Você está na página 1de 14

SEXUALIDAD Y SUS COMPONENTES

Hablar sobre sexualidad no es tarea sencilla, ya que se trata de definir una


función que a lo largo del tiempo ha sufrido múltiples deformaciones
culturales, la mayoría de ellas basadas en prejuicios, y muchos de ellos han
sido alimentados por la ignorancia. La información que circula la mayoría
de las veces en el lenguaje popular sobre algún tema de connotación sexual,
aunque carezca de un soporte veraz de origen científico, posee un fuerte
respaldo social para construir los rígidos estereotipos sexuales que sirven
para diferenciar a varones y mujeres.
Estos modelos son creados según los códigos de aceptación y las
costumbres del medio cultural que los forma, y sirven la mayoría de las
veces para etiquetar a las personas de manera inadecuada y
discriminatoria.

Creemos que el saber mal es tan dañino como el no saber, y que el


prejuicio es peor que la ignorancia. Pero también sabemos que el mostrar
una actitud de apertura para incorporar nuevos conocimientos, nos hará
más libres de tomar decisiones con autonomía y responsabilidad para
afrontar los nuevos desafíos de la realidad que nos rodea.

¿Qué entendemos por Sexualidad?


La sexualidad es una función que expresa todo lo que es un ser humano, y
como se presenta ante el mundo en su forma de pensar, de sentir, de
mostrarse, y de actuar.
La sexualidad implica una concepción mucha más amplia que la
genitalidad, no se limita sólo a una parte de nuestro cuerpo construida por
la biología. Nuestra sexualidad se va construyendo por la delicada
interacción que juegan la biología de nuestros cuerpos, y la cultura que nos
rodea.
Somos bio-fisiológicamente sexuados. Tenemos un sexo somático
determinado por genes, gónadas y hormonas, que nos marca diferencias
fisiológicas y estructurales en los genitales y en los cuerpos. De esta forma
los humanos nos diferenciamos físicamente como varones y mujeres.

Somos psico-socialmente sexuados. Nuestra sexualidad no se reduce a


biología, está impregnada de sociedad y cultura. No puede ser entendida
aisladamente, desvinculada de la organización social y del sistema cultural
que rodea la vida de una persona. La sexualidad tiene que contextualizarse
en sociedad.
Las culturas imponen reglas y normas que rigen el comportamiento
aceptable o normal, al cual deben adecuarse sus miembros para ser
aceptados.
Según los modelos que nos muestre cada cultura para que copiemos y
podamos ser aceptados, se irán formando los distintos patrones de
conducta femeninas y masculinas, y se codificarán con similitudes y
diferencias los roles sexuales.
Según las creencias, costumbres y valores que hayan modelado el
desarrollo de nuestra sexualidad desde la infancia, será el resultado de los
pensamientos, fantasías, y deseos que tengamos en la vida, y también la
forma de sentir y expresar nuestro erotismo, nuestra vinculación afectiva, y
el amor.

Los sistemas culturales y sociales también son responsables de darle


significado a conceptos y experiencias de connotación sexual.
Una misma cosa puede simbolizar aceptación, indiferencia, o prohibición,
según como lo haya permitido el referente cultural que enmarcó nuestro
aprendizaje. Bien decía Epícteto (filósofo griego) que “lo que inquieta no
son las cosas sino la vivencia que se tiene de ellas”.
Podríamos citar algunos ejemplos. El breve instante de la lectura de una
“poesía erótica” puede significar: ternura, erotismo, obscenidad, o
indiferencia emotiva para cada uno de nosotros. La cultura nos ha mostrado
imágenes y modelos de lo que es aceptado para ella como: erótico,
obsceno, o tierno, que están cuidadosamente codificados en nuestro cerebro
y son responsables de nuestra simbología y comportamiento sexual.

También “la práctica de relaciones entre personas de su mismo sexo” puede


servir de ejemplo. Es aceptada como un ritual hacia la madurez entre los
jóvenes de Melanesia que deben pasar por un período obligatorio de
relacionarse sexualmente con otros varones para alcanzar la masculinidad
verdadera, y por otro lado es mayoritariamente rechazada por ser
considerada inmoral en la mayoría de las culturas de base ideológica judeo-
cristiana.

La sexualidad humana se ensambla y adquiere significación por medio del


lenguaje, símbolos y discursos sociales. Las culturas proporcionan la
mirada plural de la diversidad sexual.

