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MESEGUR, S.L.
CURSO DE TENDIDO DE

CABLES DE AISLAMIENTO SECO

EN LÍNEAS SUBTERRÁNEAS DE M.T. Y A.T.

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ÍNDICE

1.- OBJETO 3
2.- GENERALIDADES 3
3.- TRANSPORTE, CARGA Y DESCARGA 3
3.1.-TRANSPORTE 3
3.2.-CARGA 3
3.3.-DESCARGA 4
4.- ALMACENAJE 4
5.- TRASLADOS 4
6.-TENDIDO DEL CABLE 5
6.1.-TEMPERATURA AMBIENTE 5
6.2.-SITUACIÓN 6
6.3.-DESEMBALAJE 6
6.4.-ELEMENTOS DE ELEVACIÓN 6
6.5.-RODILLOS 7
6.6.-ESFUERZO DE TIRO 8
6.6.1.- Tendido con el esfuerzo aplicado en la punta del cable 9
6.6.1.1.- Esfuerzo aplicado directamente sobre el conductor (cabeza de tiro) 9
6.6.1.2.- Esfuerzo aplicado al conjunto del cable (mangas tiracables o mallas de tiro) 10
6.6.2.- Esfuerzo repartido a todo lo largo del cable 10
6.7.-FRENADO DE LAS BOBINAS. 10
7.- Modalidades de instalación 11

7.1.- Instalaciones bajo tubo 11

7.1.1.- Estructura y construcción 11
7.1.2.- Arquetas intermedias 13
7.1.3.-Lubricación de las tubulares 14
7.1.4.- Taponamiento 14
7.2.-INSTALACIÓN DIRECTAMENTE ENTERRADA 14
7.2.1.- Profundidad de la zanja 14
7.2.2.- Estructura 15
7.2.3.- Asiento, cubrimiento y protección 15
7.2.4.- Cruces de calles, badenes y otros servicios 16

7.3.-TENDIDO EN GALERÍAS Y CANALES 17

7.3.1.- Instalaciones rígidas 17
7.3.2.- Instalaciones flexibles 18
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1.- OBJETO

En el presente documento se exponen una serie de consideraciones en relación a las distintas precauciones que deben ser tomadas
para el manejo de los cables eléctricos subterráneos con el fin de realizar una adecuada manipulación, transporte, tendido y montaje
de los mismos así como de los elementos auxiliares más significativos.

2.- GENERALIDADES

El proceso de tendido de cables es considerado como una fase más de la elaboración del mismo, por lo tanto es necesario manejar e
instalar los cables adecuadamente para no dañarlos. Una manipulación no adecuada podría ocasionar al cable perjuicios considerables
que pueden ser detectados, en los casos más graves, en el momento de puesta en servicio o, de cualquier modo, dejar disminuidas sus
cualidades, de forma que acorten la vida útil para la que han sido diseñados.

3.- TRANSPORTE, CARGA Y DESCARGA

3.1.- Transporte
Las bobinas de cable serán transportadas siempre de pie y nunca tumbadas sobre uno de los platos laterales. Asimismo, deberán estar
convenientemente sujetas para evitar desplazamientos incontrolados y posibles caídas.

3.2.- Carga
Para la carga debe embragarse la bobina por un eje o barra adecuados, alojados en el orificio central. La braga o estrobo no deberá
ceñirse contra los platos laterales de la bobina al quedar esta suspendida, para lo que bastará colocar un separador o distanciador de
los

Figura 1: Esquema de la cara / descarga de una bobina.

3.3.- Descarga
Para la descarga de las bobinas debe procederse de forma idéntica que para la carga.

En cualquiera de estas maniobras debe cuidarse la integridad de las protecciones de las espiras del cable en la bobina con objeto de
evitar el consiguiente peligro de deterioro del mismo.
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4.- ALMACENAJE

Siempre que sea posible debe ser evitada la colocación de bobinas de cable a la intemperie, sobre todo si el tiempo previsto de
almacenaje es prolongado, puesto que podrían producirse deterioros en la madera (especialmente en los platos laterales) que podrían
causar importantes problemas al transportarlas, elevarlas y girarlas durante el tendido. Asimismo deberían ser ubicadas sobre terreno
firme con objeto de evitar hundimientos que pudieran provocar el vuelco de las mismas.

