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TRANSTORNO OBSESIVO COMPULSIVO (TOC)

INTRODUCCION

El trastorno obsesivo compulsivo se caracteriza por la presencia de obsesiones y/o


compulsiones. Es el cuarto trastorno mental más frecuente luego de la depresión, el
abuso de alcohol/sustancias y la fobia social, con una prevalencia de casos de 1.6% en
la comunidad. La severidad del caso varía según la persona. Generalmente los
individuos son capaces de esconder sus síntomas, inclusive de su propia familia,
pudiendo esto causar problemas en las relaciones e interferir con la capacidad de
estudiar o trabajar. También puede acarrear consecuencias para la salud.

El miedo a la contaminación puede impedir que los afectados concurran a centros


médicos o debido a higiene excesiva pueden sufrir dermatitis. Cuando el trastorno
comienza en la infancia o en la adolescencia, puede impedir relacionarse con sus pares
o imposibilitarlos para vivir independientemente. La organización mundial de la salud,
este trastorno en el puesto 10 de las condiciones más incapacitantes debido a que en
los afectados disminuye la calidad de vida y bajan sus ingresos económicos.
DESARROLLO

El TOC es un tipo de trastorno de ansiedad. Los niños con TOC se preocupan por si algo
podría ser nocivo, peligroso, incorrecto o sucio (o piensan que va a ocurrir algo malo).
En el trastorno obsesivo compulsivo, las imágenes y los pensamientos tristes o
atemorizantes, que reciben el nombre de "obsesiones", aparecen en la mente de una
persona y es difícil eliminarlos. Los niños con TOC también pueden preocuparse
porque las cosas no están "en orden" o "correctas". Tal vez se preocupen por perder
cosas, a veces necesitan coleccionar elementos, aunque a los demás les parezcan
inútiles. Las personas con TOC sienten la necesidad imperiosa de hacer ciertas cosas de
manera reiterada ("rituales" o "compulsiones") para eliminar los pensamientos
atemorizantes, protegerse contra algo temido o asegurarse totalmente de que las
cosas estén seguras, limpias o correctas de alguna manera.

Los niños tal vez tengan dificultad para explicar los motivos de los rituales y dicen que
simplemente los hacen "porque sí". Pero, en general, al hacer el ritual, las personas
con TOC están intentando liberar la ansiedad. Es posible que deseen sentirse
absolutamente seguras de que nada malo ocurrirá o simplemente sentirse "bien".
Podríamos decir que el TOC es un "sistema de alarma extremadamente activo". El
incremento de la ansiedad o la preocupación es tan fuerte que el niño siente que debe
realizar la tarea o hacer hincapié en el pensamiento, una y otra vez, hasta el punto de
que esto interfiere con la vida diaria. La mayoría de los niños con TOC se dan cuenta de
que realmente no necesitan repetir estos comportamientos una y otra vez, pero la
ansiedad puede ser tan grande que sienten que la repetición es "necesaria" para
neutralizar la sensación desagradable. Y con frecuencia, el comportamiento disminuye
la ansiedad, pero de manera temporal. A largo plazo, los rituales tal vez empeoren la
gravedad del TOC y provoquen el regreso de las obsesiones.
1. SÍNTOMAS DEL TOC

Los síntomas del TOC se traducen en actitudes concretas que están recogidas en las
guías clínicas internacionales:

1.1. Intolerancia a la incertidumbre: todo tiene que estar bajo control como única
vía de obtener seguridad, ya que tiene grandes dificultades a la hora de
afrontar situaciones inesperadas o desenvolverse en situaciones ambiguas.
1.2. Sobreestimación de la amenaza: se magnifica la probabilidad de que ocurra
una catástrofe.
1.3. Perfeccionismo: no se toleran errores y todo tiene que ser perfecto, por lo que
se revisan las cosas una y otra vez.
1.4. Responsabilidad excesiva: se construyan reglas y esquemas de conducta
basados en la responsabilidad de hacer siempre lo correcto y que se ponen en
práctica cuando se producen unas circunstancias concretas.
1.5. Creencias sobre la importancia de los pensamientos: se magnifica la
importancia de los pensamientos propios y especialmente de su significado,
que no es otro que el que él mismo les atribuye.
1.6. La importancia de controlar los propios pensamientos: necesitan controlar los
pensamientos de modo que no pueda pensar en determinadas cosas.
1.7. Rigidez de ideas: las ideas inamovibles, sin atender a cualquier argumentación
que pueda modificarlas, es un medio para adquirir seguridad.
2. CAUSAS DEL TOC

