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Universidad de Concepción

Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales


Departamento de Derecho Económico

Derecho Tributario
Parte General
Capítulo II: La Norma Jurídico - Tributaria

Profesora Vanessa Elizondo


2018
Capítulo II: La Norma Jurídico - Tributaria

1.- Concepto de Derecho Tributario


Existen múltiples definiciones de Derecho Tributario que pueden encontrarse en la
doctrina, cada una más o menos compleja, más o menos detallada. Nosotros definiremos el
Derecho Tributario como el conjunto de principios y normas que regulan los tributos y las
relaciones jurídicas que se generan tanto entre el Estado y los contribuyentes, como entre
éstos, a consecuencia de la potestad tributaria.
El Derecho Tributario es una rama del Derecho Público y todas las relaciones que se
den entre el Estado con el contribuyente quedarán necesariamente reguladas por los
principios que informan el derecho público.
El objeto de estudio o contenido del Derecho Tributario es el tributo, y las
relaciones jurídicas a que da origen: obligación tributaria, sanciones que origina el
incumplimiento tributario, normas procesales y administrativas, etc.
Desde este punto de vista, las normas jurídicas que crean el tributo, fijando el hecho
gravado, los sujetos, la base y tasa imponible -elementos básicos del tributo- constituyen el
Derecho Tributario Material o Sustantivo. Por otra parte, existe un grupo de normas
tributarias que fijan el marco constitucional, los principios que regulan el ejercicio de la
aplicación de los tributos, al que debe someterse el Derecho Tributario Material, que se
denominaría Derecho Constitucional Tributario o Garantías Constitucionales del
Contribuyente.
También existen normas jurídicas que regulan la actividad administrativa tributaria,
a las que se someten los órganos de la administración competentes en materia tributaria, así
como el proceso de determinación y fiscalización de la obligación tributaria. Este conjunto
de normas se conoce como Derecho Administrativo Tributario.
En materia de impugnación de los actos de la administración tributaria existe una
regulación que permite calificar a la judicatura tributaria, tanto orgánica como
procedimentalmente como especializada, dando lugar al Derecho Procesal Tributario.
Finalmente, en otras tantas situaciones, la ley sanciona el incumplimiento de las
obligaciones tributarias, describiendo acciones y omisiones típicas y sometiéndolas a

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calificaciones y procedimientos especiales, se trata del Derecho Administrativo
Sancionador Tributario y Derecho Penal Tributario.

2.- Fuentes del Derecho Tributario


Conforme a lo señalado por el Prof. Abundio Pérez, las fuentes del Derecho
Tributario son:
i) La Constitución Política de la República
ii) La Ley
iii) Los Reglamentos y Decretos Supremos
iv) Instrucciones del Servicio de Impuestos Internos (SII)
v) Jurisprudencia, costumbre y doctrina

i) Constitución Política de la República


Es la norma de mayor jerarquía en nuestro ordenamiento jurídico, de la cual se
derivan los principios constitucionales tributarios que configuran el límite interno a la
potestad tributaria, de manera tal que cualquier regulación que emane del poder tributario
en contravención de lo dispuesto en la Constitución sería inconstitucional.
Nos remitimos a lo expresado en el capítulo I.

ii) La Ley
Es la fuente más importante del Derecho Tributario, debido al principio de reserva
legal, en virtud del cual sólo por ley puede crearse, modificarse o suprimirse un tributo. Se
trata de leyes que deben ser aprobadas por simple mayoría, pero cuya iniciativa sólo puede
emanar del Presidente de la República y cuyo origen debe ser la Cámara de Diputados, por
mandato constitucional.
La norma tributaria se caracteriza por ser imperativa y de carácter especial
(tributaria, financiera y económica), puesto que regula en su contenido materias específicas
por sobre las generales reguladas por el derecho común. Es una ley de Derecho Público,
puesto que siempre regula las relaciones de los contribuyentes para con el Fisco y del Fisco
para los contribuyentes. Finalmente, es una ley sancionatoria o penal, dado que también

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señala las penas, ya sea patrimoniales o privativas de libertad y los tipos penales, por los
cuales puede ser sancionado el contribuyente en caso de incumplimiento.
En nuestro ordenamiento jurídico muchas normas tributarias relevantes se
encuentran actualmente contenidas en decretos leyes (normas dictadas por el ejecutivo en
materias propia de ley, sin concurrencia o participación del poder legislativo), como la Ley
de Impuesto a la Renta –DL 824 de 1974, la Ley sobre Impuesto a las Ventas y Servicios –
DL 825 de 1974, y el Código Tributario aprobado mediante DL 830 de 1974.
Durante este semestre, estudiaremos especialmente el Código Tributario, el cual
consta de tres libros, un título preliminar y un título final. El Libro I “De la Administración,
Fiscalización y Pago” consta de cuatro títulos; el Libro II “De los Apremios y de las
Infracciones y Sanciones” se compone de dos títulos; y, el Libro III “De la Competencia
para Conocer de los Asuntos Contenciosos Tributarios, de los Procedimientos y de la
Prescripción” contiene seis títulos.

iii) Los Reglamentos y Decretos Supremos


Se trata de normas que emanan del Ejecutivo en virtud de facultades que la propia
Constitución le entrega. Así, el artículo 32 N° 8 señala que: “Son atribuciones especiales
del Presidente de la República: […] 6°.- Ejercer la potestad reglamentaria en todas aquellas
materias que no sean propias del dominio legal, sin perjuicio de la facultad de dictar los
demás reglamentos, decretos e instrucciones que crea convenientes para la ejecución de las
leyes;”.
Recordemos que en materia tributaria, el Ejecutivo sólo puede reglamentar aspectos
técnicos de la norma o interpretarla, ya que los elementos de la obligación tributaria deben
ser determinados por ley en virtud del principio de reserva legal.
Dentro de los reglamentos tributarios destacan: el DS N° 55 del Ministerio de
Hacienda de 1977 que contiene el Reglamento del DL 825, de Impuesto a las Ventas y
Servicios y el DS N° 668 del Ministerio de Hacienda de 1981 que fija normas sobre pago
de obligaciones tributarias.