Cuando deba ser almacenada una bobina de la que se ha utilizado parte del cable que contenía, han de ser taponados los extremos
del mismo, utilizando soldadura en los casos de existencia de tubo de plomo, encintando para los demás casos o colocación, para
ambos, de capuchones de goma o termorretráctiles fabricados a tal efecto (fig. 2).

Figura 2: Detalle capuchón para el sellado de las puntas de cable.

5.- TRASLADOS
El traslado de la bobina se realizará mediante vehículo y el manejo de la misma deberá ser efectuado mediante la utilización de grúa.

Cuando las bobinas deban ser trasladadas girándolas por el terreno, operación únicamente aceptable para pequeños recorridos, el
sentido de rodadura será el mismo que el que fue enrollado el cable durante la fabricación. Normalmente las bobinas se señalan con
una flecha en los laterales que indica el sentido en que debe ser desenrollada, contraria por tanto al que se comenta (Fig. 3).
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Figura 3: Sentido de giro en desplazamientos cortos.

Si en algún momento es necesario revirar la bobina este movimiento será efectuado mediante un borneador que, apoyado en uno de
los tornillos de fijación de los platos laterales, la impulsará hacia el lado contrario cuando se hace girar la misma (Fig. 4).

Figura 4: Maniobra de giro durante el traslado de la bobina

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6.-TENDIDO DEL CABLE. 6.1.- Temperatura ambiente

Nunca es conveniente realizar tendidos a temperaturas ambientales bajas, no siendo aconsejable por debajo de 0º C.

6.2.- Situación

La bobina de cable será colocada en el lugar elegido y emplazada de tal forma que el cable no quede forzado al tomar la alineación de
tendido (Fig. 5).

Figura 5: Situación de bobina respecto a zanja. Detalle rodillo de salida de bobina.

6.3.- Desembalaje

Al retirar las duelas de protección se cuidará hacerlo de forma que ni éstas ni el elemento empleado para desclavarlas puedan dañar el
cable. Deberán ser retirados todos los clavos que puedan quedar en los platos laterales de las bobinas una vez retiradas dichas duelas.

6.4.- Elementos de elevación

Los elementos de elevación normalmente utilizados consisten en caballetes hidráulicos equipados con freno y una barra de
dimensiones convenientes alojada en el orificio central de la bobina (Fig. 6).

La base de los gatos será suficientemente amplia para que garantice la estabilidad de la bobina durante su rotación.

La elevación de ésta respecto al suelo es suficiente con unos 10 a 15 cm.

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Figura 6: Caballete hidráulico de 20 Tm con frenos de disco

6.5.- Rodillos

Durante las operaciones de tendido se favorecerá el deslizamiento del cable con la colocación de rodillos preparados al efecto.

Con el fin de facilitar el tendido y poder disminuir el esfuerzo de tiro, estos rodillos deben tener un fácil rodamiento, dispondrán de
una base apropiada que impida su vuelco y de una garganta por la que discurra el cable para evitar su salida o caída (Fig. 7).

Figura 7: Diferentes tipos de rodillo a aplicar en función de la tipología del layout.

Los rodillos serán colocados con una distancia entre ellos de acuerdo con las características del cable, principalmente peso y rigidez
axial, de forma que no permitan un vano pronunciado del mismo entre rodillos contiguos que daría lugar a ondulaciones perjudiciales
para el cable (Fig. 8). Esta colocación será especialmente estudiada en los puntos del recorrido en los que haya cambios de dirección,
donde, además de los rodillos que facilitan el deslizamiento, deben disponerse otros verticalmente para evitar el roce del cable contra
las paredes. En estos puntos debe tenerse en cuenta que la disposición de rodillos no permita que el cable adopte un radio de
curvatura inferior al especificado para cada cable (Fig. 9).
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Figura 8: Disposición rodillos en tramos rectos. Figura 9: Disposición rodillos en curvas

Para evitar el roce del cable contra el suelo, a la salida de la bobina, es recomendable la colocación de un rodillo de mayor anchura
(Fig. 5) para abarcar las distintas posiciones que adopta el cable durante el tendido.