La sexualidad no se limita sólo a un período de edad cronológica, somos


seres sexuados toda la vida desde que nacemos hasta que morimos, y
cursamos distintas etapas que están determinadas por diferentes hitos
biológicos y/o culturales. Cada etapa tiene sus características propias.
De acuerdo a esto, podemos describir una sexualidad: prenatal, infantil, de
la adolescencia, de la juventud, de la adultez, y de las personas mayores.

Si nos remitimos entonces, a la OMS, (2.006) entendemos que:

La SEXUALIDAD es un aspecto central del ser humano, presente a lo


largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de
género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la
orientación sexual.

Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos,


creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones
interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones,
no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre.

La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos,


psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales,
históricos, religiosos y espirituales".

En resumen, la sexualidad se experiencia y se expresa en todo lo que


somos, sentimos, pensamos y hacemos.

Ahora bien, Los componentes de la sexualidad son:


1. el sexo,
2. la identidad sexual o de género,
3. el rol de género,
4. la orientación sexo erótica del deseo,
5. los mecanismos sexuales, y de la reproducción (los veremos más
adelante)

SEXO:

Muchas veces se suele confundir el significado de sexualidad por el de


sexo, considerándose ambos términos como sinónimos. En el lenguaje
común que utiliza la gente el término sexo es relacionado con la actividad
sexual (por ej: tener sexo), mientras que su precisa definición vincula el
término “sexo” sólo al aspecto biológico; es decir, sexo es el conjunto de
características biológicas que definen al espectro de humanos como
hembras y machos. Incluye a los cromosomas, genitales internos y
externos, gónadas, estado hormonal, caracteres sexuales secundarios,
incluso el cerebro. De manera general incluye los genitales y otras
características fisiológicas adscriptas fisiológicamente a varones y mujeres.
SEXO “Es la suma de las características biológicas que definen al
ser humano como hombre o mujer” (OPS)

Según la OMS, SEXO se refiere a las características biológicas que


definen a los seres humanos como hombre o mujer. Si bien estos
conjuntos de características biológicas no son mutuamente
excluyentes, ya que hay individuos que poseen ambos, tienden a
diferenciar a los humanos como hombres y mujeres.

Definamos al SEXO en su concepto amplio (o llamados


también tipos de sexo)

Existen diferentes tipos de sexos, que son los que van a conformar la
identidad sexual del individuo en correspondencia en como ellos van
a ser incorporados en el proceso de socialización de esa nueva
persona. Son:

1-SEXO GENETICO O CROMOSOMICO


2- SEXO GONADAL O GLANDULAR
3- SEXO GENITAL
4- SEXO HORMONAL
5- SEXO FENOTIPICO O CARACTERES SEXUALES SECUNDARIOS
6- SEXO PSICOLOGICO: incluye: - IMAGINARIO SOCIAL
- IDENTIDAD SEXUAL
- y la ORIENTACION SEXUAL
7-SEXO de ASIGNACIÓN - LEGAL
8- SEXO DE CRIANZA o SOCIO CULTURAL
9- Sexo MORAL O RELIGIOSO

1- Sexo cromosómico o genético:


La determinación del sexo de una persona tiene lugar en el momento de la
concepción, cuando un óvulo es fecundado por un espermatozoide.

Los cromosomas son unas estructuras filamentosas que se encuentran en el núcleo


de las células y que contienen los determinantes genéticos. Cada célula de nuestro
cuerpo posee cuarentaiséis cromosomas, dos de los cuales son los cromosomas
sexuales. El óvulo siempre es portador de un cromosoma X, mientras que el
espermatozoide puede ser portador de un cromosoma X o Y, lo que definirá el sexo
del futuro ser. Cuando se unen el óvulo y el espermatozoide, se forma una célula
llamada cigoto cuyos cromosomas sexuales pueden ser XX (por lo que el desarrollo
embrionario dará lugar a una niña) o XY (de forma que el resultado será un varón).

Así pues, el cromosoma Y del espermatozoide determina si el embrión desarrollará


testículos u ovarios.

2- Sexo gonadal:
Consiste en la determinación del sexo a partir de la identificación de las glándulas
sexuales siendo el ovario característico de la mujer y los testículos del
hombre.
Durante el primer mes de existencia del cigota aún no se manifiesta ninguna
diferencia entre ambos sexos. Pero a partir de la sexta semana de embarazo,
cuando el cigota se ha convertido en embrión y mide menos de un centímetro y
medio, aparecen las zonas que se convertirán en gónadas o glándulas sexuales.

