En Venezuela, la educación debe ser gratuita, democrática, obligatoria y de libre

acceso, tal como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

en sus artículos 102 y 103. Así mismo, también se hace referencia a que el Estado
tiene el deber de garantizarla y promoverla a todos y cada uno de los venezolanos,
apoyándose en la familia y la sociedad. La Carta Magna establece como obligatoria la
educación desde el nivel maternal hasta el diversificado, además de que es gratuita
hasta el pregrado universitario, por lo que el Estado se compromete a facilitar el acceso
a los venezolanos al estudio, asignando presupuesto para el mantenimiento y
abastecimiento de las instituciones educativas con el fin de brindar una formación
integral con conocimientos científicos, tecnológicos y humanos, a la sociedad
venezolana.
Por otra parte, el artículo 106 del anterior mencionado texto constitucional,
establece que toda persona natural o jurídica y que posea capacidad puede fundar y
mantener instituciones privadas siempre y cuando cumpla con los requisitos éticos,
académicos, científicos, económicos y de infraestructura que exija el Estado y bajo la
supervisión de este. Lo que nos indica que el Estado aprueba a las instituciones
privadas, siempre y cuando se cumplan los principios morales y éticos que el Estado
considere que son los adecuados para cumplir con el sistema educativo planteado en
la nación.
Partiendo de estos preceptos constitucionales acerca del derecho a la
educación, la Ley Orgánica para la Educación, en sus disposiciones fundamentales,
artículo 4, destaca a la educación como un derecho humano y fundamental para el
desarrollo creativo de cada ser humano, insertando la dimensión cultural cuando se
menciona que la educación constituye el eje central de la transmisión y manifestación
de los valores culturales. Por lo tanto, el Estado asume a la educación como un
proceso fundamental para promover los valores culturales en la sociedad venezolana.

Como se ha podido observar, el ordenamiento jurídico venezolano considera a la

educación como un derecho humano y un deber social, siendo el Estado el
responsable de garantizar este derecho a la sociedad venezolana. Asignando
presupuesto para el mantenimiento y el abastecimiento de instituciones públicas y
asegurándose de que las instituciones privadas cuenten con la capacidad para impartir
la educación siguiendo los principios que rigen el sistema educativo venezolano. El
derecho a la educación es fundamental para el desarrollo social y cultural de los
venezolanos por lo que bajo ningún concepto debe ser vulnerado.