6.6.- Esfuerzo de tiro

El tiro se efectúa mediante un cabrestante con su correspondiente cuerda de acero. Dicho cabrestante debe permitir el control de la
velocidad de tendido, el esfuerzo de tiro y debe tener incorporado un sistema de paro automático cuando se sobrepasa el esfuerzo
máximo La preparación del tendido es fundamental. Deben colocarse los rodillos necesarios para facilitar el deslizamiento del cable,
muy especialmente en las curvas y cambios de dirección (Fig. 8 y 9).
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Para el tendido pueden seguirse dos criterios:

6.6.1.- Tendido con el esfuerzo aplicado en la punta del cable

6.6.1.1.- Esfuerzo aplicado directamente sobre el conductor (cabeza de tiro)

Consisten en un manguito atornillado al conductor del cable que dispone de una argolla

6.6.1.2.- Esfuerzo aplicado al conjunto del cable (mangas tiracables)

Consisten en una trenza tubular de hilos de acero equipada con una argolla en su extremo (Fig. 12), de modo que una vez introducido
el cable en su interior y aplicado el esfuerzo de tracción en su extremo, ejerce una presión radial sobre cable directamente
proporcional al esfuerzo de tracción aplicado.

En este caso es necesario sanear el trozo de cable que haya podido quedar afectado por la interacción con la manga, dado que la
presión radial a la que ha sido sometido podría haber provocado daños en las capas internas del mismo.

2
En ambos casos los esfuerzos máximos de tiro admisibles serán de 6 Kg/mm de sección de conductor para el cobre, mientras que
2
para el aluminio estos esfuerzos serán de 3 kg/mm .

6.6.2.- Esfuerzo repartido a todo lo largo del cable

En casos muy especiales donde deba ser suspendida una longitud de cable significativa (por ejemplo tramos en vertical) puede
hacerse necesario el uso de una cuerda de acero a la que el cable pueda ser atado a intervalos de unos 2 m, operación que debe ser
efectuada con el cable en movimiento. Para efectuar este tipo de tendido es necesario disponer de una cuerda de longitud doble a la
del trazado.

En todos los casos la velocidad de tendido será del orden de 2,5 ÷ 5 m/min y se vigilará que no se produzcan esfuerzos laterales
importantes con las aletas de los carretes, en las curvas
o en las embocaduras de las tubulares.
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6.7.- Frenado de las bobinas.

Para evitar que, en las distintas paradas que puedan producirse durante el tendido, la bobina siga girando por inercia y
desenrollándose cable sin que esté siendo aplicado esfuerzo de tiro alguno, es conveniente utilizar un caballete elevador con freno
automático para evitar en ese momento que el cable adopte radios de curvatura inferiores al mínimo permitido (Fig. 13).

7.- MODALIDADES DE INSTALACION

7.1.- Instalaciones bajo tubo

Esta modalidad consiste en alojar los cables, en toda la longitud del trazado, en el interior de sendos tubos, típicamente de polietileno
corrugado de doble pared, inmersos en bloque de hormigón. De este modo es posible independizar totalmente la realización de la
obra civil con el proceso de tendido de los cables.

7.1.1.- Estructura y construcción

Las tubulares se construirán utilizando tubos de un diámetro interno mínimo comprendido entre 1,6 y 2 veces el diámetro del cable,
de material lo menos áspero posible (polietileno, cloruro de polivinilo, etc). Habitualmente están siendo utilizados tubos de polietileno
por el menor coeficiente de fricción entre el cable y el tubo.

