Você está na página 1de 9

Profesora: Mónica Rivas.

Alumno: Benedicto Rivera.

QUINTA DISPENSACIÓN DE LA LEY

La dispensación de la ley comienza en Éxodo 19:1-8 y se extiende a través de


todo el período hasta el día de Pentecostés en Hechos 2. Esta dispensación, por
lo tanto cubrió un espacio de tiempo de aproximadamente 1.500 años. Durante
este tiempo se escribieron todos los libros del Antiguo Testamento. También
en esta época los hijos de Israel se desarrollaron como nación por varios períodos
históricos:

• El período de Peregrinaje por el desierto bajo Moisés.

• El período de Conquista bajo Josué.

• El período de los Jueces.

• El período de los Reyes.

• El período de cautiverio (bajo Asiria y Babilonia).

• El período de restauración a la Tierra bajo Zorobabel, Esdras y


Nehemías.

• El Período de Historia cubierto por los Cuatro Evangelios (Mateo,


Marcos, Lucas y Juan).

Algunas de las personas importantes que vivieron durante la dispensación de la


ley son: Moisés, Josué, Sansón, El Rey Saúl, David, Salomón, Elías, Eliseo,
Isaías, Daniel, Ezequiel, Esdras, Nehemías, Juan el Bautista y muchos otros. La
mayor parte de las personas sobre las que leemos en la Biblia vivieron durante la
dispensación de la ley.

EL GOBIERNO DIVINO O TEOCRACIA

Dios gobernaba a su pueblo desde los días de Moisés hasta los tiempos de
Samuel. La vida nacional de Israel había sido organizada por Moisés al pie del
monte Sinaí, teniendo los israelitas por Rey a Jehová mismo “vosotros me seréis
un reino de sacerdotes y una nación santa” (Ex 19:5,6). Moises, Josue y los
catorce jueces (incluyendo Samuel) no eran sino delegados temporales para el
cumplimiento de cometidos individuales de mayor o menor duración.
El Rey celestial durante la teocracia, usaba instrumentos humanos para transmitir
su palabra y voluntad a su pueblo. Estos instrumentos eran: Profetas
(Deuteronomio 18:15), Sacerdotes (Deuteronomio 33:8-11) y los caudillos
llamados Jueces, cuya función dependía de un llamamiento explícito de Dios
(Jueces 3:9).

GOBIERNO DE LOS REYES

Ese periodo comienza después de Samuel, más exactamente con Saúl y llega a
Sedequías. El pueblo había pedido un gobernante visible, terrenal, lo que trajo
desapruebo de parte de Dios, puesto que Dios conocía al hombre, su incapacidad
de gobernarse a sí mismo y aún su rechazamiento de Jehová (I Samuel 8:7).

PASOS FINALES DE ESA DISPENSACION

Como en las dispensaciones anteriores, el hombre de continuo, daba muestra de


su debilidad en obedecer los dictámenes divinos. Esa dispensación va a terminar
con un saldo negativo por parte del hombre, lo que culminó con el rechazo y
muerte de Cristo.

Siendo así que el nacimiento, vida y muerte de nuestro Señor Jesucristo ocurrió
en la dispensación de la Ley, y él, a través de su vida santa apartada de este
mundo, hizo lo que a nosotros tocaba hacer: cumplio la ley por nosotros, a fin de
satisfacer la justicia divina.

Esa dispensación fracasó porque el hombre resultó demasiado débil para guardar
las leyes de Dios.

Esta dispensación se extiende desde el Sinaí al Calvario; desde el Éxodo hasta la


cruz. La ley fue dada por Dios por medio de Moisés, no para redimir al hombre –en
este caso a los israelitas- sino para hacerle entender su condición de pecador y de
impío ante Dios, incapaz de poder alcanzar la justicia y ser justificado por él
mismo.

“…sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe
de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados
por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley
nadie será justificado.”

(Gál 2:16 RV1960)


La ley mosaica fue dirigida solamente a Israel, y los gentiles no eran juzgados por
sus normas. La Ley contenía un detallado sistema de obras, incluidas tres
principales divisiones:

1. Los mandamientos (la voluntad expresada de Dios Ex 20:1-26);

2. Los juicios (la vida social y civil de Israel Ex 21:1, 24:11);

3. Las ordenanzas (la vida religiosa de Israel, Ex 24:12; 31:18).

El sistema de sacrificios y del sacerdocio que fue incluido era tanto legal como de
gracia. El gobierno en esta dispensación era una teocracia, un gobierno por de
Dios a través de sus jueces, profetas, sacerdotes y más tarde reyes. El pacto
mosaico fue también de carácter temporal, en vigencia sólo hasta que Cristo
viniese.

