Boletín de prensa

Desafíos y recomendaciones de política exterior

para Cuba:

31 de octubre de 2019

Por: David Alejandro Mora Carvajal

En horas de la mañana, en el aula 3 de la Academia Diplomática Augusto Ramírez

Ocampo de Colombia, se reunieron el presidente de Cuba, Miguel Díaz, junto con
su gabinete, los asesores colombianos de política exterior, Héctor Angulo y Andrés
Salas, y estudiantes de esa Academia. El propósito de la congregación fue la
exposición de ciertas orientaciones de política exterior que debería incorporar el
Estado de Cuba a partir de un diagnóstico de sus desafíos en la materia.

Los asesores iniciaron su exposición destacando la importante presencia

diplomática de Cuba en el mundo, a través de sus 123 misiones diplomáticas
permanentes. Así mismo, exaltaron el importante potencial militar de este Estado,
sus altos índices de desarrollo humano y el número de militantes del partido
comunista. Al hilo, se resaltó la historia revolucionaria de la República y los
constantes e infructuosos intentos de Estados Unidos y sus aliados por intervenir y
derrocar el gobierno cubano, así como el uso del embargo económico como
mecanismo de interferencia, asilamiento y presión.
Por otro lado, se destacaron eventos importantes de la historia cubana como: la crisis
de los misiles que llevó al repliegue de la Unión Soviética, el período especial de
escasez a partir de la caída del bloque soviético y el descongelamiento de las
relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos para el 2015.

Los asesores Angulo y Salas encontraron los siguientes siete desafíos en la política
exterior cubana: el primero, la situación venezolana y la necesidad de limitar los
intentos de intervención internacional en ese Estado, el cual es fuente importante de
materias primas para Cuba; el segundo, la relación esencial entre Cuba y los Estados
del Caribe, que se basa en cooperación, asistencia mutua y diplomacia médica y
deportiva; el tercero, la presencia de Cuba en escenarios multilaterales regionales
como el ALBA, la CARICOM y la CEPAL, así como en nuevas iniciativas conjuntas
como el Grupo de Puebla, el cual busca aminorar el peso regional del Grupo de
Lima; el cuarto, la cuestión estadounidense, su bloqueo económico y el
posicionamiento regional de ambos Estados; el quinto, la extensión del área de
influencia de Cuba a Estados africanos y asiáticos, que le permitiría aumentar el
respaldo y la consolidación del gobierno cubano; el sexto, el fortalecimiento de
relaciones con aliados globales como Rusia y China; y el séptimo, el sostenimiento
de su estrategia de soft power, a través de la diplomacia médica, cultural y deportiva.

En ese sentido, los asesores formularon las siguientes recomendaciones de política

exterior:

 Mantener una relación de influencia recíproca sobre Venezuela y procurar la

continuidad de su gobierno, a través, por ejemplo, de iniciativas
multilaterales como el ALBA y el Grupo de Puebla.
 Continuar con su cooperación en espacios multilaterales como el Foro de Sao
Pablo y el Grupo de Puebla, donde puede impulsar y promover la
gobernabilidad de izquierda en la región.
 Continuar con una campaña de denuncia y visibilización del bloqueo
promovido por Estados Unidos a Cuba.
 Avanzar en su estrategia de inserción comercial con Canadá (principal
destino de exportación) y la Unión Europea (principal destino de
importación), esto a través de productos como el tabaco, el azúcar, el níquel
y el ron. De igual forma, fortalecer los nexos comerciales con China, tercer
socio comercial de la República.
 Reforzar los vínculos con aliados como Rusia y China que cuentan con
derecho de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
  Fortalecer los vínculos con los Estados de África, y utilizar estratégicamente
su influencia en los escenarios multilaterales.
 Continuar y ampliar su estrategia de soft power.
 Crear foros y espacios de discusión de la izquierda y el socialismo con
cubanos en el exilio.

Finalmente, el gabinete cubano resaltó, a través de las siguientes preguntas, algunos

puntos que deben ser considerados en el marco de estas recomendaciones: ¿qué
iniciativas puede impulsar Cuba para cooperar con las islas del Caribe?, ¿por qué
utilizar sus esfuerzos en el Grupo de Puebla y no exclusivamente en el ALBA?, ¿sería
posible, ante una futura crisis de abastecimiento en Cuba, adoptar modelos
alternativos de socialismo (como el capitalismo de Estado chino o el socialismo de
corte vietnamita)?