Es aconsejable colocar un cable por tubo, debido a que los rozamientos mutuos que se producirán durante el tendido podrían dañar
los cables y a las dificultades de recuperación futura. Los tubos dispondrán de ensamblamientos que eviten los posibles rozamientos
internos contra los bordes durante el tendido (Fig. 14). Los tubos deberán quedar perfectamente alineados rectilíneamente, no
admitiéndose cambios de dirección (ni en vertical ni en horizontal).
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El bloqueo de los tubos se llevará a cabo con hormigón, evitando, en lo posible, que la lechada se introduzca en el interior del tubo por
las zonas de ensamblaje.

Si las tubulares deben quedar a poca profundidad, cerca de la superficie, no es recomendable que el hormigón de bloqueo llegue
hasta el pavimento de rodadura, pues se facilita la transmisión de vibraciones. En este caso debe intercalarse entre uno y otro una
capa de tierra que actúe como amortiguador (Fig.16).

Las tubulares deberán ser entregadas para la instalación de los cables de potencia provistas de una guía inicial apta para una carga de
rotura mínima de 500 kg y con garantías de buena instalación y limpieza.
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Por medio de esta guía inicial incorporada en los tubos será instalada una preguía de reducido peso y carga de rotura no inferior a
1.000 kg que servirá como elemento de paso de la guía definitiva.
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Durante las operaciones de instalación de la preguía y la guía definitiva se evitará la adherencia a las mismas de materiales que
pudieran quedar depositados en el interior de los tubos y afectar a la cubierta de los cables durante el tendido de los mismos.

La guía definitiva estará recubierta de una capa polimérica con objeto de que presente una superficie lisa, facilite la limpieza de la
misma antes de su introducción en los tubos y elimine prácticamente el riesgo de erosión de la pared interior de los tubos durante el
tendido de los cables.

Antes de efectuar el tendido de los cables la obra civil debe haber sido calibrada con objeto de verificar la total ausencia de elementos
extraños en el interior de los tubos y que su instalación ha sido realizada correctamente (alineación, radios de curvatura, etc).

Para ello se hará pasar por la canalización una galga (mandril) consistente en dos esferas de nylon unidas rígidamente por un tubo
hueco (Fig. 17).

El diámetro de las esferas y la longitud del conjunto están en función del diámetro interno de la tubular y del radio de curvatura
mínimo especificado para la canalización, que será entre 40 y 50 veces el diámetro exterior del tubo.
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7.1.2.- Arquetas intermedias

Si el trazado lo requiere y con el fin de reducir el esfuerzo de tiro aplicado sobre el cable, según indicaciones expuestas en el Apartado
6.6, y facilitar su tendido, pueden disponerse unas arquetas intermedias, permanentes o bien provisionales, que permitan la presencia
de algún personal para ayuda y observación del tendido y la colocación de rodillos a la entrada y salida de los tubos.

Estos rodillos se colocarán tan elevados, respecto al tubo, como lo permita el diámetro del cable, a fin de evitar al máximo el
rozamiento contra él (Fig. 18).

Si las arquetas se consideran provisionales, se les dará continuidad, a cable tendido, mediante tubos cortados o medias cañas que, a
su vez, serán hormigonados.

7.1.3.- Lubricación de las tubulares

Con objeto de disminuir el rozamiento y en consecuencia el esfuerzo de tiro, es recomendable engrasar el exterior del cable a medida
que se va introduciendo en la tubular, utilizando grasa neutra o bien lubricar la tubular aplicando agua jabonosa en la boca de ésta
que el cable irá extendiendo en su movimiento de avance.

7.1.4.- Taponamiento

En los extremos de todos los tramos de tubular es preciso recurrir a un taponamiento para evitar que se introduzcan cuerpos extraños
(arena, tierra, cascotes, etc.) e incluso roedores.

