.
¿Qué es lo que se hace en este caso? Justo lo que indicamos en el inciso de la
"Conjunción versus disyunción".
Ejercicio
1. (F V G) à H
2. ¬ (F V G) à H
3. ¬ [ (F V G) à H]
4. ¬ [¬(F V G) àH]
5. ¬ ¬(F V G ) à B
6. ¬ [ (F V G) à H ] à I
7. ¬[ (F V G) V H à I)]
8. [ ¬F V (Gà H)] ßà ¬I
9. { [¬(F à G) V H ] ßà ¬I } V J
10. [ (¬F à G V H ] ßà ¬ (I & K)
[1] Pareciera que entonces las proposiciones se identifican con los enunciados
declarativos. Algunas personas estarían de acuerdo con tal identificación, aunque
hay gente como Telma Barreiro y Oscar Nudler que estarían en contra. Ellos
dicen: "Sin embargo, no es lícito identificar totalmente oración declarativa con
proposición. La diferencia consiste en que la primera es una fórmula material (oral
u escrita) de una determinada lengua (castellano, francés, etc.) que consta de
ciertas palabras dispuesta de un determinado modo. Las proposiciones, en
cambio, corresponden al significado de estas oraciones. Así entendido resulta que
a dos o más oraciones distintas puede corresponder la misma proposición si ellas
tienen el mismo significado y, por ejemplo, pertenecen a distintos idiomas (v. Gr.,
"Juan es un buen alumno", "John is good pupil", "Jean es un bon élève") o
contienen sinónimos ("Lo hizo con mucha rapidez", "lo hizo muy rápidamente")"
(Cfr. Telma Barreiro y Oscar Nudler, Elementos de lógica simbólica, Kapelusz,
Argentina, 1973, p. 16). Otros lógicos piensan que proposiciones con distintos
términos y significados iguales, son distintas proposiciones.
[2] La palabra "y", no siempre es un nexo entre dos proposiciones, sino también
puede reproducir la relación entre dos particulares, relación que es un hecho en el
mundo y que constituye el sujeto de un enunciado.
[3] Aquí podríamos sospechar que estamos ante una proposición molecular
conformada por "(yo) creo" y "es lunes". La verdad es una proposición atómica
que posee dos verbos. En ella se expresa la creencia, el estado de ánimo o el
sentimiento de un sujeto en relación con el hecho que trata de expresar. Y aunque
nuestros procesos mentales no se reducen a proposiciones, lo cierto es que en el
ámbito de la lógica simbólica se supeditan a lo que las proposiciones desean
comunicar sobre la realidad, a pesar de que proyecten simultáneamente un
estado psicológico de duda o de cualquier otro tipo.
[4] El que una negación así sea una proposición molecular, se debe a la creencia
de que la negación no sólo afecta al predicado, sino también al sujeto, y en
general a toda la proposición sin que la negación misma sea propiamente parte
del predicado o del sujeto de la oración. Traigamos a colación el enunciado "Esto
no es rojo". El "no" no refleja una cualidad de las cosas que sea "no-rojo".
Tampoco alude a un particular que sea un "no-esto". El "no" es una partícula que,
desde el lenguaje asevera que una determinada propiedad (en este caso, rojo), es
ajena a la proposición atómica "esto es rojo". Por lo tanto, tenemos en una
proposición molecular compuesta de dos átomos que, juntos, nos comunican lo
siguiente: "no: esto es rojo". Cfr. MUGUERZA, Javier. La concepción analítica
de la filosofía. Edit. Alianza. España, 1974. Págs. 175 y 176. Lo que aquí hay en
el fondo es la suposición de que el lenguaje naturalmente tiende a retratar la
estructura del mundo físico y éste está compuesto de particulares, cualidades y
relaciones. Los tres son positivos. Se manifiestan en hechos. De lo contrario no
son; es decir, no hay -en contraposición con algunas especulaciones de Russell-
hechos negativos o "no-hechos". La negación no es una manifestación real del
mundo, sino una invención del lenguaje.
[5] Los conectivos lógicos, también son llamados términos de enlace u
operadores. Además existen otros conceptos formales como: " si sólo si", si o
"ni... ni...", cuyas funciones son conocidas como bicondicional y negación
conjunta.
[6] También tiene una variante: podemos decir (No habla español) o (es idiota) al
igual que podríamos decir "O (es invidente) o (no vio la señal de alto). Ambos
modos de enunciar la disyunción son válidos.
[7] Esta también tiene una variante. Podemos decir "El pez no es terrestre" o "No
ocurre que el pez sea terrestre".; “no es cierto que el pez sea terrestre”, “no es el
caso que el pez sea terrestre”, “no se cumple que el pez sea terrestre”, “es falso
que el pez sea terrestre”.
[8] Algunos filósofos diferenciarían dos funciones lógicas distintas: la negación
(que se aplica a proposiciones atómicas) y la incompatibilidad (que se aplica a
proposiciones moleculares). El ejemplo citado justo arriba mostraría lo que es la
incompatibilidad y su símbolo se representaría con una raya vertical:" l ". La
proposición anterior entonces se simbolizaría así: P l M.
[9] La expresión no ocurre es engañosa, ya que, si bien nos muestra la función
lógica de la negación gracias al "no", el "ocurre" pareciera que representa otro
enunciado simple. Sin embargo, verbos como ocurrir o suceder, lejos de
representar algo distinto, dan por sentado lo que está implícito en la proposición.
Por ejemplo, si afirmo "sucede que es hora de mi telenovela", no estoy ante una
proposición molecular, sino que estoy frente a una proposición atómica. ¿Por qué?
Porque el verbo "suceder" reitera lo aseverado en la proposición y que
corresponde al mismo hecho representado, no a otro. Y lo reitera porque está
implícito en que, si es hora de mi telenovela, es porque está sucediendo que es de
mi telenovela. Es decir, el ocurrir no es lógica, ni ontológicamente independiente
de los particulares, cualidades o relaciones. Ocurrir, suceder, significa que algo es.
Puedo decir "mi cama está tendida" u "ocurre que mi cama está tendida". En la
segunda proposición se repite lo mismo que en la primera y nadie, por eso,
pensaría que se refieren a hechos distintos. En cambio, si algo no ocurre,
simplemente no es. Pero el "no ser", no es un hecho, sino una elucubración de
nuestra imaginación.
[10] Nótese que ¬ (M & X) no es lo mismo que ¬M & ¬X. Es diferente "no ocurre
que Marte esté habitado y que los extraterrestres nos invadan" a "Marte no está
habitado y los extraterrestres no nos invaden".
Publicado 2nd January 2015 por Ricardo Mazón Fonseca
Etiquetas: Lógica
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Unknown27 de julio de 2018, 7:02
Me sirvió mucho, gracias!!
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