Si se trata de ovarios, éstos se desplazarán desde la parte alta del abdomen hasta
la zona de la pelvis, mientras que, si son testículos saldrán del abdomen y se
situarán dentro del escroto.
Es decir que entre la quinta y 11 semanas los genitales son idénticos en el feto
independientemente de que vaya a ser hembra o macho.

Es fácil recordar:
iguales cromosomas:(X X) niñas;
diferentes cromosomas (X Y) niño.

Si la nueva criatura va ser un niño,


a partir de la doceava semana el
clítoris comienza a crecer hasta
formarse el pene; la protuberancia
labial inicia su descenso hasta
convertirse en la protuberancia
escrotal o testículo, y el pliegue
uretral se prolonga por el interior
del pene.

La diferenciación del sexo gonádico está determinada de manera directa por el sexo
genético.

3- Sexo genital:
Corresponde a la apariencia externa de los órganos sexuales de modo que el
escroto y el pene son propios del hombre y la vulva de la mujer.
Estas características fenotípicas que diferencian al hombre de la mujer están en
muy buena parte determinadas por la presencia de hormonas sexuales diferentes
que al ser cuantificadas, permiten también establecer diferencia entre los dos
sexos, conocida como sexo hormonal.
4- SEXO HORMONAL:
Las células de los testículos se organizan para empezar a producir dos hormonas:

La Testosterona, que es la hormona masculinizante y dar origen al desarrollo de


los Conductos de Wolf que en los varones se transforman en los epidídimos, los
vasos deferentes y las vesículas seminales (forman parte del aparato reproductor
masculino)

La Hormona inhibidora de los conductos de Müller. Bajo la influencia de dicha


hormona estos conductos desaparecen.
La ausencia de hormonas masculinas es lo que hace que la diferenciación
interna y externa de los genitales sea femenina.

El hombre posee una porción mucho mayor de andrógenos mientras que la mujer la
carga hormonal predominante corresponde a los estrógenos.

Se puede establecer además una diferenciación dada por la secreción de hormonas


liberadoras de las hormonas sexuales, y que se denomina sexo hipotalámico.

Hormonal prenatal o hipotalámico: la impregnación de los andrógenos


prenatales en los núcleos hipotalámicos determinarán el funcionamiento
cíclico (hembra) o continuo o tónico (macho) de los mismos.

5- Sexo Fenotípico o caracteres sexuales secundarios:


Es la clasificación del sexo basada en las características físicas de cada individuo,
que incluyen la distribución de la vellosidad, la contextura y tamaño de la
musculatura, la forma de los huesos de la pelvis y la distribución de la grasa
corporal, entre otros y que en su conjunto se denominan caracteres sexuales
secundarios.
Dentro de esa clasificación se encuentran otros indicadores como son el sexo
gonádico y genital.

6- Sexo Psicológico:
Es la autopercepción del individuo, es sinónimo de identidad sexual ya que es la
conformación del sí mismo en la propia y subjetiva manera de identificarse como
varón o como mujer.

El sexo psicológico, incluye el imaginario social que es qué imaginan los otrxs,
la sociedad sobre mi identidad y orientación, y que influye de manera positiva si
encaja en el binarismo social, o negativa si es una identidad no binaria), la
identidad sexual y la orientación sexual.
7- Sexo de Asignación, LEGAL o JURÍDICO:
Es aquel que se le asigna al individuo al momento de nacer de acuerdo con la
apariencia de los genitales y a partir del cual se deciden aspectos tan importantes
como el nombre y el registro en los documentos estatales (sexo legal). Se decide a
partir de la apariencia de los genitales externos, si tiene vagina es niña y si tiene
pene y testículos es niño. Esto, tiene enormes repercusiones en la vida del
individuo, da lugar al llamado sexo de crianza, ya que la educación que se le
ofrecerá, está basado en ello, su madre/padre y toda la familia tendrán
determinadas expectativas y la/o educarán en su comportamiento, y ese será el
aprendizaje y la socialización del género que se le ofrecerá durante el desarrollo.
Aquí es donde vemos cómo se va construyendo la identidad de género, los roles de
género, de acuerdo a los modelos que se le ofrezcan y cómo se lo/a va educando.
Por tanto, podemos decir que, el sexo de asignación determina en cierta medida la
identidad sexual o de género.