Estos taponamientos son aún más necesarios cuando se recurre al relleno interno de los tubos mediante aglomerados especiales para
inmovilización de los cables.
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7.2.- Instalación directamente enterrada

7.2.1.- Profundidad de la zanja

Generalmente las condiciones de disipación del calor empeoran a medida que se aumenta la profundidad de instalación. Por otra
parte, a mayor profundidad las características del terreno se mantienen más constantes que en las instalaciones poco profundas, por
lo que aunque la intensidad admisible calculada sea menor a medida que aumentamos la profundidad de los cables, su valor tiene
mayor garantía de aceptación a lo largo del tiempo. Se trata de hallar un equilibrio entre ambos conceptos antagónicos.

En general puede considerarse aceptable una instalación a una profundidad entre 1 y 1.5 m.

En algunos casos resulta aconsejable instalarlos a profundidades mayores a las indicadas con el propósito de lograr una seguridad más
elevada respecto a las excavaciones que por otras causas o servicios sea previsible tener en cuenta.

Cuando se trate de grandes potencias a transportar o varios cables en la misma zanja, se hace preciso un estudio especial de todas las
condiciones concurrentes, entre las que tiene especial importancia la determinación de la resistividad térmica del terreno.

7.2.2.- Estructura

La zanja deberá ser prevista con una anchura mínima de unos 70 cm, con objeto de facilitar la ejecución. Por necesidades de ubicación
de los cables a instalar es suficiente dejar unos 20 cm desde los mismos a los laterales de la zanja.

Si debe ser abierta una zanja en terrenos de relleno o de poca consistencia es necesario recurrir al entibado de las paredes de la
misma en previsión de desmontes.

Una vez excavada la zanja a la profundidad requerida es necesario que el fondo de la misma esté asentado en terreno firme para
evitar corrimientos en profundidad que pudieran hacer que los cables quedaran sometidos a esfuerzos de tracción.

7.2.3.- Asiento, cubrimiento y protección

Antes del tendido de los cables debe colocarse un lecho de arena o tierra vegetal tamizada de unos 15 cm de espesor, sobre el que
serán depositados posteriormente los cables; a continuación se colocará una nueva capa del mismo material que cubra los cables 20 ÷
25 cm por encima de ellos.

Con el propósito de dar una cierta protección frente a excavaciones posteriores, es recomendable proteger los cables en toda la
anchura y longitud con ladrillos, de preferencia macizos o bien placas de poliuretano.

En cualquier caso, y desde este ultimo punto de vista, debe compactarse convenientemente el terreno en varios niveles, con lo que
indirectamente se logra además evitar los hundimientos futuros que pueden tener repercusiones económicas por lo que a nueva
reposición de pavimentos se refiere.

Además de cuanto señalado respecto a protecciones en el apartado anterior, se coloca a unos 20 ÷ 30 cm por encima de las
protecciones antes citadas, una banda de polietileno de color amarillo-naranja en donde se advierte de la presencia de cables
eléctricos (Fig. 19).
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7.2.4.- Cruces de calles, badenes y otros servicios

Para preservar a los cables de los eventuales efectos perjudiciales que pueden motivarse por la circulación rodada de superficie, y
para facilitar la sustitución en caso de averías, ampliaciones, etc., se recurre a la colocación de tubulares, de cuya estructura y
naturaleza se trata en el apartado 7.1.

Las tubulares se prolongarán aproximadamente un metro a ambos extremos del obstáculo a cruzar.

Si la longitud de tubulares dentro de un trazado llega a hacerse importante, es preciso estudiar los factores de reducción de carga que
le pudieran ser de aplicación.

En el cruce con el resto de servicios habituales en el subsuelo se guardará una prudencial distancia frente a futuras intervenciones y
cuando puedan existir injerencias de servicio, como es el caso de otros cables eléctricos, conducciones de aguas residuales por el
peligro de filtraciones, etc., es recomendable la colocación de un tramo corto de tubular.
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7.3.- Tendido en galerías y canales

Siempre que sea posible, es aconsejable disponer por separado los circuitos de tensiones distintas, tanto más cuanto mayor sea esa
diferencia. En las galerías pueden situarse todos los cables de A. T. en uno de los laterales, reservando el otro para B. T., control,
señalización, etc. En los canales se obra de manera similar, pero, si es posible, es preferible destinar canales distintos dado sus
reducidas dimensiones respecto a las galerías.