“De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que
fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo,”

(Gál 3:24-25 RV1960)

La naturaleza de la dispensación era condicional, esto es, la bendición estaba


condicionada a la obediencia. Por primera vez en la historia la Escritura reveló un
completo y detallado sistema religioso bajo la ley, proveyó el terreno para la
purificación y el perdón, la adoración, y oración, y ofreció una esperanza futura.

Bajo la ley hubo constante fracaso. Esto es evidente de manera especial en el


período de los jueces, pero siguió hasta después de la muerte de Salomón y la
división del reino de Israel en dos reinos. Hubo periodos cuando la Ley fue
completamente ignorada y la idolatría reinaba en forma suprema. El Nuevo
Testamento continúa el registro de fracasos, que culmina en el rechazo y
crucifixión de Cristo, quien en su vida guardo la Ley en forma perfecta.

Fueron infringidos muchos juicios durante la dispensación de la ley como se


describe en:

“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y


poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová
tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.”

(Deu 28:1 RV1960)


“amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es
vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró
Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.”

(Deu 30:20 RV1960)

Los mayores juicios fueron el cautiverio bajo Asiria y Babilonia, de los cuales
retornaron en el tiempo debido. Los juicios de Israel también vinieron después del
término de la dispensación mundial e incluyeron la destrucción de Jerusalén en el
año 70 d.C. y la dispersión mundial de Israel. La gran tribulación, otro tiempo de
angustia para Jacob, está todavía por delante.

Jer 30:1-11 RV1960 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: (2) Así
habló Jehová Dios de Israel, diciendo: Escríbete en un libro todas las palabras que
te he hablado. (3) Porque he aquí que vienen días, dice Jehová, en que haré
volver a los cautivos de mi pueblo Israel y Judá, ha dicho Jehová, y los traeré a la
tierra que di a sus padres, y la disfrutarán. (4) Estas, pues, son las palabras que
habló Jehová acerca de Israel y de Judá. (5) Porque así ha dicho Jehová: Hemos
oído voz de temblor; de espanto, y no de paz. (6) Inquirid ahora, y mirad si el
varón da a luz; porque he visto que todo hombre tenía las manos sobre sus lomos,
como mujer que está de parto, y se han vuelto pálidos todos los rostros. (7) ¡Ah,
cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de
angustia para Jacob; pero de ella será librado. (8) En aquel día, dice Jehová de
los ejércitos, yo quebraré su yugo de tu cuello, y romperé tus coyundas, y
extranjeros no lo volverán más a poner en servidumbre, (9) sino que servirán a
Jehová su Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré. (10) Tú, pues, siervo
mío Jacob, no temas, dice Jehová, ni te atemorices, Israel; porque he aquí que yo
soy el que te salvo de lejos a ti y a tu descendencia de la tierra de cautividad; y
Jacob volverá, descansará y vivirá tranquilo, y no habrá quien le espante. (11)
Porque yo estoy contigo para salvarte, dice Jehová, y destruiré a todas las
naciones entre las cuales te esparcí; pero a ti no te destruiré, sino que te castigaré
con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo.

Dan 12:1 RV1960 En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está
de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde
que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo,
todos los que se hallen escritos en el libro.

Mat 24:22 RV1960 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas
por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
Durante este periodo, se generó la responsabilidad para el hombre de guardar los
mandatos de la Ley que incluía los 10 mandamientos, las leyes civiles, las
sociales y las religiosas. En Éxodo 19:5,6 Dios dice al pueblo: “Ahora, pues, si
diere oído a mi voz, y guardare mi pacto, vosotros me seréis mi especial tesoro
sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un
reino de sacerdotes, y gente santa”, Sin embargo, después de haber recibido
todos estos mandatos y haber entrado a la tierra prometida tuvo varios
inconvenientes negativos tales como:

1. Hicieron pacto con las gentes de aquella tierra de Canaán; Jueces 1:21, 27,30,
31, 33, y como consecuencia, no le siguió dando más tierras.

2. En el tiempo de los Jueces, se desviaron del camino por varias ocasiones, y por
causa a sus desvíos tuvieron nueve cautiverios.

3. No quisieron que Dios los siguiera guiando, “pidieron Rey”. 1. Samuel 8:1- 7.
Ahora bien, por causa de tantas desviaciones el reino sufrió cambios y divisiones
Una de las divisiones fue la parte Norte “Israel” y otra fue la parte Sur “Judá”. La
parte Norte “Israel” se dedicaron a crear dioses de oro en forma de becerro; y
como consecuencia Dios los castigó con la vara de los asirios. Por la parte sur
“Judá” se degradó haciendo altares a los baales debajo de cualquier árbol
frondoso, y como consecuencia Dios los castigó con el látigo de Babilonia, los
medos, los Persas, los griegos y los romanos en el tiempo de Cristo.
4. Crucificaron al único hombre que guardó la ley por completo. (JESUCRISTO),
por tal motivo, el Señor lloró bajando la colina de Jerusalén. San Lucas 19:41-44.