8- Sexo de Crianza o socio-cultural:


Es aquella que de acuerdo a las características fenotípicas que presente tus
genitales es la que la familia le va a inculcar de acuerdo a las normas, valores y a
lo socialmente aceptado para tu sexo. Se educará a ese niño o niña de acuerdo a
los estereotipos de género que la sociedad tiene.
El ser humano es un ser social, pues se concibe asociado con otros formando
grupos donde cada quien satisface sus necesidades físicas, afectivas y sociales, de
tal forma que la cultura moldea el comportamiento de los miembros de la sociedad
con el fin de lograr una convivencia social en armonía.

La sexualidad abarca todos los aspectos de la vida en el desarrollo de las


personas, los cuales a su vez también se manifiestan a través de la cultura
en que se viva, por tanto, cualquier cambio que se vea en el sistema social
en general, tendrá sus efectos de manera notoria en el sistema de valores
del grupo, de la Familia - Barrio - Ciudad - Provincia - País - Grupo o Tribu - etc.
9- SEXO MORAL O RELIGIOSO:
Históricamente se ha identificado con la moral sexual religiosa, dada la
estrecha identificación de las religiones desde su origen con un código de
conducta más o menos rígido, que regula las relaciones afectivo-sexuales y
el matrimonio en todas las civilizaciones; pero también existe una moral
sexual laica.
El término religioso refiere a las creencias y prácticas religiosas que
moldean la forma de vivir la sexualidad, de acuerdo a sus creencias y
preceptos.

Más recientemente, se agrega el concepto de SEXO CEREBRAL, a partir de las


investigaciones de Diamont.

10-SEXO CEREBRAL:
El dimorfismo sexual se caracteriza por las variaciones en la fisonomía entre
machos y hembras, y esto suele estar presente en la mayor parte de las
especies, aunque con grados distintos.
El dimorfismo sexual cerebral, se trata de las diferencias que se pueden
apreciar en el cerebro de machos y hembras de una misma especie,
tomando en cuenta aspectos morfológicos y funcionales. Con respecto a
nuestra propia especie, los muchos estudios realizados han demostrado que
el cerebro del hombre es mayor al de la mujer a nivel volumétrico, aunque
esto no tenga ninguna repercusión en su inteligencia.

Es un dato relevante, que la testosterona fetal es un factor organizador del


cerebro en desarrollo y un determinante de la variabilidad cerebral ligada al
sexo.

Volvamos a los componentes de la sexualidad...entonces vimos sexo en su


concepción más amplia.
Ahora, otro de los componentes es

La identidad de género (también llamada sexual) es la forma íntima de


sentirse como varón o como mujer. Determina el “sexo psicológico
irrenunciable” de la persona, estructurando toda su sexualidad en base
a este sentimiento íntimo, y vivencia su identidad total según
pertenezca a un sexo determinado identificándose con los modelos
genéricos que muestra la cultura a la cual pertenece de una manera
personalizada y única.
Este proceso se gesta en armonía con el aprendizaje del lenguaje,
consolidándose en los primeros años de la infancia. En ese frágil y breve
trayecto de la vida, los humanos estructuran los cimientos de lo que será la
vivencia más profunda de ser varón o mujer.
La mayoría de las personas tiene una identidad de género que se
corresponde con el sexo somático, es decir, CIS GÉNERO.
Si tienen genitales masculinos se sienten como varones; y si tienen
genitales femeninos se sienten como mujeres. Pero está demostrado que la
formación de la identidad sexual no se relaciona con el sexo físico que
tenga la persona.

Hay distintas formas de variancia de género (transexualismo,


transgenerismo, y travestismo) y su diferenciación con el intersexualismo,
que serán desarrolladas en otra lectura.

El rol de género es la forma de mostrarse como varón o como mujer. Es la


expresión pública de la identidad asumida en su medio cultural según las
normas aceptadas en ella.
La sociedad muestra modelos estereotipados de cómo debe ser el
comportamiento de la mujer y del varón para que puedan ser aceptados.

Los roles sexuales rígidos e inflexibles no permiten el crecimiento


individual de la persona y limitan su bienestar. Se forman desde el mismo
momento del nacimiento bajo la responsabilidad primera de la familia,
sumada a la acción de los distintos agentes socializadores que refuerzan el
crecimiento del niño y de la niña.

La orientación sexo erótica del deseo sexual indica la orientación de las


preferencias sexuales eróticas y afectivas, hacia el otro sexo, el mismo o
ambos.
Estas orientaciones se denominan heterosexualismo, homosexualismo, o
bisexualismo.

