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LAS FALSAS METAS DE LA EDUCACION, TEXTO “BUEN GUSTO EN EL

CONOCIMIENTO” DE LIN YUTANG

De acuerdo con el texto BUEN GUSTO DEL CONOCIMIENTO, el cual fue escrito por Lin
Yutang; líneas en las que hace unas comparaciones entre las mentalidades occidentales y
orientales, se ha culturalizado la percepción de lo que es ser educado entendiendo que un hombre
culto o educado no es necesariamente a que que ha leído o aprendido mucho, sino el que no se
deja llevar a tener confianza en si mismo su derecho al juicio personal para no caer en los
embelecos de la vida. La meta de la educación. Su objetivo real, el pensar más que conocer.
Juicio más que conocimiento. Fomentar la valentía del juicio independiente de la
información estandarizada. La educación como un placer, no como un tormento.
Esto lleva al autor a tratar la cuestión del sistema educativo. La educación moderna y nuestros
sistemas educativos están orientados a premiar la escolaridad y el conocimiento por encima del
juicio.

Se prefiere la acumulación de información al desarrollo del pensamiento. Una meta incorrecta


de la educación.

Los sistemas educativos ven como su objetivo ese almacenamiento de datos bajo el supuesto
que un cúmulo de información en una persona ya la hace educada.

Y el autor plantea preguntas.

 ¿Por qué el sistema educativo ha distorsionado la placentera manera de estudiar y


ser educado para convertirla en un forma mecánica, uniforme y pasiva de acumular
información?
 ¿Puede llamarse a alguien educado simplemente por el hecho de haberse sentado un
determinado número de horas en un salón de clase?
 ¿Por qué existen los diplomas y las calificaciones como un objetivo de la
educación?
La respuesta es obvia, dice, se tiene ese sistema educativo porque se está educando de manera
masiva, como en una fábrica. Educación para el conocimiento, no para el juicio.

Educación estandarizada
Para proteger su reputación y estandarizar sus productos, las escuelas deben otorgar certificados
de calidad a sus productos, que son los diplomas de sus alumnos. La meta de la educación, un
título.

Para tener diplomas se necesitan calificaciones y para tener calificaciones se necesitan


exámenes y pruebas. Esta es una secuencia lógica que no tiene escapatoria.

Pero sus consecuencias son terribles. Con este sistema se pone atención única en la
memorización de datos y no en el gusto y juicio.
El autor confiesa haber sido profesor y saber por eso que es más fácil corregir exámenes con
preguntas de fechas históricas que opiniones sobre preguntas vagas.

El peligro es que después de haber instituido ese sistema nos habremos olvidado del verdadero
ideal de la educación que es el desarrollo del juicio, del buen gusto en el conocimiento.

Está equivocado el sistema que pone a la acumulación de datos por encima del desarrollo del
pensamiento. La meta de la educación es la enseñanza de las habilidades de la razón y del
pensamiento.

Educación, otras precisiones


La cuestión va más allá en la mente de Lin. Según él, no hay materias que sean obligatorias, ni
siquiera libros requeridos. Incluso Shakespeare no debe ser leído de esta manera.

La escuela parte de la tonta idea de que puede delimitarse una determinada cantidad mínima de
conocimiento en historia o geografía que es el límite inferior de un hombre educado.

El autor dice ser él mismo muy educado y sin embargo estar confundido con algunas cuestiones
como la capital de España. Es mucho menos importante conocer la moneda de Guatemala que
el poseer buenos juicios y discernimiento.

El peligro de este sistema educativo, además, es creer que quien ha pasado por esos cursos
obligatorios se convierte al instante en un hombre educado.

Con eso, se concluye por necesidad lógica, que quien ha pasado por esa etapa de educación ya
no tiene necesidad, cesa de aprender y de leer, porque ya ha aprendido lo que hay que saber.

Debe renunciarse a la idea de que el conocimiento de una persona puede ser medido y probado
de alguna forma. La vida es limitada y el conocimiento es ilimitado.

Educación como placer o como tormento


El logro del conocimiento es como la exploración de un nuevo continente, puede ser entendido
como una aventura para el alma. Y así seguirá siendo un placer en lugar de un tormento.

Será una actividad gozosa mientras se mantenga un espíritu de aventura, de exploración. La


real meta de la educación, dar preferencia al juicio por encima del conocimiento.

En lugar de medir el cúmulo de información pasivo y uniforme, debemos cambiar para


entender el ideal de un placer creciente. Una vez que sean abolidos los diplomas y las
calificaciones, o tratados como deben serlo, el estudiante es forzado a preguntarse la razón por
la que estudia.
Actualmente, la pregunta ya ha sido contestada, porque no hay duda de que él piensa que
estudia para pasar de año.

Muchos estudiantes estudian por causa de sus profesores o de su padres, o de sus futuras
esposas o esposos, para no verse desagradecidos con el que paga sus colegiaturas, o para ganar
un buen sueldo después.

Estas causas son inmorales, dice Lin, pues es logro del conocimiento es un asunto enteramente
personal y solo así la educación puede ser un placer y ser positiva.

Lin termina esta parte de su obra con una idea, la de cambiar la meta de la educación.
Convertirla de una actividad obligatoria y tormentosa en una pasión placentera y agradable.

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