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iv) Instrucciones del Servicio de Impuestos Internos (SII)
La normativa tributaria contiene varias disposiciones que entregan al SII facultades
que importan la dictación de circulares y resoluciones que obligan a los contribuyentes.
Así, el artículo 6 letra A N° 1 del Código Tributario faculta al Director de Impuestos
Internos para interpretar administrativamente las disposiciones tributarias, fijar normas,
impartir instrucciones y dictar órdenes para la aplicación y fiscalización de los impuestos,
norma que se reproduce en el artículo 7 letra b) de la Ley Orgánica del Servicio de
Impuestos Internos, DFL N° 7 de 1980.
Estas facultades de interpretación, impartir instrucciones y dictar órdenes se
traducen en la publicación de circulares y resoluciones1.

v) Jurisprudencia, costumbre y doctrina


Estas fuentes del Derecho Tributario sólo podrán utilizarse para efectos de
interpretar la norma tributaria, pero en ningún caso podrán crear, modificar o suprimir un
tributo en virtud del principio de reserva legal.

Cabe finalmente mencionar a los Tratados Internacionales como fuente del Derecho
Tributario, conforme a lo dispuesto por el artículo 5° inciso segundo de la Constitución que
señala: “El ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el respeto a los derechos
esenciales que emanan de la naturaleza humana. Es deber de los órganos del Estado
respetar y promover tales derechos, garantizados por esta Constitución, así como por los
tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.”
Siendo los tributos un gravamen que afecta el derecho de propiedad de las personas
no cabe duda que los tratados internacionales son una fuente del Derecho Tributario, sin
mencionar los tratados para evitar la doble tributación, los cuales tratan materias propias del
Derecho Tributario.

1
Un listado completo de las circulares y resoluciones que ha dictado el SII en los últimos 40 años, puede
encontrarse en el siguiente link: <http://www.sii.cl/pagina/jurisprudencia/legis.htm>

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3.- Aplicación Temporal de las Normas Tributarias
En esta sección revisaremos la vigencia de las normas tributarias y la retroactividad
de la ley tributaria.

3.1. Vigencia de las Normas Tributarias


La vigencia de las leyes tributarias se regula en los artículos 2 y 3 del Código
Tributario y en el artículo 7 del Código Civil. En consecuencia, las reglas son las
siguientes:
i) Cada ley puede establecer reglas de vigencia y derogación, sea en su articulado
principal, o en sus disposiciones transitorias, pudiendo establecer una vigencia unitaria o
gradual, esta última de carácter temporal o territorial o una combinación de ambas2.
ii) Si la nueva ley no contempla normas de vigencia, rigen las hipótesis del artículo
3 del Código Tributario:
a) Si la nueva ley modifica una norma impositiva (en general), o establece nuevos
impuestos (tributos) o suprime uno existente, entrará en vigencia desde el primer día del
mes siguiente al de su publicación en el Diario Oficial.
b) Si la nueva ley modifica la tasa de los impuestos anuales o los elementos que
sirvan para determinar la base (imponible) de ellos, entrará en vigencia desde el primero de
enero del año siguiente al de su publicación en el Diario Oficial, quedando en consecuencia
regidos por ella los impuestos anuales que deban pagarse en el año tributario
correspondiente.
Esta regla rige respecto de impuestos anuales existentes respecto de los cuales la
nueva ley modifica alguno de los elementos cuantitativos del hecho gravado.
c) Si la nueva ley no tiene normas de vigencia y no regula materias comprendidas en
las letras precedentes, entrará en vigencia desde la fecha de su publicación en el Diario
Oficial, conforme al artículo 7 del Código Civil.

2
Ver disposiciones transitorias de la Ley 20.322 que fortalece y perfecciona la justicia tributaria y aduanera.
Diario oficial de 29 de enero de 2009.

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3.2. Retroactividad de la Norma Tributaria
La regla general en materia tributaria es la irretroactividad de la ley. Esto se
desprende de la aplicación supletoria del artículo 9 del Código Civil3 conforme a lo
dispuesto por el artículo 2 del Código Tributario y de lo que aparece en la segunda parte del
inciso primero del artículo 3 del Código Tributario “sólo los hechos ocurridos a contar [de
la fecha de entrada en vigencia] estarán sujetos a la nueva disposición”.
Sin perjuicio de lo anterior, el mismo artículo 3 del Código Tributario contempla
situaciones de aplicación retroactiva de la ley tributaria:
i) Normas que se refieran a infracciones y sanciones, cuando la nueva ley exima
hechos punibles de toda pena o les aplique una menos rigurosa, se aplicará a hechos
ocurridos antes de su vigencia.
ii) La tasa de interés moratorio se fija por la ley vigente al momento del pago de la
deuda, independientemente del momento en que ocurrieron los hechos gravados.
iii) La ley que modifica la tasa de los impuestos anuales o los elementos que sirven
para determinar la base de ellos, rige hechos ocurridos en el año comercial inmediatamente
anterior a su entrada en vigencia.

