Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
1
Amos Bronson Alcott. Pedagogo y escritor estadounidense. Hijo de Joseph Chatfield Alcox, 1799-
1888
La RAE define al término “Ignorancia: Cualidad del ignorante. Ignorante: Que carece de
cultura”. También define “Cultura: Conjunto de conocimientos que permite a alguien
desarrollar su juicio crítico”.
Cuando un periodista o cualquier persona opina sobre la prisión preventiva lo hace sin un
conocimiento especializado en el tema, de acuerdo a un formato mediático muchas veces en
el nivel de cualquier reallity vespertino; así, llegan a difundir barbaridades que con la audacia
propia de la ignorancia que se proyecta en la creencia masiva, ajena a un conocimiento serio
de la institución de la prisión preventiva.
La creencia, es el estado mental de un individuo da por cierto una información, total
o parcial de un suceso o cosa; la creencia no requiere demostración. Sin demostración, tal
suceso, hecho nunca dará el salto cualitativo epistémico que lo transforme en conocimiento.
No es lo mismo conocimiento y creencia; empero, por lo general los individuos lo confunden.
El conocimiento es la demostración de la certeza de una hipótesis. No existe un solo método
para obtener el conocimiento, este varía de acuerdo a la naturaleza de su objeto y puede ser
producto de la propia experiencia, corroboraciones empíricas, o una comprensión racional o
teórica.
La creencia lo asume cualquier persona que puede considerar algo como verdadero
o falso; empero, el conocimiento indica de forma rigurosa lo que es cierto o falso, conforme
a un determinado método de obtención de esa información. Es cierto que
el conocimiento puede haber sido inicialmente una creencia, y luego de una rigurosa
demostración de la hipótesis se convierte en conocimiento.
3. Las creencias de la prisión preventiva. Cada una de las instituciones y categorías de la
prisión preventiva son vaciadas conceptualmente. El concepto de tutela cautelar es ajena al
conocimiento del profano, pues tienen la creencia que la prisión preventiva es una suerte de
proceso sumarísimo, y por ello, muestran su extrañeza por los plazos de la prisión. Asumen
que la prisión es un castigo frente a una “evidencia delictiva” difundida mediáticamente. Lo
esencial.
Para los creyentes mediáticos no es necesario que el hecho imputado realice el tipo
delictivo, pues es suficiente con que sea cuestionable éticamente o tenga alguna apariencia
delictiva. Los problemas de tipicidad son ajenos para los creyentes mediáticos es un problema
de dimensión ignota que no interesa. Los fundados y graves elementos de convicción no son
los que se debaten en la audiencia como escenario de garantía, sino aquellos que son
difundidos por los medios de comunicación La distorsión es de tal naturaleza que la
información que se asume como creencia irrefutable es lo que difunden mediáticamente con
imágenes seleccionadas interesadamente a lo que se adiciona la voz indignada y emotiva del
periodista creando una realidad, que devenido en la perversión de la objetividad en eso que
se denomina post verdad.
Los elementos de convicción no son asumidos como punto de referencia para un
juicio probabilístico a futuro, en el sentido de que con esos elementos de información
incorporada en el plenario oral contradictorio, con alta probabilidad, el imputado podría ser
condenado; los elementos de convicción son asumidos, por los creyentes mediáticos, como
un juicio de veracidad positiva de que el hecho se cometió y, por tanto, merece “la pena” de
prisión preventiva.
Con relación al peligro procesal en la modalidad de obstaculización de la justicias se
asume como un reproche procesal a las conductas naturalmente defensivas del imputado; así
la defensa inidónea, torpe o falsa justificación no pueden ser considerados como peligro de
obstaculización; solo una perspectiva inquisitiva puede considerar al imputado como objeto
de información puede tener esa apreciación
se cree que tiene que ver con los comportamientos