Cuando los cables se instalan en un canalillo de obra, es conveniente no rellenarlo con tierra
o arena, ya que el calor generado por los cables va evaporando la humedad contenida en la misma, que no puede recuperarse a través
de las paredes de hormigón del canalillo. La tierra seca tiene una resistividad térmica que puede alcanzar un valor cuatro o cinco veces
superior al inicial, por lo que, al empeorar las condiciones de disipación del calor generado, los cables se calentarían más y podrían
llegar a sobrepasar la temperatura de servicio admisible para la que han sido diseñados.

Por lo tanto, en general es mejor dejarlos al aire pues, aunque se requiera un cierto coeficiente de reducción en la intensidad de carga
debido al incremento de temperatura que pueda tener el aire en el interior del canalillo, nunca se alcanza una situación tan
desfavorable como si se rellenase de arena. Esta condición quedaría favorecida si el aire pudiera renovarse en el interior del canalillo.

Los cables instalados en galerías y canales deben estar sujetos mediante las correspondientes abrazaderas para evitar los movimientos
que puedan presentarse debido a los ciclos térmicos, esfuerzos electrodinámicos, etc.

Estos fenómenos pueden llegar a ser importantes en cables unipolares de grandes secciones para el transporte de elevadas potencias,
por lo que es necesario estudiar previamente el diseño y la distancia a la que deben ser colocadas dichas abrazaderas. En estos casos
se consideran dos modalidades de instalación cuyas particularidades se detallan en los apartados siguientes.

7.3.1.- Instalaciones rígidas.

En este tipo de instalaciones los cables son fijados a intervalos suficientemente cortos como para evitar que su propio peso le
provoque deformaciones por flexión entre dos soportes consecutivos (Fig. 20).

Dependiendo de la rigidez axial y del peso del cable, generalmente se acepta una separación entre abrazaderas entre 0.8 ÷ 1.5 m en
los tramos rectos, mientras que en las curvas debe ser aplicado un coeficiente de reducción tanto más restrictivo cuanto menor sea el
radio de curvatura que se provoca al cable en dicha curva.
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En este tipo de disposición los esfuerzos termomecánicos que se producen en el cable durante el servicio son transmitidos a los
accesorios instalados en los extremos. Por ello es aconsejable cuantificar la magnitud de dichos esfuerzos con objeto de evaluar hasta
qué punto pueden resultar perjudiciales para el accesorio en cuestion y, si procede, rediseñar la instalación de modo que la afectación
entre dentro de los límites aceptables para el accesorio.

7.3.2.- Instalaciones flexibles.

Una forma de evitar la transmisión de esfuerzos a los extremos consiste en la disposición de los cables en forma de festones que
permitan que dichos esfuerzos sean disipados en cada

Para ello, en el momento del tendido, los cables deben ser instalados provocándoles una flecha inicial (f0) que se verá incrementada
de forma directamente proporcional al incremento de temperatura (dilatación) que sufra el conductor. Tanto la flecha inicial como la
distancia entre soportes (p) deben ser calculados para evitar que las contínuas oscilaciones que sufre el cable en los puntos de fijación
le puedan provocar una fatiga prematura que reduzca el tiempo de vida para el que ha sido diseñado.

Todos los elementos metálicos para la sujeción de los cables (bandejas, soportes, abrazaderas, etc.) deben ser conectados
eléctricamente a tierra, siendo recomendable que se independicen estos circuitos de tierra cuando existan cables de diversos niveles
de tensión. Con ello se evita que sobretensiones en las envolturas metálicas de los cables, cuyo valor puede ser considerable en
ciertas circunstancias, tenga influencias en circuitos que a priori no están afectados por ese fenómeno.