4.- Aplicación Territorial de las Normas Tributarias


Lo normal es que las normas jurídicas tengan aplicación dentro del territorio
nacional y afecte u obligue a las personas y bienes que se encuentren dentro de sus
fronteras.
Sin embargo, cada Estado puede establecer los “factores de conexión” que vinculan
al contribuyente con el ordenamiento jurídico tributario como consecuencia de la potestad
tributaria que poseen. Estos factores de conexión de la ley tributaria pueden consistir en el
domicilio o residencia del contribuyente, el origen de las rentas, la ubicación de los bienes
gravados, el lugar donde se prestan los servicios gravados, el lugar donde se otorga un
documento, el lugar donde se produce un hecho jurídico como lo es la apertura de la
sucesión, etc.

3
El artículo 9 del Código Civil dispone en su inciso primero: “La ley puede sólo disponer para lo futuro, y no
tendrá jamás efecto retroactivo.”

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Como cada Estado determina la obligatoriedad de sus normas con absoluta
independencia de lo que hagan otros Estados, si los factores de conexión que utilizan no
son uniformes, un mismo hecho y respecto de una misma persona podría ser gravado por
dos o más normas jurídicas tributarias simultáneamente, produciéndose el fenómeno de la
doble tributación internacional (situación que analizamos a propósito del límite externo de
la potestad tributaria).
En nuestro país no hay uniformidad de criterios respecto a los factores de conexión,
sino que la legislación tributaria utiliza distintos factores de conexión, o una combinación
de ellos, dependiendo de cada tributo en concreto.
Conforme al principio de la reserva legal, este aspecto territorial del elemento hecho
gravado debe ser definido con la debida certeza en la ley que establece el respectivo tributo.
En consecuencia, deberemos estudiar los distintos tributos en particular para saber cuál es
su ámbito de aplicación territorial en concreto, sin embargo, para los efectos de este curso
nos focalizaremos en el Impuesto a la Renta y en el Impuesto al Valor Agregado.

4.1. Impuesto a la Renta


En general, el Impuesto a la Renta es un impuesto directo, periódico, que grava los
incrementos patrimoniales en la forma y situaciones que regula el DL 824 de 1974, Ley
sobre Impuesto a la Renta.

Regla general
La regla general se encuentra en el artículo 3 inciso primero del DL 824, que señala:
“Salvo disposición en contrario de la presente ley, toda persona domiciliada o residente en
Chile, pagará impuestos sobre sus rentas de cualquier origen, sea que la fuente de entradas
esté situada dentro del país o fuera de él, y las personas no residentes en Chile estarán
sujetas a impuesto sobre sus rentas cuya fuente esté dentro del país.”
Esta norma relaciona dos factores de conexión:
i) El domicilio o residencia, que es un factor personal, y
ii) El origen o fuente de la renta, que es un factor real.

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En consecuencia, si la persona tiene domicilio o residencia en Chile tributará
conforme a las normas chilenas, respecto de todas sus rentas, sean ellas de fuente nacional
o extranjera. Pero, si la persona no tiene este domicilio o residencia, sólo tributará en Chile
respecto de sus rentas de fuente chilena.
Así por ejemplo, si una persona tiene domicilio o residencia en Chile y gana dinero
en todas partes del mundo, todas ellas constituirán la medida del hecho gravado renta.
Respecto al concepto de domicilio debemos remitirnos a lo dispuesto en los
artículos 59 y siguientes del Código Civil. El artículo 59 define domicilio, al señalar que
“El domicilio consiste en la residencia, acompañada, real o presuntivamente, del ánimo de
permanecer en ella. Divídese en político y civil.”
En cuanto al concepto de residencia, el artículo 8 N° 8 del Código Tributario señala:
“Para los fines del presente Código y demás leyes tributarias, salvo que de sus textos se
desprenda un significado diverso, se entenderá: 8°. Por “residente”, toda persona natural
que permanezca en Chile más de seis meses en un año calendario, o más de seis meses en
total dentro de dos años tributarios consecutivos.”
El concepto de residencia supone un aspecto físico (permanencia dentro del país) y
un aspecto temporal (más de 6 meses en un año calendario o más de 6 meses en total en dos
ejercicios tributarios).
Complementa este concepto, el artículo 2 N°s 7, 8 y 9 del DL 824 (Ley de la Renta),
que define:
“7. “Por ‘año calendario’, el período de doce meses que termina el 31 de Diciembre.
8. Por ‘año comercial’, el período de doce meses que termina el 31 de Diciembre o
el 30 de Junio y, en los casos de término de giro, del primer ejercicio del contribuyente o de
aquél en que opere por primera vez la autorización de cambio de fecha del balance, el
período que abarque el ejercicio respectivo según las normas de los incisos séptimo y
octavo del artículo 16 del Código Tributario.
9. Por ‘año tributario’, el año en que deben pagarse los impuestos o la primera cuota
de ellos.”
Normalmente el año comercial (ejercicio comercial) coincide con el año calendario
(1 enero al 31 diciembre). Sin embargo, puede ser menor dependiendo de la época del
inicio de actividades o del término de giro. Así, por ejemplo, si una persona inicia