Homosexualidad: variedad de la conducta sexual en la cual la orientación


del deseo sexo-erótico de una persona se dirige hacia otras del mismo sexo.
La cuestión de la homosexualidad ha sufrido distintos vaivenes a lo largo
del tiempo y fue sucesivamente aceptada, rechazada, perseguida o
reconocida. En la elección homosexual confluyen tantos parámetros como
en cualquier otra actividad sexual, lo que indica que nunca se podrá
entender a través de uno solo de ellos. Es decir que no podemos analizarla
con el exclusivo prisma de la moral o de lo legal, o desde una óptica
psicoanalítica o desde el placer.

Sabemos que la homosexualidad, tanto la femenina como la masculina, es


una práctica conocida desde la antigüedad. La denominación no deriva del
prefijo latín homo que significa hombre, sino del vocablo griego homoios,
que define lo que es igual o semejante: homeopatía (cura por el similar),
homogéneo (algo parejo), homólogo. Desde lo etimológico, homosexual
sería quien tiene afinidad sexual por personas de su mismo sexo. A las
mujeres homosexuales también se las denomina lesbianas, en honor a la
isla de Lesbos donde residía la poetisa Safo, célebre por la belleza de sus
cantos al amor y al amor homosexual en particular. Allí, en "la morada de
las discípulas de las musas" cantó a la "amada ausente", a quien "igualaba a
una diosa insigne" y "aguardaba con el fuego prendido en el corazón,
abrasado de deseo".

Te igualaba a una diosa insigne, y tú te embelesabas con su canto como


con otro ninguno. Pero se fue, y ahora sobresale entre todas las mujeres;
lo mismo que la luna de rosados dedos eclipsa todas las estrellas una vez
puesto el sol. Y su brillo baña de plata el mar salobre, e ilumina las
campiñas floridas, donde ha caído el rocío y han brotado las rosas, el
tierno jazmín, las dulces flores del trébol.
Mas en el ajetreo de su nueva vida no deja de añorar el cariño de su
amada y en el pecho le duele de nostalgia el corazón.

Safo, de “Una Amada Ausente”.

Una mínima cantidad de varones con orientación sexual homosexual,


presentan un comportamiento social afeminado; esta característica que
generalmente estereotipa a los individuos con esta orientación nos puede
llevar a confundirlos con personas transexuales.

Lo esencialmente diferencial es que no desean ser mujeres ni quitarse sus


genitales, y no tienen conflicto con su cuerpo de varón.

Las personas que practican actos o conductas homosexuales (relaciones


sexo eróticas con personas de su mismo sexo) también se denominan
“homosexualistas”. El autor Gore Vidal se inclina abiertamente a usar este
nuevo término como “adjetivo”, reemplazando el de “homosexual” en
forma de sustantivo, como si fuera la principal característica de la persona.
Según Vidal “no hay personas homosexuales, hay actos homosexuales”.
Si sumamos todas las funciones, las dimensiones, y los componentes de la
sexualidad y consideramos su importancia en el desarrollo de nuestra
personalidad, podríamos afirmar que nuestra personalidad es siempre
sexuada y nuestra sexualidad expresa todo lo que somos como personas en
la vida.
La HOMOSEXULIDAD FEMENINA O LESBIANISMO:
El lesbianismo, también llamado safismo fue severamente castigado por
años, en EEUU se las condenaba muerte.
La lesbiana cuestiona seriamente los pilares de esta sociedad: la
dependencia con respecto al varón, el matrimonio, la familia y la
maternidad.

La Organización Mundial de la Salud retiró a la homosexualidad del


listado de enfermedades mentales, en el año 1990-.
En el DSMIV (Manual de diagnóstico de la Sociedad Norteamericana
de Psiquiatría) se diferencia entre una homosexualidad egodistónica, que
es aquella en la cual la persona tiene conflictos con su tendencia
homosexual y sufre por ello, de otra egosintónica, en la cual la persona no
siente su situación como un padecimiento, sino como una elección y goza
con ella.

Es casi imposible determinar las causas de la homosexualidad se han


escrito cientos de libros sobre el tema y, si no se la considera una
enfermedad, mal podríamos hablar de causas.

Hay Hipótesis:
-Hormonales,
- Socioculturales
- Cerebrales.

