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PRISIÓN PREVENTIVA

Ignorancia, creencia y conocimiento jurídico

“La enfermedad del ignorante es


ignorar su propia ignorancia”
Amos Bronson Alcott1

1. Introducción. Cuando se trata del conocimiento científico o experto de cualquier rama


ciencia o disciplina, por lo general, existe cierta prudencia por parte del ignoto o profano
en ese saber, para comentar o criticar por su incompetencia cognitiva. Sin embargo, en
oportunidades la ignorancia se manifiesta en las creencias que son asumidas como
conocimiento; en ese nivel la ignorancia se torna atrevida y comenta, crítica y profana la
labor de los profesionales de la rama del saber. Esa ignorancia que se refocila con su
ignorancia es la peor. Los medios de comunicación se han constituido, por excelencia en
una fuente generadora de creencias, de opiniones, sin mayor corroboración o cruce de
información.
Singularmente es en la rama del saber penal que los ignaros llegan al paroxismo con
comentarios delirantes cargados de creencias con base en las noticias que leyeron o
escucharon en los medios de comunicación; por cierto, difundido por periodistas sin
formación jurídica penal o procesal penal, con un desconocimiento completo de la tutela
cautelar y específicamente de la institución de la prisión preventiva. La similitud con los
comentarios futbolísticos son similares, a los comentarios de la prisión preventiva, pues
todos comentan, critican y opinión sin pudor de algo que no conocen; así agitan las mismas
pasiones y emociones; sin duda objeto de estudio de la psicología de masas.
Sin embargo, no solo son los periodistas los que desbordan con sus opiniones generando
creencias, sino también los políticos del espectáculo quienes con pretendida legitimidad
omnisciente opinan con un halo de autoridad respecto de las decisiones de los Jueces. Sus
frívolas opiniones no buscan sino la adhesión emotiva de la población, esa es su fin y no
otro, para ello se insuflan como censores omniscientes para cubrir su vacuidad cognitiva.
2. Conceptos Básicos. Es necesario ser rigurosos en la utilización de los términos para
comprender este tensión actual que pone en crisis la objetividad de las actos
jurisdiccionales en general

1
Amos Bronson Alcott. Pedagogo y escritor estadounidense. Hijo de Joseph Chatfield Alcox, 1799-
1888
La RAE define al término “Ignorancia: Cualidad del ignorante. Ignorante: Que carece de
cultura”. También define “Cultura: Conjunto de conocimientos que permite a alguien
desarrollar su juicio crítico”.
Cuando un periodista o cualquier persona opina sobre la prisión preventiva lo hace sin un
conocimiento especializado en el tema, de acuerdo a un formato mediático muchas veces en
el nivel de cualquier reallity vespertino; así, llegan a difundir barbaridades que con la audacia
propia de la ignorancia que se proyecta en la creencia masiva, ajena a un conocimiento serio
de la institución de la prisión preventiva.
La creencia, es el estado mental de un individuo da por cierto una información, total
o parcial de un suceso o cosa; la creencia no requiere demostración. Sin demostración, tal
suceso, hecho nunca dará el salto cualitativo epistémico que lo transforme en conocimiento.
No es lo mismo conocimiento y creencia; empero, por lo general los individuos lo confunden.
El conocimiento es la demostración de la certeza de una hipótesis. No existe un solo método
para obtener el conocimiento, este varía de acuerdo a la naturaleza de su objeto y puede ser
producto de la propia experiencia, corroboraciones empíricas, o una comprensión racional o
teórica.
La creencia lo asume cualquier persona que puede considerar algo como verdadero
o falso; empero, el conocimiento indica de forma rigurosa lo que es cierto o falso, conforme
a un determinado método de obtención de esa información. Es cierto que
el conocimiento puede haber sido inicialmente una creencia, y luego de una rigurosa
demostración de la hipótesis se convierte en conocimiento.
3. Las creencias de la prisión preventiva. Cada una de las instituciones y categorías de la
prisión preventiva son vaciadas conceptualmente. El concepto de tutela cautelar es ajena al
conocimiento del profano, pues tienen la creencia que la prisión preventiva es una suerte de
proceso sumarísimo, y por ello, muestran su extrañeza por los plazos de la prisión. Asumen
que la prisión es un castigo frente a una “evidencia delictiva” difundida mediáticamente. Lo
esencial.
Para los creyentes mediáticos no es necesario que el hecho imputado realice el tipo
delictivo, pues es suficiente con que sea cuestionable éticamente o tenga alguna apariencia
delictiva. Los problemas de tipicidad son ajenos para los creyentes mediáticos es un problema
de dimensión ignota que no interesa. Los fundados y graves elementos de convicción no son
los que se debaten en la audiencia como escenario de garantía, sino aquellos que son
difundidos por los medios de comunicación La distorsión es de tal naturaleza que la
información que se asume como creencia irrefutable es lo que difunden mediáticamente con
imágenes seleccionadas interesadamente a lo que se adiciona la voz indignada y emotiva del
periodista creando una realidad, que devenido en la perversión de la objetividad en eso que
se denomina post verdad.
Los elementos de convicción no son asumidos como punto de referencia para un
juicio probabilístico a futuro, en el sentido de que con esos elementos de información
incorporada en el plenario oral contradictorio, con alta probabilidad, el imputado podría ser
condenado; los elementos de convicción son asumidos, por los creyentes mediáticos, como
un juicio de veracidad positiva de que el hecho se cometió y, por tanto, merece “la pena” de
prisión preventiva.
Con relación al peligro procesal en la modalidad de obstaculización de la justicias se
asume como un reproche procesal a las conductas naturalmente defensivas del imputado; así
la defensa inidónea, torpe o falsa justificación no pueden ser considerados como peligro de
obstaculización; solo una perspectiva inquisitiva puede considerar al imputado como objeto
de información puede tener esa apreciación
se cree que tiene que ver con los comportamientos

3. La verdad. ¿Cuál verdad?. No cabe duda que la verdad se erige en fundamentos de


la impartición de jusiticia
.

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