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actividades el 7 de julio, el ejercicio comercial será del 7 de julio al 31 de diciembre del
respectivo año (6 meses); o si una persona da aviso de término de giro el 3 de octubre, el
año comercial abarcará desde el 1° de enero al 3 de octubre de ese año (9 meses).
El año tributario es el año en que se deben declarar y pagar los impuestos.
Conforme a la legislación vigente, el año tributario corresponde al mes de abril del año
inmediatamente siguiente al año comercial, salvo en el caso de término de giro, situación en
la cual el año tributario corresponderá a los dos meses siguientes al término material de las
actividades, momento en que deber darse aviso de término de giro.
Por ejemplo, el año comercial 2017 (el elemento temporal del hecho gravado renta)
corresponde al año calendario 2017, ya sea en sus 12 meses o en la cantidad que resulte
considerando el inicio de actividades, pero el año tributario será: o el mes de abril del año
2018, o los dos meses siguientes al término material de las actividades, momento en que
debe darse el aviso de término de giro.
Este desfase tiene sentido debido a la complejidad que significa calcular el elemento
cuantitativo del hecho gravado renta, por lo cual se observa todo lo que pasó durante el año
comercial, ingresos obtenidos, deducciones asociadas a dichos ingresos, y se concede un
plazo prudencial de 4 meses (o de 2 meses en el caso del término de giro) para que se
presente la declaración correspondiente y se paguen los impuestos respectivos.

Reglas especiales
i) El artículo 3 inciso segundo del DL 824 contempla una exención personal para los
extranjeros, al señalar: “Con todo, el extranjero que constituya domicilio o residencia en el
país, durante los tres primeros años contados desde su ingreso a Chile sólo estará afecto a
los impuestos que gravan las rentas obtenidas de fuentes chilenas. Este plazo podrá ser
prorrogado por el Director Regional en casos calificados. A contar del vencimiento de
dicho plazo o de sus prórrogas, se aplicará, en todo caso, lo dispuesto en el inciso primero.”
La regla general nos obliga a revisar la residencia o el domicilio del contribuyente,
si este tiene domicilio o residencia en Chile, se aplica el principio de renta mundial, es
decir, todas sus rentas, cualquiera sea su origen, deben tributar en Chile.
Sin embargo, la nacionalidad del sujeto pasivo altera temporalmente esta regla, ya
que un extranjero que tenga residencia o constituya su domicilio en Chile, sólo quedará

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obligado por la legislación tributaria respecto de sus rentas de fuente chilena durante el
plazo de 3 años contados de la fecha de su ingreso al país. Vencido este plazo, rige el
principio de renta mundial.
ii) Respecto de los “no residentes”, el artículo 3 inciso primero, parte final DL 824
establece el principio de tributación de rentas de fuente nacional, al disponer “[…] y las
personas no residentes en Chile estarán sujetas a impuestos sobre sus rentas cuya fuente
esté dentro del país”.
Complementa esta norma el inciso primero del artículo 10 del DL 824, al señalar
que “Se considerarán rentas de fuente chilena, las que provengan de bienes situados en el
país o de actividades desarrolladas en él, cualquiera que sea el domicilio o residencia del
contribuyente”.
De esta manera, la Ley de Renta agrega un nuevo factor de conexión: el origen de la
renta.
Al respecto la Ley N° 20.630 que Perfecciona la legislación tributaria y financia la
reforma educacional del año 2012, introdujo una importante reforma al artículo 10 en
comento en dos sentidos:
i) Agrega, a modo de ejemplo, un inciso segundo nuevo que califica como rentas de
fuente chilena todas las regalías, los derechos por el uso de marcas y otras prestaciones
análogas derivadas de la explotación en Chile de la propiedad industrial o intelectual.
ii) Agrega, un inciso tercero que grava directamente con el impuesto adicional, las
rentas que perciben no residentes en tres situaciones que, en términos generales, importan
enajenaciones de cualquier tipo de participación en sociedades o entidades extranjeras que
comprendan activos subyacentes de participación en la propiedad, control o utilidades de
sociedades, fondos o entidades constituidas en Chile, o de establecimientos permanentes
que operen en Chile, o cualquier tipo de bien ubicado en Chile o de derechos que recaigan
sobre los mismos, cuando su dueño o titular de derechos sea una sociedad o entidad sin
domicilio o residencia en Chile; en los términos, condiciones, requisitos y exigencias que
las distintas hipótesis que cubre el referido inciso indica.
Los incisos cuarto, quinto, sexto y séptimo de este mismo artículo, nuevos también,
agregan normas de control y fiscalización de las reglas contenidas en las hipótesis del
referido inciso tercero.

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Se trata de normas antielusivas que buscan evitar que se enajenen activos de fuente
chilena a través de enajenaciones de capital extranjero.

Precisiones
- El artículo 4 del DL 824 dispone que “La sola ausencia o falta de residencia en el
país no es causal que determine la pérdida de domicilio en Chile, para los efectos de esta
ley. Esta norma se aplicará, asimismo, respecto de las personas que se ausenten del país,
conservando el asiento principal de sus negocios en Chile, ya sea individualmente o a
través de sociedades de personas.”
Para determinar cuándo el asiento principal de los negocios se encuentra en Chile,
es necesario que las personas jurídicas a través de las cuales se administren los negocios
estén constituidas en Chile. Los criterios para determinar el asiento principal de los
negocios, según el Oficio Nº 4.920 del SII de 27 de diciembre de 2000, son: el lugar donde
la persona ejerce la actividad de la cual obtiene la mayor parte de sus ingresos y donde se
encuentran radicados sus principales intereses.
- Respecto de las personas jurídicas y otros entes colectivos, el factor de conexión es
el domicilio. El domicilio de las personas jurídicas para los efectos de la legislación
tributaria es el que aparece en los Estatutos o el país donde se constituyen.