No se conocen bien las causas del TOC, aunque se han identificado diferentes factores
que pueden intervenir en el desarrollo de esta enfermedad psiquiátrica. Desde una
perspectiva biológica se ha constatado que las personas que la sufren presentan
alteraciones del lóbulo frontal del cerebro y en la secreción de serotonina. Este
neurotransmisor está implicado en la regulación del estado de ánimo, la agresividad y
la impulsividad, además de modular la transmisión de información de una neurona a
otra, un proceso este último que en las personas con TOC se desarrolla con mayor
lentitud que en las personas normales. También se sabe que existen factores genéticos
que condicionan el desarrollo del TOC, aunque se desconoce el modo en que se
transmiten. No obstante también hay que tener en cuenta que existen
acontecimientos o situaciones puntuales en la vida de una persona que pueden actuar
como desencadenantes: pueden ser enfermedades propias o de un familiar, la muerte
de un ser querido, una separación o divorcio, una educación muy rígida durante la
infancia, algún trauma, etc.
3. TRATAMIENTO

Farmacoterapia: La medicación es útil en el control de los síntomas del trastorno


obsesivo compulsivo pero a menudo, si se deja el fármaco, sobreviene una recaída. La
mayoría de las personas necesitará medicarse indefinidamente. El primer tratamiento
específicamente aprobado para su uso en el trastorno obsesivo compulsivo fue el
antidepresivo tricíclico clomipramina (Anafranil). Los psicofármacos de segunda
generación, que son utilizados hoy en día, se llaman inhibidores selectivos de la
receptación de serotonina (ISRS). Estudios extensos han demostrado que estos
inhibidores favorecen, al menos ligeramente, a casi el 80 por ciento de los pacientes. Y
en más de la mitad de los casos, la medicación alivia los síntomas del trastorno
obsesivo compulsivo al disminuir la frecuencia e intensidad de las obsesiones y
compulsiones. La mejoría por lo general no se alcanza hasta las dos o más semanas de
tratamiento.

Terapia de Exposición y Prevención de Respuesta (EPR): La psicoterapia tradicional y el


psicoanálisis, dirigido a ayudar al paciente a percibir su problema, no es útil para el
trastorno obsesivo compulsivo. Sin embargo, un método específico psicológico,
denominado EPR, es eficaz en muchas personas, especialmente en las que presentan
rituales conductistas. Mediante este método el paciente se enfrenta, deliberada o
voluntariamente, al objeto o idea temida, ya sea directamente o con la imaginación. Al
mismo tiempo, el paciente es alentado a evitar sus rituales con apoyo y medios
provistos por el terapeuta, y posiblemente por otros que el paciente reclute para
asistirle. Los estudios realizados y la práctica diaria demuestran que la EPR es una
terapia muy exitosa para la mayoría de los pacientes que la completan y los efectos
positivos perduran una vez finalizado el tratamiento.
4. CONCLUSION Y REFLEXION

Es importante considerar que el TOC es un trastorno crónico, que requiere del


paciente un compromiso por mantener y usar aquellas estrategias terapéuticas que le
sean adecuadas (medicamento y terapia psicológica). Sin embargo, también es
fundamental la participación de su familia en el entendimiento de la enfermedad y su
recuperación. Afortunadamente ahora se conoce más sobre el origen y el desarrollo
del TOC, por lo que se están mejorando las estrategias de tratamiento. Acercarnos a un
profesional de la salud mental puede cambiar nuestra vida, favoreciendo la
recuperación y la integración a una vida con bienestar y calidad
BIBLIOGRAFIA

1. American Psychiatric Association (1994) Diagnostic and statistical manual of mental


disorders, DSM-IV, (4ª. Ed). Washington, DC
2. Barlow, D. & Durand, Mark. (1999) Psicología Anormal, un enfoque Integral. Ed
Thompson
3. Bland, R., Newman, S., & Horn, H. (1988) Age of onset of Psychiatric disorders. Acta
Psychiatrica Scandinavica; 77(Sup. 338):43-9.

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