5. Destrucción de Jerusalén setenta años más tarde; y su evangelio pasó a los


Gentiles. San Mateo 21:43. San Marcos 16:15. Hechos 10; 13:46.

ASPECTOS IMPORTANTES DE LA LEY

1. La Ley enfatiza la división que existe entre Dios y el hombre

Entonces Jehová dijo a Moisés: He aquí, yo vengo a ti en una nube espesa, para
que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que te crean para
siempre. Y Moisés refirió las palabras del pueblo a Jehová.

(Éxo 19:9 RV1960)

2. La Ley preparo al hombre para su encuentro definitivo con Cristo

Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para
aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para
llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe,
ya no estamos bajo ayo,

(Gál 3:23-25 RV1960)

3. El fin de la Ley es Cristo

porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.

(Rom 10:4 RV1960)

4. La Ley no justifica, acusa

Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues
escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas
en el libro de la ley, para hacerlas. Y que por la ley ninguno se justifica para con
Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; y la ley no es de fe, sino que
dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.

(Gál 3:10-12 RV1960)

5. No podía santificar o perfeccionar.


He. 7:18-19 Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su
debilidad e ineficacia (pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una
mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.

6. Estaba limitada en su vigencia y duración.

Ga. 3:19 Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las
transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue
ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador.

7. No podía regenerar.

Ga. 3:21-22 ¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna


manera; porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente
por la ley. Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que
es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes.

8. Sólo podía hacer manifiesto el pecado.

Ro. 7:5-9 5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas


que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.
6Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que
estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no
bajo el régimen viejo de la letra. 7¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En
ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco
conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. 8 Mas el pecado, tomando
ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el
pecado está muerto. 9 Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el
mandamiento, el pecado revivió y yo morí.

Ro. 8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne,
Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado,
condenó al pecado en la carne;

1Co 15:56 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la


ley.

9. Hizo posible que Dios demostrara que todos eran culpables y que toda boca
calló.

Ro. 3:19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la
ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;

10. Hizo evidente la necesidad de Cristo.


Ro. 7:7-25 ¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo
no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley
no dijera: No codiciarás. 8 Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento,
produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto. 9 Y yo sin la
ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí.
10 Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para
muerte; 11 porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y
por él me mató. 12 De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento
santo, justo y bueno. 13¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En
ninguna manera; sino que el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la
muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado
llegase a ser sobremanera pecaminoso. 14 Porque sabemos que la ley es
espiritual; más yo soy carnal, vendido al pecado. 15 Porque lo que hago, no lo
entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. 16Y si lo
que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. 17 De manera que ya no
soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. 18 Y yo sé que en mí,
esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no
el hacerlo. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso
hago. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en
mí. 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23 pero veo otra
ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva
cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 24¡Miserable de

11. El fin de la Ley para nosotros es Cristo

Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo
de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que
llevemos fruto para Dios.

(Rom 7:4 RV1960)

12. Cristo cumplió en sí mismo la Ley hasta el final, haciéndose maldición por
nosotros

No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para
abrogar, sino para cumplir.

(Mat 5:17 RV1960)

Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque
está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),
(Gál 3:13 RV1960)

En un sentido la dispensación de la ley terminó en la Cruz (Rom 10:4; 2 Cor 3:11-


14; Gal 3:19-25). Pero en otro sentido no concluyó hasta el día de Pentecostés,
cuando comenzó la dispensación de la gracia. Aunque la ley finalizó como una
regla específica de vida, continúa siendo una revelación de la justicia de Dios y
puede ser estudiada con provecho por los cristianos para determinar el carácter
santo de Dios. Los principios morales que resaltan la ley continúan, puesto que
Dios no cambia; pero los creyentes hoy día no están obligados a guardar detalles
de la ley, dado que la dispensación ha cambiado y la regla de vida dada a Israel
no es la regla de vid para la iglesia.

El propósito de la ley era proveer una regla justa de vida y traer el pecado a
condenación. La experiencia de Israel bajo la ley demostró que la ley moral, cívica
y religiosa no puede salvar o santificar. La ley nunca fue propuesta para proveer
salvación para el hombre, y por medio de esa naturaleza era débil, por cuanto no
podía justificar (Romanos 3:20; Gal 2:16) no podía santificar o perfeccionar (Hebr
7:18,19); estaba limitada en su vigencia y duración (Gal 3:19); no podía regenerar
(Gal 3:21,22); y solo podía hacer manifiesto el pecado (Rom 7:5-9; 8:3; 1 Cor
15:56). La ley hizo posible que Dios demostrara que todos eran culpables y que
toda boca callase (Ro 3:19), haciéndose evidente la necesidad de Cristo (Ro 7:7-
25; Gal 3:21-27)

Você também pode gostar