4.2. Impuesto al Valor Agregado


Se trata de un impuesto que está regulado en el DL 825 sobre Impuesto a las Ventas
y Servicios. El Impuesto al Valor Agregado (IVA) es una especie de impuesto a las ventas
y servicios de carácter indirecto y periódico.
El IVA tiene un periodo de observación (periodo tributario) de un mes calendario, y
el periodo de declaración y pago es hasta el día 12 del mes siguiente al periodo tributario
correspondiente, plazo que se prorroga si cae día sábado o feriado.
Atendiendo al hecho gravado, el IVA puede clasificarse en IVA ventas e IVA
servicios. Debido a que el factor de conexión depende del hecho gravado, distinguiremos
entre ambos.

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i) Factor de Conexión IVA Venta4
De acuerdo al artículo 4 del DL 825, el elemento territorial del hecho gravado lo
constituye la ubicación del bien corporal mueble o inmueble, independientemente del lugar
donde se celebre el negocio jurídico, acto o convención de enajenación onerosa.
De tal manera quedará gravada con IVA una enajenación onerosa efectuada por un
vendedor de bienes corporales muebles o inmuebles que se encuentren ubicados en Chile,
sea que la convención se celebre en Chile o en el extranjero. Por el contrario, si las especies
se encuentran en el extranjero, aun cuando la convención onerosa se celebre en Chile, no
quedará gravada con IVA5.
Para los efectos del factor de conexión del DL 825, los incisos segundo y tercero del
artículo 4 señalan situaciones de bienes que se entienden ubicados en Chile aun cuando
estén transitoriamente fuera del país. Estos son:
a) Los bienes cuya inscripción, matrícula, patente o padrón hayan sido otorgados en
Chile y;
b) Los bienes corporales muebles adquiridos por una persona que no tenga el
carácter de vendedor o de prestador de servicios, cuando a la fecha en que se celebre el
contrato de compraventa, los respectivos bienes ya se encuentren embarcados en el país de
procedencia.
Para que se aplique IVA, la venta tiene que realizarse por un vendedor. El artículo 2
del DL 825 en su tercer numeral define qué se entiende por vendedor6, cuya característica
propia es la “habitualidad” con que realiza ventas. La habitualidad es una situación de

4
Conforme al artículo 2 N° 1 del DL 825, se entiende “Por ‘venta’, toda convención independiente de la
designación que le den las partes, que sirva para transferir a título oneroso el dominio de bienes corporales
muebles, bienes corporales inmuebles, excluidos los terrenos, de una cuota de dominio sobre dichos bienes o
de derechos reales constituidos sobre ellos, como asimismo, todo acto o contrato que conduzca al mismo fin o
que la presente la ley equipare a venta.”
5
De acuerdo al artículo 8 letra a) del DL 825, se asimilan a la venta las operaciones de importación
efectuadas por vendedores.
6
“Artículo 2°. Para los efectos de esta ley, salvo que la naturaleza del texto implique otro significado, se
entenderá:
3°. Por “vendedor”, cualquier persona natural o jurídica, incluyendo las comunidades y las sociedades de
hecho, que se dedique en forma habitual a la venta de bienes corporales e inmuebles, sean ellos de su propia
producción o adquiridos de terceros. Corresponderá al Servicio de Impuestos Internos calificar, a su juicio
exclusivo, la habitualidad. Para efectos de la venta de inmuebles, se presumirá que existe habitualidad cuando
entre la adquisición o construcción del bien raíz y su enajenación transcurra un plazo igual o inferior a un año.
[…].”

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hecho con relevancia jurídica cuya calificación corresponde al SII a su juicio exclusivo
conforme a aspectos objetivos y subjetivos que establece el artículo 4 del Reglamento del
IVA (naturaleza, cantidad y frecuencia de la venta y el ánimo de reventa).

ii) Factor de Conexión en el IVA Servicio7


En el IVA servicio, conforme al artículo 5 del DL 825, el factor de conexión está
dado por el lugar en que el servicio se preste o se utilice, independientemente del lugar en
que se pague o perciba la remuneración.
Se entenderá que el servicio es prestado en el territorio nacional cuando la actividad
que genera el servicio es desarrollada en Chile, independientemente del lugar donde éste se
utilice.
Por consiguiente cualquier servicio prestado o utilizado en Chile quedará gravado
con IVA.
Por ejemplo, si de Japón contratan el servicio de un científico chileno especialista
en emergencias de reactores nucleares pidiéndole asesoría acerca de cómo enfriar un
reactor nuclear, y el científico elabora un informe y lo envía, ese es un servicio. ¿Dónde se
utiliza el servicio? En Japón, ¿Dónde se prestó el servicio? En Chile, por lo tanto queda
gravado con IVA. En el caso contrario, cuando el servicio se presta en Japón y se utiliza en
Chile, también quedará gravado con IVA.
Aún, si el servicio se prestara en Japón por ejemplo, y se pagara en Suiza, si se
utiliza en Chile queda afecto a IVA, sin que importe el lugar donde se realiza el pago o
donde se presta el servicio.

