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Nutrición mineral y soluciones nutritivas

NUTRICIÓN MINERAL Y
SOLUCIONES NUTRITIVAS

INTRODUCCIÓN La solución nutritiva es el agua con los nutrientes minerales esen-


ciales disueltos en ella; los que se añaden a través de sales o fertilizan-
tes comerciales, en cantidades y proporciones adecuadas, de manera
que cubran las necesidades de las plantas para su crecimiento y desa-
rrollo.
Existe un gran número de soluciones nutritivas para distintos culti-
vos, y muchas cumplen con los requerimientos de un buen número de
plantas. No existe una solución nutritiva óptima para todos los cultivos,
debido a que no todos los cultivos tienen las mismas exigencias nutri-
cionales.
Son 13 los nutrientes minerales esenciales que toda solución nutri-
tiva debe proporcionar a las plantas: nitrógeno, fósforo, potasio, calcio,
magnesio, azufre, cloro, hierro, manganeso, boro, cobre, zinc y molibde-
no. Cada uno de estos nutrientes minerales debe estar dentro de un
rango óptimo en la solución nutritiva para lograr una nutrición balancea-
da de las plantas y así obtener mayores rendimientos

NUTRICIÓN La mayoría de las plantas requieren 16 elementos o nutrientes para


que crezcan y desarrollen normalmente durante todo su ciclo de vida.
MINERAL Tres de ellos, el carbono (C), oxígeno (O) y el hidrógeno (H), provienen
del dióxido de carbono (CO2), oxígeno (O2) y del agua (H2O). Estos tres
elementos son esenciales e intervienen en lo que se denomina nutri-
ción orgánica, por ejemplo durante la fotosíntesis en la fijación de CO2.
Los 13 elementos restantes son minerales y las plantas los obtienen del
suelo a través de sus raíces, e intervienen en lo que se denomina nutri-
ción mineral.
Aproximadamente el 96 % de la materia seca de una planta lo cons-
tituyen el C (45 %), el O (45 %) y el H (6 %), mientras que el 4 % restante
lo constituyen los 13 elementos minerales antes mencionados.

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Al hacer un análisis del tejido de una planta cualquiera, se pueden


encontrar trazas de aluminio, plomo, estroncio, plata y muchos otros
elementos en su constitución, pero no todos juegan un rol importante en
su metabolismo, lo cual significa que, la sola presencia de un elemento
no prueba que sea esencial para la planta.
Un elemento es esencial, si la planta, ante su falta, no puede com-
pletar su ciclo de vida. Por ejemplo, si no hay suficiente nitrógeno, la
planta no crecerá normalmente, será pequeña, tendrá un color verde
pálido primero y luego amarillo y, finalmente, morirá prematuramente. El
nitrógeno es importante porque forma parte de compuestos tan esen-
ciales como las proteínas, ácidos nucleicos, clorofilas, hormonas y vita-
minas.
El nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre se denomi-
nan elementos mayores o macronutrientes debido a que las plantas lo
requieren en mayores cantidades que los micronutrientes o elementos
menores, que son necesarios en pequeñas cantidades. Estos últimos
son el cloro, hierro, manganeso, boro, cobre, zinc y molibdeno. Las fun-
ciones de los 13 elementos minerales esenciales se indica a continua-
ción:
Nitrógeno (N): constituye parte de un gran número de compuestos
orgánicos necesarios para el crecimiento y desarrollo de las plantas;
compuestos como aminoácidos, proteínas, coenzimas, ácidos nuclei-
cos, clorofilas, citocromos, vitaminas, etc. Importante para estimular un
rápido crecimiento vegetativo.
Fósforo (P): forma parte de compuestos orgánicos importantes
como azúcares fosforilados, adenosin mono, di y trifosfato (AMP, ADP,
ATP), ácidos nucleicos, ciertas coenzimas y en los fosfolípidos de las
membranas celulares.
Potasio (K): no forma parte de compuesto celular alguno pero ac-
túa como activador de enzimas involucradas en la respiración y fotosín-
tesis; por ejemplo, la enzima almidón sintetasa interviene en la síntesis
de almidón. Mejora la incorporación de los aminoácidos en proteínas,
interviene en el mecanismo de apertura y cierre de estomas y regula el
potencial osmótico de las células vegetales.
Calcio (Ca): es importante en zonas meristemáticas donde ocurre
división celular; interviene en la síntesis de la pared celular, donde se
encuentra como pectato de calcio, dándole rigidez a la pared celular. A
menudo se encuentra precipitado como oxalato de calcio en las vacuo-
las. También es activador de enzimas como la α-amilasa que degrada
el almidón.