-El psicoanálisis ha tratado de explicarlo a partir de la configuración


edípica y las identificaciones familiares (se ha hablado de una madre y de
un padre con ciertas características)

No es cierto que la homosexualidad sea una decisión libre, sino que hay
en esta condición sexual, como en cualquier otra, un cierto grado de
multideterminación, que está más allá de una elección consciente.

Entonces, las tres orientaciones sexo-afectivas más frecuentes son:


(en el módulo de diversidad sexual ampliaremos el tema)

HETEROSEXUALIDAD: Es la orientación sexo-afectiva caracterizada


por la atracción sexual o deseo amoroso hacia una persona del sexo
opuesto.

HOMOSEXUALIDAD: Es la orientación sexo-afectiva caracterizada por


la atracción sexual y deseo amoroso hacia una persona del mismo sexo.
BISEXUALIDAD: Es bisexual aquella persona que puede tener relaciones
amorosas y/o sexuales con personas de ambos sexos.

Funciones de la sexualidad.
Gracias a la función reproductiva de la sexualidad el ser humano puede
trascender en su forma de varón y mujer como personas en su total
plenitud, no sólo como seres biológicos para perpetuar la especie, lo cuál
sería propio de los animales. Pueden reproducirse como personas que
pueden elegirse con amor (y no por instinto), renovar sus sueños,
proyectarse en sus hijos en un compromiso con la vida, revitalizarse
espiritual y emocionalmente en vínculos íntimos y afectivos con libertad, y
con compromiso. También la expresión sexual satisface un número
importante de funciones que van más allá de la capacidad reproductiva.

La función placentera en su forma sexual genital, y en su forma erótica


sensual sobrepasando los límites de la genitalidad generalmente coito-
centrista y falocéntrica, también ofrece a las personas la posibilidad de
explorar y descubrir otros horizontes de placer.

La función comunicativa: Podemos comunicarnos expresando: amor,


ternura, intimidad, en forma de palabras, gestos, miradas, y caricias. Y
todas esas posibilidades tendrán un significado propio para cada uno de
nosotros, según nuestra individual historia de vida.
La sexualidad como un todo juega un rol muy importante en nuestras vidas;
le da forma a la propia imagen que tenemos de nosotros mismos, construye
nuestra personalidad, desarrolla y fortalece nuestra autoestima.

Dimensiones de la sexualidad.
La sexualidad como una compleja manifestación vital se construye, se
vivencia, y se expresa en todas las dimensiones existenciales del ser
humano: el individuo, la pareja, la familia y la sociedad.

La sexualidad del individuo se integra en su “yo íntimo” que siempre se


define a sí mismo como ser sexuado. Se percibe desde adentro (identidad
de género), y se proyecta hacia fuera (rol de género) en su masculinidad y
femineidad. Este carácter personalizado, único e irrepetible de la
sexualidad como expresión de identidad, permite explicar la diversidad en
la forma de sentirla y vivirla.

La pareja representa la dimensión de interacción esencialmente social. El


encuentro con “el otro yo” mediante vinculaciones afectivas y eróticas en la
comunicación física, espiritual, y afectiva. La pareja humana intercambia
placer, amor, satisfacción; y constituye una “díada dialéctica”,
diferenciándose del exterior y de las demás personas, aunque manteniendo
los miembros de la misma, las propias identidades individuales.

La familia es el primer agente de socialización de la personalidad, de la


sexualidad, y el grupo de referencia más estable en cuanto a la formación
de valores, convicciones, normas de comportamientos, y actitudes sexuales.
Es dentro de este grupo donde los niños y niñas, desde tempranas edades
toman los modelos de femineidad y masculinidad, desde donde los hijos
constituyen su identidad y rol de género, hasta que se diversifiquen sus
posibilidades de socialización y puedan observar a otros adultos y otros
niños (teoría del desarrollo cognitivo conductual).

Sea cuál sea el tipo de familia donde el menor nace, necesita que lo cuiden
y que le expresen amor y ternura, y poder disfrutar de relaciones afectivas
íntimas. En ellas aprehende el grado de confianza y desconfianza, la
autoestima, la seguridad, la capacidad para comunicarse, apoyarse
emocionalmente, acariciarse en la intimidad sexual, y las primeras
concepciones de moral sexual.

De la sociedad donde el individuo sexuado interactúa con las personas de


ambos sexos a lo largo de la vida, provienen los patrones o modelos, los
valores genéricos predominantes que constituirán los roles sexuales.

Você também pode gostar