5.- Interpretación de las Normas Tributarias


Interpretar una norma es encontrar el verdadero sentido y alcance a una norma
jurídica en general o en relación a una determinada situación jurídica a la cual debe
aplicarse la norma.

7
Conforme al artículo 2 N° 2 del DL 825, se entiende “Por ‘servicio’ la acción o prestación que una persona
realiza para otra y por la cual percibe un interés, prima, comisión o cualquiera otra forma de remuneración,
siempre que provenga del ejercicio de las actividades comprendidas en los números 3 y 4 del artículo 20 de la
Ley sobre Impuesto a la Renta”.

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No existen normas sobre el particular en las leyes tributarias, sin embargo conforme
al artículo 2 del Código Tributario, se deben aplicar las normas de derecho común, y en este
caso los artículos 19 a 24 del Código Civil y que tratan cuatros elementos de interpretación:
elemento gramatical, lógico, histórico y sistemático.
En la interpretación tributaria, el principal método de interpretación es el
denominado por vía de autoridad, ya sea esta legal, administrativa o auténtica. Los entes
más importantes en esta labor de interpretación tributaria son el Director de Impuestos
Internos, el Juez Tributario y Aduanero, las Cortes de Apelaciones, la Corte Suprema y
finalmente el legislador cuando dicta normas interpretativas.
De acuerdo al artículo 6 del Código Tributario, corresponde al Director Nacional del
Servicio de Impuestos Internos, entre otras, las facultades de dictar órdenes para la
aplicación y fiscalización administrativa de la ley tributaria (Artículo 6 letra A N° 1) y al
Director Nacional y a los Directores Regionales absolver las consultas sobre la
interpretación de disposiciones tributarias (Artículo 6 letra A N° 2 y letra B N° 1,
respectivamente).
La interpretación puede ser de oficio, emanada del Director Nacional la que
normalmente se contiene en una Circular; y puede ser a petición de parte (contribuyentes o
funcionarios públicos) en cuyo caso emana del Director Nacional o de los Directores
Regionales y se materializa normalmente en un Oficio.
Esta interpretación, de carácter administrativo, obliga a los funcionarios del Servicio
como consecuencia de su estructura jerárquica, pero en caso alguno a los Tribunales o a los
contribuyentes. Sin embargo, si el contribuyente se acoge a una interpretación
administrativa en la forma y condiciones que se indican en el artículo 26 del Código
Tributario queda cubierto de cambios de criterio al momento de una fiscalización.
Por ejemplo, un contribuyente se acoge a una interpretación administrativa oficial
contenida en una circular, oficio o dictamen respecto a la forma en que se aplica una
determinada disposición tributaria, y si al momento de la fiscalización se determinan
diferencias de impuestos a consecuencia de una nueva interpretación del Servicio sobre la
aplicación de la misma norma, siempre que el contribuyente pruebe que la determinación
de sus impuestos fue de buena fe, y de la forma como indicaba una Circular anterior,
respecto de él no procede el cobro retroactivo pudiendo el Servicio sólo actuar hacia lo

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futuro. La buena fe se pierde desde que el contribuyente toma conocimiento del cambio de
criterio administrativo, por ejemplo, mediante la publicación de una circular en el Diario
Oficial, conforme al artículo 15 del Código Tributario.

6.- Derechos de los Contribuyentes


La Ley N° 20.420, fue publicada en el Diario Oficial el 19 de febrero de 2010, y
tuvo por objeto explicitar y sistematizar los derechos de los contribuyentes que se
encontraban dispersos en distintas leyes, como la N° 18.575 de 1986, Orgánica
Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado, la Ley N° 19.880 de
2003 -Establece Bases de los Procedimientos Administrativos que Rigen a los Órganos de
la Administración del Estado, el D.L. N° 830 que contiene el Código Tributario y en la
Constitución Política de la República.
Dicha ley incorporó al Código Tributario el artículo 8° bis, bajo un nuevo Párrafo 4°
denominado “Derechos de los Contribuyentes” y que reconoce un decálogo de derechos a
los contribuyentes, principalmente en relación con el SII, pero que también la Tesorería
General de la República reconoce en sus relaciones con los contribuyentes. Dicho artículo
recoge los mismos diez derechos que la Circular N° 41 de 26 de julio de 2006 garantizaba a
los contribuyentes respecto a los funcionarios del SII.
Con motivo de la dictación de esta ley, el SII publicó la Circular N° 19 de 1° de
abril de 2011 que Imparte Instrucciones sobre los Derechos de los Contribuyentes que
establece la Ley N° 20.420 y Deroga Circular N° 41 de 2006.
Con posterioridad, mediante la Ley N° 20.727 de 31 de enero de 2014, se
incorporaron al Código Tributario los artículos 8° ter y 8° quáter que garantiza y regula dos
nuevos derechos a los contribuyentes relativos a autorizaciones inmediatas para emitir
documentos tributarios y para que se les timbren los mismos.
El artículo 8° bis contempla diez derechos que no tienen un carácter taxativo, ya que
resultan plenamente aplicables los derechos garantizados por la Constitución y otras leyes y
que deben respetar tanto el Servicio de Impuestos Internos como la Tesorería General de la
República, en sus respectivos ámbitos de competencia.