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Magnesio (Mg): forma parte estructural de la molécula de clorofila


y es necesario para la actividad de varias enzimas que intervienen en el
metabolismo de los carbohidratos. También es necesario para la activi-
dad de enzimas que intervienen en la fotosíntesis, respiración, síntesis
de proteínas, ácidos nucleicos y ATP. Es esencial para mantener la es-
tructura de los ribosomas.
Azufre (S): forma parte de los aminoácidos azufrados cisteína y
metionina, y de las proteínas que los contienen. También forma parte de
las vitaminas biotina y tiamina. Se encuentra en la coenzima A, com-
puesto esencial para la respiración y síntesis y degradación de los áci-
dos grasos. El etileno, la hormona de la maduración de los frutos, pro-
viene de la metionina.
Cloro (Cl): es necesario para la fotosíntesis, donde actúa como activa-
dor de una enzima para producir oxígeno a partir del agua. Forma parte de
la auxina ácido 4-cloroindol-3-acético (4-Cl-IAA), que es una hormona de
crecimiento. Es esencial para la división celular en raíces y hojas.
Hierro (Fe): es esencial en la síntesis de clorofila. Forma parte de
los citocromos, proteínas integrales de membrana que intervienen en el
transporte de electrones en la fotosíntesis y respiración. Es constitu-
yente de enzimas como la catalasa, citocromo oxidasa. Como ferrodoxi-
na interviene en la asimilación del nitrato, al participar en la reducción
del nitrito a amoníaco.
Manganeso (Mn): participa directamente en la producción del oxí-
geno durante la ruptura de la molécula del agua en la fotosíntesis. Jue-
ga un rol estructural en la membrana del cloroplasto. Es activador de
varias enzimas, entre ellas, las que intervienen en la síntesis de ácidos
grasos y en la formación de los ácidos nucleicos (ADN y ARN).
Boro (B): participa en el transporte de azúcares en el floema. Tam-
bién es importante en los procesos de división celular, diferenciación,
elongación y respiración celular. Importante en la síntesis de ácidos
nucleicos.
Cobre (Cu): interviene en los procesos de la fotosíntesis y en la
respiración al actuar como portador de electrones y formar parte de
algunas coenzimas.
Zinc (Zn): se requiere para la síntesis del aminoácido triptofano, el
cual es precursor de la auxina ácido indolacético (IAA). También inter-
viene en la síntesis de la clorofila. Muchas enzimas requieren zinc para
su actividad.
Molibdeno (Mo): es componente de varias enzimas, entre ellas la
nitrato reductasa y nitrogenasa. La primera interviene en la reducción

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del nitrato a nitrito durante su asimilación por las células vegetales y, la


segunda convierte el nitrógeno gaseoso en amonio en bacterias fijado-
ras de nitrógeno.
Otros elementos esenciales son el niquel (Ni) y el sodio (Na). El
niquel activa la enzima ureasa; ante una deficiencia de niquel, las plan-
tas acumulan urea en sus hojas. El sodio es un elemento esencial para
plantas con fotosíntesis o metabolismo C4 (maíz, caña de azúcar, sor-
go, etc), plantas CAM (cactáceas, bromeliáceas, orquídeas, etc) y plan-
tas halofitas (plantas tolerantes a sales). El silicio es un elemento bené-
fico en aquellas plantas que acumulan silicio en sus tejidos (gramíneas,
malezas, etc.); brindando rigidez y elasticidad a nivel de la pared celu-
lar; además se ha reportado que el silicio ayuda a prevenir enfermeda-
des de la raíz.
Generalmente el agua contiene sodio y por esta razón no es nece-
sario agregar algún fertilizante para añadir sodio en la solución nutritiva.

Sustratos como las arenas contienen silicio y además es elemento tra-


za en algunos fertilizantes, como también el níquel, por lo que tampoco es
SÍNTOMAS DE
necesario aportar estos elementos minerales en la solución nutritiva. DEFICIENCIA
Una deficiencia o toxicidad es causada por un desorden fisiológico
en la planta; la deficiencia se produce cuando uno de los elementos Y TOXICIDAD
esenciales no se encuentra en cantidades fisiológicamente suficientes
y, la toxicidad, cuando se encuentra en cantidades mayores a las re-
queridas.
La deficiencia o toxicidad producen síntomas que se pueden ob-
servar en los diferentes órganos de las plantas (hojas, tallos, raíces,
frutos, etc.). Los síntomas son más o menos específicos para cada ele-
mento, aunque alguna veces es difícil distinguir las diferencias. Ade-
más, todas las plantas no muestran el mismo síntoma para una defi-
ciencia o toxicidad.
Algunas deficiencias se manifiestan primero en hojas adultas o inferio-
res, por ejemplo la deficiencia de nitrógeno, fósforo, potasio y magnesio;
otras ocurren primero en las hojas jóvenes o superiores (azufre, calcio, hie-
rro, manganeso, cobre y boro). Los grados de deficiencia varían con la es-
pecie y las condiciones en las cuales las plantas se desarrollan.
La deficiencia más común es la clorosis, que viene a ser la reduc-
ción o pérdida de la clorofila en las hojas. Esto puede ocurrir como re-
sultado de varias deficiencias (N, Mg, S, Fe, Mn, etc.); sin embargo, el
tipo de clorosis, algunas veces es diferente para los distintos elementos
esenciales. Por ejemplo, en la deficiencia de nitrógeno, ocurre clorosis
en las hojas adultas y, ante una deficiencia de hierro, la clorosis se ob-
serva en hojas jóvenes.

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Síntomas de deficiencia y toxicidad de los elementos esenciales

ELEMENTO DEFICIENCIA TOXICIDAD

Nitrógeno Se reduce el crecimiento y las Las plantas adquieren un color ver-


plantas, generalmente se vuelven de oscuro, con follaje abundante
amarillas (cloróticas) a causa de la pero a menudo con un sistema de
pérdida de clorofila, especialmen- raíces muy reducido. Las papas
te las hojas más viejas. Las hojas sólo forman pequeños tubérculos
mas jóvenes permanecen verdes y se retarda la producción de flo-
más tiempo. El tallo, los peciolos y res y semillas.
las superficies de las hojas del
maíz y del tomate pueden volver-
se moradas.

Fósforo Las plantas suelen detener su de- Al principio no se muestra sintoma-


sarrollo y a menudo toman un co- tología; algunas veces, las defi-
lor verde oscuro. Existe una acu- ciencias de cobre o zinc ocurren
mulación de pigmentos anto- ante un exceso de fósforo.
ciánicos. Los síntomas de deficien-
cia aparecen primero en las hojas
maduras. A menudo se retrasa el
desarrollo de la planta. Las flores
del tomate son de color amarillo
pálido.

Potasio Los primeros síntomas se obser- Normalmente no ocurre demasia-


van en las hojas adultas. En dico- da absorción de potasio por las
tiledóneas, las hojas se vuelven plantas. El exceso de potasio pue-
inicialmente cloróticas, pero pron- de causar deficiencia de magnesio
to aparecen lesiones necróticas y calcio, y también de mangane-
esparcidas por toda su superficie. so, zinc o hierro.
En monocotiledóneas, los ápices
y márgenes de las hojas se secan
rápidamente. La deficiencia de
potasio produce entrenudos cortos
y tallos débiles.

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ELEMENTO DEFICIENCIA TOXICIDAD

Calcio El desarrollo de los tallos suele No existen síntomas visibles. Nor-


quedar inhibido y los extremos de malmente suele estar asociado
las raíces pueden morir. Las ho- con un exceso de carbonatos. El
jas jóvenes se ven afectadas an- exceso de calcio puede provocar
tes que las más viejas, volviéndo- la deficiencia de magnesio, potasio
se irregulares y pequeñas, con y boro.
márgenes del mismo tipo y motea-
do de las zonas necróticas

Magnesio Aparece clorosis entre las nerva- El exceso de magnesio puede pro-
duras de las hojas (clorosis ducir deficiencia de potasio.
intervenal), desarrollándose ini-
cialmente en las hojas adultas. La
clorosis puede empezar en los
ápices o márgenes de las hojas y
progresar hacia su parte interna.

Azufre Es poco común. Muchos de los Existe una reducción en el creci-


síntomas de deficiencia de azufre miento y tamaño de las hojas. Al-
son similares a los de la deficien- gunas veces las zonas entre los
cia de nitrógeno incluyendo clo- nervios se vuelven amarillas y aca-
rosis pero en hojas jóvenes, creci- ban por secarse.
miento atrofiado y acumulación de
antocianinas.