40
Cualquier vulneración a los derechos reconocidos en el artículo 8° bis será conocida
por el Juez Tributario y Aduanero competente, conforme al procedimiento del Párrafo 2º
del Título III del Libro Tercero del Código Tributario (procedimiento especial de
reclamación por vulneración de derechos). Cabe destacar que esta acción es incompatible
con el Recurso de Protección, es decir, una vez presentado el recurso de protección no
puede ejercerse esta acción.
Para un análisis más pedagógico de estos derechos los agruparemos según la
materia a que se refieren en8:
6.1. Derechos permanentes ante la administración tributaria (Artículo 8° bis Nos 1, 7
y 10).
6.2. Derechos relativos a la fiscalización (Artículo 8° bis Nos 3, 4, 5, 6, 8 y 9)
6.3. Derechos patrimoniales (Artículo 8° bis N° 2)

6.1. Derechos permanentes ante la administración tributaria


Corresponde a los derechos reconocidos en los números 1, 7 y 10 del artículo 8° bis
del Código Tributario.

“1°. Derecho a ser atendido cortésmente, con el debido respeto y consideración; a ser
informado y asistido por el Servicio sobre el ejercicio de sus derechos y en el cumplimiento
de sus obligaciones.”
Reitera lo dispuesto en el artículo 17 letra e) de la Ley N° 19.880 que Establece
Bases de los Procedimientos Administrativos que Rigen los Actos de los Órganos de la
Administración del Estado.
El propio artículo 8° bis refuerza este derecho en su inciso final al exigir al SII
exhibir en sus dependencias, “en un lugar destacado y claramente visible al público, un
cartel en el cual se consignen los derechos de los contribuyentes” reconocidos en dicho
artículo.

8
Clasificación realizada conforme a lo señalado por el Profesor Augusto Parra Muñoz, “Derechos del
Contribuyentes” en Revista de Derecho – Universidad de Concepción, N° 229-230, año LXXIX, enero-
diciembre, 2011, p.177.

41
Supone el empleo de normas básicas de urbanidad y un trato acorde a una relación
formal entre el funcionario y el contribuyente que acude ante él, sin discriminaciones de
ningún tipo.
Vulneraría este derecho, el obstaculizar injustificadamente la tramitación o
resolución de un asunto que es de interés del contribuyente, así como derivarlo
infundadamente a otras oficinas o funcionarios, como también cometer abusos de
autoridad.
La asistencia que deben prestar los funcionarios no debe interrumpir sus labores
habituales ni consistir en una asesoraría al contribuyente en perjuicio de los intereses del
Estado o en contravención de lo establecido en el Artículo 101 del Código Tributario.

“7°. Derecho a que las declaraciones impositivas, salvo los casos de excepción legal,
tengan carácter reservado, en los términos previstos por este Código.”
La propia Constitución en su artículo 8° autoriza la reserva o secreto de las
actuaciones de los órganos del Estado cuando por ejemplo su publicidad afecte el derecho
de las personas. El mismo principio es desarrollado por el artículo 21 de la Ley N° 20.285
sobre Acceso a la Información Pública.
Ya se encontraba consagrado en el Código Tributario, artículos 30 inciso 5° y 35,
conforme a esta última disposición los funcionarios del SII están sujetos al llamado
“secreto tributario”, en virtud del cual no pueden divulgar, en forma alguna, información o
datos que figuren en las declaraciones obligatorias. El artículo 30 inciso 5° hace extensiva
dicha prohibición a cualquier persona que reciba o procese declaraciones.
La reserva sólo cubre las “declaraciones impositivas”, aquellas que tienen “el objeto
de determinar la procedencia o liquidación de un impuesto” (artículo 29 del Código
Tributario). Cualquier otra declaración, como la de inicio de actividades o la de aviso de
término de giro, quedan fuera de esta reserva.

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“10°. Derecho a plantear, en forma respetuosa y conveniente, sugerencias y quejas sobre las
actuaciones de la Administración en que tenga interés o que le afecten.”
Se enmarca dentro del derecho de petición consagrado en el artículo 19 N° 14 de la
Constitución Política de la República y se relaciona con lo dispuesto en el artículo 17 letra
g) de la Ley N° 19.880.
Para cumplir con este derecho el sitio Web del SII contempla un banner
denominado “contáctenos” en el cual, los contribuyentes pueden dar su opinión acerca de la
calidad del servicio prestado por los funcionarios, entregar sugerencias para agilizar y
mejorar la calidad de servicio y presentar sus quejas.
Además en las oficinas del SII existe un buzón para cumplir con los mismos fines.
El Servicio de Tesorerías contempla los mismos mecanismos para cumplir con este
derecho de los contribuyentes.
Conforme a la garantía constitucional, los contribuyentes pueden presentar todo tipo
de peticiones a la Administración, sin necesidad de acreditar un interés personal. Sin
embargo, para efectuar “sugerencias y quejas sobre las actuaciones de la Administración”
es necesario que quien las formule “tenga interés” o esté siendo afectado por ellas.

6.2. Derechos relativos a la fiscalización


Corresponde a los derechos reconocidos en los números 3, 4, 5, 6, 8 y 9 del artículo
8° bis del Código Tributario.
Para dar operatividad a este conjunto de derechos se efectuaron modificaciones al
Código Tributario en su artículo 10, relativo a días y horas hábiles para la práctica de las
actuaciones del SII; su artículo 11 que trata sobre las notificaciones; y su artículo 59, que
regula los plazos máximos de duración del procedimiento de fiscalización.
“3°. Derecho a recibir información, al inicio de todo acto de fiscalización, sobre la
naturaleza y materia a revisar, y conocer en cualquier momento, por un medio expedito, su
situación tributaria y el estado de tramitación del procedimiento.”
El mismo derecho se encuentra consagrado en el artículo 17 letra a) de la Ley N°
19.880.