Cloro Hojas con puntas marchitas que Quemado de los bordes y extre-
posteriormente se vuelven clo- mos de las hojas y el desarrollo
róticas y necróticas; algunas veces general es muy bajo.
aparece un color bronceado. El
desarrollo de la raíz es pobre y
está engrosada en los extremos.

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ELEMENTO DEFICIENCIA TOXICIDAD


Hierro Se presenta clorosis intervenal en No es común en condiciones na-
hojas jóvenes. Ante una severa turales. Luego de algunas aplica-
deficiencia, las nervaduras tam- ciones foliares, aparecen a veces
bién se vuelven cloróticas, llegan- puntos necróticos.
do la hoja a ser blanca.

Manganeso Los síntomas iniciales a menudo A veces aparece clorosis, existien-


son una clorosis de la zona entre do una distribución irregular de la
las nervaduras de las hojas, tanto clorofila. Reducción en el creci-
en jóvenes como en viejas, según miento.
la especie. Posteriormente, pue-
den aparecer pequeños puntos
necróticos y caída de las hojas.

Boro Los síntomas varían según la es- Amarillamiento de las puntas de


pecie. A menudo suelen morir los las hojas, seguido por una necrosis
tallos y los meristemas apicales de progresiva, desde la zona basal
la raíz. Los vértices de las raíces hasta los márgenes y vértices.
a menudo se ven descoloridos y
se hinchan. Los tejidos suelen
desintegrarse. Las hojas muestran
síntomas variados, incluyendo el
engrosamiento, brillantez, rizado,
marchitez y moteado clorótico.

Cobre La deficiencia es rara en forma na- Desarrollo reducido seguido por


tural. Las hojas mas jóvenes se síntomas de clorosis férrica.
vuelven comúnmente de color ver- Achaparramiento, se reduce la for-
de oscuro y se enrollan, frecuen- mación de ramas, engrosamiento
temente aparece un moteado anormal de la zona de las raíces.
necrótico

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ELEMENTO DEFICIENCIA TOXICIDAD


Zinc Reducción de la longitud de los Se observa raramente. El exceso
entrenudos y del tamaño de las de zinc produce clorosis férrica en
hojas. Los bordes de las hojas se las plantas.
distorsionan. Algunas veces apa-
rece una clorosis entre las nerva-
duras.

Molibdeno A menudo se desarrolla una Se observa raramente. Las hojas


clorosis entre las nervaduras, pri- de tomate se vuelven amarillo do-
mero en las hojas más viejas, y rado.
después, de forma progresiva, en
las más jóvenes (semejante a la
deficiencia de nitrógeno). A veces
las hojas se ahuecan y aparecen
quemaduras en sus bordes.

Fuente: Howard Resh, 2001

Antes de preparar una solución nutritiva, se debe conocer la cali-


dad del agua; para ello, se debe realizar previamente un análisis quími-
LA CALIDAD
co de ésta. Los principales criterios que se usan para determinar si el DEL AGUA Y LA
agua es buena o no, son:
SOLUCIÓN
Conductividad Eléctrica (CE) NUTRITIVA
Es muy importante conocer la conductividad eléctrica (CE) del agua.
La CE indica el contenido de sales totales del agua o la solución nutriti-
va: a mayor CE mayor contenido de sales. La CE se expresa en deciSie-
mens por metro (dS/m), miliSiemens por centímetro (mS/cm) o mili-
Mhos por centímetro (mMho/cm). Se recomienda aguas de baja salini-
dad (< 1,0 dS/m) aunque también se pueden usar aguas de salinidad
media a ligeramente alta (1,0 a 1,5 dS/m).
Cuando se agregan los fertilizantes o las soluciones concentradas
para preparar la solución nutritiva, la CE de la solución no debe exceder
de 2.0 dS/m, de lo contrario las plantas podrían ser afectadas por toxici-
dad, principalmente en cultivos sensibles a las sales.

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pH
Es importante conocer el pH porque este valor permite conocer el
grado de disponibilidad de los nutrientes minerales en la solución nutri-
tiva y, por lo tanto, su disponibilidad para las plantas. Es importante
mantener el pH de la solución nutritiva en un rango ligeramente ácido,
de 5,5 a 6,5 dentro de una escala que va de 0 a 14. El pH variará de
acuerdo al cultivo, estado de crecimiento y de las condiciones ambien-
tales.

Presencia de Sodio y Boro


La calidad del agua también dependerá del contenido de sodio (Na)
y boro (B). Aguas con cantidades relativamente altas en Na (> 50 ppm;
1 ppm = 1 mg/l) y B (> 0,7 ppm) provocan toxicidad, principalmente en
los cultivos sensibles.

Carbonatos y Bicarbonatos
Es recomendable que el agua esté libre o contenga bajas concen-
traciones de carbonatos (CO3=) y bicarbonatos (HCO3-). En aguas con
alto contenido de carbonatos y bicarbonatos (> 5,0 me/l), el calcio, mag-
nesio, manganeso y el hierro tienden a precipitar y, al no estar disponi-
bles, las plantas pueden mostrar deficiencias de estos elementos mine-
rales.

Un aspecto muy importante para lograr una producción óptima en


SOLUCIÓN cualquier sistema hidropónico es ser capaz de proporcionar a las plan-
HIDROPÓNICA tas la combinación precisa de nutrientes que necesitan. La principal
causa para que ocurra una situación no óptima en un sistema hidropó-
LA MOLINA nico es una solución nutritiva totalmente desbalanceada. La nutrición
sólo es un factor entre varios factores que afecta el crecimiento de las
plantas.
La solución hidropónica La Molina fue obtenida luego de varios
años de investigación en el Laboratorio de Fisiología Vegetal de la Uni-
versidad Nacional Agraria La Molina. Con el propósito de difundir la hi-
droponía, se eligieron para su preparación, fertilizantes que se pueden
conseguir en las diferentes regiones del Perú.
La solución hidropónica La Molina consta de dos soluciones con-
centradas, denominadas A y B, respectivamente. La solución concen-
trada A contiene N, P, K y Ca, y la solución concentrada B aporta Mg, S,
Cl, Fe, Mn, B, Zn, Cu y Mo. A continuación se dan los pesos de los
fertilizantes necesarios para preparar ambas soluciones concentradas:

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➭ Solución Concentrada A:
(Cantidad de fertilizantes para 5,0 litros de agua, volumen final)
Nitrato de potasio 13,5% N, 45% K2O 550,0 g
Nitrato de amonio 33% N 350,0 g
Superfosfato triple 45% P2O5, 20% CaO 180,0 g

➭ Solución Concentrada B:
(Cantidad de fertilizantes para 2,0 litros de agua, volumen final)
Sulfato de magnesio 16% MgO, 13% S 220,0 g
Quelato de hierro 6% Fe 17,0 g
Solución de Micronutrientes 0,4 L

Pesar por separado y con cuidado los fertilizantes en las cantidades indi-
cadas.
MODO DE
PREPARACIÓN
Solución Concentrada A:
❍ Echar el nitrato de potasio en 3 litros de agua. Agitar hasta disolver
totalmente.
❍ Añadir el nitrato de amonio sobre el nitrato de potasio disuelto. Agi-
tar bien la solución hasta su completa disolución.

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❍ En otro recipiente, remojar el superfosfato triple en 0,2 litros de agua duran-


te 1 hora.
❍ Echar el superfosfato triple remojado en un mortero y, con la ayuda
de un mazo, ablandar y deshacer el superfosfato triple agitando
continuamente.
❍ Agitar bien el superfosfato triple y verter el sobrenadante sobre la
solución de nitrato de potasio y nitrato de amonio. Lavar varias ve-
ces con agua el superfosfato triple que queda en el recipiente. El
lavado se vierte nuevamente sobre la solución de nitrato de pota-
sio y nitrato de amonio. Luego de varios lavados (4 a 5 veces con
muy poca agua), eliminar la arenilla que queda en el fondo del reci-
piente.
❍ Agregar agua hasta completar un volumen de CINCO (5,0) litros de
solución concentrada A (Volumen Final).
❍ Almacenar la solución concentrada A, en un envase limpio y en un
lugar fresco.

Nota:
La fuente de fósforo en la solución hidropónica La Molina es el
superfosfato triple que también aporta calcio. El superfosfato triple es un
fertilizante empleado para fertilizar los campos de cultivo y tiene baja
solubilidad, pero puede emplearse para preparar soluciones nutritivas,
principalmente para cultivar en sistemas hidropónicos en agua como el
sistema de raíz flotante y NFT o recirculante. Para sistemas de riego por
goteo es preferible emplear fertilizantes solubles como el fosfato mono-
potásico o fosfato monoamónico.