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“El funcionario a cargo del procedimiento, tanto en la atención en oficinas, como en
la fiscalización en terreno, deberá informar al contribuyente el origen y los motivos de la
fiscalización, detallando las materias que se revisarán, sus contenidos y fundamentos.”
(Circular N° 19 de 2011).
Exige al funcionario entregar la información de la forma más rápida y expedita, sin
alterar sus obligaciones laborales o profesionales.

“4°. Derecho a ser informado acerca de la identidad y cargo de los funcionarios del
Servicio bajo cuya responsabilidad se tramitan los procesos en que tenga la condición de
interesado.”
Un derecho análogo contempla el artículo 17 letra b) de la Ley N° 19.880.
En ningún caso un funcionario se podrá negar a identificarse con el contribuyente o
identificar a otros funcionarios a cargo de la actuación que sea de su interés.

“5°. Derecho a obtener copias, a su costa, o certificación de las actuaciones realizadas o de


los documentos presentados en los procedimientos, en los términos previstos en la ley.”
Se relaciona con lo señalado en el artículo 17 letras a) y d) de la Ley N° 19.880; en
los artículos 17, 18, 19 y 21 de la Ley N° 20.285 sobre Acceso a la Información Pública, y
en el artículo 83 de la Ley N° 18.768 (que faculta a los Servicios de la Administración del
Estado a cobrar el valor de costo de los documentos o copias de éstos que proporcionen a
los particulares).
Conforme a la Circular N° 19 de 2011, las copias deben ser solicitadas mediante el
Formulario 2117 ante la Unidad del Servicio en que los respectivos antecedentes hayan
sido presentados. Dicha solicitud deberá contener como mínimo:
a) Nombre del documento y/o páginas cuya copia solicita;
b) N° de copias solicitadas;
c) N° y fecha de la correspondiente Acta de Recepción, que dio cuenta del aporte de
los respectivos documentos; y
d) N° de teléfono de contacto.
En cuanto al pago, este debe ser directo y previo.

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Finalmente, la referida circular regula los plazos de entrega de las copias conforme
al número de páginas cuya copia se solicitó.

“6°. Derecho a eximirse de aportar documentos que no correspondan al procedimiento o


que ya se encuentren acompañados al Servicio y a obtener, una vez finalizado el caso, la
devolución de los documentos originales aportados.”
Un derecho similar contempla el artículo 17 letra c) de la Ley N° 19.880.
La pertinencia de los antecedentes que se requieran en el procedimiento corresponde
efectuarla al Servicio.
Finalizado el procedimiento, el fiscalizador debe devolver los documentos
originales aportados por el contribuyente, siendo obligación del funcionario notificarle esta
circunstancia e indicándole que tiene un plazo de un mes para retirarlos.

“8°. Derecho a que las actuaciones se lleven a cabo sin dilaciones, requerimientos o esperas
innecesarias, certificada que sea, por parte del funcionario a cargo, la recepción de todos los
antecedentes solicitados.”
Viene a reforzar el principio de celeridad contemplado en el artículo 7 de la Ley N°
19.880 y en el artículo 8° inciso 2° de la Ley N° 18.575.
Respecto a funcionarios del SII, ellos certificarán la recepción de todos los
antecedentes requeridos, para los efectos del adecuado cómputo de los plazos que establece
la ley, mediante un acta que detalle los documentos acompañados.
En cuanto a los funcionarios del Servicio de Tesorerías, una vez que un
contribuyente presente un antecedente, estos deberán consignar en este un timbre o atestado
de recepción, el que también deberá ser estampado en la copia que quede en poder del
interesado.

“9°. Derecho a formular alegaciones y presentar antecedentes dentro de los plazos previstos
en la ley y a que tales antecedentes sean incorporados al procedimiento de que se trate y
debidamente considerados por el funcionario competente.”
Similares derechos se consagran el artículo 17 letra f) y artículo 18 inciso 3°, de la
Ley N° 19.880.

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Todo procedimiento administrativo debe constar de un expediente, escrito u
electrónico, que dé cuenta de las actuaciones realizadas y que incorpore los documentos
presentados por los contribuyentes, cuidando de resguardar las fechas de recibo.

6.3. Derechos patrimoniales


Corresponde al derecho consagrado en el número 2 del artículo 8° bis del Código
Tributario.

“2°. Derecho a obtener en forma completa y oportuna las devoluciones previstas en las
leyes tributarias, debidamente actualizadas.”
El derecho a la devolución de lo pagado indebidamente o de lo pagado en exceso ya
se encontraba regulado en los artículos 6 B números 8 y 9, 51, 126, 127 y 128 del Código
Tributario; en el artículo 97 de la Ley de Impuesto a la Renta; y, en los artículos 26, 27, 27
bis y 28 de la Ley sobre Impuesto a las Ventas y Servicios.
En cuanto al reajuste de los montos y el eventual pago de interés estaba establecido
en los artículos 57 y 58 del Código Tributario.
Respecto a la oportunidad, la Circular N° 19 de 2010 señala que no se trata de una fecha
cierta o determinada, salvo cuando la propia ley así lo disponga (como por ejemplo en el
caso del artículo 97 del DL 824). En el resto de los casos supone un lapso racional y
prudente que se determinará considerando: “la complejidad del caso, los antecedentes
disponibles, la actividad del interesado, la cantidad de causas en estado de ser resueltas y
otros análogos.”

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