Solución Concentrada B:
❍ En un litro de agua agregar el sulfato de magnesio y agitar hasta
que los cristales se hayan disuelto totalmente.
❍ Agregar 0,4 L ó 400 ml de la solución de Micronutrientes y agitar.
❍ Agregar el quelato de hierro y remover hasta disolverlo totalmente.
❍ Agregar agua hasta completar un volumen de DOS (2,0) litros de
solución concentrada B (Volumen Final).
❍ Almacenar la solución concentrada B. Para mayor duración, guar-
dar en un envase oscuro y en un lugar fresco.

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SOLUCIÓN DE MICRONUTRIENTES
Pesar por separado cada uno de los siguientes fertilizantes:

5,0 g Sulfato de manganeso (MnSO4.4H20)


3,0 g Ácido bórico (H3BO3)
1,7 g Sulfato de zinc (ZnSO4.7H2O)
1,0 g Sulfato de cobre (CuSO4.5H2O)
0,2 g Molibdato de amonio (NH4)6Mo7O24.4H2O

Disolver en agua DESTILADA o HERVIDA uno por uno cada


fertilizante en el orden indicado. Llevar a un volumen final de UN
LITRO; esta solución se llamará solución concentrada de Micronu-
trientes.
Nota:
Nunca mezclar las soluciones concentradas A y B

Las soluciones concentradas no se pueden aplicar directamente a


las plantas. Para que los nutrientes estén disponibles en concentracio-
MODO DE
nes adecuadas, sólo se toman pequeños volúmenes para preparar la USO
solución nutritiva.
Para preparar un litro de solución nutritiva, agitar previamente las
soluciones A y B, añadir 5 mililitros (ml) de la solución concentrada A y
2 ml de la solución concentrada B por litro de agua. Cada solución se
agrega al agua por separado; primero la solución A y después la solu-
ción B.
Si desea preparar 20, 50 ó 100 litros de solución nutritiva, aplicar la
misma relación. A modo de ejemplo, para preparar 100 litros se tomarán
500 ml de la solución concentrada A y 200 ml de la solución concentra-
da B.
Para regar los almácigos se usa media dosis: 2,5 ml de solución A
y 1 ml de solución B por litro de agua por un período de 5 a 7 días. Para
forraje verde hidropónico, se usa la cuarta dosis: 5 ml de solución A y 2
ml de solución B en 4 (cuatro) litros de agua. Esta solución se aplica
asperjando al follaje.
La concentración (en ppm*) de la solución nutritiva preparada con
solución hidropónica La Molina es la siguiente:

Manual Práctico de Hidroponía 87


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210 ppm K 45 ppm Mg** 0.50 ppm B**


190 ppm N 35 ppm P 0.15 ppm Zn
150 ppm Ca** 1.00 ppm Fe 0.10 ppm Cu
70 ppm S** 0.50 ppm Mn 0.05 ppm Mo

* 1 ppm (una parte por millón) = 1 mg/litro


** La concentración de la solución nutritiva incluye las cantidades que
aporta el agua: 125 mg Ca/L, 24 mg Mg/L, 42 mg S/L, 0.3 ppm B.

La solución nutritiva preparada con solución hidropónica La Molina


ha sido evaluada en diferentes cultivos con muy buenos resultados; es
excelente para cultivo de hojas como lechuga, apio, acelga, albahaca,
berro, espinaca, etc.; también en cultivos de raíces como betarraga, nabo,
zanahoria, rabanito; tubérculos como papa; bulbos como cebolla; frutos
como tomate, pimiento, etc. También se ha probado en plantas orna-
mentales, aromáticas y medicinales; asimismo en flores y también para
producir forraje verde hidropónico.
Se puede ajustar la fórmula para lograr un producción comercial
principalmente para los cultivos más rentables. Por ejemplo, para esti-
mular un mayor crecimiento vegetativo en las plantas se debe aumentar
el nivel de nitrógeno en la solución nutritiva (no más de 250 ppm). Para
cultivos de frutos, para inducir una mejor respuesta a la floración se
requiere aumentar el nivel de fósforo en la solución nutritiva (40-50 ppm).
Para estimular la fructificación y en cultivos que producen raíces, bulbos
y tubérculos, se necesita elevar el nivel de potasio (250 - 350 ppm) en la
solución nutritiva.

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